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1. PRELIMINARES 11. La lingitistica Segtin una definicién corriente, la lingiiistica Es EL ESTUDIO CIENTIFICO DEL LENGUAJE Y DE LAS LENGUAS. Esta definicién tiene algunas ventajas y numerosas desventajas. Su principal ventaja es prictica: la definicidn, en efecto, permite excluir in- mediatamente del 4mbito comprendido por el término lingiiistica esas manifesta- ciones de interés diletantesco y a menudo extravagante por el lenguaje y las len- guas que se registran en todos los tiempos, y que tienen su més tipica expresién en la pura poliglosia, en el gusto por las etimologias fantisticas, etc., reservando, por el contrario, aquel término para el andlisis intencionalmente riguroso de los fenémenos lingiiisticos. Por otra parte, las desventajas fundamentales de la definicién son, por un lado, de forma, y por el otro, de fondo. Una desventaja formal importante la en- contramos en el hecho de que, para entender plenamente qué es la lingiifstica, ha- bra que esperar a una aclaracién medianamente aceptable de qué son el lenguaje y las lenguas (y en qué difiere aquél de éstas). Por lo tanto, una comprensién mas completa de la naturaleza de Ja disciplina tendremos que“aplazarla para el final de este libro. La desventaja de fondo es més profunda. Desde su creacién como disciplina consciente de sf misma (no antes de la mitad del siglo xix), la lingiifstica ha lle- vado a cabo esfuerzos importantes para alcanzar una reconocida categoria cien- tifica, tanto dando formas a su manera de proceder, a sus conceptos basicos y1 algunos (asos a sus metodologias baséndose en una variedad de ciencias pos vas bien consolidadas (biologia, psicologia, matematica, etc.), como impl tando, ademas, programas para la elaboracién de un método auténomo. A pes de eso, atribuirle un cardcter abiertamente ‘cientifico’ (como pretendfan los fun- dadores de la lingiifstica modema en el siglo xix, y como pretenden muchos lin- gilistas actuales) es probablemente una exageracién o una metafora. La lingiifs- 2 FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA tica es todavia hoy, a pesar de sus esfuerzos, una ciencia ‘débil’: sus métodos son atin en muchos campos bastante inciertos, sus técnicas de investigacién adolecen a menudo de una considerable vaguedad, sus mismas definiciones basicas son controvertidas. Ademés de ‘débil’, es también (por recuperar los términos de una difundida clasificacién de las ciencias) una disciplina ‘blanda’: con las disciplinas llamadas “duras’ no comparte casi nada. Efectivamente, carece del aparato formal de la matemética y de la fisica, de la capacidad (caracteristica de la biologia o de Ia tecnologia) de hacer experimentos que puedan ser repetidos y verificados, de la pasién por la ficcién tipica de la ciencia de los ordenadores y de sus aplica- ciones, de esa claridad a la hora de identificar sus propias précticas y su propios ‘objetos que caracteriza a algunos sectores de las ciencias experimentales, del aparato tecnol6gico que acompafia, incluso a los ojos de un profano, a ciencias como la fisica, la biologia, etc. Todo eso explica la recurrente ¢ histérica ‘envi- dia’ de la lingiiistica por una u otra disciplina ‘dura’; en el curso de su evolucién —como se ha sefialado— la lingiifstica ha mirado con cierta admiracién hacia distintas ciencias reconocidas, sin llegar nunca, sin embargo, a parecerse a nin- guna de ellas. Por supuesto no es la tinica disciplina que se encuentra en estas condiciones; la economia esté exactamente en la misma situacién (a excepcién, en parte, del aparato matemstico y del equipamiento tecnolégico); por otro lado, el psicoandlisis se le puede parecer en cuanto a esa debilidad de planteamiento metodolégico. Encontraremos la manera, a lo largo de este libro, de profundizar en esta afirmacién. Por ahora limitémonos a dejar claro desde el principio que el tér- ‘mino cientffico que se adopta al definir la disciplina tendré que ser entendido més como indicacién de una tendencia y de una ambicién que como descripcién de un nivel perfectamente alcanzado. 1.2. gPor qué la lingiifstica? El interés hacia el estudio del lenguaje y de la estructura de las lenguas es muy antiguo, y recorre totalmente la historia de la investigacién filoséfica y cien- tifica. Las paginas lingtifsticas de Plat6n, de Aristételes 0 de los estoicos se leen todavia ahora como fuente de discusién y de sugerencias para la investigacién. Un interés tan enraizado en el pasado y tan constantemente perseguido refleja la importancia fundamental que, ya desde la tradicién filos6fica antigua, le ha sido undnimemente reconocido a este aspecto fundamental del hombre, Sin embargo, hoy dia tenemos nuevas razones para el estudio del lenguaje, que ¢onviene in- tentar definir. Segiin una concepcién muy difundida en la actualidad (sostenida por Noam )), si se considera al lenguaje como uno de los principales productos de la mente humana, su estudio acaba por aclarar ei funcionamiento del pensa- PRELIMINARES 3 miento y de la mente. En este sentido, la lingtifstica serfa naturalmente una parte de la psicologfa, y el lingilista una especie de fiel ayudante del psic6logo. Pero es! posicién no responde a todos los interrogantes que se pueden plantear a propésito del lenguaje. En efecto, no hay duda de que el estudio del lenguaje oftece datos sobre el funcionamiento de la mente (y en este libro veremos diversos aspectos de esta interaccién), pero seguramente tiene otras y ms profundas justificaciones. En realidad, al ocuparnos del lenguaje y de las lenguas se obtiene una imagen extraordinariamente clara del funcionamiento de SISTEMAS COMPLEsOS, creados ciertamente segtin una forma que les viene impuesta por las potencialidades de la ‘mente humana, pero reorganizados y reestructurados continuamente por la CASUA- LIDAD, o si se prefiere por la historia, La interaccién entre NATURALEZA € HISTORIA €s quizés el fenémeno més relevante que el estudio lingiifstico pone en evidencia, y del que ofrece una justificacién més especifica y més auténoma. Otra motivacién importante la encontramos en el hecho de que Ia inves- tigacién lingiifstica revela cémo, en el fondo de Ja inmensa variedad de las len- guas, es posible encontrar algunos mecanismos recurrentes, algunas invariantes, que en su complejo juego organizan todo el organismo de las lenguas. Por lo tanto, a la Tingtifstica no se le hace completamente justicia al considerarla como una parte de la psicologfa: la lingiifstica tiene una autonomia propia en la medida en que persigue fundamentalmente la busqueda de Ja relacién entre naturaleza historia, en la que la variedad de los fenémenos se deja organizar por una relati- vamente reducida serie de invariantes. 