Está en la página 1de 47
CapiruLo 4 VARIEDADES LINGUISTICAS ‘El concepto de variedad El idioms latino canoce el idioma vulgar en cuanto al géne- 10, pero no en cuanto a la especie, pues silo conociese espectfi- ‘camente, conocerfa todos los idiomas vulgares, porque no hay razén para que conozea uno més que otro; y asi, todo hombre {que conaciese el latin podrfa conocer todas las lenguss vulgaes. Pero no sucede asf (Dante Atioutsw, £1 convite, 1304-1307) La sociolinguistica contra una parte importante de sus preocupaciones en el estudio dela varicién y de las variedades lingUsticas. En otros capitulos hemos tratado la forma ‘en que se manifiesta la variaciGn lingUstica y el modo en que factores sociales y linglisti- os interactian y determinan esa variacién. Ahora nos va a interesarla definicién y carac- ‘erizaciOn de ls variedades que se encuentran dentro de las lenguas naturales y que tienen {que ver con su uso social. Laprimera dificultad que surge a 1a hora de estudiar las variedades lingiisticas es ade fijar el propio concepto de «variedad». Para R. A. Hudson (1981: 31 y ss, una Variedad linguifstica es una manifestacién del fenémeno llamado lenguaje que se defi- Re como un conjunto de elementos lingiiisticos de similar distribucién social. Dentro desta definici6n, amplia donde las haya, quedan incluidas las lenguas de un hablante © de una comunidad de habla, 10s dialectos, los estilos, los registro, las jergas y cual- uier otra manifestacién lingifstica en la que se pueda observar un determinado uso 0 ‘Yalor social. Las variedades lingUfsticas, asf definidas, revelan problemas considera- bles, segsin Hudson, a la hora de distinguir las que pertenecen a la misma clase (una Tengua de otra, un dialecto de otro, un estilo de otro) y para la delimitacién de diferen- tes tipos de variedades (lengua de dialecto, dialecto de jerga) (Moreno Fernéndez, 1992: 64-68). Tal vez por ello se intercamibian « menudo las denominaciones: se habla de dialectos sociales; las jergas también se llaman lenguas de grupo o registros; varie- dades muy cercanas pueden ser consideradas como lenguas, mientras otras, lingtisti aimente alejadas, se consideran dialectos de la misma lengua.” Por otto lado, una par- 30. Parejemplo, toque se conoce como «chino» es unconjusto de vriedadesllmadss dialects (man- + antonés, quad, unanés, mands, ee), en yenerl muamenteinnteligiblesy pare los que se puede darn, SO 92 PRINCIIOS DE SOCIOLINGOISTICA ¥ SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE ticular distribuci6n social puede hacer que una lengua funcione solamente en un grupo social o en un estilo determinados. Charles A. Ferguson (1971: 30) propuso una definicién de «variedad> con un cardc- ter bastante mas concreto que la de Hudson: una variedad es un conjunto de patrones lin- silisticos lo suficientemente homogéneo como para ser analizado mediante técnicas linguisticas de descripcién sincrénica; tal conjunto estarfa formado por un repertorio de ‘elementos suficientemente extenso y podrfa operar en todos los contextos normales de co- ‘municacién. Siguiendo al pie de la letra esta definici6n, serfan variedades las lenguas, los ialectos, incluso los sociolectos, pero tal vez no lo serfan los estilos, que podrfan interpre~ tarse en todo caso como manifestaciones de una determinada variedad. ‘Ahora bien, tanto si se trabaja con definiciones amplias como si se hace con definicio- nes més estrictas, lo habitual es trata as variedades como conjuntos de elementos 0 de pa- trones lingisticos asociados a factores externos, sean contextos situacionales, sean émbitos profesionales, sean grupos sociales, sean éreas geogréficas. En el manejo del término varie- dad, los inconvenientes que acarrea la inconcrecién conceptual pueden verse compensados por la comodidad que supone evitar el uso de otras denominaciones que, en determinados casos, pueden ser conflictvas, como ocurre con los términos lengua y dialecto, cargados, a ‘veces, de valores connotativos muy complejos. Junto al t&rmino variedad, buscando la mis- ‘ma inconcrecién o neutralidad, también se ha utilizado el término lecto. Los tipos de varie- dades con los que trabaja la sociolingifstica son relativamente heterogéneos: los principales som las lenguas, los dialects, las hablas, os sociolectos y los estilos 0 registros. Lengua y dialecto Las definiciones que se han propuesto para los conceptos de «lengua» y «dialecto» han sido muchas y diversas. Desde un punto de vista rigurosamente lingistico, no existen evidencias que justifiquen la distincién entre lengua y dialecto, por lo que resulta obligado recurrir acriterios extralingifsticos, si se quiere mantener.*' Algunos autores, sin embar- 80, han evitado la diferenciacién negando simplemente la existencia de los dialectos. A fi- nales del siglo xix, Gaston Paris y Paul Meyer legan a la conclusiGn de que los dialectos no existen como entes autSnomos, aunque se pueda hablar de la manifestaci6n de Ia lengua ‘como un continuum dialectal: s6lo existen conjuntos de rasgos lingiifsticas que se combi- nan de forma diversa coincidiendo algunos de ellos en un tertitorio y combinsndose de ‘modo distinto en las dreas vecinas. Frente a esta concepciGn, Graziadio Isaia Ascoli de- fiende vehementemente la existencia de los dialectos, adoptando un criterio en el que pre- omina la sfntesis sobre el andlisisfragmentari, Es cierto que quedan ya muy lejos os trabajos de Gaston Paris o de Wenker—en ulizar una sola moéalidad esrta(wadcionalments el weryan, lengua Iiteraria escits; medersarent el tong hue) 51._ En cada lengu, los concepos de slenguae y «dilecto» puedea tener unos valocespsticulares. En inglés, a forma dialer a menudo se hace equivalents a sub-standard oa non-standard y la defnicién tadicio- ‘al de standard languages a de dialect (dale) ques impone sobre ouosdialecios (Sturtevant, 1917: 137) [En francés, dilece es una varieded regional de una lengus, variedad asocisda nrmalimenteaunatradic6o te rata, mleniras que parts eslavareda regional ormalmente de earicter loca, qu carece eal adic yen J que no se recance prestigi algino (Chaurané, 1972; Giraud, 1978). En italiano, se dstingue el alcno, ‘como lengua genera, de los dialer esurollosregionales a partir el latin (De Mauro y Loi, 1983) LA VARIACION EN LA LENGUA, 3 Jos que se afirma que los dialectos no existen (lordan, 1967: 255, 352), pero sus argumen- tos siguen siendlo esgrimidos por muchos investigadores. La legitimidad del concepto de -edialecto»se niega sobre el hecho, bien cierto, de que es muy dificil marcar sus fronteras. Pero si esto es verdad, también lo es que Ia historia y Ia homogeneidad lingUisticas hacen que existan diversas clases de vatiedades y, ademés, en las hablas de todo territorioconflu- Yen ciertos factores extra o paralinguisticos que permiten que esas hablas, con unos carac- teres determinados, puedan ser consideradas como dialectos. Entre esos factores se en- ‘cuentra el prestigio, aparte de la vinculacién a una geografia (Alvar, 1990; 1996b: 15-21). Los hablantes suelen tener una clara conciencia del prestigio de su variedad y de la distancia que la separa, en el uso y en la interpretacién de la variacién sociolingtstica, de otras variedades. En este punto el concepto de «comunidad de habla», manejado por la so- jolingustica, puede ser de gran utilidad: 1os miembros de una comunidad de habla no s6lo comparten un cédigo o una variedad lingUistica, sino que juzgan, valoran einterpre- tan de forma semejante las variables que permiten diferenciar sociolingUisticamente a sus hablantes (Labov, 1972: 175 y ss. 353 y ss.) Los individuos, al hablar ene sf, on capa- ‘ces de distinguir los que pertenecen a su misma comunidad de los que son ajenos a ella: los limites de una comunidad pueden ser locales, regionales, nacionales o incluso supranacio- nales y sus miembros generalmente conocen el perfil de la conducta lingifstica que los ca- racteriza, Por este camino podria llegarse a aceptar la existencia de los dialectos, dado que los hablantes pueden sentirse miembros de una comunidad dialectal, desgajada de. otras comunidades que usan la misma lengua, pero sin una fuerte diferenciacién.”* Fs evidente que, aunque una persona tenga conciencia de su pertenencia a una comuni- dad, también es capaz de identifica dentro de ella variantes internas de cardcter geolingUs- tico sociolingiistico, as{ como de reconocer cules son los usos més prestigiosos desu va~ riedad y de apreciar las relaciones histGricas de su habla con otras hablas. Del mismo modo, los miembros de una comunidad tienen una idea de la homogeneidad de sus caracteres lin- _lsticos y distinguen qué rasgos los acercan y cudles los separan. En otras palabras, los ha- blantes saben si su instrumento de comunicacién es un habla local o si coincide, en mayor o ‘menor grado, con las hablas de otros lugares, si tiene prestigio o nolo tiene. Como conse- cuencia de to anterior, se puede afirmar que un dialect existe cusndo los hablantes se consi- deran miembros de una comunidad de habla dialectal circunscrita a un determinado terito- Tio, es decir, cuando consideran que su variedad estésuficientementediferenciada de otras y cuando interpretan y valoran de forma semejante la variacin sociolingulstica Ahora bien, admitiendo la existencia te6rica y préctica de los dialectos, es obligado reguntarse por su definiciGn y por la definicién de los conceptos colindantes: «lengus», habla regional», chabla local». En este punto, y recordando la naturaleza extralingUistica de los argumentos que nos van a permitirdistinguir todos esos conceptos, somos partida- Tios de seguir las definiciones propuestas por Manuel Alvar, entre otras razones porque Pueden aplicarse a ls situaciones de las grandes lenguas de cultura, incluido el espafiol (1983: 56.88). Para Alvar una lengua es el sistema linghfstico del que se vale una comunidad hablante y que se caracteriza por estar fuertemente diferenciado, por poseer un ato grado de nivelaci6n, por ser vehfeulo de unaim- Portante traicién iteraria yen ocasiones, por haberse impuesto asistemas lingUsticas de su ‘mismo origen, $2. Laides ds comunidad que agat bursjamos no esténecesarianentessociad a lade ncleo de pobla- ‘on, sino que puede extendere aun tervitoic ms amplo, Vése capsule I 94 PRINCIFIOS DE SOCIOLINGDISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUATE El dialecto, sin duda el concepto més controvertido, es definido por Alvar de la si- guiente forma: Sistema de signos desgajado de una lengua comin, viva o desepareciéa, normalmente ‘con una conereta delimitacién geogréfica, pero sin una fuerte diferenciacién frente acotros de origen comin, De modo secundario, pueden llamarse dilectos las estructuraslingUfsticas, simulténeas a otras, ue no aleanzaa la categorfa de lengua. En un nivel inferior al del dialecto, referidos a realidades més concretas, estarfan dos tipos de variedades que Alvar denomina habla regional y habla local y que se defi- nen asf Habla regional son las peculiaridades expresivas propias de una regi6n determinada, cuando carezcan de la coherencia que tiene el dialect. [..] Habla local es la estruetaa lin- _lstica de rasgos poco diferenciados, pero con matices caracterstcos dentro de laestructura regional ala que pertenece y cuyos usos estén delimitados a pequetiascircunscripeiones geo- arificas. En lingiistica —le lingUstica que se ocupa de los usos y los hablantes— siempre se hacoincidido acerca de la dificultad que supone dictaminar sina variedad debe ser consi- derada como lengua, como dialecto 0 como habla, Para ello hay que realizar investigacio- nes que se ocupen de diversos aspectos: en primer lugar, es imprescindible la caracteriza- ci6n linguistica del teritorioy el descubrimiento de las isoglosas que all se dan cita; tam- bign es necesario averiguar si filiacién hist6rica y levar ala préctica un andlisis sociolin- gUistico, acompafindolo de estudios de actitudeslingifsticas, Determinar si una variedad ¢s dialecto o no lo es resulta dificil, pero se complica més cuando se carece de datos bisi- 08 sobre las isoglosas, sobre la historia, sobre a dstribucién sociolingiistica de los fen6- ‘menos y las actitudes de los hablantes.