Está en la página 1de 31
Alexander Betancourt Histeria CAPITULO I INSTAURAR UNA TRADICION: LAS PORFIAS DE LA HISTORIA NACIONAL En el siglo xix aparecieron las primeras obras que utilizaron la nocién de pasa- do para consagrar los orfgenes de la Reptiblica. Las condiciones posteriores a la Independencia permitieron que los hombres de letras que elaboraron ejercicios de escritura sobre el pasado le dieran un cardcter fundacional alos acontecimientos y los asuntos que les interesaron: las acciones de los héroes ep5nimos de la Indepen- dencia, complementadas después con estudios sobre el Descubrimiento y las con- quistas de los territorios que conforman el actual Estado colombiano. La escritura de la historia se hacia de la mano de la polftica y particip6 en la creacién de la institucionalidad estatal todavia incipiente, especialmente con el &nfasis que hizo en el tema de la unidad nacional, aunque dicha misi6n tuvo un obstéculo dificil de allanar. La relacién entre historia y politica en la escritura dela historia permaneci6 como una caracteristica todavia en el siglo xx; por eso, dicha escritura particip6 de la competencia entre los diferentes proyectos politicos a los que aporté una mirada desde la ética y la moral de los hechos narrados, lo que al mismo tiempo significaba interpretar y fundamentar los valores cercanos a deter- minadas tendencias polfticas. Las preocupaciones de las militancias partidistas dividieron la escritura de la historia en los siglos xIx y xx. El ejercicio del poder de un grupo promovié en la escritura de la historia el. valor y la funcién que se le dio al pasado. De allt, la importancia de las interpretaciones que ofrecieron los escritos sobre el pasado y el ‘enorme peso politico y cultural que adquirieron los “tiempos anteriores” en los que centraron su atencién, tan reveladotes como todos los aspectos y periodos que silenciaron. A fines del siglo x1x triunf6 en el émbito politico el proyecto defendido por la Regeneracién. Con él se impusieron las “auténticas” bases de la nacién colombi: na, las cuales estaban forjadas sobre la continuidad de la herencia cultural espafio- la sintetizada en la lengua y la religion. Pese a que la escritura de la historia en el siglo xix fue una actividad esporddica y militante, todos esos esfurerzos hicieron parte e instauraron las generalidades acerca del “entramado” de la nacién colom- biana y los complejos procesos que constituirfan después una disciplina del cono- cimiento en la tradicién cultural colombiana. Las obras decimonénicas con temas hist6ricos que se consagraron en el perfodo de la Regeneraci6n fijaron las referen- cias narrativas de los relatos hist6ricos nacionales posteriores y establecieron un canon sobre el pasado colonial y republicano, que sufrié pocas modificaciones en el transcurso del siglo xx. a Los origenes de la Republica de Colombia: la obra de José Manuel Restrepo En la uni6n temporal de las entidades administrativas y poiticas que desp de 1830 se convertirian en Ecuador, la Nueva Granada y Venezuela ningung 4 ‘estos entes fue predominante. La Gran Colombia (1821-1830) fue incapas de ec rrolary stisfacer los intereses espersfics de rada una de estas sociedades yy territorios. Tampoco fue competente para crear una memoria comtin, pese lop intentos del neogranadino José Manuel Restrepo. La Historia de la Revolucién de Colombia (1827) constivuyé el primer estuerzy sistemético por darle forma a los sucesos de la Independencia, de os cuales el autey fue testigo presencial. Restrepo tuvo conocimriento directo de muchos de los he. chos que narré debido al ejercicio de varios cargos como alto funcionario del na. ciente Estado. Esta paricipacign y la decisiénde elaborar un relato sobre la Inda,_ ppendencia tuvieron implicaciones enormes para el destino que se le reserv6 a este fruto inicial de aproximacién a los “orfgenes” de la Republica. 4 El repertoriointerpretativo y a construccién formal dela obra de José Manuel Restrepo compartieron el clima de ls ideas ilustradas que circularon por América Latina a fines del siglo xvii. Formado en el Colegio de San Bartolomé, donde ‘obtuvo en 1808 el titulo de abogado de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada, sus inquietudes intelectuales{e llevaron a establecer una estrecha amis. tad con Francisco José de Caldas, director del Real Observatorio Astronémico de Santa Fe de Bogotd, miembro de la Expedicion Borénica (1783-1807) y précer del movimiento de la Independencia. Los principios ilustrados que comparti6 con st_ ‘macstro, se manifiestan con claridad en un fruzo temprano de la pluma de Restre- po: Ensayo sobre la geografia, producciones, industria y poblaciém de la Provincia de Antioquia (1808). Sus tendencias de criollo ilustrado, se mantuvieron intactas has- tael final de sus dias como lo demuestra la publicacion del opisculo sobre el Cul- tivo del café (1858). La moldura ilustrada del autor neogranadino tiene expresién en un punto de Partida muy claro de su obra: “la esclavitud degradante” de los pueblos americanos durante los trescientosaitos de dominio espaol. La reaccién hacia la Colonia yla defensa de la Reptiblica esgrimida por el escritor neogranadino fue una actitud ‘compat ida por una manifiesta mayoria de los criollos ilustrados del subcontinent. gue impulsaron la rupeura independentista. Restrepo hizo una somera enuncia- cin comparativa entre el mundo colonial coa la direcci6n y los beneficios que suponfan los esfuerzos republicanos. Por eso, laintencién iltima que impregna al Historia de Restrepo fue la defensa de las instituciones recién forjadas por la Inde- Pendencia y en particular, la justificacién de la Gran Colombia, De alli que I= Historia se haya escrito para que “la posteridad pueda juzgar imparcialmente sobre los inmensos beneficios que la revolucién debe tracra los pueblos de Colombia, ¥ Para que vea los progresos del espiritu humano en estos paises, [por lo quel B 6°? Restrepo consagr6u lalndependencia Ea eo el onen de a Reptblc, La Colonia y tao To eio.de I Ina debja caer en el olvidoy es dec a desconoci6 completamen do eri lai voce en eins denmovilidy eatin vest Se : sae ensure cra a obra de Jose Manvel Restep ose dese, fc 2 ee eecna, Alewoeet *elorigen’ dela Reni Ain Ss ral se torna en un punto axial des el denen es des egrants del pasado nacionl seleceionat optanadina del siglo x la determinaci6n dels onignes de ee eae se constituy6 en una de las tareas més importantes en al 5 racic. Esta labor debi partic de a comprobacion de los princ- Fae ae Tes descansaba la naciGn.Fijar el comienzo de la “nacion colom- ga scbre ls uae sera explicacion dela naturaleza misma de esa socieda jana? impli escrtura dela historia la delimitacion del comienzo supone nel sbito dela cere ganamienta de Tos acontecimientos del pasado de Bre rts prinipios que profesa el relator del pasado, Precsar ee punto iio ok eso ligado als concepcioneseinterpetacions de sed jciparon los ejercicios de ezcritura de la histor dad la ae or de una capa dela sociedad En lcs dea aa Ls esetts que fijan el origen dea Replica comesponden ala AL ge labors los proyectos politicos paral nueva replica, eto ve tue fa oxida de constr elas sole la oyunu a net Jy sobre el pasado en general. La escritura dela Seer le definir “cl princit ‘como un acto de legitimact Tec te Anna somone verde facisrta comunidad nacional con semblantes caracterfsticos consolidados © ipl seater Le cet a : ee ‘se edité con el titulo: Historia de a revolu- vols, Besanzon, Imprenta de José Jacquin, "Los origenes en Secuencia ic an seers fineén dela historiografiaenelsiglo xX", en Secunda, ee cae enc), Ne 35, 1956p 09-108) 109-122 reecvamens, fs intererant el eseito de E, Bradford Burs, “deology in nineteenth-centany Ter) mbistoiograghy"en Hispanic Amerizan Fistorcal Review (Washington), vol » ‘de usbajos dedicndos al José Manuel Restrepo consagré enconces una fe inmutable en los origencs varios hombres de letras con In Publ cae ge impulsa en la a Repiblica -en el sentido dave Slseechoees cl origen se ha dicho todo § patticiparon de las querellas politicas desarroll6 la animadversién a lo que él Ilamaba “las anomalfas” que registre 4 la la edicién de su Historia a desagrado, como las aspiraciones de catdcterfederalista ola oposicign ylos ok i papier en a a temético, no era ni cculos que representaron as regiones al sur dela Nueva Granada paralos proves nde un Estado centralisa, Exe hitoremdico, no crane independentistas’. ‘ del autor neogranadino, que opinaba la.Gran Colom: El caiticei epinde nes create" deseo terpretaciones de Rey eo Bolrat gy eo a Ee Por trepo con relacién al desenvolvimiento de los acontecimientos postriores 4 Bro bien tar en el recénfundado Partido Conservadon (140) >" disolucin de la Gran Colombia. La politica adquiere una importanciaraical pa Be exato gue cn ln Hira los esters conalias eng oy Toeee Ja mediacién de los militantes en la escogeria de los objetos de estudio por pa In tarea de Sim6n Bolivar, a quien fue dediead Jao Repablia”. Restepo de los hombres de letras que estudiaron el pasado, mds atin sise tiene en evens poner como el“dador de una bse in eterna ala Repab'ca. Pessepe aue la formalizacion de los dos partidos peltcos predominantes en el espectet Br eran alas eas federalists como caurantes de losis fs ors politico colombiano se dio a mediados del siglo x1x. Esta situacion se consolides Pics, La Hira ent dellnoy con una pon definida en olen tomo allas discusiones sobre temas como los modelos administrativos y econémye. reade a configuracion administrativay politica de le Rept eat cos que debfa aplicar la Reptblica naciente, la caracterizacion de las fuerzas socia. i jpafia, En el marco de la segunda les ea fon. i eoulinacis part al lugar de Ia Iglesia en cl Ambiro ene er nacional ysu vinculacién con los estamentos de gobierno. Estas cuestiones unidas ovincial eran necesaia consecuencia del sistema de aladelrégimen politic, elcentralsmo o el ederalismo, acapararon la atenciény Sn eee ge pt dear habla xogdo la Nueva Granada: Muli contextualizaron la aplicaciéa de las primeras aproximaciones republicanas haciy ier clad, Gesde o principio dela revolucin seb cmpero demasiado el pasado, para convertirlo en un pasado nacional. dad aque cstaban acoscumbrados sus pueblos. La experichc ad ni los La aparici6n de la Historia de Restrepo coincidié con el principio del fin de la sa no habia enseriado atin que nuesiras POA eT Conforme