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1 LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA Graciela Arroyo Pichardo* han influido en la conformacién de la identidad europea. Asimismo, se ex- ‘ponen los principales retos que enfrenta Ia actual redefinicion de la iden- sidad europea, para terminar con algunas referencias sobre el eurocentrismo. E: el presente articulo se hace una revisién de los elementos histéricos que Introduccion La Europa de hoy, al final del siglo Xx, vive uno de los momentos de cambio snis trascendentales y peculiares de toda su historia: vive un cambio de identi- ad. A pesar de todo el tiempo transcurrido y contrario a lo que pudiera pen- sarse, la identidad europea no habia legado a consolidarse intemamente y ahora, con gran voluntarismo, existe el propdsito de redefinirla para hacer que los ciudadanos de los paises que han forjado 0 se sumardn a la Unién Europea puedan identificarse y considerarse a si mismos como europeos. Viejo suefio con hondas raices histéricas. Mas de un gran pensador, como Victor Hugo, o de un filoso politico, como Maquiavelo, habian hecho de la iden- tidad europea objeto de sus fantasias; sin embargo, este suefio atin dista de con- * NMaesiea en Ciencias por el tuto Poitgenico Nacional y Doctors en Relaciones Inlemacionales por a ‘Coordinacion de Rslaio- GRACIELA ARROYO PICHARDO vertirse en realidad y no esta, no ha estado ni estara en su despertar libre de dolor y desgarres jinternos. Se trata, en efecto, de una transfiguracién, de una suerte de metamorfosis de la que una nueva luz habra de inundar con el tiempo el espacio de limites imprecisos que, con la apariencia de una piel extendida, parece hacer ostensible la mitica leyenda de que el dios Zeus, bajo el disfraz de un bello toro blanco, hizo que Europa, hija de Agenor, rey de Fenicia, montara sobre su lomo para levarla a Creta en donde, desposindola, dio a luz a Minos y Radamantus.! Esta leyenda encierra asi un doble significado: por un lado, el del origen del nombre de Europa y, por el otro, el de su esirecho vinculo con la cultura griega, faro y pilar de un proceso cultural que a Jo largo de dos milenios habria de proyectarse a los cuatro puntos cardinales del planeta: la civilizacién europea. Asi, Homero, refiriéndose a Zeus, lo calificé de europus, que significa “ver muy lejos”? Significa también, segin otros historiadores, “viento del Este”. Mas recientemente se ha definido como europeo lo que encierra una concep- cién humanista de la vida, es decir, que ahi todo se mide a escala humana.> Qué es Europa? Aun cuando de manera aparente —sobre todo a los ojos externos— esta sola referencia serviria ya de justificante y simbolo de reconocimiento de “lo euro- peo” como algo con identidad propia, la historia misma de los pueblos de este continente no permiten confirmarlo con igual convencimiento. Antes de entrar al detalle de la hoy por hoy renovada discusién acerca de qué es lo que constituye una identidad como cualidad 0 conjunto de cualida- des que diferencian a un grupo humano de otros, recordemos que Europa, el con- tinente, esta considerado por algunos no como un continente aparte, sino como una peninsula de la enorme masa continental denominada Eurasia. Para otros, la mayoria, es més bien un pequefto continente ubicado dentro de los limites que van desde Portugal, en el lado Atlantico, hasta lo que se conoce como la Rusia 2 De acuerdo con su significado ctimologico, ta palabra det Exe” 2 Max Gallo, “Oublir les nations, un mirage dangereux”, en Monire de voir nia, 22, Le Monde Diplomat: que, Europe: L'wope Bessé, Pris, mayo de 1994, p. 10. Véase Dens de Rougemont, Vigt-hut sécles d Euro. De. la conscience enropeenne d travers le idles, Payot, Pats, 1961, p.& 2 Idem. Véase Georges Livet y Roland Mousnice Hisiorre générate de Europe, 3 vols. mo tl, UF, Pass, 1980, pp. $30 y $40, FI humanismo como mosimienta twwo x origen ch el Renactnento ¥ su objetivo fis redighifice el esprit humane, 26 de dolor rfosis de > limites stensible » blanco, pmo para rigen del 2 griega, sabria de ; concep= ana.> esta sola lo euro- os de este. acerca de -cualida- al con- Sno GoM ara otros, la limites que no la Rusia significa “vento me Dpomat pales Euro: UF, Pais, s Sbjatvo fae LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA europea, cuyos limites serian las montaftas del Céucaso y de los Urales entre el Mar Caspio y el Océano Artico. Se incluye también un sinnimero de islas circundantes, entre las que sin duda destacan Gran Bretafia ¢ Irlanda en el Mar del Norte y Cércega, Cerdefia y Sicilia en el Mediterraneo, Los historiadores refieren que fue hacia el siglo V antes de nuestra era, hace 2500 afios, cuando los griegos reconocieron que Europa formaba un conti- nente aparte. Quizé fueron los alcances de la expansién persa, experiencia en cierta forma compartida por los griegos j6nicos, sometidos a aquel imperio, quienes ayudaron a éstos a llegar a esa conclusién, advirtiendo las diferencias Etnicas y las caracteristicas de la geografia conquistada. Las posteriores con- quistas de Alejandro Magno, en su lucha contra los persas en la segunda mitad del siglo IV a.C., asi como las ideas recibidas de su tutor Aristoteles, introdu- cirfan la idea de lo universal que, con otras dimensiones, prevalece en nuestros dias. Eso significa que, como territorio, Europa es una alegoria en donde caben paisajes, ciudades, rios, montaflas, mares, islas, flora, fauna y, por supuesto, una diversidad de seres humanos, En efecto, los actuales pobladores de! conti nente constituyen un verdadero mosaico ya que, aun cuando todos son considera- dos descendientes de la corriente denominada indoeuropea, hubo sin duda otras mezclas originadas en las migraciones de pueblos Ilegados de Asia. Se trata entonces de un territorio vivo, anterior a su divisién en “naciones”, 2 su fragmentacién en Estados y a su santificacién en patrias. Es un lugar en la inmensa y variada geografia del planeta en y desde donde una y mil historias se han entretejido, conjuntando en milltiples procesos politicos y sociales las historias del resto de los pobladores del globo. Todo ello, visto y difundido desde esa sola perspectiva, nos habla de un centro tan semejante como ajeno, ‘tan amigo como hostil. A esto hay que agregar que la prefiguracin de la Euro- 2 moderna se debe, segiin muchos historiadores, a Carlomagno, y que el tér- =e=e “Europa” fue usado por primera vez con motivo de la batalla de Poitiers ‘= 2 afio 732 de nuestra era.> © scssces (84-322 4.C.) mantuvo une profunda rolasién con Alajandeo Magno (356-323 3.C:) ambos P= E Macedonia, do quien fuera preceptor. Arstles deriva ta idea de lo universal de Ia materia, I oer peer un caicter de esa naturaleza, ex deci, universal, permite su conocimiento cieniien por medio de S sbuiracién. Es entonces a partir de la materia como Aristtsles explica ala nattalezay al hombre, asi como Jos cambios a que ambos estin sujetos. Por su parte, Alejandro Magno difundis el pensamientohelénico a través = sus conguistas con la idea de crear un imperio universal que Tusionara las diferentes culturas de lox paises conguistados para crear un solo pueblo. S Mate Ferro, “Quelle histoie pour Ia maiton commune?”, en Mfaniire de voir, op. cit Wéase Krysrtof Pomian, Europe et ses nations, Gallimard, Pars, 1990. 