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GEOLOGÍA DEL NORTE

DE LOS ESTADOS
LARA Y YARACUY

Franco URBANI PATAT


(Editor)

Caracas, Venezuela
2021
Libro

GEOLOGÍA DEL NORTE DE LOS ESTADOS


LARA Y YARACUY
Franco URBANI PATAT, Editor

Depósito Legal: MI2020000634


ISBN: 978-980-18-1567-9

Diagramación: Lic. Dilia Pestana de Abreu, ANIH

Se permite la reproducción total o parcial de esta obra siempre que se cite


la fuente:
URBANI F. (ed.). 2022. Geología del norte de los estados Lara y Yaracuy.
Caracas: Ediciones Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat y
Fundación Geos – Universidad Central de Venezuela. 612 pp.

Coedición
Academia Nacional de la Fundación Geos
Ingeniería y el Hábitat (ANIH) Escuela de Geología, Minas y
Palacio de las Academias. Bolsa a Geofísica. Facultad de Ingeniería.
San Francisco. Caracas 1010. Universidad Central de Venezuela.
Venezuela. url: www.acading.org.ve Ciudad Universitaria. Caracas 1053.

La ANIH y la Fundación Geos hacen constar que las publicaciones que propician,
se realizan respetando el derecho constitucional a la libre expresión del
pensamiento y manifiesta expresamente, que no se hacen solidarias del contenido
de las obras, ni de las ideas y opiniones que allí se emitan, las cuales son de
responsabilidad de los autores, cuanto en derecho se refiere.

El autor manifiesta su compromiso con los derechos establecidos en el marco legal


venezolano y normativas internacionales sobre propiedad intelectual, por lo cual
para cualquier solicitud o sugerencia, pone a disposición su correo electrónico:
urbanifranco@yahoo.com

Caracas, Venezuela. 2021


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Libro

CONTENIDO

VOLUMEN 1
PRÓLOGO IV

1. INTRODUCCIÓN 1
Generalidades 2
Área de estudio 3
Trabajos previos 4
Objetivos y metodología 15
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA 17
3. FORMACIÓN MATATERE 27
Antecedentes 28
Petrografía de areniscas y conglomerados 34
Capas de peñones 57
Olistolitos 98
Contacto inconforme Formación Matatere - Ofiolita de Siquisique 108
Geocronología U-Pb de cristales detríticos de zircón 131
Mineralogía y geoquímica isotópica. Caño Negro, Lara Nororiental 154
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE Y UNIDADES ASOCIADAS 200
5. DISCORDANCIA REGIONAL DEL EOCENO 254
6. REGIÓN DE YUMARE 270
7. DIQUES DE YARACUYBARE 320
8. PETROGRAFÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS 344
Complejo El Guayabo 345
Complejo San Julián 359
Complejo Nírgua 367
Esquisto de Aroa 373
Esquisto de Mamey 381
Formación Barquisimeto 384
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y 40AR-39AR 392
Edades de la Ofiolita de Siquisique 393
Edades 40Ar-39Ar en basalto. Las Llanaditas 393
Edades 40Ar-39Ar en gabro y basalto. Los Algodones 401
Edades U-Pb en gabro. Los Algodones 402

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Libro

Edades del Complejo San Julián y rocas asociadas 405


Edad 40Ar-39Ar y K-Ar en muscovita de pegmatita. Farriar, Yaracuy 405
Edad U-Pb en dique granítico. Farriar, Yaracuy 413
Edad U-Pb en gneis. Cerro Salsipuedes, Yumare 417
Edad U-Pb de gneis granítico entre Albarico y Crucito, Yaracuy 421
Edad U-Pb de un olistolito granítico. Capa de Peñones de Paragüito, Lara 428
Edad U-Pb del Complejo Yumare. Cerro La Zurda. Yaracuy 435
Edad U-Pb del Complejo El Guayabo. Yaracuy 441
Edades de cristales detríticos de zircón. Fms. Aguardiente y Bobare 445
Edades 40Ar-39Ar de muscovita de los esquistos de Aroa y Mamey 451
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO Y AGUAS TERMALES - SULFUROSAS 454
Mene de la Quebrada Petróleo. Urucure, Municipio Urdaneta, Lara 455
Mene del Codo de La Caimanera. Macuere, Municipio Urdaneta, Lara 457
Mene de la Quebrada La Poderosa. Monterrey, Municipio Mapararí 459
Fuente sulfurosa de Socremo. Yumare, Yaracuy 462
Fuente termal de El Amparo. Tapatapa, Municipio Mapararí, Falcón 464
Manantial de Agua Negra. Monterrey, Municipio Mapararí, Falcón 467
Manantial de Montaña Grande. Monterrey, Municipio Mapararí, Falcón 469
Fuente termal de El Baño de Sogoré. Río Curarigua, Arenales. Lara 470
11. MERCURIO DE SAN JACINTO 472
12. MINERALOGÍA 495
Taludes hacia las minas. Aroa, Yaracuy 496
Quebrada El Petróleo. Urucure, Lara 498
Quebrada Los Algodones. Oeste de Siquisique, Lara 500
Falla de Los Algodones. Oeste de Siquisique, Lara 501
Quebrada El Oro. Norte de Carora, Lara 503
Túneles mineros. Aroa, Yaracuy 504
Clastos verde-azulados en la Formación Matatere. 513
El "Jaspe verde" de la Formación Santa Rita, Lara. 514
Aheylita [FeII (PO4)4(OH)8.4H2O]. Valle de Usera, Bobare, Lara 519
13. FÓSILES DEL NORTE DE BARQUISIMETO 527
14. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL 545
15. HISTORIA GEOLÓGICA 563
BIBLIOGRAFÍA 581
AGRADECIMIENTOS 613
LOS AUTORES 614

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Libro

VOLUMEN 2
ATLAS GEOLÓGICO
Franco URBANI PATAT y Alí GÓMEZ

Colección de 80 hojas geológicas a escala 1:25.000


Libro en PDF:
https://acading.org.ve/info/publicaciones/libros/pubdocs/Urbani-Gomez-
Geologia-norte-Lara-Yaracuy-Vol-2-MAPAS-.pdf
https://www.researchgate.net/publication/352771220
Portal interactivo:
http://www.acading.org.ve/info/comunicacion/pubdocs/buzon_academicos/
sillon_XXVI/Atlas-La-Ya-490Mb/Atlas.html

Colección de 149 hojas geológicas a escala 1:25.000


Cubre un área mayor a la anterior. Abarca desde Carora hasta San Felipe y
hacia el sur hasta Acarigua:
https://www.researchgate.net/publication/324262833

Los capítulos de esta obra fueron preparados con la participación de los


siguientes geólogos, en una o más de las etapas de campo, laboratorio,
discusiones o redacción: ARIAS Pedro, BAENA José, BAQUERO Marvin, BARITTO Iván,
BELTRÁN Alejandro, CAMPOSANO Luis, CARRILLO Eduardo, CAVADA José, COELLO Raúl,
CONTRERAS Omar, DE ABRIQUETA Ander, DE ARMAS José Vicente, FIGUEIRA Lermit,
FOURNIER Herbert, GODDARD Donald, GÓMEZ Alí, GRANDE Sebastián, HERNÁNDEZ
Ana Cristina, ICHASO Andrei, JAIMES Marlyne, LOZANO Fernando, MARTENS Uwe,
MARTÍNEZ Alejandro, MARTÍNEZ Gladys Johanna, MELO Luis, MÉNDEZ-B. José, MENDI
David, MUSSARI Arturo, NEVADO Fernando, NOGUERA Mariela, NOVOA Enrique,
ORIHUELA Nuris, PINDELL James, RAMÍREZ Armando, REÁTEGUI Walter, RICCI Daniel,
SÁNCHEZ Andrés, SEITZ Gustavo, VALENCIA Víctor, VALLETTA Grazziana, VILLAGÓMEZ
Diego, VISCARRET Patxi y WRIGHT James E.

Portada: Discordancia angular mostrando a la Formación Matatere cubierta por la


Formación Castillo. Quebrada El Mamón, Los Algodones, oeste de Siquisique, estado
Lara. Ver explicación en el Capítulo 5. Fotografía por el Ing. M.S. Walter Reátegui.

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Libro

PRÓLOGO
Para situar la región geográfica objeto de esta obra, dentro del marco de las
actividades de cartografía geológica llevadas a cabo por la Escuela de Geología,
Minas y Geofísica (EGMG), de la Facultad de Ingeniería, Universidad Central
de Venezuela, primero presentaremos algunas consideraciones históricas, para
luego referirnos a la obra propiamente dicha.

El primer centro de enseñanza superior de geología en Venezuela fue el


Instituto de Geología, que inicia sus actividades en 1938, para luego de varios
procesos de reorganización llegar a la actual EGMG. Desde su primera
promoción, las tesis de grado siempre fueron de mapeo geológico. Así, por
razones de facilidades geográficas, unas cuatro quintas partes de todos los
levantamientos realizados por estudiantes y profesores de la Escuela, han sido
en la franja norte del país.

Desde 1942 hasta 1963, las Tesis de Grado (Geología de Campo III)
consistían en elaborar un mapa geológico de unas decenas de kilómetros
cuadrados en regiones de rocas sedimentarias, para ser culminado con tres
meses de permanencia continua en campo. Pero por la insurrección armada
Castro-Comunista que se instala en varios estados “sedimentarios”, hubo
necesidad de mudar a los tesistas a zonas más seguras. Primero fue a la Región
Capital y en 1964 se pasa a la entonces totalmente inexplorada Península de
Paria. Así por primera vez, los profesores de las asignaturas de campo tuvieron
que encarar la geología metamórfica. Con este incentivo, en los años 1970´s
varios profesores obtuvieron sus doctorados en universidades extranjeras, en
especialidades relacionadas con este tipo de rocas. Luego se empiezan
campañas de mapeo sistemáticas en varias partes de la Cordillera de la Costa,
en las serranías del Litoral y del Interior y en Isla de Margarita.

Así llegamos hasta diciembre de 1999, cuando ocurre la Tragedia de Vargas.


Entonces la Autoridad Única de Vargas solicita a la Fundación Venezolana de
Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS) la elaboración del mapa geológico
del estado Vargas a escala 1:25.000, que era requerido por varios grupos de
trabajo. Para esta actividad FUNVISIS acude a la EGMG, que inmediatamente

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Libro

aprueba los proyectos de seis tesistas que llegan a elaborar las 23 hojas
geológicas del estado Vargas (2002), bajo la tutoría académica del Prof. F.
Urbani. Los mapas producidos incluyen tanto información de publicaciones y
tesis previas, como de nuevo trabajo de campo en partes no previamente
mapeadas.

Al concluir exitosamente el trabajo en Vargas, FUNVISIS1 aprobó continuar


financiando otras tesis de integración geológica para cubrir el resto de la parte
central de la Cordillera de la Costa. Esto resulta en 147 hojas del rectángulo
Morón – Cabo Codera – Guatopo – Valencia, que se publican como libro con
el título de Atlas geológico de la Cordillera de la Costa (2004).

Habiendo entonces perfeccionado la metodología para producir los mapas y


siempre con el apoyo financiero y logístico de FUNVISIS, el proyecto se
amplió para realizar la actualización de los mapas geológicos de todas las
regiones de rocas ígneas y metamórficas del norte del país, incluyendo las islas.
Esto abarcó la década 2005-2015, culminando exitosamente con la puesta al
dominio público de 449 hojas a escala 1:25k.

Una de las partes de este proyecto macro, fue la región septentrional de los
estados Lara y Yaracuy, objeto de esta obra, cuyo interés empezó por dos
razones:
1) La presencia de rocas máficas en la zona de Siquisique, entonces muy
poco comprendidas, rodeadas de formaciones cenozoicas.

1 Esto a pesar de la protesta formal de la Presidenta de INGEOMIN, que señalaba que


no era función de FUNVISIS propiciar trabajos de cartografía geológica.

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Libro

2) El desconocimiento de la ubicación y naturaleza del contacto entre la


Provincia Metamórfica de la Cordillera de la Costa, contra la Provincia
Geológica de las Napas de Lara.

Pero apenas se inicia el trabajo en Siquisique, se entendió la importancia de la


turbidítica Formación Matatere contentiva de una gran variedad de rocas
ígneo-metamórficas, en olistolitos, capas de peñones y conglomerados, a los
cuales se les puede hacer una trazabilidad de fuente de sedimentos. Por esta
razón, el área de estudio se amplía irradiando a toda la extensión de
afloramientos de la Formación Matatere, llegando también a empalmar con el
área cubierta previamente por el Atlas Geológico de la Cordillera de la Costa
publicado en 2004.

De esta manera se llega a delimitar la región reportada de esta obra (polígono


rojo en la figura siguiente). En el mapeo estuvieron involucrados 15 tesistas de
pregrado y dos de maestría.

Regiones cubiertas con hojas geológicas a escala


1:25.000 entre 2001 y 2015 (UCV-FUNVISIS)

Rojo: Zona de la presente obra. Verde: “Atlas geológico de la Cordillera de la Costa”


(2004). Azul: Paraguaná. Amarillo: El Baúl. Violeta: Margarita. Gris: Ampliación de la Cordillera
de la Costa. Anaranjado: Araya-Paria. Además de Goajira, Toas y Los Monjes

Pasando a la obra en sí, el Volumen 2 corresponde a una colección de 80


mapas a escala 1:25k, con simplificaciones sucesivas a escala 1: 100k y 1:250k.
Probablemente esta sea la parte que tendrá más uso, ya que presenta la
cartografía geológica más detallada existente, con utilidad para futuros
proyectos de infraestructura, ordenamiento territorial, geotecnia y otras
aplicaciones.

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Libro

El Volumen 1 es una memoria que consta de 15 capítulos, algunos de los


cuales publicados previamente en revistas especializadas, pero ahora se
presentan en forma actualizada y aumentada:

Cap. 1. Introducción. Aquí se presenta el proyecto, sus alcances, metodología y


objetivos.

Capítulo 2. Cartografía geológica. Se explica el proceso de integración de los


mapas geológicos a partir de toda la información previa y el trabajo de campo
propio. De especial importancia fue la obtención de varios informes inéditos
elaborados por las empresas petroleras en las décadas de los años 1930´s a
1950´s, muy detallados y realizados con verdadera pasión científica. Tal es el
caso de los trabajos de L. Kehrer, O. Renz, G. Coronel, E. Kiewiet de Jonge y
E. van der Meulen, todos del Grupo Royal Dutch Shell; así como un mapa
inédito del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, levantado en 1968 por
Domingo Rodríguez y Alirio Bellizzia. Sin la información de estos mapas
previamente desconocidos las hojas geológicas hubieran tenido mucho menos
información.

Capítulo 3. Formación Matatere. Éste es el más extenso y comienza con la


petrografía de las facies gruesas, correspondiente a la tesis de G. Valletta y G. J.
Martínez. Siguen otras secciones sobre las capas de peñones y olistolitos. Se
describe una localidad donde se ve el contacto inconforme de un
conglomerado basal de la Formación Matatere, sobre la roca basáltica del
fondo marino Proto-Caribe. Se incluyen también dos tesis de maestría, uno
sobre la geocronología U-Pb de cristales detríticos de zircón utilizados para
predecir fuentes de sedimentos, y otro de química isotópica de un cuerpo
aislado de la Unidad en el extremo noreste del estado Lara.

Capítulo 4. Ofiolita de Siquisique. El cuerpo de rocas máficas de la zona de


Siquisique fue el incentivo primario para iniciar los reconocimientos es esta
región. La Unidad aflora en seis cuerpos desde el oeste de Siquisique hasta
cerca del poblado de Mapararí en el estado Falcón. En los informes de las
empresas petroleras por casi tres décadas hubo debates sobre su edad, que
finalmente ha sido resuelta en este trabajo. También se demuestra que la
Unidad corresponde a un fragmento de litósfera Proto-Caribe.

Capítulo 5. Discordancia regional del Eoceno Tardío. Desde 1927 se reconoció una
notable discordancia angular que aflora en el norte de Lara, en aquellos
tiempos no se conocían las edades de las unidades involucradas. Hoy se
asignan a la Formación Matatere del Eoceno, cubierta por las formaciones

vii
Libro

Castillo, Capadare y Casupal del oligo-Mioceno. Luego del evento de


apilamiento de las Napas de Lara, se entra en una etapa transgresiva, donde las
unidades Oligo-Miocenas se depositan sobre las unidades previas, tanto por
encima de la Formación Matatere, como de las rocas ígneo-metamórficas de la
Ofiolita de Siquisique y del Complejo Yumare.

Capítulo 6. Región de Yumare. A principios de la década de los años 1960’s, los


geólogos del Ministerio de Minas e Hidrocarburos por primera vez realizaron
el mapeo del norte del estado Yaracuy. Allí encuentran rocas de alto grado
metamórfico (granulitas y anortosita) y por ello acertadamente sugieren una
edad precámbrica. En este capítulo se presenta un detallado estudio
petrográfico de estas unidades únicas de la Cordillera de la Costa y se
corrobora la edad precámbrica con geocronología U-Pb.

Capítulo 7. Diques de Yaracuybare. A pocos kilómetros al NO de Tucacas,


estado Falcón, se encuentra la Quebrada Yaracuybare. Allí en una ventana
geológica por debajo de la Formación Capadare, aparece la pelítica Formación
Cerro Misión del Eoceno. Esta unidad está atravesada por cinco pequeños
diques de basalto. Estos son las primeras intrusiones que ocurren durante el
proceso de adelgazamiento cortical, que luego continúa hacia la parte central
de la cuenca falconiana, donde se encuentran más de una docena de apófisis,
chimeneas y mantos de rocas ígneas.

Capítulo 8. Petrografía. Se resume y actualiza el conocimiento de la petrografía


de las unidades metamórficas San Julián, Aroa, Mamey, Nirgua, El Guayabo y
Barquisimeto.

Capítulo 9. Geocronología. Consideramos que este es el capítulo más novedoso y


probablemente de mayor impacto al conocimiento geológico del norte de
Venezuela. Las dataciones fueron realizadas utilizando los métodos U-Pb en
cristales de zircón y 40Ar-39Ar en cristales de mica blanca, con rocas
procedentes de las unidades de Siquisique, San Julián, Yumare y El Guayabo.
También de dataron cristales detríticos de zircón, procedentes de las unidades
Matatere, Bobare y Aguardiente. Los resultados han permitido mejorar
notablemente la historia geológica. Los experimentos analíticos fueron
realizados gracias a intercambios con profesionales de universidades en
Arizona, California, Washington, Georgia, Querétaro, Sao Paulo, Ginebra y
Reino Unido.

Capítulo 10. Emanaciones de petróleo y aguas termales – sulfurosas. A lo largo de las


exploraciones en esta vasta región se ubicaron emanaciones, donde las más

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Libro

notorias corresponden a petróleo, pero también de aguas termales y sulfurosas.


Con esto se contribuye al inventario nacional de manifestaciones geotérmicas y
de menes.

Capítulo 11. Mercurio de San Jacinto. Al norte de Carora, dentro de la


Formación Matatere se encuentra la única localidad venezolana donde se ha
reportado y explotado mercurio (cinabrio). Aparece en una zona no mayor de
5 ha y fue explotado comercialmente en tiempos de la Segunda Guerra
Mundial. Luego de explicar el origen de la mineralización, se concluye que es
una localidad de interés académico y para coleccionistas de minerales, pero que
carece de valor comercial.

Capítulo 12. Mineralogía no petrográfica. Esta sección reúne datos de una


diversidad de minerales localizados tanto en superficie, como en los túneles de
las Minas de Aroa. Los minerales fueron estudiados por difracción de rayos X,
identificándose 21 especies minerales de los grupos de los carbonatos, oxido-
hidróxidos y sulfatos. De ellos surge la novedad que la boussingauldita,
aluminocopiapita, tamarugita, aheylita y parabutlerita, corresponden a primeras
identificaciones en el país.

Capítulo 13. Fósiles del norte de Barquisimeto. Este capítulo rescata información
del curso de Geología de Campo de 1967 al norte de Barquisimeto, donde
participó el editor de esta obra. Los estudiantes hallaron fósiles en las
formaciones Bobare, Carorita y Matatere. De esta última formación, resalta el
amonite Nebrodites sp. del Jurásico Tardío identificado por el Dr. Otto Renz.
Esto aporta información adicional sobre la gran variedad de olistolitos
incluidos en esta unidad turbidítica.

Capítulos 14. Geología Estructural. Especialmente con vista al mapa a escala


regional 1:250k (Volumen 2 - Atlas), se observa que las principales fallas de
ángulo alto son las de Los Algodones de rumbo E-O y las fallas de Río Tocuyo
y de Uvedad de rumbo N-E.
En la zona de Carora se ubica la importante Sutura peri-Caribe, donde entran
en contacto los terreños alóctonos de dominio Caribe, contra las unidades
autóctonas del Cretácico de los Andes de Mérida.
Por otra parte, al nororiente de la zona de estudio, se encuentra el contacto
de falla entre la provincia de los terrenos metamórficos de la Cordillera de la
Costa, contra las denominadas Napas de Lara. Este en un contacto abrupto y
no transicional, como se había propuesto décadas antes.
El pliegue de mayor importancia es el Anticlinal de Bucarito, donde un
conjunto de lonjas repetidas de las formaciones Matatere y Barquisimeto, se

ix
Libro

encuentran plegadas a manera de gran pliegue de arrastre por la falla de


Uvedal.

Capítulo 15. Historia Geológica. En esta sección se consideran separadamente


cada uno de los terrenos geológicos aflorantes, explicando su evolución
geológica individualmente hasta llegar al punto de su yuxtaposición, a partir de
lo cual siguen con una evolución común.

Bibliografía: Incluye 330 referencias desde 1927 hasta el 2019.

Franco URBANI PATAT


Talca, Chile. Septiembre 2021

x
Capítulo 1
INTRODUCCIÓN

1. Generalidades
2. Área de estudio
3. Trabajos previos
4. Objetivos y metodología

Área de estudio
1. INTRODUCCIÓN

1. GENERALIDADES
El presente trabajo forma parte de un programa más amplio de geología
regional desarrollado por el Departamento de Geología de la UCV en las últimas
cuatro décadas, cubriendo diversas partes del norte del país donde afloran rocas
ígneo-metamórficas.
A continuación daremos un esbozo cronológico, que explica cómo en la UCV,
se ha llegado a la situación actual de los estudios de esta parte del país y donde
encaja el presente trabajo:

- Comenzando con la primera promoción de geólogos de 1942, las tesis de


grado (Geología de Campo III) consistían en el levantamiento de un mapa
geológico, siempre realizadas en zonas con rocas sedimentarias que eran
escogidas para cada promoción. Esta era la prioridad para los potenciales
empleadores de entonces (empresas petroleras y ministerios).

- En 1962-1963 estaba prevista la realización del curso de Geología de Campo


III en Humocaro, estado Lara, pero debido a la presencia de grupos armados se
tuvo que cambiar la zona de estudio. Por ello y con el apoyo financiero del
Ministerio de Minas e Hidrocarburos, la promoción de 1964 realiza sus trabajos
en la entonces desconocida Península de Paria, donde solamente afloran rocas
metamórficas. Esto dio como resultado que varios profesores de la Escuela de
Geología UCV, cambiaran su interés a este tipo de rocas y varios de ellos, en
años sucesivos obtuvieron sus doctorados en temas relacionados con petrología,
geoquímica y geología estructural de rocas metamórficas.

- Ya para el año 1999 a través de parcelas individuales asignadas a tesistas, se


había cubierto la cartografía geológica de las penínsulas de Araya y Paria, la isla
de Margarita y muy extensas regiones de la Cordillera de la Costa y del estado
Falcón.

- En diciembre de 1999 ocurre la tragedia del estado Vargas, y la Escuela de


Geología de la UCV fue invitada por la Fundación Venezolana de
Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS) para elaborar las hojas geológicas a
escala 1:25k del estado Vargas. Entonces empezó una relación interinstitucional
muy efectiva, la Fundación aportando financiamiento y apoyo logístico para los
trabajos de campo. Así, para 2004 ya se habían elaborado 146 hojas geológicas a
escala 1:25k, abarcando los estados Miranda, Vargas, Distrito Capital, Aragua y
Carabobo, las cuales fueron publicadas como el “Atlas geológico de la Cordillera de la
Costa” (URBANI & RODRÍGUEZ 2004).

2
1. INTRODUCCIÓN

- En el año 2005 se inicia el proyecto GEODINOS (Geodinámica de la


interacción de las placas Caribe y Suramericana) coordinado por el Dr. Michael
Schmitz de FUNVISIS y ejecutado con profesores y estudiantes de varias
universidades. Varios tesistas de geología de la UCV bajo la tutoría del editor,
elaboraron en formato AutoCAD los mapas geológicos de las islas de Margarita,
Toas y Los Monjes, las penínsulas de Paraguaná, Araya y Paria, así como tres
hojas en la península de Goajira.

- En el año 2004 se visitó por primera vez la región de Siquisique al norte del
estado Lara. El objetivo era conocer esta afamada localidad que desde los
comienzos de la exploración petrolera en los años 1920´s, había llamado la
atención de geólogos por la presencia de rocas ígneas máficas (hoy Ofiolita de
Siquisique) rodeadas de rocas sedimentarias del Terciario. De primera mano se
verificó que esta zona muy árida presenta afloramientos y estructuras geológicas
de excepcional calidad, aunado a que la conspicua Formación Matatere presenta
gruesas capas de conglomerado con abundancia de clastos de rocas ígneas. De
inmediato se reconoció la importancia de llevar a cabo una cartografía geológica
de esta región para estudiar tanto de la unidad ofiolítica, como el contenido
ígneo de la Formación Matatere.

Por lo anterior se planificó elaborar las hojas geológicas a escala 1:25k desde
Carora-Curarigua (como límite occidental), hasta empatar con las hojas del
anterior "Atlas Geológico de la Cordillera de la Costa" (URBANI & RODRÍGUEZ
2004) (Fig. 1, polígono verde), definiendo así la extensión que cubre el actual
trabajo (Fig. 1, polígono rojo y Fig. 2).

2. ÁREA DE ESTUDIO

La región de estudio se encuentra enclavada en el noroccidente del país (Fig.


1), abarcando la parte centro-norte del estado Lara (municipios Urdaneta,
Torres, Jiménez, Iribarren y Crespo), la parte noroccidental del estado Yaracuy
(municipios Bolívar y San Felipe) y una muy pequeña porción de Falcón
(municipios Federación y Silva) (Fig. 2). Las principales poblaciones incluidas
son Carora, Arenales, Curarigua, Siquisique, Bobare y Santa Inés en el estado
Lara; Aroa, Yumare y San Felipe en el estado Yaracuy. En total la zona de
estudio abarca un área de 10.084 km2 en 80 hojas a escala 1:25k.

3
1. INTRODUCCIÓN

Fig. 1. Ubicación de la zona de estudio (polígono rojo) en relación con otras regiones del norte
de Venezuela estudiadas a través de proyectos FUNVISIS -UCV.

Fig. 2. Mapa de ubicación de la región de estudio (color marrón), sobre el cuadriculado


nacional de hojas topográficas a escala 1:25k.

3. TRABAJOS PREVIOS
Lara septentrional
El geólogo suizo Dr. Albert Ochsner de la empresa The Caribbean Petroleum
Corporation (TCPC), en 1928 realiza un reconocimiento geológico del estado
Lara y parte de los estados vecinos. Parece ser el primero en identificar las rocas
ígneas de la región de Siquisique, que las interpreta como de edad post-Cretácico

4
1. INTRODUCCIÓN

(OCHSNER 1930). Todas las muestras colectadas en esta campaña son enviadas
a la sede en Maracaibo, donde el Dr. Heering las identifica macroscópicamente.
Las rocas ígneas de la región de Siquisique las identifica como troctolita
(HEERING 1930).

Entre 1928-1929 el Dr. Louis Kehrer 1 (TCPC), suizo, realiza el primer


levantamiento geológico sistemático del estado Falcón y el norte de Lara
produciendo mapas a escala 1:100k. Durante este trabajo cartografía y describe
las rocas ígneas de la región de Siquisique, que también interpreta como post-
Cretácico. Vislumbra la importancia de la zona de Los Algodones, dado que en
una región de pocos kilómetros afloran tanto rocas ígneas, como sedimentarias
cretácicas y terciarias, la cartografía a escala 1:10k (KEHRER 1930).

En 1948 el geólogo suizo Dr. Otto Renz (TCPC) ya disponiendo de


fotografías aéreas, estudia y cartografía la región norcentral de Lara a escala
1:40k, incluyendo las zonas de Los Algodones y Tinajitas- Chorrerones. Este
autor interpreta a las rocas ígneas como de edad pre-Cretácico (RENZ 1949).

Debido a la diferencia de edades interpretadas para las rocas ígneas por


Ochsner, Kehrer y Renz, la Cia. Shell de Venezuela envía al geólogo holandés
Paul F. Kiewiet de Jonge para trabajar entre Siquisique y Río Tocuyo durante
los meses de octubre 1949 a febrero 1950. Levanta mapas geológicos a escala
1:10k de la zona de Los Algodones y a 1:25k del sector de Tinajitas-
Chorrerones. Indica que encuentra evidencias que el gabro es intrusivo en la
Formación la Luna lo cual apoyaría la versión post-Cretácico de L. Kehrer, pero
también dice que hay evidencia de la existencia de un basamento pre-Cretácico,
lo cual a su vez soportaría el punto de vista de O. Renz (KIEWIET DE JONGE
1950). Cabe mencionar que los informes técnicos de los geólogos eran leídos
primeramente por el superior inmediato, quien debía preparar un resumen
ejecutivo del mismo, para seguir elevándolo a la consideración de instancias
superiores, a fin de concluir con resultados prácticos para la empresa. Es decir
que el informe era la primera parte de un expediente, donde todos los demás
documentos incluidos no eran conocidos por el autor primario. Dicho esto y
para este caso en particular, STREIFF (1950) prepara un memorando donde se
señalan los aportes del trabajo de Kiewiet de Jonge, pero indica que aún quedan
muchas interrogantes sobre la geología de la zona, dado que el autor no visitó
algunas de las localidades críticas señaladas por los autores previos. En el mismo
expediente hay un memorando que transcribimos a continuación, ya que explica
el interés de las empresas del Grupo Royal/Dutch Shell, ya ahora constituida en

1 Para información biográfica del Dr. Kehrer véase a URBANI (2011).

5
1. INTRODUCCIÓN

Compañía Shell de Venezuela (CSV), para trabajar en esta zona: "Este informe ha
sido estudiado con interés, y con mucho agrado hemos aprendido que ... se ha logrado mucho
progreso hacia un mejor entendimiento de la geología del área de Siquisique, que es tan
importante para la geología y evaluación de las posibilidades de petróleo en la región de Falcón,
como en la gran faja de 125-150 km de ancho al norte del área de Siquisique, donde el
Cretácico no alcanza la superficie" (BROWN 1951).

En la misma década de los años 1950`s la CSV envía al Dr. O. Renz a


continuar los trabajos entre Carora y Barquisimeto, dando como resultado la
publicación de un importante trabajo referido a las capas de peñones que están
incluida dentro de la actual Formación Matatere (RENZ et al. 1955). Así mismo
supervisa el trabajo, del geólogo holandés E. van der Meulen a quien se le asigna
el estudio de la región de Bucarito, quién cartografía con especial cuidado las
capas de peñones y de conglomerado. Los mapas de VAN DER MEULEN
(1954) fueron fundamentales para mejorar la eficiencia de nuestro propio trabajo
de campo, ya que así pudimos ir exactamente a las localidades de facies gruesas
de la Formación Matatere que queríamos estudiar.

Como resultado de los trabajos de 1953 y 1954 por R. Lakeman, E. van der
Meulen y O. Renz, este último publica un trabajo actualizando las ideas sobre el
"Surco de Barquisimeto" y los mecanismos para incorporar bloques de rocas
más antiguas dentro de otras más jóvenes (RENZ 1960) (Fig. 3).

A pesar de los trabajos anteriores de la zona de Siquisique, probablemente


debido a los comentarios de STREIFF (1950), la CSV encarga al holandés
Engbert Jan Coen Kiewiet de Jonge y al venezolano Gustavo Coronel para
profundizar los estudios en esa localidad, con el objetivo esencial de estudiar las
relaciones de las rocas ígneas y los sedimentos cretácicos. El trabajo de campo se
realiza entre mayo y junio 1956 y los autores presentan una cartografía muy
detallada a escala 1:10.000 de la zona de Los Algodones, y a 1:25.000 en los
alrededores de Las Tinajitas-Chorrerones (CORONEL & KIEWIET DE
JONGE 1957) (Fig. 1.4). Allí describen las relaciones de campo que consideran
intrusivas con rocas tipo La Luna, en consecuencia concluyen que las rocas
ígneas son de edad Cretácico Tardío - Paleoceno. Estos autores cartografían las
siguientes unidades: Aluvión, terrazas, Oligoceno, Eoceno, Formación La Luna,
Formación Cogollo (sin diferenciar), Formación Río Negro (?), ofiolita extrusiva,
gabros intrusivos. El informe incluye análisis petrográficos realizados por
SCHILLING & NIGGLI (1957), quienes en sus interpretaciones son los
primeros en introducir el concepto de ofiolita para esta asociación.

Una nueva versión actualizada del trabajo anterior, incluyendo la petrografía de


Schilling y Niggli, es preparada por G. Feo-Codecido y se publica bajo la autoría

6
1. INTRODUCCIÓN

corporativa de Cia. Shell de Venezuela (CSV 1965). El mapa a colores incluido


en esta publicación es el mejor y más detallado existente de la región (Fig. 4), de
manera que todos los autores posteriores incluyendo el presente, lo han utilizado
como base en sus mapas y para presentar nuevas interpretaciones de tectónica,
estratigrafía e historia geológica.

Fig. 3. Mapa geológico generalizado de la región de Carora- Barquisimeto. Tomado de


RENZ (1960). El recuadro rojo delimita el área cubierta por el presente trabajo.

Hasta ese momento los principales trabajos en la región corresponden a


autores de las empresas asociadas al grupo Royal/Dutch Shell (Fig. 5). Pero los
estudios antes mencionados corresponden a informes inéditos que eran
mantenidos bajo estricta confidencialidad por las empresas, donde las únicas
publicaciones fueron las de RENZ et al. (1955), RENZ (1960) y CSV (1965).

7
1. INTRODUCCIÓN

Fig. 4. Mapa geológico de la Ofiolita de Siquisique y zonas circundantes. Elaborado por


Coronel & Kiewiet de Jonge en 1957. Tomado de la publicación corporativa CSV (1965).

Fig. 5. Mapa índice de los trabajos de cartografía geológica de la Compañía Shell de


Venezuela.

8
1. INTRODUCCIÓN

En década de 1950´s otras empresas envían sus cuadrillas a explorar la parte


septentrional del estado Lara y meridional del estado Falcón, a saber:

H. F. HAZEL (1958) de la Mene Grande Oil Company, realiza un


reconocimiento de la región Barquisimeto-Siquisique e interpreta que las rocas
ígneas de Los Algodones tienen una edad post-Cretácico-superior a pre-
Oligoceno-superior.

D. H. RUSSELL (1958) de la empresa Richmont Exploration Company realiza


el levantamiento de numerosas secciones estratigráficas en Falcón y Lara.
Ambos autores concluyen que no hay posibilidades de petróleo comercial en
esta vasta región.

Desde mediado de los años 1940´s, la Creole Petroleum Corporation


emprende un ambicioso programa la cartografía geológica de todas las cuencas
sedimentarias del país, a escalas 1:100k y 1:50k. Para muchas partes de Venezuela
estos mapas todavía son los mejores y más detallados disponibles. La zona en
consideración fue cubierta por las cuadrillas dirigidas por WHEELER (1958),
JEFFERSON (1960) y McDANIEL (1960) (Fig. 6). De los mapas producidos
por estos geólogos, todos los rumbos, buzamientos y trazas de capas, fueron
incluidos en los mapas del presente trabajo (Vol. 2 de la esta obra).

Fig. 6. Mapa índice de los trabajos de cartografía geológica de la Creole Petroleum


Corporation.

9
1. INTRODUCCIÓN

En la década de los años 1950´s el Ministerio de Minas e Hidrocarburos


(MMH) presta apoyo al tesista doctoral de la Universidad de Princeton, Jess
Bushman quien completa la "Geología de la región de Barquisimeto" (BUSHMAN
1958, 1959, 1960, 1965), mientras que el geólogo del MMH Juan Evanoff realiza
un trabajo topográfico-geológico muy detallado en la caracterización de diversos
olistolitos de dimensiones métricas a hectométricas, incluidos en la hoy
denominada Formación Matatere, a lo largo de la carretera Barquisimeto-San
Pablo-Carora (EVANOFF et al. 1955, 1959).

En la segunda mitad de la década de los años 1960´s, los geólogos Domingo


Rodríguez Gallardo y Elías Zambrano, bajo la dirección de Alirio Bellizzia,
preparan la hoja geológica de Barquisimeto - Urachiche - Río Tocuyo a escala
1:100k (BELLIZZIA et al. 1969), que es el único mapa geológico que abarca la
Serranía de Bobare (Fig. 7). Lamentablemente no se conoce un informe que
acompañe este mapa, a excepción de un breve artículo donde se describen las
rocas ígneas aledañas a Siquisique y otros cuerpos pequeños cerca de El Limón y
Mapararí. En este trabajo se introduce la denominación informal de "Ofiolitas de
Siquisique y de Río Tocuyo", que los autores interpretan relacionados a la zona
de fallas de Oca (BELLIZZIA et al. 1972).

Fig. 7. Mapa índice de los trabajos de cartografía geológica del Ministerio de Minas e
Hidrocarburos.

Igualmente con el apoyo del MMH, en entonces cooperante francés Jean-


Francois Stephan (doctorando de la Université Pierre et Marie Curie - Paris VI),
realiza el levantamiento geológico de la mitad septentrional del estado Lara al
oeste del meridiano de Santa Inés, con énfasis en la estructura. Sus trabajos
(STEPHAN 1982, 1985) contienen la más completa descripción e interpretación
geológico-estructural de la región centro- norte del estado Lara, e introduce el

10
1. INTRODUCCIÓN

concepto vigente de las Napas de Lara. Este autor previamente había publicado
un resumen sobre la región de Siquisique (STEPHAN 1977, 1980). El estilo
estructural para la región esbozado por J.-F. Stephan fue tomado como hipótesis
de trabajo para nuestras campañas de campo, resultando confirmado en todos
los casos.

En 1979, el geólogo Peter Bartok de MARAVEN visita la zona de Los


Algodones, Siquisique, donde colecta muestras de chert intercalado con las rocas
volcánicas (BARTOK 1979), estas son estudiadas por el Dr. James E. Case
(USGS), determinado radiolarios del Cretácico (com. personal a T. Subieta &
Casalgnean en 1988). En la misma excursión, Bartok colecta amonites
intersticiales en bloques de lava almohadillada en la quebrada Las Petacas,
identificando los fósiles de edad Bajociense, Jurásico Medio (BARTOK et al.
1988). Hoy día conocemos que estos bloques de lava proceden de olistolitos de
la Formación Matatere.

GIUNTA et al. (2002: 25) colectaron una muestra del basalto de Los
Algodones a la cual le practican análisis químicos, interpretando una afinidad
MORB. KERR et al. (2008) también analizan muestras de las rocas plutónicas y
volcánicas, tanto químicamente, como para geocronología Ar-Ar.

Entre 1976 y 1980, varios tesistas de la UCV cartografían la zona comprendida


entre Carora - Arenales y Curarigua (Fig. 8A).

A partir de 2005 diversos profesores y tesistas de la UCV empiezan a realizar


estudios en la región (Fig. 8), a saber:
- GILBERT et al. (2005) ensayan el uso de un contador portátil de
radioactividad gamma a fin de delimitar los contactos entre rocas ígneas y
sedimentarias.
- URBANI (2006) publica una guía de excursión geológica para la región de
Siquisique - Urucure.
- MARTÍNEZ & VALLETA (2008) estudian petrográficamente las facies
gruesas de la Formación Matatere.
- NOGUERA (2009) y NOGUERA et al. (2008) realizan estudios de
geocronología de cristales de zircón detríticos (ZD), en muestras de arenisca de
grano grueso de la Formación Matatere, para fines de determinación de fuentes
de procedencia.
- MUÑOZ & RODRÍGUEZ (2009) cartografían geológicamente la zona de
rocas ígneas al noreste de Siquisique, entre el Páramo de Guacamuco, Yurí, Las

11
1. INTRODUCCIÓN

Tinajitas y Chorrerones (Fig. 8A). También estudiaron varios cuerpos pequeños


en la zona de Las Llanaditas y Puente Limón. - REÁTEGUI (2011) continúa la
cartografía geológica hacia el este de la zona de los autores anteriores,
alcanzando hasta la quebrada Maroroy (Fig. 8A).
- ICHASO (2011), SÁNCHEZ (2012), RICCI (2012) y GÓMEZ (2012) (Fig.
8B) integran la cartografía geológica hojas a escala 1:25k, la cual con correcciones
y ajustes están incluidas en el “Atlas geológico de la región septentrional de los estados
Lara y Yaracuy” (Volumen 2 del presente trabajo).

Fig. 8. Mapa índice de los trabajos de cartografía geológica de la Escuela de Geología de la


UCV. A: Trabajos locales. B: Trabajos de integración.

12
1. INTRODUCCIÓN

Yaracuy septentrional
La región de Aroa es conocida desde el período colonial por las minas de
cobre que estuvieron en explotación hasta mediados de los años 1960´s. En 1612
Alonso Sánchez de Oviedo descubre estas ricas de cobre, lo cual es comunicado
al rey. Casi una década después, la Corona envía a Don Manuel Gaytán de
Torres para reconocer las minas y recomendar las mejores condiciones de su
explotación y uso. El informe que publica incluye un proyecto con
consideraciones tan diversas como el beneficio de las minas, los sitios para
agricultura y cría de ganado para la alimentación del personal, la forma de
transportar el mineral hasta el puerto de Borburata, el establecimiento allí de un
astillero para la fabricación de galeones, así como de las fundiciones para
producir la artillería, utilizando el bronce que se produciría a partir del cobre de
Aroa (GAYTÁN DE TORRES 1621, en URBANI 1992). La larga historia de
estas minas se encuentra documentada en la obra de VERNA (1977),
destacándose el período cuando fue propiedad de la familia Bolívar.

Desde un punto de vista netamente geológico, destaca el estudio del geólogo


alemán Albert Schottky, cuya investigación de estos yacimientos fue presentada
en 1877 ante la Universidad de Tübingen como tesis doctoral, la primera de
temas geológicos de Venezuela (SCHOTTKY 1877)(Fig. 9).

Fig. 9. Portada de la tesis doctoral de Albert SCHOTTKY (1877).

13
1. INTRODUCCIÓN

En el siglo XX destaca el trabajo de LÓPEZ et al. (1944), quienes describen la


geología de la región de Aroa, con énfasis en las asociaciones de minerales y los
métodos usados en la explotación y beneficio.

La geología regional de la parte norte del estado Yaracuy y el sureste del estado
Falcón, fue reconocida primeramente en la década de los años 1920´s por los
geólogos de la empresa North Venezuelan Petroleum Company. Estos primeros
hallazgos aparecen plasmados en el mapa geológico de LIDDLE (1928).
Posteriormente el geólogo suizo Dr. H. Kugler también realiza reconocimientos
en los cerros del norte de Yumare (KUGLER 1929), donde afloran rocas ígneo-
metamórficas, pero también rocas semejantes a la Formación La Luna.

La cartografía geológica más detallada de las unidades sedimentarias la realiza


el geólogo venezolano Brígida Natera, de la Creole Petroleum Corporation,
preparando mapas a escala 1:50k. Las rocas metamórficas son cartografiadas
como una sola unidad sin diferenciar (NATERA 1957) (Fig. 6).

Desde 1959 el Ministerio de Minas e Hidrocarburos (MMH) inicia una


campaña de levantamiento geológico en el estado Yaracuy, donde el trabajo de
campo fue realizado primeramente por el geólogo Alirio Bellizzia, para luego ser
incorporados Domingo Rodríguez Gallardo y Elías Zambrano. En ese
momento, el hallazgo de granulita y anortosita ilmenítica en el cerro San Quintín
al norte de Yumare despertó mucho interés. Por el hallazgo de anortosita
acertadamente interpretan una edad precámbrica, ya que a nivel mundial, este
tipo de rocas corresponden mayoritariamente a eventos magmáticos ocurridos
en el Neoproterozoico. BELLIZZIA et al. (1976) señalan “uno de los hechos más
resaltantes de esta investigación es el descubrimiento de un complejo de rocas de alto
metamorfismo constituido por anortosita, granulita, gneis y anfibolita”.

Los resultados de estos trabajos fueron divulgados primeramente como mapas


inéditos (BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1966, BELLIZZIA et al. 1968) (Fig. 7),
mientras que el texto descriptivo fue presentado en el congreso geológico de
1969 y publicado años después en BELLIZZIA et al. (1976). Adicionalmente a la
cartografía geológica, los trabajos del MMH continuaron para evaluar la
posibilidad de explotación de las acumulaciones de ilmenita del cerro San
Quintín (e.g.: RODRÍGUEZ & ÁÑEZ 1978).

En el año 2006 el grupo de trabajo del proyecto GEODINOS (FUNVISIS -


UCV), inicia un nuevo levantamiento geológico a escala 1:25k de los cerros del
norte de Yumare (Tarana, San Quintín, La Zurda y Salsipuedes), en cuyos mapas
se integra tanto la información de los autores previos arriba citados, como los

14
1. INTRODUCCIÓN

nuevos datos de campo (LOZANO & MUSSARI 2008) (Fig. 8A). El mayor
énfasis para las labores de laboratorio estuvo en las rocas metamórficas, no
obstante que en el campo se dedicó mucho esfuerzo en la identificación de las
unidades sedimentarias adyacentes y verificar la naturaleza de sus contactos.

Finalmente NEVADO (2012) y COELLO (2012) integran 30 hojas geológicas


a escala 1:25k de la parte más septentrional del estado Yaracuy (Fig. 8B).

4. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

El objetivo general del proyecto macro donde se enmarcó el presente trabajo,


ha sido la elaboración sistemática de los mapas geológicos a escala 1:25k de la
franja norte y más poblada del país. Para luego divulgarlos en dominio público,
para que sean utilizables por instituciones públicas y privadas, en fines como
ordenamiento territorial, elaboración de estudios de impacto ambiental,
prospección de minerales no metálicos, o selección de sitios adecuados para
proyectos de infraestructuras como vías de comunicación y represas.

Para poder cumplir con el objetivo general, se siguieron las siguientes etapas,
llevadas a cabo, tanto en forma sucesiva como paralela:

- Recopilación de la información disponible, tanto publicada, como inédita de


empresas petroleras, MMH y en especial de tesis de pregrado y postgrado.

- Con la anterior información fue necesaria una etapa de estudio y continua


retroalimentación, a fin de detectar donde habían mayores fallas en el
conocimiento geológico, a fin de optimizar los recursos y esfuerzos para la mejor
selección de temas y lugares para desarrollar estudios detallados de campo y de
laboratorio. Como resultado se consideró de especial importancia una cartografía
geológica detallada en las regiones de Siquisique y Yumare, por contener tipos de
rocas ígneo-metamórficas únicas en el país, de las cuales se podría extraer
información de mucho interés geodinámico. También el estudio petrográfico de
las facies gruesas de la Formación Matatere. Para el resto de la región se
consideró suficiente un control de campo a escala de reconocimiento,
conjuntamente con la integración de los datos previos.

- Subdivisión de la región total de estudio en subzonas que fueron asignadas a


distintos tesistas de la Escuela de Geología de la UCV. Realización del trabajo de
campo de cartografía geológica detallada y de reconocimiento, conjuntamente

15
1. INTRODUCCIÓN

con el tutor. Las técnicas de campo utilizadas fueron las convencionales, con el
uso de los mapas topográficos a escala 1:25k, ubicación de afloramientos con
mapas y GPS, descripción de las rocas, observación y medidas con brújula de las
estructuras geológicas, documentación fotográfica y colecta de muestras para
subsiguientes estudios en el laboratorio.

- Integración de la información en 80 mapas geológicos a escala 1.25k (Fig. 2),


incluyendo tanto los datos de trabajos previos, como aquellos de las propias
campañas de campo. Los mapas se elaboraron utilizando el software de Sistema
de Información Geográfica ArcGIS®. Entre 2008 y 2012 cada tesista elaboró los
mapas que le fueron asignados, para en 2013 fusionar los 80 mapas geológicos
en un solo proyecto SIG, bajo estrictos controles de homogeneidad, calidad y
formato. Estos 80 mapas a escala 1:25k, junto con varios mapas adicionales a
escalas 1:10k, 1:100k y 1:250k, se reproducen en el volumen 2 de la presente
obra.

- Recopilación y síntesis de toda la información de campo y de estudios


específicos en una memoria descriptiva, culminando con un capítulo que
sintetiza la historia geológica de la región, desde los tiempos en que los distintos
tipos de rocas se formaron, hasta adquirir la configuración actual.

16
Capítulo 2
CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Fig. 1. Mapa índice de las hojas geológicas a escala 1:25k.

17
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

La cartografía geológica de la región de estudio se cumplió con la elaboración


de 80 hojas geológicas a escala 1:25k (Fig. 1), que se incluyen en el Volumen 2 de
esta obra.

Dentro del contexto de la tectónica de placas, la placa Caribe se encuentra en


una posición intermedia entre las placas norteamericana y suramericana. Si bien
en el centro de la placa Caribe están expuestas rocas ígneas máficas oceánicas, en
su periferia hay una mezcla de rocas de naturaleza diversa. Por ello en el norte de
Venezuela, tenemos terrenos pertenecientes al dominio Caribe que fueron
desplazándose en dirección relativa hacia el este, en contacto a través de la
denominada sutura peri-Caribe, con unidades geológicas autóctonas de origen
suramericano (Fig. 2b).

En esta configuración de interacción entre placas (Fig. 2a), las unidades


cartografiadas se han dividido en los siguientes grupos:

- Unidades sedimentarias autóctonas de dominio suramericano, depositadas tanto


en el margen pasivo de Suramérica, como en el antearco Caribe, hoy día
aflorantes en la Cordillera de Mérida y la Serranía de Trujillo. Edad: Cretácico-
Paleógeno (A, verde oscuro, Fig. 3).

Fig. 2a. Esquema geodinámico general de la zona de interacción de las placas Caribe y
Suramericana. El asterisco violeta ubica la zona de estudio. Adaptado de PINDELL
(1999)

18
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Fig. 2b. Ubicación de la región de estudio en el contexto geológico regional.


A: Extensión de los terrenos de dominio Caribe (fondo azul).
El rectángulo en rojo ubica a la Fig. 2.1.3B. Adaptado de PINDELL (1999).
B: Detalle del noroccidente de Venezuela, indicando la localización de la sutura peri-Caribe.
Leyenda: Amarillo: cobertura Neógeno-Cuaternario, Verde: unidades de dominio
suramericano, Rojo: unidades de dominio Caribe. El polígono violeta ubica el área de estudio.
Simplificado a partir de HACKLEY et al. (2006) y ZAMBRANO et al. (1972).

19
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

- Unidades de las napas de Lara de dominio Caribe, que involucran a las


formaciones Carorita, Bobare, Barquisimeto y Matatere, y a la Ofiolita de
Siquisique. Metamorfismo de muy bajo grado (pre-esquisto verde) a
anchimetamorfismo. Cretácico Temprano al Eoceno medio (L, marrón, Fig. 4).

- Unidades de protolito sedimentario de dominio Caribe, con metamorfismo de


bajo grado, facies de esquisto verde (clorita). Cretácico (C, verde claro, Fig. 4).

- Unidades con protolito sedimentario e ígneo de dominio Caribe, con


metamorfismo de medio a alto grado: facies de esquisto verde (biotita) a
granulita. Edad Mesoproterozoico a Cretácico (B, rosado, Fig. 4). Algunas de
estas unidades podrían ser para-autóctonas, originalmente parte del borde
continental suramericano exhumado en zonas de relevo transpresivo entre fallas
transcurrentes dextrales durante el Neógeno.

- Unidades sedimentarias post-napas de cobertura (neoautóctono) de la cuenca


de Falcón, y molasas mio-pliocenas. Rocas no metamorfizadas. Edad Oligoceno
tardío-Plioceno (F, amarillo, Fig. 4).

Fig. 3. Mapa síntesis de los grandes grupos de unidades geológicas. Abreviaturas: Blanco:
Sedimentos cuaternarios. A, L, C, F y B: ver texto arriba.
Líneas negras gruesas: Continuas: Ofiolita de Siquisique en superficie. Segmentadas:
Probable continuación de la napa de la Ofiolita de Siquisique en subsuelo, con base a
levantamiento aeromagnético de 1959. Líneas rojas segmentadas: Discordancia de las
formaciones de la Cuenca de Falcón sobre todas las unidades previas. El polígono en líneas
azules corresponde a la extensión del área de estudio.

La Tabla 1 muestra un resumen de las características de las unidades


cartografiadas en la zona de estudio, mientras que en la Tabla 2 se indica el área
de afloramientos de cada una.

20
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Tabla 1. Unidades geológicas de la región septentrional de Lara y Yaracuy


(y SE de Falcón).

21
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Recientemente, URBANI (2015, 2018) propuso una simplificación y


agrupación de las unidades geológicas de la Cordillera de la Costa, siguiendo el
concepto de terrenos, o de grandes bloques tectónicos con orígenes diversos en
cuanto a edad y ambiente de formación del protolito, en sustitución del
concepto de "fajas" introducido en el trabajo pionero de MENÉNDEZ (1976).

22
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

La distribución de terrenos se muestra en las figs. 3 y 4, remarcando el área que


corresponde a la región de estudio del presente proyecto.

Tabla 2a. Área de cobertura de las unidades geológicas.


Unidad km2 %
Formación Matatere 2.820 28
Unidades cuaternarias 2.730 27
Esquisto de Aroa 883 8,8
Formación Barquisimeto 430 4,3
Formación Bobare 412 4,1
Formación Capadare 386 3,8
Formación Ojo de Agua 363 3,6
Formación Castillo 342 3,4
Complejo Nirgua 337 3,3
Formación Casupal 273 2,7
Esquisto de Mamey 197 2,0
Complejo San Julián 193 1,9
Formación Aguardiente 139 1,4
Formación Cueparo 130 1,3
Formación Churuguara 127 1,3
Formación Apón 78,0 0,77
Formación Agua Clara 66,0 0,65
Complejo Carayaca 32,0 0,32
Formación Paují 27,0 0,27
Ofiolita de Siquisique 26,0 0,26
Formación Guaidima 25,0 0,25
Complejo Yumare 23,0 0,23
Formación La Luna 16,0 0,16
Formación Carorita 9,00 0,089
Formación Jarillal 8,00 0,079
Complejo San Quintín 6,00 0,060
Serpentinita 3,30 0,033
Formación Maporita 2,00 0,020
Formación Cerro Pelado 1,20 0,012
Complejo Estructural Los Algodones 1,10 0,011
Metagabro de La Zurda 0,70 0,0069
Caliza del Eoceno 0,37 0,0037
Área total 10.084 100
Áreas calculadas a partir del SIG base del Atlas geológico (Volumen 2 de esta obra).

23
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Terreno Ávila
Este terreno forma la parte central de la Serranía del Litoral de la Cordillera de
la Costa y su unidad mayoritaria es el Complejo San Julián. Aquí se encuentra
una mezcla muy diversa de rocas metasedimentarias y metaígneas (gneises
graníticos a tonalíticos) de origen de corteza continental. Las edades
determinadas a la fecha oscilan entre 512 y 471 Ma (U-Pb zircón).

Terreno Tacagua (Aroa)


La litología principal de este terreno es el esquisto o filita de color gris oscuro
con cuarzo muscovita y grafito, intercalados con niveles carbonáticos (esquisto
carbonático y mármol) y rocas de color verde claro por la presencia de epidoto,
actinolita y clorita (protolito volcánico).

Dentro de este terreno se incluye el Esquisto de Tacagua, que aflora como una
franja costera, así como las unidades Urape y Muruguata en la región de
Caucagua, y el Esquisto de Aroa, en la parte occidental de la Cordillera de la
Costa

Existen varias posibilidades para explicar el origen de las unidades de este


terreno:
1) Que su edad sea del Jurásico Medio, en un margen de rift magmático. En
este tipo de ambiente el magmatismo subplaca puede haber producido volcanes
entre bloques de la nueva corteza oceánica la norte de Suramérica, previo al
completo desarrollo del centro de expansión oceánica, permitiendo la mezcla de
elementos volcánicos (lava y piroclásticas) y sedimentos terrígenos .
2) Si por otra parte esta unidad es confirmada como de edad cretácica,
entonces podría interpretarse que se haya formado en el mar proto-Caribe en
una cuenca euxínica de la parte de antearco, depositado en condiciones de mar
profundo con influencia de corrientes de turbidez, probablemente en el flanco
cercano al arco para poder recibir grandes cantidades de material volcánico.

Terreno Mamey
Constituido solo por el Esquisto de Mamey del Cretácico Temprano, con
rocas de protolito de lutita, limolita, arenisca, conglomerado y caliza,
metamorfizados a la facies de Esquisto verde (clorita).

Terreno San Quintín


Está constituido por el Complejo San Quintín (rocas de protolito volcánico y
sedimentario) y el Metagabro de La Zurda, y afloran en el cerro de San
Quintín al norte de Yumare, ambas metamorfizadas a la facies de Esquisto verde
(clorita).

24
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Terreno Yumare
Este bloque incluye al Complejo homónimo compuesto por anortosita y
gneises granulíticos, pertenecientes a la asociación ígnea anortosita - mangerita -
charnockita - granito. Debido a la presencia de anortosita titanífera,
BELLIZZIA et al. (1976) asumió una edad precámbrica, lo cual ha sido
confirmado por geocronología de zircones por U-Pb (URBANI et al. 2013).

Fig. 4. Distribución de los terrenos de la Cordillera de la Costa. Tomado de URBANI


(2014, en prensa). El Polígono violeta ubica la parte oriental de la zona de estudio.
Abreviaturas: Terrenos: A: Ávila. AB: Agua Blanca. C: Carayaca. G: Guayabo. L:
Lara nappes. LB: Las Brisas. LH: Loma de Hierro. LM: Las Mercedes. M: Mamey.
N: Nirgua. P: Paracotos. SS: San Sebastián. T: Tacagua. Ta: Tacagua (Aroa). Tc:
Tacagua (Caucagua). TT: El Tinaco- Tucutunemo. VC: Villa de Cura. Y: Yumare.

Terreno El Guayabo
Solo aflora en un pequeño cerro elongado delimitado por dos fallas
transcurrentes dextrales que han causado una fuerte exhumación en régimen de
relevo transpresivo. Su edad es neoproterozoica y está compuesto por rocas
metasedimentarias y metaígneas afectadas por un metamorfismo en la facies de
la granulita.

La Tabla 2b muestra un resumen de las características de los terrenos


metamórficos de la parte oriental de la zona de estudio.

25
2. CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA

Tabla 2b. Resumen de las características de los terrenos ígneo-metamórficos de


las serranías de Yumare, Aroa y Bobare (URBANI 2018).

U: Principales unidades geológicas. E.V.: Facies de esquisto verde. A.E.: Facies de


anfibolita epidótica. También hay cuerpos de serpentinita sin nombre formal, de formas
elongadas y delimitados por fallas. El Esquisto de Mamey es la unidad más occidental de
la provincia de la Cordillera de la Costa Provincia y está en contacto de falla con la
provincia de las Napas de Lara (a su vez constituida por una imbricación de las
formaciones Carorita, Bobare, Barquisimeto y Matatere, todas afectadas por un
metamorfismo incipiente en facies pre-esquisto verde).

26
Capítulo 3
FORMACIÓN MATATERE

Contenido
1. Antecedentes
2. Petrografía de areniscas y conglomerados
3. Capas de peñones
4. Olistolitos
5. Contacto inconforme de la Formación Matatere (III) sobre la
Ofiolita de Siquisique
6. Geocronología U-Pb de cristales detríticos de zircón
7. Mineralogía y geoquímica isotópica, Caño Negro, Lara
Nororiental

Afloramiento de la Formación Matatere en la Qda. La Torta. NE de Siquisique.


3. FORMACIÓN MATATERE

1. ANTECEDENTES
En los trabajos de las empresas petroleras -1920’s a 1965- esta unidad
sedimentaria se cartografió con el nombre de Misoa-Trujillo. Luego con base a
los extensos trabajos del Ministerio de Minas e Hidrocarburos en el estado Lara,
BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1968) la describen formalmente como una
unidad turbidítica (flysch) y le acuñan el nombre de Formación Matatere. Pero es
solo a partir del trabajo doctoral de Jean-François Stephan (1949-2013) cuando
se divulgó la relevancia de esta unidad y la complejidad tectónica de la región
larense. El autor presenta por primera vez en el país, un mapa que muestra un
extenso sistema de cabalgamientos con vergencia sureste, donde las unidades
alóctonas (o para-autóctonas) fueron apiladas contra las unidades autóctonas de
los Andes de Mérida, lo que bautizó como las Napas de Lara (STEPHAN (1982)
(Fig. 1).

La Formación Matatere fue incluida por STEPHAN (1982, 1985) como parte
de su “Complejo Tectónico-Estratigráfico Lara” y la subdivide en tres unidades
informales, que en dirección SE al NO las denomina como Matatere I, II y III
(Fig. 2). Sus características se resumen a continuación (O. Macsotay & V. Vivas,
en BELLIZZIA 1989):

Formación Matatere I: Es una sucesión pelítica concordante sobre el


Cretácico Tardío de la Formación Barquisimeto (subunidad Atarigua). Contiene
olistolitos del Cretácico. Su edad es probablemente Maastrichtiense tardío -
Paleoceno temprano. Corresponde a una parte de la Formación Matatere
descrita por BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1968).

Formación Matatere II: Es una unidad dominantemente pelítica, con


intercalaciones de horizontes psamíticos, cuya frecuencia y espesor aumenta
hacia el tope de la unidad. Los niveles pelíticos presentan horizontes de
olistolitos, entre las cuales dominan caliza arrecifal con algas, equinodermos y
moluscos. Esta subunidad es discordante sobre la Formación Barquisimeto
(subunidad Atarigua) y es cabalgada por la Formación Barquisimeto (subunidad
San Pablo). Localmente se hallan capas de calizas arenosas alodápicas, con
textura de flujo de bioclastos con moluscos Venericardia (Venericor) cf. toasensis,
Baluchicardia cf. Ameliae y foraminíferos: Ranikothalia sp. y Actinosiphon barbadensis.
Por esta asociación faunal se atribuye una edad Paleoceno tardío a Eoceno
temprano.

Matatere III: Es una unidad pelítica, psamítica y conglomerática, que


corresponde más a la litología del flysch arenáceo típico, donde fue definida

28
3. FORMACIÓN MATATERE

originalmente la Formación Matatere (BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1967,


1968 y 1969). Consiste en una alternancia rítmica de arenisca y lutita con un
aumento de niveles conglomeráticos hacia el norte en las cercanías de Siquisique.
La proporción de secuencias psammíticas aumentan de espesores de oeste a este.
Contiene niveles de olistolitos mayormente de caliza, pelita litificada, esquisto,
cuarcita y raros granitoides. Los olistolitos carbonáticos son muy variables en
composición lítica y contienen faunas con edades que van del Cretácico
temprano al Paleoceno. Capas de calizas alodápicas con Fabiania sp. Amphistegina
lopeztrigoi, Discocyclina sp. y Sphaerogypsina sp., permiten datar la Formación
Matatere III como de Eoceno temprano (parte superior) al Eoceno medio (parte
inferior). La unidad es discordante sobre la Formación Barquisimeto (subunidad
San Pablo), y cabalga sobre la Ofiolita de Siquisique, la "Formación La Luna" y
la Formación Castillo.
Las edades indicadas por J.-F. Stephan van de más viejo (I) a más joven (III),
lo cual coincide con las distribución de edades que señala RENZ (1960, mapa).

El material sedimentario de la Formación Matatere, muestra un continuo de


tamaño de granos desde la arcilla de los niveles pelíticos, hasta bloques
hectométricos (Fig. 3). Por ello los resultados se presentan en tres secciones:

- Petrografía de areniscas y conglomerados. Incluye el análisis petrográfico de capas de


arenisca gruesa y los niveles de conglomerado, bien expuestos entre La Mesa y
Siquisique (tesis de MARTÍNEZ & VALLETA 2008).

- Capas de peñones. Estas corresponden a olistostromos, con acumulación de


clastos de dimensiones centimétricas a métricas, usualmente angulares a
subredondeados, que alcanzaron la cuenca tanto por deslizamientos submarinos,
como por flujos de detritos.

- Olistolitos. En este tercer grupo se incluyen los olistolitos mayores que afloran
separadamente a las capas de peñones. Usualmente forman grandes masas de
forma irregular, angulares y con tamaños que van desde dimensiones métricas,
decamétricas, hectométricas, hasta unos pocos kilométricos (hasta 1,5 km en Los
Yabos). Están constituidos mayormente por rocas carbonáticas del Cretácico
Temprano (tipo Apón) o Tardío (tipo La Luna). En diversos mapas estos
grandes cuerpos aparecen cartografiados individualmente (e.g.: EVANOFF et al.
1959, RENZ 1960, JEFFERSON 1960, CORONEL & RENZ 1960,
HACKLEY et al. 2006).

29
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 1. Mapa geológico generalizado del estado Lara al norte de la falla de Boconó.
El polígono rojo delimita la región de estudio.
Tomado de STEPHAN (1982, 1985).

30
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 2. Mapa de distribución de la Formación Matatere (tramado horizontal), ubicando a


las subunidades I, II y III. Tomado de STEPHAN (1982, 1985).
El polígono rojo delimita la región de estudio.

31
3. FORMACIÓN MATATERE

32
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig.3. Fotografías de afloramientos de la Formación Matatere III.


Municipios Torres y Urdaneta, estado Lara.

33
3. FORMACIÓN MATATERE

2. PETROGRAFÍA DE ARENISCAS Y
CONGLOMERADOS
Por Graziana VALLETTA y Gladys J. MARTÍNEZ

En esta sección se presentan resultados de análisis petrográficos, subdivididos


en tres categorías: 1- Areniscas y wacas en secuencia dentro de la formación. 2-
Conglomerados en secuencia dentro de la formación (incluyendo la matriz y
clastos de menor tamaño del conglomerado). 3- Clastos dentro de conglomerado
que fueron estudiados individualmente debido a su gran tamaño (MARTÍNEZ
& VALLETA 2008).

ARENISCAS Y WACAS (Tabla 1)

Arenisca cuarzosa

Presentan un tamaño de grano promedio que varía de medio a muy grueso (0,2
- 1,2 mm), escogimiento que varía de bueno en la arenisca con tamaño de grano
menor, a pobre en la arenisca con tamaño de grano promedio mayor. Los granos
varían de subredondeados a subangulares con esfericidad media-alta a media-
baja. Está compuesta principalmente por cuarzo monocristalino metamórfico (20-
60%), volcánico (20-50%), monocristalino plutónico (10-40%) y policristalino
metamórfico (12-20%). Hay pequeñas cantidades de feldespato-K (<1-2%)
alterados a minerales de arcilla, mostrando bordes corroídos y disolución parcial;
fragmentos de rocas sedimentarias (1-5%) tipo chert y arenisca cuarzosa, y
fragmentos de cuarcita (<1-8%). Como minerales accesorios están presentes
muscovita (2-4%), biotita (1%), pirita (10%), calcopirita? (2%), magnetita (1%),
turmalina (1%), granate (<1%) y zircón (<1%). La roca presenta un bajo
contenido de matriz (0-5%), compuesta por minerales de arcilla (0-3%) y cuarzo
(0-2%). El cemento se encuentra rellenando poros y consiste en cuarzo
microcristalino (2-5%), pirita (0-7%), material carbonático (0-5%), minerales de
arcilla no identificables (0-3%) y caolinita (0-3%). La porosidad varía entre 1-
10%, siendo principalmente secundaria, originada por disolución de la matriz
arcillosa y del cemento. Muestras La-1501, 1504A, 1539B, 1540.

Sublitarenita

Presenta un tamaño de grano grueso (0,7 mm), escogimiento pobre y granos


subredondeados a subangulares con esfericidad media a media-baja. Está
compuesta por cuarzo volcánico (30%), monocristalino plutónico (15%) y

34
3. FORMACIÓN MATATERE

monocristalino metamórfico (15%). De igual manera contiene feldespato-K tipo


microclino (<1%), fragmentos de chert (5%), fragmentos metamórficos (3%,
cuarcita y filita biotítica), y minerales accesorios como muscovita (3%), biotita
(2%), zircón (<1%), rutilo (<1%) y limonita (<1%). La matriz (5%) está
compuesta por minerales de arcilla tipo caolinita (3%) e ilita-smectita (2%). El
cemento se presenta rellenando poros y como sobrecrecimientos, siendo de cuarzo
(9%) y limonita (1%). La porosidad es primaria interpartícula (2%) y secundaria,
tipo intrapartícula (3%) y por disolución de granos y matriz (5%).

Arenisca feldespática

La roca presenta un tamaño de grano medio (0,4 mm), escogimiento medio y


bordes subangulares con esfericidad media-alta. Está compuesta por cuarzo
monocristalino metamórfico (15%), monocristalino plutónico (10%), cuarzo
volcánico (5%), plagioclasa andesina (12%) fuertemente alterada a sericita y
feldespato potásico tipo ortosa (3%). De igual manera se compone de
fragmentos de rocas metamórficas (10%, cuarcita muscovítica y filita biotítica), y
minerales accesorios como muscovita (8%), clorita (3%), biotita (2%), ilmenita
(2%) y zircón (1%). La matriz (10%) está constituida por minerales de arcilla no
identificables. El cemento se presenta rellenando poros y consiste en limonita
(15%), material carbonático (3%) y minerales de arcilla no identificables (2%). La
roca no presenta porosidad.

Waca feldespática

Presenta un tamaño de grano promedio grueso (0,6 mm), escogimiento medio


y granos subangulares con esfericidad media-baja. Está compuesta por cuarzo
monocristalino plutónico (16%), policristalino plutónico (4%) y volcánico (6%).
De igual forma presenta feldespato potásico tipo ortosa (8%) con textura
mesopertítica, plagioclasa tipo albita (4%), con textura mesopertítica y
fuertemente altera a sericita, y fragmentos de rocas de distintos tipos. Entre los
fragmentos de rocas se encuentran, metamórficos (5%) representados por
cuarcita y filita clorítica, y sedimentarios (2%) representados por chert y caliza
micrítica con precipitación de dolomita. De igual manera se encuentran
minerales accesorios como muscovita (1%), biotita (2%) y clorita (<1%). La matriz
(30%) está compuesta principalmente por minerales de arcilla no identificables
(25%) y caolinita (5%). El cemento se presenta como aros y envoltorios de granos,
y está constituido por cuarzo (8%), minerales de arcilla no identificables (5%) y
material carbonático (2%). La porosidad es principalmente por disolución de
granos (3%), aunque también se puede presentar de tipo intraparticula (1%) y
móldica (1%). Muestra La-1516A.

35
3. FORMACIÓN MATATERE

Waca lítica

Tienen un tamaño de grano promedio que varía de medio a muy grueso (0,6 -
1,2 mm), escogimiento que varía de bueno a pobre y granos subredondeados a
subangulares con esfericidad media a media-baja. Está compuesta por cuarzo
monocristalino metamórfico (0-25%), monocristalino plutónico (0-15%),
policristalino plutónico (5-10%), cuarzo volcánico (0- 15%), y plagioclasa tipo
andesina (2-15%) y albita (2%), alterando a material carbonático y sericita.
Abundan los fragmentos de rocas sedimentarias (5-15%, chert, limolita y caliza
donde se pueden apreciar fósiles reemplazados y micritizados, así como
distinguir miliólidos y moluscos.

De igual manera están presentes fragmentos metamórficos (5-20%, cuarcita y


filita micácea) (Fig. 4A), y fragmentos ígneos (0-10%), entre los que se
encuentran feno-riolita y feno-dacita (Fig. 4.B) ambas mostrando textura
afieltrada. Como minerales accesorios posee clorita (0-6%), muscovita (<1-5%),
limonita (0-2%), biotita (0-1%) y turmalina (0-1%). La matriz (15-20%) se
compone de cuarzo (0-15%), minerales de arcilla sin diferenciar (0-10%),
caolinita (0-5%) y limonita (0-5%). El cemento se presenta rellenando poros y
como envoltorios alrededor de los granos, siendo de material carbonático (2-
15%), óxidos de hierro no diferenciables (0-7%), minerales de arcilla sin
identificar (0-1%) y cuarzo (0-3%). La porosidad presente es intrapartícula (0-5%).

CONGLOMERADOS (Tabla 2)

Los afloramientos más conspicuos de conglomerado se localizan en la parte


más septentrional de la región de afloramientos de la Formación Matatere III,
desde Carora hasta Siquisique y Macuere. Los espesores son muy variables desde
centimétricos, hasta cerca de 40 m en el caso del Conglomerado de La
Cienaguita (hoja 6247-II-NO) (Fig. 5).

La totalidad de las muestras analizadas corresponden a la clasificación de


paraconglomerado, ya sea petromícticos y polimícticos. El contenido de matriz
varía entre 5-80%, siendo de tipo arenisca feldespática, arenisca lítica,
sublitarenita, waca feldespática y waca lítica. El contenido de clastos varía entre
20-80%, siendo el tamaño, la composición y las características texturales de los
mismos muy variables.

36
3. FORMACIÓN MATATERE

Minerales
Cuarzo monocristalino plutónico. Diámetro de unos 4 mm, bordes subredondeados
y esfericidad media-alta. Muestra La-1510A.

Cuarzo policristalino metamórfico. Diámetro entre 2 y 5 mm, bordes


subredondeados y esfericidad alta a media-baja. Muestras La-1528A.

Feldespato potásico. Diámetro ~2 mm, bordes redondeados y esfericidad media.


Muestra La-1520A.

Tabla 1. Composición de areniscas y wacas de la Formación Matatere III


(simplificado de MARTÍNEZ & VALLETA 2008).

37
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 4. Waca lítica. A: Clasto de filita micácea, La-1505C, NC. B: Clasto de feno-dacita,
con textura afieltrada, La-1521, NC. Ancho de la imágenes 1,5 mm.

Rocas sedimentarias

Conglomerado. Diámetro ~2,5 mm, bordes subredondeados y esfericidad


media-alta. Está compuesto principalmente por clastos de feno-andesita
piroxénica con textura afieltrada. Muestra La-1531A.

38
3. FORMACIÓN MATATERE

Arenisca. Varían entre 2 y 10 mm, siendo el promedio 5 mm, bordes


redondeados a subangulares, siendo los más abundantes subredondeados, y
esfericidad alta a baja. En general se componen de cuarzo con cantidades
menores de chert, muscovita y feldespato potásico, presentan escogimiento muy
variado y principalmente cemento de material carbonático. La-1537A, 1528A,
1529A, 1529B, 1530A, 1531A, 1534, 1525B, 1527A, 1539A.

Limolita. Poseen un diámetro muy variado entre 2-17 mm, siendo el


promedio 6 mm, bordes subredondeados y esfericidad media-alta a media-baja,
siendo la más abundante media baja. En general se componen de pequeños
granos de cuarzo, micas y arcillas. Algunos presentan recristalización de
radiolarios, moldes fósiles, clorita rellenando puntos de disolución y vetas
rellenas de material carbonático. Muestras La-1520A, 1520B, 1528A, 1529B,
1531A, 1534, 1525A, 1525B.

Lutita. Tienen un diámetro entre 2,5-10 mm, promedio de 4,5 mm, bordes
redondeados a subangulares, siendo redondeados los más abundantes, y
esfericidad media-alta a media. En general presentan minerales de arcilla, moldes
fósiles, microfósiles no identificados, recristalización de radiolarios y dolomita.
Muestras La-1537A, 1520A, 1529A, 1530A, 1534, 1539A.

Chert. Tamaño de 2 a 18 mm, con una media de 6 mm, bordes subangulares a


redondeados, siendo los más abundantes subredondeados, y esfericidad media a
baja. Algunos clastos presentan recristalización de radiolarios, bandeamiento,
cristales de dolomita y vetas rellenas de materia orgánica. Muestras La-1537A,
1520A, 1520B, 1528A, 1529A, 1529B, 1530A, 1531A, 1534, 1525A, 1525B,
1527A, 1539A.

Caliza. Diámetro 2 a 5 mm de bordes subredondeados y esfericidad media-


alta a baja. En general se observa abundante contenido de micrita, cemento de
microespato, fragmentos de algas, fragmentos fósiles no identificados y materia
orgánica preservada, rellenando vetas y bordeando los componentes de la roca.
Corresponde a un tipo de caliza común en la Formación La Luna (J. Méndez-B,
com. pers.). Muestras La-1520A, 1520B, 1528A.

Ágata. De 2 a 7 mm con bordes redondeados a subangulares y esfericidad


media-alta a baja. La roca se compone de cuarzo fibroso rellenando vetas y
recristalizado en formas redondeadas. Muestras La-1529, 1534.

39
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 5. Vistas de afloramientos de conglomerado de la Formación Matatere III, Quebrada


La Torta y camino entre Siquisique y Macuere.
La flecha anaranjada apunta a clastos de rocas ígneas félsicas.

Rocas volcánicas

Riolita. Diámetro de unos 4 mm, bordes redondeados y esfericidad media-alta.


En general se compone de fenocristales de plagioclasa tipo albita, feldespato
potásico (posiblemente sanidina) y muscovita. Muestra La-1534.

Dacita. Tamaño entre 2,5-6 mm con bordes redondeados a subangulares y


esfericidad alta a media-baja. Los fenocristales son de plagioclasa - albita y
feldespato-K tipo sanidina? en una matriz cuarzosa. Muestras La-1537A, La-
1520A, 1525A.

Feno-andesita. Diámetro muy variado de 2 a 20 mm, promedio 7 mm,


bordes redondeados a subredondeados, siendo subredondeados los más

40
3. FORMACIÓN MATATERE

abundantes, y esfericidad alta a baja. Contiene fenocristales de plagioclasa


andesina, alterada a material carbonático, y matriz con textura afieltrada, de flujo
o glomeroporfídica (Fig. 6). Están presentes máficos alterados a clorita y en
ocasiones vacuolas rellenas de cuarzo autigénico. Muestras La-1537A, 1520A,
1529B, 1530A, 1531A, 1534, 1525B, 1527A, 1539A.

Basalto. Varían de 3 y 12 mm con bordes subangulares a redondeados, siendo


éstos los más abundantes, y esfericidad baja a media-alta. Se observan
fenocristales de plagioclasa no identificada por la fuerte alteración a carbonatos,
y minerales máficos alterados a clorita y opacos. La matriz posee una coloración
oscura y en ocasiones se presenta desvitrificada o con textura glomeroporfídica.
Muestras La-1537A, 1520B, 1530A, 1527A, 1539.

Fig. 6. Feno-andesita. A: Textura glomeroporfídica, La-1520A, NC. B: Textura


afieltrada, La-1537A, Textura de flujo, La-1531A, NC. Ancho de imagen: 1,2 mm.

Rocas plutónicas

Granito. Diámetro de 2-6 mm, bordes redondeados a subredondeados y


esfericidad media-baja a baja. En general se componen de plagioclasa tipo albita,
ortosa pertítica, biotita, muscovita y óxidos de Fe. Muestras La-1520A, 1527A.

Meta-monzogranito. Presentan bordes subredondeados y esfericidad media-


alta y de 4 mm de diámetro medio. En general se compone de cuarzo, feldespato
alcalino alterado, clorita y zircón. Presenta una orientación que sugiere foliación
metamórfica. Muestra La-1534.

Sienita. Diámetro de 2,5-5 mm, bordes subredondeados a subangulares y


esfericidad media a media-baja. Se componen de ortosa, piroxeno alterando a
clorita, minerales de arcilla como productos de alteración y zircón. Muestras La-
1520B, 1528.
Diorita. Diámetro de 4,3 mm, bordes subangulares y esfericidad baja. Presenta
plagioclasa tipo andesina, y clorita como alteración de biotita, anfíbol y piroxeno
(Fig. 7). Muestra La-1527A.

41
3. FORMACIÓN MATATERE

Rocas metamórficas

Cuarcita. Varían entre 2-15 mm, promedio 7 mm, bordes principalmente


subredondeados, y esfericidad alta a media-baja. Poseen un pequeño porcentaje
de micas que marcan la alineación metamórfica. (Figs. 8). Muestras La-1537A,
1520A, 1520- B, 1528A, 1529A, 1529B, 1530A, 1531, 1525A, 1525B.

Filita. Diámetro: 2,5 a 4,5 mm, bordes subredondeados y esfericidad baja. Se


caracteriza por la presencia de micas. Muestras La-1520A, 1529B.

Gneis sillimanítico. Un solo clasto de 5 mm, bordes redondeados y


esfericidad alta. La roca presenta cuarzo con bordes muy suturados, está
atravesado por una zona cizallada y presenta pequeños cristales de granate. La
sillimanita se presenta en la variedad fibrolita (Fig. 10). Muestra La-1534.

Cloritocita. Tamaño entre 2,0-4,7 mm, bordes redondeados a subredondeados


y esfericidad media a baja. Constituida por clorita de color de interferencia verde,
ligeramente orientados (Fig. 9).

Fig. 7. Clasto de diorita hornbléndica. La-1527A, NC. Ancho de la imagen: 1,2 mm.

42
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 8. Clastos de cuarcita. A: La-1529B, NC. B: La-1530A, NC.


Ancho de imagen: 1,2 mm.

Fig. 9. Clasto de cloritocita. A: La-1520A, NC. Ancho de imagen: 1,2 mm.

43
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 10. Clasto de gneis sillimanítico. La-1534, NC. Cuarzo en color gris, sillimanita en
forma de fibras. Ancho de las imágenes: A: 7 mm, B: 3 mm, C: 0,3 mm, D: 0,2 mm.
Fotomicrografías de F. Urbani

44
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 2. Composición de conglomerados de la Formación Matatere III


(simplificado de MARTÍNEZ & VALLETA 2008).

45
3. FORMACIÓN MATATERE

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3. FORMACIÓN MATATERE

47
3. FORMACIÓN MATATERE

48
3. FORMACIÓN MATATERE

CLASTOS DENTRO DE CONGLOMERADOS,


ANALIZADOS DE FORMA INDIVIDUAL
Se escogieron 32 clastos incluidos en los conglomerados, los cuales por su
tamaño centimétrico pudieron ser estudiados en detalle de forma individual.
Estos resultaron clasificados como: sedimentarias (conglomerado, arenisca
cuarzosa, waca cuarzosa, arenisca lítica, chert, micrita, ágata); volcánicas (feno-
latita porfídica, feno-dacita porfídica, feno-andesita porfídica, basalto andesítico
porfídico, toba basáltica, metatoba de ceniza vítrea); plutónicas (tonalita,
granodiorita, diorita, leucogabro, gabro). A continuación se presentan los
resultados obtenidos para cada uno de ellos:

Rocas sedimentarias

Conglomerado. Un clasto de 12 cm, bordes redondeados y esfericidad baja.


Se trata de un paraconglomerado, petromíctico y polimíctico, compuesto por
clastos (50%), matriz (40%) y cemento (10%). Los clastos que contiene están
representados por: Fragmentos de chert, con diámetro aproximado de 10,5 mm,
bordes subredondeados a subangulares y esfericidad media- baja a baja. En
general presentan recristalización de radiolarios, fracturas rellenas de material
carbonático y bandeamiento. Fragmentos de cuarcita, con diámetro aproximado
de 3 mm, bordes subangulares y esfericidad baja. En general contienen micas
que marcan la alineación metamórfica. La matriz se compone de minerales de
arcilla y fragmentos de roca. El cemento se presenta rellenando poros y consiste en
material carbonático y minerales de arcilla. Muestra La-1531B.

Arenisca cuarzosa. Diámetro de 4 cm, bordes redondeados y esfericidad


media-baja. La roca se caracteriza por presentar un tamaño de grano medio (0,3
mm), escogimiento muy pobre y granos subredondeados a subangulares con

49
3. FORMACIÓN MATATERE

esfericidad media-alta. Está compuesta principalmente por cuarzo monocristalino


metamórfico (40%). Están presentes en proporciones menores, cuarzo
monocristalino plutónico (1%), plagioclasa (1%), fragmentos de lutita (1%), y
minerales accesorios como muscovita (<1), zircón (1%), turmalina (<1%) y
limonita (2%). La matriz (15%) se compone por minerales de arcilla. El cemento se
presenta como sobre-crecimientos y rellenando poros, siendo principalmente de
cuarzo (25%). En menor proporción se encuentra cemento de óxido de hierro
(5%) y minerales de arcilla (5%). No presenta porosidad.

Waca cuarzosa. De 4 cm con bordes redondeados a subredondeados y


esfericidad media-alta. La roca presenta un tamaño de grano promedio fino (0,1
mm), escogimiento bueno y granos subredondeados con esfericidad baja. Se
compone principalmente por cuarzo monocristalino plutónico (50%) y cuarzo
volcánico (15%). Como minerales accesorios, presenta muscovita (3%), pirita (1%),
hematita (1%) y clorita (<1%). La matriz (20%) está compuesta por minerales de
arcilla (15%), material carbonático (5%) y caolinita (<1%). El cemento se presenta
rellenando poros y consiste en cuarzo microcristalino (5%), material carbonático
(4%) e ilmenita (1%). No presenta porosidad. Muestra La-1531D.

Arenisca lítica. Bordes redondeados a subredondeados y esfericidad media-


alta. Diámetro: 4 cm. La roca presenta un tamaño de grano promedio que varía
de muy fino a muy grueso (0,2 - 1,1 mm), escogimiento que varía de medio a
muy pobre y granos subredondeados a subangulares con esfericidad media-alta a
media-baja. Está compuesta principalmente por fragmentos de rocas sedimentarias
(13-58%) entre los cuales se encuentran lutita, chert con recristalización de
radiolarios, y fragmentos de arenisca compuesta por cuarzo, feldespato potásico
y plagioclasa. De igual manera están presentes fragmentos metamórficos (5-
10%), tipo cuarcita (Fig. 1A) y filita micácea (Fig, 11B), y fragmentos de rocas
ígneas (0-5%), plutónicas compuestas por albita y ortosa, y volcánicas (feno-
dacita) compuestas por fenocristales de oligoclasa en matriz afieltrada. El
contenido de cuarzo está representado por cuarzo monocristalino plutónico (4-
30%), monocristalino metamórfico (3-18%), policristalino plutónico (0-5%),
policristalino metamórfico (0-3%) y volcánico (0-3%). De igual manera están
presentes plagioclasa tipo albita-oligoclasa (1-4%), feldespato potásico tipo
ortosa (0-4%) y minerales accesorios como muscovita (<1%), zircón (0-2%),
turmalina (<1%), clorita (<1%), ilmenita, pirita y limonita (1-5%). La matriz (5-
10%) se compone de minerales de arcilla sin diferenciar. El cemento es de
carbonático (0-40%) el cual se presenta rellenando poros, y de cuarzo (0-5%) el
cual se presenta como sobrecrecimiento sobre granos detríticos. La porosidad es
secundaria (0-10%) por disolución de granos y cemento. La-1530E.

50
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 11. Arenisca lítica. A: Clasto de cuarcita, La-1530E, NC. B: Clasto de filita
micácea, La-1530F, NC. Ancho de las imágenes: A: 1,2 mm, B: 0,6 mm.

Chert. Bordes subredondeados y esfericidad media-alta. Diámetro de 4,5 cm.


La roca presenta bandeamiento, marcado por la alteración a material carbonático
y la presencia de hematita en una dirección preferencial. Posee muy delgadas
vetas de calcita que cortan perpendicularmente el bandeamiento. Contiene pirita
como mineral accesorio. Muestra La-1531F.

Micrita. Bordes bien redondeados y esfericidad baja. Clasto de 7 cm, La roca


está compuesta por micrita (80%) y cemento tipo pseudoespato (10%). Presenta,
en menor proporción, extraclastos de cuarzo (7%), zircón (<1%) y limonita
(1%), e intraclastos tipo fragmentos de caliza (2%) y fragmentos fósiles sin
diferenciar (<1%).

Ágata. Clastos con diámetros entre 2 y 7 cm, bordes redondeados a


subredondeados y esfericidad media a baja. La roca constituye un depósito
químico de sílice, caracterizado por la presencia de formas concéntricas (Fig
12B) y sílice con habito fibroso (Fig 12B). Presenta hematita y dolomita
euhedrales y se encuentra atravesada por numerosas vetas de calcita y sílice.

Rocas volcánicas (Tabla 3)

Feno-latita porfídica. Clasto de 3 cm, bordes bien redondeados y esfericidad


media a baja. La roca se caracteriza por ser hipocristalina, afanítica e
inequigranular porfídica. Los fenocristales están compuestos por plagioclasa (10%)
no identificada por la fuerte alteración a carbonatos, clorita como alteración de
minerales máficos (15%) y carbonatos como alteración de plagioclasa (10%). La
matriz (60%) está compuesta por microlitos de feldespatos, clorita, limonita e
ilmenita. No exhibe ninguna textura característica.

51
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 12. Clastos de ágata. A: Texturas concéntricas, La-1526A, NC. B: Cuarzo fibroso,
La-1526A, NC. Ancho de las imágenes: 1,2 mm.

Feno-dacita porfídica. Clastos de 2 a 5 cm, bordes muy redondeados a


redondeados y esfericidad alta a baja. La roca es hipocristalina, afanítica e
inequigranular porfídica. Los fenocristales están compuestos por plagioclasa (10-
15%, andesina - oligoclasa) en ocasiones fuertemente alterada a sericita y calcita,
cuarzo (5-7%), feldespato-K (0-5%, ¿sanidina?), clorita por alteración de
piroxeno y biotita (0-10%), biotita no alterada (0-10%) y carbonatos como
alteración de plagioclasa (0-15%). Presenta textura glomeroporfídica en los
fenocristales de plagioclasa (Fig. 13). La matriz (53-70%) se compone de cuarzo y
feldespato, se encuentra alterada a material carbonático y posee textura de flujo
alrededor de los fenocristales. Se presenta plagioclasa glomeroporfídica.

Fig. 13. Feno-dacita porfídica. A: Fotografía tomada en el campo mostrando el clasto de 5


cm de diámetro, La-1530L. B: Fenocristales de plagioclasa con textura glomeroporfídica, La-
1530B, NC. Ancho de las imágenes: 1,2 mm.

Feno-andesita porfídica. Estos clastos tienen diámetros variables de 3-8 cm,


con bordes redondeados a subredondeados y esfericidad media-alta a media-

52
3. FORMACIÓN MATATERE

baja. La roca es hipocristalina, afanítica e inequigranular porfídica. Los fenocristales


(Fig. 14) están compuestos por plagioclasa (10-30%, andesita), alterando a
sericita, material carbonático y epidoto; feldespato-K (0-5%, ¿sanidina?)
alterando a minerales de arcilla, piroxenos (0-12%) algunos identificados como
clinopiroxeno y en ocasiones no identificables por la fuerte alteración a clorita,
calcita y óxidos; biotita (0-5%) sin alterar, clorita (0-15%) como producto de la
alteración de piroxeno y biotita; material carbonático (0-10%) como alteración
de feldespatos y piroxenos. La matriz (40-85%) se compone principalmente de
microlitos de plagioclasa desorientados, presentando textura afieltrada y en
ocasiones de flujo en los bordes de los fenocristales. De igual manera está
compuesta por limonita, clorita y feldespato potásico. Se presenta
ocasionalmente, textura glomeroporfídica en los fenocristales de plagioclasa y
feldespato potásico, y amigdaloide con vacuolas rellenas de cuarzo autigénico,
clorita, calcita, estilopmelana? y epidoto (Fig. 14).

Fig. 14. Feno-andesita.


A: Fotografía tomada en el
campo, el clasto mide 4 cm, La-
1530J.
B: Vacuolas rellenas de clorita,
epidoto, cuarzo y
estilpnomelana?, La-1530J,
NC. C: Fenocristales de
plagioclasa, uno con crecimiento
epitaxial, La-1528E.

Basalto andesítico porfídico. Posee bordes redondeados y esfericidad alta a


media. Diámetro de 3 cm, La roca es hipocristalina, afanítica e inequigranular

53
3. FORMACIÓN MATATERE

porfídica. Los fenocristales se componen de plagioclasa (15%, andesina), clorita


como producto de alteración de minerales máficos (5%). La matriz (80%)
presenta textura afieltrada, y está compuesta por microlitos de plagioclasa y
máficos no diferenciables alterados a clorita. Muestra La-1530N.

Toba basáltica. Clasto con diámetro de 3 cm, bordes subangulares y


esfericidad media a baja. La roca se caracteriza por ser hipocristalina, afanítica e
inequigranular porfídica. Los fenocristales se componen de plagioclasa (30%,
andesita) fuertemente alterada a minerales de arcilla y material carbonático;
feldespato-K (15%) con fuerte alteración a minerales de arcilla, y clorita (35%)
como producto de alteración de anfíboles y biotita posiblemente. Como
minerales accesorios se encuentra leucoxeno (5%) y apatito (<1%). Presenta
zonación en la plagioclasa y textura poiquilítica la plagioclasa y la clorita. La
matriz (15%) se compone completamente de minerales de arcilla no
diferenciables. Muestra La-1525E.

Metatoba de ceniza vítrea. Tiene un diámetro aproximado de 4 cm, bordes


subredondeados y esfericidad baja. La roca se caracteriza por ser holohialina y
afanítica. Está compuesta únicamente por matriz vítrea muy fina con presencia
de minerales opacos, donde se distingue pirita. Muestra La-1527E.

Rocas plutónicas (Tabla 3)

Tonalita. Bordes bien redondeados a redondeados y esfericidad media a baja


Diámetro de 8 cm (Fig. 15). Se compone de cuarzo (20-35%), plagioclasa (43-
55%, oligoclasa-albita) alterada a sericita y material carbonático; feldespato-K (0-
5%, ortosa) fuertemente alterado a sericita; hornblenda (0-10%) alterando a
clorita; biotita (0-5%) alterando a clorita, clorita (3-12%), material carbonático
rellenando poros y por alteración de plagioclasa (2-10%), zircón (<1%) y apatito
(<1%). Se presentan texturas antipertítica y poiquilítica evidenciada por
plagioclasa con inclusiones de hornblenda y clorita. Presentan un ligero
bandeamiento. Muestras La-1528C, 1530G.

54
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 15. Tonalita. A: Clasto de unos 8 cm, La-1530G. B: Cristales de plagioclasa, ortosa
y biotita cloritizada, La-1528C. Ancho de la fotomicrografía: 1,2 mm.

Granodiorita. Diámetro de 12 cm, bordes subredondeados y esfericidad


media-alta. Se compone de cuarzo (15%), plagioclasa zonada (30%, andesina)
alterada a minerales de arcilla y carbonatos, feldespato-K (10%, ortosa), clorita
como producto de alteración (21%), carbonatos como producto de alteración
(20%), biotita (3%) y granate (<1%). Muestra La-1527C.

Diorita. Bordes redondeados y esfericidad alta a media. Éste posee un


diámetro de 7 cm. Se compone de cuarzo (7%), plagioclasa (60%, oligoclasa)
medianamente alterada a sericita y material carbonático, feldespato-K (1%,
ortosa) alterando a minerales de arcilla; y piroxeno (2%), anfíbol (<1%) y biotita,
fuertemente alterados a material carbonático (10%) y a clorita (10%). Algunos
cristales de plagioclasa presentan textura antipertítica.

Leucogabro. Diámetro de 4 cm, bordes redondeados y esfericidad media a


baja. Se compone de cuarzo (3%), plagioclasa (75%, labradorita), con poca
alteración a sericita, feldespato-K (2%, ortosa), muscovita (1%), y clorita (10%) y
material carbonático (10%) como productos de alteración. Muestra La-1530M.

Gabro. Clasto de 10 cm, bordes bien redondeados y esfericidad baja. Se


compone de cuarzo (5%), plagioclasa (63%, bitownita) alterada a sericita, clorita
(20%) y material carbonático (10%) como productos de alteración. Se presenta
zonación en la plagioclasa. Muestra La-1531C.

55
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 3. Mineralogía y clasificación de clastos de rocas ígneas incluidos en


conglomerados. (Simplificado a partir de MARTÍNEZ & VALLETA 2008).

56
3. FORMACIÓN MATATERE

3. CAPAS DE PEÑONES
Por Franco URBANI, David MENDI y Daniel RICCI

ANTECEDENTES

En la región centro-occidental del país, mayormente entre las poblaciones de


Barquisimeto, Siquisique y Carora, aflora una extensa unidad turbidítica que en
los trabajos de las empresas petroleras desde 1928, hasta los muy conocidos
mapas de la Creole Petroleum Corporation (MCDANIEL 1960, JEFFERSON
1960), fue cartografiada como “Formación Misoa/Trujillo” y asignada al
Paleoceno-Eoceno. Posteriormente, en los trabajos del Ministerio de Minas e
Hidrocarburos la unidad fue estudiada y cartografiada como Formación Matatere
(BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1967, 1968; ANÓNIMO 1997a).

En la Formación Matatere se encuentran niveles con abundantes peñones de


diversos tamaños y tipos de rocas, la más conspicua de dichas capas aflora en las
cercanías de los caseríos de Paragüito y Parapara, ubicados al noreste de Carora.
Esta localidad es conocida desde las primeras exploraciones en los años 1920´s,
debido a la presencia de bloques de caliza del Cretácico y de rocas plutónicas
félsicas, incluidas en las rocas más jóvenes del Terciario. Otto RENZ (1949) es
quién realiza la cartografía geológica más detallada del cuadrante noroccidental
del estado Lara, publicando la descripción formal de la “Capa de Peñones de
Paragüito” (RENZ et al. 1955), así como la cartografía de toda la región (RENZ
1960) (Fig. 16).

Diversos autores han observado que dentro de la extensa área de afloramientos


de la hoy llamada Formación Matatere, se encuentran capas de peñones de una
amplia gama de tamaños y litologías, constituidos por rocas ígneo-metamórficas
pre-cretácicas y sedimentarias cretácicas y paleocenas, así mismo hay grandes
cuerpos con dimensiones variables, desde pocos metros, incluyendo
decamétricos y unos pocos hectométricos (RENZ et al. 1955; CORONEL &
RENZ 1960).

La Capa de Peñones de Paragüito ha sido reseñada como inválida en la


segunda y tercera edición del Léxico Estratigráfico de Venezuela (CVET 1970,
SCHERER (ed.) 1997). Igual suerte tuvo la "Capa de Cantos de Pavia” que fuera
definida adecuadamente por BUSHMAN (1965).

Estas unidades han permanecido olvidadas, pero debido a trabajos recientes en


la zona de La Mesa (Fig. 17) y Paragüito (Fig. 18), se considera pertinente

57
3. FORMACIÓN MATATERE

resumir la información disponible y presentar nuevos datos e interpretaciones,


incluyendo la geocronología U-Pb de cristales de zircón de un bloque de granito
incluido en la Capa de Peñones de Paragüito.

Fig. 16. Mapa de localización regional. Los recuadros ubican las figuras 2, 3, 5 y 8.

En este trabajo se propone formalizar la definición de la Capa de Peñones de


Paragüito y de la Capa de Cantos de Pavia, como subunidades válidas incluidas
dentro de la Formación Matatere. Para ello se da cumplimiento a los artículos 17,
18, 19 y 26 del Código Estratigráfico Norteamericano (NACSN 2005), pero hacemos
notar que utilizamos esta obra en particular, ya que las comisiones redactoras del
Léxico Estratigráfico de Venezuela de 1956, 1970 y 1997 (CVET 1956, 1970,
SCHERER (ed.) 1997), utilizaron esta misma obra en sus tres ediciones
anteriores.
Adicionalmente, dentro de la secuencia de la Formación Matatere hay otras
capas de peñones que no han sido nombradas formalmente, sobre las cuales
también se resumirá su conocimiento actual.

58
3. FORMACIÓN MATATERE

ASPECTOS REGIONALES

Zona de Paragüito-Parapara-Bucarito, noreste de Carora

Paragüito es un caserío de se ubica a unos 8 km al norte de la población de Río


Tocuyo, a su vez localizado a 18 km al noreste de Carora, en el Municipio Torres
del estado Lara (Fig. 18). Allí se encuentra la bifurcación de las carreteras que
van a los poblados de Siquisique y Parapara.

