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2022
En los primeros años ochenta en la escena artística norteamericana se dieron
diversas tendencias con un denominador común: superar los límites de los
últimos episodios de la modernidad y propiciar un retorno a la pintura, a la
imagen y a su potencial narrativo.
Apropiacionismo y neoexpresionismo.
Por un lado el apropiacionismo, se caracteriza por utilizar elementos no
propios, tiende a apropiarse de la imagen de otros artistas. El artista se
“apropia” de la obra de otro de manera evidente, no como plagio sino como
para “convertirla en otra cosa”. Muchas de las obras apropiacionistas tienen un
fuerte contenido conceptual. Esas obras transmiten ideas o mensajes que son
más importantes que las obras físicas en sí mismas. Se basan en el universo
de los medios de comunicación, el cómic, la historia del arte, la cultura popular,
etc. Es representada por artistas como: Rober Longo, Sherrie Levine y Cindy
Shermen.
Hay diferentes maneras de apropiacionismo. Veamos tres ejemplos bien
elementales:
1. Una obra de arte es modificada y convertida en otra cosa.
2. Una obra de arte no necesariamente es modificada, pero es cambiada
de contexto y cambia entonces su sentido originario, su significado.
3. Una obra de arte es copiada exactamente. Un ejemplo son las
fotografías de Sherrie Levine, que son exactamente iguales a otras
fotografías famosas. Aquí tenemos una gran provocación conceptual:
por un lado estamos ante la pérdida del “aura” de las obras originales a
causa de la reproducción, y por otro tal vez estas obras apropiacionistas
tengan otras auras distintas, nuevas, porque en definitiva son nuevas
obras de arte.
Y por otro el Neoexpresionista: No hay un estilo homogéneo ni entre los
grupos ni entre los artistas. Lo que tienen en común es la vuelta a la figuración
(la representación de imágenes “reconocibles”), También el espíritu
expresionista (la distorsión del objeto o figura representada en función de
transmitir sentimientos, estados de ánimo).
Las pinturas neoexpresionistas suelen ser “agresivas”. Una característica que
se enfatiza con la pincelada violenta y contrastes explosivos de color. Y en esa
pincelada cargada, empastada, a veces notamos que la pintura se ha mezclado
con arena, yeso, paja u otros materiales para darle más cuerpo. Sus principales
intérpretes fueron Julian Schnabel y David Salle, buscaban en los territorios
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creativos del pasado las fuentes de una pintura exuberante y prolija, mezcla de
figuración y abstracción imbuida de fisicidad, sensualidad, autocomplacencia y
exhibicionismo existencial.
Apropiarse de la alegoría.
Craig Owens, vinculado como D. Crimp a la revista October, The allegorical
Impulse, reivindicó la alegoría como fenómeno posmoderno.
Para C. Owens, los primeros trabajos alegóricos discursivos, cuyos autores se
apropiaban de imágenes muy conocidas para proyectar en ellas conceptos e
ideas abstractas, se vieron en la exposición Pictures. La imagen apropiada
(Fotograma, fotografía, dibujo, etc) debía ser sometida a una serie de
manipulaciones que la vaciarían de resonancia, significación y la convertirían
en opaca.
En una segunda entrega Owens establece las relaciones entre la alegoría y el
arte contemporáneo, desempeñado por la “ruina”.
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En Pictures Jack Goldstein presentó fragmentos de un filme realizado con la
técnica de la rotoscopia, The Jumper (el salto), en el que experimentaba con
distintos grados de luz y con imágenes de cuerpos humanos en las que
superponían estructuras repetitivas.
A finales de los años setenta Richard Prince se vale de las refotografias para
borrar las diferencias entre arte y realidad e infiltrarse en los intersticios que
puedan existir entre la realidad y la ficción. Tras iniciarse en la refotografia R.
Prince lleva a cabo series en color partiendo de anuncios publicitarios
exponentes del lujo y el placer mundanos, con los que busca una creciente
dosis de realidad e incluso de hiperrealidad.
