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1 ¢DE LA REDISTRIBUCION AL RECONOCIMIENTO? Dilerpas en torno a la justicia en una época “postsocialista’ La Jucha por el reconocimiento' se esta convirtiendo raipi- damente en Ta forma paradigmatica de conilicto politico en Jos ullimos aftos del siglo veinte, Las exigencias dle ‘reconoci- rmiento de la diferencia’ alimentan las luchas de grupos que ‘se movilizan bajo las banderas de la nacionalidad, la etnia, la ‘raza’, cl género y la sexualidad, En_estos.conflictos ‘postso- Galisias’ da-fentidad de grupo sustituye a los intereses de clase-conve-mggapismo principal de movilizacién politica, La ‘dominacién. cum reemplaza a la éxplotaciorcomo injusti- cia fundamental. Y el/reconocimient} cultural desplaza a la redistribticior socineconsmica comme remedio a la injusticia y Objetvo del hucha polite. ‘Desde luego, esto no es todo, Las Iuchas por el reconocl- miento tlenen lugar en tun mundo de exageradas desigualda- des materiales en cuanto a ingresos y propiedad, acceso al 1 tnvesigatn ent que ae sustent ese capitilo fue apovada por Ia Boe Finendation, ot Init de Wieseachation tom Menschen ce lena lt fmanitos esearch Ins eS Users de Calfornia en irvine, el Ce (err Urban Alfie and Fy Resear de Norhwestern Untertsy el de ‘Si dela Facultad de Merde de ew Sheol for Sock Research. MU na (Eeinkivo a Kabin Diaekoam, sndlh Dur, angola Haris aval Ken Seay, Ted ote, Jane Mansbridge, Mk Manly. Linda Nicholson, Zaye y a ton memiiros del grupo de abajo “Feaunisve y los dees (et poder in UCI uments esearch tite trabajo remunerado, edueacion, salud y recresciin, pero también, y de modo mas desearnado, en cuanto al insumo de calorias y a la exposicin a entomos taxicos y, por Jo tanto, en cuanto a las expectativas de vida y a las tasas de morbilidad y mortalidad. La desigualdad material aumenta en Ja mayoria dle los paises del mundo —en los Estados Uni- dos, China, Suiza, India, Rusia y Brasil. También se esta incrementando globalmente, de snanera més dramitiea, en Ja linea que divide el Norte del Sur. 2Cémo deberiamos, entonces, entender el eclipse del ima- Sinario socialista centrado en (érminos (ales como ‘ntereses' ‘explotacion’ y ‘tredistribucidn’? ¥, goémo deberiamos interpre: tar el surgimiento de un nueva imaginario politico centrado €n las nocianes de ‘denticad’, ‘diferencia’, “dominacion cull. ral! y ‘Teconocimiento” gRepresenta este cambio la caida en un estado de ‘falsa conciencia"? O, mas bien, gremedia la ce- quera cultural de un paradigma materialista, justificadamen- {e desacredlitado por el fracaso cel eomuntsmio soviético? En mi opinién, ninguna de estas posturas resulta adecua- da. Ambas son excesivamente generales y no estan matiza- das. En lugar de suseribir o rechaaar sin mas todo lo relaclo- nado eon Ia politica de identidad stmpliciter.cdeberiamos con silerar que se nos presenta tuna(iueva fared intelectual ¥ practica: aquella de desarrollar uniteare-ertt cel recone. "V cimiento, que defienda tinicamente aquellas versiones de la (J politica cultural de la diferencia que pueden combinarse co- “herentemente con la politica social de la igualdad, ‘Al formular este proyecto, supango que la justicia hoy en lia requiere, ala ver, la redistribucion y el reconocimtento, y me propongo examinar Ta relacion entre ellos. En parte, esto significa imaginar cémo.delvemos conceptualizar el reconoci- mifenio cultural y la igualdad social de manera que cada tino apoye.al otro en lugar de devaluarlo. (Pues jexisten tantas oncepeiones rivates dle ambost) Signifies también formular teéricamente las maneras coma se entrelazan y apoyan mi. tuamente en la actualidad las desventajas econémicas y cl irrespeto cultural, Por lo tanto, el proyecto exige aclarar ast- mismo los dilemas politicos que surgen cuando se intenta combatir simultaneamente estos dos tipos de injusticia, [Mi objetivo més amplio es conectar clos problemiticas pol fleas que actualmente se encuentran disociaclas, pues s6lo al integrar el reconocimiento y la redistribucién podemos encon- 18. rar un marco te6rico adecuado a las exigencias cle nuestro Uicmpo. Esto, sin embargo, supera las posibilidades del pre- sente trabajo. En lo que sigue, consideraré tmicamente un jes tis probable que Ta prince GESTRION- ETS WGine? fences ie latdversas forma dela polten de identidad son las tte mejor se comtanan eon le ichaa por i \gualdad socal? Y geutles Uenden a interfer con lla? era ceaptria ea bei nea meteor are Ta es ictcu uyeson tondednecnsiane cel uasloageseerne: némicos, especificamente en el génerd:y Ta ‘raza’ (no dliré mu- cho, por el contrario, sobre la ctnia y la nacionalidad)?. Debo, ian) acentneroeen unt lleliodpelinlsanenssaly al Poor rons on hic lap pacicitar do plone riser Evcnctante deste ebipuaes ibis do iu acied eoeteh tre apnea ead eeaepion isso pre ciel rcpt oa cere agian ae tea cotae bles, incluso cuando promueven la igualdad social®, Piva ante euahcralaer al and nahceratoeack za Piekicco ceerniitny pecpenitrst un oonpeita ad ca jones nnaitiens entre ijustine cultarele ¢ Injustcias er en ‘eas is pct specie che Golom'y mechs (ote ae ss sui prin lanin en cat exs a eo ei eeaee Shine retin y= emo iagdempune ainamegunta pupes micee nriinnyen le aise ee a ‘ile recanctnen, Ded ego eve die gropon, nose» Siem ts cypimipes aoe cine segue ceased y pn neous Bonar peak amen eee AS Pc fl ine mc et ear en Sune &qee komo reomitnnion pom os eoseene poe, ya'sea bajo ta forma de un Bstadn strane proplo tego pales 0 ates ae sn een proc el Ses ‘Sun mies fig io mepova Quied) Tis rcs pore sees {Heo Ghia pf Seat pocuax btaa Ccren a Seta ‘tes cnt set Cid pen Ea dinons sr oe iin ted toes per Wa ts “ee Fos os Iie Cte in Canin: on Soh cms ony rd Patrons Casi hs Dove fut Plaat rino, os Ot abaya etic enc cp et an ate pester erst eee nlonees beta enlre et feemacttaenio Ge i ‘ice cio yo ‘sm. cmba, sou nepal aly ales dar ied ac nn insta ciespeoa deshe e s nea pe cna Sociales, entre reconocimiento y redistribucién, por ejemplo. En el mundo real, desde luego, las economiias de lo cultural y Io politica se encuentran siempre entrelazadas y prictica~ mente todas las luchas contra la injustiia, bien entendidas, implican exigencias de reconocimiento y de redistnbucion, No obstante, para efectos heuristicos, las distinciones anali- ticas son indispensables. Sélo cuando hacemos alsstracci6a de las complejidacies lel mundo real podemos dlisctar_es~ quemas_conceptuales que nos pemnitan-entenderlo. Por lo {anto, al distinguir analiticamente enire redistribucién y re- conocimiento, y exponer sus légicas respectivas, iniento aclarar —y empezar a resolver— algunos de los dilemas poli- ticos centrales de muestra época. a discusién presenitada en este capitulo consta de cuatro partes. En Ia primera seccién, conceptualizo la redistribu- ida y el reconocimiento como ‘os paradigmas diferentes de Justicia y formulo ‘el dilenta.rodistetbuetén-reconocimiento’ En la segunda, distingo tres tipos ideales de colectividad so- cial con el fin de identificar aquellas que son vulnerables al dilema. En Ja tercera. secei6n, distingo entre las soluciones ‘aiirmativas’y ‘transformadoras' a la injusticia y examino sus respectivas légicas de colectividad. Uliizo estas distinciones fen In cuarta seccién para proponer una estrategia politica para integrar Ias exigencias de reconocimiento y Tas de redis- trsbucidn, con un minimo de interferencia mutta. EL DILEMA REDISTRIBUCION-RECONOCIMIENTO Permitaseme empezar por indicar algunas complejicades de la vida politica ‘postsocialista’ contemporanea, Con el des- plazamiento de las clases, diversos movimlentos sociales se ‘movilizan en torno a ¢jes de diferencia que se entrecruzan, Al enfrentarse a un amplio rango de injusticias, sus exigencias se sobreponen y algunas veces entran en conflicto, Las ex gencias de cambio cultural se mezclan con las exigencias de cambio econémice, tanto centro de los movimlentos sociales como entre ellos. Sin embargo, las pretensiones basadas en Ja identidad tienden a predominar cada vez mis, en tanto que las perspectivas de redisiribucién parecen retroceder, El resultado cs un campo politico complejo con poca coherencin programxitica, Para aclarar esta situacion y las perspectivas politicas que 20 ‘Wol tistifructo del trabajo propio en benelicio de otros); la {Jos mal remunerados o incleseables, 0 verse negada toda po- la, proponge que se distingan dos _concepelonk js cle Ja injusticia, analiticamente diferentes. La Wicinjusticta sociocconémiea, aryaigada-en la estructura plilico-economicartte-la-soeiedad. Los ejemplos de este tipo We injusticia incluyen la explotacion (es decir, a aproptaci piyirginacion econémica (esto es, el verse confinado a traba- fibilidad cle acceder al trabajo remunerado}; y a privacton de_ os. bienes materiales indispensables para Hevar una vida gna. aon torcos de lauded han intentado durante largo Aiempo conceptualizar Ia naturaleza de estas injusticias so- Glocconémicas. Entre sus explicaciones se ineluye la teoria tmarxista de la explotacién capitalista, Ia teoria de John Farwls de la justicia como equidad en la cleceién de Tos prin- ¢ipios que han de gobernar la distribucton de los "bienes pri- Iniarios’, Ia posteién de Amartya Sen, segén la cual la justicia fexige asegurar que las personas tengan iguales ‘capacidades para funcionar’ y la teoria de Ronald Dworkin en el sentido le que lo requerido serfa la ‘igualdad de recursos“, No