** Clases de lenguas Bajo el r6tulo de lengua se retinen diferentes tipos de variedades linghfsticas que me- recen una caracterizacin y un comentario pormenorizados. Williem Stewart lleg6 a pro- poner en 1962 cuatro eriterios oatributos que permitirfanestablecer una tipologta lingits- tica suficientemente clara y sencilla, aunque no exenta de problemas: estandarizacién, au- tonomta, historicidad y vtalidad. @) Laestandarizacién consiste en la codificacién y aceptacién, dentro de una co- ‘munidad de hablantes, de un conjunto de normas que definen los usos correctos: ortogra- fia, gramstica y diccionario. Cuando una lengua determinada es hablada en varios paises surge Ia posibilidad de distinguir dos tipos de estandarizaci6n: la estandarizacién mono- céntrica, que supone la aceptacién general de unas mismas normas, y la estandarizacién 153, Una buena pate dela sociolingistica italiana ha giedo en trno alos problemas que supone la del smitacin de le concepts de lengua» y eialecton. La ituaci6a italiana pone a disposcin de los miembros de Js comunidades de habia un eigo de uso local, habladoe informal al aue se suele denominardileco) y la Jenga nacional coma ego de uso cesténdar, esr y formal, con posblidad ée gradaciones ycombinacio- es inermedias(registosy variedades dentro del disleto y dero dela lengua) Beruto, 1974). ILA VARIACION EN LA LENGUA Cuno 4.1. Tipos de variedades, sein W. Stewart (1968) ——— ee ‘Aurbutos 5 2 8 4 Tigo See ae fae Lengua esténdar + +e ‘Lengua clésica Heche Lengua artificial pete tia Lengua vernécula = te Dialecto == = ¥ Lengua criolla peace Lengua pidgin es 1 wewantuizaclin;2=atonomis 3 historic: 4= vile. policéntrica, que se da cuando conviven simulténeamente varias normas, Por otra parte, la estandarizaciGn puede ser endonormativa, si las normas estén basadas en un modelo lin- _guistico del propio pais, o exonormativa, si las normas estén basadas en modelos de uso de ‘tro u otros patses. b) La auionomta es atributo de los sistemas lingUisticos tnicos e independientes. Este criterio es el que permite distinguir, segtin Stewart, entre lenguas y dialectos, lo que fen sf mismo revela una dificultad no tanto a la hora de ofrecer una explicacién teérica, ‘como a lahora de determinar el grado de autonomia de que disfruta un vatiedad concreta: las Variedades no s6lo pueden ser autGnomas o independientes; también pueden ser relati- ‘vamente aut6nomas 0 relativamente independientes. ©) Lahistoricidad se aprecia en los sistemas lingufsticos que son 0 se consideran ro- sultado de un desarrollo regular a lo largo del tiempo. Generalmente, la noci6n de histori- cidad viene fntimamente ligada a la de tradicién nacional o étnica; con otras palabras, 1a historicdad se relaciona estrechamente con factores extralingtifsticos y, en parte, depende de ia idea o las creencias que los hablantes tengan sobre los orfgenes de su propia lengua. d) Por sltimo, la vitalidad tiene que ver con el uso real de la variedad por parte de ‘una comunidad de hablantes nativos. La existencia de una comunidad supone la distibu- cidn de tales hablantes en un espacio geografico més 0 menos amplio y a aparicién de mo- delos de uso diferentes, ‘Si se manejan estos atributos en términos de «presencia» 0 «ausencia» (+/—), pode- ‘mos combinarlos pera caracterizardiversos tips de variedades lingUsticas, en su mayoria Mamadas Lenguas (cuadro 4.1). Ejemplos de lenguas estdndares —estandarizadas, autono- mas, histéricas y con vitalidad— pueden encontrasefécilmente por todo el mundo: pense~ ‘mos en el inglés, el francés, el alemén, el espafiol."* Las lenguas clasicas, que ya no son ha- bladas por una comunidad, han cumplido y siguen cumpliendo funciones culturals de pri- ‘mer orden: baste pensar en a importancia que han tenido para ia cultara mundial el sénscr- to, el griego, el latin o el drabe cl4sico. Las lenguas artificiales —sin historicidad, sin vitali- 54, Elusoque sehace dela palabrasuindarno nos pareceel mis adecuado aplicadoa asituacién del ‘patil hablado cominmente salvos se hace referencia al simple hecho Ge contar con uns gramtica, una ‘ografa yn diccionario oa una modelidad con rasgos creados ex-profeso que an no existe deforma con solidaca, 96 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA ¥ SOCIOLOGIA DEL LENGUAE «dad—pueden crearse con fines may diversos: uno de ellos podria ser el deseo de promover ‘un c6digo tnico para la comunicacién internacional, que subyace a la propuesta del esperan- to, por ejemplo. Las lenguas vernéculas soa variedades aprendidas normalmente en la infan- cia como lengua materna, pero que carecen de una norma prescriptiva, tanto en la ortografia, como en el Iéxico o en la gramétic: ejemplos de ello pueden ser numerosisimas lenguas in- digenas de Africa o de América. Cuando, adems de no contar con una norma establecida, nose da una eutonomfa suicienterespecto a variedades de un mismo origen 0 Ia lengua de procedencia, estamos ante el tipo lamado dialecto (pensemos en los dialectos de lenguas como el espasiol oel alemén). Las lenguas crollasy las lenguas pidgin se deben ambas aun desarrollo caracterstico de cirtos tipos de contactoslingUisticos y sociales, que dan lugar a soluciones en las que se combinan el vocabulario de una lengua con la gramética de otra (véase eapftulo 16). En los primeros estadios de esos contactos, cuando ain no han apareci- do hablantes nativos de la variedad, surgen las lenguas pidgin (pidgin ingleses de Asia y tice; pidgin fula y pidgin sango de Africa occidental); cuando el contacto se protonga y estabiliza, dando lugar a una comunidad de habla, nacen las lenguas criollas (papiamento ‘de Curaza0, chabacano de Filipinas, crillo francés de Haitf) (Matthews, Polinsky y Com- rie, 1996). Entre Ios inconvenientes de una tipologfe como la que se acaba de ofrecer destaca el hecho de que se tratan en términos absolutos (presencia-ausencia) algunos atributos que, por definicién, pueden relativizarse, como la historicidad o la autonomfa.®* Dialecto, sociolecto y nivel Si concebimos los dialectos como sistemas de signos, normalmente con una conereta delimitacién geogréfica y sin una fuerte diferenciacién frente a otros de origen comin, existe la posibilidad de identificar dentro de ellos otro tipo de variedades lingiisticas, cir cunscritas a grupos de hablantes de comunidades dialectales. Para entender adecuadamen- te esta realidad es importante tener en cuenta dos circunstancias: en primer lugar, que cuando se habla de dialecto se esté haciendo referencia a una modalidad concreta de una Tengua y que esa modalidad no tiene por qué estar desprestigiada (es el caso, por ejemplo, de la modalidad castellana dentro de la lengua espafiola); en segundo lugar, que este con- cepto de «dialecto» esté vinculando un sistema a una geograffa, por lo que también se ha- blade geolecto ‘Cuando Eugenio Coseriu (1981) declara Ia existencia de variedades dentro de las len- _guashistGrias, distingue tres tipos fundamentales de diferencias internas: diferencias diat6- picas (geogréfices)” diferencias diastrticas (sociales) y diferencias diafasicas(situacio- nales). A cada una de estas clases de diferencias les corresponden ts tpos de sistemas, més ‘© menos unitarios: las unidades sintSpicas, a las que denomina dialectos, las unidades sins- triticas oniveles de lengua (nivel culto, nivel medio, nivel popular) y las unidades sinfésicas, o estilo de lengua (lenguaje solemne, lenguaje familiar, etc.) (Lorenzo, 1991; Femindez, 55, Posteiormente RT, Bell (1976: 147-154) propuso la consderacién de tes aributo ms para una curcterizain adecusa del concept de «lengua: reduccidn, mezcla y norma defacto. La reduccin sr fre al hecho de que una variedad particular ses conidernds por los hablance como wna sab veriedad de ota (por ejempo, ls jergas). La meccla ge refer l sentimiento de los habantes sobre ln «porezan de la variedad se hablan. Las normes de facto se refer Ia concienci dc los ablantes sobre el ba yet mal abla. '36. Cuando se presia sencin las diferencias de nivel fontico se habla de diferencias de acento. LA VARIACION EN LA LENGUA 7 Pérez, 1997; Casas, 2003). Segiin Coseriu, dentro de cada dialecto es posible encontrar dife- rencias de nivel y de estilo; a su vez, entre estas unidades también es posible encontrar fron ‘eras diferenciadoras: entre dstinos dialects existen isoglosas diatdpicas; entre diferentes niveles, ioglosas diastrdticas; entre estilosdistntos, isoglosa dafésicas. La unidad sintcpi- 2, sinstcica y sinfésica recibe el nombre de fengua funcional, Por lo general, para lo que Coseriu llama niveles, la sociolingufstica suele hablar de sociolectos 0 de dialects sociales, que se pueden definir como manifestaciones de un dia. Jecto, vamos a decir «geogréfico», en un grupo social determinado, especialmente cuando <1 grupo social se caracteriza por ascribirse aun nivel socicecondmico o sociocultural de. terminado, Partiendo de esta definicién serfa posible encontrar, dentro de una comunidad en la que se utiliza un dialecto dado, un sociolecto alto (para el nivel sociocultural alto; también nivel cult) un sociolecto medio (parael nivel sociocultural medio) y un sociolee, 10 bajo (para el nivel sociocultural bajo; también nivel popular) aunque, del mismo modo, seria posible hablar del sociolecto de los hombres 0 del sociolecto de losjdvenes, pata los 'rupos sociales formados por hombres y por jSvenes, puesto que no dejan de set manifes. taciones lingfstcas adscritas 2 unos grupos sociales determinatdos.” Respecto a las cuestiones tratadas en el pérrafo anterior, Eugenio Coseriu ha dejado ‘uy clara su opiniGn. En