En 1986, Prince abandona la fotografía y empieza a “redibujar” la realidad a
partir de imágenes apropiadas del mundo de los cómics y de los dibujos
animados.
Título: Sin título (Eric), de la serie "Men in the Cities". Año: 1979–83. Autor:
Robert Longo. Técnica: Carboncillo y grafito sobre papel. Dimensiones: (243,8
x 152,4 cm). Cortesía del artista y Metro Pictures, Nueva York © Roberto
Longo.
En los años que trabaja en Men in the Cities, R. Longo realiza también
performances, como la compleja Empire (Imperio, 1978-1981) en la que mezcla
danza, música, escultura, cine y teatro expresionista, con trípticos y relieves
con imágenes apropiadas de los grandes anuncios cinematográficos. Son
obras que revelan su fascinación por la retórica del poder y, a la vez, por
aspectos relacionados con el sexo, la guerra, el amor y la muerte.
Longo converge la tensión, la ansiedad y la alienación -la deshumanización- de
la sociedad согроrativa urbana que el artista descompone y deconstruye en
unas maneras frías e impersonales.
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Título: Living Room Corner, organizado por el Sr. y la Sra. Burton Tremaine.
Año: 1984.
Autor: Louise Lawler.
La respuesta de la crítica.
El neoexpresionismo se fue imponiendo al apropiacionismo, en parte gracias a
la pujanza económica que elevó a altas cotas el precio del arte y,
especialmente, de la pintura, y en parte gracias al apoyo de galeristas y
coleccionistas.
El arte que practicaban los neoexpresionistas carecía de cualquier significado
político o social, era sólo mercancía y, por tanto, objeto de los vaivenes y
fluctuaciones del mercado. La pintura neoexpresionista quedaba reducida a un
producto de consumo y, como tal, a un hecho creativamente descualificado y
vulgar.
Para Craig Owens, el mercado de este tipo de arte estaba controlado por unos
pocos dealers (comerciantes) preocupados tan sólo por los binomios arte =
moda y arte = dinero, que convertían la pintura en objeto de transacción
comercial.
Julian Schnabel fue tachado de reaccionario, de pintor interesado únicamente
por el estilo y por la forma, por el puro placer estético, de artista preocupado
más de las fluctuaciones económicas que de las artísticas, pálido reflejo, en
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último extremo, de lo que había sido el expresionismo abstracto que
presumiblemente pretendía emular. Esta situación fue la que llevó a Hal Foster
a formular la teoría de la existencia de dos posmodernidades: una
neoconservadora y otra que podía considerarse próxima al posestructuralismo.
Los artistas-autores.
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Sus imágenes tienen un cierto aire ingenuo, torpe, están expresamente mal
pintadas, con fallos de composición y estructura; pero es parte del proyecto de
Salle, dar una visión de conjunto a través de la superposición de imágenes,
reflejo de un estilo artístico irónico y autocrítico.
David Salle superpone y mezcla el arte de Ios maestros antiguos con imágenes
fotográficas procedentes de la publiadad, de los comics, de los dibujos
animados, de las revistas pornográficas y de la cultura popular en un proceso
apropiacionista y eclécticamente «acumulativo» (en un mismo cuadro
simultaneamente distintas referencias icónicas y estilísticas, así como diversas
técnicas: dibujo, pintura, fotografía, collage, etc.).
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Título: The Bed, the Chair, Waiting. Título: Swimming lovers.
Año: 2000. Año:1984.
Autor: Eric Fischl. Autor: Eric Fischl.
Título:Farewell to Crete.
Año: 1984.
Autor: Marcolm Morley.
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Título: Onsettant Moie.
Año: 1974.
Autor: Marcolm Morley.
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El arte del graffiti.
Desde finales de los años sesenta, grupos de jóvenes de los barríos
marginales de Brooklyn y del Bronx empezaron a cubrir las paredes de los
espacios públicos (vallas publicitarias, andenes, túneles y vagones del
ferrocarril metropolitano) de garabatos y pintadas. Los más próximos a la Love
Generation se valían de esos espacios públicos para dar rienda suelta a su
desencanto social, a sus protestas, a sus desacuerdos con las estructuras
sociopolíticas y económicas de un sistema que les era absolutamente adverso.