obs- {ante, para lo que me propongo aqui, no es necesario com prometerse con alguna explicacion tedrica en. particular.) Basta con suseribir una comprensién general de la injusticta sociaeconémica, moldeada por un compromiso con el iguali- | tarismo, J La segunda forma de entender la injusticia es la cultural 4A ail Marx Capa, ve. 1 (een eatetlona, Carles Mare, Bl Capt. Mo, Fondo de Gullura Economies [X. det 7h Jot Rawls Teor of teen, Canbrid, tavard Univerly Puss, 2072 (yerén easeans, John Ras {a Toone Te vo, Mexico, Fondo de Cultura Bsondmica [W det nauiga Sen. Commies end Capablas, Asterdan, Nert-toland 1265 ersion costlana, Amaniya Sen, Nuevo exer de fa design Madi, ainmen, 1005 [8 donald Dworkin, "What is Equal? Pst 2 quably of Resource’, Pulosophy ard Pate Afars, 10, Ne. 4 (1081), pp 2e5 315. Aunque au Claslien & teens esos tures coo tefsioas de a jfslea distnibutva teonfmien. labiea es ero que la mayoria de ellos Hirecen saints alguna heramlenias para wasjar Tos msuntosteloto faves eat la jute lla. ats, por compl, tals a ns “bases sociale Tet respeto es coms blenes socal purine qve deen ser ctu guttadvarente y Sen (rats al "sentido de a cor al pertinent par 1 ‘Sia de scone, no ta nnn @ Mita a} Ko estate, (Sho la ha sage Is Marion Yousg. empl print desu pes frien se crea hatia fa uses dttitva condatiea, (Veesestesibe ond the Fics of tree. Pret, Princeton User res, 1290) simbélica. En este caso, Ja Injusticla esta arraigada en los patrones sociales de representacion, inferpretacion ¥ coma nleacién. Los ejemplos de este tipo de injusticia ineluyen 1a jdominacién cultural (estar sujeto a patrones de interpreta. {ci y-comunieacién asociados can otra cultura y ser extra (fos u hoses a tas propos); el no reconocimlento fhacerse invisible a través de pricticas representativas, interpreta, vas ¥ comunicativas de la propia cultural; y el imespelo (eer calumniade 9 menospreciado habitualmente en las repre. Sentaciones eulturales puiblicas estereotipacias o en las iter. acciones cotidianas) Recientemente, algunos teéricos politicos han intentado conceptuslizar la naturaleza cle estas injusticias cultures © simbilicas. Charles Taylor, por ejemplo, ha utiizado nocio. nes hegelianas para argumentar que [BL:90 reconocimiento 0 et recanocimlento equivocado... puecle ser luna forma de.opeesién, que aprisionan a la persona ea un modo de ser falso, distorsionado, reduc, Mas alla de Ia simple Tala de espeto, puede Taligié una Herida grave, que agobia a las per- ‘S0nas con un menosprecio de si mismas que Jas inhablia, Pl ebido reconoeimiento no es simplemente una cortesia, sno una hnovesidad human, ‘Axel Honneth, por su parte, afirma que: 1 nuestra era depen. del hecho de rb proba © reconociminta pot prt de isa persona [Careepoy neon Ys tales como tau ‘degradacion) son fom Fintona de hres, de nape ce reconocments. Suen prec ‘aclrite tina fern de companamlent gue sapere nas Inula, no woo porque consire fs sets ta lnotcy de acto: 0 porque ls lnsuna,lal conporamien ss ing Bore mpi nesta persnas ten neoprene ‘a dest mismas —comprenién que se algulre In ete livicad®, r ae fea (Charles Tylor, Mutiaueratsm aed ue Poies of Recxmtion Princeton, Fricsion Universi Press. 1092, 9.25. Mafetco al expel martin a yt polis del raxmocenin: Ay Guta, Comme Mtoe Fac oe Sais orm, 0 at sel tonne, “hlegiy and Diseapect: Pentex of a Conception ef Mo ‘aly Dated on the cory of Ren, Polled Teany 20 os e sel reopeeinento, Hoel Tayo, sch elanas, uemAENS Concepeiones: similares animan Ios trabajos de muchos otros te6ricos criticos, incluyendo a Iris Marion Young y Patricia Wiliams, quienes no utilizan el término ‘reconoct- miento”. Una vez mas, sin embargo, no preciso adherirme a luna explicacién tedriea en. particular. Basta con suseribir ‘una comprenstén general de la injusticia cultural, que se dlistinga cl ta injusticia socioeconémica. ‘A pesar de las diferencias que existen entre ellas, tanto la Injustieia socioeconémica como Ia injusticia cultural se en ‘uentran ampliamente diftmdicas en las sociedacles contem- poraneas. Ambas estan arraigadas en procesos y priciicas {que sistematicamente ponien a unos grupos de personas en desventaja frente a otros. Ambas, por lo tanto, dleben ser re- mediadas. La cistincin entre:ta-injusticix econémtea y-ta-cutturates, desde luego, una distincion analiica-En Ta practica, Tas dos Se ehirecruzan, 1 Hales tienen una dimensién culeural constitutiva, irreduetible, estan atravesadas por significaciones y narmas. Andlogamen: le, aun Jas pricticas culturales mds discursivas tienen una dimensién. politico-econémica constitutiva, irreducible; estan! atadlas a bases materiales. Lejos de ocupar dos esferas hermé- ticas separadas, la injusticia economiea y la cultural se en- cuentran, por consiguiente, usualmente entrelazadas de modo que s¢_reluerzan mutuamenie de manera dialéctica. Las nor- mas culturales injustamente parcializadas en contra de algu- hos estén Instituctonalizadas en el Estaclo y la economia; de ira parte, las desventajas econémicas impiden la participa cidn igualitaria en la construecion dle la cultura, en las esteras pablicas y en la vida diaria, A menudo, el resultado es un ‘irculo vieioso de subordinacién cultural y econémica®, Yeas, por eemplo, Patra J. Willams, The Alden af Race al ephis, Cambri, Harvard Univers Pes, 191, ns Marton Young op ek Ta Invcsn enize cairn eeonamin plitea em teint de felon ‘Gaal, Ie dled este puto en vaosEoplos demo Uy Pratt fs Pou, Discurso wud ander in Contenperany Socal Icon, be Is. Univeraly of Minnesota Press, 1989, entre soe “What fe Ena But ‘Giteal Theory? "the Case f Haberman ane! Gener’ "Women, Wella, and the Polis of Nod tnunprtaten y"Sinncle over Needs: tillee ol a So alse Crtcal Theary of Lale-Capialist Pout Colo El punto fs cena et raroseapilas de esl volumen, espectaimente en ‘Pensa ia eafera puca: us centrbuciin a renga de Ia demote ‘islente” yc. "Una gencalopa de ependensa rsreands wna ple ne del Hate Denar eh oa sind Uno A pesar de estos cruces mutuos, continuare distinguiendo sponentes de] reconocimiento multicultural, por ejemplo, analiticamente la injusticia socioeconémica de la cultural. ylamentan sus pretensiones en el imperativo de una usta, Distinguiré también, respectivamente,os clases de solucid (ribucién del ‘bien primario' de una ‘estructura cultural nies_distinjas,.Ja soluein para Ja injustictaeronsmiica es acta’ tratan pues al reconocimiento cultural como una algin tipo dle reesiructuracion politico-social Esto puede im= ‘Wupecie de la redistribucién", A pesar de tales eruces con- plicar Ja redistribucién del ingreso, la reorganizacién de la fepluales, dejaré de lado preguntas como gson la redisiribu- dsion-del-trabajo, el someter lx inversion a decisionesde- {On y el reconocimiento dos conceptos de justicia diferentes, mocraticamente adoptadas, o la transformacion de otras,es- \meductibles, sui generis, 0, por el contrario, puede alguno ‘mucturas econémicas basicas, Aunque estas diversas soli Wiictioa ser reducitio‘etsatro?!® Mad bleny wy w detente que: ciones difieren entre side mancra importante, en lo stcesivo como los fundamentemos metafilosseamente, me referiré"a-ellas en conjunto bajo el término genérico de im orden entre is / ‘redistribuetén®'La aolucton para la injusticia cultural, por fuslicias socioeconémicas y-sus Soluciones, por wrrtado-y |} el contrario, es“algin tipo de-cambio culturai-o-simibéllco: Jas injusticias culturales y sus Soluclonies} por erorro™-7=—— Esto podria implicar Ta revaliracion cada vez mayor de las Habiendo hecho estas distinciones, puedo ahora formular identidades frrespetadas y de los productos culturales de Jus siguientes preguntas: gcuél es la relacién entre las exi- grupos menospreciados, Podria implicar reconocer y valorar encias de reconociniento, cirigidas a remediar la injusticia Positivamente la diversidad cultural. De manera mis radical Gullural, y las exigenclas de redistribuclén, dirgidas a repa- atin, podria implicar la transformacién total de los patrones ar la injusticia econémica?; y gqué clase de interferencia sociales de representacién, int ion y comunicacion, mmutua puede surgir cuando se presentan de manera simul- ‘creandlo [eambYos-err 1a autoconsclencia de todas Aunque {iinea ambos tipos de exigencias? estas soluciones difieren enire si de manera importante, ea Evisten buenas razones para preocuparse por estas inter- Jo sucesivo me referiré a tt el grapo con el término genést- ferencias mutuas, Las exigencias de reconocimiento asumen co de reeonocimienta’ ft memuido la forma cle un llamado de atenciin a la especificl- De nuevo, esta distineién entre las solucionies cle redistr- lad pntativa de algtin grupo, evando no Ja erean efectiva- bbucion y de reconocimienta es analitica, Las soluclones re- mente mediante su actuacién y, luego, Ia alirmaciin de su. distributivas presuponen por Jo general tuna conception ba- Valor. Por esta razén, tienden a promover la diferenciacion de ‘ica implica del reconoeimiento, Algunos proponentes de la Jos grupos, Las exigencias de retistribucion, por el contrari, redistribucién socioeconémica igualitaria, por ejemplo, fan- damentan sus pretensiones en el ‘igual valor moral de Jas Personas’ por To tanto, tan a redstipucion econdtnicr) como _una expresién del reconocimiento!l, Por su soluciones relativas al reconccimlento presuponen algunas veces concepeiones implicitas de redistribucion. Algunos 12 Un buen clamp de eae tipo de