se hallaba esta- labor bolivariana, asf como con el cuestionamiento profundo ala consolidacion de os indispensabes pata adopter ¢ Gel Norte. El que se hubiera empefado un Estado central grancolombiano; por eso, Restrepo tuvo que realizar una segune lo en los Estados Aeeene ah ‘evidente, aunque algunos ilusos todavia a da edicién de la obra casi treinta afios despues de su aparicién®, El desarrollo de los: = Bee ais ‘por un hombre que nada entendia del derecho politico, acontecimientos en torno a la disolucién de la Gran Colombia llevé a que la obra eee: de José Manuel Restrepo resultara como un infructuoso intento por anudar el sue : {que el gobierno federalista fue la uesto “destino comtin" de las sociedades que conformaban la Gran Colombia. La bard poderura’ para la re ‘ila de 1816 y la disolucién de la slatoaachxs el naka ma’ para la reconquista espat lombia: 2 . nada y del Ecuador, le de Venezuela, de la Nueva Crana eae 4. Mare Bloch subrays que loshistoradors debian reconocer que muchas veces su abajo una ver la separacién Fe oe uta on todos los ramos de pobimo, 82 dttcreiaba porno refonena acerca dl puplaue ten "a deen es Ketel areca ms convenient ndepndenia sola on todos es cr establecimiento del origen se entiende como “un principio que explica. Feor ain, que basta para o el contrac vinculos lnos de federacin, En 9 coment ee hiciera OPO ‘explicar’, con eso se desconoce que aunque sea indispensable el conocimiento de los comienz0s et0 ntes en la Nueva Granada} so Seria a ea Por one pate a ‘oes sulcene para comprender lo fenomenos histocos Ck. Mare Bloch, Aol pala hist elben, de moxvos para ceputas yaa Pas Era dec ‘yeluficiode histonador, trad, Maria Jiménez y Danielle Zaslavsky,n. Etienne Bloch, México, Fond0- ctiando se constituyera un gobierno ge Seen rable sido preciso Ade Cultura Econdmica INAH, 1996, pp. 141-147. Estados elativamentefuertes que st confederban) Nets gu unidad Y 2. _Unejemplo notable es el relato que hace Restrepo de la dificultades parallevara caboel los, Yo que ninguno de ellos queria, y cow rites Pore tes espatiola ha sido POF ometimiento ala Nueva Cranada dela Provincia de Paso. Cf. José Manuel Restrepo, Hira dt esl alors dea eerac, Et en Amin airs pala a 0 revolucién, op. cit, vol. tv, p- 360. de quiem, y nos parece que ser perpeniaments 6 Laprimeraediién de Hii dela Revluctin de Colombia se publics en die: toms yu és civlesy de todo linaje de desordenes atlas en Paris, 1827. La segunda edici6n, corregida, xc hizo en cuatro tomos en Besanz6n, 1858, bald. titulo Historia dela Revolucién de la Replica de Colembia en la América Meridional. Contiene IOS evolu, vo. 1, 0p: cits. 224 Timicesexteriores de Is Nueva Granada el uso de uerves histricas venezolanas yespaficas post “Tose Manuel Restrepo, Historia dela vol on ‘iors la apaicgn de a primer econ. Tad, ol. v,pp-614-615. 2 as guerras contra Es 31 Elsistema federalist 2, sean esta lapidaria conclusi6n ea lau : : eta ee ic “ent Sean oa ante de |; Manuel Restrepo fue designado por Simén Bolfvar como gobernador de Me cue ne et tc te Goleman dee PERE ene ae ec i J eT, yer sectetaric la in Colombia. Una lisuelta, obec does ores, cglan a ke comespondin, Muchas veces na rPimer sectetario del Inerir de la Gran Colombia, Una vee ie ustzado por lai de modo ue el mejor proyecto queda Pe de Instruceién Piblica y Director de la Casa de Moneda por espacio de provinciales, que obsaber es yo. tas actividades administrativas dentro de los primeros gobiernos 1 5 nian a sainos permiten deduct Ia pervenencia del autor ncogranadino a ls capas Wee eis Fo ae Manuel Restrepo sobre el federalismo. lustradas con poder econdmico y politico del antiguo virreinato dela Nueva inaciones polticas. Restrepo en a ; de mantenet Ia monarquta como proyecto eae ra |e postilidad oe jencen cuenta esta consideracin, Kestrepo traté de dilucidar de manera heogranadinos contemporineos como el olvidado Juan Garcia del Rin Pent poset de lo que élllamaba la “gence de orden’ Eleseritorneogranadino Pero eg notable cémo Restrepo militaen el Patid aon aueto de su narracion al “pueblo revo” que surgié de la dela Colonia, como sucederta poco desratocon eho a Poe tevin clu ee ; ia: el “pueblo” os que conformaron una pequeia ccrescoe gd heater eens See ge ei snr xan ini to bolivariano, Este hecho ejemplifica las particularidades en avin ae be fue tel estoseguii sus pasos, lngo qu estalaeel movimiento revolu- tultanc parti, pero también a complkadenelogen de xs miltane “ ter Guellos que compat tian las caractefticas propias de xm verdadeso bro del partido como José Manvel Choc A ee iepovcunla de or fnide ease evteriosinterpretativos de Restrepo se convirtieron en factores de exclu contrasteinterpretativo hacia el mu olegit que hay un notable Gen nfcleo bastante amplio de la poblacién moviliila durante las guerre. fears pens cucitn dbs Goer es eleje tun mismo objeto de estudio y que nundo colonial. Visones que son opuestas sobre Jentrar el rlato en las acciones de “los héroes patriotas’, los dems miembros ‘orfgenes del nuevo Estado. (ate co rmiaeno# la determinacién de og ron de los acontecimientos dela Independencia silo srvieron como Las interpretaciones de José M: se desenvolvié la trama. Para Restrepo, estos ele- oeidad fueron evident Elicina de Resenee i ree conteons so eaeutales” quedaron por fuera del nécleo de os relatos lasinterpretacio- Heade las Po se circunscribi6 a una funcién pol [proceso independentistacolombiano y del valor que el autor neogranadino ledioa la Independencia como lugar de origen del Estado republicano. Este rasgo smanecié intacto durante la elaboracién del relato de la Historia dela Revolucion '¢ detallan algunos de los apartados reunidos en los apéndices de los distin- oliimenes, en los cuales oftece descripciones y datos de las condiciones geo~ sociales y politicas referidos alas regiones que constitufan la Gran Colom: a, Ecuador y Nueva Granada. Sin embargo, tales cuadros no pueden Uo] la posteridad y los Gobiemos sacarén sempre lec y mientos, su medit e apre lecciones citiles de estos aconteci- H._Restrepo, Historia dela revolucién, vol. , 0p. cit. p. 45. : rere tee ess Sein ds Para que la pluma de un filéofo trace con Eneseatdoprolemstcoqueantean isles eos ard enel Nuevo Mundo®, specie humana, y de las naciones qu han paresis mmol Ace de RIC Lahi i orden social fundamento profanoyfundamento divino”, en Bolin Culanaly Biblia de eae agin ia que debtaacompafare accionar poco; por at Are Ar, (Gs) vo 27,22 1990 p39, ea adelante BCD. ann oar a de a historia tenfa una importancia politica capital En este Navies Query, tH bra 5 ina, Reflexiones sobre a géness del cis a atin en Fl (0 (cc apolca: nacions. Perspect Se encuentra implicito otro de los fundamentos interpretativos de José ‘Latina’ en Hilda Sabato (comp), Civdadanta poltica formacién dela pec Manuel Restrepo: | de America Latha, México, Fondo de Cultura Econdmica/ElColegio de México, 1999, 'strepo: la legitimacién que hizo de las acciones te ri eee tia Saute " ‘Maria errata: le las acciones tomadas por os “prime- 3-41, "La denvidod republicana ena epoca dela Independencia’, ex Gonzalo Sénchesy Matia *os republicanos” a partir del grupo social al que perteneeié el propio narrador. ills Compe), Misco tpemenirs nacion Mision de los muses naionales para los chudadanos del see NeeT » Santafé de Bogor, Ministerio de Cultura, 2000, pp. 253-283. 2 Ibid, vol.1, p. 130. esuepo integra cono bse ecurentl deserips or siemrlo eensde | os id vol 187 Fee Co aor he Las frnesdiecaninormaciones 09 32 3 ser tomados como una preocupacién de tipo “hist6rico”, en el sentido actual, ace cade la sociedad neogranadina de la época, que llevarian a postular también a Jose Manuel Restrepo como “el primer historiador social” en Colombia. Dentto de ¢ obra, tales cuadros tenfan un papel secundario y conformaron el “marco naturslt dellascronicas heroicas, militares y politicas que eran el centro de su narraciéa, | apelacion a estos aspectos en la conformacisn de su obra son los elementes de continuidad con su formaci6n ilustrada. Laprincipal consecuencia derivada dela zecepcién de la Historia del Revol, cin de Colombia consists en el carter que s le dio ala obra como fundadora de “los esctitos" hist6ricos en la Reptiblica de Colombia. La obra de Restrepo fue considerada por los ottos hombres de letras que le fueron contemporénens y se ‘ocupaton de la histotia y por los miembros dea Academia Colombiana de Hist: ria, como la obra iniciadora de la tradicién histérica nacional colombiana', El trabajo de Restrepo corroboré la creensia de que su labor era fundamental porque habia presenciado y participado de los acontecimientos historicos de Ia Independencia. La obra de Restrepo estaba acorde con las preferencas histéricas de que hizo gala Andrés Bello, quien argument6 su afecci6n pot lo que él lamaba: “el espiritu de los hechos” o lo que también denominaba: “escribir los hechos". Para el lustre venezolano, Lahistoria que embelesa es la historia de los contemporéneos, y mas que todas la que ha sido escrita por los actores mismos de los hechos que en ella se natran; y después de todo, ella es (con las rebajas que una critica evera prescribe tomando en cuenta las afeeciones del historiador) la mas auténtica, lamas digna de fe [..]. Es un deber de la hrstoria contat os heches como fueron [..]