27 GRACIELA ARROYO PICHARDO De cualquier manera, para los propios europeos, a pesar de sus hazaitas de conquista y descubrintiento alrededor del mundo (véase mapa 1.2), y de la difu- sién de lo que ahora conocemos como cultura o civilizacién europea, forjada a lo largo de los dos milenios siguientes, el problema de su identidad sigue vivo y produciendo interesantisimos debates, por lo que la cuestién de un anélisis ‘geohistorico sigue siendo una necesidad. Claves para defini lo europeo Si bien la cuestion en toro a qué caracteriza la “‘identidad europea” se ha trasla- dado a la concepcién de lo resultante de un proceso civilizatorio, procede enton- ces establecer cuales han sido los grandes momentos y las pautas que pueden considerarse como particulares 0 caracteristicas de esta civilizacién. Tomando en cuenta que ya se ha hecho una serie de someras consideracio- nes en torno a la geografiay ala propia denominacidn de esta region, pasare- mos ahora a plantear algunas otras cuestiones igualmente apasionantes acerca de otros elementos constitutivos de esa identidad: los habitantes Elorigen de los habitantes Un sinnimero de trabajos de antropdlogos, etndlogos, lingiistas, arquedlogos @ historiadores coinciden en sefialar el origen comin de una gran familia de grupos étnicos que poblaron Europa y se extendieron también a regiones del Oriente Medio y al Este de Asia: los pueblos indoeuropeos (véase mapa 1.1). ‘Una de las suposiciones que fundamentan esta tesis es que en los idiomas hablados por estos pobladores no existe ninguna palabra referente al mar, lo que significa que todos ellos venian de tierra adentro, ni al bronce, lo cual los ubica como pueblos de agricultores pertenecientes a la etapa del Neolitico.* Con relacién al punto de origen de estas migraciones, ha habido diferentes hipétesis; por ejemplo, las que los ubican en las estepas rusas (Bopp y Schra- der) 0 en la peninsula escgndinava (G. Kossina y Menghin). Estos ltimos autores refuerzan su teoria con pruebas de tipo arqueoldgico, como los hallaz~ gos de un mismo tipo de anforas con cuello postizo o de embudo en lugares como Holanda, Checoslovaquia, Silesia, Polonia y Alemania.” 6 Podeo Bosch Ginpora, EI problema indoeuropeo, Fondo de Cultura Econdmica, Mexico, 1949, p. 10 7 bide, p18 28 sus hazaiias de 2), y de la difu- ropea, forjada a dad sigue vivo » de un anilisis ea” se ha trasla- . procede enton- wias que pueden 7 2s consideracio- = regién, pasare- sionantes acerca s sas, arquedlogos gran familia de = a regiones del ase mapa 1.1). © en los idiomas erente al mar, lo ronce, lo cual los lel Neolitico.® pabido diferentes s (Bopp y Schra- 2). Estos ultimos como los hallaz- mbudo en lugares sco, 1949, p. 10, LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD FUROPEA, Facnte: Walter Henriette, L“avennure des langues en occickn, Paris, Robert Laffont, 1994, p. 28. Grterios étnico y lingitistico Desde el punto de vista étnico se considera que estos pueblos pertenecieron a 2 raza nérdica dolicocéfala y rubia de la que hubo dos ramas: los hijos de Helle o helénicos y los hijos de Mannus o germanos. Por las caracteristicas de fas lenguas se infiere que se derivan, de una rama, los indios, iranios y baltoes- ‘avos y, por la otra, los griegos, italoceltas y germanos. Sin embargo, se ha legado también a la conclusién de que no siempre hay una correspondencia sire lengua y pueblo y raza y pueblo.* pidem, pp. 10-15 29 GRACIELA ARROYO PICHARDO Asentamiento de poblaciones y diversidad de lenguas En todo caso, en lo que si parece haber claridad es que las migraciones de los pueblos nérdicos se desplazaron en tres direcciones: hacia el Sur, poblando lugares como Holanda, Checoslovaquia, Silesia, Polonia y Alemania; hacia el centro, llegando hasta Ucrania y por el Este hasta el Mar Negro y el Danubio hasta Grecia y en el otro sentido hasta Finlandia, Suecia y Rusia Central.° En todo caso, pueblos de origen indoeuropeo caracterizados por la forma del créneo, la piel clara y los ojos azules se encontraron no sélo en Grecia, sino también en Persia, la India y aun en China, y son considerados una variedad del hombre de Cro-Magnon. De esta manera, el contacto entre pueblos diferentes fue lo que produjo la diversidad de lenguas de origen indoeuropeo, pudiendo diferenciarse tres zo- nas linguisticas: el Este y el Norte, en donde se hablan las lenguas germénicas y eslavas. Al Sur, las lenguas romances. El idioma inglés es, a la vez, de origen germanico y romano; el espafiol, el portugués y el francés son lenguas romances. Hay, sin embargo, algunos idiomas que quedan fuera, como el vasco, considerado como lengua preindoeuropea.!! Todo esto hace, como lo sefiala Emilio Lled6,"? que la historia y el lenguaje adquieran el mismo significado, ya que lo que hace la historia es comunicamos el ayer por medio del lenguaje, que es un conjunto de textos, signos y simbolos. La importancia de las lenguas como elementos de identidad queda plasmada por el hecho de que lenguas de habla tan antigua como el griego —cuatro mil afios— todavia perduran, junto con grandes obras literarias. Como factor de identidad, el idioma lo es también de la idiosincrasia, la independencia y la seguridad de los pueblos Romanidad y civilizacién occidental Conquistada por los romanos hacia el siglo 1! a.C., la cultura griega se difundié por las alas del imperio, Cartago habia sido destruida y con ella otras muchas 2 Ibidem, pp. 18 y 19. 10 rBudem, pp. 30-y 31. Véaae A. Schliz, De vorgeschichtichen Schideltypen der deutschen Lnderm in ihrer Becichung 2u don einzelnen Kulturkreizen der Urgeschicht, Archiv fir Anthropologie Ill, Brunswick, 1909, Pp. 263 yas, 10 Walter Henrote, L‘aventure der langues en occident, R, Lafont, Paris, pp 10-13. 12 Véase Emilio Leds, Fosfia ylenguaje, Ariel, Barcelona, 1970, pp. 75-78 30 Le ciudades, pero nos y trasplanta reales para dar m perdura y que i conoce como civ Asi, junto com més de la mitad garian con el tiem Jos amos: la args latin, convertido, gencia, el comers Unos cuantos 2 tonces por Augus britanicas habian dental qued6 pref costas mediterrém ssraciones de los si Sur, poblando emania; hacia el sro y el Danubio aa Central.” por la forma del en Grecia, sino Jos una variedad > que produjo la enciarse tres 20- guas germanicas es, a la vez, de ncés son lenguas , como el vasco, como lo sefiala © significado, ya | lenguaje, que es queda plasmada =o —cuatro mil Como factor de dependencia y la riega se difundié 2 otras muchas seschon Lamdern inter = fll, Bransivick, 1909, LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD FUUROPEA siudades, pero la fascinacién del mundo helénico fue cultivada por los roma- nos y trasplantada a todas partes en donde el imperio hubo de asentar sus reales para dar nacimiento, mediante la fusin, a una forma de cultura que ain perdura y que ha alcanzado en su desarrollo la dimensién de lo que hoy se conoce como civilizacién occidental. Asi, junto con las hazafias militares que hicieron a los romanos sefiores de mas de la mitad de la Europa geografica, nuevos y fuertes elementos se agre- garian con el tiempo —mas de mil afios— a la romanizacion y al helenismo de Jos amos: la arquitectura, las leyes, las instituciones y una lengua comin, el latin, convertido no sdlo en el idioma de la guerra, sino también de la inteli- gencia, el comercio y la diplomacia. ‘Unos cuantos afios antes de nuestra era, el imperio romano, encabezado en- tonces por Augusto, se habia extendido hasta Hispania, Las Galias y las islas briténicas habian sido conquistadas poco antes por César. Asi, Europa Occi ental quedé