1.3. Objetivos de la lingiiistica Un primer acercamiento a la naturaleza de la disciplina se consigue cuando intentamos definir los objetivos, las miras y las tareas que aquélla, por una especie de técita convencién de los que la practican, intenta llevar a cabo. La lingiifstica no tiene una finalidad tinica, que se pueda formular con facilidad en una sola propo- sicién; al contrario, cada sector del estudio lingtifstico avanza en direcciones dis- tintas, de tal manera que en algunos casos lingiiistas de diferente especialidad 0 de diferente escuela pueden no estar de acuerdo sobre los mismos puntos de referen- cia fundamentales (como ocurre, por otro lado, en todas las dems dreas de investi- gacién). Se trata de diversas finalidades; intentando identificar los objetivos que to- dos los (o un relevante segmento de los) que practican la disciplina més © menos reconocen y aceptan, se puede decir que la lingiifstica se propon: | @) _ESPECIFICAR LA NATURALEZA DEL LENGUAJE, y concretamente las po- tencialidades que éste aporta al hombre y las limitaciones que le impone: "b) WeNTIFICAR, al menos de manera abstracta y bajo el criterio de modelo, Jas REGLAS que los hablantes de una lengua aplican al producir y recibir un men- saje linguifstico; FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA “€) DESCRIBIR ¥ EXPLICAR LOS CAMBIOS que se producen, en el curso del tiempo, en la organizacién y en la estructura de las lenguas. Naturalmente, podemos afiadir otros objetivos mas detallados a los ya in- dicados, y a medida que avancemos en éste libro pondremos de relieve algunos de ellos. Por ahora limitémonos a éstos; y, ademés, subrayemos que la lingiifs- tica, como probablemente todas las otras disciplinas intencionalmente riguro- sas, trabaja moviéndose entre dos extremos earacteristicos: por un lado el es- pecifico del ANALISIS EMPiRICO (Ilevado frecuentemente a niveles incluso microscépicos) de HECHOS LINGCISTICOs, y, por otro, el general y abstracto de la formulacién de TEORIAS GLOBALES. La acumulacién de hechos lingitisticos, la constitucién de grandes ‘depésitos’ de fenémenos y materiales linglifsticos es, sin duda, su fundamento operativo (como lo es para la biologia la acumulacién de observaciones empiricas y de datos experimentales), pero la formulacién de teorias generales es indispensable para enfocar los datos y darles un sentido. En esta oscilacién entre los dos polos de lo especifico y de lo general, de lo empirico y de lo tedrico, 1a lingiifstica est en condiciones de establecer im- portantes conexiones con otros dmbitos de investigacién. Algunas de sus for- mulaciones més interesantes pueden aclarar no sélo la naturaleza del lenguaje y la organizacién de las lenguas, sino también otros terrenos: 1a naturaleza de la mente y del pensamiento, las propiedades del aprendizaje, los mecanismos del cambio de las instituciones sociales en el tiempo, etc. En otras palabras, la lingiifstica, como todos los demés émbitos de conocimientos Hegados a un ni- vel bastante elevado de maduracién, favorece en sus mejores formulaciones la aclaracién de numerosos interrogantes sobre la naturaleza del hombre y de sus alteraciones. 1.4, Una nocién intuitiva de ‘lenguaje’ Conviene presentar a continuacién una nocién intuitiva de ‘lenguaje’, no s6lo para empezar a circunscribir el terreno de Ia lingiifstica, sino también para poner en evidencia algunos caracteres de la disciplina junto con algunas propie~ dades de uno de sus objetos. Generalmente es aceptada hoy la idea’ de que por lenguaje se puede entender LA FACULTAD DE ASOCIAR DOS ORDENES DISTINTOS DE ENTIDADES: el orden de los contenidos mentales, que por si solos no tienen ningtin medio de manifestarse a los demas, siendo por su naturaleza internos; y el orden de las realidades senso- riales, que permiten a los contenidos mentales manifestarse al exterior. Una tra- dicién reciente (que se remonta a Louis Hjelmslev) denomina al primero ORDEN DEL CONTENIDO y al segundo ORDEN DE LA EXPRESION, 0, abreviando, CONTENIDO y EXPRESION. Con estos términos, podemos decir que el lenguaje es la FACULTAD DE ASOCIAR EL CONTENIDO A LA EXPRESION con la finalidad de manifestarlo. PRELIMINARES 5 Esta definicién puede ilustrarse con ejemplos de diferente naturaleza. 2) El contenido que indicamos con las palabras «el ntimero intermedio en- tre 4 y 5» no puede utilizarse en el célculo si no se asocia a una expresién sen- sorial que lo manifieste, 0 sea a la expresién grifica <4,5>. 5) El mensaje que una abeja descubridora lleva a sus compafieras de la colmena, y que les informa de la existencia, a una cierta distancia, de una fuente de alimentaci6n, no podra ser transmitido y recibido si no va asociado a una forma concreta de ‘danza’ de la abeja descubridora, que pueda ser captada por las demas abejas ¢ interpretada de manera adecuada, ©) El contenido «hijo varén del hermano del padre de X» no podré ser uti- lizado en ta comunicacién hasta que no se asocie, en espaol, con la expresién primo, en italiano con cugino, en francés con cousin, etc.; a su vez, estas expre- siones no tendrén ningdin sentido si no van asociadas a ese contenido. Los tres ejemplos han sido extrafdos de ambitos muy distintos: de la mate- miética, de la etologia animal y de las lenguas. Ademis se refieren a expresiones de naturaleza diferente: en el primer caso, la expresién es una cifta gréfica (aun- que se pueda pronunciar); en el segundo, es una secuencia ordenada de mov’ mientos del cuerpo de la abeja (la ‘danza’) que son captados por las compafieras con 6rganos sensoriales; en el titimo, es una secuencia de sonidos (que puede ser también transcrita con letras). Eso significa que, para construir una nocién intui- tiva de lenguaje, no importa precisar cual es la naturaleza de la expresién a la que el contenido se asocia: tal nocién puede ser de CUALQUIER naturaleza. Es més, en el orden de la expresién esté incluida una variedad ilimitada de tipos de expre- sién (signos gréficos, sonidos, movimientos, etc.). La tnica condicién importante es que la expresi6n esté constituida por MATERIAL SENSORIAL, producido por un organismo y capaz de ser percibido por los sentidos de otro organismo. En este sentido, el lenguaje es la facultad de asociar una expresi6n al contenido. El he- cho de que, para que se pueda tener lenguaje, sea necesaria una asociacién de ex- presidn y contenido se indica normalmente con el término BIPLANARIDAD (voca- blo éste tomado también de Hjelmslev): el lenguaje es BIPLANAR porque estd constituido por dos PLANOS, el de la expresién y el del contenido. Entendido en este sentido, el lenguaje constituye una categoria més am- plia de lo que podemos pensar a primera vista. La matemitica es un lenguaje, son lenguajes los sistemas adoptados por los animales para comunicar sus pro- pios mensajes, son lenguajes las lenguas verbales humanas, Por eso mismo se puede decir que el lenguaje no es, en absoluto, exclusivo del hombre: los ani- males hacen uso a su manera de la facultad de lenguaje, porque tienen medios para asociar contenido y expresiGn (sobre este punto volveremos més ade- ante: 1.9); y el mismo hombre pone de manifiesto la facultad del lenguaje de diferemtes maneras: gestos, posturas del cuerpo, mimica, etc., ademés de los sonidos verbales. 