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PEDAGOGIA DE LA RELIGION Despertar la dignidad humana requiere valores y creencias La Unesco ha publicado un nuevo informe para reimaginar juntos el futuro de la educacién. Es el resultado de dos aiios de trabajo de una comisién internacional y de numerosas aportaciones realizadas por expertos ¢ instituciones de todos los paises. Aqui presentamos una de aquellas colaboraciones que fue expuesta por nosotros rei- vindicando las contribuciones educativas del saber religioso. CARLOS ESTEBAN DIRECTOR DEL OBSERVATORIO DE LA RELIGION EN LA ESCUELA = uuestra aportacién (disponible NN exrrrrcimseeoee tras un andlisis de la realidad global de la educacién, estaba verte- brada por dos ejes que, para noso- tos, son impreseindibles en el future 10 de la educacién. Ambos estan en linea con la perspectiva humanista de los informes mundiales de la Unesco de 1972 y 1996 y estén inspi rados en la antropologia cristiana El primer ejees la dignidad huma na, el concepto mas revolucionario del siglo xx, dotado de tal fuerza transformadora que su sola invoca- ci6n ha servido y sirve para superar los obstaculos que padece el progre- so ético de la humanidad. A este va- lor supremo esta vinculada la inclue sién de todos en una casa comin y cl cuidado del planeta, Pues bien, la educacién es, en buena medida, res ponsable de despertar esta dignidad en todos, sin excepcidn. El tesoro de la educacién es precisamente su po tencial para despertar y promover el pleno reconocimiento de la dignidad humana y su emancipacién. Esta alta pretensién de la educacién reclama la presencia de valores ideales, de creencias y convicciones en los procesos formativos: este es el segundo eje. Su presencia es comple- tamente necesaria para alcanzar el is alto de los fines de la educacién: el cuidado la dignidad. Pues bien, sin el aprendizaje de las diversas cosmo- visiones y religiones, no serd posible Ialibertad de cada persona y su dig. nidad. Solo con esta base humanista es posible la construccién de socieda- des inclusivas y diversas. Las religio- nes, superando su riesgo de funda ‘mentalismo, estan llamadas a nutrit de sentido la fraternidad humana. Aprender a ser Una educacién centrada en el apren der a ser persona constituye la res- puesta fundamental a la pregunta sobre el sentido de la ectucacién. Es El tesoro de la educaci6n es precisamente su potencial para despertar y promover el pleno reconocimiento de la dignidad humana relevante tomar concieneia de la pre- gunta, pero la respuesta es lo esen cial, E] Informe Faure, ya en 1972, fue visionario al poner el acento de la educacién en el aprender a ser. El Informe Delors, en 1996, afiadié que la educacién deberia llevar a cada persona a descubrir, despertar e in- crementar sus posibilidades creati vas, actualizando asi el tesoro escon- dido de cada persona, El informe de Irina Bokova, en 2015, confirmaba que en el mundo aumentan las aspi- raciones a los derechos humanos y proponia una visién humanista de la educacién como un bien comin. Compartimos estas miradas a la educacién del siglo xxi, centrada en la dignidad humana, y constatamos que, para hacerla posible, se necesitan valores ¢ ideales, creencias y convic- ciones, porque, como se decfa en los informes citados: el mundo, frecuen- temente sin sentirlo 0 expresarlo, tiene sed de ideales y de valores, la supervivencia de la humanidad de- pende de ello. Y, sobre todo, porque la aspiracién ala dignidad humana y la fraternidad universal se nutren precisamente de valores y creencias: sin ellos, no es posible la utopfa Educar: proponer una utopia La educacion del futuro debe reenfo- car sus objetivos, més alld de la trans misién de conocimientos, y despertar en todos los alumnos su dignidad humana desde sus raices vitales: aprender a ser personas y a vivir con ‘otros, Este cambio es mas radical de lo que pudiera parecer a primera vis lay, quiz4, por esto, aunque se habla mucho de ello, no acaba de imple mentarse. Una transformacién sig- nificativa y sostenible de la educa cién solo puede partir de un gran relato, de una utopia que oriente estas expectativas holisticas de la co munidad educativa y del mundo. Solo una utopfa puede hacer avanzar ala educacién y al mundo hacia una buena vida para todos, Las cosmovi- siones son las que han nutrido de sentido la historia de la humanidad y las seguimos necesitando, depura das de sus riesgos, para alcanzar la dignidad de todos, Por tanto, para edincar el ser, para poner en el centro de la educacién la dignidad humana como valor supremo, entendemos que es completamente necesaria la presencia en Tos pracesos educativos de valores e ideales, de ereencias y convicciones, porque son los que mu- tren y vertebran la identidad perso- nal que cada uno elige y conforma como resultado de su formacién, La educacién del futuro debe sus citar preguntas existenciales que més alld de responder al e6mo son las cosas, se