prefigurada incluyendo en ese entonces algunas provincias de las costas mediterraneas de Africa y Asia Menor (véase mapa I_2). CET GRACIELA ARROYO PICHARDO La cristianizacién y el fin del imperio romano En la vispera del advenimiento del cristianismo, las primeras comunidades jud ctistianas y cristianopaganas se consolidarian a fines del siglo 11 por la unién de las iglesias primitivas, la celebracién de concilios y 1a adopcién de ciertas reglas. Después de casi un siglo de persecuciones y martirios contra los cristia- nos, el Edicto de Milan acordé la libertad religiosa en el afio 313, Antes de que la religién cristiana se convirtiera en paradigma de la civilizacién occidental, Europa resentiria el azote de las invasiones barbaras (godos, visigodos, ostro- godos, vandalos, burgundios, etc.), pueblos que perseguidos por los hunos se desplazaron por todos los rumbos del occidente europeo derribando lo que habian sido las fronteras del imperio romano. Fue entonces cuando el emperador Constantino el Grande decidié establecer en la parte oriental, Bizancio, otra capital para el imperio, Tuvo asi lugar la fundacién de la ciudad de Constantino o Constantinopla en el afio 330 y Cons- tantino se convirtié al cristianismo. Por su ubicacién, la nueva Roma se fue mas y mas por lo “oriental”, y a fines del siglo IV la compenetracién entre Ia Iglesia y el imperio levé @ un desarrollo particular de la soberania estatal, vinculéndola a la divina, de la cual el representante por excelencia era el propio emperador. La cultura griega, con sus mitos, arte y ciencia, mantuvo su influencia y el imperio siguié en expansién fundando prefecturas en Asia Menor, los Balcanes, Italia y las Galias. La misma estructura fue impuesta desde el punto de vista militar y el imperio tuvo dos cabezas: una en Roma, bajo Diocleciano, y la de Bizancio, bajo Constantino, aun cuando no se consideraba dividido. A fines del siglo TV, Teodosio y Arcadio fueron respectivamente los herederos de una y otra ca- pital.'8 Pero mientras Roma y la parte de Occidente practicamente sucumbid ante los embates de los pueblos barbaros, en Oriente se logré cierta continuidad, sobre todo gracias a la administracién de Teodosio TI, quien fund6 una univer- sidad y extendid y fortified los limites de la ciudad, ademas de conceder cier- tas prerrogativas politicas y militares a los “invasores”. No obstante, en la parte mas al Este (Céucaso), el imperio enfrentaba a los persas, un enemigo también civilizado. 13 4.M. Hussey, Le mande de Bycance, Payot, Pris, pp 1 32 ss comunidades judeo- j siglo II por la unién = adopcién de ciertas sios contra los cristia- so 313. Antes de que wilizacién occidental, dos, visigodos, ostro- sdos por los hunos se eo derribando lo que nde decidié establecer mo. Tuvo asi lugar la ‘en el ao 330 y Cons- por lo “oriental”, y a el imperio Ievé a un Sola a Ia divina, de la emperador. La cultura scia y el imperio siguid = Balcanes, Italia y las ento de vista militar y siano, y la de Bizancio, fo. A fines del siglo 1V, ros de una y otra ca- rente sucumbié. ante 9 cierta continuidad, fundé una univer- de conceder cier- * No obstante, en la >> persas, un enemigo LOS GRAW! Mol {10S DELA IDENTIDAD EUROPEA El cisma entre Oriente y Occidente Por otra parte, los dominios en Asia Menor —Egipto, Siria y Palestina—, en seclamo de sus propias culturas y tradiciones, empezaron a mostrar tendencias ‘separatistas, que junto a puntos de vista religiosos diferentes Ilevaron a que emandaran también precedencia frente a Roma, Fue la interpretacién de la doctrina lo que apresuré el cisma: el centro de la Giscusién vers6 sobre la naturaleza de Dios. Surgieron asi los monofisitas —una sola naturaleza—, predominante en las provincias orientales, y los nestorianos, que admitian como la misma la naturaleza del Padre y 1a del Hijo. Esta discu- sién daria la pauta para la desintegracién posterior del imperio bizantino, ya que las razones religiosas de las provincias del Asia Menor tuvieron mas afinidad politica con las de los pueblos arabes. Asi, mientras Roma acept6 bajo Justi- ‘iano, ultimo emperador romano (482-565 a.C.), la doble naturaleza de Dios, Sszancio se mantuvo en la tesis de Ia naturaleza ‘mica, lo cual acabé de contra- las diferentes provincias del imperio Asi, hacia el siglo VI de nuestra era, todos los pueblos de la cuenca del ‘Mediterraneo se hallaban unidos por un mismo proceso civilizatorio conjun- ‘seed pueblos y culturas, diferentes bajo una misma cabeza y con la preponde- secia de la cultura griega. A fines del siglo Vil, Constantinopla tuvo que enfrentar a los musulmanes y ‘= -psincipios del VIII sus dimensiones se habian reducido a algunas partes de ‘Seba, ya que Constantinopla, Antioquia, Jerusalén y Alejandria habian caido ‘eee dominio musulmén, En el mismo siglo Vil los eslavos se habian incrus- al sur del Danubio. Durante cinco siglos mas, la lucha contra arabes y se mantendria viva. |? Toda esta época recibe la denominacién comin de ‘Saad Media. Bizancio fue un imperio sumamente rico y tuvo gran control sobre el comer- cio del Mediterraneo, destacando, ademas de Venecia, Amalfi y Napoles, como ean centro comercial. A finales del siglo IX el imperio se expandio todavia un poco mas al Oriente. A Justiniano se dcben grands monuments histrics, como Ia Catedral do Santa Sofia yuna de as eodif “sions mis importantes del derecho romano *53.M. Hussey, op. cit. pp. 3237. 33 GRACIELA ARROYO PICHARDO. Del fin del imperio de Carlomagno a la época de las cruzadas Cuando a mediados del siglo X los germanos lograron poner al Este una barrers contra las invasiones hiingaras, el imperio de Carlomagno fue sustituido por el romano germanico. Parad6jicamente, el derrumbe del imperio de Carlomagno —considerado e pater Europas—, al desintegrarse en innumerables sefiorios, haria surgir el feu- dalismo, con sus castillos y fortalezas, sus sefiores, principes y monarcas. De ahi as bases de 1a Europa moderna y de la conservacion del cristianismo, la heren- cia romana y las virtudes sefioriales. Es la Europa de las pequefias patrias, pero evidentemente de una misma cultura y una misma civilizacion, cuyas premisas fundamentales son el cristianismo y las libertades colectivas.® Tres siglos mas tarde se producirian las invasiones mongélicas de las tribus de Gengis Khan que lograron penetrar hasta Rusia, mientras que por el Sur se produjo el constante asedio de los pueblos musulmanes del norte de Africa, por lo que para rechazarlos se inventaron las Cruzadas, consideradas “guerras. santas”. La cuarta cruzada (siglo xm d.C.) fue desviada por los propios cristianos: latinos de sus objetivos piadosos en Siria y Palestina y dirigida hacia Consta tinopla, lo que produciria el derrumbe y decadencia de esta gran ciudad, cod ciada por sus riquezas y su importancia politica y comercial. Se inician entonces los viajes de Marco Polo y la apertura del imperio chino al comercio con Europa, El advenimiento del Renacimiento y las di iones de Europa El siglo xiv, que seria luego el escenario de una guerra entre sefiores feudales de Francia e Inglaterra, dio pie para el surgimiento del sentimiento naciona- lista de los franceses inspirados en Juana de Arco. Quedaba asi allanado el camino para las invasiones turcas que pondrian fin al Sacro Imperio Romano y la division de Europa en Oriente y Occidente dejaria desde entonces una huelia imborrable. En esa época, el imperio ruso comenz6 su ascenso, al igual que los reinos