* Pero no sélo se trataba de ser testigo de “los hechos” sino de acumular datos ara transmitirlos a las peneraciones firturas, para que se desprendieran ensefianzas Ltilesy se consagraran los “ejemplos” a seguir porla nueva “comunidad nacional”. Bello sinteti26 una postura que existfa en la época sobre cémo debfa escribirse la historia y cual tipo de “historia” era mas deseable, pero adem(s, justificaba el papel vata, Va dexelos documenms ue posta Rens pasando poor doce alo qu tenia oe: y que aa on poor ase [a informacién que utilizaba de los libros de vj oeenplican asc toss del Vest egos tN Caer a oeeera rental, dle uicljoii va? a 1. | Cf, Rafael Gomes, “José Manuel Restrepo, fundador de la Repdblica y padre de la historia Iori (1963), en Varig, Hist colombia, Carsens Talla unto Panane ic Ge GeografiaeHisora, 1981 (Opcsclon 21), pp. 3:27) “Bicentenaiodel ata de dono Manuel Restrepo, historiador de Colombia”, en Boletn de Historia: 9 Antigiedades (Bogotd), vol. 1XD\- a et 1982, Pp. 410-425. En adelante como BHA. Jo:ge O. Melo, “La literatura hist6rica en | lan Vio autores Marana colban, vol, Boge, Parte Pane Sele oth Boge Frcerina/ lane 1, Andres eta hvenigatne sobre lnflercla dela Conquisydel tea cli! ‘dels espafoles en Chile” (184), en as, Caracas, Ministerio de Educaci delegates en Chile™ 844), en Obras comps Caacs, Ministerio de Educa, 1937 0 4 fa segunda ediciOn de la Historia (18: at at era solo un ejercicio de erudicién critura de la historia. La historia no era slo cud oa tina tarea que cumplir en la sociedad: ser “maestra de la vida”. Hi Restrepo se inscribfa muy bien dentro de los énones consagrados oMfexiones de Bello, aun cuando la primera edicion dela Hora dea ia argument del maestro venezolano. No obstan- cond ae 11850) le es ‘su autor de manera definitiva si después. En torno a la obra de jo incélume que prevalece casi dos siglos u : et RastTeo ee manent una portura que en trminos panegizos inte fuel Gmee Hoyos: amos er protagonists de un acto deestrictsina justia La Academia poe ¥ eo ‘al cumplirse este primer centenatio de su muerte, proyect imagen at del: Ruee fundador de la Primera Repablica, artifice de eS servidor insomne de la Nueva Granada, promotor de la instruccién More temas econbmicos politicos, por sabre todas las coss, padre dela sien: Panes au en vend om my ose clomblaos wees ‘1 Hituc la patria [...]. No se puede neg 1ela tantos y tan variados | ‘titulos a la gratitud de la patria [. a eens sue ‘una produccién histérica tiene que ganar mt i Sn mea econ marine cnn 0 ‘documentos incontestables'*. bem *jneontestable” hegemonta de José Manuel Restrepo en la tradiciOn hist : Se arabee ‘con claridad cuando se examina la periodizaci6n de la pendentstaenla Nueva Granada. Elrago més persitente on etn abo ppercepci ructuracién temporal dl escritor ne ee ch wene icada. La intervenci6n de Se dela Independencia a través de su relato le dieron la posibili tae eee ent vo fue testigo presenclal dels hechos que narra sino porque se consiser6 ta obra se podian conocer “las intenciones de los actores” y la conforma- de una perspectiva hacia el futuro. As‘ lo hicieron notar quienes consagraron la “iniciadora’ de la escritura de la historia en Colombia: gicomedia envecrs de resurgir la del tiempo va siendo juzgada dia a dia en Toh eis dl eetong fro Ie le soma el psn y con damnésic sereno indica los periodos alternos de calma 0 futuro bienestar. Y a fe que en repetidas i ideraci de Gomez ctiva temporal que supone una consideracion como la sobre la mesa un punto dscutible dela obrade José Manuel Restrepo. |Gémez, “José Manuel Restrepo, fundador de la Reptiblica y padre de la historia 3), 0p.city pp. 4-14. “15 5 La hegemonia del escritor neogranadino tampoco ha sido cuestionada desde problemética que representa su tematica temporal. Elrelato de Restrepo tiene py tema a los “hechos presents", su perspectiva contrasta con la postura adoptaqs poraquellos que asumieron y consagraron esta obra como un relato fundadot vo Jos miembros de la Academia Colombiana de Historia y atin los historiadores pro fesionales, que se caracterizan por los reparos que mantienen con el tema de, contemporaneidad, como se abordaré més adelante. La faena de Restrepo conté con los reparos que provinieron de sus prietoy lectores, entre ellos el propio Simén Bolivar, que le encilgaron al escrito lo pro, blemas que conlleva el dedlcarse a relatar los sucesos mas inmediatos. En este a pecto, el libro de Restrepo constituy6 un prob ema pata los defensores dela hists, tia como una disciplina que tiene por objeto s6lo lo afejo y que al mismo tiempo le reconocieron a esta obra el lugar de “texto fundador”'’, f Las observaciones sobre la obra de José Manuel Restrepo plantean la pregunta acerca de las razones que le dieron después su preeminencia como “versiGn oficial" de los acontecimientos de la Independencia. Desde la posteridad se han hecho ‘notofias las falenciao de su texto, especialmente las que sevialan tensiones entre la legitimidad de las acctones de los grupos ditigentes, las instituciones y el imperio de laley enfrentadas a as amenazas de caos y anarqufa que representaban “las castas” y“laplebe”. Estas tensiones permiten captat lis grietas para la disidencia, aunque no hayan sido traspasadas. Un ejemplo preciso se encuentra en la década de los afios ochenta del siglo xx cuando fue publicadceel trabajo de Germén Colmenar “La Historia de la revuluvién por José Manuel Restrepo: una prisién historiogrética” 18. Quiet por eo, el Marin pica y mila de José Manuel Restrepo c6lo viola ue un glo despues, en 1954, Restzepo empezd a esriirlo en 1819 surelato de los sicesosgubernamentales concluye en 1854. El Diario fue una de las fuentes de Restrepo ala hora de esriic la Historia ‘Aleumos pasajes del Diario se publicaronfagmentaramerte entre 1890 y 1893 en la Reviaa Litera sca publican fue reimpresa por la Seleccin Samper Onega de Literatura Colombiana en 1936, Eo 1898 se dioalaimprental parte del Diario correspondiente a 1816 con el titulo Danio den emigado- Pesterormente eeditaron algunos apartes ms del perfodo entre 1816 1818 alos que se and una autobiografia y los indices del Diario, que se publicaton en 1957 con el titulo Autobiagrafla Absntamiones sobre br emigacin de 1816¢ thee del Duro pollaco. En 192s imprieton nue" ‘mentelos apartados publicados entre 190 y 1893 en un primer tomo con el tulo isoria de la Nuev en. 1953 salié a uz el segundo rom, Pero solo entre 1954y 1957 se publics completamen™ {5 Pla okey mio Tl aber fu completa con pulbincn de les Dscanemos poi tes de Nueva Granada, Venezuela Colombia, que vieron| hz entre 1969 1970. Ct. José Manuel Restcepo, Diario polio y militar: memaras sobre los suc importantes de a époea para sent a2 Historiade la revlucin de Colombia dela Nueva Granade desde 1619 paraadelance, # vols, Boro Imprenta Nacional, 1954 (Biblioteca de la Presidencia de Colombia); Historia dela Nueva Grands Posetd, Minerva, 1936 (Biblioreca Aldeana de Colombia, 31); Histna de a Nuewa Granada, ols Bogors, Cromos/El Carolicismo, 1952-1963 y Docent imporuanes de Nueva Granada, Ve ¥ Colombia. Apéndice de la Historia de Colombia, Bogots,2 vols., Imprenta Nacional-Universidad Narional de Colombia, 1969-1970. : 36 i iano invit mntarse por la cual ol célebre historiador colombiano invita a preg fo Sas ‘obra como la de Restrepo. Al respecto afirmaba: : «alguien que don José Manel Restrepo es un historiador de ee rece ae Titans navi conemporinea de los echos ave esi de eos echo, eenvusiveen su aura de prestiio ya tem se eco seni eco [bate el sonido yn acoso ees una complica anos ese conmuchn arcuate ie pus props gstos cl valor gue aribulan asus pesaen yalabes (Cuando exo uo ou se debe aw eas en ienconedel ator aa bra de Restepo los padres de Ia patria parecen ha - 10 emperio, la obra de nuestro mas i. jesoressc han apicadoaello con mucho empefo, la cra de muestemés set rena dicen alaconsovet tarde carnal ep Feeds seontecimintos expuestos con un rigor cronoLicofflele e sa oon de un ju aresrndo no alo construe um rio Fe esc ina tampa inexorable lade aceptar en su conjunto lov esau esi a cnrepo acrfieando al correccin de los detalles la posi eee Ihstoriogréfia [Aun para sus contradictres, hha consttuido hasta ahora un sepertotio fo © a icesleaae modarse en una interpretacién dife- de los hechos, susceptible solo de reacor aete, Eats es una verdadera cércel historiogréfica que ha cerrado los caminos de la én a la infinitud de los hechos sociales”. as i ra un jones de Colmenares plantean consecuencias importantes par ede foots as la relectura de los “orfgenes” dela Rept Tectura y de comprensién acerca de la raciones de Colmenares no han alcanza- nel suficiente eco. Sibien estos sefialamientos estén acompafiados de ur = Restrepo; sin embargo, las observ: pitico i nel apf jlantea un modo de retar la permanencia de Restrepo e disciplina histrica colombiana, s palpable que la compilaci6n no cia en la comunidad de histosiadores colombianos, Situacién de alguna manera, si se tiene en cuenta que la historia profesion: ‘con asiduidad el perfodo de la Independencia. : esarde todas las difcultades de orden politicoy epistemolég cota hae sl Restrepo ocupé el lugar de una obra pionera de la trutlici phate olombiana. Contribuyé a marcar de manera muy clara la senda pos t6laescrinura de la historia decimon6nica colombiana, tanto one) Ne tema de la Independencia como en la concepcién que le dio al ofico bithistor saps in Colmenates, "La Historia dela revoluin por Jose Manvel Restrepo’ una pes Len Geni Osincrares cel, Landed Enso: deisel Bogor mhiano de Calera, 1986 pp 10-11 (Autores Nacionales reer sere, 7). hservelones scene uentian cn Jorge O: Melo, "La Heeratrahistérca en la Repablica’, pci a Definir el pasado nacional: las luchas interpretativas sobre el pasado Las observaciones de German Colmena-es indican que la obra de Jos Feetrrecot cea steel eletdaly canapnch persadalcini eadteves eae historia gn Colombia For eso,n9 se lea presto uficient atenciGn alas ah ; ples implicaciones que suponen las ampliaciones cronolégicas que se hicieron Tnmisma época en que sili la segunda edcién dela obra del escritor oS aad Tales ampliaciones eran necesarias debido alos limites eronol6gicos impuestey ne ee seratat Sues at ete eet ee react oey fn Sela rial des aor ist ausencia de todo el perfodo colonial en la Historia de José Manu Peper inte ce eres exis otcae ea edge Net ttn oe rios autores que escribieron en la época proxima a la segunda edicién de la Hine ria Este paso abrié la posibilidad de situar lcs comienzos de la colectividad naciy nal en iin momenta anterior; aunque la ampliacién eronologi “ad granadino es una mucre, no contuvierd, diferencias en los principios interpretativos de la sociedad republi iv republicana que consae a6 José Manuel Restrepo Es importante notar que ninguno de los autores sue abordaron los perfodos tratados por Restrepo entus en discusién con él en cuanto a los acontecimientos que describié con st. pluma, excepto en las aclaraciones minimas que se encuentran en el mbito delas Memorias ss Poco antes de a segunda eden de a Hitisaliron lal distinosesros ron por tema los perfodos no tratados por el autor. Acosta public6 el Compendiohistrico del Descubrmiento Suna de oN va Granada en el siglo decimosexto (1848) y Jasé Antonia de Plara escribié las Me- ‘morias para la historia de la Nueva Granada desde su Descubrimiento hasta el 20 de Julio de 1810 (1850). Estas dos obras inscritas en el 4mbito republicano abordaron de manera inédita el