Esta región fue explorada en 1928 por el geólogo suizo Dr. Albert Ochsner de
la empresa The Caribbean Petroleum Corporation (CPC) del grupo Royal
Dutch/Shell (OCHSNER 1930). Sus muestras fueron examinadas
macroscópicamente por HALLIDAY (1930) quien identifica algunas de granito.
El autor también describe bloques de caliza tipo La Luna rodeados de lutita del
Terciario en la localidad de El Chino, cerca de Río Tocuyo (también citado por
RENZ et al. 1955).

En 1929 el geólogo Dr. Louis Kehrer (1897-1979) de la CPC inicia el


levantamiento geológico sistemático del norte de Lara a escala 1: 100.000,
incluyendo la región de Parapara y Paragüito (KEHRER 1930). Al año siguiente,
el mismo geólogo guía una excursión geológica desde Urumaco hasta Carora,
donde participa el petrólogo Dr. Louis Martin Robert Rutten (1884-1946) de la
Universidad de Utrecht, acompañado de su esposa, seis de sus estudiantes y el
paleontólogo M. W. F. Tweedie de la CPC (TWEEDIE 1930). El 31 de julio
1930 se encuentran en la zona de Paragüito donde estudian tanto las rocas
ígneas, como los afloramientos de caliza cretácica en los cuales colectan
amonites. El principal interés del Dr. Rutten eran los afloramientos de rocas
ígneas y metamórficas del norte de Venezuela, a fin de explicar la presencia de
clastos de esta naturaleza encontrados en el conglomerado de la Formación
Soebi Blanco de la isla de Bonaire (URBANI et al. 2012). Para la biografía del Dr.
L. Kehrer puede consultarse a URBANI (2011).

Posteriormente, el Prof. Rutten publica la determinación petrográfica de la


roca ígnea del sitio de Paragüito, e indica que corresponde a “un dique ígneo en
una caliza del Cretácico, al NNE de Río Tocuyo”, luego la describe como “una
roca granular con albita un tanto idiomórfica, con ortosa y cuarzo totalmente
xenomórfico; con biotita y moscovita meteorizada y con trazas de turmalina y
granate idiomórfico. Granito binario cataclástico” (RUTTEN 1931). Pero
evidentemente no se trata de un dique.

59
3. FORMACIÓN MATATERE

El petrólogo holandés H. M. E. Schürmann (1891-1979) a comienzos del año


1933, también con apoyo de la empresa CPC, realiza una excursión en el
occidente y centro de Venezuela. De la zona general de “Río Tocuyo”,
probablemente de Paragüito, menciona un granito de dos micas del cual presenta
un análisis químico parcial (K2O 0,92% y Na2O 5,75%). Indica que es intrusivo
en el Cretácico-Eoceno, e interpreta que no puede ser más joven que el
Oligoceno, dado que arriba está la discordancia con rocas de esa edad. Lo
considera equivalente a un granito ubicado a 30 km al este de Mene Grande (hoy
conocido como Granito de El Baño) (SCHÜRMANN 1934). Este autor
reconoce haber recibido información del Dr. Kehrer y cita la publicación previa
del Dr. Rutten.

KEHRER (1937: 58) en su trabajo publicado en el Primer Congreso


Geológico Venezolano, dice: “En el norte del estado Lara, compuesto mayormente por
estratos del Terciario, hay capas del Cretácico conectadas con intrusiones de rocas ígneas que
inesperadamente aparecen en superficie en varios lugares. Como un ejemplo podemos mencionar
el afloramiento de caliza de La Luna a unos 5 km al oeste de Parapara (en la carretera de
Carora a Siquisique) conectado con diques de granito de dos micas. La caliza tiene una buena
cantidad de fósiles como Inoceramus sp., dientes, vértebras, espinas y escamas de peces, y
varios amonites”.

A partir de la anterior publicación, la información del bloque de granito


hallado en Paragüito, erróneamente interpretado como intrusivo en las rocas
sedimentarias cretácicas, se repite en los siguientes trabajos:

- Los geólogos Víctor M. López y John Brineman dicen que “Al oeste de
Parapara (carretera Carora-Siquisique), se encuentra un granito binario… Por lo regular,
cerca de estos cuerpos ígneos se han observado afloramientos de rocas cretácicas dentro de
sedimentos terciarios” (LÓPEZ & BRINEMAN 1943: 34).

- El Prof. Walter H. Bucher dice “La caliza de La Luna aflora entre las rocas del
Terciario a 5 km al oeste de Parapara, en la carretera de Carora a Siquisique. Está cortada
por diques de granito biotítico-muscovítico” (BUCHER 1952: 37).

- Los geólogos Luis Carmona y Raúl Laforest citan “Se conoce de la existencia de
intrusiones graníticas dentro del Eoceno, al oeste de Parapara, en la carretera Carora-
Siquisique” (CARMONA & LAFOREST 1953: 72).

- KEHRER (1956: 343) vuelve a mencionar el granito de dos micas.

60
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 17. Mapa geológico de la zona de La Mesa y del yacimiento de mercurio de San Jacinto.
Topografía según la hoja 6147-II-SE; geología de GODDARD & CASTILLO 1970.

61
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 18. Mapa geológico de la zona de Paragüito. Topografía según hoja 6347; geología de
la hoja D-5-A de la Creole Petroleum Corporation y STEPHAN (1982).

En 1948, el geólogo Dr. Otto Renz (1906-1992) de la CPC realiza el


levantamiento geológico a escala 1:40k de la región comprendida entre Río
Tocuyo y Siquisique (RENZ 1949), allí cartografía la Capa de Peñones de
Paragüito. Las muestras recogidas por Renz son estudiadas por varios
profesionales y los importantes resultados que habían permanecido inéditos, se
resumen a continuación:

a) El petrógrafo holandés J. Heering determina tres grupos de rocas ígneas


incluidas en las rocas sedimentarias (HEERING 1949):
+ Primeramente menciona un grupo de rocas que define como “intrusivas
graníticas” y las describe como “granito cataclástico, contentivo de cuarzo, ortosa,
oligoclasa-andesina y biotita como componentes principales. La mirmequitización es común”.
Estas probablemente correspondan al granito “intrusivo” en caliza de los autores
previos, pero llama la atención que no lo clasificara como granito binario.
+ El segundo grupo corresponde a clastos contenidos dentro de muestras de
caliza del Cretácico (que denomina como tipo La Luna y Cogollo), allí encuentra
dacita que atribuye a la Formación La Quinta, ortogneis, granito cataclástico y
sienita de color marrón.
+ En muestras de conglomerado polimíctico identifica clastos de dacita, así
como de otras rocas volcánicas probablemente del tipo La Quinta, de granito
cataclástico, de gneis cuarzo micáceo y de cuarcita. Estas muestras fueron
estudiadas nuevamente por STREIFF (1950).

62
3. FORMACIÓN MATATERE

b) El paleontólogo holandés B. van Raadshooven expresa que las muestras que


examinó son más o menos conglomeráticas y difieren sólo en el tamaño y
cantidades de los clastos, mientras que el cemento es siempre una caliza
recristalizada. Entre la variedad de fragmentos hay algunos de caliza
recristalizada de grano fino a veces con abundante Lithothamnium y otras con
grandes foraminíferos. Entre la fauna de grandes foraminíferos encuentra dos
poblaciones (VAN RAADSHOOVEN 1949: 1-2): (1) Una correspondiente a
ejemplares rotos y retrabajados que comprenden: Discocyclina (3 variedades),
Bontourina inflata, Athecocyclina spp., Ranikothalia spp. y Amphistegina sp., que
sugieren una edad Paleoceno. (2) En un segundo grupo no retrabajado identifica
a Discocyclina? nov. spec., Pseudophragmina (Proporocyclina) cf. cushmani, Asterocyclina
sp. y Amphistegina cf. senni Cushman, que sugieren una edad post- Paleoceno o
mejor Eoceno Medio. Estas especies post-paleocenas forman la fauna completa
de las muestras menos conglomeráticas, mientras que en las más conglomeráticas
se encuentran en el cemento junto con la fauna retrabajada del Paleoceno.
También hay foraminíferos pequeños tales como Globigerina, Globorotalia,
Miliolidae y Planorbulina?, también presentes en el cemento, de la cual la última
especie también corresponde a una edad post-Paleoceno.

Estos informes resaltan la presencia de clastos de una amplia variedad de rocas


ígneas félsicas, tanto plutónicas como volcánicas, así como rocas sedimentarias y
metamórficas (metagraníticas y metasedimentarias).

A los pocos meses de concluir el trabajo del Dr. Renz, y en parte para resolver
la discrepancia surgida con la edad de las rocas ígneas de la zona de Siquisique:
interpretadas como post- Cretácico por KEHRER (1930) y pre-Cretácico por
RENZ (1949), con las repercusiones que ello tenía para la comprensión del
sistema petrolero. Envían a P. F. Kiewiet de Jonge para trabajar entre Siquisique
y Río Tocuyo durante los meses de octubre 1949 a febrero 1950. En la zona de
Paragüito estudia los afloramientos de “caliza cretácica” y en ella encuentra el
amonite Oxytropidoceras multifidum de edad Albiense medio (Grupo Cogollo).
También menciona que su Formación Calichal (hoy Formación Matatere),
incluye bloques de granito que están confinados en horizontes, pero cuya
extensión lateral no pudo determinar (KIEWIET DE JONGE 1950: 6).

En 1953 el geólogo R. Lakeman de la Cia. Shell de Venezuela continúa la


cartografía entre Baragua, Paragüito y San Pablo, pero su trabajo no se concreta
en un informe. Este autor junto a O. Renz, elaboran una sección geológica
donde representan las capas de peñones e interpretan que son debidas a
deslizamientos submarinos, con los materiales procedentes fundamentalmente
del norte desde lo que denominan como el “Alto de Siquisique” (RENZ &

63
3. FORMACIÓN MATATERE

LAKEMAN 1953). A partir de mayo de ese mismo año, el levantamiento


geológico es continuado hacia noreste hasta el poblado de Matatere por el
geólogo E. van der Meulen, quien cartografía la capa de Paragüito hasta unos 40
km al este de la localidad tipo. También cartografía capas de peñones y ubica
localidades aisladas con olistolitos de rocas ígneas (VAN DER MEULEN 1954).

Los geólogos Renz, Lakeman y van der Meulen presentan la primera


publicación formal con la interpretación de deslizamientos submarinos. Además
definen formalmente la Capa de Peñones de Paragüito (“Paragüito Boulder
Bed”, RENZ et al. 1955), incluyendo una columna de la unidad (Fig. 19, 20).

A los pocos años, RENZ (1960) publica un mapa (Fig. 20) del norte del estado
Lara, que sintetiza los trabajos inéditos de Renz, Lakeman y van der Meulen,
mostrando la extensión total de la Capa de Peñones de Paragüito por casi 45 km.

Dentro de las campañas de geología de superficie de la empresa Creole


Petroleum Corporation, la zona de Paragüito-Parapara-Bucarito fue cubierta por
las cuadrillas de Charlie C. Jefferson Jr. y E. L. McDaniel. En las cercanías de
Paragüito cartografían a la Formación Misoa/Trujillo (actual Formación
Matatere) y dentro de ella a un cuerpo hectométrico de la Formación La Luna
(JEFFERSON Jr. 1960, MCDANIEL 1960). Esta localidad fue examinada en
nuestro trabajo de campo, pudiendo observar que realmente hay una zona con
abundantes olistolitos métricos- decamétricos de la Formación La Luna, también
bloques submétricos de rocas ígneas y de caliza tipo Apón, pero no es un cuerpo
único hectométrico de La Luna (MARTÍNEZ & VALLETA 2008).

La tesis doctoral de Jean-François Stephan de 1982 contiene la más completa


descripción de la Formación Matatere (STEPHAN 1982). En la zona de
Paragüito menciona, cartografía e ilustra el horizonte de peñones sin darle
nombre formal. Este autor subdivide a la Formación Matatere en tres
subunidades informales que denomina I, II y III, que corresponden
aproximadamente a las zonas de edades Paleoceno, Eoceno Temprano y Eoceno
Medio de RENZ (1960), respectivamente. La Capa de Peñones de Paragüito
queda incluida en Matatere III. Adicionalmente presenta un mapa geológico de
la distribución de la capa de peñones desde Paragüito hasta Guásima (Fig. 20).
En esta última localidad, ubicada en la margen derecha del río Tocuyo a unos 8
km al este de Paragüito, levanta una sección geológica. También menciona un
bloque decamétrico de caliza paleocena denominado Peña Azul, y al igual que
los autores previos, señala que los bloques más abundantes son de caliza, de
edad variable: Paleoceno, Cretácico Temprano y Cretácico Tardío. Este autor
presenta un dibujos del aspecto de una de estas capas (Fig. 21).

64
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 19. Columna estratigráfica generalizada de la Capa de Peñones de Paragüito en la


localidad tipo. Escala: aproximadamente 200m de espesor (RENZ et al. 1955).

65
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 20. Mapa geológico de la región de Río Tocuyo-Bucarito-Bobare, estado Lara. La


Capa de Peñones de Paragüito corresponde a la serie de puntos que va desde Paragüito,
continuando hacia las quebradas Parapara y Cambural, para terminar en la qda. Morrocoy.
Mapa integrado a partir de RENZ (1960), McDANIEL (1960), JEFFERSON (1960),
BELLIZZIA et al. (1968) y STEPHAN (1982: 267, 1985: pl. 3).

66
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 21. Capas de peñones de la Quebrada Paparapa.


Tomado de STEPHAN (1982: 263),

NOGUERA et al. (2008) determinaron las edades U-Pb de 683 granos


detríticos de zircón extraídos de nueve muestras de arenisca gruesa de la
Formación Matatere, a partir de lo cual presentan diversas interpretaciones
geodinámicas. Una de sus muestras fue colectada a 4 km al noroeste de
Paragüito.

Para la Capa de Peñones de Paragüito, MARTÍNEZ & VALLETTA (2008)


describen rocas volcánicas y plutónicas félsicas, así como caliza de la Formación
La Luna y del Grupo Cogollo

Zona norte de Barquisimeto

En la Qda. El Mamón ubicada en los alrededores del km 9 de la carretera vieja


Barquisimeto - Carora, hoy una zona de urbanismo informal, EVANOFF et al.
(1955, 1959) describen la presencia de clastos de rocas ígneas incluidos en las
rocas terciarias (hoy Formación Matatere). En una de sus fotografías (Fig. 22a)
se observa un bloque de aproximadamente 1 m de diámetro mostrando un
granito con probables enclaves de gneis.

En 1958 el geólogo Jess R. Bushman (1921-2006) de la Universidad de


Princeton, presenta su tesis doctoral sobre la geología de la región de
Barquisimeto, donde describe una unidad que denomina "Facies de capa de

67
3. FORMACIÓN MATATERE

peñones de Pavia” (Pavia Boulder-bed facies) (BUSHMAN 1958: 77, 1959: 71).
En las traducciones al español que se hicieron de sus obras, aparece escrito
incorrectamente como “Capas de cantos de Pavia” o “Facies de Bloques de
Pavia” (BUSHMAN 1960, 1965: 51-60). Su descripción es muy completa e
indica la presencia de bloques y peñones mayormente de caliza cretácica, pero
también de rocas ígneas, desde granito a diorita de grano medio a grueso, de los
cuales algunos corresponden a rocas foliadas. Los fragmentos están rodeados de
lutita gris de limolítica a arenosa. El autor incluye su cartografía geológica.

El 4 de diciembre de 1959 para el III Congreso Geológico Venezolano, Bushman


guía una excursión a lo largo de la carretera Barquisimeto-Carora, con paradas en
los kilómetros 9,0 y 9,2 (Fig. 22a) y también en los km 32 (Fig. 22b) y 41,5 para
observar afloramientos de otras capas de peñones (BUSHMAN 1960).

Fig. 22a. Peñón de granito con relaciones intrusivas en un gneis, quebrada El Mamón,
Altos de Pavia. Gr.: granito, Gn.: gneis. Fotografía de EVANOFF et al. (1959)

Otras capas de peñones en la literatura


Adicionalmente a las capas de Paragüito y Pavia, dentro de la Formación
Matatere se han descrito y cartografiado otros niveles de peñones y bloques.
BUCHER (1952: 37) menciona la presencia de capas similares en la antigua

68
3. FORMACIÓN MATATERE

carretera Barquisimeto-Carora, cerca de Punta de La Sabana y cerca de Los


Yabos (ver ubicación en los mapas de BUSHMAN, 1960), con la presencia de
clastos redondeados de granito, diorita y caliza. Los interpreta como “bloques
exóticos” que llegaron a su posición final por deslizamientos submarinos. Le
llama la atención la presencia de granito de grano grueso, e indica que los
afloramientos de la unidad más cercana de este tipo de rocas están en la zona de
Yaritagua (BUCHER 1952: 55-56), por ello interpreta que la fuente puede bien
haber estado hasta a más de 60 km al norte o el noreste.

EVANOFF et al. (1955, 1959) trabajan en la antigua carretera Barquisimeto-


Carora, presentando numerosas fotografías y mapas topográficos muy detallados
que muestran la ocurrencia de grandes bloques exóticos métricos a decamétricos
(olistolitos), así como una notable capa de peñones en el km 32 (Fig. 22b).

Fig. 22b. Afloramiento de una capa de peñones en el km 32 de la antigua carretera


Barquisimeto-Carora. Izquierda: Fotografía de EVANOFF et al. (1959). Derecha:
Fotografía de F. Urbani de la misma localidad tomada en febrero 2012 (GÓMEZ 2012).

El único mapa geológico que muestra la distribución total de las capas de


peñones es el de RENZ (1960). Éste se ha resumido e integrado al contenido de
otros trabajos en nuestra figura 20, e igualmente se dispone de la columna

69
3. FORMACIÓN MATATERE

estratigráfica generalizada de la Formación Matatere, desde Atarigua en el flanco


sur del Surco de Barquisimeto, hasta Parapara en el margen norte (RENZ et al.
1955) (Fig. 19). Entre ambas ilustraciones se puede visualizar tanto la
distribución areal, como vertical de los distintos niveles de peñones dentro de la
Formación Matatere, con la discriminación aproximada de las unidades
informales Matatere II y III según STEPHAN (1982: 267).

La obra más completa del área de Barquisimeto es la tesis de Jesse BUSHMAN


(1958, 1959, 1960, 1965). Después de hacer referencia a los trabajos de RENZ &
LAKEMAN (1953), interpreta que los bloques provienen de los bordes del
Surco de Barquisimeto, “sin embargo, hay la posibilidad de que por medio de fallas y
grandes pliegues anticlinales, dentro de la cuenca misma, se crearan otras fuentes de suministro
y tal vez quedaran también islas remanentes de los ejes de los pliegues anticlinales o escarpados
de falla. Si en realidad, en esta parte de Lara, el Cretácico yace encima de un complejo de rocas
ígneas y metamórficas, tales estructuras tectónicas podrían haber traído hacia arriba este
complejo para servir como fuente de los cantos de rocas ígneas y metamórficas” (BUSHMAN
1960: 111). Describe su Capa de Cantos de Pavia (Fig. 23).

CORONEL & RENZ (1960) cartografían el norte de Barquisimeto, allí


distinguen las rocas de las capas de Pavia de Bushman, pero las definen como
Terciario no diferenciado en facies “flysch”. Expresan que para el Paleoceno-Eoceno
Medio, el surco de Barquisimeto recibió una gran cantidad de bloques alóctonos
de todas las edades, desde el basamento pre-Cretácico al Cretácico Tardío. Estos
autores son los primeros en introducir en Venezuela el concepto de “wild
flysch” para este tipo de sedimentación caótica.

En cuanto al tamaño de los granos (clastos) de los sedimentos de la Formación


Matatere, hay un continuo desde la lutita, a la arenisca de grano fino a grueso, el
conglomerado que contienen clastos sedimentarios e ígneos submilimétricos a
centimétricos (MARTÍNEZ & VALLETA 2008); pasando a horizontes de
matriz lutítica contentivos de clastos (angulares a redondeados) de dimensiones
centimétricas a métricas (eg.: capas de peñones de Paragüito y Pavia),
continuando con olistolitos de dimensiones métricas, decamétricos y unos pocos
hectométricos, que aparecen tanto aislados como en agrupaciones con varios de
un mismo tipo litológico relativamente cercanos entre sí (e.g.: EVANOFF et al.
1959, CORONEL & RENZ 1960).

Las capas de sedimentación caótica en la Formación Matatere concuerdan con


la denominación de "wild flysch" (e.g.: CORONEL & RENZ 1960). Siguiendo
ejemplos europeos, de donde EARDLEY & WHITE (1947: 981) definen el
“wild flysch” como “una facies conglomerática o brechoide del flysch en la cual hay peñones

70
3. FORMACIÓN MATATERE

gigantes de 3 a 20 m o más en longitud, intercalados con lutita y caliza… y se piensa


representan deslizamientos submarinos, o detritos del colapso de acantilados submarinos
durante la sedimentación del flysch, o asociados a las etapas tempranas de la generación de
grandes napas”. Una revisión de las unidades tipo “wild flysch” de Venezuela y
Trinidad es presentada por JAMES (1997).

Fig. 23. Mapa geológico de la zona de Pavia-Algari, al norte de Barquisimeto.


Simplificado a partir de BUSHMAN (1965).

71
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 24. Columna estratigráfica generalizada de la Formación Matatere, desde Atarigua


hasta Parapara. Se muestran varios niveles con capas de peñones, así como niveles con bloques
hoy día interpretados como definidos como olistolitos. Escala: representa aproximadamente
1.500 m de espesor. Tomado de RENZ et al. (1955)

72
3. FORMACIÓN MATATERE

Estado de los nombres de las capas de Paragüito y Pavia

En el Léxico Estratigráfico de Venezuela (CVET 1970, SCHERER et al. 1997), la


Capa de Peñones de Paragüito aparece como unidad inválida y dice textualmente:
“RENZ et al. (1955) introdujeron este nombre para designar varios horizontes de
capas de peñones de composición variable, intercalados en la secuencia de rocas
del Paleoceno-Eoceno en el estado Lara. Corresponde a la 'Facies de Bloques de
Pavia' de BUSHMAN (1965) y al Terciario no diferenciado en `facies flysch' de
CORONEL & RENZ (1960). VON DER OSTEN (1967) incluyó la unidad en
lo que llamó `Facies Pavia' del Miembro El Tocuyo de la Formación Morán.
Bellizzia y Rodríguez (1967, 1968) las incluyeron dentro de la secuencia de
turbiditas … que denominaron Formación Matatere” (ANÓNIMO 1997b).

La unidad “Pavia Boulder-bed Facies” de BUSHMAN (1958, 1959), que fue


traducida al español en formas distintas como Capas/Facies de
Peñones/Clastos/Bloques de Pavia (BUSHMAN 1960, 1965), aparece como inválida,
por el criterio de ser parte de la Formación Matatere (ANÓNIMO 1997c).

Una razón por el cual la Capa de Peñones de Paragüito hubiera podido ser
invalidada entre los años 1955 y 1960, es que en la publicación original de RENZ
et al. (1955) no aparece un mapa geológico con su distribución. Pero el mapa
indicado fue publicado por RENZ (1960), toda década antes de la publicación de
la segunda edición del Léxico Estratigráfico de Venezuela (CVET 1970).

Las unidades de Paragüito y Pavia fueron descritas formal y adecuadamente


por sus autores, por ello, su invalidación por el hecho de formar parte de la
extensa Formación Matatere, no es valedera por lo conspicuas que resultan estas
unidades en el campo, su importancia ambiental, tectónica y paleogeográfica, así
como por la gran extensión en que han sido cartografiadas por RENZ (1960) y
BUSHMAN (1965). Inclusive, NACSN (2005, artículo 20) especifica que para
abandonar una “unidad geológica formalmente definida” debe justificarse su
inconveniencia.

NUEVO TRABAJO EN CAPAS DE PEÑONES DE LA ZONA DE


CARORA - BUCARITO - EL YABITO - CAMBURAL - PADRE DIEGO

a. Caserío La Mesa
En septiembre 2007 se realizó un reconocimiento geológico en la zona de La
Mesa (Figs. 16 y 17). Allí, dentro de la Formación Matatere y adyacente al
contacto de falla de corrimiento con la Formación Castillo, se distingue un nivel
con peñones de granito y de caliza del tipo La Luna y Cogollo, con dimensiones

73
3. FORMACIÓN MATATERE

decimétricas a métricas, con un espesor total no mayor de 50 m. Este nivel se


correlaciona con la Capa de Peñones de Paragüito (Fig. 17).

Entre los elementos incluidos de este nivel, destaca un bloque de granito de 1,5
m de diámetro que presenta fracturas que están rellenas por caliza negra del tipo
de la Formación La Luna (Muestra La-1509D) (Fig. 25) (en la cual se identificó
el foraminífero Hedbergella sp., Max FURRER, 2007, com. pers.). Se interpreta
que el granito fue transportado por algún flujo caótico, a la cuenca sedimentaria
de la posterior “Formación La Luna” y al quedar rodeado del lodo carbonático,
éste rellenó sus fracturas. Luego de la litificación ambas litologías (caliza y
granito) quedan integradas como un todo, y para el Eoceno temprano a medio,
las rocas del margen pasivo probablemente son levantados a través del alto
periférico (forbulge) y a su vez se constituyen en fuente de peñones, que se
incorporan en la cuenca antepaís (surco de Barquisimeto), pero ahora se
encuentran rodeados por los sedimentos flysch de la Formación Matatere. El
granito fue clasificado como un monzogranito y fue datado con un equipo
SHRIMP-RG (Sensitive High Resolution Ion Micro Probe - Reverse Geometry)
de la Universidad de Stanford. Obteniéndose una edad de cristalización de 455
(+12, -11) Ma, que corresponde al Ordovícico Tardío (ver Capítulo 9.3).

Fig. 25. Olistolito de granito en la Formación Matatere III. En el bloque de granito se


observa que la caliza tipo “Formación La Luna” rellenó fracturas y forma contactos abruptos.

74
3. FORMACIÓN MATATERE

b. Caserío Paragüito
Según la definición de RENZ et al. (1955), la localidad tipo de la “Capa de
Peñones de Paragüito” son los cerros adyacentes al caserío homónimo y su
cartografía geológica se presenta en la Fig. 18. Esta unidad corresponde a un
olistostromo. A continuación de describen los tipos de olistolitos estudiados por
MARTÍNEZ & VALLETTA (2008):

- Rocas tipo Formación La Luna. Están presentes como bloques de


dimensiones variables desde decimétricas, métricas y hasta decamétricas, de
hecho las filas que se extienden al este y al oeste del caserío Paragüito, están
sustentadas principalmente por dichas capas de caliza negra. La muestra No.
154765 colectada por JEFFERSON (1960) en esta localidad, se conserva en la
“Colección Creole” del Centro de Micropaleontología Dr. Pedro J. Bermúdez de
INTEVEP-PDVSA. Al ser reexaminada por el Dr. Max Furrer en 2007,
determinó la presencia de abundantes foraminíferos pláncticos entre los cuales
se identifican Guembelina sp., Hedbergella sp., Heterohelix sp., Planomalina sp.,
Pseudotextularia sp., una fauna típica de la Formación La Luna. La Fig. 26
presenta una muestra con perfiles de amonites de esta unidad.

Fig. 26. Muestra de caliza dela "Formación La Luna" con perfiles de amonites.
Foto D. Mendi

- Rocas tipo Formación Apón. Presentes en tamaños métricos a decimétricos


(Fig. 27), que corresponden a caliza de color gris claro con abundante
macrofauna. En cinco muestras se identificó la siguiente fauna (Tulio PERAZA,
2007, com. pers.): 1) Conjunto no biodiverso de valvas desarticuladas de
Chondrodonta (ostréidos). 2) Rudista, gasterópodo (familia Trochidae) Chilodonta
sp., algas. 3) Gasterópodo Tylostoma sp. 4) Colonia de corales. 5) Amonites

75
3. FORMACIÓN MATATERE

recristalizados, valvas desarticuladas de bivalvos, braquiópodos. El especialista


indica que el conjunto faunal de braquiópodos, amonites y bivalvos es similar al
descrito por O. Renz en La Aguada de Los Chivos, en el Miembro La Puya de la
Formación Peñas Altas, hoy día considerado correspondiente al Grupo Cogollo.

Petrográficamente se analizaron dos muestras resultando clasificadas como


biomicrita empaquetada, compuestas por elementos ortoquímicos (27-45%) y
aloquímicos (55-70%). Los ortoquímicos están representados por micrita (15-
20%), espato (5%), microespato (0-10%) y pseudoespato (7-10%). Entre los
aloquímicos se encuentran fragmentos de caliza (0-30%), foraminíferos bénticos
(2-5%) tipo miliólidos y rotaliforme, ostrácodos (0-4%), corales (0-49%), algas
(15%) y ooides (0-5%).

Fig. 27. Capa de Peñones de Paragüito. A: Olistolito de dimensiones métricas de caliza tipo
Formación Apón. B y C: Detalles de su fauna. Fotos D. Mendi.

- Las rocas ígneas son escasas y usualmente no mayores a medio metro de


diámetro, entre ellas se ha identificado metamonzogranito, metasienogranito,

76
3. FORMACIÓN MATATERE

metagranodiorita, diabasa hornbléndica y feno-andesita porfídica, cuya


petrografía se resume a continuación:

Feno-andesita porfídica. La roca es hipocristalina, afanítica e inequigranular


porfídica. Los fenocristales están compuestos por cuarzo (10%), plagioclasa
(40%) con fuerte alteración a material carbonático, biotita (2%) y clorita (<1%).
La matriz (45%) se compone de microlitos de plagioclasa y muscovita. Se
presenta textura amigdaloide y rellenas de clorita.

Metadiabasa. Roca holocristalina, fanerítica, equigranular hipidiomórfica.


Cuarzo (2%), plagioclasa (40%, andesina) medianamente alterada a material
carbonático y sericita, hornblenda (43%) alterada a clorita, calcita y óxidos de
titanio, estilpnomelana (5%) y carbonatos (10%) como producto de alteración.
Presenta textura blastofítica entre la plagioclasa y la hornblenda.

Metagranito (monzogranito y sienogranito). Holocristalina, fanerítica y equigranular


hipidiomórfica. Se compone de cuarzo (40%), plagioclasa (25%) medianamente
alterada a sericita y material carbonático, feldespato-K (20%) con fuerte
alteración a minerales de arcilla, hornblenda (<1%), biotita (<1%) alterada a
clorita, muscovita (10%), granate (2%) alterando a clorita, y estilpnomelana (3%).
Presentan texturas pertítica y mirmerquítica.

Monzodiorita. Roca equigranular hipidiomórfica. Se compone de cuarzo (10%),


plagioclasa (40%, albita) alterada a sericita, clorita (20%) como producto de
alteración probablemente de biotita, muscovita (20%) y minerales de arcilla
(10%) como producto de alteración. La plagioclasa aparece zonada.

Metagranodiorita. La roca es holocristalina, fanerítica y equigranular


alotriomórfica. Está compuesta por cuarzo (25%), plagioclasa (40%, andesina)
fuertemente alterada a minerales de arcilla y material carbonático; feldespato-K
(5%) alterando a minerales de arcilla; clorita (10%) y material carbonático (5%)
como productos de alteración; muscovita (10%) y biotita (5%). Las texturas
observadas son pertítica en el feldespato potásico y sagenítica en biotita.

- En la continuación hacia el este de la “Capa de Peñones de Paragüito”, a las


orillas del río Tocuyo y rodeado por la planicie aluvial, se localiza un olistolito de
unos 40 m de diámetro de una caliza paleocena que se denomina Peña Azul
(Fig. 28a)(ver ubicación en la Fig. 28c). Previamente fue reconocido por RENZ
et al. (1955) y STEPHAN (1982), pero cuando ellos trabajaron, la Peña se
ubicaba en la margen derecha del río Tocuyo, mientras que hoy día por la deriva
del río se encuentra en su margen izquierda.

77
3. FORMACIÓN MATATERE

Dos muestras fueron clasificadas como una bioesparita redondeada, con la


siguiente composición: Ortoquímicos (30-40%), [representados por micrita (0-
10%), espato (5-10%), microespato (0-15%) y pseudoespato (0-20%)].
Extraclastos (1-5%) [cuarzo (1-5%) y plagioclasa (0-1%)]. Aloquímicos (55-70%)
[fragmentos fósiles (0-30%), fragmentos de caliza (10-20%), foraminíferos (5-
10%) rotaliformes, miliólidos, Textularia, esponjas de equinodermos (3-5%),
ostrácodos (0-5%), corales (0-2%), algas (0-20%) y ooides (5-45%)].

Los autores previos señalan una fauna de edad Paleoceno para esta roca, lo
cual concuerda con una variada microfauna identificada por el Dr. Max. Furrer
en las dos muestras anteriores, quien la considera del Paleógeno sin diferenciar.

Fig. 28. Olistolito de caliza del Paleoceno, localidad de Peña Azul, a la margen izquierda del
río Tocuyo, al este de Paragüito. Foto David Mendi.

c. Kilómetros 32-32,2 de la carretera vieja Carora-Barquisimeto


Aquí se ubica una de las localidades de EVANOFF et al. (1959) y de la
excursión de BUSHMAN et al. (1960), mostrada en la fotografía de la Fig. 22. Se
recolectaron dos muestras de olistolitos de rocas ígneas, que se encuentran
rodeados de una matriz lutítica. También hay clastos de caliza oscura y masiva y
algunos de chert. La capa de peñones alcanza los 50 m de espesor. Las muestras
de GÓMEZ (2012) están compuestas principalmente por cristales de cuarzo
fracturados y con contactos suturados, feldespato-K se presenta alterado a sericita y
minerales de arcilla, plagioclasa (albita) altera a sericita, biotita transformada a clorita.
También se observa una especie de matriz o material disgregado de minerales de

78
3. FORMACIÓN MATATERE

arcillas y calcita. Además se encontraron minerales accesorios como apatito y


zircón. Una textura característica es la mirmequítica. Prestan un grado de
cataclasis que permiten clasificarlas como granito protocataclasitas (Tabla 4).

Tabla 4. Composición mineralógica y clasificación de olistolitos graníticos de la


capa de peñones del km 32, carretera vieja Carora-Barquisimeto. (GÓMEZ
2012)
Plagioclasa
Feldesp. K

Muestra Muscovita Clasificación


Cuarzo

Calcita
Biotita

Matriz
La-1327 40 26 16 7 1 3 Acc
Tz 7
Sienogranito
protocataclástico
Monzogranito
La-1328 40 25 20 8 1 1 Tz 5
protocataclástico

d. Región de El Yabito - Bucarito-Buenos - Aires - Pozo Salado (RICCI


2011).
Esta remota zona es la que contiene los mayores afloramientos y mejor
expuestos, tanto de capas de peñones, como de estratos muy potentes de
conglomerado con clastos muy gruesos y de variada litología. De esta región se
dispuso del excelente mapa a escala 1:40k de VAN DER MEULEN (1954) (Cia.
Shell de Venezuela), donde se ubican capas de peñones y de conglomerados. En
nuestro trabajo de campo visitamos todas las localidades de este autor, sin
embargo pudimos constatar que la extensión de las capas de peñones en sus
mapas es exagerada. A veces, con base a un solo y pobre afloramiento las
extrapola por varios cientos de metros. Pero de cualquier manera, este mapa fue
una guía fundamental e invaluable para llegar a todas ellas. La integración de la
geología de la región en mapas a escala 1:25k fue realizada por RICCI (2011) y
SÁNCHEZ (2012). URBANI (2011) también presenta detalles sobre los
distintos tipos de rocas ígneas incluidos en estas capas.

1- Quebrada Palmiche. Localidad: La-401, Coordenadas UTM: E:


426.112 / N 1.148.686. Este afloramiento constituye el extremo más oriental de
la ya descrita Capa de Peñones de Paragüito. Tiene un espesor de unos 30 m y
contiene mayormente cantos de caliza tipo “Formación La Luna”, de hasta 3 m
x 1 m, incluyendo concreciones con amonites. El tamaño y cantidad de bloques

79
3. FORMACIÓN MATATERE

disminuyen de base a tope. Hacia el tope se encontró un único fragmento de


granitoide de 20 cm de diámetro (Figs. 29, 30, 31).

Fig. 29. Capa de Peñones de Paragüito, en la quebrada Palmiche, entre Cambural y El


Yabito. Mayormente clastos de caliza de la "Formación La Luna". Localidad La-401

Fig. 30. Capa de peñones de la Quebrada El Palmiche. Concreción de la "Formación La


Luna" con amonite, Clasto de granodiorita in situ rodeado de lutita. La-401.

80
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 31. Bloque de caliza de la “Formación La Luna”. Quebrada Palmiche.

2- Quebrada Guasa. Localidad La-402, coordenadas UTM: E 427.708 / N


1.147.995. Aflora una capa de 6,5 m de espesor (Fig. 32), con cantos de caliza
oscura tipo “Formación La Luna” distribuidos en forma caótica. Los clastos son
decimétricos, pero uno alcanza un diámetro de 2 m.

Fig. 32. Nivel caótico con bloques en la Quebrada Guasa. Localidad La-402.

81
3. FORMACIÓN MATATERE

3- Quebrada Quebracho. Localidad La-403, coordenadas UTM: E 426.332 /


N 1.147.587. Capa con bloques de caliza de colores gris claro (Fig. 33), fosilífera
y laminada, del tipo de la “Formación Apón”. Por estar parcialmente cubierta
por un depósito coluvial, no se pudo determinar el espesor.

Fig. 33. Olistolitos de caliza gris claro en la capa de peñones de la quebrada Quebracho.
Localidad La-403. Muestra de caliza fosilífera La-403A

4- Quebrada Aceituna. Localidad: La-404, coordenadas UTM: E: 420.433 /


N: 1.144.105. Es un nivel caótico de unos 3 m de espesor y poca extensión
lateral, contiene clastos de caliza de gris muy oscuro del tipo “Formación La
Luna” y concreciones aisladas (Fig. 34).

Fig. 34. Nivel con concreciones tipo “Formación La Luna”, quebrada Aceituna. A la
derecha un fragmento de concreción. Localidad La-404.

5- Quebrada Mamonal. Localidad: La-418, coordenadas UTM: E 430.282 /


N 1.139.726. Capa con bloques de granitoides, de tamaños muy variables desde
centimétricos hasta de 2 m. También hay clastos de caliza fosilífera tipo
“Formación Apón” y grauvaca lítica (Fig. 35).

82
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 35. Capa de peñones de la quebrada Mamonal. Bloques de tonalita y caliza tipo
“Formación Apón” (flecha roja). Localidad La-418.

6- Quebrada El Agua I. Localidad: La-420, coordenadas UTM: E 430.563 /


N 1.138.232. Afloran tres capas con sedimentación caótica, que de aguas arriba
hacia aguas abajo, describimos a continuación, con las siglas I, II y III. La
primera capa (I) contiene mayormente bloques de granitoides, caliza fosilífera
tipo “Formación Apón” y conglomerado. La capa se encuentra plegada (Fig. 36).
Los clastos de las capas conglomeráticas cercanas contienen a su vez abundantes
fragmentos de granitoides y chert.

7- Quebrada El Agua II. Localidad La-421, coordenadas UTM: E 420.290 /


N 1.138.584. Afloramiento con clastos de granitoides (monzonita cuarcífera) y
caliza fosilífera tipo “Formación Apón”, con tamaños variables desde 3 cm hasta
20 cm de diámetro (Fig. 37).

8- Quebrada El Agua III. Localidad: La-422, coordenadas UTM: E 430.182


/ N 1.138.704. Afloramiento caótico con bloques graníticos algo más frescos
que los anteriores, pero no se observaron bloques de caliza ni de chert (Fig. 38).

83
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 36. Capa con clastos de granitoides de la Quebrada El Agua (I).


A la izquierda nótese el plegamiento de la capa.

Fig.37. Vistas de la localidad La-421, Quebrada El Agua (II). Capa con clastos de
granitoides y de caliza del tipo “Formación Apón”.

Fig. 38. Vistas de la localidad La-422, Quebrada El Agua (III). A la derecha se observa
el aspecto de pizarra de los niveles pelíticos de la Formación Matatere III.

84
3. FORMACIÓN MATATERE

9- Quebrada Cañaote. Localidad: La-423, coordenadas UTM: E 431.950 / N


1.138.542. Capa de peñones contentiva de rocas ígneas y calizas. Las capas se
encuentran plegadas y los bloques están dispuestos de forma caótica (Fig. 39).

Fig. 39. Capa de peñones de la quebrada Cañaote. La-423.

10- Quebrada Morrocoy I. Localidad La-430, coordenadas UTM: E 420.181


/ N 1.141.156. En esta quebrada, también denominada Parapara, en dirección
aguas abajo se encontraron tres capas de conglomerado y de peñones que se
describen a continuación. La primera capa corresponde a un conglomerado con
clastos centimétricos redondeados a subredondeados sin cemento, afectado por
un pliegue con eje vertical. El conglomerado contiene fragmentos de caliza,
chert, conglomerado, esquistos y granitoides muy meteorizados (Fig. 40).

11- Quebrada Morrocoy II. Localidad La-429, coordenadas UTM: E 420.037


/ N 1.140.844. Capa de 25 m de espesor con clastos centimétricos a
decimétricos, con un bloque de caliza de 3 m. Esta localidad fue descrita por
STEPHAN (1982: 263) como conglomerado salvaje con olistolitos de caliza del
Cretácico y Paleoceno y de granito. También hay clastos de chert (Fig. 41).

12- Quebrada Morrocoy III. Localidad La-431, coordenadas UTM: E


419.926 / N 1.141.507. Capa de 4 m de espesor, contentiva de rocas granitoides
(tonalita, granodiorita) de hasta 1 m de diámetro, algunas tan meteorizadas que
se deshacen al tacto (Fig. 42).

85
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 40. Vistas del afloramiento de la localidad de la quebrada Morrocoy o Parapara I, La-
430. Corresponde a un conglomerado soportado por clastos.
Hay vetas de calcita que los cruzan.

86
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 41. Capa de peñones del afloramiento de la quebrada Morrocoy II, La-429. A: Vista
general del afloramiento, en el extremo izquierdo se observa el bloque de caliza de 2 m. B:
Contacto entre un nivel con clastos centimétricos (abajo) y otro con de clastos decimétricos
(arriba). C: Dibujo de STEPHAN (1982: 263). D: Bloque de caliza tipo la “Fm. Apón”.

Fig. 42. Capa de peñones de la localidad de quebrada. Morrocoy III, La-431.

87
3. FORMACIÓN MATATERE

Petrografía de muestras de clastos colectados en las capas de peñones


de la zona de Yabito - Bucarito - Pozo Salado (Tabla 5) (RICCI 2011).

Tabla 5. Tipos litológicos de las capas de peñones de la Formación Matatere en


la zona de Yabito - Bucarito - Pozo Salado (RICCI 2011).

Grupo Clasificación Muestras Localidad /Hoja


Tipo

La-401B Q. Palmiche (Capa de Paragüito),


Granodiorita
La-431B 6247-II-SO. Morrocoy, 6246-I-NO
La-418D Q. Mamonal, 6246-I-NO
Plutónico Tonalita La-431A Q. Morrocoy, 6246-I-NO
(ver
Ígneo

Monzonita La-421A Q. El Agua, 6246-I-NO


Tabla 8)
cuarcífera La-420A,
Q. El Agua, 6246-I-NO
Granito 422,La423A,
Q. Cañaote, 6246-I-NE
B
Volcá- Andesita porfídica La-429C Q. Morrocoy, 6246-I-NO
nico Dacita porfídica La-429D Q. Morrocoy, 6246-I-NO
Conglo- Paraconglomerado La-420B Q. El Agua, 6246-I-NO
merado polimíctico La 429A Q. Morrocoy, 6246-I-NO
Grauvaca lítica La-418F Q. Mamonal, 6246-I-NO
Arenisca La-401E Q. Palmiche, 6247-II-SO
Arenisca micrítica
La-402C Q. La Guasa, 6247-II-SO
La-401A Q. Palmiche, 6247-II-SO, LL
Sedimentario

Granular lodosa La-403A La- Q. Quebracho, 6247-II-SO, Ap Q.


(packstone) 418B La- Mamonal, 6246-I-NO, LL Q. El
421B Agua, 6246-I-NO, Ap
Mudstone /micrita La-404B Q. Aceituna, 6247-II-SO, LL
Caliza Aloquímica La-402A, B Q. La Guasa, 6247-II-SO, LL
arenosa La-402E Q. La Guasa, 6247-II-SO, LL
Lodosa
La-403B,C, Q. Quebracho, 6247-II-SO, LL Q.
(wackstone)
D La-429B Morrocoy, 6246-I-NO, LL
Concreción de La-401C Q. Palmiche, 6247-II-SO, LL
caliza La-404A Q. Aceituna, 6247-II-SO, LL
Abreviatura: Q.: Quebrada. Calizas tipo: LL: “Formación La Luna”, Ap:
“Formación Apón”.

88
3. FORMACIÓN MATATERE

Rocas plutónicas (Tabla 6).

Granodiorita. Rocas hipidiomórficas, inequigranulares y holocristalinas.


Plagioclasa se presenta en cristales subhedrales y sericitizados. Cuarzo en cristales
subhedrales. Feldespato-K menos sericitizados que la plagioclasa, fracturados y en
ocasiones con textura pertítica en parches y mirmequítica (Fig. 43A). La muestra
La-431B presenta textura pertítica (Fig. 43B). Biotita en cristales de hasta 2,3 mm,
en ocasiones deformados y alterados a clorita. Clorita solo como producto de
alteración de la biotita. Calcita rellenando pequeñas vetas. Accesorios presentan
muscovita y zircón, el último como inclusiones en cuarzo y biotita.

Tonalita. Corresponden a rocas equigranulares, cortadas por vetas de calcita.


Plagioclasa (andesina) se encuentra fuertemente sericitizada y se presenta en
cristales subhedrales de 0,4 a 3 mm. Cuarzo muy fracturado. Biotita en cristales
parcialmente alterada a clorita (Fig. 44). Clorita: como producto de alteración de
la biotita. Leucoxeno como alteración de titanita. Titanita: en cristales euhedrales
alargados con sección basal rómbica. Calcita solo rellenando pequeñas vetas.
Muscovita: en cristales aislados. Apatito: como inclusiones en cristales de cuarzo.

Monzonita cuarcífera. Es una roca fanerítica, holocristalina e inequigranular


porfídica. Presenta un color fresco gris claro, y meteorizado marrón. Plagioclasa
(oligoclasa) se presenta fuertemente sericitizada, tanto en una matriz
relativamente fina, como en cristales de hasta 1 mm. Feldespato potásico aparece en
cristales fracturados de hasta 2 mm. Cuarzo en ocasiones fracturados y algunos
con inclusiones de zircón. Biotita en cristales deformados, en ocasiones con
textura sagenítica y alterada clorita. Clorita como producto de alteración de la
biotita. Titanita en cristales euhedrales alargados, con sección basal rómbica,
alterada a leucoxeno.

Granito. En las quebradas El Agua y Quebracho se encuentran clastos de una


roca descrita en campo como granito, si bien por lo muy meteorizados no se
obtuvieron secciones finas.

89
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 43. Granodiorita. A: Textura mirmequítica, La-401B, NC. B: Textura pertítica,


La-431B, NC.

Fig. 44. Tonalita. Biotita alterando a clorita. A: La-418D, NC. B: La-431B, NC.

Tabla 6. Composición mineralógica y clasificación de olistolitos de rocas ígneas


plutónicas
Muscovita, Zir.
Feldespato- K
Plagioclasa

Leucoxeno

Muestra Clasificación
Cuarzo

Calcita
Clorita
Biotita

La-401B 36 30 16 15 2 - - 1 Granodiorita
La-431B 28 30 12 18 2 9 - 1 Granodiorita
La-418D 50 20 - 6 4 8 9 3 Tonalita
La-431A 52 19 - 5 15 7 - 2 Tonalita
La-421A 45 16 24 7 5 - 2 - Monzonita cuarcífera

90
3. FORMACIÓN MATATERE

Rocas volcánicas

Andesita porfídica. Es una roca con textura porfídica, de color meteorizado


gris claro, con algunos cristales tabulares visibles macroscópicamente. Está
constituida por 60% de matriz y 40% de fenocristales. La matriz está constituida
por calcita (40%), clorita (15%, también como producto de alteración del
clinopiroxeno y hornblenda) y plagioclasa (5%). Mientras que los fenocristales son
de: plagioclasa (5%); clinopiroxeno (10%) se presenta en cristales euhedrales de hasta
1,6 mm, fuertemente alterados a clorita y a leucoxeno. Hornblenda (5%) presenta
el clivaje característico del anfíbol (Fig. 45) pero muy alterada a clorita. Leucoxeno
se presenta como alteración en algunos cristales de piroxeno. Cuarzo se presenta
en cristales redondeados, que probablemente represente el relleno de cavidades.
Calcita como mineral de alteración de la plagioclasa y rellenando pequeñas vetas.

Fig. 45. Andesita porfídica. Cristales euhedrales de anfíbol alterados, La-429D, NC.

Dacita porfídica: Roca porfídica de color gris claro que meteoriza a gris
oscuro, con fenocristales de plagioclasa, se encuentra además cortada por
pequeñas vetas de calcita (Fig. 46).
Matriz: Plagioclasa (40%) se presenta fuertemente sericitizada. Cuarzo (20%) y
feldespato-K (5%) se presentan únicamente en la matriz.
Fenocristales: Plagioclasa (15%) tienen tamaños entre 0,3 y 2 mm, en ocasiones
zonada y sericitizada hacia el centro (Fig. 46). Los ejemplares identificables
pertenecen al tipo oligoclasa. Biotita (2%) se presenta en cristales algo
deformados, alterada casi completamente a clorita (4%). Opacos (14%) se pudo

91
3. FORMACIÓN MATATERE

identificar algunos cristales euhedrales de hematita, los cuales probablemente


provengan de la alteración de piroxeno.

Rocas sedimentarias

Paraconglomerado polimíctico. La roca está compuesta por clastos (30-


40%), matriz (10-40%), cemento (20-49) y porosidad (1-10%). La composición
de los clastos es como sigue: Cuarzo se presenta en sus variedades mono y
policristalina, redondeados y con tamaño promedio de 5 mm. Chert se encuentra
en clastos subredondeados y con un tamaño promedio de 3,2 mm. Subarenita
feldespática compuesta por granos de cuarzo (60%), plagioclasa (5%), cemento
(20%) y matriz (15%). Caliza contiene fragmentos de micrita, esparita y
fragmentos fósiles.

Fig. 46. Dacita porfídica. Fenocristal de plagioclasa zonado, visible por la mayor
sericitización hacia el centro (NC).

Grauvaca lítica. Roca de moderada a bien escogida, compuesta por granos de


cuarzo (33%), plagioclasa (4%) y fragmentos de rocas sedimentarias carbonáticas
(18%), embebidos en una matriz (16%) de minerales de arcilla, más cemento
(25%) y porosidad (2%). Se pudo realizar el análisis petrográfico de uno de los
fragmentos de roca, el cual resultó ser una caliza granular lodosa con abundantes
macrofósiles no identificables y algunos briozoarios.

92
3. FORMACIÓN MATATERE

Arenisca micrítica. Roca hibrida compuesta por extraclastos (60-65%, cuarzo


monocristalino a policristalino, subangulares y de baja esfericidad), aloquímicos
(10-15%) y ortoquímicos (25%, matriz micrítica) (Fig. 47).

Caliza granular lodosa (packstone). Rocas laminadas o masivas, compuestas


por ortoquímicos (28-39%), aloquímicos (60-70%) de distintas clases y matriz
micrítica, y bajo porcentaje de extraclastos (1-5%) (Fig. 48).

Caliza aloquímica arenosa. Rocas hibridas compuestas por extraclastos (15-


40%), aloquímicos (20-35%), ortoquímicos (25-63) y con porosidad (0-2%). Los
extraclastos son principalmente de cuarzo, angulares y de baja esfericidad. Los
fósiles que conforman el componente aloquímico son principalmente algas y
foraminíferos plánticos. Ortoquímico: matriz micrítica (Fig. 49).

Fig. 47. Arenisca micrítica. A: Fragmento de alga roja coralina, La-401E, NP.
B: Fragmentos de briozoarios, La-402C, NP.

Fig. 48. Caliza granular lodosa. A: Foraminíferos plánticos (Globigerina) recristalizados a


calcita, La-401A, NP. B: Fragmento de roca carbonática fosfatizado, La-403AR, NC.

93
3. FORMACIÓN MATATERE

Caliza lodosa (wackstone). Contiene: componentes aloquímicos (30-50%),


ortoquímicos (40-63%), bajo porcentaje de extraclastos (0-7%) y porosidad (1-
10%). Los fósiles más abundantes son los foraminíferos plánticos. Como
ortoquímico se encontró matriz micrítica y cemento tipo microespato. Los
extraclasticos corresponden a fragmentos de cuarzo (Fig. 50).

Caliza Mudstone/Micrita. Es de color gris oscuro, laminada debido a la


disposición de cristales de cuarzo de 0,1 mm a 0,5 mm. Está compuesta por un
89% de ortoquímicos, 10% de extraclásticos y 1% de aloquímicos. El
componente ortoquímico está representado por un 60% de matriz micrítica, la
cual a su vez se encuentra parcialmente recristalizada a pseudoespato (29%). El
porcentaje de aloquímicos corresponde a fragmentos de fósiles no identificables.
Los fragmentos extraclásticos corresponden a granos de cuarzo (7%) angulares.
Los fragmentos de roca observados (3%) corresponden a chert y clastos de 0,1
mm a 0,3 mm de micrita.

Fig. 49. Muestras de caliza aloquímica arenosa.


A: Estilolitas, La-402A, NP. B: Fragmento de briozoario, La-402B, NC.

Fig. 50. Muestras de caliza lodosa (wackstone). A: Foraminífero plántico (Discocyclina),


La-402E, NP. B: Fragmento de anélido, La-429B, NC.

94
3. FORMACIÓN MATATERE

DISCUSIONES
Las capas de peñones de Paragüito y Pavia, previamente invalidadas en la
segunda y tercera edición del Léxico Estratigráfico de Venezuela, disponen de todos
los requisitos sugeridos por los códigos de nomenclatura estratigráfica. En
consideración a su continuidad regional e importancia paleoambiental, se
propone validarlas y por ello en se presentan sus descripciones donde se reúne la
información de trabajos previos y propios, siguiendo el esquema descriptivo de
la tercera edición del Léxico (SCHERER, ed. 1997), y en cumplimiento con el
articulado de NACSN (2005) y SALVADOR (1994).

Estas capas cumplen cabalmente la definición de olistostromos, es decir depósitos


sedimentarios compuestos por una masa caótica de material heterogéneo, tales
como bloques (olistolitos) y material arcilloso, que se acumulan por
deslizamientos gravitatorios submarinos y movimiento de sedimentos no
consolidados. Pueden ser unidades bien cartografiables que no muestran una
clara estratificación, pero aparecen intercaladas en secuencias estratificadas
normalmente.

Con base a las observaciones de campo y análisis petrográficos, se deduce que


el material incluido en las capas de peñones de Paragüito y Pavia, proviene de
unidades sedimentarias originalmente formadas en el margen continental pasivo
suramericano y las rocas ígneas de su basamento, con ausencia de rocas ígneas
máficas del arco caribeño.

En la zona de estudio no se han medido paleocorrientes en la Formación


Matatere, pero existen dos trabajos donde sí se midieron, a saber:

- MATHIEU (1989: 64) quién trabajó en la Formación Trujillo, determinó


direcciones predominantes al SSE y al Oeste.

- CAMPOS (2006: 138) estudió la Formación Río Guache y encuentra


direcciones mayoritarias hacia el sur, al NNE y hacia el oeste.

Esta variedad de direcciones soporta la idea de múltiples fuentes de


sedimentos, ubicadas tanto en el margen meridional de la cuenca antepaís, como
también desde altos en su parte septentrional. Pero hay que tener en cuenta, que
en estos trabajos las direcciones no han sido corregidas (y no hay manera de
hacerlo) por la rotación tectónica que hayan sufrido.

95
3. FORMACIÓN MATATERE

La Capa de Peñones de Paragüito tiene una relativa continuidad lateral, pero


irregular por cerca de 45 km (Fig. 20). Se ha podido seguir en campo en varias
localidades. Debido a la presencia de gran abundancia de trazas de arenisca de la
Formación Matatere III en esta región (muy conspicuas en fotografías aéreas e
imágenes satelitales de alta resolución), se observa que dichas localidades con
peñones están aproximadamente en un mismo horizonte estratigráfico y por
ende probablemente fueron depositadas en el mismo tiempo, por deslizamientos
submarinos activados por sismos de gran magnitud.

En el mapa de RENZ (1960) (fig. 20), se observan diversas capas de peñones


originalmente cartografiados por VAN DER MEULEN (1954), pero en nuestras
visitas al campo hemos corroborado, que la mayor parte de ellas son de muy
poca extensión lateral, a veces solo en afloramientos individuales, pero
excesivamente extrapoladas lateralmente en los mapas de VAN DER
MEULEN. La cartografía actualizada de las capas de peñones puede consultarse
en el anexo cartográfico a escala 1:25k que acompaña este trabajo (Volumen 2).

Una muestra de granito contenido en la Capa de Peñones de Paragüito, fue


datada por el método geocronológico de U-Pb en zircón (SHRIMP-RG)
resultando de edad Ordovícico Tardío. Dicho bloque contiene fracturas
centimétricas rellenas de caliza del tipo de la “Formación La Luna”, con lo cual
se desprende que aparte de la inestabilidad propia del período Paleoceno-
Eoceno del ciclo Caribe, en tiempos Cenomaniense-Campaniense en el margen
continental pasivo del norte de Suramérica también hubo efectos de
inestabilidad, que permitieron la incorporación de olistolitos métricos de granitos
andinos hacia la cuenca de la actual Formación La Luna.

En apoyo a lo anterior, se puede mencionar que en los afloramientos de la


"Formación La Luna" en la quebrada Yurí (Fig. 51) al noreste de Siquisique, hay
capas de conglomerado de espesor decimétrico. En esa localidad hay clastos
centimétricos de granitoides y varias litologías sedimentarias, especialmente
caliza. HEERING (1949) también describe algunas muestras de la "Formación
La Luna" de la región de Siquisique, contentivas de clastos de rocas ígneas
félsicas.

96
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 51. Afloramientos de la "Formación La Luna" en la quebrada Yurí, afluente de la


quebrada La Torta, NE de Siquisique. A: Vista del afloramiento y el Ing. David Mendi.
B: Detalle de una capa de conglomerado, donde al lado izquierdo de la lupa hay un clasto
anguloso centimétrico de granito.

97
3. FORMACIÓN MATATERE

4. OLISTOLITOS
Por Alí GÓMEZ, Daniel RICCI y Franco URBANI

La presencia de bloques de rocas cretácicas incluidos en rocas terciarias en el


estado Lara es conocida desde el informe pionero de KEHRER (1930),
siguiendo en importancia la publicación de RENZ et al. (1955), quienes definen a
la Capa de Peñones de Paragüito.

EVANOFF et al. (1959) estudian en detalle varias agrupaciones de olistolitos


ubicados en la franja circundante a la carretera vieja Barquisimeto - Carora, en las
localidades de San José de Las Colinas, Pozo Guapo y quebrada Torres. Allí
cartografían cuidadosamente estos “bloques alóctonos del Cretácico inferior
embebidos en sedimentos del Terciario” (Figs. 52, 53, 54). En sus mapas
topográficos se observa la diversidad de tamaños de los bloques que van desde
pocos metros hasta casi medio kilómetro, con formas redondeadas a muy
elongadas. Los mayores olistolitos se encuentran en las cumbres de las filas, ya
que están compuestos de caliza masiva, más resistente a la erosión que las
circundantes lutitas de la Formación Matatere, pudiéndose concluir que los
bloques de caliza originalmente pudieron ser de mayores dimensiones. Es
frecuente que los olistolitos se encuentren en agrupaciones, ya que pueden
haberse iniciado con grandes masas de mayores dimensiones, fragmentándose
durante el proceso de los deslizamientos submarinos hasta llegar a su punto final
de reposo.

En esta sección se describen solamente algunos olistolitos no relacionados a


capas de peñones, las cuales ya se han considerado previamente en la sección 3.
A continuación las localidades más relevantes estudiadas:

En el poblado de San José de Las Colinas (Fig. 53, hoja 6246-IV-SO,


GÓMEZ 2012), se observaron varios olistolitos de dimensiones métricas a
decamétricas, cartografiados por EVANOFF (1959), con fauna del tipo de la
“Formación Apón”. La rocas son de color gris claro con gasterópodos y
rudistas, también se presenta disolución kárstica tipo lapiaz (Fig. 55).

En la zona de Pozo Guapo (Fig. 52, hoja 6246-III-NE, GÓMEZ 2012),


también cartografiada por EVANOFF(1959) se observaron bloques
decamétricos a hectométricos, igualmente de caliza del tipo “Formación Apón”
(Tabla 7). Presentan gran cantidad de gasterópodos y bivalvos recristalizados
(Fig. 56), algunos de hasta 4 cm de diámetro.

98
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 52. Olistolitos (en color azul) de la localidad de Pozo Guapo.


Tomado de EVANOFF et al. (1959).

99
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 53. 0listolitos de la localidad de San José de Las Colinas.


Tomado de EVANOFF et al. (1959).

100
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 54. Olistolitos de la localidad de Quebrada Torres.


Tomado de EVANOFF et al. (1959).

Fig. 55. Olistolitos de caliza tipo Formación Apón. San José de Las Colinas, La-1314.
Nótese los niveles fosilíferos y las acanaladuras tipo lapiaz.

101
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 56. Olistolito de caliza tipo “Formación Apón”, Pozo Guapo, La-1312.

En el Km 34 de la carretera vieja Barquisimeto - Carora aflora un olistolito de


caliza de unos 2 m de largo del tipo “Formación La Luna” (La-1305, GÓMEZ
2012), de color gris azulado con olor fétido al martillar. Esta muestra, junto con
otras de similares vistas a largo de la carretera, por ejemplo Km 42 y Km 43,
corresponden a calizas nodulares con gran contenido en materia orgánica (Fig.
57, Tabla 7).

Fig. 57. Olistolitos de caliza del tipo “Formación La Luna” (Kl), en taludes de los Km 34
y 42 de la carretera vieja Barquisimeto – Carora, embutidos en rocas de la
Formación Matatere (Tem) (GÓMEZ 2012).

102
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 7. Composición de las muestras de caliza del tipo La Luna y Apón,


correspondientes a olistolitos en la Formación Matatere (GÓMEZ 2012).

En las quebradas Morrocoycito y La Aceituna (hojas 6246-I-NO, 6247-II-SO,


RICCI 2011), se ubicaron olistolitos que corresponden a concreciones
elipsoidales sueltas de caliza negra tipo “Formación La Luna” (Fig. 58).

Fig. 58. Concreciones de la “Formación La Luna” incluidos como olistolitos en la


Formación Matatere III. Quebrada Morrocoycito, La-424.

Olistolito de diorita cuarcífera


En la quebrada Parapara, afluente del río Tocuyo, pudimos estudiar un
olistolito aislado de dimensiones métricas (6 m de altura). Aparece cartografiado
en el mapa D5A de MCDANIEL (1960, Creole Petroleum Corporation),
posteriormente es estudiado por STEPHAN (1982: 363), quien lo describe como
microdiorita cuarcífera (Fig. 59A). Durante nuestro trabajo de campo la localidad
fue revisitada (Fig. 59E), resultando clasificado como una diorita cuarcífera.

103
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 59E. Olistolito de diorita cuarcífera en la quebrada Parapara.

El olistolito presenta un color fresco verde oscuro, meteorizando a verde claro.


Se encuentra cortado por dos juegos de delgados diques de aplita (Fig. 59D) y
pequeñas vetas de calcita. Petrográficamente presenta una fábrica inequigranular
e hipidiomórfica, tiene un tamaño de granos promedio de 1,3 mm. Los minerales
se caracterizan como sigue (Tabla 8):

Plagioclasa. En fenocristales con un tamaño de ~1,2 mm y en cristales más


pequeños. Presenta maclado según la ley de Albita que permite una
identificación como andesina. En general se encuentra fuertemente sericitizada.
Feldespato-K. Cristales subhedrales, menos alterados a sericita que la plagioclasa.
Hornblenda. Aparece como cristales de hábito alargado, quedando solo reliquias
rodeadas por la alteración a clorita.
Clorita. Producto de alteración de hornblenda, formando cristales alargados de
color azul de primer orden.
Cuarzo. Presente en cristales subhedrales de ~0,8 mm.
Calcita: Se observa en pequeñas vetas, no mayores a 1 mm de grosor.
Epidoto: Asociado a la calcita en algunas vetas.

104
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 8. Composición mineralógica de diorita cuarcífera (RICCI 2011)

Feldespato-K

Hornblenda
Plagioclasa

Epidoto
Cuarzo

Calcita
Clorita
Muestra

La-426A 50 22 8 15 3 - 2
La-426B 57 12 12 8 5 5 1

Fig. 59. Olistolito de diorita cuarcífera de la Quebrada Parapara (afluente del río Tocuyo),
La-426, hoja 6246-IV-NE. A: Croquis de STEPHAN (1982). B: Aspecto general en
2012. C: Contacto entre el olistolito y la lutita de la Formación Matatere III. D: Dos
sistemas de pequeños diques de aplita que cruzan la diorita cuarcífera.

105
3. FORMACIÓN MATATERE

Olistolitos de rocas volcánicas con chert negro.


Cabeceras de la Quebrada Las Petacas, Los Algodones, Siquisique.

Por María Isanel SANDOVAL

Para la tesis doctoral de María Isabel Sandoval (SANDOVAL 2015), en la


región de Siquisique se colectaron muestras de chert asociado a rocas
volcánicas, con el objetivo de extraer radiolarios y tratar de datarlos. Los
bloques de lava ahora sueltos en el cauce de la quebrada, originalmente
fueron olistolitos dentro de la Formación Matatere, como se observan
aflorando en las cabeceras de la misma quebrada.

La muestra Siq-12-18 correspondiente a un chert negro intercalado con lava


basáltica. Fue colectada aproximadamente en la misma localidad estudiada
previamente por BARTOK et al. (1985), quienes identificaron amonites.

Algunos de los radiolarios extraídos se muestran en la Fig. 59E. La especie


Parahsuum snowshoense Pessagno y Whalen, va desde el Bajociense bajo al
Bajociense medio y Bartoniense. Acaeniotylopsis variatus triacanthus Kito y
De Wever tiene un rango de Aaleniense temprano - Calloviense temprano.
Además se encuentran muy pocos otros radiolarios determinables, como
Paranoella sp. y Gongylothorax (?) sp. Esta asociación corresponde a una
edad Jurásico medio (Bajociense inferior a Bartoniense).

La edad Jurásico Medio aportada por estos radioarios, coincide con la edad
reportada por BARTOK et al. (1985), con base a amonites extraídos de los
espacios intersticiales de bloques de basalto almohadillado de la misma
localidad.

106
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 59E. Radiolarios identificados en la muestra Siq-12-18:


9. Spumell. Gen. et sp. indet.
10. Gongylothorax (?) sp.
11. Paranoella sp.
12. Nassell. Gen. et sp. indet.
13. Parahsuum snowshoense Pessagno y Whalen.
14. Praeconocaryoma sp.
15. Becus sp.
16. Paranoella sp.
Tomado de SANDOVAL (2015: 99)

107
3. FORMACIÓN MATATERE

5. CONTACTO DE LA FORMACIÓN MATATERE (III)


SOBRE LA OFIOLITA DE SIQUISIQUE
Por Andrei ICHASO y Franco URBANI

La Ofiolita de Siquisique siempre está en contacto de falla con las unidades


adyacentes, como son: Formación Matatere (III), “Formación La Luna” y
Complejo Estructural Los Algodones. Pero se encontró una excepción en la
Quebrada Agua Linda, aguas arriba del poblado de Macuere (Fig. 1). Allí se
puede observar una clara exposición del contacto inconforme entre un
conglomerado basal de la Formación Matatere III, depositado directamente
sobre la roca basáltica de la Ofiolita de Siquisique. La localidad fue ubicada
primeramente durante nuestro trabajo de campo para la tesis de REÁTEGUI
(2010), para luego ser estudiarse en detalle por ICHASO (2011).

Fig. 1. Fragmento del mapa geológico 6248-II-SE Macuere (URBANI & GÓMEZ
2013). La flecha roja ubica el contacto inconforme entre la Ofiolita de Siquisique y la
Formación Matatere (III). Leyenda: Kl (verde): “Formación La Luna”, Ksg (marrón
punteado): Ofiolita de Siquisique, gabro, Ksb (marrón con líneas): Ofiolita de Siquisique,
basalto, Tem3 (gris): Formación Matatere (III), Tmc (anaranjado): Formación Capadare,
Q0B12 (blanco): Aluvión. Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Cuadrícula de 1 km.

108
3. FORMACIÓN MATATERE

En el Léxico Estratigráfico de Venezuela (ANÓNIMO 1970, 1997), los contactos


de la Formación Matatere se indican como “no especificados”. La mayoría de los
contactos son de falla, pero STEPHAN (1982) encontró algunas localidades en
discordancia angular sobre la Formación Barquisimeto. En nuestras propias
campañas de campo se encontró un afloramiento con discordancia angular entre
Matatere (III) y Barquisimeto (San Pablo), a 4 km al SO de Bucarito. Pero aquí
solo trataremos sobre el contacto con la Ofiolita de Siquisique.

Siendo la Ofiolita de Siquisique un bloque de la litósfera proto-Caribe, el


hallazgo de un contacto con su cobertura sedimentaria, es algo realmente único
en toda la región caribeña: Un lóbulo sedimentario debió avanzar suficiente
distancia hacia las partes más profundas de la antefosa, para depositarse
directamente sobre las rocas volcánicas del fondo marino.

El afloramiento del contacto inconforme entre basalto y conglomerado, se


muestra como rocas de color gris muy oscuro y la superficie del contacto es
vertical (Fig. 2). Los afloramientos adyacentes al contacto fueron cartografiados
detalladamente (Fig. 3). De aguas abajo y siguiendo aguas arriba:

- Sobre la roca volcánica (Fig. 3) se presencia un conglomerado de un espesor


medido de 12 m, hasta estar cubierto por material coluvial (Fig. 2, muestras La-
2000C-K). El conglomerado contiene muy poca matriz y en muchas partes los
clastos centimétricos están en contacto entre sí (Fig. 4A,B).

- Posteriormente una falla hace repetir la roca volcánica (La-2001) y se repite


el conglomerado (La-2002A-H) con una exposición continua por unos 20 m.
Progresivamente va disminuyendo la proporción de clastos centimétricos y
aumenta la proporción de matriz arenosa (La-2003, 2004) (Figs. 4C,D).

- Luego continua una alternancia monótona de lutita y limolita con capas de


arenisca (La-2005, 2006) (Fig. 4E), donde son visibles algunas estructuras
sedimentarias tipo “slump” (Fig. 4G), además de algunos aislados olistolitos
decimétricos de forma nodular de caliza tipo “La Luna" (Fig. 4F).

En el conglomerado los clastos son sub-redondeados a sub-angulares de


diversos tamaños, mayormente centimétricos y algunos pocos decimétricos y
con una gran variedad litológica. La matriz arenosa que envuelve los clastos es
gris-verdosa oscura y texturalmente inmadura, con diversidad fragmentos de
roca. La limolita y la lutita también son de color gris oscuro a negro y se
caracterizan por presentar una fractura astillosa, semejante a muchas otras
localidades de la Formación Matatere (III). Esta formación de la zona de

109
3. FORMACIÓN MATATERE

Macuere tiene colores más oscuros que la mayoría de los demás afloramientos
del estado Lara.

Sedimentarias
Volcánicas

Volcánicas Sedimentarias

Fig. 2. Detalle de la zona de contacto entre la Formación Matatere y la Ofiolita de


Siquisique. Tomado de ICHASO (2011).

110
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 3. Contacto inconforme entre un conglomerado de la Formación Matatere (III) y el basalto


de la Ofiolita de Siquisique. Qda. Agua Linda, Macuere, NE de Siquisique. Vista de norte
a sur. Localidad La-1200.

Fig. 4. A, B. Detalles del conglomerado de la Formación Matatere (III) cerca del contacto con
la Ofiolita de Siquisique. Nótese los clastos centimétricos de rocas plutónicas y volcánicas.
Localidad La-1200-G. Continua.

111
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 4C, D. Continuación. Localidad La-2002 y La-2004.

Fig. 4E. Continuación. Afloramiento de la Formación Matatere (III). Repetición rítmica de


capas de limolita que se muestran granocrecientes de derecha a izquierda.

Fig. 4. Continuación. Afloramientos de la Formación Matatere (III). F, Olistolito de caliza


nodular tipo “Formación La Luna”. G, Estructura “slump”.

112
3. FORMACIÓN MATATERE

PETROGRAFÍA

ICHASO (2011) realiza el levantamiento del afloramiento, colectando muestras


tanto de la Ofiolita de Siquisique, como de los clastos contenidos en la
Formación Matatere (III) (Fig. 2), los cuales se describen a continuación.

Ofiolita de Siquisique

Basalto. Es de color verdoso oscuro y afanítica en muestra de mano.


Hipocristalina, inequigranular con textura afieltrada, localmente porfídica. La
composición mineralógica aparece en la Tabla 1.

Plagioclasa. En cristales de 0,3 a 1,4 mm, hábito subhedral, tabulares. Los


cristales de menor tamaño forman texturas porfídica y afieltrada envueltos de
una matriz criptocristalina. Los de mayor tamaño también forman textura
porfídica (Figs. 5A, B). Se identifica como oligoclasa, pero por la fuerte
alteración a arcilla esto no refleja la composición original.

Matriz criptocristalina. Presenta una distribución heterogénea de parches de dos


colores, uno claro probablemente debido a la plagioclasa, otro oscuro por la
alteración a óxidos a partir de piroxeno.

Clinopiroxeno. Se identificó tentativamente como augita en una sola muestra, en


cristales muy pequeños y fracturados.

Prehnita. En vetillas y en cristales de hábito radial (Fig. 5C).

Opacos: Hay cristales de pirita euhedrales asociados a las vetas de cuarzo.


También hay opacos no identificados, muy finos y distribuidos en la roca.

Cuarzo y calcita. En vetas. Clorita. En vetas junto a cuarzo y minerales opacos.

Diabasa. En el campo es difícil de distinguir entre el basalto y la diabasa, pero


ya al microscopio se nota que la diabasa tiene un mayor tamaño de los cristales.
Es una roca masiva, holocristalina, fanerítica y equigranular hipidiomórfica.
Presenta textura ofítica a subofítica. En la Tabla 1 se muestra su composición
mineralógica. Las características petrográficas se indican a continuación:

Plagioclasa: En cristales tabulares subhedrales de tamaño promedio 0,6 mm.


Junto con el clinopiroxeno genera texturas ofítica (Fig. 6A) y subofítica. Está
alterada a minerales de arcilla. Se identifica como oligoclasa.

113
3. FORMACIÓN MATATERE

Clinopiroxeno. En cristales muy fracturados y alterados a clorita (Fig. 6B). Se


identificó tentativamente como augita.

Clorita. De color verde claro, como producto de alteración de clinopiroxeno.

Calcita. En vetillas.

Opacos: Pirita. Con hábito euhedral. Leucoxeno. En cristales alargados.

Tabla 1. Composición de muestras de la Ofiolita de Siquisique incluidos en el


conglomerado basal de la Formación Matatere (III).
La ubicación de las muestras puede verse en la Fig. 2.
ID PI Mtz Cpx Qtz Cal Chl Prh Op Nombre
La-1200-A 32 51 - 2 12 2 - 1 Basalto
La-1200-B 55 30 2 2 6 - 3 2 Basalto
La-1201-A 52 - 14 - 4 22 - 8 Diabasa

Formación Matatere (III)

Adyacente a la roca volcánica aflora un conglomerado basal con espesores


decamétricos. De base a tope la granulometría disminuye progresivamente
(Tabla 2), con litologías dominantes de conglomerado, arenisca y limolita,
sucesivamente. Las características petrográficas se describen a continuación.

1. Conglomerado (paraconglomerado y ortoconglomerado polimíctico).


Aunque se definieron tanto para- como ortoconglomerado y ambos polimícticos
(Fig. 7), la única diferencia entre estos es que varía el porcentaje de matriz que
los componen, por lo tanto se describirán en una misma sección.

Presentan composición y características texturales variables. Predominan los


clastos de tamaño arena con un promedio de 1,5 mm, sin embargo también hay
gránulos y guijarros. Escogimiento muy pobre y tienden a ser redondeados a
sub- redondeados con una esfericidad media y orientación isotrópica. El
contenido de clastos varía entre 35 y 88% de diversa composición.

La matriz va de 17 a 55% en el paraconglomerado y de 0 a 10% en el


ortoconglomerado, siendo de composición carbonática y en algunos casos de

114
3. FORMACIÓN MATATERE

minerales de arcilla. Tienden a presentar poco cemento (4-10%) que puede ser
tanto de carbonatos, como de óxido-hidróxidos de hierro.

Tabla 2. Tipos litológicos identificados en los afloramientos de la Formación


Matatere (III), adyacentes al contacto inconforme con las rocas basálticas de la
Ofiolita de Siquisique. La ubicación de las muestras puede verse en la Fig. 2.

Fig. 5. Basalto de la Ofiolita de Siquisique en contacto con la Formación Matatere (III). A)


La-1200-A. Microlitos de plagioclasa formando textura afieltrada, NP. B) La-1200-A.
Textura porfídica generada por fenocristales de plagioclasa, NC. C) La-1200-B. Veta de
prehnita, NC.

115
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 6. Diabasa de la Ofiolita de Siquisique, La-1201. A) Plagioclasa en clinopiroxeno


generando textura ofítica, NC. B) Clinopiroxeno alterado a clorita y leucoxeno, NP.

Fig. 7. Conglomerado polimíctico. A) La-1200-F. Clastos de basalto y de caliza esparita en


paraconglomerado, NC. B) La-1202-D. Clasto de pelesparita en paraconglomerado, NP. C)
La- 1202-F. Gabro (centro) y basalto (izquierda) en ortoconglomerado NP. D) La- 1202-
H. Cuarcita (centro) con microfractura en ortoconglomerado, NC.

116
3. FORMACIÓN MATATERE

Entre los clastos abundan los fragmentos de roca (22-64%) de diversa litología,
el cuarzo (0-10%) son de tipo metamórfico y se presentan en su variedad
monocristalina y policristalina, los feldespatos por su parte están representados
por plagioclasa tipo andesina y ortosa, hay presencia de muscovita como mineral
accesorio (0-2%). A continuación se describen los clastos fragmentos de roca:

Clastos de esparita. Tamaño promedio de 1,14 mm. Calcita con maclado


polisintético. No hay componentes aloquímicos (Fig. 7A).

Clastos de caliza bioesparítica. Roca compuesta por fragmentos de moluscos con


inversión homoaxial, foraminíferos bénticos y algunos "pellets", el cemento
presente es de tipo microespato con tamaño promedio de 1 mm,

Clastos de caliza pelesparítica. Tamaño de ~0,8 mm y compuesto por >10% de


pellets y algunos ooides dentro de un cemento de tipo microespato (Fig. 7B).

Clastos de lutita. Tienen forma alargada de unos 1,8 mm. Bien redondeados y
compuestos principalmente por minerales micáceos. Logrando observarse
algunos clastos pequeños de cuarzo.

Clastos de waca cuarzosa. Con tamaño promedio de 2 mm, de sub-redondeados a


sub- angulares, presentan cerca de un 50% de granos compuestos por
feldespatos, plagioclasas, muscovita, óxidos de hierro y cuarzo, siendo el último
mayoritario. La matriz (c. 50%) es de minerales de arcilla.

Clastos de basalto. Poseen un tamaño variable entre 1,2 y 16 mm, compuestos


por plagioclasa (oligoclasa) originando textura afieltrada y algunos cristales de
clinopiroxeno pequeños muy fracturados. La matriz es criptocristalina de color
oscuro Algunos clastos se encuentran muy cloritizados (Figs. 7A,C).

Clastos de gabro. Compuestos por cerca de un 70% de cristales de plagioclasa


(oligoclasa y andesina) y un 30% de piroxeno. El piroxeno se encuentra muy
alterado a clorita y en ocasiones a calcita (Fig. 7C). Tamaño de granos promedio
de 1,8 mm.

Clastos de cuarcita. Tienen un tamaño promedio de 2,2 mm. El cuarzo tiene


bordes saturados. La muscovita marca una orientación (Fig. 7D).

Clastos de esquisto. Con tamaño de granos de 1,8 mm. Contienen cuarzo,


plagioclasa, clorita y opacos, estos últimos le otorgan una orientación a la roca.
Se logró identificar leucoxeno.
2. Arenisca (grauvaca lítica). Presenta un escogimiento de muy pobre a
bueno. Los granos van de sub-redondeados a sub-angulares, con esfericidad

117
3. FORMACIÓN MATATERE

media a baja. Los contactos entre granos tienden a ser puntuales y longitudinales,
pero en algunas muestras se observan contactos cóncavos-convexos (Fig. 8A).
Se presentan niveles conglomeráticos o lutíticos de espesores centimétricos.

La roca está compuesta por 50 a 75% de granos. Entre ellos hay de cuarzo (3-
25%) de origen plutónico y metamórfico en sus variedades policristalinas y
monocristalinas. Los feldespatos (4-25%) están representados por plagioclasa
tipo andesina y ortosa, que se encuentran alterandos a sericita y calcita. Los
fragmentos de roca son el componente más abundante (15-62%) y siendo de
gran variedad litológica: caliza esparita, chert, lutita, basalto cloritizado, gabro,
cuarcita y esquisto cuarzo-micáceo, también es común la presencia granos
pequeños de anfíbol y piroxeno muy fracturados (Figs. 8B,C y D). Entre los
minerales accesorios (0-5%) es común encontrar clorita autigénica y por
alteración de biotita, muscovita, zircón, biotita y pirita. Algunas muestras
presentan glauconitización.

Fig. 8. Grauvaca lítica de la Formación Matatere (III). A) La-1206-B. Aspecto general,


NP. B) La-1203-E. Cristales de piroxeno en matriz carbonática, NC. C) La-1203-G.
Fragmento de basalto y de caliza esparita, NC. D) La-1203-C. Fragmentos de caliza, el del
centro con presencia de aloquímicos cloritizados, NP.

118
3. FORMACIÓN MATATERE

La matriz (7-35%) está compuesta por óxidos y minerales de arcilla. El


cemento (8-26%) es carbonático y de óxido-hidróxidos de hierro, sin embargo
en algunas muestras hay de cemento de cuarzo y minerales de arcilla. El cemento
carbonático se presenta como recristalización de la matriz, por ello el porcentaje
de éste se le añade al porcentaje de matriz a efectos de la clasificación de la roca.

3. Limolita. Presente en alternancia con la arenisca y es de color gris oscuro.


Se observaron ocasionales nódulos de caliza. La fractura es astillosa.

Clastos extraídos individualmente de muestras de conglomerado

Todos los clastos son de tamaño centimétrico, identificándose nueve tipos


litológicos (Tabla 3), los cuales se describen a continuación:

Tabla. 3. Tipos de clastos extraídos de conglomerado de la Formación


Matatere (III). Quebrada Agua Linda, Macuere.

Gabro. Presente en clastos de 4 a 8 cm como eje mayor. El tamaño de los


cristales es variable con promedio de 2,5 mm. Presentan texturas ofítica,
subofítica y bordes de reacción. Ver la composición en la Tabla 4.

Plagioclasa. En cristales subhedrales con tamaño promedio 2,1 mm pero se


observaron cristales de hasta 5,2 mm. Son de tipo oligoclasa en su mayoría, en la
muestra La-1202-E1 predominan las de tipo andesina. Suele presentarse en los
bordes de los piroxenos generando textura subofítica y a veces dentro de ellos

119
3. FORMACIÓN MATATERE

generando textura ofítica (Figs. 9A, B). Se encuentran fuertemente alteradas a


minerales de arcilla y en ocasiones a calcita, presentan pocas fracturas (Fig. 9C).

Fig. 9. Gabro incluido en conglomerado de la Formación Matatere (III). A) La- 1200-C.


Plagioclasa y clinopiroxeno generando textura subofítica, NP. B) La-1200-E. Textura ofítica
y piroxeno alterado a clorita, NC. C) La-1200-J. Plagioclasa con alteración a arcilla y
calcita, NC. D) La-1202-E1. Clinopiroxeno (abajo) transformado a anfíbol (arriba), NP.

Clinopiroxeno. Con forma subhedral, en ocasiones anhedral, tamaño promedio


de 2,4 mm. Se caracterizan por estar fracturados y alterados parcial o totalmente
a clorita, y en ocasiones parcialmente a calcita. La alteración dificulta la
identificación del tipo piroxeno, es probable que sean augita o diópsido.

Anfíbol. Solo se observó en la muestra La-1202-E1, como producto de


transformación del clinopiroxeno que al igual que estos, se presentan muy
fracturados y alterados, solo se identificó como anfíbol por su clivaje (Fig. 9D).

120
3. FORMACIÓN MATATERE

Clorita. Presente en todas las muestras como alteración del clinopiroxeno. Se


observa tanto la variedad magnesiana con color de interferencia azul de primer
orden, como la variedad no magnesiana.

Calcita. Como alteración de plagioclasa y clinopiroxeno, así como en vetas.

Cuarzo. Solo en vetillas.

Prehnita. En la muestra La-1200-C se encuentra en vetas y con hábito radial.

Opaco. Aparecen en vetillas y cristales aislados, por su brillo en luz reflejada se


identificó: pirita euhedral a subhedral y magnetita, subhedral a anhedral.

Leucogabro. Se hallaron en clastos con tamaño promedio de 5 cm de


diámetro. Es holocristalino, fanerítico y con fábrica equigranular hipidiomórfica
con tamaño promedio de cristales de 2,3 mm. Se observan texturas ofítica y
subofítica. La Tabla 4 muestra la composición mineralógica.

Plagioclasa (andesina). Subhedral a anhedral con tamaño de 1,7 mm. Asociada a


piroxenos en textura ofítica (Fig. 10A). Presentan sausuritización.

Clinopiroxeno. Tiene forma subhedral y anhedral, con tamaño promedio de 2,2


mm. Se encuentran muy fracturados y alterado a clorita, calcita y opacos.

Ortopiroxeno. Solo presente en la muestra La-1200-E2, como cristales


subhedrales con tamaño de 1,3 mm. Se identifica por su clivaje, extinción
paralela y birrefringencia baja, pero debido al fracturamiento y alteración no se
logró una mejor identificación.

Clorita y calcita. Como alteración del piroxeno (Fig. 10B). Cuarzo. En vetas.

Opacos. Se observan en vetillas, como alteración en piroxenos y como cristales


aislados en toda la muestra. Se identifica pirita euhedral, magnetita anhedral y en la
muestra La-1202-E2 cristales alargados de leucoxeno.

Gabro hornbléndico. Clasto de 5 mm de diámetro. La roca es holocristalina,


fanerítica y equigranular hipidiomórfica, con tamaño promedio de 2,3 mm, muy
cloritizada. La Tabla 4 muestra su composición mineralógica.

Plagioclasa (andesina). Como cristales subhedrales de 0,9 a 4,4 mm, presenta


inclusiones de apatito y de anfíbol. Altera a minerales de arcilla.

121
3. FORMACIÓN MATATERE

Anfíbol. En cristales subhedrales y anhedrales alargados con tamaños de 0,8 a


2,3 mm. Muy cloritizado, posiblemente corresponde a hornblenda. (Fig. 11A).

Clinopiroxeno. En cristales subhedrales muy fracturados y alterados a clorita.


Clorita. Presente como alteración del anfíbol y del clinopiroxeno.

Cuarzo. Aparece en cristales anhedrales de tamaño promedio 0,12 mm,


constituye como una matriz entre los fenocristales mayoritarios (Fig. 11B).

Opacos. Por su brillo en luz reflejada se identificó como pirita.

Diabasa. Es un clasto de 2 cm de diámetro, de color gris verdoso que


presenta cristales claros de plagioclasa embebidos en una matriz muy fina.

Fig. 10. Leucogabro incluido en conglomerado de la Formación Matatere (III).


A) La-1202-E2. Textura ofítica generada por cristalización de plagioclasa dentro de
piroxeno, NP. B) La-1200-H. Plagioclasa junto con clorita de variedad magnesiana, NC.

Tabla 4. Composición mineralógica de los clastos de gabro aislados colectados


separadamente en conglomerados de la Formación Matatere.
Muestra Pl Cpx Opx Anf Chl Cal Qtz Prh Opa
La-1200-C 52 35 - - 4 3 2 2 2 Gabro
La-1200-E 48 37 - - 10 - - - 5 Gabro
La-1200-J 43 38 - - 10 5 - - 2 Gabro
La-1202-E1 55 35 - 4 5 - - - 1 Gabro
La-1200-H 55 20 - - 22 - - - 3 Leucogabro
La-1200-E2 60 31 2 - 3 1 1 - 2 Leucogabro
Gabro
La-1203-D 54 2 - 25 10 - 7 - 2
hornbléndico

122
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 11. Gabro hornbléndico. La-1203-D. A) Anfíbol cloritizado. NP. B) Cuarzo y pirita
entre cristales de plagioclasa y anfíbol, NC.

Chert. En clastos de forma elongada y lenticular que pueden llegar a medir


hasta 8,4 cm. Contiene cerca de un 20% de radiolarios con tamaño promedio de
0,1 mm. La mayoría de los radiolarios están recristalizados, mientras que algunos
todavía conservan su estructura interna (Figs. 12).

Fig. 12. Clasto de chert con radiolarios. La-1200-D.

Ortoconglomerado polimíctico. Clasto de 6 cm de diámetro, compuesto de:


clastos 83%, matriz 11%, cemento 2% y porosidad 2%. La roca presenta
escogimiento pobre con clastos sub-redondeados y de esfericidad media.
Predominan los fragmentos de basalto cloritizado (68%) con tamaño variable de
0,17 a 40 mm, también de caliza esparítica (8%), ortosa y plagioclasa (3%), calcita
en vetas (3%), clorita como alteración de fragmentos ígneos máficos (2%) y
cuarzo monocristalino (1%). Los contactos son de tipo grano-matriz (Fig. 13).

123
3. FORMACIÓN MATATERE

La matriz se encuentra formada por micrita y el cemento es carbonático de tipo


microespato, el mismo se presenta en el borde de algunos granos. La porosidad
es por disolución de la matriz.

Fig. 13. Clasto de ortoconglomerado polimíctico extraído separadamente de un conglomerado.


Fragmentos de basalto cloritizado y caliza esparítica en matriz de micrita. La- 1202-G.

Caliza lodolita (mudstone). Presente fragmentos desde 9 a 40 cm de


diámetro. Está compuesta por ortoquímicos (70-90%), aloquímicos (1-10%) y
extraclásticos (3-15%) y de muy baja porosidad (0-1%) por disolución de matriz
y cemento (Fig. 14A).

En la mayoría de las muestras el ortoquímico predominante es cemento


carbonático de tipo microespato y pseudoespato, formado por recristalización de
una matriz carbonática, siendo el porcentaje de micrita muy bajo (3-5%). Sólo la
muestra La-1205-A posee micrita como el ortoquímico predominante (86%) y el
cemento (5%) de tipo microespato y pseudoespato se observa en los bordes de
extraclastos y aloquímicos.

Los pellets conforman el porcentaje principal de aloquímicos, tienen un tamaño


medio de 0,09 mm y se están recristalizados a mineral de sílice. También hay de

124
3. FORMACIÓN MATATERE

espículas de equinodermos (Fig. 14B). De acuerdo a FOLK (1962) estas


muestras se podrían clasificar estas muestras como “caliza espática con pellets” o
“caliza micrítica con pellets” (en el caso de la muestra La-1205-A).

Entre los extraclastos se encuentran granos de cuarzo monocristalino y


policristalino, plagioclasa, fragmentos de rocas cloritizadas y muscovita, como
principal mineral accesorio. La muestra La-1203-F presenta más del 10% de
extraclastos pudiendo ser clasificada según MOUNT (1985) como “micrita
arenosa” (Fig. 14C).

Fig. 14. Clasto de "mudstone" en la Formación Matatere. A) Aspecto general de la roca vista
en microscopio, NC. B) La-1200-I. Espícula de equinodermo, La-1205-A. NP. C)
Extraclastos: plagioclasa, cuarzo, óxidos y fragmentos de roca, La-1203-F. NC.

Caliza “wackestone”. El clasto descrito es de 7 cm de diámetro y sus


componentes principales son: ortoquímicos (80%), aloquímicos (18%),
extraclásticos (2%), sin porosidad.

125
3. FORMACIÓN MATATERE

De los aloquímicos se identificaron pellets de un tamaño promedio de 0,22


mm, completamente recristalizados a minerales de sílice y carbonatos. Algunos
presentan cemento de óxido de hierro en los bordes (Fig. 15A). Como su
porcentaje es mayor de 10% se le puede clasificar como una “pelesparita”.

Los ortoquímicos son el cemento (60%) de microespato y pseudoespato.


Posee un 20% de micrita como flujos o vetas (Fig. 15B). Los pocos
extraclásticos son granos de cuarzo monocristalino y ortosa.

Fig. 15. Clasto de "wackestone" en la Formación Matatere. La-1202-C.. A) "Pellets"


silicificados dentro de cemento carbonático. B) Flujos de micrita que cortan a la muestra.

Lutita carbonática. Corresponde a un clasto de 8 cm de diámetro extraído de


una arenisca. Está compuesto por: Matriz (73%) formada por minerales de arcilla
y óxido de hierro. Granos (12%) orientados y con tamaño promedio menor a
0,12 mm, se identificaron granos de cuarzo, feldespatos, pirita y muscovita, hay
presencia de microfósiles recristalizados a calcita que no pudieron ser
identificados. El cemento abarca un 15%, es de tipo carbonático microespato y
generalmente se presenta como recristalización de granos (Fig. 16). La muestra
no posee porosidad. Los contactos son de tipo grano-matriz y algunos de los
cristales de muscovita se encuentran deformados.

126
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 16. Clasto de lutita carbonática. Muestra clastos orientados y microfósiles recristalizados a
calcita, La-1206-A. NC.

SÍNTESIS

La característica más relevante de las facies gruesas de la Formación Matatere


(III), es la amplia variedad de tipos litológicos. En orden de abundancia,
aparecen rocas ígneas de afinidad oceánica, rocas sedimentarias de márgenes
continentales y muy raras rocas metasedimentarias de bajo grado (Tabla 5). En
referencia al origen de los tres tipos de rocas, probablemente sea como sigue:

- Rocas ígneas: La asociación gabro, diabasa y basalto es semejante a la Ofiolita


de Siquisique. Probablemente la única diferencia petrográfica entre ambos, es
que los clastos incluidos en el conglomerado de la Formación Matatere (III),
están menos prehnitizados que aquellos estudiados en los afloramientos de la
unidad ofiolítica. A este punto cabe recordar, que según estudios de campo,
geoquímicos y geocronológicos, la Ofiolita de Siquisique ha sido interpretada
como un fragmento de la corteza oceánica proto-Caribe.

- Rocas sedimentarias: Las muestras de caliza y el chert analizadas, tienen


semejanza petrográfica y de microfauna, con rocas de la sección cretácica del
margen pasivo suramericano, hoy día aflorantes en Perijá y los Andes de Mérida
(José MÉNDEZ BAAMONDE, com. personal, 2012).

127
3. FORMACIÓN MATATERE

- Rocas metamórficas: Los muy raros y pequeños clastos de cuarcita y esquisto


cuarzo- micáceo, con metamorfismo de bajo grado, corresponden a litologías
muy comunes. Pueden proceder de cualquiera de los terrenos metasedimentarios
de continente suramericano.
Vista la variedad de clastos, se infiere que la región fuente de estos primeros
flujos turbidíticos, fue mixta continental - ofiolítica. Esto implica la exposición
subaérea de algún bloque de corteza oceánica proto-Caribe, debido al frente de
corrimientos. Algunas lonjas de este tipo de rocas pudieron estar intercaladas
con unidades sedimentarias continentales, probablemente en alguna zona
tectónicamente compleja entre fallas transcurrentes dextrales (lugar B, Fig. 17),
con exhumación en régimen de relevo transpresivo. Otros bloques ofiolíticos
pudieron ya estar exhumados e intercalados con rocas del arco de islas o prisma
de acreción, dentro de la placa Caribe (C, Fig. 17).

Igualmente en cuanto a las rocas sedimentarias, algunos bloques pudieron estar


ubicados en la zona B (Fig. 17) y otros trasferidos a la placa Caribe (C en la Fig.
17). Así mismo, como en la placa suramericana propiamente dicha (A, Fig. 17),

Así, las rocas sedimentarias e ígneas expuestas en lugares relativamente


cercanos entre sí (A, B y C, Fig. 17), fueron erosionadas, transportadas,
retrabajadas en ambientes costeros o bajo el nivel del mar hasta la profundidad
de base del oleaje. Posteriormente, ya sea disparados por eventos pluviales
torrenciales y/o por sismicidad, en esta zona tectónicamente activa, fueron
trasportadas como flujos de detritos (flujos hiperpícnicos) hasta la parte más
profunda de la cuenca antepaís, para depositarse directamente sobre las rocas
volcánicas del fondo oceánico.

128
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 5. Resumen de tipos litológicos identificados en las rocas de la


Formación Matatere (III), adyacentes a su contacto con el Ofiolita de Siquisique.
Quebrada Agua Linda, Macuere, noroeste de Siquisique, estado Lara.

129
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 17. Mapa paleogeográfico para el Eoceno medio. Se muestra la posible zona fuente de los
sedimentos (círculo violeta, A, B y C) de los lóbulos de la Formación Matatere (III). Estos
lóbulos fueron depositados sobre las rocas volcánicas del proto-Caribe, como hoy se observa en la
Quebrada Agua Linda, noreste de Siquisique. La línea azul segmentada indica la posible
trayectoria de los flujos turbidíticos. Adaptado de PINDELL (1999).

130
3. FORMACIÓN MATATERE

6. GEOCRONOLOGÍA U-PB DE CRISTALES


DETRÍTICOS DE ZIRCÓN DE LA FORMACIÓN
MATATERE, LARA Y YARACUY
Por Mariela NOGUERA, James E. WRIGHT, Herbert FOURNIER,
Franco URBANI, & Marvin BAQUERO

RESUMEN
El proyecto geocronológico con cristales detríticos de zircón (ZD) de la
Formación Matatere (Eoceno), formó parte de un proyecto mayor que abarcó
numerosas unidades tanto sedimentarias como metasedimentarias del norte de
Venezuela. De esta formación turbidítica que aflora en la mitad norte del estado
Lara, se colectaron diez muestras de las cuales fueron datados 777 cristales de
zircón por el método de U-Pb con la técnica de LA-MC-ICPMS. En este trabajo
se comparan las firmas de edades de los ZD de la Formación Matatere, tanto
con unidades del margen pasivo del Cretácico Temprano, como paleozoicas de
los Andes de Mérida, para interpretar las posibles fuentes de sedimentos. El
intervalo de edades obtenido va desde 3.080 Ma a 39,4 Ma, con picos
Precámbricos que coinciden con los ciclos presentes en el Escudo de Guayana, y
otros correspondientes a las orogénesis Grenvilliano-Putumaya del
Neoproterozoico. Adicionalmente, aparecen edades paleozoicas como las
reportadas en unidades hoy día aflorantes en los Andes de Mérida. Los
resultados indican un importante pico de edades Permo-Triásico que no está
presente en las unidades del margen pasivo del Cretácico Temprano, por lo cual
las rocas de esas edades, debieron llegar a estar expuestas a partir del Eoceno.
La información aportada apunta a la existencia de una fuente dual para la
proveniencia de los ZD de la Formación Matatere, tanto de los terrenos
frontales del Arco de Aves, como del continente suramericano, cuyos drenajes
estaban erosionando unidades de una plataforma del margen pasivo (Cretácico) y
unidades proto-Andinas (Pérmico-Triásico y Jurásico). Los ZD con edades
mayores a 1,2 Ga originalmente formados en el Escudo de Guayana,
probablemente se encuentran en la Formación Matatere por el reciclaje de las
unidades paleozoicas y mesozoicas que los contienen, no siendo necesario
postular la presencia de ríos con nacimiento desde el propio Escudo de
Guayana.

