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El primer encuentro de servicios de Emmy y Maddy * Dia 16 de agosto de 1995, Nuestro du empezé alas 5:20 4.1 Se decia que el huracén lix” azntaria la costa de Catolina por la tarde y yo, como casi todas las demas persones del suideste de Carolina del Norte, habis pasedo gran parte del dia anterior preparande la case para Ja tormenia que se avecinuba, No obstante, mi esposa y yo teniamos una prevcus ign més que el resto de Ia gente. Mi esposa tenia un embaraze de seis me 8 + la perspeotiva de pasar mucho tiempo en camino, en sl auto, para tratar de alejarnos de igre, ne nos resultaba demasiado atractiva. Habiamos decidido esperar a que pasara la cita que mi esposa tenia con su médico. @ las 9:00 A.M, para tomer la decision de salir de 0 quedarnos en ella y aguantar fa sormenta, Jamés llegamos a cits con el médico A las 5:20 4. ella me desperté con voz asustada. Se le habia roto la fuente y las melas, que deberian haber nacida el 16 ée noviembre, aparentemente kabian decidido que nacerian 13 semanas antes. Como étaamios padres primerizos, sabiamos que nuestro siguiente movimiento debia ser acudir al hospital: sin embargo, no estbamos seguros de cual seria Ia jente de trasportamos, dadas nuestras circunstancias particulares, Los médivos nos habian informado que los embarazos miltiples eran de gran riesgo y que se debian tomar todas las precauciones posibles. De inmedisto ‘mos al hospital para preguntar qué debismos hacer. Nos sugirieron que mi esposa se die ra una lucha. se rasurara las piernas y empacara fo esereial, y que ao habia probleme ccon que fiéramos ex, nuestro coche al hospital, Demasiado tensos para correr riesgos, pasamos por alto el consejo de la ducha, reunimos algunes cosas ripidamente y. de im mediato, nos dirigimos al hospital en auestro auto. EL DEPARTAMENTO DE URGENCIAS roda de urgencias y yo salt epi 1No tardé en encontrarme ane un En cuanto Hlegamos al hospital, nos ditigimos a k mente del coche en busca de une sila de ru + Originalmente publicndo come K Douglas Hotinan, “Rade Avakening” farina Health Cav ‘Marketing 1, rh. 2, 199, pigs 14-22 casa dia de seguridad, que hasta ose momento habia estado hablando de cosas intrascenden- 1e3 con otto sefor. Me dijo que no podia dejar el auto donde estaba. Le contesté que ne ‘cesitaba una silla de ruedas y que quitaria el auto ce abi tan pronto como padiere llevar ‘a mi esposa al interior. El guardia de segurided apunto su dedo indice hacia Tas sillas de ruedas, Eché mano de la primera silla que encontre y voivi a sali por las puertas corre: dizas para eyudar a mi esposa, En esie momento, e! guardie de seguridad me informd que habia tomado ue silla de ruedas de tamato juvenil. Volvi a entrar y cogi une mi cho més grande. Regresé al auto, ayudé a mi esposa a sentarse y volvi a entrar, Bt guar dia de seguridad, sin interrumpir In otra conversacién, me dijo que dajara a mi esposa con la enfermera de turmo en el departarnento de urgencias, para que yo pudiera retirar si vebiculo. Me despedi de mi esposa y sali a mover el auto, Cuando regresé, el guar cia de seguridad me informé que habian llevado x mi esposa e la sala de maternidad, ubi- cada en el terver piso. El encuentro de mi esposa con la enfermere de turno fue, al parecer, breve y amable. Le enfermera habie llamado @ un asistente para que Ia Hevara a la sala de maternidad. En su camino al tecer piso, el asistente le progunté a mi esposa s. estaba emocionada poreue pronto tencria asa bebé. Ella contesié que estaba muerta de miedo porque slo levaba seis meses de embarazo. El asistente respondi6 que era “précticamente imposible que un beb= {el de mi esposa] nacido con tanta amicipacién pudiera sobrevivit. LA SALA DE MATERNIDAD En cuanto sali