primer luger, con referencia al uso de la denominaci6n dialecto social,” Coseriu ha sefalado que es cierto que todas las unidades menores que se di sven dentro de una lengua histérica podrfan Ilamarse dialectos, incluidos los niveles y los stiles, sin embargo, cree conveniente mantener diferenciados los dialects espaciales de Jos dems modos de hablar, dado que estos dialectos —para quienes habria que reservaren «exclusiva el término dialecto— suelen ser sistemas completos desde el punto de vista fui. 0, gramatical y léxico, mientras que lo niveles y estilos de lengua son, generalmente sis. temas incompletos, que conciemen séloa aspectos parciales, aunque a veces sean muy im Portantes. Por otro lado, siendo posible el funcionamiento de un dialecto espacial como ni_ ‘elocomo estilo de lengua —por ejemplo, el aleméin y el ruso en los Paises Balticos hasta 11 Primera Guerra Mundial o el francés en Prusia y en Rusia a finales del siglo xVin—, es ‘mpensable que un estilo pueda llegar a funcioner como nivel o que un nivel lo haga como Aialecto. Coseriu prefiere, por tanto, no hablar de dialectos sociales, y compartimos su opinién, dado, ademés, que noes apropiado mantener un paralelismo entre dialectos espa files whorizomtalesy dalectos sociales o verticals: son enidades situadas en planos di. ferentes. Finalmente, con la mirada puesta en Ia investigaci6n sociolingUfstica, es importante Pattir de laidea de que Ta lengua hablada en una comunidad rfleja un dialecto o una varie dad geogritica deteminada, Por es se puede formular el siguiente principis Principio del dialecto. af. Easenio Coseriaincluye entre los estlos de lengua lo amados lenguaies de grupos, que pueden feaiaine en nos minmosnivelessoiocluraler 0 ndependientement de sion A ke eapgerae es Tuts de a mujeres, de los adulas, de os nitos ode cies grupesprofesionle sersn parses ev Sak nen dieenes. Eo nuesvacpitit,snembarg, los rp foaades oronins eo neo de careart tional no hacen uso de estilo istnos sino denvelso sciolectasdiferenespueto qe deters seit de llosse pueden descubrir diferencias Safsices, aves notables, mot vadas porcondiconee a ela ming foo Rute stints. Bs cert, sin embargo, que estas diferencias dlatisicas nose maniestn lima forma en todos los grapos sociale, $8: Deaominacién ulizada pr Tradl (19740), 98 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUASE Eldialecto es una propiedad de una comunidad Deeste principio se desprende que cada hablante nativo tiene el mismo tipo de acceso al dialecto —a la variedad, la lengua— de su comunidad y el mismo conocimiento sobre él {que los demés hablantes nativos de la misma comunidad. Las dificultades para la identifi cacién ye estudio de los dialectos surgen cuando se dan cita en un mismo luger,en un mis- ‘mo nécleo urbano, hablantes nativos de variedades diferentes, como es el caso de muchas capitales hispanoamericanas que reciben poblacién de origen rural. La sociolingUistica po- drfa estar interesada tanto en el estudio del dialecto que se considers caracteristico de una ‘comunidad (el espariol de X) como en el estudio del encuentro de dialectos que se pueda es- tar produciendo en un lugar determinado (el espafiol en X) (Caravedo, 1990: 17-32). Eles- ‘udio de undialecto siempre require el andlisis de una comunidad, puesto que es ahs donde se manifiesta, Estilo y registro Es menester, pues, hablar de un modo apropiado a las cit cunstancias. Los retéricos incluyen todas las circunstancias de tuna accién eneste verso: quls, qui, ubi, quibus axils, eur, quo- ‘modo, quando, (lawacio Luz, Arte de hablar, 1723-1736) Aunque los términos estilo y registro son utilizados muchas veces como sin6nimos, pa- rece adecuiado y conveniente hacer un uso diferenciado de ambos yevitar la confusién en las exposiciones teéricas. En este epigrafe hablaremos de estilo y de variacién estilistica para hacer referencia los usos ingifsticos que se definen en funcidn dela situacidn y el contexto ‘comuunicativos. Cuando hablemos de registros lo haremos siguiendo a los autores que asi lo prefieren, principalmente a Halliday, y haciendo las aclaraciones pertinentes. Noes posible entender bien la variaci6n estlistica si se prescinde de la variacién so- ciolinguistica, como no se puede dejar a un lado La variacién estilistica, si se quiere llegar a ‘una correcta interpretacin de Ia variaci6n sociolinguistic. Laestilistica de la lengua con- tribuye a una correcta valoracién de la diversidad sociolingistica que encierran las comu- nidades de habla.” C. Lefebvre agrupa las nociones de estilo que han manejado los especialistas en dos tipos de teorfas las que consideran los estilos como cédigos diferenciados y aquellas que los definen partiendo de un estilo bésico, el llamado vernéculo, La teorfa que mejor repre- senta la primera tendencia (estilos como céxdigos) es la teorfa de la acomodacién comuni- originado por una interrupcién, un inciso 0 una digresién. © Es importante resaltarquelaconcepcin de Labov, pes ala importancia que concede a {a figora del hablante, no ignora el peso que ienen otros fatores en la vance estilistica, Prueba de ello esque el tema tratado en las enievistas se tiene en eucnta por ejemplo, para Tomgnit un discurso cercano al vemiculo, De la misma forma, en los trabajos eunidcs eg Senswage inthe Inner City sobre el inglés de las personas de raza negra (Labor, 19726), se ‘si ver con clardad ia necesidad de atenderaaxpectos como la cractevatiee del inoaege tanto ee aaielo ete como la varidad qu aparece nel habls infer, pero umbién xe props serio pat bacerrfeeais al abla aden hata lo ablesetc ease See eamatraas Esancs, pes, etcun tino politica quepuee oveea igen eae inf Ws dete de Labo se ha desarla la tera del mor, gs noe aos press pr Renae, ants pulls, puico-soccgico y comical. Lateate aries oe Fencing ttt (0981). intepetacin gue hace esate dela osin ds eatlotaadien eee, ‘encga cue el hablnte presi a sv propio discaro (Lefebvre 198339330) sie eit {LA VARIACION EN LA LENGUA 101 ‘gador 10s tipos de interiocutor, a relacn que éstos mantienen con ls hablantes y el con- ‘Eto comunieativo, para conseguir materiales pertenecientes a unos etilos y no a otros. To- dos esos elementos son conjugados por Labov para evita a paradaja del observador. Mis arriba hemos presentado dos notas caracterizadoras del estilo: es una dimensién organizada longitudinalment en una scala de miltiplesgradosintermedios; ademés, esa cxeala es un reflejo, una proyeccién, de la dimensi6n sociolingistica. Esto supone que no ‘ados tos hablantes de un sociolecto tienen el mismo grado de conocimiento de las earacte- ‘Haticas de los demés sociolectos de su comunidad y que, cuanto ms limitado es el acceso ‘Tos sociolectos comonitaros, més pobres resultan las posibilidades estilfsticas de un ha- blante. El cambio de estilo supone una coincidencia con los usos lingisticos de otros so- Giolestos, pero en un plano diferente, Las variedades estilisticas son una proyecci6n de las cRiedades soctolingtisticas, pero no son las variedades sociolingifsticas. En los estilos se Telejan los sociolectos, aunque la varibilidad estilistics es mis compleje, debido a que Tevaloran factores que no aparecen en la dimensin social y debido también a que los esti- ioe ale vez que sirven para decir lo mismo de manera diferente (nivel formal) también se rmanejan para decir cosas distintas de maneras diversas (nivel seméntico) (Halliday, Melntosh y Strevens, 1964; Coupland, 1980; Ure y Elis, 1974). ‘Por otra parte, compartimos con Labov (1966: 84-85) la idea de que el estilo, entendi- do como una serie de alternativas lingUfstcas, no admite una féeil identifieacion y medi- ion, puesto qu Ios limites entre unos estilosy otros son inexistentes 0, al menos, imper. eptibies, Hablamos de un parimetro gradual que representa el nivel de formalidad del dincurso, considerando la formalidad como la conducta guiada por unos criterios de méxi- sno respeto hacia las normas sociolinghisticas y hacia lo prestigioso. “Ahora bien, al relacionar la formalidad con la dimensin social noes posible sostener que necesariamente se produzca una ecuaci6n del tipo formalidad informalidad Fasgas de sociolectos alos rasgos de sociolectos bajos Cada hablante y cada grupo social se mueven en unos margenes estilfsticos propios, cayos limites inicial y final son siempre dos puntos cualesquiera perteneciemtes a ls di- rmensién proyectada desde el plano sociolinguistico. “Asi, en an hablante de nivel socio-cultural bajo (véase la figura 1), los rasgos de suest- Jomis cuidado o formal pueden corresponderse con los de losniveles medioso altos de Ia ic rmensién social (b2, 63), pero, en ocasiones, no se alejarén demasiado de los limites reflejados por su propio sociolecto (61). En un hablante de nivel sociocultural alto, los rasgos de su estilo menos cuidado pueden coinciir con los de Ios niveles medios o bajos (a2, a3), aunque puede ‘curtir que sus usos informales no se alejen mucho de lo que es caracteristco del nivel alto de Tadimensién social al). Un hablante del nivel medio puede hacer uso de elementos lingisti- cos aribuidos alas clases alts para su estilo més formal y de elementos atribuidos alas clases bajas para el menos formal (m3), pero su dimensisn estilistca (formalidad informalidad) puc- de tener en los extremos caracteristicas que reflejan las de los niveles medios y altos (m2,1),las de los mediosy bajos (2.2) 0 limitase a los usos de su propio grupo ().” (66. Sobre modo en gue se produce esa proytocin y Sobre Ia mportancia que, enese proces, tiene a evaluacin», véase A. Bell (1981: 150-158). (7. No obsante, ron poco frecuentes los casos a3, m3 3 102 PRINCITIOS DE SOCIOLINGOISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAZE Eo iomal __EsGofemal Estoriomsl__Etlotemal Eso ema) Eao toma! 7 F i " gE = i 7 7 we z Niassa ate esc mee ein eo Fic. 4.1. Dimensién social y dimension del estilo, ‘Sin embargo, la mayor complejidad de la variacin estilstca, especto de la sociolin- Bulstica, se demuestra en otro hecho, Los cambios de estilo que se producen dentro de los érgenes en que se mueve un grupo social tienen dos formas de manifestarse. La primera deellas es de naturaleza formal (fonolog{e, morfologia) y se manifiesta cvantitativamente: determinados rasgos aparecen més frecuentementeen los esilos formales queen ls infor- rales 0 viceversa (p. ej: inglés, a conservacién del elemento velar de -ing: en espaol, conservaciGn de la-s final de sflaba). Aqui es donde mas fécilmente se confunden las va. riedades sociolingtfsticas y la estilisticas y donde se aprecia con nitidez.cémo lo sociol6- sgico se proyecta en lo situacional (A. Bell, 1981: 152-156): son formas diferentes de decir Jomismo. La segunda es de naturaleza semfntica y se manifiesta cuaitativamente: ciertos elementos se utilizan en unos estlos y no en otros, segtin el asunto tratado en la conversa- i6n o, en general, segin las