Otros, huyendo de sus guetos, dejaban sus huellas ó marcas anónimas en los
muros urbanos con actitudes indiferentes al establecido, con la única voluntad
de afirmar su identidad y dar testimonio de su existencia en el seno de un
sistema que los tenía apartados.
En el East Village, músicos y artistas elaboraron su propia subcultura (hip hop),
compartieron su afición por la música rock, por el break dance y por el rap,
llevaron a cabo performances, filmes underground y graffitis. En estas
actividades destacaron Crash, Daze, Zephyr, Fab Five Freddy, Lee, Lady Pink,
Dondi, Phase II, Revolt, Seen, Rammellzee y Futura 2000", los cuales por lo
común no poseían formación artistica alguna a excepción de Rammellzee,
norteamericano de la generación del expresionismo abstracto.
Tanto unos como otros, difíciles a veces de separar tajantemente, los
graffitistas se valieron de la pintura al spray para dejar huella pública de sus
nombres y, en su caso, pseudónimos a modo de tags, de los números de las
calles en las que vivían, y para desplegar un universo de imágenes figurativas
extraídas de los cómics y de los videojuegos; imágenes de la llamada baja
cultura expresadas con un eclecticismo entre salvaje (wildstyle) y "neo bad".
LADY PINK.
Nació en Ecuador, pero se crió en Queens; comenzó su carrera escribiendo
graffitis en 1979 a raíz de la pérdida de su novio que había sido enviado a vivir
a Puerto Rico después de haber sido arrestado. Ella exorcizó su dolor
etiquetando el nombre de su novio en toda la ciudad. Poco después comenzó a
etiquetar el nombre de Pink Lady, derivado de su amor por los romances
históricos, Inglaterra, la época victoriana, y la aristocracia. Lady Pink estudió en
la Escuela Superior de Arte y Diseño en Manhattan. Mientras estudiaba allí, fue
introducida al graffiti y comenzó a escribir desde los quince años.
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RAMMELLZEE. (1960)
(Stephen Piccirello) fue uno los pocos teóricos del wildstyle y redactor de su
manifiesto en el que clasificó los tags en tres grupos:
a) «tag mono - logo» en el que cada letra del abecedario adquiere un valor
propio.
b) compuesto por letras cuyo interés principal reside en el dibujo, lo que le llevó
a hablar, refiriéndose a este tipo de trabajo (el más practicado por Rarnmellzee)
de <<futurismo gótico» y de <<lconoklast Panzerism»
c) el dibujo sin fin, una especie de «cadáver exquisito» en el que cada dibujo
implicaba su continuación, pudiéndose desarrollar así «ad ínfínitum».
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La expansión del arte del graffiti y, el hecho de dejar de ser exclusivamente
una manifestación marginal, se produjo a raíz de que una serie de artistas
desvinculados en principio del sistema mainstream, es decir, de la cadena
curador/ galería/crítico, exhibieron sus obras en la exposición Times Square
Show (1980).
Organizada por el colectivo Colab (Collaborative Projects Inc.) que pretendia
crear una alternativa a la «academia mínimalísta» de los muros blancos y
limpios de las galerías de Soho, en Times Square Show se mezclaron de forma
indiscriminada y anónima (no había ni nombres de autores ni rótulos con los
títulos de las obras) artistas profesionales y graffitistas desconocidos.
En una pared situada delante del edificio crearon un gran mural con tags
utilizados a modo de signos territoriales "de pertenencia" de distintas calles y
barrios de la ciudad. Times Square Show presentó diferentes medios: pintura,
escultura, filmes, videos, performances.