spraximacion pucde eneontarse en Wil Kymiicen,iberalsm, Commanty and dtu. Onn, Oxiord Univer ‘Meas, 1080 El eco do Rpm sugere que ia dsnion etre la just stocconcmiea ya Justeta elu no meesaramente debe ser amma fom cosene cot dition erse justsn stave 9 fla ‘inc sie 13, He de Aes Hon, Me Siglo Renin Te Moral Grarmar of Socal Cones tra Joel Andersen, Cambs Paty PR: T9S epee ‘ eritntn ns cooenauc y wooed por Hava a reduson, Eau rondee qu cence ccnp atl oy ede nei a distin. Preseto eh argument eat de aa pose ony en kor de un cual perspectila ch ms Co rena Tare do 1806 frarscrpcia Intl, ech pula proxsnanee por Uiah Univer De hecho, estas sluciones se cuenta cn una rela ee tenn ef 3, prbiooia que exporare on la siguiente seen eco epi 7 20 Esths wolocones clturales orsas se eenentran en tna stack de sion recipoca. Una cosa es nacnoeer Weide estentes que etualmentc aye, 14. Sin be hace esta distin, cera a posta de exami oe cont tas que plasm sn ere c: erdemb panna de dete fren mse potion Se pemigven mene Splleedereiniiackny green Is versa solscines on uni aerinsubsiguente, ‘Un buen slemplo de eae po de aprosimacion puede encontrarse en Ronald Divorkan, “Lberalsn en A Matter of Feeepe, Calne, Harvard Univer: sly Pres, 1989, pp 181:201, abogan con frecuencia por Ja abolicién de los arreglos econd- micos que sirven de soporte a la especiicidad de los grupos. (Un ejemplo de ello seria Ia exigencia feminista de abolir ka _fltsion del trabajo segan el género,) Por To tanto, tenden a fpromover la desdiferenciacion de los grupos. El resultado es {que las politicas de reconocimiento y fas de redistribucion ‘parecieran_a menudo tener objetivos. contradictorfos, Mien {ras que las primeras tienden a promover la diferenciacién de Jos grupos, las segundas tienclen a socavaria, Por consiguien- te, los dos tipos de exigencia se ubican en mutua. tension; pueden interferirse inelinso obrar uno en contra del otro, ‘Tenemos, entonces, un problema dificil. En lo sueesivo Jo denominaré ¢l-dilenmr redistribucion-reconocmniento. Las personas sujetas tanto a injusicias culturales como econé- rvieas necesitan reconocimiento y redistribucion. Necesitan_ afimmar_y- negara Ja vez su especificidad, Como seria esto posible, silo-es? Sam Antes de responder a este interrogante, consideremos con, ‘mayor precision quiénes enfrentan cl dilema recenocimiento- redistribucién. (CLASES EXPLOTADAS, SEXUALIDADES MENOSPRECIADAS. Y COLECTIVIDADES BIVALENTES. Imaginemas un espectro conceptual de diferentes clases de colectivicad social. Bn un extremo estén las formas de colectividad que se ajustan al modelo redistributive de justi- Gla, Al otto, estén aquellas que Se-ajustan al modelo del reeo- nnocimiento. En medio, hay casos que se muestran dificiles porque se ajustan simuttaneamente a ambos modelos. Consideremos primero el extremo de la redistribuetén, En este extrema postulariames un tipo ideal de colectiviclad ‘cuya existencia se basa integramente en la economia polit- otras palabras, esiaeolectividad se distinguira de olfas exclushamente en virtud de la estructura econémica no del orden cultural de la sociedad. Por consigulente, cual ‘quier injusticia estructural que sufran sus miembros podria atribuirse, en diltima instaneia, a Ja economia politica. La raiz de la injusticia, asi como sti niicleo, sera una mala dis- teibucién socineconémica y cualquier injusticia. cultural atic nente a ella se derivaré, finalmente, de esa raiz, economica Bn el fondo, lo que se requiere entonces para corregir la In- 26 {icin ser la'reetistibticton pottica-cconomica,)no el reco- ypeimiento cultural En el mundo real, clertamente, la economia politiea y la ‘pultura se cruzan mutuamente, como lo hacen Tas injust ‘(iS en la distribuci6n y ef reconocimiento, Podemos dudar ‘entonees de la’ existencia de colectividades puras) de este _ ‘ipo. Para propésttos heuristicos;-sin-embargo, es Wal ésta- iar sus propiedades. Consideremos un ejemplo conocido fue puede interpretarse como una aproximacién al tipo ideal: la coneepolén marxista de clase explotada, entendida de manera ortodoxa'S, dejando en suspenso Ia pregunta faoerca de si esta comprension de la clase se ajusta a las ‘olectividades historicas reales, que han luchado por Ta justi- fia en el mundo real en nombre de la clase trabajadora’®. En Ia concepeién que aqui se presupone,ila clase es un ‘modo de diferenciacién social arraigaclo en la estructura poli ieo-8eonomica dela sociedad, Una clase extste como colecil- vvidad infeafivente en-virtud-de su posicién en esa estructura y de su relacién con otras clases. Asi, Ia clase trabajadora marxista, centro de una sociedad capltalista, es el euerpo de personas que deben vender su fuerza de trabajo, bajo arre- 15 Eno que sigue ecto aaa ea smnera bastante sd, orton {tern cen de apt caniaste ttn oon Upon iewe de Unie gue ve dscten ergo, Desde Toe, ro.ex ela fa unin interpre Uietin pons Gel concepiomarasia de ease ok etete ¥para os bropasc, yo mma He prefendo una intepretaden mews exams, Ene ee mar peso alas dimensiones clr, bistecas y discursivas de Ging fe dae, propuctas por cxatares les cn E% Thompeon Spat Wallac Sci, Vesse Thampeon, The Mating of the Engl Work ‘int, Nuova York, Rarvors Hw, 150. Seat, Gonder and te Peli ef Ststong Nueva York, Columbia Univer reas, 1888 tds que loa a aad hyena movin en ‘undo rt eoreyponda [asc decane que e presenta 8 continnsen. ‘Grtamcnie, fase de bs mourns Soshlen-age sha me Saj-elcetardtte def Cae es mucho ma-compdea de fo que esta Ca fin saga esos odnenos Test obereda iu ase no slo cao wom ‘ater eamiciual de I coonomta olen ino (mbaén com una ete ‘itches deter au de etn a ean Jroblcinacts fs i tyres los nero. As, ware, poe de-eetasno Hale eid lb ye ie dn ees en ‘hada Sus pretesonne de esi cxypelenstonce de econoeamlen {phe atin ocsions, haben fad en jee do abel el ean thos in viii do ose tp rin elim da fava nna cl geonpcimicrte ce -iesencis nr del sera, cone fle unmentar su poder y apeya ha execs de que mes adiantso Sedidrbucion semativa on gra), jes ts maton Mote base dg en a claw poten estar i cea. 10 que Nae Haars “motos elec vaketes que de la Saerprela de ave cue esto ah los que autorian a la clase capitalista a apropiarse de la plusvalia de su trabajo en su propio benelicio privado. Por ‘otra parte, la njustica de estos arreglos es esencialmente un asunto de distribucion, Bn el esquema capitalista de produc- cién social, el proletariado reelbe una pofcién injustamente grande de las cargas y una poreién injustamente pequeia de Jos beneficios, Clertamente, sus miembros sufren también ‘graves injusticias culturales, los ‘danos de clase ocultos' (y rio tan ocultas). Pero lejos cle estar arraigadas directamente en una estructura cultural auténomamente injusta, ésias se derivan de la economia politica, pues proliferan las ideologias de Ia inferioridad de clase para justificar la explotacion'?. La correceién de las injusticias depende entonces de la redist Jbucion y no del reconocimiento, Para superar la explotacion ‘de clase, es necesario reestrueturar Ja economia politica de ‘modo que se altere la disiribuelén de las cargas y los benefi- ‘108 sociales entre las clases, Segtin la coneepetin marxisia, tal reesiructuracion adopta la forma radical de la abolicisn de Ia estructura de clases como tal, por lo que la tarea del proletariado no se limita @ obtener mejores condiciones, sino que debe ‘abolirse a si mismo como clase’. Lo ultima que necesila es el reconocimlento de su diferencia, Por el contra~ rio, la tmica manera de reparar la injusticia es eliminar el proletariaclo come grupo. Consiceremos ahora el otro extrem del espectro concep- (ual, En este extzemo poclemos postular el tipo ideal de co- lectividad que se ajusta al modelo de Justicia del reeonoei- ‘miento, Una colectividad de este tipo esti enteramente arrat- gad en ja eultiya, por oposicion a la ecor distinigue como calectividadl en vietud de Tos patrones socia- les de interpretacion y evalviacién imperantes, no en. virtud de Ia division del trabajo. For lo tanto, cualquier injusticia que sufian sus miembros puede atribulrse, en. dllima ins- tancia, a la estructura-cultural-valorativa, La raiz de la injus: Lucia, asi como sti niicleo, ¢3€l errdneo reconocimiento cultu- 17 stn supoalclon no ete que cinerea Wea de ou om et det ‘om eat fesentements al tex sempre) acommpaados por dist de reo ‘eczlento, fro el inplion que los dh de reeomocimsento de ase, ent ‘Sead ea el que el concept Tn so clasormdo aul, xe driv doa txom fia polls, Mis adcante colder eos enens en los que ins eos. tes after de resonates alos no sm ectariente pe ‘cvecnndiicasen ete sti, ral, mientras que cualquier injusticta econdmica atinente se derivara finalmente de esa raiz cultural, En el fondo, enton- ces, la reparacion necesaria para corregir la injusticia sera el reconocimiento cultural, por oposicion a la redistribucin so- cloeconémica. De nuevo, podemos dudar de la existencia de coleetivida- des puras de este tipo, pero es Util, para efectos heuristicos, estudiar sus propiedades. Un ejemplo que puede interpretar- Ge ane sprue sateatel iaukici consis oa ‘las colectividades homosexuales reales que Iuchan por In justiia en el mundo real Seg esta concepen, la sexualldad es un modo de dife- reneiacidn social, cuyas maces no se enetientran en la econo- thia politica, puesto que los homosexuals eatin distrbuidos th toda la estructura de clases dle a sociedad eapilalista, no ceupan tina