situaciones comunicativas en que se desenvuelven los hablan- tes (€.g formulas de cortesia,1éxico culto,técnico o estigmatizado, ciertas curvas de ento- naci6n, tc.) Dicho con otras palabras, hay formas diferentes de decir cosas distntas; por 80 ¢s posible reconocer varios estilos cuando los mérgenes estilisticos no van més allé de ocorrespondiente aun solo grupo social (a1, ml, bl). En tales cireunstancias, son més re~ levantes los cambios de tipo cualitativo que los de naturaleza cuantitativa (Exvin-Tripp 1969; Lopez Morales, 1977: 54-56). Ademds, hay expresiones que representan un cambio de estilo para Jos hablantes de un nivel, mientras que no ocurre lo mismo para los de otro. Ast, para alguien de nivel bajo la simple utilizacién de férmulas de cortesta como por fa vor o gracias puede suponer el paso de un estilo informal a otro més formal. En conclu- sida, los cambios de estilo pueden manifestarsea través de rasgos diferenciados cuantitati- vamente, cualitativamente o de ambas maneras. Las posibilidades estifsticas de una comunidad son tantas como puntos existen en laescala dela dimensién situacional, De ahf que sea tan complicado afirmar que hay dos, tres, cuatro, cinco o més estilos y que sea précticamente imposible determinar dénde est ¢l limite entre ellos (Joos, 1959), El grado de formalidad de un diseurso depende dol ‘modo en que se presenten los factores implicados en la comunicaci6n; no se trata sola- ‘mente de que el hablante preste mucha atencién a su discurso o de que la situacién comu- nicativa sea formal. R. Caravedo (1990: 61) afirma que le unidad situacional no geranti- za la unidad estilistica, porque los individuos y los grupos se comportan de manera dife- rente ante una misma situacin, La formalidad se desprende de larelaciGn que se da entre los factores comunicativos. Esos factores, segin nos dice la lingiistica general (Jakob- LA VARIACION EN LA LENGUA 103 son, Buhler) son el hablante, el ayente, el mensaje, el canal y eh cdaiso. ‘Aceso hay que sn deel context situacional, la intencion del hablantey la relaién que mantisne? los interlocutores. oc tore cin estiitica, ead factor comunicativo conribaye a reforzar de Manet ifernte tz formalidad ola informalidad del iscarso. A su vez, esas facones Hone ma- yor omenor capacidad para determinar Ia formalidad dependiendo dela situacion comuni- ota general y del tipo de hablant ode grupo socal de que se trate: en AST ‘ocasiones ceeds determinant el contexto que 1a relacin personal entre los interlocutores; en sort pnd ms peso el tema tatado que el contexto;en tras pucde set mA importante la ovTaeia que une als interlocotores que el ema tratado, Esto pode levarnos a una ca- area inabarcable, pero lo cieno esque en lacomunicacin suelen dase pautasregulares se somportamientoy parece que la mejor forma de ordenar las relacionss <2 Tos facto- ae somanicativos es tratarlos por separado. Allan Bell ha distinguido entre factores perso- males y no personales. Asi Io hacemos nosotros también. 1. Factores personales a) Ethablance, El bablante ejerce un control sobre su proguesién Linguistica y porlo tanto es responsable de ella, aunque est sujeto anumerosis ‘constricciones hist6- mers geogrdeasy socolingfsticas." Bn lo qu se refiere an tency prestada por el pebtestea su discurso, no parece que deba ser la base exclusiva de! ‘concepto de estilo,” siya aspeeto mas del proceso psicolégico de produccinlinghlstira: efecto setinghfstico dependiente de la forma en que se manifiestn los elas concurren cone eracciGn, Si partimos de esta concepcisn, quedan justificados —"y ct serian srprescindibles~ a recogidsy el estudio derasgos de los que os haan At pplena- srr ct jontes, alos que seatibuye una especial significacién socal Denssmet egos lingufsticos como la presencia o la pérdda de la intervoctie¥ {de los partici- Toss el ceeeo ye sese0 0 la conservacién 0 pérdid des en los plurales delalenguaes- patio. a sro lado, siempre exist la posibilidad de que la conduetalinguistica et hablans no se idten ane unas mismas circunstancias comunicatvas. Ello puede deberss ® la presencia de otros factores que més adelante comentaremos, undue FATT queda una arvela de Ia variaciGn reservada a factors psicol6gicosy In estates ‘comunicativa de Perea duo en cada momento Por esta 1uz6n, si se quien conocer las implicac One® de la audiencia —el indmero de personas que la componen— puede ser tan importante como su «calidad», Des. ‘leeste punto de vist, las interacciones pueden ser bilaterales (dos intelocutores).o mult. {aterales (més de dos interlocutores). También existen discursos monologades, que pu. ‘Ausiencia 72. Romaine y Traugott (1985: 1) cistingoen ene hablane activo y halaate pave 73a eategoria scuioso se refer a una persona que preseoca(escucha) una interaci6a sn qu lox ntelocutores lo span, LA VARIACION EN LA LENGUA 105 don darse in praesentia (se sabe que hay un persona —o mas— que puede cumplit la fun- ton de auditor” o de oyente casual) on absentia (no existe interlocutor o bien existe pero funciona como oyente casual o como «curioso»). “Junto a sudiseio de audiencia, Alan Bell propone lo que se denomina ua «disefio del grupo de referencia (referee design). Segin Bell el tema tratado ye contexto comunicss Eno pueden hacer que se produzca un cambio de estilo en el que esos factores se asocian de eer uodo determinado alos miembros de la audiencia, Sin embargo, al mismo tiempo que estilo puede surgir como respuesta afactores como la audiencia, el tema o el contexto, ambien es posible que su aparcién se deba a una iniciativa del propio hablante,provocan- dh por ss pare, un eambi en Ia sitaciOn. En ests cambios de estilo «por iniiativa del hhablante» los rasgos lingsticos que aparecen suelen estar asociados a un grupo de refe~ fencia y pueden, por tanto servi como un medio de identificacién eon ese grupo (Bell, 2001). ‘in otto orden de cosas, es Kégico pensar que tan importante como la funci6n que cur- ple cada oyente en una interacciOn conereta es el tipo de relaciones personales que man- Teno el hablante: Ia importancia de las caractersticas sociolingiifstcas del oyente pueden qasar a un segundo plano sel vinculo entre el hablante y su interlocutor es estrecho (Bic~ Ferton, 1980), El mayor problema que presentan estas relaciones personales para el anéli- Si del estilo reside en que ofrecen infinitas posibiidades: no se mantione el mismo grado de intimidad con todos los amigos, ni con todos los hermanos, ni siquiera con e padre ola madre, Situvigcamos en cuenta las miltiples posibilidades de las relaciones interpersont- Jes nos enfrentarfamos a una casuistica inagotable. ‘ara calibrarel peso del tipo de relacién interpersonal sobre el estilo es imprescinl- ble trabajar sobre ua tipologfa bésie,”® que deberia ser tn simple y general como parain- chr en la medida de lo posible, toda clase de relacién. En la construcci¢n de tal tipologta, Josconceptos de «poder» y«solidaridad, propuestos par Roger Brown desde 1960, sere- yelan como unos instrumentos de gran utilidad (Brown y Gilman, 1968) (véase capftulo §). En principio, esos conceptos han sido utilizados principalmente para el estudio de las formas de tratamiento, pero su aplicabilidad es mucho mayor. Partiendo de la idea de que tanto l poder com la solidaridad pueden darse ono darse en una aisma relaci6n intexper- sonal (Veda, 1982; Moreno Fernéndez, 19892), llegamos ala conclusién de que el interlo- ctor, cualquier miembro de Ia audiencia, puede mantener con el hablante uno de estos cuatro tipos de relaciones: A= + Poder - Solidaridad B = + Poder + Solidaridad oder - Solidaridad Poder + Solidaridad La tipologfa obtenida es sencilla, abarcadora y, por lo tanto, ttl, especialmente ‘paral estudio de la variaciGn estilfstica. A todo ello volveremos a hacer referenciaen el capftulo 9 74, Porejemplo el discarso de un leutor de wlevisin ode rai. 7S, Hota elaion es la que constiaye el concepto de steno manejado por Halliday (1978: cep I. 106 'PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA ¥ SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE, IL Factores no personales Los factores comunicativos no personales son, bésicamente, el discurso y el contexto. 4) Discurso, Enel habla se expresan marces cualitativas y cuantitativas que per- ‘miten distinguir unos estilos de otros. Dentro del discurso de un hablante, conviene prestar atencién a aquellos elementos que son capaces de originar variacién estilistica, Desde nuestro punto de vista son dos: el tema y el tipo de comunicacién. El tema de un discurso esté estrechamente ligado al contexto en que se produce (s6lo se habla de ciertas cosas en ciertos contextos), a las caracteristicas psicolinglfsti- cas de los interlocutores y a a relacién que une a los que conversan (s6lo se habla de cier- tos temas con ciertas personas).”*La importancia de los temas ha sido bien explicada por Labov:” su metodologfa incluye este factor como especialmente significativo en la re- ccogida de materiales lingtsticos, tanto en los estudios de corte sociol6gico, como en los cetnograficos. Los investigadores que recogen materiales de Ia lengua heblada han de te- ner presente la importancia del tema que se va.atratar: gracias a las demostraciones em- pfricas de Labov, sabemos que hay temas que favorecen la formalidad (Ia correccin y la incorreccién en el uso de la lengua) y otros que favorecen una aproximaciGn a las varie~ ‘dades menos formales (peligro de muerte, relatos infantiles). De todas maneras, esto no ‘quiere decir que tales temas provoquen las mismas reaceiones en cualquier comunidad, L. Milroy ha explicado que el tema del «peligro de muerte» no disminuye el control ‘emocional en los hablantes de Belfast. En cada cultura, en cada comunidad, hay temas ue provocan més fécilmente la apariciGn de estilos informales. Debe tenerse presente, no obstante, que, en situaciones de entrevista, e1 informante s6lo habla de lo que esti dis- puesto a hablar, aunque a veces sorprenda, por ejemplo, la facilidad con que se cuentan detalles de la vida intima. Eltipo de comunicacién se acerca al concepto de «modo» que utiliza Halliday: Jama- nera en que el discurso se manifiesta. Las modalidades bésicas capaces de reflejar varia- cign estilistica en Ja lengua hablada son el discurso monologado y la conversacién, Las cconversaciones pueden ser rdpidas (duracién breve) 0 no rdpidas, dirigidas (cuando un hablante distribuyc los turnos y controla el tema), libres (si no hay control de turnos ni de temas) 0 semidirigidas. Cuando las conversaciones son multilaterales, el control puede ser ejercido por uno solo de los participantes (direccién inica) o por varios de ellos (direc- ccidn miltiple o alterna). Por su parte, os discursos monologados a menudo curmplen una funcién expresiva o una funcién referencial: en el primer caso se trata frecuentemente de ‘monélogos in absentia (con oyente casual o