6 FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA 15. El cardcter ‘heteréclito’ del lenguaje y de la lingiiistica Fue Ferdinand de Saussure, a principios del siglo xx, quien sostuvo que el lenguaje tiene la propiedad de ser ‘heterdclito’. Este extrafio término gramatical aludfa al hecho de que el lenguaje est ligado a una enorme variedad de ambitos de experiencia y de estudio, y, por asi decirlo, tiene lugar gracias a numerosos fe- némenos que no son lingtifsticos en sentido estricto. Desde un determinado punto de vista, en efecto, el lenguaje ‘es” sonido, y por lo tanto forma parte de la fisio-- logfa y de la fisica; desde otro punto de vista, ‘es’ contenido mental y por tanto pensamiento, con lo cual forma parte de la psicologia. Pero se pueden determi- nar muchas dreas més en las que el lenguaje ahonda sus rafces: puesto que nace de la especie humana en un determinado momento de la evolucién, ‘es’ biologia y genética; desde el momento en que se aprende ‘es’ pedagogia. Por otro lado, como cambia en el tiempo, ‘es’ historia; podemos describir muchos aspectos de 41 con métodos matematicos, y por tanto ‘es’ ciencia matematica; tiene lugar en el cerebro, estd sujeto a disturbios y patologias, por eso ‘es’ neurologia. La lista de los émbitos que contribuyen en cierta manera a dar al lenguaje su fisionom(a conereta podria ser muy larga. Igualmente larga podria ser la lista de las disciplinas que se aproximan a la lingiifstica en el estudio del lenguaje, 0 que pueden por su cuenta aclarar algunos aspectos de ella: biologia, genética, psi- cologia, matematica, ciencias neurol6gicas, sociologia, historia, educacién, etc. Debido al carécter heteréclito del lenguaje, también la disciplina que lo es- tudia, la lingiifstica, es *heterdclita’, Esta propiedad, que ha inquietado mucho durante algtin tiempo a los lingiiistas (que buscaban, en cambio, el camino para construir un método EsPeciFico de la lingiifstica, una especie de lingiiistica “pura’), es hoy aceptado sin mayores problemas. Dicha propiedad da lugar, cier- tamente, a confusiones y malentendidos (incluso terminolégicos, porque —como veremos— la lingtifstica tiene un vocabulario técnico muy heterogéneo), pero constituye sin duda uno de los aspectos mas distintivos de la lingiifstica frente a las demds disciplinas. La lingifstica no es propiamente una disciplina ‘humants- tica’, porque Heva a cabo la verificacién de los datos y adopta metodologias “frias’ en una medida muy superior a la tipica de los estudios humanfsticos; ni es una disciplina estrictamente ‘cientifica’, porque su objeto, el lenguaje, muy fre- cuentemente es huidizo, una amalgama de subjetividades y de idiosincrasias de- masiado amplia como para poder ser concretado y entendido con el mismo rigor con el que se podria, por ejemplo, describir la composicién quimica de ta sangre bien medir un campo magnético. El caricter ‘heteréclito’ de Ia lingtiistica explica también por qué razén es, a los ojos de muchos, ¢ incluso realmente, una disciplina ‘mixta’, y hasta ‘im- pura’: toma datos, materiales, métodos y modelos de andlisis de otros campos de Estudio, y al mismo tiempo ofrece a estos campos hipstesis, generalizaciones, ‘ideas, Con el tiempo, naturalmente, el repertorio de las ciencias (‘duras" y “blan- das?) con el que la lingistia establece Tos mayores intercambios y contactos ha 8 FUNDAMENTOS DE LINGOISTICA Los dmbitos de interés que podrian ser de pertinencia de la linguistica son ilimitados, pero no todos han sido y son practicados; de hecho, por asi decirlo, la lingiifstica es una disciplina FRiA, en el sentido de que se ocupa de fendmenos que se pueden reducir a estructuras, de’ mecanismos que se pueden representar en ti minos formales, dejando de lado practicamente todo lo que concieme a la rela- cién entre el lenguaje y su usuario. A diferencia de las demés ciencias humanas (como la psicologia, la sociologia, la economia, etc., a las que se la ha asociado a menudo, aunque esta afiliacién es cada vez mds rara en estos tiltimos tiempos), la lingiifstica parece excluir completamente de su campo de interés todo lo que tiene que ver con el DESEO, con la intencién, por parte del hablante-oyente, de ha- cer, obtener, pretender decir. De esa manera era inevitable lo que ocurrié en la segunda mitad de este siglo, o sea el gradual acercamiento (en metodologias, conceptos bésicos y presupuestos) de la lingilistica a las ciencias que se ocupan del tratamiento de a informacién —disciplinas, concretamente, que excluyen como no relevante la posicién del usuario. Las exclusiones que la lingiifstica efectiia se deben, en parte, a un deliberado intento de atenerse solamente a determinados érdenes de hechos, en parte a la di- fictiltad de crear estos contactos, y en parte al hecho de que determinadas posi- bles ‘confluencias’ con otras disciplinas no se han producido, hasta ahora. Al de- cir esto, pensamos, por ejemplo, en el posible encuentro entre lingiiistica y psicoanilisis, pronosticado o pretendido por muchos psicoanalistas (como Freud © Lacan) y por algunos lingilistas (como Sapir o Fakobson), pero que hasta el mo- ‘mento no se ha realizado bilateralmente, habiendo sido s6lo evocado por algunos psicoanalistas. Algunas de estas conexiones han sido pretendidas por las aplica- ciones de la lingitistica, pero no han contribuido a modificar el corpus principal de la disciplina en sf. 1.6. Una disciplina no prescriptiva ‘A los ojos de los diletantes (que en el campo lingiifstico son muy numero- sos), una de las caracteristicas més sorprendentes de la lingiifstica radica en el he- ‘cho de que ésta no da consejos o prescribe comportamientos, no dice qué es bueno o qué es malo en la conducta lingilfstica de los individuos y de las socie- dades. Esta precisién deberia ser indtil, teniendo en cuenta que ninguna disci- plina cientifica es prescriptiva, mientras que pueden serlo sus aplicaciones: la economfa no dice qué ‘hay que hacer’ para obtener un determinado resultado econdmico, la fisiologia no dice qué es justo y qué es erréneo en el funciona- miento del organismo. Pero la lingifstica a menudo ha sido y es considerada como una suma de recomendaciones, y los mismos lingiiistas son frecuentemente imaginados como jueces del ‘buen comportamiento’ lingiiistico. Por lo tanto, el cardcter no prescriptivo del estudio lingiifstico hay que subrayarlo de una vez por todas, y de una fhanera muy marcada. PRELIMINARES, 9 Al contrario, la lingitistica es una disciplina que tiende a la DESCRIPCION y a la EXPLICACION de los fenémenos lingiisticos. Sobre el significado de términos como descripcién y explicacién en lingiifstica (y en otras ciencias) se han vertido rios de tinta; aqui no diremos nada de ello, salvo recordar que para describir algo son necesarios hechos, DATOS (Ilamados también EVIDENCIAS), y que para expli- car hay que elevar hechos y datos a HIPOTESIS generales. Este esfuerzo por aso- ciar los hechos lingiiisticos a hipétesis generales acerca de la naturaleza del len- guaje y de las lenguas es uno de los aspectos por los que la lingilfstica se acerca mis a las ciencias en sentido estricto. 