periodo del Descuibrimicnto y la Conquista; ademas, se con virticron en baluartes de los estudios hist6ricos sobre el periodo y también partici- paron de la pugna politica e ideol6gica que se viva en ese momento acerca del Proyecto nacional mediante las intepretaciones que hicieron sobre el pasado coronel Joaquin Acosta se propuso llenar un vacfo que él notaba en [as Condiciones de In época como era el de reaperat “los hechos esenciales? de la Bétoria antigua de la Nueva Granada ocultaen “las fabulas” de ls cronistas de Ie tislosxy ya. Acosta emples de manera clara ua dstinc6n entre las créncas de 1a poca colonial yl inteptetacin que pretendeconstrut. Acosta supone Uh relat ‘mis verdalro" de ah que a semejanza de Restepo,pusira en ved Je un supuesto *historiador neutral” basado exclusivamente en los documet” 20, Laprimeraedicin de a “tinal 4 . fea Hira curse marco cronogco ence 1810718 Lasepnia cn exept yas T8alguie age’ um vols en Veneel Lo acentecimicntc exe aaa organi de sale uc onfomaron a Gran Colona Ls eae deacons pose 1 eto linites pny eposnon oun lis inn det Der pltony is 8 Jes reimprimi6 algunos en el apéndice. Varios de estos documentos, arrneidh de la obra, los pudo consultar en los archivos de ente que el general Joaquin Acosta viajé a ‘Europa a Tosa cumena ULSI a etenig guatdar ante lo acontecimientos la parquead de Fr de cuskjuerdoewién acerca de In mayor yeraciad de una w ast eal rankeano de describ as cosas “tal como fueron” encarn6 en nt Jestmeramence iustraivas del coronel: ‘enla dsposiign en que se hallaba durante la guerra con Espatia confieso francamente que no me habrfa crefdo con la suficiente Tacidn, mas al leer los sucesos de Ia época & que me de mi alma que no carecfa de los sentimientos de ‘sufrimiento y herdicas (sic) arte de ee aries acer odorony ac eatablecieron ene! Nuevo Mundo, v que la simpatias aaa que tanta compasion deben inspirar 4 un coraz6n_ See de [ie] yor ure mano de orgen © Simi sie estuviera fependencia, we indigenasde equel continent ays scan rrr = tuchos de los ejeeicios de excrtura de la historia sobre el pasado, escritos en del siglo diecinueve, tenfan el convencimiento de que eran “mis 3 que cualquier otro trabajo similar elaborado en el pasado. Al mismo empo también tenian una funcién publicitaria con referencia al mundo més all4 ‘nationales”, Los textos permitian enfrentar los prejuicios elabora- f sobre las distintas regiones americanas, a la vez que cumplfan una sdicativa en la Republica con ‘fa restauraci6n del pasado. Los relatos: sobre: el arecieron tener la capacidad de operar sobre las condiciones que pudicran ‘cabo el ideal del progreso. i [peso que se le otorgaba a los textos escritos: estaba fundado en la convicci6n: ‘esctitura representaba el mejor medio de “civilizar”; es decir, el modo mis ¢de que un piiblico amplio, en las condiciones: de la época, pudiera compartir periencia de la “civilizaci6n”. La nivelaci6n en términos ‘de igualdad con el Kivilizado” no se detenia exclusivamente con. Jadeterminacién de un sen- gudlitario y de recurrir al distanciamiento de la “cviizacion europea» ‘era necesario el conocimiento de esa “cjvilizacién”. En este context fentidg, por ejemplo, uno de los proyectos ‘edituriales més queridos por Samper que afirmaba lo siguiente en 1862: Por mi Pa esdecir con el gale, fin de serle tril, y ee re com veolombiange. Tle eedo que lo que importa més por el momento no e* Renee tian issuer openeaearnoconet. A os petit Hi scolombianos no les ha llegado todavia el momento de los ‘estudios fuertes, por la azo de que la iomensa masa popular no tiene aGn la nocién general del pro» parriotas Joaquin Acosta, Compendihistric del descbvinient y colonization dela Nueva Granada be decimseat, Pais, Imprenta ce Beau. 1848, pp. Vi-X fgres0 europeo, Hasta tanto que esa masa no haya reibide la infusion elemental de fuerza que necesita para emprender su marcha (porque hoy no se marcha sino quent anda a tientas) el mejor servicio que se le puede hacer es el de la simple vulgatizacign tas ideas elementales. Después vendré el tiempo de los trabajos laboriososy profundes [La inmensa. mayorfa de los Hispano-colombianos no conoce, por falta de conte fitimo con Europa, los rudimentos o las vercaderas condiciones del juego general > poli, fae letra, Ia industri, el comerco,y todos he grandes inceteses vincsing Eanops, De ah provinen graves eores detrei, de intacino de inderengy que se revelan en la politica, aliteratura lalepslaci¢n y la manifestaciones econpeat case Hignno-Coomisa ‘ an svanecer, si puedo, e805 errores, dndole ala expresin de lo que me parece la ver de as formas simpsicas de lo pintorescoy l atractvo de una tépida, fel y anneal rarracin, tal es el objeto de estas paginas de impresiones", Losletrados criollos establecfan las directrices de loque era “la civilizacion?, De all que el trabajo de Joaquin Acosta se pueca inscrbir en esta tendencia ya quea partir del conocimiento que posefa del “mundo civlizado” le permitin destacar con autoridad las bondades de la Nueva Granaéa y enaltecerlas. Tales circunstanciay favorables se expresan cjemplarmente en el modo como destacé las condiciones peo- erfiras que, segtin él, hacfan que la Nueva Granada ocupara “la posieién nds impo tante de la América meridional”. Adems, Acosta extendié los elogios al espritu de la sociedad neogranadina, arraigada en ese suslo desde ls primeras fundacione ‘Gora de paz de ls insttuciones més iberales. Elrespeto mis profundo y més araigado dela propiedad es un dogma econocdo por sus abiants que brinda la hop aad Ailos que quieran tasladar su capital y su industria 4 aquells regionesafortunada, ‘cuyos moradores estn resueltos 4 rechazar toda reforma que incentiva la faerzaheutal asus banderas yan adm sno las mejor que se inteduscan por medion easy ___ Elcardcter propagandistico de Acosta y las pretetisiones de neutralidad del’ juicio hist6rico no ocultaron el rescate que hizo de la gesta espafiola y de la impor- tancia que este suceso represent6 para la existencia de la Repiiblica. 4 Por otra parte, en los avatares del “medoo siglo”, las aspiraciones de Jonqut Acosta contrastan con el trabajo de José Artonio de Plaza, quien hizo una dura tecriminacién de la presencia espafiola en suelo americano: 4 Algunos autores poninsulares sefalande las causas de huberse desgafado del tone? Patemo, i una en pos de otras ramas tan fructfras del imperio castellano, desaprucba® 22. _Jost Maria Samper, Viajes de un colombiano en Europa, tomo i Pats, Thunot, 1862, pp: 23- Altepectsnimpocantes as conieraineshecharpor Fede Marne Elnacels 7% bola. La referencia europea en la construccién nacional en Colombia 1845-1900, trad. Scarlet Proafn Bogota, Banco de a Repblica/Instituto Francés de Etudion Andinoe, 2001 (Travaux de 'Insit® Frangais d'Etudes Andines, 105). Hay observaciones sinilares en Cristina Rojas, Clulizacén y ile” ia, La risqueda de la identidad colombia dl siglo xx, trad. Elvira Maldonado, Santafé de Boeot Norma, 2001, pp. 51-72. 23. Joaquin Acosta, Compendihistérico, op. cit .20t 0 a para educar a feos amerieanos, por haber roto los lazos de unién colonial que los sujeta- Le erse® Riper dematoramneno |.) A losque iron mi cle opeesor naa fenemes que teprocharls; alos presenes | venideros eos qu consttenimparvainent Ia storia es] responder el a args quis sr justa con los habitantes de América, tratndolos como serves eres [sie] una sola ver una mano amiga fraternal, de su contemporineo Acosta, De Plaza quiso escribir esta ie juventud granadina sobre su pasado, al que s6lo tentan Pafabulosas ttadiciones i mentidas’. Pero el gsto de “amor a la patria De Plaza se orienté a lancar un ataque al mundo espafiol ya los alcances sie en el suelo colombiano. En este aspecto, De Plaza, acorde con el opi faralismoredizal dela Epoca yen contravia de los objetivos de Acosta, sie: ¥Noes la historia de la Nueva Granada, la que puede narrar grandesi ; hechos, ni guerras ilustres, ni grandiosos proyectos politicos”; resalt6 que las razones se podtan descubrir en el influjo que tuvieron la Conquis- de los espanoles “sobre el jenio [sic], costumbres nacionales i progre- ais’; es decir, en el “profundo suefio que se le hizo suftir por tan dilatado " El objetivo éltimo del trabajo de De Plaza plantea la cuestién de | ii la edad de la adolescencia para la Nueva Granada, i si justo i aoe ee en saci une eutla inca y ravon, que queria conervet sfajes dela infancia a pueblos tan lejanos ide tan distintoscaracteres. tate deseo pattitico recabarnos la induljenca sic] de nuestros conciudadanosi “otros pata coronat una obra cuyas bases tenemos la satsfacciin de asentar, los 08, de De Plaza encontis répida respuesta de sus contemporéneos. La én del periodo colonial como una triple cadena de “ignorancia, isetvidumbre” y la exaltacion de los proceres de la Independencia no luna acepracién undnime como la que él podia haber Ilegadu a suponet y aciones expresaron la presencia de proyectos politicos en competencia. polémica de José Manuel Groot, Historia eclesidstica y civil de la Nueva a (1869) fue la respuesta més inmediata y sistematica a De Plaza. En ella Ia escisi6n ideoldgica entre los intentos por caractetizar “el espiritu n” colombiana mediante el ejercicio de cardcter documental como me de la escritura de la historia. Groot insist en el uso adecuado de los -y de fuentes inéditas; sin embargo, el cardcter polémico de su obra lo lestionar las versiones de sus fuentes al mismo tiempo que impugnaba alas | mismo ton0 fen 1856 emprendtest trabajo, no fue mi dnimo ocuparmie con la parte civil ni spolitica de nuestra historia, sino tnicamente del establecimiento y desarrollo de Antonio de Plaza, Memoris para la historia dela Nueva Granada desde su Descubr- 120d julio de 1810, 2¥e., Bogots, Incunables 1984, p. 442. slntodcein,op.ct 41 la Religién Catélica en la Nueva Granada, porque me parecfa poco alco cvliado carecer de la historia des Iglesia, y majonretee cg a sido tan injustamente calumniado por algunos = os, que lohan presentado a ls nuevas generaci host ala causa de la independencia smericana™ lad del control ju no pasaha pot la autonomta dl Bema. El poder usteleond 6poca, precisamente de dominio liberal , iveles re tecién fundadas colectividades politic: Seunae eee cara as, Por eso, para que el control social e trae Estado, ladara a una organizaci6n nacional suprarregional, como debta ser el Groot pretendis establecer el fundamento mismo de