Por la localización de las muestras y sus características petrográficas, fue


posible asignarlas a cuatro grupos que presentan ZD con edades

131
3. FORMACIÓN MATATERE

significativamente diferentes. Este resultado sugiere una sedimentación a partir


de distintas rocas fuentes. En particular, los valores más jóvenes de ZD (72,6
Ma, 53,8 Ma, 49,8 Ma y 39,4 Ma) sugiere una evolución en el patrón
paleogeográfico de los depósitos sedimentarios marino profundo durante el
Paleoceno–Eoceno. La Formación Pampatar guarda una gran similitud de ZD
con uno de estos grupos de la Formación Matatere (ZD más jóvenes = 53,8
Ma), pudiéndose establecerse una fuente común asociada al desarrollo
extensional de la Cuenca de Grenada.

ABSTRACT
The geochronological project with detrital zircons (DZ) of the Eocene
Matatere Formation, was part of a larger project encompassing numerous
sedimentary as well as metasedimentary units of northern Venezuela. This
Formation appears in the northern half of Lara state, ten samples were taken,
from which 777 zircon crystals were dated by the U-Pb method using the LA-
MC-ICPMS technique. In this paper we compare the signatures of the DZs of
the Matatere Formation with those of the Aguardiente Formation, deposited in
the Cretaceous passive margin of northern South American Plate and other units
of the Mérida Andes to interpret the possible source of sediments. The age
ranges from 3080 to 39.4 Ma, with Precambrian peaks that coincide with the
cycles present in the Guayana Shield, and the Neoproterozoic Putumayo
Orogen. In addition there are Paleozoic ages as reported in today's outcropping
units in the Andes of Mérida, and an important Permo-Triassic peak, which is
not present in the units of the Cretaceous passive margin, suggesting that units
of that age were first exposed between the Late Cretaceous and the Eocene.
The information provided points to the existence of a dual source for the
provenance of the DZs of the Matatere Formation, both from the leading edge
of the Aves Arc and from northern South America, which drainage was eroding
units of the passive margin (Cretaceous) and proto-Andes (Permian-Triassic and
Jurassic). The DZ with ages >1.2 Ga originally formed in the Guiana Shield,
probably are found in the Matatere Formation by the recycling of the Paleozoic
and Mesozoic units which contain them, without the need to have rivers directly
draining the Shield.
The Matatere samples were assigned to four distinct groups due to their
geographical locations, distinctive petrographies, and DZ age differences. This
result suggests a sedimentation pattern from different rock sources. In particular,
the DZ yielding the youngest ages for each group (72.6 Ma, 53.8 Ma, 49.8 Ma y
39.4 Ma) suggests a paleogeographic evolution of the four deep-sea deposits
during the Paleocene-Eocene. The DZ age pattern from the Pampatar
Formation is very similar to one of the four groups of the Matatere Formation

132
3. FORMACIÓN MATATERE

(the one with the youngest DZ at 53.8 Ma), allowing a common source for both
turbidite units related to the development in extensional settings of the Grenada
Basin.

INTRODUCCIÓN

El zircón (ZrSiO4) es uno de los minerales más usados para determinar la edad,
origen, e historia termal de las rocas mediante la determinación isotópica de U,
Th y Pb. Debido a su alta resistencia a la abrasión, relativa estabilidad química y
su alta insolubilidad, el zircón detrítico (ZD) como componente mineralógico en
unidades sedimentarias es también ampliamente usado en estudios de
proveniencia sedimentológica (e.g. BONICH et al. 2017). El presente trabajo
expone los resultados geocronológicos de ZD depositados en un sistema de
ambiente turbidítico con el objetivo de refinar modelos tectónicos propuestos.

En el año 2006 entre la UCV y FUNVISIS se inició un proyecto de


levantamiento geológico en la región de la Ofiolita de Siquisique, que luego se
extendió para cubrir toda la zona de afloramientos de la Formación Matatere en
la mitad norte del estado Lara y parte de los estados Falcón y Yaracuy. Un año
después el proyecto geocronológico con ZD de la Formación Matatere, formó
parte de un proyecto mayor coordinado por el Prof. James E. Wright de la
Universidad de Georgia, EEUU, en el cual se colectaron muestras de arenisca de
grano medio a grueso de varias unidades geológicas del norte de Venezuela y
Curazao (NOGUERA et al. 2011, 2014) y de los Andes de Mérida (DUGARTE
2012). La petrografía detallada de las facies gruesas de la Formación Matatere se
encuentra en MARTÍNEZ & VALLETTA (2008) y un resumen de los nuevos
estudios realizados en esta unidad aparece en URBANI et al. (2016).

La Formación Matatere es una unidad turbidítica depositada durante el


Paleoceno–Eoceno en la cuenca antepaís formada por la interacción entre el
Arco de Aves/Gran Arco del Caribe y el norte de Suramérica (e.g. ver Fig. 15A
en PINDELL et al. 2005). Dicha unidad consiste mayoritariamente de una
monótona alternancia de capas de arenisca y lutita, con ocasionales niveles de
conglomerados y capas de peñones (STEPHAN 1982). La unidad aflora en la
mitad norte del estado Lara, extendiéndose en áreas menores en los estados
Falcón, Yaracuy y Carabobo. STEPHAN (1982) subdivide a la Formación en tres
subunidades informales que denomina I, II y III, con las siguientes edades
relativas: Paleoceno inferior (I), Paleoceno superior a Eoceno inferior (II) y
Eoceno inferior (parte alta) a Eoceno medio (parte baja) (III). La subunidad III
aparece depositada tanto discordantemente sobre la Formación Barquisimeto

133
3. FORMACIÓN MATATERE

(Cretácico Tardío) (Bucarito, noreste de Carora), como inconformemente sobre


las rocas volcánicas de la Ofiolita de Siquisique (proto-Caribe, Cretácico
Temprano, Macuere al este de Siquisique) (URBANI et al. 2014). Según las edades
aceptadas para la Formación Matatere III, su sedimentación pudo haber
abarcado un intervalo de c. 5 Ma con un espesor de hasta 2 km (STEPHAN 1982).
Para este trabajo se colectaron muestras de las subunidades II (Yumare) y III
(norte de Lara).

De acuerdo con los modelos tectónicos para el noroeste de Venezuela, durante


el Maastrichtiense-Paleógeno (PINDELL et al. 2005) las unidades que constituían
una plataforma de margen pasivo Cretácico (e.g. formaciones Aguardiente y
Barranquín) y otras más antiguas, debieron estar expuestas en el alto periférico
formado al frente de la zona de influencia de la placa Caribe, que a su vez
originó una cuenca antepaís donde se depositaron las unidades turbidíticas en
ambientes marino profundo (Matatere, Pampatar, Guárico, Paracotos, Nuezalito,
Río Guache, Lagoen y Midden de Curazao, Grenada y Scotland de Barbados
Grenada).

La Formación Matatere, junto con las unidades del margen pasivo (Grupo
Lara: Carorita, Bobare y Barquisimeto del Jurásico Tardío al Cretácico Tardío),
estuvo involucrada en el tectonismo producido por el apilamiento de las Napas
de Lara a finales del Eoceno e inicios del Oligoceno (STEPHAN 1982).

Las posibles fuentes sedimentarias de los depósitos marino profundo


asociados a la Formación Matatere permanecen aún sin establecerse. El presente
trabajo muestra los resultados obtenidos de dataciones con U-Pb a ZD de esta
importante unidad sedimentaria con el objetivo de esclarecer esas fuentes.
Adicionalmente, estos resultados se comparan con los obtenidos con la misma
técnica en unidades del margen pasivo Cretácico (Formación Aguardiente)
pertenecientes a la plataforma sedimentaria y unidades paleozoicas andinas
(Caparo, El Horno, Iglesias, Mucuchachí, Palmarito). Así mismo y con el
objetivo de determinar posibles relaciones, los resultados se contrastan con la
Formación Pampatar, generada en la misma cuenca antepaís, pero hoy expuesta
en la isla de Margarita este de Venezuela.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se analizaron diez muestras con tamaño de grano entre ¼ a 1 mm, nueve


proceden de la subunidad Matatere III ubicadas entre Carora y Santa Inés (Fig.
1) y una, de la subunidad Matatere II en Yumare. En NOGUERA (2009) se

134
3. FORMACIÓN MATATERE

presentan los detalles de campo y petrográficos de las muestras. Para una mejor
comprensión y manejo de los resultados, las muestras fueron agrupadas de
acuerdo a sus ubicaciones geográficas relativas en cuatro grupos: oeste (Mat-O),
noroeste (Mat-NO), norte (Mat-N) y noreste (Mat-NE) (Fig. 1, Tabla 1).

Figura 1. Mapa generalizado de las provincias geológicas en la región centro-occidental, con la


ubicación de las muestras analizadas (MN) para los ZD de las formaciones Matatere (círculos
rojos: MN-5, MN-6, MN-9, MN-10, MN-11, MN-12, MN-14, MN-44), Aguardiente
(círculo negro: MN-7). Las circunferencias azules agrupan las muestras MN de acuerdo a su
ubicación geográfica relativa (Mat, ver Tabla 1). Abreviaturas: Blanco: Sedimentos
cuaternarios. F: Unidades sedimentarias post-napas de cobertura de la cuenca de Falcón,
Oligoceno-Plioceno. A: Unidades autóctonas (Cretácico-Paleógeno) de la Cordillera de Mérida
y Serranía de Trujillo. L: Napas de Lara, involucran unidades del Cretácico Temprano -
Eoceno medio: formaciones Carorita, Bobare, Barquisimeto y Matatere y la Ofiolita de
Siquisique. Metamorfismo de facies pre-esquisto verde. C: Unidades de protolito sedimentario,
con metamorfismo de facies de esquisto verde (clorita). Cretácico. B: Unidades con protolito
sedimentario e ígneo, con metamorfismo de facies de esquisto verde (biotita) a granulita.
Mesoproterozoico-Cretácico. Líneas negras gruesas = continua: Ofiolita de Siquisique en
superficie, y segmentada: probable continuación de la Ofiolita en subsuelo con base a
levantamiento aeromagnético. Líneas rojas segmentadas: Discordancia de las formaciones de la
Cuenca de Falcón sobre las unidades previas.

135
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 1. Coordenadas geográficas, localidades, grupos y subdivisiones


asignados de las muestras de la Formación Matatere.
Muestra Latitud N Longitud O Localidad Grupoa Formaciónb
MN-5a,b 10.2874 -70.3863 Qda. La Mamita, O de Carora, Lara
Mat-O
MN-6a,b 10.3624 -70.2852 Qda. Oro, Altagracia, N de Carora
MN-9 10.3977 -69.9276 Qda. Los Carrillos, NO de Parapara
MN-10 10.4166 -69.8231 Qda. Horno Negro, N de Parapara Mat-NO Matatere III
MN-11 10.6150 -69.9070 Qda. Puz, SO de Siquisique
MN-12 10.6207 -69.8025 Qda. Las Petacas, O de Siquisique
Mat-N
MN-14 10.6329 -69.6049 Macuere, E de Siquisique.
MN-44 10.7196 -68.5662 Cerro Salsipuedes, Yumare, Yaracuy Mat-NE Matatere II
a Parala ubicación geográfica de los cuatro grupos (Mat) ver la Fig. 1. b Según
la subdivisión de STEPHAN (1982). Abreviaturas: Qda. = Quebrada; O = Oeste;
N = Norte; NO = Noroeste; SO = Suroeste y NE = Noreste.

La edad de los cristales de ZD se determinó por el método de U-Pb, con la


técnica analítica de ablación láser multicolector de plasma acoplado
inducidamente con espectrometría de masas (LA-MC-ICPMS) en el laboratorio
LaserChron Center de la Universidad de Arizona, EEUU. Los protocolos
analíticos utilizados pueden consultarse en GEHRELS et al. (2006).
Adicionalmente, los resultados obtenidos por NOGUERA (2009) utilizando la
misma técnica y protocolos en muestras de las formaciones Aguardiente
(muestra MN-7; ver Fig. 1) y Pampatar (para ubicación de muestras ver
NOGUERA, 2009), se utilizarán a fines comparativos.

El número de cristales de zircón (n) analizados para geocronología fueron:


Formación Matatere (n=778), subunidad III (683), subunidad II (94) y
Formación Pampatar (n=237). El número de análisis por cada unidad está
mayormente en concordancia con el mínimo de 117 propuesto por VERMEESCH
(2004), como criterio para tener un 95% de confiabilidad en la detección de
todas las poblaciones de edades existentes.

RESULTADOS

Composición mineralógica

La Tabla 2 presenta la composición petrográfica modal. El grupo Mat-O


contienen la mayor proporción de cuarzo (>87%), mientras que las muestras de
los otros grupos (Mat-NO; Mat-N; Mat-NE) contienen una proporción cercana
al 50%. Otras diferencias mineralógicas son una mayor proporción de
plagioclasa (6–15%); micas (1–12%); fragmentos líticos de origen metamórfico
(2–5%) y volcánico (10–26%) para las muestras asignadas a los grupos Mat-NO,

136
3. FORMACIÓN MATATERE

Mat-N y Mat-NE, respecto de las muestras del grupo Mat-O. Los fragmentos
líticos de origen sedimentario casi ausentes en las muestras del grupo Mat-NE,
son ligeramente similares en las muestras del grupo Mat-O (≤0,8%) y Mat-NO
(≤1,5%). En cuanto a los minerales pesados (e.g. zircón, rutilo), las muestras del
grupo Mat-O contienen una mayor proporción (2,0–3.5%) que las muestras del
resto de los grupos (Mat-NO: ≤0,8%; Mat-N: ≤ 0,5%; Mat-NE: ≈ 0,6%). Los
fósiles solo se reconocieron en las muestras del grupo Mat-NO (0,2–3.8%).

Tabla 2. Composición petrográfica de las muestras de la Formación Matatere


estudiadas. Valores en % en volumen. Tomado de NOGUERA (2009).
Mat-O Mat-NO Mat-N Mat-NE
MN-5a MN-5b MN-6a MN-6b MN-9 MN-10 MN-11 MN-12 MN-14 MN-44
Cuarzo 93,0 91,5 95,0 87,1 52,1 50,7 58,9 49,2 50,8 52,4
Plagioclasa 0 0 0 0,6 6,1 19,1 11,7 14,9 13,2 12,3
Feldespato-K 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3,3
Micas 0,3 1,1 0,0 0,9 0,9 6,5 2,5 4,0 11,6 12,0
Minerales pesadosa 2,3 2,6 1,9 3,5 0,3 0,2 0,8 0,3 0,5 0,6
Granos Líticos sedimentarios 0,8 0,7 0 0,6 1,5 1,1 1,1 0 0,3 0,0
Líticos metamórficos 2,1 1,1 0,9 0,6 3,0 5,4 3,8 1,8 1,6 1,8
Líticos volcánicos 0,3 0 0,3 0,3 13,9 11,4 10,9 25,8 16,1 15,9
Productos de alteración 1,3 3,0 1,9 5,4 19,7 5,0 6,5 3,8 6,9 1,5
Hornblenda 0 0 0 0,9 0 0,4 0 0,3 0 0,3
Fósiles 0 0 0 0 2,4 0,2 3,8 0 0 0
Granos 85 80 80 60 62 60 60 70 65 73
Roca Cemento 10 10 10 15 20 29 10 15 20 10
total Matriz 5 10 5 25 15 10 30 15 15 15
Porosidad <1 0 5 0 3 1 0 0 0 2
Clasificación Arenitas Grauwacas

Geocronología por U-Pb en zircones detríticos (ZD) de la Formación


Matatere

La Tabla 3 expone los intervalos (mínimos y máximos) de edades por U-Pb en


ZD, organizado por el grupo geográfico establecido. Los resultados
geocronológicos detallados pueden consultarse en NOGUERA (2009, apéndice).
En dicha tabla se visualiza que las edades de U-Pb en ZD más jóvenes (39,4 Ma)
se obtuvieron en el grupo de muestras Mat-O, mientras que los ZD más
antiguos (3.080 Ma) se encuentran en la muestra del grupo Mat-NE
perteneciente a la subunidad II de STEPHAN (1982). Tanto las muestras de los
grupos Mat-NO y Mat-N contienen ZD de edades mínimas muy similares de
49,8 Ma y 53,8 Ma, respectivamente, pero con ZD de edades máximas distintas y
con una diferencia de 1.300 Ma.

137
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 3. Resumen de edades por U-Pb en ZD. Formación Matatere.


Grupo # muestras na Rango de edades (Ma) Subunidadb
Mat-O 4 324 39,4–2.701
Mat-NO 3 207 49,8–1.533 III
Mat-N 2 152 53,8–2.841
Mat-NE 1 94 72,6–3.080 II
Mat. total 10 777 39,4–3.080 II + III
a n = número total de ZD analizados; b Según la subdivisión de STEPHAN (1982). Las

edades se expresan sin los márgenes de error. La ubicación de los cuatro grupos (Mat-O;
Mat-NO; Mat-N y Mat-NE) visualizados en la Fig. 1.

La Figura 2 muestra las distribuciones de edades por U-Pb en ZD de la


Formación Matatere en base su asignación geográfica. En el grupo Mat-O los
ZD más frecuentes (n>15) tienen edades aproximadas de 1.500 Ma, y los ZD
menos frecuentes (n<2) corresponden a edades de 2.700 Ma, 2.000 Ma, y 750
Ma. En el caso del grupo Mat-NO los más frecuentes (n>6–10) tienen edades
aproximadas de 1.100 Ma, 900–1000 Ma y de 50 Ma, los menos frecuentes (n<1)
tienen edades aproximadas de 1.500 Ma y 550 Ma en las muestras MN-9 y MN-
10, y de edades variables en la muestra MN-11 desde 600 Ma a 200 Ma. Los ZD
más frecuentes (n>12) en el grupo Mat-N tienen edades de 250 Ma y < 150 Ma
y los menos frecuentes (n<5) tienen edades variables que abarca hasta los más
antiguos del grupo (2.840 Ma). En la muestra MN-44 del grupo Mat-NE, los ZD
más frecuentes (n>20) tienen edades de 250 Ma aproximadamente, mientras que
los menos frecuentes (n<5) tienen edades variables abarcando hasta los ZD más
antiguos.

DISCUSIONES

Las edades de U-Pb en ZD obtenidas en este trabajo permiten una discusión


general enmarcada según la edad correspondiente a la depositación de los
sedimentos que dieron origen a la Formación Matatere (Paleoceno–Eoceno)
(STEPHAN 1982). De esta manera, las edades de los ZD alojados en la Formación
Matatere más antiguos que la unidad sedimentaria indican dos opciones: i)
fuentes antiguas anteriores al Paleoceno y expuestas que aportaron material
sedimentario directamente durante la sedimentación, y/o ii) fuentes
canibalizadas de otras unidades sedimentarias debido al ambiente turbiditico de
depositación y que aportaron ZD heredados. Por otro lado, los ZD cuya edades
se aproximan a la edad de depositación de la Formación Matatere corresponden
a fuentes expuestas y a su vez contemporáneas al proceso sedimentario de la
misma.

138
3. FORMACIÓN MATATERE

Figura 2. Edades ZD de las muestras individuales de la Formación Matatere separadas por


grupos geográficos y muestras (0 – 3000 Ma).

139
3. FORMACIÓN MATATERE

ZD más antiguos que la edad de depositación de la Formación Matatere

Precámbrico–Paleozoico Inferior
La distribución de edades en ZD de la Formación Matatere en el intervalo de
3,0 a 0,5 Ga (Fig. 3), tiene coincidencia con la distribución de edades mostrada
por las formaciones de la plataforma del margen pasivo en el Cretácico
Temprano y también de las unidades paleozoicas actualmente expuestas en los
Andes de Mérida (Fig. 4). Como consecuencia de lo anterior, estas unidades
pudieron ser una región fuente del drenaje que aportó a la sedimentación de la
Formación Matatere durante el Paleoceno–Eoceno. Adicionalmente, las
inestabilidades de las pendientes de la cuenca, por actividad sísmica propias en
una cuenca antepaís y/o sobrepeso de unidades sedimentarias, también pudieron
aportar ZD heredados en los sedimentos de las corrientes de turbidez que dieron
origen a los depósitos marino profundo de la Formación Matatere

Figura 3. Edades por U-Pb en ZD de todas las muestras de la Formación Matatere en el


intervalo 500–3000 Ma.

Las poblaciones de ZD del Arqueano, Paleoproterozoico y Mesoproterozoico


temprano coinciden con un origen primario en el Escudo de Guayana,
localizado al sur de la cuenca antepaís. Hay unos pocos cristales (3/777) con
edad Arqueano posiblemente procedentes del Complejo Imataca. El intervalo de
2,0–1,7 Ga coincide con rocas de la Provincia de Cuchivero. Las edades 1,6–1,3
Ga pueden haberse originado del batolito del granito rapakivi de Parguaza,
expuesto hoy día en un área de cerca de 30,000 km 2 en el estado Amazonas. Los
ZD en el intervalo 1,3–1,1 Ga pueden proceder de las provincias de Pastora (e.g.
MENDOZA 2012). Por otro lado, las edades neoproterozoicas 1,1–0,9 Ga pueden
proceder de la orogénesis Grenvilliano-Putumayo (IBAÑEZ MEJÍA et al. 2011).
Rocas con zircones de este último rango de edad hoy día están distribuidas en
los macizos de Santa Marta, Santander y Garzón, Colombia (e.g. RESTREPO-
PACE et al. 1997), y en pequeños cuerpos dispersos en el norte de Venezuela (e.g.
BAQUERO et al. 2015). Las edades en el intervalo de 0,7–0,5 Ma pueden
corresponder al ciclo Panafricano – Brasiliano de Colombia, también
denominadas edades proto-Andinas (CORDANI et al. 2005).

140
3. FORMACIÓN MATATERE

Pérmico–Jurásico
En la Formación Matatere hay ZD en el intervalo 270–220 Ma (Pérmico–
Triásico) (Fig. 5), pero éstas edades están ausentes de las unidades del margen
pasivo del Cretácico Temprano (NOGUERA 2009, NOGUERA et al. 2011) (Fig. 5).
Estudios geocronológicos con U-Pb en zircones e interpretados como edades de
cristalización de rocas ígneas, muestran edades Pérmo–Triásico en granitoides
dispersos de la Península de Paraguaná (MENDI et al. 2013), Andes de Colombia
y Venezuela, Perijá, Goajira e isla de Toas (CARDONA et al. 2006, VAN DER LELIJ
2012), macizo de El Baúl (VISCARRET 2009) y en el basamento de diversos
pozos exploratorios en el NO de Venezuela (BAQUERO 2014). Todo esto indica
que para el momento de la depositación de la Formación Matatere en el
Paleoceno–Eoceno estaban expuestas unidades contentivas de ZD del Pérmo–
Triásico, pero no durante la sedimentación del margen pasivo en el Cretácico
Temprano.

Similarmente, ZD con edades en el intervalo 160–150 Ma (Jurásico Tardío)


(Fig. 5) tampoco están presentes en las unidades del margen pasivo del Cretácico
Temprano (Fig. 4). Estos ZD pueden corresponder a rocas volcánicas
relacionadas con el rifting Jurásico abortado (graben de Espino y rift de
Uribante, e.g. NOGUERA et al. 2011) como parte de la separación continental
entre Norte y Suramérica (e.g. PINDELL & KENNAN 2009).
Lo anterior sugiere que el inicio de la exposición de rocas del Permo–Jurásico
se inició posteriormente a la depositación de los sedimentos que dieron origen a
la Formación Aguardiente, en tiempos Cretácico Tardío – Paleoceno. Durante la
depositación del material sedimentario de la Formación Matatere (Paleoceno–
Eoceno), las mencionadas fuentes debieron estar relativamente cercanas a los
depocentros de sedimentación de ésta unidad.

Cretácico
Los ZD con edades U-Pb de 115–95 Ma (Albiense – Cenomaniense) (Fig. 6)
depositados durante la sedimentación de los protolitos de la Formación Matatere
en el Paleoceno–Eoceno, pueden representar cristales transportados desde
terrenos originados desde la Meseta Oceánica Caribe-Colombia (MOCC)
(BURKE et al. 1978, KERR et al. 2003), y las primeras interacciones tectónicas (e.g.
subducción oceánica del proto-Caribe en el Gran Arco del Caribe/de las Antillas
y colisión diacrónica de unidades en el margen occidental de la placa
Suramericana) (WRIGHT & WILD, 2011; PINDELL et al. , 2005).

141
3. FORMACIÓN MATATERE

Figura 4. Gráficos de Densidad de Probabilidad Relativa de las edades de los ZD de las


unidades de la Cordillera de Mérida. De abajo hacia arriba: Unidades del Cretácico
Temprano de margen pasivo del norte de Suramérica (incluye Formación Aguardiente muestra
MN-7, datos de NOGUERA 2009 y NOGUERA et al. 2011), Asociación Bella Vista
(Proterozoico), formaciones Caparo y El Horno (Ordovícico-Silúrico), Complejo Iglesias
(Paleozoico inferior), Asociación Mucuchachí (Tostos, Mucuchachí y Río Momboy) (Paleozoico
superior) y las unidades Supraterreno (formaciones Sabaneta y Palmarito, Pérmico). Las
franjas grises representan poblaciones de edades que son comunes para todas las unidades
representadas. Tomado de DUGARTE (2012).

142
3. FORMACIÓN MATATERE

Figura 5. Edades por U-Pb en ZD de todas las muestras de la Formación Matatere (n=
249 / 777) en el intervalo <500 Ma.

Sin embargo, esto implicaría la presencia de conexiones sedimentarias entre las


cuencas de antearco y antepaís para el Eoceno. Alternativamente, pudiera
tratarse de zircones heredados provenientes de MOCC pero involucrados en la
cuña mantelar que subyacía al Arco del Caribe/Antillas y expulsados durante el
volcanismo. Estudios morfológicos y geoquímicos detallados ayudarían a
precisar estas hipótesis.

Las edades por U-Pb de 80–70 Ma (Campaniense) de los ZD en la Formación


Matatere pudieron haber sido transportados desde el Arco de Aves (WRIGHT &
WILD 2011, CARDONA et al. 2011). Dicho arco volcánico se originó en el
Campaniense como producto de la subducción del Proto-Caribe y continuando
su actividad magmática hasta el Eoceno (WRIGHT & WILD 2011). Esto sugiere la
presencia de drenajes desde el Arco de Aves hacia la cuenca antepaís donde se
localizaba los depocentros de los sedimentos que dieron origen a la Formación
Matatere.
La edad más joven de los ZD obtenida en la subunidad Mat-NE es de 73 Ma
(Campaniense) (n =94), la cual es más antigua que la edad de sedimentación de la
unidad (Paleoceno superior a Eoceno inferior). Lo anterior se interpreta como
ZD heredados exclusivamente desde unidades canibalizadas del margen pasivo
Cretácico y previamente depositados en una plataforma.

143
3. FORMACIÓN MATATERE

Figura 6. Edades por U-Pb en ZD de todas las muestras de la Formación Matatere n= 98


/ 777 en el intervalo 40–130 Ma.

Zircones detríticos contemporáneos a la Formación Matatere

Paleoceno–Eoceno
Los ZD con edades U-Pb en el rango de 60–40 Ma (Paleoceno medio–Eoceno
medio) (Fig. 6), pueden haber sido derivados de la actividad magmática de
diferentes fuentes, tales como: i) el Arco de Aves localizado durante ese tiempo
al norte de la cuenca antepaís y cuya culminación magmática se sitúa actualmente
en la Isla La Blanquilla (59 Ma) (WRIGHT & WILD, 2011); ii) el Arco post-
colisional originado en el extremo NO de la placa Suramericana (WRIGHT &
WILD, 2011), el cual generó granitoides en la Sierra Nevada de Santa Marta
(CARDONA et al. 2011); y/o iii) el proceso de extensión por el inicio de la
formación de la cuenca de retroarco de Grenada (AITKEN et al. 2011). Dicha
actividad magmática regional está también soportada por la presencia de cuerpos
ígneos que se encuentran dispersos en el norte de Venezuela, como por ejemplo:
i) granitoides en el basamento del Golfo de Venezuela (BAQUERO et al. 2016); y
ii) diques de lamprofiro tanto en la Mesa de Cocodite en la Península de
Paraguaná (MENDI et al. 2013) como en la Isla de Margarita (KAISER 1997).

Los ZD con edades U-Pb de 40 Ma (Bartoniense) (muestras Mat-O)


representan el valor más joven de todos los datos del presente trabajo. Más aún,
la edad de U-Pb mínima obtenida en los ZD, aumenta sistemáticamente de este
a oeste, a saber: Formación Matatere III (Grupo Mat-O, 39 Ma, n=324. Grupo
Mat-NO, 50 Ma, n=207. Grupo Mat-N, 54 Ma, n=152), lo cual sugiere que los
sedimentos de esas distintas regiones fueron depositadas en distintos
depocentros marino profundos con diferencias en cuanto a zona fuente, al
sustrato sobre el cual se depositaron y probablemente, inclusive de edad dentro
del rango desde el Eoceno temprano hasta el Eoceno medio para la subdivisión
III de la Formación Matatere (STEPHAN 1982).

144
3. FORMACIÓN MATATERE

Comparación entre la Formación Matatere y la Formación Pampatar


Las distribuciones de edades de U-Pb de los ZD de la Formación Matatere y
su comparación con la Formación Pampatar en varios intervalos de edades se
presentan en la Figura 7a–d.

80
60
40
20
0
0 (10 muestras)500
Matatere 1000n = 777 1500 2000 2500
Eoceno temprano 3000
superior a Eoceno
medio

60

40

20

0
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
Pampatar (3 muestras) n = 236 Eoceno
Figura 7a. Comparación de edades de ZD de las formaciones Matatere y Pampatar (isla de
Margarita). Intervalo 0 – 3000 Ma

Figura 7b. Comparación de edades de ZD de las formaciones Matatere y Pampatar.


Intervalo 500-3000 Ma. Arriba se indican las provincias geocronológicas de Suramérica
(CORDANI et al., 2005). PT: Paleozoico tardío. Bra.: Brasiliano.

145
3. FORMACIÓN MATATERE

50

40

30

20

10

0
Matatere
0 50 100 150 200 n= 249250
/ 777 300 350 400 450 500

30

20

10

0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500
Pampatar n = 146 / 236
Figura 7c. Comparación de edades de ZD de las formaciones Matatere y Pampatar.
Intervalo <500 Ma

16
Min.
12

4
0
Matatere n= 98 / 777
40 50 60 70 80 90 100 110 120 130
10 Min.
8
6
4
2
0
40 50 60 70 80 90 100 110 120 130
Pampatar n = 65 / 236
Figura 7d. Comparación de edades de ZD de las formaciones Matatere y Pampatar.
Intervalo 40-130 Ma

De la Figura 7 se desprende que ambas unidades sedimentarias poseen


similitudes en cuanto a edades por U-Pb en sus ZD. Sin embargo, las
distribuciones de edades precámbricas contenidos en la Formación Pampatar
son considerablemente menos abundantes que en el total de las muestras de la
Formación Matatere (Figs. 7a–b). Por otro lado, se destaca una gran semejanza
cuando los datos se restringen a <500 Ma (Fig. 7c) y de 40 Ma a 130 Ma (Fig.

146
3. FORMACIÓN MATATERE

7d), donde las frecuencias son muy similares. Lo anterior indica que ambas
unidades sedimentarias tuvieron aportes de las mismas rocas fuentes, pero en el
caso de la Formación Pampatar, se puede deducir que los depocentros de esta
unidad se encontraban relativamente más alejados de las fuentes contentivas de
ZD precámbricos con respecto a los de los sedimentos que dieron origen a la
Formación Matatere. La similitud en las frecuencias de los ZD Fanerozoicos
(Fig. 7c) indica que los depocentros de ambas unidades sedimentarias pudieron
encontrarse relativamente cerca de esas fuentes. De esto se podría deducir que
ambas unidades se depositaron en zonas distintas en la misma cuenca antepaís.
Sin embargo, una comparación de los datos de los ZD de la Formación Matatere
por regiones geográficas (ver Fig. 1 y Tabla 1) con los de la Formación
Pampatar, revela que las edades por U-Pb de los ZD del grupo Mat-N son las
que poseen una alta similitud (Fig. 8). En efecto, las muestras de los cuatro
grupos de la Formación Matatere subdivididas con base a ubicación geográfica y
características petrográficas (Tabla 2), también presentan patrones de
distribución de edades distintivos entre sí (Figs. 2 y 8). La edad de los ZD más
jóvenes presentes en el grupo Mat-N de c. 54 Ma y que coincide con los de la
Formación Pampatar (Tabla 3, Fig. 7d y 8), están relacionados con fuentes
asociadas al desarrollo de una cuenca extensional (Cuenca de Grenada) (AITKEN
et al. 2011; MARESH et al. 2009) y en particular con actividad termal en la zona de
cizalla de Manzanillo en la Isla de Margarita (FOURNIER et al. 2017).

Una revisión de los análisis efectuados con la misma técnica en otras unidades
sedimentarias revela que ZD con edades U-Pb entre 60 y 40 Ma solamente se
encuentran en las unidades turbidíticas más jóvenes, como Matatere III y
Pampatar, mas no en unidades más antiguas como Matatere II (Grupo Mat-NE),
y en otras unidades turbidíticas como Guárico, Garrapata, Paracotos y Curazao
(NOGUERA, 2009). Esto revela la existencia de un cambio en las rocas fuentes
desde la plataforma Cretácica hacia fuentes contemporáneas con edades
Paleoceno-Eoceno, que pudiera corresponder con migraciones de los canales
sedimentarios dentro del sistema turbidítico en la cuenca antepaís.

En la región geográfica de los grupos Mat-NO y Mat-N (Fig. 1), hay


ocasionales niveles de conglomerado (con clastos centimétricos) y de capas de
peñones (con clastos decimétricos-métricos), estos últimos constituidos por
rocas de las formaciones La Luna y Apón (MARTÍNEZ & VALLETTA (2008),
indicando que las unidades del margen pasivo del Cretácico estaban expuestas en
márgenes inestables, o en bloques ya transferidos a los terrenos Caribe,
constituyéndose en una de las principales fuentes de sedimentos de Matatere.
Las diferencias entre los distintos grupos de muestras de la Formación
Matatere, visible en los gráficos de distribución de edades (Fig. 2), apoya la

147
3. FORMACIÓN MATATERE

separación de los cuatro grupos según su ubicación geográfica (Tabla 3, Fig. 1).
En el grupo Mat-N de la región de Siquisique y la Formación Pampatar, cerca
del 50% de los ZD son más jóvenes que 250 Ma, comparado con cerca del 10-
25% para el resto de las muestras. Adicionalmente, el 25-30% es más joven que
100 Ma, lo cual es consistente con la información petrográfica (Tabla 2) que
arroja un alto contenido de componentes volcánicos.

0.9

0.8
Pampatar (n=237)
Cumulative Probability

0.7 Mat-N (n=152)

0.6
Mat-NE (n=94)
0.5

0.4
Mat-NO (n=207) M
0.3 M

Mat-O (n=324) M
0.2
M
0.1
P
0
0 500 1000 1500 2000 2500 3000
Age (Ma)
Figura 8. Curvas de Distribución de Probabilidad Acumulativa de las edades de ZD en las
muestras de los cuatro grupos de la Formación Matatere, incluyendo la comparación con la
Formación Pampatar.

Refinación de modelos tectónicos

Según reconstrucciones paleogeográficas para el Albiense en el occidente del


norte de Suramérica (PINDELL 1999) (Fig. 9), se visualiza que en el margen
pasivo del noroeste, debió confluir una red de drenaje principal con orientación
hacia el norte y noroeste. El sistema paleofluvial iniciado en el Jurásico y el
Cretácico Temprano marcó el comienzo de un sistema de drenaje de escala

148
3. FORMACIÓN MATATERE

continental, el cual posteriormente fue parcialmente cubierto cuando la cuenca


antepaís del Caribe colisiona y sus unidades sedimentarias se sobrecorren contra
el margen pasivo del extremo noroeste de la placa suramericana. Probablemente
también hubo drenajes modestos desde los arcos de islas extintos o activos hacia
la cuenca de antearco y también de detrás de arco.

Posteriormente, el drenaje fue reestablecido y continuado como el actual río


Orinoco (ROD 1981); siguiendo una larga historia de deflexión hacia el este, a lo
largo del margen sur de las elevaciones causadas por la colisión oblicua de la
placa Caribe y la asociada elongación de la zona de levantamiento tectónico. De
manera que el sistema fluvial del paleo-Orinoco pudo haberse iniciado desde la
ruptura de Pangea y comienzo del margen pasivo del norte de Suramérica. En la
Fig. 10 se reproducen los mapas paleogeográficos para el Eoceno Temprano y
Medio adaptados de PINDELL (1999), donde se propone la posición de los
distintos depósitos turbidíticos marino profundos que pudieron formar los
cuatro grupos de muestras.

Debido a que la edad más joven de los ZD en el grupo Mat-NE es Cretácica


(73 Ma, Tabla 3), la cual es más antigua que la edad de depositación para la
Formación Matatere, sugiere que los sedimentos que dieron origen a las rocas de
este grupo, ubicado actualmente en la zona de Yumare, procedieron de fuentes
del margen pasivo plataformal Cretácico y no de fuentes contemporáneas con la
edad de la Formación Matatere. Este resultado también indica que estos
depósitos fueron los primeros en formarse en el Eoceno temprano (Fig. 10A,
óvalo rojo) corroborando hipótesis previas sobre el tiempo de depositación
relativo para esta unidad (e.g. Stephan, 1982, subgrupos I-III). La ausencia de
ZD contemporáneos con la edad de la Formación Matatere en el grupo Mat-NE
sugiere las siguientes hipótesis: i) subsidencia de la cuenca antepaís o una subida
relativa del nivel del mar produciendo aportes exclusivos desde la plataforma
Cretácica; ii) fuentes contemporáneas no expuestas o muy alejadas del
depocentro de Mat-NE.

Por otro lado, los sedimentos más jóvenes que originaron el grupo Mat-N (54
Ma, Tabla 3), actualmente cercano a Siquisique, y posiblemente a los de la
Formación Pampatar actualmente en la Isla de Margarita, se depositaron
inconformemente sobre las volcánicas del proto-Caribe (Ofiolita de Siquisique)
(Fig. 10B, óvalo rojo). Las turbiditas de la Formación Pampatar se depositaron
más alejadas de fuentes precámbricas (ver sección anterior); pero cercanas a las
del grupo Mat-N, ambas recibieron aportes de fuentes relacionadas con el
comienzo de la extensión desarrollada en la Cuenca de Granada. Por último, los
sedimentos de los grupos Mat-NO y Mat-O con los ZD más jóvenes (39–50 Ma,

149
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 3) se depositaron discordantemente sobre las rocas de la Formación


Barquisimeto (Fig. 10B, óvalos azules). La ausencia de ZD en este rango de edad
(39–50 Ma) en los grupos Mat-NE y Mat-N sugiere una ausencia de espacio
depositacional en estos depocentros lo cual pudo deberse a su canalización
durante el emplazamiento tectónico; o una migración general de los canales de
aporte sedimentarios hacia los depocentros de Mat-NO y Mat-O.

CONCLUSIONES

La información de campo, petrográfica y geocronológica del presente trabajo,


apunta a la existencia de una fuente dual para la proveniencia de los ZD de la
Formación Matatere, tanto de los terrenos frontales del Arco de Aves/Gran
Arco Caribe, como del continente suramericano, cuyos drenajes estaban
erosionando unidades del margen pasivo Cretácico y unidades andinas del
Jurásico y Permo-Triásico. Una agrupación geográfica en cuatro grupos de las
muestras estudiadas pertenecientes a la Formación Matatere (Mat-O, Mat-NO,
Mat-N y Mat-NE) coincide con la presencia de ZD más jóvenes en el este,
haciéndose más viejos hacia el oeste (Mat-O, 39 Ma; Mat-NO, 50 Ma; Mat-N, 54
Ma, y Mat-NE 73 Ma).

Los ZD con edades mayores a 1,2 Ga originalmente formados en el Escudo de


Guayana, probablemente se encuentran en la Formación Matatere por el reciclaje
de las unidades del margen pasivo y andinas que los contienen, no siendo
necesario postular la presencia de drenaje con nacimiento en el propio Escudo
de Guayana.

En las unidades del margen pasivo del Cretácico Temprano (e.g.: Formación
Aguardiente, Albiense) no hay ZD con edades Permo-Jurásico, pero éstos sí
están presentes en la Formación Matatere, en consecuencia, las unidades de esas
edades solo estuvieron expuestas o recicladas en algún momento del Cretácico
Tardío al Paleoceno.

Por otro lado, las edades más jóvenes de los ZD de los tres grupos de muestras
según su ubicación geográfica para la Formación Matatere III (Mat-O, 39 Ma;
Mat-NO, 50 Ma; Mat-N, 54 Ma), permite interpretar que se sedimentaron como
distintos depósitos marinos profundos activos desde el Eoceno temprano al
Eoceno tardío en la cuenca antepaís desarrollada al frente del Arco de Aves y al
norte de la placa Sudamericana. Estas edades, también confirman la edad de
sedimentación eocénica de la Formación Matatere. Los distintos depósitos
sedimentarios marino profundos de la Formación Matatere, representados en la

150
3. FORMACIÓN MATATERE

zona de estudio por las cuatro agrupaciones de muestras, tienen características


distintivas debido a su ubicación, diferencias de edad y cambios cualitativos y
cuantitativos de las unidades expuestas a erosión en las cuencas de alimentación
de los drenajes. Entre estos depósitos, el correspondiente al grupo Mat-N guarda
una gran similitud estadística con los resultados de edades con U-Pb en ZD de la
Formación Pampatar (Fig. 8), estableciéndose fuentes similares para ambas y
depocentros relativamente cercanos.

Figura 9. Mapa paleogeográfico para el Cretácico Temprano (Albiense), indicando la zona de


sedimentación de la Formación Aguardiente. Mapa base de PINDELL (1999). Tanto esté
mapa como la Fig. 10 fueron adaptados, traducidos y reproducidos con autorización del autor.

151
3. FORMACIÓN MATATERE

152
3. FORMACIÓN MATATERE

Figura 10. Mapas paleogeográficos para el Eoceno, simplificados de PINDELL (1999), con la
ubicación probable de los grupos de muestras de la Formación Matatere. A: Óvalo rojo: Grupo
Mat-NE. B: Óvalo rojo: Grupo Mat-N, Óvalos azules: Grupos Mat-NO y Mat-O.

153
3. FORMACIÓN MATATERE

7. MINERALOGÍA Y GEOQUÍMICA ISOTÓPICA


DE UN CUERPO DE LA FORMACIÓN MATATERE.
CAÑO NEGRO, LARA NORORIENTAL *
Por Fernando Daniel NEVADO PÉREZ

(Tesis de maestría presentada en la Universidad Complutense de Madrid, Facultad de


Ciencias Geológicas. Madrid.
Actualmente en Santiago de Chile. Correo-e.: fernado.nevado@gmail.com )

RESUMEN
En los últimos años se han realizado estudios en la región septentrional de los
estados Lara y Yaracuy. Es a partir de trabajos efectuados en la zona que se ha
podido cartografiar y estudiar con mejor detalles las unidades geológicas que
forman las Napas de Lara y la Cordillera de la Costa aflorantes en la región.
Entre esas unidades se encuentra la Formación Matatere la cual ha sido estudiada
y cartografiada en por trabajos realizados por el grupo de trabajo FUNVISIS-
UCV. Sin embargo todavía hay incógnitas alrededor de esta unidad en cuanto a
los procesos de formación, nivel diagenético o metamórfico al que llego y cómo
fue su evolución tectónica a partir del emplazamiento de las Napas de Lara en el
continente.
En vista de esto se realizaron campañas de campo para recolectar muestras de
rocas de la Formación Matatere III en afloramientos ubicados en la región de
Caño Negro, en el extremo nororiental del estado Lara, ya que presentan
aspectos diferentes a los de la sección tipo definida para esta unidad, y de esta
manera poder analizarlas en detalle. A partir de esto se planteó determinar su
composición mineralógica mediante análisis petrográficos, difracción de rayos X
y microscopia electrónica de barrido, así como también hacer análisis de
geoquímica isotópica que nos permitan determinar las posibles edades de los
eventos que actuaron sobre estas rocas. A partir de estos análisis encontramos
que las rocas corresponden a grauvaca feldespática y grauvaca lítica, compuestas
principalmente por cuarzo, plagioclasa y fragmentos de rocas volcánicas,
metamórficas y de chert. La matriz es de origen diagenético como producto de la
disgregación, fracturación, alteración y reemplazamiento de los componentes del
esqueleto de la roca. Esta matriz está compuesta por minerales de arcilla como
illita, clorita y en menor cantidad, esmectita.

154
3. FORMACIÓN MATATERE

A partir de los análisis de geoquímica isotópica se obtuvieron edades de roca


total Rb/Sr en torno a los 100 Ma, siendo superiores a las edades de formación
de Matatere III, fijada en el Eoceno medio, por lo que se plantea la hipótesis que
la fracción fina de la roca no esté conformada por illitas generadas por
transformación mineral en la cuenca, sino sean partículas heredadas de la zona
fuente. A partir de los datos de Sm-Nd se obtuvieron edades modelo de 1.06 y
1.2 Ga, las cuales son asociadas a eventos magmáticos generados en la
orogénesis Grenvilliana, edades que coinciden con la de terrenos ígneos y
metasedimentarios ubicados en la región que fueron emplazados en continente
por el evento de apilamiento de las Napas de Lara y que en la etapa de
depositación de la Formación Matatere III, actuaron como fuente de
sedimentos.

ABSTRACT
Mineralogical characterization and isotopic geochemistry of a body of Matatere Formation.
Caño Negro region, northeastern Lara state, Venezuela.
In recent years, numerous studies have been conducted in the northern region
of Lara and Yaracuy states. It is from works carried out in the area that it has
been possible to map and study in better detail the geological units that form the
well-known Napas de Lara and the Cordillera de la Costa outcrops in the region.
Among these units is the Matatere Formation, which has been studied and
mapped in detail by work carried out by the FUNVISIS-UCV working group.
However there are still unknowns around this unit in terms of formation
processes, diagenetic or metamorphic level that arrived and how was its tectonic
evolution from the location of the Lapas Napas in the continent.
In view of this, field campaigns have been carried out to collect rock samples
from the Matatere III Formation in outcrops located in the Caño Negro region,
in the northeastern end of the Lara state, since they present aspects different
from those of the defined type section. for this unit and in this way to be able to
analyze them in detail. From this, it was decided to determine its mineralogical
composition by means of petrographic analysis, X-ray diffraction and scanning
electron microscopy, as well as to perform isotope geochemistry analysis that
allows us to determine the possible ages of the rock formation events. From
these analyzes we deduce that the rocks of this region correspond to feldspathic
grauvaca and lithic grauvaca, composed mainly of quartz, plagioclase and
fragments of volcanic, metamorphic and chert rocks. The matrix is of diagenetic
origin as a product of the disintegration, fracturing, alteration and replacement
of the components of the skeleton of the rock. This matrix is composed of clay
minerals such as illite, chlorite and in smaller quantities, smectite.
From the isotope geochemistry analysis, total rock ages are obtained around
100 Ma, being higher than the formation ages of Matatere III, fixed in the

155
3. FORMACIÓN MATATERE

middle Eocene, so the hypothesis is that the fine fraction of the rock is not made
up of illithids generated by mineral transformation in the basin, but are particles
inherited from the source area.
From the data of Sm-Nd obtained from the samples analyzed, model ages of
1.06 and 1.2 Ga are obtained, which are associated with magmatic events
generated in the Grenville orogen, ages that coincide with the igneous and
metasedimentary lands located in the This region was located on the continent
due to the Napa de Lara staking event and, in the deposition stage of the
Matatere III Formation, most likely were part of the source rocks.

INTRODUCCIÓN

En los últimos años la Formación Matatere (Paleoceno-Eoceno Medio) ha sido


estudiada sistemáticamente de norte a sur a lo largo del estado Lara (MARTÍNEZ
&VALLETTA 2008; ICHASO 2011; RICCI 2011; GÓMEZ 2012; SÁNCHEZ, 2012) lo
que ha permitido caracterizar las rocas que la componen y a su vez cartografiar
en detalle los contactos con las formaciones adyacentes. Así mismo, LOZANO &
MUSSARI (2007) y NEVADO (2012) han cartografiado la Formación Matatere en
el cerro Salsipuedes, al norte del poblado de Yumare, Yaracuy y en el sector
Caño Negro (Mapa anexo), en el estado Lara, cerca de la frontera con el estado
Yaracuy. Estos cuerpos aunque presentan la misma intercalación rítmica de
arenisca, lutita y conglomerado, no coinciden con las características de la unidad
en la localidad tipo de la Serranía de Matatere. Presentan un aspecto más
pizarroso, cizallado y petrográficamente diferenciables.

Por lo anterior el objetivo del trabajo ha sido caracterizar al cuerpo de la


Formación Matatere de Caño Negro, estado Lara. Para ello se han estudiado sus
muestras mediante análisis petrográfico, difracción de rayos X y geoquímica
isotópica (Rb, Sr, Nd), a saber:

-Las rocas sedimentarias comúnmente generan correlaciones lineales en los


diagramas isócrona de roca total Rb–Sr, cuyas edades han sido interpretadas
como correlacionables con un "evento" geológico particular de la historia de la
roca (GEBAUER & GRÜNENFELDER, 1974; EVANS 1989; GRAHAM & ADAMS
1990; EVANS 1996). Por otro lado se han obtenido edades aparentes más jóvenes
que la edad estratigráfica de los sedimentos y esto ha dado lugar a la hipótesis de
que dichas edades datan fases de “metamorfismo de muy bajo grado" (GEBAUER
& GRÜNENFELDER, 1974; EVANS, 1986). Esta es la razón por la que se ha
procedido a determinar las relaciones isotópicas de roca total y concentrados
minerales (fracción arcilla <2µm) con el objetivo de determinar la edad de

156
3. FORMACIÓN MATATERE

cualquier evento pre ó post deposicional. La datación de la fracción <2µm se


debe a la presencia frecuente de illita y otros minerales potásicos, esencialmente
micas heredadas, que de existir neoformación mineral post-sedimentaria, ésta es
la fracción más plausible para su posible datación.

- Los análisis isotópicos Rb-Sr permiten además caracterizar los materiales a


través de los valores de la relación 87Sr/86Sr, que se complementa con la
sistemática del Nd (edades modelo), que permite determinar la edad de
incorporación del Nd a la corteza.

- En los últimos años la zona noreste del estado Lara, ha sido ampliamente
estudiada, pero no de han determinado edades de los diferentes eventos
ocurridos, así que en este trabajo se trata de establecen la edad del posible evento
de metamorfismo o diagénesis del cuerpo de Caño Negro, lo cual sería un dato
importante para establecer la historia de su emplazados.

CONTEXTO GEOLÓGICO

Las unidades geológicas aflorantes en la zona de estudio (ver mapa anexo) se


encuentran conformando napas, con formaciones tanto sedimentarias asociadas
a las denominadas Napas de Lara, como son las formaciones Barquisimeto,
Bobare, Matatere y también, por rocas pertenecientes a las denominadas Napas
de la Cordillera de Costa, como son los esquistos de Aroa y Mamey y los
complejos San Julián, Yumare, Nirgua y Carayaca (Fig. 1).

La interacción de la placa Caribe con el norte de de la placa Suramericana,


produce en el Paleoceno tardío una cuenca antepaís en la cual se depositaron un
conjunto de unidades, entre ellas las turbiditas de la Formación Matatere (Fig. 2
y 3), que se sedimentan hasta el Eoceno medio, situándose sobre rocas
volcánicas proto-Caribe. Esta secuencia contiene fragmentos y bloques de rocas
cretácicas de unidades semejantes a las actualmente aflorantes en la Cordillera de
Mérida, previo a los procesos tectónicos asociados a la placa Caribe.

El emplazamiento de las napas es sintectónico con la depositación de las


unidades de la cuenca antepaís, por lo fragmentos de las mismas son
incorporadas y yuxtapuestas a otras unidades metamórficas a través de fallas de
corrimiento, con el Complejo Yumare y los esquistos de Aroa y Mamey
(LOZANO & MUSSARI, 2009; NEVADO, 2012).

157
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 1. Esquema de apilamiento de las Napas de Lara, zonas I y II, y las Napas de la
Cordillera de la Costa, zonas III y IV. Se resalta el aspecto que entre las Napas de la
Cordillera de la Costa hay cuerpos de Matatere III en contacto de corrimiento. Modificado de
URBANI (2014).

Fig. 2. Ubicación de los depósitos de Matatere I y II en la cuenca antepaís en el Paleoceno


tardío y el Eoceno temprano. Modificado de PINDELL (1999).

158
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 3. Ubicación de los depósitos de Matatere III en la cuenca antepaís en el Eoceno medio.
Modificado de PINDELL (1999).

ANTECEDENTES

En el área de estudio se han realizado múltiples exploraciones desde la década


de los años 50 del siglo pasado, por cuadrillas de las empresa Creole petroleum
Corporation, hasta investigaciones realizadas por el anterior Ministerio de Minas
e Hidrocarburos y la Universidad Central de Venezuela, sin embargo los más
relevantes con respecto a la Formación Matatere, principal objeto de este
estudio, son los siguientes puntos:

Según BELLIZZIA et al. (1976) la unidad consiste en una gruesa sección de


turbiditas, representadas por arenisca variable, desde impura lítica a impura
feldespática, con varios horizontes de arenisca conglomerática y conglomerados
líticos. Estas rocas se componen de cuarzo, feldespatos, micas y fragmentos
líticos de composición variable: caliza, filita, esquisto, cuarcita, lutita y en menor
proporción, rocas volcánicas y gneises.

Posteriormente STEPHAN (1982, 1985) realiza estudios en la zona y designa


con el nombre de “Complejo tectono-sedimentario Lara” a una asociación de
afloramientos del Paleoceno-Eoceno, la cual es una expresión descriptiva que
incluye al Matatere descrito por BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1966, 1967 y
1968)que por relación de facies, edades y su relación con el Cretácico alóctono
este autor lo divide en Matatere I, II y III cuyas características se resumen como
sigue (a partir de MACSOTAY & VIVAS en BELLIZZIA 1986, 6817):

159
3. FORMACIÓN MATATERE

-Matatere I: Es una sucesión pelítica, concordante sobre la Formación


Barquisimeto (subunidad Atarigua), en las cuales se intercalan olistolitos del
Cretácico. Por semejanzas con otras unidades, se estima una edad probable
Paleoceno temprano.
-Matatere II: Es una unidad dominantemente pelítica, con intercalaciones de
horizontes psamíticos, cuya frecuencia y espesor aumenta hacia el techo de la
unidad. Los olistolitos se presentan en todos los niveles, pero más
particularmente se ubican hacia la base y el techo. Por asociación fosilífera se
atribuyen al Paleoceno tardío - Eoceno temprano (J. A. VILA y O. MACSOTAY,
en STEPHAN 1982, 278).

-Matatere III: Es una unidad pelítico-psamítica y conglomerática, que


corresponde más a la litología del flysch arenáceo típico, donde fue definida
originalmente la Formación Matatere (BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1966, 1967,
1976). Consiste en una monótona alternancia rítmica de subgrauvacas y lutitas,
con intercalación de brechas y microbrechas sedimentarias. Por asociación
fosilífera la edad va desde la parte superior del Eoceno temprano, a la parte no
superior del Eoceno medio.

En años más recientes trabajos realizados en los macizos al norte de Yumare,


estado Yaracuy, por LOZANO & MUSSARI (2009) describen un cuerpo de esta
unidad en el cerro Salisipuedes en contacto de corrimiento con el Complejo
Yumare; dicho cuerpo concuerda litológicamente con el Matatere III descrito
por STEPHAN (1982, 1985).

NOGUERA (2009) y NOGUERA et al. (2011) realiza estudios geocronológicos U-


Pb mediante circones detríticos en muestras de Matatere III, cuyas edades más
jóvenes sirven para constreñir la edad de la unidad.

NEVADO (2012) describe un cuerpo de esta unidad en la región de Caño


Negro en el borde norte de la Sierra de Agua Fría, estado Lara, el cual se
encuentra en contacto de corrimiento con unidades metamórficas de bajo grado
(esquistos de Aroa y Mamey, con metamorfismo en facies del esquistos verde-
clorita). Este cuerpo presenta una litología que concuerda con el Matatere III
descrito por STEPHAN (1982, 1985), sin embargo presenta un aspecto pizarroso.

URBANI (2012, 2014) realiza una interpretación de las napas de Lara y de la


Cordillera de la Costa en el Occidente de Venezuela estableciendo que el
emplazamiento de las mismas ocurre entre el Eoceno tardío-Oligoceno
temprano, y señala que las Napas de Lara, en donde está contenida la Formación
Matatere, habrían sufrido efectos metamórficos no superiores a la zona de

160
3. FORMACIÓN MATATERE

Prehnita-Pumpellita. A su vez realiza una actualización de la cartografía y


descripción litológica de la Formación a partir de múltiples trabajos realizados en
el área por MARTÍNEZ & VALLETA (2008), LOZANO & MUSSARI (2008),
NOGUERA (2008, 2011), ICHASO (2011), RICCI (2011), GÓMEZ (2012), SÁNCHEZ
(2012) y NEVADO (2012).

MATERIALES Y METODOLOGÍA

MATERIALES

Se estudiaron seis muestras recolectadas en dos campañas de campo realizadas


en los años 2011 y 2013 en la zona de Caño Negro ubicada en la carretera Lara-
Yaracuy (Santa Inés – Yumare), noreste del estado Lara. En estas campañas se
recorrieron dos quebradas, Sanchón y El Bolo, que cortan el cuerpo de la
Formación Matatere ubicado en la terminación norte de la Sierra de Agua Fría.
En ambas campañas se recolectaron un total de 18 muestras, sin embargo para el
presente trabajo se estudiaron solo las seis muestras de arenisca más
heterogéneas.

El cuerpo estudiado en esta zona pertenece a la Formación Matatere III


descrita por STEPHAN (1982, 1985), sin embargo presenta características
texturales muy diferentes a los de la sección tipo ubicada en la Sierra de
Matatere. En este cuerpo los afloramientos están muy frescos a pesar de las
condiciones climáticas húmedas, presentan un aspecto pizarroso en la lutita, de
color negro y arenisca muy compacta a simple vista; el contacto con niveles
conglomeráticos se refleja cizallamiento.

METODOLOGÍA

La caracterización mineralógica de las muestras se ha realizado mediante


microcopia óptica de luz polarizada, difracción de rayos X y microscopía
electrónica de barrido. Las muestras fueron sometidas a molienda, cuarteo y
separación de fracciones para su análisis. Cada muestra limpia y sin ninguna
patina de alteración, se trituró con un molino de disco para reducir su tamaño.
Posteriormente, se procedió a realizar un cuarteo del material con objeto de
separar dos fracciones: una para la preparación de agregados orientados y otra
pequeña fracción para el análisis mineralógico de roca total, fluorescencia y
geocronología, para lo cual se pulverizó en un mortero de ágata hasta pasar por
el tamiz de 100 μm.

161
3. FORMACIÓN MATATERE

Difracción de Rayos X (DRX)

La caracterización mineralógica de las muestras se realizó mediante difracción


de rayos X (DRX) según el “método del polvo policristalino desorientado”. Por
su parte la fracción arcillosa <20 y <2 μm fue caracterizada mediante la
preparación de agregados orientados (AO). Los análisis de difracción de rayos X
se realizaron con un difractómetro Siemens D500 del Departamento de
Cristalografía y Mineralogía de la UCM, empleando la radiación Cu Kα y
monocromador de grafito-

Las fracciones <20 y <2 μm se han obtenido por decantación a partir de


suspensiones de muestras disgregadas, según la Ley de Stokes (e/t=KD 2 donde
e/t es la velocidad de sedimentación en función del diámetro de la partícula, D
dicho diámetro y K una constante =5,43478*10-3) mediante la siguiente
metodología:

- Se colocó cada muestra junto con un litro de agua en envases plásticos para
ser agitadas durante 24 horas.
- Después de este periodo se detuvo la agitación y tras 5 minutos de reposo, se
procedió a tomar de los 10 cm superiores de la suspensión, por medio de una
pipeta, la fracción <20 μm, para luego depositar en los vidrios porta muestra
unas gotas que cubrieran toda la superficie del mismo.
- Posteriormente se introdujo una muestra en una columna de sedimentación
y se dejo decantar durante 8 horas. Tras ese periodo se separaron los 10 cm
superiores, obteniéndose de esa manera la fracción <2 μm con la que se
separaron los AO correspondientes. El sobrante de esta fracción fue el que se
usó en la etapa de geoquímica de este trabajo.
Se prepararon tres agregados orientados para cada fracción, los cuales fueron
sometidos a los siguientes tratamientos:
- Uno de ellos se dejo secar al aire (AO)
- Otro se mantuvo durante 48 horas en una atmosfera saturada en etil-englicol
(en capsula petry a 50°C) (AO+EG), para determinar la presencia de minerales
hinchables.
- El tercero se trató térmicamente (AO+TT). Se mantuvo a 550ºC durante 2
horas, con objeto de estudiar la posible existencia de minerales térmicamente
colapsables.

Para la interpretación de los difractogramas de utilizo el programa EVA Plus.


La identificación de las fases presentes en ellos se realizó mediante comparación
con las fichas del ÍNDEX X-RAY DATA FOR MINERALS de ASTM.

162
3. FORMACIÓN MATATERE

Microscopia

Se realizó un análisis petrográfico para determinar los componentes de las


rocas y poder establecer un orden evolutivo del cuerpo rocoso en estudio.
Para la realización de esta etapa fue necesario el uso de microscopio de luz
transmitida (MO) en primera instancia y microscopia electrónica de barrido
(MEB) para corroborar los datos obtenidos en el microscopio óptico.

Microscopia óptica

El análisis petrográfico se realizó con un microscopio de luz transmitida


perteneciente al Departamento de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad
Complutense de Madrid.
Este estudio se realizó con la finalidad de caracterizar las distintas fases
minerales que componían la roca y determinar sus asociaciones minerales y
relaciones texturales, así como también identificar la relación entre los diferentes
tipos de cementos autigénicos y la relación de estos con los componentes
estructurales de las diferentes muestras.
Estos datos fueron comparados con los obtenidos del análisis mineralógico de
polvo total (DRX) e imágenes de MEB, para poder realizar una mejor
identificación de los componentes que no podían ser identificados con un
microscopio de luz polarizada.

Microscopia Electrónica de Barrido (MEB)

La microscopia electrónica de barrido ha permitido conocer la morfología de


las partículas, sus relaciones texturales y poder determinar el ordenamiento
espacial de los elementos que forman la muestra.
Se ha utilizado un equipo JEOL JSM-6330F (microscopio electrónico de
emisión de campo). Se ha trabajado con 10 kV y una distancia focal de 15 mm y
con SEL.

Las muestras fueron preparadas de la siguiente manera:

1. Montaje: Se han fracturado las muestras seleccionadas, colocando


fragmentos con la fractura fresca en un portamuestras de latón (Cu+Zn). La
muestra se ha fijado al portamuestras mediante una gota de pegamento
conductor, dejándolo secar durante unos 5 minutos.

2. Metalizado: a continuación se ha metalizado el portamuestras con la muestra


adherida durante 50 segundos en un metalizador de Au. La metalización consiste

163
3. FORMACIÓN MATATERE

en depositar una fina capa de oro sobre la superficie a estudiar. La metalización


evita que su superficie se cargue eléctricamente al incidir sobre ellas el haz de
electrones y por lo tanto, permite su observación durante mayor cantidad de
tiempo.

Geoquímica

Las determinaciones analíticas llevadas a cabo tienen por objeto, tal como se
ha referido anteriormente, determinar la edad de metamorfismo mediante la
sistemática Rb-Sr y la edad modelo Sm-Nd.

Las medidas se realizaron en un Espectrómetro de Masas de Ionización


Térmica (TIMS) IsotopX-Phoenix, en el laboratorio de Geocronología y
Geoquímica Isotópica de la Universidad Complutense de Madrid.

Sistemática Rb-Sr

En esta sistemática se procedió al análisis de seis muestras de roca total y tres


concentrados de minerales del grupo de la arcilla (caracterizados y discutidos en
el apartado de difracción de rayos X) <2 μm.
En el caso de las rocas totales las concentraciones de Rb y Sr se obtuvieron
por Fluorescencia de rayos X en el CAI de Difracción de la UCM en pastillas
compactadas de 37 mm de diámetro en una prensa Herzog http 40, con un
Espectrómetro Aχios de PANalytical de dispersión de longitud de onda (4Kw),
utilizando un método desarrollado específicamente para geocronología
conjuntamente por los CAI’s de Difracción y Geocronología, siguiendo las
directrices del trabajo de PANKHURST & O’NIONS (1973).

Las concentraciones de Rb y Sr en las fracciones <2μm, así como la


composición isotópica 87Sr/86Sr se determinaron por Dilución isotópica
mediante la utilización de un spike enriquecido en 85Rb y 88Sr.
En ambos las muestras previamente pesadas, se disuelven en microreactores
Savillex de Teflon® añadiéndoles 5 ml de HF y 2 ml HNO3 (ambos Merck-
Supra
sequedad en placa calefactora (100ºC). Una vez seca la muestra, se agregan 2ml
de HNO3 Merck-Suprapur y, nuevamente, se llevan a sequedad, para conseguir
la eliminación total de los fluoruros. Al residuo resultante se le añaden 5ml de
HCl 6N destilado y se introducen en la estufa a 120ºC durante una noche. Esta
disolución clorurada se lleva a sequedad en placa calefactora y el residuo se
recupera en 2ml de HCl 2.5N destilado y valorado, y se procede a su

164
3. FORMACIÓN MATATERE

centrifugación durante 10 minutos a unas 4000 r.p.m., estando preparada la


muestra para su paso a través de columnas de cromatografía.

La preconcentración y separación de la fracción de Rb, Sr y Tierras Raras


(REE) (únicamente en 2 de las muestras) se realiza en columnas cromatográficas
de intercambio catiónico, con resina DOVEX AG-50x12 (200-400 mesh),
utilizando HCl 2.5N destilado y valorado como eluyente. La fracción recogida de
Sr se evapora a sequedad, quedando preparada para su posterior carga y análisis
en el espectrómetro. Las fracciones en las que se concentran las REE
(determinadas en protocolos de calibración previos), son recogidas y llevadas a
sequedad.

Sistemática Sm-Nd

En esta sistemática se procedió al análisis de las muestras de roca total


seleccionadas, una con un carácter más pelítico (LA-237R3) y otra con una
mayor impronta detrítica (LA-233R). La fracción de REE evaporada se
redisuelve en 2ml HCl 0.2N, pasándose, seguidamente, por nuevas columnas
cromatográficas., esta vez con base ácido di-2-etil-hexi-ortofosfórico (HEDHP).
Una vez separado el Sm y el Nd se llevan nuevamente a sequedad, para su
posterior análisis en el TIMS. En este caso las concentraciones de Sm y Nd, así
como las relaciones isotópicas 143Nd/144Nd se obtuvieron por Dilución
Isotópica, adicionando a dichas muestras en el comienzo del proceso analítico
un spike mixto 149Sm-150Nd. La determinación de las edades modelo (TDM) se
han determinado utilizando los valores de 147Sm/144Nd= 0.1967 y 143Nd/144Nd=
0.512638 consignados en Isoplot /Ex de LUDVIG (2000).

Condiciones de medida

1. Las muestras de Sr se cargan sobre un único filamento de Ta (previamente


degasificado) junto con 1μl de ácido fosfórico 1M. Ambos tipos de relaciones
isotópicas se analizan en un Espectrómetro de masas TIMS-Phoenix HCT040,
siguiendo un método de multicolección dinámica, analizando 10 bloques de 16
ciclos cada uno y manteniendo una intensidad de haz de 3V y 1V para las masas
88Sr y 144Nd, respectivamente. Los análisis de Sr han sido corregidos para las

posibles interferencias de 87Rb. Igualmente han sido normalizados respecto al


valor 88Sr/86Sr= 0.1194, con el fin de corregir la posible fraccionación de masas
durante la carga en el filamento y análisis de la muestra en el equipo. Durante el
análisis de las muestras se ha analizado varias veces el estándar isotópico de Sr
(NBS 987), obteniéndose los siguientes valores: NBS 987
(n=5)=0.710252±0.000010 (2s). Estos valores has sido utilizados para efectuar

165
3. FORMACIÓN MATATERE

una corrección de los valores analizados en las muestras, en base a la posible


deriva referida al estándar, teniendo en cuenta el valor certificado de dicho
estándar.

2. Las muestras de Rb se cargan sobre un filamento central de Ta, junto con


1ml de ácido fosfórico 1M. Las relaciones isotópicas se analizan en un
Espectrómetro de masas TIMS-Phoenix â, siguiendo un método de colección
simple, analizando 100 ciclos con una intensidad de haz de aproximadamente 1V
para la masa 87Rb.

3. Las muestras de Nd se cargan sobre un filamento lateral de Re (triple


disposición de filamentos de Re), junto con 1μl de ácido fosfórico 0,05M. La
determinación del Nd se realiza en multicolección dinámica. Las medidas para
Nd han sido, al igual que para el Sr, corregidas para interferencias de 142Ce y
144Sm y normalizadas respecto al valor 146Nd/144Nd= 0.7219, para la posible

fraccionación de masas durante la carga en el filamento y medida de la muestra


en el equipo. Durante el análisis de las muestras se ha analizado el estándar
isotópico de Nd La Jolla (n=6) proporcionando un valor de 0.511849±0.00008
(2s). El valor medio que se utiliza para la corrección de los valores medidos en
las muestras, en base a la posible deriva referida al estándar, utilizando para ello
como referencia el valor certificado de dicho estándar (La Jolla: 0511858;
LUGMAIR et al. 1983).

4. El Sm se carga en un filamento de Re, que recolocamos en sustitución del


filamento lateral utilizado en el análisis del Nd de la misma muestra, formando
de nuevo una arquitectura de triple filamento con 1μl de ácido fosfórico 0,05M
En este caso la medida es mediante colección simple, utilizando únicamente el
detector axial tipo Daly del TIMS, analizando 80 ciclos con una intensidad de
haz de 1V para la masa 149Sm.

5. Los errores analíticos estimados son del 1% para la relación 87Rb/86Sr, 0.1
para la relación 147Sm/144Nd, 0.01% para la relación 87Sr/86Sr y del 0.006% para
la relación 143Nd/144

166
3. FORMACIÓN MATATERE

RESULTADOS

Microscopía Óptica
Se realizo el estudio petrográfico de láminas delgadas de todas las muestras
seleccionadas excepto de la muestra La-237-R3, por presentar un tamaño de
grano demasiado fino para el poder de resolución de la técnica.

En cada muestra se identificaron los componentes mayoritarios, siendo en


todos los casos cuarzo, plagioclasa, fragmentos de micas y de rocas (Tabla 1).

La clasificación de las rocas mediante los porcentajes obtenidos en el análisis


petrográfico según PETTIJHON et al. (1972) fue de grauvaca feldespática (La-
230A, La-233A, y La-236) y grauvaca lítica (La-230B y La-233R).

Los granos presentan una redondez entre subangulosos y subredondeados, con


una buena selección en la mayoría de las secciones, a excepción de la muestra
La-233R, la cual presenta mala selección (Tabla 1).

Los granos de cuarzo presentan cemento sintaxial bien desarrollado, siendo el


tipo más abundante de cemento; se observa interdigitado con elementos de la
matriz compuesto por minerales de la arcilla de hábito fibroso y clorita (Fig. 5A
y B). Estas fibras rodean los granos de cuarzo y crean un envoltorio de conjunto
de granos.

Los granos de plagioclasa se presentan muy alterados, siendo habitual observar


granos disgregados y completamente cubiertos por minerales de la arcilla
pertenecientes a la matriz, siendo en la mayoría de los casos imposible identificar
el tipo de plagioclasa presente (Fig. 5C y D).

Los cementos identificados en las muestras fueron sintaxial de cuarzo, sintaxial


de plagioclasa y ocluyentes de óxido de hierro y de carbonatos.

El cemento sintaxial de cuarzo es el tipo más abundante, se presenta como


sobrecrecimiento de granos de cuarzo, en algunas casos bien desarrollados (Fig.
5A y B).

167
168
Eoceno Medio EDAD
FORMACIÓN MATATERE FORMACIÓN
Numeración Laboratorio
FN-5
FN-4
FN-3
FN-2
FN-1

N° DE LA MUESTRA
LA-236
LA-233A
LA-230B
LA-230A

LA-233R

Muy anguloso
Anguloso
Sub-anguloso
Sub-redondeado
REDONDEZ

Redondeado
Muy redondeado
Extre. bien escogida
Muy bien escogida
Bien escogida
Modera. escogida
Mal escogida
ESCOGIMIENTO

Muy mal escogida


Tangencial
Longitudinal
# 25

Cóncavo-Convexo
# 15 10
# 30 10
# 10 30
10 40
Abund.)

Suturado
Grano-Cemento
CONTACTOS (Orden de

Grano-Matriz
20 20 X
15 30 X

Cuarzo monocristalino
25 20 X X
20 20 X X
30 20 X X

Cuarzo policristalino p.
Cuarzo policristalino m.
CUARZO

Total Cuarzo
40
50
52

Lutitas/Limolitas
45 X X

Areniscas
X

Chert
X

Metamórficas
35 X X X X X
X X

Igneas Volcánicas
Igneas Plutónicas
Carbonáticos
FRAGMENTOS DE ROCA
GRANOS

2
5
2

Total F. R.
<1
15

Feldespatos potásicos
Micrclino
X
X
X
X
X

Plagioclasa
FELD.

5
5
5
3
2

Total Feldespatos
COMPONENTES DETRÍTICOS

X
X
X
M
M

Muscovita/Biotita
Glauconita
X
X

Minerales Pesados
OTROS

X
Materia orgánica

1
1
2
1
1

<
<
Total Otros
Ortomatriz
CONSTITUYENTES (%)

Pseudomatriz
Epimatriz
Pore Filling
MATRIZ

Pore Lining
Total Matriz
Sílice

X X X X 25 15
X X X X 27 12
X X X X 20 13
X X X X 25 10
X X X X 20 15
Caolinita

4
7
7
#
5
Calcita
Dolomita
Leucoxeno
CEMENTOS

Hematita
Öxido de Hierro
Total Cementos

20
20

2 21 X
1 21 X
Pirita
MINERALES AUTIGÉNICOS

Limonita

1 20 X X X
X
X
X
X
Clorita
OTROS
Glauconita

2
1
2
1
2
Total Otros

0
0
0
0
0
POROSIDAD
mediante microscopía óptica.
Tabla 1. Características y constituyentes cada una de las muestras estudiadas
3. FORMACIÓN MATATERE
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 4. Clasificación de las muestras estudiadas presentadas en el gráfico propuesto por


PETTIJHON et al (1972).

Los cementos sintaxiales de plagioclasa se observan muy poco, debido al poco


contenido de granos de esta composición en las rocas, pero tienen un buen
desarrollo en los granos que lo presentan, lográndose ver granos totalmente
euhedrales (Fig. 5C y D).

Los cementos carbonáticos se encuentran reemplazando a los granos de


cuarzo, a la matriz diagenética y las escasas plagioclasa presentes. Este es un
aspecto destacable en todas las muestras, ya que se observan corroídos los
bordes de contacto entre el cemento carbonático ydichos componentes (Fig. 5E
a la 5H).

Debido a que la matriz diagenética en nuestras muestras se formó por


diferentes procesos, usaremos la nomenclatura planteada por ARRIBAS (1986)
para analizar el origen de las mismas según DOTT (1964), DICKINSON (1970),
WILSON & PITTMAN (1977) y GALLOWAY (1979) (Fig.7). Según esta
nomenclatura el origen de la misma es por transformación, pseudomatriz y
epimatriz y por nomorfismo, pore-filling y pore-lining. Está matriz está
compuesta principalmente por minerales de la arcilla.

Los pore filling son principalmente de minerales de la arcilla. Se identifican


rellenando los espacios entre granos, cerrando totalmente la porosidad de la roca
(Fig. 5A, D y E).

169
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 5. A) y B) Cemento sintaxial de cuarzo interdigitado con matriz diagenética de minerales


de arcilla y clorita autigénica. NX. C) Cemento sintaxial de plagiclasa. NX. D) Alteración
de los granos de plagioclasa que genera epimatriz de minerales de arcilla. NX. E) y F)
Cemento carbonático reemplazando a los granos de cuarzo. Se puede observar como el borde del
grano se encuentra corrohido por el cemento carbonático. NX. G) y H) Reemplazamiento de la
matriz diagenética de minerales de arcilla por cemento carbonático. NX.

170
3. FORMACIÓN MATATERE

La matriz diagenética se encuentra alterada, casi en su totalidad, y está formada


por illita y clorita (Fig. 6A a la 6D).

Un alineamiento preferencial de los componentes del esqueleto y la matriz es


un aspecto constante en todas las muestras. También es evidente un
alineamiento de los minerales de la arcilla que componen los niveles lutíticos que
se intercalaban con los niveles arenosos. Este alineamiento coincide con la
estratificación de las muestras.

A su vez se aprecia un fracturamiento de los fragmentos de mica y de roca, los


cuales se disgregan en partículas <30 μm (Fig. 6E y F).

Los contactos puntuales, contactos largos y cóncavo-convexos equivalen a un


60% en promedio de todos los tipos de contacto.

También fueron identificados estiliolitos de baja amplitud en las muestras La-


230B y La-236 (Fig. 6G y H). Estos se presentan paralelos al alineamiento
preferencial producto de la compactación mecánica.

Difracción de Rayos X (DRX)


Los datos obtenidos por difracción de rayos X son tanto del polvo total como
de las fracciones de <2 μm y <20 μm (a partir de agregados orientados). Estos
análisis sirven para corroborar las observaciones realizadas con el microscopio
óptico y, por otro lado, ayudan a interpretar los elementos pertenecientes a la
fracción fina de las rocas, los cuales no pueden identificarse con microscopía
óptica.

En los difractogramas de polvo total de las 6 rocas estudiadas (Fig.8) se


observa una clara similitud composicional. Se identificaron dos reflexiones muy
marcadas, a 4,26 Å y 3,34 Å respectivamente, correspondientes al cuarzo. La
presencia de picos en la región 28°2θ con reflexiones a 3,18 – 3,19 Å, están
asociadas a la presencia de plagioclasas. En la región 20°2θ se observan picos
débiles y de poca amplitud con una reflexión de 4,46 - 4,47 Å, indicativos de la
presencia de filosilicatos. En las muestras La-230B, La-233A y La-233R se ve
una reflexión intensa a 3,04 Å asociada a calcita, sin embargo esta reflexión es
imperceptibles en el resto de las muestras.

Estos minerales identificados en los difractogramas coinciden con los


observados en el análisis óptico realizado en el apartado anterior.

171
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 6. A) y B) llitización de la matriz diagenética. Pore filling de óxido de hierro. NX. C) y


D) Cloritización de la matriz diagenética. NX. E) Efectos de la compactación mecánica:
contacto cóncavo-convexo. NX. F) Deformación de fragmentos de roca metamórfica. NX. G)
NX y H) NP. Efectos de presión-solución causados por la compactación química que sufrieron
las rocas. Estiliolitos de muy baja amplitud.

172
3. FORMACIÓN MATATERE

El estudio de los difractogramas de los agregados orientados de las fracciones


de <2 μm y <20 μm permitieron identificar los minerales de la fracción fina, que
en la mayoría de los casos representa la matriz diagenética de la roca. De esta
manera se pudo determinar que la matriz de estas rocas estaba compuesta
principalmente por esmectita, illita y clorita. En la Tabla 2 se indican los
porcentajes de cada mineral presentes en cada muestra.

La esmectita puede ser identificada por la reflexión a 17 Å (001) en la zona


5,2º2θ, en el difractograma del agregado orientado solvatado con etil-englicol, sin
embargo en los difractogramas secados al aire o tratados térmicamente no se
observan picos en esta región. Estas reflexiones en su mayoría son anchas y de
poca intensidad, lo que indica que las proporciones de esmectita son bajas, la
cual, además en las muestras La-230B, La-236 y La-237R3 no aparecen en las
fracción <20 μm, apareciendo únicamente en las fracciones más finas (<2 μm).
En la muestra La-233R no se identifica esmectita en ninguna de las dos
fracciones.

En las muestras sometidas a tratamiento térmico se pudieron observar


reflexiones de poca intensidad alrededor de los 24 Å y 12 Å, las cuales
corresponden a un interestratificado ordenado clorita/illita, R=1, como se ha
podido corroborar por comparación con la simulacón realizada con ayuda del
software NEWMOD (REYNOLDS, 1985) (fig. 9 y 10).

La illita presenta efectos de difracción a 10 Å (001), 5 Å (002) y 3,33 Å (003).


En todos los difractogramas se pueden apreciar dichas reflexiones, sin embargo
las (001) y (003) siempre son más intensas que la (002).

La clorita presenta reflexiones a 14,2 Å (001), 7,1 Å (002), 4,74 Å (003) y 3,35
Å (004). Estas reflexiones se identifican en todos los difractogramas, sin
embargo presentan diferente intensidad, siendo las reflexiones impares (001) y
(003) de menor intensidad que las pares (002) y (004). Igualmente los
difractogramas de las muestras tratadas térmicamente presentan una relación
inversa con las de las muestras sin tratamiento, teniendo mayor intensidad el
pico (002) en las muestras sin tratamiento pero desapareciendo cuando fueron
sometidas a tratamiento térmico y produciéndose un efecto inverso en el pico
(001) (Fig. 11 a 22).

173
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 7. Nomenclatura usada para la matriz diagenética.


Tomado y modificado de ARRIBAS (1986)

Fig. 8. Difractogramas de polvo total de las 6 muestras.

174
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 2. Composición de las fracciones finas de las muestras.

La-230A <2 La-230A <20 La-230B <2 La-230B <20 La-233A <2 La-233A <20
% Raw % Raw % Raw % Raw % Raw % Raw
Illita 50 42 43 40 51 50
Esmectita 9 8 6 0 <5 7
Clorita 41 50 51 60 45 43
TOTAL 100 100 100 100 100 100
La-233R <2 La-233R <20 La-236 <2 La-236 <20 La-237R3 <2 La-237R3 <20
% Raw % Raw % Raw % Raw % Raw % Raw
Illita 60 30 42 46 50 44
Esmectita 0 0 <5 <5 <5 <5
Clorita 40 70 55 50 48 55
TOTAL 100 100 100 100 100 100

En la Tabla 3 aparece el ancho a media altura de la reflexión 10Å de la illita y


7Å de la clorita, medidos en los difractogramas del agregado orientado solvatado
con etil-englicol.

Tabla 3. Anchura a media altura de la reflexión 10Å de la illita y 7Å de la clorita.

La-230A <2 La-230A <20 La-230B <2 La-230B <20 La-233A <2 La-233A <20
FWHM FWHM FWHM FWHM FWHM FWHM
Illita 0.27 0.26 0.23 0.22 0.28 0.23
Clorita 0.24 0.24 0.22 0.22 0.25 0.24

La-233R <2 La-233R <20 La-236 <2 La-236 <20 La-237R3 <2 La-237R3 <20
FWHM FWHM FWHM FWHM FWHM FWHM
Illita 0.26 0.24 0.22 0.24 0.26 0.26
Clorita 0.24 0.23 0.22 0.23 0.23 0.24

175
3. FORMACIÓN MATATERE

176
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 9 y 10. Ensayos realizados en el software Newmod para determinar picos de reflexión de
interstreatificados clorita/illita.

177
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 11 y 12. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-230A. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

178
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 13 y 14. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-230B. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

179
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 15 y 16. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-233A. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

180
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 17 y 18. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-233R. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

181
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 19 y 20. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-236. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

182
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 21 y 22. Difractogramas de agregados orientados de las fracciones <2 μm y <20 μm de


la muestra La-237R3. AO=agregados orientados secados al aire; AO+EG=agregados
orientados solvatados con etilenglicol; AO+TT=agregados orientados tratados térmicamente.

183
3. FORMACIÓN MATATERE

Mediante el uso de microscopía electrónica de barrido pudimos observar las


relaciones texturales de los granos del esqueleto con la matriz. El análisis
elemental permitió la identificación de las diferentes fases minerales que
componían los granos del esqueleto y la matriz.

Para este estudio se seleccionaron dos muestras, la La-233A y la La-236,


debido a que eran las que presentaban mayor grado de cloritización según las
observaciones previas realizadas en microscopio óptico.

Los granos de cuarzo fueron identificados fácilmente, ya que era el principal


constituyente del esqueleto de la roca. Sus tamaños varían entre 1 μm y 2 mm,
con un tamaño promedio que no supera las 10 μm. Son muy redondeados,
cementados por recrecimientos de cuarzo (Fig. 23A, B y C) y con una porosidad
intercristalina prácticamente nula. Estos granos de cuarzo están directamente
relacionados con cristales que componen la matriz, los cuales los rodean
formando anillos alrededor de los mismos y en algunos casos interdigitados con
el cemento sintaxial del cuarzo (Fig. 23C y D). Este es un aspecto que resalta en
la muestras La-236, ya que el tamaño de los granos de cuarzo es mayor que en la
muestra La-233A.

Se lograron identificar cristales de feldespato en ambas muestras, a pesar de no


ser muy abundantes y siempre en relación con la matriz. Debido a la poca
abundancia y a la muy cercana relación con los componentes de la matriz, la
técnica no permitió diferenciar el tipo de feldespato que teníamos presente.

Aparecen cristales de composición carbonática, los cuales presentaban dos


morfologías principales, pequeños cristales prismáticos menores a 0,3 µm (Fig.
23E), creciendo sobre los granos de cuarzo y cristales euhedrales de entre 10 y
20 µm, creciendo entre los granos de cuarzo y en fracturas (Fig. 23F).

La matriz está compuesta por minerales de habito laminar (Fig. 24A y B),
compuestos por clorita, illita y esmectita, esta última aparece en menor cantidad
que las dos primeras y siempre aparece con los bordes de las láminas principales
rizadas y en ocasiones con textura “corn-flakes” (Fig. 24C y D).

Los granos minerales que componen las muestras presentan, muy


frecuentemente, una orientación preferencial. Esta se caracteriza por un
bandeado en una dirección de los elementos laminares que componen la matriz
alternándose con los granos de cuarzo (24E y F).

184
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 23. A) y B) Morfología de los granos de cuarzo. Se aprecia el gran nivel de cementación
por recrecimiento de cuarzo en los granos. A su vez se aprecia los cristales prismáticos de
composición carbonática en relación con los granos de cuarzo. C) y D) Cemento sintaxial de
cuarzo interdigitado con la matriz diagenética. Se aprecia como la matriz rodea los granos
formando un anillo y queda atrapada dentro del cemento de cuarzo en el contacto con el borde.
E) y F) Relación de los cristales prismáticos de calcita con los granos de cuarzo, apreciándose
los dos tipos de cristales de esta composición que hay en las rocas. Cb= Minerales carbonáticos;
Qtz= Cuarzo.

185
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 24. A) Cristales de clorita laminaren en relación con granos de cuarzo. B) Cristales de
illita laminares en relación con granos de cuarzo y laminas de clorita C) y D) Esmectita en los
bordes de los minerales laminares con textura “corn-flakes”. E) Alineamiento de los
componentes de la rocadonde las flechas indican la orientaciónde los minerales laminares. F)
Alternancia de los granos de cuarzo con los componentes de la matriz. Chl= Clorita; Ill=
Illita; Qtz= Cuarzo; Sme= Esmectita,

186
3. FORMACIÓN MATATERE

Geoquímica
Tal como se ha referido anteriormente, la analítica isotópica Rb-Sr se ha
llevado a cabo en seis muestras de roca total y tres fracciones de tamaño <2µm
(Tabla 4), en tanto que la determinación de Sm-Nd se realizó únicamente en dos
rocas totales con diferente proporción modal de material laminar.

Sistemática Rb-Sr
A partir de los datos de rocas totales (Tabla 4), se procedió a realizar un
diagrama isócrona con el software ISOPLOT de LUDWIG (2000), de cara a
determinar la edad y el valor inicial de 87Sr/86Sr (Fig.25). Como puede
observarse, los puntos presentan una importante dispersión con un valor muy
alto de la MSWD, lo que indica falta de homogeneidad isotópica inicial. No
obstante proporciona una edad de ca. 100 Ma, claramente anterior a la edad de
sedimentación. Si se eliminan los dos puntos más claramente discordantes (La-
230B y La-237R3), se obtiene una edad errócrona de 99± 14 Ma, con un valor
de la MSWD (3.9) significativamente menor y próximo al de una isócrona s.s., lo
que apunta a un evento de ajuste isotópico anterior a la edad de sedimentación
(Fig. 26).

Por otra parte se procedió de forma con la fracción <2 μm de las muestras La-
230A, La-233A y LA-237R3 (Tabla 5), debido a que eran las muestras más
pelíticas del grupo.

Igualmente, se obtiene una recta de regresión que proporciona una edad de


83.9±4.2 Ma, coincidente dentro del error con la obtenida a partir de las rocas
totales. La recta se ha construido con dos de las muestras, excluyendo la La-
230A (cuadrado verde en la Fig. 27), claramente alejada de la misma. De nuevo
se constata que la fracción <2 μm, al menos de los minerales potásicos (illitas
fundamentalmente) que contiene, muestran al igual que las rocas totales un
ajuste isótopico anterior a la edad de la sedimentación.

Tabla 4. Datos de relaciones isotópicas de roca total de las muestras analizadas


87
Muestras Rb ppm Sr ppm Rb/Sr 87
Rb/86Sr 87
Sr/86Sr Sr/86 Sr40Ma
La-230A 67.2 93.6 0.7179 2.0776 0.709568 0.708388

La-230B 17.0 136.4 0.1246 0.3606 0.707617 0.707413

La-233A 56.9 153.8 0.3700 1.0704 0.708065 0.707457

La-233B 10.5 180.1 0.0583 0.1687 0.706924 0.706828

La-236 20.6 175.1 0.1176 0.3404 0.707061 0.706867

La-237R3 70.6 75.0 0.9413 2.7244 0.711093 0.709545

187
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 5. Datos de relaciones isotópicas de la fracción <2 μm de las muestras más pelíticas.
87
Muestras Rb ppm Sr ppm Rb/Sr 87
Rb/86Sr 87
Sr/86Sr Sr/86Sr40Ma
La-230A 66.906 86.301 0.7753 2.2437 0.710696 0.709422

La-233A 54.778 182.961 0.2994 0.8664 0.709304 0,708812

La-237R3 59.328 65.982 0.8992 2.6024 0.711375 0.709896

Sistemática Sm-Nd
Se procedió al análisis de dos rocas (roca total), una con una mayor impronta
arenítica (LA-233R) y otra con un carácter más lutítico (LA-237R3). Los datos
de dicho estudio se reflejan en la Tabla 5.

Se realizo el cálculo de la edad modelo (TDM, edad respecto al manto


empobrecido o “depleted mantle”) y el valor de εNd para cada muestra, a la edad
de sedimentación (≈40 Ma). Ambas muestras presentan un margen de diferencia
en estos valores, sin embargo, las edades modelos son claramente de edad
mesoproterozoica (Grenvilliano), 1.06 y 1.2 Ga (Tabla 5, Fig. 28).

Fig. 25. Recta de regresión para los datos de roca total.

188
3. FORMACIÓN MATATERE

Fig. 26. Rectas de regresión para los datos de roca total sin las muestras La-230B,237R3.

Fig. 27. Rectas de regresión para la fracción <2μm muestras La-230A, 233A, 237R3

189
3. FORMACIÓN MATATERE

Tabla 5. Datos obtenidos por la sistemática para las rocas La-233B y La-237R3.
147
Muestra Sm ppm Nd ppm Sm/Nd Sm/144Nd143Nd/144NdTDM (Ga) eNd0 εNd(t) 1 eNdTDM T

La-233B 1.898 8.381 0.2265 0.1369 0.512522 1.06 -2.26 -1.96 5.87 40.00

La-237R3 3.144 15.994 0.1966 0.1188 0.512301 1.20 -6.57 -6.17 5.41 40.00

Fig. 28. Gráfico edad modelo (Ga) vs εNd.

DISCUSIONES

Interpretaciones MO, MEB y DRX


En este apartado se realiza una comparación de los datos obtenidos partir de la
microscopía óptica, la microscopía electrónica de barrido y la difracción de rayos
X, con el objeto de lograr una mejor comprensión de los procesos que formaron
parte de la evolución de las rocas.

En primera instancia resulta complicado establecer un orden exacto de los


procesos diagenéticos que fueron identificados, debido al grado de alteración que
presentan los componentes de la roca. Sin embargo podemos plantear una
posible evolución de los mismos.

Los procesos identificados son principalmente: la compactación, la


cementación, la formación de la matriz diagenética, el reemplazamiento y la

190
3. FORMACIÓN MATATERE

alteración. A continuación resaltaremos los aspectos que favorecieron estos


procesos y cómo, en algunos casos, unos están directamente relacionados con
los otros.

La influencia de la compactación es un hecho que resalta en todas las muestras


y que queda evidenciado por una serie de aspectos observados tanto con
microscopía óptica como en SEM. La influencia de este proceso ha sido
fundamental en la formación de los cementos y de la evolución de la matriz
diagenética.

En resumen la compactación produjo efectos de presión-disolución, procesos


incluidos dentro de la compactación química, compactación de los niveles
lutíticos intercalados con las arenas, y fracturamiento y disgregación de cantos
blandos de la roca, como fragmentos de mica y de roca metamórfica.

La presión-solución es un efecto producido por la acción de la presión


litostática sobre los punto de contacto de los granos de un sedimento arenoso,
aumentando la solubilidad en estos puntos, generando una disolución preferente
de los granos en dichos contactos (SANDOVAL, 2000). Para que se genere este
proceso es necesario un medio acuoso y este efecto de disolución está
directamente relacionado con el aumento de la temperatura (DE BOER, 1977).
Como consecuencia de esta disolución, se aporta sílice a las aguas intersticiales
llegando a saturarlas y generando la precipitación de este como crecimiento
sintaxial en las zonas de menor presión, lo cual reduce la porosidad intersticial.

Un aspecto a destacar es que aunque se observa un alineamiento preferencial


de los componentes del esqueleto y hay presencia de contactos largos y cóncavo-
convexos, resulta extraño que no haya presencia de contactos suturados, a pesar
de que hay una compactación aparentemente alta. Sin embargo la recurrente
intercalación de niveles lutíticos en estas rocas, con un grado de compactación
alta, puesta de manifiesto por un alineamiento franco de sus componentes, nos
permite interpretar que posiblemente estos niveles amortiguaron en gran medida
los efectos producidos por la alta compactación que sufrió la roca. Esto evito
una mayor compactación en los niveles arenosos. Esta compactación de los
niveles lutíticos aporta fluidos al medio cargados con sílice y cationes, producto
de la transformación de minerales de la arcilla (fundamentalmente esmectita 
interestratificados llita-esmectita  illita), según FÜCHTBAUER (1967) y BOLES &
FRANK (1979).
Como se vio en el capítulo anterior, apartado 5.1, existen evidencias de los
efectos de presión-disolución, sin embargo es posible que el origen de la sílice
que forma los cementos sintaxiales de cuarzo y plagioclasa se deba a la

191
3. FORMACIÓN MATATERE

compactación de los niveles lutíticos intercalados con las arenas, ya que se puede
observar la influencia de los fluidos que se desprenden de estas zonas en las
rocas.

La matriz está constituida por minerales de la arcilla, la cual mediante DRX de


la fracción <20 μm y <2 μm se pudo determinar que son: illita, clorita y
esmectita, esta última en menor cantidad.

La matriz diagenética de nuestras muestras presenta dos orígenes según la


nomenclatura usada: uno por transformación, entre los que tenemos
pseudomatriz y epimatriz, y otro que, por su textura, denominamos
neoformación, compuesto principalmente por cementos filosilicáticos del tipo
pore filling y pore linning tipo clay rim.

La pseudomatriz se originó por efecto de la compactación, dando lugar a la


fracturación y deformación de los cantos blandos, compuestos por fragmentos
de roca metamórfica y micas, que fueron disgregados en partículas y conforman
la matriz circundante a los granos deformados y los componentes deformantes
pertenecientes al esqueleto.

El aporte de fluidos procede de la compactación de las lutitas cargados en


cationes y con valores de pH y Eh diferentes a las que existen en la roca, unidos
a cambios en la temperatura y presión, creara un cambio en las condiciones del
medio. Estos fluidos favorecieron la alteración de los componentes del esqueleto
en la roca, principalmente los granos de plagioclasas y los fragmentos de mica y
roca.

La textura y el alineamiento de la matriz nos llevo a interpretar en primera


instancia que el origen de la misma fuera principalmente por transformación y
neoformación, sin embargo los componentes del esqueleto que favorecen estos
procesos no representan más del 10% de la roca y debido a la cantidad de matriz
presente en las rocas, asumimos que la diagénesis no es el único origen de la
fracción <30µm. Probablemente una gran parte de la matriz tenga un origen
detrítico (protomatriz) y no solamente por procesos diagenéticos ocurridos en la
cuenca.

La matriz está directamente asociada a los componentes del esqueleto,


rellenando los poros entre los granos y formando anillos alrededor de los
mismos.

192
3. FORMACIÓN MATATERE

Esta nueva matriz se formó posiblemente en el mismo instante en que se


formaron los últimos recrecimientos de los granos de cuarzo, ya que estos
cristales que rodean los granos se encuentran interdigitados con el cemento
sintaxial de algunos cuarzos, inhibiendo el crecimiento del mismo y atrapando
cristales de clorita e illita dentro del cemento.

Los cementos carbonáticos se presentan rellenando los poros pero a su vez se


encuentran reemplazando a los granos de cuarzo. Éste es un aspecto común en
las areniscas (DAPPLES, 1971) y es un proceso denominado calcitización, que no
es más que el reemplazo de partículas minerales u otros minerales sedimentarios
por calcita (SANDOVAL, 2000). DAPPLES (1979) plantea que el reemplazo de
cuarzo por calcita se atribuye a una relación inversa entre sus solubilidades con el
cambio del pH, ya que la calcita disminuye su solubilidad y el cuarzo se hace más
soluble a medida que disminuye el pH. Este aspecto indica que los cementos de
calcita se desarrollaron en un medio basico en una etapa posterior a la
generación de los cementos sintaxiales de cuarzo, ya que éstos se ven afectados
por el reemplazamiento.

La matriz se encuentra cloritizada, proceso que no solo afecta la matriz sino


que también afectan a componentes del esqueleto, como algunas micas y
fragmentos de roca metamórfica.

KISCH (1983) plantea que las alteraciones dominantes que suelen ocurrir en
areniscas son: las de transformaciones o alteraciones de los minerales de la arcilla
a otros minerales de la arcilla, alteraciones de feldespatos a minerales de la arcilla
y alteraciones de micas y fragmentos de roca a minerales de la arcilla.

Las alteraciones planteadas por KISCH (1983) son un factor recurrente en


nuestras muestras, lo que nos permite inferir que la matriz en un principio estaba
compuesta por minerales de la arcilla, posiblemente por illita, esmectitas y
minerales interestratificados que fueron transformándose progresivamente a
clorita, debido al aporte de cationes como Al 3+, K+, Mg2+, Fe3+, Fe2+, entre
otros, por parte de los fluidos provenientes de las lutitas y por los procesos de
transformación de los minerales de la arcilla, en etapas de diagénesis tardía o por
entrar en condiciones de la anquizona. HOFFMAN & HOWER (1979) plantean que
una total transformación de la Cl/S a la clorita se desarrolla a temperaturas
cercanas a los 160 °C.

Las illitas que aparecen en nuestras muestras proceden de la meteorización de


los fragmentos de mica y roca en la cuenca, que fueron incorporándose como
partículas <30 μm a la matriz. Otra procedencia de estas illitas será como matriz

193
3. FORMACIÓN MATATERE

detrítica. KÜBLER (1964) propone un índice para medir la cristalinidad para las
illitas, a partir de la medida de la anchura a media altura del pico de 10Å de la
illita en la fracción <2 μm, la cual disminuye a medida que aumenta la
cristalinidad. A partir de este valor, este autor plantea un método para identificar
el límite para la diagénesis tardía-anquimetamorfismo, con un valor de 0,42 °2θ,
y un límite para el anquimetamorfimo-epimetamorfismo, con un valor de 0,25
°2θ.