1.7. Una disci ina antigua Como ya se ha dicho, el interés respecto al lenguaje es uno de los rasgos més antiguos de la reflexidn humana, Teorfas y consideraciones lingiifsticas se encuentran en textos antiguos de todo tipo y de todas las tradiciones, desde los Vedas indios al patrimonio cultural de pueblos primitivos, desde las Sagradas Es- crituras hebreas y cristianas (piénsese en el Nuevo Testamento, que asigna al ver- bwn una funcién esencial en la construccién teolégica), a la tradicién del pensa- miento taoista, ete. En un determinado momento de la historia (en la India del siglo vur a.C., y luego, més intensa y regularmente, en la antigua Grecia), la re- flexi6n teolégica y metafisica tiende a un andlisis mAs riguroso, de un tipo que hoy lamariamos filos6fico-gramatical y, por tanto, intencionalmente cientifico. Desde entonces, esta linea de estudio ya no se ha interrumpido y perdura, hasta hoy, con momentos de distinta intensidad e interés. El aspecto mAs significativo de esta constante atenci6n es que las nociones, las categorias, los términos definidos y adoptados por el pensamiento lingiiistico anti- ‘guo (concretamente griego y latino), a pesar de la simplicidad de los medios con- ceptuales a disposicién en ese momento y, sobre todo, de la escasez del material lingiifstico con que se podfa contar (en la préctica s6lo el griego y el latin), se han revelado con el tiempo tan bien elaborados que todavia hoy hacemos uso de ellos. Por poner un solo ejemplo, las primeras clasificaciones en ‘partes del discurso’ se remontan por lo menos a Platén, a Aristételes y a los estoicos; la clasificacién de los casos es también estoica, los conceptos fundamentales de la sintaxis fueron ela- borados por Dionisio de Tracia y, mas adelante, por los graméticos latinos. A pesar de las innumerables reelaboraciones sucesivas (que perduran atin en la lingilistica moderna), el aparato conceptual y terminolégico esencial del que hoy dia nos servimos es, en buena parte, el que nos otorgé esta tradicién filos6- fico-gramatical antigua. Términos y nociones como verbo, nombre, predicado, sujeto, atributo, frase, y muchos otros son un inestimable patrimonio que la re- flexion antigua ha dejado a los modernos, y éstos, a pesar de sus intentos de in- novacién, a veces intrépidos y deliberados, no han conseguido hasta el momento presente deshacerse de ellos completamente. En la prictica, un lingiiista de hoy 10 PUNDAMENTOS DE LINGUISTICA puede, no obstante los progresos de su disciplina, dialogar provechosamente con las paginas de Aristételes y de Prisciano sobre el lenguaje, en un intercambio continuo de experiencias y de referencias. EI patrimonio antiguo, por lo dems, ha tenido una acogida tan general en los ambientes cultos de todos los tiempos que ha podido transformarse ripidamente en prictica educativa. Desde siglos, en las escuelas de todo el mundo occidental 1a ‘gramatica’ se estudia utilizando (aunque sea con orientaciones y métodos distin- t0s) los elementos de la reflexién lingiifstica antigua. La aplicacién escolar, si por una parte ha hecho populares los conceptos bisicos de esta tradici6n, hasta el punto de que no hay ningdn occidental instruido que no sepa, al menos intuitivamente, qué es un adjetivo o una frase, ha contribuido también a anquilosarla y a desnatu- ralizarla en formulillas mneménicas y en clasificaciones estériles. Al mismo tiempo, la Tingiistica tiene que esforzarse en replantear los fenémenos lingitisticos evitando tanto las trampas constituidas por una concepcién escolar de los hechos como también los estereotipos que esa tradicién puede incorporar. Por todas estas razones, Ia linglifstica de hoy no puede dejar de retomar y desarrollar los principios elaborados por el pensamiento europeo de hace dos mil afios, aunque deba naturalmente integrarlos en distintas perspectivas tedri- cas y metodolégicas. Este cardcter confiere a la lingitistica una posicién bas- tante particular entre los diferentes dmbitos de estudio: si para un fisico, un bidlogo o un economista es bastante insdlito volver la vista al pasado de su dis~ ciplina, para un lingiista es absolutamente natural. Por esta continua actividad de intercambio con el pasado, Ia lingiistica denota una afinidad evidente con la filosofia y la matemética, en las que el didlogo entre antiguos y modemnos es igualmente intenso. 1.8. Requisitos previos para el estudio del lenguaje Las observaciones hechas en el § 1.4 a propésito de la nocién intuitiva de Jenguaje nos permiten indicar algunos requisites previos que deben cumplirse si se quiere llevar a cabo su estudio, es decir, algunas dificultades inmediatas que hay que superar ante todo (0 de las que hay por lo menos que darse cuenta) para entrar en la manera de pensar propia de la lingtiistica. 1.8.1, SE ESTUDIA LO INOBSERVABLE cultad que hay que superar consiste en acceder a Ia idea de je, se estudian principalmente fenémenos que ‘no se ‘mino de la epistemologia) fenémenos NO OBSERVA dos planos del Ienguaje— es interno por su na- ia observaci6n directa, Es més, uno de los pro- La primera dific que, estudiando el Ienguaj ven’, 0 sea (por usar un té Les. El contenido —uno de los turaleza y definichén, y escapa al PRELIMINARES 1 blemas técnicos fundamentales de la lingilfstica modema consiste precisamente en intentar representar grifica y visiblemente el contenido, igual que se repre- sentan grificamente, con simbolos no equivocos, otras entidades no observa~ bles como los niimeros y las operaciones aritméticas. Ciertamente, la lingilis- tica no es la tinica disciplina que se ocupa de cosas que, rigurosamente, no se ven, 0 que AUN NO SE VEN: la fisica, la biologfa, la astrofisica, la economia, es- tan basadas también, en mayor o menor medida, en la investigacién acerca de objetos que no se ven. En algunas de estas ciencias, esta limitacién es s6lo provisional, en cuanto que aquéllas no ven TODAVIA las cosas de las que se ocu- pan, pero podrdn conseguir verlas antes 0 después: una mejora de los instrumentos de observacién y de medicién, o la eventual posibilidad de un ac- ceso directo a féndmenos que actualmente deben ser s6lo hipotizados, perm ten tener la esperanza de que la dimensi6n de lo observable no quedaré cerrada definitivamente a estos Ambitos de estudio. La lingiifstica, en cambio, es una disciplina ESENCIALMENTE no observable: de sus fendmenos sélo algunos se pueden ver, en la medida en que se plasman en forma escrita o estén constitui- dos por comportamientos —que se pueden ver, ofr 0 grabar— de hablantes. Pero incluso asi la variedad de los fenémenos que se pueden observar directa- mente queda muy limitada. ,Quign de nosotros ha visto 0 podrd ver la organi- zacién sintéctica de una frase? {Quién podré ver (cualquiera que sea el sentido literal del término) c6mo esté hecha una regla gramatical? {Quién ser capaz de ver el significado de un discurso? 