la soci En su obra es primordial el rescate de la herencia colonial Manuel Restrepo, su relato no toea el periodo republicano. La Cale, tenta los elementos necesarios para consteuit la nacién colombiana y Is ele tenia el papel principal en la tare de la “civilacisn’ y “el progreso", De seve a este planteamiento, los individuos debfan estar supeditados a un orden tnsuconal que no pola se otto que aque iniciado en la Independencia pe ques aovaba en a herencia que habia dead en el ps la presencia de Eepatay qbtPluma polémica de Groot estaba encaninada a rescatar la labor civlzado- a iglesia su importante presencia en lareaidad cultural y socal colombia msi descripciones y explicaciones trataron de comprobar a cada paso que: ‘A ‘iodide que la sociedad civil progresaba en el Nuevo Reino, el espiitu piadoso arrollaba con la fundaciones religiosa y obras pias”, La presencia de la lees eSabsoluta al lado de todas la gestas“civilizadoras" de Espafa, Esta participaci6n. Farc® seein lla realidad polttica, cultural y social de la Nueva Granada convi- ee eneel elemento inmutable de esta sociedad. La religin catélica era el hilo luctor entre la Repablica y la Colonia y ol medio a través del cual se pod iedad colombiana, ya diferencia de 26, José Manuel Groot, Hi eclesidstica a x , Historia eclesi 'y evil de Nuewa Grrmada, vol. 04, Hed ect Nn to José M, Groor, Historia elesistica, vol. op. it, p 387 2 do. El podet institucional del Estado en «oe iar ]a verdadera herencia cultural que garantizaba la continuidad temporal f iblica cake x isipeeeaevas sobre el pasado expresaron los enfrentamientos «de la época. Mientras predomi waron los liberales las referencias ala Colo- bt ertias, De Plaza, por ejemplo, defendi6 la importancia del individuo y fibertad como factor furxluuental del progreso. Estas apreciaciones estabana pete feformas ejecutadas por los liberales a mediados del siglo y con ellas se Mrundamentat lslimitaciones de lainjerencia de Ia Tplesiaen el Estado yen ial politica del pats. peo a vay ea aneahatictuc panto polémica yenftentamientos Peto os la caracterizacin de los origenes de los partidos politicos que ya niciado sus contiendas. Al respecto es fundamental la obra del general "Posada Gutiérrez quien redact6 sus Memorias historico-poliicas (1865 y ol ealot desu oposicin a los acontecimientos de 1848. En este period as fis se constivuyeron en un mecanismo para aclarar situaciones, para justifi- ami zara los contrincantes. a Ne ran los testimonios de los testigs presenciales, No sexta- encontrar que en este periodo de la historia nacional eolombiana, cl pasado se x forjado a través de las precisiones y las controversias que planteaban las me- Tas cuales dejaban al descubierto una forma de concebir el quehacer hist6- "como lo habfa consagrado la publicacién de la Historia de José Manuel Pero como se indic6 anteriormente, pese ala proliferacién de este tipo 3s, elesquema fundamental interpretativo de los origenes de la Reptblica por Restrepo no fue cuestionado™ Posada Gutiérrer se inscribfa en un pesimismo acendrado ante la he- liberal, él que habfa sido participante en las guerras de la Independencia smpartido sus esperanzas. Nu obstante, de este rasgo caracteristico de la fel general Posada Gutiérrez, interesa sobre todo destacar el tipo de concep- € la historia que se despliega allt. Una aproximaci6n a las Memorias de Posa- ubre cémo el militar compartfa con Joaquin Acosta, José Manuel Grooty nio de Plaza no s6lo su concepcién de Ia interpretacién del pasado sino Ja finalidad de dicha interpretaci6n. En este aspecto, Posada Gutiérrez ‘que el relaro del pasado tenfa la funcién de un tribunal: us io contradictoric jido entre el Gobierno legitimo y la Rebelién {--] la Biche donc cnc roe ase lar tecebae enna “Eel silo x. pubis im ntmero considerable e“emora" por parte de mcs de esaterescie In prise ator a Replica como Franco de Pula Santa aalas manors soe Clb Nueva Granada (183) ]ot Mara Obed, erelatia (842);Foncco St,Mi dacs conc pea dese (B41) Jose Fao Lopes Memartst (1857) vse Mata spinose,Recuerasde 1510-1819 (1870) Ct Jorge Melo Larus hinéacacnla Rep” Ob FP 6 ‘encos la faculad de dirini a compete.) Por tanto en et uci que dy CAPITULO Il galardén al justo fool oerebio sobre el culpable, no hay mas que dos ject - ‘competentes para fallar en definitiva: Dios en el cielo, la Historia en la tierra, 4 » ‘Tenemos, pus, los contemporincos el deber de stra la Historia con escttes ver ICIONALIZAR EL PASADO NACIONAL gps aue le srvan de derrorero, para que pueda encontrar el rumbo por entre los esol : le la mentira®. Pero también crefa que la historia podta sera férmulasalvadora de unas itos histéricos del siglo xx eran obvias: construir ci6a fan ertica como la de mediados del siglo xx para el grupo que respaldales Ber iar by cane depo: ae l, como partcipantedelasluchasindependentstas, epresentaka.Alsenei 1 on ao enc y legitimidad que cubneran por igual a el error podia proponer el camino certero que deberia tomar la repdblica, el ey eae ea ray cultarales que abareaba el pats. Su labor consistié tenia disposiciones muy claras: eglonés Be ctiva de pertenencia yorigenes comunes que debi impo- Examinen los hechos y sus consecuencias, y dando algunos momentos a telex ete ta realidad de una sociedad plural conciensiua,piensen cuilserdel inde esta oceladdelanee tent joven oa se al i ticho mis precisa rat del triunfo del proyecto seperanza,empujada al ateismo, haciendo de Dios un problema, del alma tina menting Bl suet von en los afos ochenta del siglo x0x, que perduraria en el poder de la Religion una comedia; la desmoralizaciéa cundiendo; la Repablica osclancle e en Gal Partido Conseivador hasta 1930. Con este triunfo se ‘cor en roti de sistema en sistema; los partidos asesindndese alternativarnentes Tepes de la integracion nacional que se mancuvieron incSlumes patria agonizando sin alivio y sin esperanza hence eee ceray6 una serie de imagenes sobre el priodo fa que result6 derrotado en la pugna por el poder. El iberalisano como Nites cae ins con sighos negativos y abandonado al ostracis- laherencia espafiola y Colonial estaba muy cercana a sus apreciaciones del desens Pemoria nacional hasta los afos treinta del siglo xx; aunque ello no volvimiento de Ia repiblica, La postura nostlgica de las Memorias captaba muy ssuperaci6n de muchos de los lugares comunes consagrados por la Rege- bien la necesidad de precisar los origenes de los partidos en contienda, que el ec general Posada remontaba hasta 1826, Sin embargo, destaca en estas reme- Tosacontecimientos trauméticos de la guerra civil de los Mil Dias (1899-1902) moraciones la perplejidad que atemorizaba a algunos miembros de ls colectivida ride Pasiaind (1903) marearon Ia entrada de Colombia en el siglo xX. es liberal y conservadora después de movilizara “la plebe”, encauzada a mediados o inicio de siglo sirve de contexto para rastrear la problemética acerca de del siglo, por los gobiernos de José Maria Melo y José Marfa Obando. Inicio de una Pnacional colombiana. En este periodo resalta el ascenso y el predominio de las caracteristicas recurrentes en el accionat polftico colombiano que se mani« fupos dirigentes en la esfera de lo econémico y lo pulitico cuyo desenvolvi- festard con extrema claridad durante los acontecimientos de 1948. 4 fo indicios de que tales grupos no tenfan como horizonte un espacio na- Queda en claro, entonces, que la escritura de la historia practicada en el st0s procesos ratificaron a fines del siglo xx la necesidad todav{a palpable xix en Colombia participé de las luchas ideolSgicas a partir de una concep astrisir una nacisn como parte complementaria del Estado levantado bajo los historiogréfica en la que el conocimiento del pesado fue fundamental para guiarla i Aaccién del presente. La aproximaci6n al pasado no era solamente un ejercicio de inio politico y econémico como aque! puede explicar el modo en. erudicion sino que constitufa una herramienta de justificacién y de orientacién de ntichas producciones intelectuales surgidas del seno de algunos grupos tra~ lapolitica, Ademés, a fundamentacién del proyecto politico requeria establecer ¢l dar una posible definicién de los elementos constitutivos de la et ‘origen de ese proyecto y asociarlo con el de la Reptblica y la nacién sobre la que imgenes y los estereotipos que produjeron sobre la composicién de a uerfa incidir; por eso, el conjunto de estos escritos histéricos constituyeron porst itorio manifestabau ciettos prejuieos y perspectivas acerca de Ia nacion Tectura del pasado nacional y su entroncamiento como justificantes de la Repébli- gan, Esclarecer estas representaciones plasmacias en textos puede ayudar a a de Colombia, los barruntos del canon de la escritura historica nacional. at de cietta manera, los conflictos sociales desarrollados a lo largo del siglo ieron la necesidad de la unidad nacional através del fortalecimiento 20. Joaquin Posada Gutiérer, Memorashistrictltca, vol, Medelin, Bedout,sfp- 8 lo tenfa que darle una forma al pasado nacional e indicar cual era su. a. Ay esencia porque la memoria del pasado nacional habia caldo bajo el i‘ 6 ‘monopolio de esfuerzos individuales y prividos en el sigh fi rivados siglo xix. A esta tarea 5 trex6 la Academia Colombiana de Historia somo ente encargado de fomentsrqt estuis histéicos en el pls, de orientar ks contenides de la enschones ie stoi en dos lanl euctivosy dela eon yenniquecinient deo co vos de la Biblioteca Nacional, el Archivo Gen. laci Me vosde ie eral dela NaciGn yel Museo Nec Los presupucstos bajo los cuales se cred la Acadei ‘ alesse cre¢ la Academia indican que la his juega un papel importante en la constitucicn de sentimientos de ate a conocimiento del pasado conitituye una fuente de legiimacion para ln ace due inculean valores y normas de condita tal como sucede con Is ore civias, las conmemoracioneshistéricas, la cnnsagraciin de los simbalos mans esau dereconociminto, Al mismo tempo, estos ejetleos etahee ron un mausoleo nacional en donde descansan los he leo one ee los héroes que personifican leg dh PEat de os lowes, el paulatin sslamiento de la Academia en el ébiy er meer spent desde los atlos Esser plantea la necesidad a ex nces de esta corriente que fo i escritura de Ia historia en Colombia. a ae ‘Los caracteres de la Academia Colombiana de Historia La constitucién de la historia como una disciplina auténoma en latineamericancs ene una estrecha gain an