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MI LIBRO ENCANTADO VOLUMEN II «ERASE UNA VEZ...» Fag £5 << EDITORIAL CUMBRE, S. A. = PENPEHATTY = bisnntinnny * > Edaaadatiii Fas ~" Moavasyg ofvnoveny 73 wawwop ¥ ong and vittwoL VT | yawoz ¥1 4 omg 73 ‘o1v9 7g. AJOIAGNI ‘Los Burvos AMIGOS Lo PriMEno * NarousoN - ‘SeNc ee eo ucts oe Ono ¥ 108 TAS Le Tatar Misoose sige me ui can [i Ravoua x HSH. 10 Pano © Et Viento y #1 Sot . Ex Burgo ¥ 1A PERAITA Las Patomas. . . Los Dos Cancntjos “La INVERNADA DE LOS ANIMALES Fauna. De See Yolanda Lleonart Bovou, L PrquiRo Everanre | * Rudyard Kipling FORMULA PARA ECHAR SUERTES EN EL JUEGO DEL EsconDITE Popular NOIRE oe On JIN Et Payaniro Coso, AL AUMON La Honmicurra Que se Q Et Retoy pe PaneD A 1A Rosa Los Sexnpos 2) Ex Compare pe ta Luciénnaca Las Tres Hyjas Caurivas Por UN Ciavo Los Paranrros Frones . 2 Ex Jurco pe «DoRa Bianca» - su Parra | ef Santon Torrclla » Juan Ramén Jiménee La ALONDRA ¥ sus POLLUELOs EL Nivo - Dos Mitacros Det SeRon Cancion De Honsicas Ex Jurco pr tos Cotonss . | « Humberto Zareillt Los ANIMALES AGRADECIDOs ¥ #1 Hommne INGKATO Popular Ex Pescapor ¥ 10 ZORRA sve a « Valeri Careick Con REAL ¥ Me De Dénpe Vien Ex Comrapre Contjo Las Suere Vioas pet Gato, 5.) Refacl Pombo iA Vor! Rafael Alberti La Princestra ¥ et Guisante Hans Christian Andersen La Powne Vieyecrra . - Rafael Pombo La Noe eis 5 al 2 = R. Santos Torroella Ex Inrnéribo Sotpspiro pe PLomo | | Hons Christian Andersen ye 1. + Federico Muclas 4, . « Anénime yy LLL Miguel Ne Lira yyy fam Makepeace Thackeray 44% es Anénime yy 60, Bunge aa; 1 | Juan de Dior Peea 35 Anénimo “1s Anleeto Villar 394 LL + lope de Vega 209 Mee AST. ase "TR Santos Torroella ang | Hermana Maria José «ERASE UNA VEZ...» PREFACIO cA partir de este segundo volumen de Mi Liwno ENCANTADO, empieza @ tomar cuerpo Ja prosa narrativa, esbozada tan sélo en algunas paginas del tomo anterior. Al escoger los textos que siguen se ha procurado que contribuyan a fifar y enriquecer la imaginacién del ni nas de ese mundo, gracioso y vario, sugestivo y, en ocasi de las narraciones cuyos protagonistas suelen pertenecer a pintoresca. Por el mdgico resquicio que ell in saliese ape- , aleccionador, fauna més Te oftecen, el nifio ied adqui- into de la Naturaleza mds amplio y, El tiempo, ese otro elemento sustantivo de la en cierto modo sugerido por Ia reiterada frase inicial »— con la que titulamos este volumen—, que tiene Ja virtud de situar la accié siempre posible para la fant En lo que se refiere a realidad, de «frase una v de las narraciones en un acontecer ideal, infantil. jén moralizante que suelen tener muchos de los cuentos de esta indole, se ha procurado descargarla de una gravedad 9 ar excesiva, por su rigidec, para Iq ubsiste, aunque se ha procured, rt | podria res La bagi de las narraciones. ritmo, muy desplerto 0 Tes nifios, tom. vie yolumen, cuyas pdgin, denar este iginas, ido en conta eee siguen un desarrollo progresivg ee olimenes oe posicidn J cardcter de los mismos, ENTRE BOLE! Exrre los Arboles y entre las flores hay muchos nidos de ruisefi y otros mayores. — {Como esté risted? BLANCANIEVES CANTA CON LOS ENANtTog El lunes canta con Sancho la primera cancién, dela A; pero el viejo enanito de anteojos ve muy poco y no puede cantar El martes canta con Gruién Ta segunda cancién, de la E; Pero el pobre enanito mal genio #no la quiere cantar ni aprender, EI miércoles canta con Alegre la tercera cancién, de la I: el gracioso enanito la canta y la nifia se siente feliz Con Dormiln Je toca ef jueves cantar la quinta cancién, de la 0. pero no alcanza a terminarla porque dormido se quedé, Cantando el viernes con el Timido, en la cuarta cancién, de la U, el enanito avergonzado se pone blanco, rojo y azul Cantar el sibado con Atchi 6 repetir el canto de ayer, es imposible para la nifia porque el enano empieza a tos Pero el domingo a su buen Sonso Jn nina dice: — j Ahora ti! Y los dos cantan alegrementé todo el cantar del a, e, 1, 0, Al ver esto conmovidos los escolares exclama — zPor qué q Ia bella ov ¥ el profesor les responde: ~ Porque Maria cuida y trata con amor a su ovejita, Y amor con amor se paga, RAFAEL POMBO (Colombis) Has A una vez un corderito blanco y chiquitin, que estaba una rimavera tomindose su desayuno de hierbecillas en un un lobo grani 1s que parecian echar chispas. © confundié al lobo con el perro de su 16 aquella boca tan negra y aquellos a temblar de tantisimo miedo como jo al corde: mocoso? Esa te estés comiendo es mia. Y en castigo, ahora mismito mer a ti , sefior Lobo, no sea usted tan malo! — le con- ito —. Qué va a sacar con comerme? Fijese, yo no 7 car el corderito — no sea més que un gordi 10 se fué corriendo, la hierba del prad las, y un rico melén, Dic despide, el gnomo Pom-Pom, al mono Pepito y al oso Pipén. JUAN B. GROSSO (Argemin) De Poko Ifonil Comieron \ anans, . LOS TRES CERDITOS el CuAnro tos cerdos cantaban canciones, ; ‘cuando los monos fumaban tabaco, Jas gallinitas tomaban rapé : y ya decian cud, cud, cud los patos, res cerditos a los que su mama envié a bastante para darles de comer ‘el primer cerdito se 7 \ces, éranse que se eran t fa todos, Se fueron, pues, a correr mundo, y encontré a un hombre que Hevaba un haz de paja. t eriHombre, por favor, dame ese haz de paja para que pueda 5 \W hacerme mi casita El hombre se lo tuvo hecha, 5 que no — contesté —Entonces, yo soplaré, resoplaré y con mis bufidos echaré abajo tu c El lobo soplé, resopls, eché abajo la casita con sus bufidos y se BF comid al cerdito. } "El segundo cerdito se encontré a un hombre que lev: atado de lefa, y le di 4 abe — Hombre, por favor, dame esa lea ra que pueda hacerme zo su casita. Cuando la en la puerta diciendo: rar, cerdito, Fe, comié al cerdito, jo la casita, con/sus, Bobeioaea Me Po ae er a ve sera vile con mis bufidos echaré 4 srdito se encontré a un hombre quc Hevaba una carga jor favor, para que pueda dame esos _ladrillos su casita. Cuando la Y el cerdito se hizo : Ta puerta diciendo= golped en ame entrar, cerdito. eno — contesté €l wesoplaré y con mis bufidos echaré , yo soplaré, ero no pudo echar abajo Ia casita con no conseguia nada por mucho que so- P so huerto de coles he visto. Yo de Dénde ? — pregunté el cerdito. casa del granjero. Si ti quieres, mafiana por la os a buscar todas las que queramos. io el cerdito—; za qué hora quieres que § — A las siete. Estate preparado, que yo Vendré a } UScary las cine a carte, 0 de — {Vaya que si estoy listo! Ya . tengo preparada una olla Ilena de coles para comer esto, el lobo se enfadé mu : junto a la fuente, engafias, vendré a las cinco y