1.8.2, RENUNCIAR A LA ‘NATURALIDAD’ La segunda dificultad esta en el hecho de que es necesario acostumbrarse a no considerar ya el lenguaje como un comportamiento perfectamente esponténeo y natural, como parece a primera vista, sino a verlo como un objeto en cierta ma- nera ‘externo’, que se puede someter a estudio. El hecho de que todo ser humano disponga del lenguaje y lo utilice en todo momento con aparente libertad ¢ i dependientemente de impedimentos externos puede hacer pensar que no consti- tuye por si solo un problema cientifico, y que su organizacién es obvia y banal. Sino renunciamos a esta actitud de sentido comin, y no nos acostumbramos a la idea de que se puede someter a andlisis profundo también un comportamiento aparentemente natural como es el lenguaje, el estudio lingiifstico es literalmente imposible. Este tiene lugar s6lo cuando se llega a suponer que el lenguaje, pese ‘a su aparente naturalidad y “facilidad’, es un OBJETO COMPLESO, altamente organi- zado, que puede, con relativa facilidad, funcionar mal o resultar dafiado o destruido (como en las patologias). Sélo con esta idea en la mente se puede prac- ticar la lingtiistica. El estudio del lenguaje es, como buena parte de la investiga- ci6n, adverso al sentido comin, wewwwwewvwvvuvewvesvsevesevrzeerrrerrr ~~~ ~~ 12 FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA, 1.8.3. UN ANALISIS INTERMINABLE Una ulterior y mas radical dificultad preliminar tiene que ver no con el in- dividuo que se acerca al lenguaje, sino con la naturaleza misma de éste. Se trata del CARACTER INTRINSECAMENTE INFORMAL del lenguaje y de las lenguas, que a ve- ces da al investigador la impresidn de no conseguir, a pesar de todos los esfuer- zos, captar los rasgos principales de un determinado fenémeno. En efecto, mu- chos.otros Ambitos lingiifsticos ofrecen una indiscutible manifestacién de informalidad e incluso de desorden, decepcionando a cuantos buscan en el len- guaje estructuras regulares, de las que el hablante se pueda aduefiar perfecta- mente y que el lingilista sea capaz de describir. En algunos casos, este efecto se presenta bajo forma de percepeién de una VIRTUAL INFINITUD. El Ambito en el que esta percepcidn se presenta con mayor evidencia es el del Iéxico y el del signifi- cado: {Qué hacer para estudiar (desde un punto de vista cualquiera, por ejemplo el morfolégico) todas las palabras de una lengua? ;Cémo hacer para definir sus significados uno en relacién a otro? La descripcién lingitistica es muy a menudo una actividad INTERMINABLE (como puede serlo el tratamiento psicoanalitico), y eso puede originar la impresién de inaccesibilidad que el lenguaje frecuente- mente da a quien se ocupa de él. Pero también la gramitica tiene la misma pro- piedad: nadie puede decir que ha descrito completamente la gramatica de una lengua cualquiera, y en una lengua se pueden encontrar siempre fenémenos mar- ginales y aislados que no responden a la deseripeién que se puede haber dado del niicleo de la misma. 1.8.4. CONSTRUIR EL PROPIO OBJETO El esfuerzo de reflexionar sobre la lingiifstica se ha vuelto mas complejo por el hecho (que Ferdinand de Saussure, hace casi un siglo, puso de manifiesto) de que la lingiifstica, a diferencia de otras ciencias “duras’ y “blandas’, debe CoNs- ‘TITUIR SU OBIETO a medida que avanza. Dicho de otra manera: la lingiifstica no se enfrenta a un objeto ya formado y listo para el andlisis, que s6lo haya que estu- diarlo, El andlisis linglifstico no se parece en nada al andlisis de sangre, en el que se sabe ya desde el principio qué sustancias se pueden encontrar, y en el que el tinico esfuerzo que hay que hacer es el de reconocer Ia cantidad y la naturaleza de esas sustancias. La lingilistica tiene que decidir en todo momento dénde em- ieza y dénde acaba su propio objeto; a menudo no sabe qué puede haber o no haber en un fenémeno del que se esti ocupando; otras veces tiene incluso que construir, durante el andlisis, categorias nuevas para tratar su objeto. Esta caracteristica se debe, en parte, al hecho de que se ocupa ampliamente de cosas que no se ven (cfr. 1.8.1); y es uno de los rasgos esenciales de la disci- plina, pero también uno de los mAs decididamente preocupantes. Una gran parte de las discusiorfes metodolégicas de la lingUfstica moderna la ha provocado pre- PRELIMINARES 13 cisamente esa particularidad suya. El objeto de la lingiifstica debe por eso ser de- finido en el Ambito de la teoria que se adopta: sus evidencias de base son relati- vamente inciertas, y muchas de las fluctuaciones terminolégicas y conceptuales que el estudioso se encuentra ante sf se deben principal y coneretamente a este hecho. Ello determina, ademas, la desorientacién tipica del que se acerca a la lin- aliistica por primera vez: no encontrando ante si ‘cosas’ bien definidas y objeti- vamente seguras (como pueden ser en anatomfa un hueso, un bazo, un érgano), su reaccién puede ser perderse o abandonar. 1.8.5. LAS LENGUAS SE ESTUDIAN CON LAS LENGUAS La lingtifstica tiene una peculiaridad que la hace probablemente tinica entre las demas ciencias. Tiene como objeto el lenguaje y las lenguas; pero, por una especie de sutil circulo vicioso, para estudiar este objeto no puede servirse de otra cosa que de lenguas. Dicho de otra manera, en lingilfstica, EL. OBJETO DE ES- TUDIO Y EL INSTRUMENTO PARA ESTUDIARLO SON EXACTAMENTE IDENTICOS. No pa- rece que existan otras disciplinas que se encuentren en esta posicién de paradoja esencial; es incluso dificil imaginar c6mo podria estar constituida otra disciplina que tuviera la misma propiedad. Esta peculiaridad (a la que, curiosamente, no le ha sido dado hasta ahora un nombre) es el origen de no pocos problemas. Ante todo hay que acostumbrarse a renunciar a la naturalidad (como dijimos poco antes), en la medida en que, ac- tuando con naturalidad, se correria el peligro de confundir el objeto con el ins- trumento. La operacién de ‘extraflamiento’, o sea de distanciamiento forzoso y deliberado del propio objeto, que es tipica del lingitista, hay que renovarla conti- nuamente para evitar perder de vista la distincién entre LENGUA-OBIETO y LENGUA- INSTRUMENTO. Un antiguo pero brillante remedio para mantener clara y perm: nente esta distincién consiste en servirse, para estudiar una lengua A, de OTRA LeNGUA B. En este caso es inequivoco que A es la lengua-objeto y B es, en cam- bio, la lengua-instrumento. 1.9. Formas del lenguaje: la comunicacién animal Como sefialamos en el § 1.4, en la nocién de lenguaje est4 contenido todo lo que puede ser considerado como una asociacién entre una expresiGn (sensible) y un contenido (interno). Entendido en este sentido, el lenguaje forma una categoria muy amplia, a la que se le pueden atribuir fenémenos normalmente considerados “lenguaje’ s6lo en sentido extensivo y metafrico. De entre esos fenémenos habria que destacar los sistemas de comunicacién que los animales usan entre si, y que hay que considerar, en lineas generales, como manifestaciones o formas del len- Buaje. Ya que estos sistemas son mas sencillos que las Ienguas humanas, podemos 12 FUNDAMENTOS DE LINGOISTICA 1.8.3. UN ANALISIS INTERMINABLE- Una ulterior y mas radical dificultad preliminar tiene que ver no con el in- dividuo que se acerca al lenguaje, sino con la naturaleza misma de éste. Se trata del CARACTER INTRINSECAMENTE INFORMAL del lenguaje y de las Ienguas, que a ve- ces da al investigador la impresién de no conseguir, a pesar de todos los esfuer- 208, captar los rasgos principales de un