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ESTUDIO DE CASO: VIOLENCIA HACIA LA MUJER

Rocío de 26 años, ama de casa, casada con Pedro de 28 años, chofer de transporte pesado;
llevan de matrimonio 3 años. Actualmente, con una niña de 3 años, viven en una casa
alquilada. Rocío manifiesta que desde que contrajo matrimonio empezó a sufrir malos tratos
de forma psicológica, de manera constante por parte de su pareja. Ella refiere que esto
empezó cuando él llegaba a la casa después de varios días de trabajo y no la encontraba, él se
enfurecía diciéndole: “¿con quién andas?, ¿seguro que con tú otro marido?, aprovechas que
yo no estoy para verte con él” . Frente a ello, decidía quedarse callada para evitar mayores
conflictos y él de esta manera dejaba de gritarle. Luego le pedía disculpa y ella lo disculpaba.
Ella creía que su esposo la quería mucho por eso la celaba, sintiéndose culpable por lo que él
pensaba. Sin embargo, está situación se presentaba reiteradas veces, yendo en aumento
desde el momento en que quedó embarazada de su segundo hijo. Durante este período
comenzó a sufrir por parte de su marido empujones, siendo obligada, por la fuerza, a acudir a
todos los lugares donde a su marido se le antojaba ir. En la tarde de ayer, se personó en el
domicilio de sus suegros para recoger a su hija e ir, en compañía de su marido, al domicilio
conyugal, momento en el que éste le reprochó que la niña no estaba bien vestida,
humillándola y menospreciándola. Ella le reprochó que estaba cansada de la situación y que
había que tratar de poner arreglo, así como intentar que sus vidas no fueran controladas por
sus suegros, ya que se inmiscuyen en todo lo que hacen, y que, en otro caso, no había más
remedio que proceder al divorcio. Su marido se puso más agresivo y seguidamente la cogió por
el cuello y la tiró al suelo diciéndole “Que sin ella no puede vivir”, “Que no le abandone”, “Que
es suya o de nadie”, “Que puede hacer una locura”. A consecuencia de la agresión, tiene
moratones en el cuello y en las piernas, así como erosiones en la espalda. Tal situación, hace
que ella huya de la casa y vaya en busca de ayuda, llegando a la comisaria de mujeres, siendo
derivada a consulta psicológica. En la consulta psicológica manifiesta: Que la agresión la realizó
en presencia de su hija menor, y tiene miedo por su integridad física, e incluso por su vida,
observándola que cuando relata lo sucedido, tiembla y le sudan las manos.

1. Identifica que tipo de síndrome de la mujer maltratada presenta Rocío.


El síndrome por estrés postraumático a consecuencias del maltrato hacia la mujer.
2. Señale la forma de intervención frente al caso.
Si la persona está dispuesta a denunciar los hechos, se le facilita información sobre el
procedimiento, lugar y forma de interponer una denuncia por violencia familiar o
sexual. Se le ofrece el patrocinio legal gratuito del servicio y se le inserta en el servicio
legal. En los casos de violencia sexual, el/la abogada del CEM acompaña a la persona
afectada a efectuar la denuncia o formula el escrito de denuncia correspondiente. En
caso de no encontrarse dicho profesional, le acompaña cualquiera de los profesionales
que se encuentren en ese momento en el servicia y Si la persona afectada decide no
denunciar o retirar la denuncia, se respeta su decisión salvo que los hechos
constituyan delito o se advierta un riesgo grave, en cuyo caso se comunicarán los
hechos a la autoridad correspondiente en coordinación con el servicio legal del CEM.
Se le explica y analiza con ella las razones esgrimidas y se insiste en las medidas de
seguridad que convienen adoptar.
Si la persona desiste de su denuncia, se le deriva a un servicio psicológico externo que
le permita iniciar un proceso terapéutico orientado a apoyarla en el proceso de
reconocimiento de la violencia vivida y a tomar las decisiones respecto a su propio
proceso y alternativas de salida. No se debe dejar de señalarle la situación de riesgo en
la que se encuentra.

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