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Ciudad y crtudadanos Aportes para la ensefianza del mundo urbano Silvia Alderoqui Pompi Penchansky : (compiladoras) ‘ Jorge Blanco" * rs , vit i Isabel Carrillo > Ricarilé Cicerchia Roberto Converti “Néstor Garcia Canclini Raquel Gurevich Carlos Moreno ~ Daniel Schavelzon Graciela Schneier Madanes PAIDOS CUESTIONES DE EDUCACION ECOLOGIA URBANA Y DESARROLLO SUSTENTABLE DE LAS CIUDADES |sabel Carrillo INTRODUCCION Cada vez mds se habla de lo dificil que es vivir en las ciudades como tales. Se asegura que son causantes de la destruccién del medio ambiente natural y que la fragilidad de los grandes sistemas tecnolégicos puede pro- ducir perjuicios cn cadena y paralizar metrdpolis enteras. Se afirma que la crisis de la ciudad demasiado grande es la otra cara de Ia crisis de la natura- leza. Puede ser que estas aseveraciones tengan algo de raz6n; sin embargo, la mayor parte de la humanidad vive y seguira viviendo en ciudades. Por eso, més que predicciones catastréficas sobre su futuro, es importante sa- ber cémo la naturaleza es percibida por los ciudadanos, ya que dicha repre- sentacién influye en el manejo y la rehabilitacién de los recursos de la fauna y del medio ambiente. En su libro Las ciudades invisibles, Italo Calvino escribe: “Las ciuda- des son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un len- guaje; son lugares de trueque, como explican todos los libros de historia de laeconomfa, pero esos trueques no lo son s6lo de mercancfas, sino también trueques de palabras, de deseos, de recuerdos [...]”. Esta descripcién poética es una de las mejores definiciones de ciudad que he lefdo, Si la tomamos como punto de partida podemos afirmar que 120 CIUDAD Y CIUDADANOS las ciudades tienen su propia personalidad, de la misma manera que la gen- te que las habita. Cada una de ellas representa una combinacién singular de historia y medio natural, de pautas culturales y estilo de vida Algunas son feas, aunque resulta: atractivas, otras son hermosas, pero aburridas. Es por esto que resulta dificil hacer comparaciones y generalizaciones. Cada uno de los sistemas urbanos adopta diversas formas segtin los paises y slo con fines estadfsticos se utilizan distintas definiciones del fenémeno urbano. Las definiciones aceptadas internacionalmente se basan, por lo general, en algua combinacidn de los siguientes Factores + Las ciudades son unidades administrativas. Lo cual quiere decir que son lugares declarados ciudades 0 sedes 0 capitales de entidades adminis- trativas, por ejemplo, distritos. + Las ciudades son una concentracién de la poblacién. Esto significa que son recintos con claros limites, cuya poblacién total o cuya densidad de poblacién es superior a un minimo especificado. + En las ciudades, la mayor proporcién de la poblacién realiza ocupacio- nes no agricolas. Los minimos utilizados varian considerablemente en- tre distintas sociedades segiin los niveles de desarrollo en el que se encuentran, + Las ciudades disponen de infraestructura nas de correo, lugares centrales de reunion, etcétera. caminos pavimentados, ofici- De esta manera, las definiciones de ciudad que cada pais en particular utiliza varfan considerablemente. La mayorfa de los paises basan sus defi- niciones en gran medida o exclusivamente en el ntimero de habitantes de una poblacién. Asi encontramos que algunos definen un lugar como “urba- no” si tiene 200 residentes (Islandia y Noruega, por ejemplo); otros decla- ran necesario-ui-mfnimo de 2.000 habitantes (Argentina, Bolivia, Cuba, Etiopfa, Francia, Alemania, Honduras, Israel, Kenya, Paises Bajos) y de 5.000 habitantes (Austria, Comoras, Repiiblica Checa, Ghana, Libano, Madagascar, Arabia Saudita), mientras que otros paises fijan el Ifmite aun nivel tan alto como 10.000 habitantes (Grecia, Italia, Jordania, Kuwait, México, Portugal, Senegal). Por consiguiente no es posible aplicar a todos Jos paises una definicién uniforme, ni un conjunto de criterios comunes. Ademés, considerando las diferentes condiciones sociales, este intento no tendrfa ninguna utilidad. om mn — ED. EE | ee ee ee ee — ee ~ en ae I Ecologia urbana y desarrollo sustentable de lus ciudades 121 1. CONDICIONES DE VIDA EN LAS ZONAS URBANAS proceso de urbanizacién va en aumento y ticne una capacidad poten- cial tanto para mejorar la vida humana como para agravar los padecimien- tos de la gente. Las ciudades pueden proporcionar oportunidades o frustrarlas, pueden propiciar buena salud o causar enfermedades; pueden potenciar el logro de deseos y satisfacer necesidades o imponer una lucha elemental por la mera supervivencia. Las zonas urbanas llevan dentro de sf muchos riesgos. tanto para el Ambito fisico y los recursos naturales, como para la cohesién social y para los derechos individuales; pero al mismo tiempo también ofrecen muchas oportunidades. En las grandes ciudades encontramos que se concentran tanto la creatividad humana, o sea la capacidad de las personas de produ- cir ideas; como las formas mis avanzadas de organizacién social, es decir, el conjunto de elementos necesarios para estructurar la sociedad. Asi pues, si consideramos estas caracteristicas y experiencias de las grandes ciuda- des, vemos que el futuro urbano puede abrir nuevos rumbos al desarrollo humano. Las ciudades permanecen como motores del desarrollo econémico, ya que ofrecen capital, mano de obra y mercados a todos los niveles dé la actividad econémica. En muchos paises en desarrollo, por ejemplo, las actividades en las ciudades representan entre el 60 % y el 80 % del produc- to nacional bruto, Paralelamente, la miseria urbana aumenta cada dfa. El desarrollo ecorémico no sélo es una condicién contra la pobreza y 1a mise- ria, sino que también sirve para mantener un estandar de vida para los ciu- dadanos, ya que permite ofrecer mejores bienes y servicios. La ciudad esta en mejores condiciones en cuanto a posibilidades de acceso con aeropuer- tos, estacién de ferrocarriles y carreteras. Aun cuando esta ventaja tiende a perderse con los embotellamientos de transito tipicos del centro de las ciu- dades, - Las ciudades también aceleran la transformacién social; los servicios y las facilidades son por lo general mejores. En las zonas urbanas, los indicadores de salud, alfabetizacién y movilidad social son los mas altos. Las oportunidades de educacién, en particular a niveles superiores, asf como los servicios de salud son més accesibles y de més alta calidad. Sin embar- 80, cada vez son mas los asentamientos urbanos que no presentan un me dio de vida seguro c higi€nico. | | | Wee CIUDAD ¥ CIUDADANOS La vida urbana ofrece la perspectiva de no tener que recoger lefia y aca- rrear agua; sin embargo, la vida en favelas, barrios y asentamientos irregu- lares a veces resulta’mas dura que en la aldea. Los servicios también son deficientes: la calidad del agua y del aire, y el riesgo de enfermedad pueden ser peores debido al sancamiento insuficiente y al hacinamiento. Las posibilidades de esparcimiento y las actividades de tiempo libre en una ciudad adquieren cada vez mas importancia en comparacién con las ventajas tradicionales salud, educacién, trabajo, cteétera~. Estas ventajas, junto con otras como la oferta cultural -cine, teatro, conciertos, exposicio- nes-, el ambito que rodea a las viviendas y la imagen urbana, son impor- tantes para satisfacer las necesidades de la poblacién, desgraciadamente no son accesibles a todas las capas de la misma. Sin duda en las ciudades capitales, que muchas veces son privilegiadas, como Buenos Aires, Montevideo 0 Santiago, los ciudadanos pueden acce- der a niveles adecuados de servicios colectivos basicos en maieria de edu- cacién, salud, recreacién. Sin embargo, si consideramos los servicios habitacionales tales como agua, drenaje, luz, calles, entre otros, podemos advertir graves carercias. Ademés es comin que los barrios populares se localicen en la periferia y que el transporte colectivo sez deficitario, costo- so ¢ implique la pérdida de muchas horas de traslado. Visto as{, las zonas urbanas presentan ambas caras de una moneda. Por un lado, las ciudades son centros dindmicos de actividad econémica y cultural; por otra parte, estas actividades generan una segregacion de la poblacién, ya que no todos los habitantes tienen acceso a ellas. Este con- traste en las condiciones de vida en las ciudades parece caracterizar cada vez mas a las zonas urbanas: Si bien est clare que el crecimiento de las ciudades es parte de un cambio en las sociedades y las economias, no ocurre lo mismo con la consecuente calidad de la vida y dé"las oportunidades para todos sus habitantes. Las ciudades son las propulsoras del bienestar y en ellas se genera la mayor parte del producto nacional ¢ internacional. Pero las ciudades también causan y padecen la mayor parte de los desequilibrios ecoldgicos y sociales de nuestro sistema econdmico. 