postclén especial en la divisiin del trabajo y no onstituyen una clase explotada, Mas bien, sit modo de co- lectividad es el de la sexualidad despreciada, arraigado en la estructura cullural-valoraliva de 1a soctedad, Desde esta perspeetiva, la injusticia que sufren es esencialmente un Asuna de reconoeimiento. Los gays las lesbianas son vill- ‘mas del heterosexismo: la ‘construccion-aiiteritaria dé hor- nas que privlegim la heterosextalidad, to con esto va la homofobia: la devaluacién cultural de la homosexualidad. Al 18 Fy To soso concsbiré Ia sexual de una manera altamente eid y {next came nde agua leanne en el eta po Seal de alec {Gueclseul aout, awn que In direc sexual et fae aval Ge cr'ia extracura cuts, poF oposite 'a Er onan puea Deke egg tane wae We HTIGKThlepreacion posble dew sexzalidad, uci Dl (en comonieacion pessoal ha es pia stn que 2 sexi! esta IMGmamente. gia akg el eal corm explo des i (ovum astnta Ge ahem dl lebale come de eter coral {arava fee eo, ln sald mags pada verse comp ia cole ‘ul Balen envaizada sultanate en econeria plea Ta cult fae Torta parser enforces que ls das eeoniens do quo eon objeto Tos Tonmaeausios se err cx Senora, ete qu et eure, Yo gue 0 ‘eure a lnexpliensn sue altezen aA pose de qa ene avis ele feetamente es posble, considero que ears de eens defeios. A unit de Incite ts etre of ener 9 a sexual Se encubre Ta pra {halstnetn eure un propo que weap a sien dlerauaca e Ta cv ‘Son uel tahajo ty que, en gran pate debe su existeneia a este hecho). por un ado lie oe ane en triads Sa, yr el to. Pact esta silo si late menosprectarse de esta manera su sexualidadl, os homose- xuales son objeto de culpabilizacion, acoso, diseriminacion y violencia, y sc les. niega sus derechos legales y una igual proteceiin —bisleamente, negaciones .de reconocimient Ciertamente, tanto los gays como las lésbianas son vietimas: también de graves injusticias econémicas; pueden ser despe- didos sumariamente de empleos remunerados y se les nega Jos heneficios de la seguridad social basados en la estructura familiar, Pero lejos de estar arraigadas directamente en la estructura ccondmica, estas injusticlas se derivan de una estructura cultural-valorativa injusta'®, La manera de corre- ir Ja injusticia, en consecuencia, es el reconacimiento, no la redistribucién, Para superar la homofobia y el heterosexismo ¢s preciso cambiar las valoraciones culturales (asi como sus expresiones legiles y précticas) que privilegian la heterose- -xualidad, nlegan igual respeto a los gays y lesbianas, y rehii~ ‘san reconocer la homosexualidad como una manera legitima 29 dno on sia cp rida tens ne {ne em seta un don pe ecu a os Homoces 25a una postdin dswonsja 7 Ins explotan coma Homisecsies Nowe ae esa sta a lution de ks Lammsexl yn a mes gers Eiestan tjusis sentrefee, sno Toros {bu eaten Em fence ‘enn rc tc al ees) sttmpanachs pos el de avucsn, Sn embassies Ce St dstnbuthos de sexsalad lal como ka sda era ce denn eh ‘kraft ea ett clr Conese na adie oo Ups oo que la ecteen mien dt st bulves cay tea nent) lrectamente ular, ete Seige Tal acs pia idarar me ete pio neocao#! eonale que Olver ronan Cot {sta ene el anisemtten ya sepremaci Hanes Gouge pm ‘alia nesta den os stoma rsa, ‘avs, lbp pce es om ,A cueure preterit ea expilac, ao cline cle (Vas ena mjustanvenls ado de Con Cast Claes we ace ucia Yor, Moniny Review f Press, 1970) La howtdba canneries ‘itete sei, parece ascrejarte ma) mienttinow at sia spree banca: Gusea nin, ni explo, sos hommes, Las detent ‘conomicas dela homvevuclel son ents lei ernie ee a nce ‘dn mis funder ce reeonerimiento eur Eso hace que aI ie [en eapecolir dee eos, tal eons lames dnd katate eae eo le apex on cts ard ‘la mus findamental de Ia exploacem, Ly auprssaiia ay por acne Smo rc nai len et one as un a fecoemis plica come ch 1 cuir, cousnad injustices co auklese ‘eusbncniefundanentaes de riba y de rebmcmiento fen ese {ho pai, incletaimente, esl en desacnerdo con Cs pra qulcn St Fema lanea pede stare eens a la ase) de ser sexual, Se trata de revaluar tuna sexwalictad desprecia- a, coneeder um reconoeimiento positivo a la especificidad de Jos gays y las lesbianas, El asunto, pues, resulta bastante claro en los «os extre- mos de nuesiro espectro conceptual. Cuando se trata de co- Jeotividades que se aproximan al tipo ideal de la clase traba- Jadora exploiada, nos enirentamos a injusticias distributivas que'requierén soluefones redistributivas. Cuando se trata de colectividades que se aproximan al tipo ideal de la sexuall- dad menospreciada, por el contrario, nos enfrentamos a in- justicias derivadas le um reconocimiento inadecuado, que exigen como remedio el reconocimiento. Bn el primer caso, la Jogica de la reparaci6n consiste et eliminar al grupo’ como ‘erupo. En el segundo caso, consiste en valorarla grupeldad’ del grupo, reconocienco sti especificidad, a ‘Sin embargo, el asunto se tora mucho mas oscuro cuan- do nos alejamos de estos extremos, Cuando consideramos colectividacles ubicadas en el medio del espectro conceptual, encontrames modos hibridos que combinan rasgos de las clases explotadas con Ios de la sexualidad menospreciada. Estas colectividades:s0n ‘bivalentest, Se dlistinguen como co- Jectividades- en. virtud’ (ario-de-Ia-estruetara politico-econs- mica como de la estructura cultural-valorativa de la socie- ad. Cuando se trata dé colectividades oprimidas 0 subordl- nadas, las injusticias de Jas que son victimas pueden atri- buirse, en tiltima instancia, a la economia politica y a la cultura, simuliéneamenie. Las colectividades bivalenies, en suma, pneden padecer tanto la mala dlistribucton socioeco- némica como ¢l erréneo reconocimiento cultural, sin que pueda entenderse que alguna de estas injusticias es un efec- to indirecto de Ia otra; por el eontrario, ambas son primarias, y co-originarias, En ese caso, ni las soluciones redistributi- vas ni las soluciones de reconocimiento son suficientes por st mismas, Las colectividades bivatentes necesitan de ambas, ‘Tanto el/género’como la ‘raza’ son colectividacies bivalen- tes paradigmiaticas. Aunque cada una tiene sus peculiarida- des, ambas incluyen dimensiones politico-econémieas y cul- turales-valorativas. El género y la ‘raza’, pues, implican tanto rodistribucién como reconocimiento. EI género, por ejemplo, tiene dimensiones politico-econd- mileas porque es un prineipio hiisico de la estructuracién de Ja economia politica, Por un lado, el género estructura la 31 divisién fundamental entre trabajo remunerado ‘productive! y trabajo doméstico no remunerado ‘reproductive’, asignanclo a Ja mujer la responsabilidad primaria respecto de este titi mo, Por otro lado, el género estructura.también la divisiin Gentro del trabajo remunerado entre ocupaciones de altos salarios, dentro de Ja industria manufacturera y profesional, dominadas por los hombres, y aquellas de salarios inferiores, dde servicio doméstico y de ‘cuello rosado', dominadas por ag mujeres. El resultaclo es una estructura politico-cconé- mica que genera modos cle explotacion, marinacién y po- breza, especfficos de género, Bata estructura hace del genera un factor ce diferenciaeién polideo-econémica, dotado de Glertas caracteristicas similares a las del factor clase. Cran- do se mira desde este punto dle vista, la injusticia de genera parece como una especie de Ja injusticia distributiva que exige a gritos la redistribuctén, Andlogamente al problema de clase, la justicia de género exige una transformacion de la economia politiea con el fin de eliminar su estructuracion en oro al género. Por lo tanto, la eliminaeién de la explotacion, marginacion y pobreza especifieos de genero, exige aboli la division del trabajo segin el géncro —tanto la division entre trabajo remunerado ¥ no remunerado, como la division de género interna al trabajo remunerado. La fogica de In solu. Gién ¢s, entonees, similar a Ja légica uilizada respecto de la clase: debe climinarse el género como tal in suma, si el género fuera seneillamente ui asunto-de diferenciacion poli- lico-econémica, la justicia exigiria su abolicion. Sin embargo, esto es sélo la mitad de la historia. En reali Gad, el género no sélo es un factor de diferenciacion politica econémica, sino también un factor de diferenciacion cultu- tal-valorativa. Como tal, el género“incluye asimismo clemien- tos que se asemejan mas a los de la sexualidad que a los de clase y que to ubican claramente dentro de la problematica el reconocimiento. En efecio, una de las principales carac~ teristicas de la injusticia de género es el androeentrisme: la construceién autoritaria de normas que privilegian Jos 1a8- 1a ie de lo tao de ‘uetla ronal hace exec punto folermedia ‘er a ds else de fs rato deste jee ni red ola bs {emis y usuolmate pes elds os bneron deln conotsucctod los baja de ‘cba et ingles te eer fobs lars, Ae re Indekea y que generate extzen una lea proparaclom: vel pe. dente de un band) (tt 7 jos asoetados con la masculinidad. De la mano det andro- ‘penirismo va el sexismo culltwal la difundida devaluacion y Alesprecio de aquellas cosas que se codifican coma ‘Temeni- ns’, paradigmética, pero ne exclusivamente, las mujeres®. ‘Tal devaluacién se expresa en un conjunto de lesiones que sinfren las mujeres, entre cllas el ataque sexual, 1a explota- fon sextal y ia difundida violencia doméstica: las represen luciones estereotipadas en los medios de comunicacién que Jas trivializan, reifican y denigran; el acoso y el descién en