Los valores de anchura a media altura de los picos de 10Å de la illita en la


fracción <2 μm de las muestras estudiadas están reflejados en la Tabla 3. Estos
valores se encuentran cerca del límite establecido por KÜBLER (1964) para el
anquimetamorfismo-epimetamorfismo. Sin embargo, no es posible afirmar que
estas muestras alcanzaron un estadio de epizona debido a que se tiene un
número muy limitado de muestras y no se tienen otros indicios que respalden
esta aseveración. Además, el índice de Kubler está especialmente indicado para
aquellos casos en los que las illitas se han neoformado en un proceso
diagenético, mientras que no lo es tanto, para casos, como el que nos ocupa, en
los que las illitas aparecen como productos de la degradación de micas.

Interpretación de los datos de Geoquímic Isotópica

A partir de los análisis realizados por el método Rb-Sr obtenemos relaciones


(≈40Ma) de 87Sr/86Sr40 bajas, entre 0.7069 y 0.7080, en las muestras La-230B, La-
233A La-233B y La 236, en comparación con los valores típicos de
sedimentación procedentes de basamentos continentales (>0.72000), inclusive
las muestras La-230A y La-237R3, que son las más radiogénicas, (0.7095-0.7110),
estarían por debajo de los valores típicos de basamento. Por otro lado las rocas
ígneas juveniles (procedentes del manto), muestran valores actuales de la relación
87Sr/86Sr iguales a 0.704±0.002 (FAURE, 1986).

Los valores obtenidos en nuestro trabajo (Formación Matatere III) estarían en


un rango intermedio, apuntando a una componente juvenil importante en la
composición isotópica del Sr en el área fuente de los sedimentos.

Por ejemplo, los basaltos de Las Llanaditas (ofiolita de Siquisique; ca.100 Ma)
situadas al oeste de la zona de estudio, tiene un valor 87Sr/86Sr de ca. 0.704535
(URBANI, 2014).

Por otro lado las edades errócronas obtenidas a partir de roca total (107 ± 25
Ma y 99 ± 14 Ma), y para la fracción <2µm (83.4 ± 4.2 Ma), suguieren que: 1) La

194
3. FORMACIÓN MATATERE

fracción lutítica (illita predominante) y las rocas totales (que reflejan a su vez el
componente illítico principalmente) no experimentaron re-ajustes isotópicos
significativos durante o con posterioridad a la sedimentación a pesar de la T
alcanzada durante la diagénesis, por lo que excluímos que la Formación Matatere
III de Caño Negro haya experimentado metamorfismo. 2) La coincidencia de las
edades (80 a 100 Ma) con la de la colisión oblicua de la placa Caribe contra la
placa suramericana y de la ofiolita de Siquisique (ca. 100Ma) apuntan a un área
fuente inicial ubicada en el cinturón colisional (Cretácico-Eoceno) y con
presencia importante de rocas ígneas juveniles responsables de la composición
poco radiogénica del Sr. La formación de la illita habría tenido lugar, según este
modelo, en cuencas sinorogénicas donde se alcanzaría un reajuste isotópico.
Posteriormente estas rocas serían erosionadas (canibalización) para re-
sedimentarse como la Formación Matatere III. Las edades de ca. 100 Ma se
reconocen en el patrón de circones detríticos de la misma Formación
(NOGUERA et al., 2011; URBANI, 2014) confirmando la existencia de un evento
ígneo importante en torno de esa edad.

BONHOMME (1987) determina que las fracciones <4µm o más finas son las
mejores para datar el evento térmico más joven en una secuencia sedimentaria,
siempre que éste presente cristalización o recristalización de los componentes
arcillosos. Aunque tengamos presencia de illita en nuestras muestras en las
fracciones recomendadas para realizar la metodología, ésta es probablemente
heredada y su un origen es la disgregación de los componentes del esqueleto ya
mencionados.

La sistemática Sm-Nd permite calcular la edad modelo cuyo significado, de


acuerdo con DEPAOLO (1991) es el de la edad de extracción del Nd desde el
manto (acreción continental) y por lo tanto la de la corteza continental en la que
se ubican las rocas.

Las edades modelos obtenidas por el método son 1.06 y 1.20 Ga para las dos
muestras, indican que el Nd tiene su origen último en un evento de acreción
continental al final del Mesoproterozoico, coincidente con la orogénesis
Grenville. En este sentido conviene recordar que en el oeste de Venezuela hay
afloramientos (inliers) de basamento Grenville en la provincia de Santa Marta.

También el trabajo realizado por NOGUERA et al. (2011) y URBANI (2014) en


circones en la Formación Matatere, señalan picos en 1200-800 Ma que coinciden
las edades Grenville-Putumayo y señalan que el patrón de picos de edades de
estos circones tienen gran parecido con las unidades del margen pasivo del norte
de Venezuela. URBANI (2014) realiza una interpretación de los datos de

195
3. FORMACIÓN MATATERE

geocronología de los terrenos que componen la región septentrional de los


estados Lara y Yaracuy, y señala que la datación del magmatismo que dió origen
al Complejo El Guayabo corresponde a la colisión del norte de Amazonia con el
sur de Báltica, lo cual generó el orógeno Putumayo, como parte del gran
orógeno Grenville global. Este autor también señala el estudio de circones en el
Complejo Yumare con edades entre 1.150 y 873 Ma, con picos importantes a
1050 Ma, y circones en el Complejo San Julián con edades entre los 1.060 y 855
Ma, también asociados al Grenville-Putumayo.

Estos terrenos fueron emplazados en el continente por el mismo evento que


género la cuenca de deposición de la Formación Matatere, siendo muy probable
que estos sean parte del basamento de la cuenca, y principal fuente de aporte del
Nd identificado en este trabajo.

Fig. 29. Ubicación de los grupos de zircones de la Formación Matatere. El recuadro rojo
señala la ubicación de la zona de estudio, vista a detalle en Anexo I. Tomado y modificado de
URBANI (2014)

CONCLUSIONES
Las rocas de la Matatere III que afloran en la zona de Caño Negro, están
compuestas principalmente por cuarzo, plagioclasa, fragmentos de mica y
fragmentos de roca volcánica, metamórfica y de chert.

La muestra presenta una orientación bien definida, tanto en los niveles


arenosos como en los niveles lutíticos intercalados, generada a partir de la

196
3. FORMACIÓN MATATERE

compresión que sufrió este cuerpo al ser emplazado en continente debido a la


interacción de la placa Caribe con la placa Sudamericana.

Los cementos sintaxiales de cuarzo y plagioclasa pudieron ser formados por


saturación de sílice en las aguas intersticiales provenientes de la compactación de
las lutitas intercaladas.

La matriz de las rocas presenta dos orígenes diferentes, una matriz menos
abundante generada en la cuenca por procesos de alteración y disgregación, y
otra de procedencia detrítica, la cual es más abundante en las muestras.

La matriz que se generó en la cuenca por procesos de disgregación y alteración


de los componentes del esqueleto está compuesta por minerales de la arcilla:
clorita y esmectita en menor cantidad.

La disgregación de fragmentos de mica y fragmentos de rocas produjo


partículas de illita que conforman la matriz, la cual no llego a recristalizar ni a
transformarse, conservando su composición isotópica heredada.

La clorita se formó en la cuenca a partir de la transformación de esmectitas en


un estadio de la diagénesis coincidente con la generación del cemento sintaxial
de cuarzo, debido a la interdigitación de cristales de esta composición con el
recrecimiento de los granos de cuarzo.

La presencia de valores de 87Sr/86Sr40 bajos en comparación con sedimentos


procedentes de basamento continental, señalan una componente juvenil en el
área fuente del sedimento.
El hecho de que las errócronas obtenidas por roca total y para la fracción
<2µm, superiores a la edad de sedimentación de la Formación Matatere señala
que los componentes potásicos, principalmente la illita, no experimentaron re-
ajuste isotópico durante la etapa de sedimentación, por lo que las edades
obtenidas serian asociadas al área fuente de los sedimentos.

La coincidencia de las edades Rb-Sr, de 80 a 100 Ma, con las de la colisión de


la placa Caribe con la placa Suramericana y de la ofiolita de Siquisique, apuntan a
un área fuente inicial ubicada en el cinturón colisional y con presencia de rocas
juveniles de baja composición radiogénica de Sr.

Las edades modelos obtenidas por Sm-Nd, de 1.06 y 1.20 Ga, estarían
asociando el origen del Nd al evento orogénico Grenville.

197
3. FORMACIÓN MATATERE

La presencia de grupos de circones detríticos en la Formación Matatere con


edades comprendidas entre los 1.000 y 1.500 Ma, son asociados a terrenos
circundantes a la región de estudio que presentan edades de formación asociadas
al orógeno Putumayo-Grenville

Estas unidades de edad Grenville ubicadas en la región septentrional de los


estados Lara y Yaracuy, fueron emplazados en continente junto con las Napas de
Lara, asociados a la subducción oblicua de la placa Caribe con la placa
Sudamericana, por lo que serian parte del basamento de la cuenca en el
momento de la depositación de la Formación Matatere siendo la principal fuente
de aporte del Nd en origen a las rocas de la cuenca.

Agradecimientos
Este capítulo corresponde al Trabajo Final del Máster en Procesos y Recursos
Geológicos. Especialidad en Cuencas Sedimentarias y Recursos Energéticos.
Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Ciencias Geológicas. Madrid,
España. Bajo la dirección de los profesores Emilia García Romero (UCM),
Carmen Galindo Fernández (UCM) y Franco Urbani (UCV).

198
3. FORMACIÓN MATATERE

Mapa geológico de la localidad de Caño Negro, estado Lara.


(NEVADO 2012 y URBANI & GÓMEZ 2013).

199
Capítulo 4
LA OFIOLITA DE SIQUISIQUE Y
UNIDADES ASOCIADAS

Por Franco URBANI, Walter REÁTEGUI y David MENDI

Mapa geológico simplificado de la zona de Los Algodones, oeste de Siquisique.


4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

ANTECEDENTES
La región norte del estado Lara ha sido estudiada geológicamente desde la
segunda mitad de la década de los años 1920s. Desde entonces se conoce de la
presencia de cuerpos ígneos rodeados de unidades del Terciario. Esto trajo
muchas discusiones sobre la edad de estas rocas y sus relaciones con las
adyacentes.

La Ofiolita de Siquisique se ubica entre Siquisique y Churuguara, en la zona


fronteriza entre los estados Lara y Falcón, se distribuye en cuatro cuerpos
separados (Figs. 1 y 2): Los Algodones (Fig. 3), Tinajitas-Macuere (Fig. 4), Las
Llanaditas (Fig. 5) y El Limón (Fig. 6).

Las mayores contribuciones al conocimiento de las rocas ígneas y de las


sedimentarias asociadas de esta región, fueron realizadas por geólogos del grupo
Royal Dutch/Shell, quienes siempre “le dieron mucha importancia a la geología regional,
a la evaluación de cuencas y a los modelos analógicos para comparar entre las grandes cuencas
geológicas del planeta con otras. Los estudios de campo sobre áreas sin prospectos petrolíferos
directos, como sería el caso de Siquisique, también eran considerados como parte integral de una
visión regional, tomándose como un componente indispensable para entender la historia geológica
regional. Por otra parte, la división de exploración de Shell estuvo por muchos años dominada
por los geólogos suizos, casi naturalistas, con una perspectiva hacia la gran visión” (Gustavo
CORONEL, 2011, com. pers.).

En este capítulo se presenta una revisión de la geología de la región de


Siquisique, integrando la información tanto de trabajos previos, como del trabajo
del grupo de la UCV, con énfasis en las relaciones de campo y petrografía.

TRABAJOS PREVIOS
En 1928 la empresa The Caribbean Petroleum Co. (TCPC) envía al geólogo
suizo Dr. Albert Ochsner, a realizar un reconocimiento geológico del estado
Lara occidental y zonas vecinas de Trujillo y Zulia. Su informe es el primero que
conocemos que trata sobre la región de Siquisique, e interpreta a las rocas ígneas
como de edad post-Cretácico (OCHSNER 1930). Las muestras colectadas por
este autor fueron estudiadas macroscópicamente por HALLIDAY (1930) e
identifica las rocas máficas de Siquisique como troctolita. En el mismo año la
empresa también envía al geólogo suizo Dr. Louis Kehrer para realizar un
levantamiento geológico a escala 1:100k desde transecto Paraguaná, Falcón

201
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Centro-Occidental y Norte de Lara. Ese trabajo incluye mapas geológicos a


escala 1:100k, pero la zona de Los Algodones la cartografía a escala 1:10k. Al
igual que Ochsner interpreta a las rocas ígneas como post-cretácicas (KEHRER
1930).

Fig. 1. Mapa de localización de la zona de estudio. Los recuadros ubican los cuatro cuerpos
de la Ofiolita de Siquisique.

En 1948 el geólogo suizo Dr. Otto Renz, ya con apoyo de fotografías aéreas,
estudia la región norcentral de Lara a escala 1:40k, incluyendo los cuerpos ígneos
de Los Algodones y Tinajitas-Chorrerones. Este autor interpreta a las rocas
ígneas como de edad pre-Cretácico (RENZ 1949).

Debido a la diferencia de edades asignadas para las rocas ígneas por Ochsner,
Kehrer y Renz, la Cia. Shell de Venezuela envía al geólogo holandés Paul F.
Kiewiet de Jonge para trabajar entre Siquisique y Río Tocuyo. Prepara mapas
geológicos a escala 1:10k de la zona de Los Algodones y a 1:25k el sector de
Tinajitas-Chorrerones. Indica que encuentra evidencias que el gabro es intrusivo
en la Formación la Luna lo cual apoyaría la versión post-Cretácico de L. Kehrer,

202
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

pero también dice que hay evidencia de la existencia de un basamento pre-


Cretácico lo cual a su vez soporta el punto de vista de O. Renz (KIEWIET DE
JONGE 1950). El informe incluye un memorando de STREIFF (1950), quién
señala que aún quedan muchas interrogantes sobre la geología de la zona.
Mientras que en otro memorando incluido en el mismo expediente, BROWN
(1951) señala que "…este informe ha sido estudiado con interés y con mucho agrado, hemos
aprendido que ... se ha logrado mucho progreso hacia un mejor entendimiento de la geología del
área de Siquisique, que es tan importante para la geología y evaluación de las posibilidades de
petróleo en la región de Falcón, como en la gran faja de 125-150 km de ancho al norte del área
de Siquisique, donde el Cretácico no alcanza la superficie".

A pesar de los trabajos anteriores, la misma empresa Shell encarga a Gustavo


Coronel y a Engbert Jan Coen Kiewiet de Jonge, para realizar otro
reconocimiento con el objetivo de estudiar las relaciones de las rocas ígneas y los
sedimentos cretácicos. Los autores cartografían la zona de Los Algodones a
escala 1:10k y Las Tinajitas-Chorrerones a 1:25k (CORONEL & KIEWIET DE
JONGE 1957). Describen relaciones de campo intrusivas con rocas tipo La
Luna, en consecuencia concluyen que las rocas ígneas son de edad Cretácico
Tardío - Paleoceno. Estos autores representan las siguientes unidades: Aluvión
reciente, terrazas, Oligoceno, Eoceno, Formación La Luna, Formación Cogollo
(sin diferenciar), Formación Río Negro (?), ofiolita extrusiva, complejo gabroide
intrusivo (Tabla 1). El informe incluye análisis petrográficos realizados por
SCHILLING & NIGGLI (1957), quienes en sus interpretaciones son los
primeros en introducir el concepto de ofiolita para la asociación de rocas ígneas.

Una nueva versión actualizada del trabajo anterior, incluyendo la petrografía de


Schilling y Niggli, es preparada por G. Feo-Codecido y se publica bajo la autoría
corporativa de Cia. Shell de Venezuela (CSV 1965). El mapa a colores incluido
en esta publicación es el mejor y más detallado existente, de manera que todos
los autores posteriores incluyendo el presente, lo han utilizado como base de sus
mapas y para presentar nuevas interpretaciones tectónicas, estratigráficas e
historia geológica.

HAZEL (1958) de la empresa Mene Grande Oil Company, interpreta que las
rocas ígneas de Los Algodones tienen una edad post-Cretácico-superior a pre-
Oligoceno-superior.

En BELLIZZIA et al. (1972) se reúnen a las rocas ígneas aledañas a Siquisique


y otros cuerpos pequeños cerca de El Limón y Mapararí, bajo la denominación

203
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

de "Ofiolitas de Siquisique y de Río Tocuyo". Interpretan que estos cuerpos


están relacionados con la zona de fallas de Oca.

Fig. 2. Mapa geológico generalizado de la región centro-occidental con la ubicación de la


Ofiolita de Siquisique (cuerpos negros). También se localizan las figuras 3 a 6.

Los trabajos de STEPHAN (1982, 1985) incluyen la mejor descripción


geológico-estructural de la región centro-norte del estado Lara, e introduce el

204
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

concepto vigente de las Napas de Lara. Este autor previamente había publicado
un resumen sobre la región de Siquisique (STEPHAN 1980). De la zona de Los
Algodones, presenta una columna hipotética generalizada que comienza con
gabro y diabasa, pasando a una unidad volcano-sedimentaria cretácica, hasta
llegar a rocas tipo "La Luna" (STEPHAN 1982: 235).

BARTOK et al. (1985) presentan el hallazgo de amonites extraídos en los


intersticios de bloques de lava almohadillada ubicados en la quebrada Las
Petacas. La fauna es identificada como de edad Bajociense, Jurásico Medio,
extendiéndose la idea que la Ofiolita es de esta edad. Hoy día conocemos que
estos bloques originalmente fueron olistolitos dentro de la Formación Matatere,
mientras que la Ofiolita es Cretácico Temprano.

BELLIZZIA (1986) sigue los conceptos de STEPHAN (1982) e introduce el


nombre de Asociación Los Algodones para la unidad volcánico-sedimentaria ya
mencionada. También aplica el nombre de “Ofiolita de Siquisique”.

GIUNTA et al. (2002: 25) colectaron una muestra del basalto de la zona de Los
Algodones, que analizan químicamente e interpretando un origen MORB.

KERR et al. (2009) también analizan muestras de gabro y basalto, estudiándolas


químicamente y obteniendo edades Ar-Ar del Cretácico Tardío.

A partir de 2007 diversos profesores y tesistas de la UCV realizan estudios en


la región (Fig. 2), a saber:

- MARTÍNEZ & VALLETA (2008) estudian petrográficamente las facies


gruesas de la Formación Matatere.

- Urbani, L. Camposano y D. Mendi en 2007 reconocen la zona de Los


Algodones, al oeste de Siquisique (Fig. 3) (URBANI & MENDI 2010)

- NOGUERA (2009) y NOGUERA et al. (2008) realizan estudios de


geocronología de cristales de zircón detríticos (ZD), en muestras de
conglomerado y arenisca de la Formación Matatere, desde el noroeste de Carora
hasta Siquisique, para fines de determinación de fuentes de procedencia.

- MUÑOZ & RODRÍGUEZ (2009) cartografían geológicamente la zona de


rocas ígneas al noreste de Siquisique, entre el Páramo de Guacamuco, Yurí, Las

205
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Tinajitas y Chorrerones (Fig. 4). También estudiaron varios cuerpos pequeños de


rocas ígneas en la zona de Las Llanaditas (Fig. 5) y Puente Limón (Fig. 6).

- REATEGUI (2011) continúa la cartografía geológica de los autores


anteriores, hacia el este alcanzando hasta la quebrada Maroroy (Fig. 4).

- ICHASO (2011) y SÁNCHEZ (2011) integran la cartografía de todos los


autores previos en hojas geológicas a escala 1:25k. A su vez luego incluidas en el
"Atlas geológico de la región septentrional de los estados Lara y Yaracuy" (Volumen 2 del
presente trabajo).

UNIDADES GEOLÓGICAS DE LA REGIÓN DE


SIQUISIQUE
En la Tabla 1 se muestra la evolución de la nomenclatura y unidades
cartografiadas en la zona de Los Algodones (Fig. 3). Allí se visualiza que todos
los autores definieron en forma muy semejante a las unidades terciarias y a las
rocas ígneas. La mayor diferencia se encuentra en las unidades consideradas del
Mesozoico, donde CORONEL & KIEWIET DE JONGE (1957) y CVS (1965)
las separan en formaciones Río Negro, Cogollo y La Luna. Luego STEPHAN
(1982) manteniendo intacta la cartografía de los autores anteriores, pero agrupa a
estas tres unidades en su "unidad volcano-sedimentaria", pero separando de ella
a una parte que consiste en una brecha con gran cantidad de bloques, que
interpreta como "suela de corrimiento" de la napa.
Con el trabajo de campo de la UCV, se confirma la detallada cartografía
geológica de Coronel y Kiewiet de Jonge, así como los criterios estructurales de
Stephan, con la diferencia que ahora separamos a la “Formación La Luna” de su
unidad volcano-sedimentaria, dado que en el campo ésta puede cartografiarse en
forma separada, observándose contactos de falla con todas las demás unidades.
Para la unidad volcano-sedimentaria de STEPHAN (1982), BELLIZZIA
(1986) le acuña el nombre de "Asociación Los Algodones", pero al igual que la
Ofiolita de Siquisique, desde entonces ambas han quedado como unidades
informales ya que ningún autor ha presentado descripciones completas para
cumplir con la normativa internacional (NASCN 2005 y SALVADOR 1994).

206
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 3A. Mapa geológico de la región de Los Algodones, al oeste de Siquisique. Simplificado
a partir de CVS (1965) y de la hoja 6247-IV-NE Los Algodones. Leyenda: Blanco:
Cuaternario. Anaranjado: Formación Castillo. Marrón: Formación Matatere III. Verde:
"Formación La Luna". Rojos: Ofiolita de Siquisique (KSg: gabro, KSb: basalto-diabasa).
Azul: Complejo Estructural Los Algodones (TAs: rocas sedimentarias sin diferenciar, TAl:
rocas volcánicas, TAg: gabro, TAh: conglomerado holocuarcífero, TAc: caliza tipo Apón,
TAb: brecha). Coordenadas UTM en km, zona 19P, La Canoa.

207
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 3B, continuación. Mapa simplificado con la distribución de las principales unidades sin
cobertura cuaternaria. Los números indican el posible orden de ocurrencia de las fallas.
Coordenadas UTM en kilómetros, zona 19P, La Canoa.

Fig. 4. Mapa geológico simplificado de la zona de Los Chorrerones - Las Tinajitas - Macuere,
noroeste de Siquisique. Leyenda: Kl: Formación La Luna, KS: Ofiolita de Siquisique, sin
diferenciar, Tomch: Formación Churuguara, Tem3: Formación Matatere III, Tmc: Formación
Casupal, Tmc: Formación Capadare, Blanco: sedimentos cuaternarios.

208
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 5. Mapa geológico de la zona de Las Llanaditas. Fragmento de las hojas 6348-III-
NE,SE,SO,NO (URBANI & GÓMEZ 2013). Leyenda: Kl (verde): “Formación La
Luna”, Ksgb (rosado): Ofiolita de Siquisique, sin diferenciar, Tem (marrón): Formación
Matatere III, Tmca (amarillo): Formación Casupal, Tmc: Formación Capadare.

Fig. 6. Mapa geológico de la zona de Puente Limón. Fragmento de las hojas 6348-III-SE y
6347-IV-NE (URBANI & GÓMEZ 2013). Leyenda: Kl (verde): “Formación La
Luna”, Ksgb (rosado): Ofiolita de Siquisique, gabro y basalto sin diferenciar, Tem (marrón):
Formación Matatere III, Tmca (amarillo): Formación Casupal, Tmc: Formación Capadare.

209
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

En resumen, se reconocen cuatro unidades cretácicas-paleógenas en la zona de


Siquisique (Fig. 4), todas en contactos de falla entre sí:

1- Una asociación volcánico-plutónica, integrada por cuerpos bien


diferenciados en el campo, tanto de diabasa-basalto, como de gabro,
correspondiente a la Ofiolita de Siquisique.

2- Una unidad que hemos cartografiado como “Formación La Luna”. El


entrecomillado se debe a ser igual en sus características a la Formación La Luna
de las regiones andinas y perijaneras, pero por estar aquí dentro de la provincia
alóctona, pudiera corresponder a una unidad depositada en la misma cuenca
general de La Luna, pero más lejana hacia el oeste y no ser exactamente igual a la
Formación La Luna propiamente dicha.

3- La Formación Matater III (criterio de STEPHAN 1982) aflora


extensamente en la región. Es una unidad turbidítica que presenta una monótona
alternancia de lutita y arenisca, también contiene olistolitos de diversas litologías
y conspicuos niveles conglomeráticos.

4- Una unidad que hemos denominado Complejo Estructural Los


Algodones, constituida por lutita, arenisca con mica, caliza, chert, basalto
almohadillado, diabasa y conglomerado (con fragmentos de cuarzo, chert,
granito, gneis, esquisto micáceo, riolita y riodacita). También incluimos aquí una
zona de brecha muy cizallada constituida por rocas pelíticas negras con
abundantes fragmentos de diversos tipos de rocas, que STEPHAN (1982)
interpreta como una "suela" de corrimiento.

OFIOLITA DE SIQUISIQUE
En esta sección se presentan los detalles de los contactos y petrografía de la
unidad. A los efectos de la cartografía de la unidad, ésta se ha dividido en:
plutónicas, volcánicas y plutónicas-volcánicas sin diferenciar (hojas 6247-IV-
NE, 6248-II-SE, SO, 6348-III-NE, SE, SO, NO, de URBANI & GÓMEZ
2013).

210
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Tabla 1. Resumen de nomenclatura y unidades cartografiadas en la zona de Los


Algodones, Municipio Urdaneta, estado Lara.

CONTACTOS
- Gabro – basalto. Este contacto puede verse en una de las pequeñas quebradas
del cuerpo de Los Algodones (localidad “A” de la Fig. 3a). Allí se observan
afloramientos de gabro, luego a lo largo de unos 30 m del cauce aparecen diques
de espesores decimétricos de basalto (Fig. 6), para luego continuar con el basalto
masivo. Los contactos entre los dos tipos de rocas son abruptos.

- Ofiolita (gabro y basalto) - "Formación La Luna". El contacto entre estas dos


unidades siempre es de falla. En las cabeceras de la Quebrada Los Algodones
(localidad “B” de la Fig. 3A), se observa claramente el contacto con estrías de
falla en una pequeña capa de calcita (Fig. 7).

- Ofiolita - Complejo Estructural Los Algodones. Siempre es de falla (Fig. 3).

- Ofiolita - Formación Matatere III. En las cuatro regiones donde aflora la Ofiolita,
el contacto con la Formación Matatere es de falla (Figs. 3 a 6). Con la única

211
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

excepción de la Quebrada Agua Linda en Macuere, donde Matatere descansa


inconforme sobre el basalto. Esta localidad está descripción en el Capítulo 2-5.

- Ofiolita - formaciones neógenas. Las formaciones Castillo, Capadare o Casupal


(figs. 3-6 y 8) cubren inconformemente a la Ofiolita. También aparecen
discordantes sobre las unidades Matatere, "La Luna" y Los Algodones. En la
localidad indicada con la letra "C" de la Fig. 3ª, se observa el contacto
inconforme de la Formación Castillo sobre el gabro meteorizado (Fig. 9).

- Ofiolita (gabro y basalto) - Terrazas aluviales altas (Q3). En la zona de Los


Algodones se encuentran terrazas cuaternarias en varios niveles topográficos (ver
Fig. 3, unidades Q1, Q2 y Q3). La Ofiolita se encuentra en el lado norte -
levantado- de la Falla de Los Algodones, lo cual explica la presencia de estos
niveles colgados de terrazas. Las terrazas del nivel topográfico más alto (Q3, letra
"D" de la Fig. 3A, a 550 m s.n.m.) cubren a la Ofiolita, así como a la "Formación
La Luna" y al Complejo Estructural Los Algodones" (Fig. 3A). La fig. 10
muestra una de estas terrazas Q3 sobre el gabro, e inclusive sobre la Formación
Castillo.

PETROLOGÍA
En la subunidad de rocas plutónicas predominan distintos tipos de gabro,
habiéndose localizado también algunos pocos afloramientos aislados y en
bloques sueltos con rocas ultramáficas (Tabla 1). En la subunidad de rocas
volcánicas se han identificado variedades de basalto y de diabasa, a veces no
separables en campo, con la excepción de una granulometría más gruesa en las
diabasas, pero fundamentalmente diferenciables petrográficamente por la textura
ofítica.

En las rocas ígneas por lo general se observa una alta concentración de calcita,
que es producto del proceso de carbonatización, en donde las plagioclasas
cálcicas liberan calcio que permite formar calcita, transformándose a plagioclasas
más sódicas. La conspicua presencia de prehnita formada por hidrotermalismo
indica un leve metamorfismo correspondiente a la facies de la prehnita –
pumpellita.

Casi todas las muestras estudiadas presentan trituración y fracturamiento de los


cristales, por lo cual dentro de la clasificación de rocas trituradas no foliadas con
cohesión primaria de ROBERTSON (1999), mayoritariamente corresponden a
protocataclasitas, con algunas pocas cataclasitas. Por ser comunes en todas estas
rocas, estos calificativos se omiten en las descripciones que siguen.

212
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 6. Dique de basalto en gabro. Ofiolita de Siquisique. Los Algodones.

Fig. 7. Contacto de falla entre gabro de la Ofiolita de Siquisique y la “Formación La


Luna”. La línea roja segmentada muestra estrías de falla.

213
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 8. Vista de la Ofiolita de Siquisique, quebrada Los Algodones. El gabro forma ladera
de colores verde claro, mientras que le basalto-diabasa es marrón oscuro. En la parte superior
de la fila aflora la Formación Castillo, inconforme sobre la Ofiolita.

Fig. 9. Contacto inconforme de la Formación Castillo sobre el gabro de la Ofiolita de


Siquisique, Los Algodones. Localidad identificada con la letra "C" de la Fig. 3A.

214
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 10. Contacto inconforme de una terraza pleistocena ubicada en cotas altas (Q3), sobre el
gabro de la Ofiolita de Siquisique. La terraza también cubre parcialmente a la Formación
Castillo. Localidad identificada con la letra "D" de la Fig. 3A.

Plutónicas (Tabla 2)

Todas las muestras son holocristalinas, faneríticas con texturas a veces


orientada, sugiriendo depósito de minerales por diferenciación gravitatoria en la
cámara magmática, lo cual concuerda con texturas cumulus observadas al
microscopio. Los tamaños de los cristales tienen una distribución seriada.
Ocasionalmente la plagioclasa manifiesta texturas zonadas y el piroxeno es
poiquilítico. La litología predominante corresponde a diversas variedades de
gabro (Tabla 2) que en el campo muestra estar cruzado por numerosas bandas
oscuras y de grano fino que corresponden a zonas cizalladasmiento (Fig. 11). Al
ser analizadas petrográficamente estas bandas cizalladas se clasifican como
ultracataclasitas.

En esta sección se presenta una síntesis de los análisis petrográficos contenidos


en las tesis de MARTÍNEZ & VALLETTA (2008), MUÑOZ & RODRÍGUEZ
(2009) y REÁTEGUI 2010).

215
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Tabla 1. Tipos litológicos identificados de la Ofiolita de Siquisique.

Gabro
Esta es la roca plutónica predominante. Meteorizan a colores gris verdosos,
mientras que los colores frescos dependen de la variedad de gabro en particular y
su índice de color, variando desde leucogabro hasta melanogabro. Usualmente
los afloramientos están muy meteorizados, y los bloques mas frescos se
encuentran sueltos en las quebradas o residuales de la meteorización. Los
principales tipos de gabro son olivinífero, piroxénico, prehnítico olivinífero y
prehnítico. Los minerales constituyentes se describen a continuación:

Plagioclasa: Generalmente se encuentra muy alterada a minerales de arcilla y


epidoto, impidiendo su identificación, pero en las muestras más frescas se
identifica como labradorita. Algunos cristales están parcial o totalmente
prehnitizados. Muestran una variedad de maclas según las leyes de albita,
carlsbad y periclina (Fig. 12A,B,C, D).

216
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Piroxenos: El clinopiroxeno (augita, diópsido) (Fig. 12E,F,G) puede estar alterando a


clorita, ya sea totalmente o en sus los bordes. Tambien se identifica ortopiroxeno
(enstatita).

Clinoanfíbol (hornblenda): Se identificó solamente en un dique de microgabro


hornbléndico, presentando un pleocroísmo entre verde claro y verde oscuro.

Olivino: La mayor parte de los cristales están parcialmente alterados a


serpentina. Adyacente al olivino es frecuente observar magnetita (Fig. 13).

Serpentina: En general se presenta como producto de alteración del olivino,


manteniendo algunas reliquias del primero. También hay cristales grandes de
antigorita sin reliquias de olivino visible (Fig. 14A). La antigorita también altera
parcialmente al clinopiroxeno. La transformación de olivino a serpentina implica un
sustancial aumento de volumen, lo cual produce el fracturamiento en los
minerales que lo rodean en un patrón radial (Fig. 14B).

Clorita: es el producto de la alteración del piroxeno. Presenta leve pleocroismo


color verde claro y colores de interferencia azul oscuro. También como
alteración de la hornblenda.

Titanita: se encuentra como pequeños agregados granulares, de colores pasteles.

Prehnita: se encuentra en cantidades muy variables desde trazas hasta más del
20% en las muestras más prehnitizadas. Se halla tanto en vetas, como en cristales
dispersos aleatoriamente en la sección. Los tamaños van desde menos de 0, 1
hasta 0,2 mm. Por lo general presentan un hábito tabular alargado (Fig. 12G). En
algunas muestran puede llegar a reemplazar totalmente a la plagioclasa.

Epidoto: en pequeños cristales anhedrales de 0,025 mm de tamaño promedio,


usualmente como alteración de plagioclasa.

Opacos. Magnetita: usualmente se encuentra asociada en forma cercana a los


cristales de olivino. Algunas muestras presentan hematita. También hay escasos
cristales de leucoxeno.

Calcita y cuarzo: en vetas.

217
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 11. Gabro mostrando franjas oscuras que corresponden a zonas muy cizalladas
(ultracataclasitas). Ofiolita de Siquisique. Qda. Chorrerón, noreste de Siquisique.

Gabronorita
Este tipo litológico fue descrito en campo como gabro, con color fresco verde
y gris.

Plagioclasa: es de tipo labradorita y los cristales se presentan orientados


correspondientes a una alineación primaria.

Clinopiroxeno (augita): en algunos casos presenta textura ofítica, tiene bordes


corroídos y hasta textura de bahía. Puede estar alterada a clorita.

Ortopiroxeno (enstatita): se presenta de color gris claro de primer orden, extinción


paralela y también con textura ofítica. Algunos cristales alteran a serpentina.

Prehnita: aparece en pequeñas vetas y como producto de alteración del piroxeno.

Clorita: procede de la alteración del clinopiroxeno, tiene un color de interferencia


azul oscuro. .

218
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

219
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 12G. Gabro prehnítico protocataclástico, La-603C. Clinopiroxeno alterado y fracturado


rodeado de cristales de prehnita. NX y NP.

Fig. 13. Gabro olivinífero, La-533. Olivino alterado con las fracturas rellenas de magnetita, a
su vez rodeado por clinopiroxeno. NP y NX.

Fig. 14. Gabro olivinífero protocataclástico, La-635. A: Antigorita (azul) cruzada por
vetillas de prehnita. NX. B: Olivino serpentinizado que ha creado fracturas radiales en los
cristales de plagioclasa (alterada) adyacente.

220
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 15. Troctolita. A: Olivino parcialmente serpentinizado generando fracturas radiales en


los minerales circundantes, La-564Ar, NX. B: Igual a la anterior con NP. C: Serpentina
con aspecto reticular, rodeada de plagioclasa alterada, La-538A, NX. D: Antigorita
intersticial entre cristales de plagioclasa en textura mesocúmulo, La-627Br, NX.

Troctolita
A excepción de la muestra La-538A colectada en la Quebrada Las Palomas,
todas las demás muestras de este tipo fueron colectadas como bloques sueltos en
laderas y quebradas. Las características de sus minerales constituyentes son
semejantes a lo ya presentado para el gabro, en consecuencia no se repite aquí
(Fig. 15).

Harzburgita serpentinizada
La única muestra de este tipo corresponde a un bloque suelto de la quebrada
Chorrerón.

221
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Olivino: los cristales están redondeados (Fig. 16A,B) y fracturados. Se observan


tanto cristales de olivino no alterado, como otros serpentinizados parcial o
totalmente, presentando este último tipo una textura de malla.

Ortopiroxeno (enstatita): en algunos casos presenta un borde de clinopiroxeno


(Fig 16B,D).

Prehnita: aparece como alteración del piroxeno, por lo general presenta un


hábito tabular alargado y en algunos casos de forma radial (Fig. 16C).

Magnetita: se encuentran cristales muy pequeños usualmente dentro del olivino,


y en algunos casos dentro del ortopiroxeno.

Clorita: es el producto de la alteración del clinopiroxeno, tienen un color de


interferencia azul oscuro.

Fig. 16. Harzburgita, La-1017R. A: Cristales de olivino redondeados y con altos colores de
interferencia. B: Entre los cristales de olivino se encuentra ortopiroxeno alterado, el olivino
también presenta clinopiroxeno como textura de corona. C: Prehnita en cristales tabulares,
alargados y radiales. D: Ortopiroxeno rodeado de cristales de olivino.

222
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Peridotita (dunita?) serpentinizada


Las muestras fueron obtenidas de un afloramiento aislado ubicado en la
intersección de una quebrada con la carretera hacia Cogoyal, al oeste de las
Tinajitas (Hoja 6247-I-NO). La roca es masiva y presenta un color meteorizado
negro - morado. Es posible que la roca original haya tenido más del 90% de
olivino, que al estar alterado a serpentina y acompañado de una clorita resultado
de la alteración de piroxeno, permitiría la identificación del protolito como
dunita. La distribución de los cristales de olivino sugeridos por la forma reliquia
a pesar de la serpentinizacion, sugiere una textura original cumulus.

Serpentina: producto de alteración del olivino (Fig. 17). Los cristales tienen un
tamaño promedio de 2 mm y presentan características reliquias del olivino como
lo es el hábito, se observa la textura tipo malla.
Clorita: se encuentra intersticial y es producto de alteración del piroxeno (Figs.
17A). Presenta color de interferencia azul oscuro.

Wherlita serpentinizada
Las muestras de este tipo de roca fueron recolectadas de bloques sueltos, tanto
en la quebrada Chorrerón, como en una carretera adyacente.

Olivino: aparecen como cristales redondeados y algunos que están


serpentinizados.

Clinopiroxeno: se encuentra muy alterado y fracturado radialmente por la


alteración del olivino a serpentina (Fig. 18A). En algunos casos se encuentra
alterando a clorita. El clinopiroxeno también aparece como bordes de reacción
alrededor del olivino (Fig. 18C).

Titanita: aparece principalmente en el clinopiroxeno, dentro de las fracturas


generadas por la serpentinización del olivino (Fig. 18B).

Cromita: con forma euhedral (Fig. 18D).

Magnetita: con formas subeuheadrales asociado al olivino.

Lherzolita
Solamente se encontró una muestra de este tipo en un bloque suelto en ladera.
Las características de los minerales individuales son iguales a las descritas para la
peridotita y wherlita, pero cambiando sus proporciones. El tamaño de granos es
variable entre 1, 5 a 4 mm.

223
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 17. Peridotita, La 566 A. A: Clorita intersticial entre cristales de olivino, que presentan
bordes de reacción y textura cúmulus. NX. B: Igual a la anterior con NP. C: Serpentina con
textura de tipo malla y reliquias de olivino. NX. D: Cristales de magnetita (negro). NP.

Ultracataclasita
Estas muestras corresponden a las zonas de cizallamiento encontradas en los
afloramientos de gabro (ver franjas oscuras en la Fig. 11). Las zonas de cizalla
pueden aparecer en direcciones aleatorias, o disponerse en forma de reloj de
arena. La roca es de grano muy fino y se pueden apreciar cristales orientados por
el alto nivel de cataclasis que ha sufrido.

Petrográficamente la roca está dominada por una gran cantidad de cristales de


prehnita con altos colores de interferencia azul, morado, naranja y un hábito
tabular alargado. También se puede apreciar piroxeno con bordes corroídos y
deformados. El resto de roca está constituido por una matriz petrográficamente
no identificable, muy triturada y fracturada, con algunas fracturas rellenas de
óxido de hierro.

224
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 18. Wherlita, La-1007DR. A: Fracturas radiales en clinopiroxeno generadas por el


olivino serpentinizado, NP. B: Cristalitos de titanita en las fracturas del clinopiroxeno, luz
reflejada. C: Textura de corona de clinopiroxeno alrededor de olivino, NX. D: Cromita,NP.

Volcánicas (Tabla 2)
En el campo estas rocas se muestran con un color verde oscuro, con
meteorización que produce suelos de colores rojizos (Fig. 19A). Hay dos
variedades granulométricas, las de grano muy fino casi afaníticas corresponden a
basalto, mientras que otras más raras con cristales >0,5 mm resultaron ser
diabasas por su textura ofítica, solo reconocida al microscopio. El basalto es una
roca masiva que aparece tanto homogénea, como en brechas (Fig. 19B), mientras
que en algunos afloramientos presentan estructura almohadillada no mayores de
0,5 m en su máxima dimensión (Fig. 19C). En la quebrada El Guaparo se
localizaron capas de chert negro (Fig. 19D) intercaladas con la secuencia
basáltica. Este chert fue estudiado por BAUMGARTNER et al. (2013) de donde
pudieron extraer radiolarios del Cretácico Tardío.

225
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Basalto
El basalto puede tener cristales de tamaños variables desde seriados a
porfiríticos. La textura más frecuente es la afieltrada (Fig. 20A), raras veces
subofítica y una sola muestra presentó textura amigdaloide. Poseen cantidades
variables de una matriz muy fina no identificable y alterada, que pudiera
interpretarse que haya correspondido a vidrio.

Plagioclasa: generalmente muy alterada mostrando un aspecto “terroso”, de


forma tabular y generalmente asociada al piroxeno.

Clinopiroxeno: mayormente alterados a carbonatos, tentativamente identificado


como augita.

Anfíbol: raros cristales probablemente de hornblenda, pero muy alterados y


limonitizados. Algunos cristales se muestran como producto de alteración del
clinopiroxeno.

Prehnita: presente en bajas proporciones, con formas y colores variados, y


dispuestos aleatoriamente en cuanto a su orientación y ubicación.

Epidoto: es poco común, a veces asociado a la prehnita.

Cuarzo: se presenta exclusivamente rellenando vetas.

La carbonatización de la plagioclasa, clinopiroxeno y matriz, es muy avanzada


impidiendo una clasificación y determinación más precisa de los minerales
primarios. La calcita también se encuentra calcita rellenando vetas y amígdalas
(Fig. 20B).

Diabasa
Las características petrográficas de los minerales constituyentes son iguales a lo
ya indicado en el basalto, la diferencia estriba en ser de un tamaño de grano
mayor (>0,5 mm) y estar asociados la plagioclasa y el clinopiroxeno como
textura ofítica.

226
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 20. Fotomicrografías de basalto. A: Textura afieltrada. La 570, NC. B: Calcita

227
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 21. Toba con xenolitos de gabro, Quebrada Las Palomas, cuenca de la
Quebrada La Torta.

Tobas
En el campo se clasificaron erróneamente como basalto, son de color negro a
gris oscuro. En la quebrada Las Palomas la toba contiene xenolitos de gabro
(Fig. 21). Las muestras fueron clasificadas como toba fina piroxénica (cristales
menores de 0,032 mm) y una de toba gruesa piroxénica (0,032 y 2 mm).

Ortopiroxeno (enstatita) y clinopiroxeno (diópsido): en fenocristales con un tamaño


promedio 1,5 mm, triturados y embebidos en la matriz (Fig. 22).

Prehnita: se presenta como diminutos cristales (<0,05 mm) y vetillas.

Matriz: muy fina y de composición mineralógica no identificable. Se observa


una intercalación de bandas verdosas con otras bandas incoloras.

Fósiles: En capas de chert negro a verde intercaladas en lava basáltica de la


Quebrada Guaparo (Fig. 23a,b,c), la Dra. María Isabel SANDOVAL GUTIÉRREZ
(2015: 16) logra extraer radiolarios mal preservados que aportan una edad
Aptiense?-Albiense-Cenomaniese (c.120-c.95 Ma), con coincidencia de todas las
especies en el Albiense (113-100 Ma).

228
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 22. Toba gruesa piroxénica. Cristales de piroxeno fracturados y embebidos en la matriz
fina bandeada. La-518C. A: NX. B: NP.

229
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Tabla 2. Composición mineralógica y clasificación de rocas de la Ofiolita de


Siquisique.

230
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

231
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Edad de la Ofiolita
Previamente esta unidad había sido considerada como Jurásico medio por la
determinación de amonites aportada por BARTOK et al. (1985), si bien como se
ha indicado en este trabajo, esas muestras no provienen del cuerpo ofiolitítico.

232
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Ahora, con base a nuevo trabajo se tienen edades certeras tanto paleontológicas
(radiolarios) como radiométricas, todas indicativas de edad Cretácico, a saber.
-Los drs. Andrew Kerr y K. R. Chamberlain (A. Kerr, 2017, Universidad de
Cardiff, comunicación personal) estudiaron muestras de gabro de la localidad de
Los Algodones. Utilizan cristales de baddeleyeita y zircón con una variedad de
técnicas de análisis, tanto in-situ como por molienda y extracción de zircón.
Concluyen que la edad del magmatismo es de 135,8±6,1 Ma (Berriasiense-
Hauteriviense), seguido por varios pulsos de actividad hidrotermal de alta
temperatura en c.119 y c.95 Ma (Aptiense-Cenomaniense) (ver Capítulo 9.1.3).
Previamente KERR et al. (2008) por Ar-Ar había determinado una edad de 95-90
Ma en muestras de basalto y gabro (ver Capítulo 9.1.2).
-El Dr. Marvin Baquero (2017, com. pers.) extrae cristales de zircón de una
muestra de gabro colectada por Walter Reátegui en la zona de Chorrerones. El
análisis por el método U-Pb LA-ICP-MS aporta una edad de 117,6±5,6 Ma,
Aptiense, que solapa con la edad de los procesos de alteración hidrotermal de
alta temperatura postulada por Kerr y Chamberlain.
En resumen, la edad de cristalización del gabro es Berriasiense-Hauteriviense,
mientras que la edad paleontológica más joven (~Aptiense-Albiense) de
SANDOVAL GUTIÉRREZ (2015), corresponde a chert intercalado con la roca
volcánica del fondo marino, es decir del tope de la sección ofiolítica (Fig. 23a,b)..

Correlación
A partir de estudios geoquímicos y geocronológicos, NEIL et al. (2013, 2014)
correlaciona a Siquisique con la Formación Volcánica San Souci de la isla de
Trinidad y la Metaofiolita de El Copey en las cercanías de Carúpano, estado
Sucre. De hecho, la edad aportada por NEIL et al. (2014) para San Souci es de
135,0±7,3 Ma (U-Pb, zircón y baddeleyita, SIMS in situ), que coincide casi
exactamente con la nueva edad con la misma metodología del gabro de
Siquisique (135,8±6,1 Ma) (ver Capítulo 9.1.3).

Origen y ambiente
En los trabajos de NEIL et al. (2013, 2014), basado en la geoquímica de las
unidades de Siquisique, Sans Souci (Trinidad) y El Copey (Paria), señala una
notable similitud geoquímica y petrográfica entre ellas, en consecuencia los
autores concluyen que pueden haberse originado por un mismo evento
magmático en el margen meridional suramericano del rift proto-Caribe. Este
magmatismo representado en los tres cuerpos, probablemente correspondió a la
fusión de la parte más superior de la Astenósfera, o quizás y más probablemente
en una montaña submarina formada en las etapas tempranas del "rifting" proto-
Caribe. Muchos de los magmas modernos ubicados fuera-del-eje de las dorsales

233
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

oceánicas son mezclas de manto MORB empobrecido y otras fuentes más


enriquecidas.

La Ofiolita de Siquisique corresponde entonces a un fragmento de la corteza


del canal oceánico proto-Caribe (Fig. 23d), incorporado tectónicamente en los
terrenos frontales de la placa Caribe, colidiendo en el Eoceno tardío-Oligoceno
con las unidades para-autóctonas, que en nuestro caso corresponden a las Napas
de Lara. La separación geográfica y fragmentación de las unidades de Siquisique,
El Copey y San Souci, se debe al fuerte fallamiento transcurrente dextral
ocurrido en el norte de Suramérica hasta hoy día (Fig. 23e). NEILL et al. (2014:
177) presenta una tabla con la composición química de basaltos y gabro de la
unidad.

234
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Figura 23a. Ofiolita de Siquisique. Columna estratigráfica de parte de la Quebrada


Guaparo, indicando los sitios de muestréo de SANDOVAL GUTIÉRREZ (2015: 73).

Fig. 23b Fragmento del mapa geológico de la zona de Macuere. La flecha roja ubica el sitio de
colecta de chert estudiado por SANDOVAL GUTIÉRREZ (2015). La flecha negra indica la
localidad donde la Formación Matatere III descansa inconforme sobre la Ofiolita de
Siquisique. Unidades: Tmc: Formación Capadade, Tem: Formación Matatere III, KL:
“Formación La Luna”, Ksg: Ofiolita de Siquisique, plutónicas, Ksb: Ofiolita de Siquisique,
volcánicas. Escala gráfica: cuadrícula de 1 km. Tomado de REÁTEGUI (2012).

235
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Figura 23c. Ofiolita de Siquisique. Radiolarios identificados por SANDOVAL GUTIÉRREZ


(2015: 16) en muestras de chert verde y negro intercalado con basalto de la quebrada
Guaparo, Macuere.

Fig. 23d. Esquema geodinámico del la región Caribe para el Cretácico Temprano, ubicando el
lugar propuesto donde se generaron los cuerpos de Siquisique, El Copey y San Souci, según
NEILL et al. (2013: 102).

236
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 23e. Ubicación actual de los tres cuerpos ofiolíticos correlativos: Siquisique, El Copey y
San Souci. Tomado de NEILL et al. (2014).

“FORMACIÓN LA LUNA”

La identificación en la región de Los Algodones de rocas semejantes a la


Formación La Luna (o Guayuta), es conocida desde los trabajos pioneros de
JONES & WHITEHEAD (1929). En la detallada cartografía de CORONEL &
KIEWIET DE JONGE (1957) y CSV (1965) aparece la Formacion La Luna,
abarcando tanto a rocas típicas de esta unidad, como a una asociación
heterogénea de rocas sedimentarias diversas, que hoy día las reunimos dentro del
Complejo Estructural Los Algodones (ver Tabla 1).

A diferencia de la Formación La Luna de los afloramientos clásicos de los


Andes de Mérida y cuenca de Maracaibo, en una sola localidad de la zona de Los
Algodones se detectó olor de petróleo. Así mismo, las concreciones de caliza son
muy raras (Fig. 24D,E).

Contactos
Todos los contactos de esta formación con las unidades circundantes son de
falla (Figs. 3 a 6). Usualmente se observan brechas de falla desde pocos
decímetros hasta 2 m de espesor, constituidas por una matriz arcillosa de color
casi negro, con fragmentos visibles de bloques de las unidades involucradas,
frecuentemente de caliza oscura. En la Fig. 7 se muestra el contacto de la
Formación, con la subunidad de gabro de la Ofiolita de Siquisique.

237
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Petrografía
La unidad está constituida por una alternancia de capas centimétricas a
decimétricas de caliza, lutita negra (tanto carbonática, como no carbonática) (Fig.
24A) y ocasionales niveles de chert (Fig. 23B). Los mejores afloramientos están
expuestos en Los Algodones (Fig. 3A) y en la Quebrada Yurí (Fig. 25), afluente
de la Quebrada La Torta al noreste de Siquisique.

Se colectaron algunas muestras de caliza, siendo principalmente clasificadas


como lodolita (DUNHAN (1962) o micrita fosilífera (FOLK 1962) (Tabla 2).

El chert es de color negro con capas desde pocos centímetros hasta unos 25
cm de espesor. En ellos se han reportados radiolarios del Cretácico,
probablemente Tardío (J. CASE, com. personal a SUBIETA & CASALGNEAN
1988; BAUMGARTNER et al. 2013). En muestras de caliza (La-561, La-601) el
Dr. Max Furrer identificó una asociación faunal de Heterohelix reussi, Whiteinella
sp. y fragmentos de Globotruncana, así como gran cantidad de radiolarios y
fragmentos de foraminíferos pláncticos, semejantes a los observados en la
Formación La Luna de la Cuenca de Maracaibo.

Lodolita. Los componentes principales son los ortoquímicos, predominando


una matriz micrítica, y en menor proporción, cemento carbonático recristalizado
isópaco (microespato), a veces radial y a veces equigranular (Fig. 24A). Las
muestran presentan estilolitas. Se observan niveles de foraminíferos pláncticos y
gran cantidad de radiolarios.

Caliza lodosa. El componente principal es la matriz micrítica (Fig. 24C). El


cuarzo observado es mayormente monocristalino y de origen tanto metamórfico
como plutónico. Se observan algunos pequeños cristales de dolomita. Presentan
su característica forma rómbica y son incoloros y posee colores de interferencia
muy altos. La porosidad es intraparticular y el cemento es escaso, predominando
el de tipo carbonático, recristalizado y equigranular. Se observa además
disolución de granos.

La fauna observada, son fragmentos de foraminíferos pláncticos y bénticos, así


como una gran cantidad de radiolarios. También se identificaron fragmentos de
moluscos y de equinodermos con inversión heteroaxil (Fig. 24D)

En la quebrada Yurí, afluente de la quebrada La Torta, se encuentran


excelentes afloramientos de esta unidad (Fig. 25A,B). Allí se localizó una capa de
conglomerado de 20 cm de espesor con clastos principalmente milimétricos a

238
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

centimétricos de caliza y arenisca (Fig. 25B,C). Uno de ellos llamo la atención


por sus características de roca plutónica (Fig. 25D), a la cual se le elaboró sección
fina. El clasto resultó clasificado como una metatonalita, con la siguiente
mineralogía: cuarzo (45%), plagioclasa sódica (25), carbonatos (25), clorita (5),
anfíbol (Tz), biotita (Tz) y zircón (Tz) (Fig. 26).

Cuarzo: con extinción ondulatoria.

Plagioclasa: tipo oligoclasa, maclado de ley de albita, moderadamente


carbonatizado.

Clorita: como producto de alteración de anfíbol y biotita primaria (ahora


presentes solo como trazas), leve pleocroismo de verde claro y medio. Bajo
nícoles cruzados tiene un color de interferencia azul de diferentes intensidades.

Tabla 2. Composición de muestras de caliza de la “Formación La Luna”


(MARTÍNEZ & VALLETTA 2008, MUÑOZ & RODRÍGUEZ 2009,
REÁTEGUI 2011)

239
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Figura 24.a. Fotografías de afloramientos de la “Formación La Luna” en la quebrada Los


Algonones. Concreciones carbonáticas y amonites.

240
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 24b. "Formación La Luna". A: Lodolita, La-560. Vista general donde se observan
estilolitas, NP. B: Radiolarios, NP. C: Caliza lodosa, La-601. Vista general, NP. D:
Sección transversal de equinodermo, NP.

241
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 26. Cristal de zircón en clasto de metatonalita incluido en un conglomerado de la


"Formación La Luna". Quebrada Yurí. NX. La 543.

Fig. 25. Afloramientos de la "Formación La Luna" en la quebrada Yurí, noreste de


Siquisique. A: Vista general de los afloramientos. B: Capa de conglomerado. C y D: Detalles
del conglomerado. La flecha roja ubica el clasto de tonalita analizado.

242
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

FORMACIÓN MATATERE

Una descripción detallada de los aspectos de campo y petrológicos de esta


unidad para toda la región de estudio aparece en el Capítulo 3.

En esta sección referida a la Ofiolita de Siquisique y unidades circundantes,


solamente haremos mención a un hallazgo fosilífero que ha dado lugar a muchas
discusiones: En las cabeceras de la quebrada Las Petadas de Los Algodones ("E"
en Fig. 3A), en 1948 el Dr. Otto Renz localizó cuatro bloques decimétricos a
métricos de lava almohadillada (ver mapa de ubicación de los bloques en
STEPHAN 1982: 224), de cuyo material intersticial extrae amonites del género
Perisphinctes sp. (fide STEPHAN 1982: 222) .

En 1978, P. Bartok de la empresa Maraven vuelve a la localidad y obtiene más


ejemplares de amonites, siendo identificados como ¿Stephanoceras (Skirroceras) cf.
macrum (Quenstedt), ¿Emileia ex. gr. multiformis (Gottsche) et quenstedti
Westermann y ¿Parkinsonia sp. (BARTOK et al. 1986). Esta asociación indica una
edad Bajociense, Jurásico Medio, que interpretan como una fauna cuya extensión
va desde el extremo occidental del mar de Thetis hacia los mares generados por
la separación entre Norte y Suramérica, que ellos denominan Corredor
Hispánico (proto-Caribe) (BARTOK et al. 1986).

Debido a este hallazgo, en la literatura se ha considerado a la Ofiolita de


Siquisique como de edad Jurásica. Pero durante el trabajo de campo del presente
proyecto, se observó que estos bloques están sueltos dentro del aluvión reciente
(Fig. 27), adyacentes a la Formación Matatere y aguas arriba del último
afloramiento de la Ofiolita, por ello consideramos que los bloques deben haber
estado incluidos originalmente como olistolitos dentro de esta Formación, en
consecuencia no es válido utilizar esta edad paleontológica para asignarla a la
Ofiolita. Adicionalmente, hoy día por edades U-Pb se conoce que la Ofiolita de
Siquisique es de edad Cretácico Temprano.

En la exploración aguas arriba de la Quebrada Las Petacas se alcanzó


afloramientos de la Formación Matatere, con capa de peñones de bloques
decimétricas de rocas volcánicas, plutónicas y de caliza tipo Apón.

243
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 27. Bloque de lava almohadillada en la Quebrada Las Petacas, originalmente un


olistolito dentro de la Formación Matatere. En este tipo de bloques O. RENZ (1948) colectó
amonites en los espacios intersticiales a las almohadillas.

COMPLEJO ESTRUCTURAL LOS ALGODONES

Esta unidad está constituida por una mezcla de litologías muy diversas. La
detallada cartografía geológica original de CORONEL & KIEWIET DE
JONGUE (1957) y CSV (1965) de la zona de Los Algodones, fue reestudiada
por STEPHAN (1982) (Tabla 1), interpretando que las unidades La Luna, Río
Negro y Cogollo delimitadas por los autores iniciales, constituían una asociación
volcánica-sedimentaria. Recientemente y como resultado del trabajo de campo y
laboratorio del presente proyecto, esta unidad se ha definido como un complejo
estructural, es decir una mezcla tectónica de litologías de características muy
diversas y edades diferentes. En el mapa que presentamos (Fig. 3A), se han
cartografiado las siguientes subunidades: 1- Rocas sedimentarias sin diferenciar,
mayormente lutita y arenisca que rodean a las demás subunidades. 2- Rocas
volcánicas de composición basáltica. 3- Gabro. 4- Conglomerado holocuarcífero.
5- Caliza del Cretácico Temprano. 6- Brecha (“suela” de corrimiento).
En esta sección se presentan los detalles correspondientes a contactos y
petrología de la unidad, mientras que la propuesta de texto para el "Léxico

244
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Estratigráfico de Venezuela" aparece en la sección 3. En las figuras 28A-D se


muestran cuatro secciones geológicas levantadas por STEPHAN (1982) todas en
la margen derecha de la quebrada Las Petacas, donde gráficamente se muestra la
complejidad y heterogeneidad estructural de la unidad.

Contactos
Todos los contactos del Complejo Estructural Los Algodones con las unidades
adyacentes (Formación Matatere y Ofiolita de Siquisique) son de falla (Fig. 3A),
pero está cubierta discordantemente por la Formación Castillo.

Petrología
1- Rocas sedimentarias sin diferenciar (TAs)
Esta subunidad cartográfica está constituida por lutita, caliza, chert, arenisca y
conglomerado (con fragmentos de cuarzo, chert, granito, gneis, esquisto
micáceo, riolita y riodacita). Una sección típica está representada por la Fig. 28D
que comienza con lava almohadillada (10 a 15 cm φ) que culmina con una costra
ferruginosa que se infiltra en los espacios inter- almohadillas; sigue lutita que
hacia el tope se hace más silícea.

Fig. 28A. Secciones geológicas del Complejo Estructural Los Algodones, quebrada Las
Petacas, Los Algodones. La localización aparece en la Fig. 3.
Tomadas de STEPHAN (1982).
Sección a lo largo del antiguo camino a Urucure, en la margen derecha de la quebrada Las
Petacas. 1: Conglomerado grueso con clastos de 2 a 3 cm de cuarzo y chert, arenisca verdosa. 2:
Bloque de lava verdosa con inclusión de chert (Fig. 32B) y recubierto por capas de arenisca
cuarcífera gruesa. 3: Conglomerado silíceo con clastos centimétricos de cuarzo espaciados de 1,5
a 2,5 cm. 4: Capa de chert masivo. 5: Lava verdosa. 6: Paquetes de arenisca de grano fino ±
micácea. 7: Conglomerado holocuarcífero con clastos gruesos. Algunos amonites colectados en la
zona indicada pueden verse en la Fig. 32E,F. D: Discordancia con la Formación Castillo.

245
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 28B. Sección de la subunidad de brecha. 1: Arenisca fina bien estratificada. 2: Chert y
capas de pelita silícea negra. 3: Conglomerado heterogéneo con clastos de cuarzo. 4: Lava
masiva alterada. 5: Lava con almohadillas de 20 a 30 cm de diámetro, color verde oscuro y
material intersticial de caliza gris azulada (Fig. 29B). La doble flecha indica lugares donde en
la superficie se encuentran fragmentos sueltos de rocas con amonites.

Fig. 28C. Sección en la margen derecha de la misma quebradita de la figura siguiente. 1:


Conglomerado rojizo plegado. 2: Caliza con niveles detríticos gruesos. 3: Chert. 4: Caliza con
niveles detríticos finos, finamente laminada. 5: Arenisca micácea verdosa. 6: Lava verde con
pequeñas almohadillas. 7: Brecha o “suela” de corrimiento, pelitas negras con bloques.

La sección continúa con arenisca micácea con capas de chert negro


intercaladas. Pasando a la otra margen de la quebradita (Fig. 28C), se observa
arenisca micácea y algunas capas de chert intercalados con lutita; lutita con
pequeños bloques de caliza cizallada, con un alternancia de de caliza detrítica y

246
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

lutita con capas de chert; caliza en capas delgadas (5 - 10 cm) con niveles de
clastos gruesos; terminado con conglomerado rojizo algo replegado por debajo
de la discordancia con la Formación Castillo.

Fig. 28D. Sección en la margen izquierda de la misma quebradita de la figura anterior. 1:


Chert. 2: Arenisca de grano grueso. 3: Lava con almohadillas de 10 a 15 cm de diámetro de
color verdoso. 4: Pelita, blandas en la base y silíceas al tope. 5: Costra ferruginosa que infiltas
las zonas intersticiales de las almohadillas. 6: Brecha o “suela” de corrimiento, con pelitas
negras con bloques.

En la zona indicada en la Fig. 3B (letra “E”) se colectaron dos muestras de


arenisca, que fueron clasificadas como waca cuarzosa y waka lítica, que se
describen a continuación:

En la zona indicada en la Fig. 3B (letra “E”) se colectaron dos muestras de


arenisca, que fueron clasificadas como waca cuarzosa y waka lítica, que se
describen a continuación:

Waca cuarzosa (La-10B): La muestra es de grano fino (0,2 mm), escogimiento


medio y granos subredondeados. Está compuesta por cuarzo monocristalino
plutónico (20%), monocristalino metamórfico (20%), policristalino metamórfico
(5%) y feldespato potásico (ortosa) (5%) fuertemente alterado a calcita. Posee
vetas rellenas de calcita (1%), limonita (1%) y materia orgánica (1%). La matriz
(20%) está compuesta por minerales de arcilla (10%), limonita (6%) y material
carbonático (4%). El cemento se presenta rellenando poros y consiste de cuarzo

247
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

microcristalino (15%) y material carbonático (10%). La porosidad es secundaria,


por fractura (1%) o disolución de granos y matriz (1%).

Waca lítica (La-10A): Tamaño de grano fino (0,1 mm), escogimiento muy pobre
y bordes subredondeados con esfericidad media-alta. Se compone por cuarzo
monocristalino metamórfico (20%) y fragmentos de rocas sedimentarias (28%),
específicamente chert y arenisca. En menor proporción se encuentra plagioclasa
(andesina) (1%) y feldespato potásico pertítico (9%). Como accesorios se
encuentran zircón (<1%), vetas de materia orgánica (2%) y calcita (5%). La
matriz (25%) se compone de minerales de arcilla (15%), limonita (5%) y cuarzo
(5%). El cemento se presenta rellenando poros y bordeando granos, y consiste
de cuarzo microcristalino (5%) y limonita (5%).

2- Lava basáltica (TAl)


Consiste en lava basáltica almohadillada. Estas estructuras son pequeñas (10 -
30 cm φ). Los intersticios entre las almohadillas corresponden a caliza de color
gris oscuro azulado (Fig. 29). Se observan texturas afieltrada, de flujo y
amigdaloide. Las dos muestras analizadas (Tabla 3) están muy carbonatizadas y
cloritizadas (Fig. 30), quedando solo reliquias del piroxeno original. La
plagioclasa (probablemente labradorita) y el piroxeno original, pudieron
constituir el 50% del total de la roca y el resto material vítreo. Pero debido a la
fuerte alteración solo se puede observar una matriz con pequeños cristales de
plagioclasa desorientados. Se observan algunas amigdalas redondeadas y rellenas
de clorita.

En cuanto a estas rocas volcánicas, STEPHAN (1982) señala que algunos


cuerpos corresponden a sills intercalados con las rocas sedimentarias (corte de la
Fig. 28D), pero en nuestro propio trabajo de campo hemos encontrado en todos
los casos, evidencia de brechas y estrías en las zonas de contacto. Por lo tanto
más bien interpretamos, que estos cuerpos de rocas volcánicas se encuentran en
contacto tectónico con sus envoltorios sedimentarios. Lamentablemente los
afloramientos son escasos, meteorizados y poco diagnósticos.

3- Conglomerado holocuarcífero (TAh)


Se trata de un paraconglomerado, ortomíctico y monomíctico (La-76),
compuesto por clastos (30%), matriz (50%), cemento (5%) y porosidad (15%).
Los clastos poseen un tamaño variable de 1/2 a 4 mm, bordes subangulares y
esfericidad media-baja, estando compuestos en su totalidad por cuarzo lechoso.
Tanto la matriz como el cemento están constituidos por cuarzo y sílice

248
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

autigénica (Fig. 31). En CSV (1965) estas rocas se cartografían como Formación
Río Negro.

Fig. 29. Afloramientos de lava almohadillada incluidas en el Complejo Estructural Los


Algodones. Quebrada Las Petacas.

Tabla 3. Composición mineralógica y clasificación de las rocas volcánicas del


Complejo Estructural Los Algodones (MARTINEZ & VALLETA 2008).
Plagioclasa Piroxeno Clorita Carbonatos Matriz
La-18A 10 Tz 10 30 50
La-18B 5 Tz 5 30 60

249
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 30. Basalto almohadillado. Fenocristales de plagioclasa alterando a clorita en matriz


afieltrada (La-18A)

Fig. 31. Afloramientos de conglomerado holocuarcífero.

4- Caliza (TAc).
Está subunidad fue cartografiada originalmente como Formación Cogollo por
CSV (1965). Está constituida por caliza de color gris claro con fósiles de edad
Aptiense-Albiense. Se colectaron dos muestras (sitio “F”, Fig. 3A) que fueron
clasificadas como biomicrita y micrita, respectivamente (Tabla 4):

La biomicrita se compone de ortoquímicos (20%) representados en su totalidad


por micrita; extraclastos (5%) de cuarzo (4%) y plagioclasa (1%), y aloquímicos
(60%) compuestos en su totalidad por fragmentos fósiles no diferenciables.

250
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

La micrita se compone principalmente de ortoquímicos (80-95%),


representados por micrita (70-80%), espato (4-15%) y pseudoespato (0-6%). Los
extraclastos están representados por cuarzo (2-4%) y plagioclasa no identificada
(1%), mientras que los aloquímicos (0-10%) se componen en su totalidad por
fósiles no identificados.

STEPHAN (1982: 236) menciona la presencia de Orbitolina concava texana


(Roemer) del Aptiense, que permite interpretar que esta subunidad corresponda
a olistolitos equivalente a la Formación Apón del Grupo Cogollo.

5- Brecha o “suela” de lutita negra con bloques (TAb)


Esta subunidad ha sido interpretada como la base o “suela” del corrimiento
mayor que pone en contacto al Complejo con la Formación Matatere (ver fallas
"4a" y "4b" en la Fig. 4). Se encuentra muy cizallada y constituida por lutita negra
triturada (Fig. 32A) con abundantes bloques de dimensiones centimétricas a
métricas de los siguientes elementos: chert negro finamente estratificado; lava
almohadillada con intersticios de caliza gris azulada; arenisca verdosa micácea y
feldesática; conglomerado heterogéneo con clastos de cuarzo y chert con tamaño
cercano a 3 cm; conglomerado holocuarcífero con clastos que pueden llegar a 10
cm; conglomerado en bloques plurimétricos (Fig. 32C,D). En la ruta del viejo
camino a Urucure aflora un bloque de lava que incluye un nivel de chert (Fig.
32A) recubierto por arenisca gruesa. No se han encontrado fragmentos de caliza
cretácica.

En la superficie a lo largo viejo camino a Urucure (Fig. 28A) y en una fila


adyacente (Fig. 28C), se encuentras fragmentos sueltos de arenisca y caliza
arcillosa negra con improntas de amonites (Fig. 32E,F). Los ejemplares
colectados por J.-F. Stephan, fueron identificados por el Prof. J. P. Thieuloy
(Lyon), quien los reúne en dos grupos (STEPHAN 1982: 226):

- Pedioceras caquesense (Karsten), Pedioceras cf. apollinaria Basse, “Falloticeras” cf.


fallociosum (Kilian), Paraspiticeras depressum, Crioceratites sp. que asigna
probablemente al Barremiense temprano.

- Olcostephanus sp., Rogersites ? sp., Acantholissonia sp., “Pseudofavrella” cf.


Colombiana (Hass), probablemente del Hauteriviense temprano.

La existencia de estos dos grupos de edades confirma la diversidad de litologías


y edades de las rocas incluidas en esta Unidad. Se desconocen otras unidades
venezolanas con este tipo de fauna.

251
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Tabla 4. Composición de calizas del Cretácico Temprano incluidas en el


Complejo Estructural Los Algodones (MARTÍNEZ & VALLETTA (2008).

252
4. OFIOLITA DE SIQUISIQUE

Fig. 32. Subunidad de brecha o "suela" de corrimiento (TAb). Complejo Estructural Los
Algodones. Quebrada Las Petacas. A: Aspecto de la lutita cizallada con bloques. B: Lava
con capa de chert rojizo. C y D: Gran bloque tectónico de conglomerado incluido en la unidad,
donde toda su superficie se presenta pulida con estrías de falla en múltiples direcciones. E y F:
Amonites indeterminados colectados sueltos en superficie, a lo largo del viejo camino entre la
Quebrada Las Petacas y Urucure (localidad de la Fig. 28A).

253
Capítulo 5
LA DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE
LA CUENCA OLIGO-MIOCENA DE FALCÓN
Por Franco URBANI y David MENDI

Discordancia entre las formaciones Castillo y Matatere, Los Algodones, oeste de Siquisique.
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

RESUMEN

Desde las primeras exploraciones geológicas de la zona fronteriza entre los


estados Lara y Falcón, ha llamado la atención la presencia de una notable
discordancia allí expuesta. La edad de las unidades involucradas fue muy
discutida por décadas, pero ahora se sabe que se trata del efecto de la
transgresión de las formaciones oligo-miocenas de la Cuenca de Falcón, sobre
rocas del Paleógeno y más viejas. Entre el norte de Carora y Siquisique, aparece
mayormente la Formación Matatere cubierta por la Formación Castillo, esta
última con rocas siliciclásticas depositadas en un ambiente costero. Al este de
Siquisique la Formación Castillo da paso a la Formación Capadare, una unidad
mayormente carbonática también formada en ambientes costeros. Los
afloramientos más orientales de la discordancia se observan en la zona de
Yumare, donde además de la Formación Capadare, también aparecen las
formaciones Ojo de Agua y Casupal, que llegan a cubrir una unidad de rocas
metaígneas máficas de edad Neoproterozoico.

INTRODUCCIÓN

La región centro occidental del país, ha sido estudiada desde los inicios de las
exploraciones petroleras. Allí, al sur del estado Falcón, al noreste del estado Zulia
y al norte de los estados Lara y Yaracuy (Fig. 1 y 2), afloran rocas oligo-miocenas
de la Cuenca de Falcón, que durante un amplio evento transgresivo se
depositaron discordantemente sobre rocas más antiguas (Eoceno medio y más
viejas).

En muchas localidades, este contacto es conspicuamente visible con fuerte


contraste de buzamiento entre las unidades involucradas; en consecuencia ha
llamado la atención de muchos geólogos. La localidad mejor caracterizada de
esta notable discordancia es una quebrada adyacente al caserío de Los
Algodones, ubicado a 13 km al oeste de Siquisique, estado Lara, en la vía que
comunica con el poblado de Baragua. En la región de Siquisique, la discordancia
ocurre a través de diversas formaciones geológicas que gradan lateralmente,
representando diversos ambientes sedimentarios. Las primeras capas usualmente
son conglomerados basales de espesores y características variables.

254
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 1. Mapa mostrando la máxima extensión de la transgresión oligo-miocena de la Cuenca


de Falcón. Simplificado de DÍAZ DE GAMERO (1976).

ANTECEDENTES

En 1893, el geógrafo alemán Dr. W. F. Sievers recorre la ruta Coro - San Luís -
La Cruz de Taratara - Siquisique - Barquisimeto. A su paso por la zona de
Siquisique (Fig. 3), este autor reseña por primera vez la conspicua discordancia
angular del sitio de Los Algodones. Al respecto dice que "el Cerro de la Petaca,

255
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

ubicado al sur de Urucure, está compuesto de la Arenisca de Carora, una arenisca cuarcítica
del Cretácico Inferior. Esta unidad comprende la Quebrada de Los Algodones … [y que
aparece en] las paredes de la quebrada casi en su totalidad, pero en discordancia encima
de areniscas fuertemente plegadas y muchas veces de inclinación casi vertical" (SIEVERS
1896).

Durante los años 1926 - 1928, los geólogos W. F. Jones y W. L. Whitehead,


realizan un reconocimiento geológico en varias partes del país, entre cuyos
objetivos figuraron dilucidar el problema entonces en discusión, de la presunta
existencia generalizada de una discordancia entre el Cretácico y el Eoceno
(JONES & WHITEHEAD 1928, 1929). Al referirse al sitio de Los Algodones al
oeste de Siquisique los autores describen una discordancia angular, indicando
que abajo se encuentran "lutitas que incluyen calizas que definitivamente son de la
formación Guayuta del Cretácico superior", mientras que por encima menciona un
"delgado conglomerado basal con areniscas sobreimpuestas que meteorizan
rojizo... correlacionadas con la base de la formación Misoa-Trujillo" (Fig. 4). En
las conclusiones continúan: "La amplia extensión y la magnitud angular de la
discordancia, indica un levantamiento considerable al cierre del tiempo Cretácico con un
consecuente largo período de erosión, antes que los tempranos sedimentos del Eoceno fueran
depositados en planicies llanas y pantanosas cercanas al nivel del mar del Terciario" (JONES
& WHITEHEAD 1929: 624).

El geólogo Ralph Alexander Liddle realiza estudios en Venezuela para la


empresa Standard Oil Company of New Jersey, con el especial encargo de
redactar una obra sobre la geología del país y para ello tuvo a su disposición los
informes internos de numerosos autores previos. Al referirse al Terciario dice
“En la región de Falcón una de las [discordancias] más extensas e intensas… ocurre entre
el Eoceno y el Oligoceno” (LIDDLE 1928: 239). También indica que hay rocas del
Mioceno Superior discordantes sobre el Oligoceno, y en referencia a la
Formación Capadare al sureste de Falcón, acertadamente dice que incluso la
misma descansa directamente sobre el Cretácico (LIDDLE 1928: 241).

Entre principios de 1928 y marzo de 1929, el geólogo Louis Kehrer de la


empresa The Caribbean Petroleum Corp. cartografía geológicamente amplias
regiones de los estados Falcón y Lara. Allí estudia la discordancia expuesta en la
zona de Los Algodones y suministra evidencia paleontológica que contradice las
edades mencionadas por JONES & WHITEHEAD (1929). Interpreta que en la
discordancia su Serie Cerro Pelado es la que aparece sobre la Serie Misoa-Trujillo
(KEHRER 1930). Las fotografías de la discordancia se reproducen en las Figs. 5
y 6, mientras una sección representativa se muestra en la Fig. 7.

256
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

El Prof. Charles Schuchert en su afamada obra sobre la región Caribe-


Antillana, sigue al trabajo de JONES & WHITEHEAD (1929) señalando la
existencia de una discordancia generalizada Cretácico-Eoceno (SCHUCHERT
1935: 687), ya que para ese momento no existía ninguna publicación que
contradijera tal trabajo. Adicionalmente anota la existencia de una discordancia
entre rocas del Eoceno y Oligoceno (SCHUCHERT 1935: 685). Un par de años
después, los participantes del Primer Congreso Geológico Venezolano llegan a la
opinión casi unánime que no existe tal discordancia Cretácico - Eoceno
(GONZÁLEZ DE JUANA 1938: 126).

Del afloramiento de la discordancia en la quebrada El Mamón, en el caserío de


Los Algodones al oeste de Siquisique, se ha encontrado documentación y
menciones por parte de 14 autores (Tabla 1). Desde un punto de vista regional,
la cartografía geológica más detallada de la discordancia, desde el noroeste de
Carora hasta cerca de Tucacas, corresponde a los trabajos de la Creole Petroleum
Corporation (de oeste a este: WHEELER 1958, 1960; NATERA 1958;
JEFFERSON 1960) cuyos detalles se discuten en la sección siguiente.

Fig. 2. Bloque diagramático de la Cuenca de Falcón durante el Oligoceno-Mioceno Temprano.


A: Formación Casupal. B: Depósitos de aguas profundas provenientes del oeste. C: Calizas de
las formaciones Churuguara y Capadare. D: Depósitos de abanicos de talud. E: Arrecifes de
la Formación San Luís. Simplificado de CARNEVALI (2000: 156).

257
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 3. Fragmento del mapa de SIEVERS (1896) mostrando la ruta (en rojo) que siguió por
la región de Coro a Siquisique, norte del estado Lara. La flecha ubica al sitio de la
discordancia de Los Algodones.

258
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 4. Discordancia entre las formaciones Castillo y Matatere en la quebrada El Mamón,


caserío de Los Algodones. Fotografía de JONES & WHITEHEAD (1929).

Fig. 5a. Discordancia en la quebrada El Mamón, caserío Los Algodones.


Fotografía de KEHRER (1930).

259
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 5b. Discordancia en la quebrada El Mamón, caserío Los Algodones. Mismo sitio de las
fig. 4 y 5a pero tomadas en 2011.

260
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 6. Discordancia en los cerros al sur de Los Algodones.


Arriba: Fotografía de KEHRER (1930).
Abajo: La misma localidad en 2011.

261
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Tabla 1. Sumario de autores que han descrito o mencionado la discordancia


angular expuesta en el sitio de Los Algodones, municipio Urdaneta, estado Lara.

Fig. 7. Sección geológica en el Cerro El Viento al sur de Los Algodones.


Tomado de KEHRER (1930).

262
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

UNIDADES EXPUESTAS EN LA DISCORDANCIA

La Fig. 8 muestra un mapa geológico simplificado de la mitad sur de la Cuenca


de Falcón, que servirá de base a las descripciones de la discordancia a través de
varios tramos de oeste a este.

Fig. 8. Mapa geológico del borde sur de la cuenca oligo-miocena de Falcón.


La falla de Apartaderos es según FEO-CODECIDO et al. 1984. Mapa simplificado a
partir de HACKLEY et al. (2005, 2006).

Al noroeste de Carora, la Formación Castillo fue depositada


discordantemente sobre las formaciones eocenas Jarillal, El Paují y Matatere. El
fuerte tectonismo de esta región, muestra que además de las fallas de corrimiento
activas a mediados del Terciario, en tiempos de las napas de Lara,
posteriormente en momentos de la inversión de la Cuenca de Falcón estuvo bajo
efectos compresivos, con lo cual la Formación Matatere aparece corrida por
encima de la Formación Castillo (Fig. 9). Estos efectos compresivos continúan
hasta hoy día y de hecho en las montañas del norte de Carora hay un frente
inverso donde las rocas terciarias aparecen sobre los sedimentos cuaternarios
(AUDEMARD et al. 1998).

Entre La Mesa y Siquisique, la discordancia únicamente involucra a las


formaciones Castillo y Matatere, pero está repetida en varias escamas de fallas
de corrimiento (del ciclo de la inversión de la cuenca de Falcón) (Fig. 9). Por la

263
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

monotonía litológica de la Formación Matatere, en ella es difícil distinguir las


repeticiones de sección debido a fallas de corrimiento, pero ésta es la zona por
excelencia para mostrar la presencia de este tipo de fallas, precisamente por la
repetición de la pareja Castillo-Matatere con la conspicua discordancia angular
entre ellas.

Fig. 9. Distribución de la discordancia entre las formaciones Castillo y Matatere entre La


Mesa y Siquisique. Simplificado y modificado de WHEELER (1960).

En el sitio de Los Algodones al oeste de Siquisique (Fig. 10), aflora una


notable combinación de las unidades que estuvieron involucradas en la Napas de
Lara, a saber: 1- Formación Matatere, 2- "Formación La Luna", 3- un complejo
estructural con elementos volcánicos y sedimentarios denominado Complejo
Estructural Los Algodones y, 3- rocas ígneas como gabro y diabasa-basalto de la
Ofiolita de Siquisique. Estas unidades fueron erosionadas, y también
meteorizadas subaéreamente lo cual es evidente al verlas justo debajo de la
discordancia. La Formación Castillo cubre por igual todas estas unidades, pero el

264
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

afloramiento más conocido y divulgado es aquel donde esta unidad aparece


sobre la Formación Matatere es la ya citada Quebrada Mamón (ver flecha en la
parte inferior izquierda de la Fig. 10).

Fig. 10. Mapa geológico de la zona de Los Algodones. La flecha roja en la parte inferior
derecha ubica el afloramiento de la discordancia en la quebrada El Mamón (ver figs. 4 y 5).
Simplificado a partir de URBANI (2010b).

Entre los poblados de Urucure y Macuere (Fig. 8), más precisamente cerca
del caserío de Las Tinajitas, desaparece la Formación Castillo, para dar paso a
una unidad carbonática, como es la Formación Capadare. A partir de aquí hasta
la región de Yumare, en los límites de los estados Yaracuy y Falcón, la
discordancia será entre la Formación Capadare y otras unidades previas.

En los alrededores de Macuere (Fig. 8 y 11) afloran las mismas unidades


subyacentes a la discordancia ya indicadas para el sitio de Los Algodones, de
manera que la Formación Capadare cubre discordantemente a las formaciones
"La Luna" y Matatere, al Complejo Estructural Los Algodones y a la Ofiolita de
Siquisique (tanto al gabro como al basalto-diabasa). En la parte final de la
quebrada la Torta (Fig. 11), no muy lejos de su confluencia con el río Tocuyo,
está muy bien expuesta la discordancia entre las formaciones Matatere y
Capadare (Fig. 11 y 12). Aquí, esta última unidad comienza con un
conglomerado basal fundamentalmente con clastos de cuarzo, chert y arenisca.

265
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Fig. 11. Mapa geológico de la quebrada La Torta mostrando la discordancia angular entre las
formaciones Capadare y Matatere. La flecha indica la ubicación de la Fig. 12. El mene de
petróleo en el Codo de la Caimanera hoy día se encuentra tapado por un gran deslizamiento.
Simplificado de WHEELER (1960, hoja C5C).

Continuando hacia el este, en el sector de Puente Limón (Fig. 8) y Las


Llanadas, en las proximidades del límite Lara - Falcón, también afloran unos
pequeños cuerpos de la Ofiolita de Siquisique, intercalados tectónicamente con
las formaciones La Luna y Matatere, todas estas unidades se encuentran
cubiertas por la Formación Capadare (NATERA 1958, MUÑOZ &
RODRÍGUEZ 2009). De aquí hacia al este, la Formación Capadare yace sobre
las formaciones Bobare y Barquisimeto del Cretácico Temprano y Tardío
respectivamente, con un metamorfismo regional de muy bajo grado (facies pre-
esquisto verde).

Hacia el este de la Falla de Apartaderos, ubicada entre Santa Inés y Socremo


(Fig. 8), aparecen las rocas metamórficas de la provincia geológica de la
Cordillera de la Costa. Aquí la Formación Capadare cubre al Esquisto de Aroa y
al Complejo Nirgua.

Al norte de la colonia agrícola de Yumare (Fig. 8), de oeste a este se ubican


cuatro cerros (Tarana o Yumarito, San Quintín, La Zurda y Salsipuedes), donde
afloran las formaciones La Luna y Matatere, pero también rocas metamórficas

266
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

del Esquisto de Aroa y los complejos Yumare, San Quintín y San Julián
(URBANI et al. 2015). Las rocas metamórficas de los cerros Tarana y San
Quintín están cubiertas discordantemente por la Formación Capadare, lo mismo
ocurre en el flanco meridional de los cerros La Zurda y Salsipuedes. Pero en la
parte norte de estos dos cerros la discordancia es entre la Formación Casupal y
las tres unidades ya citadas (Fig. 13). Más al norte del cerro La Zurda, la
Formación Casupal aparece discordante sobre la Formación Capadare (Fig. 13),
mientras que más al sur de Yumare, las rocas metamórficas de la serranía de
Aroa están cubiertas discordantemente por la unidad molásica de la Formación
Ojo de Agua.

Fig. 12. Discordancia angular entre las formaciones Capadare (C) y Matatere (M) en la
quebrada La Torta. A su vez cubiertos por sedimentos del Cuaternario (Q).
La línea roja segmentada señala la discordancia entre Capadare sobre Matatere. La línea
roja punteada muestra la discordancia del Cuaternario sobre Matatere y Capadare. Las líneas
punteadas negras muestran el buzamiento de los estratos en las formaciones Matatere y
Capadare.

267
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

En la quebrada Chepano del cerro de Salsipuedes (Fig. 13), la Formación


Casupal cubre discordantemente a la Formación Matatere, con un conglomerado
basal de unos 12 m de espesor con clastos mayormente redondeados de tamaño
de peñas a peñones. En este afloramiento, el geólogo Domingo Rodríguez
Gallardo colectó un clasto de caliza marrón claro, donde el paleontólogo Pedro
J. Bermúdez identifica tintínidos o calpionelas de probable edad Titoniense -
Valanginiense (Jurásico Tardío - Cretácico Temprano) (BERMÚDEZ &
RODRÍGUEZ 1962). En nuestra visita al sitio, realizamos una colección
sistemática de los distintos tipos de clastos, encontrando rocas sedimentarias
(arenisca cuarzosa, arenisca feldespática y grauvaca plagioclásica), metaígneas
(clinopiroxenita) y metamórficas (mármol y mármol flogopítico) (LOZANO &
MUSSARI 2008). Entre ellos destaca el mármol flogopítico, que corresponde a
rocas de alto grado metamórfico de afinidad grenvilliana (GRANDE &
URBANI 2009). La Formación Casupal representa una facies de sedimentación
piemontina-costera de influencia marina litoral (GONZÁLEZ et al. 1980).

Fig. 13. Mapa geológico de parte de los macizos de La Zurda y Salsipuedes, al norte de
Yumare, estados Yaracuy y Falcón. La flecha ubica el afloramiento de conglomerado basal de
la Formación Casupal citado en el texto. Modificado de URBANI et al. (2008).

En la región de Riecito - Cerro Misión, MENDI et al. (2011) realizó la


petrografía de muestras de caliza de mezcla de la Formación Capadare, donde se
observa la presencia de abundantes clastos de rocas ígneas máficas y cristales de
plagioclasa, probablemente procedentes de la erosión de rocas semejantes a las
hoy día expuestas en los cerros del norte de Yumare.

268
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

Al noroeste de Chichiriviche fue perforado el pozo exploratorio TOC-1S


(Tocuyo), donde desde 2.368 m de profundidad hasta el fondo del pozo a 2.395
m, aparece un conglomerado de la Formación Casupal, constituido casi
exclusivamente de fragmentos centimétricos de rocas ígneas ultramáficas.

DISCUSIONES

En 1896 el geógrafo alemán W. F. Sievers reseña la notable discordancia


angular expuesta cerca del caserío de Los Algodones, estado Lara (localidad de la
Fig. 5), siendo la primera discordancia mencionada en la literatura geológica de
Venezuela. Este afloramiento fue visitado y descrito por numerosos autores a lo
largo de más de 120 años (Tabla 1), pero debido al escaso conocimiento de las
edades de las unidades involucradas, fue objeto de muy diversas especulaciones.
Fue solo con la síntesis estratigráfica y estudios paleontológicos presentados por
WHEELER (1960), cuando se define que en esta localidad la Formación Castillo
es la unidad que descansa sobre la Formación Matatere.

En tiempo Oligoceno tardío – Mioceno temprano las aguas del margen sur de
la Cuenca de Falcón o Canal Falconiano, avanzan transgresivamente sobre las
rocas del Paleógeno y más viejas. De oeste a este, las formaciones involucradas
en esta discordancia regional son las siguientes:

- La Formación Castillo se extiende desde el noroeste de Carora hasta el


norte de Siquisique, con rocas siliciclásticas depositadas en ambientes costeros.
Las rocas carbonáticas están casi totalmente ausentes. Por los estudios
petrográficos se observa que la fuente de sedimentos de esta unidad fueron las
unidades cretácicas del margen pasivo de Sur América.

Entre las unidades que fueron cubiertas con fuerte angularidad por la
Formación Castillo, están las formaciones Jarillal y Paují al noroeste de Carora,
siguiendo luego la Formación Matatere. Al menos en la zona de Los Algodones
esta última unidad estuvo sometida a meteorización subaérea.

En la región de Siquisique la discordancia involucra a las unidades de la Napa


Siquisique, que incluye a las formaciones "La Luna", Matatere, las rocas
volcánicas y sedimentarias del Complejo Estructural Los Algodones y a las
ígneas máficas de la Ofiolita de Siquisique.

- Al noreste de Siquisique, la Formación Castillo da paso a la Formación


Capadare, también sedimentada en ambientes costeros, pero de naturaleza

269
5. DISCORDANCIA DEL MARGEN SUR DE LA CUENCA DE FALCÓN

definitivamente carbonática. Esta unidad es la que, desde aquí hasta los límites
con el estado Yaracuy, cubre discordantemente a todas las unidades más
antiguas. En las cercanías de Macuere, la Formación Capadare yace en
discordancia angular sobre la Formación Matatere con relaciones casi
ortogonales entre sí (Fig. 12).

- En la zona de Yumare la Formación Capadare está erosionada y cubierta


discordantemente por la Formación Casupal (Fig. 13), luego dando paso a la
unidad molásica Formación Ojo de Agua. La Formación Casupal se caracteriza
por gruesos espesores de arenisca de grano grueso y conglomerado, donde por la
gran variedad de clastos se interpreta que la fuente de sedimentos debió haber
sido una zona donde afloraban tanto rocas sedimentarias cretácicas (Fig. 2),
como rocas metamórficas máficas a ultramáficas (tipo del Complejo Yumare),
rocas metasedimentarias y metaígneas félsicas (tipo Complejo San Julián), junto a
rocas metamórficas de alto grado de posible afinidad grenvilliana (semejantes a
las que hoy día afloran en el cerro el Guayabo (GRANDE & URBANI 2009).

270
Capítulo 6
GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE
Por Franco URBANI, Sebastián GRANDE, Marvin BAQUERO, Fernando LOZANO,
Arturo MUSSARI, David MENDI, James E. WRIGHT, Nuris ORIHUELA,
Alejandro MARTÍNEZ & José CAVADA

Ortopiroxenita del Complejo Yumare.


Hb: Hornblenda. Opx: Ortopiroxeno. PT: Puntos triples.
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

RESUMEN
Al norte de la población de Yumare se ubican cuatro cerros aislados donde
afloran rocas metamórficas con litologías muy características, destacándose
anortosita y charnockita. La cartografía geológica reciente permitió identificar las
siguientes unidades: Complejo Yumare (unidad ígneo-metamórfica de alto grado,
Neoproterozoico), Complejo San Julián (unidad metamórfica de grado medio,
pre-Mesozoico), Complejo San Quintín (rocas volcánicas máficas y
sedimentarias asociadas, probablemente Cretácico), Metagabro de La Zurda
(probablemente Cretácico), Esquisto de Aroa (metasedimentos, Cretácico
Tardío), serpentinita, “Formación La Luna” (Cretácico Tardío) y Formación
Matatere III (turbiditas, Eoceno), todo cubierto inconforme o discordantemente
por las formaciones Casupal o Capadare del Neógeno. La intercalación de las
rocas metamórficas con unidades sedimentarias del Cretácico-Paleógeno,
corresponde al evento de apilación de las Napas de Lara durante el Eoceno
medio – Oligoceno temprano.

INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO GEOLÓGICO

Al norte de la población de Yumare, en la zona limítrofe entre los estados


Yaracuy y Falcón, se encuentran cuatro cerros llamados Tarana, San Quintín, La
Zurda y Salsipuedes, donde afloran rocas metamórficas de distintas edades
(Neoproterozoico a Cretácico). Este basamento está cubierto por unidades
sedimentarias del Neógeno y Cuaternario (Fig. 1).

Los cuerpos de rocas metamórficas se ubican en el mapa de LIDDLE (1928),


luego también son reconocidos por KUGLER (1949). Pero es NATERA (1957)
quien los cartografía a escala 1:50k como “metamórficas sin diferenciar”. A
comienzos de la década de los años 1960s el Ministerio de Minas e
Hidrocarburos (MMH) inicia una gran campaña de mapeo geológico de los
estados Yaracuy y Lara, donde el trabajo de campo fue realizado por los
geólogos Alirio Bellizzia y Domingo Rodríguez Gallardo. En ese momento, el
hallazgo de anortosita ilmenítica en el cerro San Quintín despertó mucho interés,
por lo cual acertadamente la interpretan como del Precámbrico, ya que a nivel
mundial este tipo de rocas corresponden mayoritariamente a eventos
magmáticos ocurridos en el Neoproterozoico. BELLIZZIA & RODRÍGUEZ
(1976) señalan “uno de los hechos más resaltantes de esta investigación es el descubrimiento
de un complejo de rocas de alto metamorfismo constituido por anortosita, granulita, gneis y
anfibolita”. Los resultados de estos trabajos fueron divulgados primeramente
como mapas (BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1966, BELLIZZIA et al. 1968),
mientras que el texto descriptivo fue presentado en el congreso geológico de

272
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

1969 y publicado tardíamente en BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1976).


Adicionalmente al mapeo, los trabajos del MMH continuaron para evaluar la
posibilidad de explotación de la ilmenita del cerro San Quintín (e.g.:
RODRÍGUEZ & ÁÑEZ 1978).

Fig. 1. Mapa de ubicación de la zona de estudio. Los recuadros ubican a las figuras 2, 3 y
4. Geología simplificada a partir de HACKLEY et al. (2005).

En los trabajos pioneros del personal del MMH, fueron cartografiadas cuatro
unidades metamórficas, que actualizadas en lo referente a la nomenclatura de

273
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

unidades litodémicas, corresponden a los complejos Yumare y San Quintín, el


Esquisto de Aroa y un cuerpo de serpentinita. A estas unidades, en el presente
trabajo se añade el Complejo San Julián en el cerro Salsipuedes y un cuerpo de
gabro en el cerro de La Zurda que por sus características petrológicas se separa
de las unidades anteriores.

En el año 2006 el grupo de trabajo de la UCV, inicia un nuevo levantamiento


geológico a escala 1:25k de los cerros de Tarana, San Quintín, La Zurda y
Salsipuedes, en cuyos mapas se integra la nueva información de campo con
aquella de los autores previos. El mayor énfasis estuvo en las rocas
metamórficas, no obstante se dedicó mucho esfuerzo en el mapeo de las
unidades sedimentarias y verificar sus contactos. La cartografía geológica se
encuentra resumida en las figuras 2, 3 y 4. Para mayor detalle puede consultarse a
LOZANO & MUSSARI (2008), con una actualización petrográfica en
GRANDE (2013a). Las mayores dificultades encontradas fueron la alta
meteorización y escasez de afloramientos, además los contactos usualmente
están cubiertos.

Las rocas metamórficas aparecen sobrecorridas por unidades sedimentarias de


edad Cretácico a Paleógeno, como la "Formación La Luna" y la Formación
Matatere III. Estas unidades a su vez, están cubiertas inconforme- o
discordantemente por las formaciones Casupal, Capadare y sedimentos
cuaternarios no consolidados. La unidad que denominamos "Formación La
Luna" la ponemos entrecomillas, ya que es parecida a dicha formación de los
Andes y Perijá, pero presenta un aspecto pizarroso por metamorfismo de muy
bajo grado (pre-esquisto verde) y es igual a la misma unidad de la zona de
Siquisique, involucrada en las Napas de Lara.

Para un mejor entendimiento de las secciones posteriores, a continuación se


presenta una lista de las unidades geológicas aflorantes (figs. 2, 3 y 4):

Unidades neógenas - cuaternarias:


Sedimentos cuaternarios.
Formación Ojo de Agua. Mioceno tardío.
Formación Capadare. Mioceno medio.
Formación Casupal. Mioceno temprano.

Unidades pre-neógenas:
Formación Matatere. Eoceno temprano - medio
“Formación La Luna”. Cretácico Tardio.
Esquisto de Aroa. Probablemente Cretácico Tardío.

274
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Complejo San Quintín. Probablemente Cretácico Temprano.


Metagabro de La Zurda. Probablemente Cretácico Temprano.
Serpentinita. Jurásico-Cretácico?
Complejo San Julián. Neoproterozoico-Paleozoico.
Complejo Yumare. Neoproterozoico.

Las unidades que afloran en los cerros Yumare, tienen las siguientes
características:

Tarana (Fig. 2). En este cerro aflora esquisto/filita del Esquisto de Aroa. En la
mitad norte del cerro la litología predominante es filita/esquisto cuarzo-micáceo-
grafítico y micáceo- grafítico. En dirección sureste y en contacto de falla con la
anterior aparece una zona con predominio de litologías carbonáticas (mármol y
esquisto carbonático-grafítico). También aparece un cuerpo de serpentinita
elongado con rumbo NE-SO, en contacto de falla con el envoltorio del Esquisto
de Aroa.

Fig. 2. Macizo de Tarana (hoja 6448-III-SE).


La ubicación relativa de las figuras 2 a 4 se muestra en la Figura 1.
Para la leyenda de esta y la siguiente figura, véase al pie de la Fig. 4.

275
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 3. Macizos de San Quintín y La Zurda (hoja 6448-II-SO).

Fig. 4. Cerros de La Zurda y Salsipuedes (hoja 6448-II-SE).

276
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Leyenda de las figuras 2 a 4. Qal: Aluvión, Cuaternario; Qt: Terrazas, Cuaternario; Tca:
Formación Casupal, Mioceno; Tcd: Formación Capadare, Mioceno; To: Formación Ojo de
Agua, Mioceno; Tem: Formación Matatere, Eoceno medio; Ka: Esquisto de Aroa (Kaf: filita
y esquisto, Kam: esquisto y mármol), Cretácico Tardío; Kl: Formación La Luna, Cretácico
Tardío; Kq: Complejo San Quintín (Kq1: mayormente sedimentarias, Kq2: mayormente
volcánicas), Cretácico?; Klz: Metagabro de La Zurda, Cretácico?; Ksp: Serpentinita, Jurásico-
Cretácico?; Psj: Complejo San Julián, Paleozoico; Xy: Complejo Yumare (Xy1: anortosita y
Xy2: charnockitas), Neoproterozoico. La sigla Fa15* indica la localización de la muestra
analizada por geocronología U-Pb, mientras que la flecha indica una localidad del
conglomerado basal de la Formación Casupal que se describe en el texto.
Los mapas a escala 1:25.000 pueden consultarse en el anexo cartográfico.