juntos nos iremos a buscar manaanas que queramos. — Esti bien — dijo el cerdito—, de acuerdo, i no me todas lag ¥ Se fué a by manzanas, esperando estar de regreso cuando Ilegara « scar ; lobo; se entretuvo mis de Ia cuenta y todavia estaba subido en el eps : au Como es de suponer, el cerdito pasé un tied Cuando lo vid el lobo, Ie di e — Vaya, vaya, cerdito, has nt le i Vaya, vay: "gado antes que yo! y, equé? ;on buenas esas manzanas —jHuy, ya lo creo! —contestd el cerdito— Mira, voy a tirarte una. Pero se la tird tan lejos que mientras el lobo fué a buscarla a lle dié tiempo de bajar del arbol y echar a correr hasta llegar a inte se le v , esta tarde a presentar el lobo. habra un buen mercado en el pueblo. { Quieres que vayanios juntos? — Con mucho gusto — a buscarme? — A las tres. Muy bien, de acuerdo. El cerdito, como las otras veces, salié mucho antes, En el mer- el cerdito—. ; A qué hora vendris EL SALTAMONTES Sax A, alta, sal = singular. Juan B. Grosso (Agent) De Cents y sender fier dijo con voz entrecortada: | Oh buen pozo, pozo amigo! Por favor, de agua dame, que mi amigo esti undo en el jardin, y si ti no me la das, hha de tener muy mal fin, Wepre 0 poderlo remediar. El pozo le contesté: : — Si quieres que te dé un poco de agua, tienes que ir a veral sastre y traerme de su casa un pafiuelo, ja casa del sastre tan de prisa como se hicieron muy amigos. ine Se ! e ee eee ba io, done ppudo. Cuando Hlegé alli, dijo con voz entrecortada: hagamos un trato: que Ilevaba un cazador. un pauelo 15 un poco de Juan B. Grosso (Argentina) sara el grano Mambri. arabi! i uri, hurd, ‘A abuela empieza a contarle un cuento a su nietecito se duerma: — Erase una vez un pastorcillo que tenia a su custodia cien o |, huri, hurd. jas. Por la noche las encerraba en un cobertizo, para que él no las enfermara. Un dia las habia Mevado a pacer lejos r + muy onde crecfa una ierba fresca y jugosa, y al atardecer se se ha muerto, j carabi! ron con que para ir al corral tenia que atravesar un riachuelo el cual habjan tendido una tabla a manera de puente... abuela, creyendo que el nifio ya se habla dormido, se leva a cerrar la ventana. Pero el nifio, abriendo los ojos, exclamé; — Por qué cierras la ventana, abuela? Termina de contar @l cuento. — Mira, primero tienen que pasar el puente todas las ove} éntalas tt mismo, y cuando hayas contado hasta clento, habrin pasado todas y se encaminarn a su casita. El nifio, obediente, empieza a contar: «Una, dos, tress; dita Cuando llegé a veinte, sa, Elisa de Mambrd Porurar, fn el segund? ich Kostas Je gor to con au despenss as de a has em io ‘gio donde Po fiteria, ¥ ne acorde « entraron pale, ; je ent delante 4 de que una Despite eens pero nis pres, ne fue colon que luego Ie ; tantor 4 é ven COT ar nada, 0 ain saber por qu asin compe moneda, i Gina de qué emplear’ 5 ee «bn fen que alll ate a breros en inuchon sombre odin Grriendo alld y exclerné see cintas fos NOW LBL all, 23 ; i helen Me eg probé el sombrer "yd ero on ta thenda, 8€ P mero oi ec, nn ei Fed all i nto a un pequefio by areeld que Fe sental ‘elo puesto. fa su casita en el tronco de un viejo érbol, medio oeulea eetuee nia a’ plantas ailvestres que alli creefan en abunc por lag se com ri hermoso sombre- y adini Ratitay rito Hevast ¢Te qu ‘Canta primero Un fp 11 gallo extird el cuelloy Je par en par, cant nico de par em Pe (Qul = 4 qui! Uy, qué susto me has 1 exelamé la ratita sola, y como Te dijo un gallo —- j Qué conmigo? Te contesté la ratltn ado el abriendo © dle plata, Una mati caleras de suc muy contenta y se la guardé en el bolsillo, AL rents en un silloncito, y, sacando I movié Ia roja cresta Ys no las es. vonedita; la recopig de barrenvig se compt No 6, no se me ocurre nada», se dijo para sf, paseando torno a su casita para ver si le fh ee ar, decidié ir alm lo No contigo. algo. ferré con Have ta » que sélo ella n tee los tendere- 5 i as, plitanos y melocotos nes; pero casi no se fijé en ellos, porque muy cerca de su casita Tras mucho p nun 7 puerta de su casi conocla, AL I tes, En el pr y echd por un camini lo y ncontré ¢ perro que ¢ abla m 8 way aw pe * ue todo el que Ia veia la ne bia qué hacer para , que no sa terciopelo rojo, y como Ja Hamaban Caperu- ¢ bollo de manteca y esta jart la, porque esta enferma y dé «su cuarto y no olvides darle los bue- y no te distraigas, porque si te caes y dj, De ere pre sites gs pobre abuela se quedara sin su lo que mandas — prometid Caperucita. hora de distancia del JUAN B. Grosso (Argentina Jeg al bosque, se encontré un lobo. Cape- Cuando Caperuci 8 rma; a llevarle un boy lo ta? Por el bosque adentro inas, en donde estan lee jo Caperucita, jor: «Esta tierna nifia es en ave. pensaba en su que sabrd atin m dos» 4un buen que la ara ate Ya me arreglaré p, ede vide acompatar vn rato a Caperucita, le d oe Caperucia, cudnt ccuchas el 0 a la abuelita un ramo y Iegaré a tiempo. » bosque y empers a cortar flores. Cada vez que aba que mis allé hak cada vez se lores, se alegrars: ain es re! — exclamé la an- ébil y no puedo levantarm: id un empujén a la puerta, n Ia casa, y, sin decir un plabra, se fué derecho a la cama de la abuela y se la érage, luego, se puro sus vestdos y su gorro, se metié en la cama y f corrié las cortinas. Entretanto, Caperucita habia seguido cortando flores Cuan, tenia tantas que no podia llevar mas, se acordé de la abuel Al ver la puerta abierta, se adi tan extrafio, que exclamé para si: ido ya puso en camino de su ca entrar, el cuarto le pareci ; Dios mio, qué miedo tengo hoy, tanto como me gustaba ot dias estar con la abuelita!» Y dijo en voz alta: a — Buenos dias! — pero no recibié contestacién, Entonces se acercé a la cama y abrié las cortinas: alli estaba Ja abuela, con el gorro tapindole toda la cara y hecha una facha, — Pero, abuelita, jqué orejas tan grandes tienes! — Para poder oirte mejor. —Pero, abuelita, jqué ojos tan grandes tienes! — Para poder verte mejor. — Pero, abuelita, jqué manos tan grandes tienes! — Para poder agarrarte mejor. — Pero, abuelita, jqué boca tan grande tienes! — Para poder devorarte mejor. Y cuando el lobo hubo dicho esto, de un salto se bajé de la {ams} devoré a Caperucita, Saciada su hambre, se acost8 de nuevo, Y empezd a roncar espantosamente, ee ies Por alli entonces un cazador, + que al oir los ronquidos 46 "y cuando se acercé a la cama w "Por fin te encuentro, viejo malvado! te buscaba! Quiso apunt: OG ar con la escopeta; pero en el acto se le ocurri obo, podia haber devorado ala abuela y que acaso atin era w Narla, No disparé el tiro, sino que, tomando unas brirle el vientre al lobo dormido, y después de de un salto