foclas las esferas de la vida cotidiana; la sujecién a normas lindrocéntricas frente a las cuales las mujeres aparecen ‘como inferiores 0 marginales y- que obran en desventaja de Jas mujeres, afin en auseneia de alguna intencién de diseri- minaeién; Ia diseriminacion en las actituces: Ia. exclusion 0 marginacin en las esferas piblicas y los euerpos deliberan- tes: y la negacién de sus plenos derechos legales y de igual protecelén, Pstas lesiones son injusticias vinculadas al reco hhocimiento: son relativamente incependientes «le Ia econo- mia politi y no son meramente ‘superestructurales’. Por Io {anto, no pueden ser reparadas solamente a través de Ja re- distribucton politico-ecenémiea, sino que requieren soluclo- nes de reconocimienta.adiclonales ¢ independientes. Para superar elanidrocentrismo y el sexisiio, es preciso cambiar ls vloraciones eullurals (asi como su expresiones legates ‘ieas) que privilegian la masculinidad y niegan igual se ees eee (uieas y revaluar un género menospreciado. La légica clel re- medio, en este caso, es similar a la logica utilizada respecto de Ja sexualidad: debe darse_un reconocimiento positive a feidad degrupodevaivada, “Miron es calonees un mods de elected Bante, tiene una Taceta:patitieo-eeenénntea que To-ubica dentro de! ambito de la redistribuclon,-pero-tene-tamben_uni cultural-valoraliva que Jo ubica,”simultaneamente, centro del ambito del reconocimicnto. Desde luego, Tas dos facetas no estan separadas nitidamente Ta tina de Ta otra, Mis bien se enlrelazan para reforzarse dialéclicamente, pues las nor- mas. androcéntricas y sexistas se institcionalizan en el Bs- HL despeccio de stncco pucde asumir ewe ue, muchas formas, entre °° fas tn elena ge excretipas comers ue pre eles, 18 {Ine aesprelr Infonet tadlo y Ja economia, y las desventajas econdmicas de las mu- {eres restringen su ‘voz’, impidienclo de esta forma su igual ‘participacion en la creaci6n cultural, en las esferas piiblicas y en la vida cotidiana. PI resultado es un circulo vicioso de subordinacién cultural y econémica. En consecuencla, para ‘solucionar el problema de la injusticia de género, es necesa- so cambiar a ia vez la economia politica y la cultura. Pl earacter bivalente del género es, sin embargo, la fuente de un dilema. En la medida en que las mujeres sufren por lo menos dos tipos de injusticia analiticamente distintos, re- quieren necesariamente de dos tipos de solucién analitica- mente distintas: tanto redistribucién como reconocimiento. ‘Sin embargo, los dos tipos cle solucion van en dlirecciones opuestas y no es facil perseguirlos de modo simultaneo, Mientras la logica de la redistribucién implica eliminar el gé- nero como tal, la del reconocimiento implica valorizar la es- peeificidad de genero”!. Esta seria, entonces, la version femi- nista del dilema redistribucién-reconocimiento: geémo pue- den las feministas luchar simultaneamente por la abolicién de la diferenciacién segin el género y por valorizar la especi- fietdad de género? ‘Un dilema analogo surge en la lucha eontra el racismo. La ‘raza’, asi como el género, es un modo de colectividad biva- lente. Por un lado, se asemeja a la clase, como principio estructural de 1a economia politica. Desde este punto de vis- ta, la ‘raza’ estructura la divisién capitalista del trabajo. Es- tructura la divistén dentro del trabajo remunerado entre los empleos mal remunerados, de bajo perfil, serviles, domésti- cos, ocupados en proporciones excesivas por personas de color, y los empleos bien remaunerados, de alto perfil, de ‘cue- lo blanco’, profesionales, técnicos y de adiministracion, oct- pados en proporciones excesivas por ‘blancos®, La divisién 21, alo ayuda a expicar por que la historia de los movimiento fet pee Senta un pair de ostlacn ene Tos feurismos angen le Ia “gualdad de deechiow"y fos esters altraley sodaes, rentndas a lt ‘lerencia’. Sera ul especifeat Ia logea temporal presiaa que leva ast olereidadesbialentes x earbsr sx oe este plea uy ort ‘tz Ue la tedloleuetdn al Foeonecimienta y Yereraa. Un prin ica em {se send eee enconarse ee tpito de este iro tad "Male ‘iran, alescntalinn ¥ demos rea 22 De tea parte, rat ea inplltamente vaca a la dvstn de acuerdo ‘con el genera entre el trays renee y el no remuncr, Dich division, se basa en ula coasts normal ere Besta donation Ia da fae omuterado, adds eo In mer el homes, respoetisamente, No be racial que existe actualmente dentzo del trabajo remunerado es, en parte, xn legado his tud, que claboraron la eategorizacién racial para justificar nuevas y brutales formas deapropiacién y explotacion, cons- Uituyendo efectivamente a los ‘negros’ en una casta politico- econémica, Por otra parte, hoy en dia Ja raza’ estructura cl acceso a los mercados Iaborales oficiales, haciendo que gran des segmentos de la poblacién de color sean tun subprolela- riado degradado, 0 una clase inferior, '‘superflua’, indigna in- cluso de ser explotada, y excluida del todo del sistema de prociucién, El resultado es una estructura poitico-econdmi- fea que genera modes de exploiacién, marginacion y pobreza, especificamente raeistas, Rsta estructura hace de la raza’ un factor de diferenetacion politico-cconémica con clertas earac- teristicas similares a las de la clase. Desde esta perspectiva, In injustiela racial aparece como una especte de la tnjusticia distributiva que pide a gritos una solucién redistributiva, Al Jigual que el problema de clase, la justicia racial exige trans- formar la economia politica para eliminar su racializacion, La climinacién de la explotaelén, margivalizacién y pobreza es- Fis 7 ol cages hacs conrlarciniirisantal al snterior dab tras bajo rermunerado, 1a logiea de Ja solucién se asemeja a ta ogica rel sie.clioinar Ia. in ee eee ee, Ja Justicia exigiria su abolieién, Pero la ‘raza’ como el género, no es solamente politica-eco- nomica. Tiene también climensiones cultural-valorativas, lo que la coloca en el ambito del reconocimlenio, La ‘raza’ tiene fisimismo rasgos mas parecidos a los de la sexualidad que a Jos de Ja clase. Un aspecto importante del racismo es el euro- ccentrismo; la construccién autoritaria de nermas que privile- fae, a dvstn en os Estados Unidos yep ots tugare) a ido stempee renee en el snl de que x Womestisda ha sido, pean, Una preromatsa blanca. Espedlmente alos aeamnericanss se les na rohit {tps dela omentisdd. yaseu com ‘elu privado (stella) & feo fea do euicantractas pt 9 oetish (mena) tn eee Ce Li'jopta tania veo, Jacqudine Jones, Lar of Lae, Lab of orc ‘ite Worn, Work, and Ue Fey jem Sknory fo de Present. Nuova York Haste ans. 1985: Prey Nala Sen, “From Serstade to Service Ware Histrent Coninates fo the Racal bision of Reprodctine Lar, Sep, 1 Ne, 1 (1002) pp. 4, 35 sian rasgos asociados con ‘ser blanco’, Al lado de esto va el Tacismo cultural: la difundida devaluaeién y menosprecio® de las cosas coulificadas como ‘negras’, ‘morenas’ y ‘amart- ins’, paradigmatica, pero no exelusivamente, las personas cle color, Esta depreciacién se expresa eh um conjunto de le siones de Jas que son viclimas las personas de color, entre lias las representaciones estercotipadas clenigrantes que las presentan como criminales, bestiales, primitivas, estapidas y demas: fa violeneia, el acoso y el menosprecio. en todas las esferas de Ja vida cotidiana; la sujecién a las normas euro- cénirieas en relacién con las cuales las personas dle color aparecen como inferiores o marginales y que cbran en su desveniaja, aun en la ausencin de Ta sntencién de diserimi- narlas; la exclusidn 0 marginacién de las esferas piiblteas y Ins cuierpos deliberantes: y ka negacién de sus plenos cere hos legales, asi camo de una igual proteccién. Como en el caso del género, esias Tesiones son injusticias de reconoci- miento. La légiea de su solucién, por eonsiguiente. eonsiste tambien en otorgar un reconocimiento positive a una espect- ficidad de grupo devaluada La ‘raza’ es entonces otro modo bivalente de colectiviciad con tina faceta politico-cconémica y una cultural-valorativa. Sus dos facelas se entrelazan para reforzarse dialéeticamen- te; mds aim, el hecho de que las normas racistas y eurocen- tristas se encuentren institucionalizadas en el Estado y la economia y el que las personas de eolar sisfran desventajas en lo econdmico, restringe su ‘ver, La reparacién de la injus- ticia racial, por lo tanto, requiere cambiar tanto la economia politica como la cultura. Sin embargo, al igual que con el género, el canicter bivalente de la ‘raza’ es la fuente de un ema, Brita medida en-qre las’personas dle color salen al ‘mens dos tipos de injusticia analiticamente distintos, nece- 20° Bi una verston prev le este document wee (émaluo “denen, La tcnaecuenca rca de eso fue que, si ncn, rit la sa ave tdano que bsseaa crear en el aco mismo de deserts, “Denigrars del latin mgrare (ennegreer, have quel menospreco se aste a eres tien, una valorseon acta, Agmdeseo al estucaite dea alvereaad de Saint fouls que ans ni atenein sre ete punto, 24 Dee lego el despreco rua puede sop varias loro es fa repre senfacin escrelipada de os sears como inertness el punto ‘evista nee perm especialmente dalados para Jamie os depart, hrasa ta epresentaciin ecteeotpada de los ‘atten ame CaN in ‘nace ssitan dos tipos de sohucién-analiticamente distintos, redistri- ‘bucion y reconocimiento, que no pueden lograrse facilmente Ee toee tralian Ve ents que a Lica de a rest “pucion consiste”enéllininar Ta ‘raza’ como tal, la Iégica