eceehone ros alte «.institueionales que tuvo la “cultura letrado” en el Ambito de ls sociedades de Inéziea Latina, Puede notarse que en comparacin con insituciones similaresen elsubcontinente, la apertura de la Academia colombiana es tardfa, La fundaci6n. del Instituto Histérico y Geografico de Rio de Janeiro, por ejemplo, se. remonra a 1836} el InsticuroHistsrco y Geogréfico de Uruguay fue fundado,asemejanca de fel en 1843; [a Facultad de Humana de a Universidad de Chil, donde (ior Jugs un papel central, fue inaygurada en 1843; el Insiuto Histo y ieuttiico del Reo de a Pata fue fundado porBartolomé Mire en 1854 la vecin be ‘tale en 1888 la Academia Nacional de la Historia a través del esfuerz0_ aur lo Rojas, pea No rae peter de vista que pese a las pi de le e208 corporacioues lel conocimisnto, en general, predomin6 sobre ells elaislamientoy la brevedad de su existenca, aunque hube sus excepcones st la Academia venezolana. Thies corporaciones tenfan como una by Principales metas crear condiciones propicias para abordar el pasado. ESOS ntros serfan los ilares de las formas de asocisciGn y produccién del eonocimieh~ teen tomo al tema del pasado nacional La produccién de aquellas agremiaciones intelectuales del siglo xx estuvo i- #ada.alos vinculos privados en los temas que interesaban a sus miembros, general- ‘mente biografias de hombres unidos a través de azos familiares con el biggrafo el 46 serer excepcional que le daba a ciertas narraciones la proximidad temporal y inal del autor. Estos lazos fueron la base de la distribuci6n y difusi6n de los fnentos hist6ricos y de los libros de historia, La producci6n de conocimientos | pasado nacional se basé de antemano en un ejercici privado cuya circu- ificilmente sobrepas6 la esfera de aquellas asociaciones, aunque el cardcter taro de estos trabajos para las faenas de afianzamiento de los Estados y ls ones le abrieron posibilidades de expansion que solo en el siglo xx permitieron, lidacidn y el establecimiento de Ia investigacién hist6rica y de normas trabajo. En este sentido, se distinguen, sin duda, dos esferas en la titueiGn del pasado nacional: la de la produccién de este conocimiento, re- ida al Ambito privado de los “primeros historiadores” nacionales, y la pablica, jada alos vinculos entre el poder politico y los hombres de letras. ‘spirit en el cual surgieron las asociaciones de intelectuales en el siglo xtx, ticularlos salones literarios cuyas orientaciones también abarcaron a los ins- de Historia y Geografia, marcaron el interés de constituir un lugar de asocia- erente al ambito pablico de la politica. A pesar de este propdsito, era inevi- Japarticipacién de sus miembros en el mundo de la politica. La caracteristica jercicio de las letras era la de ser un instrumento de la politica en las nacientes, epiblicas latinoamericanas. esde este contexto, la escritura de la historia en el siglo xx fue un ejerciciode nbres de letras. En esta época en América Latina no se definié de manera a. el ejercicio de la escritura de la historia como un mbito distinto al de la eratura. Esta problemAtica compleja plantea una encrucijada de relaciones mu- sambiantes entre la literatura y la historia que se tocan en las aspiraciones bas tienen de integrar las experiencias vitales individuales o colectivas. Eu punto, es importante recalcar que en el mundo cultural latinoamericano la felimitacién de los campos de investigacién, en especial en el émbito de las huma- #5, es el resultado de diversos procesos de modernizacién que se vivieron en 2%, los cuales orientaron la interrelacién entre los objetos de estudio y las sconceptuales, escritura de Ia historia hizo parte del compromiso de los hombres de letras prendieron la escritura como “un servicio pablico” en tn momento en el ‘ntelectuales” eran al mismo tiempo “Iuchadores y constructores", como Pedro [en fquez Urefia, No era extrafio que a mediadus del siglo xm% cl de escritura de la historia sirviera para tomar partido ante la situaci6n ddiata ya que muchos textos tenfan como tema los acontecimientos préximos tlcinpo. For eso, tanto la literatura como la historia, tales como se entienden. tualidad, tenfan fines morales; es deci, pretendifan formar y educa, de abi lmminaran en estos escritos las acusaciones morales y polticas. La escritu- eneral, tenfa como misi6n contribuir al “engrandecimiento” y *civiliza- a patria, Las consecuencias para los relatos histéricos en este clima de S@ expresaron en los modos en los que representaron la realidad. La mora- a lizaci6n debia estar acompafiada de “una imaginacién viva y una ardi¢ sia’ para que el historlador pudiera conmover los sentiments: El ee hhechos" debfa tener un tono dramtico que permitiera despertar interés en tory que e grabara con faclidad en su memoria® ns Los autores de los primeros escritos de historia nacional en el siglo xn ti vatas foun para poner de manifesto la presencia de la eserapblic y privet ot sus elaboraciones. En algunos casos, hombyes de letras participazon enel es dela politica nacional, pero fueron méslos cue encontrannn un espacto parses adelante la organizacion de entidades tan importantes para el oficio de la hist como las bibliotecas pablicas los archivos. La rlaciones particulnres que sane nfan entre s{los miembros de estas asociaciones permiten hablar y detcerarrail ’ de hombres de letras que al mismo tiempo, raztciparon en la consolidacion fens Estados nacionales®. Con frecuencia, las historias nacionales del : eseritas por hombres que participaron del mundo politico y de la co Jos. Estados: ‘que le servian de sujeto de estud:o. De cierta manera, esto coadyuyé; la creciente importancia que se le adjudics a‘ dfusiGn de los conocimientos his, ricos como elementos fundamentales en la crracién de una “conciencia naciona|™! El surgimiento de entidades pablicas dedicadas exclusivamente ala préctica hist6rica es el resultado de la consolidacién y modernizaciGn de la administracion estatal Esto quiere decir que a pesar de la existencia de las asociaciones privad eupadas con el pasado desde el siglo xm, la escritura de la historia de manera institucional est referida a siglo xx en toda América Latina. Las agrupaciones de 32. CF. Andrés Bello, “Investigaciones nial dels espaioles en Chile, (1844)*, en Obras compleas, Caracas, Ministerio de Educacién, 1951, Pp, 190 (Obras completa, xX). Pedro Henriquer efi, Las corintr lianas n aA nriquer eta, ens América Hi eee Chale Meco, Fondo de Clara Eeonncy, 1949 Rf eee ; en el siglo 0x, Maryland, Latin American Studies Centr 1990 (Lain American Stun Comers f° Tan En Ames Es el caso de Vicente Quesada reussac en J Bite ear ac are ete y Pal ‘Argentina como directors dela (li de slaanos des micmbros espe de lo presides de xa nation Canpogcarce: sto indcab a presencia politic y tic de los hombres que aceedieron 1 es08 saggsome el code Rado Leveneen Argentine, Gen Arcniegs en Colombia oo 34. Elcaso argentino es eemplar ene estableciniento de estas elaciones, loen ls figura de Bartolomé Mine, sn lvidat ls seialamientoshechos bre Jone Manuel Resuepo.Tambie® cao nagtante tener en cuenta lasituacion de los historiadores chilenos. Cf Pablo Buchbindes "Vil ils iad sincones pleas y elas profesional ens ogee aioe ee ‘ia en Bolt isinus de Hiss Argent Avnencana “Dt Bao Benguet: Bros A) Serie, N® 13,1996, pp 59-82. En un rono tradicional crefljan los elementos dela configuracion © a disciplina hist6rica en los datos que oftece | icardo Donoso, Diego Barros se nate sins wach Sa a 8 1 siglo x1, en sfmismas, no configuraron un “campo auténo- Eoin porque suicumbieron a los vaivenes de la politica y de los oF josen disputa, ademds de las dificultades propias de la nexistente especial 10 as diseiplinas, Por eso, cuando ya se consoldé el triunfo slido de algu- oe proyectos en contienda en la segunda mitad del siglo xx latinoamerica- si6eel clima favorable para que se pudieran fundar instituciones “modernas de construir un pasado nacional. so de fortalecimiento de los Estados lev6 a desplazar la injerencia de seeciaciones privadas en un émbito pablico como es el del pasado nacio- mice puso de manifiesto con la creacién de las academia de historia, las tenfan como precedente, en general, una asociacién privada’. La concep- UL Estado tenia del trabajo que le encomendaba a las academias es explt- as funciones que eles comisionaron: protege las rliquias hist6ticas, con- jpreparat los dias conmemorativos, promover el respeto de los simbolos os, preservar en Ia memoria popular a “los artfices de la nacionalidad” me~ Se cseatuas y placas conmemorativas™, En sintesis, estas instituciones eran: Jinterlocut jadas tanto para ser destinatarias de fondos estatales para la Pent documents conse tte pra ser considera fhutituciones idéneas para dar una interpretaciGn oficialmente valida de sucesos y per- ‘sonajes del pasado”. colombiano siguié aquella linea de modernizacisn y creé en 1902 itucion que debia organizar y regular el conocimiento hist6rico: la Acade- slombiana de Historia. . ‘Ta Academia es el logro definitive de varios intentos fallidos para consolidar eiaciones académicas" que impulsaran “el progreso” cientifico y la educacion, Jo republicano. Los fracasus ieiterades de las “asociaciones académicas lustros de la vida republicana colombiana no s6lo se debieron a las Aue croc Argentina abi aso Junta de Hikoray Nomisméin (1893) dia en 1938 como Academia Nacional dea Historia, por ejemplo. CC. EI*Decrerodisponiendolacreacion dela Academia Nacional del Historia de fecha bre de 1888", en Hisoria dela istriogrfiavenecoland. Texts paras edi, sl, introds Carrera vo. Caracas, Universidad Cental de Venezuela 196, pp.274-275 (len als 1); Aurora Rabin, "La fundaci, employ la defnicion dels rasan Retcionales, Bartolomé Mitre (1901-1906) yEnrique Pei (1906-1911)", en Academia Nacional tla Historia, Lat Junta de Hiaria y Nuonisndtica Americana 9 l mouimientohistoregrfica en (1893-1938), vol.1, Buenos Aes, Academia Nacional dela Historia, 1995, pp: 23-59: los a Acadia de Gaga ¢ Historia de Nicaragua’ on Rove de a Ace de tora de Nicaragua (Managua), segunda €poca, somo xv, 1998, p. Alberto 8 qué actividades desarolla fa Academia Colombiana de Historia”, en Academia lade Historia. 