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ODIN DUPEYRON amt qd colorin colorado | Beleste cuento “Gra una noche muy frla, tal vez la més fria de todas las noches” Con estas palabras comenz6 todo. Prologo Utiizando muy talentosamente la estructura de un cuento, el autor narra de manera fiuida y amena un ramillete de hermosas sretdforas de la introspeccién. El autoconocimiento como piedra angular de la maduraci6n emocional y en iltima instancia, de la sabiduria existencial. Pero todo este proceso es descrito de manera realista apelando ala fantasia s6lo para dar el aderezo alegérico que Po™ ‘ita comprender el drama interior de quienes se atreven a develar tl enigma de s{ mismos. De quienes renuncian, en un momento dado, a ser personajes de un libreto escrito por circunstancias hhistoricas, prefiadas de la inercia del pasado y con conciencias extorsionadas por prejuicios nunca antes cuestionados. Se puede decir, en una sintesis extrema, que este cuento nes relata in dolorosa y al mismo tiempo, maravillosa transicién del prejuic Gio al juicio, de la enajenactn a la litularidad de la existencia Cognos ipsi(Conéeete a ti mismo) como la clave fundamental ‘Asimilando nuestra historia y acompafiéndonos siempre, podremos asumir plenamente nuestra responsabilidad Ptistencial y por tanto, la titularidad en nuestra vida, Cada uno fe nosotros como cl escritor de nuestro personaje vivencial, ¢s ese frascendente juego interactivo de protagonista y autor que siem- pre somos en nuestras vidas pero que muchas veces ignoramos. ‘Ademés, desde el punto de vista literario, es un cuento exce, jente que trasporta al Iector en el tren de la verdad, la bondad y la belleza, a los paisajes subjetivos de la introspeccién Ruminosa y conmovedora de la naturaleza humana; la epifania. Por otro lado es, en cierto modo, un cuento cudntico ya que no plantea un determinismo en el destino, sino una prospectiva XIX: estadistica con base en las actitudes predominantes. Si el prome- dio de nuestras acciones es mayoritariamente realista, el escena- tio probable de nuestro futuro es favorable. Nos vamos disefiando nuestra vida, para bien o para mal, y de esa ‘manera somos escritores y protagonislas del libreto existencial. Dr, Federico San Romén j ; na noche muy fria, tal vez la més frfa de todas las noches, dai se encontraba sentada en la ventana de la torre mas alta del castillo, observando las estrellas con su vestido azul de gasa casi transparente. Como todas las noches, esperaba ansiosa la sefial milagrosa que deseaba desde hace tiempo. Sofiaba con lo que st propia vida podria ser si tan slo llegara esa sefial, EL ruido de la puerta para entrar a la torre y Jos pasos en la gran escalera que conducia hasta su habitacién, la hicieron regresar a la realidad. Ahi viene de nuevo ~pensé angustiada. La puerta se abrig, y el gran Dragén negro del Miedo asomé la cabeza, {Qué estéshaciendo princesa? -le dijo el Dragén con esa voz hosca, desconfiada y dudosa pero siempre imponente que caracteriza a los dragones negros del miedo. Espero la seftal para salir de aqui ~respondié Odai temerosa ante la presencia del Dragon. El Dragon se expresé con mucha fuerza. No debes salir de aqui, no puctles haceno hasta estar segura de haber escuchado la sehal 1G -Yatei akan au seis jamb oatae Pero debe de haber una manera dijo Odai desesperada, El Dragén sélo la observ detenidamente, sus ojos rojos contrastaban de manera impresionante con su cuerpo negro, y resaltaban notablemente en el centro de su negra cara. Oddi se sentia intimidada siempre ante su presencia. Alguien muy importante ~le dijo el Dragén-. Tuvo mucho cuidado al encargarte conmigo, yo soy el mejor guardién. ~Pero no puedes tenerme encerrada para siempre. INo podrds salir de aqui hasta haber entendido la sefial! -El Dragén del Miedo rugié de manera aterradora. El pavor tomé presa a Oddi, quien se quedé petrificada, iHay demasiados peligros afuera! ~concluyé el Dragén dando la vuelta para salir, Pero yo... Hay demasiados peligros afuera y aqui te quedarés. -E] Dragén del Miedo salié azotando la puerta. No se oy6 cerradura ni canda- dos, nada que asegurara Ja puerta, El Dragdn del Miedo sabfa que Odi estaba muy asustada como para escapar. Y asi, Oddi regres6 a la ventana a mirar las estrellas, suspiré pro- fundamente y esperé de nuevo ansiosa por esa sefial. Era una noche muy fria, tal vez la mas fria de todas las noches. Y colorin colorado este cuento se ha acabado. jUn momento! Perdén? iDije un momento! Eso es todo? {Me voy a pasar toda la vida sen- tada en la ventana de la torre esperandb la sefial? Este yo... (Odin Dupeyron Iii siempre cuentas la misma historia, exactamente Ja misma historia y yo aqui espero ansiosa a que un dia cambie, que un lia