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Es por ello que los desarrollos y cambios que tienen lugar en el campo de la pedagogía y la

psicopedagogía deben ser tenidos en cuenta a la hora de proponer diseños de modelos de


aprendizaje. Esto es particularmente relevante cuando ellos se aplican en el espacio de
capacitación en organizaciones de servicios o productivas. Los teóricos de la organización
han transformado en una consigna la afirmación muy usada hoy en el mundo de la
empresa, en cuanto a que las organizaciones que perduraran en el tiempo son aquellas
que aprenden. Pero esta afirmación no va acompañada de las precisiones conceptuales
previas que hagan comprensible, tanto el diseño de un modelo de formación educativa,
como su desarrollo y aplicación práctica como metodología pedagógica. Un proceso de
aprendizaje en una organización se produce en y a través de la interacción entre varias
personas. De este modo resulta casi obvio que una organización aprende solo si sus
miembros aprenden: sin aprendizaje individual no hay aprendizaje organizacional. Pero en
una organización el aprendizaje no se expresa de manera automática cuando sus
miembros aprenden Esta aprende no solo porque algunos de sus integrantes realizan
mejor sus tareas, sino cuando a propósito del resultado de ese mejoramiento se observan
efectos de ello en otros miembros de la organización. En suma, el aprendizaje es
interactivo social, se da en un contexto intersubjetivo. Por otra parte, para que un Modelo
de aprendizaje aporte y sea efectivo es necesario precisar en que proceso del sistema
productivo o de servicio centrara su interes el desarrollo de habilidades y competencias,
para desarrollar condiciones para un aprendizaje y luego definir los parámetros que lo
definiran en términos teoricos, metodológios y metateoricos. ¿En que proceso se puede
centrar un Modelo socio-educativo al interior de una organización? Cuando hablamos de
empresa en nuestra cultura se entiende que hacemos referencia a una entidad integrada
por el capital y el trabajo, como factores de la producción y dedicada a actividades
industriales, mercantiles o de prestación de 4 servicios. Ésta es un complejo social que ha
evolucionado en el tiempo histórico hasta adquirir una connotación que requiere un
análisis de sus alcances y dimensiones en el mundo actual. Por eso me parece necesario
precisar de qué concepto de empresa hablamos para situar el intento de formular
modelos de intervención en ella. Desde sus orígenes, que se remontan a la etapa del
desarrollo del sistema capitalista que se inaugura con la llamada revolución industrial, la
empresa se ha concebido como un sistema productivo. Entendida así, los procesos que la
definen y que le dan sentido son aquellos que procuran alcanzar eficiencia y eficacia como
parámetros de éxito del esfuerzo productivo. La eficiencia hace referencia al cruce de dos
variables del proceso de producción: el producto que se quiere obtener y la energía o
materia prima necesaria para producirlo. En tanto que la eficacia alude a la estructura u
organización que debe darse la empresa, para darle el soporte orgánico a los procesos que
procuran darle eficiencia. Esto corresponde al llamado sistema técnico en la empresa y
que comprende tanto a las materias primas, como a los flujos de trabajo, tecnologías
usadas y los roles requeridos para realizar las tareas. Básicamente la eficiencia se centra
en la consideración de los costos del proceso productivo y hoy día articula también los
sistemas financieros en la fase de transnacionalización de éste, a nivel de la economía
mundial. Esto en tanto las masas de capital se movilizan en el mercado mundial tras las
empresas capaces de producir valor agregado, esto es, mayor valor que el que
proporciona el dinero que se invierte en el sistema financiero. Por esto el tema de la
eficiencia, esto es, del costo de la operación productiva ha sido y seguirá siendo la
preocupación central de los propietarios y gestores de la empresa por mucho tiempo. Esto
explica porqué durante un largo periodo del desarrollo de la empresa en el mundo
moderno, sin duda, la preocupación de los teóricos de la organización ha estado centrada
en los procesos descritos. Es sólo al aproximarnos a la mitad de siglo XX y debido al estado
de las condiciones humanas al interior de ella, que surgen voces en el 5 campo del
management que llaman a considerar como aspectos importantes los que constituyen el
llamado, por algunos teóricos (P. Senge, 1992) , "sistema social o humano o personal-
cultural", dentro de la empresa. Se alude con éste, a la cultura de la empresa, sus valores,
normas y preocupación por la satisfacción de las necesidades de las personas. Junto con la
valoración de estos aspectos se consideran las organizaciones informales dentro de la
empresa, la motivación de sus integrantes y las actitudes individuales. Si bien es cierto se
observan valiosos avances en considerar a la empresa como un fenómeno único que
involucra ambos aspectos, en ningún caso esta es una perspectiva que en los hechos los
propietarios de las empresas o los dueños del capital asuman unánimemente.

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