determinado fenémeno. En efecto, mu- chos.otros dmbitos lingiiisticos ofrecen una indiscutible manifestacién de informalidad e incluso de desorden, decepcionando a cuantos buscan en el len- guaje estructuras regulates, de las que el hablante se pueda aduefiar perfecta- mente y que el lingilista sea capaz de describir. En algunos casos, este efecto se presenta bajo forma de percepeién de una VIRTUAL INFINITUD. El dmbito en el que esta percepcién se presenta con mayor evidencia es el del léxico y el del signifi- cado: {Qué hacer para estudiar (desde un punto de vista cualquiera, por ejemplo el morfolégico) todas las palabras de una lengua? ,Cémo hacer para definir sus significados uno en relacién a otro? La descripcién lingiifstica es muy a menudo una actividad INTERMINABLE (como puede serlo el tratamiento psicoanalitico), y eso puede originar la impresién de inaccesibilidad que el lenguaje frecuente- mente da a quien se ocupa de él. Pero también Ia gramdtica tiene la misma pro- Piedad: nadie puede decir que ha descrito completamente la gramética de una Jengua cualquiera, y en una lengua se pueden encontrar siempre fenémenos mar- ginales y aislados que no responden a la descripcin que se puede haber dado del niicleo de la misma. 1.8.4. CONSTRUIR EL PROPIO OBJETO El esfuerzo de reflexionar sobre la lingiifstica se ha vuelto mas complejo por el hecho (que Ferdinand de Saussure, hace casi un siglo, puso de manifiesto) de que la lingtifstica, a diferencia de otras ciencias ‘duras’ y *blandas’, debe CONs- TITUIR SU OBJETO a medida que avanza. Dicho de otra manera: la lingilistica no se enfrenta a un objeto ya formado y listo para el andlisis, que slo haya que estu- diarlo. El andlisis lingitistico no se parece en nada al andlisis de sangre, en el que se sabe ya desde el principio qué sustancias se pueden encontrar, y en el que el nico esfuerzo que hay que hacer es el de reconocer la cantidad y la naturaleza de esas sustancias. La lingiistica tiene que decidir en todo momento dénde em- pieza y dénde acaba su propio objeto; a menudo no sabe qué puede haber 0 no haber en un fenémeno del que se est4 ocupando; otras veces tiene incluso que construir, durante el andlisis, categorias nuevas para tratar su objeto. Esta caracteristica se debe, en parte, al hecho de que se ocupa ampliamente de cosas que no se ven (cfr. 1.8.1); y es uno de los rasgos esenciales de la disci plina, pero también uno de los més decididamente preocupantes. Una gran parte de las discusiorles metodol6gicas de la lingifstica moderna la ha provocado pre~ PRELIMINARES 13 cisamente esa particularidad suya. El objeto de la lingitistica debe por eso ser de- finido en el Ambito de la teorfa que se adopta: sus evidencias de base son relati- vamente inciertas, y muchas de las fluctuaciones terminolégicas y conceptuales que el estudioso se encuentra ante sf se deben principal y concretamente a este hecho. Ello determina, ademis, la desorientacién tipica del que se acerca a la lin- gtiistica por primera vez: no encontrando ante si ‘cosas’ bien definidas y objeti- vamente seguras (como pueden ser en anatomia un hueso, un bazo, un érgano), su reaccién puede ser perderse abandonar, 1.8.5. LAS LENGUAS SE ESTUDIAN CON LAS LENGUAS La lingiifstica tiene una peculiaridad que la hace probablemente tinica entre las demés ciencias. Tiene como objeto el lenguaje y las lenguas; pero, por una especie de sutil circulo vicioso, para estudiar este objeto no puede servirse de otra cosa que de lenguas. Dicho de otra manera, en lingtifstica, EL OBJETO DE ES. TUDIO Y EL INSTRUMENTO PARA ESTUDIARLO SON EXACTAMENTE IDENTICOs. No pa rece que existan otras disciplinas que se encuentren en esta posicién de paradoja esencial; es incluso dificil imaginar cmo podria estar constituida otra disciplina que tuviera la misma propiedad. Esta peculiaridad (a la que, curiosamente, no le ha sido dado hasta ahora un nombre) es el origen de no pocos problemas. Ante todo hay que acostumbrarse a renunciar a la naturalidad (como dijimos poco antes), en la medida en que, ac- tuando con naturalidad, se correrfa el peligro de confundir el objeto con el ins- trumento. La operaci6n de ‘extrafiamiento’, 0 sea de distanciamiento forzoso y deliberado del propio objeto, que es tipica del lingilista, hay que renovarla conti- nuamente para evitar perder de vista la distincién entre LENGUA-OBIETO y LENGUA- INSTRUMENTO. Un antiguo pero brillante remedio para mantener clara y perma- nente esta distincién consiste en servirse, para estudiar una lengua A, de OTRA LeNGUA B. En este caso es inequivoco que A es la lengua-objeto y B es, en cam- bio, la lengua-instrumento. 1.9. Formas del lenguaje: la comunicacién animal Como sefialamos en el § 1.4, en la nocién de lenguaje esté contenido todo lo que puede ser considerado como una asociacién entre una expresiGn (sensible) y un contenido (interno). Entendido en este sentido, el lenguaje forma una categoria muy amplia, a la que se le pueden atribuir fenémenos normalmente considerados “lenguaje’ s6lo en sentido extensivo y metaférico. De entre esos fendmenos habria que destacar los sistemas de comunicacién que los animales usan entre si, y que hay que considerar, en Iineas generales, como manifestaciones o formas del len- guaje. Ya que estos sistemas son mds sencillos que las lenguas humanas, podemos 4 {GOISTICA comenzar, a partir de ellos, la exploracién del universo lingilistico. Algunas de las propiedades que aquéllos tienen de manera apenas esbozada se presentarin con mucho mayor relieve en las lenguas humanas, y muchas de las caracteris eas de las que carezcan serén, en cambio, distintivas de las lenguas humanas en particular. 1.9.1, UN Rasco comuN Segiin una tradici6n filoséfica antigua (consolidada, al menos en Europa, or una intensa reflexién a propésito de Ia posicién del hombre en la natura- leza), el tinico ser capaz de comunicar es el hombre. Incluso entre los si- glos xvi y xvi —la época en que fue mas intensa la discusién filoséfica sobre el problema de la capacidad comunicativa de los animales y sobre la po- sibilidad de reproducir mediante maquinas algunos aspectos del lenguaje hu- mano—, se lleg6 en general a la conclusién de que el hombre es el unico ser verdaderamente capaz de comunicacién, Fil6sofos modernos, como Ernst Cas- sirer, no han dudado en definir al hombre como el animal symbolicum por ex- celencia, subrayando asf que no s6lo él es el dnico que se sirve de simbolos, sino que la disponibilidad de un aparato simbélico es uno de los rasgos mas im- portantes en su definicién. Desde hace algunas décadas, sin embargo, esta conviccién no es ya tan s6- lida. De ponerla en crisis se han encargado los estudios de etologia de la co- municacién, que han puesto su atencién en dos dimensiones: por un lado, en las modalidades de la COMUNICACION NO VERBAL (0 sea, no transmitida por medio de palabras) en general, y por otro, en la COMUNICACION DE LOS ANIMALES (llamada también, ms brevemente, comunicacién animal). Estos estudios, que se de- sarrollaron al principio independientemente de la linglifstica, han acabado des- pués por confluir en