eslavos de Bulgaria y Serbia La Europa medieval empezaba a desaparecer, dejando tras de si otra caracte- ristica que perdura hasta nuestros dias y que da al continente una triple y luego 36 Femand Braudel, Los ciilzaciones actuals, RE, MSxico, 1989, p. 272-279, 34 ruzadas ner al Este una barrera © fue sustituido por el ssno —considerado el fos, haria surgir el feu- bes y monarcas, De ahi cristianismo, la heren- pequefias patrias, pero scion, cuyas premisas ongélicas de las tribus gentras que por el Sur es del norte de Africa, consideradas “guerras tos propios cristianos firigida hacia Constan- esta gran ciudad, cod pal sara del imperio chino Europa entre seftores feudales | sentimiento naciona- pedaba asi allanado el ero Imperio Romano y de entonces una huella icenso, al igual que los seas de si otra caracte- ente una triple y luego LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA cuddruple personalidad: las diferentes religiones. Puede hablarse asi de una Europa pagana, de una Europa cristiana, en sus versiones catdlica, ortodoxa y mis tarde protestante y anglicana, y también de una Europa musulmana, ‘“es- tigma”’ y paradoja del orgulloso ascenso de la civilizacin occidental Europa, cuna del sistema capitalista Desde el punto de vista de las estructuras econémicas, quedan también senta- das las bases de la economia capitalista: propiedad privada de la tierra, creci- miento de las ciudades 0 burgos, fortalecimiento de los Estados territoriales e institucionalizacién de las guerras como forma de poder politico-terrenal. Ello llev6 ala disminucién de la autoridad papal y al debilitamiento de lo que atin quedaba del Sacro Imperio Romano-Germénico. Al mismo tiempo, la nocién de soberania estatal tomé forma y poco a poco se convierte en principio politico personificado en el monarca, cuyo poder fue asumido como de origen natural o divino, imponiéndose sobre todos los demas. Asi, del liberalismo politico ema- 6 el liberalismo econémico, la libertad de pensamiento y el nacionalismo."” EI capitalismo se puso en marcha. Su fase mercantil encontré, gracias a los descubrimientos geograficos de fines del siglo XV y principios del Xvi, hori- zontes que darian la vuelta al mundo. A esto contribuyeron diversos inventos ¢ innovaciones que impulsaron la agricultura, la industria textil y la navegacién. La imprenta, la pélvora, las teorias heliocéntricas y de la redondez de la Tierra fueron, entre otras, las fuerzas que impulsarian los viajes y las exploraciones con propésitos de conocimiento y expansién, asi como objetivos religiosos, comer ciales y politicos. Hombres de ciencia y de gran iniciativa, como Copérnico, Leonardo da Vinci, Kepler, Gutenberg, Cristébal Colén, Vasco de Gama, Bartolomé Dias, etc., habrian de contribuir, cada uno en su momento y su campo, a una gran transformacién: la de la concepcién del mundo para los europeos. Los nuevos descubrimientos y experiencias produjeron cambios tan inéditos como sorprendentes; los europeos de pronto, al no verse reflejados en el espejo de los otros, se descubrieron a si mismos como lo que son: socieda- des diferentes. A partir de entonces el objetivo seria extender Europa mis all de sus pro- pias fronteras geograficas. Fue el nacimiento de la otra Europa, la Europa de ultramar (véase mapa 1.3) 7 thidem, pp. 280-291. 35 GRACIELA ARROYO PICHARDO eos soaee Entonces, la historia de Europa también cambié junto con el mapa del mun- do: espafioles, portugueses, ingleses, franceses y holandeses se desplazaron particularmente hacia el Sur y con ellos las corrientes migratorias, tanto inter~ nas como hacia otros continentes, fueron las principales correas de transmisién de la civilizacién occidental. El encuentro con otras grandes culturas y civili- zaciones tuvo muchisimas tmplicaciones, haciendo, entre otras cosas, que se fomentaran los estudios religiosos y filoséficos."* 18 sn Stoye, £1 desplegue de Europa (1648-1685), Siglo XX), México, pp 13. 36 con el mapa del mun- ideses se desplazaron ‘igratorias, tanto inter- = correas de transmision randes culturas y civi sire otras cosas, que se LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA La reforma religiosa Para entonces, el poder y el fausto alcanzados por la Iglesia catdlica y por el papado, junto con el derroche en ritos y ceremonias ostentosas, provocaron, Srente alos problemas y necesidades de la mayoria del pueblo, reacciones que Suscaron la simplicidad de la vida, la pobreza, la caridad y el seguimiento de fs letra biblica. Martin Lutero y Juan Calvino encabezaron un vasto movimiento que habria de alcanzar a muy diversos paises de Europa —Alemania, Suiza, Inglaterra, Francia, Holanda, etc.—, provocando enfrentamientos politicos, guerras y divisiones. Inducida por los acontecimientos, la Iglesia catélica también realiz6 su pro- pia reforma interna con el objeto de asegurar su unidad (Concilio de Trento, 1545-1563). Una nueva division de Europa entre monarquias catdlicas y pro~ testantes seria el resultado. Nuevas guerras y conflictos En el siglo Vil, como secuencia de las guerras religiosas, se.desataron los enfrentamientos por la preponderancia de los imperios y las familias imperiales Francia, Espafia, Austria, Bohemia, Baviera, Inglaterra, ete,, fueron los principales contendientes, amén de la dominacién turca en Europa Central y balcdnica. Las guerras religiosas enfrentaron practicamente a toda Europa y, después = 30 afios de luchas fratricidas, concluyeron hacia 1648 con los Tratados de Westfalia, En estos acuerdos se establecié por primera vez el caracter plena- mente soberano de los Estados que formaron el imperio de los Habsburgo, ademas de una serie de cléusulas relativas a la paz y a la tolerancia religiosa Fue el comienzo de la Europa laica y del surgimiento de Francia, Suecia y Holanda como nuevas potencias europeas. Entonces Suiza también quedé separada del imperio y se oper6 una redistri- bucién territorial entre Francia, Suecia y Alemania.!? El surgimiento de las identidades nacionales Se formaron asi los cimientos de las diversas identidades nacionales, ya que fueron las monarquias las que forjaron poco a poco tanto el Estado como la "9 Vease Atlas historique, Stock, Pais, 1968, pp 249-251 37 GRACIELA ARROYO PICHARDO. nacién. La organizacién central de la administracién, el ejército, la diplomacia y los impuestos hicieron que emergiera el espiritu nacional. Hubo seguridad para Ja circulacién de mercancias; las aristocracias y las burguesias se aliaron, hubo “‘movilidad social” y también “lucha de clases, de grupos de interés y de prestigio”." Entonces se difundié la palabra “Europa” La situacién en Europa Central y Oriental Esta época fue también un momento de importantes cambios en la parte orien- tal del continente: el debilitamiento de Polonia y Ia parilisis en que habia caido el imperio otomano favorecieron el ascenso de Rusia como gran potencia con Pedro el Grande. Austria, por su parte, se extendi6 por tierras danubianas y leg6 a formar un gran imperio. Desde el punto de vista religioso, la situacién en la regién era compleja por la diversidad de religiones que coexistian en paises como Polonia, También fue un tiempo en que la religién ortodoxa se expandié desde los monasterios de Kiev por Ucrania y Lituania, Aliancas y compensaciones en el disefto de un nuevo mapa europeo Al morir el rey Carlos II de la casa de Habsburgo, el problema de la sucesién espafiola se resolvié con la Paz de Utretch en 1713, En tal ocasién, ante la inminencia de que Francia resultara favorecida, Inglaterra se alié con Holanda, Austria, Prusia, Hannover, Saboya y Portugal; Espafia y sus colonias quedaron en manos de Felipe V, nieto de Luis XIV; Inglaterra y Francia iniciaron la colonizacién de los territorios de América del Norte y del Pacifico, mientras que Rusia expandié sus dominios al Este, ocupando las grandes extensiones de Siberia. El mapa de Europa habia vuelto a cambiar.?! Las otras posesiones se distribuyeron entre los aliados de Inglaterra, resul- tando ella misma la més beneficiada y convirtiéndose a partir de esa fecha y hasta principios del siglo xx en el 4rbitro del equilibrio europeo. 