con «curioso»), en el segundo, de mondlogos in praesentia, Los investigadores de la lengua hablada han hecho uso de muchas de estas modalida- des para estudiar diferentes estilos. Labov, por ejemplo, ha conseguide estilos poco forma- les a través de las siguientes modalidades: conversacién répida, discurso monologado, conversacién multilateral libre o semidirigida, conversaci6n bilateral libre. Los discur- 0s mas formales se obtienen facilmente por medio de conversaciones bilaterales dirigi- das o semidirigidas. ‘76. Ena lengua eceritlteruie no funcionan de manera tan esrics esos factors. ‘71. Walliay habla del tema como fel of dscoursen. LA VARIACION EN LA LENGUA CuanRo 4.3. Factores implicadios en la variacién estilistica —_—— 1. Factores personales a) Hablante: = Caracteisticas sociolinghsticas y psicolingtisticas. — Variacién consciente-variacidn inconsciente Dy Andiencia —"Audiencia (interlocutor, oyente formal oyente casual, curias0) — Capacidad de respuesta (postiva-negatva). — Cantidad de oyentes (bilateral-mltilatera) = Relacin entre interlocutores (#-b-c-). Factores no personales 4) Discurso: = Tema (formal-informal). — Tipo de comunicacién (mon6logo-conversacién), 1) Contexto (natural-no natural) = Lager (familiar-no familie). = Momento (adecuado-no adecuado), — Tipo de actividad (pablica-privada). }) Contexto. El contexto es el factor no personal més complejo en su funciona- ‘miento intemo y el més dificil de valorar en cuanto a su incidencia sobre el estilo. La rela- ‘cin entre el contexto y el tema ¢s muy estrecha, El contexto tiene tres componentes principales: el lugar (especialmente el entorno in~ ‘mediato), el momento y el tipo de actividad desarrollada." Dado que estos elementos son ccapaces de provocar cambios de estilo, si se quiere observar c6mo se producen tales cam- bios por influencia de otros Factores (personales o no personales, ¢s necesario que las con- diciones contextuales —es decir, que todos los components del contexto— permanezcan invariables. De Io expuesto hasta aqut se desprende que son muy numerosos los factores que pue~ den tener incidencia sobre la variaci6n estilfstica.” Todos ellos quedan resumidos en el euadro 4.3. La investigaciGn del estilo no puede infravalorar la importancia de ninguno de los factores implicados en la comunicacién y, por lo tanto, en la Variacién estilfstice. Sin em- ‘argo, es cierto que no todos ellos tienen la misma incidencia sobre el fendmeno del estilo. Lamentablemente es mucho lo que queda por conocer sobre la importancia relativa de Cada elemento, pero ya se ha trabajado lo suficiente como para empezar a plantear hipéte- sis con ciertaseriedad, Allan Bell propone, como hip6tesis general, queel cambio de estilo ‘obedece al tipo de audienciay al grupo de referencia, lo que supone conceder primacia a Js factores personales sobre los no personales, A partir de aqui se descubren otros hechos (Coupland, 1980; Douglas-Cowie, 1978): 1K, Est timo presenta una estrecha relaidn con el eariter pico o privado de ainteracci. 79. Dell Hymes (1967) firma gue lo eomponentesssociados alas variaciones del habla pede quedar ‘esumidos mediente le palabra macmotéenica SPEAKING: S (sting), P (participants) E (ends. (art cha- acteristics), K (keys insrumenaites, canal, igo), N (noms af nteraction and interpretation), G (ger er, ipo de acto de habla), PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUATE 1. _ Una variacién estilistica determinada por factores que no tienen relacién con la ‘udiencia presupone una variacién de acuerdo con el interlocutor. 2. Uncambio de estilo motivado en la audiencia se puede catalogar oclasificar més fécilmente que un cambio debido a los temas tratados, Como colofén de este apartado, podemos formular un principio general relativo ala variaci6n estilistica, Principio dela variacién esilistica Un estilo de habla —varianteestlistica— es una posibilidad de actuacin comunicati- va, capaz de expresar un determinado grado de formalidad, que el hablanteselecciona sega, Ja forma en que se presentan diversos factores personales y no personales, Con este principio se estéIlamando la atencién sobre la importancia de los estilos, no s6lo en la actuaci6n lingtfstica natural, sino también en la actuaci6n lingifstica producida «en contextos de investigacién de la lengua hablada (Moreno Fernéndez, 1992c; Bell, 1984; 2001; Ladegaard, 1995), ‘Variedades especiales: las jergas Gerigonza. Un cierto lenguaje particular de que usan los cie- {20s con que se entienden entre sf. Lo mesmo tienen los gitenos, ‘también forman lengua fos rufianes y los ledrones, que lama igermania, (SepasTAN DE Covannunias, Tesoro de la lengua castellana 0 espafola, 1611) Junto a tas variedades comentadas hasta el momento, la investigacién lingtfstica se hha ocupado, en algtin caso desde hace mucho tiempo, de otras variedades que pueden reci- birel calificativo de especiales. Entre ellas las que mAs atencién han merecido han sido las amadas jergas, entendiendo por jerga un conjunto de caracteres lingtifsticos espectficos de un grupo de hablantes dedicado a una actividad determinada: el uso de una jerga siem- prees un modo de marcar una identidad sociolingUfstica o la pertenencia a un grupo. Aho- ‘abien, tal denominacién incluye situaciones y realidades bien diferenciadas, como ha ad- vertido Julio Casares (1992: 279): La jerga consttuye una zona restringida de la lengua familar, que limita el sur con la germania y el cal6 al este y oeste con la terminolog{a artesanay al norte con el tecnicismo cientifico, Efectivamente, podemos hablar de jerga —o argot— para hacer referencia aos sos caracteristicos de grupos gremiales, cuya comunicacién puramente profesional no ha de tener una intencién o un carécter criptico, por més que su dominio corresponda norm ‘mente a individuos iniciados. Estamos ante variedades sectoriales especializadas" 0 80, Denominacién daca por B. Rods{guez (1981; 1997) LA VARIACION EN LA LENGUA 109 Ienguas de grupo también se utiliza el nombre de reenolecto— con diferente grado de serevetomo, que pueden set de muchos tipos: aquf se incluira Ia jerga médica, a econo” nist y empresaril, a juridica, la militar, la periodistica, la informatica y moltitud de jet as de ofcios, queen ocasiones han gozado de una larga tradicién.* Légicament, 0 la aedida en que desaparecen oficios, van desapareciendo las respectvas jergas gremiales, Ge igual modo que las nuevas actividades traen de la mano nuevos usos comunicstivos ‘heatetipo de jergas se afiadirfan las que permitencaracterizar a préeticamente cul- quiee grupo social seg Ia actividad qu relic: estdiantes, deportistas, funcionsros, fescadores. Estamos ane Variedades mis omenos acesiles par os ajenos al grape, due petfenen una intenci6n criptica y que no se suelen utilizar fuera de la comunicaciOn inter- pe, aunque algunas de ells tienen més faciidad que otras para transfers elementos ala Tongua gencral: en Espa, por ejemplo, el uso general va incorporando muchas voces Pro- pins de [a erga estudianl, Joa tauina ode la pot y la economia, debido, en gran Per ee la influcncia de los medios de communicaciGn social (Alvar, 1983). Para todo ello rm bién se habla de argot y de slang. Pero, por ota pare, una jerga puede entenderse como un conjunto de rasgos ingtis- ticos, eneralmentsartificiosos,utilizados con una intenciOn criptica 0 esotéica. En este aso eltérmino ha alternado con otros muchos, como jerigonza, germanta, cara o jaca. snina, Se trata de «lenguas sectetas» mane)adas por grupos sociales cuya actividad est G puede estar fuera de una norma o incluso fuera da ley —es a lenge de los bajos fon do, de! hampa, de Ia delincuencia (Salillas, 1896)—, aunque también se han utilizado en cures actividades, como las comerciales 0 las trashumantes. Estos usos, en general se ca~ racterizan por una gran eapacidad de cambio, dado que, conforme se hacen transparentes, fparecen nuevas voces que susituyen alas que empiezan a ser reveladas. ‘Los recursos lingisticos de las jergas cripticas, ademés de ser atificiosos, suponen tuna actitud activa por parte del grapo y afectan sobre todo al léxico y a la fraseologia: se nodifican formal oseménticamente términos ya existents (por ejemplo, cambiando el or- ‘don dels sflabas),” se toman formas prestadas de otras lenguas (en el caso del espafiol de pana, se han tomado del gallego, del catan, del vasco, del francés, del éabe, el cal6: cenel lunfardo, se han tomado del italiano), se usan palabras onomatopéyicas y se incor~ poran nuevas series de numerales. Ejemplos de estos usos pueden scr la germanta espaio- Indel Siglo de Oro el primer lunfardo argentino o la més reciente jerge del drogadiceién (Leén, 1980). Pero hay otros muchos, como el calé de los arrieros de Quintanar de la Onden (Toledo), uilizado por los comerciantes ambulantes durante el siglo XIX, hasta I desaparicin de a arrere. En esta jerga de arrieros se suclen dar significados nuevos aso- 1, En conexidn con as varedadessetoriales, estarfan los alenguaescientfice-éeaios»,formados rincipamente gor somencatues espeificas en las qu el significant y el significado de os signos eta Une ince bicetvoca que impide la pliseria ola connolacidn (Reerige7, 1977-1978; Cab, 1993). Ex. Ho agutalgonor ejemplos tadilonscs epatoles:el bale oparafusade los afladores de Ore se, lnjeeinede os tres ysfeeros de Tomo, también en Galicia, a ileira dels fabicates de cuencos ‘Soimtdone fel sodoss de Astra ola gaceria de ls canes de Cantalejo, en Segovia (Moreno Feméndex, 2008), 19. Este recurs lo usliz el lunfardo, Sobre ateraciones formas confines comanicatves 0 dics, son ilutatvos ls ejemplos recogides en la obra de D, Casal (9%: 53-59). a, El hnfacl tw on argot poteto,resringido « iniiados y Iamado policshmentslenguajecanero ‘Como ocurte en uchs lugares algunas pelabras del lunfardo han pasado a formar pate det lxico gener Co cay ei la Pat min ham, ape or Cleese 1968; Terug 1978; Expindola 0 PRINCDIOS DE SOCIOLINGDISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE ciados a formas ya existentes, se crean metéforas y se utilizan multitud de nombres propios con referentes locales o regionales. Sirvan como muestras estas pocas frases: la de ariepa de hoy me invita a jalar chipola con andjar y pedrofieras ‘en la carta de hoy me invitan a comer cordero con aceite y ajos"; el tolimo de la mesada peor que un senador ‘el hombre. ‘tiene la cabeza peor que un burro"; aculla birris yno conoce a la ta jacinta ‘esté borracho ‘y nO conoce la verguenza’ (Martin de Nicolés, 1968). Reflexiones y ejercicios 1, Aplicando los crterios de Stewart (1962), indique a qué tipo de variedad corres- ponderfan las siguientes denominaciones y explique por qué: BASIC, sdnscrito, vasco, ca~ rioca, francés, maya, chino mandartn, pichinglis de Guinea Ecuatorial, Busque en manva- les de lingifstica 0 consulte la Enciclopedia del lenguaje, de D. Crystal, silo considera