ella gracias, sobre todo, a la contribucién de algunos estu- diosos que han comparado los sistemas de comunicacién animal con las lenguas verbales, mostrando cémo ello puede servir para arrojar luz sobre las particulari- dades de estas tiltimas. Por ello, hoy dia, ya nadie sostendria que el hombre es tinico porque puede comunicar; al contrario, la capacidad comunicativa se ha revelado como un RASGO COMCN AL MUNDO ANIMAL (hombre incluido). El problema de definir Ia posicién del hombre desde el punto de vista de la comunicaciGn se ha vuelto, por lo tanto, mas complejo: ya no se trata de ver cémo es que él puede comiunicar mientras los animales no son capaces de ello, sino de mostrar cules son las di- ferencias entre las modalidades comunicativas animales y las humanas. Sobre es- tog aspectos concretos volveremos en los capitulos 2 y 3. Por ahora, limitémonos 1a describir dos sistemas tipicos de comunicacién animal, el de las abejas y el de las hormigas. PRELIMINARES 15 1.9.2, LA DANZA DE LAS ABEIAS La abeja de miel europea tiene un sistema (descubierto y descrito por Karl von Frisch) que le permite comunicarse con las compaileras acerca de la presen cia y de Ia situaci6n de las fuentes de alimento. Desde el punto de vista de la ex- presiOn, este sistema consiste en una ‘danza’, 0 sea una configuracién de movi- mientos del cuerpo de la abeja que son captados por las antenas de las ‘compafieras mediante un contacto directo con el cuerpo de la abeja (la expresién de este e6digo es, por tanto, miMico-TAcTiL). La danza de las abejas se presenta en dos formas fundamentales: por un Jado, tenemos una DANZA CIRCULAR Y, Por Otro, una DANZA DEL ABDOMEN (en. forma, aproximadamente, de ocho). La diferencia entre el primer tipo y el se- gundo tiene que ver con la distancia que hay desde la fuente de alimento hasta la colmena. Si la fuente se encuentra a pocas decenas de metros de distancia (entre los 10 y los 50), la abeja leva a cabo una danza circular, dando vueltas en circulo hasta completar la rotacién, repitiéndolo de nuevo, a continuacién, en sentido contrario, Este movimiento se tepite, y mientras tanto la abeja se para de vez en cuando para pasar a sus compatieras microscépicas gotitas del alimento que ha recogido. Este tipo de mensaje significa, para las abejas que lo reciben, algo tan conereto como «Volad fuera y buscad en los alrededores de la colmena». Y, en efecto, las compafieras, nada més recibir el mensaje, salen a la biisqueda del alimento, La danza del abdomen, en cambio, tiene la forma de dos anillos, unidos por un eje central zigzagueante, La abeja recorre répidamente el pequefio eje en I nea recta, agitando a menudo el abdomen; a continuacién traza un cfrculo de 360° a la izquierda, corre otra vez hacia adelante a lo largo del eje central, traza otro circulo a la derecha y repite esta operacién numerosas veces. 16 FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA Esta danza indica, ante todo, la DISTANCTA. Von Frisch descubrié, en efecto, que el néimero de yueltas en forma de ocho que las abejas realizan es inver- samente proporcional a la distancia de la fuente de alimento. 500 1000 2000 «3000 -—«4000 «$000 6000 7000 8000 9000 10000 Distancia de la fuente de alimentacion (m) Como muestra el grifico, si el alimento esté a 100 m, tenemos 9 0 10 vuel tas cada quince segundos; si esti a 300 m, tenemos alrededor de 7 vueltas; si es 2 1000 m, las vueltas son 4,6; si esta a 2000 m, son 2,2; si esté a 10000 m, son 1,25. Si las distancias aumentan todavia més, la danza se convierte solamente en una larga y discontinua trayectoria realizada agitando el abdomen, PRELIMINARES 17 La hipétesis de Von Frisch es que no toda la configuracién de movimiento llevada a cabo por la abeja comporta informaciones acerca de la distancia del ali- mento, sino que la indicacién de la distancia se expresa exclusivamente en la parte central (€1 eje) del ocho, y depende coneretamente de la duracién del tra- yecto necesario para cubrir el eje. El trayecto, en efecto, se realiza tanto més len- tamente cuanto més lejos est la fuente: para una distancia de 300 m, se requiere 1/2 segundo de tiempo; para 500 m, alrededor de un segundo; para 1000 m un segundo y 1/3, ete, Pero la danza del abdomen posee también otra caracteristica: es capaz de in- dicar con extrema precisién la DIRECCION de la fuente, a diferencia de la danza circular. La abeja descubridora (que consigue medir a distancia existente entre la fuente y la colmena) da al eje de su ocho, en efecto, una particular disposicién, de manera que forme un dngulo especial respecto a la vertical. Tal éngulo serd igual al formado por el segmento que une la colmena a la fuente, y al formado por el que une el sol y la colmena. Por consiguiente, si el-eje del ocho esté orientado hacia arriba, eso significa gue la fuente de alimentacién esta en la misma direccién del sol; si esté orientado hacia abajo, quiere decir que el alimento esté en direccién opuesta al sol; si, en cambio, la abeja traslada el eje de 60° a ta izquierda respecto a la vertical, el lugar de alimentacién esté situado a 60° a la izquierda respecto al sol, y ast sucesiva- mente, Esta danza, ademds, se realiza a oscuras y en un plano vertical, sobre el que se expresa la posicién relativa de la colmena, de la fuente de alimento y del sol, Los experimentos y las observaciones desarrolladas a propésito del sistema de comunicacién de las abejas han demostrado que estos insectos tienen la Pposibilidad de MODULAR sus propios mensajes, 0 sea de cambiarlos de manera continua para adaptarlos con el fin de expresar las informaciones diferentes que éstos implican. La variabilidad del angulo del eje del ocho respecto a la vertical es un buen ejem- plo de variacién continua y no discreta. (Sobre la idea de continuo, cfr. 2.6.) 1.9.3, SERALES DE GUIA DE LAS HORMIGAS Respecto a las abejas, las hormigas se sitan en cierto sentido en el otro extremo de una escala imaginaria de complejidad de los sistemas de comunicacién. Sus me- dios de comunicacién a nivel de estructura son, en efecto, mucho més elementales, transmiten informaciones extremadamente limitadas y utilizan como expresién el ca- nal més usado de la naturaleza, el canal QUiMICO. Entre los sistemas de comunicacién de las hormigas, el més interesante para nosotros es el de las ‘sefiales de guia’, que reflejan con mucha claridad la organizacién social de estos insectos. En las colonias de hormigas, la funcién de encontrar el alimento esté asignada 2 un restringido niimero de exploradoras, que después de haber encontrado la fuente reclutan a un determinado ndmero de obreras para transportarlo, Las exploradoras, tuna vez que han encontrado el alimento, comunican el descubrimiento cortiendo de~ 18 FUNDAMENTOS DE LINGUISTICA sordenadamente y sacudiendo las antenas. La agitacién se extiende répidamente a las, compafieras, que se retinen alrededor de las exploradoras. Estas, entonces, indican a sus compafieras la direccién que hay que tomar para llegar al alimento, y lo hacen de dos maneras distintas. En algunas especies, la misma exploradora gufa a las