salié Caperucita y que € tiempo eras, empez6 a al ther dado unos cuantos tijeretazos, 6 —; Dios mio, cémo me he asustado! lobo! 6 también Ja abuela, que apenas podia respirar. Los tres se alegraron mucho. El cazador le sacé la piel al lobo. La abuela se comié el bollo y la miel que Caperucita le habia Hevado y recobré sus fuerzas. Y Caperucita, lena de arrepentimiento, se {Qué oscuro estaba en el vientre Luego sal G. y J. GRIMM (Alemania) 47 lindo Parag tan manso como lila dulcisimo pajarilig. que con tiem © canta pedia miajas illo de pan, Esta es la pérfida Gat, insensible, atroz, inon que al Pechirrojo embisy y las ufias le clays ¥ casi lo desbarata, » ingrata, Este es el Mastin Valiente que saltando noblemente sobre esta gata verdugo, liberté del fiero yugo al pajarillo inocente, Y éste es el Lefiador que vuelve de su labor hacha al hombro y lei al bra, y a dar al amo un abrazo corre el mastin salvador, Ia Nifia bonita con su canastita a su pap, cosita boreari. y és ue va C encontrar Hlevandole una e el viejo sal wee es la limpia cabahia irboles bella jue a bafia, ¥ ésta i con flores y Seb orrente d un SSlive la doncella = y el viejo que Is acompala- éste es el c Je dormir y de coser, ae onde viene el pardil tir su estribillo Pado algo de comer. arto sencillo are pidiend & paré aquel cantar? en qué pard aq} is Ay! en llegando al hogar in ify el vicjo y el perro eae que hacerle entierro tuvieron con lagrimas de pesar- RAFAEL PoMBo (Colombia) eI = a rrer tras ella, seguida po ningin caso, y sigilé fodaado « air aan Llevaba corrido mucho trecho, oun con un hombre que llevabs unk Gate <2 aaa mercado, * con Trutan para yoy hSONag ‘1 Buenos dias, tortita — la saludé el hy oder — Bienoa ‘dies, HombrecitsCaiin aaa pondiendo al saludo, a jo Wa tortig corres. Detente y deja que te coma, No y no! — respondié la tortita —, Me he escapad y de sus siete hambrientos chiquillos, y también eae Y siguid rodando y rodando, hasta que se to que estaba Aeranie ties Leo oe — Buenos dias, tortita — cacareé Ia gallina, ‘© mismo digo, Gallinita-Buchecito ~ respondisé la tortia, ~ Querida tortita— prosiguié la gallina—, no corras tanto, Detente y deja que te coma, 2 siete bar lo de una madre 7 de ro tea Me cemtav itr i” Hombrec® Comte un gallo que #7 tortita- yds Va Je prise Me he escapado de una 10s chiquillos, luego de un Hombrecito- se aerbeitt, y abora voy # hacerlo de ti ,y de una Gall Gallito-Espoloncito. y roda) con un pato tortita — grazné el pato- nga usted, Patito-Piquito — dijo la tortita- Querida tortita — prosiguid el pato—, no vayas fan de prisa. Detente y deja que te coma {No y nol — respondié Ia tortita—. Me he escapado de una tan velozmente como podia, hasta 53 madre y de sus siete hambrientos chit cito-Centavito, de una Gall y ahora voy a hacerlo tam| Y siguié rodando con mayor encontré con una oca. — Buenos dias, tortita — dijo la oca, — Lo mismo te deseo, Oguita Plumita ~ res Pondis ‘ — Querida tortita— dijo la oca—, no a tort, Ia tortita, deja que te coma. corms Sate, Dea ablo. Se ij anta prisa? Po- he escapade de ny prolate resulta : emprendlé el ¥ orilla de uni a continud rodando y rodando, hasta que, lindero de un oscuro bosque, se encontré con un cerdo a al doblr ¢) que hozaby pa muy bi var a meterse en Ia corriente, jecha, un salto para po- fe éste abrid POPULAR (Norvegs) ss EL RENACUAJO PASEADO, ron la mano, in Renata, 2, se dieron Is m o 30 Y muy si inser | ©, corbata a he mis Be ado y chupa de bods.” D0 sagas! — te ri le hace un gesto y oronto se 6 en el camino a un ratén vecin, j Amigo! venga usted conmigo, itemos juntos a dofa Ratona y avanza Ratén, , coge el aldabén, ‘eguntan: ¢ Quién es) 0 4 usted los pies, Si a 1a ventana salicras, tun guisante yo te diera. ala ventana, y en un abrir y cerrar de ojos t el cucllo y eché a correr, El Gallo se puso rra me Heva por bosques, valles y mon- sin perder un mo- a la Zorra, le quité el Gallo su casa, EI Gallo paseaba arr pero la Zorra repitié a c y el Gallo se lo com Entonces, la Zo! suave: y la Zorra lo agarré de miedo, empezé a costumtre, le Hevé la comida. Cuando la Zorra vid que la Zorra se me lleva por bosques, vall se habjan marchado el anciano y el Gato, volvié de nuevo y repi to, compaiiero mio, socérreme! ss tres veces la misma cancién; pero el Gallo no le respondia, lo buscé por todas partes Zorra, lo trajo a casa y le di — ¢Por qué tan callado estés, Gallito de cresta de oro, que ni quieres contestar? se lo quité a la —;No te habia dicho, que ventana? Cualquier dia te comerd la Zorra y no dejaré de ti n huesos. Ten cuidado mafiana, porque iremos muy lejos de casa y no ayudar. a — No, Zorra; esta vez no me engafas; no miraré por la ventana, 1 le eché por la ventana un guisante y varias semillas y se puso a cantar muy dulcemente: or y Quiquiriqui, Gallito B de cresta de oro fino! Anda, sal a la ventana aus Jo te daré una cog mucho mayor que u alll wadeés mace a de trigo y pasteles mil que he guardado para ti Anda, sal, y no hagas caso de Io que te difo el Gato, pues si comerte quisiera ya hace tiempo que Io hiciera, No sabes cudnto te quiero! ¢ Todavia tienes miedo? Pues si te asomas, Gallito, $ “yo me apartaré un poquito. tS y la Zorra volvié a agarrarlo por el cuello, echando a ¢ ZL. El Gallo se puso a gritar pidiendo socorro; e Gato estaban muy lejos y no lo oyeron. ‘Apenas volvié. el Gato a casa se puso a busca: 4 of no encontrindolo, pens6 que le habria cocurrido la misma cia de siempre. Entonce y un palo y se 5 tomé la guitarra busca de la choza de la Zorra. Cuando Hegé alll se sent y a cantar acompafan EK. dose con su instrumento: 62 erdecitas sonorasy le a dofia Zorra! in hermosas cantad! od ijas £2 1 fon gran sefora! ey mayor Maniquls Ae gure Ayuda Maniqui Ie eercera es Dame el Hus0y I uorta Lana PHS, ia quinta Este Fuego Enciende J seta Hazme Posteles cantar de aquel modo, le dijo a su hija Maniqui: nta tan bonita cancién. Maniqui delante del Gato, cra cabeza y la metio.en un S00 die 1 wa cancion y la Zora mandé 2 su segunda hija, nc facta la ltima. Al salir de la choza, el Gato uu saco. Por fin, Ja misma Zorra, Jo un golpe tan fuerte en Ia levantarse mas. éste le did un jevaba. y des- y y las guardaba en s Fla vio le dié con un pal p fo por el suelo para no Porites salts por una ventana, dié la ree y volvieron Jos dos a casa del je muchos afi0s. Popurar (Rw 63 me dijo el barquero: las nifias bonitas no pagan dinero, Yo no soy bonita, ni lo quiero ser; tome usted los cuartos Ya pasarlo bien, oso dia de verano Mamé-Pata empollaba sus huevos ‘cuando, de pronto, la ciscara de uno de ellos se la cabecita de un polluclo