Transformación Digital. Proponemos abordar la revolución digital en nuestros lazos con el resto
del mundo en beneficio de las personas. El comercio internacional es un claro ejemplo de esta
transformación: los impactos en las cadenas de suministro pusieron en jaque la provisión de bienes
esenciales para la salud de las personas. Por lo tanto, la política exterior debe ponerse al día con
estos avances y apoyar el desarrollo de las tecnologías digitales, para poder aprovechar todo el
potencial de crecimiento asociado.