4.8.8 8.54.08 8 TA SM GE ee Te Bhs ms Bee ee ee ele ee ee ele Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciulades 123 2. PROBLEMAS DE LAS GRANDES CIUDADES Come hemos mencionado anteriormente, la concentracién de habitan- tes en las zonas urbanas genera nuevas dificultades de orden econdémico, social y ecolégico. El uso excesivo de los recursos naturales, los déficit es- tructurales y de infraestructura, asi como el empobrecimiento social y cul- tural, generado en gran parte por la falta de tiempo, el aislamiento y la inseguridad que genera una ciudad, represcntan problemas a los cuales ha- bria que dar una solucidn. El deterioro del medio ambiente va en aumento en muchas citdades; los asentamientos irregulares con residentes de bajos ingresos crecen continuamente; los sistemas de transporte y las calles urba- nas no satisfacen las necesidades locales. Podemos observar que la pobreza urbana esté creciendo con la misma rapidez que el proceso general de urbanizacién. Se trata de un fenémeno cada vez més frecuente, que se registra en todos los paises y regiones y que a menudo plantea problemas especificos como cl hacinamiento, la conta- minacién de las aguas, la deficiencia de los servicios de saneamiento, el alojamiento en condiciones inseguras y la delincuencia. América latina es Ja region més urbanizada de las regiones en desarrollo, asi pues no es de extrailar que sea la nica regi6n en desarrollo que posee mds pobres en las ciudades que en el campo pese a que, como en todas partes, la pobreza es mas comtin en las zonas rurales. La pobrezaen las ciudades trae consigo otros problemas: la falta de vi- vienda, la contaminacién del medio ambiente, la inadecuada provision de agua potable y alimentos, y cl déficit en la disponibilidad de transporte, los, cuales tienden a concentrarse territorialmente. Estas carencias se refuerzan mutuamente y conducen a la estigmatizacidn de ciertas zonas, de las cuales resulta muy dificil salir. En América latina, los problemas Sociales, ecoldgicos y sanitarios estén atin mas interconectados entre s{ que en los paises industrializados. La frag- mentacién social que existe se refleja en una marginalizacién urbana mu- cho més marcada. De esta manera encontramos que la falta de vivienda accesible sigue llevando a muchas personas a hacinarse en viejos edificios centrales, pero sobre todo a establecerse en asentamientos ilegales en los mérgenes de la ciudad, por medio de la ocupacién espontanea u organizada de terrenos ptiblicos o privados. En San Pablo, por ejemplo, el 65 % de la superficie de vivienda urbana ha sido generada en forma ilegal. 124 CIUDAD Y CIUDADANOS La violencia ¢ inseguridad urbana que prevalece en todas las ciudades del mundo es, en gran medida, un efecto de los contrastes sociales y territo- riales, la masiva exclusi6n y las marcadas desigualdades que.existen. Sin embargo, esto no lo podemos relacionar exclusivamente con Ia incapaci- dad de controlar el delito por parte de los cuerpos policiales, aun cuando existe, sino con las politicas sociales urbanas, las cuales deberfan articularse entre sf de tal manera que pudieran transformar la situacién social que lo promueve. Cuando una zona urbana se caracteriza por elevados indices de pobreza, desigualdad social y falta de justicia, es evidente que estn dadas Jas condiciones para que la delincuencia prolifere. En la década de 1990 la violencia urbana se ha incrementado a niveles francamente alarmantes; en el caso de las ciudades de México, San Pablo y Rio de Janeiro, o Cali y Bogoté, se registran altfsimos {indices de delitos, de venta y consumo de drogas. Al sentirse cctidianamente amenazadas, las personas se replicgan cada vez més en su individualidad, lo cual genera que se vaya perdiendo la convivencia urbana en el barrio y en la ciudad, convivencia que contribuia a los procesos de socializacién ¢ integracién social. Como sabemos, la contaminacién es fundamentalmente obra de] hom- bre, producida por las combustiones y vertidos indusiriales y domésticos, los tratamientos agricolas e industriales y las actividades nucleares. Aun- que también puede ser el resultado de causas naturales como emanacio- nes volcénicas o radiactividad natural. La contaminacién atmosférica en las ciudades es uno de Jos principales problemas a nivel ecoldgico, ya que al provocar un aumento de los gases de efecto invernadero, princi- palmente didxido de carbono (CO,), contribuye a largo plazo al calenta- miento del planeta. Los principales contaminantes urbanos ¢ industriales son el polvo y el azufre, provenientes de las industrias y los sistemas de calefaccién. Sin embargo, la contaminacién provocada por losaiitoméviles va en aumento, ya que cada dia es mas numerosa la circulacién de automéviles, y la imposicidn de normas de emisién de gases de los vehfculos, en algunos paises mas severas que en otros, no es suficiente para controlar la contami- nacidn emitida durante los desplazamientos urbanos. El principal proble- ma es que tomar medidas que conciernen a los comportamientos de los conductores y a la restriccién de la “movilidad individual” significa inter- venir en una esfera muy compleja de intereses personales y econémicos, Ambitos conflictivos en los que es mas dificil actuar. fl_fk Ff & an 2 FCA 3 & HL 5 S ual E. = 9 8 2 tocar Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciudades 125 E] aumento de la poblacién requiere el incremento proporcional del suministro de’agua, muy dificil de lograr ya que los recursos naturales no se pueden multiplicar a la misma velocidad. Los.pozos, fuentes sub- terrdneas 0 rfos que abastecen una ciudad son insuficientes. Por otro lado, una gran proporcién de los residuos sélidos, de los industriales y de los desagiles cloacales en las ciudades, no se depuran y, por consi- guiente, contaminan las existencias fluviales. Las ciudades como Lima y México, cuya agua procede principalmente de pozos, estan especialmen- te afectadas por este problema. Es comtin que él agua esté racionada y su calidad varte. La basura doméstica y la causada por las industrias representa un gran problema en la ciudad, principalmente por Ia abundancia con la que se produce y lo variado de su composicién. Pocos se preguntan a dénde lle- van cada dfa su carga los basureros. Las biograffas individuales aportan informaci6n, en nuestra nifiez (la de los mejicanos que pasamos los cua- renta) los padres sacaban la basura en la noche y la ponfan en Ia esquina, junto a las bolsas de desperdicios de otros vecinos, para que al dia si- guiente la recogiera el carro de basura. Claro, por lo general eso sucédfa bastante entrado el dia, o a veces no sucedia; asi, los desperdicios, des- compuestos por el calor, invitaban a una gran cantidad de moscas, cuca- rachas y ratas al banquete de residuos. En algiin momento se determiné que estaba prohibido hacerlo de esa manera. Los camiones debfan pasar tocando una especie de campana y gritando por las calles “basura, basu- ra”, asf las personas sacarfan en ese momento las bolsas y las entregarian al carro recolector. Durante un tiempo, el método funcioné, hasta que el ruido de la ciudad hizo que ei Hamado de los basureros fuera inaudible. Actualmente es una mezcla de ambas formas. Si se oye el carro, o algtin vecino avisa a tiempo su llegada, se saca en ese momento; si no se sacan las bolsas a escondidas, entrada la noche y se colocaifren‘la esquina. Pero independientemente de cémo se organice la recoleccién de basura en cada lugar, imaginemos un dfa cualquiera. Los desperdicios esperan, metidos en una bolsa de plistico, a que el carro de la basura és recoja de las ace- ras. Alguien puede suponer que de all serdn Hevados fuera de la ciudad, claro; pero gqué sucede cuando la ciudad sigue creciendo afio a aiio? Los basurales deben retroceder y ubicarse mis lejos; la importancia de los desperdicios aumenta. Algunos residuos son biodegradables, como pape- les y residuos