que empezé a hacer co, A los pocos momentos, se rompié la céscara ego otra y otra. Y asi hasta que Mamé-Pata tuvo ja una bandada de patitos. Sélo seguia sin romperse un , el mayor de todos. «;Vaya un fastidio! — se centes Mamé-Pata —. {Tendré que sentarme otra vez!» 0 una, sino muchas veces, hasta que, al fin, asomé la ito haciendo ; rap-rap! con el pico. {Dios mio, qué feo es! —exclamé Mamé-Pata—. En fn, veamos si al menos sabe nadar. uac-cuac-cuac! reunid a sus hijitos y se los Hevé al Una, dos, tres, salta, nifa, que vas a perder. * tod odos se echaron al agua. Hay que ver lo bien que lo hace el patito feo! ~ exclamé Mamé-Pata — Y hasta dirla que, después de todo, no es tan feo como parece. A continua — Bueno, ahora voy a presentaros a los otros patos, y también pavos, gallinas y pollitos de la granja. A v — | Qué hermosa familia! — dijeron las gallinas fel Mami-Pata. a negra, ¥ por los faid de colon done? Fe asoman ls pata rando a SALVApaw Risen que ni los perros me J patito uel lugar y 2 12 mafians Medio corriendo y medio que Ja puerta estaba 2 ~ ze encontré con un gato Y Una sentada junto al fuego. asi muy Pero al cabo de tres sema- ja empez6 a cansarse. El gato muy raro que no sabia ron- por su parte, le decia que no -!— exclamaron el gato y Ia gallina, quienes no — exclamé muy triste el patito. malos tratos fueron aumentando, Una magnifica tarde de — exclamaron Jos, nifos al otofio se puso en camino. Llegé a ario y se zambul él! aremos con él! ey |, nadando cuanto quiso sin — Que bien, Sven vicarmentado por Io que CE ea que le molestaran las impertinen- ee See ciets aiucho' yee, * eda En su suce Mintaro de leche Y tenaz a. Alli se ,dolo con una orria de un in, vid una puel durante aquel 10, reaparecié el gato y lag tro tan a gusto, que decidid 1 a lado a otro vo! ta abierta ¥ udo invierno q) sol, empezaron 2 © ‘eron cubriendo de ver~ , persiguiént ue no se an- } , con él, espesas nube nieve tapa- ron el sol. ; Cuantos apuros pasé toes oe i s arboles tc cpa fan malo! habia crecido mucho, tenia unas 4 : Como el patito ya ‘ajando des- Sin embargo, una tarde fué m | Poide echarse a volar a st gusto, ba ate aie Reeioes , pues» Pud Al - a ‘entre flores y arbustos SerPen” a ee ‘un estanque rodeado de iba a desembocar 2 5 a tres se metid en el € edo porque 52 ras veces, PEF fos cisnes que SUECI" scanque y empezo 2 Elia ia que cuando vie~ 0 como estaba ojos al ciel unos grandes péjaros, de deslum- bradora blancura y largo cuello, que cruzaban el espa nés, que huian_haci paises del Sur. Sin saber por qué, el patito feo se sintié profunda- mente conmovido al verlos. ; Oh, cuinto los admiraba! ; Quién pu- dicra ser como ellos El invierno se fué haciendo cada ver mis crudo, Las aguas se iban helando en torno al patito, Mee y Gte tenia que nadar continua. fe ‘mente para no quedar aprisiona- do, Hasta que legs una nang 4 é que no pudo mis, y rendido de @ alli se quedé atenazado por silo, Por suerte, un campe- Hiclo can ctbrié y, rompiendo el los muecos, lo sacé de lev6 2 su casa = of wie quedaréspere:siempran ENURin or ies Lap oe que me maten estas bellas No importa en de miy que ™e &° ‘no mis propios hermanos.» wri josey deslizindose jeramente por las aguas, Enriquito, mientras estaba jugando en un ‘a del bosque. ch! — respondié el eco Enrique sorprendido, pues era Ahora es el fin!», se dijo angustiad. Mehta la(cabera, humildemente dijo, cai — Matadme : is primera Pero jqué vié reflejado en las aguas ? i— re . bse Ve Tice on la seu? Sa prone ae crole exclamé Enrique tan fuerte como pudo. no era la de un pato feo y negro, sino la de un verdad Sus compafieros 01 ee eed ‘nto! — le contestaron desde el bosque. Jie)e Ge vilos wre sites s devia cee eles ae crab neche'y ennese etertiay pales amenusdoras. Pero la vor del bosque se las repitid exactamente igual a como él las decia S Cuando Enrique se cans6 de buscar quién era el que le insul- tabs desde el bosque, se fué corriendo a su casa y le contd a su povtre que un muchacho que estaba escondido en el bosque le habla Tlamado tonto y otras cosas feas. sd— exclans a to as do sna eco de tu propia vor — le bre patit te Las palabras feas salieron primero de tus labios. pobre patito feo, empollado por equivocacién ae buenas y amublest también lo hubieran sido las que reci- ‘estacién. Las palabras amables traen consigo ecos rarles migas de pan, Uno Mirad! Hay un nuevo cisne, ; Es vo cisne, jEs el | = y el que mejor nada! Bs el més toca le habia pasado. uello alegremente, sin comprender Jo que ar ae mutes imaginarme tanta fel €n un sucio corral bieras en conti amables. Hans CHRisTiAN ANDERSEN (Dioamares) M. G. (Esps6s) LA VIEJECITA Y SUS TRES PERRITOS Erase una vez una vit Bebevino, Come cada dia tres perritos, A Phaser it tia de la iglesia eché de menos a Bebevino, y Tee aio; Per por mis que miré y remiré en In AEE 1 To pudo encore”? POF MMS que miré y remiré en Ia iglesia, _ ~iAY, Sefior, se m vino! ; Dénde estas ? ma viejecita que tenia tres perritos lamados Pan y Comequeso. Era muy buena la viejecita y a rezar a la iglesia, y siempre, iempre iba con sus ic ha perdido mi perrito! ; Bebevino, Bebe- iAy, Sefior! | Ay, Sefior! el perrito, se habia perdido, y la viejecita seguia y jecita que saliese de es era ya muy tarde y tenia que cerrar la puerta. Pero la Ia iglesia, jecita no queria no que segui dos perritos Comep’ mucho eché de menos a Comepsn, y y Comequeso. Y después de haber rezado mpezé a llorar y a lamentarse nay saat que se me ha perdido mi perrito, tan bonito, Comepin! Ay, Sefior, que se me han perdido dos, Comepin y aré yo ahora, Seftor? lorando y lamentindos ta de la iglesia y echar a la viejecita, que se fu indo y Hamando a sus dos perritos por el camino... lo que le pasé a Comequeso? es que se comié el queso, y se acabé el cuento. é POPULAR (Eps) hasta que el sacristin tuvo ZY Comequeso? ; Sal FANTASIA DE COMADRE Ran ANA Y unos zapatos, j Que va a cantar, que aa bailar, de San Juan! Y A la comadre rana i Ta Mafan que va a bailar, Ja Mafiana de San Juan! Le ha quedado estrecho el lindo vestido. Los zapatos le hicieron cinco callitos. ae a - ? | No vaa bailar, fo va a cantar, fe Mafiana de San Juan! La comadre rana, piensa que piens’, Py encontrado en el rio una respuesta. a cantar, 4 a bailar, la Mafiana de San Juan! BP comaice na je agua, ntes rizados aguas. a Y fué a cantar y fue a bailar ja Mafiana de San Juan! Ester Feticiano MENDOzA (Puerto Rico) cantaro cuando eché a correr y dejo * o< ? EL ZURRON QUE nifa, que estaba la pobre- besos, bizcochos em ¥iDO. “jo en el zurron a tn Perro ¥ y se fué tan des narices, y... aunque testigo no he