70 avs de su fundacén 1902-1970, Bogots, Kelly 1972, p55. Femando Devoto, "La ensefana de la historia argentina y americana. Nivel supeiorY studios de caso”, en La Jota de isoriay Nuns Americana, opt Yo! e dificultades propias de unos lineamientos disciplinares en ciernes sino también a incidencia de las condiciones econémicas ¥ politicas en el pais. Tales aputos vivieron por igual del lado de las ciencias naturales como en las humanidades, embargo, los diferentes proyectos asociativos configuraron una linea de contin dad que se fraguarta a la par con la consolidacion de un Estado nacional. Ex aso citar aqut como ejemplos de estos rasocs de continitidad a las dos sociedadey cientficas ms antiguas del pats: Ia Academia Colombiana de la Lengua (1871) la Sociedad Colombiana de Ingenieros (1887). a Desde los intentos de apertura de In Academia Nacional (1826), los fundado, res e impulsores de tales proyectos asociatives, fuera la iniciativa del Estado o de log ‘grupos de “ciudadanos”, tenfan como punto de partida coincidente una serie referentes cuyo eje central de su constitucién se basaba en la presencia de “hom, bres eminentes” o de los llamados “patricios de la Republica”. Tal consideraciGn se fundaba no sélo en la creencia de que estos “hombres” tenfan ms ilustracion y ‘conocimientos que “la mayoria” de la poblacién sino en el criterio de que ene: ban los “auténticos valores nacionales”. Los hombres de letras no sélo tenfan la autoridad de conocer de cerca a “la civilizacién” y presumir de “civilizados"® sino que el conjunto de la sociedad colombiana debfa aprehender los valores de aque: llos hombres que representaban por sf mismos los modelos que debian guiar al conjunto de la sociedad colombiana. : Esta normatividad tenfa expresin concreta en el valor social y la manifesta- cin de poder politico que alcanzaron el dom:nio de “los misterios de la lengua”, de lagramética y de las leyes en la sociedad colombiana de fines del siglo xix. Este uno de los componentes principales del pericdo hist6rico colombiano comprendi- do entre 1885 y 1930. Un buen ndimero de las graméticas, diccionarios y gufas para escribir y pronunciar bien publicadas en este perfodo revelan la autoria de perso nas prominentes en la politica; en este aspecto, comparto la conclusién del histo- riador briténico Malcolm Deas quien afirma mo: “Para los letrados, para los bu- récratas, el idioma, el idioma correcto, es parte significativa del gobierno [..}5 Pot 0, para ellos lenguaje y poder deberian permanecer inseparables™®, Es evidente, entonces, que la fundacién del orden normado por el ejercicio de la escritura per” itis la constitucién de un espacio cerrado sobre si mismo, que podia ser contzola- do y sus miembros podian ser reconocidos.. A partir de este principio implicito en la conformacion de las asociaciones que Podian producir conocimiento en el siglo xix colombiano, se generaron fronteras 38. CE Diana Obregén Torres, Sacedades clenficas en Colombia. Lanvencn deus rai 1859-1936, Sanafé de Bogor, Banco de I Replica, 1992 39. Asumo estos concepeos desde la perspectiva que desarola el estudio de Frédéric Mart ‘nes Elnacionalsmo cosmapoi, op. it 40. Malcolm Deas, "Miguel Antonio Caro yam gos gramsticay poder en Colombia" en Dt oder a grametia ors ensayes sabre storia, poltcay teatrascolombianas, Santaté de Bosot® Tercer Mundo, 1993, p. 42. 50, re delit las zonas donde se desenvolvfan los criterios de pertenen- aie deta zona incomprensiblese inaecvadas para la sormativiad tdlppleciczon'!. El cultivo de la lengua y el ejercicio de la palabra esrita ese para afianzt el poder en un medio socal y cultural como el de a ana fnisecular, sino que permitioestablecer los azos de conti- Ec iorvherencia especica, la espafiola, que definia la esencia de la na- sa sede replica que estos hombres de letras deseaban. fos mmociativos en el campo de la esceitura de la historia en el siglo Leg fueion paces. El primero que se llega plantear se debi6 a la inicia- i aria Vergara y Vergara, que concibi6 al mismo tiempo la creacién de ade la Lenguayy una Academia de Historias sin embargo, sus esfuer- ae timo punto no fructificaron. En los aos novents, Jorge Holguin se filidos proyectos de creacién de una Academia de Historia Patria Tas criss polticas de esta época sélo pudo ver la luz en 1902, Mi ictativa de Petco Maria Ibex, la postre nombrado Secretario Per- Academia, yde Eduardo Posada; ambos autores de obras sobre el pasa- ci ord. reaidat Hla tradiciones nacionales” yla“ampliacién de los conocimientos En elarticulo3 de los Estatutos de a Academia Colombiana de Histo- in ma que: rd tare exencial de la Academia [..] procurar su creciente conocimienco {el de la Mil y su eas enseianca, yen despertaryavivar el interés po el pasado ia can ormnnenee citer de imparielidad y exacicud, honrando y 46n de la histotia implicé una actitud vigilante hacia los “recuerdos de otis, los cuales guardan con veneracién los pucbles culos, como con~ n las familias el apellido de un antepasado"'. Con base en estos puntos de {conocimiento histérico que organiz6 y dirigié la Academia buscé “toni- ittudes, vigorizar el respeto por los patricios meritorios y explorar nuevos dé perfeccionamiento espiritual y material”. Pero también pretendi6 fo- _CeBents ones Stepan “Ls digs excuse Pau: onions amis en Ess Reva delineates tears (Carats), 2803,N*5, 195, a Patio deserito de dos maneras dstintzs en Fernando Vallejo, Chapolasnegras, Santalé wna, 1995 y Rubén Sierra Meifa (ed.), Miguel Antonio Caro lacultura de su epoca, iad Nacional de Colombia, 2002, 8 Lee Lopes, “Qué es y qué actividades desarrolla la Academia Colombiana de itp. 35, “ figul Aguilera, Laensanca de la iseria en Colombia, México Insiito Panamericane ee 1951, p. Bushes ‘escrita por encargo de la Academia Colombiana de ra miembro cl autor st mentar como *caminos del petfeccionamiento espiritual” cin, ya que la historia es “purgatorio” y “sitio de comper ensefia {C-] tanto més cuanto mejor se conozcan ls virtudes eiudadanas de lo hé ¥ varones insignes que gracias a'su amor por la Rey iia siudadana digna de er imitada la mals aes oo normas religiosas y a preceptos de simple equidad srandeza del renunciamiento y de la abnegaciSn, y de uenes I abveacin el renuncamierp ge impreg isfonaveen oe que a fuerza de pregonan La orientacién que le imprimié la Academia a convirtié a la historia en una sentimiiento pattio los historia, cumpliendo ee i6n de la Academia. equisitos para ser miembro de la entidad sentaban por escrito la nece- ‘mostrar “un interés manifiesto par la historia’, el desenvolvimiento de lo demostré que también era importante pertenecet @ er es odel émbito politico. En este aspecto, la Academia man 6 scutetio de asociar la erudicién con el poder politico; aunque en muchos ge i erudicion era un requisitosupuesto. Aso corrobora la vinculacién como guembros honorarios de la Academia del expresidente de la Reptblica, Eduardo fantos, nombrado desde 1962.como Presidente Honorario Vitalicio de la Acade SW, pp.20-21, AG. okt Velania, Un glo de his clombiow Cie ato dela Academia : Us ci ie is dea Acadia Col Bia de Historia, Sante de Bogots, Academia Colombiana de listed Ole ao 2 qe lleva cousigo la a aus leva cousig) ta obedient ilstrar el evento con ca nen el ft canola tunieron ottos expresidentes del partido liberal como Alberto Lleras Mp, Catlos Lleras Restrepo y Alfonso L6pez Michelsen, que segtin el eriterio fe ademia pertenecfan al grupo de “los colombianos ilustres cuyos conoci- psy elevada jerarquia, asf como su comprobado interés por los estudios hist6- MoS ermitian adquirir esta encumbrada distincién institucional, Por ende, eel trabajo de la unificacién de la memoria nacional figuraba como una Iareas del Estado, tales labores quedaron circunscritas a un Ambito privado. cademia Colombiana de Historia fungi6 como institucién oficial porque 'y patrocinada por el Estado colombiano. El Estado entregé dineros ublicacién de los trabajos de la Academia, para los salarios de algunos dela Junta Directiva y de los empleados basicos, asf como la habilitacién fio de un edificio que siviera como sede permanente de la institucin, La 28 de septiembre de 1909 decreté: ilo 1 1a Academia Nacional de Historia tendré el cardcter de Academia Oficial, y ixerpo constltivo del Gobierno, sin que por eso se le prive en manera alguna de su a. il 2, El Bolerin de Historia y Antigiledades y la Biblioteca de Historia, se conti- aran publicando a costa del Tesoro Nacional. lo 3. Destfnase In suma de dos mil tescientos pesos anuales para gastos de perso- teil dea Acadia], Enlaley de Presupueso de cada vigncaecondnica A esta partida en el Departamento de Instruccién Publica". Academia adopté un rol directivo con respecto al establecimiento del pa- onal. El principal objetivo de esta labor descans6 en la consagracién de hiento y organizaciGn de estattuas,placas yfestejos conmemorativos, has- fcaciOn de los archivos nacionales y la produccidn de textos impresos*. Dares se convirtieron en los principales ejes del desenvolvimiento 24 de128 de septiembre de 1909 porla cul se reconoce carter oficial ala Academia Historia en Academia Colombiana de Historia op, cts pp. 13-14. +Resoluicién N® 115 del 9 cle mayo de 1902 del Ministerio de Instruccién Pablica estable- deta Acai, Imada hasta diciembre de ee ano como Comistn de Hist les Patria, y le asigné las funciones que debfa cumplir: “comaision de hombres doctos ¥ uya solicitud confiard: el estudio de las antigtiedades americanas y de la Historia Patria elallegamiento-y andlsis de los materiales propios de tales estudiog; I fundacién Jlaunento del que existe en Bogoslaregl,conervacion y formacin de ls achivos osc propia particular cuyes duet querangenerortmente ponerios &psiion Se paralosestudios antedichos ta dreccion dela Bibonecs de isis de Clos, co me est ya en prensa qe has irda paasacar lurks manuscitosvaboss servi le mon mentor httkos asco en cunt ell coresponda al Ramo de Pala yl esudiodlosiiomas, ratiiones,asosy costume dea bus indigenas 0p cual solar prevics perio dela, fa cooperan ds st 3 ‘institucional hasta los afios sesenta, cuando lz Academia fue desplazada en ages Wa risiis FalehctBA Gk Ge coyrobee tert" 995 Candela! Acar pam traspasé su Archivo Hist6rico a las instalaciones del actual Archivo General g Nacin, punts fos qu se vole asada a ila fundacién misma de la Academic se dio prior otras actividades, a la publicacién de textos. nt Sheen cel ‘ Estado designé partidas presupuestales para Is publicaci6n de un érgano de dig siOn oficial de la instimucién, coma fue el Bolecn de Histaria'y Antigedades, se exponen hasta hoy los adelantos hechos pot los