alimentatios, lo cual significa que este desecho es destrui- 126 CIUDAD Y CIUDADANOS do por las bacterias u otros agentes bioldgicos. Otros pueden ser recicla- | dos, para darles un nuevo uso, como los vidrios, metales y cartones. Sin embargo existen otros productos, como los plasticos, que presentan un problema para su eliminacién y las pilas de basura se levantan y aumen- tan en un terreno cada vez mayor. die 2 oe oe of AR 3. ECOLOGIA URBANA El concepto “ecologia” implica la totalidad de las interrelaciones entre los seres vivos y el medio ambiente en que viven. Asf pues, podemos enten- der ecologia urbana como el funcionamiento de las ciudades, de tal forma, que se respete este intercambio 0 por lo menos no se lo daiie. A la palabra “ecologta” no se le reconoce, por lo general, su espesor multidisciplinario, interdisciplinario, ni su complejidad. Se banaliza el concepto y se tiende a reducirlo a plantas y animales, o sélo se lo asocia con contaminaci6n y dese- chos. De esta manera, cuando utilizamos el término “ecologia urbana”, no nos referimos a una preocupaci6n naturalista que se limita al estudio de los habitantes de una ciudad y su relaci6n con la naturaleza. Mucho mas que eso, - la ecologfa urbana abarca también un desarrollo social y econémico. Generalmente, solemos considerar el plano urbano, o sea el rea donde se encuentra una ciudad, como una geometria Ilana y no como un espacio natural. Independientemente de la forma de trazado que se tenga, no se ana- liza como medio, sino que el modelo de ciudad se basa en la reduccién de la naturaleza o a veces en su desaparicidn. Es cierto que esta desaparicién es en gran parte resultado del desarrollo técnico necesario para el funciona- miemto de la ciudad: agua potable, saneamiento, electricidad, vfas de trans- porte, etcétera. Sin embargo, la desaparicion de la naturaleza en la ciudad no reviste s6lo un aspecto material sino ademas una dimensién ideolégicas: j Hablamos de Jo urbano sin considerar el papel que desempefia la naturale- | | | 2 3 aa dB JL GR AR ER Ee aR: za en la ciudad. Las representaciones que tienen las personas acerca de la ciudad rara vez incluyen ideas acerca de c6mo determina la naturaleza nues- tros modos urbanos de vida, No podemos poner en duda la necesidad 0 el deseo de introducir la na- turaleza dentro de nuestras ciudades modernas. Sin embargo, el hombre i parece no estar dispuesto a aceptar la naturaleza en la ciudad si aquella no se controla y mantiene relativamente limpia. Vuelve a surgir aqui el clasico OMS a Rao Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciudades 127 pavor frente a la naturaleza, Se rechaza o se quiere apartar la naturaleza agresiva, peligtosa, 0 la considerada como tal. En el espacio urbano. y en particular en el espacio formado por Ia vivienda, lo natural no existe como tal sino cuando es algo quié podemos identificar, controlar; 0 sea, cuando lo natural es un producto. Sin embargo, cuando hablamos de la naturaleza en la ciudad, no se trata de una naturaleza pulcra y artificial, ya que el niimero de especies que lo- gran sobrevivir en las dreas urbanas aumenta significativamente. La ciudad atrae también a una fauna capaz de sobrevivir entre las producciones hu- manas, directa indirectamente, por ejemplo, se alojano descansan dentro de edificios, se alimentan a partir de desperdicios, o del césped de los jardi- nes, etc. Todos conocemos las clasicas palomas, las ratas y las cucarachas que viven “naturalmente” desde hace tiempo en la ciudad. El estudio de estos animales permite plantear una problematica medicambiental entre el manejo de las especies y de los espacios. Con el fin de explicar esta relacién espacial tomemos un estudio reali- zado en Francia, a mediados de la década de 1990, sobre las cucarachas en Ia ciudad (Blane y Mathieu, 1996), que podemos aplicar a pequefia escala en nuesiras ciudades. La reaccién de los habitantes ante este insecto, que vive exclusivamente en un medio urbano y que todos tenemos en nuestras casas, resulté ideal para analizar la ciudad considerada como medio, eva- luar la calidad de vida y explorar las razones del malestar urbano. Uno de los resultados mis interesantes fue el de mostrar que la cucaracha es un indicador objetivo y subjetivo de la calidad de vida en la ciudad. Este animal despierta un asco y repulsi6n undinimes, pero las representaciones negativas mas extremas (las cucarachas nos vienen de los extranjeros, de los inmigrantes, de Jos vecinos) o las que més se vinculan a un fantasma (relacién con la suciedad, penetracién de las poblaciones de cucarachas a través de los vertederos de ba- suras) son las de los habitantes de viviendas sociales, quienes rechazan su pro- pio habitat porque no lo han elegido libremente... El malestar provocado por este animal refleja dos tipos de representaciones, la primera vinculada a lo ur- bano y la segunda al nivel social. La presencia de este animal constituye un indicador de una crisis de malestar urbano en la medida en que ofrece a los habitantes una ocasiGn de expresar, aunque de forma derivada, su sensacién de vivir una existencia dificil. Se convierte entonces la cucaracha en el emblema de una dependencia e inferioridad social que reflejan la obligaci6n de someter- sea un modelo de vida, éste a su vez emblemdtico de una modemidad urbana controvertida [...]. 128 CIUDAD Y CIUDADANOS, La encuesta pone de manifiesio que casi nunca se relaciona a la cucaracha con la idea de la naturaleza. No siem- pre se la identifica como animal, porque no es ni silvestre ni doriréstica. Todas las personas que contestaron a la encuesta consideran que la cucara- cha es indeseable, porque no se la puede controlar y porque significa una ausencia de dominio del espacio doméstico, es decir, el hogar, tinico espa- cio fntimo que escapa a la opresién colectiva., Es ésta la r2z6n por la que no se le considera como un animal. De esta manera, el andlisis de !as representaciones sobre Ia naturaleza a través de las rela- ciones con las cucarachas viene a confirmar la ruptura entre la ciudad y la naturaleza, asf como la idea perenne de la ciudad como un espacio artificial y medio dominado por la técnica, Es un espacio controlado, hasta tal punto que algunos elementos naturales se convierten en intrusos. El hecho de vi- vir en medio urbano determina las representaciones sobre la naturaleza (.. Ms alld del problema de las cucarachas en las ciudades, este estudio con- fronta la relacién entre los espacios interiores y los exteriores, el espacio pri- vado con el piiblico, asi como el papel de la naturaleza en los espacios formados por la vivienda, los edificios, la ciudad. Este ejemplo nos sirve tam- bién para ampliar la idea dominante de naturaleza urbana como la presencia de zonas verdes 0 de agua. Asi pues, podemos distinguir varias categorfas de naturaleza en la ciudad, las cuales son fruto de las representaciones, las préc- ticas y las politicas urbanas. A Ia primera la podemos Hamar la naturaleza natural u ordinaria, y esté compuesta por los fenémenos meteoroldgicos, las estaciones, los seres y organismos vivos que se introducen er: Ia ciudad sin intervencién humana: pAjaros, hongos, hormigas, bacterias, exeétera. La se- gunda serfa la naturaleza social, que consiste en los fendmenos naturales que resultan de las producciones artificiales en el medio urbano. Estos se sittian enel limite del medio natural con el medio construido, se escapan al dominio del hombre y son a menudo indeseables. Ejemplos de esta categoria son el tuido, las cucarachas, algunas inundaciones no “naturales”, eteéiera. Por dl- timo, encontramos la naiuraleza deseada, manejada, la que es producio de una introducciGn voluntaria, colectiva (como parques y zonas verdes), 0 in- dividual (como jardines, plantas en los balcones, mascotas, etcétera), y que > 329 4 OMS os oe > BL ie | iF ec e 8 Bt al Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciudlades 129 es objeto de medidas de control, Esta naturaleza contribuye a la calidad de vida tanto en los espacios privados como en los publicos. i consideramos estas tres categorias de naturaleza urbana, vemos que Ja idea de la ciudad como producto de una transformaci6n artificial pierde i de vista los‘distintos aspectos naturales que la componen. La diversidad de estos medios urbanos, asi como la variedad cultural de la naturaleza, desem- pefian un papel esencial en el bienestar de