San Quintín (Fig. 3). Éste fue el cerro que más llamó la atención de los
geólogos por la presencia de anortosita con importantes acumulaciones de
ilmenita, dando lugar a la interpretación de una edad precámbrica.

En la mitad septentrional del cerro aflora el Complejo Yumare, integrado por


rocas anortosíticas, habiéndose hallado una sola muestra de ortopiroxenita;
ambos tipos de rocas tienen evidencias de textura de adcumulado. Las rocas
presentan distintos grados de cizallamiento, pudiendo en algunos casos
encontrarse verdaderos gneises anortosíticos, con un alto grado de estiramiento
de los granos (Fig. 5) y estructuras fláser. Debido a la intensa meteorización,
muchas veces las únicas rocas frescas corresponden a bloques remanentes de la
meteorización, pero de ubicación original muy cercana y sin afloramientos
visibles. En una localidad se observa un dique de basalto toleítico que intruye la
anortosita (ver ubicación en Fig. 3, fotografía del contacto en la Fig. 7).

En la mitad meridional del cerro aflora el Complejo San Quintín y es la


localidad tipo de la unidad (Fig. 3). Los protolitos corresponden a rocas
volcánicas que van desde lava basáltica hasta toba (con granulometría de ceniza a
aglomerado, y que incluye toba híbrida), brecha volcánica (Fig. 6), así como
rocas sedimentarias híbridas (arenisca volcaniclástica). Las tobas presentan un
leve bandeamiento. Intercalado con el Complejo San Quintín se localiza un
cuerpo de gabro que en este trabajo se denomina Metagabro de La Zurda.

Los efectos de cataclasis son generalizados y la mayor parte de las rocas


pueden clasificarse como proto-milonitas.

277
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

La Zurda (Fig. 3 y 4). En este cerro mayormente aflora el Complejo Yumare,


con rocas charnockíticas de composición mineralógica muy variable, de manera
que en el triángulo APQ caen en los campos de cuarzo-gabro, gabro, cuarzo-
monzonita y cuarzo-sienita. Se encontraron unas pocas muestras de anortosita.
También aflora granofiro, que es un tipo de roca muy conspicuo con grandes
cristales de cuarzo de color gris azulado. Al igual que en el cerro San Quintín, e
intercalado con el Complejo Yumare, se localiza un cuerpo en forma lenticular
del Metagabro de La Zurda.

Salsipuedes (Fig. 4). Las rocas de este cerro, previamente se habían


cartografiado como pertenecientes al Complejo Yumare (BELLIZZIA &
RODRÍGUEZ 1976, LOZANO & MUSSARI 2008). Pero con estudios de
campo y petrográficos más recientes, GRANDE (2013a) las reclasifica como del
Complejo San Julián, que aflora con las mismas litologías en el flanco sur del
valle de Yumare, hacia los poblados de Tesorero, Crucito y Albarico (JAIMES
2012).

PETROGRAFÍA

COMPLEJO YUMARE

Las litologías de esta unidad son predominantemente anortosita en el cerro San


Quintín y rocas charnockíticas y granofiro para el cerro La Zurda (Tabla 1). Las
charnockitas máficas (enderbita), intermedias (mangerita) y félsicas (charnockita),
junto con la anortosita y el granofiro, integran la suite anortosita-mangerita-
charnockita-granito (AMCG).

Anortosita
Aflora en la mitad septentrional del cerro San Quintín, y algunas pocas
muestras en La Zurda. Estas últimas son similares a las de San Quintín, excepto
por ser mucho menos ricas en minerales máficos y en ellas se observa mejor la
textura de adcumulado. Este tipo litológico se encuentra muy meteorizado, tiene
un color fresco blanco a crema, en ocasiones, posee pequeños lentecitos verdes,
el color de meteorización es marrón oscuro a ocre blancuzco. Su tamaño de
grano promedio es de 1-2 cm y en algunos sectores presenta textura gnéisica
debido a textura milonítica o blastomilonítica (Fig. 5). En afloramiento se puede
apreciar plagioclasa, piroxeno o anfíbol, segregaciones primarias de ilmenita y
vetas de cuarzo que cortan la roca. Su descripción petrográfica sigue:

278
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Plagioclasa (andesina): se encuentra alterada a sericita y tiene maclado según la ley


Albita en parches. Debido a la alteración el color es pardo oscuro. Su forma es
hipidio a idiomórfica evidencia que se trata de la fase cúmulus de un adcumulado
por flotación de plagioclasa, con marcada poligonalización, puntos triples y
ausencia de zonación en los cristales.

Clinopiroxeno: en general está muy epidotizado y fracturado, sin embargo se


identificaron algunos cristales como augita.

Anfíbol: pudiera ser actinolita y proviene de la alteración del clinopiroxeno.

Epidoto: en granos dispersos y en vetas junto al cuarzo y como alteración del


clinopiroxeno.

Opacos: sobre todo ilmenita, alterada a leucoxeno.

Rocas charnockíticas
Afloran en el cerro La Zurda y pueden agruparse en tres grandes categorías:
Las charnockitas máficas o enderbita (cuarzo-gabro y gabro charnockítico),
intermedias o mangerita (cuarzo- monzonita charnockítica) y félsicas o
charnockita (cuarzo-sienita charnockítica). El mineral indicativo de su carácter
charnockítico, el hipersteno, se ha preservado sólo ocasionalmente, estando casi
siempre oxidado y pseudomorfizado por hematita (GRANDE 2013c). Son
frecuentes en estas rocas las texturas mesopertíticas y antipertíticas. En el campo
todas las charnockitas fueron clasificadas como gabro.

Cuarzo-sienita charnockítica
Este tipo tiene foliación cataclástica y tamaño de grano promedio de 1,1 mm.

Plagioclasa (andesina): de aspecto sucio por su alteración a sericita. Tiene textura


antipertítica tipo cordado y en barras, con bordes de sobrecrecimiento albíticos.

Cuarzo: xenomórfico y en cristales muy fracturados, con extinción ondulatoria.

Feldespato alcalino: se presenta con textura pertítica tipo cordado. A veces es


microclino.

Clinopiroxeno: de mediana a sumamente alterado a clorita y epidoto, a veces tiene


un color marrón rojizo, por el teñido por óxido de hierro, se identifica
probablemente como augita. En ocasiones se le observa textura de espina de
pescado debida a exsoluciones de ortopiroxeno.

279
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Ortopiroxeno (hipersteno): oxidado a hematita. En la muestra Ya-139 este mineral se


ha preservado casi intacto, apenas con una leve cloritización y borde epidótico.
Siempre se presenta asociado con clinopiroxeno.

Clorita: masiva a escamosa y es producto de la alteración de los piroxenos,


también se encuentra rellenando fracturas en los mismos.

Actinolita: tiene un hábito fibroso-astilloso, se asocia a la clorita.

Epidoto: es producto de la alteración de la plagioclasa y del clinopiroxeno.

Calcita: se presenta en vetillas y rellenando fracturas en la roca.

Opacos: la magnetita está alterada en los bordes a hematita, mientras que este
último mineral también es producto de oxidación del hipersteno.

Monzonita y cuarzo-monzonita charnockíticas (mangerita)


El tamaño de grano medio es de 1 a 2 mm.

Plagioclasa (andesina): de aspecto sucio debido a su alteración a sericita escamosa y


epidoto. A menudo es antipertítica de tipo cordado o en barras. La muestra Ya-70
presenta exsolución antipertítica de feldespato-K, a su vez con textura
mesopertítica. Tiene maclado de tipo albita deformada y a veces con bordes
albíticos de sobrecrecimiento.

Feldespato-K: Frecuentemente con textura mesopertítica, o pertítica de tipos


cordado y en parches aislados.

Cuarzo: se presenta en granos dispersos, en ocasiones se observa con


características cataclásticas, bastante triturado, con las fracturas rellenas de clorita.

Clinopiroxeno (augita): con marcada epidotización y actinolitización. Tiene hábito


prismático y en ocasiones muestra la textura de espina de pescado con lamelas de
ortopiroxeno.

Ortopiroxeno (hipersteno): oxidado a hematita, pero conservando su clivaje


prismático {010} característico, pero relleno de clorita y rodeado de epidoto.

Actinolita: producto de alteración del clinopiroxeno.

280
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Epidoto: es producto de la alteración de piroxeno y plagioclasa. En el primer caso


es rico en Fe y de color verde en el segundo.
Clorita: como alteración de los piroxenos, rellena el clivaje de los pseudomorfos
de hipersteno, o los rodea completamente.

Calcita: se presenta en vetillas y rellenando fracturas en la roca. Hematita


pseudomorfa de ortopiroxeno.

Gabro y cuarzo-gabro charnockítico (enderbita)


Plagioclasa (labradorita): muy alterada a epidoto, con antipertítica tipo cordada.

Feldespato-K: principalmente con textura mesopertítica con lamelas muy finas.

Cuarzo: en granos dispersos, tiene una extinción ondulatoria.

Clinopiroxeno (augita): prismático e hipidiomórfico, cloritizado y carbonatizado.

Ortopiroxeno (hipersteno): prismático, hipidiomórfico, oxidado a hematita pero


conservando su clivaje, el cual está algo abierto y relleno de clorita. Los cristales
están rodeados de un borde de epidoto y a veces embebidos en clorita.

Actinolita: con hábito astilloso-fibroso o de aspecto plumoso, como alteración


y en sobrecrecimientos epitaxiales sobre el clinopiroxeno.

Epidoto: de aspecto granular, es producto de la alteración de la plagioclasa y de


los máficos, a veces rodea a los pseudomorfos de hipersteno.

Clorita: altera los piroxenos y rellena el clivaje de los pseudomorfos del hipersteno.

Titanita: parda, xenomórfica, a veces en cristales grandes. Zircón: pardo oscuro,


escaso. Hematita: pseudomorfa del hipersteno.

Ortopiroxenita
Se localizó una sola muestra en el cerro de La Zurda. Tiene un color fresco
negro-verdoso, con un tamaño promedio de 1 mm.

Ortopiroxeno (hipersteno): leve pleocroísmo de verde claro a rosado pálido, hábito


prismático corto. Su contacto con el resto de los cristales forma perfectos puntos
triples (Figura 8), evidenciando que se trata de un adcumulado por asentamiento
gravitatorio de ortopiroxeno, con marcada poligonalización y ausencia de
zonación en los cristales. Presenta inclusiones muy menudas que posiblemente
sean exsoluciones de clinopiroxeno.

281
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Hornblenda: pleocroísmo moderado en tonos verdes, de hábito xenomórfico, es


una fase intercúmulus.

Clorita: color verde claro, se presenta como alteración del hipersteno, se


encuentra entre los contactos de los cristales y como vetillas cortando la roca.

Opacos: magnetita hipidiomórfica a idiomórfica, constituye una fase cúmulus.

Granofiro
Se presenta intercalado con las rocas charnockíticas en el cerro La Zurda. En
muestras de mano se observa un tamaño de grano de 1-3 cm y exhibe una
característica textura gráfica. Se distingue el feldespato alcalino de color blanco
crema, el cuarzo azulado y algunos minerales máficos oxidados (Fig. 9).

Feldespatos: La fracción feldespática fue analizada por difracción de rayos X,


resultando compuesta por 65% de microclino y 35% de albita. Feldespato alcalino:
se presenta con textura pertítica tipo cordada o en gotas. Presenta comúnmente
maclado en rejilla típico del microclino y a veces un maclado tipo Carlsbad.

Plagioclasa (albita): muy alterada a sericita con hábito fibroso, tiene un maclado
tipo albita deformado y en ocasiones una textura antipertítica, tipo cordada.

Cuarzo: xenomórfico, en granos dispersos y con fuerte extinción ondulatoria.

Clinopiroxeno: Posiblemente es augita diopsídica y oxidada a limonita.

Biotita: con pleocroísmo de color pardo a verde claro, a veces alterada a clorita.

Dique de basalto
Se localizó un dique que corta la anortosita (ver ubicación en la Fig. 3,
fotografía del contacto en la Fig. 7). No se observan efectos de contacto debido
al pequeño volumen de este cuerpo magmático. Se trata de un basalto porfídico
de composición toleítica, que presenta alteración hidrotermal pero no presenta
evidencia de haber sufrido metamorfismo, ni muestra deformación. La matriz
máfica originalmente vítrea, ha sido desvitrificada a un agregado afanítico de
microlitos de clinopiroxeno cloritizado, magnetita y plagioclasa sericitizada
(Tabla 2). A falta de información geocronológica y geoquímica, provisionalmente
se asigna como de posible edad cretácica.

282
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 5. Gneis anortosítico del Complejo Yumare, macizo de San Quintín (Ya.44).

Fig. 6. Brecha volcánica de composición basáltica. Complejo San Quintín (Ya.41).

283
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 7. Detalle del contacto de un dique de basalto intrusivo en la anortosita del Complejo
Yumare. Macizo San Quintín. Afloramiento Ya.144.

Fig. 8. Ortopiroxenita (Ya-71A, NX) del Complejo Yumare, macizo de La Zurda. Se


observa una marcada poligonalización de los cristales de hipersteno (Opx) y hornblenda (Hb),
con numerosos puntos triples (PT).

284
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 9. Granofiro del Complejo Yumare. Se aprecia el cuarzo (Qtz) azulado en


intercrecimientos gráficos con feldespato-K (Afs). Las bandas rojizas corresponden a
clinopiroxeno (Cpx), biotita (Bi) y otros minerales máficos oxidados.

Plagioclasa: se presenta muy alterada a sericita, los cristales más grandes presentan
un maclado muy difuso. Originalmente pudo tener una composición %An>50.
Los fenocristales son idiomórficos de hábito listoneado, con un tamaño de grano
promedio de 0,4 mm y textura glomeroporfídica.

Clinopiroxeno: aparece como reliquia en fenocristales cloritizados de 0,2-0,5 mm,


es idio- a hipidiomórfico y presenta hábito prismático.

Clorita: es producto de la alteración del clinopiroxeno, al cual pseudomorfiza.


Tiene un hábito hojoso a plumoso, con pleocroísmo que va de verde muy claro a
verde claro, y un color de interferencia azul-violeta.

Magnetita: tiene hábito bastamente dodecaédrico y está presente como


minúsculos microfenocristales euhedrales en la matriz afanítica.

285
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Matriz: de color marrón oscuro y textura afanítica, posiblemente fue de vidrio


volcánico máfico, ahora totalmente desvitrificado a una trama de cristalitos de
plagioclasa, clinopiroxeno y opacos, difíciles de identificar.

COMPLEJO SAN JULIÁN

Las rocas del cerro Salsipuedes previamente fueron adscritas al Complejo


Yumare. En la revisión de GRANDE (2013a) se halló que dichas rocas no
pueden pertenecer a dicha unidad, pues carecen de las texturas típicas de alto
grado y son muy ricas en minerales hidratados, en especial, biotita, epidoto y
anfíbol (Tabla 3). El anfíbol tiene un fuerte pleocroísmo verde-azul (barroisita),
la cual está asociada a abundante epidoto, clorita y trazas de biotita. Las rocas
metasiliciclásticas contienen poiquiloblastos de albita de forma ovoidal, repletos
de inclusiones a veces helicíticas. Estas características son típicas del Complejo
San Julián, que también aflora a pocos kilómetros en el lado sur del valle de
Yumare y estudiado en detalle por JAIMES (2011), compartidas además por esta
unidad en toda su extensión desde el estado Miranda hasta Yaracuy (SUEIRO &
URBINA 2010). A continuación la descripción de campo y petrográfica:

Anfibolita barroisítica-epidótica
En afloramiento muestra bandas de color verde oscuro y blanco, un color de
meteorización pardo verdoso y un tamaño de grano promedio de 0,7 mm.
Descrita originalmente como “gneis plagioclásico - hornbléndico - epidótico”.

Plagioclasa (albita): forma poiquiloblastos con inclusiones de epidoto, opacos y


otros cristalitos no reconocibles. De poco a muy alterada a sericita, sin maclado.

Barroisita: pleocroísmo de verde a azul-verdoso (Fig. 10), hábito columnar a


prismático corto. Su tamaño de grano promedio es de 1,5 mm. En bandas
nematoblásticas que definen la foliación, junto con epidoto, clorita y biotita.

Epidoto: verde pálido, en pequeños prismas asociados a las bandas anfibólicas


o como inclusiones en la albita.

Biotita: con fuerte pleocroísmo de marrón a marrón oscuro. En algunos


cristales se observa el paso de este mineral a clorita. En una muestra se observan
reliquias de granate totalmente transformado a la biotita.

Clorita: leve pleocroísmo de verde claro a verde y hábito hojoso.

286
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Cuarzo: xenoblástico, algo fracturado, con extinción ondulatoria, contactos


suturados y un tamaño de grano que varía entre 0,03-0,3 mm.

Apatito: xenoblástico, algo fracturado. Titanita: en granos de color pardo


oscuro, alterada a leucoxeno. Opacos: magnetita en granos anhedrales y leucoxeno
como alteración de titanita

Esquisto albítico-epidótico-cuarzo-micáceo
Su color varía de tonos grises meteorizando a gris verdoso, negro verdoso y
gris pardo. Tamaño de grano promedio de 0,9 mm.

Cuarzo: xenoblástico, fracturado, presenta orientación junto a los cristales de


mica, tiene extinción ondulatoria y sus contactos son suturados.

Plagioclasa (albita): levemente sericitizada y poiquiloblástica, con numerosas


inclusiones de epidoto y otros minerales no identificables. El tamaño de los
cristales varía entre 1-2 mm.

Biotita: tiene un pleocroísmo fuerte de pardo-pardo verdoso a verde oliva claro.


En algunas muestras se observa el paso a clorita.

Muscovita: levemente pleocroica de verde pálido a incolora, está orientada junto


al cuarzo y en ocasiones se presenta con extinción ondulatoria.

Clorita es producto de la alteración de la biotita, tiene un pleocroísmo que va de


un color verde oliva claro a verde.

Epidoto: verde amarillento, hábito granular a prismático corto.

Titanita: pardo rojiza, de hábito granular, a veces como porfidoblastos.


Magnetita en granos aislados y pirita granular.

Cuarcita micácea
Tiene un color fresco gris que meteoriza a gris verdoso y blancuzco. El cuarzo
forma tanto bandas granoblásticas de grano grueso, como trenes de trituración
muy finos. La roca tiene un tamaño de grano promedio de 0,9 mm.

Cuarzo: xenoblástico, fracturado, se presenta orientado con los cristales de


mica, tiene extinción ondulatoria y sus contactos son suturados. También forma
delgados trenes de trituración.

287
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Plagioclasa (albita): levemente sericitizada, poiquiloblástica con numerosas


inclusiones de epidoto y otros minerales no identificables. El tamaño de los
cristales varía entre 1-2,0 mm.
Biotita: tiene un pleocroísmo fuerte de pardo-pardo verdoso a verde oliva claro.
En algunas muestras se observa el paso de ésta a clorita.
Muscovita: levemente pleocroica de verde pálido a incolora, está orientada junto
al cuarzo.
Clorita: levemente pleocroica de verde pálido a incolora, es producto de
alteración de biotita.
Epidoto: verde claro, granular. Zircón: pardo claro, cristalitos bastamente
prismáticos. Magnetita en granos y algo de pirita granular.

Fig. 10. Anfibolita barroisítica-epidótica del Complejo San Julián. Muestra Fa-20. SN. A
la izquierda plagioclasa (Ab) poiquiloblástica, a la derecha una banda nematoblástica de
barroisita (Brs). También se observan cristales de apatito (Ap) y epidoto (Ep).

288
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Tabla 1. Mineralogía y clasificación petrográfica del Complejo Yumare.

Tabla 2. Mineralogía y clasificación petrográfica del dique intrusivo en


anortosita, cerro San Quintín.
ID Pl Cpx Chl Op Fcr Mtz Litología
Ya-144B 15 1 5 2 20 80 Basalto porfídico (toleítico)
Fcr: fenocristales de plagioclasa, clinopiroxeno y magnetita alterados; Mtz: matriz máfica desvitrificada.
Modificado de LOZANO & MUSSARI (2008).

Tabla 3. Mineralogía y clasificación del Complejo San Julián, cerro Salsipuedes.

289
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Gneis cuarzo feldespático


Roca de color blanquecino con bandas oscuras. Los cristales de cuarzo, biotita
y muscovita se encuentran triturado-orientados, presentando texturas tipo
“augen”, mirmequítica y pertítica. La roca presenta fuerte cataclasis.
Plagioclasa (oligoclasa?): alterada a sericita, tiene un maclado tipo Albita, pero muy
difuso por lo cual no se puede definir composición. En ocasiones por su
alteración a minerales de arcilla adquiere un color marrón. Tiene un tamaño de
grano promedio de 1 mm. A veces exhibe textura mirmequítica.
Feldespato K: forma porfidoclastos y se encuentra en contacto directo con la
plagioclasa y el cuarzo. En algunas muestras presenta textura pertítica. El tamaño
de grano está entre 1-3 mm. Ocasionalmente con maclado enrejado de microclino.
Cuarzo: muy triturado o en forma de granos alargados muy fracturados
envolviendo a la plagioclasa y con fuerte extinción ondulatoria. Tamaño de grano
entre 0,03-2,5 mm.

Biotita: fuertemente pleocroica de pardo a pardo oscuro. Se altera a clorita y


define la foliación de la roca

Clorita: verde pálido con leve pleocroísmo.

Apatito: en granos aislados, fracturados, con hábito prismático alargado y


secciones basales de forma redondeada. Allanita: tiene pleocroísmo que va de
color marrón rojizo a marrón oscuro y presenta textura zonada, con bordes
verdes, más epidóticos. Zircón: pardo, idioblástico, es particularmente abundante
en la muestra Fa-15, que precisamente por eso fue sometida a análisis
geocronológico. Opacos: leucoxeno y magnetita en granos irregulares.

COMPLEJO SAN QUINTÍN

Esta unidad aflora en la mitad meridional del cerro de San Quintín, en


contacto de falla con el Complejo Yumare. Las rocas son de protolito volcánico
y sedimentario (piroclásticas a epiclásticas y de carácter máfico a intermedio),
están levemente foliadas. Los principales tipos de roca son lava, toba, brecha
volcánica y rocas psamíticas. Tanto la lava como la brecha volcánica tienen color
fresco azulado a violáceo (Fig. 6). La metatoba tiene un color fresco gris oscuro
y en ocasiones. La brecha es masiva y está intercalada con la lava. Las rocas
volcánicas son de composición basáltica, con plagioclasa tipo labradorita,
usualmente con distintos grados de sericitización. El clinopiroxeno está

290
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

parcialmente alterado a clorita. Hay minerales secundarios y de alteración:


hematita, calcita, leucoxeno y cuarzo en vetillas. Las rocas sedimentarias son
mayoritariamente areniscas de grano fino a medio, de color gris claro. Algunos
afloramientos muestran un moderado pleglamiento (LOZANO & MUSSARI
2008) (Tabla 4).

En la Figura 3 se muestra la extensión de la unidad, a su vez dividida en dos


partes por una falla, donde la mitad oriental está constituida mayormente por
rocas de origen volcánico, mientras que la occidental contiene más proporción
de rocas sedimentarias.

No se dispone de información geoquímica, ni geocronológica de la unidad, por


ello a título provisional mantenemos una edad Cretácica, tal y como fue sugerido
por BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1976) y aceptado por STEPHAN (1982:
212), con base a su metamorfismo de bajo grado (clorita) y semejanzas con otras
unidades volcano-sedimentarias de la Serranía del Interior.

Tabla 4. Mineralogía y clasificación petrográfica del Complejo San Quintín.

METAGABRO DE LA ZURDA

La unidad aparece en dos partes, como lonjas intercaladas tanto con el


Complejo San Quintín en el cerro homónimo, como con el Complejo Yumare
en el cerro La Zurda, de donde toma su nombre. Está constituido por rocas
gabro-anfibolíticas, con abundantes minerales hidratados y fuerte deformación
cataclástica, que permite clasificarlas de milonitas a ultramilonitas. La presencia
de hornblenda residual, casi totalmente cloritizada, actinolitizada y epidotizada,

291
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

además de la ausencia de texturas meso y antipertíticas en la plagioclasa,


diferencia esta unidad de las rocas máficas del Complejo Yumare.

La unidad se compone mayormente de metagabro actinolítico-epidótico-


clorítico. Casi todas las rocas de esta unidad están cortadas por numerosas
vetillas de carbonato-epidoto. Algunos afloramientos presentan ligera foliación
cataclástica. La fuerte alteración hidrotermal puede estar relacionada con el
metamorfismo cataclástico, que permitió la circulación de fluidos a través de las
fracturas.

Como no hay estudios geocronológicos de esta unidad, provisionalmente se


considera del Cretácico al igual que el Complejo San Quintín. A continuación se
describen las litologías presentes (Tabla 5).

Metagabro
Las muestras del cerro San Quintín tienen una clara textura gnéisica, un color
de meteorización pardo a blanco verdoso, con tamaño de grano promedio de 1,2
mm. Algunas superficies de planos de foliación tienen colores blanco-verdoso
debido a epidoto. En ocasiones se observa formando pliegues disarmónicos y
está notablemente diaclasado. La mineralogía es plagioclasa, hornblenda,
actinolita y cuarzo (Ya-35, Ya-147). Debido a la cataclasis se clasifican como
metagabro milonítico a ultramilonítico.

Plagioclasa: se encuentra alterada a sericita y clinozoisita. Tiene un maclado tipo


albita deformado. Por su alteración saussurítica se considera de An>50%.

Feldespato-K: fracturado, pertítico, a veces como porfidoclastos que están


triturados en los bordes, mostrando además sombras de presión o rotación.

Epidoto: como alteración de hornblenda o de posible clinopiroxeno y es rico en Fe.

Hornblenda: pleocroica de verde a pardo claro, hábito prismático, con


contornos redondeados, subhedral a euhedral.

Actinolita: verde pálido con leve pleocroísmo, hábito acicular a tabular.


Corresponden a pseudomorfos de cristales máficos originales.

Clorita: es producto de la alteración de hornblenda y clinopiroxeno.

Cuarzo: en vetas y en granos dispersos, tienen extinción ondulatoria.

292
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Calcita: se encuentra en forma de vetillas. Titanita: tiene un color marrón oscuro


y hábito granular. Apatito: se presenta en granos dispersos, de hábito alargado y
muy fracturado. Opacos: leucoxeno; hematita y pirita. Todos tienen forma subhedral.

Metahornblendita (anfibolitita)
Aparece en el cerro San Quintín, es una roca de color verde oscuro, con un
tamaño de grano promedio de 0,6 mm. En la roca (Ya-61) se observan cristales
de anfíbol muy poco orientados, por lo que originalmente pudo ser un tipo de
cumulado hornbléndico.

Anfíboles: La hornblenda tiene pleocroísmo moderado que va de pardo a pardo


oscuro, un tamaño de grano promedio de 0,8 mm y hábito prismático. Se halla
como residuos rodeados de actinolita. La actinolita presenta leve pleocroísmo de
verde a verde claro, hábito acicular a tabular con una leve cloritización.

Plagioclasa: sin maclas, tiene forma anhedral y extinción ondulatoria.

Epidoto: color verde oscuro y granular, producto de alteración de hornblenda.

Calcita: junto con cuarzo forma vetas con espesores milimétricos que cortan la
roca y que se relacionan con zonas fuertemente epidotizadas.

Metagabro anfibólico ± cuarzoso


Esta litología se localizó en el cerro La Zurda, tiene un color blanco-verde en
los planos de foliación, textura gnéisica marcada, un color de meteorización
pardo a blanco verdoso, con tamaño de grano promedio de 1,2 mm. La roca
(Ya-92) está cortada por vetas de cuarzo. Presenta texturas de cizalla muy
avanzadas, por consiguiente constituye un metagabro protomilonítico a
ultramilonítico.

Plagioclasa: sumamente alterada a sericita y epidoto, que se disponen sobre la


plagioclasa en forma desordenada. Tiene un maclado tipo albita deformada y su
forma es hipidio a xenoblástica. En base a la gran alteración se estima que pudo
haber tenido una composición >50%An (labradorita).

Epidoto: pardo oscuro, granular, es rico en Fe y posiblemente es producto de


alteración de clinopiroxeno o de hornblenda. También se presenta clinozoisita como
parte de la alteración saussurítica de la plagioclasa.

Anfíboles. Hornblenda: pleocroica de verde a pardo claro, hábito prismático,


forma ameboidal, generalmente consta de cristales residuales, actinolitizados y

293
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

tremolitizados. También presenta bordes epidóticos. Actinolita: verde pálido con


leve pleocroísmo, hábito acicular a tabular, intercalada con tremolita, incolora,
pero de mayor birrefringencia. Todo el conjunto es pseudomórfico de cristales
originales de hornblenda y posiblemente de clinopiroxeno.

Clorita: verde claro con leve pleocroísmo, es producto de la alteración de


anfíbol, y posiblemente de clinopiroxeno previo.

Cuarzo: xenoblástico, se presenta fracturado y en vetillas. Calcita: se encuentra


en forma de vetillas cortando la roca. Titanita: tiene un color marrón oscuro y
hábito granular. Zircón: tiene tonos oscuros, un hábito muy redondeado.

Apatito: se presenta en granos dispersos, de hábito alargado y muy fracturado.


En la muestra Ya-95B es particularmente abundante y forma agregados de
cristales hipidioblásticos de relativo gran tamaño.

Opacos: leucoxeno, hematita y pirita, todos son hipidioblásticos.

Tabla 5. Mineralogía y clasificación petrográfica del Metagabro de La Zurda.

SERPENTINITA

El único cuerpo cartografiado está delimitada por dos fallas en el cerro Tarana,
rodeada del Esquisto de Aroa. La serpentinita es antigorítica-talcosa y todavía
contiene ortopiroxeno residual, pero el olivino no se preserva. Contiene más del
95% de minerales del grupo de la serpentina, mayormente antigorita,
acompañado con cantidades menores de talco y magnetita. Una de las muestras
resultó ser una harzburgita serpentinizada, cuya composición modal es: antigorita
60%, crisotilo 5%, talco 10% y 25% de ortopiroxeno no serpentinizado.

294
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

El protolito corresponde a una lonja de manto sub-oceánico harzburgítico. Se


desconoce la edad, pero al igual que otros cuerpos de serpentinita de la
Cordillera de la Costa, se infiere que correspondas a parte de la litósfera proto-
Caribe y en consecuencia de edad Jurásico-Cretácico.

ESQUISTO DE AROA

Esta unidad aflora en el cerro de Tarana. En general las rocas presentan una
foliación muy bien desarrollada, predominando el esquisto (o filita) grafitico, con
algunos niveles de mármol y esquisto carbonático - grafítico, también algo
foliado. Es una unidad metasedimentaria con protolito pelítico y psamítico,
originalmente con alto contenido de materia orgánica, depositada en aguas
reductoras. Se han clasificado esquisto cuarzo- muscovítico-grafitoso, esquisto
carbonático-grafítico, filita grafitosa-muscovítica y mármol. En el campo los
niveles de mármol se intercalan con esquisto. La filita está constituida por un
promedio de 75% de una "matriz grafitosa " de grano sumamente fino como
para lograr una mejor identificación petrográfica, 15% de muscovita, así como
calcita, cuarzo y clorita. El mármol contiene entre 90 y 98% de calcita, con
cantidades menores de cuarzo, muscovita, pirita y hematita. La muscovita en
todas las rocas es sumamente fina de tipo sericita.

METAMORFISMO DE LAS UNIDADES

Esquisto de Aroa. La unidad alcanzó la facies de esquisto verde (clorita), como


parte del metamorfismo regional del Terciario medio que afectó la mayor parte
de las unidades de la Cordillera de la Costa, como producto de la interacción de
las placas Caribe y suramericana.

Cuerpo de serpentinita sin nombre formal. Este cuerpo comprende rocas típicas de
bajo grado, en la facies del esquisto verde (clorita).

Complejo Yumare. Las rocas gabro-anortosítico-sienítico-monzoníticas exhiben


minerales remanentes de un metamorfismo de alto grado, como clino y
ortopiroxeno, que se han preservado muy localmente y en escasa cantidad. La
presencia de algunas texturas de alto grado, como texturas antipertítica y
mesopertítica, así como zircones redondeados con morfología de pelota de
fútbol (soccer ball) atestigua un metamorfismo en la facies de la granulita. Este

295
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Complejo, con sus segregaciones de óxidos de Fe-Ti, constituye una asociación


metaplutónica de anortosita- mangerita-charnockita-granito desmembrada.

Es difícil discernir si la retrogradación es realmente debida a la


superimposición de un metamorfismo regional de bajo grado durante el
Mesozoico tardío - Paleógeno sobre la mineralogía original de alto grado, o es
más bien debida a alteración hidrotermal favorecida por el fallamiento que ha
afectado estas rocas a lo largo de su historia. Consideramos que esta última
hipótesis es la preferencial debido al hecho que las rocas carecen de estructuras
penetrativas, pero localmente muestran típicas texturas cataclásticas (un caso
similar ocurre con la Metadiorita de Todasana, URBANI et al. 2008). Minerales
de baja temperatura sustituyen a los piroxenos originales, a veces
completamente, pero no dan indicios de un nuevo evento metamórfico de bajo
grado, ni del desarrollo de una foliación, como sí ocurre con el Complejo San
Quintín o en el Esquisto de Aroa.

Complejo San Quintín. Su mineralogía comprende asociaciones típicas de bajo


grado, con algo de clinopiroxeno residual, que parecen indicar un metamorfismo
en la facies del esquisto verde (clorita), con típicos minerales como epidoto,
clorita y actinolita.

Metagabro de La Zurda. Presenta una asociación mineralógica correspondiente a


un metamorfismo en la subfacies de clorita de la facies del esquisto verde.
Probablemente sea un bloque de la corteza oceánica proto-Caribe.

Complejo San Julián. Esta unidad presenta una mezcla de rocas que van desde
esquisto a gneis, incluyendo rocas de protolito ígneo félsico y sedimentario, con
una asociación mineralógica cuarzo - feldespática - micácea, donde resalta la
coexistencia de biotita, barroisita y granate (en reliquias). El ensamblaje
mineralógico muestra que la unidad ha sido sometida a un metamorfismo en la
facies de la anfibolita epidótica, en condiciones de P-T cercanas al límite con la
facies del esquisto azul, para hacer factible la presencia del anfíbol barroisítico.
Asociaciones mineralógicas similares han sido reportadas a lo largo de la extensa
franja de esta unidad desde Cabo Codera hasta Yumare por SUIERO &
URBINA (2010).

Las texturas cataclásticas son comunes en todos los cerros del norte de
Yumare, pero como se dijo anteriormente es difícil acertar la acción de un
evento metamórfico retrógrado de bajo grado que haya afectado a los complejos
de Yumare y San Julián.

296
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

COMPLEJO YUMARE

Edad
Por la presencia de granulita y anortosita ilmenítica, los autores del nombre
consideraron a estas rocas como remanentes de un bloque fallado del Escudo de
Guayana, por lo tanto interpretaron acertadamente una edad Precámbrica.
URBANI et al. (2013) obtienen la edad de una muestra de cuarzo-monzonita
charnockítica colectado en el cerro La Zurda (Fig. 11, 12). Por el método de U-
Pb en cristales de zircón y analizados por LA-ICP-MA obtienen un intervalo de
edades de 1.150-873 Ma donde no es posible obtener una edad concordia, pero
utilizando el algoritmo "Zircon-tuff" se obtiene una edad de 919 +5/-8 Ma
(Neoproterozoico) que puede interpretarse como la mejor aproximación para la
edad de la cristalización de la roca.

Correlación
BECK (1985, 1986) incluye a Yumare en su Napa de Caucagua – El Tinaco,
mientras que BELLIZZIA (1986) lo incluye en su Napa Caucagua – El Tinaco –
Siquisique – Yumare. Según URBANI (2013) el Complejo Yumare por sus
características únicas, debe ser separado a los demás terrenos de la Cordillera de
la Costa con los cuales se ha correlacionado, ya que no hay ninguna semejanza
litológica ni de edad.

Origen y Evolución
BELLIZZIA (1986) interpreta que Yumare como un fragmento cortical
profundo de edad Precámbrica, lo cual se ha confirmado con la edad obtenida
recientemente. Las rocas de este Complejo con su anortosita rica en óxidos de
Fe-Ti, incluyen todos los elementos de una asociación plutónica de anortosita –
mangerita – charnockita - granito (AMCG) pero desmembrada. El Complejo es
post-orogénico en unos 70 Ma más joven que el pico de la orogénesis Putumayo
(de IBAÑEZ et al. 2011). Las asociaciones AMCG en el noroccidente de Noruega
empalman con Yumare al reconstruir Rodinia, como la de Rogaland, que tiene
una edad de 920 Ma, contemporánea con Yumare (GRANDE 2013).

Importancia Económica
En el cerro San Quintín se ha reportado la presencia de anortosita con
ilmenita-magnetita. RODRÍGUEZ (1978) y RODRÍGUEZ & AÑEZ (1978) luego de
realizar estudios y perforaciones consideran el depósito como de interés
comercial para titanio, si bien nunca llegó a ser explotado. La concentración de
magnetita-ilmenita se refleja en una anomalía magnética muy alta detectada por
métodos aerotransportados (ver URBANI et al. 2015).

297
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Figura 11. Diagramas mostrando las edades U-Pb en cristales de zircón de la muestras
Ya70B. Tomado de URBANI et al. (2013) y URBANI (2014: 298).

298
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Figura 12. Vista del afloramiento de la muestra Ya 70, analizada geocronológicamente.


Tomado de URBANI et al. (2013).

CLASTOS METAMÓRFICOS EN LA FORMACIÓN CASUPAL

En este trabajo no presentan detalles de las unidades sedimentarias, para ello se


puede consultar a LOZANO & MUSSARI (2008). En esta sección se resumen
las descripciones petrográficas de clastos metamórficos contenidos en el
conglomerado basal de la Formación Casupal (Tabla 6), depositado en
discordancia angular sobre la Formación Matatere en la quebrada Chepano (para
su ubicación véase flecha en la Fig. 4). Allí aflora un conglomerado de peñas y
peñones con clastos subredondeados de rocas sedimentarias (arenisca cuarzosa,
arenisca feldespática, grauvaca feldespática), metaígneas (clinopiroxenita) y
metasedimentarias de alto grado. A continuación se describirá este último grupo
de rocas, debido a la novedad del hallazgo y su posible relación con los terrenos
de afinidad grenvilliana en el noroccidente del país (GRANDE & URBANI
2009, BAQUERO 2013). Para los detalles de los demás tipos de clastos puede
consultarse en LOZANO & MUSSARI (2008).

Mármol flogopítico con espinela


Es una roca de grano muy grueso (hasta 2 cm), muy rica en flogopita y es el
único mármol hallado en el NO de Venezuela que contiene espinela. Es de color
gris azulado, mostrando grandes clivajes en el carbonato, conspicuas hojuelas de
color bronce de flogopita y algunos cristales pardo-verdosos de espinela. Su
descripción sigue:

299
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Calcita: incolora, xenoblástica, se halla muy cizallada y orientada, con planos de


macla polisintética deformados.

Flogopita: incolora con leve pleocroísmo pardo claro, con hábito micáceo a
tabular. Presenta textura ojo de pájaro, con evidencia de deformación por la
extinción ondulatoria. Se halla alterada en los bordes a clorita pseudo-isotrópica.

Forsterita (serpentinizada): cristales nodulares de forsterita original, totalmente


remplazada por serpentina de color amarillo verdoso, en crecimientos paralelos
entremezclados.

Espinela: de color pardo verdoso, xenoblástica, algunos cristales son


bastamente octaédricos. Conspicua debido a su intenso color de absorción y alto
relieve.

Clorita: de color verde pálido, pseudo-isotrópica, producto de alteración de la


flogopita. A veces en pseudomorfos de posible diópsido original.

Pirita: escasos granos irregulares.

¿Meta-psammita feldespato-alcalínica?
Contiene feldespato alcalino mesopertítico, pseudomorfos de posible
hornblenda o piroxeno ahora cloritizados, cristales de zircón de hábito
redondeado del tipo “pelota de fútbol”. En su conjunto estas características
permiten interpretar que pudo haber estado sometida a un metamorfismo en la
facies de la granulita.
Cuarzo: xenoblástico, muy abundante, define la foliación de la roca por
orientación preferencial de sus granos. Fuerte extinción ondulatoria.
Feldespato alcalino: tiene manchones de aspecto sucio sobre las exsoluciones
pertíticas, que están sericitizadas. Textura
Plagioclasa: con maclado polisintético complejo, a veces fuertemente
deformado, de levemente a muy sericitizada. Es difícil determinar su
composición, pero pudiera tratarse al menos de oligoclasa. Una de las muestras
presenta textura antipertítica con exsoluciones lobulares de feldespato alcalino.
Biotita: con pleocroísmo moderado en tonos verdes y cloritizada en sus bordes.
Zircón: pardo claro y de hábito redondeado.
Rutilo: redondeado e incluido en cuarzo.

300
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Clorita: marronuzca, como producto de alteración de biotita u hornblenda. Otra


variedad es de color verde claro, más plumosa, y parece provenir de alteración de
posible piroxeno previo.
Calcita: de aspecto algo sucio, forma vetillas que atraviesan la roca.

Tabla 6. Mineralogía y clasificación petrográfica de cantos ígneo-metamórficos


en el drenaje de los cerros La Zurda y Salsipuedes, probablemente provenientes
de conglomerados de la Formación Casupal.

LEVANTAMIENTO AEROMAGNÉTICO 1959

En 1959, la empresa Gulf Research & Development Company lleva a cabo un


levantamiento aeromagnético del noroccidente del país (GRDC 1959), del cual
sólo se conoce el mapa de contornos de la segunda derivada vertical del campo
magnético total (Fig. 13). En la región de Yumare aparecen muy pronunciados
altos y bajos magnéticos. El mayor pico positivo ubicado junto a su par negativo
adyacente, alcanza una amplitud de 100 gammas y ocurre justamente sobre el
cuerpo de anortosita ilmenítica de la mitad septentrional del cerro de San
Quintín (Fig. 13 a 16). La explicación mineralógica se encuentra en la presencia
de altas concentraciones de magnetita, ilmenita y hematita, tanto en la roca fresca
como en el material residual y aluviones de las quebradas, tanto así que la región
fue estudiada en por el MMH (e.g.: RODRÍGUEZ & AÑEZ 1978), para el
aprovechamiento de titanio.

301
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 13. Parte del mapa de contornos de la segunda derivada vertical del campo magnético
total (GRDC 1959), sobrepuesto sobre el mapa geológico de Hackley et al. (2005).
Leyenda geológica: Amarillo pálido: unidades del Neógeno. Marrón: Formación Matatere.
Verde: formaciones Bobare y Mamey. Azul: Esquisto de Aroa. Violeta: Complejo Nirgua.
Rojo: Complejo San Julián. Los puntos rojos alineados en la parte NO del mapa corresponden
a los cuerpos de rocas volcánicas de Falcón central. Curvas principales: 10 gammas, curvas
secundarias: 1 gamma. Las curvas mayores del sector NO corresponden a cero y los signos + y
- identifican posiciones con valores positivos y negativos respectivamente.

Fig. 14. Perfil magnético de la línea A (ubicada en la fig. 13). El pico coincide con el cerro de
San Quintín donde aflora la anortosita ilmenítica del Complejo Yumare.

302
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

En la fig. 15 se presentan las mismas curvas de isointensidad de la fig. 13, pero


sin la base geológica. Sobre ella se muestra un análisis morfológico preliminar,
donde hemos subdividido la región en cinco zonas con características distintas
de la respuesta a la segunda derivada vertical del campo magnético total, a saber:
-La Zona 1 muestra muy altos contrastes positivos y negativos, coincidentes
con la zona de afloramientos del Complejo Yumare, pero con una extensión
hacia el SO donde aflora el Esquisto de Aroa, sugiriendo que debajo de dicha
unidad puede haber una continuidad de rocas del tipo Complejo Yumare.
-Zona 2 corresponde a bajos contrastes positivos y negativos y se ubica como
una franja justo al norte de la zona anterior.
-La zona 3 tiene los más bajos contrastes de magnetismo y coincide
globalmente con la extensión de la Formación Matatere.
-Las zonas arqueadas 4, se ajustan a la distribución de la Ofiolita de Siquisique
(visible en campo) y su posible continuación en el subsuelo de la(s) napa(s) que
la contienen.
-En la parte septentrional, la zona 5 corresponde a la cuenca neógena de
Falcón con ciertos trenes de orientación NE-SO que coincide gruesamente con
la orientación del plegamiento, o la alineación de intrusivos subvolcánicos
terciarios en su eje.

Figura 15. Contornos de la segunda derivada vertical del campo magnético total (GRDC
1959), señalando cinco zonas con características distintas en la respuesta magnética.

303
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Figura 16. Representación tridimensional de los valores de la segunda derivada vertical del
campo magnético total (a partir de las curvas de isointensidades mostradas en las figs. 13 y
15). La zona con el mayor contrastes negativo y positivo coincide con los cerros San Quintín y
La Zurda. Esta imagen cubre la misma área de las figs. 13 y 16.

304
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

DISCUSIONES

Las rocas del Complejo Yumare está constituida por la asociación metaígnea
de anortosita – mangerita – charnockita – granito (AMCG), donde aparte de la
obvia anortosita ilmenítica, tanto la mangerita como la charnockita están
representadas por rocas identificadas en el campo como “gabroides” y demás
máficas, donde en algunas se pueden observar relictos de ortopiroxeno, mientras
que las rocas graníticas se encuentran mayormente en la forma textural de
granofiro. En las condiciones actuales no se observan claramente las
asociaciones de alta temperatura, pero no parece que hayan sido sobrepuestas
por fases metamórficas posteriores, tanto en el Paleozoico como durante el
metamorfismo regional del ciclo Caribe en la facies del esquisto verde. Más bien,
la alteración de estas rocas probablemente ocurrió en un ambiente hidratado que
propició la transformación de los piroxenos originales a actinolita, con mucha
cloritización y concentraciones relativamente altas de epidoto, tanto en las rocas
en sí, como en vetillas junto con cuarzo o carbonato, de origen hidrotermal,
ocurriendo probablemente durante su emplazamiento tectónico sobre el margen
continental de Suramérica, con una intensa actividad hidrotermal y fuerte
cataclasis asociada, no observándose la generación de estructuras penetrativas.

La presencia en el Complejo Yumare de anortosita ilmenítica, semejante a las


rocas descritas en los macizos de Santa Marta y Santander en Colombia, permitió
a BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1976) interpretar acertadamente a la unidad
como de edad Precámbrico. Una muestra de este Complejo (Ya-70a, ver Tabla 1)
se encuentra en proceso de datación U-Pb zircón.

Del Complejo San Quintín se carece de dataciones e información


geoquímica, sin embargo BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1976) y STEPHAN
(1982) lo han interpretado como de edad Cretácico por su semejanza con
algunas unidades de la misma naturaleza, incluidas en la faja de Caucagua- El
Tinaco de la Cordillera de la Costa. Este Complejo ha sido afectado por una fase
metamórfica de bajo grado y muestra un grado intermedio de deformación. Las
volcánicas de esta unidad difieren de los diques basálticos neógenos no
metamorfizados, ni deformados hallados en la quebrada Yaracuybare, a unos 15
km al norte (URBANI et al. 2012b).

El contacto entre los complejos San Quintín y Yumare está cubierto o


sumamente meteorizado no siendo posible acertar a ciencia cierta su naturaleza,
pero se interpreta como un contacto de falla (ver Fig. 3). El único contacto bien
expuesto corresponde a un dique de basalto toleítico sin metamorfizar que corta

305
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

la anortosita (ver Fig. 7), el cual tampoco se asemeja a las volcánicas del
Complejo San Quintín.

En los cerros de San Quintín y La Zurda aflora una unidad denominada


Metagabro de La Zurda, en contacto de falla con los complejos Yumare y San
Quintín. Dicha unidad está afectada por metamorfismo de bajo grado (clorita).
Este cuerpo de gabro es similar a otros de la Cordillera de la Costa,
probablemente corresponda a fragmentos del proto-Caribe de edad Cretácico
Temprano, como en la Ofiolita de Siquisique, el gabro de Oruza (REÁTEGUI et
al. 2013) y la Ofiolita de Loma de Hierro (Baquero et al. 2013).

El Complejo San Julián sólo aflora en el cerro Salsipuedes, el más oriental de


la región, está constituido mayormente de esquisto micáceo - cuarzo - epidótico -
albítico, anfibolita epidoto - barroisítica, esquisto micáceo y gneis feldespato -
cuarcífero. Los datos geocronológicos (SHRIMP-RG, U-Pb, zircón) de una
muestra metasedimentaria de esta unidad, aportan edades en el intervalo 1.060-
855 Ma, lo cual confirma la presencia de rocas en la facies de la granulita
grenvillianas como fuente de sedimentos para alguno de los ciclos post-
grenvillianos donde se depositó el protolito de la muestra. Los cristales de zircón
con forma de pelota de fútbol probablemente reflejan una etapa de altas
temperaturas, correspondientes a distintos eventos asociados a la orogénesis
grenvilliana, en particular la fase Rigolet de alto grado, hace 900±30 Ma (ver
detalles geocronológicos en la sección 2.9)

En el cerro de Tarana aflora el Esquisto de Aroa, compuesto de esquisto


micáceo - grafitoso con intercalaciones de mármol. Esta unidad es de protolito
pelítico rico en materia orgánica. A diferencia de la zona de su localidad tipo en
la Serranía de Aroa, aquí no se localizaron cuerpos de rocas metavolcánicas
(mayormente piroclásticas) intercaladas con el esquisto grafitoso. La unidad
probablemente se depositó en una posición de antearco pudiendo
entremezclarse los sedimentos pelíticos con flujos de naturaleza volcánica.

En Tarana también aflora un cuerpo elongado de serpentinita limitado por


fallas. Por otra parte las formaciones "La Luna" y Matatere (Figs. 3 y 4) se
encuentran en contacto de falla con los complejos Yumare y San Julián, en los
cerros de La Zurda y Salsipuedes.

En resumen, los cuatro cerros ubicados al norte de Yumare están constituidos


por escamas de unidades de diversos orígenes y edades (Tabla 10), con una
compleja combinación de rocas ígneo-metamórficas, imbricadas ya sea entre sí o

306
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

con unidades sedimentarias. Esto permite interpretar que durante el Eoceno


medio al iniciarse los procesos compresivos generadores de las Napas de Lara
(PINDELL et al. 2005), a través de fallas de corrimiento fueron emplazados
bloques de rocas ígneo-metamórficas: pre-mesozoicas de alto grado, pre-
mesozoicas de medio grado, otras de bajo a muy bajo grado probablemente
cretácicas, así como rocas sedimentarías del margen pasivo suramericano del
Cretácico Tardío, y turbiditas depositadas en el Eoceno medio en las cuencas
antepaís debido al avance de la placa Caribe.

Así, la evolución de la región continua con la exhumación de las Napas de


Lara, su peneplanación, y la generación de la cuenca falconiana, donde una
amplia transgresión deposita a las formaciones Casupal y Capadare, en forma
inconforme sobre los complejos Yumare, San Quintín y San Julián, como
discordante sobre las formaciones La Luna y Matatere. Posteriormente, durante
el Mioceno medio se inicia la inversión de la cuenca falconiana (BAQUERO et
al. 2009), continuando hasta hoy día con la activación del sistema de fallas de
Oca- Ancón, todo lo cual ha causado la configuración actual de gran
fragmentación y rotación de bloques, correspondientes a los cuatro cerros de la
región de estudio.

Actualmente la cuenca cuaternaria de Yumare-Aroa se encuentra en proceso de


cierre sometida a un régimen compresivo que genera frentes inversos
(AUDEMARD 1993), con vergencia sur en el borde norte y con vergencia norte
en el borde sur.

Una situación estructural semejante a Yumare, es visible en los alrededores de


Siquisique, municipio Urdaneta del estado Lara, donde una unidad ofiolítica
(gabro-diabasa-basalto-chert del Cretácico Tardío) se encuentra imbricada con
las formaciones "La Luna" y Matatere. Allí también, estas unidades aparecen
cubiertas inconforme/discordantemente por las formaciones Castillo y
Capadare.

307
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Tabla 10. Relaciones entre de las unidades aflorantes en los distintos cerros de
Yumare. Las unidades se enumeran según el orden en que afloran de norte a sur
y sus nombres aparecen simplificados en cursivas.

Tarana (ver Fig. 2)


Cenozoico sedimentario (Casupal, Capadare, Ojo de Agua, Cuaternario)
Inconformidad (sedimentario sobre metamórfico)
Margen pasivo suramericano (Cretácico Tardío?). Metam. bajo grado (clorita). (filita y
esquisto, Aroa)
Falla
Serpentinita (litósfera oceánica probablemente proto-Caribe -sub-Mohorovich-
serpentinizada) (sin nombre formal)
Falla
Margen pasivo suramericano (Cretácico Tardío?). Metam. bajo grado (clorita). (esquisto y
mármol, Aroa)
Inconformidad
Cenozoico sedimentario (Capadare, Cuaternario)

San Quintín (ver Fig. 3)


Cenozoico sedimentario (Casupal, Capadare, Cuaternario)
Inconformidad (sedimentario sobre metamórfico)
Corteza continental, mayormente anortosita. Metam. alto grado (facies granulita).
Neoproterozoico? (Yumare) Intrusionado por un dique de basalto (Cretácico?).
Falla
Volcano-sedimentarias, mayormente sedimentarias (Cretácico?). Metam. bajo grado
(clorita) (San Quintín)
Falla
Metagabro (Cretácico?). Metamorfismo de bajo grado (clorita)
Falla
Volcano-sedimentarias, mayormente volcánicas (Cretácico?). Metam. bajo grado (clorita)
(San Quintín)
Inconformidad
Cenozoico sedimentario (Capadare, Cuaternario)

308
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

La Zurda (ver Fig. 3 y 4)


Cenozoico sedimentario (Casupal, Capadare, Cuaternario)
Inconformidad (sedimentario sobre metamórfico)
Corteza continental, mayormente charnockita. Metam. alto grado (facies granulita).
Neoproterozoico? (Yumare)
Falla
Margen pasivo suramericano. No metamorfizado (Cretácico Tardío) (La Luna)
Falla
Corteza continental, mayormente charnockita. Metam. alto grado (facies granulita).
Neoproterozoico? (Yumare)
Falla
Metagabro (Cretácico?). Metamorfismo de bajo grado (clorita) (La Zurda)
Falla
Corteza continental, mayormente charnockita. Metam. alto grado (facies granulita).
Neoproterozoico? (Yumare)
Inconformidad
Cenozoico sedimentario (Cuaternario)

Salsipuedes (ver Fig. 4)


Cenozoico sedimentario (Casupal)
Discordancia angular abrupta
Turbiditas (Eoceno medio) (Matatere)
Falla
Corteza continental. Metam. de medio grado (facies anfibolita-epidótica o anfibolita) (San
Julián)
Inconformidad (sedimentario sobre metamórfico)
Cenozoico sedimentario (Capadare, Cuaternario)

GEOQUÍMICA ORGÁNICA DE LA "FORMACIÓN LA LUNA

Análisis de geoquímica orgánica y discusiones por el Lic. Alejandro Martínez,

Algunas muestras de caliza negra de granulometría muy fina de la "Formación


La Luna", de la localidad de la Qda. Aguacate (Fig. 4), fueron sometidas a
estudio micropaleontológico y de geoquímica orgánica, para establecer tanto el
grado de madurez alcanzado, como el origen de la materia orgánica. Las
muestras fueron analizadas por los siguientes métodos e instrumentos:

309
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

- Para la determinación del COT (% carbono orgánico total) se utilizó un


instrumento LECO CS-400, versión 2.16 acoplado a un horno HF-400A.
- El Cmin (% carbono mineral) se obtuvo por el método de titulación por
retroceso y gravimetría. El porcentaje de COT y Cmin también fue determinado
directamente con el equipo Rock Eval 6.
- El bitumen se extrajo con un equipo Dionex AES 200.
- En el proceso de desasfaltenación se siguió el protocolo de la norma ASTM-
D2007-80.
- Para la separación y la cuantificación SARA (saturados, aromáticos, resinas y
asfaltenos) se utilizó un equipo HPLC Waters 600.
- La cromatografía de la fracción de saturados (CG-C15+) fue realizada usando
un equipo HP 6890, para determinar la distribución de n-parafinas e
isoprenoides aciclícos.
- La pirólisis Rock Eval fue realizada con dos modelos distintos de
instrumentos, Delsi y 6 (versión estándar) con los cuales se obtuvieron las
siguientes variables:
. S1 (mg HC/g roca): área bajo la curva del pirograma relativo a la cantidad de
hidrocarburos libres extraíbles, presentes en la muestra.
. S2 (mg HC/g roca): área bajo la curva del pirograma relativo a los
hidrocarburos producto del craqueo térmico de compuestos > C40, resinas,
asfaltenos y querógeno presentes.
. S3 (mg CO2/ g roca): área bajo la curva del pirograma relativo al CO 2
generado producto de la combustión de hidrocarburos totales presentes.
. IP (Índice de producción): Parámetro para evaluar la relación hidrocarburos
libres en función de los pirolizables remanentes en la potencial roca madre
[S1/(S1+S2)].
. IH (Índice de hidrógeno): definido como la relación de hidrocarburos
pirolizables (S2) en función de 1 g de COT [S2/(COTx100)].
. IO (Índice de oxígeno): definido como la relación CO2 generado (S3) en
función de 1 g de COT [S3/COTx100)].

Las secciones finas de las muestras de caliza fueron examinadas por el Dr.
Max Furrer en 2008, quien identificó abundantes radiolarios, así como escasos
fragmentos de foraminíferos mal preservados, recristalizados y no identificables
(Fig. 17). La asociación faunal presente es semejante a lo observable en la
Formación La Luna de Venezuela occidental.

En la “Colección Creole” conservada en el Centro de Micropaleontología


“Pedro J. Bermúdez” de INTEVEP, se encuentran tres secciones finas de la
muestra 151.500 colectada por NATERA (1957), las cuales también fueron

310
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

revisadas por el Dr. Furrer, resultando semejantes a las muestras ya


mencionadas.

Fig. 17. Microfósiles en la muestra Yumare-2. "Formación La Luna".


Escala: ancho de la fotografía 2 mm.

1. Los resultados de SARA se presentan en la Tabla 7. En las muestras hay una


proporción de compuestos polares (resinas + asfaltenos) mayor al 60 %, lo cual
indica que los hidrocarburos han experimentado una pérdida de las fracciones
más ligeras (saturados) y solubles en agua (aromáticos de bajo peso molecular).
La baja proporción del extracto puede sugerir además que las rocas no deben
haber generado cantidades significativas de bitumen (TISSOT & WELTE 1984).

2. Los cromatogramas se muestran en la Fig. 18, con los cuales se determinó la


distribución de n-parafinas e isoprenoides aciclícos y otros parámetros
mostrados en la Tabla 8. La relación Pristano/Fitano, inferior a la unidad parece
indicar que la materia orgánica fue depositada bajo condiciones esencialmente
reductoras, probablemente en ambientes marinos. Adicionalmente, el Índice
Preferencial de Carbono (CPI) cercano a la unidad, y la baja relación
isoprenoides/n-parafinas sugieren -pero no prueba- que el extracto es
térmicamente maduro (PETERS & MOLDOWAN 1993).

311
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

3. Los resultados del análisis de pirólisis Rock Eval modelo Delsi y 6, aparecen
en la Tabla 9. Es importante señalar que cuando hay una baja cantidad de
hidrocarburos pirolizables (S2), el detector del modelo Delsi tiene como
limitación el no permitir determinar el Tmax, por consiguiente sí la roca
estuviera sobremadura la interpretación sobre el origen de la materia orgánica no
es confiable. En contraposición, el modelo 6 presenta una mayor rampa de
calentamiento (100 a 850°C) y una mayor sensibilidad (LAFARGUE et al. 1998),
lo que permite determinar el Tmax aún en aquellas muestras cuya materia
orgánica ha alcanzado un alto nivel de madurez (>470°C).

Tabla 7. Análisis SARA.


ID % Saturados % Aromáticos % Polares % Extracto
2 11,36 13,64 75,00 0,044
3 15,56 11,11 73,33 0,045
4 21,74 13,04 65,22 0,045
%Polares = %Resinas + %Asfaltenos

Tabla 8. Análisis por cromatografía de gases de la distribución de n-parafinas e


isoprenoides aciclícos.
ID Pristano/Fita Pristano/C17 Fitano/C18 CPI*
2 no 0,762 0,665 0,521 1,049
3 0,819 0,723 0,653 1,010
4 0,915 0,780 0,577 1,016
CPI = Índice Preferencial de Carbono (por sus siglas en inglés, Carbon
Preferential Index)

312
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 18a. Cromatograma de la muestra Yumare-2.

Fig. 18b. Cromatograma de la muestra Yumare 3.

313
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 18c. Cromatograma de la muestra Yumare-4.

Tabla 9. Resultados de pirólisis RockEval


a) Versión Delsi.
ID COT 1 1 2
S1 S2 S3
(%)
2 0,16 0,04 0,00 0,29
3 0,24 0,02 0,00 0,26
4 0,34 0,02 0,00 0,15
El Tmax °C no fue detectado

b) Versión 6.
3
ID COT (%) Cmin (%) Tmax S1 S2 S3 IP IH IO
1 1 2 4
2 0,25 11,4 478 0,01 0,07 0,35 0,09 28 140
3 0,36 10,1 488 0,01 0,06 0,45 0,09 17 125
4 0,21 11,4 484 0,01 0,06 0,34 0,13 29 162
1 2 3 4
: mg HC/ g roca. : mg CO2/ g roca. : mg HC/ g COT. : mg CO2/ g COT

314
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

4. En los resultados de ambos casos destaca el bajo contenido de COT, por


ello es importante recordar que para que una muestra sea considerada como roca
madre de valor comercial, es necesario que este parámetro sea igual o mayor a
1%.

Las muestras presentan un bajo valor del índice de hidrógeno (IH), menor a
150 mg HC/g roca, cifra ésta que representa el límite inferior aceptado para que
la materia orgánica sea considerada de buena calidad para generar hidrocarburos
líquidos. Esta observación también es apoyada por el índice de producción (IP)
que está por debajo de 0,1 que marca el inicio teórico de la ventana de
hidrocarburos (BEHAR et al. 2001). Por lo anterior la calidad de la materia
orgánica de las muestras evaluadas es deficiente para la generación de
hidrocarburos.

Otro parámetro de interés para una potencial roca madre es la madurez, la cual
fue determinada a partir del Tmax, por ello los resultados presentados en la
Tabla 9b y en las figuras 19 a 23, indican que la materia orgánica de las tres
muestras se encuentra en una etapa sobremadura, al final de la ventana de
generación de hidrocarburos. Lamentablemente el COT está por debajo de 0,8
%, que es la necesaria para aislar suficiente querógeno de la matriz mineral para
poder efectuar análisis por petrografía orgánica (reflectancia de vitrinita y
querógeno visual), que ayudarían notablemente a corroborar el estado de
madurez determinado con la pirólisis y los demás resultados.

5. Al observar tanto los resultados de la pirólisis RockEval Delsi, como con


aquellos del modelo 6 (figs. 21) sin tomar en cuenta otras consideraciones, se
llega a la conclusión que el tipo de materia orgánica es terrestre. Este resultado es
opuesto a lo aportado por el estudio de campo, petrográfico y paleontológico,
que indica que las muestras corresponden a una facies tipo “Formación La
Luna”, en consecuencia donde la materia orgánica debe ser esencialmente
marina. Sin embargo, cuando es evaluado el Índice de hidrógeno (IH) en función
de la temperatura de pirólisis (Fig. 18), las muestras están ubicadas por debajo de
la línea de carbonización de la materia orgánica, lo cual permite afirmar que la
materia orgánica fue afectada por la alta madurez. Por lo anterior, las
interpretaciones que indican que sugieren un origen terrestre probablemente no
sean correctas, prefiriéndose la inferencia de un origen marino basada en
observaciones directas, como son los métodos petrográficos y los detalles de
campo.

315
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 19. Gráfico de potencial residual de la roca o S2 vs %COT. Identificación del tipo de
kerógeno mayoritario en las muestras. Según análisis de pirólisis Rock-Eval versión Delsi.

Fig. 20. Interpretaciones ambientales de las muestras de Yumare con base al gráfico
Pristano/C17 vs. Fitano/C18

316
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 21. Pirogramas de las muestras Yumare-2 (arriba) y Yumare-3 (abajo) según análisis
Rock-Eval versión 6. Nótese la baja intensidad de los picos S1 y S2.
La muestra Yumare-4 muestra la misma tendencia

317
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 22. Gráfico de potencial residual de la roca o S2 vs %COT. Identificación del tipo de
kerógeno mayoritario en las muestras, según análisis de pirólisis Rock-Eval version 6.

Fig. 23. Diagrama tipo Van Krevelen para evaluar el origen de la materia orgánica, con
resultados de pirólisis Rock-Eval version 6.

318
6. GEOLOGÍA DE LA REGIÓN DE YUMARE

Fig. 24. Índice de hidrógeno vs. Temperatura de pirólisis con Rock-Eval versión 6.

En resumen, las muestras de caliza negra de la "Formación La Luna" presentan


actualmente un COT promedio de 0,27 %. Tanto nuestra muestra (478° -
488°C), como otras de la misma unidad en el estado Lara, alcanzaron una alta
madurez termal.

Por los métodos de geoquímica orgánica no fue posible establecer con certeza
el tipo de materia orgánica presente, por lo cual se prefieren utilizar las
características litológicas y petrográficas para considerar que la materia orgánica
debe ser de un origen mayormente marino, como en todas las rocas de la
Formación La Luna en la cuenca de Maracaibo y montañas andinas y perijaneras.

319
Capítulo 7
DIQUES DE BASALTO DE YARACUYBARE
FALCÓN SURORIENTAL
Por Franco URBANI, Sebastián GRANDE, Marvin BAQUERO,
David MENDI, Luís CAMPOSANO, Herbert FOURNIER,
Ivan BARITTO, Patxi VISCARRET & Nuris ORIHUELA

Dique de la Quebrada Yaracuybare


7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

RESUMEN

En el centro de la cuenca falconiana son muy conocidos los cuerpos de basalto


de edad oligo-miocena que penetran la Formación El Paraíso. En estas notas se
describe otra zona de actividad magmática intraplaca, que comprende varios
diques de basalto que intruyen a la Formación Cerro Misión del Eoceno medio-
tardío, ubicados en la quebrada Yaracuybare, a unos 20 km al ONO de Tucacas.
La roca corresponde a basalto alcalino, con minerales primarios como
plagioclasa, olivino y clinopiroxeno, todos muy alterados hidrotermal o
diagenéticamente, de manera que gran parte de la roca esta carbonatizada y
cloritizada. Estas rocas son las ígneas terciarias más orientales del estado
Falcón. Al igual que en el caso de Falcón central, se interpreta que estas
rocas fueron intruidas durante un corto evento extensional, pero entre el Eoceno
tardío - Oligoceno temprano, que produjo un notable adelgazamiento cortical.
Esto permitió la penetración del magma de origen mantélico, que atraviesa el
Terreno Falconia, que comprende rocas de afinidad grenvilliana, cubierto por
napas mesozoicas y sedimentos terciarios. El mapa de anomalía de Bouger
sugiere que la zona de adelgazamiento cortical también abarcó a la parte
occidental del Golfo Triste, lo cual explica la ubicación de estos diques.

INTRODUCCIÓN

Desde los años 1920s, los geólogos petroleros que exploraron la parte central
de la cuenca de Falcón (Fig. 1), cartografiaron cuerpos ígneos intrusivos en las
hoy denominadas formaciones El Paraíso y Pecaya (Oligoceno medio a Mioceno
temprano) (e.g.: KUGLER 1929, KEHRER 1930, BRUEREN 1949). En
décadas más recientes éstos cuerpos son estudiados más detalladamente para
conocer su naturaleza y encontrar una explicación geodinámica de su presencia
(MUESSIG 1978, 1979, 1984, MCMAHON 2000, ESCORIHUELA &
RONDÓN 2002, GRANDE 2005, 2009, BAQUERO 2014). Estos intrusivos
fueron originados entre 23 a 15,4 Ma (MUESSIG 1978, 1979, 1984,
MCMAHON 2000, BAQUERO 2014), cuando la región estuvo sometida a un
evento extensivo que originó un adelgazamiento cortical (MUESSIG 1978, 1979,
1984, GRANDE 2005, BEZADA et al. 2008, BAQUERO et al. 2009, 2010,
BASTOS et al. 2010), que a su vez favoreció la generación de magmas máficos en
el manto superior, los cuales atravesaron la corteza continental penetrando en
forma de diatremas y mantos, a las rocas terciarias. En algunos de esos cuerpos
intrusivos como en el cerro Atravesado, se encuentra una gran cantidad y
variedad de xenolitos, tanto de peridotitas mantelares serpentinizadas como otros

321
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

procedentes de la corteza continental metamórfica de alto grado (granulita


máfica, anortosita y rocas calco-silicatadas) e inclusive de la secuencia
sedimentaria cretácica (GRANDE 2005, 2007, 2008, 2009, GRANDE &
URBANI 2009, GRANDE et al. 2006, 2007).

En una situación parcialmente semejante a la anterior, se encuentran algunos


diques de basalto intrusivos en la Formación Cerro Misión del Eoceno medio-
tardío, que afloran en la quebrada Yaracuybare, localizada a 5,5 km al oeste del
pueblo de Sanare, a su vez situado a una decena de kilómetros al oeste de
Tucacas y de Chichiriviche, en el estado Falcón (Fig. 2), que son el objeto de
este capítulo. Estos son las rocas ígneas más orientales de la cuenca de Falcón
y fueron reconocidos por NATERA (1957), para luego ser redescubiertos por
personal del Ministerio de Minas e Hidrocarburos a principios de la década de los
años 1970s, en las actividades de exploración de depósitos de fosfatos en las
calizas de la Formación Capadare del Mioceno medio-tardío de Falcón
suroriental. La presencia de estos diques fue reportada por GONZÁLEZ (1979)
y CAMACHO & MIJARES (1989), quienes los clasifican como andesita.

Desde el año 2001 personal de la UCV ha visitado la localidad de Yaracuybare y


realizaron un levantamiento de la zona, colectando muestras que luego fueron
analizadas petrográfica y químicamente por FOURNIER et al. (2004) y
CAMPOSANO et al. (2006), quienes las clasifican como leucobasalto. Personal
de la Universidad Simón Bolívar también colectó muestras para estudios de
paleomagnetismo, pero desconocemos si los resultados han sido divulgados.

Adicionalmente, en la sección de la Formación Cerro Misión perforada por el


pozo exploratorio EGT-3, se conoce una roca volcánica entre 4.081,3 a 4.090,4
m de profundidad. Este pozo está ubicado a unos 14 km costa afuera al ESE de
la población de Chichiriviche (BAQUERO et al. 2010).

El objetivo de este capítulo es integrar lo conocido sobre los diques de


Yaracuybare, en cuanto a sus aspectos de campo, petrográficos y geoquímicos,
compararlos con los cuerpos intrusivos de Falcón central y la Ofiolita de
Siquisique, para finalmente interpretar sobre su probable origen.

322
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 1. Mapa geológico de la región limítrofe entre los estados Falcón, Lara y Yaracuy. El
recuadro ubica la zona de estudio detallada en la Fig. 2.

ANTECEDENTES GEOLÓGICOS

En la región de Chichiriviche y Tucacas son muy visibles los grandes


acantilados de caliza masiva fosilífera de la Formación Capadare. La quebrada
Yaracuybare tiene sus cabeceras dentro de dicha formación, generando un valle
lo suficientemente profundo como para exponer una ventana geológica, donde
afloran las infrayacentes formación Cerro Misión (Eoceno medio-tardío) y la
Casupal (Oligo-Mioceno), ambas en contacto de falla normal entre sí. Por encima

323
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

de ambas, yace discordantemente la Formación Capadare del Mioceno medio-


tardío (Fig. 2).

Fig. 2. Mapa geológico de la zona de Sanare, municipio Silva, estado Falcón. Los puntos rojos
ubican los diques de Yaracuybare. Hoja 6548-IV-SO, coordenadas UTM (19, Canoas).
Simplificado de NATERA (1957).

Entre las rocas aflorantes más antiguas de Falcón suroriental, se encuentra la


Formación Cerro Misión, que sólo se ubica en dos cuerpos pequeños: en la
quebrada Yaracuybare y en la quebrada Cerro Misión que drena hacia el norte del
cerro del mismo nombre, a 20 km al oeste del anterior. Esta es la localidad tipo
(NATERA 1957, hoja C-6-A). La unidad también se ha encontrado en el
subsuelo en diversos pozos perforados al sureste del estado Falcón, entre ellos
Riecito-1, TOC-1S, EGT-1, EGT-2A y EGT-3, los tres últimos ubicados costa
afuera en el Golfo Triste (BASTOS et al. 2010). La descripción de la unidad fue
publicada por primera vez por SENN (1935), pero ya había sido estudiada
previamente por los geólogos de la North Venezuelan Petroleum (e.g.: KUGLER
1929).

La Formación Cerro Misión se caracteriza por una sucesión probablemente


superior a 400 m de espesor, de lutita marina de color gris a negra, carbonática,
muy rica en foraminíferos pláncticos. HUNTER (1972) indica que esta unidad
fue depositada discordantemente por encima de una secuencia flysch del Eoceno
medio. Más recientemente, en la zona de Yumare, ubicada a 15 km al sur de
Cerro Misión, se ha cartografiado la Formación Matatere precisamente una
unidad flysch del Eoceno medio (URBANI et al. 2006), que probablemente sea
la unidad turbidítica infrayacente a la Formación Cerro Misión que menciona
HUNTER (1972). Adicionalmente, JAIMES (2008) describe un pequeño cuerpo

324
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

de caliza del Eoceno con abundantes ejemplares del género Nummulites, entre los
poblados de Tesorero y Carabobo, al sur de Yumare, estado Yaracuy.

RESULTADOS

Aspectos de campo

En la quebrada Yaracuybare se encontraron cuatro diques que intruyen la lutita


de la Formación Cerro Misión. Esto ocurre en los dos sitios identificados con las
letras A y B (Fig. 2), separados unos 180 m entre sí. En el sitio A (muestras
Y1 a Y3, Fig. 3) se observan tres diques que resaltan en la quebrada, pero sólo
en el Dique 2 se observa el contacto con la roca caja lutítica (Fig. 4). Los cuerpos
son tabulares con las siguientes direcciones y espesores: Dique 1: N53E 90, 104
cm; Dique 2: N70E 80S, 65 cm; Dique 3: N50E 66S, 105 cm. La roca
sedimentaria en su contacto con la ígnea, aparece de grano sensiblemente más
fino de color negro y de aspecto pizarroso y astilloso; el ancho total de este
material alterado termalmente no se pudo verificar, ya que se presenta muy
removido por su fragilidad, pero no parece ser mayor a unos 20 cm (Fig. 5). En
el sitio B, el Dique 4 presenta un rumbo de N75E 80N y tiene 210 cm de espesor
(Fig. 6).

325
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

B
Fig. 3. Diques de basalto de Yaracuybare, localidad A. Arriba: Dique 1 visto en dirección
aguas abajo de la quebrada. Abajo: Dique 2 en vista aguas arriba.
Los huecos corresponden a muestras extraídas para fines de estudios de paleomagnetismo por
personal de la Universidad Simón Bolívar.

Petrografía

Las muestras estudiadas (Tabla 1) corresponden a basalto alcalino


originalmente olivinífero, con textura amigdaloidal, que han sufrido una fuerte
carbonatación que ha afectado notablemente a la matriz y a los fenocristales que
estuvieron embebidos en ella. La matriz, originalmente hipocristalina y con
textura intersticial, muestra microlitos de plagioclasa de hábito listoneado,
bastante preservados, que dejan parches cloríticos provenientes de vidrio máfico
desvitrificado con geometría bastamente poligonal a triangular. En la matriz
también se observan abundantes microlitos de aspecto redondeado de posibles
cristales de clinopiroxeno ya cloritizados y algunos de titanita/leucoxeno
asociados a ellos. Las amígdalas muestran una estructura a veces concéntrica, con
núcleos ricos en carbonato, rodeados por zonas periféricas en las que abundan
cristales prismáticos oxidados de epidoto embebidos en carbonato. Los
fenocristales de olivino ahora alterados son los más abundantes en todas las
muestras, siendo particularmente numerosos y bien desarrollados en la sección
Y1, donde alcanzan un porcentaje modal de 6% y diámetros de hasta 3 mm.

326
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 4. Dique 2 de Yaracuybare. Arriba: Se observa el basalto en contacto con la lutita de la


Formación Cerro Misión, la cual ha sufrido efectos termales (esta muestra de lutita fue
analizada por DRX, ver resultados en la Tabla 1, Y2a. Una vista bajo microscopio se
presenta en la Fig. 6). Abajo: Otro detalle del contacto con fragmentos de la lutita incorporados
dentro del basalto. El círculo blanco ubica la muestra analizada por DRX.

327
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 5. Dique 4 de Yaracuybare, en la localidad B.

Se observa una posible zonación reliquia en el olivino carbonatizado, siendo el


carbonato de las zonas más externas más rico en Fe, de color parduzco, mientras
que el de las zonas internas es pobre en Fe, y casi incoloro. Otros fenocristales
están alterados, fuertemente cloritizados pudieran ser de clinopiroxeno, en ellos
se observa zonación reliquia con numerosos cristalitos periféricos apiñados y
trenecillos de titanita, que evidencian que ese clinopiroxeno era rico en Ti, como
corresponde a los clinopiroxenos de rocas alcalinas. La Tabla 1 muestra la

328
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

mineralogía de estas rocas, separando los tres componentes que las integran, es
decir, fenocristales, matriz y amígdalas.

La sección Y2a abarca exactamente el contacto entre el dique basáltico (Y2) con
la roca pelítica de la Formación Cerro Misión. Se nota en la sección un claro
contacto intrusivo (Fig. 6), donde la estratificación de la Formación, compuesta
por partes de una capa de lutita negra y otra de limolita cuarzosa, está cortada por
el dique basáltico, en un ángulo de casi 80°. El efecto de contacto que produjo
este dique de solo 65 cm de espesor, se limita a una zona cloritizada de color
verde claro, cruzada por vetillas de carbonato en el contacto, seguida por una
zona un poco más oscura hacia adentro; ambas zonas abarcan apenas 1 mm de
espesor, y al finalizar la zona oscurecida se halla la roca basáltica del Y2 sin
mayores cambios, excepto por la ya mencionada cloritización de la matriz y el
clinopiroxeno y la total carbonatación de los fenocristales de olivino, que
claramente fueron efectos posteriores a su solidificación.

Fig. 6. Fotomicrografía del contacto entre el basalto (a la izquierda), con dos capas de la
Formación Cerro Misión, una de lutita carbonosa oscura (en la parte superior
derecha) y otra de limolita cuarzosa (en la parte inferior derecha).
Muestra Y2b del Dique 2. Nícoles paralelos (SN). Ancho de la imagen: 3 mm.

329
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Matriz:
Es hipocristalina afanítica, formada casi en una tercera parte por vidrio ahora
cloritizado que ocupa intersticios de forma triangular (Fig. 7) a poligonal entre
microlitos listoneados a aciculares de plagioclasa, Exhibe una clara textura
intersticial, característica de rocas volcánicas que han tenido un rápido
enfriamiento. También se observan dispersos en la matriz cristalitos de posible
clinopiroxeno asociado a titanita-leucoxeno, pero son muy pequeños y difíciles
de observar. En parte, la matriz cloritizada ha sido sustituida por parches
de carbonato, siendo este efecto muy notable en las muestras Y3 y Y4. Sin
embargo, la plagioclasa casi no muestra alteración y tampoco se observa un claro
maclado, aunque en algunos casos se observa una zonación incipiente. En este
tipo de roca la plagioclasa tiende a ser más sódica que en los basaltos toleíticos,
de modo que puede tratarse de oligoclasa-andesina y no de labradorita, lo que
pudiera explicar su poco o nula alteración. Algunos cristales muestran un
maclado muy difuso, donde las lamelas de macla muestran una extinción casi
paralela, evidenciado así que pudiera tratarse de oligoclasa (An16-20).

Fig. 7. Parches triangulares a poligonales de vidrio máfico cloritizado en la matriz, evidenciando


una textura intersticial. Muestra Y2. PP. Ancho de la imagen: 1 mm

330
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fenocristales:
Olivino (carbonatado): euhedral a subhedral, exhibe un hábito prismático
característico con terminaciones dómicas, típicas del sistema ortorrómbico. Se
presenta como agregados de cristales constituyendo una textura
glomeroporfídica, ahora totalmente carbonatizados (Figura 8). En algunos casos,
sobre todo en la muestra Y1, la alteración a carbonato evidencia lo que fue una
zonación normal, o quizás oscilatoria, en los cristales de olivino precursores, con
las partes centrales sustituidas por carbonato casi incoloro, rodeadas por bandas
externas de carbonato de aspecto parduzco, más rico en Fe. Ésto refleja una
típica zonación que ocurre en basalto alcalino-olivinífero, donde el olivino está en
equilibrio con un líquido residual subsaturado en sílice y los cristales muestran
núcleos ricos en forsterita (Mg) y bordes ricos en fayalita (Fe), característica
distintiva de estos basaltos alcalinos. En algunos raros casos, en Y1 se observa
una ulterior alteración de las partes más internas de los fenocristales a clorita,
pero en general la alteración que muestra este mineral es principalmente
carbonática.

Clinopiroxeno (cloritizado): euhedral, de hábito prismático monoclínico


característico, terminado en un pinacoide inclinado, con secciones basales de
aspecto poligonal, generalmente de seis a ocho lados. Los cristales están
totalmente cloritizados (Fig. 8) y presentan en su interior trenecillos de microlitos
de titanita, que evidencian que el mineral precursor pudo ser una Ti-augita,
especie ésta común en basaltos alcalinos. En muchos casos los microlitos de
titanita se apiñan formando una especie de aureola periférica, que podría indicar
que los cristales previos estaban zonados, siendo sus bordes más ricos en Ti
que sus partes interiores: augita a Ti-augita. En la muestra Y2 los pseudomorfos
de olivino y clinopiroxeno están casi en contacto; sin embargo, los primeros están
alterados a carbonato, mientras que los segundos están alterados a clorita y
titanita, evidenciándose así que se trataba de dos minerales diferentes, que fueron
alterados de modo muy distinto.

¿Feldespatoides? (carbonatados): algunos parches de carbonato incoloro, con


bastas formas prismáticas a poligonales parecieran representar pseudomorfos de
posible nefelina, noseana o analcima. Sin embargo esto es altamente especulativo,
ya que no ha quedado rastro alguno de los minerales precursores.

331
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 8. Pseudomorfos de clinopiroxeno y olivino. El olivino se altera preferentemente a


carbonatos, mientras que el clinopiroxeno lo hace principalmente a clorita. Se evidencia también
la fuerte cloritización y carbonatización de la matriz. Muestra Y2. Nícoles cruzados (NX).
Ancho de la imagen: 1,5 mm.

Amígdalas: tienen forma elipsoidal a esférica, con 1-3 mm de diámetro. A


veces tienen una clara estructura concéntrica, partes centrales de carbonato
espático, rodeadas por una zona donde se concentra una gran cantidad de
cristalitos entrecruzados a algo abanicados de epídoto (Fig. 9), fuertemente
oxidados o cloritizados, con hábito prismático alargado. El tamaño de grano de
los cristalitos de epidoto, en las amígdalas, es al menos dos a tres veces mayor
que el tamaño de grano de los cristalitos de plagioclasa de la matriz que las rodea,
por lo cual las amígdalas muestran un fuerte contraste con la roca volcánica.

A partir de esta información petrográfica, se interpreta que estas rocas


corresponden a basaltos alcalinos, posiblemente a los tipos hawaita o mugearita y
no a leucobasalto o andesita, como fueron descritas anteriormente por
CAMACHO & MIJARES (1989) y CAMPOSANO et al. (2006).

332
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 9. Amígdala rellena de calcita con bordes ricos en cristales alargados de epídoto.
Muestra Y1, NX. Ancho de la imagen: 1 mm.

Mineralogía de arcilla

Una muestra de la lutita de la Formación Cerro Misión, con claros indicios


visuales de recristalización por el efecto termal de contacto (círculo blanco en
la Fig. 4), fue analizada por difracción de rayos X tanto en roca total, como en la
fracción <2 µm (Tabla 1). Los resultados indican que la muestra está constituida
por cuarzo, plagioclasa, siderita, clorita, illita (I) y el mineral interestratificado
(ordenado) illita/esmectita (I/S). Este último mineral con un % I de 80% es
propio de la fase denominada rectorita. De acuerdo con HOFFMAN &
HOWER (1979) la interestratificación correspondiente a un intervalo 60-80% de
I en el mineral I/S representa cambios estructurales correspondientes a un
intervalo de 100 a 175ºC. Por supuesto que esta temperatura es
considerablemente inferior a la temperatura aceptada para la cristalización de
basalto (1000 a 1200ºC), pero debido a las pequeñas dimensiones y poco espesor
de los diques (lo cual implica poca capacidad calórica para producir cambios más
visibles y extensos), así como también por la petrografía; se puede inferir que el
enfriamiento de los diques y la deshidratación de la roca caja fue
considerablemente rápida.

333
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Tabla 1. Composición química y mineralógica de las muestras de Yaracuybare.

Geoquímica

Los resultados químicos de Yaracuybare (Tabla 1) se han representado en


diagramas de clasificación y discriminación de ambientes tectónicos según
diversos autores (programa GeoPlot de ZHOU & LI 2005 y referencias
individuales allí contenidas), con los cuales se tienen los siguientes resultados: 1)
En el gráfico (Na2O+K2O) vs SiO2 las muestras se clasifican como basalto. 2)
Con el gráfico Ti vs Zr se clasifican como basalto toleítico de bajo potasio. 3) En
los diagramas de MgO, FeO y álcalis (Na2O+K2O), también con datos de Ti y
Cr, así como en el gráfico de TiO2 vs Zr/(P205*104) aparecen clasificados

334
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

en los campos de basalto toleítico. 3) Al graficar Y vs Cr las muestras se ubican


en el campo de basalto intraplaca. 5) Utilizando el gráfico Zr vs Zr/Y aparecen
como de arco volcánico y arco oceánico, respectivamente. 6) En la
representación Nb/Y vs Zr/(P205*104) las muestras corresponden al campo del
basalto alcalino continental (Figura 10). Por otra parte, en los diagramas de
Harker donde se representa tanto a SiO2 como al TiO2, contra otros
componentes mayoritarios, las muestras de Yaracuybare se separan bastante de
aquellas de Falcón Central (con datos de MCMAHON 2000, ESCORIHUELA &
RONDÓN 2002 y BAQUERO 2014).

Fig. 10. Rocas ígneas de Falcón en el diagrama de FLOYD & WINCHESTER (1975).

En un intento de comparar las muestras de Yaracuybare (Tabla 1), con


otras de basalto (45% < SiO2 < 52%) aflorantes en Falcón y Lara, se
recopilaron los análisis químicos de otros autores, a saber: de la Ofiolita de
Siquisique, una muestra de la localidad de Las Llanaditas (datos de BAQUERO
2014) y cinco muestras de Los Algodones (KERR et al. 2008) y 14 de los
cuerpos intrusivos de Falcón central (ESCORIHUELA & RONDÓN 2002).
Los valores promedio de estos datos pueden verse en la Tabla 2 y la ubicación
regional de las localidades aparece en la Fig. 1. Con estos resultados geoquímicos
se elaboró un dendrograma (Fig. 11), en el cual se observa que las muestras de la

335
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Ofiolita de Siquisique, Yaracuybare y Falcón central aparecen como agrupaciones


separadas, pero estos resultados hay que tomarlos con cautela dado el mayor
grado de transformaciones hidrotermales sin- y/o post-intrusivas de Yaracuybare,
en comparación a las otras localidades.

Otro aspecto que refleja el dendrograma, es que en Falcón Central las rocas
basálticas forman al menos dos poblaciones diferentes. Pero al examinar los
datos químicos y petrográficos originales de ESCORIHUELA & RONDÓN
(2002), con un intervalo más amplio de SiO2, se estima que ocurrieron al menos
tres o cuatro pulsos magmáticos con distintas características químicas y edades.
De hecho cada localidad tiene sus propias características, desde rocas de serie
peralcalina-máfica, como cerro Atravesado (tefrita-basanita); basalto alcalino
sódico (hawaita y mugearita, como en Las Guarabitas); en el cerro Paraguachoa
hay rocas de tendencia potásica que podrían corresponder a tristanita; los cuerpos
de Manaure y Agachiche, más orientales y de mayor tamaño, parecen ser toleítas
y no tienen xenolitos de ningún tipo, a diferencia de los cuerpos alcalinos
situados más al sur y al oeste (GRANDE 2005, 2009).

Fig. 11. Dendrograma realizado utilizando la composición química de rocas basálticas de los
estados Falcón y Lara (Tabla 2). Realizado con el método del vecino más lejano y distancia
euclidiana al cuadrado. Muestras = Y1 a Y4: diques de Yaracuybare, L1: Ofiolita de
Siquisique en Las Llanaditas, S1 a S5: Ofiolita de Siquisique en Los Algodones y FC1 a
FC24: instrusivos de Falcón central (FC9 a FC15 corresponden al cuerpo de El Sol).

336
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Tabla 2. Composición química de muestras de basalto (45%<SiO2<51%) de


Falcón y Lara.

Gravimetría satelital

En el mapa de anomalías de Bouguer de Venezuela noroccidental basado en


datos satelitales (ORIHUELA et al. 2012) (Fig. 12), para Falcón centro-
oriental se visualiza una zona con valores entre 10 y 50 miligals, con forma de
dos lóbulos que coinciden con la ubicación de los cuerpos ígneos, tanto de
Falcón Central como de Yaracuybare. Estas zonas representan la configuración
cortical actual de probablemente dos eventos de adelgazamiento cortical
ocurridos entre el Eoceno medio y el Mioceno temprano. Este arreglo apoya la
interpretación que tanto los cuerpos de basalto de Falcón central, como los de
Yaracuybare, se formaron a partir de un magmatismo generado por la
decompresión del manto superior, debido a dichas fases de extensión cortical.

337
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 12. Fragmento del mapa de anomalías de Bouguer de Venezuela noroccidental con datos
satelitales (adaptado de ORIHUELA et al. 2011). Escala en miligales. La línea punteada
delimita la zona con valores >10 miligales, en colores rojos. Se ubican los cuerpos ígneos de
Falcón Central, Yaracuybare y los pozos EGT-3 y TOC-1S.

Edad
BAQUERO (2015: 187) realizó dataciones Ar-Ar de una muestra de la Quebrada
Yaracuybare, hallando que en “el primer experimento se obtuvo una edad meseta de
42,4±3,4 Ma (Eoceno medio [Luteniense-Bartoniense]) definida por 9 de las 11
fracciones, que representan en 68,7% del 39Ar liberado. En el segundo experimento se obtuvo
una edad meseta de 34,1±3,1 Ma definida por 8 de las 14 fracciones, que presentan el 79,4%
del 39Ar liberado. En este caso se toma la edad meseta de 34,1±3,1 Ma (Eoceno tardío
[Priaboniense a Oligoceno-Rupeliense]) como la edad de esta unidad, dado que el primer
experimento arrojó una edad mayor que la unidad formacional Cerro Misión del Eoceno
tardío” (Fig. 13). Nuevos estudios bioestratigráficos de nanofósiles calcáreos de la
Formación Cerro Misión, presentados por BARITTO et al. (2018) y realizados en
una peperita fosilífera que se encuentra en contacto con hialoclastitas de la base
del pozo TOC-1S, aportan una edad de c.41 Ma. Por ello estos autores prefieren
la edad Ar-Ar de 42,4±3,4 Ma (Eoceno – Lutetiano) para las rocas de dicho
pozo y por extensión, a sus correlativos diques de Yaracuybare.

338
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Figura 13. Diagramas de espectros de edad 40Ar/39Ar realizados a una muestra de la


Quebrada Yaracaybare en Falcón Oriental. Tomado de BAQUERO (2015: 188).

DISCUSIONES

Los hallazgos geocronológicos de BAQUERO (2015: 223) le permiten interpretar


“que los basaltos encontrados en la Quebrada Yaracuybare … pertenezcan a una fase más
temprana de desarrollo que los basaltos reportados en la cuenca de Falcón Central, tal como así
lo revelan las nuevas dataciones radiométricas Ar-Ar. Probablemente la cuenca de Yaracuybare
no tuvo tanta extensión litosférica ni vulcanismo como la de Falcón Central, de modo que en
ella la corteza/litósfera era más gruesa que en Falcón central. Por tanto, siendo esta de menor
extensión cortical/litosférica produjo en la cuenca de Yaracuybare basaltos oliviníferos bastante
más subsaturado en sílice que los de la cuenca de Falcón central. En la figura 14 se presenta un
modelo que explica el origen de los diques”.

Falcón central Yaracuybare

339
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Fig. 14. Modelo de formación de las rocas volcánicas de Falcón central.


Tomado de BAQUERO (2013: 224).

La gran cantidad de fenocristales euhedrales de olivino en los basaltos de


Yaracuybare, indica que son más subsaturadas en sílice que la basanita/tefrita del
cerro Atravesado, que sólo muestra escasos cristales de olivino alterados. De este
modo que la extensión que generó la cuenca falconiana, comenzó a actuar en la
zona de Yaracuybare, en el extremo SE y luego fue seguida en la zona del
actual Falcón central, permitiendo generar allí un conjunto de cuerpos
subvolcánicos diatrémicos, desde cerro Atravesado-Garrapata a cerro Redondo
en el extremo SO de la misma, que a su vez prosiguió con cuerpos de series
transicionales en forma de mantos o “plugs”, seguidos por intrusiones y “plugs”
más grandes de lavas toleíticas en el extremo NE. Sólo las chimeneas de brecha
de los cerros Atravesado, Redondo y Pascual contienen abundantes xenolitos,
mientras que los demás cuerpos no, pues es muy común que las lavas alcalinas
traigan xenolitos mantelares a la superficie y que las lavas transicionales a
toleíticas no los tengan, debido a que éstos son decantados por fraccionamiento
gravitacional en cámaras magmáticas subcorticales.

La profunda alteración carbonática que se observa en Yaracuybare se debió


probablemente al hecho que estas lavas y su roca caja, fueron cubiertas
discordantemente por la extensa plataforma carbonática miocena de la
Formación Capadare, la cual pudo aportar fluidos de origen diagenético muy
ricos en carbonatos, que pudieron causar la alteración mostrada por el olivino, y
quizás otros fluidos tardíos más silíceos y magnesianos, provenientes de las lutitas
interestratificadas en Capadare, o de la propia Formación Cerro Misión causando

340
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

la cloritización del vidrio máfico de la matriz y el clinopiroxeno y sólo en parte,


del olivino previamente carbonatado como lo evidencian algunos pseudomorfos
de ese mineral.

Por el contrario, en el centro de la cuenca de Falcón, la roca caja de las


volcánicas es siliciclástica, representada por las formaciones oligocenas: El
Paraíso de carácter turbidítico y Pecaya una unidad pelítica euxínica, de
profundidad batial a abisal, rica en materia orgánica, mientras que los arrecifes
coralinos de San Luis y Churuguara se desarrollaron solamente en los bordes
norte y sur de la cuenca, en aguas muy someras y oxigenadas. De modo que la
alteración que muestran las lavas de Falcón central no es carbonática, sino
más bien clorítica (GRANDE 2009) precisamente una alteración submarina en
cuencas extensionales con alto gradiente geotérmico, a diferencia de la fuerte
carbonatación de los diques de Yaracuybare, formados por bajos porcentajes de
fusión parcial del manto y de carácter peralcalino a alcalino, en las etapas iniciales
de la extensión de la litósfera continental del norte de Suramérica.

Las interpretaciones basadas en los escasos datos geoquímicos de


Yaracuybare indican un origen intraplaca (Fig. 10, 14), concordando con lo
reportado por varios autores para Falcón Central. En consecuencia, para ambos
casos se interpreta que el magma se generó en el manto superior, a causa de un
proceso de adelgazamiento cortical y somerización de la discontinuidad de
Mohorovic entre 24 y 27 km (RODRIGUEZ & SOUSA 2003, BEZADA et al.
2008, BAQUERO et al. 2009), en condiciones de cuenca “rift” continental
ensiálica, pero que no llegó a la etapa final de separación continental para crear
corteza oceánica. Esto debido a la inversión que sufrió la cuenca a partir del
Mioceno medio (AUDEMARD 1993, HIDALGO 2003) y/o probablemente al
levantamiento de los Andes de Mérida durante el Oligoceno tardío
(BAQUERO et al. 2012). Quizás una de las características más relevantes
como producto de este adelgazamiento cortical, es el incremento del flujo de
calor en la parte central de la cuenca (BAQUERO et al. 2009) entre el Oligoceno-
Mioceno temprano, probablemente alcanzando con un gradiente geotérmico
de 40-45°C/km.

Los diques de Yaracuybare constituyen la expresión más suroriental del


magmatismo terciario en la cuenca de Falcón. La exigua y exclusiva presencia de
estas intrusiones en el municipio Silva del estado Falcón, puede deberse al hecho
que casi toda la región fue cubierta por unidades jóvenes del Mioceno al
Holoceno. La quebrada Yaracuybare es una excepción, ya que allí la erosión ha
permitido exponer una pequeña ventana geológica, donde afloran las rocas más

341
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

antiguas que se encuentran por debajo de la extensa cobertura subhorizontal de


la Formación Capadare.

Con la información disponible y las ideas ya esbozadas, los procesos


geodinámicos propuestos para explicar el origen de las volcánicas de Yaracuybare
y de Falcón Central, se puede sintetizar como sigue:

Primera Etapa: (Paleoceno - Eoceno medio). El empuje hacia el SE del arco de


islas contra el borde noroccidental del continente suramericano, generó el
apilamiento de las denominadas Napas de Lara. Este margen continental
incluye en la parte centro-oriental de Falcón y el NE de Yaracuy fragmentos del
denominado Terreno Falconia por GRANDE (2012b), constituido por un
basamento continental de medio-alto grado metamórfico de afinidad Grenvilliana
(GRANDE & URBANI 2009, GRANDE 2013) y edad neoproterozoica
confirmada por BAQUERO et al. (2011a). Este terreno proterozoico aparece
intercalado con napas de rocas mesozoicas metamorfizadas, unidades
sedimentarias del margen pasivo mesozoico de Suramérica (tipo "Formación La
Luna") y otras unidades siliciclásticas terciarias no identificables (GRANDE
2009), además de unidades turbidíticas del Eoceno (Formación Matatere)
(URBANI et al. 2008). Entre estas napas figuran las expuestas en los cerros del
norte Yumare, de donde también se conoce una edad grenvilliana para el
Complejo Yumare (U-Pb, zircón, URBANI et al. 2013) y del cerro El Guayabo
(GRANDE & URBANI 2009).

En este período de tiempo, en la cuenca antepaís (foredeep) existente entre los


terrenos acarreados por la placa Caribe y el margen norte de Suramérica, se
depositan -entre otras- las unidades eocenas del Grupo Agua Negra y de la
Formación Matatere en Lara central y occidental, la Formación Cerro Misión en
Falcón suroriental y unos pequeños cuerpos sin denominación formal al sureste
de Yumare en Yaracuy (JAIMES 2008). Debido a un colapso extensional con el
consecuente adelgazamiento cortical, se genera una primera cuenca en el Eoceno
medio-Oligoceno temprano probablemente en la zona de Sanare, en el SE de
Falcón, donde la Formación Cerro Misión fuera depositada anteriormente. El
magma se genera por descompresión adiabática y es de tipo alcalino-máfico,
olivino-fírico, que fue emplazado como los diques de Yaracuybare, dentro de la
Formación Cerro Misión; produciendo muy leves efectos de contacto, debido al
escaso volumen de los cuerpos emplazados y su rápido enfriamiento, evidenciado
por la textura intersticial de estas lavas. La intrusión de los diques ocurrió en el
Eoceno – Lutetiano y la fusión parcial puede estimarse en <10%.