del elevador, en el tercer piso, me dirigi al puesto de las enfermeras para preguittar dénde estaba mi esposa, Me saludaron sonrientes y me lievaron al cusrto de mi esposa, Por el camino me encontré con otra enfermera que venia saliendo de] cuarto de mi esposa. Fsta enfermera me jalé a un lado y me coments to que habia hecho el asistente’ Ademas, me dijo que lo que el hombre habia dicho no slo era inconveniente sina quc, sobre todo, era incorrecto, También me comenté que imi esposa estaba sumamente alterada y que teniamos que unimos para conseguir ‘que se ealmara. Inciuso, esta enfermera nos cofté también que, un par de afios antes, lla misma habia tenido un hijo prematuro, més 0 menos con el mismo tiempo de gestacién. ‘Accstes alturas, eran entre las 6:00 y las 6:30 AM, ef médico residente de guardia ented al cuarto y se presenté como el Dr. Baker. Mi esposa me mird asombrada y des- ‘convertada, Le eliniea ala que acude mi esposa como paciente tiene eineo médicos, que se rotan pata cumplir eon sus obligaciones. El Dr. Baker es uno de los eineo. Sin embar- go, el Dr. Baker ere entre 30 y 40 alios mis viejo que el residente que se acababa de presentar eon el mismo nombre, y no como el ayudante del Dr. Baker. Notando su equi- vocacién, abochornado, se volvié a presentar y nos inforiaé que el Dr. Baker ere el médico de turmo para recibir liamadas, que ya se habian puesto en contacto com él y que le habian informado del estado de rei espose El residente salié del cuarto y pronte volvié a entrar con un carrito de ultrasoni- do para comprobar la posicién de las bebés. En esta ocasién, iba acompafado de otra persona que, segiin supuse, era el residente ea jefe que estaba de guardia.. Durante los siguientes 30 minutos, mas 0 menos, observé al residente joven luchar por saber e6- mmo usar el equipo de ultrasonido, Constantemente nos informaba de sus avances, con declaraciones que empezaban diciendo “Creo gue...". Durante todo este tiempo, mi ‘esposa manifest6 varias veces su preocupacidn por la condicién de ias bebés y por- que el Dr. Baker no aparecia, Los residentes tos aseguraron que el doctor estaba in- 443 aus caso fotmnado de lo que estaba ocuztiendo y nos djeron que alteréndonos no eyuderiarmos 8 las bebés en absoluto. Unos 30 minutos después, le dije los dos residentes que, a pesar de que nos aconsejaban que guardéramos la calma, ninguno de los dos estaba, inspinindonos confianza alguna. En este punto, el residente en jefe se hizo cargo del ultrasonido. FD Baker Iegé a! hospital en alin momento entre las 7:00 y las 7:30 A. Pits Aisculpas por ao haber legado antes y dif que habia estado ayudando a su esposa a pre- pararse para el buracén que estaba por llegar. En algiin punto de este mismo lnpso de ticmpo, hubo cambio de turno de las enfermeras y también del Dr. Baker. Ahora, otras enfermeras entrban al cuario y el Dr. Johnson evbriea al Dr. Baker. Cerca de las 8:00 AM,, ¢t Dr, Baker me habia llevado a un lado y me informé que habia hablado con ei Dr. Johnson y que habian decidido que si el trabsjo de paio demi esposa disminvia,enton- ces tendrfa que permanecer ex el hospital entre siete y diez dias, acostada boca aciba sobre In carta, para después proseguir con el parto de las bebés. Me explicaron que con cada dis que pasara las bebés se porian desartollar un poco més, Sus pulmones eran lo que mfs les preacupaba, En cuanto mi esposs fue admitida en el piso de maternida, la conectaron a un EKG para vigilar sus contracsiones. Puesto que las bebds eran muy pequets, las contraccio- nes no eran muy fuertes, No obstane, hasta donde ti espost y yo podfams ver, el in- tervalo entre las contracciones se iba haciendo cada vez mas corto. Esto tio nos alarmé.

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