las ciudades. La comprensién del medio fisico urbano, de sus especificidades, de los efectos y de las rela- ciones con las acciones humanas y las précticas de los habitantes de la ciu- dades deben ser un punto central en las pricticas ecolégicas que se realicen 4. MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO URBANO Asfcomo el concepto de “naturaleza” es mucho mas amplio que las areas verdes en las ciudades, el término “medio ambiente” se refiere al conjunto de condiciones que influyen en el desarrollo y la actividad de los organis- mos. Se tiende a asociar el concepto de “medio ambiente” con el funciona- miento de las sistemas bioldgicos, la destruccién de habitats naturales o la contaminacién. Cuando se adopta una vision més amplia se habla también de recursos naturales: los suelos, el agua, los minerales, la flora y la fauna, : as{ como de su organizacién en ecosistemas. Sin embargo, se habla de lo urbano sin considetar el papel de la natura~ leza en la ciudad y también se supone que los recursos naturales pueden variar con el tiempo segiin como se’los ordene y el uso que se les dé, es decir, se ignoran los componentes econémicos y sociales de su empleo. El incremento de la poblacién urbana, las crecientes necesidades humanas y el aumento de las actividades econémicas ejercen una presion cada vez més sais. Brande sobre los recursos de la tierra. La utilizacién masiva de los recursos por los sistemas urbanos repercuten de manera critica sobre los sistemas naturales, en especial en relacién con la cnergfa, el agua y los alimentos. En los pafses en desarrollo, el crecimiento natural de la poblacién en las ciudades y tas migraciones representan un obstaculo para un desarrollo efec- tivo desde el punto de vista econémico, asi como socialmente justo y eco- l6gico. La competencia econémicaa nivel regional y mundial, los conflictos sociales y las politicas de manejo para dirigir el crecimiento urbano llevan, cn muchas ocasiones, a un uso impropio de la tierra y los recursos. jin, 130 CIUDAD Y CIUDADANOS Asi pues, cuando hablamos de problemas medioambientales en las areas metropolitanas, nos.referimos a las contaminaciones industriales del aire, del agua y del suelo, a las contaminacioneg debidas a los transportes, a los niveles elevados de consumo de recursos naturales, especialmente del agua y la energ(a, y al incremento de los residuos domésticos, aguas residuales, etcétera. Pero no pcdemos desligar esta problemdtica del medio ambiente de los aspectos ecozi6micos y sociales que la generan o que la pueden re- solver. Para satisfacer las necesidades humanas, actuales y del futuro, es indispensable resolver esos conflictos y encaminarse hacia un uso mas efi- caz y eficiente de la tierra y sus recursos naturales. Es necesario un enfoque integrado de la planificaciGn y gestién del medio fisico y del uso de Ia tie- rra, de forma que se pueda llevar a la practica. Si examinamos de manera integrada los usos que se dan a los recursos naturales, es decir, si los perci- bimos como conjunto, con las relaciones ¢ interdependencias que existen entre ellos, se pueden reducir los conflictos y obtener un equilibrio. Nos referimos a tna integracion en dos niveles, considerando, por un lado, todos los factores arabientales, sociales y econémicos (por ejemplo, las re- percusiones de los diversos sectores econémicos y sociales sobre el medio ambiente y los recursos naturales); y, por otro, todos los componentes del medio ambiente y los recursos conjuntamente: el aire, el agua, la flora, la fauna, la tierra, los recursos naturales y geolégicos. De esta manera se puede vincular el desarrollu social y econémico a la proteccién y el mejoramiento del medio ambiente, contribuyendo asf a lograr un desarrollo urbano acorde a los requerimientos humanos. La esencia de este enfoque integrado consiste en coordinar las actividades sectoriales de planificacion y gestién relaciona- das con los diversos aspectos de Ja utilizacidn de la tierra y de sus recursos. La arquitectura y la planeaci6n urbana deben ser replanteadas desde este nuevo punto de vista, con el fin de planear y realizar estrategias en conjun- to que permtitanun desarrollo de la ciudad orientado al futuro y que conser- ve los recursos naturales existentes. 5. DESARROLLO SUSTENTABLE Antes de explicat qué significa el concepto sustentable, quisiera hacer una pequeiia aclaraci6n. El vocablo inglés sustainable se utilizé en el in- forme elaborado en 1987 por la Comisién de Medio Ambiente y Desarrollo & & & & ts ey E F Z 5 f e | r Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciudades 131 de las Naciones Unidas para calificar el futuro al que se deberia orientar la politica social y econémica mundial en relacién con el medio ambiente; de allf en adelante el término ha tomado un valor paradigmatico y se utiliza _ cada vez que se habla de desarrollo urbano. En la literatura cn castellano se lo encuentra en algunas ocasiones como “sustentable” y en otras como “sos- tenible”. Durante algtin tiempo, otros colegas y yo dudamos si ambos tér- minos se referian a lo mismo; hasta que un catedratico de la lengua nos dio una explicacién acerca de la diferencia entre ellos: “sustentable” se utiliza generalmente ¢n los paises de habla hispana en América latina; mientras que “sostenible” es la palabra empleada en Espaiia. Siendo asi y ya que no se trata de una discrepancia de contenido, sino de una cuestién av uso re- gional, utilizaré la palabra sustentable en este articulo. Para poder entender mejor lo que este término implica, veamos la defi- nicidn en el diccionario Larousse (1999): “1. Susceptible de ser sustentado, De la familia de sustentar. // Soportar. Sostener. // Estar debajo de una cosa para evitar que se caiga 0 toque en el suelo. // Mantener. Sostener. Servir para que cierta cosa no se extinga. Proporcionar a alguien lo que necesita para vivir; particularmente, la comida. Tener o defender una idea u opi- nién”, Si adoptamos la explicacién del significado de esta palabra cuando hablamos de desarrollo, tendriamos asf un desarrollo que no se caiga, que evite que algo se extinga, que proporcione lo necesario para vivir, que sc pueda defender. Visto de esta forma, desarrollo sustentable significa un desarrollo so- cial y econémico a largo plazo que toma en cuenta la limitacién de los re- cursos naturalesiy de la capacidad de regeneracién de la naturaleza. Ademnés considera la cuestién de la justicia distributiva, especificando que las nece- sidades de la.sociedad no deben ser satisfechas a costa de las generaciones futuras 9. de ouas regiones. De aqui se deduce que la tarea de la economfa y de la sociedad consiste en armonizar el anhelo de bienestar y seguridad de la generaci6n actual con la conservaci6n y el desarrollo de los fundamentos naturales de la vida econémica. Como hemos visto, el medio urbano es un medio heterogéneo, ya que presenta diversas caracteristicas y tendencias segiin su historia y su ubi- cacién, es un medio extremadamente sensible a cualquier intervencién. Es por esto que, cuando se habla de promover un desarrollo sustentable, cada region, cada pafs y cada ciudad deberfa tomar sus propias decisiones. 