compa- fieras hasta la fuente; en otras, en su vuelta a la colonia, va depositando a lo largo del ‘camino un determinado niimero de gotitas olorosas. Las hormigas que tienen que re- coger el alimento pueden asf seguir la pista olorosa aunque la exploradora se quede en ef nido. La tendencia a seguir la pista explica el fenémeno, muy claro incluso para ojos inexpertos, de las colonias de hormigas en marcha en una tinica direccién. Se- gin algunos investigadores, las gotas de sustancia olorosa (FEROMONAS) que deja la exploradora estén también orientadas: es decir, que esas gotas tendrian la posibilidad de indicar la direccién conereta y no solamente el trayecto (0 sea, como si tuvieran una flecha apuntando). En cualquier caso, estas pistas olorosas, a diferencia de mu- cchas sefiales animales, son relativamente persistentes, y pueden ser distintas de una especie a otra (creando asf una especie de ‘dialectos’, que permiten a cada una de las especies por separado seguir su propia pista, ante Ia que las hormigas de otra especie pemmanecen ‘ciegas’, no legando a percibirla). Las hormigas tienen también otros medios de sefializacién, con diferentes fi- nalidades y basados en otros tipos de expresién. Pueden, por ejemplo, sefialar un estado de alarma mediante danzas frenéticas 0 emitiendo olores especificos para esa funcién, 0 incluso produciendo seftales actisticas obtenidas al arafiar con el cuerpo en las paredes del nido (las hormigas no tienen érganos auditivos, pero captan el sonido en la forma de vibracién del terreno). 1.9.4. SUMARIO Es fiicil apreciar una diferencia estructural entre la comunicacién de las abe- jas y la de las hormigas: los mensajes olorosos emitidos por las hormigas son muy simples (se trata de sucesiones de microscépicas gotas de sustancia olorosa), y sirven para transmitir informaciones de un solo tipo, referentes, por tanto, al irayecto que las compafieras tienen que seguir (y quizds también la direccién de este trayecto); los mensajes bailados de las abejas son, por el contrario, mas com- plejos: son de dos maneras (la danza circular y 1a del abdomen), son modulables, pueden adaptarse, por tanto, al significado que hay que expresar y —desde el punto de vista de lo que quieren decir— se refieren tinicamente a Ia direccién y a la distancia del alimento. 1.10. Propiedades fundamentales del lenguaje A pesar de su carficter abstracto, 1a noci6n intuitiva de lenguaje que hemos presentado en el § 1.4 se puede concretar intentando especificar algunas propie- PRELIMINARES 19 dades fundamentales de la facultad de lenguaje. Las consideraciones siguientes tienen en cuenta también informaciones ofrecidas en el pérrafo anterior a propé- sito de los sistemas de comunicacién animales. 1.10.1. CARACTER CONGENITO La primera y fundamental propiedad del lenguaje esté en el hecho de que éste, en cuanto facultad, es CONGENITO (otros, siguiendo el ejemplo de Chomsky, prefieren decir INNATO), en el sentido de que no es el resultado de un aprendizaje, sino que ‘nace’ con el organismo que lo exhibe y esta grabado en el patrimonio genético del individuo. El nifio pequefio dispone muy pronto de los medios para expresarse y, en tomo a los doce meses, segtin una programacién genética muy clara, empieza a ‘ha- blar’ (0 sea, a usar la lengua verbal utilizada en el ambiente en el que crece). De la misma manera, las especies animales disponen, obviamente sin ninguna posibilidad de haberlos aprendido, de sistemas de comunicacién de acuerdo con sus necesidades. 1.10.2. RELATIVA INMUTABILIDAD Por mucho que el hombre haya adquirido las lenguas verbales en una fase relativamente reciente de su evoluci6n (cfr. cap. 4), es razonable suponer que siempre ha tenido la facultad de expresarse de alguna manera. El cardcter con- génito del lenguaje hace pensar que esta facultad no se altera con el tiempo (a no ser en los tiempos, muy lejanos, de la evolucién en si, muy distintos de los his- t6ricos), sino que es INMUTABLE. 1.10.3. UNIVERSALIDAD No podemos suponer que el lenguaje esté distribuido de diferente manera en- tre los distintos micleos de la especie humana: en resumidas cuentas, no se puede imaginar que un pueblo situado geogréfica o historicamente muy lejos de nosotros no tenga facultad de lenguaje, y no disponga, por tanto, de ninguna posibilidad de asociar expresiGn y contenido. El lenguaje hay que concebirlo como algo presente dc la misma manera en todos los componentes de la es; : n pecie humana, indepen- dientemente del area geogréfica y del momento histérico i en el que aquéllos viven. 1.10.4. No PUEDE SER APRENDIDO NI OLVIDADO. Del cardcter congénito del lenguaje dependen otras dos propi congénito 4 s propiedades: en I medida en que esté ‘escrito’ en el patrimonio genético de la anne el Tenguaje 20 FUNDAMENTOS DE LINGOISTICA NO PUEDE SER APRENDIDO, y de la misma manera NO PUEDE SER OLVIDADO. El estu- dio de casos de retraso en el desarrollo de la capacidad lingiifstica ha demostrado que, al menos dentro de determinados limites, un nifio mantenido lejos de todo intercambio comunicativo puede répidamente recuperar el terreno perdido y lle- var a cabo procesos de comunicacién en cuanto se le pone de nuevo en contacto con un ambiente que comunica con él. En cambio, se aprenden y se olvidan, en la especie humana, cada uno de los cédigos (cfr. cap. 2) en los que el lenguaje se actualiza: por ejemplo, se aprende y se olvida el espafiol o cualquier otra lengua verbal, pero no la facultad del lenguaje como tal. 1.10.5. INDIFERENCIA ANTE CUALQUIER TIPO DE EXPRESION Como facultad, el lenguaje se manifiesta bajo forma de asociaciones distin- tas entre expresién y contenido, y es ‘indiferente’ respecto a qué expresién con- creta se selecciona para actualizarlo, En otras palabras, un nifio nacido en Espafia y que haya crecido en China aprenderd el chino; el nifio-lobo estudiado por los antrop6logos elaborard sistemas propios para comunicarse, no habiendo podido desarrollar una lengua verbal. Pero, en cualquier caso, la facultad del lenguaje tendrd unos canales para actualizarse. 1.10.6. Limrres EI lenguaje impone unos limites a las posibilidades humanas de asociar ex- presi6n y contenido, o, mejor dicho, fija los limites de la especie bajo este punto de vista, Por mucho que sea indiferente a las distintas expresiones, el lenguaje no puede actualizarse en infinitas maneras: el hombre, por ejemplo, no puede utili- zar como expresién movimientos de ‘danza’ (como las abejas) o el trazado qui- mico (como las hormigas u otros animales); e incluso en el 4mbito de sus posi- bilidades, no puede usar como expresidn tonalidades sobreagudas o falsetes de su voz més alld de un determinado periodo de tiempo. Estas obvias limitaciones ha- cen pensar que las lenguas verbales tienen que poner limitaciones también en lo que se refiere a su organizacién, o (retomando las palabras de Chomsky) que la rorMa de la gramdtica de las lenguas la impone la naturaleza del lenguaje. LIL. ‘Abstracto’ en lingiiistica Se ha difundido la opini6n de que la lingtifstica moderna es una disciplina

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