interrogan sobre los por qués y los para qué. Son precisamen- te estas preguntas las que se respon den con los valores y creencias que acumulan las civilizaciones huma- nas. Solo desde una utopia de digni dad humana de todos se puede mirar el futuro con esperanza y orientar la educacién hacia la transformacién del mundo; solo a través de la edu- cacién podemos dejar atrds la injus ticia, la violencia y hacer de este mundo la casa comin. Por ello, 1a educacin es el arma mas poderosa para mejorar el mundo. Diversidad y casa comin La educacién del futuro reclama un humanismo que mantenga juntas la uunidad y la diversidad, la igualdad y la libertad, la identidad y la alteridad. Hay que sembrar la idea a todos los>> RELIGION Y ESCUELA 27 » FORMACION PEDAGOGIA DE LA RELIGION estudiantes de que la unidad y Ta di- versidad no se excluyen, mas bien se necesitan, De lo conteario, nos encon- trarfamos ante una unidad asfixian te, que elimina laalteridad, haciendo imposible la existencia del otro. La educacién del futuro debe empode- rar alas nuevas generaciones de la responsabilidad en el cuidado de la casa comin, de las personas y de la naturaleza. Como dice Hannah Arendt: “La educacién es el momen- to que decide si amamos lo suficien- te al mundo como para responsabi lizarnos de él y salvarlo de la ruina’ La educacién que queremos en el futuro debe asumir un liderazgo ca paz de transformar las sociedades; es un bien puiblico y ha de ser inclu- siva, equitativa y participativa; debe estar orientada al bien comin y pre- parar para la vida a todos sin excep- cién. Como dice la Unesco: "No exis- te una fuerza transformadora mas poderosa que la educacién para pro- mover los derechos humanos y la dignidad, erradicar la pobreza y lo grar la sostenibilidad’. Promover la educacién integral reclama poner un acento especial en aquellas dimensiones menos visibles en la escuela, porque no se ven refle- jadas en las clasificaciones 0 no se evaliian en las pruebas estandariza- das. Ademés del émbito cognitivo, deben cuidarse otros, por ejemplo, el Ambito vital de cada persona: la cons- truccién moral del alumnado, las actitudes y de los valores en el desa- rrollo libre del alumnado, las ereen cias y convicciones o la necesidad de avanzar en una ética del euidado. Es necesario, por tanto, fortalecer una formacién ética y en valores Este serd el principal aprendizaje de las personas: elegir el modo de vida que realmente queramos para noso- tos. Esta necesaria formacién moral debe atender al menos estas priori- dades: aprender a ser, aprender a convivir juntos y aprender a habitar 24 RELIGION Y ESCUELA el planeta. En definitiva, es necesa- rio prestar atencién a esta formacién moral para educar 3 ciudladanos glo- bales comprometidos en la consecu cién de un mundo més justo y sos- tenible Lo emocional y espiritual Las recientes aportaciones de la new rociencia y el interés por el bienestar integral han confirmado la necesidad de prestar mas atencién a la educa cién emocional como un elemento clave del proceso educativo. El ser emocional no es lo opuesto al ser ra cional, sino algo complementario y significativo. Por ello, la educacion del futuro debe ser capaz de recono- cer esta dimensién emocional y ede carla, Debe tener en cuenta el mesti zaje de lo emocional con lo racional, ‘emocién y cognicién constituyen una misma realidad personal indisoluble. También se confirma cada vez més que la inteligencia espiritual es una realidad latente en la persona, una realidad antropolégica que debe ser ‘educada para que despliegue todo su potencial, Mas allé de las religiones, todo ser humano tiene un sentido y unas necesidades de orden espiritual, y estas pueden desarrollarse tanto en el marco establecido de las tradicio nes religiosas como fuera de ellas, Esta inteligencia espiritual se define como la capacidad para comprender la vida humana, pero lo esencial es que hace emerger la cuestién del sen tido de la vida, de cuyas respuestas depender4, en buena medida, la rea lizacién y felicidad humanas. La educacién del futuro, mas allé de una formacién ética cfvica, debe aspirar a nutrir de sentido la vida para que contribuir a la mayor reali zacién humana posible. Para esto, sern necesarias las creencias y con- vicciones: solo ellas tienen esa capa cidad nutricia, que en la sana educa- cidn se proponen, pero no se imponen. La pedagogfa de la interioridad converge aqui como el lugar intimo de la persona donde el yo asiste a todos los acontecimientos de la pro- pia vida, En ese interior, acontece un didlogo protagonizado por ese yo, que confronta deseos, afectos, pasio nes, emociones, sentimientos, valo- res ¢ ideales, creencias y conviccio: nes, El resultado de estos dilogos es el que determina las decisiones per sonales y la conducta humana; en definitiva, ese resultado conforma la identidad personal. Creencias y convicciones Entendemos lo religioso como una dimensién antropolégica y