132 CIUDAD Y CIUDADANOS, La promocién del desarrollo sustentable implica ocuparse del desarro- Ilo, la eficiencia y el censumo de la energia, del transporte, del desarrollo industrial y-dal desarrollo de los recursos terrestres y marinos, y del aprove- chamiento de las tierras. La energta es esencial para el desarrollo econsmica y social, y el mejo- ramiento de la calidad de vida. Tomemos como ejemplo la energia eléctrica anivel doméstico: desde que nos levantamos cada mafiana hacemos uso de ella, quizés el propio despertador es eléctrico; durante el desayuno nos pre- paramos itn café o un licuado o simplemente tomamos leche frfa que saca- mos de la heladera, mientras escuchamos la radio; subimos al auto para ir al trabajo 0 a la escuela ~indispensable que los seméforos funcionen-; tra- bajamozen la computadora, utilizamos diferentes maquinas 0 aparatos eléc- tricos, escuchamos miisica, miramos televisi6n, etcétera, y cuando oscurece prendemos las luces para poder continuar nuestras actividades. Si este uso de la energia lo multip!icamos por la cantidad de habitantes del. planeta, nos queda claro que la cantidad de energfa que se produce en'el mundo no seri suficiente si no se snodifica tanto su consumo como su forma de pro- duccién. El objetivo basico dz esta drea es reducir los efectos perjudiciales del sector de energfa en la atmésfera. Para lo cual es necesario utilizar todas las fuentes de energia de forma que respeten la atmésfera, la salud huma- na y el medio ambiente en su totalidad. Asf es imprescindible controlar las emisiones atmosféricas de gases de efecto invernadero, tanto como otros gases y sustancias. La produccién, transmision, distribucién y con- sumo de la energfa se deber4 basar cada vez mds en la eficiencia de siste- mas energéticos ecoldgicamente racionales y econémicos, sobre todo de las fuentes de energfa nuevas y renovables. Por ejemplo la energia solar 0 eélica. No podemos perder de-Wisttr que algunos paises dependen en gran medida de los ingresos generados por la produccién, elaboracién y ex- portaci6n, asf como el consumo de combustibles fésiles y de productos conexos de alto consumo energético, como el petréleo. Si bien es cierto que el uso de combustibles fésiles es muy dificil de reemplazar por otras fuentes de energia y que la situacién de estos paises se verfa afectada por un cambio drdstico en el consumo, es necesario encontrar una equi- dad entre el abastecimiento suficiente y ¢] aumento del consumo de esta fuente de energia. Ecologia urbana y desarrollo sustemable de las ciudades 133 No cabe duda de que el sector del transporte desempefia un papel esen: cial en el desarrollo econémico y social, y que las necesidades de transpor- te aumentardn. Sin embargo, como este sector es también fuente de emisiones atmosféricas, es necesario que se revisen los sistemas de trans- porte existentes para lograr un disefio y una gestién eficaces de los mis- mos. El aspecto del transporte individual y la circulacién de vehiculos con una sola persona, ademds de la modificacién de los sistemas de tréfico implica una transformacién en la actitud de los automovilistas. En distin- tos paises se han intentado establecer programas con el fin de disminuir Ja contaminacién automovilistica, no siempre con éxito. Tomemos como ejemplo el programa Hoy no circula en la Ciudad de México y anal mos sus resultados. Con el fin de reducir la cantidad de vehiculos que transitaban por las calles y la contaminacién que éstos producfan, se de- terminé desde hace algunos afios que un dfaa la semana los autos no po- dian circular. El dfa estaba determinado dependiendo de Ja ultima cifra de la placa del automévil. Esta medida significaba que disminuia en un 20 % ¢l ntimero de vehiculos en transito. Durante los primeros meses los habi- tantes buscaron la manera de “resolver el medio de transporte” ese dia, ya fuera viajando con colegas 0 vecinos 0 utilizando el servicio puiblico. La reduccién de la contaminaci6n y la mejora de la’circulaci6n en las ca- les fue notoria. Sin embargo, esta medida no aleanz6 a modificar la acti- ud de los automovilistas. En lugar de reconocer las ventajas del programa y aceptar la “incomodidad” que implicaba cl estar un dia sin auto, cada vez es mayor el ntimero de personas que adquieren un segundo vehiculo “para poder transitar cuando el otro no puede”. Ahora la cantidad de au- toméviles que circulan no s6lo no ha disminuido sino que se ha incremen- tado, Este ejemplo nos muestra claramente que un desarrollo’sustentable del aspecto transporte requiere, sobre todo, una modificacion en la acti- tud personal de los habitanies. El objetivo bésico de esta area de programas es claborar y promover politicas o programas eficaces en funcién de los costs, con el fin de li- mitar, reducir 0 controlar, segtin el caso, las emisiones perjudiciales en la almésfera y otros efectos ambientales adversos del sector del transporte. Para esto es necesario tener en cuenta las prioridades de desarrollo, asi como las cizcunstancias concretas locales y nacionales y los aspectos de seguridad. ba CIUDAD Y CIUDADANOS El desarrollo industrial es bisico para el crecimiento econémico. Pero por otro lado, la industria es uno de los principales usuarios de recursos naturales y materiales y, en consecuencia, las actividades industriales ori- ginan emisiones que afectan la atmésfera y el medio ambiente en general. El objetivo bisico de esta rea de programas es estimular el desarrollo in- dustrial en formas que reduzcan al minimo los efectos perjudiciales para la atmésfera, entre otras cosas, aumentando la eficiencia en la produccién y consumo industriales de todos los recursos y materiales, perfeccionando las tecnologfas de reduccién de la contaminacién y creando nuevas tecno- logfas ecolégicamente racionales. Las polfticas relativas a los recursos y al aprovechamiento de la tierra provocan cambios en la atmésfera, que se ve afectada por ellos. Algunas practicas relacionadas con los recursos terrestres y marinas y el aprove- chamiento de la tierra pueden reducir los sumideros de gases de efecto invernadero y aumentar las emisiones atmosféricas. Sin embargo, la pér- dida de diversidad biolégica puede disminuir la resistencia de los ecosistemas a las variaciones climéticas y a los dajios producidos por la contaminacién del aire. Los cambios atmosféricos pueden causar profun- dos efectos en los bosiues, en Ia diversidad biolégica y los ecosistemas de agua dulce y marinos, y en las actividades econémicas, como la agri- cultura. Este aspecto requiere la aplicacién de politicas y programas que fomenten las practicas racionales de uso de la tierra. Es cierto que los distintos sectores de la sociedad pueden divergir en este punto, pero es preciso considerarlos de una manera integrada para lograr los objetivos. Los objetivos de esta rea de programas son promover la utilizacién de los recursos marinos y terrestres y las practicas apropiadas de aprovecha- miento de la tierra, de manera que contribuyan a la reduccién de la conta- minacién atmosférica, asf como a la limitacidn de las emisiones de gases causadas por el ser humano, que promueven el efecto invernadero y la conservacién y la utilizacién sustentable de los recursos naturales y am- bientales. . Por otra parte, se ha de buscar que los cambios atmosfériccs reales y potenciales y sus consecuencias socioeconémicas y ecolégicas se tomen plenamente en cuenta al planificar y aplicar politicas y programas relativos a las practicas de utilizacién de los recursos terrestres y marinos y de apro- vyechamiento de la tierra. Ecologia urbana y desarrollo sustemtable de las ciudades 135 6. PROMOCION DEL DESARROLLO SUSTENTABLE' 2 Cuando hablamos de cémo puede implementarse un desarrollo susten- . table, no podemos perder de vista la perspectiva regional. Esto significa : considerar el territorio o la zona donde se encuentra una ciudad, para asf a poder incluir en el planeamiento, el desarrollo y la economia, las caracte- tisticas, Ia produccién y los requerimientos de otras ciudades o poblaciones : cercanas. Para aclarar un poco mis este concepto pensemos en cualquier a producto que consumimos. Cuando éste no se produce en nuestra regibn, § sino que proviene de otra zona, lograr que liegue a nuestras manos implica, entre otras cosas, su transporte, con las respectivas consecuencias econd- a \ micas, de contaminacién, eteétera. La idea de un desarrollo regional es pro- piciar, en la medida de lo posible, el intercambio dentio de una zona. Asf a pues, las regiones pueden o deberian ser estructuras descentralizadas, lo i cual significa pluralidad cultural y pluralidad de productos y capacidades. Para las ciudades de los paises industrializados, el modelo de desarro- a + llosustentable implica la tarea de elaborar, a partir de su alto nivel tecno- ial l6gico, cientffico y econdmico, un modelo de desarrollo viable. Este debe posibilitar un crecimiento ecoldgico también en otras partes del planeta, a através de un cambio en el comportamiento y las formas de produccién. As{, en estos paises, el desarrollo urbano sustentable funciona como un a modelo orientador, que se caractetiza por dar prioridad a la proteccién de a los recursos y la tolerancia ambiental. Por una parte, se refiere ala forma jab de aprovechar los recursos de la ciudad de una manera que no compro- meta a las fuentes naturales y, por otra, a una nueva forma de ordena- miento espacial, que se expresa como la “concentracién descentralizada” nd 1. Con la “Declaracién de Rio sobre el Medio Ambiente:y:e1 Desarrollo” (suscripta por casi 180 naciones) los patses y las comunidades se cemmprometicron a