sido, FEerNAN CABALLERO (Epsts) | 2 +3 = aa ¢ ta LA MUNECA VES A VESTIDA pg AZUL Ni. be Ease una arse una majiana del lugar donde dormia en janzé un estornudo y voy a tener suerte. y al llegar a un prado se encontré con dos carneros que se peleaban a cabezazos. El lobo se les acercé y les dijo que iba a comerse a uno de los dos. Esta bien — le respondieron los carneros —. Pero mira, nos estibamos peleando por el reparto de este pradito. Ti, que eres tan sabio, puedes hacer de juez. Ponte en la mitad del prado; nosotros nos iremos cada uno a un extremo, vendremos corriendo hasta Bee ee eee aqui, y ta te comers al ultimo que Hegue. Dns Tanke El lobo cepa da baba ‘oe la foe Los dos carneros ee ee marcharon a sus puntos de partida y echaron a correr el uno con- ale re ae i taal ofvo: Cone el lobo s2 snemnivalatttaa tment seis y dos son ocho \ ara que no acabaran con él y ocho dieciséis. thuelo, a beber un poco de agua para que se le pasara ii se encontré a una cabra que estaba paseando por la 0 = SZ POPULAR (Fspats) — Espera un poc clavada en la pata dere ria que me la sacaras. El lobo, halagado po cuando la yegua le EL MONO aquélla —. Primero vamos se acereé salir, el lobo se fue la adelante, hasta que y su pequefio potrito, a sacarle Ia 65 e que lo hizo volar mbarse en el sitio em 7 Ta tripa vacia, y pensande yun cueryo La casa la ni el cazador ni sus otros ices. uir porque ten fué a caer en la gamo, como es natural, no ba preso en la trampa que le tendié el cazador. les, el cuervo se eché a volar casa les contd a sus compafieros Io que habia era necesario no perder tiempo, en seguida tomaron el ratoncito — podemos ir a rescatarlo. “is demasiado lando la casa, porqu ue tres en la mesa? No a tortuga—, 50 6 uuervo, en seguida dese fa qué es lo que Al escuchar esto, el c ~ La tortuga tiene raz Yo que ha sucedido, ahora mismo me voy volando a ver En un santiamén, iamén, el cueryo encontré al pobrecito gamo, y 0b- — | é tras ellos. | ratoncito empezé a roer las cuerdas que Y; Foe que roe, consiguié ponerlo en libertad. cazador fué en busca de su presa y, viendo que no estaba en la trampa, exclamé furioso: — 1 Quién se ha atrevido a robarme? Pero el gamo ya se habia escondido en el bosque, el cuervo se habia subido a un arbol y el ratoncito se habia metido en un agujero- te et La tortuga, en cambio, no tuvo tiempo de esconderse en nin. gin sitio. ; — ; Tui lo pagaris! — dijo el cazador, asi que la hubo visto — Una cosa u otra tengo yo que cazar para la cena de esta noche. Y la metié en el saco. La tortuga habria pagado por todos, si el cuervo no hubiese ido volando a avisar al gamo. — ,Cémo!, ;mi buena amiga esti en peligro? cil ee a | Entonces, el gamo fingié estar cojo y se dejé ver por el cazador, Ut vera ie — Un gamo a la vista? — se dijo el cazador —, pues dejemos ua las reiad’y abasts res ase et pservar al ratoncillo que salia de su agujero Entonces el cazador se fué detrés de su antigua presa, y el rae | 6 asustado; pero Iuego vid que : ntecitos de | tados pero luego vid q i toncito salié de su agujero. En seguida, los generosos éte royeron la cuerda del saco y pudieron salvar a la tortuguita, Entretanto, el gamo, corriendo de un lado para otro, entrete- nia al cazador. es el momento oportuno para atraparlo — se dijo el gato Al final, el hombre, cansado de tanto correr detris del gamo, ¢ tuvo que ir a casa con las manos vacias, Y los cuatro ami para lanzarse sobre él, cuando se did cuenta de que a lavado todavia, Un gato tan importante como yo no se pone a comer sin ado primer a decirse el gato entre dientes. a lamerse con mucho cuidado las patitas; Iuego, se igos volvieron a reunirse tranquilos en su casita, . ae corazén de cada uno de ellos y a la buena amistad — volv POPULAR (Esp) 86 87 Ot UN VALLE Ke Vista a} ™antenign v las orejas, +), por * Por el fuera un ue. pila hee perder de de trigo, guida me lo ¢ Cuatro vaquitas pacen pacientes. PAP2 esperar a que yy és de dirigile aa Tienen de todo ia su agujero, escapar el ratén— ge T UN poco mis listo: icaré a asearme. se lavan después de haber * POPULAR (eat Yj re ‘raninpez MORENO ruisefior! La niifa se ha dormido con el cantar sutil Por la puerta del mundo entra cantando abril. Luis Hraninpez Aquino (Peer Race) rano al molino? i amo! >», se dijo para si la hierba? a mi oreja iz- ré una pa- . Como ya se los golpes que he recibido, pase lo ; Ia pusieron a enfriar, y entretanto se fueron que: se pientras se hallaban fuera, aparecié por alli una ‘ue Hamaban Bucles de Oro. porque su cabello vird aqui? —pensé a nifia al ver aquella casita. ta una y otra vez; pero por mas que lamaba nadie pensar que no debia entrar donde no habia Je Oro empujé Ia puerta y se colé dentro mesa estaban los tres recipientes con la comi Ja cacerola mediana y la cazuelita. ‘Oro probé la comida de la cazuela grande y la en- , do caliente; luego Ia de la cacerola mediana, que le $ jor fin la de la cazuelita que le parecié jas en a habitacién: una silla grande y espa- , y Bucles de Oro se senté en ‘parecié muy dura; luego en la mediana, y la nda, y por fin en la pequefiita, que era justamente s we Be is eh : pene, eee ie coon que pian en una casi bosque, Uno de ellos, un oso grandote y pesadote, era Papé-Oso, Luego habia Mami-Osa, que era de mediano tamafio, y por fin Bebé. que era delgadito y chiquit uno de los tres tenia un jpiente para su comida: una cazuelita, Bebé-Osito y una gran cazuela Papi-Oso, llaron los tres osos que su comida estaba r rola mediana Mamé- 3 una cace- » mire usted qué torre, | dol nate a la torre Gi ya se ha muerto, re usted qué entuerto!, , se ha muerto, | En caja de te jmire usted, mi cn caja de terciopelo, con tapa de cri do, re, mi, do, tapa de cristal Y encima de la tumba, usted, mire usted qué zumba!, dan ganas de Morar; . Fe, fa do, re, mi, do, re, fa, tres pajaritos van cantando el pio, pa. Pe E “Hes una vex una pequea i. say atolondrada, siempre estaba temiendo que cediera algiin desastre. Constante, mente repetia para sus adentros, zu Rupyarp KIPLine (git) t At FORMULA PARA ECHAR SUERTES EN EL JUEGO DEL ESCONDITE Acuet caracol que va por el sol en cada ramita Hevaba una flor Que viva la gala, que viva el amor, que viva la gala de aquel caracol. tres y El capén estaba muerto, las gallinas en el huerto Tris, tras, fuera estés. ro que un dia, al pasar por = que maha —— 10? — le pregunt scercay estoy buscando un sitio donde rela también busco lo mismo — dijo el toro—. Podemos ig POPULAR (spats) sieeas Que hermoso se ve el puente de piedra sobre el rio! Abajo, la corriente; arriba, el caserio. {Qué hermoso se ve el puente le piedra sobre el rio! ieron asi, y andando, andando, se encontraron con un c vas, cerdo?