2 Edgar Morin, Pensar Europa, Barcelona, 1988, p. $3. E. Morin scfal que el emino Buropa es més uns ‘noc historica que goografica y ue wu carter es dinsmico, 20 Atlas historique, op. ct, pp. 265-269. 38 ejército, la diplomacia scional. Hubo seguridad ss burguesias se aliaron, se arupos de interés y de embios en la parte orien- : paralisis en que habi jssia como gran potencia 6 por tierras danubianas segién era compleja por como Polonia. También 6 desde los monasterios » mapa europeo problema de la sucesién “En tal ocasi6n, ante la scra se alié con Holanda, 'y sus colonias quedaron = y Francia iniciaron la ¥ del Pacifico, mientras = grandes extensiones de idos de Inglaterra, resul- = 2 partir de esa fecha y > europeo sino Buropa es mis una LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD FUROPEA La Europa de las luces: proyeccion El siglo Xvill resplandecié por los innumerables avances logrados en diferen- tes campos de las ciencias y las técnicas. Fue el preludio de dos nuevas revolu- cones que marcarian todo el siglo XIX y parte del xX: /) la revolucién politica «© ideol6gica que, bajo las ideas de a Ilustracién y el impulso de la Revolucién Francesa, transformaria los Estados monarquicos en repiblicas democraticas; ¥ 2) la Revolucién Industrial, que proyectaria el capitalismo a un nuevo esta~ io de desarrollo, inaugurando el comercio mundial a gran escala y propiciando 2 nivel social e internacional profundas diferencias de clases y naciones. Era el comienzo de la Europa moderna, a la que el resto del mundo imitaria junto con sus ideales de libertad, igualdad y democracia. Fue también la Europa, de las naciones, el lugar donde las identidades se reconocian y conservaban Tal fue también el principio de las independencias nacionales como constante de Ia idiosincrasia de los pueblos que todavia hoy, a fines del siglo Xx, no acaban de consumarse. Tanto el siglo XVIIL, con las monarquias absolutas, como el siglo XIX, con los Estados nacionales, fueron tiempos de busqueda constante de equilibrio en la balanza del poder, mas ain cuando éste habia salido del Viejo Mundo para instalarse en los otros cuatro continentes, en aras de competir y difundir por oquier los “*beneficios” de la civilizacién (europea), identificada ya para en- sonees y para cualquier efecto como civilizacién occidental (véase mapa 1.4) La Europa de las sombras Europa, sin embargo, no acababa de reconocerse a si misma como una, Adn habrian de sucederse sobre su territorio dos sangrientas guerras llamadas mun- Giales por las alianzas generadas y por el tipo de repercusiones. Fue paraddji- camente la exacerbacién de los nacionalismos, primero al interior del imperio sustro-hiingaro y posteriormente del aleman, lo que las produjo. La desunién y la hostilidad entre diferentes Estados era manifiesta, tanto que al final de la segunda contienda el continente qued6 dividido fisica y poli- sicamente en dos bloques antagénicos, organizados de acuerdo con estructuras politicas, econdémicas, militares y sociales totalmente distintas: la OTAN y el Pacto de Varsovia, y de las guerras con fuego se pasé a la Guerra Fria. Asi, las diferencias nacionales, de idioma, de religion, de historia, geografia y de sistemas econémicos, politicos y militares, habrian de ofrecer un enorme contrapeso a la suma de las bases acumuladas para una vida de paz y convi- 39 GRACIELA ARROYO PICHARDO vencia y para el reconocimiento de una misma identidad. No obstante, en Eu- ropa Occidental, al igual que en la Oriental, las naciones seguirian siendo el motor de los cambios. Integracién y desintegracién; gnuevos procesos para una nueva Europa? Los conflictos intraeuropeos y las metamorfosis consecuentes han sido una cons tante entre el orden y el desorden del Viejo Continente. Fue después de termi nada la Segunda Guerra Mundial que los paises europeos, cansados quizés de ser vecinos y enemigos, empezaron a buscar nuevas formas de relacién que en el futuro impidieran las pugnas entre ellos mismos y fomentaran la coopera- 40 No obstante, en Eu- . = seguirian siendo el . na nueva Europa? . es han sido una cons- we después de termi- | cansados quizas de ss de relacién que en mentaran la coopera- LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA ion. También habia que forjar una identidad que alejara a la Europa “‘clasica”, la de Occidente, de la Europa del Este, popular y multiéinica, més ortodoxa que catdlica y mas diversa que homogénea, Mas acostumbrada a obedecer —por los imperios de los cuales formé parte— que a mandar, como las grandes potencias ‘occidentales Asi, algunos gobiernos de Europa Occidental pensaron en la necesidad de construir estructuras comunes, econémicas y juridicas, primero, y militares y politicas después, con el propdsito de crear un tipo de vinculos tales que per- mitieran unir a los paises de esta regién; al mismo tiempo fortalecer el poder gue cada uno, como Estados separados, no tendrian frente a las dos grandes potencias mundiales de entonces: Estados Unidos y la URSS. La idea de una comunidad europea ya habia sido propuesta por Saint-Simon 2 mediados del siglo XIX. El poeta Victor Hugo, por su parte, también habia planteado la creacién de los Estados Unidos de Europa, idea que seria renova- da en 1929 ante la Sociedad de Naciones por Aristide Briand. Después de la Segunda Guerra Mundial, Robert Schuman, Jean Monnet, Alcide de Gasperi y Paul Henri Spaak, relanzaron la idea de la unidad europea y de la integracién funcional entre los paises del poniente del continente con el propésito de poner fin a los nacionalismos, que exacerbados, solo contribuian 2 a desunién y al conflicto La desintegracién de la URSS y del bloque socialista fueron procesos no -gjenos al impulso del proyecto de la Unién Europea, que funcioné como atrac- tor frente a la inestabilidad inducida por la perestroika, 1a que como respuesta tanto a los problemas congénitos al propio socialismo como a los desafios de Ja tercera revolucién cientifico-técnica y a la reestructuracién del mercado sundial, parecié abrir las posibilidades de una gran Europa : la del Atlantico a los Urales. Propuesta en su momento por Charles de Gaulle en los afios de la Guerra Fria y sofiada por Mijail Gorbachov a fines de los afios ochenta, la seunificacién alemana parecié contribuir a hacer realidad, al menos en lo vit- tual, lo que muy pocos hubieran considerado como viable (véase mapa 1.5) Hacia la consolidacién de una mism: identidad Junto a esta expectativa, la necesidad de redefinir los elementos de Ia identi- dad europea se vuelve una imperiosa necesidad politica en cuya solucién se involucran todos. En efecto, numerosos pensadores, politicos, juristas, histo- niadores, fildsofos, socidlogos, etc., se comprometen en esta empresa y hur- gando en la historia del Viejo Continente, van redescubriendo uno a uno los 41 peldaiios del edificio, a saber: origen indogermanico; cultura griega; institu- ciones romanes; cristianismo; feudalismo; liberalismo, humanismo, iluminismo, Revolucién Industrial, capitalismo, imperialismo, nacionalismo; tecnocienti mo, socialdemocracia y europeismo. Cada uno de los diferentes paises del continente, por diversos caminos, van redescubriendo y reinterpretando su pasado comin. Asi, por ejemplo, se van encontrando una serie de similitudes, tales como la triple tradicion pagana, judeocristiana y romana, el helenismo y la latinidad, 1a voluntad de sintesis, pero sobre todo la de una comunidad de culturas, con rasgos que “ennoblecen el espiritu” y permiten construir un modelo que revele una misma identidad.?? Sin embargo, es muy importante no olvidar que Europa no es exclusivamente europea, sino que también es hebrea, arabe, turca, persa, siria, egipcia, china, 2 Mirtle Azzoug."Une secondaritéfondatice", en Monit de voir op tp. 19. 