342
7. DIQUES DE YARACUYBA|RE, FALCÓN

Segunda etapa (Oligoceno medio - Mioceno temprano). Como una continuación


del proceso de colapso extensional de toda la región, se abre otra cuenca de
mayor magnitud: la Cuenca de Falcón o Canal Falconiano, más profunda y de
ambiente euxínico a turbidítico, donde se depositaron las formaciones Pecaya y
El Paraíso, que luego fueron intruidas por una “suite” de magmas de alcalino-
máficos a transicionales a toleíticos. Estos son generados por porcentajes
cada vez mayores de fusión parcial, donde probablemente pudo superar el 20-
30%. Primeramente aparecen chimeneas y mantos intrusivos tempranos alcalino-
máficos, como los cerros Atravesado y Redondo, con edades Ar-Ar entre 22,5
Ma, seguidos por cuerpos de carácter más transicional como el manto de Las
Guarabitas y los cerros Ciénaga, El Sol y Mataire, para finalmente aparecer
los intrusivos mayores de series toleíticas (los últimos, emplazados hace 15-14
Ma), como es el caso de los cerros Agachiche y Manaure, de tamaño kilométrico
y formados por lava basáltica afírica (MUESSIG 1978, MCMAHON 2000,
BAQUERO 2014).

La extensión de esta Cuenca probablemente cesó hace 14 Ma


aproximadamente, debido a los movimientos compresivos ocurridos a partir del
Mioceno medio (AUDEMARD 1993, 2001, HIDALGO 2003), posiblemente
debido al levantamiento de los Andes de Mérida durante el Oligoceno tardío, a
su vez causado por la colisión distal del arco de Panamá contra el margen
occidental de Suramérica (PINDELL et al. 2009), que causaron su inversión
diacrónica de oeste a este, generando el Anticlinorio de Falcón durante el
Mioceno tardío, donde tanto las secuencias sedimentarias como los cuerpos
intrusivos en ellas sufrieron una notable deformación.

Para una mejor comprensión de los eventos magmáticos señalados en estas


notas, se requiere de estudios geocronológicos de U-Pb en zircón o baddeleyita,
que permitan sustentar con datos robustos la historia geológica propuesta.

343
Capítulo 8
PETROGRAFÍA DE UNIDADES
METAMÓRFICAS

1. Complejo El Guayabo
2. Complejo San Julián
3. Complejo Nírgua
4. Esquisto de Aroa
5 Esquisto de Mamey
6. Formación Barquisimeto

Porfidoclasto de feldespato potásico


8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

En la región de estudio afloran nueve unidades metamórficas que van desde la


facies de esquisto verde (zona de la clorita) hasta la facies de la granulita. Estas
unidades son las siguientes:

Unidad Edad Facies metamórfica


Esquisto de Aroa Cretácico Tardío? Esquisto verde (Clorita)
Esquisto de Mamey Cretácico Temprano Esquisto verde (Clorita)
Complejo San Quintín Cretácico? Esquisto verde (Clorita)
Metagabro de La Zurda Cretácico? Esquisto verde (Clorita)
Serpentinita Jurásico-Cretácico? Esquisto verde (Clorita)
Esquisto verde (biotita) -
Complejo Nirgua Paleozoico-Mesozoico?
anfibolita epidótica
Neoproterozoico- Anfibolita epidótica -
Complejo San Julián
Paleozoico anfibolita
Complejo Yumare Neoproterozoico Granulita
Complejo El Guayabo Neoproterozoico Granulita

En este capítulo se describen los aspectos petrológicos de las unidades


resaltadas en negritas. Aquellas unidades con un asterisco ya se han tratado en el
Capítulo 6 correspondiente a la región de Yumare.

1. COMPLEJO EL GUAYABO, NEOPROTEROZOICO


Por Sebastián GRANDE

El Cerro El Guayabo, se ubica en el noreste del estado Yaracuy, en el lado sur


de la Autopista Rafael Caldera, entre los distribuidores La Raya y El Chino.
Tiene unos 3 km de longitud en dirección este-oeste y un ancho máximo de
unos 800 m en sentido norte-sur. Solo su mitad oeste se encuentra ubicada
dentro del área del presente trabajo (Fig. 1). Pero la singularidad de las
asociaciones litológicas que allí afloran lo hace de gran importancia para la
geología de la Cordillera de la Costa, dada la presencia de rocas de
metamorfismo de alto grado.

El cerro El Guayabo está limitado al norte y al sur por sendas fallas dextrales
cuaternarias (hoja 6447-II-NE), estando el bloque entre ellas en régimen de

345
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

relevo transpresivo, habiendo permitido su fuerte exhumación, probablemente


durante el Neógeno tardío. En el mapa geológico del estado Yaracuy de
BELLIZZIA et al. (1976, reproducido en hoja 6547-II-NE de URBANI &
RODRIGUEZ 2004) aparece cartografiado como "Formación Nirgua", con
dos cuerpos de serpentinita. Durante el trabajo de campo de SUIERO &
URBINA (2008) se colectó una muestra de mármol blanco diopsídico,
mientras que personal de la empresa Ingeniería De Santis C.A. en 2008,
encuentran muestras de rocas granulíticas. Por la rareza de estas litologías de
metamorfismo de alto grado, se procedió a realizar un reconocimiento geológico,
cuyos resultados fueron publicados en GRANDE & URBANI (2010),
quienes con base a la información petrográfica propusieron que estas rocas
tienen afinidad, con aquellas de alto grado metamórfico del orógeno Grenville.
Esta idea solo llega a confirmarse en este trabajo con las dataciones U-Pb en
cristales de zircón neoproterozoicos que aparecen en la sección de 2.9 de
geocronología.

Fig. 1. Mapa geológico de la parte occidental del Cerro El Guayabo. Fragmento del mapa
geológico 6447-II-NE (URBANI & GÓMEZ 2013). Leyenda: XYeg: Complejo El
Guayabo. Psj: Complejo San Julián. Kn: Complejo Nirgua. Q´s: Sedimentos cuaternarios.
Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

La cartografía geológica realizada muestra que a los extremos oriental y


occidental del cerro El Guayabo, afloran rocas del Complejo San Julián, mientras

346
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

que en su parte central y en contacto de falla con la anterior unidad, están


las rocas de alto grado metamórfico que constituyen la unidad nueva que se
ha denominado como Complejo El Guayabo.

El estudio petrográfico detallado formó parte de la tesis de maestría de


Sebastián Grande (GRANDE 2013a), de donde se extrae la información de
esta sección. La unidad está constituida por dos grandes grupos de rocas:

(1) Rocas metasedimentarias: mármol silíceo (diópsido-feldespático-


flogopítico), roca calco- silicatada y metaevaporita, granofel feldespático-cuarzo-
clinopiroxénico, granofel clinopiroxeno- hornblendo-biotítico (paragranulita
ultramáfica).

(2) Rocas metaígneas: granofel feldespático - cuarzo - clinopiroxénico (meta -


cuarzo-sienita), granofiro, gneis clinopiroxénico - plagioclásico-hornbléndico y
gneis hornblendo-plagioclásico- epidótico.

ROCAS METASEDIMENTARIAS (Tablas 1 y 2)

Mármol silíceo (diopsídico-feldespático-flogopítico) (Fig. 2)


Es una roca de color blanquecino a grisáceo con manchas verde claro de
diópsido generalmente cloritizado. De granulometría media a gruesa, su textura
puede variar de granoblástica a casi ultramilonítica. Su mineralogía consiste de
tres o cuatro minerales esenciales y escasos accesorios. Su protolito fue caliza
dolomítica silícea o arcillosa, puesto que contiene abundantes silicatos máficos,
como diópsido, condrodita y flogopita, que indicarían dolomía margosa a
arcillosa, ricas en Mg y álcalis. El clinopiroxeno es diópsido, pobre en Fe, de
poco a totalmente cloritizado, pero en general bastante bien preservado en casi
todas las localidades muestreadas, aunque se presenta bastante fracturado. Es
conspicua la presencia de microclino y cuarzo, donde éste último indica que la
roca es sobresaturada en sílice.

Calcita: xenoblástica, con deformación y plegamiento de las maclas


polisintéticas, a menudo con textura de mortero y fuertemente triturada en
las variedades miloníticas, donde forma una matriz cataclástica muy fina que
rodea y forma vetillas que cortan los porfidoclastos de diópsido, flogopita y
microclino. En parte sustituye al diópsido dejando fragmentos de ese mineral en
continuidad óptica. La fracción carbonática de la roca fue identificada como
calcita por DRX.

347
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Diópsido: subhedral a euhedral, de bastante bien preservado a poco cloritizado,


o sustituido por calcita. En los mármoles miloníticos a ultramiloníticos muestra
textura de mortero o forma porfidoclastos cloritizados de 0,5-0,8 mm de largo,
atravesados por vetillas de calcita que cortan la foliación. Analizado por DRX.

Feldespato alcalino: argilizado y sericitizado en los bordes. En las milonitas de


la parte oeste del Cerro forma porfidoclastos fracturados con trenes de calcita
en las fracturas y maclado en rejilla en parches. Pudo ser producto de inversion
de ortosa-microclino, siendo originalmente Na- ortoclasa zonada.

Flogopita: pleocroismo leve de verde-amarillento a casi incoloro, con hojuelas a


veces grandes y aisladas, alterada a clorita en los extremos y en el clivaje,
extinción ondulatoria en hojuelas grandes, que muestran clivaje deformado.

Opacos: generalmente pirita, en pequeños cristales cúbicos o granos anhedrales;


limonita en forma de manchones y vetillas paralelos a la foliación. Leucoxeno
como alteración de diópsido y titanita.

Accesorios: Titanita: xenoblastos aislados. Condrodita: levemente amarillenta, de


alto relieve, de hábito nodular y con maclado polisintético polícromo
característico. Apatito: escasos cristales de contorno redondeado a hexagonal.
Otros accesorios interpretados a partir de análisis SEM-EMP: Por la composición
química se ha interpretado la presencia de escapolita cálcica con elementos de
las tierras raras livianos LREE, así como cloro-apatito, hidroxil-apatito y zircón.

Fig. 2. Mármol diopsídico del cerro El Guayabo. Fotomicrografías con polarizadores


cruzados. A: Cristales de diópsido (Di) parcialmente carbonatizados (Cal). B: Mármol
diopsídico milonítico, con porfidoclastos de diópsido cloritizados (Chl) rodeados de una delgada
corona de tremolita (Tr), todo embebido en una matriz de calcita finamente triturada.
Tomado de GRANDE (2013).

348
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Roca calco-silicatada y metaevaporita


Contiene menos de 65% de carbonato y gran cantidad de silicatos de Ca y Mg,
como diópsido, tremolita y flogopita, con notables proporciones de feldespato
alcalino, cuarzo, escapolita y yeso -en la metaevaporita-.

Carbonato: principalmente incolora o de aspecto sucio. De hábito granular,


mostrando intensa deformación y plegamiento de las maclas polisintéticas;
frecuentemente con textura de mortero. Al igual que en el mármol milonítico,
puede formar una matriz finamente triturada que rodea y atraviesa en forma de
trenecillos y vetillas a los porfidoclastos de diópsido, microclino o cuarzo.

Diópsido: neutro, de idio a hipidioblástico, bastante bien preservado, a veces


muestra finas exsoluciones paralelas de lamelas de ortopiroxeno. Algunos
cristales fueron sustituidos por carbonato, dejando alejados fragmentos
esqueletales en continuidad óptica. En una de las muestras forma porfidoblastos
cloritizados y fracturados.

Feldespato alcalino: muy argilizado y xenoblástico, en algunos cristales se observa


maclado en rejilla.

Flogopita: levemente pleocroica de incolora a amarillo parduzco pálido,


alterada en los bordes a clorita verde claro. A veces forma porfidoclastos con
forma de augen, con sombras de presión de clorita.

Cuarzo: xenoblástico y granular, con extinción fuertemente ondulatoria.

Condrodita: levemente amarillenta con muy débil pleocroismo, bastante bien


preservada y algo fracturada, con característico maclado polisintético polícromo,
debido a su elevada birrefrengencia.

Tremolita: incolora, con aspecto astilloso, asociada al diópsido como producto


de alteración formando coronas discontinuas.

Yeso: de hábito nodular, formando agregados microcristalinos de aspecto


fibroso, considerando el metamorfismo de alto grado de la roca debe ser un
pseudomorfo de anhidrita.

Titanita: parda, granular, asociada al diópsido como producto de alteración.

Apatito: en escasos cristales redondeados.

349
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Opacos: limonita en manchones dispersos y en vetillas atravesando la roca.


Pirita en granos aislados limonitizados. Leucoxeno como producto de alteración
del diópsido.

Escapolita: de hábito columnar, se trata de una variedad meionítica debido a su


alta birrefringencia. Su identificación fue confirmada por SEM-EMP.

Accesorios interpretados a partir de análisis SEM-EMP: en la muestra Ya-250B, se


observan minúsculos granos de sulfuros de Cu y Zn con diámetros de 1-5 μ,
posiblemente asociados con cristalitos de Ca-escapolita cloro-sulfatada; granos
de 10-15 μ de hidroxilapatito; granos de tremolita del orden de 70-100 μ de
largo, y un mineral de 10 μ de diámetro, que por su composición química se
interpretó solo como un mineral cálcico con apreciables proporciones de LREE
(La, Ce y Sm), probablemente una escapolita mieonítica donde las LREE
sustituyen diadóquicamente al Ca en solución sólida limitada, u otra especie
silicatada no identificada rica en Ca, LREE y carbonato.

Granofel feldespático-cuarzo-piroxénico (meta-semipelita)


Roca de aspecto granular, de granulometría de fina a media y un color rosado,
debido a la abundancia de feldespato alcalino. Es notable la ausencia de
minerales micáceos en una litología tan cuarzo feldespática como ésta, en su
lugar contiene clinopiroxeno primario y anfíbol secundario de alteración del
anterior, lo que denota que sufrió un metamorfismo de alta temperatura. Se halla
asociada a cuerpos o budines de mármol y a intervalos de clinopiroxenita
hornbléndico-biotítica (paragranulita ultramáfica) de 5-6 cm de espesor, con la
que genera zonas de reacción centimétricas de hornblenda cloritizada y epidoto
granular.
Debido a la total recristalización que ha sufrido esta roca es difícil acertar
si se trata de una meta waca cuarzo-feldespática, o un intervalo tobáceo,
riolítico o traquítico, interestratificado en la secuencia sedimentaria. Ambos
protolitos, sedimentario o volcánico, generarían el mismo conjunto mineralógico
al ser llevados a la facies de la granulita, debido a la extensiva recristalización y
deshidratación que produciría el metamorfismo de alto grado. Por los momentos
se considerará esta litología como una metasemipelita debido a su abundancia de
cuarzo y clinopiroxeno.

Feldespato alcalino: argilizado, hipidioblástico, con maclado en rejilla disperso,


pudiendo haber sido ortosa invertida a microclino. Textura pertítica con lamelas
de albita que tienen varias formas, la mayoría tiene forma de gotas alargadas
dispuestas en bandas paralelas que localmente se tornan más gruesas y muestran
maclado polisintético.

350
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Cuarzo: xenoblástico, con contornos ameboidales, también poligonalizado, con


puntos triples y bordes suturados.

Clinopiroxeno: con hábito prismático a xenoblástico esqueletal, asociado a


magnetita y titanita. Se trata posiblemente de augita con alto contenido de Ti.

Actinolita: pleocroismo leve en tonos verdes, con hábito prismático


columnar, asociada al clinopiroxeno como producto de alteración.

Titanita: hipidioblástica, a veces con maclado polisintético. Asociada a


magnetita y clinopiroxeno. Alterada a leucoxeno a lo largo del clivaje.

Plagioclasa: oligoclasa (An28), en granos aislados con maclado según la ley


Albita y Carslbad- Albita. Alterada a sericita.

Apatito: de aspecto redondeado. Zircón: con hábito redondeado.

Granofel clinopiroxénico-hornbléndico±biotítico (para-granulita


ultramáfica)
Cuerpos o budines de este tipo de roca cortan a los granofel félsicos y máficos
(Fig. 3), generando zonas de reacción milimétricas ricas en hornblenda, epidoto y
clorita, probablemente debidas al contraste químico de estas rocas ultramáficas o
magnesianas y la roca aledaña, carbonática o félsica. Es una roca de color
negruzco y grano muy grueso, que a menudo muestra porfidoblastos
centimétricos de hornblenda y biotita. Las muestras están atravesadas por vetillas
de carbonato y epidoto entrecruzadas, o manchones de esos minerales como
posible producto de alteración hidrotermal de Ca-plagioclasa y clinopiroxeno.

Clinopiroxeno: neutro con un tinte violáceo, evidenciado un cierto contenido en


Ti, con exsoluciones de ortopiroxeno. Muy fracturado, con el clivaje y fracturas
rellenos de leucoxeno, o con kink-bands. Cortado por numerosas venillas de
carbonato como posible producto de alteración de la plagioclasa, que contiene
como inclusiones, y que la sustituyen casi totalmente en algunas muestras. Es
posiblemente augita diopsídica, pobre en Fe, pero rica en Ti.

Hornblenda: con pleocroismo moderado de verde pálido a verde claro,


probablemente rica en Mg y muy pobre en Fe. Forma grandes cristales
hipidioblásticos con hábito prismático de hasta 1,5 cm de largo. Dentro del
cuerpo de roca es primaria, tiene contornos ameboidales; también ocurre
como grandes cristales columnares producto de alteración del clinopiroxeno,
asociada con epidoto granular de color verde oscuro y clorita, en conspicuas

351
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

zonas de reacción centimétricas en los contactos con la granulita félsica y


máfica, y los mármoles dolomíticos encajantes.

Fig. 3. Muestra de mano Ya-252, Complejo El Guayabo. Zonas de reacción de


hornblenda- epidoto clorita desarrolladas en los contactos entre la paragranulita ultramáfica -
granulita félsica y granulita félsica-granulita máfica. Las zonas de reacción tienen un espesor
entre 6-12 mm. El conjunto es indicativo de una interestratificación de posible toba félsica con
sedimentos pelíticos magnesianos, metamorfizada a alto grado y recristalizada al grano tan
grueso que se observa en la figura. Escala en mm.

Biotita: con fuerte pleocroismo de anaranjado a casi incolora (pobre en Fe y rica


en Ti). Exhibe un hábito micáceo plumoso, sin orientación, pudiera
representar cristales postectónicos o de origen hidrotermal. Las hojuelas, a
menudo están deformadas y curvadas debido a la deformación post-
metamórfica, exhiben extinción ondulatoria y en su clivaje muestran bandas
de leucoxeno. Asociada a los otros minerales máficos y a veces incluida en ellos.

352
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Cuarzo: en vetillas atravesando los grandes cristales de clinopiroxeno u


hornblenda, o junto con calcita.

Epidoto: con leve pleocroismo en tonos verdes, asociado con hornblenda e


incluido en ésta, o como producto de alteración hidrotermal del clinopiroxeno y
la plagioclasa. También en las centimétricas zonas de reacción antes descritas,
junto con hornblenda y clorita, y en vetillas junto con carbonato, que cortan la
roca en dos direcciones conjugadas.

Apatito: prismático corto, en pequeños cristales incluidos en hornblenda y


clinopiroxeno.

Opacos: leucoxeno como producto de alteración del clinopiroxeno; xenoblastos


de magnetita asociada con cuarzo en vetillas que cortan la roca.

Calcita: secundaria, como granos aislados o vetillas cortando la roca, junto con
epidoto, el origen de ambos minerales pudiera ser hidrotermal, al igual que el de
las vetillas de magnetita y cuarzo.

Plagioclasa: en escasos xenoblastos dentro del clinopiroxeno, fuertemente


saussutirizada o carbonatizada. Se trata posiblemente de Ca-andesina o
labradorita.

Tabla 1. Mineralogía y clasificación de las rocas carbonáticas del Complejo El


Guayabo, estado Yaracuy (GRANDE 2013a).

353
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Tabla 2. Mineralogía y clasificación de para-granulitas del Complejo El Guayabo,


estado Yaracuy (GRANDE 2013a).

ROCAS METAÍGNEAS (Tabla 3)

Granofel feldespático-cuarzo-clinopiroxénico (meta-cuarzo-sienita).


Esta roca tiene un característico color rosado-salmón, debido al feldespato
alcalino manchado con goethita-limonita. Es notable que una roca tan cuarzo-
feldespática carezca de minerales hidratados. Es una roca con poca plagioclasa,
sin minerales primarios hidratados, sino más bien granos de clinopiroxeno
bastante alterados y oxidados. Podrían confundirse con cuarzo-sienitas
piroxénicas, de no ser por sus complejas texturas mesopertíticas que demuestran
claramente su naturaleza granulítica. La textura mesopertítica del feldespato
alcalino y su granulometría gruesa permiten clasificarla como meta-sienita
charnockítica.

Feldespato alcalino: con abundantes exsoluciones pertíticas de albita casi pura,


que prácticamente igualan en volumen a los cristales de microclino huéspedes,
de modo que se trata de mesopertita, típica de rocas de la facies de la granulita,
evidenciando un contenido de Na basante elevado en el feldespato original. Las
lamelas de albita tienen varias formas, la mayoría tiene forma de gotas alargadas
dispuestas en bandas paralelas que localmente se tornan más gruesas y muestran
maclado polisintético. Este feldespato alcalino fue probablemente un feldespato
binario (K-Na) o una ortosa rica en Na, que luego se invirtió a microclino y
desarrolló textura mesopertítica debido al descenso de temperatura,
posiblemente aunado a una fuerte deformación tectónica. También se
observan trenecillos de cuarzo microgranular cortando a través de los
grandes cristales de mesopertita, un típico efecto cataclástico mostrado por
muchas rocas metagraníticas y ortogneises de la cordillera de la Costa.

354
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Cuarzo: xenoblástico, con contornos ameboidales, de escaso a abundante,


de modo que las rocas varían de metasienitas a meta-cuarzo-sienitas.

Clinopiroxeno: neutro, con hábito prismático a xenoblástico, algo esqueletal,


asociado a magnetita y titanita. Poco preservado en esta litología donde se halla
intensamente oxidado a limonita y leucoxeno. Es posiblemente Ti-augita.

Titanita: granular, levemente pleocroica en tonos pardos, hipidioblástica, a


veces con maclado polisintético. Asociada a magnetita y clinopiroxeno.

Plagioclasa: oligoclasa (An32), escasa a conspicua, con extinción ondulatoria.


Alterada a calcita y sericita.

Zircón-xenotima: el zircón es marronuzco e idioblástico, con hábito prismático


alargado. La xenotima es amarillenta, idioblástica y forma a veces
sobrecrecimientos epitaxiales sobre los cristales de zircón.

Opacos: limonita rellenado microfracturas y venillas secundarias, leucoxeno


como alteración de clinopiroxeno y titanita, magnetita o ilmenita en granos
xenoblásticos.

Granofiro
Aflora principalmente en la parte SO del cerro El Guayabo, en un corte de la
carretera Morón- San Felipe y en el flanco norte de dicho Cerro. En muestra de
mano es una roca de grano muy grueso, con una marcada textura granofírica o
gráfica, donde se observan intercrecimientos de feldespato alcalino de color
crema-rosado, con un cuarzo de un característico color gris-azulado,
posiblemente formado a altas temperaturas (ver Tabla 5-4). Su descripción
petrográfica es la siguiente:

Feldespato alcalino: incoloro, a veces de aspecto sucio debido a su argilización. Se


trata de microclino con maclado en rejilla algo difuso, muy fracturado. A
diferencia del feldespato alcalino de la metasienita (granulita félsica) anterior
es poco pertítico y las lamelas albíticas tienen forma de lágrimas alargadas. En
la muestra Ya-261 está fuertemente caolinizado y adquiere un aspecto
marronuzco.

Cuarzo: incoloro, xenoblástico, en forma de bandas de cristales triturados y


recristalizados, también como grandes granos ameboidales con textura gráfica y
fuerte extinción ondulatoria.

355
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Plagioclasa: de aspecto sucio debido a su alteración, hipidioblástica, no maclada


y fuertemente sericitizada, posiblemente se trata de oligoclasa. Normalmente se
halla como inclusiones dentro del feldespato alcalino donde se aprecia que
debe ser mucho más cálcica que la plagioclasa albítica de las exsoluciones
pertíticas debido a su intensa alteración.

Zircón: abundantes cristales idioblásticos de color pardo claro, con hábito


prismático muy alargado, con extremos algo redondeados.

Clinopiroxeno: neutro, escasos xenoblastos preservados solo en Ya-263.

Calcita: secundaria recubre en forma de parches la roca y se asocia también a


las vetillas de limonita que cortan a los porfidoblastos de feldespato alcalino.
También como producto de alteración de plagioclasa.

Opacos: abudante limonita en vetillas que cruzan la roca o como producto de


alteración del clinopiroxeno u ortopiroxeno, escaso leucoxeno como alteración
del clinopiroxeno y magnetita dodecaédrica formando agregados aislados.

Gneis clinopiroxénico-plagioclásico±hornbléndico (gneis granulítico


máfico).
Es una roca oscura, de aspecto gabroide a diabásico, de grano fino a medio,
granoblástica, formada por plagioclasa andesínica y clinopiroxeno asociado a
hornblenda y biotita (Tabla 4). Aflora en las partes centrales de ese bloque
tectónico de alto grado, donde parece formar cuerpos originalmente intrusivos,
ahora desmembrados y deformados, siendo difícil acertar su forma o tamaño
originales. Debido a su aspecto veteado, cortado por venillas de calcita, y su
color oscuro, fue confundido con peridotita serpentinizada y así mapeado,
incluso en los mapas geológicos más recientes. GRANDE & URBANI (2009)
reconocieron la naturaleza granulítica del Complejo El Guayabo, donde esta
granulita máfica se relaciona con rocas cuarzo-feldespáticas, ultramáficas y
carbonáticas de grado metamórfico similar. Sigue su descripción petrográfica:

Plagioclasa (An32): de aspecto sucio y hábito listoneado, se trata de andesina,


con leyes de macla complejas difíciles de observar debido a la alteración
saussurítica a epidoto y carbonato que presenta, pero a veces aparecen cristales
limpios con maclado según la ley albita que permiten determinar
petrográficamente su composición molar aproximada.

356
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Clinopiroxeno: neutro, xenoblástico con contornos ameboidales y muy


fracturado. Rodea parcial o totalmente a la plagioclasa, lo que constituye una
textura blastofítica reliquia. Aparece también como incluido en grandes
poiquiloblastos de hornblenda, a la cual posiblemente se alteró; o quizás sea
producto de deshidratación del anfíbol. Se trata posiblemente de augita
diopsídica, de la variedad diálaga, pues exhibe una prominente partición
{001}, claramente visible en la figura 5-18B. Su marcada alteración a leucoxeno
indica que se trata de una variedad titanífera.

Hornblenda: pleocroismo débil de verde a verde claro y hábito prismático.


Forma poiquiloblastos que se asocian con cristales de clinopiroxeno residual,
plagioclasa, apatito y titanita (Fig. 5-19). Es un posible producto de alteración
retrograda del clinopiroxeno; o quizás éste sea producto de deshidratación a alta
temperatura del anfíbol cuando la roca fue sometida a un último evento
metamórfico de alto grado.

Cuarzo: incoloro, xenoblástico, aparece como cristales ameboidales fracturados


aislados en la roca. Se halla como fase accesoria.

Titanita: pardo oscuro, xenoblástica, asociada con el piroxeno y alterada a


leucoxeno.

Apatito: xenoblástico, redondeado, asociado con clinopiroxeno y plagioclasa;


también incluido en la hornblenda.

Opacos: magnetita xenoblástica; leucoxeno y limonita como productos de


alteración de titanita y minerales máficos.

Gneis hornblendo-plagioclásico-epidótico (gneis anfibólico)


Esta roca se asemeja a la anterior granulita máfica, tiene también textura
gnéisica y carece de clinopiroxeno fresco, estando éste sustituido por epidoto
granular, probablemente debido a que sufrió una alteración hidrotermal más
intensa, evidenciada en la total saussuritización de la plagioclasa (Tabla 4).
Muestra una marcada foliación nematoblástica definida por cristales prismáticos
alargados de hornblenda y algunos granos alargados de plagioclasa. Hojuelas de
biotita y granos de opacos y apatito se presentan paralelos a la foliación. Debido
a esto se observa en esta roca una marcada poligonalización en los cristales de
hornblenda y plagioclasa, con formación de puntos triples entre ambos
minerales, y estando la plagioclasa totalmente rodeada por hornblenda se

357
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

evidencia una textura blastofítica reliquia. Su descripción petrográfica se da a


continuación:

Plagioclasa (An27): de aspecto sucio, casi totalmente saussuritizada, xenoblastos


con marcada poligonalización, a veces maclados según la ley albita, que permiten
determinar su composición aproximada. Está rodeada por la hornblenda y
clinopiroxeno epidotizado, exhibiendo una textura blastofítica reliquia.

Hornblenda: pleocroismo fuerte de verde intenso a oliva, hábito prismático con


clivaje longitudinal muy marcado e intenso fracturamiento transversal. Forma
agregados de cristales que encierran granos de plagioclasa y que definen una muy
marcada foliación nematoblástica, además de textura blastofítica reliquia.

Epidoto: pleocroismo débil en tonos verdes, hábito granular y asociado a


hornblenda como producto de alteración de posible clinopiroxeno. Estos
agregados granulares de epidoto posiblemente representan clinopiroxeno
totalmente epidotizado, que ha sufrido una fuerte alteración hidrotermal.

Clorita: verde, hábito micáceo, sustituye parcialmente a la hornblenda.

Apatito: incoloro, en granos redondeados, asociado a las bandas máficas, o a


veces incluido en la plagioclasa.

Opacos: magnetita a veces en idioblastos octaédricos, normalmente


xenoblástica.

Tabla 3. Mineralogía y clasificación de las rocas metaígneas de alto grado del


Complejo El Guayabo, estado Yaracuy (GRANDE 2013a).

358
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

2. COMPLEJO SAN JULIÁN


Por Sebastián GRANDE, Marlyne JAIMES y Fernando NEVADO.

El Complejo San Julián es la unidad de mayor extensión areal de la Serranía del


Litoral de la Cordillera de la Costa, ya que aflora desde Cabo Codera en el estado
Miranda, hasta su extremo más occidental, que precisamente corresponde a
nuestra región de estudio. Aquí aflora en tres sectores diferentes: 1) Entre los
poblados de Marín, Albarico y Farriar, donde fue cartografiado y estudiado por
JAIMES (2011). 2) También aflora en los extremos oriental y occidental del
cerro El Guayabo, cerca del poblado del mismo nombre entre los distribuidores
de La Raya y El Chino de la Autopista Rafael Caldera, donde es estudiado por
GRANDE (2013a). 3) Constituye la totalidad del cerro Salsipuedes, al norte de
Yumare. En esta sección solamente consideraremos las rocas de los dos
primeros sectores, ya que el tercero aparece en la sección 2.6 donde se trata
sobre la geología de la región de Yumare en forma integral.

Las quebradas adyacentes a la carretera entre Marín y Yumare contienen muy


buenos afloramientos de la unidad (Fig. 4). En general predomina las rocas
esquistosas, pero también aparecen extensas zonas donde afloran granitoides
deformados, que se han clasificado como un gneis porfídico con cristales de
feldespatos de hasta 5 cm en su máxima dimensión. En zonas con alto
grado de deformación dúctil se desarrollan texturas augen, tanto augengneis
como augen-esquisto.
Los tipos litológicos estudiados se resumen en la Tabla 4.

Petrografía (Tabla 5)

Esquisto biotítico y cuarzo biotítico


Roca equigranular, compuesta por bandas de cuarzo policristalino y
plagioclasa alternando con bandas biotíticas. Se observan pequeños lentes
alargados de cuarzo policristalino que llegan a medir hasta 0,6 mm de largo, y
cristales subhedrales de epidoto. El granate es de < 0,6 mm. Se observan
cristales subredondeados de plagioclasa con maclas según la ley de albita.

Esquisto cuarzo feldespático micáceo


Roca inequigranular compuesta por cristales de feldespatos, cuarzo con
tamaños 0,25 a 3 mm rodeados de una matriz mas fina. Algunos porfidoblastos

359
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

miden entre 2 y 8 mm. Los feldespatos están levemente sericitizados y


fracturados. En la matriz de 0,1 a 0,05 mm presenta bandas de cuarzo
microcristalino y policristalino y micas. El granate puede tener formas
esqueletales y está muy alterado a biotita y clorita. Algunas fracturas están
rellenas de hematita, otras están rellenas de cuarzo. La roca tiene cataclasis
incipiente.

Esquisto albítico cuarzo micáceo grafítico granatífero ± barroisítico.


Esta roca corresponde al cerro El Guayabo, esta bien foliada y es de
color gris negruzco, cruzado por numerosas vetillas de cuarzo. La albita forma
porfidoblastos ovoidales que contienen inclusiones helicíticas, dándole a la roca
un típico aspecto moteado, muy semejante a otras localidades de la misma
unidad en el estado Carabobo. Las micas presentes son clorita, muscovita y a
veces biotita. El granate forma porfidoblastos algo esqueletales, dispersos en la
roca, también están presentes prismas cortos de epidoto, barroisita y turmalina.
Albita: como porfidoblastos mayormente ovoidales de 1-1,5 mm de eje mayor,
con inclusiones de micas, barroisita, epidoto, opacos, rutilo y titanita,
formando un ángulo con respecto a la foliación externa a los cristales.

Cuarzo: xenoblástico, a veces en cristalitos formando sombras de presión a


ambos lados de los porfidoblastos de granate.

Muscovita: con leve pleocroísmo verdoso, en bandas lepidoblásticas junto


con clorita y biotita que envuelven a los porfidoblastos de granate.

Biotita: pleocroísmo fuerte de verde oscuro a claro.

Clorita: pleocroísmo moderado en tonos verdes, como alteración de biotita.

Epidoto: verde claro a amarillento con leve pleocroismo, hábito prismático


corto y asociado a las bandas micáceas.

Barroisita: pleocroísmo de azul marino a verde (anfíbol verde-azul); alterada en


parte a clorita, y corroída por la misma. Asociada a las bandas micáceas.

Granate: color rojizo-rosado, porfidoblastos redondeados y fracturados que a


veces alcanzan hasta 1 cm de diámetro, alterado a clorita en algunos bordes, sus
partes exteriores son poiquiloblásticas, con inclusiones de rutilo, cuarzo, y
opacos, con partes centrales más limpias. Está rodeado por las bandas
lepidoblásticas y forma sombras de presión a ambos lados constituidas por
granos pequeños de cuarzo. Muestra fracturas radiales y paralelas a la foliación,
debido a estas texturas se deduce que es pre-tectónico.

360
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 4. Fotografías de afloramientos del Complejo San Julián. A: Augengneis en Qda. Seca.
B: Gneis porfídico en Qda. Orcón afluente del río Crucito. C: Enclaves de esquisto biotítico en
gneis porfídico, qda. El Roble. D: Afloramiento de gneis en la Qda. Orcón.
Tomadas de JAIMES (2011).

Tabla 4. Tipos litológicos del Complejo San Julián.


Protolito Litología
Esquisto biotítico / cuarzo biotítico
Sedimentos Esquisto cuarzo-feldespático-micáceo
pelíticos y
psamíticos Esquisto albítico-cuarzo-micáceo-grafítico- granatífero ±barroisítico
Augenesquisto feldespático
Caliza Mármol muscovítico-cuarzo-albítico.
Gneis porfídico feldespático cuarzo micáceo
Granitoides Augengneis feldespático-cuarzo-micáceo.
Metamonzogranito
Basalto-diabasa? Esquisto actinolítico epidótico
Toba Metatoba
Las rocas en letras cursivas corresponden al extremo este y oeste del cerro El Guayabo
(GRANDE 2013a), el resto de las muestras procedes de la región de Albarico-Crucito-
Farriar (JAIMES (2011).

361
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Accesorios: Turmalina: pleocroica en tonos índigo a violáceos.


Titanita: en trenecillos dentro de la clorita, como alteración de biotita. También
como inclusiones helicíticas en la albita. Rutilo: rojizo, de hábito prismático
alargado, inclusiones en albita y granate. Zircón: en cristalitos pardos de hábito
prismático alargado y contorno rectangular. Monacita: en cristalitos pardo-naranja,
con forma de paralelogramo, muy escasa. Calcita: incolora algo sucia,
granoblástica. Opacos: magnetita xenoblástica, grafito en escamas alargadas y
plumosas,

Mármol micáceo-cuarzo-albítico
Esta roca del cerro El Guayabo es grisácea, con más de 70% de
carbonato, con la foliación definida por bandas lepidoblásticas y trenes de
cuarzo microgranular. Su granulometría va de 0,3-0,5 mm, pero hay cristales de
albita poiquilítica con inclusiones de epidoto, grafito y clorita, de hasta 1,5 mm
de diámetro. En la parte más oriental del cerro El Guayabo esta litología forma
budines métricos embebidos en el esquisto albítico-micáceo-granatífero. Calcita:
de aspecto sucio, cristales alargados y algo orientados que definen la foliación.

Albita: argilizada, xenoblástica con bordes ameboidales, a veces con maclado


según la leyes albita o Carlsbad. Con inclusiones de calcita, epidoto y grafito.

Feldespato alcalino: de aspecto sucio, caolinizado, podría ser microclino.

Cuarzo: con bordes suturados, en bandas microgranulares y cristales más


grandes aislados.

Muscovita: levemente pleocroica en tonos verdosos, en bandas lepidoblásticas


junto a grafito, que le imparten a la roca una foliación esquistosa.

Epidoto: verde con leve pleocroísmo, granular a bastamente prismático,


asociado a las bandas micáceas.

Accesorios: Titanita: de hábito granular. Opacos: grafito asociado a las bandas


lepidoblásticas; pirita en granos limonitizados.

Augenesquisto feldespático
Roca compuesta por cristales grandes (2 - 6 mm) de feldespato en una matriz
(0,01 - 0,2 mm) de cuarzo policristalino, feldespatos y micas. Presenta fuerte
foliación. Los porfidoclastos de feldespato-K que definen las formas "augen"
(Fig. 5) están fracturados y algunos atravesados por trenes de cuarzo

362
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

microcristalino, presentan inclusiones de plagioclasa sericitizada. Se observan


texturas mirmequítica y pertítica. Los cristales de cuarzo son de tamaño
promedio de 2 a 4 mm, dispuestos en bandas. La biotita en parte cloritizada está
asociada a titanita y opacos. La moscovita forma parte de la matriz aunque y
también rodean los porfidoclastos definiendo la textura augen. Se observan
trazas de sillimanita, asociado a biotita y a clorita.

Fig. 5. Porfidoclasto de feldespato-K. NC. Tomado JAIMES (2011).

Gneis porfídico feldespático cuarzoso micáceo


Rocas inequigranulares de textura gnéisica o augengnéisica compuestas de
cristales de feldespatos en una matriz bandeada de cuarzo policristalino
alternando con micas. Los megacristales miden entre 1 y 3 mm y los cristales de
la matriz entre 0,5 y 0,01 mm. La textura gnéisica está definida por bandas de
micas intercaladas con bandas de cuarzo policristalino y feldespatos. Todas las
muestras presentan texturas mirmequítica (Fig. 6F), pertítica (Fig. 6A),
poiquilítica y halos pleocróicos en biotita.

363
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Los cristales son mayoritariamente de feldespato-K (Fig. 6A) alterados,


anhedrales, con inclusiones de plagioclasa y cuarzo. Los de mayor tamaño están
atravesados por trenes de cuarzo policristalino. Algunos cristales presentan un
maclado enrejado incipiente típico de microclino.

La plagioclasa (albita-oligoclasa) está medianamente sericitizada, presenta maclas


deformadas y fracturas (Fig. 6C,E). Algunos cristales muestran una zonación
reliquia (Fig. 6D) que se distingue por la mayor sericitación hacia el centro.

Biotita (Fig. 6B) de colores rojizos prácticamente sin alteración a clorita. Los
granates son en su mayoría esqueletales, otros presentan fracturas y están
alterados a biotita y clorita. Se observa sillimanita acicular (fibrolita) asociada a
las micas.

Gneis granítico
Roca de textura granítica formada por feldespato sericitizado y una matriz de
cuarzo microcristalino y micas. Las muestras tienen una foliación leve. Los
cristales mayores tienen un tamaño variable entre 2 y 5 mm y en la matriz
triturada varían 0,2 y 0,05 mm. El cuarzo forma cúmulos alargados de cristales
suturados que forman porfidoclastos. Las micas forman bandas y cúmulos
entrelazados. La clorita es producto de alteración de biotita y está repleta de
titanita y opacos. Los cristales mayores de feldespatos están fracturados y
algunos atravesados por trenes de cuarzo microcristalino. Se observan texturas
pertítica, mirmequítica, poiquilítica y sobrecrecimiento en cristales de plagioclasa.
Hay sillimanita acicular asociada a la biotita. Utilizando los parámetros APQ
queda clasificado como monzogranito. Una roca de este grupo fue datada por
el método de U-Pb en cristales de zircón (muestra Ya-13-1, sección 2.9).

Augengneis feldespático cuarzo micáceo


Roca inequigranular de textura variable desde gnéisica con escasos "ojos",
hasta claro aspecto augengnéisico, compuesta por porfidoclastos de feldespato-
K subredondeados en una matriz bandeada de micas, feldespatos y cuarzo (Fig.
7). El cuarzo policristalino forma bandas que se alternan con las micas.
También se agrupan en cúmulos de cristales suturados que forman lentes,
generando textura augen. Los porfidoblastos son mayoritariamente de
feldespato alcalino. Exhiben textura pertítica y mirmequítica, maclas simples,
pequeñas fracturas orientadas, inclusiones de cuarzo y plagioclasa y algunos
están atravesados por trenes de cuarzo. La mayor parte de la plagioclasa está
sericitizada. Las micas forman hojuelas orientadas definiendo una foliación
lepidoblástica y envolviendo a los porfidoblastos. La biotita es usualmente la

364
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

mica más abundante y está alterando a clorita junto con titanita y opacos. En una
sola muestra se identifico hornblenda.

Fig. 6. A: Porfidoclasto de feldespato-K con macla de Carslbad y textura pertítica. QRO-2,


NC. B: Imagen con biotita, estilpnomelano y apatito, QRO-7, NC.

Fig. 6 C: Plagioclasa con maclas deformadas, Ya-251, NC. D: Cristal de plagioclasa


zonada, visible por la mayor alteración en su centro, Ya-251, NC. E: Palgioclasa cpn mclas
deformadas, Ya-247, NC. F: Textura mirmequítica, Ya-247, NC. (JAIMES 2011).

365
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 7. Augengneis feldespático cuarzo micáceo. A: Feldespato-K pertítico bordeado


de micas, Ya-249, NC. B: Textura mirmequítica, QCHP-3, NC. (JAIMES 2011)

Esquisto actinolítico epidótico


Roca muy poco foliada describible entre un gneis fino o un esquisto grueso, de
color verde oscuro pasando a gris y ocre. Compuesta por cristales anhedrales de
actinolita, epidoto y plagioclasa con textura poiquilítica. Presenta cristales
subhedrales de titanita, también se distinguen moscovita, clorita y pirita. Hay
escasas vetas de cuarzo paralelas a la foliación.

Meta-pórfido de granodiorita
Es una roca de textura porfidítica, no foliada, compuesta por cristales de 2 a 5
mm de plagioclasa (oligoclasa), cuarzo y feldespato alcalino, en una matriz
de 0,01 y 0,5 mm de la misma composición rica en micas oscuras (biotita y
estilpnomelano). Se observan texturas poiquilítica en biotita, textura pertítica y
mirmequítica en plagioclasa y halos pleocróicos en biotita. Los feldespatos tienen
bordes irregulares con fracturas e inclusiones y están levemente alterados,
pasando a sericita y minerales de arcilla. Algunos cristales de feldespatos están
atravesados por trenes de cuarzo microcristalino, otros presentan fracturas. La
biotita es la mica más abundante y está alterando a clorita con titanita y opacos.

Metamorfismo y protolitos
Por las asociaciones mineralógicas presentes (Tabla 5) se considera esta unidad
alcanzó la facies de la anfibolita epidótica, seguidos por efectos retrógrados en la

366
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

facies de esquisto verde (clorita), visto por la alteración de granate y biotita a


clorita.

Los protolitos (Tabla 4) son variables desde rocas sedimentarias siliciclásticas


para los esquistos cuarzo micáceos feldespáticos, caliza para el mármol, niveles
volcánicos (probablemente piroclásticos) para el esquisto actinolítico-epidótico y
principalmente intrusivos granitoides para el resto de los diversos tipos de
gneises cuarzo feldespáticos.

Tabla 5. Composición mineralógica y clasificación de rocas del Complejo San


Julián (JAIMES 2011, GRANDE 2013a)

3. COMPLEJO NIRGUA
Por Marlyne JAIMES y Fernando NEVADO

JAIMES (2011) realizo la cartografía de la zona de Crucito, Albarico y


Carabobo en la parte septentrional del estado Yaracuy. En la quebrada El
Playón, se encuentran afloramientos de metarenisca altamente meteorizada

367
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

de color beige verdoso, mientras aguas arriba aparecen intercalaciones de


mármol y esquisto actinolítico. En la quebrada Parra, se apreciaron secuencias de
mármol en contacto con esquisto verde (actinolítico-epidótico), esta secuencia es
visible a lo largo de toda la quebrada y guarda mucha similitud con la observada
en la quebrada el Playón. En la quebrada El Zamuro, se observaron
afloramientos de esquisto grafitoso intercalados con metarenisca. En el río
Tesorero, se observaron buenos afloramientos de esquisto cuarzo micáceo
carbonático. En la quebrada Guarataro el mármol presenta erosión kárstica.

Tabla 6. Tipos litológicos del Complejo Nirgua en Yaracuy septentrional


Tipo / protolito Litología
Esquisto
Esquisto cuarzo micáceo
Sedimentos siliciclásticos pelíticos

Mármol - esquisto Esquisto carbonático grafitoso


Calizas y carbonatos de mezcla Mármol
Esquisto actinolítico epidótico albítico
Esquisto verdes y granofel Granofel epidótico actinolítico
Volcánicas (piroclásticas?) Granofel anfibólico epidótico granatífero

Esquisto cuarzo micáceo


Roca medianamente fuertemente foliada, formada por una intercalación de
bandas de cuarzo policristalino y micas. Los fenoblastos miden entre 1 y 2 mm y
el resto de los cristales menos de 0,2 mm. Se observan trazas de cristales de
granate pretectónico rotados y mostrando sombras de presión (Fig. 8),
parcialmente alterados a clorita. El cuarzo tiene bordes suturados y forma
cúmulos que generan formas lenticulares. La plagioclasa (albita) muestra textura
poiquilítica. Las micas definen la foliación. Se observan trazas de cloritoide.

Esquisto carbonático grafitoso


Roca inequigranular de textura esquistosa, compuesta de fenodoblastos
anhedrales de cuarzo y plagioclasa en una matriz de carbonato, micas y
cuarzo microcristalino. El grafito presenta textura de crenulación (Fig. 9). Los
fenodoblastos de plagioclasa están repletos de inclusiones. La clorita aparece
formando cúmulos junto a otras micas, y en ellos se pueden observar cristales de
titanita en forma de agregados granulares.

368
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Mármol
Roca de color gris azulado, conformada principalmente por cristales de calcita
con un tamaño promedio de 0,3 a 0,4 mm. Cuarzo monocristalino de 0,05 mm
en promedio, subangulares y de esfericidad media. Escasa moscovita. En algunos
sectores se aprecia grafito finamente distribuido.

Fig. 8. Esquisto cuarzo micáceo, RT-1, NC. Granate pretectónico con sombras de presión.

Fig. 9. Esquisto carbonático grafitoso, Ya-267. Textura de crenulación en grafito. A: NP,


B: NC.

369
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Esquisto actinolítico epidótico albítico


Roca equigranular de grano fino. Tamaño de grano entre 0,1 y 0,01 mm. La
foliación es nematoblástica debido a los cristales de actinolita. La plagioclasa
(albita) es anhedral, sin maclado y presentan textura poiquilítica con
inclusiones de actinolita, epidoto y opacos. La biotita aparece en forma de
pequeñas hojuelas y está alterando a clorita (Fig. 10). Hay dos tipos de clorita
presentes: pennita y proclorita, esta última forma agregados fibrosos entre las
bandas de actinolita. Los minerales accesorios son subhedrales a euhedrales. El
leucoxeno aparece alterando ilmenita. El anfíbol es actinolita. Los accesorios
corresponden a opacos (magnetita, hematita, pirita, ilmenita), zircón, titanita,
leucoxeno.

Fig. 10. Esquisto actinolítico epidótico albítico, QPA-02. A: Plagioclasa poiquilítica, NP.
B: Vista general de la sección fina, NC. C y D: Corte basal de actinolita. NP y NC.

Granofel anfibólico epidóticó granatífero


Roca no foliada compuesta de anfíbol (tremolita?), epidoto (clinozoicita),
granate (Fig. 11), plagioclasa (albita) sin maclas exhibiendo una textura

370
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

poiquilítica. El tamaño de los cristales está entre 0,2 y 0,6 mm aunque algunos
cristales de granate alcanzan 1 mm de diámetro. Estos forman cristales
euhedrales a subhedrales, algunos están alterando a clorita. Hay dos tipos de
clorita, una como producto de alteración del granate de color azul de
Prusia, y otra de tonos grises y amarillentos como color de birrefringencia.

Fig. 11. Granofel anfibólico epidótico granatífero. Cristal de granate, Ya-264, NP.

Fig. 12. Granofel epidótico epidótico. Granate alterando a biotita y clorita. Qgua-2, NP.

371
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Granofel epidótico actinolítico


Roca granoblástica, equigranular, compuesta por epidoto (clinozoicita), anfíbol
(actinolita) y plagioclasa (albita) sin maclar con textura poiquilítica. Tamaño de
los cristales entre 0,1 y 0,2 mm. Hay biotita alterando a clorita y trazas de granate
esqueletal alterando a biotita y clorita.

Tabla 7. Composición mineralógica y clasificación rocas del Complejo Nirgua


(JAIMES 2011).

Metamorfismo y protolitos

Vista la presencia granate y biotita en distintas concentraciones dependiendo


de la composición global de la roca, se considera que esta unidad fue afectada
por un metamorfismo de la facies de la anfibolita epidótica, con cambios
retrógrados en facies de esquisto verde (clorita).

La variedad de esquisto cuarzo-micáceo, esquisto carbonático y mármol,


sugiere protolitos metasedimentarios variables desde sedimentos siliciclásticos a
carbonáticos: pelitas silíceas, lodos carbonáticos, carbonatos de mezcla o caliza.
Mientras que las rocas actinolíticas-epidóticas probablemente correspondan a
niveles volcánicos (piroclásticas?).

En la zona costera de la Cordillera de la Costa las anfibolitas granatíferas


usualmente provienen de la retrogresión de eclogitas, pero este no es el caso de
la muestra Ya-264, ya que ni ésta, ni ninguna otra muestra del grupo estudiado
presenta evidencia alguna de metamorfismo de subducción (alta presión - baja
temperatura).

372
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

4. ESQUISTO DE AROA1
Por Marlyne JAIMES, Raúl COELLO y Fernando NEVADO

El Esquisto de Aroa es una unidad donde la litología más característica son


esquistos muy plegados de color gris oscuro a casi negro, debido a cantidades
variables de grafito. Intercalados con los anteriores, hay niveles carbonáticos
(mármol o esquisto carbonático) y raramente aparecen rocas verdes (esquisto
actinolítico epidótico clorítico).

En el mapa geológico del estado Yaracuy (BELLIZZIA et al. 1976), aparecen


cartografiados varios cuerpos elongados de serpentinita, incluidos en el área de
afloramientos del Esquisto de Aroa, aparentemente concordantes con la
foliación (ver quebradas Cararapita y Cupe, Fig. 13). Durante las actividades
de campo se visitó dichas quebradas, con el propósito de estudiar las
serpentinitas pero solo se observaron bloques sueltos de esta roca, mientras que
los afloramientos son del esquisto grafitoso. La Fig. 14 muestra algunas imágenes
de afloramientos característicos.
Un resumen de los tipos de rocas estudiados se muestra en la Tabla 8.

Petrografía (NEVADO 2012, COELLO 2012, Tabla 9)

Filita cuarzo-grafitosa-carbonática-moscovítica-feldespática
Roca conformada principalmente por cuarzo o muscovita de tamaño de cristal
promedio de 0,1 mm. El cuarzo es monocristalino con formas subangulares y
baja esfericidad, estos dispuestos en bandas de granos mal escogidos. La
muscovita le imparte una fuerte textura lepidoblástica. Adicionalmente observan
en proporciones variables calcita, en menor proporción feldespatos y sericita. La
matriz grafitosa es muy fina, donde a nivel criptocristalino debe estar
íntimamente mezclado el grafito con cuarzo.

Esquisto cuarcífero-feldespático--muscovítico
Roca con tamaño de cristales promedio de 0,25 a 0,5 mm, su componente
principal es cuarzo monocristalino en promedio subangulares y de esfericidad
pobre, estos dispuestos en bandas de granos mal escogidos. La muscovita le
imparte una notoria esquistosidad. La plagioclasa se encuentra alterada a sericita.
Tiene cantidades menores de feldespato-K, clorita y opacos.

373
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 13. Fragmento del mapa geológico del estado Yaracuy de BELLIZZIA et al. (1976)
mostrando los presuntos cuerpos de serpentinita dentro del Esquisto de Aroa (rojo).

Meta-arenisca cuarcífera muscovítica y para-conglomerado polimíctico


Rocas conformada principalmente por cuarzo de tamaño de cristal promedio
de 0,25 a 1 mm para la metarenisca y 2-4 mm para el conglomerado. Presentan
un escogimiento medio y los clastos tienden a ser subangulares con una
esfericidad baja. En el conglomerado los clastos están soportados por la matriz.
En el conglomerado analizado los clastos son de: Cuarzo policristalino en
fragmentos de aproximadamente 4 mm, subangulares y con esfericidad media-
baja. Plagioclasa como fragmentos de unos 3 mm redondeados y de esfericidad
media, bastante alterado a calcita. Microclino de 1 mm y alta esfericidad y
redondez, uno de los cristales presenta textura pertítica.

Esquisto carbonático-cuarcífero-muscovítico
Roca de fábrica xenoblástica compuesta principalmente por cristales de calcita
de 0,25 mm de tamaño promedio, cuarzo con tamaño promedio de 0,05 mm.

374
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

La mica le confiere la foliación a la roca. Contiene escasos cristales de


plagioclasa alterados a calcita y sericita. El feldespato-K es microclino y también
se encuentra alterado a sericita y minerales de arcilla.

Fig. 14. Esquisto de Aroa. A: Vista de un plano de falla, Rio Cupa, Ya-1318. B: Rocas
esquistosas y carbonáticas muy diaclasadas, Rio Cupa, Ya-1318. C: Detalle de una brecha de
falla, Rio Cupa, Ya-1318. D: Esquisto grafitoso y capas carbonáticas plegadas, Caño Negro.
E: Muestra de mano de serpentinita procedente del Río Cupa.

375
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Tabla 8. Tipos litológicos estudiados petrográficamente en el Esquisto de


Aroa.
Tipo / protolito Litología
Filita grafitosa muscovítica cuarcífera
Filita - esquisto - metarenisca - Esquisto cuarcífero feldespático muscovítico
metaconglomerado / Metarenisca cuarcífera feldespática muscovítica
Sedimentos siliciclásticos
Metaconglomerado
Metachert / Radiolarita? Metachert (no se obtuvo sección fina)
Esquisto carbonático cuarcífero muscovítico
Mármol - esquisto /
Mármol cuarcífero muscovítico grafitoso
Calizas puras - carbonatos de mezcla
Mármol
Esquisto verde / Esquisto actinolítico epidótico clorítico
Volcánicas (piroclásticas?) carbonático
Serpentinita / (olistolitos?) Serpentinita

Fig. 15. Esquisto cuarcífero-feldespático--muscovítico, RTU1. A: Disposición orientada de


muscovita, cuarzo y calcita, NC. B: Cuarzo con contactos suturados, NC.

Marmol y mármol cuarcífero muscovítico grafitoso


Rocas conformadas por calcita con tamaño promedio de cristales de 0,25 a
0,5 mm, de color gris oscuro a azulado debido a minúsculas cristalitos de
grafito finamente distribuidos en la roca. El grafito puede encontrarse en
forma de una matriz muy fina que alcanza hasta el 22% de la roca, pero
como no es posible que estas rocas tengan tal cantidad de grafito, como se ha
demostrado por microscopía electrónica en el Mármol de Zenda, probablemente
sea una mezcla criptocristalina de cuarzo y grafito. El cuarzo puede ser
policristalino y macrocristalino metamórfico, de tamaño promedio de 0,05 mm,
subredondeados y de esfericidad media.

376
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

El grado de foliación en estas rocas es variable según la cantidad de muscovita


presente. Las rocas clasificadas como mármol tienen concentraciones de
carbonatos desde 97 hasta 60%, junto a cantidades variables de cuarzo,
muscovita y feldespatos, de manera que algunas muestras pueden ser
clasificadas como mármol cuarcífero, otros como feldespáticos o muscovíticos.
Algunas muestras presentan estilolitas. En la muestra La-213B se observan
fragmentos de equinodermos redondeados y bien preservados (Fig. 17C).

Fig. 16. Esquisto carbonático-cuarcífero- muscovítico. A: Cristal de plagioclasa alterando a


calcita y sericita, La-217A, NC.

Fig. 16. B: Feldespato-K con textura pertítica, Ya-283. NC. C: Plagioclasa alterada a
microlitos de calcita y epidoto, NC.

377
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Esquisto actinolítico-epidótico-clorítico-plagioclásico
Es una roca de de fábrica xenoblástica compuesta principalmente por
actinolita, epidoto, clorita, plagioclasa (albita) y cuarzo. La actinolita se presenta
en cristales de tamaño promedio de 0,5 mm, encontrándose alineados junto al
epidoto y la clorita (Fig. 18). El epidoto aparece como menudos cristales de unos
0,1 mm; la plagioclasa identificada como albita tiene tamaños promedio de unos
0,6 mm, alterando en bajo grado a sericita; el cuarzo es policristalino y se
presenta en cristales de unos 0,25 mm.

Serpentinita
Como se indicó al comienzo de esta sección, este tipo de rocas solamente se
encontró como bloques sueltos en lugares indicados en la Fig. 13. La roca es de
tonalidades verdes: oliva, manzana o grisáceo moteado en marrón (Fig. 14E).
Las muestras muestran una fabrica hipidioblástica, están compuestas
principalmente por serpentina, talco, calcita, así como cristales de ortopiroxenos
pero cuyo estado de alteración no permite identificar bien sus propiedades, se
observan también vetillas de crisolito paralelos entre sí.

Para el reconocimiento de campo se tenía la hipótesis de trabajo, que los


cuerpos lenticulares elongados de serpentinitas del mapa de BELLIZZZIA et al.
(1976) (ver Fig. 13) pudieran haber correspondido a cuerpos emplazados entre
fallas de corrimiento. Pero por el hecho que en dichas localidades solamente
halláramos afloramientos de esquisto grafitoso y bloques sueltos de la
serpentinita, para los actuales momentos y sin mayor información adicional
certera, preferimos interpretar que estos bloques de rocas ultramáficas hayan
sido incorporados originalmente como olistolitos dentro del protolito del
Esquisto de Aroa.

Un caso semejante pero con buenos afloramientos y contactos con las rocas
adyacentes, se observa en la Quebrada Seca de Caraballeda, estado Vargas,
donde cuerpos métricos de serpentinita están incluidos dentro del Esquisto de
Tacagua (ARIAS & YÉPEZ 2004). Estas rocas tienen una mineralogía muy
semejante a las de Aroa, en especial por el alto contenido de cristales de
carbonatos, que se encuentran dispersos uniformemente en la roca y no en vetas.
Las muestras de los grandes cuerpos de serpentinita (ofiolitas desmembradas) de
la Cordillera de la Costa no contienen carbonatos. En esta localidad de Vargas se
interpretaron como olistolitos.

378
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 17. Fotomicrografías de muestras de mármol. A: Calcita y cuarzo, CTF-1, NC.


B: Calcita, cuarzo y muscovita, CTF-1, NC. C: Espina de equinodermo en corte basal, La-
213B. NC.

Fig. 18. Esquisto actinolítico-epidótico-clorítico-plagioclásico


A: Cristales de plagioclasa ligeramente alterados a sericita, Ya-230B. NC.
B: Cristales aciculares de actinolita y de epidoto, Ya-286. NC

379
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 19. Serpentinita. A: Pequeños cristales de antigorita, Ya-1318B.


B: Antigorita cruzada por una vetilla de crisotilo, Ya-1323,NC.

Tabla 9. Composición mineralógica. Esquisto de Aroa

380
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

5. ESQUISTO DE MAMEY
Por Fernando NEVADO y Raúl COELLO

De esta unidad fue recorrida la quebrada Guabinas, ubicada en un punto


medio de la carretera Lara-Yaracuy, así como en la localidad tipo de la quebrada
Mamey y la quebrada Nonavana, al sur de Duaca. En las tres localidades (Fig.
20) se observa una intercalación de filita-esquisto grafitoso de color fresco gris
oscuro, filita cuarcífera grafitosa feldespática, metarenisca cuarcífera de grano
medio a grueso de color gris oscuro, mármol de color gris oscuro y
metaconglomerado gris claro. Un resumen de tipos litológicos muestreados
aparece en la Tabla 10.

Fig. 20. Vistas generales del los afloramientos del Esquisto de Mamey. A: Quebrada
Nonavana, Ya13-519B. B: Metarenisca, quebrada Nonavana con pliege isoclinal, Ya13-
519. C: Filita cuarcífera grafitosa feldespática, quebrada Mamey, nótese su marcada foliación.

Tabla 10. Tipos litológicos estudiados en el Esquisto de Mamey.


Tipo / protolito Litología

Filita - metarenisca - Filita cuarcífera grafitosa feldespática


metaconglomerado / Sedimentos Metarenisca cuarcífera
siliciclásticos Meta-paraconglomerado polimíctico
Mármol / caliza Mármol cuarcífero grafitoso

381
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Petrografía (HERNÁNDEZ 2013, NEVADO 2012, COELLO 2012)


(Tabla 11)

Tabla 11. Composición mineralógica y clasificación de rocas del Esquisto de


Mamey.

Metarenisca cuarcífera
Roca con un tamaño de grano de 0,05 a 0,5 mm, de escogimiento pobre,
esfericidad media-baja y redondez subangular. El contacto entre los granos es en
su mayoría grano-matriz. Está compuesta principalmente por cuarzo, en su
mayoría monocristalino plutónico y policristalino plutónico, que presenta
inclusiones de rutilo acicular. La plagioclasa se encuentra alterada a sericita y no
posee maclado, ocasionalmente se muestran zonadas. Contienen fragmentos de
rocas sedimentarias, metamórficas y chert. Otros minerales son muscovita
detrítica, calcita, zircón y rutilo. La matriz es una combinación de cuarzo,
arcilla, material carbonático y óxidos de hierro. El cemento está compuesto de
cuarzo, también hay cemento de arcilla rellenando poros y carbonatos. Se
observa alineación de los granos, deformación de la mica.

Meta-paraconglomerado polimíctico
En la roca (La-209A) predominan los clastos con tamaño promedio de 0,25
mm, sin embargo también hay presencia de gránulos. Presenta un escogimiento
medio y los clastos tienden a ser redondeados con una esfericidad media-alta y
orientación isotrópica en la que la presencia de micas dan una orientación
preferencial. El contenido de clastos es de 20% principalmente de cuarzo
policristalino, el contenido de matriz es de 80%, siendo mayoritariamente de

382
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

granos de cuarzo, plagioclasa, micas y minerales de arcilla; el tipo de cemento


predominante es de minerales carbonáticos (10%) y minerales de arcilla (5%).
Los clastos de fragmentos de roca son: Arenisca feldespática con tamaño de
grano de 1 mm, buena esfericidad y redondeados. No se observa matriz y el tipo
de cemento es de minerales de arcilla, y el tipo de contacto predominante es
concavo-convexo y suturado; está compuesto principalmente por cuarzo
macrocristalino metamórfico y plagioclasa alterada; los fragmentos se
encuentran redondeados y poseen un tamaño aproximado de 1 a 2 mm. Cuarzo
policristalino con fragmentos de 1 mm de tamaño promedio bien redondeados y
con buena esfericidad.

Fig. 22. Metarenisca cuarcífera, Ya-1320A.


A: Material carbonático deformado con presencia de óxidos de hierro, NC.
B: Grano de cuarzo policristalino en contacto con matriz de cuarzo y calcita, NC.

Mármol cuarcífero
Los cristales de carbonatos tienen un tamaño promedio de 0,005 a 0,1
mm. Los granos de cuarzo son policristalinos de 0,05 mm en promedio,
subredondeados y de esfericidad media, pero también se presenta en vetas de
hasta 0,5 mm de espesor. Otros constituyentes minoritarios son la albita y
fragmentos de roca, en especial chert. La moscovita aparece como mineral
accesorio. Aparecen estilolitas de amplitud máxima 0,2 mm (Fig. 23) y hay trazas
de grafito lo cual permite observar el alineamiento que posee la roca. Se
conservan componentes aloquímicos compuestos principalmente por
fragmentos irregulares de fósiles no identificables fuertemente micritizados.

383
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 23. Mármol cuarcífero, La13-520. Se observan estilolitas. NC.

6. FORMACIÓN BARQUISIMETO
Por Alí GÓMEZ y Raúl COELLO

En la mitad norte de Lara, STEPHAN (1982) subdivide a las rocas


sedimentarias cretácicas en dos terrenos, a saber: (1) Unidad San Pablo - Buenos
Aires que incluye a rocas equivalentes a las formaciones Bobare (y Carorita) del
Cretácico Temprano, y Barquisimeto del Cretácico Tardío, esta última, cubierta
discordantemente por su Formación Matatere III. Estas rocas corresponden al
Grupo Lara redefinido por MACSOTAY et al. (1987). (2) Unidad Atarigua con
unidades del Cretácico Temprano equivalentes a las formaciones Aguardiente y
Apón, seguidas de una unidad que según el presente estudio es muy semejante a
la Formación Barquisimeto de la localidad tipo, a su vez cubierta
discordantemente por la Formación Matatere II.
A los efectos de nuestra cartografía geológica a escala 1:25.000, la Formación
Barquisimeto se representa como dos subunidades separadas que denominamos:
- Formación Barquisimeto (subunidad San Pablo).
- Formación Barquisimeto (subunidad Atarigua).

Las figs. 24 y 25 muestran secciones que resumen las relaciones entre las dos
subunidades y las formaciones que las cubren, tanto para la sección Siquisique -
Curazaito, como para la Serranía de Matatere - Barquisimeto, respectivamente.

384
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Por no ser objeto prioritario en nuestro proyecto, solamente en la Subunidad


Atarigua se obtuvieron cuatro rocas para estudios petrográficos. En la Fig. 26 se
muestran diversas imágenes de afloramientos de la Unidad.

Fig. 24. Columnas litoestratigráficas sintéticas de la sección Los Algodones - Bucarito -


Atarigua - Curazaito. Se resaltan las dos subunidades de la Formación Barquisimeto. Imagen
base y concepto gráfico de STEPHAN (1985), adaptado según resultados e interpretaciones
del presente proyecto.

385
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 25. Columnas litoestratigráficas generalizadasy relaciones tectónicas entre las


unidades de la sección Serranía de Matatere - Barquisimeto. Tomado de MACSOTAY
et al. (1987).

386
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 26. Formación Barquisimeto.


A: Panorámica desde Pozo Salado, donde se ubica la nariz anticlinal de Bucarito. B:
Plegamiento isoclinal en la Quebrada Morrocoy, al norte de Buenos Aires. C: Escarpadas
montañas de los alrededores de San Pablo. D: Quebrada Los Yabos. E: Talud en la carretera
vieja Barquisimeto - Carora en las cercanías de San Pablo. Nótese en todas las fotografías los
colores grises claros y rosados típicos de la unidad.
A y B: Subunidad San Pablo. C, D y E: Subunidad Atarigua

387
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 26. Continuación. Formación Barquisimeto (Subunidad Atarigua). G: Areniscas de la


Formación Matatere II sobre lutitas de la Formación Barquisimeto, carretera hacia Curarigua.
H: Escarpe en la quebrada Atarigua. I: Formación Barquisimeto (Kb) sobrecorrida a la
Formación Matatere II (Tem), km 42 de la carretera vieja Carora-Barquisimeto. J: Contacto
discordante de la Formación Matatere II (Tem) sobre la Formación Barquisimeto (Kb),
quebrada Los Yabos. K: Capas de caliza y arenisca plegadas, quebrada Tumbocoa. L:
Concreción de caliza en la quebrada Los Yabos.

388
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Petrografía (Tablas 17 y 18)

Tabla 17. Tipos litológicos estudiados de la Formación Barquisimeto


(Subunidad San Pablo) (COELLO 2012).

Tabla 18. Composición mineralógica y clasificación de rocas de la Formación


Barquisimeto. (Subunidad San Pablo) (todos los minerales a excepción de la
calcita y opacos son detríticos)
Feldespato-K

Plagioclasa
Moscovita

Cemento-

Muest Clasificación
Opacos
Cuarzo

Grafito

Calcita

Biotita

ra
Matriz

La130 5 - - - 5 <1 90 - - Caliza


0 La130 80 <1 2 <1 2 <1 - <1 16 (wackstone?)
Sublitarenita
1 (intramicrita?)

Caliza
Roca conformada principalmente por calcita, de tamaño promedio de cristales
0,3 a 0,4 mm, presenta cristales de cuarzo policristalino metamórfico de 0,05 mm
en promedio (Fig. 27B), subredondeados y de esfericidad media. En algunos
sectores se aprecia óxido de hierro y presencia de materia orgánica (Fig. 27A) lo
cual permite observar el alineamiento que posee la roca y los colores rosados y
grisáceos de las bandas en muestra de mano.

389
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 27. Fotomicrografías de caliza (La-1300) de la Formación Barquisimeto. A: Óxidos de


hierro y presencia de materia orgánica. B: Cristales de calcita y cuarzo.

Sublitarenita
Roca con cristales de un tamaño de grano de 0,05 a 0,5 mm, con escogimiento
medio, esfericidad media-baja y redondez subangular. El contacto entre los
granos es en su mayoría cóncavo-convexo, suturado y longitudinal. Está
compuesta principalmente por cuarzo en su mayoría monocristalino plutónico y
policristalino plutónico, feldespato y plagioclasa, esta última se encuentra
alterada, fragmentos de roca sedimentaria (3%), chert (2%) y minerales
accesorios como moscovita y biotita detríticos. La matriz es de minerales de
cuarzo y arcilla, representa un 5% del total de la muestra. El cemento está
compuesto de cuarzo; también predomina cemento de caolinita rellenando poros
y en aros envoltorios de granos. Se observa alineación de los granos,
deformación de mica, contactos cóncavo-convexos, suturados y longitudinales

Metamorfismo
BUSHMAN (1966) determina la presencia de pumpellita en localidades
cercanas a Barquisimeto. En las escasas secciones finas estudiadas para el
presente trabajo, no se evidencia la presencia de minerales diagnósticos de
metamorfismo, pero debido a los estudios previos, la presencia de rocas
pelíticas en campo clasificables como pizarras y el plegamiento isoclinal en
algunos sectores inclusive con fuerte clivaje apical, consideramos que la unidad
estuvo sujeta a una fase metamórfica de muy bajo grado en facies sub-esquisto
verde, probablemente prehnita-pumpellita.

390
8. PETROLOGÍA DE UNIDADES METAMÓRFICAS

Fig. 28. Fotomicrografías de sublitarenita (La-1301) de la Formación Barquisimeto. A:


Cemento de cuarzo y de minerales de arcilla; contactos suturados y cóncavo-convexos. B:
Deformación de grano dúctil. C: Fragmento de roca sedimentaria. Se observa matriz de cuarzo
y de minerales de arcilla.

391
Capítulo 9
Geocronología U-Pb y 40Ar-39Ar

1. Edades de la Ofiolita de Siquisique.


1.1. Edades 40Ar-39Ar, Las Llanaditas.
1.2. Edades 40Ar-39Ar, Los Algodones.
1.3. Edades U-Pb, Los Algodones.
2. Edades del Complejo San Julián.
2.1. Edad 40Ar-39Ar y K-Ar en muscovita de pegmatita, Farriar, Yaracuy.
2.2. Edad U-Pb de dique granítico, cantera de Farriar, Yaracuy.
2.3. Edad U-Pb, gneis del cerro Salsipuedes, Yumare.
2.4. Edad de un gneis granítico entre Albarico y Crucito, Yaracuy.
3. Edad U-Pb de un olistolito granítico en la Capa de Peñones de Paragüito,
Formación Matatere, La Mesa, Lara.
4. Edad U-Pb del Complejo Yumare, cerro La Zurda. Yaracuy.
5. Edad U-Pb del Complejo El Guayabo, Yaracuy.
7. Edades de cristales detríticos de zircón en muestras de las formaciones
Aguardiente y Bobare, Lara.
8. Edades 40Ar-39Ar de muscovita de los esquistos de Aroa y Mamey.

Cristales de zircón del Complejo San Julián


9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

1. EDADES DE LA OFIOLITA DE SIQUISIQUE

1.1. EDADES 40Ar-39Ar EN. LLANADITAS, FALCÓN


Por Marvin BAQUERO, Franco URBANI, Sebastián GRANDE y Herbert FOURNIER

El sitio de Las Llanaditas se ubica al sur de Mapararí, una localidad a su vez


ubicada al sureste de Churuguara en Falcón centro-sur (Fig. 1). Allí afloran tres
pequeños cuerpos de rocas ígneas (Fig. 2), que forman parte de la Ofiolita de
Siquisique (URBANI et al. 2012b), junto a los cuerpos mayores de Los
Algodones, Yurí-Tinajitas-Chorrerones y El Limón (Fig. 1). En esta localidad las
rocas ígneas se encuentran en contacto de fallas de corrimiento con las
formaciones "La Luna" y Matatere, y pertenecen al conjunto de las denominadas
Napas de Lara, parcialmente cubiertas inconformemente por la Formación
Capadare.

Estas características diferencian a estas rocas ígneas, de las volcánicas del


centro de la cuenca de Falcón, que son pequeños cuerpos intrusivos en las
formaciones El Paraíso y Pecaya (BRUEREN 1949, MUESSIG 1978, 1979,
1984, MCMAHON 2001, ESCORIHUELA & RONDÓN 2002, GRANDE
2009).

Esta región fue cartografiada por primera vez por NATERA (1957) de la
Creole Petroleum Corporation a escala 1:50.000. Algunas muestras de este autor
fueron estudiadas petrográficamente por MARTÍN & BELLIZZIA (1958),
quienes identificaron un basalto alterado, con la presencia de labradorita
trasformada a sericita y calcita, clinopiroxeno alterando a clorita, epidoto y
óxidos de Fe, así como vetas secundarias de calcita y cuarzo.

Posteriormente la zona fue cartografiada por el Ministerio de Minas e


Hidrocarburos (BELLIZZIA & RODRÍGUEZ 1968) a escala 1.100.000. En
2006, Carelys Falcón (UCV) recorrió la localidad y tomó muestras de gabro y
basalto, cuyos análisis petrográficos están incluidos en REATEGUI (2011).

En 2010, Marvin Baquero colectó muestras para los estudios de geoquímica y


geocronología presentados en esta sección. El sitio de colección se ubica a 8 km
al SE de Mapararí, en la quebrada Las Llanaditas, con coordenadas UTM
459.331E, 1.189.589N (La Canoa, 19P) (Fig. 2). La muestra se identificó como
un basalto y presentó una mineralogía con predominio de cristales de plagioclasa

393
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

con textura de flujo y clinopiroxeno, así como una alta proporción de una matriz
no identificable por su carácter afanítico y fuerte alteración. También hay óxidos
de hierro y carbonatos en vetas. Todos los cristales de plagioclasa se encuentran
muy sausuritizados y carbonatizados, mientras que los de clinopiroxeno
presentan fuerte alteración a clorita, anfíbol (¿actinolita?) y también están
parcialmente carbonatizados, adicionalmente se identificó prehnita, indicativa de
metamorfismo de muy bajo grado pre-esquisto verde. Debido a su fuerte
alteración no se pudo identificar el tipo de clinopiroxeno presente.

Fig. 1. Mapa geológico generalizado y de ubicación de muestras de basalto de Las Llanaditas,


perteneciente a la Ofiolita de Siquisique. Simplificado de HACKLEY et al. (2006).

394
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 2. Mapa geológico de la zona de Las Llanaditas, estado Falcón. El asterisco ubica la
muestra analizada. Geología integrada por REÁTEGUI (2011) a partir de NATERA
(1957), BELLIZZIA et al. (1969) y Carelys Falcón (2006, inédito). Fragmento de las
hojas 6348-III- NE,SE,SO,NO (URBANI & GÓMEZ 2014). Leyenda: Kl (verde):
“Formación La Luna”, Ksgb (rosado): Ofiolita de Siquisique, sin diferenciar, Tem (marrón):
Formación Matatere III, Tmca (amarillo): Formación Casupal, Tmc: Formación Capadare.
Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

Métodos analíticos

Las muestras fueron preparadas por el Ing Geól. Marvin Baquero, en el Centro
de Investigaciones Geocronológicas (CPGeo-USP), una unidad
interdepartamental del Instituto de Geociencias de la Universidad de São Paulo,
Brasil.

Dada la alteración hidrotermal y granulometría fina de la muestra, no se pudo


separar minerales y los análisis se realizaron utilizando la roca total en gránulos
milimétricos. La preparación consistió en la reducción granulométrica de la
muestra hasta llevarla a un tamaño ideal entre 0,5 a 2 mm. Para ello, primero
debe ser retirada toda impureza o alteración de la superficie de la muestra.

395
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Seguidamente la muestra se colocó en un pilón de acero inoxidable donde se


trituró con un martillo y luego pasada por un juego de tamizes de 10-35 mallas y
un fondo. Después, la fracción concentrada (10-35) se colocó dentro de un
beaker de vidrio y se lavó con agua para eliminar restos de partículas finas
dejadas durante el proceso de tamizaje. Este proceso es repetido hasta que el
agua queda transparente, es decir, sin partículas en suspensión. Finalmente, el
material es humedecido con alcohol y colocado para su secado en una lámpara.

Los gránulos del basalto, fueron empaquetados con "papel" de aluminio puro y
colocadas en un contenedor cilíndrico de aluminio junto con el estándar de
biotita (FCT-3 con una edad 27,99 Ma, la cual sirve como monitor de
neutrones). Esta edad a su vez fue calibrada con un cristal de hornblenda
estándar (MMhb-1) con una edad aparente K-Ar de 520,4 Ma. Las muestras
junto con los patrones, fueron enviadas para irradiación al Reactor Nuclear
McMaster ubicado en la Universidad de McMaster, Ontario, Canadá.

Después de la irradiación, los análisis de 40Ar-39Ar por incremento de


temperatura fueron hechos en el Laboratorio de Geocronología de Argón de la
Universidad de Michigan. Se tomaron alícuotas de las muestras y de los patrones,
siendo colocadas en portamuestras de 2 mm de diámetro y de 1,5 mm de
profundidad hechos en una lámina circular de Cu. Luego, la lámina fue colocada
en una cámara de acero con un puerto de zafiro y horneada a una temperatura de
150ºC para “limpiar” las líneas de extracción y las muestras. Los patrones fueron
fundidos en un solo análisis, usando un láser de iones con el propósito de
obtener los valores de J necesarios para calcular las edades aparentes de las
muestras. Éstas fueron procesadas incrementando la temperatura sucesivamente
por pasos hasta su completa fusión.

Los gases extraídos fueron analizados con un espectrómetro de masas de gases


nobles de alta sensibilidad (VG1200S). Los isótopos de Ar fueron corregidos por
blancos en el sistema (análisis sin liberación de gases), y por contaminación
atmosférica e interferencia de neutrones inducidas. Las relaciones de Ca/K y
Cl/K de los minerales fueron calculadas a partir de los valores de 37Ar/39Ar y
38Ar/39ar respectivamente, usando las relaciones derivadas de los patrones. Los

análisis se realizaron por duplicado, utilizando dos fracciones diferentes de cada


muestra, calculándose las edades aparentes de gas total ("total gas age") y de
meseta ("plateau age").

396
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Resultados

Los análisis químicos del basalto de Las Llanaditas se presentan en la Tabla 1.


Para comparar estas muestras con otros basaltos (SiO2 entre 45 y 51%) de la
región Falcón y Lara, se recopilaron los análisis de otros autores, a saber: cuatro
muestras de los diques de Yaracuybare (datos de URBANI et al. 2012a), cinco de
la Ofiolita de Siquisique en la localidad de Los Algodones (datos de KERR et al.
2010) y 14 de los cuerpos instrusivos de Falcón central (datos de
ESCORIHUELA & RONDÓN 2002). La ubicación regional de estas
localidades puede verse en la Fig. 1.

En estas muestras, los componentes mayoritarios y elementos trazas que


resultaron comunes entre todos los autores citados son SiO 2, TiO2, Al2O3,
Fe2O3, MgO, MnO, CaO, Na2O, K2O, P2O5, Ba, Co, Rb, Sr, V, Y, Zn, Zr y
Nb. Con esta base de datos se elaboró un dendrograma (Fig. 3) en el cual se
muestra que la muestra L1 de Las Llanaditas aparece clasificada en un grupo
junto a todas las demás muestras de la Ofiolita de Siquisique, lo cual ratifica las
observaciones de campo. En el mismo dendrograma es interesante notar que las
muestras FC9 a 12, que corresponden al Cerro El Sol, son químicamente
diferentes al resto de las muestras de Falcón central, lo cual sugiere que en esta
región ocurrieron diversos pulsos magmáticos, lo cual pudiera ser un aspecto de
interés para futuras investigaciones.

La muestra tuvo una liberación de 39Ar muy irregular (figs. 4 y 5), de manera
que no es posible presentar una edad de meseta adecuada, resultando solo en
una edad de gas total menos confiable. Esta es una situación compleja, ya que
siendo en roca total, el 40Ar* puede residir en distintos minerales (plagioclasa,
clinopiroxeno) con distintas concentraciones y temperaturas de cierre, como de
hecho se muestra en los espectros de Ca/K y Cl/K. Haciendo una comparación
entre los espectros de edades y los de Ca/K y Cl/K derivados de los análisis, se
puede observar una gran correspondencia, desde los pasos de menor
temperatura hasta la fusión total de la roca. Esto indica que la liberación de
argón (40Ar* y 39Ar) durante los análisis, estuvo condicionada a la presencia de
distintas fases mineralógicas (relativamente pobres en K), cada una de ellas con
distintos aportes durante el incremento sucesivo de temperatura.

397
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Discusiones

Las edades aparentes entre c.43 y c.31 Ma obtenidas, corresponden al lapso


comprendido entre el Eoceno medio (Bartoniano) y el Oligoceno temprano
(Rupeliano). Estos resultados coinciden con el intervalo de edad postulado para
el emplazamiento de las Napas de Lara (e.g.: STEPHAN 1982, 1985; PINDELL
et al. 2005).

El cuerpo de Las Llanadidas pertenece a la Ofiolita de Siquisique que ha sido


datado por Andrew KERR y otros en 135,8±6,1 Ma (Berriasiense-Hauteriviense)
(ver sección 1.3. y el Capítulo 4). De manera que las edades paleógenas aquí
obtenidas representan eventos hidrotermales tardíos que actuaron sobre estas
rocas en condiciones de la facies prehnita-pumpellita, necesarias para la
formación de la prehnita visible en casi todas las muestras plutónicas y
volcánicas de la Ofiolita de Siquisique.

Tabla 1. Análisis químicos de dos muestras del basalto de Las Llanaditas,


estado Falcón. (Análisis por ICP-MS. Tomado de BAQUERO 2014).

398
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Tabla 2. Edades Ar-Ar del basalto de Las Llanaditas (BAQUERO 2014).


Muestra Ver resultados en Edad de gas total (Ma) (1σ)
Las Llanaditas, fracción 1 Fig. 4 35,15 ± 4,06
Las Llanaditas, fracción 2 Fig. 5 39,57 ± 3,25

* Promedio al cuadrado de las desviaciones ponderadas.

Fig. 3. Dendrograma utilizando la composición química de rocas basálticas de los estados


Falcón y Lara (método del vecino más lejano y distancia euclidiana al cuadrado). Muestras =
L1: basalto de Las Llanaditas, Y1 a Y4: diques de Yaracuybare, S1 a S5: Ofiolita de
Siquisique, FC1 a FC24: instrusivos de Falcón central. Nótese que la muestra L1 de Las
Llanaditas se agrupa junto a las muestras de Siquisique.

399
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 4. Gráficos para la determinación Fig. 5. Gráficos para la


de la edad Ar-Ar en la fracción 1. determinación de la edad Ar-Ar
Edad de gas total: 33,15±4,06 Ma. en la fracción 2. Edad de gas
total: 39,57±3,25 Ma.

400
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

1.2. EDADES 40Ar-39Ar DE LA OFIOLITA DE


SIQUISIQUE, LOS ALGODONES, LARA
Por Andrew KERR (Cardiff University).

A partir de una toma de muestras de basalto y gabro que realizamos en 2004


en la zona de Los Algodones, Andrew Kerr obtuvo edades Ar-Ar de las mismas
(KERR et al. 2008) a saber (Fig. 7):

Muestra Material analizado Tipo de datación Edad (Ma)


04AK19 Gabro Plagioclasa Edad de fusión total (máxima) 93,00 ± 1,62
04AK28 Gabro Plagioclasa Edad de meseta (aceptable) 94,71 ± 0,93
04AK20 Basalto Plagioclasa Edad de fusión total (máxima) 94,46 ± 0,90
04AK24 Basalto Matriz Edad de meseta (aceptable) 89,67 ± 0,74

Estas edades corresponden a eventos hidrotermales tardíos, ya que la edad de


cristalización del gabro ha sido determinada como Cretácico Temprano (ver
sección 1.3).

Fig. 7. Gráficos para la determinación de edades Ar-Ar en muestras de la Ofiolita de


Siquisique. Muestras 04AK19 y 28: gabro, 04AK20 y 24: basalto.

401
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

1.3. EDADES U-Pb DEL GABRO DE LA


OFIOLITA DE SIQUISIQUE
Por Andrew KERR, K. R. CHAMBERLAIN y Marvin BAQUERO

Los drs. Andrew Kerr y K. R. Chamberlain (A. Kerr, 2017, Universidad de


Cardiff, comunicación personal) estudiaron una muestra de gabro de la localidad
de Los Algodones. Utilizan cristales de baddeleyeita y zircón con una variedad de
técnicas de análisis, tanto in-situ como por molienda y extracción de zircón.
Concluyen que la edad del magmatismo es de 135,8±6,1 Ma (Berriasiense-
Hauteriviense), seguido por varios pulsos de actividad hidrotermal de alta
temperatura en c.119 y c.95 Ma (Aptiense-Cenomaniense) (figs. 9 y 10).
Previamente KERR et al. (2008) por Ar-Ar había determinado una edad de 95-90
Ma en muestras de basalto y gabro (ver sección anterior).

El Dr. Marvin Baquero (2017, com. pers.) extrae cristales de zircón de una
muestra de gabro colectada por Walter Reátegui en la zona de Chorrerones. El
análisis por el método U-Pb LA-ICP-MS aporta una edad de 117,6±5,6 Ma,
Aptiense, que solapa con la edad de los procesos de alteración hidrotermal de
alta temperatura postulada por Kerr y Chamberlain.

En resumen, la edad de cristalización del gabro es Berriasiense-Hauteriviense,


mientras que la edad paleontológica más joven disponible (~Aptiense-Albiense),
de SANDOVAL GUTIÉRREZ (2015), corresponde a un chert intercalado con la
roca volcánica del fondo marino, es decir del tope de la sección ofiolítica, que es
de esperar sea más joven que el gabro de origen profundo. Las interpretaciones
geodinámicas de esta edad pueden consultarse en el Capítulo 4

402
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Figura 9. Geocronología U-Pb de la Ofiolita de Siquisique. “Resultados con la técnica


SIMS [Secondary Ion Mass Spectrometry] in situ de una sola muestra de [gabro de]
Siquisique. Los datos de baddeleyitas (rojo) y de zircones anhedrales e irregulares aportan una
edad media ponderada de 135±6 Ma (barra verde). Se interpreta que los datos de los zircones
grandes, euhedrales y lisos reflejan un crecimiento durante un período de alteración hidrotermal
(de alta temperatura). Los análisis CATIMS [Chemical abrasion thermal ionization mass
spectrometry] de cristales de zircón (a la derecha) recuperadas del proceso de trituración y
separación reflejan una sola población de edades; dichos resultados podrían haberse
malinterpretado como la edad magmática en ausencia de imágenes de BSE [Backscattered-
electron] y datos SIMS in situ” (KERR & CHAMBERLAIN 2015, com. personal).

403
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Figura 10. Geocronología U-Pb de la Ofiolita de Siquisique. “Resumen de las medias


ponderadas correspondientes a edades SIMS in situ de cinco muestras de basalto y gabbro,
cristales de zircón (azul) y baddeleyita (rojo). El magmatismo es de c.136 Ma (barra verde)
basado en datos de cristales de zircón anhedrales y baddeleyita. Las dataciones Ar-Ar de estas
mismas muestras (barra amarilla) están en el extremo más joven de un período de alteración
prolongada o pulsada” (KERR & CHAMBERLAIN 2015, com. pers.).

404
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

2. EDADES DEL COMPLEJO SAN JULIÁN

2.1. EDADES 40Ar-39Ar y K-Ar EN MUSCOVITA DE


PEGMATITA, CANTERA DE FARRIAR, YARACUY
Por Franco URBANI, Marvin BAQUERO, Herbert FOURNIER, Sebastián GRANDE y
David MENDI

La cantera de Farriar es utilizada para obtener material de relleno a ser utilizado


para carreteras y proyectos habitacionales. Se ubica en el lado oeste de la
carretera Palmasola - Farriar, en coordenadas UTM 548.300E, 1.161.000N (zona
19P, datum WS84) (Fig. 11, punto verde) (MENDI et al. 2010b).

En la cantera aflora el Complejo San Julián (JAIMES 2012) y está cruzada por
numerosos diques y mantos de pegmatita granítica de espesores métricos (Fig.
12 y 13), así como diques graníticos de espesores decimétricos. La roca caja es un
esquisto que contiene cuarzo, biotita, muscovita y albita, con trazas de
feldespato-K, apatito, granate, zircón y opacos. La biotita define la foliación.

Se colectaron dos muestras para geocronología:


- Pegmatita, para extraer muscovita a ser datada por el método Ar-Ar y K-Ar.
- Dique granítico para edades U-Pb en zircón.

La pegmatita está constituida mayormente por cuarzo y feldespato-K (Fig. 12 y


13). En diferentes partes de los afloramientos a veces se presenta una alta
proporción de turmalina negra (chorlo) en cristales centimétricos (Fig. 14);
mientras que en otras, hay acumulaciones de muscovita en libros también
centimétricos (Fig. 15). Las evidencias de campo y microscópicas revelan que
tanto la roca caja como la pegmatita, han sido severamente cizalladas,
produciéndose en ella fuertes efectos de fragmentación-granulación.

Al microscopio, tanto los cristales de cuarzo como los de feldespato, que a


simple vista parecen cristales centimétricos únicos, están subgranulados a
tamaños de milimétricos a submilimétricos, también involucrados en textura
gráfica (Fig. 16). Los cristales de cuarzo presentan bordes suturados y fuerte
extinción ondulatoria, y se hallan a su vez microgranulados a tamaños de
décimas de mm; mientras que el feldespato potásico presenta efectos aún más
intensos de granulación con dominios de tamaños de centésimas de mm, y con
laminillas de sericita incluidas.

405
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 11. Ubicación de muestras para geocronología: Cantera de Farriar (punto verde) y gneis
granítico (punto rojo). Fragmento del mapa 6447 Aroa (URBANI & GÓMEZ 2013).

Los cristales de muscovita muestran efectos de plegamiento y maclado


polisintético por deformación, pero sin haber sido subdivididos en unidades de
menor tamaño (Fig. 18). Los cristales prismáticos de turmalina también se
muestran muy fracturados. A pesar del gran grado de cataclasis de los minerales,
sus minúsculos fragmentos triturados han recristalizado formando unidades
coherentes.

En algunos afloramientos de la pegmatita se observan zonas de dimensiones


decimétricas con gran abundancia de granate (espessartina, Mn 3Al2(SiO4)3,
identificado por difracción de rayos X (Fig. 17) que por su ocurrencia,
interpretamos como de origen primario durante la cristalización de la pegmatita y
no como producto de metamorfismo. La pegmatita puede clasificarse como
peralumínica.

Los métodos de geocronología Ar-.Ar corresponden a los ya indicados en al


sección correspondiente al basalto de Las Llanaditas. Pero en el caso particular

406
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

de la pegmatita de Farriar, las láminas de muscovita de 1 cm de diámetro se


separaron manualmente con una pinza, fueron reducidas de tamaño con un
tamiz de 40 mallas (420 μm). Los cristales fueron colocados en agua dentro un
beaker de vidrio y colocados en un ultrasonido con temporizador marcado para
10 minutos. Luego el material fue humedecido en alcohol y colocado para su
secado en una lámpara. Esta fracción se usó para la extracción de argón (Ar),
cortándose a un tamaño final cercano a 1 mm2 para poder ajustarlas al porta-
muestras. Mientras que para el análisis de K, se tomó una alícuota del material
preparado en el paso anterior y fue reducida a polvo, usando un mortero de
ágata. La concentración de K fue determinada por fluorescencia de rayos X por
dispersión por longitud de onda.

Los análisis Ar-Ar se realizaron por duplicado, utilizando dos fracciones


diferentes de la muestra, calculándose las edades aparentes de gas total ("total gas
age") y de meseta ("plateau age"). La muestra de muscovita también fue analizada
por el método de K-Ar convencional en el CPGeo-USP.

Los resultados de la muscovita son muy confiables dado que las curvas de
emisión de Ar (figs. 19 y 20), muestran un patrón muy uniforme de liberación
del 39Ar, permitiendo una buena concordancia entre las edades de meseta y de
gas total.

Fig. 12. Vista panorámica de la parte oeste de la cantera. La roca blanca de espesores métricos
corresponde a pegmatita y la roca oscura es un esquisto biotítico. La flecha roja ubica la
muestra de la pegmatita datada por Ar-Ar. La flecha azul ubica los diques de granito datados
por U-Pb. Fotografía de 2010.

407
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 13. Detalle de diques de pegmatita.

Fig. 14. Cristales de turmalina (chorlo).

408
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 15. Libros de muscovita y feldespato-K con textura gráfica.

Fig. 16. Feldespato potásico con textura gráfica.

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9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 17. Cristales de granate en la pegmatita.

Fig. 18. Fotomicrografía de la pegmatita de Farriar. A la izquierda se observa cuarzo


granulado con bordes suturados. En el centro la muscovita con maclas polisintéticas generadas
por la fuerte deformación de la roca y que cruzan el clivaje del mineral. Arriba a la derecha se
observa feldespato–K intensamente granulado, con dominios del orden de centésimas de
milímetro. Ancho de la imagen: 1 mm.

410
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

A fin de interpretar el significado de estas edades aparentes, se calculó las


temperaturas de cierre siguiendo la ecuación de DODSON (1973). Dado que el
tamaño de los cristales de muscovita es necesario para estos cálculos, con lupa
binocular se midieron 12 libros de muscovita, obteniéndose un resultando de
1,7±0,3 mm (1σ) de diámetro (donde el error en la dimensión es la desviación
estándar con n=12). Adicionalmente se usaron los parámetros de difusión de
40Ar* para la muscovita de HAMES & BOWRING (1994) y se asumió una tasa

de enfriamiento (TE) lenta, resultando en las siguientes temperaturas de cierre


dodsonianas:

1) 446±8ºC (1σ) para una TE de 15±3ºC/Ma;


2) 439±8ºC (1σ) con una TE de 10±2ºC/Ma, y
3) 426±7ºC (1σ) asignando una TE de 5±1ºC/Ma.

Los errores en la TE se han asumido arbitrariamente, mientras que los errores


en la temperatura son calculados a partir de los errores de todas las variables y
constantes. En forma general puede decirse que la temperatura de cierre
dodsoniana del sistema isotópico de Ar en esta muscovita, es del orden de 435
ºC. Las edades aparentes Ar-Ar se presentan en la Tabla 4. y los resultados K-Ar
en la Tabla 5.

Tabla 4. Dataciones Ar-Ar de las muestras de muscovita de la pegmatita de


Farriar. (Cortesía de M. Baquero).

Tabla 5. Edad K-Ar de muscovita de Farriar (Cortesía de M. Baquero).

411
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 19. Gráficos para la determinación Fig. 20. Gráficos para la determinación de
de la edad Ar-Ar en la muscovita de la edad Ar-Ar en la muscovita de Farriar
Farriar (fracción 1). (fracción 2).
Edad gas total: 26,32 ± 0,23 Ma. Edad gas total: 25,52±0,33 Ma.
Edad de meseta: 26,44 ± 0,20 Ma. Edad de meseta: 25,82±0,18 Ma.

412
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

2.2. EDAD U-Pb DE UN DIQUE GRANÍTICO,


CANTERA DE FARRIAR, YARACUY
Por Marvin BAQUERO, Víctor VALENCIA, Sebastián GRANDE y David MENDI.

En la misma cantera de Farriar, hay diques graníticos de espesores


decimétricos (Fig. 21), que se clasifican como sienogranito (Tabla 6). La roca caja
está muy deformada, plegando incipientemente a los diques. Las estructuras
penetrativas muy visibles en la roca caja esquistosa, también afectan
angularmente al contacto del dique, produciendo una leve pero visible estructura
gnéisica en el mismo.
En la zona de contacto entre ambas rocas se observa una zona de reacción de
color negro de espesores milimétricos, constituidas por biotita casi pura. Tanto
en el afloramiento como en la muestra de mano, el granito tiene una incipiente
foliación pudiéndose clasificar como un gneis granítico. Petrográficamente
corresponde a un sienogranito.
La figs. 22 a 24 muestran los resultados geocronológicos por LA-ICP-MS
(cortesía de Marvin Baquero y Víctor Valencia), indicativos de cristalización del
granito en 492,38 (+7,98; -9,85) Ma, con una población de cristales heredados
de que llegan hasta 2.150 Ma.

Fig. 21. Diques de granito intrusivo en el esquisto biotítico. La flecha roja muestra el lugar
donde se colectó la muestra datada.

La pegmatita y el dique de granito de Farriar, son intrusivos en rocas


metasedimentarias del Complejo San Julián, una unidad hasta el momento con

413
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

muy poco control geocronológico, pero de la cual se disponen de algunas edades


obtenidas por isócronas Rb-Sr, así como de U-Pb en cristales de zircón de
granitoides incluidos, y que abarcan desde el Pérmico al Cámbrico.
El metamorfismo a que fue sometida la unidad en tiempos pre-mesozoicos, es
variable regionalmente desde la facies de la anfibolita epidótica hasta la facies de
la anfibolita (sillimanita) (ver sección 2.8.2), con una última fase metamórfica
regional retrógrada en la facies del esquisto verde (clorita), derivada del evento
de acreción de napas y terrenos en la parte central del país, es decir del ciclo
Caribeño. Según el modelo de PINDELL et al. (2005) se estima que tal acreción
de terrenos ocurrió entre mediados del Eoceno hasta inicios del Oligoceno
tardío para la región central del país, para luego instalarse un sistema
transpresivo con una serie de fallas dextrales con rumbos NO-SE y E-O, lo que
permitió la mayor exhumación de la Cordillera de la Costa.

Discusiones sobre las edades de los diques de la Cantera de Farriar

La pegmatita de Farriar es litológicamente muy similar a un gran cuerpo de


pegmatita en la localidad de Vallecito, que forma parte del plutón del
Metagranito de Guaremal (URBANI 1969, GRANDE 1982). En 1981 el autor
pudo observar en el río Canoabo (un sitio intermedio entre Guaremal y Farriar),
una localidad donde afloraban grandes cuerpos de pegmatita con muscovita y
turmalina, semejantes los de Vallecito y Farriar, pero hoy día están cubiertos por
la represa existente sobre tal río.

El dique granítico de Farriar aporta una edad de cristalización de 492,4 (+8,0; -


10,0) Ma (Cámbrico superior)(Figs. 22 a 24), equivalente a la del Metagranito de
Guaremal (501±25 Ma, U-Pb, TIMS, SISSON et al. 2005) que también es
intrusivo en el Complejo San Julián. Otra edad similar es la del Granito de El
Mogote en el macizo de El Baúl, Cojedes (493,8±5,2 Ma, U-Pb, SHRIMP,
VISCARRET 2009, VISCARRET et al. 2009).