aparezca la maldita seftal, que se caiga una estrella fugaz, que ie obscurezca la luna 0 que por lo menos salga el sol, pero no, noooool... Sabes que esta noche es una noche muy fria, tal vez la més fria de todas las noches? ;Pero claro que lo sabes! Tit eres el ctitor y lo repites DOS veces en la historia, liso cierra el circulo de la historia, {Qué me importa a mi el circulo de la historia! Estoy cansado, harta, aburrida y muerta de frio... Porque sabes qué? Esta noche no sélo es muy fria, no sélo es tal vez la mas fria de todas las noches... jesta helando! Y yo aqui sentada, con un vestido azul de syasa casi transparente. ;Por el amor de Dios! No me pudiste haber escrito aunque sea una frazada? FL lector entiende asi tu sufrimiento. ‘Yo tengo una mejor manera de hacerle entender al lector mi sufri- miento. jEstoy en agonia, lector! No sdlo estoy esperando la sefial «que jamas ha llegado, y que al parecer jamés llegard, no sdlo estoy cencerrada en una torre a... 2... Qué tan alta es la torre? Nolo s6, no lo habla pensado. dies el Escritor y no sabes qué tan alta es Ja torre en la que me encerraste? Sélo me la imagino muy alta. Pues dame la altura que te imaginas. No sé, 100 metros, Sabes algo de arquitectura? No. Geant cobra ee xno ain rea sade Se nota, Déjame asomarme a la ventana... Ti ve narrando, quees lo tinico que sabes hacer. Bien... este... y Odai se asomé a la ventana, Gracias... mmm —dud6, No, no dudé, me estoy agarrando del barandal. Perdén. Ponle 15 metros. Esta bien, que sean 15 metros entonces, pian, Pues como decia:no sélo estoy esperando la sefial que jams ha llegado y que al parecer jamds llegar, No slo estoy encerrada en una torre a 15 metros de altura, no sélo tengo al negro Dragon del miedo vigilando cada uno de mis movimientos. ;Ademés estoy muerta de frio! Crees que si fuera una noche... ya'no dige- mos célida... ;templadita! ¢Ta crees que si fuera una noche ter. Pladit, el lector entenderia menos mi sufrimiento? , TW crees que él lector es idiota? Mmmm... veamos, esta pobre princesa cot encerrada en una torre, su madre desapyarecis, se pasa todas las Roches esperando una seal que nunca llega, su vida esta vigilada constantemente por el dragon del miedo que, citando al autor, Sus ojs ros contrastan de manera impresionante con su cuerpo negrd y resaltan notablemente en el centro de su negra cara. Que aden Gitando al autor; habia con esa voz hosca, desconfiada y dudosa pero siempre imponente que caracteriza a los dragones del miedo. ;Pero le noche est templada! Seguramente no se la esta pasando tan mal Perdén, no pensé que la historia te afectara tanto, No pensé que la historia me afectara tanto. jjNo pensé que la historia me afectara tantol! gLeiste eso lector? Ponte un momento en mi lugar, querido lector. Imagina que te encuentras encetrado en un pequefio espacio, press. del miedo, deseando hacer algo para cambiar tu vida, pero no te aureyes, Porque no sabes qué va a pasar, ¥ esperas ansioso esa serial que te dard la seguridad para atreverte a vivir. /Alguna vez te has sentido asi? Pues eso es lo que yo siento todas fas noches. etemamente, pero hoy ya me cansé y voy a hacer algo al res. ecto. Y colorin colorado este cuento, atin no, se ha acabado. 1Y ‘té, ponte a narrar! Otin Dupeys Bien; pues... La Princesa, que evidentemente estaba muy molesta con su situacién actual... Estoy HARTA! Esto es... La Princesa, que evidentemente estaba HARTA de su situacién actual, se armé de valor y... 2 ...,Se acercé a la puerta? No puedes hacer eso. Yo hago las cosas y tt las narras zest bien? Su mano se dirigié a la manijae intenté abrir, pero la puerta estaba cerrada, No me salgas con tonter‘as. En la hoja pasada dijiste claramente: Neat opOce natin vag adage asegurara la puerta. El Dragén del Miedo sabin que Oddi estaba muy asustada como para escapar. No te puedes contradecir, a menos que seas uno de esos escritores que se sacan cosas absurdas de la manga. Y la puerta se abrié fécilmente. Gracias. Y Odai salié, Bajé las escaleras répidamente saltando los escalones, tan rapido que rodé escalera abajo. {Maldicién! Cuando levanté la cara, se dio cuenta de que habia caido a los pies del Dragén. jTe lo die! El Dragon la miré furioso... més bien estaba desconcertado. {Qué esta pasando aqui? ~dijo el Dragén furioso. {Qué esta pasando aqui? Esta bien... dijo el Dragén sacadisimo de onda. : Nada, que he decidido salirme de aqui. Pero tino puedes hacer eso, $F etcetera Es lo mismo que le digo yo. {Quin dijo eso? Yo, el Escritor-Narrador del cuento. Qué esté pasando aqut?—dijo el Dragén angustiadisimo. Y cabe afiadir que pegé Ta espalda a la pared, volteando para todas partes. El Dragon estaba asustado. Muy asustado.

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