ne- 2. Consulte Ia pagina informética de Ethnologue, que oftece una base de datos de Jas lenguas del mundo: . Busque Chile, dentro del conti- nente americano. Anote, junto al nombre de cada lengua, si cumple o no cada tno de los criterios de Stewart y determine de qué tipo de variedad se trata en cada caso. 3. Descubra en su propia habla qué caracteristicas f6nicas, gramaticales, Ixicas y pregmaticas predominan cuando hace uso de un estilo formal y eudles lo hacen cuando usa 'un estilo informal. Describa los principales rasgos lingifstcos que aparecen en el estilo formal de los nivelessocioculturales mas bajos de su comunidad 4. Sefiale cudles son las principales caracteristicas de la jerga estudiantil de su co- ‘munidad de habla. Preste atencidn a todos los niveles de la lengua, incluidos los aspectos relacionados con el discurso. Orientaciones bibliogréficas Sobre el concepto de dialecto y todos los problemas tericos y prcticos que se sitian én su entomo, conviene consulta los capitulos itroductorios del libro dirigido por Ma- nuel Alvar, Manual de dialectolog{a hispdnica, Elespanol de Espafa (1996). Para una ca- racterizaci6n del espafol coloquial, puede consultarse el trabajo de Antonio Briz, El espa- ‘iol coloquial. Situacién y uso (1996). Como introduccién general alas teorias de M. A. K. Halliday, véase su obra El lenguaje como semsitica social (1982). CaPiruLo 9 ACTITUDES LINGUISTICAS ‘Actitud, identidad y conciencia lingiiisticas Movisme ello, ademés, el deseo de defender a lengua vul- ‘gar de muchos acusadores, los cuales la menosprecian y enco- rian les dems, prineipalmente la lengua de oc, diciendo quees ‘mds hermosa y mejor ésta que aquélla,en Io cual se apartan de a verdad (Dare AUGHEERL, El convite, 1304-1307) En 1970, Rebecca Agueyisi y Joshua Fishman hacfan una llamada de atenciGn sobre Ja importancia que los estudio dela acttudes tienen, en el eampo de la soiolingstica, para conocer mus profundamente aswntos como la elecciém de una lengua en sociedades ‘multlingies, ainteligiilidad, la planificacin lingisticao la enseftanza de enguas;ade- ms la actitudesinfluyendecisivamentsen los process de variacin y cambio linguist os que se producen en las comunidades de habla. Una actitud favorable o positiva puede hacer que un cambio lingUitio se cumpla mis répidamente, queen cirtos contexts pre- ddomine el uso de una lengua en detrimento de ota, que I ensefanza-aprendizae de una lengua extranjera sea mis eficaz, que cierias variants ingisticas se confinen alos con- textos menos formales y otras predominen en ls estos cuidados. Una acitud desfavora- ble o negativa puede llevar al abandono y el olvido de una lengua o impedir la difusi6n de tna varianteo un cambio lingstco. Bl peso de las actitudes sobre la realidad social ha sido suficientemente valorado por disciplinas como Ia sociologia o la psicologia desde hace muchas décadas; el peso de las actitades sobre la realidad lingustica ya ha comenzado a recibir In atenciGn que merece, pero ain son muchos los aspectos que se desconocen acerca de su naturaleza y sus reper- cusiones sociolingiifsticas."* Ta actnud lingtdstica es una manifestacin de la acttad social de los individvos, dis tinguida por centrarse y referirse especificamente tanto_a la lengua como al uso que deella sehace é Sociedad, y al hablarde «lengua» incluimos cualquier tipo de variedad lings , definido de cualquiera de las dos maneras, hay un lugar para la lengua, porque ‘una comunidad también se caracteriza por la variedad o las Variedades ingUisticas usadas en su seno y, ademis, porque Ia percepcién de lo comunitario y lo diferencial se hace especial- mente evidente por medio de los usos lingistics. Una variedad lingtstica puede ser inter- pretada, por tanto, como un rasgo definidor de la identidad, de ahi que las actitudes hacia los ‘grupos con una identidad determinada sean en parte actitudes hacia las variedades lingu‘st- cas usadas en esos grupos y hacia Ios usuarios de tales variedades. Joshua Fishman (1999: 161) ha afirmado que la sociolingistica puede ayudar areco- nocer seis variables que relacionan los hechos de la lengua ms significativos socialmente con la identidad étnica. Estas variables son: 1) los agravios que un grupo hablante de una lengua pueda cometer contra otro; 2) los contrastes en Ia interaccién de dos grupos hablan- tes de lenguas diferentes; 3) las actitudes hacia una lengua y una identidad éinica determi- nadas; 4 la funcionalidad y la compensaciGn de los vinculos entre a lengua y la identidad étmica; 5) los procesos de modernizacién; 6) la intensidad de las sanciones comunitarias en Jaimposicién de una politica linguistic. La relacién entre lengua identidad étnica es més {ntensa all donde se hacen més patentes los agravios entre grupos aparentemente diferen- ciados, sobre todo cuando los lideres deciden convertir las convicciones lingUfsticas en un procedimiento para captar seguidores. Rie RRL TS LA LENGUA EN SU USO SOCTAL 119 ‘Las actitudeslinglfsticas son reflejo de unas actitudes psicosocisles; de hecho san acttudes psicososales, Si, como hemos comentado, las lenguas tienen un significado © aocrmvenmotaciones sociale, natural que sean apreciadas y evaluadas de acuerdo con Taos Kanu las caractersticas sociales de sus usuarios. Por eso no resulta fil delimiter ee eomjenza la actad hacia una variedad lingustica y dGnde termina la actitad hacia sTomipo social ol usuario de es variedad. Los resultados de mumerosos estos de ac aero polan que si bien las lengua son entidades objetivamente comparables, 10 que 8 saaeade proven diferencias de acstod esa posiién de los grupos Socales o etnolinghis ticos. ‘kpropéxito de esta situacién, H. Giles (1979) y sus colaboradores han propueio dos pots penerales: una primera hipStesis, a hpdtess el valor inherente planta epost Trfided de somparar dos variedades y de que alguns de elles sea considerada como mejor arise cciva que ara una segunda ipOtesis la hipdtess de a norma impuesta, sote- aque una variodad puede ser valorads, por sf misma, como mejor omds atractivy ave oe Tea lade por un grupo con mayor prestigio. Las investigaciones de Giles, y de ores és, sean avoatirman Ia vegunda de las hip6tess, demostrando que una misma variedad thede sr objeto de acttespositivas o negativas dependiendo de a valoracién aye = Pasa del ropo.en que se habla (Edwards, 1982): ls actitudessuelen ser manifesinion ares preferences y unas convenciones socieles acerca del extatus el prestigio de fos ha Tne También debe destacarse que Io habitual esque sean ls grupos sociales mis Pres” Floss, nds podeosos socioeconémicamente, los que dict Ia pata dels acinus 0 uftees de las comunidades de habla; por eso las actitudes suelen ser postivas basi rea Tos uss yas caracterstica de los hablanes con mayor pestis de posci6nso- cial més alta, Per atte lado aactitud lingtistica se manifista tanto hacia las variedades y Los usos Lngufstcos propos eomo hacia os ajenos;as{ mismo, ala hora de formars esa tnd, aan ger factores decisivos el nivel deestandarizacién de la lengua (codificaciémy acep- tacigny su vitalidad:a menudo son objeto de acttudes favorables ls variedades Propias tSpectelmente cuando disfatan de un alto grado de estandaizacién. Se dala cieanstn- Ger sin embargo, de que no siempre se mira lo propio con 10s mejores ojos porate 8 Posi Sle caeentar por ejemplo, que algunos hablantes de variedades minoritarias tienen una acti negative hacta su propia lengua, generalments cuando esas variedades no Jes pet thiten un ascenso social, una micjora econémica o cuando les imposiilit el movimien’o po lugares oiteuls diferentes del original. Esto no signifiea que no se valore en absolito Ta lengua propia 0 que no se le conceda el més minimo aprecio. Sen vomprender la posbilidad de que se tenga una atid negativa hacia una vie riedady de que esa variedad sea objeto al mismo tiempo de cieta consideracién se debe sablocer una eistine36n enre varias caracterfsticas: de igual modo,que « un individuo Sele puede apreciar de modo diferente como profesional, como amigo, como pade © Como vecino, ns lenguas pueden ser estimadas por razones diferentes, azones que nor- Talents son socials, subjtivasoafectvas, Esta malpicidad de valoraicnss com pla enormemente las aciudesy explicasucapacdad de infuenciaen saconts diversas: la forma en que los profesores tratan alos alumnos, en que los profesionsles cntrevistan alos eandidatos a tn puesto de trabajo y en que los empleados de una empre~ $a tratan asus clientes. ‘Una de la bases sobre las que se asienta La actitud lingifstica es Ia conciencia socio lingtfstica: los individuos forjan actitudes, del tipo que sea, porque tienen conciencia de 180 PRINCIMOS DE SOCIOLINGDISTICA Y SOCIOLOGIA DEL. LENGUAIE una serie de hechos lingdisticos y sociolingitisticos que les conciemen oles afectan. "Te Jes hechos pueden pertenecera su propia variedad, ala de su grupo oa la desu comuni pero ambiln alas variedades de oor hablantes ots grupos, oes comunidades, Las ba, blantes saben que su comunidad prefiere unos usos linglifsticos a otros, que ciertos usos son propios de unos grupos y no de otros y, por lo tanto, tienen laposibilidad de elegir lo que consideran més adecuadio a ls circunstancias 0 sus intereses. Esta capacidad de elec- ci6n, derivada de la conciencia lingifstica, ¢s extraordinariamente decisiva a la hora de producirse —y explicarse— los fenémenos de variacion y de cambio lingiifsticos, ast como la eleccién de una lengua en comunidades multilingles. La conciencia lingistica es un fenémeno estrechamente ligado al de variedad lin- giistica —sobre todo en las comunidades bilingttes oen territorios donde se habla més de tun dialecto— y al de estrato social. A propésito de la estatificacién social, Humberto L6- pez Morales explica lo siguiente (2004: 258-258): Parece cierto que la relaciGn entre estrato sociocultural y concienci Lingitica es muy estrecha y que, a medida que se baja cn el espectro social, disminuye el grado de capacidad istintiva de los sociolectos de la comunidad, Si, efectivamente, conciencialingistics y es- ‘ratificacion social son de alguna forma paralelas, habré que saber cuél es la fenomenologia, sintomética que da pie alas distinciones Con el fin de averiguar hasta qué punto es cierta tal asociacién, Lépez Morales ha rea- lizado un estudio sobre el espaiio] de San Juan de Puerto Rico y ha llegado ala conclusisn de que mayoritariamente existe conciencia sobre la variacién sociolectal y de que los indi- vviduos de nivel socioeconémico més alto son, con las mujeres en general, los de mayor conciencia sociolingitistica, Por lo demés, es obligado pensar que, si esta conciencia es algo muy arraigado en comunidades fundamentalmente monolingUes, lo mismo puede de- cirse, con mayor énfasis, en relacién con las comunidades bilingucs o multilingties. ‘parte de la actitud, una de las consecuencias directas de la