La pegmatita simple y el dique de granito, provienen de un magma granítico


peralumínico y anatéctico tipo “S” correspondientes al ciclo Tacónico
(Celedoniano). La temperatura dodsoniana calculada en el orden de 435ºC se
ajusta las condiciones finales del evento magmático, propio de las condiciones de
formación de pegmatitas.

414
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

La edad Ar-Ar de ~26 Ma (Oligoceno medio) para la muscovita de la


pegmatita, se ajusta a la edad de los eventos de tectonismo-cizallamiento de
emplazamiento de napas en el Terciario, según PINDELL et al. (2005).

Tabla 6. Composición química del dique de granito (Cortesía de M. Baquero).

Fig. 22. Diagrama concordia para la muestra del dique granítico de Farriar.

415
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 23. Gráficos de distribución de edades del dique granítico de Farriar.

Fig. 24. Gráfico con el algoritmo “TuffZirc".

416
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

2.3. EDADES U-Pb DEL COMPLEJO SAN JULIÁN,


CERRO SALSIPUEDES, YUMARE
Por Franco URBANI, James WRIGHT (Univ. Georgia, USA),
Sebastián GRANDE y David MENDI

Para datación fue procesado un gneis cuarzo - plagioclásico - micáceo (Fa-15)


colectado en el cerro Salsipuedes (ubicación en Fig. 25). La escogencia de esta
muestra se debió a que en sección fina se observaron cristales de zircón
redondeados, grandes y en una concentración mayor a otras rocas de la región.

La roca es de naturaleza metasedimentaria. Está muy cizallada pudiéndose


clasificar como una cataclasita, con un 30% de porfidoclastos de plagioclasa de
1-2 mm de diámetro, que a menudo exhiben bordes triturados con textura de
mortero, rodeados por granos de plagioclasa más pequeños.

Fig. 25. Cerros de La Zurda y Salsipuedes (hoja 6448-II-SE). La sigla Fa15* indica la
localización de la muestra analizada por geocronología U-Pb. Leyenda. Qal: Aluvión,
Cuaternario; Qt: Terrazas, Cuaternario; Tca: Formación Casupal, Mioceno; Tcd: Formación
Capadare, Mioceno; Tem: Formación Matatere, Eoceno medio; Kl: "Formación La Luna",
Cretácico Tardío; Klz: Metagabro de La Zurda, Cretácico?; Psj: Complejo San Julián,
Paleozoico; Xy: Complejo Yumare (Xy2: charnockitas), Neoproterozoico.

417
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

La mineralogía consiste en cuarzo (39%), feldespato-K (1%), plagioclasa


(44%), biotita (9%), muscovita (4%), opacos (3%) y trazas de apatito y zircón.

La plagioclasa es del tipo oligoclasa (An14), moderadamente alterada a epidoto


y sericita, y contiene pequeñas inclusiones de biotita.

Los minerales micáceos rodean a los porfidoclastos de plagioclasa y a


agregados de cuarzo poligonalizado, siendo éste un posible producto de
trituración de granos de cuarzo previos de 2-3 mm de diámetro, este cuarzo
policristalino tiene bordes de rectos a suturados. El zircón está presente en las
bandas micáceas. Es difícil establecer un protolito para esta roca, pudo ser una
grauvaca feldespática, o una tonalita. Considerando a la muestra aisladamente la
facies metamórfica aparentemente es esquisto verde (biotita), aunque asociada a
esta litología en el mismo cerro de Salsipuedes se hallan rocas de la facies de
anfibolita epidótica, quizás su composición química no permitió la formación de
minerales diagnósticos como barroisita o granate, pero el contenido de An un
poco elevado de la plagioclasa pudiera ser indicativo de una facies inicial de
mayor grado que la del esquisto verde.

De la muestra se extrajeron los cristales de zircón y 12 de ellos fueron


analizados por el método U-Pb, en un equipo SHRIMP-RG en la Universidad de
Stanford, siguiendo los protocolos analíticos y de preparación de muestras
expuestos en VISCARRET et al. (2009). Los cristales tienen morfología de
“pelota de fútbol”, con 150 a 250 μm de diámetro.

Los puntos analizados (círculos negros en fig. 27) por la microsonda SHRIMP
(Tabla 7) corresponden tanto a núcleos, como a sobrecrecimientos, y aportan
edades entre 1.060 y 855 Ma (Fig. 26), que corresponde al intervalo del orógeno
grenvilliano, de manera que inclusive los núcleos fueron reiniciados e su reloj
isotópico por un metamorfismo de alta temperatura. La edad calculada con el
algoritmo "TuffZirc" (cortesía de Marvin Baquero) aporta una edad de 945,4
(+19,9; -19,5) Ma, pero probablemente no muy significativa por haberse
calculado por un grupo coherente de tan solo 5 granos del total de 12.

La muestra en sí, ha sido afectada por un metamorfismo no mayor a la facies


de la anfibolita epidótica, es decir a temperaturas menores a las necesarias para
alterar en reloj isotópico de los zircones detríticos. En consecuencia en la cuenca
fuente del protolito, debieron aflorar ya sea unidades del orógeno Grenville-
Putumayo, o rocas sedimentarias posteriores que ya contuviesen zircones de esta
edad. Con esta información al menos en la zona de estudio, el Complejo San

418
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Julián ha de considerarse de edad post-grenvilliana, para ser subsecuentemente


metamorfizado a la facies de la anfibolita epidótica (o esquisto verde, biotita) en
algún ciclo orogénico Paleozoico.

Tabla 7. Datos analíticos U-Pb en cristales de zircón de la muestra Fa-15.

Fig. 26. Diagramas de dataciones de la muestra Fa.15 del Complejo San Julián.
Elaborados con Isoplot (LUDWIG 2008).

419
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Figura 27. Imágenes de cátodo-luminiscencia de los cristales de zircón datados por U-Pb.
Muestra Fa-15 del Complejo San Julián. Los círculos negros indican los sitios exactos de los
impactos del haz de iones del equipo SHRIMP-RG.

420
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

2.4. EDADES U-Pb DE UN GNEIS GRANÍTICO DEL


COMPLEJO SAN JULIÁN,
ENTRE ALBARICO Y CRUCITO, YARACUY
Por Uwe MARTENS, Franco URBANI, Sebastián GRANDE,
David MENDI y James PINDELL

La muestra fue colectada en la quebrada adyacente a la carretera entre los


poblados de Albarico y Crucito, estado Yaracuy (Fig. 11, punto rojo).

La muestra colectada (Ya-2013-01) es un gneis granítico de grano medio muy


uniforme (Tabla 8). Al microscopio es inequigranular, con porfidoclastos
centimétricos de feldespato alcalino y plagioclasa embebidos en una matriz de
cuarzo, plagioclasa y micas finamente triturada (Fig. 28A,B). El mineral máfico
es biotita, a veces alterada o asociada con muscovita, que se presenta en hojuelas
grandes que definen una foliación lepidoblástica y también como cristalitos
triturados (Fig. 28C). Notorias son las inclusiones de allanita en la biotita, que
presentan coronas de epídoto a su alrededor (Fig. 28D). Se puede clasificar como
gneis granítico porfidoclástico o gneis granítico milonítico, aunque no se ha
desarrollado debidamente la textura “augen”. Algunos porfidoclastos de
feldespato alcalino están fracturados transversalmente y las fracturas están
rellenas de cuarzo microcristalino (Fig. 28A). Estos cristales son levemente
pertíticos y presentan maclado tipo Carlsbad, con frecuentes inclusiones de
plagioclasa muy sericitizada y algunas de cuarzo. La plagioclasa forma
porfidoclastos algo triturados, sericitizados y maclados, con bordes irregulares
(Fig. 28B). Algunos porfidoclastos son de cuarzo, pero en general este mineral
conforma, junto con micas finamente divididas, la matriz cataclástica de la roca
(Fig. 28A-C). La muestra se clasifica como un meta-sienogranito
porfidoclástico.

Tabla 8. Composición mineralógica de la muestra Ya-13-01

421
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Los cristales de zircón son subhedrales y sus tamaños están en el intervalo de


100–200µm (Fig. 29). Las imágenes de cátodo-luminiscencia (CL) muestras
zonación oscilatoria sugiriendo que la muestras se formó por procesos
magmáticos. Algunos cristales muestras bordes metamórficos que son más
brillantes bajo CL que las zonas ígneas. Los 34 puntos analizados muestran una
distribución de edades muy compleja, con varios grupos identificados (Fig. 30):

Fig. 28. Meta-sienogranito porfidoclástico, Complejo San Julián, NO de Yaracuy. Ya-13-01.


A: Porfidoclasto de feldespato-K con maclado tipo Carlsbad (MC), fracturado transversalmente
y levemente pertítico. El cristal se muestra algo triturado, con bordes irregulares y reentrantes,
las microfracturas (FR) están rellenas de una matriz cataclástica fina de cuarzo y micas (Mtz),
NC. B: Porfidoclasto de plagioclasa, con maclado tipo Albita, bastante sericitizado (Pl-Ser),
en una matriz cataclástica de cuarzo y micas trituradas (Mtz), NC. C: Agregado
lepidoblástico de biotita (Bi) y muscovita (Mu) rodeado por una matriz de cuarzo xenoblástico,
que la parte superior izquierda está finamente triturado, NC. D: Sección basal de una hojuela
de biotita mostrando inclusiones de allanita (All) con coronas de epídoto (Ep).

422
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

- Un primer grupo corresponde a bordes metamórficos que aportan una edad


concordante de ca. 293 Ma (Pérmico Temprano) Un segundo grupo de textura
similar aportó una edad de ca. 321 Ma (Carbonífero superior). Estos bordes
tienen una relación Th/U entre 0,01 y 0,02 (bajo) y alta concentración de U
probablemente sugerente de un evento metamórfico que involucró fusión
parcial. El patrón de REE está enriquecido en HREE y muestra anomalía
negativa de Eu. La abundancia de HREE alcanza 10 4 veces la de valores de
condrito. Dado que no hay disminución de las concentraciones de HREE, la
tendencia observada puede ser indicativa que no hubo cristalización de granate
simultáneamente con los bordes de zircón durante el metamorfismo.

- El diagrama de Concordia (Fig. 30) también muestra dos agrupaciones


adicionales cerca de ca. 388 Ma (Devónico Medio) y ca. 355 Ma (Carbonífero
inferior). El grupo de edad Carbonífero muestra gran variación en las relaciones
Th/U (0.019-0.19) y las concentraciones de U varían entre 1255 ppm y 6733
ppm. Estos análisis corresponden mayormente a bordes de las imágenes de CL,
pero algunos corresponden a zonas ígneas con zonación oscilatoria.

Los análisis con edades de ca. 380 Ma también muestran gran variación en
Th/U (de 0,015 a 0,28) y U = 920 – 4.186 ppm. Sin embargo, esta variación es
menor que en el grupo de ca. 350 Ma. Las imágenes CL revelan tanto zonas
internas ígneas como bordes de edades similares.

Los patrones de REE de ambos grupos de zircones son muy similares con
HREE enriquecido de 102 (Tb) a 104 (Lu) veces los valores de condrito. Las
anomalías negativas de Eu son más pronunciadas en los zircones carboníferos
sugiriendo que la plagioclasa, que secuestra Eu estaba creciendo al mismo
tiempo que el zircón.

Estas dos edades las interpretamos como representativas de eventos


magmáticos. Es posible que uno o ambos eventos magmáticos estén sólo
registrando producción de fundidos parciales durante el metamorfismo, de ahí la
variabilidad de las relaciones Th/U.

- La muestra también incluye dos granos con núcleos heredados de ca. 429 Ma
(Silúrico Medio) y ca. 406 Ma. (Devónico Temprano). Estas edades concuerdan
con algunas ya identificadas en los Andes de Mérida (VAN DER LELIJ et al.
2011, 2013) y en las montañas Maya que estaban adyacentes a Venezuela en el
Permo-Triásico, previo al rifting del Jurásico.

423
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

- Finalmente un grano con una edad aparente de ca. 200 Ma fue desechado, ya
que contiene la mayor concentración de U y posiblemente refleje pérdida de Pb
debido a metamictización.

Una posible interpretación es que las poblaciones de ca. 380 Ma y ca. 350 Ma
representen la edad del inicio de la cristalización del plutón y subsiguiente fusión
parcial. Mientras que los grupos concordantes de ca. 320 Ma y ca. 290 Ma
pueden representar eventos metamórficos que parcialmente recristalizaron a los
zircones.

Las edades Silúrico medio (ca. 429 Ma), Devónico Temprano (406 Ma),
Devónico Medio (388 Ma), Carbonífero (ca. 355, ca. 321 Ma) y Pérmico
Temprano (ca. 293 Ma) obtenidas en esta muestra no habían sido previamente
registradas en ninguna de las pocas edades previas U-Pb para el Terreno Ávila.
Por consiguiente mucho más trabajo petrológico, geoquímico y especialmente
geocronológico es necesario para dilucidar la historia magmática y metamórfica
de este terreno.

424
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 29. Imagen de cátodo-luminiscencia de los cristales de zircón de la muestra Ya-2013-01

425
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 30. Diagramas de dataciones U-Pb de la muestra Ya-2013-01.

Discusiones sobre la edad del Complejo San Julián

- Se analizaron muestras de diques graníticos ubicados en la cantera de Farriar,


Yaracuy, los cuales intrusionan rocas metasedimentarias del Complejo San Julián.
La edad Ar-Ar de grandes cristales de muscovita de una pegmatita aporta una
edad de ca.25-27 Ma, la cual se interpreta como correspondiente al evento de
apilamiento de terrenos en el norte del país, lo cual avanzó diacrónicamente
hacia el este, indicando que ocurrió en el Oligoceno tardío para esta región.

-Por otra parte un dique de sienogranido aportó una edad de cristalización de


492,4 (+8,0; -10,0) Ma, pero mostrando la presencia de cristales de zircón
heredados, con edades que llegan hasta 2.150 Ma.

426
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

- Una muestra de gneis granítico aflorante entre Albarico y Crucito, Yaracuy,


cartografiado como Complejo San Julián por JAIMES (2012), presenta una
distribución muy compleja de edades individuales. La interpretación más factible
con el grado de conocimiento actual, es que las poblaciones de ca. 380 y ca. 350
Ma (Devónico-Mississipiano) representen la edad del inicio de la cristalización
del plutón y subsiguiente fusión parcial. Mientras que los grupos concordantes
más jóvenes de ca. 320 y ca. 290 Ma (Pennsilvaniano-Pérmico temprano)
pueden representar eventos metamórficos que parcialmente recristalizaron a los
zircones. También presenta edades Silúrico medio (ca. 429 Ma) y Devónico
Temprano (ca. 406 Ma). Ninguna de estas edades habían sido previamente
registradas entre las pocas edades previas U-Pb para el Terreno Ávila. Por
consiguiente mucho más trabajo petrológico, geoquímico y especialmente
geocronológico es necesario para dilucidar la historia magmática y metamórfica
de este terreno.

- Una roca metasedimentaria del Complejo San Julián colectada en el cerro


Salsipuedes al norte de Yumare, fue analizada por microsonda SHRIMP-RG.
Tanto los núcleos como los sobrecrecimientos de los cristales de zircón, aportan
edades entre 1.060 y 855 Ma (n = 11) que corresponden al intervalo del ciclo
Grenville-Putumayo. Esto trae como consecuencia que probablemente el
sedimento se depositó en una cuenca marina a fines del Neoproterozoico o
principios del Paleozoico, para ser metamorfizado en alguno de los ciclos
paleozoicos (“Caledoniano” o “Herciniano”).

El Terreno Ávila es el que tiene la mayor distribución areal de la Serranía del


Litoral de la Cordillera de la Costa. Este terreno está constituido mayormente
por el Complejo San Julián, el cual tiene muy poco control geocronológico.
Dentro del Terreno Ávila hay varios cuerpos de metaplutónicas félsicas a
intermedias que han sido datados, como el Granito de Guaremal, Metadiorita de
Todasana, Gneis de Choroní, y un dique de trodhjemita cerca de Cata (Aragua)
todas con edades en el intervalo 512 - 471 Ma (Cámbrico Tardío - Ordovícico
Temprano, U-Pb zircon, SISSON et al. 2005, URBANI et al. 2008). Todos estos
cuerpos son intrusivos en el Complejo San Julián, de protolito mayormente
metasedimentario. Con esta información previa, más la aportada en el presente
trabajo, puede concluirse que el Complejo San Julián (al menos en la zona de
Yaracuy y Carabobo) probablemente está constituido por sedimentos
depositados entre fines de la orogénesis Grenville-Putumayo y principios del
Paleozoico, siendo luego intrusionados por granitoides del Paleozoico temprano.
Posteriormente el conjunto de metasedimentarias-granitoides fue afectado por la
fase metamórfica del Paleozoico tardío (ciclo Herciniano). Para luego durante el

427
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

ciclo Caribe también ser perturbados retrógradamente en la facies de esquisto


verde (clorita).

Discusiones sobre la edad del Complejo Yumare

La datación obtenida en una cuarzo-monzonita charnockítica del macizo La


Zurda están en el intervalo de 1.150-873 Ma, calculándose una edad de 919 +5/-
8 Ma (Neoproterozoico) como la mejor aproximación de la edad de
cristalización. Esta es la primera vez que se obtiene una edad para esta
importante unidad, que había llamado la atención desde los trabajos pioneros de
BELLIZZIA et al. (1968), cuando por la presencia de anortosita titanífera
acertadamente había sido considerada como precámbrica, lo cual queda
confirmado en este trabajo. Estas edades coinciden con la orogénesis Grenville-
Putumayo. Mayores consideraciones se muestran en el Capítulo 6.

3. EDAD U-Pb DE UN OLISTOLITO GRANÍTICO EN


LA CAPA DE PEÑONES DE PARAGÜITO, FORMACIÓN
MATATERE, LA MESA, ESTADO LARA
Por James WRIGHT, Patxi VISCARRET, Franco URBANI y David MENDI

En septiembre 2007 se realizó un reconocimiento geológico en la zona del


caserío La Mesa, al norte de Aregue y Carora (Fig. 31). Allí, dentro de la
Formación Matatere y adyacente al contacto de falla de corrimiento con la
Formación Castillo, se pudo distinguir un nivel con peñones de granito y de
caliza del tipo La Luna y Cogollo, con dimensiones decimétricas a métricas
embebidos en lutita, con un espesor total no mayor de 50 m. Probablemente este
nivel sea correlacionable con la Capa de Peñones de Paragüito.

Entre los elementos incluidos de este nivel, destaca un bloque de granito de 1,5
m de diámetro que presenta fracturas que están rellenas por caliza negra parecida
a la Formación La Luna (Fig. 32 y 33) (en la cual se identificó el foraminífero
Hedbergella sp., Max FURRER, 2007, com. pers.). En consecuencia el granito no
es intrusivo en la caliza (no hay metamorfismo de contacto; interpretándose que
el granito fue transportado por algún flujo caótico, a la cuenca sedimentaria de la
posterior Formación La Luna y al quedar rodeado del lodo carbonático, éste

428
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

rellenó sus fracturas. Luego de la litificación de la Formación La Luna, ambas


litologías (caliza y granito) quedan integradas como un todo, y para el Eoceno
temprano a medio, las rocas del margen pasivo son levantados a través del alto
periférico (forbulge) y a su vez se constituyen en fuente de peñones, que se
incorporan en la cuenca antepaís (surco de Barquisimeto), pero ahora se
encuentran rodeados por los sedimentos flysch de la Formación Matatere.

Fig. 31. Ubicación de olistolito de granito (círculo rojo) en la Formación Matatere. Leyenda:
Marrón: Formación Matatere; Amarillo: Formación Castillo; Blanco: Cuaternario.
Fragmento del mapa geológico 6147-II-SE La Mesa (URBANI & GÓMEZ 2013).
Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

En la muestra de granito La-1509D (Fig. 34), se identifica cuarzo, plagioclasa,


feldespato- K, biotita, clorita, sericita, calcita y opacos. La plagioclasa
(oligoclasa?) está muy transformada a sericita y se notan escasas reliquias de
maclas de albita. El feldespato-K es pertítico e igualmente está muy alterado a
sericita y calcita y aparece en agregados finamente granulados. La biotita está casi
totalmente convertida a clorita. No se observan alineaciones minerales, ni

429
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

superficies penetrativas. Las transformaciones mineralógicas observadas son de


origen hidrotermal. Un análisis modal (300 puntos) dirigido a determinar el
volumen de los minerales primarios pre- transformaciones, arrojó los siguientes
resultados: cuarzo: 35%, feldespato-K: 28%, biotita: 19%, plagioclasa: 18%, lo
que permite clasificar a la roca como un monzogranito.

Fig. 32. Bloque de granito donde se observa que caliza tipo Formación La Luna penetra en
sus fracturas y los contactos son abruptos. Muestra La-1509D.

Fig. 33. Bloque de granito donde se observa que la caliza de la Formación La Luna penetra
en sus fracturas y los contactos son abruptos. Muestra La-1509D.

430
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 34. Fotomicrografía con polarizadores cruzados del contacto entre el granito (derecha) y
la caliza (izquierda). El granito muestra mucha sericitación y la biotita está cloritizada.
Muestra La-1509D. El ancho de la imagen es de 3,2 mm.

Cinco kilogramos de la muestra se enviaron al Laboratorio de Estudios


Orogénicos del Departamento de Geología de la Universidad de Georgia, USA,
donde el Dr. Patxi Viscarret procedió a la extracción de cristales de zircón, para
luego ser analizados para geocronología U-Pb con un equipo SHRIMP-RG
(Sensitive High Resolution Ion Micro Probe - Reverse Geometry) de la
Universidad de Stanford. Los métodos utilizados en la preparación de la
muestra, los protocolos instrumentales y los procedimientos de cálculo de
edades, pueden consultarse en VISCARRET (2009). Los resultados analíticos se
presentan en la Tabla 9 y, utilizando el diagrama concordia Terra-Wasserburg
(Fig. 35) se obtiene una edad de cristalización de 455 (+12, -11) Ma, que
corresponde al Ordovícico Tardío.

A título comparativo, en el trabajo de BURKLEY (1979) se presentan


determinaciones de edades U-Pb en cristales de zircón de 43 muestras de
unidades graníticas de los Andes de Mérida. La mayoría de las edades abarcan del
Ordovícico al Devónico. Para el Ordovícico Tardío se encuentran los granitos
de El Cambur, Quiu, Estanques, Timotes, La Idea, La Soledad, Canagua y
Batatuy. La muestra datada en este trabajo se asemeja petrográficamente a varias
de las muestras descritas por BURKLEY (1979: 147-150), con aproximadamente
las mismas proporciones de cuarzo, feldespatos y biotita, igualmente con las
mismas transformaciones hidrotermales tardías a sericita y clorita.

431
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

En estudios geocronológicos recientes de los Andes de Mérida (estados


Trujillo y Mérida), BROWN (2012) encuentran que hay dos ciclos de intrusiones
graníticas: Ordovícico-Silúrico y Triásico. Esto apoya la idea que el bloque de
granito incluido en la Formación Matatere, es un granito "Caledoniano" que
formó parte de los terrenos peri-Gondwana alrededor del cratón Amazónico-
Guayana y, hoy día expuestos en las cordilleras Oriental de Colombia y Andes de
Mérida.

Discusiones
Con base a un amplio trabajo geocronológico en los Andes de Mérida y el
macizo de Santander, VAN DEL LELIJ et al. (2013) interpreta la existencia de
un incipiente arco magmático comenzó en ca. 500 Ma simultáneamente con un
metamorfismo Barroviano. Las condiciones pico de metamorfismo en la parte
superior de la facies de anfibolita está registrado por anatexis a cerca de ca. 477
Ma y la intrusión granitoides sintectónicos hasta ca. 472 Ma, puede haber sido
impulsado por el aumento de acoplamiento entre la corteza oceánica en
subducción del océano de Iapetus y la suprayacente corteza continental. Una
retrogresión subsecuente culminó con retro- arco o extensión intra-arco en ca.
453 Ma, cuando tobas volcánicas interdigitadas con sedimentarias se depositaron
sobre el basamento en facies de la anfibolita. El magmatismo del arco
continental disminuyó después de ca. 430 Ma y culminó en ca.415 Ma, en forma
coeval la mayor parte del margen oeste de Gondwana, posiblemente como
resultado del cambio de las tasas de convergencia entre la placa en subducción y
el suprayacente margen continental. Luego de la amalgamación de Pangea en el
Carbonífero tardío y Pérmico Temprano, se desarrolla un arco magmático en el
margen oeste en ca. 294 Ma como resultado de la subducción de la cortreza
oceánica del paleoocéano Pacífico. Intermitentemente un magmatismo de arco
ocurrió entre 294 y 225 Ma seguido por el inicio del ciclo de subducción Andino
en ca.213 Ma en un regimen extensional. La extensión fue acompañada por un
retroceso de placa (slab roll-back) que llevó a la migración del eje del arco a la
Cordillera Central de Colombia para el Jurásico Temprano (VAN DER LELIJ et
al. 2013).

Con base al anterior modelo geodinámicos, el plutón granítico original del cual
se originó el olistolito aquí datado como Ordovícico Tardío, .se formó en las
condiciones indicadas en la Fig. 53 (flecha verde).

432
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 35. Diagrama concordia Terra-Wasserburg con los análisis individuales de cristales de
zircón extraídos del bloque de granito La-1509D, localidad de La Mesa. Se obtiene una edad
Ordovícico Tardío.

Tabla 9. Datos analíticos de los cristales de zircón analizados por el método


SHRIMP-RG. Muestra La-1509D.

433
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 53. Secciones esquemáticas de la evolución del norte de los Andes en el Paleozoico
inferior, ilustrando el cambio en el régimen geodinámico (VAN DEL LELIJ et al. 2013).
AF: Falla de Apure, CB: Bloque Caparo, MA: Andes de Mérida, SM: Macizo de
Santander. Direcciones cardinales según las coordenadas de hoy día. La falla de Apure pudo
ser el límite aparente de la deformación del Paleozoico inferior en Venezuela. La flecha verde
indica el tiempo y las condiciones geodinámicas donde pudo cristalizarse el granito, encontrado
como un olistolito dentro de la Formación Matatere III, cerca del caserío La Mesa, norte de
Carora.

434
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

4. EDAD U-Pb DEL COMPLEJO YUMARE, CERRO LA


ZURDA, YUMARE
Por Uwe MARTENS, Franco URBANI, Sebastián GRANDE,
David MENDI y James PINDELL

El Complejo Yumare aflora en los cerros San Quintín y La Zurda, al norte de


Yumare, Yaracuy (Fig. 36), consiste en la asociación (fragmentada) Anortosita -
Mangerita - Charnockita - Granito. Debido a las asociaciones metamórficas de
alto grado, GRANDE & URBANI (2009) sugirieron que este Complejo podría
tener afinidad grenvilliana, lo cual ahora se confirma con la edad aquí presentada.

La muestra analizada (Ya-70B) fue clasificada como una cuarzo-monzonita


charnockítica (Fig. 37). Es una roca granoblástica, de grano fino a medio,
carente por completo de minerales hidratados primarios (Fig. 38A). En su lugar
aparecen clinopiroxeno actinolitizado y cloritizado, con un borde epidotizado
(Figs. 38C-E), y pseudomorfos de posible hipersteno, totalmente oxidados a
hematita, con el clivaje prismático original del mineral relleno de clorita plumosa,
rodeados por un borde epidótico más o menos continuo (Figs. 38C,D,F). El
feldespato alcalino es hidipiomórfico, mesopertítico a pertítico, las lamelas de
exsolución tienen forma de hilos gruesos a veces entrecruzados, y no muestran
maclado polisintético (Fig. 38B).

La plagioclasa es hipidiomórfica, presenta maclado tipo albita y Carlsbad-


Albita, y está alterada a sericita (Fig. 38E). Ambos feldespatos están algo
argilizados, efecto que se nota sobre todo en sus bordes, que se presentan
marronuzcos (Fig. 38A). El cuarzo es xenomórfico y tiene extinción ondulatoria.
Por su mineralogía anhidra original se clasifica como cuarzo-monzonita
charnockítica, también conocida como charnockita. Notables son algunos
escasos, pero relativamente grandes, cristales de zircón euhedrales, con secciones
basales rectangulares que han permitido una efectiva datación de esta roca por el
método U-Pb.

La mineralogía consiste en cuarzo (16%), mesopertita (36%), plagioclasa


sericitizada (39%), clinopiroxeno alterado a clorita, actinolita y epidoto (6%),
ortopiroxeno alterado a clorita y hematita (Fig. 38F) y trazas de zircón. Esto
permite un recálculo de los parámetros APQ de la mineralogía original como A:
39, P: 43, Q: 18 y un IC: 9.

435
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 36. Cerros de San Quintín y La Zurda (hoja 6448-II-SO). Leyenda. Qal: Aluvión,
Cuaternario; Qt: Terrazas, Cuaternario; Tca: Formación Casupal, Mioceno; Tcd: Formación
Capadare, Mioceno; Kl: "Formación La Luna", Cretácico Tardío; Klz: Metagabro de La
Zurda, Cretácico?; Complejo Yumare (Xy1: anortosita; Xy2: charnockita), Neoproterozoico.
La sigla Ya-70B indica la localización de la muestra analizada por geocronología U-Pb.

Fig. 37. Afloramiento de cuarzo-monzonita charnockítica datada (Ya-70B).

436
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 38. Fotomicrografías de la cuarzo-monzonita charnockítica del Complejo Yumare. A:


Vista con la presencia de pseudomorfos de clino y ortopiroxeno, cuarzo xenomórfico y la
argilización de los feldespatos. El feldespato alcalino en el extremo superior izquierdo muestra
textura mesopertítica (MS), NP. B: Feldespato alcalino mesopertítico (MS), mostrando
exsoluciones en forma de hilos entrecruzados sin maclado polisintético, NP. C: Clinopiroxeno
actinolitizado y cloritizado, con un borde epidótico y un pseudomoifo oxidado de hipersteno
con el clivaje relleno de clorita y un borde epidótico discontinuo, NP. D: Alteración a
actinolita, clorita y epidoto del clinopiroxeno y el hipersteno con el clivaje relleno de clorita,
NC. E: Pseudomoifo de clinopiroxeno alterado a anfíbol acicular. F: Pseudomorfo oxidado
de hipersteno, con el clivaje prismático original relleno de clorita y un borde epidótico, NP.

437
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Los cristales de zircón fueron extraídos y analizados por el Dr. Uwe Martens,
en las instalaciones del Centro de Geociencias, UNAM, Querétaro, México, con
un equipo LA-ICP- MS. Los cristales de zircón son subhedrales a anhedrales y
mayormente redondeados, con tamaño variable de 50 a 300 µm. Los núcleos
heredados y bordes metamórficos son visibles en las imágenes de cátodo-
luminiscencia (CL) (Fig. 39). Las concentraciones de U varían de 132 a 1.904 y
las concentraciones de Th están entre 36 y 226 ppm. La relación Th/U ratios es
de 0,2 a 0,8. Muchos cristales muestras forma de "pelota de fútbol" (soccer ball)
considerados indicativos de metamorfismo de alto grado (VAN STAAL 2008).

Fig. 39. Imágenes de cátodo-luminiscencia de los cristales de zircón analizados.

438
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Los 40 cristales analizados aportan edades en el intervalo de 800-1200 Ma (Fig.


40A). Por su dispersión no es posible calcular una edad Concordia (Fig. 40B). La
mayor parte de los patrones de REE muestran anomalías negativas de Eu que
sugieren un evento de cristalización ígnea. La mayor parte de los bordes dan
edades discordantes. Dos bordes con 837 Ma y 867 Ma muestran anomalía
negativa de Eu y patrones de REE relativamente planos, que puede interpretarse
como recristalización.

En el gráfico Edad vs. Th/U, los zircones con edades entre 880 y 920 Ma
muestran relaciones entre 0,03 y 0,3 sugiriendo un evento tardío de
cristalización. Para este grupo de cristales, BAQUERO (2014) utiliza el algoritmo
“TuffZirc” de LUDWIG & MUNDILL (2002) resultando en una edad de 919
+5/-8 Ma (Neoproterozoico) que se interpreta como la mejor aproximación del
evento tardío de cristalización.

El intervalo de edades reportadas para esta muestra son similares a otras


unidades del noroeste de Venezuela recientemente estudiadas por el mismo
autor. Así mismo se interpreta que las edades del intervalo 1,17-1,0 Ga
corresponden a los eventos del cierre de la cuenca retroarco formada en el NO
del cratón amazónico, mientras que las edades más jóvenes de ~873 Ma como
debida a los eventos de la ruptura de Rodinia.

Fig. 40A. Diagrama de dataciones U-Pb de la muestra Ya-70b.

439
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 40B. Diagrama de dataciones U-Pb utilizados con el algoritmo “TuffZirc” en la muestra
Ya-70b.

440
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

5. EDAD U-Pb DEL COMPLEJO EL GUAYABO,


CERRO EL GUAYABO, YARACUY

Por Marvin BAQUERO, Sebastián GRANDE, Franco URBANI y David MENDI

El Complejo El Guayabo aflora en el pequeño cerro homónimo, ubicado


adyacente a la Autopista Rafael Caldera, entre los distribuidores La Raya y El
Chino, estado Yaracuy (Fig. 41). GRANDE & URBANI (2009) y GRANDE
(2013) han reconocido que allí afloran rocas de metamorfismo de alto grado
(facies de la granulita), a su vez divididas en dos grandes grupos:

Fig. 41. Ubicación de la muestra Ya-253b del Complejo El Guayabo (círculo negro).
Leyenda: XYeg: Complejo El Guayabo. Psj: Complejo San Julián. Kn: Complejo Nirgua.
Q´s: Sedimentos cuaternarios. Fragmento del mapa geológico 6447-II-NE Farriar
(URBANI & GÓMEZ 2013). Coordenadas UTM 19P, La Canoa.

441
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

1- Rocas metasedimentarias: mármol silíceo (diópsido-feldespático-


flogopítico), roca calco - silicatada y metaevaporita, granofel feldespático -
cuarzo - clinopiroxénico, granofel clinopiroxeno - hornblendo - biotítico
(paragranulita ultramáfica).

2- Rocas metaígneas: granofel feldespático - cuarzo - clinopiroxénico


(metacuarzo - sienita), granofiro, gneis clinopiroxénico - plagioclásico-
hornbléndico y gneis hornblendo-plagioclásico-epidótico.

La muestra seleccionada (Ya-253B) para geocronología U-Pb, es una granulita


félsica (cuarzo- sienita charnockítica) (Fig. 42). Fue seleccionada por tener
grandes cristales de zircón visibles en sección fina (Fig. 43). La roca está
constituida por feldespato alcalino (88%), cuarzo (8%), plagioclasa (2%), opacos
(2%), trazas de magnetita, titanita y zircón.

Los resultados U-Pb (Fig. 44) muestran dos grupos de edades: al mas viejo de
~1.167 Ma, que representa el protolito ígneo y el más joven de ~986 Ma para
los crecimientos, debido a un metamorfismo en facies de la granulita. Estas
edades sugieren que está roca fue formada en el orógeno Putumayo por la gran
semejanza con los resultados del Augengneis de Guapoton (IBAÑEZ et al.
(2010) (Fig. 45). Así mismo confirma la afinidad grenvilliana (o putumaya)
postulada previamente por GRANDE & URBANI (2009).

Fig. 42. Muestra Ya-253B. A) SN. Cristales oxidados de clinopiroxeno con feldespato
alcalino argilizado y cuarzo limpio. B) NX. Clinopiroxeno mostrando sus típicos colores de
interferencia y un cristal de titanita, asociado a magnetita. Tomado de GRANDE (2013a).

442
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 43. Imagen de CD de los cristales de zircón analizados. Los puntos oscuros en los
cristales muestran los sitios de análisis con la microsonda.

443
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 44. Gráficos con las dataciones de la muestra Ya-235B.


Tomados de BAQUERO (2014).

Fig. 45. Diagrama concordia para el Augengneis de Guapoton, macizo de Garzón,


Colombia, que presenta iguales edades a la muestra de El Guayabo.
Tomado de IBAÑEZ et al. (2010).

Discusiones sobre la edad del Complejo El Guayabo

Una muestra de cuarzo-sienita charnockítica fue datada, presentando dos


grupos bien diferenciables con edades concordia de ~1.167 Ma y ~986 Ma, la
primera representa el protolito ígneo, mientras que la más joven corresponde a
un metamorfismo de alto grado en facies de la granulita. Los resultado de esta
muestra son sorprendentemente parecidos a los obtenidos por IBAÑEZ et al.
(2012) para el Augengneis de Guapoton, sugerente que esta unidad corresponde
a parte del orógeno Putumayo, ya desmembrado y disperso en el norte de
Suramérica.

444
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

6. EDADES DE CRISTALES DETRÍTICOS DE ZIRCÓN


DE LAS FORMACIONES AGUARDIENTE Y BOBARE
Por Mariela NOGUERA y James WRIGHT

Adicionalmente a las muestras de unidades turbidíticas colectadas para estudio


de edades U-Pb de ZD, se colectaron muestras de unidades del margen pasivo
del norte de Suramérica del Cretácico Temprano (NOGUERA 2008). A saber,
las formaciones autóctonas Aguardiente (Fig. 48) y Barranquín, del occidente y
oriente venezolano respectivamente, y las unidades alóctonas involucradas
dentro las napas de Lara como las formación Bobare (Fig. 49) y Araure (pero
originadas en el margen pasivo suramericano).

Fig. 48. Ubicación de la muestra de la Formación Aguardiente estudiada por ZD (punto


negro). Fragmento del mapa geológico 6146-II-NE Carora Sur (URBANI & GÓMEZ
2013). Leyenda: Marrón: Formación Matatere; Verde claro: Formación Barquisimeto; Verde
oscuro: Formación Aguardiente; Blanco: Cuaternario.
Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Escala: cuadrícula 1 km.

La etapa de "rifting" del Triásico-Jurásico fue seguida en el Cretácico


Temprano por el desarrollo de un margen pasivo, dominado por sedimentación
siliciclástica sobre una región peneplanada. La transgresión sobre el margen
pasivo en subsidencia condujo al solapamiento de facies continentales y marinas
someras, seguidas por facies de aguas más profundas que alcanzaron un máximo
en el Cretácico tardío (Turoniense-Coniaciense), todo esto reflejado en el

445
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

registro estratigráfico del Cretácico por un gradual cambio de una sedimentación


dominantemente siliciclástica en el Cretácico Temprano a lutitas más pelágicas y
sedimentación carbonática en el Cretácico Tardío (PINDELL et al. 2005).
Tradicionalmente se ha interpretado que la fuente de sedimentos de las unidades
del margen pasivo venezolano fue el Escudo de Guayana al sur (e.g.:
GONZÁLEZ DE JUANA et al. 1980), sin mayores indicaciones de sistemas de
drenaje en particular.

Fig. 49. Ubicación de las muestras de la Formación Bobare estudiadas por ZD (puntos
negros). Fragmento del mapa geológico 6347 Santa Inés. (URBANI & GÓMEZ 2013).
Serranía de Bobare. Leyenda: Verde claro: Formación Barquisimeto; Verde oscuro:
Formación Bobare; Azul: Formación Carorita; Marrón: Formación Matatere; Blanco:
Cuaternario. Coordenadas geográficas, La Canoa.

La ubicación de las muestras analizadas es la siguiente:

ID Unidad Localidad Long. O Lat. N


VMM-7 Aguardiente Sur de Carora, Lara 70,1090 10,1466
VMN-16 Bobare Carretera entre Santa Inés 69,4480 10,4371
VMN-17 Bobare y Bobare, Lara 69,4083 10,4024

Las edades de los ZD de las formaciones Aguardiente y Bobare (Fig. 50) están
en el intervalo Arqueano (2.731 Ma) al Silúrico (415 Ma). Estos datos son
similares a las edades de ZD del río Orinoco moderno y sus tributarios que

446
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

drenan de los Andes de Colombia y Venezuela, así como del escudo de Guayana
(GOLDSTEIN et al. 1997, PEPPER et al. 2013).

B
Fig. 50. Curvas de distribución de probabilidades de edades U-Pb de ZD de las formaciones
Aguardiente (n=100) y Bobare (n=200), en intervalos de:
A: 400-2.800 Ma. B: Intervalo 400-700 Ma

447
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Las poblaciones de ZD del Arqueano, Paleoproterozoico y Mesoproterozoico


temprano coinciden bien con las provincias del escudo de Guayana. Los
prominentes picos precámbricos ocurren en ~ 2,0; 1,8; 1,4-1,6 y 1,2- 0,95 Ga. El
pico de ~ 1,5 Ga puede haberse originado del batolito del granito rapakivi de
Parguaza, que tiene un área de cerca de 30.000 km2 (GAUDETTE et al. 1978,
MENDOZA 1978, 2005), que intrusiona la provincia Ventuari-Tapajos.

Una característica importante en estas muestras del margen pasivo, es la


presencia de un prominente grupo entre 0,95 y 1,2 Ga, que corresponde a los
tiempos de las orogénesis Grenville- Putumayo, especialmente en las muestras de
la Formación Bobare. Rocas con ZD de este rango están distribuidas en las
cordilleras colombianas (macizos de Santa Marta, Santander y Garzón, e.g.
KROONEMBERG 1982, RESTREPO-PACE et al. 1997, CORDANI et al.
2005) y también pueden estar presentes en los Andes de Mérida (BURKLEY
1976).

Cerca de un 6% de granos están en el intervalo de ~400-650 Ma, que


parcialmente pueden corresponder al ciclo Panafricano - Brasiliano (con edades
de 0,7-0,5 Ga).

Así mismo, unidades paleozoicas de las cordilleras andinas tanto de Colombia


como de Venezuela (DUGARTE 2012) (Fig. 51), contienen ZD de los ciclos
precámbricos antes mencionados, y por ende probablemente hayan sido las
principales unidades expuestas en las regiones fuente de sedimentos de las
formaciones Aguardiente y Bobare.

Discusiones: ZD de las formaciones Aguardiente y Bobare

En el mapa paleogeográfico del Albiense para el occidente del país (PINDELL


1997) (Fig. 54), se visualiza la zona de sedimentación del margen pasivo del
noroeste de Suramérica, con una red de drenaje con orientación hacia el norte y
noroeste. La sedimentación en esta región geográfica, continuó con
aproximadamente las mismas unidades fuente, cuando por el avance de la placa
Caribe durante el Paleógeno se genera un cuenca antepaís (cuenca de
Maracaibo), donde se deposita un gran espesor de sedimentos clásticos. Varios
autores (e.g.: ROD 1981) concuerdan que previo al Mioceno, un sistema de
drenaje proto-Orinoco fluía con rumbo norte y noroeste, drenando al escudo de
Guayana y los Andes.

448
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

En los datos de ZD de las formaciones Aguardiente y Bobare, se observa que


sus picos de edades concuerdan con aquellos precámbricos y paleozoicos del
actual río Orinoco (PEPPER et al. 2013), el cual drena tanto el escudo de
Guayana como las cordilleras de los Andes de Colombia y Venezuela,
incluyendo el pico de ca. 0,95-1,2Ga de la orogénesis Grenville-Putumayo. Así
mismo, el patrón de las edades en el intervalo Precámbrico de la Formación
Aguardiente, es semejante al de las unidades paleozoicas hoy día expuestas en los
Andes de Mérida (DUGARTE 2012), con ello puede interpretarse que estas
unidades paleozoicas ya estaban expuestas a la erosión, como parte de un
cinturón de terrenos pericratónicos de Gondwana, en consecuencia sirviendo de
fuente sde sedimentos para la Formación Aguardiente.

449
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

Fig. 51. Gráficos de densidad de probabilidad relativa de las edades de ZD. De abajo hacia
arriba las unidades del Cretácico Temprano de margen pasivo del norte de Suramérica (datos
de NOGUERA 2008 y NOGUERA et al. 2011), Asociación Bella Vista
(Proterozoico), formaciones Caparo y El Horno (Ordovísico-Silúrico), Complejo Iglesias
(Paleozoico inferior), Asociación Mucuchachí (Tostos, Mucuchachí y Río Momboy) (Paleozoico
superior) y las formaciones Sabaneta y Palmarito (Pérmico). Los rectángulos gríses representan
poblaciones de edades que son comunes para todas las unidades representadas. Tomado de
DUGARTE (2012).

450
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

8. EDADES 40Ar-39Ar DE MUSCOVITA DE LOS


ESQUISTOS DE AROA Y MAMEY, YARACUY
Diego VILLAGÓMEZ, James PINDELL, Franco URBANI, Herbert FOURNIER &
Alejandro BELTRÁN 1

Introducción
Con base a evidencia paleontológica deficiente se ha sugerido que el Esquisto
de Mamey es de edad Jurásico tardío - Cretácico Temprano, de protolito
principalmente psamítico. El Esquisto de Aroa por su parte, incluye raros
intervalos metavolcánicos envueltos por esquisto cuarzo-moscovitico-calcítico-
grafitoso, depositado en aguas anóxicas probablemente en el Cretácico Tardío,
en el extremo más occidental del proto-Caribe en cercanía con el arco volcánico.
Estas unidades muestran una asociación mineralógica en facies de esquisto
verde, zona de clorita.
La edad del metamorfismo de estas unidades nunca se ha determinado. El
único trabajo previo por Ar-Ar es el de FOLAND et al. (1992) y SPEED &
FOLAND (1992) en micas blancas de grano fino de las unidades Las Mercedes,
Las Brisas y Antímano de la región de Caracas, arrojando edades erráticas debido
a fases contaminantes y mezcla, excepto por una edad meseta de mica blanca de
32,9 ± 0,6 Ma del Esquisto de Las Mercedes, que podría indicar una
cristalización o una edad de enfriamiento.

Muestras y metodología
Cristales de moscovita de los esquistos de Aroa y Mamey fueron seleccionados
para geocronología Ar-Ar, lo cual fue realizado por el primer auto, en las
instalaciones de la Universidad de Ginebra.

-La muestra del Esquisto de Aroa fue recolectada en el Río Aroa, al suroeste
de la ciudad del mismo nombre. Es un esquisto de grano grueso con cuarzo-
moscovita-calcita-grafito, la moscovita es euhédrica de diámetro entre 250 y 400
µm de diámetro.

-La muestra del Esquisto de Mamey, una metarenisca cuarzo-moscovítica-


albitica-clorítica de grano medio, fue colectada en la Quebrada Las Guabinas,

1 Esa sección es un resumen del trabajo de VILLAGÓMEZ et al. (2025),


presentando solo los resultados de los esquistos de Aroa y Mamey.

451
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

noreste del estado Lara. De esta muestra se seleccionaron dos fracciones de


cristales de muscovita euhédrica de dos tamaños de grano, la Submuestra A de Ø
> 250 µm y la Submuestra B de 125 µm < Ø <250 µm.

Resuntados
Los resultados se presentan en la Tabla 1. Durante la realización de los
análisis, Richard Spikings (2014, com. pers.) reportó interferencias de ionización
en el espectrómetro de masas, atribuible a la presencia de gases de
hidrocarburos, por lo tanto los resultados deben verse con reserva.

Tabla 1. Edades Ar-Ar de muscovida de los esquistos de Aroa y Mamey.


Muestra Ø cristales (µm) Tipo de edad Edad (Ma) Figura
Aroa Entre 250 y 400 Integrada 41,9 ± 0,3 1
Mamey, A > 250 Integrada 389.4 ± 1.3 2
Mamey, B Entre 125 y 250 Integrada 284.5 ± 1.0 3

Discusiones
La edad para la mica del Esquisto de Aroa de c.42 Ma (Eoceno medio -
Bartoniano) (Fig. 52) podría representar:
1) La ionización en el espectrómetro de masas y por lo tanto una edad sin
sentido, o
2) una edad relacionada con el metamorfismo de esquisto verde, que encaja
con el comienzo del evento de apilamiento de las Napas de Lara (PINDELL et al.
2005).

Los resultados obtenidos del Esquisto de Mamey de c.285 Ma y c.389 Ma


(Fig. 53) podrían estar relacionados con:
1) La ionización en el espectrómetro de masas, es decir que sería una edad
espúrea, o
2) la presencia de exceso de argón en las micas, ya que las fechas son más
antiguas que la edad de deposición de la unidad, igualmente una edad sin sentido
geológico, o
3) representar la edad de muscovita protolítica paleozoica que podrían haber
sobrevivido a un evento metamórfico de muy bajo grado y de duración
relativamente corta.

452
9. GEOCRONOLOGÍA U-PB Y AR-AR

box heights are 2s


50

Integrate date = 41.9 ± 0.3 Ma (2s)


46

Apparent Age (Ma)


42

38

34
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
Cumulative 39Ar Fraction

Figura 52. Esquisto de Aroa. Fracción 250 µm < Ø < 400 µm.

box heights are 2s box heights are 2s

360
400

320
Apparent Age (Ma)
Apparent Age (Ma)

360
Integrate date = 389.4 ± 1.3 Ma (2s) 280

320 240
Integrate date = 284.5 ± 1.0 Ma (2s)

200
280
160

240 120
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
39
Cumulative Ar Fraction
A Cumulative 39Ar Fraction
B

Figura 53. Esquisto de Mamey. A: Submuestra A fracción Ø > 250 µm.


B: Submuestra B fracción 125 µm < Ø < 250 µm.

453
Capítulo 10
EMANACIONES DE PETRÓLEO,
AGUAS TERMALES Y AGUAS SULFUROSAS

1. Mene de la Quebrada Petróleo, Urucure, Municipio Urdaneta, Lara


2. Mene del Codo de La Caimanera, Macuere, Municipio Urdaneta, Lara
3. Mene de la Quebrada La Poderosa, Monterrey, Municipio Mapararí, Falcón
4. Fuente sulfurosa de Socremo, Yaracuy
5. Fuente termal de El Amparo, Tapatapa, Municipio Mapararí, Falcón
6. Manantial de Agua Negra, Monterrey, Municipio Mapararí, Falcón
7. Manantial de Montaña Grande, Monterrey, Municipio Mapararí, Falcón
8. Fuente termal de El Baño de Sogoré, Río Curarigua, sur de Arenales, Lara.

Petróleo de la Quebrada La Poderosa, Monterrey.


10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

1. MENE DE LA QUEBRADA PETRÓLEO, URUCURE,


MUNICIPIO URDANETA, LARA
Por Franco URBANI, David MENDI y Walter REÁTEGUI.

El caserío de Urucure se ubica a media distancia en la carretera entre Baragua y


Churuguara. A su vez ubicado al norte de Siquisique. El nombre de la Quebrada
El Petróleo se debe a que allí se ubica un mene de petróleo y está localizada a
unos 3 km al oeste del caserío Panamá de Urucure. Este mene fue ubicado en el
campo, siguiendo las coordenadas señaladas por APPLEGATE (1953) y CPC
(1960). En el sitio aflora la Formación Cerro Pelado (Fig. 1), siendo consistente
con su descripción original, por la presencia de capas decimétricas de carbón.

El mene se encuentra en el Fundo Santa Ana. Desde la casa de la propiedad se


remonta la quebrada, hasta encontrar un pequeño pozo de agua, sobre el cual se
depositan gotas de petróleo. Cuando la quebrada está totalmente seca, el petróleo
se ve manando del afloramiento de arenisca (Fig. 2).

Fig. 1. Ubicación del mene de la Quebrada Petróleo. Fragmento del mapa geológico 6247-
IV-NE Los Algodones (URBANI & GÓMEZ 2013). Siglas: Tejr: Fm. Jarillal, Tomch:
Fm. Churuguara, Tmac: Fm. Agua Clara, Tmcp: Fm. Cerro pelado, Q0B9 y Q2B10:
Sedimentos cuaternarios. Coordenadas UTM 19N, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

455
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

A C

Fig. 2. Vistas del mene de la Quebrada Petróleo, Urucure, Lara

456
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

2. MENE DEL CODO DE LA CAIMANERA, MACUERE,


MUNICIPIO URDANETA, LARA
Por David MENDI, Walter REÁTEGUI y Franco URBANI.

Este mene aparece citado en CPC (1960) y localizado en el mapa geológico de


NATERA (1957). Se encontraba en la margen derecha de uno de los más
prominentes meandros del Río Tocuyo, denominado Codo de La Caimanera
(Fig. 3), a su vez, a unos 22 km al NE de Siquisique.

Los pobladores del adyacente caserío de Macuere recuerdan el mene, relatan


que un gran deslizamiento ocurrido hace aproximadamente dos décadas lo tapó.

En nuestra visita fuimos llevados al sitio, donde efectivamente se observa un


gran deslizamiento de las rocas de la Formación Matatere (Fig. 4), pero ya no hay
indicios directos del mene, ni olor de hidrocarburos.

Fig. 3. Lugar donde se ubicaba el mene de petróleo del Codo de La Caimanera, ya tapado por
un deslizamiento de rocas de la Formación Matatere. Fragmento del mapa geológico 6248- II-
SE Macuere (URBANI & GÓMEZ 2013). Unidades geológicas: Verde: "Formación La
Luna". Marrón: Formación Matatere. Anaranjado: Formación Capadare. Blanco:
Sedimentos cuaternarios. Coordenadas UTM 19N, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

457
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 4. Gran deslizamiento en la Formación Matatere que tapó el mene del Codo de La
Caimanera, caserío Macuere. En primer plano el Río Tocuyo.

458
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

3. MENE DE LA QUEBRADA LA PODEROSA,


MONTERREY, MUNICIPIO MAPARARÍ, FALCÓN
Por Franco URBANI y Omar CONTRERAS.

El mene se ubica aproximadamente a 45 km al ESE de Churuguara, Falcón.


Para su visita se toma la carretera Barquisimeto-Churuguara, hasta el puente
sobre el Río Tocuyo (caserío Puente Limón). Allí se continúa por una carretera
de tierra con rumbo este que llega hasta Yaracal. A los 12,1 km se encuentra el
caserío Monterrey, se continúa al Este hasta una intersección a los 13 km. Desde
ese punto se inicia una trocha irregular de rumbo general norte, hasta llegar al
Fundo Las Guadalupes (km 14,7) (UTM 19P, N 1.186.505, E 479.299, La
Canoa). Allí se deja el vehículo y se contrata a un guía para llegar hasta el mene (

Fig. 5. Ubicación del mene de la Qda. La Poderosa. Fragmento del mapa geológico 6348
Santa Cruz de Bucaral (URBANI & GÓMEZ 2013). Unidades: Tomca: Formación
Casupal. Tmoa: Formación Ojo de Agua. Tmcu: Formación Cueparo. Blanco: sedimentos
cuaternarios. Coordenadas geográficas, La Canoa.

El mene se localiza en las coordenadas UTM 19P, 480.095 E y 1.187.017 N, La


Canoa. Elevación: 260 m s.n.m. Hoja 6348-II-SO. 1:25.000, 1968.

Según el mapa geológico de NATERA (1957) el mene se encuentra en zona de


afloramientos de la Formación Casupal (Oligoceno-Mioceno) (Fig. 5). En las
cercanías del mene se ubican unos afloramientos poco conspicuos de lutita gris,

459
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

pero lo más visible son grandes bloques sueltos de caliza de la Formación


Capadare, la cual aflora a poca distancia aguas arriba de la quebrada.

El petróleo es de color negro y bastante fluido (~30-35 API) (Fig. 6)


acumulado sobre pequeños charcos de agua de dimensiones decimétricas. El sitio
corresponde a un manantial de agua, que en su ascenso también acarrea petróleo.
Sobre el petróleo han quedado pegados numerosos insectos y mariposas al ir a
tomar agua. Las rocas adyacentes están cubiertas por delgadas capas del petróleo
ya endurecido. Según los lugareños el mene era de mayor tamaño, pero fue
cubierto parcialmente por un deslizamiento desde la ladera izquierda de la
quebrada.

El petróleo se usa para untar los cascos (patas) del ganado cuando estos se
debilitan o se enferman. No le dan ningún otro uso. La temperatura del agua a la
sombra fue de 31°C, mientras que la del aire ambiental fue de 32°C. La Fig. 6A
muestra un croquis del mene.

460
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 6. Fotografías del mene de la Quebrada La Poderosa, Monterrey, Falcón suroriental.

461
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

4. FUENTE SULFUROSA DE SOCREMO, YARACUY


Por Franco URBANI, Armando RAMÍREZ†, Eduardo CARRILLO,
Pedro ARIAS y José BAENA,

Se ubica a ~2,5 km al NO del poblado de Socremo, a su vez a unos 16 km al


NO de Yumare (Fig. 8). Se detiene el vehículo en la batea de la quebrada
Socremo y se camina unos 200 m aguas arriba. Fecha de visita: 23-10-1993.

Los manantiales brotan del aluvión Cuaternario que rodea a la quebrada


Socremo, el cual está rodeado de la Formación Cerro Misión (NEVADO 2012,
NATERA 1957).

El manantial principal es puntual, contiene un metro de diámetro y se


encuentra en un meandro de la quebrada (Fig. 7). Un manantial secundario brota
de una zona de unos 0,5 m de diámetro en el borde de un abrevadero de ganado.
En ambas manifestaciones se siente un moderado olor a H 2S, si bien en otra
visita de abril de 1995 no se notó el olor a H 2S. En ambas fuentes se midió una
temperatura de 32°C, contra la de 27°C en la quebrada adyacente a unos 50 m
aguas arriba de las fuentes. En el momento de la medida el aire tenía una
temperatura de 28°C.

Fig. 7. Vista de la poza en la quebrada Socremo donde se encuentra el manantial de aguas


sulfurosas. Foto de abril 1995.

462
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 8. Fragmento del mapa geológico 6447-IV-NE Socremo (URBANI & GÓMEZ
2013), con la ubicación de los manantiales (flecha roja).
Unidades: Anaranjado: Formación Capadare. Blanco: Sedimentos cuaternarios.
Coordenadas UTM 19P, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

463
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

5. FUENTE TERMAL DE EL AMPARO, TAPATAPA,


MUNICIPIO MAPARARÍ, FALCÓN
Por Franco URBANI, Armando RAMÍREZ†, Eduardo CARRILLO,
Pedro ARIAS y José BAENA,

Se ubica en coordenadas UTM 19P, La Canoa. E 483.500, N 1.190.900, 200 m


s.n.m. Hoja 6348-II-NO. Desde el caserío Puente Limón (puente sobre el Río
Tocuyo de la carretera Churuguara-Barquisimeto), por unos 20 km se toma la
carretera de tierra con rumbo este hasta el caserío Viloria. De allí se continúa
hacia el N por 8 km hasta llegar al caserío de Tapatapa. Luego se sigue por 18 km
en dirección NO hasta el Fundo El Amparo. Desde la casa se camina por 1,2 km
hasta el manantial, ubicado en la margen izquierda de la quebrada Agua Hierro
(Fig. 9). 19-4-1995

Es un manantial kárstico que brota en afloramientos de caliza masiva de la


Formación Capadare. El manantial aparece ubicado en el mapa geológico de
NATERA (1957). El manantial principal se encuentra a unos 15 m (Fig. 10a) del
cauce de la quebrada Agua Hierro. El sitio es visitado por bastantes personas que
vienen a bañarse por las presuntas propiedades curativas para afecciones de la
piel. Los lugareños han construido una especie de ducha para bañarse (Fig. 10b) y
además hay pozas de dimensiones métricas del agua de color azul claro (Fig. 10c).
La zona presenta olor a H2S que se nota al acercarse al manantial por primera
vez. Al paladar el agua es de sabor algo dulzona y agradable. En el manantial
principal se midió una temperatura de 38ºC y pH 7,5 (Fig. 10a), Hay un
manantial menor ubicado a unos 100 m aguas abajo del anterior (T: 38ºC, pH
7,6) (Fig. 10d). Los lugareños dicen que el caudal se mantiene con el mismo
caudal durante todo el año, inclusive en sequías prolongadas. Los análisis físico-
químicos se pueden ver en la Tabla 1.

Por medio del geotermómetro químico de Na-K-Ca para aguas subterráneas, se


estima que el acuífero a profundidad debe estar en el orden de 35-40 C, es decir a
una temperatura aproximadamente igual al brote.

Este manantial con un caudal estimado en un par de decenas de litros por


minuto, permitiría alimentar un establecimiento termal de moderada carga.

464
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 9. Ubicación de la fuente termal de El Amparo.


Fragmento del mapa geológico 6348 Santa Cruz de Bucaral (URBANI & GÓMEZ
2013). Unidades: Tomca: Formación Casupal. Tmoa: Formación Ojo de Agua. Tmcu:
Formación Cueparo. Blanco: sedimentos cuaternarios.

465
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

A. Manantial principal con una pequeña


capilla.

C. Poza de agua termal en su


unión con la quebrada Agua de
Hierro.

B. Ducha que usan los lugareños para


bañarse.
D. Manantial secundario.
Figura 10. Fuente termal de El Amparo.

466
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

6. MANANTIAL DE AGUA NEGRA, MONTERREY,


MUNICIPIO MAPARARÍ, FALCÓN

Por Franco URBANI, Armando RAMÍREZ†, Eduardo CARRILLO,


Pedro ARIAS y José BAENA.

Este manantial fue localizado por NATERA (1957) de la empresa Creole


Petroleum Corporation, en su según mapa C-5-D. Se ubica en coordenadas UTM
E 475.500, N 1.186.000. Lat. N. 10º43`10”, Long. O 69º13`25”. 220 m s.n.m.
según hoja 6348-II-SO. Desde Puente Limón, se toma la carretera de tierra que
tiene rumbo este por 10 km hasta el poblado de Monterrey. A partir de allí se
requiere la contratación de un guía (Fig. 11).

El manantial brota cerca de afloramientos de lutita de la Formación Casupal.


Existe una tanquilla que circunda el manantial y dentro de ella el agua está
estancada (Fig. 12). Se observan algas filamentosas blanquecinas. Hay un fuerte
olor de azufre y el agua tiene un sabor agrio y luce turbia a pesar de estar sin
movimiento. De ahí el agua se escurre pendiente abajo y llega a otra tanquilla de
almacenamiento. La muestra AgN se colectó el 20-4-1995, tenía una temperatura
de 25ºC y pH 7,5. El análisis físico-químico se muestra en la Tabla 1. El ganado
utiliza las tanquillas como abrevadero.

Fig. 11. Fragmento del mapa geológico 6348-II-SO Monterrey (URBANI & GÓMEZ
2013), con la ubicación de los manantiales. Unidades: Anaranjado: Formación Capadare.
Amarillo: Formación Casupal, Blanco: Sedimentos cuaternarios. Escala: cuadrícula de 1 km.

467
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 12. Tanquillas del manantial de Agua Negra.

Tabla 1. Análisis físico-químicos de aguas de la región SE del estado Falcón.


Análisis por el Dr. Armando Ramírez†, ICT-UCV.
ID Am1 Am2 AmR AgN MtG Sogoré
pH 7,5 7,3 7,4 7,5 7,5 6,1
Cond. uS/cm 750 940 696 2380 1700 330
Ca 96 51 97 56 18 267
Mg 19,9 13,8 13,7 27,4 3,84 33
Na 69 169 34 502 414 274
K 3,75 6,83 4,4 3,85 4,54 18
Cl 43 66 62 170 143 106
SO4 63 26 82 255 261 48
SiO2 28,7 37,0 14,4 20,1 20,1 24
Alc. tot. 425 540 270 1220 1050 --
NO3 -- -- -- -- -- 6,9
TSD -- -- -- -- -- 2270
Tipo Bic-Na Bic-Na Bic-Ca Bic-Na Bic-Na Bic-Na-Ca
Am1: El Amparo, manantial principal. Am2: El Amparo: manantial secundario. AmR:
Quebrada Agua Hierro, 20 m aguas arriba del manantial termal. AgN: Manantial Agua
Negra. MtG: Manantial Montaña Grande.
Bic-Na: bicarbonatada sódica, Bic-Ca: bicarbonatada cálcica, Bic-Na-Ca: bicarbonatada
sódico-cálcica.

468
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

7. MANANTIAL DE MONTAÑA GRANDE,


MONTERREY, MUNICIPIO MAPARARÍ, FALCÓN


Por Franco URBANI, Armando RAMÍREZ , Eduardo CARRILLO,
Pedro ARIAS y José BAENA.

Se localiza aproximadamente a 0,8 km al NE de la anterior (Fig. 13), en


coordenadas UTM E 476.300, N 1.186.500, Long. N. 10º44`00”, Long. O
69º12`35”, 200 m s.n.m. según mapa 6348-II-SO. Visita del 20-4-1995
El manantial brota en el área de afloramientos de la Formación Casupal.
Alrededor del manantial los vecinos excavaron una poza mayor para servir de
consumo doméstico. El agua el ligeramente salobre (Fig. 13). La muestra MtG
tenía 25ºC y pH 9,6. El análisis físico-químico se muestra en Tabla 1. El agua es
bicarbonatada sódico-cálcica.

Fig. 13. Vistas del manantial


Montaña Grande.

469
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

8. FUENTE TERMAL DE “EL BAÑO DE SOGORÉ”,


RÍO CURARIGUA, ARENALES, LARA
Por Franco URBANI, Enrique NOVOA y Bernardo URBANI NOUEL

Esta fuente termal fue referida por LANDAETA (1889). Surge en la margen
izquierda del río Curarigua, a 7 km al SSO de Arenales (Fig. 14), en coordenadas
geográficas 69º54´O, 10º7´N, a 500 m s.n.m.

El manantial brota de los planos de estratificación y diaclasas en un


afloramiento de lutita carbonosa de color negro, masiva y con rumbo y
buzamiento de N70E 68N, correspondientes a la Formación Barquisimeto (Fig.
15). El caudal no se puede determinar ya que la mayor parte del agua brota por
debajo del nivel del río. En la visita (9-4-1990) se notó un fuerte olor a H2S. En el
agua de la quebrada aparece un burbujeo intermitente de gas no inflamable
(URBANI et al. 1991). La temperatura máxima medida fue de 43ºC. El análisis
físico-químico aparece en la Tabla 1, muestra “Sogoré”.

Los lugareños indican que décadas atrás era muy visitado para baños curativos,
pero hoy día ya está en desuso debido a que el río Curarigua está fuertemente
contaminado.

Fig. 14. Ubicación de la fuente termal de El Baño de Sogoré, en fragmento del mapa
geológico 6246-III-NO Arenales (URBANI & GÓMEZ 2013). Unidades: Verde:
Formación Barquisimeto. Marrón: Formación Matatere. Coordenadas UTM 19P, La Canoa.
Escala: cuadrícula de 1 km.

470
10. EMANACIONES DE PETRÓLEO, AGUAS TERMALES Y SULFUROSAS

Fig. 15. Fuente termal de El Baño de Sogoré, río Curarigua. El agua brota de los planos de
estratificación de rocas carbonáticas de la Formación Barquisimeto.
Escala: la altura del afloramiento es de 5 m.

471
Capítulo 10
EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Por Franco URBANI, Sebastián GRANDE, David MENDI y


Donald GODDARD.

Cinabrio de San Jacinto


10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

RESUMEN

La única mineralización importante de mercurio (cinabrio) del país, es la de


San Jacinto ubicado al noreste de Carora. Fue descubierta en los primeros años
del siglo XX, para luego ser explotada entre 1941-1942, produciéndose unas
cuatro toneladas de Hg. Durante 1941-1942 y posteriormente entre 1968-1970, el
yacimiento fue estudiado en detalle, encontrándose que el cinabrio se localiza en
capas de arenisca fracturadas de la Formación Matatere, pero el alto grado de
fallamiento posterior a la mineralización hace que las capas de interés se
interrumpan abruptamente. Este es un depósito hidrotermal (epitermal) parecido
al de Almadén, España, pero de muy pequeñas dimensiones. El Hg primario se
encuentra en la estructura de los minerales de rocas máficas y ultramáficas, de
donde es movilizado por soluciones hidrotermales, para ser luego precipitado en
las fracturas de las capas de arenisca y grauvaca de la Formación Matatere. La
zona mineralizada no se extiende más allá de unas dos hectáreas, sin embargo la
parte más enriquecida en cinabrio ya fue explotada en 1941-1942, de manera que
actualmente el yacimiento carece de interés comercial, pero se considera de
interés mineralógico y académico, así como un lugar muy adecuado para realizar
excursiones geológicas.

INTRODUCCIÓN

En el frente montañoso del extremo noreste de la gran depresión de Carora,


municipio Torres del estado Lara, se encuentra la denominada "Mina de mercurio
de San Jacinto". Se ubica a 34 km al norte de Carora, se accede a través del
poblado de Aregue, luego se continúa hasta el caserío La Mesa y desde allí a 4 km
a pié hacia el norte se encuentra el yacimiento (Fig. 1).

En las obras sobre recursos minerales de Venezuela (e.g.: BELLIZZIA et al.


1981, RODRÍGUEZ 1986), se menciona una sola localidad con cinabrio (HgS)
en todo el país, correspondiente a San Jacinto, usualmente descrita en forma tal
que el lector podría percibir que se trata de un gran yacimiento.

El cinabrio probablemente fue descubierto en la década de 1910`s, para ser


luego explotado comercialmente pero con escaso rendimiento en los años 1941 y
1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Dos décadas después la región fue
estudiada por cuadrillas de geología y geoquímica del Ministerio de Minas e
Hidrocarburos, concluyendo que en la actualidad el yacimiento carece de interés
comercial.

473
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

GEOLOGÍA REGIONAL

El sitio de San Jacinto se encuentra dentro de la provincia geológica conocida


como las "Napas de Lara", término acuñado por STEPHAN (1982), para
caracterizar una región que abarca casi toda la mitad centro-norte del estado Lara
y la parte suroeste del estado Falcón. Allí la tectónica compresiva consecuencia
de la interacción Caribe-Suramérica, ha producido grandes fallas de corrimiento
imbricando fundamentalmente a las formaciones Matatere, Barquisimeto,
Carorita y La Luna. Posteriormente a dicha fase compresiva, la erosión
disminuyó el relieve resultante, para entrar en la fase de sedimentación de las
formaciones oligo-miocenas de la cuenca de Falcón, las cuales cubren en
discordancia angular a todas las unidades anteriores. Para la zona en
consideración, las unidades aflorantes son las formaciones Matatere y Castillo,
tanto en contacto de falla como en discordancia entre ellas (Fig. 2).

Estudios recientes en el flanco norte de la depresión de Carora muestran la


presencia de un frente de corrimiento activo en el Cuaternario (Fig. 3), que
origina tanto la elevación de las montañas del norte de la depresión como la
flexura de la cuenca con el consecuente engrosamiento de los sedimentos
cuaternarios (AUDEMARD et al. 1998, OROPEZA et al. 2009).

Fig. 1. Mapa de ubicación relativa. La zona mineralizada se ubica en la zona de La Mesa.


El recuadro localiza la Fig. 2.

474
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

En miras a la futura utilización de este yacimiento, solamente la vemos como


una localidad de gran interés para la realización de excursiones con estudiantes y
profesionales de la geología y geoquímica. En este capítulo se presenta una
revisión de lo conocido sobre el yacimiento, tanto desde el punto de vista de la
geología regional y local, sus características mineralógicas y, la historia de las
labores de exploración y explotación, para finalmente discutir y plantear algunas
nuevas interpretaciones sobre el origen de la mineralización.

Fig. 2. Mapa geológico de la región noreste de Carora. Modificado y simplificado a partir de


WHEELER (1958). El recuadro ubica a la Fig. 4.

475
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 3. Sección geológica esquemática y generalizada (sin escala) desde el cerro El Vigía hasta
Carora. Modificado de GODDARD & CASTILLO (1970).

En la zona de La Mesa (Fig. 4), las estructuras mayores corresponden a tres


fallas de corrimiento con buzamiento NNO. De sur a norte, la primera
corresponde al frente de corrimiento cuaternario que limita el borde norte de la
depresión de Carora. Este frente de fallas está parcialmente cubierto por
sedimentos aluviales recientes y es parcialmente "ciego", es decir, que a lo largo
de su extensión no siempre tiene una expresión superficial. La segunda falla y
más notoria, corresponde al cabalgamiento de la Formación Matatere sobre la
Formación Castillo, con un buzamiento que llega a los 50º al norte, mientras que
los estratos de ambas unidades tienen un rumbo generalizado hacia el noreste y
buzamientos entre 30 y 60º al norte. La tercera falla se encuentra cerca de la
mineralización de San Jacinto y es la causante del levantamiento de los
prominentes cerros Cacique, El Vigía y La Pereza.

En general la Formación Matatere presenta una monótona alternancia de capas


de lutita y arenisca de espesores centimétricos a decimétricos, de típica
sedimentación turbidítica (Fig. 5). Cerca de su contacto de falla con la Formación
Castillo (Fig. 4), se encuentra un nivel con peñones de rocas de las formaciones
La Luna y Apón, así como de granito, incluidos en una matriz de lutita, que ha
sido interpretado como perteneciente a la Capa de Peñones de Paragüito
(URBANI 2010a), originalmente descrita por RENZ et al. (1955) con localidad
tipo cerca del caserío homónimo ubicado a unos 10 km al noreste. Pero también
cabe la interpretación que corresponda a un nivel tectónico tipo "suela" de
corrimiento, estando el problema todavía sin dilucidar.

476
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 4. Mapa geológico de la zona de La Mesa - San Jacinto. Topografía a partir de la hoja
topográfica 6147-II- SE y geología según WHEELER (1958), LÓPEZ &
BRINEMAN (1943) y principalmente GODDARD & CASTILLO (1970). El
recuadro ubica a la Fig. 6.

Los lugares donde se ha encontrado cinabrio se encuentran localizados


únicamente en el bloque norte de la falla de corrimiento del cerro Cacique (Fig.
6), donde los estratos tienen un buzamiento entre 35 y 50° al norte. En la zona
del "Trabajo Central" las distintas trazas de arenisca fueron cartografiadas por
GODDARD & CASTILLO (1970) observando sólo una capa mineralizada con
cinabrio (Fig. 7). Mientras que LÓPEZ & BRINEMAN (1943) que tuvieron
acceso a las labores mineras subterráneas describen otras capas mineralizadas más
pequeñas no visibles en superficie. Estas capas están desplazadas por varias fallas,
como la de Saladillo y otras menores.

477
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 5. Afloramiento de la Formación Matatere, mostrando la típica disposición de


sedimentación turbidítica. Quebrada Cabanache al noroeste del caserío La Mesa (ver su
ubicación en la Fig. 2).

Fig. 6. Mapa geológico-topográfico de la zona minera de San Jacinto. Simplificado a partir de


LÓPEZ & BRINEMAN (1943). El recuadro segmentado ubica a la Fig. 7 y las letras A
y B localizan secciones geológicas presentadas en la Fig. 14.

478
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

EXPLOTACIÓN EN 1941-1942

Durante la Segunda Guerra Mundial el precio del mercurio se incrementó


debido a la importancia estratégica del metal en la industria militar; utilizado entre
otras aplicaciones, en la fabricación de fulminantes de municiones, tanto de
pequeño como de gran calibre. En este período la empresa Compañía Anónima
Minerales de San Jacinto inicia trabajos exploratorios y de explotación del mineral.
La dirección técnica estuvo a cargo del ingeniero de minas Enrique Rubio
Sandoval. El laboreo subterráneo fue del tipo conocido como "huecos y pilares",
siguiendo la capa mineralizada y dejando pilares para sostener los trabajos. En
total se excavaron 241 m de túneles siguiendo las zonas mineralizadas, que
significó la extracción de 2.667 tm de roca, adicionalmente fueron removidas
3.257 tm de roca para las obras del exterior (Fig. 8). El Ing. Rubio pudo
“…cubicar como mineral a la vista unas 1.200 toneladas y algo más de otro tanto como
mineral muy probable, con un contenido total de unos 8.000 kg de mercurio…” (RUBIO
1942). Los mejores resultados fueron en los túneles "Rebaje A", "Rebaje Sur” y
“Realce Sur (ver ubicación en la Fig. 7).

Fig. 7. Mapa de los trabajos mineros de San Jacinto. La toponimia de las obras subterráneas
según LÓPEZ & BRINEMAN (1943) es como sigue: 1: Trabajo No. 1, 2: Rabaje A, 3:
"Winze", 4: Rebaje Norte, 5: Traviesa, 6: Rebaje Sur, 7: Realce Sur, 8: Trabajo No. 5, 9:
Saladillo, 10: Trabajo No. 4. La geología y topografía ha sido simplificada a partir de
GODDARD & CASTILLO (1970) y LÓPEZ & BRINEMAN (1943). Las letras
C, D y E ubican secciones de la Fig. 14.

479
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

En esa época se construyó un horno con 10 retortas horizontales de 30 cm de


diámetro por 2 m de longitud. La condensación se efectuaba en tubos de hierro
inclinados de 7,5 cm de diámetro y 2,5 m de longitud, envueltos de tubos de
condensación de 1,9 m de largo y 30 cm de diámetro rellenos con agua para el
enfriamiento (Figs. 9 y 10A). Las retortas estaban envueltas de arena que permitía
mantener una temperatura entre 500 y 600ºC de modo uniforme, para evitar el
enfriamiento durante las operaciones de carga y descarga. Las paredes estaban
hechas de ladrillos refractarios (Fig. 10B). El horno sólo tenía capacidad para
procesar fragmentos entre 2,5 y 6 cm, pero el material más fino era mezclado con
arcilla para convertirlo en briquetas del tamaño requerido. El material era
clasificado a mano entre “material de primera” (abundante cinabrio a simple
vista), “material de segunda” (cinabrio en poros y manchas casi imperceptibles) y
“estéril” (cinabrio no visible). Un diagrama de flujo detallado de todos los
procedimientos aparece en LÓPEZ & BRINEMAN (1943: 52).

En varios pasajes del informe de RUBIO (1942) se insiste que se trata de un


“horno de prospección” que a lo sumo permite extraer el 75% del mercurio
presente, por eso recomienda la conveniencia de instalar un horno más moderno.
En cada retorta se podía introducir 87,5 kg de mena mezclada con 25 kg de cal,
permaneciendo por 8 horas, para luego ser vaciadas y vueltas a cargar. El horno
operaba las 24 horas del día, inclusive domingos, con capacidad para procesar 1,3
toneladas de mineral diariamente.

Fig. 8. Trabajos mineros de San Jacinto en 1942. En la parte centro-inferior aparece la


bocamina del túnel “Traviesa”, con un soporte de madera y un hombre al frente. Nótese una
serie de escalones excavados en la ladera para acceder a las bocaminas superiores.
Tomado de LÓPEZ & BRINEMAN (1943).

480
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 9. Horno de retortas tipo “Gould” para la extracción de mercurio.


Tomado de LÓPEZ & BRINEMAN (1943: 52).

Fig. 10. Ruinas del horno en 2007. Izquierda: Bocas de alimentación de los hornos. Derecha:
Retortas y chaquetas de enfriamiento para condensar el vapor de mercurio.

481
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Por los equipos poco adecuados para la perforación de las galerías, los métodos
rudimentarios de tratamiento, los equipos defectuosos de concentración y el
horno poco eficiente, la operación no pudo cubrir los gastos. Pero concluye que
con un aumento del capital de la empresa a fin de adquirir mejores equipos para
la extracción y preconcentración de la mena, así como un mejor horno, debería
dar buenos dividendos. Termina diciendo “Quizás esta sugerencia se salga un tanto de
mi papel como Director Técnico, pero es que veo que si la mina no se equipa con arreglo a sus
necesidades no saldrá de la situación precaria actual” (RUBIO 1942).

A mediado de 1942 la Compañía solicita la cooperación financiera del gobierno,


para instalar un horno más eficiente y para ello, el Instituto de Geología y Minería
del Ministerio de Fomento, destaca a una comisión integrada por los geólogos V.
M. López y J. Brineman, para realizar una evaluación del yacimiento. Para fines
de 1942 estos geólogos presentan un detallado informe, cuya parte técnica se
publica en la Revista de Fomento (LÓPEZ & BRINEMAN 1943). En esta
publicación no hay referencia alguna a las condiciones económicas del
yacimiento. Es probable que internamente en el Ministerio de Fomento la
opinión haya sido negativa, ya que para fines de 1942 las labores mineras habían
cesado definitivamente.

EXPLORACIONES EN 1968-1970

En 1968 el Ministerio de Minas e Hidrocarburos inicia un estudio del


yacimiento. A tal efecto, cerca del caserío La Mesa y frente al cerro Zamuro, se
erige un campamento (Fig. 11) y se reconstruyen los caminos de acceso al
yacimiento (Fig. 12). La exploración geológica estuvo a cargo del geólogo Donald
Goddard.

El grupo llevó a cabo un reconocimiento geológico que abarcó un área de 32


2
km cubriendo una superficie casi doble de la Fig. 4. También se levantó un
mapa topográfico a escala 1:500 de la zona que estuvo en explotación (Fig. 6),
con la ubicación de los túneles de la explotación de 1941-1942. Se llevaron a cabo
varias decenas de perforaciones exploratorias con profundidades máximas de 50
m. El grupo también realizó una campaña de toma de muestras de suelos y
sedimentos, los cuales fueron analizados por el personal de química del MMH.

482
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 11. Campamento del MMH al norte del caserío La Mesa en 1968. En sentido de las
agujas del reloj: oficina, dormitorios, baño y duchas, cocina-comedor, depósito y planta eléctrica.

Fig. 12. Valle de la quebrada Las Minas visto de sur a norte. Al fondo se encuentra el
prominente Cerro Cacique y el yacimiento se localiza en un estribo de la fila La Pereza.

Como resultados de estos trabajos, no se encontraron anomalías de interés más


allá de lo conocido previamente y plasmado en el informe de LÓPEZ &
BRINEMAN (1943). Solamente se encontró una capa de arenisca mineralizada

483
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

de aproximadamente 150 m de extensión y de no más de 1,5 m de espesor, que


corresponde a la capa principal explotada en las labores de 1941-1942.

Las estimaciones de reservas calculadas en 1970 indican que si la capa de


arenisca mineralizada se pudiera explotar a 50 m de profundidad, se podrían
explotar 6.750 tm y con una concentración promedio estimada de 22 kg Hg por
tonelada, daría un provecho de 148.500 kg de Hg, para entonces, con un valor de
cerca de 0,5 millones de USD, contra unos 2 millones de USD en que se estimó
el costo de la extracción de la mena y su procesamiento (GODDARD 2008).
Estos cálculos parecen sobrevaluados, ya que durante la explotación de 1942 el
promedio de rendimiento fue de tan solo 7 kg por tonelada de mena.

En resumen, para 1970 los estudios concluyeron que la presencia de cinabrio es


muy local, abarcando un área no mayor de dos hectáreas, en consecuencia no
reviste interés comercial.

CARACTERÍSTICAS DEL YACIMIENTO

Los túneles de las labores subterráneas de 1941-1942, que fueron utilizados en


el estudio de LÓPEZ & BRINEMAN (1943), ya no estaban accesibles durante la
campaña exploratoria de 1968-1970 por estar internamente derrumbados y con
las obras externas de acceso ya erosionadas. Hoy día se observan las bocas de los
túneles “Traviesa” y “Trabajo No. 8”, ubicadas en un talud con casi 70% de
pendiente, compuesto de una superficie de pequeños fragmentos sueltos de lutita
astillosa y arenisca, que impide su escalada.

A continuación se resumen las características geológicas, estructurales y


mineralógicas más resaltantes del yacimiento, resumidas de LÓPEZ &
BRINEMAN (1943):

Desde el punto de vista de la mineralización, la estructura más importante es la


falla de corrimiento que pasa en la base del cerro Cacique y en la quebrada Paja
Amarilla, siguiendo hacia el cerro El Vigía (Figs. 4 y 7), dado que todas las
mineralizaciones conocidas se encuentran en el bloque superior de tal falla. Así
mismo, es frecuente ver fallas de corrimiento menores en las zonas con
intercalaciones de lutita y arenisca, pero se dejan de observar cuando se entra en
los paquetes de lutita. También hay fallas transversales con rumbo noreste y
noroeste, como la falla de Saladillo que separa los trabajos principales de San
Jacinto, del bloque cerro Cacique (Fig. 6 y 7).

484
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 13. Vista de la ladera donde estuvieron los trabajos de 1941-1942. En la parte
superior aparece la boca del “Trabajo No. 8” y abajo el túnel “Traviesa”. La foto fue tomada
en 2007 desde la margen izquierda de la Qda. Paja Amarilla (ver las ubicaciones en la Fig.
7). Compárese esta fotografía con la Fig. 8 donde se observa que para 1942 desde la bocamina
“Traviesa” partía un acceso con escalinatas hacia las labores superiores.

485
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

En el cerro Cacique se encontró cinabrio tanto en el flanco norte como en el


sur (Fig. 6). En la falda norte se explotaron algunas toneladas de mena de alto
tenor, concentrada en un bolsón, a lo largo de una falla local de rumbo E-W (Fig.
14, Sección A), cortado por una falla posterior a la mineralización, de manera que
al llegar a ésta la mineralización se agotó. En el sitio denominado “Trabajo La
Pereza” (Fig.6) se encontró una mineralización de menor importancia con una
capa de arenisca con cinabrio, pero cortada por fallas y sin mayor continuidad
(Fig. 14, sección B).

Las mayores mineralizaciones se hallan entre las laderas adyacentes a las


quebradas Saladillo y Paja Amarilla (“Trabajo Central”, Fig. 6 y 7). Las capas de
arenisca tienen un rumbo generalizado de N40ºE y un buzamiento entre 30 y 40º
al NO. En este sector, en los primeros metros del túnel “Trabajo 1” (Fig. 6, no.
1; Fig. 14, sección C) aparecen dos capas de arenisca mineralizada de 0,6 y 0,8 m
de espesor, que están cortadas y desplazadas por fallas de corrimiento y
transversales posteriores a la mineralización. La mayor parte del material
explotado en 1941 y 1942 fue de los trabajos "Rebaje A", "Winze", "Rebaje
Norte" y "Rebaje Sur" (Fig. 7, nos. 2, 3, 4, 6 y 7), que siguen la principal capa
mineralizada, como se muestra en las secciones D y E (Fig. 14).

Todas las mineralizaciones se encuentran en arenisca y están controladas por las


capas de lutita superiores, que sirvieron de niveles impermeables a las soluciones
hidrotermales que fluyeron a través de las capas de arenisca fracturada. La
terminación abrupta de los estratos con cinabrio es muy frecuente, por la gran
cantidad de fallas de corrimiento y transversales posteriores a la mineralización, lo
cual hace muy difícil predecir la continuidad de los niveles de interés.

Las capas de arenisca están fuertemente recristalizadas, de manera que LÓPEZ


& BRINEMAN (1943: 46) las denominan cuarcitas, formadas casi
exclusivamente de cuarzo, con cantidades trazas de zircón y turmalina. Los
minerales secundarios como cinabrio, pirita y epidoto se encuentran a lo largo de
fracturas y en superficies de contacto entre los granos de cuarzo y en algunos
casos reemplazando a éste. Las capas de lutita localizadas entre aquellas de
arenisca mineralizada, son de color negro con gran cantidad de material
carbonáceo y en algunos sitios se presenta alunógeno [Al2(SO4)3·17(H2O)].

El cinabrio en las fracturas y cavidades se encuentra en cristales euhedrales


romboédricos y en agrupaciones de los mismos, pero también aparece como
costras que cubren las superficies de fracturas y fallas.

486
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Fig. 14. Secciones geológicas de la mineralización de mercurio. Las ubicaciones aparecen en


las figuras 6 y 7. Simplificado de LÓPEZ & BRINEMAN (1943).

487
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

La mineralogía de la mena consiste en cinabrio (Fig. 15), pero a veces hay


cantidades menores de pirita, cuarzo, sericita y “un mineral bituminoso que se
supone sea idrialita” (LÓPEZ & BRINEMAN 1943: 47).

Fig. 15. Cristales de cinabrio del yacimiento de San Jacinto. La muestra fue colectada por el
Prof. José Royo y Gómez y sus alumnos en la década de los años 1950´s. Ejemplar del Museo
José Royo y Gómez de la Escuela de Geología de la UCV. La escala en milímetros.

El cuarzo se presenta tanto en cristales euhedrales transparentes en fracturas


abiertas (drusas) y en cavidades en la arenisca, como en forma de cuarzo lechoso
de grano muy fino usualmente como vetillas y en la superficie de las diaclasas.

La pirita es abundante tanto en la arenisca como en la lutita. Un análisis


realizado en los laboratorios de Servicio Técnico de Geología y Minería mostró
que contiene trazas de cobre y de arsénico.

La sericita rellena cavidades y forma delgadas vetas, o aparece en los intersticios


entre los cristales de cuarzo o de cinabrio.

488
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

El “mineral bituminoso” se encuentra solo o asociado con cinabrio y cuarzo, es


de color negro, y se “quema con facilidad” dejando un residuo color gris claro.
Por sus propiedades y asociación, LÓPEZ & BRINEMAN (1943) lo identifican
como idrialita (C22H14). Éste es un mineral muy raro, descrito por primera vez
por DUMAS (1832) de una muestra de la mina de mercurio de Idrija en
Eslovenia. Es necesario confirmar la identificación de este mineral por técnicas
modernas, ya que sería la primera ocurrencia de Venezuela, y según ANTHONY
et al. (1900) aparece junto a cinabrio y arcilla, y probablemente se origina por la
pirólisis de la materia orgánica cerca de fuentes termales o por fluidos
hidrotermales.

Por los estudios realizados dentro de los túneles de San Jacinto, LÓPEZ &
BRINEMAN (1943) interpretan el siguiente orden de cristalización: 1- cuarzo
transparente en cristales eu- o subhedrales, 2- pirita, 3- cuarzo lechoso, 4-
cinabrio, 5- sericita, 6- idrialita. En la sección de discusiones se ampliará sobre
este aspecto.

Para fijar la edad del evento hidrotermal que generó el yacimiento, el límite
inferior pudo fijarse en el Eoceno Medio (Bartoniano), correspondiente a la edad
de 39±2 Ma del grano de zircón detrítico más joven encontrado en la Formación
Matatere en la región norte de Carora (NOGUERA 2008, muestra VMN-6a) y el
límite superior probablemente sea del Mioceno tardío, en que el tectonismo de
esta parte del país se hace menos activo. En este intervalo de tiempo se avanza y
culmina el emplazamiento de las napas de Lara que fractura las rocas, y en algún
momento ocurre el evento hidrotermal, de manera que los fluidos mineralizantes
migran a través de la permeabilidad secundaria desarrollada por el fracturamiento
de las rocas, de modo que las capas de lutita actúan como sellos impermeables.

La mineralización de San Jacinto es anterior a la falla de corrimiento que limita


los cerros Cacique, El Vigía y La Pereza (Fig. 6), que confina la zona mineralizada
al bloque superior de la misma. Continúa la etapa compresiva regional y se siguen
formando fallas de corrimiento menores y demás fallas normales relacionadas,
que cortan las capas previamente mineralizadas, causantes de las abruptas
interrupciones de las capas de interés.

El tectonismo generador de fallas inversas continúa hasta nuestros días, dado


que una de estas fallas coloca a la Formación Matatere (Eoceno Medio) sobre la
Formación Castillo (Oligo- Mioceno), e inclusive generan un frente inverso
Cuaternario en las montañas del norte de Carora (AUDEMARD et al. 1999,
OROPEZA et al. 2009).
CRONOLOGÍA DEL YACIMIENTO

489
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Esta localidad mineral no aparece en ninguna de las listas de minerales


publicadas en el siglo XIX (e.g.: LANDAETA ROSALES 1889). A continuación
se presenta una cronología de eventos y personajes relacionados con ese
yacimiento, mayormente compilada a partir de los trabajos de LÓPEZ &
BRINEMANN (1943) y RUBIO (1942):

1910´s. Según la tradición oral circulante en 1942, el cinabrio probablemente


fue descubierto en la primera década del siglo XX por la señora Columba Indabe,
quién recogió muestras.

1939. Las sras. Columba Indabe y Salomé Rodríguez entregan algunas muestras
al Sr. (General) Cenobio Salas Caro (1861-xxxx) a quien habían traído para
conocer la zona. El Sr. Salas le entrega las muestras al Prof. Emilio Menotti
Spósito (1891-1951), mineralogista de Mérida, quien visita la localidad, recoge
nuevas muestras y procede a efectuar los denuncios mineros.

1941. En este año los ingenieros de minas E. Rubio S. (1889-c.1955) , Manuel


Tello B. y Carlos Fernández de Caleya (1889-1966) reubican el yacimiento.

1941. La primera publicación que hemos hallado donde aparece mencionado el


yacimiento es la de SILVA-UZCÁTEGUI (1941).

1941. En la Memoria del Ministerio de Fomento aparece reseñado el denuncio


de mercurio de "San Jaimito", lo cual puede ser un error tipográfico y
seguramente se refiere a San Jacinto (MF 1941: 143)

1941. Se crea la empresa “Compañía Anónima Minerales de San Jacinto” que


obtiene las concesiones para la explotación de cinabrio.

1941 junio - 1942 julio. El ingeniero de minas Enrique Rubio Sandoval durante
un año actúa como director técnico de los trabajos de explotación. Su informe
explica ampliamente las labores realizadas y las cantidades de Hg procesado y
exportado. En este período además laboraban en la mina el Dr. J. Alegría y el Sr.
J. Zarranz, ensayador. Durante la excavación de los túneles el ingeniero de minas
Carlos Fernández de Caleya tuvo un grave accidente con explosivos, que resultó
en la amputación de su brazo izquierdo. Algunas notas biográficas de los
ingenieros que trabajaron en este período puede consultarse en URBANI (2012).

490
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

1942, febrero 2. Por la etiqueta de una muestra de cinabrio depositada en el


Museo de Ciencias Naturales de Caracas, se conoce que el prof. Emilio Menotti
Sposito visitó la mina en esa fecha.

1942 junio-agosto. El gobierno nacional encarga realizar un estudio minero-


geológico de las concesiones. “Este estudio tiene por objeto informar sobre las
posibilidades de la mina con miras a la compra de un nuevo horno con ayuda del
Gobierno” (RUBIO 1942: 11). La comisión trabajó entre junio y agosto del año y
estuvo integrada por el ingeniero de minas Dr. Víctor M. López (1905-1989), el
agrimensor Alejandro Figarelli, ambos del Servicio Técnico de Minería y
Geología del Ministerio de Fomento, junto al geólogo John H. Brineman, Jr. y B.
Murakozy, profesores respectivamente de geología y topografía del Instituto de
Geología de Caracas. El Sr. Figarelly realiza el levantamiento de los túneles y el
Prof. Murakozy la topografía externa de 12 km2.

1943. En la lista las "minas metalíferas" publicada en la Memoria del Ministerio


de Fomento, aparecen enumeradas las concesiones "San Jacinto No. 2, 3, 4 y 5"
(MF, 1943: 38), y menciona los estudios realizados por los profesionales López,
Brineman y Murakozy.

1943. Los geólogos Víctor M. López y John H. Brineman Jr. publican el mejor
trabajo existente sobre este yacimiento. Incluyen un plano topográfico de la
región entre la Mesa y Las Minas, así como una topografía detallada del sector en
explotación, el levantamiento de las obras subterráneas y perfiles geológicos que
muestran la ocurrencia de la mineralización.

1956-1957. Los geólogos de la cuadrilla dirigida por el Dr. C. B. Wheeler


realizan la cartografía geológica de la zona (WHEELER 1958). En su mapa
aparece localizado el yacimiento de San Jacinto, e indica que las cuadrillas no
encontraron evidencias de otras mineralizaciones.

1950´s. El prof. José Royo y Gómez y sus alumnos de geología de la UCV,


realizan una excursión al yacimiento y recogen muestras que hoy día se encuentra
en el museo homónimo en la Escuela de Geología, Minas y Geofísica de la UCV.

1967 feb. 27. El MMH contrata al geólogo W. R. Newman para realizar una
evaluación del yacimiento. En esa fecha junto al geólogo C. D´Suze visitan el
lugar. Si bien considera que el yacimiento no tiene importancia económica,
recomienda realizar un programa de exploración utilizando los nuevos equipos de
detección de Hg, conocidos como "sniffer" (NEWMAN, 1967).

491
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

1968-1970. La Dirección de Geología del Ministerio de Minas e Hidrocarburos


programó un estudio geológico-geoquímico del yacimiento. Donald Goddard fue
el geólogo encargado del proyecto (MHH 1968-1970), con base en el
campamento del cerro El Zamuro, junto a Mario Paparella - geómetra y
topógrafo, Juan Luís Bolívar y Justo Hurtado - técnicos geólogos, también
algunos trabajadores especialistas como Raúl Gómez - tractorista, Pedro
Rodríguez - camionero, Antonio Chirinos - sastre, Pedro Gómez - baquiano y
diversos obreros ocasionales.
Se realizó una exploración general de toda la franja de la Formación Matatere al
norte del valle de Carora, pero con la geología en detalle de 32 km 2 alrededor de
la mineralización conocida. En las labores de prospección geoquímica estuvieron
involucrados Carlos López Eyzaguirre, Jean Pasquali y Orestes Bujosa; para este
trabajo se utilizó un equipo portátil de absorción atómica en frío ("sniffer") con
buenos resultados analíticos. De esta época se preservan 14 ilustraciones de gran
formato, como mapas geológicos y topográficos, secciones y mapas con los
resultados de la prospección geoquímica (MMH, 1968-1970; MMH, 1983). El
grupo de trabajo concluyó que el depósito carece de interés económico.

1970, 1986. En 1970, D. Goddard y M. Castillo elaboran una guía de excursión


a la zona, la cual se llevó a cabo exitosamente (GODDARD & CASTILLO,
1970). En 1989 guían una segunda edición de la excursión, ahora bajo los
auspicios del Departamento de Geología de MARAVEN.

1989. FUDECO contrata al geólogo Simón Rodríguez para realizar una


integración de la información del yacimiento. Esencialmente resume lo realizado
por el MMH y recomienda realizar trabajos exploratorios adicionales
(RODRÍGUEZ 1989).

2007. Se realizó un reconocimiento de la zona para planificar visitas futuras con


estudiantes de la UCV. Así mismo, Donald Goddard presenta una síntesis de las
labores exploratorias del período 1968-1970 (GODDARD 2008).

DISCUSIONES

De los distintos tipos de depósitos de mercurio (principalmente cinabrio, HgS)


resumidos en RYTUBA (1996), el que más se asemeja a las características de San
Jacinto es el "modelo Almadén", denominado así por el famoso depósito
homónimo en Andalucía, España. Estos yacimientos se caracterizan por una
mineralogía de cinabrio ± mercurio nativo + pirita + calcita + cuarzo, donde las
zonas mineralizadas usualmente se establecen en las zonas permeables de las

492
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

rocas, ya sea por tectonismo o porosidad primaria. Existen varios depósitos de


mercurio de este tipo, que están asociados a rocas de complejos de subducción o
arco externo en el flysch, como el complejo Mesozoico del Franciscano de
California (Nueva Almadén), en el Ordovícico de Terranova, o en la propia
localidad tipo en Almadén, en la zona de sutura ibérica. A veces los yacimientos
se hallan asociados a serpentinita, a rocas metabásicas y otras veces a lutita
marina, pero bastante a menudo a rocas flysch (MASLENNIKOV 1989,
BOORDER & WESTERHOF 1994, HIGUERAS 1997).

La fuente del metal Hg, a veces acompañado por Sb, puede corresponder a un
cuerpo ofiolítico, tanto de serpentinita como las rocas metabásicas. La alteración
hidrotermal que se produce puede alterar profundamente a la serpentinita
generando vetas y rocas de carbonato (oficalcitas), con la mineralización asociada.
La circulación hidrotermal lleva los fluidos a través de litologías permeables
alejadas de la roca máfica fuente, como pueden ser grauvaca o arenisca lítica de
las unidades asociadas. En el gran depósito de Almadén (HIGUERAS et al. 1997,
2000), la mineralización primaria se halla en la “Cuarcita del Criadero” del
Silúrico y en una roca piroclástica básica muy cizallada, de color marronuzco
localmente llamada "piedra frailesca". Los cuerpos de serpentinita no afloran en
el distrito minero, pero sí en una serranía más al Este. También hay
mineralizaciones secundarias que rellenan fracturas o zonas con reemplazo más o
menos irregulares, que siguen fracturas o rocas con permeabilidad primaria.