una pol econdmica acorde con el medio ambiente y orientada a un futuro “sustentable”. Una de las grandes tareas necesarias para este siglo ¢s “utilizar las oportunidades que brindan las ciuda- des, para aprovechar los potenciales econémicos y al mismo tiempo superar las cuestiones : sociales y los riesgos ecolégicos”. El sentido de esta nueva orientacién implica un cambio enel pensamiénto y el planeamiento, Para lograr un desarrollo equilibrado desde el punto de vista econémico, social y ecol6gico son necesarias nuevas formas de producci6n y adminis- traci6n, as{ como un cambio en las précticas politicas y en el intercambio comercial regional i I. 136 CluDAD Y CIUDADANOS y la “ciudad compacta”. En Alemania, por ejemplo, la tasa de explotaci6n de los recursos renovables no debe superar su tasa de regeneracion. Los recursos no renovabies, como es el caso de la energia, pueden ser utiliza dos sdlo en la medida en que se genere un equivalente funcional en forma de recursos renovables que aumente la producti vidad de los no renovables. De esta manera, el modelo de desarrollo urbano sustentable se dirige a un desarrollo sustancialmente ecolégico, que atiende en forma equilibrada los objetivos ecolégicos, econémices y sociales, Por medio de una utiliza- cidn controlada de los recursos y el aprovechamiento de energias renova- bles se puede contribuir en forma:decisiva a la conservacién del medio ambiente, La econom{a tiene que asumir la (area de implementar procesos de produccin adecuados a las condiciones ambientales y aprovechar las posibilidades de reducir los costos que estos le brindan (“dividendos eco- némicos"). Pero el aprovechamiento sustentable de los recursos es una ta- Tea que no puede ser resuclta s6lo por los actores econémicos, sino que precisa estimulos de otras fuentes. Enos paises en desarrollo existe en general un acuerdo acerca de que la economia debe preociaparse més por la ecologta y de que dentro de las con- diciones de la econorsfa de mercado existen posibilidades de desarrollar un’ comportamiento ecoldgico. Sin embargo, hasta ahora no se han explorado en forma suficiente los elementos, los instrumentos y las posibilidades de una polftica econémica municipal que apunte 2 un “desarrollo sustentable”. Aun cuando es justamente en este ambito donde las decisiones de planifi- cacién ¢ inversién se debaten, en el campo de tensién generado entre la economia y la ecologia. En cambio, los obstéculos y las dificultades se han formulado con muchs mayor claridad, Para las regiones donde los recursos financieros son limitados, las autoridades municipales tienen a menudo grandes dificultades para responder a las necesidades. El desequilibrio en- tre los recursos ptiblicos disponibles y las necesidades de una poblaciéten crecimiento implica buscar soluciones técnicas menos costosas, asf como imaginar modalidades de financiacién alternativas. Para promover un desarrollo sustentable, las innovaciones tienen una funcién estratégica en la resolucién de los conilictos de intereses. Estas in- novaciones pueden scr tecnolégicas, creando nuevos procesos de produc- cia y productos, © sociales, promoviendo cambios en el estilo de vida y formas de comportansiento. Ademas se puede pensar en innovaciones ins- A. Ht AT Gs B dt: &: & FE Tes; a e = B HB Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las cindades 137 titucionales, es decir, en nuevas reglas, como un plan de ordenamiento am- biental o nuevas formas de organizacién a través de redes regionales y fo- ros, que orienten el proceso econémico por nuevos cauces. Este tiltimo tipo de innovaciones tiene gran importancia desde el puito de vista local. La redes de cooperacidn entre los distintos actores son e] impulso decisivo para el desarrollo de iniciativas hacia un aprovechamiento sustentable La “Agenda 21”? exhorta a los actores sociales a asumir en conjunto su responsabilidad por el futuro y a cooperar para el logro de un desarrollo sustentable. Se hace referencia a la necesidad de un cambio en los patrones de consumo y se mencionan una serie de objetivos y medidas que apuntan tanto a aumentar la eficiencia de la produccién como a provocar una modi- ficaci6n de Ja conducta de los consumidores. 7. RELACION DEL CIUDADANO CON SU AMBIENTE DE VIDA Como ya lo hemos visto anteriormente, las ciudades no s6lo satisfacen las necesidades bésicas vitales de sus habitantes, sino que reflejan Ia histo- ria y las tradiciones culturales en sus edificios, calles y plazas. Ellas son soportes de la cultura y tienen un significado emocional para sus morado- res; por lo cual es necesario conservarlas y desarrollarlas desde el punto de vista constructivo y urbano. Sin embargo, para los individuos que la viven, laciudad puede ser una ciudad de trabajo, una ciudad de transito, una ciu- dad de actividades de recreo 0 una ciudad de habitat. Esta percepeién de- pende de la actividad que se realice en ella. 2. Bn 1992 tuvo lugar ta Seguna Conferencia de las Nacion2s Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Rio de Janeiro. Alli se cuestionaron las formas de crecitntinto Urbano que se fabian levado a cabo hasta ese momento y se aprobs Ia llamada “Agenda 21” En ste documento se convoca a los municipios a contribuir en larealizacién del programa, de ‘manera que los diferentes pafses leven a cabo discusiones con sus ¢iudadanos para llegar a un acuerdo sobre una “Agenda 21” en el Ambito municipal, ¢s decir, para claborar un programa local de desartoilo ccol6gico, social y econémies con la participaci sn de la sociedad civil. De esta forma surgéla llamada “Agenda Local 21”, la cual representacl conjunto de estrategias y acciones a ser implementadas con el liderazgo de los municipiot para lograr el desarrollo sostenible, la descentralizacién y la participacién ciudadana en los émbitos locales. Para mis informaci6n corsultar: L—— 138 CIUDAD ¥ CIUDADANOS: Munford (1945), citado por Tonucci (1996), afirma que las ciudades se han olvidado de sus ciudadanos, en particular de los nifios, pero también de las mujeres, de los j6venes y de los ancianos. La ciudad, continua, ha sido pensada s6lo para la categorfa mas poderosa de los ciudadanos: la adulta y productora, De aqui Ia propuesta de repensar la ciudad reflexionando sobre las exigencias de las distintas edades de la vida. Si analizamos el significado de esta afirmaci6n, nos podemos preguntar qué significa una ciudad pensada para adultos. Munford menciona ciertos aspectos de la vida de los adultos, los cuales son considerados er la planeacién urbana: los negocios, la industria, la administraci6n, el trénsito y los trans- portes. Mas de media siglo después podemos constatar que estos aspectos no slo determinaban sino que siguen determinando el crecimiento urbano. A su vez, esta forma de ozganizacién de las ciudades define la percepcién del ha- bitante con su medio ambiente. A la afirmacién inicial habrfamos de aftadir que los ciudadanos también han olvidado vivir su ciudad. Larelacién del c!udadano con su medio ambiente esté determinada tam- bién por las posibilidades econdmicas que se tienen. Para comprender esto analicemos los recezridos que hacemos, en un dia cualquiera, en la ciudad: de la casa al colegio, al trabajo, a hacer compras... Para algunos, estos recorridos se efectdan metidos en un microambiente, el autom6vil. Sin ofr los ruidos propios de la ciudad ~con aire acondiciona- do no es necesario bajar los vidrios del auto-; sin saber a qué huelen las flores © plantas que vemos al pasar —si es que sc las ve-, 0 a qué huele la ciudad misma; sin tocar las cortezas de los drboles o sin hablar con las per- sonas que caminan por la ciudad... No pretendo aqui tocar el tema del auto- mévil como medio de transporte y las consecuencias para el medio ambiente. Mas que eso me interesa mostrar cémo nuesira relacién senso- rial con el mundo sé ve limitada por la dimensién de tiempo en la ciudad, y “lo que menos sobraes tiempo”, solemos decir. La percepcién del medio se reduce al trinsito y-su agilidad, o si no se concentra a ciertas “estaciones”: la propia casa, Ia escuela, la oficina, etcétera, y no hacemos propios los espacios, ni los elementos comunes en la ciudad. No nos ser:timos respon- sables de lo que pasa fuera de nuestros muros, |a ciudad pierde nuestro afec- to, nuestras atencioaes. Para otros, estos recorridos se Ilevan a cabo en transporte ptiblico. Aqui son més perceptibles ciertos ruidos de la ciudad, ciertos olores y se da cier- Ecologia urbana y desarrollo sustentable de las ciudades 139 ta comunicaciéa. Puede ser que los hogares no estén tan amurallados y se juegue o se encuentre a los amigos en la calle. Aun cuando podriamos decir que en este caso se tiene mas contacto con otros aspectos de la ciudad, no se puede dar por sentado que eso nos haga sentir mas responsables de ella. Las limitaciones 0 carencias de ciertos servicios generan también una falta de afecto al medio que nos rodea. Asf pues, la convivencia urbana y los procesos de socializacién se van perdiendo. Cada vez mas nos refugiamos en nuestra individualidad y la rela- cién con el medio ambiente se limita a nuestra esfera inmediata, a la satisfac- cién inmediata de nuestras necesidades, sin consideramos responsables del buen funcionamiento de la ciudad, asi como de su desarrcllo futuro. 