— le pregunté el toro. busca de un sito pars no pasar filo ex el aero na nosotros. ando juntos los tres, hasta que tropezaron con ‘es. Después fué un gallo quien, al preguntarle lo mi ss ba en busca de un vierno. ¥ asi, toro, cordero, cerdo, ganso y gallo marcharon juntos, 0, le abrigado Amapo NERVO (México) rar! ~ dijo el toro—. No.y no. fa Yuestras alas? jg, — Entonces — contesté el ga el musgo que cubre las rei patas toda la tierra que lo cubre. El toro no tuvo, pues, mas re bién, y asi se encontraro , una vez que |. Una zorra que jensar cémo se las arreglaria Cae muy gordito cuando cantaba tan fuerte. Dié un, dedor de la cabaia y observé que también h; dero— un toro y un cor. en un rincén oscuro— er al oso y al — Mis queridos amigos: he dado con donde hay un buen botin para los tres para ti, lobo, un cordero; y para mi un El oso afi sus garras, ‘el lobo aguzé los dientes de su negra boca, y los dos contestaron ricamente. La zorra obedecié, se pusieron los tres en Ia cabaa, el oso le dijo al lobo: — Pasa ti delante, que eres mis listo Fn, 5 ll gl lobo — primera qua eres ae feel El oso se dejé convencer. Fué a la entrada de le cabata, le did tun empujon con todas sus fuerzas y eché la puerta abuie, dole awe, Su Patas en el interior, cuando el toro lo emblaié clatee dolo con sus cuernos en 3 el cordero le dié un topetazo en Ia barriga el cerdo empezé a arrancarle el » ¥ el ganso, picote’ndole los ojos, le impedia defenderse, ‘icntras el gallo, subido en una viga, gritaba con sodas ses fuerzas: Dejadmelo a mi! Al ofr aquel grito y al ver que el oso no aa echaron a correr medio muery librarse con gran dificult: camino y, al llegar a » el lobo y la zorra le miedo. Por fin, el oso pudo ‘ad de sus enemigos, y alcanzando al lobo los ojos, lo que le habia ocurrido. en mi vida he pasado un susto tan grande! No Tuna pata en Ja cabafia cuando se me eché en- NA fila de nifias asidas de las manos. Enfrente dos nifias solas eee evan nombre de flor: rosa y jazmin. Unas y otras avanzan y oe es a en segiin van cantando: Al volver traia, sin culpar a nadie, la con sal y vinagre, pajarito sabio que todo lo sabe... Las dos: Alalimén, al alimén, ide qué es ese dinero? Las demas: Al alimén, al alimén, de céscaras de huevo. Las dos: Al alimén, al alimén, pasen los caballeros. Las demés: i6 a pasear por el campo. Como © se puso su abri luna’ a una, todas las demés, al tiempo que aquéllas les van pre- guntando: — {Con quién quieres ir, que se acerca + tanto, que tuvo que quitarse ‘j jazmin se cogen de las m f todas juién puede mas. tran todas para ver quién pi noc fe EL RELOJ DE PARED E. reloj es un estuche de cristal en la pared. Salen las 12 y la 1, salen las 2 y'las 3. Tic-tac, tic-tac, tie-te jun estuche de cristal Salen del reloj las 4, salen las 5 y las 6; salen y de una carrera se meten dentro otra vez. Tic-tac, tic-tac, tie-ta jel reloj cantando est. Alas 7 ya las 8 a dormirme empezaré, EI reloj no tiene suefio, ique se quede en la pared! Tictac, tic-tac, tie-tac... {sigue el reloj sin parar! RAFAEL SANTOS TORROELLA, pat) suet N. Lina (México) a eee ‘5 ener Ponernos su alma belly fen nuestra alma; desearlo todo con su fraganciat JUAN RAMON Jonisng Espatay EL COMBATE DE LA LUCIERNAGA Y LOS MONOS No) ee coer una bonita cancién: yo te voy a preguntar, ti me vas a responder: — Los ojos, ; para qué son? — Los ojos son para ver. —2Y el tacto?— Para tocar. ~iY el oido?— Para oir. —2Y el gusto? — Para gustar, iY el olfato? — Para oler. —1Y el alma? — Para sentir, para querer y pensar. AMADO NERVO (México) 4 TE RAse une yer eng luciérmaga que fué a ver a una amiga suya. Caminaba muy despacio, con su linterna encendida, cuando se en- contré con un mono. — {Caramba, sefiora Luciérnaga! — dijo el mono —. ; Por qué evas tu linterna encendida? — i Vaya, pues para ver a los mosquitos y no tropezar con ellos! i — jCaramba! — exclamé el mono, al que le gusta mucho repe- tir las palabras —, ; Pues si que eres cobarde! j Tenerle miedo 4 los ‘0 soy cobarde ni le tengo miedo a los mosquitos! — respon- 16 Ia luciérnaga —. Yo voy por mi camino y dejo que los mosquitos vayan por el suyo. 14) ~ far =< ar Me oe wig 548: mundo que soy una atreves mafana a ly ron todos arma > grave, pero al ver miraron a su jefe aquello. Este les ordené que naga. El gusanillo de luz al esperé a que avan- lo tuvo cerca, jbum!, de un salto mono, atrapado por sorpresa, el que iba detris, al oir a su com- dindole a endo la misma arriba al segundo jerna_una por una a y siempre, el que estaba detris, en la nariz al que tenia delante, hacién- aga sigu -gar la noche para no tropezar con los por ¥.A.0) LAS TRES HIJAS CAUTIVAS — Donde va el buen viej camina y camina? jo, * Camerro del moro, que perdi cautivas, =cY cémo se laman EI picaro moro que las cautivé — La mayor Constanza, la otra Sofia, y la més pequefia jes mi Rosalia! a mis hermanitas. Constanza lloraba, Noraba Sofia, y la mis pequena de gozo reia, —No Mores, Constanza, no lores, Sofia, que la reina mora os vuelve a la vida. POR UN CLAVO aN 4 Los P AJARITOS ANonimo. re, la tierra y el cielo Ap una inundacién de luz, Ce dg rece como si todas las plantas se acabaran a ntreabriendo orgullosamente sus pétalos, rermosura con las madreselvas, las dalia, Ios gera todas las flores se despiertan. Algunas, rostezando ; otras, se desmayan al no poder ri la luz y de colores que ha traido el sol jo calla, El jar parecen rama en rama, can- te ador- am — {Por qué e: dicen —. ;No hay lespidiendo si permanecian en un rinconcito del caso, admiraban en silencio a sus quién te manda meterte en lo que no te da y se callé en seguida, escon- unas nubes EL JUEGO DE «DONA BLANCA, Nitaas y nifos forman rueda, asidos por las manos, En Blanca, Fuera de |p + Los nifios en rueda cantan y a ice de «moscard pis de la cancién centro "ued, Fueds Blanca esta cubierta jares de oro y plata; romperemos un pilar para ver a dofia Blanca. wn direccién contraria y dofia Blanca canta: <; Quién Be que anda rondando mi casa?» El nifio que hace Si poscardén contesta cantando: «Yo soy ése, yo soy ée —que x Jn en pos de dofia Blanca». Entonces la rueda se para. El mos- atedén se dirige a la rueda, Toca las manos entrelazadas de dos nifios y les pregut De qué es este pilar?» Los nifios pueden «De plata»; «De bronce»; «De hierro», La rueda gira en otro metal. Ante estas respuestas el moscardén e vuelta a la rueda y tocando sucesivamente las manos lazadas, alternando las preguntas y las respuestas. Pero cuando los 1s le contestan: «De paja», esos nifios se sueltan de las