Los fluidos hidrotermales que producen estos yacimientos son de tipo


epitermal, de baja temperatura (<200ºC) y las aguas tienen un origen meteórico-
freático o connato, lo cual es posible en los arcos externos no-magmáticos, que
son complejos de subducción emergidos por encima del nivel del mar
(MITCHEL & GARSON 1994). En estos complejos, el Hg es liberado durante el
proceso de serpentinización de los cuerpos ofiolíticos desmembrados, donde las
soluciones hidrotermales de origen connato o meteórico redepositan el metal en
rocas psamíticas permeables tipo flysch. Originalmente el Hg se encuentra
alojado en pequeñas concentraciones principalmente en el piroxeno, ocupando
los intersticios de coordinación cúbica en el clinopiroxeno cálcico, dado que es
un catión de gran radio iónico (RHg2+ = 1,10 Å) que se sustituye
diadóquicamente con el Ca2+. El metal es lixiviado por soluciones acuosas
calientes de las rocas, luego por la naturaleza volátil de este metal probablemente
sea transportado tanto en estado de vapor, como metal nativo, o en soluciones
acuosas que contengan hidrocarburos como compuestos órgano-metálicos, de
ahí su asociación con el mineral orgánico idrialita (ROBB 2005: 151).

493
10. EL MERCURIO DE SAN JACINTO, LARA

Aunque con dimensiones mucho menores, el depósito de San Jacinto tiene


características semejantes a Almadén. En el marco regional podemos estar cerca
de una zona de contacto entre rocas de corteza oceánica (proto-Caribe), sobre un
prisma de rocas sedimentarias formado por el apilamiento de las napas de Lara,
aquí constituidas fundamentalmente por la secuencia flysch de la Formación
Matatere, que tiene gruesos espesores de rocas psamíticas fracturadas.

En resumen, San Jacinto es un yacimiento de mercurio de origen hidrotermal,


formado por soluciones de temperaturas relativamente bajas (epitermal)
probablemente con aguas de origen diagenético o connato que a profundidad
pudieron haber circulado a través de rocas ígneas ofiolíticas. Hoy en día rocas
máficas de litósfera oceánica afloran en a unos 40 km al norte, en la región de
Siquisique (CORONEL & KIEWIET DE JONGE 1965; KERR et al. 2007;
RODRÍGUEZ & MUÑOZ 2010, URBANI et al. 2012). Es probable que otros
cuerpos de rocas ofiolíticas existan en el subsuelo repetidos dentro de la compleja
secuencia de napas. Posteriormente el Hg pudo ser movilizado por soluciones
hidrotermales, de neutras a ligeramente alcalinas y en condiciones
moderadamente reductoras en forma de tiocomplejos solubles del tipo Hg(HS)2,
HgS(HS)-, y HgS2-, o como se dijo anteriormente, como vapor o compuestos
órgano-metálicos (ROBB 2005: 151), para ser posteriormente precipitado en las
fracturas de las capas psamíticas de la Formación Matatere formando vetas de
cuarzo y cinabrio, probablemente durante el Oligo-Mioceno.

Con lo conocido hoy en día sobre este tipo de yacimientos, a diferencia del
orden de cristalización propuesto por LÓPEZ & BRINEMAN (1943),
interpretamos que primero debió precipitar el cuarzo lechozo junto con pirita y
sericita, ya que esta es la alteración sericítico-pirítica de baja temperatura que
precede a la mineralización, para luego precipitar el cinabrio y el cuarzo cristalino,
ambos en forma de cristales euhedrales, junto a la idrialita. Lamentablemente ya
no es posible examinar las obras subterráneas donde se podría verificar esta
hipótesis.

Según los estudios efectuados en el yacimiento hace varias décadas, considerando


además el comportamiento del actual del mercado mundial del mercurio, se
deduce que el yacimiento no tiene interés comercial. Por ser una localidad única
en el país, recomendamos estudios mineralógicos adicionales solo con fines
académicos

494
Capítulo 12
OBSERVACIONES SOBRE ALGUNOS
MINERALES
NO PETROGRÁFICOS

Sulfatos, carbonatos y óxidos


1. Taludes, Aroa, Yaracuy
2. Quebrada El Petróleo, Urucure, Lara
3. Quebrada Los Algodones, oeste de Siquisique, Lara
4. Falla de Los Algodones, oeste de Siquisique, Lara
5. Quebrada El Oro, norte de Carora, Lara
6. Túneles mineros, Aroa, Yaracuy
Clastos de colores verde-azulados
7. Clastos verde-azulados en conglomerado de la Formación Matatere.
8. El "Jaspe verde" de la Formación Santa Rita, Lara.
Fosfatos
9. Aheylita [FeII (PO4)4(OH)8.4H2O], Valle de Usera, Bobare, Lara

Pisolitas de calcita. Túnel San Antonio. Aroa.

495
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

1. TALUDES DE AROA, YARACUY


En colaboración de David MENDI y Luís MELO.

En los taludes de la carretera que conecta el pueblo de Aroa y las instalaciones


de la vieja mina de cobre (Fig. 1), afloran rocas esquistosas de la unidad Esquisto
de Aroa y en ellos aparecen diversas eflorescencias, especialmente al acercarse a las
ruinas de las viejas instalaciones de procesamiento mineral.

Hay dos tipos de eflorescencias, de color amarillento y blancas, las cuales fueron
identificadas por difracción de rayos X (DRX) como sigue:

Amarillo (Fig. 2): Aluminocopiapita Al2/3 Fe3+ 4(SO4)6O(OH)2•20(H2O)


Blanco (Fig. 3): Hexahirita MgSO4•6(H2O)

Fig. 1. Ubicación de las muestras (punto negro).


Fragmento del mapa geológico 6447-III-NO Aroa (URBANI & GÓMEZ 2013). Siglas:
Ka: Esquisto de Aroa, Q1A3: sedimentos cuternarios. Coordenadas UTM 19N, La Canoa.
Escala: cuadrícula de 1 km.

496
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 2. Aluminocopiapita de color


amarillo. Ubicada al pié de uno de los
taludes de la carretera a las minas de Aroa.
Fig. 3. Eflorescencias de hexahidrita que le
imparten una coloración blanca al talud de
la carretera a las minas de Aroa.

497
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

2. QUEBRADA EL PETRÓLEO, URUCURE, LARA


El caserío de Urucure se ubica a media distancia en la carretera entre Baragua y
Churuguara. A su vez ubicado al norte de Siquisique. El nombre de la Quebrada
El Petróleo se debe a que allí se ubica un mene de petróleo (Fig. 4). En la localidad
aflora la Formación Cerro Pelado y sobre sus lutitas se localizaron dos tipos de
eflorescencias:
- En la barranca adyacente al mene, en la superficie de una lutita carbonosa muy
meteorizada (Fig. 5) aparecen eflorescencias de color amarillo, de hasta 3 mm de
espesor (Fig. 6). Por DRX se identifica como natrojarosita NaFe+3(SO4)2(OH), lo
cual se confirma con un espectro de composición química obtenido con
microscopio electrónico de barrido (Fig. 5).

- Aproximadamente a 20 m aguas abajo del mene y al nivel de la quebrada seca,


igualmente sobre un afloramiento de lutita y limonita negra, aparecen
eflorescencias de color blanco, hasta de 4 mm de espesor. Tienen un sabor
amargo y cubre áreas de varios decímetros cuadrados. Por DRX resulta
identificada como tamarugita NaAl(SO4)2.6H2O y cantidades menores de yeso.

Fig. 4. Ubicación del mene de petróleo y del sitio donde se colectaron las eflorescencias (punto
negro con flecha). Siglas: Tejr: Fm. Jarillal, Tomch: Fm. Churuguara, Tmac: Fm. Agua Clara,
Tmcp: Fm. Cerro pelado, Q0B9 y Q2B10: Sedimentos cuaternarios. Fragmento del mapa
geológico 6247-IV-NE Los Algodones (URBANI & GÓMEZ 2013). Coordenadas UTM
19N, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

498
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 5a. Espectro elemental obtenido con


microscopio electrónico de barrido. Los Fig. 6. Natrojarosita de color amarillo.
elementos Na, S y Fe coinciden con la La moneda tiene un diámetro de 22 mm.
composición de la natrojarosita. Mientras
que el Al y Si corresponden a las trazas de
cuarzo y minerales de arcilla.

Fig. 7. Eflorescencia blanca de


Tamarugita
.

Fig. 5b. Talud donde se colectó la


natrojarosita.

499
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

3. QUEBRADA LOS ALGODONES,


OESTE DE SIQUISIQUE, LARA
En colaboración de David MENDI.

Los Algodones es un caserío ubicado a media distancia entre Siquisique y


Baragua, municipio Urdaneta del estado Lara. En sus alrededores afloran las rocas
ígneas de la Ofiolita de Siquisique, y en contacto tectónico con la anterior se
encuentra una unidad cartografiada como "Formación La Luna".

En la Quebrada Los Algodones (flecha negra en la Fig. 8) existe un gran


afloramiento de la "Formación La Luna" (Fig. 9) sobre el cual aparecen
eflorescencias blancas de aspecto polvoriento (Fig. 10), cubriendo áreas
decimétricas y espesores variables pero no mayores de 2-3 mm. Tiene un sabor
muy amargo. Por DRX las eflorescencias fueron identificadas como Epsomita
MgSO4•7H2O.

Fig. 8. Ubicación de las eflorescencias de epsomita (flecha negra). Fragmento del mapa
geológico 6247-IV-NE Los Algodones (URBANI & GÓMEZ 2013). Siglas: Tem3: KSg:
Ofiolita de Siquisique (gabro), KSb: Ofiolita de Siquisique (basalto), Kl: Fm. La Luna, Fm.
Matatere, TA: Complejo Estructural Los Algodones, Amarillo: Fm: Castillo, Blanco:
sedimentos cuaternarios. Coordenadas UTM 19N, La Canoa. Escala: cuadrícula de 1 km.

500
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 9. Afloramiento de la "Formación La Fig. 10. Eflorescencias blancas de


Luna" epsomita. El espesor de la capa de caliza es
de 25 cm
.

4. FALLA DE LOS ALGODONES,


OESTE DE SIQUISIQUE, LARA
En colaboración de David MENDI

Entre Siquisique y Baragua se extiende la falla de Los Algodones (Fig. 8). Tiene
una orientación este-oeste, es dextral de ángulo alto con su lado sur deprimido. En
el lado norte aflora la "Formación La Luna" (Cretácico Tardío), mientras que en el
lado sur lo hace la Formación Castillo (Oligoceno tardío-Mioceno temprano). En
el alto de la carretera que comunica ambas poblaciones, a 1,5 km al oeste del
caserío Los Algodones, la traza de la falla está claramente expuesta en el talud de la
carretera (flecha roja en la Fig. 8 y 11).

En la zona de brecha de falla aparecen capas centimétricas de yeso


(CaSO4.2H2O), las cuales muestran estrías (Fig. 12 y 13). Dentro del yeso aparecen
nódulos redondeados e irregulares de pocos centímetros de diámetro, tanto
blancos como ligeramente amarillentos. Ambos tipos de nódulos fueron
analizados por DRX, con los siguientes resultados:

Alunita [K(Al3(SO4)2(OH)6], de color blancos: (flecha negra en las figs. 13 y 15).

Natroalunina NaAl3 (SO4)2.(OH)6, de color amarillento.

Amonioalunita NH4Al3(SO4)2(OH)6 (flecha roja en la Fig. 15).

501
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 13. Detalle de las capas de yeso,


vislumbrándose un nódulo de alunita (flecha
negra).

Fig. 11. Panorámica hacia el este, desde el


alto de la carretera ubicado al oeste de Los
Algodones. Nótese el escarpe de la falla.
Fig. 14. Detalle de los nódulos. El recuadro
ubica a la Fig. 15.

Fig. 12. Depósitos de yeso en la traza de la


falla de Los Algodones.
Fig. 15. Nódulos de forma esférica
blanquecinos de alunita (flecha negra) y otros
más amarillentos de natroalunita y
amonio-alunita (flecha roja), ambos
rodeados del yeso.

502
En la misma zona de brecha de falla, hay involucradas lutitas de la Formación
Castillo. Sobre ellas se observan pequeños nódulos irregulares no mayores a 3 cm
de color amarillento (Fig. 16 y 17). Éstos fueron identificados por DRX por
parabutlerita Fe+3(SO4)(OH)•2(H2O).

Fig. 16. Lutita en la zona de brecha de falla. Fig. 17. Nódulos de forma irregular de color
amarillento (flecha roja), identificados como parabutlerita.

5. QUEBRADA EL ORO, NORTE DE CARORA, LARA


En la cuenca de la quebrada El Oro, a 9 km al norte de Altagracia aflora la
Formación Paují (hoja 6147-II-SO, Altagracia). En un escarpado afloramiento de
limolita aparecen eflorescencias de color amarillo a marrón (Figs. 18), siendo
identificado por DRX como natrojarosita NaFe3+3(SO4).2(OH)6 , rodeando a
depósitos de óxidos de hierro identificados como goethita. FeO.OH.

Fig. 18. Depósitos de natrojarosita y goethita sobre un afloramiento de la


Formación Paují.

503
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

6. TÚNELES DE LAS MINAS DE AROA, YARACUY


En colaboración con Luis MELO.

En las minas de Aroa se puede tener acceso a unos pocos túneles abandonados,
correspondientes a la reactivación de la explotación en los años 1950-1960´s. El
nuestras excursiones con la Sociedad Venezolana de Espeleología, fueron
topografiados las siguientes túneles: Mina San Antonio, Galería del Polvorín o
Jordán, Crucero La Peñita, Crucero Santa Bárbara, Crucero Richard o Nuevo
Crucero Sur, Túnel de la Casa de la Montaña, Túnel del Trencito, y dos galerías
del antiguo acueducto. La Mina San Antonio es la de mayor longitud de galerías.
En 2012 pudimos constatar que personal de la Dirección de Turismo del estado
Yaracuy, estaba intentando abrir la galería principal, llamada Holman.

En general las galerías mineras tienen una sección de 1,5 m de ancho por 2 m
de alto; algunas están en buen estado y otras parcialmente inundadas,
derrumbadas o inestables. En cuanto a las condiciones ambientales de las
cavidades, las temperaturas oscilan entre los 25 y 41ºC; la humedad alcanza
valores cercanos a 100%. En la mayoría de los recorridos hay considerables
acumulaciones de guano de murciélago, con la presencia de olores fétidos y un
fuerte olor amoniacal.

Algunas pequeñas muestras de minerales secundarios fueron colectadas,


identificándolas por DRX como sigue:

Carbonatos
Calcita [CaCO3]: puede presentarse con ligeros tintes cromáticos (Fig. 19)
causados por la presencia de trazas de otros elementos, en especial colores
azulados por la presencia de cobre. Se localiza sólo en la Mina San Antonio, la
cual se encuentra abierta en mármol, por lo cual es de esperar su presencia. La
morfología es muy variable, en coladas, cortinajes (Fig. 19A), estalactitas, perlas
(Fig. 19B) y calcita flotante.

Azurita [Cu3(CO3)2(OH)2]: de color azul intenso. Se encontró en una de las


galerías laterales de la Mina San Antonio, junto a malaquita (Fig. 19C).

Malaquita [Cu2(CO3)(OH)2]: de color verde claro a blanquecino. Se encontró


en la parte más interna de la mina San Antonio, como capas de pocos milímetros
de espesor en las paredes de los túneles (Fig. 19C, D).

504
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Asociación malaquita [Cu(CO3)(OH)2] y brochantita [Cu4(SO4)(OH)6]: El


depósito más singular de la localidad de Aroa, corresponde a un flujo de un
material de consistencia de yogurt, con aspecto semejante a la “leche de luna” de
cuevas naturales. Brota de un hueco de pocos centímetros de diámetro (Fig. 19F)
y de ahí fluye ladera abajo por unos 2 m formando una poza de unos centímetros
de espesor (Fig. 19G). La muestra seca se analizó por DRX resultando estar
compuesta por malaquita (42%) y brochantita (58%).

Sulfatos
Melanterita [FeSO4.7H2O]: es de color verde azulado, traslúcido y masivo. Se
encontró en forma de estalactitas de hasta 30 cm de largo, y en costras adheridas
a los viejos soportes de madera en el Crucero Richard. El túnel está casi
totalmente inundado, con 2/3 de su altura sumergido en un barro espeso de
color amarillo a naranja, con mucho material en suspensión. El agua tiene un pH
de 2,5. No hay guano y la humedad es del 100%.

Al ser llevada al laboratorio, en unos pocos días la superficie del mineral


adquirió un color blanquecino azulado, debido a la deshidratación,
identificándose como siderotilo [Fe(SO4).5H2O], que es de color azul claro y
algo polvoriento. De continuar la deshidratación, se puede transformar a
rozenita [Fe(SO4).4H2O] de color blanco. Este último mineral sólo se identificó
en una muestra del Museo Geológico José Royo y Gómez (UCV) que fuera
colectada en 1961. Por ello estas dos últimas especies no constituyen
mineralizaciones propias del ambiente subterráneo.

Brochantita [Cu4(SO4)(OH)6]: ver arriba en "Carbonatos", por su asociación


con malaquita.

Calcantita [CuSO4 .5H2O]: de color verde claro a azul, se localizó en el piso de


la Mina San Antonio, cerca de la ocurrencia de malaquita, en costras de pocos
milímetros de espesor.

Boussingaultita [(NH4)2Mg(SO4)2.6H2O]: forma una costra de menos de 2


mm de espesor, con cristalitos individuales de color marrón oscuro. Se colectó en
la Galería del Polvorín, en la pared del fondo, adyacente al depósito de guano de
murciélagos insectívoros. Constituye el primer reporte para este mineral en
Venezuela.

505
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Óxidos - hidróxidos
Goethita [FeO.OH]: aparece en forma de estalactitas de color rojizo - pardo,
usualmente de longitudes no mayores de 20 cm de longitud, así como en masas
irregulares (Fig. 19E, F) y costras sobre las paredes y techo de la Mina San
Antonio.

En la colección de la UCV existe una estalactita tubular de este mineral, de


unos 30 cm de longitud y 5 cm de diámetro, sin indicar el nombre de la galería
donde fuera colectada. Fue obtenida por el Prof. José Royo y Gómez y sus
alumnos en la década de los años 1950´s.

Gibbsita [Al(OH)3]: Corresponde a una frágil costra translúcida de unos 2-3


mm de espesor, depositada sobre un casco de aluminio abandonado por los
mineros, y justamente donde el aluminio estaba en contacto y enterrado en guano
de murciélago. La pieza fue hallada en la galería superior de la mina San Antonio,
donde hay una gran colonia de murciélagos. Esta es la primera ocurrencia de este
mineral en cavidades venezolanas.

Fotografías de los túneles de la Mina San Antonio, Aroa, Yaracuy

Fig. 19A. Cortinaje de calcita blanca, sobre el techo de la galería, donde la roca caja es
mármol del Esquisto de Aroa.

506
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 19B. Pisolitas de calcita con diámetro cercano a 1 cm. Se forman en sitios donde hay un
fuerte goteo de agua desde el techo.

Fig. 19C. Costras de malaquita (verde) y azurita (azul).

507
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 19D. Coladas de calcita con colores distintos según esté combinada con malaquita
(verde), azurita (azul), goethita (rojizo) y blanca (calcita casi pura).

Fig. 19E. Formas irregulares de goethita en el techo de la galería.

508
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 19F. Agujero por donde brota un fluido muy espeso formado de malaquita y
brochantita.

Fig. 19G. Cobertura de malaquita en una pared.

509
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Sumario

Los carbonatos deben su presencia a la disolución del mármol, con reacciones


posteriores que permiten la precipitación de carbonatos de calcio y cobre, en las
superficies de los túneles. El cobre proviene de la oxidación de la calcopirita
(sulfuro de cobre), que fue el motivo de la explotación minera.

El azufre requerido para la precipitación de los sulfatos igualmente procede de


la alteración/oxidación de los constituyentes primarios de las rocas adyacentes, a
saber: pirita y calcopirita en el caso del Esquisto de Aroa, pirita en la Formación
La Luna, o de los niveles carbonosos (+ pirita) en el caso de la Formación Cerro
Pelado.

La oxidación de la pirita es la principal fuente azufre para formar sulfatos


secundarios. Este proceso puede plantearse en varios pasos: Primero se oxida por
efecto de aguas meteórico- freáticas ricas en oxígeno, con lo que se forma sulfato
ferroso, que es inestable. Con más oxidación pasa a formar una solución diluida
de ácido sulfúrico y precipita goethita. En ambiente oxidante y con el bajo pH así
creado, las aguas ácidas atacan la roca circundante y es por ello que es capaz de
formar sulfatos de Ca, Na, Al, Fe, Cu, Ni, etc.

510
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fuente de los cationes


Al: A partir de los minerales de arcilla y micas.
Fe: En el caso del Esquisto de Aroa y Formación La Luna, sería a partir de la
misma oxidación de pirita. En el caso de la Formación Paují, en ella se observan
pequeños nódulos ricos en óxidos de hierro que también pueden servir de fuente.
Na y K: Probablemente por la alteración de feldespatos detríticos en la roca
sedimentaria.
NH4: Es posible su presencia por alteración de la materia orgánica.
Mg y Ca: Disolución de caliza (Formación La Luna) o mármol dolomítico
(Esquisto de Aroa).

Sulfatos
Yeso: Este mineral es muy común en las zonas semiáridas de Lara y Falcón,
usualmente se encuentran cristales dispersos en la superficie del terreno. Como se
indico arriba, el calcio probablemente proviene de la disolución de caliza y el
azufre de la oxidación de pirita.

Natrojarosita: En la literatura regional de Falcón es frecuente señalar la


presencia de pequeños nódulos o eflorescencias amarillentas descritas como
"jarosita", pero desconocemos si de ellas previamente se hayan hecho
determinaciones por DRX, para acertar la especie mineral exacta (de entre
variedades como: jarosita, plumbojarosita, hidroniojarosita y amoniojarosita).
Este mineral forma parte del grupo de la alunita.

Alunita, natroalunina y amonioalunita: Estos minerales pertenecen al grupo


de la Alunita. La natroalunita y el amonioalunita son primeras identificaciones
para el país. Previamente, la alunita la habíamos identificado en la fuente termal
de San Juan de la Vega, Falcón (URBANI 1991).

Epsomita y hexahidrita: Ambos minerales son parte de una misma serie, con
distinta cantidad de moléculas de agua, seis para la hexahidrita y siete para la
epsomita. La hexahidrita siempre la hemos observado en nichos muy secos o
muy ventilados, previamente se había identificado en varias cuevas venezolanas
(URBANI 1997). Ambos minerales son muy solubles en agua y por ello se
encuentran en nichos protegidos contra la lluvia (Figs. 3 y 10).

Aluminocopiapita: Forma parte del grupo de la copiapita. Es común


encontrarlo en zonas de oxidación de pirita. Resulta la primera determinación
para el país.

511
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Tamarugita: Muy soluble en agua y por ello se encuentra en zonas protegidas


contra la lluvia (Fig. 7). Esta es la primera ocurrencia en Venezuela.

Parabutlerita: Este es un mineral bastante raro que se forma en las zonas de


oxidación de pirita, o por alteración de otros sulfatos. También es una primera
determinación para Venezuela.

Calcantita [CuSO4.5H2O]: Probablemente sea el mineral secundario más


común en minas de cobre de todo el mundo.

Melanterita [FeSO4.7H2O]: Igualmente común en minas de cobre. Lo curioso


de nuestro hallazgo es que en el laboratorio, con ambiente de aire acondicionado,
en pocas semanas su superficie se deshidrató a siderotilo (con 5 moléculas de
agua), y una muestra aún más vieja se deshidrató aún mas, a rozenita (con 4
moléculas de agua).

Boussingaultita [(NH4)2Mg(SO4)2.6H2O]: Se encontró en la superficie de


contacto entre la roca caja esquistosa y guano de murciélagos. Constituye el
primer reporte de este mineral en Venezuela.

Carbonatos

Calcita [CaCO3]: este mineral es el más común en espeleotemas en cuevas


abiertas en rocas carbonáticas.

Azurita [Cu3(CO3)2(OH)2] y malaquita [Cu2(CO3)(OH)2] son carbonatos


relativamente comunes en lugares donde haya alguna fuente de cobre, como en el
caso de Aroa por la presencia del sulfuro primario calcopirita. La malaquita
también la encontramos mezclada con brochantita [Cu4(SO4)(OH)6], en un
singular depósito tipo "leche de luna".

Óxido-hidróxidos

Goethita [FeO.OH]: es un mineral muy frecuente en muchas condiciones


superficiales, de hecho casi omnipresente en casi todos los suelos rojizos. En
nuestro caso es muy conspicuo como depósitos en las paredes, techo y piso de
las galerías de la Mina San Antonio.

Gibbsita [Al(OH)3]: Prácticamente toda superficie de aluminio expuesta en un


ambiente oxidante queda recubierta por una capa microscópica de Al 2O3

512
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

[corindón]. La presencia de una capa milimétrica de Al(OH) 3 en un casco minero


abandonado desde los años 1950-60´s, pero justamente en la parte que estaba
enterrado en guano de murciélago, permite interpretar que el ambiente de pH
muy bajo del guano húmedo permitió acelerar la oxidación del aluminio.

7. CLASTOS VERDE-AZULADOS EN
CONGLOMERADO DE LA FORMACIÓN MATATERE

En la parte media de la Quebrada Las Petacas, a su vez a 1 km al NE del


caserío Los Algodones (flecha verde en la Fig. 20A), se localizan capas de
conglomerado. En algunas se observan raros clastos redondeados de color verde-
azulado, con tamaño de 0,5 a 3 cm de diámetro (Fig. 20B). A fin de determinar el
origen de vivo color, se realizaron análisis por DRX y el polvo también fue
sometido a un microscopio electrónico de barrido para determinar los elementos
químicos presentes.

Los resultados indican la presencia de cuarzo, muscovita y chamosita, con


elementos mayoritarios como Si, Al, K y Fe (Fig. 20C). Por lo anterior se
concluye que la coloración sea debido a la chamosita, un mineral del grupo de la
clorita, con fórmula ideal de (Fe+2 ,Mg,Fe+3)5Al(Si3Al)O10(OH,O)8

Fig.20A. Clasto de color verde azulado.

513
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig.20B. Clasto verde-azulado colectado para análisis. Tiene 1 cm de diámetro.

Fig.20C. Espectro elemental obtenido con microscopio electrónico de barrido. Note la


presencia de los elementos Si, O, Al, K y K, los cuales concuerdan con los resultado1s de DRX.

8. CLASTOS DE "JASPE VERDE"


DE LA FORMACIÓN SANTA RITA, LARA
En cooperación con José Méndez Baamonde

Alfred SENN (1935) describe el "Conglomerado de Santa Rita", consistente en


400 - 450 m de conglomerado de grano grueso, arenisca y marga arenosa
intercalado con caliza con orbitoides. El conglomerado consiste

514
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

predominantemente de cantos rodados que alcanzan hasta 10 cm de diámetro de


cuarzo blanco, chert negro del Cretácico, cuarzo-arenita densa de las formaciones
Misoa y/o Trujillo y varios tipos de arenisca. Los niveles superiores de caliza
contienen una rica y bien preservada fauna de moluscos.

Frances CHARTON DE RIVERO (1956) además de presentar la traducción


del alemán de la descripción original de Alfred Senn, añade: "Cantos de jaspe
verde son especialmente característicos en estos conglomerados".

Edgar GUEVARA (1967) eleva la unidad a rango formacional y resumen su


litología como un depósito principalmente conglomerático, caracterizado por la
presencia de cantos de hasta 10 cm, consistiendo principalmente de cuarzo, chert,
jaspe verde y arenisca de diversos tipos, y asociado con arenisca, caliza, marga y
lutita.

Rosina PITTELLI & Ángel MOLINA (1989) no mencionan el "jaspe verde" y


señalan la presencia de caliza y un conglomerado basal discontinuo, formado
principalmente por fragmentos de caliza; la matriz del conglomerado es una
arenisca muy fina, calcárea, con fragmentos bioclásticos. Pero estos mismos
autores si mencionan el jaspe verde en su entrada correspondiente a la unidad en
el "Código Estratigráfico de las Cuencas Petroleras de Venezuela" (PITTELI &
MOLINA 1997).

El 29 de septiembre 2005 se tuvo la oportunidad de visitar los afloramientos de


la Formación Santa Rita, en la Quebrada La Guaca en la zona de El Oro, a unos
13 km al NO de Altagracia, a su vez al norte de Carora, estado Lara. Este lugar se
ubica a 44 km al SO de la localidad tipo de la unidad. En dicha quebrada, en las
coordenadas UTM 19P 1.152.256 N, 359.751 E, La Canoa, se localizan
conspicuos niveles de conglomerado de hasta 2 m de espesor con cantos de
dimensiones centimétricos. Efectivamente, como lo indica CHARTON DE
RIVERO (1956) llaman la atención los cantos redondeados de color verde claro a
verde manzana, contenidos en diversos estratos de conglomerado, a veces
constituyendo hasta ¾ partes del total de los cantos. También se encuentran
fragmentos de chert negro, cuarzo lechozo, conglomerado y arenisca de grano
fino a medio de color y aspecto variado (Figs. 21 y 22).

Para precisar la litología de los conspicuos cantos verdes, en el campo se


verificó que corresponden a rocas carbonáticas ya que reaccionan con el ácido
clorhídrico. Se tomaron dos muestras para análisis adicionales en laboratorio. Por
difracción de rayos X se determinó cuantitativamente la presencia de calcita
(55%), cuarzo (14%) y minerales de arcilla (31%). En secciones finas las muestras

515
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

se identifican como caliza con textura de lodolita (mudstone) correspondiendo a


un ambiente sedimentario de muy baja energía. Las muestras presentan
aproximadamente un 95% de micrita y se encuentran unos constituyentes en
forma circular, algunos correspondientes a fósiles los cuales por efecto de la
diagénesis no presentan vestigios de la textura original.

Los fósiles originales han sido reemplazados por calcita en forma de hojas,
indicando probablemente una diagénesis en un ambiente meteórico vadoso o
freático. Este tipo de diagénesis solamente ocurre cuando los organismos o
fósiles originales están compuestos por aragonito el cual es reemplazado
completamente por la calcita, como ocurre con los bivalvos, gasterópodos y las
algas verdes en general.

La forma circular de algunos de estos constituyentes y con tamaños similares,


parecen indicar que son calciesferas originadas por recristalización de algas verdes
dasicladáceas (Fig. 23). Algunos de los cuerpos circulares, vistos con los mayores
aumentos del microscopio polarizante, muestran un reemplazamiento paulatino
de la micrita por las hojas de calcita o esparita (Fig. 24). Inclusive se puede
detallar dependiendo del tamaño del reemplazamiento, como se origina el
proceso, ya que en algunos hay una diagénesis incipiente con solamente unos
cristales de calcita originados y en otros se observa la evolución y avance de la
diagénesis. En general, la mayor parte de estos cuerpos parecen tener un origen
inorgánico. Embebidos en la micrita, también se encuentran algunos cristales de
cuarzo, alterados por diagénesis, con tamaños correspondientes a los limo fino y
muy fino. Algunos de estos cristales todavía conservan una extinción ondulatoria
y vestigios de un origen metamórfico, correspondientes a cristales mayores.

Para tratar de entender la causa de la coloración verdosa se realizaron diversos


análisis a saber:
- Color Munsell: El polvo de la muestra es Blanco 5Y8/2
- Composición química: Componentes mayoritarios (en %): SiO 2 (2,33), Al2O3
(4,29), TiO2 (0,081), Fe2O3 (1,63), MnO (0,51), CaO (55,1), MgO (0,59), K2O
(0,50). Elementos trazas (en ppm): Ni (470), Sr (380), Rb (18) y V(30)
- El residuo insoluble fue analizado por DRX, resultando illita/smectita (52%),
illita (33%) y caolinita+clorita (15%).

En resumen, la roca de color verde descrita en estas notas corresponde a una


caliza de grano muy fino, suave, criptocristalina, algunos fragmentos tienen
fractura concoidea y se asemeja a una caliza litográfica. El color verde
probablemente pueda ser atribuido al contenido de clorita. Por consiguiente al
menos en la localidad estudiada, resulta errónea la identificación de "jaspe verde".

516
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Debe apuntarse que en el Complejo Estructural Los Algodones, al oeste de


Siquisique, en un conglomerado se han encontrado cantos sueltos muy bien
redondeados de hasta 4 cm de diámetro, que corresponden a un chert de color
verde manzana hasta verde azulado. Por este motivo, se desconoce si en otras
localidades de la Formación Santa Rita, puedan encontrarse clastos que realmente
puedan ser identificadas como "jaspe" o "chert" de color verde.

Figs. 21 y 22. Conglomerado con guijarros de caliza verdosa previamente confundida como
"jaspe verde"

517
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 23. Fotomicrografía de la caliza verde, mostrando un fósil (¿calciesfera?) con


reemplazamiento de cristales de calcita. Escala: igual a la Fig. 24.

Fig. 24. A la derecha aparece un fósil reemplazado por calcita y a la izquierda se observa el
proceso diagenético de reemplazo de la micrita por esparita.

518
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

9. UNA OCURRENCIA DE AHEYLITA FeIIAl6(PO4)4(OH)8.4H2O


EN EL VALLE DE USERA, SERRANÍA DE BOBARE

Por Franco URBANI, Ander DE ABRISQUETA y Sebastián GRANDE

Resumen
Se describe la ocurrencia del mineral aheylita, Fe IIAl6(PO4)4(OH)8.4H2O,
procedente de un afloramiento de arenisca de la Formación Bobare, localizado a
unos 50 km al norte de Barquisimeto. Este constituye el primer reporte en el país
de este raro mineral que pertenece al grupo de la turquesa. Su génesis es
desconocida, pero posiblemente se formó a partir de soluciones hidrotermales
durante la fase de metamorfismo en la facies de la prehnita - pumpellyita que
afectó a la Formación Bobare durante el Eoceno tardío-Oligoceno.

INTRODUCCIÓN

En esta sección se describe una ocurrencias del mineral aheylita, un fosfato del
grupo de la turquesa, localizado en un afloramiento de arenisca de la Formación
Bobare, en el estado Lara. El hallazgo se realizó en un talud de la carretera
Barquisimeto – Churuguara, a unos 50 km al norte del Barquisimeto y más
exactamente a 1,5 km al norte del caserío Usera (Fig. 25 y 26). El sitio se ubica en
las coordenadas E453.589 y N1.161.953 (zona 19).

El afloramiento corresponde a una secuencia de capas de arenisca de la


Formación Bobare, unidad que fue descrita por BELLIZZIA & RODRÍGUEZ
(1968) (Fig. 27). La secuencia está cortada por una falla de corrimiento y a 20 cm
de la misma, en su bloque inferior, se encontró el mineral de color verde descrito
de esta nota. En el presente trabajo se identifica el mineral y se plantea su origen.

DESCRIPCIÓN DEL MINERAL EN CAMPO

El mineral aparece en dos franjas de color verde claro, paralelas a la


estratificación. La mayor de ellas tiene 3,5 cm de longitud y llega a 2 mm en su
ancho máximo (Fig. 28). Con lupa binocular se observan agregados botroidales
de aheylita con un diámetro de ¼ a 1 mm y rodeados por los minerales de la
arenisca adyacente, donde se identificó cuarzo y muscovita.

519
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 25. Mapa de ubicación. El recuadro azul indica la localización de las figuras 25 y 26.

Fig. 26. Mapa de ubicación del afloramiento estudiado (flecha negra). Fragmento de la hoja
6347, D.C.N., 1969.

520
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 27. Fragmento del mapa geológico de BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1969).
Kbo: Formación Bobare, Kc: Formación Carorita, Kb: Formación Barquisimeto. Este mapa
abarca la misma zona y está a la misma escala de la figura anterior.

Fig. 28. Afloramiento de la Formación Bobare. La línea roja indica un plano de falla
inversa y la flecha negra marca el sitio donde se colectó la aheylita.

521
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 29. Detalles del nivel rico en aheylita (flecha negra).


A: Cerca de la punta del lápiz se observa un pequeño pliegue de arrastre.
B: ampliación del área del recuadro.

Fig. 30. Aheylita formando agregados esféricos submilimétricos rodeados de la roca caja
constituida por cuarzo y muscovita. Fotografía tomada con lupa binocular.

522
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

RESULTADOS
Identificación
La muestra de roca con el mineral verde fue analizada por difracción de rayos
X, identificándose cuarzo y muscovita que corresponden a los granos de la
arenisca, mientras que la fase de color verde corresponde a la aheylita, Fe II
Al6(PO4)4(OH)8.4H2O, con un patrón que iguala a la ficha 50-1653 del
International Centre for Diffraction Data (ICDD). Se utilizó un equipo Phillips
consistente en un goniómetro 3020 y generador 3830, acoplado a un tubo de Cu
a 40 Kv y 30 mA, con intervalo de corrida entre 5 y 105° y velocidad de
0,02º2θ/s.

Localidades internacionales
FOORD & TAGGART (1986, 1998) describen el mineral aheylita como un
raro fosfato del grupo de la turquesa. El nombre del mineral fue colocado en
honor a Allen V. Heyl (1918-2008), un geólogo del U. S. Geological Survey que
dedicó su carrera a los yacimientos minerales. La localidad tipo corresponde a la
mina de estaño Miraflores, en el distrito minero de Huanuni, provincia Pantaleón
Dalence, departamento de Oruro, Bolivia. Es de color azul pálido a verde claro,
aparece en acumulaciones usualmente milimétricas, aisladas o formando
agregados botroidales hemisféricos a esféricos, irradiándose en masas
entrelazadas con cristales con un promedio de 3 micras de dimensión máxima. Su
fórmula ideal es FeIIAl6(PO4)4(OH)8.4H2O y pertenece al sistema triclínico.
Estos autores consideran que el mineral se formó en etapas hidrotermales tardías
del depósito de estaño y demás metales base. En la localidad tipo aparece
asociado a otros fosfatos hidratados, como variscita, vivianita y wavelita,
asociados a una mena de casiterita, esfalerita, pirita y cuarzo. En 1984 se incluyó
en la lista de nuevos minerales de la Asociación Internacional de Mineralogía
(IMA) como la especie IMA-1984-036. Según ANTHONY et al. (2005) los
parámetros axiales del mineral, son: a:b:c =0,7477:1:0,7707 y sus ángulos axiales: α
= 110,87°, β = 115,00°, γ = 69,96°, volumen de la celda 460,6 Å3 y densidad
calculada de la misma de 3,01 g/cm3. Estos autores utilizan el promedio de
cuatro análisis presentados por los autores originales de muestras de la localidad
tipo, calculando la siguiente fórmula empírica (Fe II0.46
Zn0.40)Σ=0.86Al6(PO4)3.72(PO3· OH)0,28(OH)8•4,10 H2O. La aheylita se ha
identificado en los siguientes lugares: 1- En la localidad tipo, donde fue estudiada
por FOORD & TAGGART (1986, 1998) y luego mencionada por PETROV et
al. (2001: 457) y CALVO & GONZÁLEZ (1992). 2- Bali Lo, Casleys, prospecto
Anticline, Ashburton Downs, Ashburton Shire, región de Pilbara, oeste de
Australia (NICKEL & GARTRELL 1993: 203). 3- Mina Les Montmins (veta

523
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Sante Barbe, con cuarzo y wolframita), Échassières, Ébreuil, Allier, Auvergne,


Francia (CUCHET et al. 2000).

Observaciones cristalográficas
Un agregado botroidal de la ahyelita de Usera, de aproximadamente 1 mm de
diámetro, fue observado con un microscopio electrónico de barrido (MEB). Su
superficie está formada por cristales con perímetro rómbico de unos 2 a 7 µm
(Figs. 31a,b), pero al verlos lateralmente se observa que tienen forma de placas u
hojuelas con un espesor menor de 0,5 µm (Figs. 7c,d,e). Las formas observadas
coinciden con la clase pinacoidal del sistema triclínico, cuyo grupo puntual es 1 .
La apariencia pseudo-romboédrica o pseudo-bipiramidal de algunos de los
cristales (ubicados en las figs. 31a,b, ampliados en las figs. 32a,b) mejor
desarrollados, son en realidad el producto de la combinación de varias formas
pinacoidales, las únicas posibles en esta clase cristalina. En la Fig. 32a una
combinación de los tres pinacoides axiales, c: {001}, b: {010} y a: {100}, forman
una especie de romboedro; éstos están cortados por un pinacoide {011} que
genera una faceta triangular prominente en la parte inferior derecha del cristal. En
la Fig. 32b una forma pseudo-bipiramidal constituida por la combinación de tres
pinacoides, la forma más prominente corresponde a un pinacoide {100},
mientras que las dos facetas triangulares en el lado derecho del cristal
corresponden a dos pinacoides conjugados {01 1} y {011}, todas ellas deben
estar replicadas en la parte inferior no visible del cristal, debido a la presencia de
un centro de inversión en el centro del mismo.

DISCUSIONES
El contexto geológico de la localidad de Usera es muy diferente a la localidad
tipo de Bolivia, ya que no hay depósitos metálicos asociados. Aquí se propone
que la aheylita se originó por actividad hidrotermal generada durante la fase
metamórfica de muy bajo grado, en la facies de la prehnita-pumpellyita (reportada
por BUSHMAN 1960) que afectó a la Formación Bobare, probablemente en
tiempos del Eoceno tardío – Oligoceno, correspondiente al período del
apilamiento de las Napas de Lara (STEPHAN 1982). La ubicación del hallazgo a
20 cm de un plano de falla de corrimiento, podría indicar que ese lugar haya
podido ser más fácilmente permeado por los fluidos hidrotermales que el resto de
la roca, aunque es posible que los fluidos hubiesen aprovechado también zonas o
canales permeables en la arenisca y los propios planos de estratificación, debido a
la disposición paralela a éstos de las venillas que contienen el fosfato (Fig. 29).

Se propone que originalmente el sedimento contenía una pequeña


concentración de un fosfato primario amorfo de tipo dahlita o colofana, o de

524
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

materia orgánica fosfatada, que posteriormente en una etapa hidrotermal (durante


la fase de diagénesis avanzada o metamorfismo en facies pre- esquisto verde), se
combinó con hierro y aluminio disponible a partir de minerales de arcilla, para
formar la aheylita. Este es un fosfato muy raro y no hay estudios adicionales del
mismo más allá de la descripción original, de manera que estas notas aportan
datos sobre otros mecanismos y ambientes requeridos para su formación, además
representa el primer reporte de este mineral en Venezuela.

Fig.31. Imágenes de microscopio electrónico de barrido. A y B corresponden a la superficie de


una esfera de aheylita. En A el recuadro ubica a la Fig. 32b y en B a la Fig. 32a. C y D son
imágenes de una superficie fracturada, con hojuelas de muscovita de la matriz alrededor de la
aheylita, el espesor es menor a 0,5 µm. El recuadro en C ubica a la Fig. 31d.

525
12. OBSERVACIONES SOBRE ALGINOS MINERALES NO PETROGRÁFICO

Fig. 31E. Imagen de una superficie fracturada donde se nota una distribución
aproximadamente radial de cristales de aheylita.

Fig. 32. Combinación de varias formas pinacoidales que conforman los cristales de aheylita.
A: Formas pinacoidales: a (frontal), {100}; b (lateral), {010}; y c (basal), {001},
combinadas con un pinacoide {011} de 1er orden positivo, que genera una faceta triangular
muy prominente. B: Forma pinacoidal a (frontal), {100}, combinada con dos pinacoides de
1er orden conjugados, {011} (negativo) y {011} (positivo), que generan dos facetas
triangulares prominentes en la parte derecha del cristal.

526
Capítulo 13
ALGUNAS LOCALIDADES
FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES
MATATERE, BOBARE Y CARORITA

Por Franco URBANI, Lermit FIGUEIRA, Gustavo SEITZ y José Vicente DE ARMAS.

Amonite Nebrodites sp. del Jurásico,


procedente de un olistolito dentro de la Formación Matatere.
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Resumen
En la región de Carorita Arriba al norte de Barquisimeto, en 1967 se localizaron
algunas localidades con fósiles que ante el renovado interés sobre la geología del
área, ahora se describen y se aclaran algunas inexactitudes de publicaciones
previas. La variada fauna puede resumirse en: Formación Carorita (Cretácico
Temprano): Se identificó el foraminífero Choffatella decipies, algas incrustantes y
Lithothamiun, así como amonites de los géneros Hamites, Idiohamites, Pseudohelicoceras,
Hemiptychoceras. Formación Bobate (Cretácico Temprano): Adicionalmente a
icnofósiles se localizaron pelecípodos del género Ostrea sp. Formación Matatere
(Eoceno medio): Se obtuvo un amonite suelto procedente de la localidad de Las
Puertas de Algarí, que probablemente provenga de un olistolito dentro de esta
unidad; el ejemplar ha sido identificado en forma diferente por dos autores, como
Nebrodites sp., Jurásico Tardío por O. RENZ (com. pers., 1986), y como
Prohysteroceras sp., Cretácico Temprano por O. MACSOTAY et al. (1987). Los
hallazgos en las formaciones Matatere y Bobare, así como la Choffatella en la
Formación Carorita, son primeras ocurrencias para tales unidades, enriqueciendo
el conocimiento.

INTRODUCCIÓN

La mitad septentrional del estado Lara, corresponde principalmente a la


provincia geológica conocida como las Napas de Lara, nombre acuñado por
STEPHAN (1982, 1985), donde las diversas unidades se encuentran imbricadas a
través de falla de corrimiento con vergencia al sureste. Allí afloran las formaciones
Bobare y Carorita del Cretácico Temprano, la Formación Barquisimeto del
Cretácico Tardío, y la Formación Matatere del Eoceno temprano - medio.

Dentro de esta provincia, una zona de 55 km2 al norte de Barquisimeto (Fig. 1)


fue cartografiada geológicamente por los estudiantes de cuarto y quinto año, en
los cursos de Geología de Campo I y II de septiembre-octubre 1967, bajo la
coordinación del Prof. Nicolás Gerardo Muñoz (UCV 1968). Un mapa geológico
simplificado del área cartografiada se presenta en las figs. 1b y 2.

A fines de 1967 durante el período de elaboración de los informes finales de


dichos cursos, Oliver Macsotay quien se desempeñaba como preparador de
paleontología, colaboró tanto en la toma de fotografías de los fósiles (figs. 3 a 6 de
esta sección), como en la identificación de algunos de ellos. Posteriormente dicho
autor incluyó estos hallazgos en su tesis doctoral inédita de 1980, parte de la cual
fue publicada posteriormente con la redefinición del Grupo Lara (MACSOTAY et
al. 1987), donde también se reproducen algunas de las mismas fotografías, sin
indicar su fuente.

528
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

En tres de las cinco zonas de trabajo se realizaron hallazgos de fósiles en las


formaciones Matatere, Bobare y Carorita, los detalles de los mismos, su
identificación, fotografías e importancia, se divulgan ahora por considerarlos de
interés ante los renovados estudios de geología regional, que se llevan a cabo en la
actualidad en el estado Lara (e.g.: GÓMEZ & URBANI 2012).

Fig. 1a. Mapa de ubicación regional. El recuadro segmentado ubica a la Fig. 1b.

LOCALIDADES FOSILÍFERAS
En esta sección para cada una de las formaciones, primeramente se presenta una
revisión de los trabajos previos que han descrito fósiles, para luego presentar los
hallazgos propios de este trabajo.

Formación Matatere
En la región de Siquisique, en los espacios intersticiales de lavas almohadilladas
que ocurren como bloques sueltos en la parte alta de la quebrada Las Petacas,
RENZ (1949) y BARTOK et al. (1985) describen amonites del Jurásico Medio

529
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 1b. Mapa geológico generalizado del norte de Barquisimeto, simplificado con
modificaciones a partir de BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1967). El recuadro segmentado
ubica a la Fig. 2. Los recuadros con siglas 1-1 a II-2 correspondientes a las zonas de trabajo de
las asignaturas Geología de Campo 1y JI de 1967. El número 1 señala una localidad
fosilífera descrita en el texto.

530
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 2. Mapa geológico de los alrededores de Carorita Arriba, estado Lara. Simplificado y
reinterpretado a partir de un mapa inédito a escala 1:10.000 compilado en 1972 por el Prof N
G. Muñoz a partir de los informes de los cinco grupos de los cursos de campo de 1967. Los
números 2 a 6 ubican las localidades fosilíferas mencionadas en el texto.

531
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

(Bartoniano). Dichos autores consideraron a estas rocas como parte del cuerpo
principal de la Ofiolita de Siquisique y por ello en la literatura se cita a dicha
unidad como del Jurásico. Estudios más recientes por STEPHAN (1982),
SÁNCHEZ (2012) y URBANI et al. (2012) señalan que por la ubicación de dichos
bloques, los bloques estaban originalmente incluidos como olistolitos dentro de la
Formación Matatere, al igual que otros bloques de granitoides que se ubican en la
misma quebrada.

El Grupo I del curso de Geología de Campo II (URBANI et al. 1968), obtuvo


una muestra de arenisca con un molde de un amonite (Fig. 3), el cual fuera
obsequiado por uno de los habitantes de Carorita Arriba, quién aseguró haberlo
encontrado en una quebrada en el caserío Puertas de Algarí (probablemente cerca
del sitio 1, Fig. 1b). Por la posible cuenca de drenaje involucrada, el ejemplar
probablemente proceda de alguna de las capas de peñones u olistolitos de la
Formación Matatere, los cuales abundan y están constituidos por rocas
sedimentarias, ígneas y metamórficas, como aparecen descritos en RENZ et al.
(1955), EVANOFF et al. (1959), BUSHMAN (1965) y URBANI (2011). Mediante
la fotografía del ejemplar (Fig. 3), dos paleontólogos lo describen como sigue:

1) A fines de 1967, el fósil fue mostrado a O. Macsotay, quién lo fotografió y


describió como un “amonite enrollado”, quedando incluido con esa leyenda en el
informe del curso (URBANI et al. 1968).

2) En desconocimiento que el Dr. O. Macsotay ya había realizado un análisis


más a fondo de este amonite en su tesis doctoral inédita de 1980 en la Universidad
de Brest, Francia, en 1985 se le envió la fotografía (Fig. 3) al Dr. Otto Renz del
Museo de Historia Natural de Basilea, Suiza, quien había publicado un libro sobre
los amonites de Venezuela (RENZ 1982). Este paleontólogo lo describe como
sigue (O. RENZ, com. pers., 26-11-1985, ver carta en la Fig. 7):

“Familia: Parkinsonidae BUCKMAN, 1920.


Subfamilia: Aspidoceratinae ZITTEL, 1895.
Género: Nebrodites BURCKHARDT, 1910.
Edad: Jurásico Tardío
Localidades: Sur de Europa, Madagascar, Texas, México y Argentina

El fósil probablemente corresponde a uno de los grandes flujos de detritos


abundantes dentro de la cuenca flysch de Barquisimeto de edad Paleoceno-
Eoceno. Nebrodites probablemente se deslizó desde el norte (Cordillera de la Costa
presente), con muchas otras masas, durante la fase orogénica Caribe (desarrollada
durante el Paleoceno-Eoceno) dentro del surco flysch de Barquisimeto en proceso
de subsidencia. Los componentes hercínicos (gneises graníticos) que componen la

532
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

actual Cordillera de la Costa también están presentes dentro del flysch, pero son
mucho menos frecuentes que los componentes jurásicos, como el chert negro sin
foraminíferos” (O. RENZ, com. pers., 26-11-1985). En otra carta continua
“Durante la fase orogénica Caribe (Paleoceno-Eoceno) el Jurásico – Cretácico fue
entonces metamorfizado (Las Mercedes). Parte de él (y también algunos granitos
basales) se deslizaron hacia el sur dentro de las cuencas flysch de Barquisimeto –
Guárico en subsidencia (flujos de detritos) y mega-deslizamientos cerca de
Barquisimeto, y así escaparon el metamorfismo (el Nebrodites). Los amonites
cretácicos que hemos colectado en el flysch de Barquisimeto permanecieron
perfectamente preservados y aun algunos han conservado el olor a petróleo” (O.
RENZ, com. pers., 5-4-1986).

Fig. 3. Molde de un amonite procedente de un olistolito de la Formación Matatere. Tomado de


URBANI et al. (1968). Ha sido identificado en forma diferente por dos autores:
1) Nebrodites sp. del Jurásico Tardío por el Dr. Otto Renz, com. pers. 1986.
2) Prohysteroceras sp. del Cretácico Temprano por MACSOTAY et al. (1987).

3) En 1987 el Dr. O. Macsotay publica la redefinición del Grupo Lara


(MACSOTAY et al. 1987), basada en su tesis doctoral presentada en 1980.

533
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Reproduce la fotografía presentada originalmente en URBANI et al. (1968) y aquí


mostrada en la Fig. 3. Sobre dicho ejemplar, nos dice:

“Prohysteroceras (Prohysteroceras) sp. Se adjudica a este género un molde externo del


costado derecho de un amonite involuto (Fig. 33, 33-A). No se observan detalles
de sutura, pero la ornamentación está bien preservada. Este consiste en costillas
radiales estrechas, poco prominentes, numerosas y cercanas entre sí, separados
por interespacios dos veces más anchos.
En la porción preservada de las vueltas, no se observan costillas bífidas, ni
tubérculos umbilicales. El perfil de las vueltas parece ser ovalado-redondeado. En
las vueltas adultas, se observa una costilla intercalaria pero proveniente del sector
ventral, y se desvanece antes de llegar a la mitad del costado de cada vuelta; estas
intercalarias se hallan entre cada 3 a 6 costillas normales.
Habiéndose hallado en la base de la Formación Bobare, este género de amonite
confirma la edad sugerida por Hamitoides: Albiense superior.
Discusión: El género y el subgénero están restringidos a la base del Albiense
superior, con una distribución geográfica amplia: Europa, África septentrional,
Madagascar, India meridional y Australia. La forma descrita, aun cuando se ajusta
bien al Prohysteroceras sensu stricto, no es idéntica a ninguna de las especies
consultadas” (MACSOTAY et al. 1987: 20).

En la leyenda de su fig. 33 continua diciendo: “Formación Bobare. Fig. 33/33a.


Prohysteroceras (Prohysteroceras) sp. Molde externo del costado derecho de un
ejemplar adulto de un amonite evoluto. Este molde externo de buena
preservación se halló en una capa métrica de cuarzo-arenita de grano fino a
medio. El ejemplar fue hallado como canto rodado en una quebrada al norte de
Carorita Arriba por el geólogo Franco Urbani, en un sector donde afloran
numerosos paquetes macizos de la facies de talud. La Fig. 33a ilustra la
reconstrucción del perfil axial del amonite, el cual no ha sido deformado. Esta
evidencia sugiere diagénesis temprana (cementación silícea) de las cuarzo-arenitas
macizas, previa a la litificación regional que produjo la pelomorfis de los fósiles de
las rocas pelíticas” (MACSOTAY et al. 1987: 52-53).

Adicionalmente a la incertidumbre de la identificación por parte de dos


paleontólogos, cabe destacar el hecho que MACSOTAY et al. (1987: 52) indica
que el ejemplar procede de la Formación Bobare del sitio de Carorita Arriba. Esta
es una inexactitud, que los autores de la presente nota tienen la obligación de
corregir. Los estudiantes del grupo de campo L. Figueira, L. Delfín y F. Urbani, le
mostraron el ejemplar a O. Macsotay quién fotografió los fósiles colectados.
Entonces, quizás inadvertidamente no se le precisó que la muestra nos la
obsequió un habitante de mediana edad de Carorita Arriba, quién aseguró haberlo
colectado en una quebrada del caserío Las Puertas de Algarí donde residía parte

534
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

de su grupo familiar. En consecuencia el amonite procede de la Formación


Matatere y no de la Formación Bobare. Recientemente vía correo electrónico, al
comentarle al Dr. Macsotay de esta imprecisión, nos hizo notar que una
procedencia de la Formación Matatere coincide mejor con sus interpretaciones
regionales.

Formación Bobare
La presencia de icnofósiles, amonites y gasterópodos bentónicos han sido
reportados en esta unidad por O. Macsotay (en BELLIZZIA & RODRÍGUEZ
1968: 540), MACSOTAY (1972a) (resumidos en CVET 1970: 93) y MACSOTAY
et al. (1987), asignándole una edad Cretácico Temprano.

En esta ocasión se reporta un hallazgo realizado en un afloramiento ubicado en


las inmediaciones del caserío Carorita Arriba (sitio 2, Fig. 2). Allí se encuentra la
traza de una potente capa de arenisca en la cual se observan varios moldes de
pelecípodos (Fig. 4), que fueron identificados como pertenecientes al género
Ostrea, tanto por O. Macsotay en 1967, como por John Gibson-Smith en 1979.
Esta localidad fue levantada por el Grupo 1 de Geología de Campo II (UCV
1968).

Fig. 4. Moldes de Ostrea sp. de la Formación Bobare. Ancho de las fotografías 12 cm. Tomado
de URBANI et al. (1968), fotografías e identificación por O. Macsotay en 1967.

Formación Carorita
En área de afloramientos de la Formación Carorita, siguiendo la redefinición y
cartografía de BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1967, 1968), diversos autores
(CORONEL & RENZ 1960; BUSHMAN 1965; CORONEL & KIEWIET DE
JONGUE 1957, en VON DER OSTEN 1967; MACSOTAY 1972a;
MACSOTAY et al. 1987) han descrito faunas relativamente abundantes de
foraminíferos y amonites, e inclusive rudistas.

535
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Con la fauna descrita la edad aparece interpretada en forma diferente: CVET


(1970: 135) la asigna al Aptiense al Albiense medio, BELLIZZIA (1986: 6731) del
Albiense sup. al Cenomaniense, mientras que MACSOTAY et al. (1987) considera
que el conjunto faunal sugiere una edad Cretácico Temprano, probablemente
desde el Valanginiense al Albiense.

Diversos géneros de amonites desenrollados fueron primeramente reportados


por BUSHMAN (1965: 108) e identificados por el Dr. R. W. Imlay del USGS.
Posteriormente, MACSOTAY (1972a: 1696) los describe e ilustra en detalle. Casi
al mismo tiempo, el geólogo Luis Asuaje los halla en el Esquisto de Chuspita, en
la quebrada Fofa, Barlovento, estado Miranda, siendo descritos por MACSOTAY
(1972b). En ese momento esta fauna se consideraba como un buen índice para
unidades del Cretácico Temprano en el norte de Venezuela.

En los alrededores de la localidad tipo de la Formación Carorita (definida por


CORONEL & RENZ 1960), durante los trabajos de campo de 1967 se ubicaron
cuatro localidades fosilíferas (Fig. 2), a saber:

Mina Carorita Arriba


Esta localidad se encuentra a unos 250 m al SO de una mina de arcilla blanca
(sitio 3, Fig. 2), y fue estudiada por el Grupo 3 de Geología de Campo I (DE
ARMAS et al. 1968). En una muestra de caliza arenosa, en sección fina el Dr. P. J.
Bermúdez identificó “Choffatella decipiens y abundantes algas calcáreas”, asignándole
una edad Cretácico Temprano (Aptiense). En el informe de DE ARMAS et al.
(1968) no se presentan fotografías de dicha fauna. En otras dos muestras de la
misma localidad se hallaron amonites, identificados por O. Macsotay como
Hamites sp., Idiohamites sp. y Pseudohelicoceras sp.

El Portachuelo
En los cerros al oeste de El Portachuelo, en la zona correspondiente al Grupo 2
de Geología de Campo I, fueron localizados tres afloramientos con fósiles
(SEITZ et al. 1968), a saber:

- Sitio 4 (Fig. 2). En los planos de estratificación de una caliza, se identificaron


los amonites Hemiptychoceras sp. y Pseudohelicoceras sp. (Fig. 5). Parte de esta imagen
FUE reproducida en MACSOTAY et al. (1987: 37), con la siguiente leyenda:
“Perfiles de ammonites evolutos no identificables, debido a la superficie de las
conchas no se ha preservado. Aparte de la orientación por paleocorrientes débiles
de fondo, se nota estiramiento tectónico en un sentido casi paralelo a la
paleocorriente”.

536
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

- Sitio 5 (Fig. 2). Algo más al sur de la localidad anterior se vuelven a hallar
amonites desenrollados, identificados por O. Macsotay como: Idiohamites sp. (Fig.
6a) y Hamites sp. (Fig. 6b,c) por O. Macsotay en 1967 (SEITZ et al. 1968). Aquí
vale señalar que fotografía de la Fig. 6a también aparece en MACSOTAY et al.
(1987: 39) con la siguiente leyenda: “Marlita con flujo de granos de cuarzo, con
ejemplar bien preservado de Idiohamites sp. ... de los afloramientos inferiores de la
cantera Carorita Abajo”. Así mismo la Fig. 6c fue reproducida posteriormente por
MACSOTAY et al. (1987: 37), presentando una identificación diferente y con la
siguiente leyenda: “Amonite heteromorfo Ancyloceras sp.; aplastado y mal
preservado... Superficie fisiográfica de una capa de marlita de 4 cm de espesor”,
mientras que en el texto del trabajo lo describe como sigue: “Anclyloceras sp.
Amonite evoluto de la forma inicialmente enrollada abierta, para pasar a un tramo
rectilíneo, terminado en una estructura en anzuelo. Las costillas son finas, rectas, y
en el único ejemplar disponible, no se observa ornamentación costillar alguna. La
distribución de las costillas sugiere el género Ancyloceras y no Aspinoceras... La mala
preservación no permite comparaciones específicas. El género Ancyloceras
d´Orbigny (1842) se conoce representado por numerosas especies en la facies
alpina de Europa, y en secuencias pelágicas del Japón, California y Colombia, de
edad Barremiense superior a Aptiense inferior” (MACSOTAY et al. 1987: 12).

- En el sitio 6 (Fig. 2), en una sección fina de caliza, el Dr. P. J. Bermúdez


identificó algas incrustantes y Lithothamium sp., además de perfiles de pelecípodos.

537
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 5. Amonites de los géneros Hemiptychoceras y Pseudohelicoceras sp. de la Formación


Carorita. Ancho de la fotografía 20 cm. Tomado de SEITZ et al. (1968). El recuadro rojo
señala la parte reproducida en MACSOTAY et al. (1987: 37).

Fig. 6a. Amonite del género Idiohamites de la Formación Carorita. Ancho de la fotografía 6
cm. Tomado de SEITZ et al. (1968), también en MACSOTAY et al. (1987: 39).

538
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 6b. Amonite del género Hamites de la Formación Carorita. Ancho de la imagen 20 cm.
Tomado de SEITZ et al. (1968).

Fig. 6c. Amonite del género Hamites de la Formación Carorita. Ancho de la imagen 10 cm.
Tomado de SEITZ et al. (1968). Descrito con más detalle e identificado como perteneciente al
género Ancyloceras sp. por MACSOTAY et al. (1987: 37).

539
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 7. Carta del Dr. Otto Renz del26 de noviembre de 1985

540
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

DISCUSIONES

- Formación Matatere (Eoceno medio): Se halló un Amonite, que fue [identificado


en forma diferente por dos autores: como Nebrodites sp., Jurásico Tardío por O.
RENZ (com. pers. 1985), o como Prohysteroceras sp., Cretácico Temprano por O.
MACSOTAY et al. (1987). Se interpreta que procede de alguno de los abundantes
olistolitos de la unidad. El género al cual pertenece este ejemplar no se conoce en
ninguna otra localidad venezolana y nos amplía la gama de amonoideos conocidos
para el país.
- Formación Bobare (Cretácico Temprano): Nuevo reporte de Ostrea sp.
- Formación Carorita (Cretácico Temprano?): Nuevo reporte del foraminífero
Choffatella decipies. Así mismo se contribuye con cuatro localidades adicionales con
amonites heteromorfos, Complementando así el trabajo que sobre este tipo de
fósiles publicara MACSOTAY (1972a).

ANEXO
¿ Fauna de amonites de la Formación Mamey ?

1. Al revisar la literatura de la región de Barquisimeto, notamos una inexactitud


referente a la fauna de la Formación Mamey, a saber:

- En el Léxico Estratigráfico de Venezuela en sus ediciones de 1970 y 1997 se señala


que en algunas localidades de la Formación Mamey “se observan fragmentos de
amonites no enrollados, muy semejantes a los descritos en la Formación
Chuspita” (ANÓNIMO 1970: 391), cuando en realidad dicha fauna no aparece
reportada en ninguno de los trabajos publicados para esa fecha y que describen la
Formación Mamey.

- En el IV Congreso Geológico Venezolano, MACSOTAY (1969, 1972: 1674,


1679) presenta la identificación de amonites desenrollados de los géneros Hamites,
Idiohamites y Pseudhelicoceras, en sus localidades 563 a 566 (Fig. 2-3), localizadas al
norte de Bobare, cerca de los caseríos El Potrero y Santa Rita.

Con respecto a la unidad donde se ubican dice: “Grupo Los Cristales. Esta
unidad. incluye a las formaciones Carorita. y Mamey, y es un típico sedimento
bioclástico. Posee una escasa fauna de amonites del Albiense superior” (Fig. 1).
Las muestras 563-564 (Fig. 2) corresponden a la Parada 10 de la excursión
geológica de BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1966, 1967: 300, 306) (Fig. 4)
efectivamente cartografiada como Formación Carorita, al igual que en el mapa de
BELLIZZIA et al. (1969) (Fig. 5).

541
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Las muestras 565 y 566 están ubicadas más al norte de las anteriores, y según el
mapa de BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1969) dichas localidades corresponden
a la Formación Bobare (ver flechas rojas en la derecha de la Fig. 5). Es probable
que provengan de pequeños cuerpos de la Formación Carorita, imbricados
tectónicamente con la Formación Bobare.

Sin equívocos, los fósiles identificados por MACSOTAY (1969, 1972a)


corresponden a la Formación Carorita, lo cual es ratificado por el mismo autor en
otro trabajo donde trata sobre una fauna similar hallada en la Formación Chuspita
(MACSOTAY 1969, 1972b).

- Posterior a los trabajos de MACSOTAY (1969, 1972a), el Grupo Los Cristales


queda restringido a las formaciones Mamey y Aroa, quedando la Formación
Carorita incluida en el Grupo Lara. En BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1976) se
redefine el Grupo Los Cristales y se incluye también a la Formación Nirgua.

- Por lo anterior, la inexactitud con la fauna de la Formación Mamey pueda


haberse debido al autor de la entrada del Léxico Estratigráfico (ANÓNIMO 1970),
probablemente tomó la información de MACSOTAY (1969) (ver nuestra Fig. A2-
3) sin percatarse que dicho autor se refería a la Formación Carorita, pero no al
denominado Grupo Los Cristales y en consecuencia dicha fauna no corresponde
a la Formación Mamey.

Fig. 1. Texto donde MACSOTAY (1969, 1972a: 1674) indica que las muestras fueron
tomadas de la Formación Carorita, entonces incluida en el Grupo Los Cristales.

Fig. 2. Tabla faunal donde MACSOTAY (1969, 1972a: 1679) muestra la fauna bajo la
cabecera de “Los Cristales”. 392a

542
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 3. Mapa de ubicación de las muestras estudiadas por MACSOTAY (1969, 1972a:
1675).

Fig. 4. Mapa de ubicación de las paradas 10 y 11 de la excursión geológica de BELLIZZIA


& RODRÍGUEZ (1966, 1967: 300). La parada 11 corresponde a la Formación Bobare,
mientras que para la parada 10 indican: “Olistroma de la Formación Carorita en Bobare. Las
calizas han suministrado algunas amonitas del Cretáceo inferior” (BELLIZZIA &
RODRÍGUEZ 1967: 306).

543
13. ALGUNAS LOCALIDADES FOSILÍFERAS DE LAS FORMACIONES MATATERE,
BOBARE Y CARORITA

Fig. 5. Fragmento del mapa geológico de BELLIZZIA et al. (1969). Se encuentra a la misma
escala y abarca la misma zona del norte de Bobare de las figuras anteriores 3 y 4.
A la izquierda con flechas azules se reubican las paradas 10 y 11 de la excursión de
BELLIZZIA & RODRÍGUEZ (1966, 1967), mientras que las flechas rojas de la derecha
ubican aproximadamente las muestras colectadas por MACSOTAY (1969, 1972a),
correspondientes a la Formación Carorita.

2. En agosto de 2012 al consultar con el Dr. Oliver Macsotay sobre este caso,
nos informó que él dispone de información sobre amonites hallados en la
Formación Mamey, tanto de su localidad tipo como en la Serranía de Portuguesa,
indicándonos que tratará de publicar esta información a la brevedad. Así mismo
nos recomendó la revisión de la publicación de CAMPOS et al. (1979: 47).

En este último trabajo, al referirse a la Formación Mamey dice textualmente:


"No se encontraron fósiles asignables en forma terminante a esta unidad dentro
de la región estudiada; sin embargo en un bloque proveniente del río Acarigua se
encontró un amonite desenrollado, el cual fue identificado por Macsotay (1974,
informe interno del M.M.H.) como Idiohamytes sp. que sugiere una edad Albiense-
Cenomaniense (no debe descartarse la posibilidad de que dicho bloque provenga
de la Formación Volcancito)" (CAMPOS et al. 1979: 9).

3. En fin, con la información publicada al momento, no hay reportes de fósiles


definitivamente asignables a la Formación Mamey.

544
Capítulo 14.
TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Anticlinal de Bucarito, Lara central


14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

FALLAS

La región de estudio se encuentra ubicada en la frontera entre los dominios de


las placas suramericana y Caribe, abarcando mayormente a este último (Fig. 1 y
2). Las fallas cartografiadas se clasifican en cinco grupos, que dé más antiguas a
más jóvenes son las siguientes:

Fallas de corrimiento asociadas al apilamiento de las Napas de Lara

Éstas tienen vergencia hacia el sureste y son las que permitieron ensamblar el
edificio tectónico, apilando las napas en forma diacrónica de oeste a este,
involucrando a la "Formación La Luna", Ofiolita de Siquisique, Formación
Matatere, Grupo Lara (formaciones Carorita, Bobare y Barquisimeto), Esquisto
de Mamey, Esquisto de Aroa y complejo Nirgua, Yumare y San Julián. La edad
de este fallamiento corresponde al Eoceno tardío - Oligoceno medio.

Dentro de este conjunto de fallas destaca la sutura peri-Caribe (o Falla


Carora - El Tocuyo de STEPHAN 1982) que constituye en contacto entre las
provincias de dominios Suramericano y Caribe. Está muy bien expuesta en la
región de Carora - Curarigua (ver en la parte inferior izquierda de la Fig. 2, en la
Fig. 3 y en el extremo derecho de la sección de la Fig. 4). En las secciones
geológicas (figs. 4 y 5), en flechas rojas ubican a esta falla.
Como complemento, en las figuras 6 a 8 se presentan columnas sintéticas que
detallan las unidades involucradas.

546
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 1. La región de estudio en el contexto geológico regional.


A: Extensión de los terrenos de dominio Caribe (azul).
El rectángulo en rojo ubica a la Fig. 1B. Adaptado de PINDELL (1999).
B: Detalle del noroccidente de Venezuela, indicando la localización de la sutura peri-Caribe. Leyenda:
Amarillo: cobertura Neógeno-Cuaternario, Verde: unidades de dominio suramericano, Rojo: unidades de
dominio Caribe. El polígono violeta ubica el área de estudio. Interpretado a partir de HACKLEY et
al. (2006). La sutura peri-Caribe al norte de la falla de Oca es según ZAMBRANO et al. (1972).

547
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 2. Mapa geológico simplificado mostrando las principales estructuras.

548
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 3. Mapa geológico de la zona sur de Carora donde aflora la sutura peri-Caribe (línea
anaranjada). Fragmento de la hoja geológica 6146, Carora.

A. Sección completa.

B: Mitad norte ampliada.

549
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

C: Mitad sur ampliada.


Fig. 4. Sección geológica de Los Algodones (Siquisique) - Bucarito – Curazaito.
Modificado de STEPHAN (1985). Los cambios realizados corresponden a la zona de Los
Algodones, donde se expresan las relaciones entre la Ofiolita de Siquisique, la "Formación La
Luna" y el Complejo Estructural Los Algodones. Así mismo al sur, cercano a la sutura peri-
Caribe donde existe un corredor entre dos fallas inversas en que se intercalan cuerpos del
alóctono Caribe (Matatere y Grupo Lara) con unidades del autóctono suramericano (para-
autóctono). D: Discordancia.
Las flechas de color rojo muestran las fallas correspondientes al apilamiento primario de las
napas. Las flechas de color azul corresponden al segundo grupo de fallas de corrimiento
asociadas a la inversión de la cuenca de Falcón.

Fig. 5. Sección geológica Cerro Guacamuco (Siquisique) - Bobare. Modificado de


STEPHAN (1985), donde se incluye a la "Formación La Luna" en el Cerro Guacamuco.
Las flechas de color rojo muestran las fallas correspondientes al apilamiento primario de las
napas.

550
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 6. Columnas litoestratigráficas sintéticas (sin escala) de la sección Los Algodones


(Siquisique) - Bucarito - Curazaito (sigue la sección geológica A-B-C de la Fig. 4, y ubicada
en la Fig. 2). Modificado de STEPHAN (1985), especialmente en las zonas de Siquisique y
Curazaito. Las fallas inversas representadas corresponden a las originarias del proceso de
apilamiento de las napas de Lara.

551
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 7. Columnas litoestratigráficas de la sección Serranía de Matatere - Bobare (ver


ubicación de la sección F -G en la Fig. 2). Las fallas inversas corresponden a las originarias
del proceso de apilamiento de las napas de Lara.
Tomado de MACSOTAY et al. (1987).

552
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 8. Sección geológica esquemática Urumaco (Falcón) - Curarigua (Lara), para fines del
Eoceno. Se resaltan las fallas inversas de las napas de Lara.
Tomado de BAQUERO et al. (2009: 603).

Fallas de corrimiento asociadas a la inversión de la cuenca de Falcón

Este grupo de fallas con vergencia sur son de edad Mioceno tardío.
Corresponden a un segundo evento compresivo que afectó la región y que
permitió la inversión de la cuenca sedimentaria de Falcón. La zona donde mejor
se aprecia este tipo de fallas está en los alrededores de Corobore, al sur de
Siquisique (Fig. 9), donde el paquete "Formación Castillo - discordancia angular -
Formación Matatere III" se repite cinco veces.

Fig. 9A: Mapa geológico de la región de Corobore, al sur de Siquisique. Fragmento de la hoja
6247, Siquisique. Leyenda: Marrón: Formación Matatere III. Anaranjado: Formación
Castillo. El recuadro rojo ubica a la Fig. 9B.

553
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 9B. Fragmento del mapa D-5-A de WHEELER (1958). Nótese que para explicar la
presencia de la Formación Castillo rodeada tanto al norte como al sur de la Formación
Matatere, interpretaron un sinclinal volcado.

S N

Fig. 10. Sección geológica esquemática Urumaco (Falcón) - Curarigua (Lara), para el
Plioceno. Se resaltan las fallas inversas generadas durante la inversión de la cuenca de Falcón.
Tomado de BAQUERO et al. (2009:603).

Fallas de ángulo alto dextrales de rumbo NE a NS relacionadas al


sistema de la falla de Boconó

La región se encuentra ubicada dentro del gran bloque triangular delimitado


por las fallas de Santa Marta, Oca-Ancón y Boconó. Y dentro de éste, en el sub-

554
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

triángulo de las fallas de Valera, Oca-Ancón y Boconó (Fig. 11). Las fallas con
rumbos NE son las más notorias (Fig. 11), incluyendo a la misma Falla de
Boconó. También hay otras fallas NE con gran desarrollo longitudinal como son
las de Uvedal, El Tigrito y Río Tocuyo. Así mismo hay otras de menor
extensión, como el grupo de fallas que se extienden desde el valle de Duaca hasta
el valle de Aroa, que según BELTRÁN (1993) son clasificadas como
neotectónicas, es decir que han presentado actividad durante el Cuaternario.

Fig. 11. Fragmento del mapa neotectónico de Venezuela (BELTRÁN 1993).


Nótese la configuración del bloque triangular entre las fallas de Oca-Ancón, Valera y Boconó.

555
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fallas de ángulo alto dextrales de rumbo E-O relacionadas al sistema


Oca-Ancón.
Estas fallas también son de actividad cuaternaria (BELTRÁN 1993) (Fig. 11) y
cruzan el extremo nororiental de la zona de estudio, en la región de Yumare (Fig.
2). Dentro de este grupo se encuentra la falla de Los Algodones, de unos 75 km
de longitud, iniciándose cerca de la población de Baragua, continuando por
Siquisique, Aguada Grande y norte del valle de Santa Inés, hasta empatar con
una de las ramas del sistema Oca- Ancón (Fig. 11). La localidad tipo de esta falla
es el sitio de Los Algodones entre Siquisique y Baragua, el escarpe (Fig. 12) y la
zona de brecha de falla están claramente visibles y en ella, se han identificado
algunos minerales poco usuales (ver Capítulo 12).

N S

Fig. 12. Escarpe de la falla de Los Algodones en su localidad tipo. Municipio Urdaneta,
Estado Lara. Labio derecho levantado.

556
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fallas inversas cuaternarias causantes del cierre de cuencas


sedimentarias.

Las cuencas sedimentarias intramontanas molásicas de los valles de Santa Inés


– Moroturo (Fig. 13A), Aroa – Yumare – Palmasola (Fig. 13B) y la Depresión de
Carora (Fig. 13C), desde el Pleistoceno al Holoceno han estado sujetas a efectos
compresivos, generando frentes inversos contrapuestos tanto al norte como al
sur de dichas cuencas, que propenden a su progresivo cierre.

Fig. 13A. Valle de Santa Inés –Moroturo, donde en líneas rojas se muestran las fallas
inversas cuaternarias con vergencia contrapuestas. Fragmento del mapa 6347 - Santa Inés.

Fig. 13C. Mapa del norte de la depresión de Carora.


Fragmento del mapa geológico 6147 - Altagracia.

557
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 13B. Valle de Aroa – Yumare – Palmasola.


Fragmento del mapa geológico 6447 - Aroa.

PLEGAMIENTO

Plegamiento en unidades de margen pasivo: formaciones Aguardiente y


Apón, Andes de Mérida

La pequeña parte de esta provincia expuesta en la zona de estudio se


encuentra entre Carora y Curarigua, al sur de la sutura peri-Caribe. Allí el
plegamiento consiste en anticlinales y sinclinales con ejes orientados de NE-SO
(Fig. 14), que siguen a la fábrica estructural general del norte de la cordillera de
los Andes de Mérida.

558
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 14. Mapa geológico del norte de Curarigua, donde puede verse el patrón de pliegues con
rumbo NE-SO Fragmento del mapa 6246, Río Tocuyo.

Plegamiento en unidades de las napas de Lara (Formación Matatere y


Grupo Lara)

En la Formación Matatere los pliegues principalmente son de arrastre


relacionados con el fallamiento (Fig. 15). Por otra parte, los pliegues son poco
relevantes en la Formación Bobare, mayormente psamítica, mientras que son
relativamente comunes en las rocas pelíticas de las formaciones Barquisimeto y
Carorita, muchos de ellos de naturaleza isoclinal (BELLIZZIA et al. 1976).

De los pliegues que afectan a estas unidades alóctonas, el de mayor extensión y


relevancia es el anticlinal de Bucarito (Fig. 15A), que afecta a un conjunto de
lonjas que repiten la secuencia de "Formación Barquisimeto (San Pablo) -
discordancia angular - Formación Matatere (III)". Este pliegue fue nombrado
por RENZ (1960) como "Bucarito Nose". Probablemente es producto del
arrastre dextral debido a la falla de Uvedal (Fig. 15B), de más de 100 km de
extensión.

559
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

B
Fig. 15. Mapas geológicos de la región de Bucarito, con el anticlinal homónimo.
Fragmento del mapa 6246, Río Tocuyo.

560
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Plegamiento de unidades metamórficas

Las distintas fases de deformación y plegamiento de las unidades típicas de la


Cordillera de la Costa, han sido estudiadas entre otros por VIGNALI (1980),
TALUKDAR & LOUREIRO (1981), OSTOS (1992) y AVÉ LALLEMANT &
SISSON (2005) y no serán consideradas en este trabajo.

En las unidades de bajo grado metamórfico (Mamey y Aroa) pueden


distinguirse al menos dos fases de plegamiento, una primera que genera pliegues
(f1) muy cerrados llegando a ser isoclinales (con la foliación axial), y una segunda
generación que pliega a los anteriores (f2). El plegamiento es más fuerte y
conspicuo en el Esquisto de Aroa por estar constituido de rocas de protolito
pelítico y carbonático, mientras que en el Esquisto de Mamey que es
mayormente psamítico, el plegamiento es menos frecuente, con mayores ángulos
interlimbales.

Plegamiento de las unidades de cobertura post-napas de la cuenca de


Falcón

En la franja septentrional de la zona de estudio afloran unidades


correspondientes a la cuenca de Falcón (Fig. 16), como son las formaciones
Castillo, Capadare, Churuguara, Ojo de Agua, Casupal, etc. con edades desde el
Oligoceno tardío al Mioceno. Para el Mioceno tardío se inicia el proceso de
inversión de la Cuenca, con levantamiento y fuerte plegamiento. De hecho todo
el sistema montañoso se ha denominado como el anticlinorio de Falcón. El
plegamiento generado es un denso sistema de anticlinales y sinclinales con
rumbo generalizado este - oeste (Fig. 16).

561
14. TEMAS DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Fig. 16. Mapa geológico de la región de Mapararí, Falcón, donde se observa el patrón de
anticlinales y sinclinales típicos de la inversión de la cuenca falconiana.
Fragmento de la hoja 6348 - Santa Cruz de Bucaral.

562
Capítulo 15.
HISTORIA GEOLÓGICA

Esquema del apilamiento de napas.


15. HISTORIA GEOLÓGICA

Como consecuencia de la interacción de las placas suramericana y Caribe (Fig.


1), en la zona de estudio aflora una notable variedad de terrenos geológicos, cada
uno con características, edad y evolución diferente. En este capítulo primero se
presentará una síntesis de la historia de cada uno de ellos, para luego mostrar su
proceso de amalgamación, hasta alcanzar la configuración actual.

La diversidad de los terrenos se resume en la Tabla 1, donde las unidades


geológicas aparecen clasificadas según diversos criterios, ya sea pertenecientes a
dominios continentales u oceánicos, unidades alóctonas y autóctonas,
metamorfismo, ambiente depositacional de las unidades sedimentarias, o de
ambiente tectónico en caso de rocas ígneas y metamórficas.

Fig. 1. Esquema de la interacción entre las placas suramericana, Caribe y proto-Caribe.


El círculo muestra aproximadamente la ubicación del área de estudio. Adaptado de
PINDELL (1999)

564
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Tabla 1. Síntesis de las unidades geológicas.

565
15. HISTORIA GEOLÓGICA

UNIDADES CONTINENTALES PROTEROZOICAS Y


PALEOZOICAS

Los complejos El Guayabo y Yumare corresponden a rocas con


metamorfismo de alto grado (facies de la granulita), formados en la orogénesis
grenvilliana (o Putumayo) ocurrido hace c.1 Ga, que permitió el ensamblaje del
supercontinente Rodinia. El Complejo El Guayabo contiene rocas metaígneas y
metasedimentarias -incluyendo evaporitas-. En consecuencia pudo haberse
depositado en ambientes extensionales tipo rift o retro-arco, con magmatismo
concomitante. El Complejo Yumare consta de todos los elementos
metaplutónicos de la asociación Anortosita-Manguerita- Charnockita-Granito, si
bien desmembrados entre los cerros de San Quintín y La Zurda.

Los metasedimentos del Complejo San Julián probablemente fueron


depositados en cuencas neoproterozoica-paleozoicas retro-arco ensiálicas de
carácter extensional, sobre un basamento granítico Meso- a Paleoproterozoico y
posteriormente, en el Paleozoico inferior ocurrieron múltiples intrusiones de
granitoides.

UNIDADES CONTINENTALES DEL ÁMBITO "PANGEA"


A falta de información geocronológica y por sus evaporitas (depósitos de yeso)
se interpreta que el Complejo Nirgua, pudo haberse formado, ya sea: (1)
durante el cierre de una cuenca oceánica en el Pérmico que permitió la
formación del súper-continente Pangea, o (2) en el Jurásico, durante el rifting
que fue separando Norte y Sur América, creando la cuenta oceánica intermedia.

UNIDADES CRETÁCICAS DEL MARGEN PASIVO


SURAMERICANO
Dentro de las unidades sedimentarias depositadas en el Cretácico, en margen
pasivo del noroccidente de la placa Suramericana, hay dos grupos:
1) Unidades (autóctonas) que permanecieron en el dominio de la placa
suramericana, como las formaciones Aguardiente, Apón y La Luna, hoy día
aflorantes en los Andes de Mérida y Perijá.

566
15. HISTORIA GEOLÓGICA

2) Unidades formadas en el margen pasivo suramericano, pero luego


involucradas en el apilamiento de las Napas de Lara, formando ahora parte de las
unidades alóctonas o para-autóctonas de dominio Caribe. Estas unidades
presentan un metamorfismo de muy bajo grado en facies pre-esquisto verde,
como son el Grupo Lara (formaciones Carorita, Bobare y Barquisimeto) y una
“Formación La Luna”, que a largo del presente trabajo la indicamos entre
comillas, por tener semejanza con la Formación La Luna sensu stricto, pero está
afectada por metamorfismo pre-esquisto verde e íntimamente asociada a la
Ofiolita de Siquisique.
La Fig. 2 muestra un mapa paleogeográfico para el Cretácico Temprano, donde
se indica la ubicación aproximada de los lugares de sedimentación de las
formaciones Aguardiente y Apón. A modo informativo, allí también se ubica la
posición estimada de depositaron de las formaciones La Luna y Barquisimeto en
el Cretácico Tardío.

UNIDADES DEL CICLO CARIBE

Unidades subducidas

De la zona de estudio la única unidad que fue subducida es el Complejo


Carayaca, que corresponde a un melange de subducción, donde se combinan
elementos metasedimentarios y metaígneos continentales, con ígneas máficas de
ambiente oceánico, que al ser subducidos a profundidades cercanas a 75 km
(SISSON et al. 1997) generaron eclogitas. No se tienen evidencias certeras de su
edad, pero por su correlación con rocas semejantes de la Isla de Margarita, se
interpreta del Jurásico Tardío – Cretácico Temprano. Donde el proceso de
subducción probablemente ocurrió en una región equivalente al actual Ecuador
o Perú (ver flechas en la Fig. 3), para luego a través de transferencias entre
placas, migrar hacia el norte hasta exhumarse en la posición actual.

567
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Formaciones
Barquisimeto y La
Luna, pero en el
Cretácico Tardío

Fig. 2. Mapa paleogeográfico para el Cretácico Temprano, indicando los lugares aproximados
donde se depositaron las formaciones Aguardiente y Apón (Adaptado de PINDELL 1999).

Fig. 3. Modelos para explicar el lugar de origen del Complejo Carayaca (ver flecha) en los
modelos de MARESCH et al. (2009)(A) y WRIGHT & WILD (2011)(B).

568
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Unidades volcánicas y sedimentarias

En este grupo de unidades consideramos aquellas depositadas en las cuencas


frente al arco Caribe:
1) Complejo San Quintín: probablemente en cuencas dentro del mismo
prisma de acreción.
2) Esquisto de Aroa: En el extremo occidental del océano proto-Caribe en una
posición cercana al arco.
3) Turbiditas de la Formación Matatere I, II y III: En la cuenca ubicada entre
los terrenos del borde delantero del arco Caribe y la placa Suramericana. En la
Fig. 4 se muestran mapas paleogeográficos en tres momentos de tiempo, donde
se pudieron depositar las tres subunidades de la Formación Matatere.

Fig. 4a. Mapa paleogeográfico para el Paleoceno tardío, indicando los lugares aproximados
donde se depositó la Formación Matatere I. Adaptado de PINDELL (1999).

569
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 4b. Mapa paleogeográfico para el Eoceno temprano, indicando los lugares aproximados
donde se depositó la Formación Matatere II. Adaptado de PINDELL (1999).

Rocas ígneas del arco caribe


Dentro de este grupo solo parece corresponder el Metagabro de La Zurda,
aflorante en la región de Yumare, con la presencia de gabro hornbléndico que es
característico de raíces volcánicas en arcos de islas oceánicas.

Corteza oceánica Proto-Caribe


Las unidades relacionadas con la corteza oceánica del proto-Caribe son las
lonjas de serpentinita que afloran en el extremo oriental del área de estudio, así
como la Ofiolita de Siquisique, que incluye la secuencia de gabro, diabasa,
basalto (incluyendo almohadillados y con chert negro intercalado). La Ofiolita es
de edad Cretácico Temprano.

570
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 4c. Mapa paleogeográfico para el Eoceno medio, indicando los lugares aproximados donde
se depositó la Formación Matatere III. Adaptado de PINDELL (1999).

YUXTAPOSICIÓN DE TERRENOS

Las unidades metamórficas pre-paleógenas como San Julián, Yumare, El


Guayabo, Nirgua y Carayaca, probablemente proceden del borde occidental de la
placa Suramericana (Fig. 5A,B), siendo transferidas hacia el norte con el
desplazamiento de la placa Caribe, estando para el Cretácico Tardío en la
posición aproximada indicada en la Fig. 5C (estrella púrpura). Allí estas unidades
se encuentran en gran cercanía geográfica, tanto con las rocas relacionadas con
los procesos del arco Caribe, la corteza oceánica proto-Caribe y las unidades
sedimentarias depositadas en el margen pasivo suramericano.

571
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 5. Modelo esquemático de la evolución de Caribe según WRIGHT & WILD (2011).
Barras rojas: Arco activo. Barras azules: Arco inactivo. MOCC: Meseta ("plateau") oceánica
Caribe-Colombia. GA: Gran arco Caribe. SA: Suramérica. AEC: Arco Ecuador-
Colombia. AP: Arco peruano. APC: Arco post colisional. ACA: Arco centro americano.

572
15. HISTORIA GEOLÓGICA

APILAMIENTO DE NAPAS

El concepto de Napas de Lara fue introducido por STEPHAN (1982, 1985) y


seguidores. Corresponde al evento que en forma diacrónica de oeste a este, fue
apilando distintos terrenos en el norte de Suramérica, comenzando en la zona
actual de Lara, continuando en la Cordillera de la Costa, Araya-Paria y la
cordillera del norte de Trinidad. Dentro de las Napas de Lara, consideramos las
unidades de Matatere, Barquisimeto, Bobare, Carorita, Siquisique y "La Luna".
Mientras como Napas de la Cordillera de la Costa, incluimos las unidades de
Mamey, Aroa, Nirgua, San Julián, El Guayabo, San Quintín y Yumare (Fig. 6).

A fines del Cretácico e inicio del Paleoceno debido a la colisión de la placa


Caribe con el banco de Bahamas, ésta empieza a migrar hacia el este (Fig. 4D),
generando una rama del arco Caribe con rumbo casi norte - sur denominado
Arco de Aves por WRIGTH & WILD (2011) (Fig. 5C y D). A partir de la parte
tardía del Eoceno medio, los terrenos frontales de la placa Caribe colisionan en
forma oblicua con la placa Suramericana, generando un evento compresivo de
vergencia sureste resultante en el apilamiento de napas en el occidente de
Venezuela (Fig. 7). A continuación se presentan ilustraciones que sintetizan la
estratigrafía y estructura de las unidades que constituyen las napas de Lara.

Fig. 6. Esquema del apilamiento de napas en forma diacrónica de oeste a este para la zona
de estudio. Clave de colores: Amarillo: Unidades autóctonas, depositadas en el margen pasivo
Cretácico en el norte de la placa Suramericana. Verde: Unidades alóctonas, formadas en el
margen pasivo Cretácico y posteriormente involucradas en las napas. Azul: Unidades alóctonas

573
15. HISTORIA GEOLÓGICA

de dominio oceánico. Rosado: Unidades alóctonas de origen continental de edad pre-cretácica.


Abreviaturas: Mat.: Formación Matatere. B-A: Formación Barquisimeto – subunidad
Atarigua. B-SP: Formación Barquisimeto – subunidad San Pablo. La frontera entre las
napas y el autóctono corresponde a la denominada Sutura peri-Caribe.

Fig. 7. Columna estratigráfica generalizada para el norte de los Andes de Mérida, Lara
occidental y Falcón centro-occidental. Adaptado de PINDELL (1999).

574
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 8. Columnas simplificadas de la sección Siquisique - Bucarito - Curazaito, estado Lara


(modificado de STEPHAN 1985). Las fallas inversas representadas corresponden a las
originarias del proceso de apilamiento de las napas de Lara. Se representan las tres lonjas
principales imbricadas en la parte occidental de la provincia de las napas (Fig. 6, grupo I), que
hemos denominado como: Napa Siquisique (A) que incluye la intercalación de la Ofiolita de
Siquisique de origen proto-Caribe, con la "Formación La Luna" y el Complejo Estructural
Los Algodones, donde este último constituye una gran suela de corrimiento que incluye rocas de
diversas edades y naturaleza, todo en contacto con la Formación Matatere III. La Napa San
Pablo (B) cubierta discordantemente por la Formación Matatere III. La Napa Atarigua (C)
con la Formación Matatere II discordante sobre la subunidad Atarigua de la Formación
Barquisimeto. Para finalmente sobrecorrer a través de la sutura peri-Caribe a las unidades
autóctonas andinas (D), con una zona estrecha donde se mezclan las unidades anteriores con
las formaciones Aguardiente y Apón en condiciones para-autóctonas.

575
15. HISTORIA GEOLÓGICA

576
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 9. Columnas litoestratigráficas de la sección Serranía de Matatere – Barquisimeto, de


las napas de Lara (Fig. 6, grupo II). Las fallas inversas representadas corresponden a las
originarias del proceso de apilamiento de napas. Tomado de MACSOTAY et al. (1987)

COBERTURA POST-NAPAS

Luego del evento compresivo de emplazamiento de napas, el borde frontal de


la placa Caribe continúa migrando hacia el este. De esta manera la región del
estado Falcón y norte del estado Lara, entró en una etapa de extensional con
adelgazamiento cortical, que generó la cuenca neógena falconiana o Canal
Falconiano (Fig. 10). Con esto se produce una transgresión donde los
sedimentos neógenos cubren discordante o inconformemente a las unidades
paleógenas y más viejas. Para la zona de estudio, estas unidades de cobertura
varían en edad desde la parte tardía del Oligoceno hasta el Mioceno medio
(formaciones castillo, Capadare, Casupal).

577
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 10. Secciones esquemáticas norte-sur donde se visualiza la apertura y relleno de la cuenca
falconiana. Arriba: Oligoceno medio. Abajo: Mioceno temprano, superior. Tomado de
BAQUERO et al. (2009)

INVERSIÓN DE LA CUENCA DE FALCÓN AL HOLOCENO

Posteriormente al evento distensivo anterior, y fundamentalmente por la


expulsión hacia el norte del bloque de Maracaibo, la cuenca falconiana es
invertida lo que produce su levantamiento y plegamiento. Esta nueva etapa
compresiva genera una serie de pliegues anticlinales y sinclinales con rumbo
generalizado noreste-suroeste, así como nuevas fallas de corrimiento con
vergencia sur-sureste, que colocan a unidades eocenas como la Formación
Matatere, sobre la Formación Castillo del Oligo-Mioceno.

En tiempos más recientes como el Mioceno tardío-Plioceno al producirse el


levantamiento de las montañas se las serranías falconianas, Bobare y Aroa, en su
entorno se depositan gruesos espesores de unidades molásicas como las
formaciones Ojo de Agua, Cueparo, Guaidima y Maporita, muy conspicuas en la
parte norte de la actual serranía de Aroa.

La fig. 11 resume los distintos eventos que afectaron la zona de estudio a partir
del Cretácico.

578
15. HISTORIA GEOLÓGICA

Fig. 11. Resumen de eventos cretácicos-cenozoicos.


Para las unidades pre-cretácicas ver Tabla 1.

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de muestreo geoquímico, localización de muestras. Escala 1: 10.000, no. 0272. d)
Mapa geológico mina San Jacinto. Escala 1: 500, no. 0273. e) Mapa de muestreo
geoquímico, valores A, mercurio. Escala 1: 10.000, no. 0275. f) Mapa de muestreo
geoquímico, valores B, mercurio. Escala 1.10.000, no. 0276. g) Levantamiento topográfico
minas San Jacinto. Escala 1: 500, no. 0277. h) Mapa de situación San Jacinto, estado
Lara. Escala 1: 1000, no. 0278. i) Interpretación estructural de la región de San Jacinto.
Escala 1: 25.000, no. 03533. j) Plano de perforación mina de cinabrio, San Jacinto,
corte horizontal. Escala 1: 500, no. 3532. k) Planta y perfiles de los canales, minas
de mercurio de San Jacinto. Escala 1: 100, no. 3531. l) Mapa guía para exploración de
cinabrio, San Jacinto. Escala 1: 50.000, no. 3530. m) Mapa geoquímico minas San
Jacinto, valores A. Escala 1: 1000, no. 3534-3535. n) Muestreo geoquímico mina San
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613
AGRADECIMIENTOS

Presento mi agradecimiento y respetos a la Ilustre Universidad Central de


Venezuela, la casa que vence las sombras, mi segundo hogar, donde me formé y por
cinco décadas desarrollé casi toda mi carrera profesional, con la directriz de
enseñar por medio de la investigación e investigar enseñando.
Una mención muy especial al Prof. David Mendi Fernández, amigo e
incansable compañero de campo y organizador de las actividades de laboratorio,
así como a los profesores, Sebastián Grande, Lenín González, Ruthman Hurtado
y Ricardo Alezones, por el acompañamiento en campo o por las ideas
compartidas.
Mi gratitud a la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas
(FUNVISIS) por el financiamiento de las actividades de campo y becas a tesistas
entre 2005 y 2015; a través de los proyectos “Geodinámica Reciente del Límite Norte
de la Placa Sudamericana - GEODINOS” (coordinado por el Dr. Michael Schmitz) e
“Investigaciones geológicas en las regiones de rocas ígneas y metamórficas del norte de
Venezuela”. A todo su personal, pero con destacada mención a Marina Peña
González y Samuel Parrondo, por la paciente ejecución de muchas de las figuras
que acompañan esta obra.
A Marvin Baquero (INTEVEP), James Wright y Mariela Noguera (Univ.
Georgia), Uwe Martens y James Pindell (Tectonic Analysis Ltd.) y Andrew Kerr
(Univ. Cardiff) por los análisis geocronológicos.
Sería una falta omitir mi gratitud a los habitantes de los remotos caseríos de
Macuere, Tinajitas, Yabito, Bucarito, Pozo Salado, Sanchón y tantos otros, donde
siempre estuvieron prestos a colaborar en los trabajos de campo. En Siquisique, a
la familia Cordero y al conocido Chumingo. En Aroa, al amigo y médico Luís
Aular.
Finalmente dedico este trabajo a mi esposa Isabel y a mis hijos Susana y
Bernardo, por el apoyo y amor recibido. Sin olvidar a mis nietas Lucía y Sofía.

Franco URBANI PATAT

614
1

<< 2

8
GRUPO DE TRABAJO LARA-YARACUY
GEOLOGÍA-UCV. 2005-2015

1 Franco URBANI PATAT. COORDINADOR


Geólogo (1968, Universidad Central de Venezuela-UCV).
Master of Science y Doctor of Philosophy (1972, 1975, University of
Kentucky). Profesor Titular (J) de la Escuela de Geología, Minas y
Geofísica, Facultad de Ingeniería, UCV.
Individuo de Número de las academias Nacional de la Ingeniería
y el Hábitat y de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.

2 Marvin BAQUERO
Ingeniero Geólogo (1999, UCV),
Doctor en Ciencias Geológicas (2015, UCV)

3 Herbert FOURNIER
Ingeniero Geólogo (1998, UCV), Master of Science y Doctor of
Philosophy (2007, 2015, Queen´s University, Canadá).

4 Alí Ricardo GÓMEZ


Ingeniero Geólogo (2012, UCV).
Master of Science (2017, Texas Christian University)

5 Sebastián GRANDE
Ingeniero Geólogo (1982, UCV).
Magister Scientiarum en Geología (2013, UCV)

6 David MENDI
Ingeniero Geólogo (2005, UCV), Máster en Geología Aplicada a
Recursos Minerales (2016, Universidad de Granada)

7 Fernando NEVADO
Ingeniero Geólogo (2012, UCV), Máster en Procesos y Recursos
Geológicos (2016, Universidad Complutense de Madrid)

8 Walter REÁTEGUI
Ingeniero Geólogo (2011, UCV).
Máster en Ciencias (2020, UNAM Juriquilla)

951
Los Algodones, Siquisique. Estado Lara.
En primer plano con poca vegetación el cuerpo principal de gabro
de la Ofiolita de Siquisique. Todos los demás cerros y montañas
del fondo corresponden a la Formación Matatere, en parte cubierta
discordantemente por la Formación Castillo.

Quebrada Maroroy. Siquisique. Estado Lara.


952
Lava almohadillada de la Ofiolita de Siquisique.

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