miembros de la instituciny a comp el sostenimiento de una serie de colecciones acotdes con los objetiveam tareas de la Academia. Esta produccién editorial constituy6 de suyo un aad hist6rico nacional establecido por la Academia y quedé plasmado en la publi cin de diversas colecciones como la Biblioteca de Historia Nacional, la edick Potenlita del Aychivods Franciseods Pala Sanfabsleola Basisecea Edierdg game tos, la Biblioteca de Historia Eclesiéstica, Cartas y mensajes del General Francsep ae Batti Sencander'y Docimentas inéditos para la historia de Colombia, Ea 2 libros de historia nacional, dividi 2000: 40 ie lidos entre 19 colecciones y 807 edicio. La Academia también demared su presencia en el Ambito piiblico nacional. cardcter de insitucién oficial del Estado desde 1909 hasta 1958 le permitié conso- lidarse como una institucién decisoria en la esfera pablica. El gobierno encarg6 als ‘Academia la organizacién de las dos principales fiestas patrias: el 20 de julio yel ‘de agosto. Igualmente, la Academia se dio a la tarea de organizarfestejos como él centenario de la Independencia de Colombia;el centenario de la Batalla de Boy 4, ¢l centenario de la muerte de Simén Bolivar, entre otros tantos. Si bien est aspecto marc6 una de las caras pablicas de la instituci6n, el calendario cfvico r lizado por la Academia fue sobrepasado durante todo el siglo xx por los festejot religiosos. Otra de las act concentré en Ia creacién de los centros de historia regional. La Academia, entof és, rspulé cl eruloy ln ecoplacion de documentos de la Rstra rego centralizada particularmente en las capitales departamentales. El accionar de Is Academia en este horizonte, se dirigié a nombrar como académicos correspoM dientes a tres candidatos nombrados por los gobernadores de cada departament®) partir de este nombramiento la Academia attorizaba la creacién de centros historia regional o Academias Departamentales de Historia, de acuerdo a requis! tos preestablecidos; con lo cual la academia durante el siglo xx registr6 25 acade mias departamentales y 30 centros de historia, diseminados en el pafs. As{se rept" dujeron los principios institucionales y metodol6gicos de la Academia. 49. Gl Roberto Velandia, Un siglo de histriografacolombiana, op cit, pp. 20/-220. 54 sntros regionales de historia se crearon a semejanza de la Academia en de mas peso politico y ect mnémico del pats: Cali, Medellin y ‘Bogota. Un. 25d Tor dela improntainterpetativa del pasado nacional desrrolla- rcademia se manifesta en la importante presencia de los centos de sep antiguos polos colonials: Mompox, Cartagena de Indias, Qcafa, Mfunja. En ellos puede observarce como-se acepraron los criterios de vin Hi miembros ast como fos concepts metodobxics impulsadas Por ori también c6mo respetaron la molduracronolégica los nue i afc” que ya haan sido consagades como loe marcos tempore} ssi sona nacional. Lacteaci dels academiss regional no 369 ice ceproducecion de un modelo de “hacer historia’, sino que al mismo eer un “eredo nacional”, Pero quads el efecto més visible de surg conmsetdemias regionales no fue solo la reproducci6n de un modelo de Hon de a investigaci6n histérica sobre las regiones. xlos y publicados por los centros de historia regional busca~ rae autocstima de cada regina partir dela redencion yjusticacién de Balengos. Cada una de as regiones colomabianas debia tener su précer 0 ep a lo menos un grupo de "palsicoe” prestantes que demestraban su ssp ala formacién de la replica, lo que finalmence concluy6 también dio consagratorio de grupos dirigentes regionales, especialmente a t2- publicacion de memoras y biogafas®, A manera de ejemplo, puede Ta forma como el Centro de Historia de Manizales, cuya fundacion se “1911, ha desarrollado una especial y dligente exaltacion alos fundado- had y,en particular ala difusion del carfcrer igualitario y democratico ada “colonizacién antioquefia”, proceso dentro del cual se inscribe el laciudad®. teel wanscurnrde la Academia el pasado nacional consagrado es cohe- 1 el tipo de miembros que produjeron el trabajo de la instituci6n; sus provinieron del seno de las capas mas pudientes, generalmente encabe- rx presidentes, ex ministros, altos prelados dela Iglesia catblica y perso capas més altas de algunas regiones del pais*. espceto son importantes las sbvervacianes hechas or lorze Orlando Meloen "La rica en a Replies’, en Varios autores, Manu de lteranra colombiana, vol; BORO, MrunA Planeta, 1988, pp. 628-646. (51, dl caso detente en i vastainformacién que contene Ia extensa coleceén del “érgano ficial del Cento de Historia de Manizales, que se publica dende 1918, Et ait thin como la vinculacén de“istoriadoresprofesionaes"a un centroresonal ia permitio el inicio de una paulatina tenovacion de este tipo de perspectives en Ia la historia eyional ecient. Tambign es importante deallar el desenvolvimento de Seomola Academiade Historia de Antioquia, de Boyacs de Cartagena, del Cauca, de *jde Centos como cl de Santafé de Antiogia, Sonsén,Supia, entre otros diferentes ndimeros el Boldin de Historia y Anigiedadestraen una lista de los ier Danes la Academia yuna resena de los que ascenden dentro dela instituet6n “la 6 Las bases del conocimiento académico Elquehacer de los miembros de la Academia situs la consti ria como disciplina dentro de un marco metodol6gico. eas ital recogié, senté y difundié las bases de una prietica y una visién de la histone a predomin6 sin oposicién ni disensin internaen la primera mitad del siglo ey Ge preocupacion permanente en este sentido consistié en el reordenamiento a fuentes documentales yla publicacién de algunas de ellas, unido ala organisa de los Archivos Nacionales que permit el deplieguede un trabajo factual dace de cAnones establecidos®, Estos cinones se referen a una orientacion mesos lgicamente documentalsta y positivist; es decir, aquellatradiciGn empirise renfa un marcado interés por buscar pruchas documentales para defini desde alfss hecho hist6rico,y con lo cual se le dio un sello caracteristico ala conformacign las pineras expe dela dcilins istca el pats "es principios del siglo xx el cultivo de la esritura de la historia addoptd aquella tendencia que ya habia madurado en Europa y los pata Lahistoria positivista y documentalisa consagré unas reglas que debfa seguir tod historiador para alcanzar un ideal epistemol6zico: el de la objetividad. La acepy cin de este modelo epistemoldyico y escriturario permitio que simulténeanreate se conformaran ciertos modos de aproximarse al pasado, La eonsagracion de abjetividad como el ideal al que debfa plegarse todo el trabajo de a escriturn dell historia. La tareaestablecié una normatividad que permiti6reunir los eriterios sue ficientes para distinguir los textos historicos de ot. i 0 tipo de aproximaciones al pa: sado y asent6 los fundamentos sobre los que se constitu “Asoc Historiadores” como verdaderas. cocuniasdet aendnen | = alone ‘Academia tiene tres clases de miembros: honoratos, nunerarios y correspondiente se incorpraa ‘falecen, En esas Iitasse puede observa esa tendonca pemanentedela Acalemia. 33. adel época Colona habia dsintas pretensions de mantener un acopio de ain magne teen ara Clan concen chs independent es apes objetos que srvieran diectao inditectamente a formar a memoria ee ial oboe 'yse encargs esta labor a los distintos sectetarios de Estado. Hasta 1868 Soeur tolaesiainfrmacénen os Archivos Nacionales de Colo peolsicites dees (1898). Sobre todo eta tina obra ruvoruna emplia eirculacion en América Latina tuna importance gua de trabajo, haveichGs cum a 56 femin impuso un pasado e instauré una tradicién hist6rica através del eto de ciettas obras y autores que admitié como fundadores de esta He Academia glorifies escrtos decimonnicas como ls de José Manuel ie Maria Vergara y José Manuel Groot, en particular por Ia afinidad + hacia el pasado. Ells les brindaron los héroes a trata, la imagen de He yutasenisticas los perfodos importantes. La visin en torno ala mela y cultural de la naci6n, y de la cultura colombiaua esborada en hacia el pasado nacional, fue asumida como suya por los yximaciones arcadia, Estas nterpretaciones fueron las bases de las perspect sen el proyecto regeneracionista. aaa f ties y preferencias que centraron Ia atencién de los miembros de a Msmoel periodo colonial y la Independencia por ejemplo, fueron abor- + Gede la recopilaci6n de fuentes, de biografns, que a menudo se origina- Helacién de parentesco entze el escrito yl personalidad biografiada. Por i fembién predominaron Tos temas concemientes a los acontecimientas fy militares; destaca la tarea de precisar detalles, de ubicar el accionar de sado personaje en un momento dado o establecer el origen de los nom- feciertas pablacignes o lugares geogréficos, pero sin cuestionar los paréimetros fadoptados de las obras candnicas. Debido a la metodologia que acogie- bas producidos porla Academia, se obvia todo andliss socioeconsmico referencia explicita alas problematicas contempordneas. Si bien estas pueden sercrticadas desde una perspectiva temporal posterior, no pue- folvidar que tales perspectivas y sus ausencias estén fundadas en la ho- geneidad metodiolégica de los trabajos publicados por la Academia y la cons- nade las consecuencias més notables de la creacién de distintas corporacio- ‘como las academias de la lengua, mésica, bellas storia, fue la consagracién de los gustos, los ideales y el patriotismo de s dirigentes que mitificaron ciertasindividualidades ejemplares. Estos in- 9s sintetizaron en si mismos los rasgos esenciales de la comunidad nacional y - tambien “la responsabilidad historica” de la Repablica. Por este ‘establecieron los modelos a los que debfan referirse los individuos cuan- Bnire 1902 y 1952 de més o menos mil arefeulos publicados por la Academia, e] 29% = xo dela Independencia, el 25% al Descubrimiento ycivilizacionesindigenas, 23% al 1550-1810, el 12% a la Conquista y 119% ala Repablica, sobre el siglo xx no habia -Estatendencia en 1966 habia aumentado ya que sobre la Independencia se ccupsba do se evocaran los sentimientos de la pertenencia a una colectividad nac las conmemoraciones vies, con lo eval se dio paso a la RA eee ee “i ifusiGn y la incorporacién de los esfusraos de ine i EO a doire cloons de a naires Getied eoa “DLR de Gasman, "Brevesconsideraciones sobre os ines de a educacin’ en E1Reperto~ (Gogotd), N84, enero-ebrero de 1882, p. 11. 2

También podría gustarte