manos y se abre una brecha en Ja rueda, Entonces dofa Blanca tiene que por la brecha, procurando que no Ia atrape el mos- cardén, Si éste la atrapa, los dos entran a formar parte de la rueda y otra pareja de nifios se dispone a hacer los papeles de dofa Blanca y el moscardén, no atrapa a dofia Blanca, entonces dofia Blanca vuelve al centro de la rueda a seguir haciendo ese papel, mientras que otro nifio sustituye al moscardén y el juego sigue. ‘alir corrie! juego empieza de nuevo. Si el moscardén POPULAR (México) i Alondra v cuando tenia que alondritos que campo ccinos para que lo que Fon que los sacara bre cree que han de El sol adn dijo vengan los vecinos. Seri. preciso que llamemos a nuestros parientes a toda prisa. Ve a casa de tus tios Gee sy de tus primos, y diles que em- piecen la siega maiiana mismo, s asustados, los alondritos repitieron a su madre las a segar las espigas, que le entonces a su hijo: Esta noche iris a contratar unos 7 sce aut pondremos a segar. dritos se lo c ha Megado Cuando un \} os DE us x!’ we 3 2 Ney WH | Mae Pasaron los hombres gigantes del cielo. Cata, cataclismo, FernAnpez ™ (spat) _— a) 10S ANIMALES AGRADECIDOS Y EL HOMBRE INGRATO Z Ezganse una vez un hombre y una mujer muy pobres. Un dia, dijo la muje! : ; "No podemos seguir asi. Vete en busca de comida y cuando Ia hayas encontrado vuelve lo antes que puedas. Pod El hombre se fué y, andando, andando, Ilegé a un bosque donde ‘ encontré una cisterna muy honda rodeada de hierbas. Dentro de ella fstaban cautivos un tigre, un mono, una serpiente y un hombre, ee —jEscucha, hombre noble! — le el tigre —. Sicame de ( aqui para que pueda irme con mis amigos, mi mujer y mis hijos, No te pesara- eee Bo hombre lo nics, Pelucgo Je, dl el wows : le gloria alvame a mi también, hombre compasivo! para que pase la luz El hombre le oyé, y lo salvé. Entonces dijo la serpiente: — jSélvame a mi también! Cuando el hombre lo hubo hecho asi, le dijeron los tres ani- males : — Queda todavia un hombre en la cisterna, pero es mis malo que un pecado. No caigas en la tentacién de sacarlo de ahi. re: Fe sqoclla masta All cuba thas caer Nets ira verme, que quiero recompensarte por lo que has hecho por mi. | AS apenas el sol no arde y se duermen quietecitos Humsrrto ZARRILL (Uruguay) — Aguarda aqui un momento, — le contesté el joyero, has del Entonces se dirigié al palacio real y le enseng berano. Al preguntarle éste cémo se habia heel replicé — En mi casa se encus entra un hombre, ha traido. El rey pensé que seguramer hijo, ¢ inmediatamente ordeng para hacerlo ahorcar al dia Cuando el hombre se v apenas lo hubo hecho Ye — En qué puedo servirte? — Quisiera que me libraras de mis ata Sta Sums Y de 1 hore siguiente, 6 encadenado, Fe Car 3 ander la esposa del rey — dijo Uy gery habré quien la libre del veneno. Pere ten con ae Ga tes Son la mano para que el veneno desaparezca. Entchees wy bran de tus cadenas. La serpiente, tal como habia anunciado, mordié a la r¢ ina, ésta cayé al suelo sin sentido, En seguida la condujeron a su lecho y mandaron llamar a los médicos de la corte; pero ninguno de ellos, a pesar de toda su ciencia, consiguié reanimar a la soberana, que seguia tendida en el lecho como muerta. El rey, que estaba muy afligido, mandé publicar un bando prometiendo valiosas re- Compensas a quien lograra sanar a sui esposa MB — [Yo seria capaz de conseguirlo! .cipio no le hicieron mucho caso, pero como él no de- sitad tat en bu aGritacléns los Garecleton le cote ee | caus le bablan jucsto y lo lleraran a presencia seam ea a ae Pas eas sus manos sobre la reina, ésta se encontré ces, apenas hil libre de los efectos del veneno. s El rey, cuando vié sana y salva a su esposa, traté al pobre con el mayor respeto y le pregunté cémo habian Iegado a su poder las alhajas de oro. BH ronsbre Ye Coue6| tnd lo que le tablataeeia ce ne lo supo, castigé al joyero, concediéndote al pobre mil pueblos y sombrindolo a cacilles. Entoncerére mand lamar at mujer se rodeé de sus amigos y parientes. Todos juntos vivieron felices Til os, colaria, Slorsds, eceeiaser gy aie Bee POPULAR (Inds) EL PESCADOR Y LA ZORRA |S TA FRIESE Enase wa vez un pescador que se fué al ri ue se fue al rio é Peeece teeter sic rctds calleas cargé ieee ens cme prendié el regreso a su casa ee Al pasar por un bosque, una zorra hambrie: fer cll ais ellolor del pescado y ee ee <{Qué olorcillo tan bueno! ; Con qué gus Beto eel ; Con qué gusto me daria un ban- Después de cavi é Jar un poco eché a correr, y cuando hubo ade- pues un buen trecho al pescador, se tumbé en el camino por londetenfa que par el trineo, hackéndose la muera uando liegé el pescador, vié a la 2 é ae 1 pescador, vid a la zorra y, creyéndola muerta ns it? hoy si que no me puedo quejar! Primero he tno tna buena pesca, y ahora me encuentro esta zorra, de Ia que caré una hermosa piel ara mi mujer. Ya ests wato que soy hombre oe Ja zorra en el trineo y continué su camino, Pero la z0¥ra, au al principio permanecié inmévil en la parte de aris, al cabo abrié un ojo, después el otro, y viendo que el pescador 170 . | yy Cee - A a A Pecivia la cabera, de una dentellada hizo un agujero em el saco eran cayendo 10s peces. Cuando ya no que- ra que por él se fu 1 oe Pee “Jentro, la zorra salté del trineo y empezé a des- amar el camino, comiéndose uno por uno todos los peces. v viclanto, el pescador seguia en su trineo, no pensando més que en su suerte y en lo bien que iba a ser recibido cuando Hegara ae Al fin, detuvo el trineo frente a la puerta, donde ya lo estaba esperando su mujer. jHoy si que estarés cont bien lo que te traigo! 'Y al volverse hacia el trineo para ensefiarle los peces y la zorra, se quedé con la boca abierta de par en par. j Todo habia volad: ‘Su buena mujer se quedaba sin la piel que pensaba regalarle y l pobre pescador con un palmo de narices, que atin le deben estar creciendo, enta! — dijo asi que la vié —. ; Mira Vazert CARRICK (Angler) CON REAL Y MEDIO Gon real y medio comy y ls gallinita puso tres Tengo la gallina, tengo Con real y medio compré una vaca y esta vaquita tuvo un ternero, Tengo tengo el temero Tes huevos, la mi real y medio, re me qued. COMPADRE CONEJO L Dt aénde viens, rao’ 1 — De tierras de garbanzo, — : Qué traes'en el piquito? rychd. Los dos dose cumplidos: See h comp e! —decia la ballena—. Tui eres el e 0 Yo 4s poderoso de t : mien soy el més c : " FQué tam des cosas hariamos si nos asocidramos! Unidos podrfamos gober- Sram] mundo y ninguno se atreveria a resistirnos, par al mundo ‘Oh, qué gran idea! — decia el elefante —. Desde este mo- —jOh, qué g mento queda s — Los bueyes se la bebieron. 