sociocul- tural presente a lo largo de la historia de la humanidad. Comprendemos que las religiones deben superar sus riesgos de integrismo e intolerancia para proponer, desde la diversidad cultural de las sociedades, sus valores y ereencias en una sana pedagogia, es decir, sin proselitismos La educacién del futuro debe in corporar una ensefianza de las reli giones, siempre en clave de plurali- dad, para asegurar la propuesta de valores ¢ ideales, de creencias y con- vicciones, en los procesos educativos. Todo proceso formativo que preten- da ser completo reclama la presencia de los valores y de las creencias. Asi lo establece el Consejo de Eu- ropa en st Resolucién 1396: “La rel gién, por su compromiso moral y 6tico, por los valores que sustenta, por su enfoque eritico y su expresién cultural, puede ser un compafiero valido de una sociedad democratica"; también su Recomendacién 1720, que solicita como “necesario el cono- cimiento de las religiones”. La Orga- nizacién Europea para la Coopera- cin Econémica también reivindica en su competencia global “una for ‘macidn en las destrezas bésicas que se necesitan para la vida necesarias para interactuar con la diversidad de culturas y de cosmovisiones”. La ‘Agenda 2030 propone prioridades: Ja dignidad, el cuidado, el desarrollo sostenible y la prosperidad, la erra- dicacién de la violencia y de la po- breza para construir Ia paz; todo ello necesario para una ciudadanfa global con sentido, La Organizacién para la Seguridad. yla Cooperacién en Europa también solicité a los Estados que aborden politicas nacionales de educacién integrales, con medidas para desper- tar la conciencia puiblica que “mejo- ren el entendimiento entre las dife rentes culturas, etnias, religiones creencias, y fomenten el respeto mutuo y aspiren a prevenir la into- lerancia y la discriminacién contra cristianos, judios, musulmanes y miembros de otras religiones” Ensefianza de las religiones Proponemos, por tanto, que la edu- cacién del futuro incorpore en los sistemas educativos una ensefianza de las religiones por sus contribucio- nes educativas necesarias para el pleno desarrollo de la dignidad hu ‘mana; una ensefianza de las religio- nes alineada con las finalidades pro- pias de la escuela, La sabidurfa de las religiones en la escuela nunca debe- 14 proponerse como proselitismo, sino como formacién integral exigida por la dignidad humana; con sus va- lores ¢ ideales, inspiraré la utopia necesaria para promover la dignidad de todos y la fraternidad inclusiva. Por supuesto, deberdn comprometer se en la superacién del fundamenta- listno y la intolerancia religiosa. Laensefianza de las religiones, en Iimea con la funcidn cultural de la escuela, contribuird a que los alum nos comprendan y se sitiien kicida- ‘mente en la cultura, Ademas del co- nocimiento y aprecio de nuestro patrimonio cultural en sus diversos Tenguajes artsticos, proponemos las explicaciones sobre su significado. Aportaré una Hamada al didlogo in- tercultural e interreligioso que nece- sariamente debe ser respetuoso con la diversidad de identidades perso nnales y colectivas. La ensefanza de las religiones, en. linea con la funcién social de la es- ‘cuela, contribuird a que los alumnos socialicen y se inserten criticamente en la sociedad. Ademés de la com- prensién de los entornos locales, ser necesario comprender la dimen sién global. Esta formacién esencial hace referencia a la dimensién social de la persona y conecta con el apren der a vivir juntos, Sumamos el pen- samiento critico que empodera la libertad personal y la responsabil dad social. La ensefianza de las reli ¢giones contribuiré a la construecién dela identidad personal de los alum nos despertando su dignidad huma- zna como valor esencial y configuran- do la vida como un proyecto vital que pueda realizar plenamente el bienestar personal y social. Es nece- saria porque nutre la formacién in tegral con valores e ideales basados en la dignidad humana y la fraterni- dad universal haciendo posible que cada uno sea soberano y libre a la hora de confirmar su identidad per- sonal con sentido. La ensefianza de las religiones, en definitiva, es nece- saria en la educacién del futuro por- que cuida y nutre la base de identi dad personal, esa que esté formada por sentimientos y creencias; acom- paiia en el crecimiento interior del alumno alimentando sus raices con valores ¢ ideales; inspira el bien per- sonal y el bien comiin propios de las experiencias y convicciones; y alum- bra una madurez capaz de generar un bienestar pleno, Como bien sefialé la Unesco: "Qué noble tarea lade la educacién de sus Gitar en cada persona, segtin sus tra- diciones y sus convieciones y con pleno respeto de pluralismo, esta ele- vacién del pensamiento y el espfritu hasta lo universal, ya una cierta supe racién de s{ mismo! La supervivencia de la humanidad depende de ello”. « RELIGION Y ESCUELA 29

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