conciencia sociolingils- tica de los hablantes es su seguridad o su inseguridad lingifstica, esto es, la relacién que existe entre lo que un hablante considera correcto, adecuado o prestigioso y su propio uso lingufstico: se habla de seguridad lingufstica cuando lo que el hablante considera como correcto o adecuado coincide con los usos esponténeos del mismo hablante; la inseguridad lingiitstica surge cuando tal coincidencia disminuye 0 desaparece. El prototipo de hablan- te inseguro seria aquel capaz de hacer afirmaciones como éstas: A mif nunca me se ocurri- fa decir me se ha caido 0 yo jamés dirfe cosas como irfe o vendre. Pero, comentado cudl es el interés de las actitudes para la sociolingtifstica general, es importante saber e6mo se definiria la actitud desde la disciplina que mAs laha estudiado, Ja psicologia social, y cudles serfan sus componentes, si se admite que los tiene, Interpretacién y componentes de las actitudes lingiisticas Como han indicado divers antores Ralph Fasold(1996:229y s), por eemplo—, las acttades ingistcas han sido estdindas desde dos puntos de vista: uno mentaisa, de 12, Nopuede decir, sin embargo, que todos los hablanes de todas ne comunidades seen conscentes 4s todas as caractrsiasLngitcasysociolinghsias de sa vaiedad. i { k it LA LENQUA EN SU USO SOCTAL 181 naturaleza psicosociolégica, y otro conductsta. La concepciGn conductista interpreta la ac- titad como una conducta, como una reacin orespuesta aun estimulo, esto es, ana lengua, una situacin o unas caratersticas sociolingistcas determinadas, Desde un punto de vista ‘mentalisa, a actitud se entiende como un estado interno del individuo, una disposicién ‘mental hacia unas condiciones o uno hechos sociotingifsticos concretos; en este sentido, Ia ‘actitud serfa una categorfa intermedia entre un estimulo y el comportamiento o la accién in- dividual. Aunque mas abajo se hard referencia al modo de analizar las actitudes, convene adelantar que, mientras los conductstas utilizan como procedimiento de estudio la observa- cin directa de las conductas objetivas, los mentalistas deben recurir a otras tSonices, mas complejas, que permitan desvelar algo tan intangible como un estado mental. ‘En términos generales, se acepta que las actitudes impican directamente Ia presencia de varios elementos 0 subcomponentes que no conviene confundir: una valoracién (com- ‘ponente afectivo), un saber 0 creencia (componente cognoscitivo)" y una conducta (com- pponente conativo}. Este ese criterio de los defensores de una interpretacion mentaista de Ta actitud, aunque los psic6logos conductistas suclen ver en la actitud un elemento tinico, ‘generalmente afectivo o de valoracién (Osgood y Fishbein, 1965). Entre los partidarios de interpreta la aetitud como una entidad compleja, que son la mayorfa, existen discrepan- cias para determinar cmo se rlacionan entre sf estos concepts, y todos ellos con Ia acti- {ud, lo que equivale a plantear el problema de describir la estructura componencial de las actitudes lingUisticas. Las propuestas psicosociol6gicas més conocidas sobre los componentes de Ia actitud y sus elaciones son las de W. Lambert (1968: 49-69), M. Rokeach (1968) y M. Fishbein (1965). Para el primero, la actitud estéformada por tres elementos —Iacreencia, la valora- cign y la conducta— y todos ellos se sitfan en un mismo nivel: Ia actitud ling stica de un individuo es laresultante de summar sus creencias y conocimientos, sus afectos y, finalmen- te, su tendencia a comportarse de una forma determinada ante una lengua 0 una situacin sociolingiistica Para Milton Rokeach, la actitud se interpreta bésicamente como un sistema 0 con- junto de creencias (creencia 1, ereencia, 2, creencia n): la actitud depende fundamental ‘mente de lo que se cree acerca de un objeto sociolingiifstico. Ahora bien, cadauna de es- tas creencias esté formada por la suma de los tres componentes: el cognoscitivo, el afec- tivo y el conativo. Asi pues, unos conocimientos, unas valoraciones y unas conductas pueden dar lugar a un sistema de creencias del que se ha de desprender una sctitud lin- slistica concreta. Fishbein, por su parte, opina que las lenguas, las situaciones o os hechos lingisticos ddan lugar, por separado, aactitudes y a creencias. Las actitudes estén formadas por un solo componente de naturaleza afectiva: se fundamentan en la valoraciGn subjetiva y sentimen- tal que se hace de un objeto. Junto a esto, pero en un plano diferente, la ereencia estéfor- ‘mada por un componente cognoscitivo y un componente de aecién 0 conducta, ‘Otros autores, como Richard L. Street y Robert Hooper (1982), han preferido ofrecer cexplicaciones en las que se da més importancia al dinamismo del modelo que ala relacién estructural de sus componentes, Street y Hooper proponen un modelo de valoracién del habia basado en los juicios de valor y en los usos lingUisticos de los interlocutores. Los procesos cognoscitives y de conducta vienen determinados por tres variables: a) los cono- imientos recibidos y los prejuicios de los hablantes (estereotipos, procesamiento de lain- 13, Este componente forma parte de a conciencia ssiaingostica, PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUATE * Componentes del mens quelcuje elamesos converse divergent (somone Mal), Fic. 9.1. Modelo de valoracién del estilo de habla, segin Street y Cooper (1982). formacién, caracteristicas dela personslidad, expectativas socioldgicas);b ls caracterfs- ticas del habla, del mensaje (acento, dialecto, elementos paralingtsticos);c) las ntenci nes de lo interlocutores. Con estos elementos Street y Hooper constrayen él modelo que se muestra en la figura 9.1. El proceso comienza con la transformaciéa de un mensaje, ue incluye elementos de acomodacién del habla, en un mensaje percibido. La percepei6n, asu vez, pone en marcha ‘una respuesta valorativa. Este paso se produce dentro de un entorna de conocimientos o saberes sociales, enel que influyen factores como las caractristicas sociales de los inter- Jocutores (edad, sexo, etc.) 0 10s juicios personales sobre unos hechoslingUisticos y para- linguistics, entre otros muchos. treet y Hooper seialan que, en la nteraceién comunica- tiva, se produce una adaptaciGn oigualacién del habla alas caractersticas del mensaje re- cibido, siguiendo la line trazada por la eoria de la acomodacién comunicativa Las opiniones que se acaban de exponer proceden del campo de la psicosociologis. ‘Sin embargo no debe desdefarse Ia posibilidad de ofrecer una interpretacién més neta- mente sociolingufstica, puesto que, al fin y al cabo, las actitudes se dirigen hacia un objeto sociotingtistico y se desprenden de lo que las personas hablan, de cSmo hablan, de cuéndo lohacen y hacia quién se dirigen. Por eso precisamente merece destacase Ia opiniéa del sociolingitsta Humberto L6pez Morales (2004: 286-297). Para Lépez Morales, la acttud esté dominada solamente por un rasgo y, por lo tanto, cncella se identifica tan s6lo un componente: el conativo. A diferencia de los modelos de Lambert y Rokeach y a semejanza del modelo de Fishbein, Lépez Morales separa el con- cepto de «creencian del concepto de «actitud> y 1s sitia en un nivel diferent: ls creen- cias dan lugar aactituces diferentes; €stas,asu vez, ayudan a conformar las creencias, jan- 10a los elementos cognoscitivos y aectivos, teniendo en cuenta que las creencias pueden estar basadas en hechos reales 0 pueden no estar motivadas empiricament. Lépez. Morales representa la relacién entre creenciay actitad como en la figura 9.2. Segin se desprende de ia ilustraciGn, la actitudesestin formadas por comportamien- tos (componente conativo), por conductas que pueden ser positivas, de aceptacin o nege- LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 183 & ev & es ic. 92. Relacion entre creencia y acitud, segiin Lépex Morales. t tivas, de rechazo. La atitud neutra se concibe como una ausencia de acitud y no como una Clase mas della Afirma L6pez Morales que no todas las creencias llevan ala aparicign de tcttudes, pero que la mayorfa de ellas slas producen. De este modo, los fenmenos consi- derados como rurales o vulgares producen una actitud negativa que llevaa su rechaz0 (por tjemplo, la realzacién velarizada del fonema vibrante méltiple en San Juan de Puerto Ricor le seouencia pronominal me se, por se me en Espafa) ese rechazo, como la buena aceptacidn cuando se produce, suele tener consecuencias en la conducta Linguistics de los hhablantes de una comunidad: se tiende a usar lo que se considera mas aceptable y ano usar Jo rechazable, sobre todo en los estilos cuidados, en los que la conciencia lingbstica part- cipa més aetivamente. Cuando el uso no concuerda con la acttud de aceptacién ode recha~ 70, aparece el fenmeno denominado inseguridad lingtstica. ‘Como se deduce de todas estas propuesias, las actitudes tienen formas muy diversas de manifestarse: Lopez Morales habla de actitudes positivas y negativas, actitudes que se texpresan de maneras muy diferentes ants distints tipos de realidades sociolingUisticas, Una de estas realidades sera a situacin, ya que cada situacién puede provocer una acti- tud diferente en los hablantes. Howard Giles y Ellen Bouchard Ryan (1982) han oreado un modelo bidimensional capaz de recoger las acitudes que surgen en situaciones sociolin- sifsticas particulares. Tales situaciones vienen caracterizadas por el contexto, el propdsito Y los panicipantes, asf como por su formalidad. Las dimensiones del modelo son, por un lado, el continuaom estatus (poder)-solidaridad y, por otro, el continuum grupo-persona. ‘Ambas dimensiones pueden identificarse por la presencia de una seri de aributos oindi- es que las caracterizan y que quedan recogidos en la figura 9.3. 