del. > reconocimiente cop ¥ idad oS, Esta seria, entonees, la version antirracista clel dilema reilistribucién-reconocimiento: geémo pueden los antirracis- tas lucbar simulténeamente por abolir la ‘raza’ y por valori- ar la especilicidad cultural de un grupo subordinado en ra- zn ce la "ra"? Resumiendo, tanto el género como Ja ‘raza! son modos de colectividad problematicos. A diferencia de la clase, que ocu- pa uno de Tos exiremos del espectro conceptual, y de la se- sxuallidad, que ocupa el otro, el género y la ‘raza’ Son bivalen- {es, esto es, estan implicaclos simultdmeamente en la politica de la redistribucién y en la del reconocimiento. Ambos, por 10 tanto, deben enfrentar el dilema_redistribuciin-reconoci- miento. Las feministas deben buscar. soluciones pokitica-cco- némicas que socaven Ja diferenciacién de. género y, a Ja vez, buscar soluciones resallar su es- See a ridlogamente, Jos anurracistas deben buscar soluciotes politico-econémi- ‘cas que socaven Ia diferenciacion ‘racial’ y, a la vez, buscar solueciones cultural-valorativas para resaltar la. especiicidad de sus colectividades menospreetacas. ,Cémo pueden hacer ‘ambas casas al mismo tiempo? {AFIRMACION © TRANSFORMACION?, ‘REGRESANDO AL PROBLEMA DE LAS SOLLICIONES, Hasta ahora he forrmulado el dlilema redistribucion —reco- nocimiento ce manera que lo hace prictieamente insoluble. He partido del supuesio cle que las soluciones redistributivas a las injusticias politico-econémicas clespojan siempre a los grupos sociales de sus diferencias especificas. Iqualmente, he asumido que las sohuciones de reconocimtento para las Injusticias cultural-valorativas aumentan siempre la diferen- 25, so ayuda a expe por qu i historia de cos Esiaos Vales gue un paren de asa ene fa itso 9 ‘Separaism fo nacional go) AL ual gue tn gener, seria esperar Ia dnancas de sins alters 37 clacién de los grupos sociales. Dados estos presupuestos, Seetlta ite ver Gant pueden le fninsion' foe ra: Gras sen de manera sian sein ye poe bor ai ergs qulsira haga i cline prespucetoe/ Br cota sccetn exaniré los teneepelonse iertivas rents poe ui lage as conse. nes allerativas tel reconoetrdent por el eto. Ml obo 5 dlstingutt dos aproximaciones arvplas dl probleme In injustioa que abrevlesan ta vin entre edlén reconocimiento, Las lamaré, respectivamente,“afirmaciéii! y ‘fansformaclin? Desputs de esboaar cada una de ee. aqmatearicnt, mostraré timo opera eada‘una en J rele. reste ala fedlatbuciony-€ resonant, Sole eta Toe drcentey rein lve of tush redistbiesenrece, Poelmiento de manera que resllc suseepuble de olueton, Tmnperare por detingutr brevemente ene alirmaclony _transformacion, Con solucones. tmatves ai injustila ¢ refiero a aquellas soluciones dirigidas a corregir los resul- atlos-tneqiltatives. de los. acuecdas. Saciales, Sin aIectar cl { fateo general que Ios origina, Por sokiclones transit yet contr entero quella sl iones dias i Festiltaclos inequitatives, precisamente mediante Ta Rasieturacion te! marco general implies que orig na El pul esercil det contraste esteinot ales e Esta dlstincién puede aplicarse, en primer lugar, a la so- lucién de las injusticias culturales, Las soluciones afirmati- vas para este tipo de infusticia se encuentran asociadas ac- tualmente con lo que Hamare el'stulticulturalismo central”®,\\ Este tipo de multiculturalismo se propane reparar la fal _respelo mediante la revaluaci6a'de las identidades de grupo injustamente devaluadlas: pero deja intaclos tanto el content- 26. Noda las versiones de mulicutsraliamo encjan eno made que desc Do aqul Ese es una reconstruc ple eal elo que ten gue maori, {tule poe sultan, Es mba pina cl scl de er kt ‘erstin gis msualeie ws objeo de debete tn fs elena pdens prin kes, Olas verstoars 5 diseuten en Linda Nolsan. to Be oF Not to De Chases Taylor on the Poles of Recogallon’, Constltions. Yok 80. 1 11990) pp. I-16: en Michal Warner y ote, “Cried Mteuluralsi Comal ig, Vol U8, No. 8992h pp. S8E-SR6, do de esas identiciades _diferenciaciones de_grupo ‘inplicitas.-Las.soluciones ransformativas, por el contrario, estan asociadas actualmente con Ta deeonstauccion. La eli- minacién de la falta de respeto, en este caso, se lograria a través de la transformacién de la estructura cultural-valora- tiva subyacente. Al.desestabilizar las identidades de grupo. existenlés y Tos factores de diferenciacion, estas soluciones no s6lo elevarian la ae Ee Sociedad tienen de si mismos. Pancitustrar esta-distinci6n, consideremos, una ver, mas, el caso de la sexualicad despreciada??, Las soluciones afir- mativas para la homofobic estan asocia~ das actuaimente con Ta(potiiea de iden iy, que Se pr0- pone revaluar la cd es 8 jesbianas*® Las solticiones transformativas, por el contvario, estin asoclaclas, Gin ape cutee se propane dest i et mia honio-Hetero; La’ politieade’tdentidad’ gaa, trata 1 ho" ‘mosexualidadt como st fuera una realidad cultural cou.conte- ido sustantivo propio, muy semejante a lo que (comiinmen- ra_una_etnia®Se asuime que esta realidad, existe en y por si misma, y que sélo necesita un reconoe!- 27 Recordemas que aqui 6 supane que ia seid es un mad de dierent ‘26m social aajmde cotranate en a eetmctira cultura-vloatva do a siclsed por ena ran, los problemas qa no cat Tublados po aun ‘ellie: mtn sslcters police enondnen wo ore oe oecesla eaten tnt, no ss ‘amuiva alterna oe ef usianmo de los derechos de tos ga ue prbatbaa esses ett, Pr toons de explo ato dele gus * Sen petesido mantener Is expresin inglesn isd? pam eta os equiocas ‘oe pean derworse de su fade fesiual pow susene ena ‘aloes con ual snieacsn en expafal debi a aun corelata de amis pads ca ate Ups de plea Ong, oo ‘queer selva. para relevese a aqusto que i {icp mui uns conmolatn sone pertains de ances fi bs Homsextales, Bn tls se liz eom eum def. en el sentido fel que uullamos iu patera mates o-marcean em espa Sexi, feel smuadento deh plilea quo tau dao do uiarse do oa ‘Boner despectiva ox fs Eslaos Une y psd design los paridaroe tl eala patie, tanto homisexusles conn hetcrosecanies y bisewalcs El ami a iene en ol eal ee _tlrichenante aa prtica a tava. Los passe de hab ep, Evertunaetamente, eas jroceso no tte aga (N: del) 29. Unalseusin de lend ea pola de Wend gay por enmacar 1a “sonia tacdomene eel tole He kx eins, pce eneontrarye er Stowe Epstein, “Gay foes, thn deni: The Limits of Seal Constnctonts ‘Sell owt, No. 3/94 198 pp. 05H 39 iento adicional. La politica queer, por el contrari, trata la homosexualidad como el correlato construide y devatuacio de Ja Tieterosexualidad: considera que ambas son reifieaciones de Ta ainbigiiedad sexual y que cada-una-se define nica -mente-en virtud dela ofra®. BI objetivo iransformative no es solidifiear Ia identidad gay, sino deconstruir la cicotomia homo-hetero.con.el fin de desestabilizar todas" Tas identida- -des sexuales fjas. El punto no es disolver todas las dliferen- cias sexuales para lograr una identidad humana tinlea y (universal; se trata, més bien, de proponer un ambito sexual | de diferencias multiples, no binarias, fluicas, cambiantes, ~ Las dos aproximaciones detentan bastarite iiteréS"como soluciones ala falta de respeto, pero existe una diferencia crucial entre ellas, Mientras que la politica cle ides tiende a aumentar la diferenciacion existente de ‘ofiforme al sexo, fa ‘31 Apesar de st profeo objeto deconstrtelio largo plz os eeeos prt fms et pttea ques pueden ser mis ambtgion. Algal qu ta plies de ‘dendod gay, parce probable que promieva table la soidarkdad de 3 ‘po tly ora ined coterie ta Herr promt de a eons fl er: tan dagen b qe aa ae “compromise olcal ea el zecohoelnieni'. eh el seni de a deren. (ion ce ls grupos, de au “eecio practen ce eeonocinlent { eunstarl de te sitet de grape Inchso de solaliacn, Lassie (| Ngan de reeocimieno.qazcr contre, por Iota ina. teste Intro ‘ra dceestanizar evtaimente lation’ tomohetero, deb RMT rua Tos gars Wl que cna st ea llr oracle ebuiadara, depended Tacores ensiado compos conn parm discal aq Bt faguler evo, sin embare, de reoanatiente queer sg sen" {i eats ea een de Mesa ay. Niessen loc manera Sela y dela, subraya la ireneiaeon de ow grupos a plc usr hae tl ndretamente, caw ello secur Ge np pnp de diewlercndacon, Por toegcne, ls dow apni every Cs gan ds grap cunttnaainente erento ents ee plica de Ken ‘dad gu naa es Hooves que shan tented a a sn fon homiseticn, pars ehanear tn sexual deerme puta Spee, a plea gicer maria as qucr para expt ber de ‘ene! sual determina. Los cero em ee ane i ge de ‘Serud en eso seco en cl qe fo sont gays tater at enon !ujor como un grupo ant entiad que puede egrupar taco eh epecro de ‘onmportamtnios sexials, desde gt ka el Helos ye iso. {Un reevento dherido ~e Interested lx eerener al uel que Un ‘old nna da pio uc po cana cine fens "Gucerng te Silt Sac et No. 36 190 pp. 14) Dosa de {nt tm complicates, podans y debenoo Ainge splenace anes os sfeclosUleeLo de derencaein kl enim Srv cm gay aplica en general a las soluetones para el problema del reeo- hocimiento. Mientras que las solticiones aflemativas al 1€ conoeimiento prom entre ls| grupos, las soluciones transformativas tienden, a largo plazo, a desestabilizaria, para dar ugar a futuros reagrupamient Retoinaré este punto en breve. Distineiones andlogas pueden trazarse respecto de las so- luciones a la injusticia econémica, Las sohuciones afirmat vas han sido asociadas histéricamente-con.el-Estaclo liberal leneFactor® Con elas se Pusea reparar la mala district