42 frura eriega, institu- Senismo, iluminismo, slismo; tecnocientis- jwersos caminos, van por ejemplo, se van Je tradicion pagana, voluntad de sintesis, sos que “ennoblecen j misma identidad.2> po es exclusivamente siria, egipcia, china, LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD FUROPEA etc., es decir, universal. En ella esta lo sagrado y lo profano, lo religioso y lo Iaico, lo espiritual y 1o temporal, 1o mitico y lo racional, la guerra y la paz, “el cielo y la Tierra”. A jo anterior podria agregarse que el “‘espiritu cientifico” es también euro- peo, ya que la ciencia moderna, como conocimiento fundado en la razén, se desarrolla a partir del siglo Xvi en paises como Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, con pensadores como Bacon, Galileo Galilei, Copémico, Descartes, Leibniz, Newton, Pasteur, Linneo, Darwin, Plank, Einstein, etc.* Muchos de estos desarrollos se nutrieron del pensamiento arabe, griego, chino e indio, principalmente, De igual forma, la filosofia Hamada occidental tiene raices que van desde los clasicos griegos hasta los pensadores renacentistas y posteriores como Kant, Hegel, Schelling, Marx, Heidegger, Kierkegaard, Sartre, ete. Asi- mismo, fue en Europa Occidental donde se desarrollaron las Ciencias Sociales con Durkheim, Comte, Weber, Gramsci, Horkheimer, y més. De ahi han sur- ido diferentes corrientes de pensamiento filoséfico y social que han influido el conocimiento actual en muchos campos de la ciencia, Todo esto ha ido de la mano con la “‘modemidad”, el Estado y el desarrollo del capitalismo hasta Hegar a la etapa actual Luego, lo europeo como tal es una identidad abierta y en constante meta- morfosis que se ha ido enriqueciendo en muy diversos aspectos. En efecto, sus pensadores y hombres de ciencia se nombran por docenas, muchos de ellos hacedores de escuelas y de corrientes de pensamiento. Europa hoy: hacia la identidad comin En Ia actualidad, la pregunta: gqué es Europa?, no tiene ain una respuesta efinida, Se trata, por tanto, de un problema politico y cultural para los pro- ios europeos, En efecto, con la creacién de la Unién Europea ha surgido un Suevo espacio “europeo” que comparten naciones con diferente identidad cul- sural. Esto hace que la busqueda sea la de una identidad politica que tenga como base una cultura politica europea. Esto no sera motivo para la pérdida dem, 2 Remora fetor aI conocida obra de John D. Bemal 1990, ‘Véase Giovanni Reale y Dario Antisei, Historia del pensantent filoxéfco 3 ciemifie, tomo Mi: del Rox sectviino hasta hoy, Herder, Barcelona, 1992 La eienca en la histori, Nueva Imagen, MEsxi- 43 GRACIELA ARROYO PICHARDO de las identidades culturales de tipo nacional.% Se daria asi una nueva forma de multiculturalismo en donde las diferencias nacionales y culturales, como ex- presin de la democracia, estarian reconocidas en condiciones de igualdad. Esto significa que el multiculturalismo es también un derecho civil, cuyo pro- posito es, al mismo tiempo, reducir las desigualdades sociales. Valga mencio- nar aqui que en la actualidad tanto Francia como Alemania son considerados Estados multinacionales, Es posible que con el transcurso del tiempo, al surgir un nuevo modelo de sociedad por la transformacién en marcha de las estructuras econdmicas y po- liticas, surja, a manera de una nueva identidad colectiva, una cultura comin europea en la que también participaran las identidades minoritarias.2” Sin em- bargo, el problema de la diversidad religiosa no parece permitir una fusidn de ese tipo, como tampoco la diversidad de lenguas, las que, como ya quedé, asen- tado, pertenecen a diferentes familias lingiisticas no emparentadas. Este y otros factores hacen que, para muchos, pensar en una cultura europea sea utépico, De cualquier forma, esti ya en marcha la formacién de redes para estimu- lar el intercambio cultural y politico y contribuir a la generacion de esa iden- tidad comiin.2* Desde el punto de vista juridico, sera la ciudadania europea y las instituciones supranacionales el marco de la nueva identidad politico-cui- tural En estos procesos, los Estados han sido y siguen siendo las bases de la construccién europea. Dentro de este ambito, hay campos que siguen quedan- do bajo el dominio de la soberania de cada Estado. Igualmente queda garanti- zado el respeto a valores particulares.” En cuanto a las minorias nacionales, hay ciertas dificultades para su reco- nocimiento, aun cuando ya la Convencién de Derecho Internacional Europeo se ha pronunciado sobre ello. De cualquier forma, hay elementos clave, como la lengua y la cultura, que sirven de punto de partida. Paises como Francia se acogen a un principio relativista que considera prioritaria la unidad del Estado? Venge J. Rawls, Politica eraliam, Com bidem,p. 13. 8 Ibidem, p. 14 2 Ibidem, 9.32. 30 Ioidem. 9.33 University Press, Nueva York. 44 una nueva forma de -culturales, como ex- diciones de igualdad. recho civil, cuyo pro- ciales. Valga mencio- snia son considerados Fun nuevo modelo de eras econdmicas y Po- a, una cultura comin ninoritarias2” Sin em- permitir una fusion de ~ como ya quedé asen- emparentadas. Este y p cultura europea sea de redes para estimu- eneracién de esa iden- “ciudadania europea y sdentidad politico-cul- sendo las bases de la os que siguen quedan- simente queda garanti- cultades para su reco- Internacional Europeo slementos clave, como -Paises como Francia oritaria la unidad del LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA Las tensiones actuales Este nuevo panorama europeo que oscila entre la unidad y la diversidad, re~ Scente necesariamente tensiones entre lo europeo y lo nacional, lo intemo y lo sepranacional, entre lo bilateral y lo plurilateral, entre lo singular y lo plural, ‘por lo que es necesaria una nueva cultura politica que contribuya tanto al éxito 21 proyecto comin como a la conservacién de espacios de soberania para cada uno de los Estados participantes.