8. POLITICAS, PLANIFICACION Y GESTION PARA LA INTEGRACION DEL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO Quizds alguno de ustedes se puede preguntar por qué incluir este tema en un articulo cedicado a docentes, ya que son los responsables politicos de las ciudades los encargados de integrar el medio ambiente en la planifi- cacién y el manejo de Ja ciudad. No pretendo aqu{ analizar politicas y pro- ‘gramas nacionales al respecto. S6lo intento mostrar la importancia que tiene tomar en cuenta el medio ambiente y el desarrollo para poder pensar en el plancamiento de la ciudad a largo plazo. . En muchos pafses todavia se siguen separando los faciores econdmicos, sociales y del medio ambiente de las politicas, la planificacién y la gesti6n. Se olvida que las ciudades no son tinicamente lugares de utilizacién y con- sumo de recursys naturales, humanos y financieros, sinc mds que eso, son ecosistemas naturales y sociales. El hecho de no considerarlos como tales influye en la manera de actuar de todos los grupos de la sociedad, incluidos los gobiernos, 1a industria y los particulares, ya que tiene consecuencias importantes para que el desarrollo sea sustentable y eficaz. Segtin las con- diciones concretas de cada pafs, serfa necesario efectuar un cambio en el proceso de tomar decisiones econémicas y politicas, de manera que el me- dio ambiente y el desarrollo se sittien en el centro de este proceso. Asf se podria controlax y gestionar la utilizacién racional de los recursos naturales Tenovables o no, “despilfarrando menos y economizando més”. “4 140 CIUDAD ¥ CIUDADANOS, Es necesario que se busquen nuevas soluciones para una mejor ges- tién del medio ambiente urbano, en especial para una utilizacién ecolég ca de los suelos, los residuos, las practicas de la gestién del agua. Durante los tltimos afios, muchos gobiernos han recurrido cada vez con mds fre- cuencia a enfoques econdmicos, incluidos los que se orientan al merc: do. Entre los ejernplos se cuentan el principio de “el que contamina paga” y el concepto mas reciente de “el que utiliza los recursos naturales paga”. No estoy segura de si este método de “castigo” serd a la larga el mas efi- caz, me parece fnejor un proceso que adopte nuevos criterios de planifi- cacién, colaborando con el sector privado, tanto formal como informal, para poder lograr soluciones alternativas que se ajusten a las necesidades reales de la poblacién. Mas que f6rmulas 0 soluciones me parece necesario repensar Ia ciudad y nuestra relacién con ella. Como podemos esperar un desarrollo sustenta- ble, un uso racional de los recursos naturales, cuando nosotros no partici pamos en ello. Cémo podemos esperar que mejore el problema de la contaminacién, del transporte, de la basura o de 1a energia, si no hacemos algo desde nuestea casa. Repensar la ciudad significa que hay un deseo y una posibilidad ce pensar en el bienestar propio, pero también en el de las futuras generaciones. Mientras no seamos capaces de entendernos como partes del medio y responsables de él, no podemos esperar un uso racional de los recursos. Si todos los pobladores de la tierra nos ccmprometemos a utilizar de manera racional los recursos naturales, de manera que no se pro- duzcan cambios dafiinos en los ecosistemas, se puede asegurar la subsis- tencia para las futuras generaciones. Pero esto no depende tinicamente de las posibilidades, personales o de las voluntades individuales, incluso serfa un error pensarlo asf. La responsabilidad recae en los gobiernos naciona- les, provinciales y municipales, encargados de concebir, llevar a cabo y evaluar politicas y planes en esta direccién. Los pafses asumieron compro- misos‘ti#Agenda 21” es uno de ellos. La realizacién de programas locales que deriven de politicas globales implica necesariamente la participacién de los ciudadanos, pero los ciudadanos preocupados por el medio ambiente que realicen acciones sin la existencia de un plan estratégico ya sea del pafs, de la provincia o de los municipios, pueden derivar en emprendimientos dispersos, muchas veces desgastantes. Sin embargo, la cada vez mis fuerte presencia de organizaciones no gubernamentales dedicadas al tema ejerce una demanda en esta linea que consideramos muy importante. |S SE BRS EF w ra ig o z inh 8. 2 B Heh a i ee ee a i Ecologia urbana v.desarrolio sustentable de las ciudades 141 Sdlo con esta conciencia de universalidad, asumida tanto por los go- biernos como por los ciudadanos, podemos lograr que en “Ia tierra, nuestro hogar” tenga lugar “una vida saludable y productiva en armonja con la na- turaleza”, como se espera de un desarrollo sustentable de las ciudades. BIBLIOGRAFIA AA. VV. (1998): Construyendo la ciudad con la gente. Nuevas tendencias en la colaboracién entre las iniciativas comunitarias y los gobiernos locales, Habitat International Coalition, México, AA. VV. (1996): “Las grandes metrépolis, actores del desarrollo en el siglo XXI”, Informe de la Asociacién mundial de las grandes metr6polis, Pa- tis. 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(1993): Metropole, Weltstadt, Global City: Neue Formen der Urbanisierung, Dortmund, Institut fur Raumplanung. Tonucci, Francesco (1996): La ciudad de los nifios, Buenos Aires, Losada. LAS FORMAS DE LA : CIUDAD A LA HORA DE LA GLOBALIZACION Graciela Schneier Madanes* Un aeropuerto ultramoderno, una autopista, un centro comercial, varios lugares de comida rapida muy luminosos, un inmenso hotel, torres de oficinas “inteligentes* con fa- chadas de vidrio, antenas parabélicas, barrios cerrados, ca- sas coloniales transformadas en comercios de lujo, un centro historico resiaurado, numerosos barrios periféricos rehabi- litados; éstos son, desordenados, los nuevos elementos de la morfologia urbana latinoamericana. Desde el comienzo de los afios ochenta se vienen protuciendo cambios econémicos y culturales a nivel mundial que afectan dz manera radical el rol de las ciududes. Un niimero limitado de paises llevan a cabo la mayoria de los flujos y de las transacciones internacionales; es asf que Nueva York, Tokio y Londics se convirtieron en los centros de primera linea. La combin: cin entre la integracién mundial de la economfa y la deslo- calizaci6n de «ctividades, posible gracias a las nuevas tecnologias de co- municacién, confiere a estas ciudades e] doble papel de abastecedoras de . mercado y de iuevos servicios financieros, especializados, jurfdicos, con- tables, de gestidn, de asesoramiento. El coraz6n de esta nueva forma urba- na esté constituido por los distritos céntricos de negocios, con sus gigantescos complejos de oficinas, helipuertos y centros peatonales, inmen- sos hoteles e inmuebles multifuncionales. * Traducci6n de Pompi Penchansky. Adaptacidn, hecha con la cutorizacién de la autora el articulo publicado en la revista Problémes d’Amérique Latine, n° 14, julio-septiembre de 1994, Paris, 144 CIUDAD Y CIUDADANOS Numerosos investigadores y expertos confirman la formacién, durante las tiltimas dos décadas, de este nuevo tipo de ciudad, la ciudad global que funciona como una plataforma transterritorial, 0 como un territorio fuera del suelo (Chesneaux, 1989). Pero el desarrollo sin precedentes- del aparato tecnolégico constituye ademas la infraestructura material de una cultura que se mundializa: los satélites de comunicacién posibilitan el desarrollo de cadenas mundiales de televisi6n y la informatica contribuye a la creacién de empresas globales (de publicidad, de medios audiovisuales) que difunden productos idénticos en zonas