2 —2Y los bueyes? lada nuestra unin Pero como el compadre conejo no tenia ningin interés en ser go- bernado por ellos, se fué a buscar una gruesa soga y un gran tambor con los que esperaba hacer que se pelearan los dos mandones. Luego, bajé a la playa, al en- cuentro de la ballena — {Querida sefiora_ballena! — dijo, haciéndole reverencias— Usted, que es tan fuerte y tan bue- na, puede hacer un pequeiio servicio a este pobre conejo... Mi yaca, que €s mi tinico sostén, se me ha hun- dido en el cieno a media legua de — Se fueron al monte por lefa. —2Y la lea? — La vieja la ha quemado, Porutar (pais) Ni y ye nol puedo scar. Pero usted, SeTora, Que es fuerte y sericordiosa, usted si podria... mi ail ina se puso tan hueca al oir tantas alabanzas, que inme. an atamente dijo asi: giatarrne emo puedo ayudarte y lo haré. = Yo ataré a su cola Ja punta de esta n seguida sujetaré la otra punta a el elefante con condes- ' soga, y ¢! eSTentonces, ataré Ia punta de esta larga soga a su trompa,y a punta a los cuernos de mi vaca, y cuando todo esté hecho otra é 4 or Emi tambor. Al oirlo usted, le ruego que tire tan fuerte como pueda. n° Bah, no hay miedo! — dijo el elefante—: Ast sea tu vaca nis gorda que veinte vacas juntas, yo te aseguro que la sacaré, Eien seguro estoy de eso! — dijo el compadre conejo —, pero no tire usted demasiado fuerte al principio... j Ia soga sélidamente alrededor de la tromps del elefante, y corrié a esconderse entre las matas. Luego, hizo sonar el tambor.> La ballena comienza a tirar, el elefante tira fuerte, y la soga se pone tensa como cuerda de gui- tarra. P * los cuernos de mi vaca. Cuand6 todo esté hechgy tocaré el tambor y usted, gram Sefiora, no tendé@ mis que tirar muy fuerte, Pore mi vaca esth ‘profundamenté’ en-el lodowy sna —. NB tecupes de esol lida hasta los Cuernios, ~ —jVaya una vaca pesada! — dice el elefante—. Sin em- bargo, la sacaré del pantano, Y apoya los pies contra un arbol y tira fuertemente. + — {Vaya un asunto! — dice la ballena —. Esta vaca debe de estar metida en el fondo de la tierra. Y tira con toda su fuerza. Cada uno tira cuanto puede desde su™lado, pero pronto la ballena se siente.arrastrada hacia la tierra, porque cadayez que el = 2Que es ello2— dijo el clefante. pais Nine pacing ie acarla, ;Ella es mi nico sosten! En cambio, a ust “que 5 poderoso y caritativo, no le costaria ningtin-trabajog la del Jodo. 77 OT 3 5 DEL GATO ETE VIDA as Sl iA VOLAR! gebsjo vn guisanter Y luego eché veinte colchones mas enci i ae : ima del mero. sea cama — dijo la reina al rey — dormirs y irs spor si es verdad lo que ha dicho. 'a princess, y refs mafana siguiente, la reina le pregunté a la pri A Qué tal, has dormido bien? 8 Ca No; no he podido pegar un ojo en toda la noche — se I iment Ia princesit—. Me_ parece que estaba sobre alguna ae ie tengo cardenales por todo el cuerpo. ae Entonces a reina dijo al rey: yere! y colocaron el gui- made se le puede ver toda- Hans Curistiat © > " EL IN1 ver SE una es Tos habian : ante y vestian un | e I, Las primeras palabras que o feron ran la ¢ granate y azul, Las primeras palabras que oy Ja miran tras ol as el cr —1A ver, a ver los borreguitos del ae Je acababan de regalar la caja que con- —No; e10. os, En seg : Jos fundieron ya no quedaba eee. Tan a sobre la mesa, entre otros muchoa = |Nubes s, ano de cartén, del cual partfa un sendero son nubes de Navidad . | que quieren ir a Belén, — No; no es eso. A ver, + qué mis, — {Es harina!, ieeiee , blanca harina,.. ee vexido una sis ? seth te en el cu — {Es espumita de mar! je color rosa sobre los hombros y una = Nels a ake qué mis, BU ice No see ven al geen pers y el saat cys SAEs azticar!, blanco azicar, i que le pasaba lo mismo que a él, por lo que exclamé: azuquitar cel — | Eso, eso! ‘iva, viva! iTodos a la nieve yal R. Santos TORROELLA (puts caer de gnomo por encima de tu El soldadito n mis que su . La criada y de la orden que prohibe hablar Movid tan torrencial- Cuando volvié a salir y uno de ellos di plomo. Esté co i te parece si lo metemos en en el riachuelo que habia leva y los dos © pensd A buen seguro que aquel feo Si al menos estuviera aria esta curidad, En aquel momento hizo su apari ‘I panruda que vivia en un agujero del oscuro Tienes tu pasaporte? — le pregunté al solda séfamelo! — El soldadito no le contest @ aqui la bailarina del castillo! No me import 6 a toda rel Porque quer — | Detenedlo! j Detenedlo! | Que no ha ensen, — gritaba la rata dirigiéndose a todas las mader Alotaban por alli. Pero el agua siguié arrastrando la b Finalmente, el soldado volvié a ver la luz del dia, py tun ruido espanteso, y es que en aquel punto |, tuna magnifica cascada, Pero © mantuyo su aguel terrible momento, La barca, con el choque de cuatro yueltas de campana, y el agua, inundintols brar. El papel se destrozé y todo fué a parar al fondo del canal. Del soldadito no se veia mis que Ja cabeza y la bayoneta. Entonces, pensé que iba a mo- are: El pez nads en todas direcciones, hasta que subié a lor de agua, 15 unas fuertes sacudidas y, finalmente, se quedd inmévil Al cabo de algunas horas, el soldadito de plomo se sintié des- jambrado por una lamarada: era la luz del dia en todo su esplen- dor. Escuché entonces una voz que gritaba: _ El soldadito de plomo! ‘Ahora se did cuenta de lo sucedido: el pez habia sido pescado, evado a la pescaderia y adquirido alli por una cocinera que ahora Jo acababa de abrir con un gran cuchillo. Luego, sacé del vientre al soldadito y Jo Ilevé a la habitacién de los nifios, donde todos pal motearon de alegria al verlo. El soldadito de plomo se encontraba en la misma habitacién que habia dejado al emprender su gran viaje, y todos lo reconocieron por su nica pierna, Volvié a ver la caja donde estaban encerrados sus hermanos y el encantador especticulo del hermoso castillo de cartén con la gentil bailarina que se sostenia siempre sobre una sola pierna, como él. Fué tanta su emocién, que estuvo a punto de lorar, pero las ligrimas habrian sido de plomo y las reprimié din- dose cuenta de que hubiera ofrecido un espectéculo lamentable. rir sin haber podido tomar parte en ningiin combate y sin haberse hecho admirar por actos de va- lor. Aquélla seria una muerte muy poco digna de un héroe. Iba ya a parar al fondo fangoso y desapa- Tecer para siempre, cuando u grueso pez se lo tragé creyén- dolo un pececillo. ; Qué oscuridad habia en el vientre de aquel pez! iSe estaba alli ain mis estrecho que dentro de Ia caja!... Pero el soldado, acostumbrado a hacer de Centinela, seguia erguido, con su arma al brazo. =

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