*! Respecto a la emergencia de una identidad europea, seria necesaria una es- pecie de ley suprema equivalente a una constitucién europea en donde se esta- Siecieran los derechos de los Estados y de los ciudadanos, ademas de un seordenamiento de caracter institucional. Desde el punto de vista de la forma, ‘Sabria que pensar en un nuevo tipo de federalismo, con caracteristicas diferen- tes a las de una confederacién, pero también a las de un Estado federal. La selucién tendria que ser algo asi como una unin o federacién de naciones, Aqui también tendrian que estar contemplados los derechos sociales corres- pendientes a las exigencias de la solidaridad europea y del avance civilizato- so? Tal seria el marco de una democracia plural que conciliara lo universal con lo particular. Para fortalecer el principio de respeto a las identidades, seria secesaria también una nueva cultura civica a cuyo desarrollo tendrian que con- ‘mbuir nuevas formas de comunicacién vertical y horizontal, apoyadas por las ‘seevas tecnologias de la comunicacién. Esta nueva cultura civica deberia tener sentenidos incluyentes de los aspectos étnico-culturales (religiosos) con el ob- 20 de no confundirla con la connotacién alusiva al status econdmico.* La ‘Sestitucién mediadora entre el marco juridico-politico comunitario y las identi- Gates nacionales seria el principio posnacional Pasado un tiempo, es probable que la europeidad buscada aflore como una sseva especificidad individual y colectiva a la vez, “una experiencia historica sempartida y actualizada en una geografia espiritual””*4 Surgiré asi una forma Scaltura sui generis referente a las grandes situaciones comunes, son las que reiinen a los pueblos y los reagrupan sada ver, de manera diferente dentro de fronteras imaginarias y cambiantes, al inte~ B stiden, p. 24. Véase C. MoulTe, “La démocratie entre modems st posmodemid: pour ame démacatie pect” en Revue dt Manas, nim. 8, écimo trimestre. 1990, pp. 14-30 © Robert Toulemon, La contruction europcenne, Le Livre de Poche, De Fai, Paris, p 216 Biva Kastoryano, op. ot, p36 45 GRACIELA ARROYO PICHARDO rior de las cuales subsiste Ia misma memoria, 1a misma experiencia y la misms comunidad de tradicién.*$ En todo caso, la Unién tendria, ademas de los fines econémicos y sociales, el de preservar la civilizacion y la cultura europeas. La identidad en Europa del Este y del Sur ‘Aun antes de la desintegracién de la URSSy de Europa del Este, una gran inte- rrogante flotaba en el aire: ¢se podia considerar a todos estos paises, ahora mul- tiplicados, también como europeos? De acuerdo con el sentido comin, basado sobre todo en criterios geograficos, ha quedado ya asentado que como regién el espacio de Europa esta ubicado entre el Atlantico y los Urales, y que en el caso de la actual Rusia, su territorio tiene una parte europea y otra asiatica. Sia embargo, a los ojos de “Occidente”, hasta antes de los sucesos arriba mencio= nados, por Europa se entendia mas bien la Europa Occidental y en ello ibs implicito el concepto de “civilizacion”, modernidad, progreso y democracia Esto por oposicién a la idea de que los paises de Europa del Este no solamente eran de corte socialista, lo que presuponia que no tuvieran aquellos atributos, sino que, histéricamente, siempre fueron considerados paises atrasados, No hay que olvidar que la mayoria de estos paises surgieron a la vida inde- pendiente después de la Primera Guerra Mundial, a raiz de la desintegracién: de los imperios austro-higaro, ruso y turco. Asi que hasta antes de su trans formacion al socialismo —proceso iniciado hacia 1947—, con excepcién de Checoslovaquia, fueron paises agricolas y cuasifeudales."* La industria estaba poco desarrollada y por lo general era fruto de inversiones extranjeras (alema- nas, inglesas, holandesas, etc.). Al independizarse estos paises, no tuvieron automaticamente ni gobiernos ni cultura democratica, Por otra parte, con excepcién de Polonia y la ex Checoslovaquia, la religién mas difundida era la ortodoxa, y en algunos enclaves la musulmana, particular- mente en la regién balcdnica (Yugoslavia y Albania), A todas estas condiciongs hay que agregar el hecho de que una gran parte de esta region coincide con la histérica divisién que correspondid al Imperio Ro- mano de Oriente o Bizancio, que aglutind una diversidad de naciones y grupos: Kundera La fdemidad, Tusquts Faitores, Bartana, 198. ciela Arroyo Pichardo, “Andlisia causal de Ia trancormacion al socialism de lox paises seriencia y la misma namicos y sociales, iste, una gran inte- paises, ahora mul- ido comin, basado > que como regién Urales, y que en el y otra asiatica. Sin sos arriba mencio- ental y en ello iba so y democracia. Este no solamente aquellos atributos, 5 atrasados, won a la vida inde- = la desintegracién yantes de su trans- con excepeién de La industria estaba = una gran parte de dio al Imperio Ro- raciones y grupos 1998, piling do lox pains de e-diiembre de 1973, LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD Fi Smicos. Esta circunstancia contribuyé a hacer de la parte oriental de Europa un serdadero mosaico de pueblos, enriqueciendo con ello, desde otro punto de esta, el cardcter multiétnico y multicultural del Viejo Continente. En la actualidad y frente al procesos de la construccién europea, practica- ssente todos estos pafses estaban fuera. No fue sino hasta marzo de 1998 cuando Sengria, Polonia, la Repiblica Checa, Estonia y Eslovenia iniciaron negocia- stones con miras a adherirse al Tratado de la Unién Europea. Asi, después de sea serie de cambios internos que tendran que culminar en los primeros afios I siglo xxi, probablemente podran ser considerados partes del mismo y por tanto sujetos de la identidad europea en construccién. Quedarin, sin embargo, pendientes otros paises, como Rumania, Bulgaria, Albania, Letonia y los paises surgidos de la desintegracién de Yugoslavia, ademés de Rusia con todo y su diversidad étnica y cultural. Esto nos revela la sagnitud de una problematica que se hara presente en los primeros lustros del sselo por venir. El eurocentrismo como perspectiva tedrica. Conclusiones No hace mucho tiempo, la tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indigenas. Los primeros disponian del Verbo; los otros lo tomaban prestado. Con esta frase, Jean Paul Sartre inicia su prefacio a la clasica obra de Franz Fanon Los condenados de la tierra; En su desarrollo, la metafora nos habla e cémo Ja cultura occidental se dio a la conquista material y espiritual del mundo y de cémo ha tratado de encontrar o imponer por doquier lo que Europa, en su intrincada especificidad, ha construido a Io largo de su larga y acciden- tada historia. Su religién, su filosofia y su ciencia se adjudicaron la posesion de la verdad absoluta, anatematizando cualquier otra creencia 0 cosmovisién que no estuviera de acuerdo con sus concepciones. Los procesos de colonizacién ini- ciados por espafioles y portugueses y seguidos por ingleses, franceses, beleas, holandeses, alemanes ¢ italianos trataron de llevar a cada rincén del mundo esta misién “civilizadora” usando para ello las armas de Ia fe, la guerra o el comercio 57 Franz Fanon, Los condenados de ta terra, Fondo ds Cultura Bsonsimia, MSxico, 1961, p. 7 47 GRACIELA ARROYO PICHARDO Las provincias de ultramar tuvieron que aprender las lenguas de los nuevos sefiores y con ellas sus concepciones sobre el bien y el mal, la vida y la muerte, el diay la noche y olvidar las propias. Instituciones como el Estado, la nacién, la propiedad privada y el seiforio se multiplicaron con rapidez junto con sus estructuras econdmicas, politicas sociales y religiosas, todas ellas testimonios vivientes de esta empresa. Mientras, en Mesoamérica y Peri los nativos, inermes ante los invasores, mostraban su indignacién y su impotencia pintarrajeando, sus rostros en silenciosa protesta,%* pues de duefios fueron convertidos en sier- vos y su convivencia indeseada. ‘La que se impuso fue la Europa primera, la heredera de las cosmovisiones de Aristételes y Ptolomeo, la Europa escolastica e inquisidora.