cada vez ms vastas. | Sin embargo, se sabe poco acerca de la reestructuraci6n del sistema‘ur- i bano mundial y sobre los cambios masivos y simulténeos que suftieron en | muy corto tiempo otras ciudades cuya historia y posicion en e! nuevo siste- ma son diferentes. | i {Cuiles son, en el marco de esta recomposicién mundial, las perspecti- j vas de América latina? {Qué consecuencias tienen estos desarrollos en los sistemas urbanos nacionales y en la organizacién interna de las ciudades? {Cémo se establecen las nuevas jerarqufas y las nuevas dependencias? Asi i ‘como ciertas ciudades se atribuyen roles clave en esta recomposicién (Méxi- co, San Pablo, Panamé), otras han perdido su rol tradicional o estén en la biisqueda de nuevas definiciones (Santiago, Caracas, Buenos Aires, Rio de Janeiro). La televisién es un buen ejemplo para comprender las perspectivas de i ciertas ciudades latinoamericanas: los sistemas tradicionales que se desa- rrollaron a fines de los afios cincuenta han entrado recientemeate, gracias 2 la expansién del cable y de los satélites,' en una fase de mutzcién técnica, social € institucional. Asf como es indiscutible el predominio del modelo cultural norteamericano, los latinoamericanos ejercen en este campo un rol para nada despreciable, y ciertas ciudades “latinas” norteamericanas se hati vuelto polos de emisi6n de producciones: Los Angeles o Miami actualmente difunden la produccién hispana destinada a los Estados Unidos, América { latina y Espafia (Schneier. 1994), 1. Televisa posee el primer satélite privado capaz de transmitir hacia toda América, el sur de Europa y una parte de Aftica HHH Pee HHHHEHEHHEe ee Las formas de la ciudad a la hora de la globalizacién 145 Dos ciudades latinoamericanas, Rio de Janeiro y México, son la sede de empresas de te!evisién que exportan sus modelos culturales: TV Globo es la cuarta televisi6n mundial y Televisa la cadena hispénica mas importante. ‘Alrededor de estas realizaciénes se han desarrollado miiltiples actividades de produccién y de servicios (redaccién, mtsica, produccién de videos, et- cétera). Pero la existencia de una cultura mundial, la homogeneizacién del con- sumo, de los espacios y de las formas no significan la negaciGn de las cul- turas locales o nacionales. La idea de una red de comunicaciones que tiende aprivilegiar lo mundial en detrimento de lo local no implica necesariamen- te lanegaci6n de los elementos autéctonos: ella corresponde, segtin R. Ortiz (1992), a la coexistencia entre diversas manifestaciones y a una redefinicién de los rasgos culturales. Las ciudades latinoamericanas han entrado en un doble proceso de mundializacién. y de localizacién de modos de vida y de formas urbanas. Las respuestas uurbanas a este proceso tienen lugar en dos registros simulta- neamente: una ‘ransferencia/reproduccién de formas y de objetos propues- tos por los pafses més industrializados y un replicgue y una reelaboracién de formas y de gbjetos locales. Para no caer en un inventario al que conduciria necesariamente el pano- rama de cambios recientes realizados en las formas urbanas de Latinoamé- rica, este articulo presenta, tomando como punto de partida el conjunto de la produccién aiquitect6nica y urbana, las tendencias significativas de las realizaciones, de los proyectos y de las formas que han transformado la his- toria de las ciudades. Al comienzo del siglo pasado las grandes ciudades latinoamericanas fueron el marco de experiencias puntuales del urbanisrao reformador de origen europeo: Agache en Rfo, Forestier en La Habana y Buenos Aires, Hegemann’ en Buenos Aires, Briinner en Santiago y Bogoté, Rotival?.¢1 2. Forestieres una figura clave del paisajismo francés de fin de sig'o. Werner Hegemann, critico y urbanista, secretario de la Exposicién de Urbanismo de Bertin (1910), partié para Buenos Aires en 1930, a fin de participar con las autoridades de la ciudad en la elaboracién de un plan urbano. Karl Briinner, arquitecto y urbanista vienés, trabajé en Chile y en Colom- biaentre 1925 y 1947. 3. EI Plan Rotival para Caracas fue elaborado en 1929 con Ia colaboracién de Prost y Lambert. Su aplicacin se Himité al trazado de algunas avenidas, | } | | 146 CIUDAD ¥ CIUDADANOS, Caracas, Pero esta herencia pionera ha sido criticada y olvidada répidamente debido a la influencia unificadora del urbanismo racionalista (Riviére d’ Arc y Schneier, 1993) lee J. LA CIUDAD MODERNA: UNA HISTORIA DE FORMAS Durante medio siglo, entre 1930 y 1980, el movimiento moderno aporté una cierta unidad y homogeneidad a las formas de las ciudades latinoame- ricanas: brind6 la expresiGn formal y el instrumento de acci6n durante un periodo de prosperidad, de ascenso social y de consolidacicn de las clases medias poniéndose al servicio de estados promotores del desarrollo y de la planificacién. Pero, contrariamente a los paises europeos y a los Estados Unidos, don- de cl movimiento moderno tuo como proyecto la creacién de una socie- dad futura, la modernidad arquitect6nica en América latina adquirié sélo la forma de un estilo nuevo: el estilo moderno Las formas y los principios del movimiento moderno estén presentes alo largo de todo cl proceso de desarrollo urbano latinoamericano, confi- rigndole su cardcter al centro de las ciudades en los aiios 1940 y 1950, a las metr6polis que se constituyen en los afios sesenta y contribuyendo a la formacién de las regiones metropolitanas. Las formas de los espacios (radiales, en abanico, longitudinales, policéntricas) se caracterizan, a par- lir de esta época, por la inclusién en la esfera econmica y social de las comunas y las ciudades vecinas. La multiplicacién de cubos, de paralelepipedos de cemento gris y de fachadas de vidrio ha provocado la verticalizacion de los centros. El estilo internacional‘ constituy6 una for- mula mégica aplicada tanto para los edificios de vivienda, para las ofici- nas, como para los comercios y los programas de grandes conjuntos urbanos. Los nombres famosos europeos del movimiento moderio emigrados 2 los Estados Unidos estén presentes en América latina por sus ideas, obras y viajes: Mies van der Rohe el de mayor influencia-, Walter Gropius, Hilbersermer, Riclard Neutra, Marcel Breuer, asf como Le Corbusier, gra- mos la expresin “estilo intemacional" como sindnimo de estilo moderne. a ; ce | | B-f. i B- a Bt Th: ah Las formas de la ciudad ala hora de la globalicacién 147 cias asus realizaciones arquitect6nicas de Rio y a los proyectos de urbanis- mo que elabors para Buenos Aires, Bogotd y Montevideo. 2. EL URBANISMO RACIONALISTA: CONSTRUIR UN MUNDO NUEVO. Los principios de la Carta de Atenas® han brindado a los latinoamerica- nos los instrumentos que parecfa exigir el explosivo crecimiento urbano. Los paises latinoamericanos los adoptaron en distintos momentos, segtin sus condiciones econémicas y sociales. Los proyectos y las realizaciones inspirados en la carta, que nunca alcanzaron la dimensién de sus homélogos europeos y soviéticos, han tratado de introducir dentro de un crecimiento latinoamericano fulminante los principios del orden y de 1a racionalidad por medio de la separacién de funciones: habitar, trabajar, circular y dis- traerse; actividades que se desarrollan en zonas distintas y dentro de mar- cos arquitectSnicos especificos. Esta concepci6n urbana, puesta de moda por los Congresos Internacio- nales de Arquitectura Moderna, se expande principalmente durante los aiios cincuenta, cuando comienzan a realizarse proyectos urbanos de grandes dimensiones, que encuentran su apogeo en Brasilia, la obra modelo del ur- banismo Latinoamericano. Fueron elaborados numerosos planes de urbanismo pero la mayorfa no legaron a aplicarse: el nuevo plan de Caracas (1950), el plan de Bogoté y de Medellin (1952), el plan de Buenos Aires (1954). 5.Le Corbusier viajé a Brasil y ala Argentina en 1929 y en 1936, estuvo en Colombiaen arse 1947 y en 1951. Estos viajes han sido Ia inspiracion para “Precisiones”, su trabajo de re Nexi6n sobre Urbanismo. El propuso construir ciudades de negocios sobre el rio tanto en i Buenos Aires como en Montevideo. 6. Los Covgresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CLAM) tuvieron diversas, oricntacioiies: cl de 1928 fue dominado por el pensamiento alensin y por la técnica, et de Atenas cn 1933, por la presencia de Le Corbusier y por la redaccicin de la Carta que estable~

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