de los recursos resultante, dejamad intacia la esirucitira \tico-sconsamtea-subyacente:Por To tanto, lo que Se busca es ‘umeniar la poreién de consumo de los grupos en desventa- Ja econémica, sin reestructurar de otras maneras el sistema de produccién, Las soluciones transformativas, por el cor luario, than sido asociadas.histéricamente cone Sin. Corretlas se busea reparar la. an injusta mediante de tice - cente. Al reesiruciurar las relaciones de produccion, estas soltciones no sda alterarinr-taretstrituicion de Tas porciones de consumo; cambiarian también la division social del traba- Joy con ello Jas condiciones de existencia de todos, ara ilustrar esta dlstineién, consideremos, una vez mas, eleaso de las cases explotadas" Las saloctones afrmativas 1 fio mds) dedirencoores ym comps) del eeoncelmiente ‘anciGae de besue! We cone sete ‘82 Gms mt tad ter bene ie eco a Up de ‘pen etal er fos Estas Unto apts dt New Del. la st eee SS aie el bolt pins i aa | eter nme Gass Enpng Annan 08 he Tree Wes fete Capt Frnt bane Unt Py 1008 2 een ca, caro, uci craton dl section ealmnts exes rarteen problems Tracheimenta nid sje fndendo cna ie ‘ara ce la ceonomia sr la ce hay poo expats paras ene tance By act encanto al haar yt cxteion da pple pace eno stad soa democrat Sit ear. parm fe qe me pron a es ‘necro agar neers prec hla Hea Sei. coll. teneeon era concep geen eter cea nj ce thls meant wy eestcturacton prof fo pollen censors, eh contrapasn as resigecones spite. Pa eta hi predamn, #3 demoeraca apt eparee oma tne eho qe olson ohne sfimals y trata les pee verse sm “pet tea’. que molar una Testun econtmica madereea, mer que Ul eto ber de tener por menor cue Gel soca ‘0 Ruérdse qu a clase. emesis nel que se dela sc ues alecidad empetamente errata em In estes plce cea de Isviel pr lo ques asin gh estan blast as socom AL redistributivas a las injusticias de clase ineluyen por lo gene- ral ference de ngtso de doe tps: fs vas ridadl S6¢ial comparten algunos de Tos, costos de ka re- produccién social en el caso de los empleadios estables, aru ppados en el llamado ‘sector primario’ de fa clase tralbajacora: Jog programas de-aietencia publica-ofrecen ayuda ‘diriaida’, “segtin Tos recursos de que"dispone el beneficiario’ asfgfiaclas al ‘efercito cle reserva’ de los desempleados y subempleados Lejos de abolir las diferencias de clases per se, estas solucio- nes afirmativas las.amantienen y ayudan a darles forma. Su pgleto general es tasad la alencin que rrne sobre jae fi [iision-delirabaje-enirc trabajadores y capitalistas, Hacia la Vitor entre las facciones empleadas y no empleadas de la (clase trabajadora. Los programas de asistencia publica ‘es- ||/tan dirigidos’ a Jos pobres no sélo como blancos de ayuda, || sino tambien de hostilidad, Ciertamente, tales. programas (| suinnistran una ayuda material neces, pero eran an bién diferenciaciones antaginicas de grupo fuertemente con |} centradas psicoldgicamente, Esia logica se aplica a la redistribucién afirmativa en gene- ral, Aunque esta aproximacion busca remediar Ja injusticia, ‘econémica, deja intaetas Ins estructuras profundas que gene~ an las desventajas de clase. Por Io tanto, debe hacer reasig- naciones superficiales una y otra vez, El resultado ese la ‘lase menos favorecida queda marcacla como inherentemente deficiente ¢ insaciable, como si siempre necesitara mis y mas. Con el tiempo, puede parecer incluso que se privilegia a dicha clase, por cuanto es objeto de un tralo especial y de | Ama generosicad inmerecidos. Por consiguiente, una aproxi- macion dirigkla a resolver Jas injusticias de redistribucion (_ puede terminar generando injusticias de reconocimiento, En cierto sentido, esta aproximacién ineluye ina contra- diccién interna, La redistribucion afirmativa presupone, por Jo general, una/eoncepcion universalista del reconocimiento: Ja de igual valor moral de Tas personas. Liamemos a esta cancepcién él ‘compromiso oficial conel reconceimiento’. No obstante, la prictica cle la redistribucion afirmativa, tal como se ha repetido a través del tempo, tience a poner en movi- miento una segunda —y estigmatizante—dinamica de reco- ‘elas a a estructura cullural alors, y fs sohiconcy roqeridas son Iasi a restbscon, bolas del reeonceien, nocimiento, que contradice su compromise oficial eon el unt- versalismo®, Esta segunda dinamica puede entenderse ‘como fel ‘efecto practico de reconocimiento’ de la redistribu: Clon alia Confrasiemos ahora esta logica con Ia de las soluciones: transformativas a las injusticias disiributivas de clase, a ‘Soluciones transformativas combinan, por lo general. prog mas “universales-de-bienigstar ‘Social, tributacién ee polit rae el acceso de ee y endlen, a la vez, a desvin- ular del empleo Ja poreién de recursos necesaria para el consumo basico, Por estas razones, tiende a soeavar fa reneiacién enfre_clases. Estas. solticiones transfor Sit embargo, fecliicen Ta desiguoldad socia) sin crear clases ¢stigmatizadas, compieStas de personas vulnerables, que se pereiben como beneliciarias de una generosidad especial”. Por lo tanto, tienden.a promover la reciprocidad y la solidart rieritada a Ja reparacion por consiguiente, coniribulr también a reparar (algun Justicias de reconocimiento™® ‘Esta aproximidcicn és internamente consistente, Al igual que la redistribucion aflrmativa, la redistribucién transfor~ 189. Fn algunos eontestag, com ee dle Rslados Unidos de bey. a efecto cence rtenetmion(a de a fedeebucen aflmlsa puede Gstrut por 1 compromise nal cone eecncclmcn. log auc uso gules insane la datincin qu hace Pere Dewi en Outi af Theory of Prec, Camb, cambria Universi Frou, 1977 entr parece oe pares pret 47 He ofeada, deirsdamente una deserpon smblge ee stl y ‘ma ape ienoerara fuerte 1 recuenla clsico de ests tine gue std {de'P Ils Marshal en Cilenship and Seeal Css, Seganar Marin Upset fompy Class Clzmanp end Sock Detopinant. Basalt TH, Marshal ‘Chong, Univer of Cea Press, 1094, All shall arma qe we fen unietelisin sous demsirain Oe eludacia socal” soca a ere ‘Gg de hae, incluso co ausencln dep nota agra esa. 1) Turn see ante preraa a easbocn transormatien pe ala a ep srrcneliat tsa do fia de Fosonocawcnty eras de Test Polit-comémien- Para repre Ia fala de feconoeigento aralgada en I ‘Structura eulust, por ef conbors, xe reqeiren slseinesadisonals, to Aeponatentes, de reemetanents, 0 43 ‘nitipipeipmaiaesl mnie anche ta del reconoeimishta, a dal gual valor moral de las Pereo: fis, NO absiante a efeeocia dela redisrlouton alesis, Sepsis pois Wear id Onsen ae al Peepuesi ie igepcranic emote ine de eal fio de grupos en tants que la seliclooes spain pup den tener el efecto pe so dé Wer Ja diferenciacion de SESE Solves ensloutias Wester = Bare Adicionalmente, los dos enfoques generan diferentes ding cas eubliminaes de reconocimieno, ta rodstiasen ale puede estigmatizar a los menos favoreciclos, de mx luiclo de la pobreza se-aiade el Insulto-ce-ta Talia que rcontrario, puede promover Ia solidaridad, ayudanda.a repa- rar algunas formas del irrespel ~gQué deberiamos coneluir, entonces, de la discustén an= terior? Bn esta seccién. hemos eansiderado solamente los ca S05 'puros', tipicos-Ideales, ce los dos extremes del espectro conceptual, Hfemos contrastaclo los efectos divergentes de las soluciones afirmativas y transformativas a las injusticias de clase arraigadas en lo econdmico, por un lado, y a las injusti- clas sexuales enraizadas en Io cultural, por el otro. Vimos que as soluctones alirmativas tlenden, en general. a. promo- ver Ja diferenciacién de los, grupos, en tanto que las saluci nes transformativas tienden-a-desestabilizarla_o_a_borraria. ‘Vines tanibien que las soluciones afirmativas de redistribu- cin pueden generar conto efecto secundario”mnjusticias-te— reconocimiento, mientras qué Tas soluciones transformativas ‘pueden contribuir a reparar algunas de ellas, - “Todo esto sugiere una manera de reformular el dilema, redistribucion-reconocimiento. Podriamos preguntaros en- tonces: para aquellos grupos que estan sujetos a injusticins de ambos tipos, gqué combinacién de soluctones funcionaria mejor para minimlzar, st no para eliminar del todo, las inter- ferencias mutuas que pueden surgir cuando se persiguen ‘simultaneamente la redistribucién y el reconocimiento? EVADIENDO FI DILEMA: EL RETORNO AL GENERO Y LA RAZA’ Imaginemos una matriz de cuatro celdas. El gfe horizontal incluye los dos tipos generales de soluciones que acabamos cle cxaminar, es decir, las afirmativas y las transformativas, El eje ad jento. La redistribucién transformativa, por dl) vertical incluye los lo consideramnd : ‘Sobre esta matriz podemos ubicar las cuatro orientaciones po- lias que hemos dliscutido, En fa primera eeldla, donde inter- sectan In redistribucién y fa afrmacién, se encwertr et pro- yeoto del-Estado liberal benefactor: que reasigna superficial- mente las porciones distibutivas entre los grupos existentes, tiende a apoyar Ia diferenciacién entre los grupos, y puede generar, como efecto socundari, cl irrespeto, En In segunda, celda, donde intersectan Ja redistribucién y la transformacién, se encuentra el proyecto socialista que, divigido a tna rees- tructuracién profanda ce as retactones ele prodcetén, tence a borrar Ja dlferenclacion entre los grupos y puede contribuir famblén a reparar algunas formas de trrespeto, in Ja tercera celda, donde intersectan el reconocimiento y la afirmacién, se encuentra el proyecto del multicultaralismo