*” Hacia fines del siglo XVII llegaron también las ideas de la Ilustracién, cuyos principios de igualdad, libertad y fraternidad fueron usados por los criollos y nativos como banderas en la lucha contra la opresién de los colonizadores. La que tard6 mas de un siglo fue 1a Revolucién Industrial, que practicamente no se difundid fuera de las metropolis, salvo lo indispensable, como la electrici- dad y los ferrocarriles, para no propiciar la competencia “desleal™ Pero la fusién entre europeos y nativos, en los lugares donde se produjo, hizo que el mestizaje fuera irreversible, dando origen a nuevas identidades. La consecuencia ldgica fue lo heterogéneo, lo hibrido. Con el tiempo, los esfuer- zos de homogeneizacién cultural y espiritual no han podido terminar con las identidades primitivas, que también tienen que ver con el entorno. En el arte, el resultado fue el barroco, que Juego habria de tomar en paises como México, junto con la literatura, la pintura y la misica, tintes nacionalistas. Llegaron mis tarde las “ciencias” y el quehacer intelectual allende los ma- res se volvié cientifico, positivista, clitista. Pero asi como la naturaleza y el cosmos no saben de identidades culturales, las Ciencias Sociales que también Megaron del Viejo Mundo tampoco se dieron por enteradas y arraigaron, dando a los problemas, los procesos y a las instituciones locales significados e inter- pretaciones derivadas de las concepciones europeas que se difundirian, ade- mis, al resto del mundo colonizado, “*iComo si la conquista, 1a colonizacién, 1a expansién y predominio de las instituciones y formas del sistema capitalista, fueran fenémenos de cardgter natural!” Surgié asi lo que Boris Berenzon denomina “una cultura occidental cristia- na de segunda, la criolla, con graves consecuencias para la autoestima’”*” Pero 38 Vase Cea Valljo, “Oracdn para el camino”, om Heraldos negras, Losaa, Busnos Atos, pp. 53-54 8° Vase Espefieos histricos Ja otra miradade la hstoria, UNAM, México, 1997. pp. 196-197, idem. 48 suas de los nuevos a vida y la muerte, Estado, la nacién, idez junto con sus s ellas testimonios os nativos, inermes scia_ pintarrajeando onvertidos en sier- fas cosmovisiones a ) Mustracién, cuyos “por los criollos y colonizadores. La = practicamente no como la electrici- sleal”” donde se produjo, yas identidades. La siempo, los esfuer- 9 terminar con las toro. En el arte, ises como México, istas. gal allende los ma- la naturaleza y el ciales que también y arraigaron, dando sgnificados e inter- © difundirfan, ade- ta, la colonizacion, sistema capitalista, : occidental cristia- gutoestima’’.*® Pero pe 535. Ppp. 196-197 LOS GRANDES MOMENTOS DE LA IDENTIDAD EUROPEA, cultura al fin, aunque impuesta a sangre y fuego, pronto daria frutos criollos, permitiendo junto con la desazén la critica y nuevas formas de revolucién, Al respecto, Samir Amin afirma: El curocentrismo es un culturalismo en el sentido que supone la existencia de inva- siantes culturales que dan forma a los trayectos hist6ricos de los diferentes pueblos irreductibles entre si. Es entonces antiuniversalista porque no se interesa en descu- brir eventuales leyes generales de la evolucién humana, Pero se presenta como un sniversalismo en el sentido de que propone a todos 1a imitacién del modelo occi ental como jinica solucién a los desafios de nuestro tiempo.? ¥ en otra parte sefiala: “... La ideologia dominante en cuestién no sélo pro- ‘sone una visién del mundo, sino que también es un proyecto politico a escala ‘lanetaria: el de la homogeneizacién por imitacién y recuperacion””*? Tal concepcién, como herencia del mundo “occidental”, es ahora abanderada ‘per Estados Unidos y su objetivo principal: 1a preservacién y ampliacion del =spitalismo como sistema econémico, por lo que hay la necesidad de rehomo- ‘enizar estructuras, instituciones, funciones y concepciones, en abierta contra- Secion con Ja panacea que proclama libertad y democracia Esto Ultimo es vilido también para el proceso de reconversion a que estin ‘ssjetas no s6lo las economias, sino la politica, las instituciones y la vida social ‘= general en la ex Unién Soviética y el resto de los paises de Europa del Este. Asi, las Relaciones Internacionales, en su doble significado, empirico y dis- ‘Splinario, han corrido la misma suerte de las disciplinas primarias: la de su ‘emgen “eurocéntrico”. En la actualidad, a pesar de 1a constante Iuvia de nuevos paradigmas —cuyo ‘sropésito es seguir manteniendo mentes cautivas—, los denominados procesos ‘@obales han propiciado también la asuncién de concepciones inversas, las ‘gee gracias a la emergencia del multietnicismo y la diversidad cultural —ver- Gedera esencia de la humanidad y del mundo— han colocado a este campo de ‘sSsudios dentro de una casa de espejos rotos, en donde lo que salta a la vista ‘see més las diferencias, las distorsiones y las desigualdades que las identida- = Pero ada vez, hay una nueva revelacién del multiculturalismo, asi como ‘ee cenacimiento de las culturas, Lego entonces, una reconstruccién y un respeto de la historia como diver- ‘Sted como mosaico de especificidades, incluyendo la europea, es la tarea Sonic Ann, ft enracenrismo, Siglo XXI, México. 1989, p. 9. = sede, pp. 106-107. 49 GRACIELA ARROYO PICHARDO pendiente para las nuevas generaciones de especialistas, quienes deberdn reu- bicar el papel no s6lo de Europa, sino de si mismos en lo que ha sido la histo- ria de los diferentes pueblos y regiones del mundo. ‘Asi, las Relaciones Internacionales, como estudio privilegiado del “mundo occidental”, habran llegado a su fin, De ahora en adelante el estudio de la namica mundial tendré que contemplar al mismo tiempo lo mundial, lo regio- nal, nacional y local, lo universal y lo particular, lo material, lo inmaterial y lo humano, Visto todo ello desde diferentes centros, de acuerdo con la direccién de multiples procesos, y conjugando diferentes perspectivas disciplinarias. Tal es la base de la intrineada complejidad de este mundo, que cada dia se adentra mas y mas en el desconocido siglo xxi. Preguntas para discusién 1. ¢Por qué en Ia actualidad se esta replanteando tan intensamente el tema Ta identidad europea? . ,Cuiiles son las diferentes hipotesis acerca del origen comin de los europeos? {Cual es la importancia del cristianismo en la identidad europea? | {Qué relacién hay entre el surgimiento del capitalismo, el debilitamient del poder papal y la emergencia de la soberania estatal y el liberalismo? {Qué procesos hacen posible la difusion de la civilizacion occidental? ~Cémo y cuando surgen las identidades nacionales? . {Qué hace que los paises de Europa Occidental decidan integrarse? { Cuil seria el marco de una identidad comin? 1 GA qué se denomina “eurocentrismo™? . {Cémo ha influido el eurocentrismo en el estudio de las relaciones inte cionales? Lecturas sugeridas ‘Amin, Samir, El eurocensrismo, Siglo XX1, México, 1989 Bernal, John D., La ciencia en la historia, Nueva Imagen, México, 1990. Braudel, Fernand, Las civilizaciones actuales, REI, México, 1989. Henriette, Walter, L ‘aventure des langues en occident, R. Laffont, Paris, | Kastoryano, Riva (coord.), Quelle identité pour Europe?, Presses de Scien Politiques, Paris, (998, Kundera, Milan, La identidad, Tusquets Editores, Barcelona, 1998

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