El colectivo organizador de la exposición Times Square Show, Colab, estaba
formado por un grupo de artistas y músicos compartían el mismo sentimiento
respecto a la alienación social y la misma voluntad de invadir los canales de
comunicación tradicionales utilizando estrategias propias de la guerra de
guerrillas. Aunque el trabajo reivindicado por Colab fue esencialmente de
carácter colectivo y anónimo, en el grupo destacaron, no obstante, algunas
aportaciones individuales, como la del escultor y activista Tom Otterness (1952)
y la del también escultor John Ahearn (1951).
En línea con los escultores George Segal y Douane Hanson, J. Ahearn, en la
piel de sus modelos captura una expresividad primitiva ligada a su condición y
dignidad humana.
JEAN-MICHEL BASQUIAT
El pseudónimo de su álter ego compartido con Al Díaz (SAMO son las siglas de
SAMe Old shit, es decir, "la misma porquería"), con el que ambos firmaban sus
tags y graffitis, con mensajes crípticos.
Sentía una verdadera fascinación por el expresionismo abstracto, por los
primeros trabajos de Jackson Pollock, por las pinturas con figuras de De
Kooning, todo lo cual, junto a sus raíces haitianas y portorriqueñas, le llevó a
tener un gran dominio del grafismo expresivamente gestual. Interesado también
por las combine paintings de Robert Rauschenberg y por el Art Brut, así como
por la cultura popular, sus graffitis adquirieron una cualidad plástica y expresiva
cada vez más próxima a la de la reciente pintura norteamericana, hasta el
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punto de que, unos años más tarde, Jeffrey Deitch definió su trabajo como una
“combinación del arte de De Kooning y de los garabatos pintados con aerosol
en el metro neoyorquino”.
Título:Baptism.
Año: 1982.
Autor: Jean-Michel Basquiat.
Título: Cenizas.
Año: 1981.
Autor: Jean-Michel Basquiat.
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KEITH HARING. (1958)
En 1980 comenzó a hacer grafitis, dibujando con rotulador imágenes similares
a dibujos animados sobre anuncios en el metro de Nueva York. Más tarde le
siguieron unas historietas dibujadas con tiza blanca sobre los paneles negros
del metro reservados para publicidad. Fue arrestado en varias ocasiones por
dañar la propiedad pública.
Inicia haciendo crítica social estadounidense, reprochando la superestructura
social económica y haciendo una sátira hacia el capitalismo. Desde su forma
de hacer arte plantea los tabús de la sociedad como lo fue las orientaciones
sexuales gay y el VIH, enfermedad que él mismo padecía, su obra refleja la
real situación que se vivía en su tiempo y retrata su entorno con fidelidad.
Su primera exposición individual fue en la galería Tony Shafrazi de Nueva York
en 1982.
Keith Haring intentó combinar en su obra el arte, la música y la moda,
rompiendo barreras entre estos campos. La típica iconografía de sus sencillos
dibujos incluye animales y figuras danzando, perros, bebés gateando,
pirámides, televisores, teléfonos y platillos volantes.
Título: Tuttomondo.
Año: 1989.
Autor: Keith Haring.
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KENNY SCHARF (1958).
Tras unos iniciales assemblages a base de materiales de desecho, empezó a
pintar en superficies murales de estaciones de metro, de vallas callejeras y de
galerías de arte del East Village. Siempre se consideró a sí mismo un
decorador cuyos dibujos de colores chillones y de formas blandas, casi
gomosas, inspiradas en los dibujos animados televisivos de las series de
Hanna Barbera podían cubrir todo tipo de superficies, desde muros hasta
cuadros de caballete pasando por objetos del mundo cotidiano (aparatos de
radio, floreros, etc.)
Scharf creó un estilo personal e inconfundible, un pop exuberante, desbordante
y exótico, calificado de revival psicodélico, que servía a un mundo.
Combinaba temas de la alta y baja cultura, figuras sacadas de los dibujos
animados con personajes mitológicos, en una búsqueda de lo raro, curioso y
divertido. La suya era una creación dentro del mundo real de una versión de la
televisión de los años sesenta.
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BIBLIOGRAFÍA.
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