central, centrado en las redistribuciones supericiates del respeto entre los gru- pos existentes y que tiende a apoyar la diferenciacién entre los trupos, En la etrarta celda, lode intersectan el reeonocimien- fo vIn transformacisn, se enctientra el proyecto cle Ia decons- truccién; dirigiclo a la re-estructuracién profunda de las rela- ciones de reconoeimiento, tiende a desestabilizr los fuctores de cliferencineion entre fos arpos. (Véase ia figura 1.1) Figura 1.1 Anwes Tiwsromacien eapitimte [Ere Maer nati Seca | esigatén eupertlaY)Reetruturconprofunda eve ams cpeiree || bets ecaret ee | Siueesieapesexetentes kn | RpomaSteenancbn fDiasina ls atoes ce i | sie gp eecciaaet leit) | Puede generapttiespetd) Puede contribute a reparar’ ® ne slgunis formas de rrespsio Reconconund Multialturalisme cereal DeconsiniGetit > Reasnacion superfica]/Reesiructuractin profunda del reselo entre at ett eas maciones de recone- | Udades existentes delog | clmiento grupos exisentes Desestabilizn a dcrencin ‘lon entre los grupos 45 Esta matriz, identifica al mmulticulturalismo central como andlogo cultural del Estado liberal benefactor, al tiempo que {centifiea a Ia deconstruceién como ansilogo eultural del so- lalismo, Nos permite, por lo tanto, hacer algunas evaluacio- nes preliminares de la compatbilidad rutua de las diversas estraiegias de reparacion, Podemos ealibrar hasta qué punta las parejas de sohuciones interferirian entre sf si se aplicaran, al mismo tiempo. Podemos identificar las parejas que desem- bocarian directamente al dilema distribueion-reeonocinien- to, Poclemos también identificar Ins parejas que cumplirian Ja promesa de evitarlo, ‘Al menos en principio, habria dos parejas dle solticiones que parecen especialmente poco ras, Las aflrmati- vas politicas cle reclistribucionrdel-Estact liberal benefactor parecen contradecir las politicas de reeonocimiento transfor ‘mativas de Ia deconstruccién; en tanto que. las primeras tienden a promover la diferenciacién entre los grupos, Tas segundas tienden a desestabilizaria, Analogamente, las poli tieas de redisteibuetén transformativas del socialismo pare= ‘cen contracecir Ins-politicas-efirmativas-de-reconocimiento ‘de! multiculturalismo cle base; mientras que las primeras tienden a socavar la diferenciacion de los grupos, las segun- das tienden a promoverla. Por el contrario, habra dos parejas de soluciones que pa- recen relativamente prometesdoras. Las politicas aflrmativas de redistribucin del Estaco liberal benefactor parecen com- patibles con las polticas afirmativas le reconoeimiento det ‘multiculturalismo centrak; ambas tienden a promover la clife- renciacién de los grupos, aunque la primera pueda Tievar all irrespeto. Andlogamente, las politicas transformativas dlc re- distribucion del socialismo parecen compatibles con las poli- ticas transformativas de reconocimiento de la deconstruc- cin; ambas intentan socavar los factores de diferenctacién existentes entre los grupos. Para verificar estas hipotesis, regresemas al género y la ‘raza’. Recordemos que estos son factores de dferenciacion bivalentes, con ¢jes de injusticia tanto econémiea como cul- tural, Por lo tanto, las personas subordinadas en razén del género y/o la ‘raza’, necesitan tanto redistribucién como re- conocimiento. Son los sujetos paradigmaticos clel dilemma re- _distribucién-recoriocimiento, gQué sucede, entonees-en-sa™ ceaso, cuando varias parejas de soluciones a las injusticias se 46 aplican simultineamente? gExisten parejas de soluciones que permititian a las feministas y a los antirracistas evadtir, ‘si no eliminar del todo, el dilema redistribucién-reconocl- mento? + Consideremos, en primer lugar, el caso del genero%, Re- cuérdese que para reparar las injusticias de género se re- quieren cambios tanto en la economia politica como en la cultura, que permitan romper el circulo vicioso de Ja subor- dinaci6n econémica y cultural, Coma vimos; los cambios en cuestion pueden adoptar una de dos formas, la alirmacién 0 Ja transformacton, Dejando de lado los casos que a primera vista resultan poco prometeclores, consideremos, primero, el caso prime. facie prometedor en el que se combinan la redis- tribucion afirmativa y el reconocimiento afirmativo!®, Como Jo suglere su nombre, la redistribucién afirmativa dlrigida a Baccano eae et ent raat eee ere Suan a neeee pore eae Seek cece er cen ree re eee a Sphe eadeene ae eerie Sioa eee mee bee sacra cere een iat en eee ee ee See oe eee eae heen gen na tare ee pp eee eae ee nner gemanrratn erator Ce eee fees Coe a ee emer a ee aetna Su aoe a ap aaa Ahern ee coe ia eee eee ae Solero eee So ae ee een Sac araeie tie nate eta seer ee gre chee a ere reme iter Sn! serinnetionie eae net ors ee Sec ees erence Serene came eee doer en mers eceeee a SUSE eiies ee reenter er erate eee Zee creeeee etree eee emanate 47 remediar Jas injusticlas cle género a nivel economico incluye Ja puesta en marcha de acciones afirmativas, esto es, esfirer- 208 por asegurar a las mujeres su porcion equitativa de los empleas existentes y de los cupos educativos, dejando intac- ‘os la naturaleza y mmimero de esos empléos y cupos. El reco- nocimiento afirmativo dirigido a reparar las injusticias de ge nero culturales incluye el feminismo cultural, esto es, el es- fuverzo por asegurar a las mujeres el respeto mediante la re~ valuuacion de la femineicad, clejando intacto el cédigo binario de género que da sentico a esta Gitima, Asi, el escenario en JJeuesti¢n combina la politica sociceconémica del feminismo liberal con las politica cultural del feminismo cultural. {Esta | combinacién evade realmente el dilema redistribucin-reco- \ nocimiento? “A pesar de su prometedora apariencia inicial, tal escena- rio resulta problemético, La redistribucion afirmativa no se compromete con el nivel profundo en el que Ia economia po- litica asume earacteres relacionados con el género. Dirigida basicamente a combatir Ja discriminacién en las actitudes, no ataca la divisién, de acuerdo eon el género, entre el traba- jo remunerado y el no remuneraclo, como tampoco la divi- ‘sion, tambien segan el género, entre las ocupaciones femeni nas y masculinas que se da en el interior del trabajo remu- nerado. Al dejar intactas Jas estructuras profindas que ge~ neran las desventajas ligacas al género, s¢ ve obligada a ha- eo papi euperbiad aaa ick eect celads i “SS ie cls de eae omen a.Jas mujeres como personas. deflentes ¢Insacables, que Beaten aa i tats eee Sekt Milles patoeer etvlepodas, cits de etaiono | especial y generosidad inmerecidos. Una aproximacién diri- FoR cae lect ce deat evra eevee crea abet dix ariete eee eas ee de reconocimiento afirmativo del feminismo cultural, Esta Bok ants Toone ote cuesieote ie eenat & peieelt Codename Glcerlaeietin te bs moe cao os pit es aera 6 evan Mchige at eigueod oa Se es ne onl scoplicanenio de normaw’enatocer rear eikrenntao, bree es ds Pcl ue tl cata atv fas Hoteee al once exes commer ce oaerato, 48 afirmativa, Segin esta Iectura, la politica cultural de ta afir- macién de la diferencia de las mujeres aparece como una ffrenta al compromiso oficial del Estado liberal benefactor/ on el igual valor moral de Jas personas, raf La otra via que resulta prima facie prometedora combina Ja redistribucién transformativa con el reconoeimiento trans- formativo. La redistribucion transformativa dlirigida a resol- ver la injusticia de género en Ia economia adopta la forma de lun feminismo soeialista 0 de una social-cemoeracia feminis- ln. ¥ el reconocimiento transformativo para resolver Ia injus- licia en la cultura consiste en la deconstruccién feminista, orientada a came eee aS des: estabilizacion de las dicotomias de género. El eseenario ent ‘uestién combina entonces Tas politieas-socioeconémicas clel feminismo socialista con las politicas culturales del feminis- ‘mo deconstructivo, ¢Psta combinacién evade realmente el dllema redlisiribucién-reconocimiento? El escenario anterior es mucho menos problemético. El objetivo a largo plazo del feminismo deconstructivo es crear tuna cultura en Ta que las dicotomias Jerarquicas de género sean reemplazadas por redes de dilerencias multiples que inlerSectan, que no estén masificadas y que canibian ci lantemente,. Este objetivo es consistent con la redistribu- clén transformativa del feminismo socialista, La deconstruc- cién se opone a la sedimentacién y congelamiento de las di- ferencias de género que tienen lugar en una economia politi- ca injustamente guiada por el género. Su imagen ut6pica de tuna cultura en la que eonstrucciones de iclenticad y dlferen- cia siempre nuevas sean claboradas libremente y, luego, ri pidamente deconstruidas es posible, después de todo, solo sobre la base de una igualdad soetal bisica. Mas atin, como estrategia de transicién, esta combinacién imiento’, Si algin defecto 1 Supongo aqu! que ls compleytdades interna de fas soktanes etree ‘nvenin Gansforulso, lal con fueron dseiidas anestonnente et a Hola Sly no genean letox pens, No abate, nel ello pci de econo. tent de la politica cultural del fequnismo deconstrciva ea el de cree fete clerencin te gener, a pear dems compre) ral con la dei Feeinetn dle gener, patan de hecho aug ferns penser, nt sn, Ppdvtan dar ierfrcoeas enue ia rdtibucln socal faa el rao Fetal femimista deconstruct, Sts err, ena inlerlrencn sri Incaos dbilianles gue aquelas asec alos ous escenssos canna aa 49

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