'Sogi este model, las situaciones pblicas, formales, de rlaciones entre miembros 184 PRINCIFIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE status (po Persona Grupo Indies: fodions: ‘Sohdaridad rtema. Benewoincia eat poten pea Sinladea co crooning ‘Situ do stb Onguls oe gull tani Solidaridad Fic. 93. Situaciones percibidas en relacién con la actnud lingtstica e indices de evaluacién de dos dimensiones. Adaptacién del modelo de Giles y Ryan (1982) de grupos diferentes evan al uso de elementos sociolingUsticos adecuados al estatus y al poder de los hablantes en mayor proporcién que las situaciones informales, privadas y de relaciones entre los miembros de un mismo grupo. Los émbitos de la escuela, la adminis. traci6n y el trabajo suelen responder a un patrén sociolingtistico en el que se da gran im- Portancia al estatus social, mientras que en los dmbitos o dominios de la familia y el vecin- dario destacan unos usos sociolingtfsticos en los que primal concepto de solidaridad. Por ‘otra parte, en as situaciones de contacto entre dos personas suete predominar més clara- ‘mente el concepto de individuo o persona cuando no hay oyentes que cuando los hay. Del mismo modo, el uso de una variedad prestigiosa predispone a los hablantes a interpretar {que una situacién esté dominada por los conceptos de estatus y de grupo. ‘Medida de la actitud En la descripcién de las posiciones conductista y mentalista, se seialaba més arriba, ‘que los conductistas suelen utilizar como procedimiento de estudio la observaci6n directa de las conductas objetivas, mientras que los mentalistas recurren a otras técnicas que per~ ‘iten descubrir el estado interno y mental de los hablantes. En el primer caso, estamos ante un método de aplicacién segura cuyo interés reside en el que puedan tener las conduc- tas observadas. El segundo caso, sin embargo, no goza de las seguridades que ofrece el pri- ‘mero: un estado mental, al contrario que una conducta, no es observable directamente y Acbe ser inferido a partir de la conducta linguifstica o de otro tipo de datos que aporte el in ividuo de forma voluntaria o involuntaria, Cuando las téenicas de investigacién se apli- ‘can sobre realidades que no son directamente observables, su validez puede ponerse en LA LENGUA BN SU USO SOCIAL 185 tela de juicio y obligar alos especalistas a hacer propuestas nuevas o buscar caminos que proporcionen resultados fiables. ‘Situados de leno en una perspectiva mentalisa, la més valorada y cultivads, se dis- tinguen dos grupos de métodos de estudio de las acitudes hacie la lengua: los mérodos di- rectos y los métodos indirectos, Las mediciones directa suelen practicarse sobre materie~ tes recogidos por medio de cuestionarias o de enirevistas. Los euestionarios empleados poseen, bien un estructura abierta el informants emite la respuesta que cree més adecua~ 4), bien una estructura cerrada (al informante se le ofrecen unas posibilidades limitadas de respuesta) Las entrevistas y los cuestionarios abiertos suelen inclur preguntas el tipo Qué piensa usted..? 0 Cémo reaccionaria usted..? — ;Oué piensa usted de la forma de hablar de ta persona que acaba de ofr en la grabacidn? (en algunos estudios es frecuente el uso de voces en grabaciones 0 cintas ¢s- tmulo). — {Qué piensa acerca de que las clases de matematicas en ta EnseRanza Primaria sseden en a lengua x? "Como reaccionarta usted si una persona desconocida y mds joven lo trata de ti? — 7Cémo reaccionarta usied si un funcionario pibico al que se ha dirigido en la engua:x no le contesta en la misma lengua? Las mediciones indirectas se aplican sin que-el hablante tenga conciencia de cul es el objeto de interés (Ia actitud); son aquellas cuyo prop6sito es desconocido por ls indivi- duos que sirven de informadores. Entre las mediciones indirectas, la més utlizada ha sido amatched guise, propaesta por Wallace Lambert en los affos sesenta y denominada en es- paliolréenica de pares ocultos, de las mAscaras 0 de los pares falsos. En su origen, latée- hica consiste en utilizar hablantes bilingles dominadores de la lenguas que se desea in- vestigar. Estos bilingues leen un mismo texto en cada una de las lenguas estudiadas y las Jecturas se graban en una cinta, inercaléndolas de tal forma que parezca que cada texto ha sido emitido por un hablante distinto: Ios oyentes pueden llegar a pensar que han ofdo el doble de voces, de personas, de las que realmente han participado en el experimento. ‘Los oyentes, también bilingles, ras ofr cada texto, han de puntuar varias caracterist- cas de los hablantes —no de la lengua—, rasgos como la simpatfa, la inteligencia, la deci- sidn, el atractivo o el origen social, Para recoger estas puntuaciones se suelen utilizar unas cscelas, lamadas escalas de diferencial sem@ntico, en cuyos extremos se sitéan los polos ‘opuestos de una determinada caracteristica (simpético-antipético; inteligente-nada inteli- gente; con éxito-sin éxito, etc.) y que offecen, entre ambos extremos, varios espacios © puntos intermedios."“ En caso de que un mismo hablante sea valorado de forma diferente, se puede deducir quees la lengua utilizada en cada texto la que he originado una actitud di- ferenciada en el oyente. ‘En uno de los estudios pioneros de la especiatidad, Wallace Lambert analiz6, me- diante la técnica matched guise, la actitudes lingifsticas de estudiantes universitaros an- l6fonos y franc6fonos de Canada, En Ia investigaciGn, los sujetos debfan clasificar la per- sonalidad de una serie de hablantes bilingles de inglés y francés. Los sujetos anglohablan- tes mostraron una actitud claramente favorable hacia los anglohablantes y una actitud ne- 14, Estas escalassvelen ofrecer siete grados para cada aributo, aunque también se mancian cinco (L6- pez Morles, 1984105 y 5s). Sobre las excalas de diferencia sernntico, véareF. Williams (1976) 186 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGDISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAZE _gativa hacia los franc6fonos: los bilinges que hicieron las lecturas resultaron ser més al- tos, més inteligentes, més simpdticos y amables cuando hablaban inglés que cuando habla- ‘ban francés. Lo significativo de este estudio fue comprobar que los francéfonos también ‘aloraban més positivamente a los que leyeron los textos en inglés, en todas la caracteris- ticas personales excepto en las que se referfam a la religiosidad y a la amabilidad. Los tex- tos en francés —esto es, sus hablantes— resultaron valorados mas negativamente por los propios francéfonos que por los angl6fonos. La conclusién general que extrafa Lambert fludia al prestigio del que gozaba cl inglés y sus hablantes en Canada y a la existencia de ‘um estigma en la poblacién canadiense que hablaba francés, un estigma admitido y asumi- do por muchos grupos francéfones. a téenica matched guise 0 de los pares ocultos ofrece multitud de variantes con las ‘que se adapta a Ia naturaleza de las actitudes, de las comunidades y de los hechos lingUsti- os que en cada momento se pretende estudiar. Para el estudio de las acitudes hacia diver- 508 usos fonsticos innovadores del espafol (aspiracién de s en posiciéa implosiva, yefsmo, ‘caida de -d-intervocélica en las formas de participio) en cinco comunidades del centro de EEspatia se ha trabajado con textos lefdos por hombres y mujeres de la misma comunidad: se trata de hablantes que, al leer, van haciendo uso de esos rasgos fonéticos, uno deellos en cada texto. A los informadores se les pide, una vez ofdo cada texto, que den su opinién so- bre el origen geogréfico del hablante (de la comunidad o de fuera de la comunidad), sobre suhipotéica activided profesional y sobre las razones que los evan e opinar de esa mane- ra. La investigacién se ha realizado en las ciudades de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, Entre las conclusiones que se estén extrayendo desteca la acttad desfavorsble que, en general, despierta la cafda de la -d- en posici6n intervocdlica on acti- tud favorable hacia las soluciones yeistas, que, por otra parte, a menudo no aparecen en él nivel de consciencia de los hablantes (Garcia Mouton y Moreno Fernéndez, 1993). ‘La éenice que nos ocupa se emplea con bastante frecuencia, a menudo con buenos re- sultados, pero presenta algunas dificultades. Una de ellas es la de a artificialidad: los cyentes dan su opinién sobre voces salidas de una cinta y en une situacién de entrevista; en ‘ccasiones es complicado determinar dénde ha terminado la valoracién de la persona cuye ‘voz ha sido grabada y dénde ha empezado la valoraci6n de le lengua usada en cada caso. Por oi lado, com los textos grabados suelen ser lefdos, se corre el riesgo de que os suje- tos juzguen la calidad de la lectura y no las cualidades personales de los lectores o las de la vatiedad empleada, a lo que se debe alladir la importancia que tiene la relaciGn entre el tema tratado en la grabaci6n y la lengua empleada en cada texto: el tema influye sobre 1a actitud porque hay temas de Los que nunca se habla en una variedad o lengua determinada. “Entre las pruebas indirectas también sobresalen las que van destinadas ala valoracién {que el hablante hace de su propia forma de hablar: pruebas de autoevaluacién. Las concla- siones de tal clase de estudios sirven para medirel grado de inseguridad linguifstica, En estos ‘casos, e presentan alos informantes los rasgos variables que interesa analizary Se les pre- szunta cudl de ls variantes s la que utilizan ellos mismos. A menudo las respuestas obteni- das aportan més informaciGn sobre la actitud de los hablantes hacia esas variantes que sobre ‘sus usos personales. Cuando los hablantes —a menudo los hombres— afirman utilizar for- ‘mas més vulgares ode més bajo estatus que las que realmente uilizan (ing. underreporting), su actitud suele ser favorable hacia tales formas. Cuando los hablantes —a menudo las mu- jeres— afirman utilizar formas més caltas 0 de més alto estatus que las que realmente utili 7zan (ing, overreporting), su acttud suele ser favorable hacia tales formas. Por timo, com el fin de superar las limitaciones de las técnicas indirectas, Joshua Fishman (1968) ha propues- LA LENGUA BN SU USO SOCIAL 187 tocontar con una medida de referencia, denominada medida de la implicacién, que consiste ‘en compara los resultados obtenidos mediante cuestionarios con los resultados que presenta Ta observacién de Ia conducta real El concepto de prestigio En repetidas ocasiones hemos aludido al prestigio porque lo prestigioso suele ser screcdor de actitudes positivas por parte de los hablantes. Pero ;cémo se define el prest- gio desde la sociolingtistica?, ;c6mo se descubre y se mide? El prestigio puede ser considerado, bien como una conduct, bien como una actitud. Esto quiere decir que el prestigioes algo que se tiene y se demuestra, pero también es algo que se concede, Se podria definicel prestigio como un proceso de concesiGn de estima y respeto hacia individuos 0 grupos que retinen ciertas caractersticas y que lleva ala imita- ‘cin de las conductas y creencias de esos individuos o grupos. ‘A la hora de medirel prestigio es importante elegir la perspectiva desde la que se va trabajar: el prestigio como algo que se tiene (conducta) 0 como algo que se concede (acti~ tud), La mayor parte de los soci6logos han analizado el prestigio como actitud, mientras {que los antropélogos lo han estudiado como conducta. Los sociolingtistas, por su parte, también han preferido profundizar en la perspectiva de la actitud (algo que se concede); con otras palabras, han preferido detenerse en averiguar lo que es considerado como pres- tigioso y no en descubrir, sobre los individuos y grupos prestigiosos, cudles son las carac- teristicas que los hacen ast. Enel caso de la sociolingtistica de Labov, se haatendido més a Jos usos sociolingtsticos prestgiosos que a las normas de prestigio en su conjunt. ‘Las técnicas que se han mostrado més tiles para el descubrimiento de usos lingUisti cos prestigiosos han sido las indirectas, deseritas para el estudio de le acttud y de Ia inse~ tguridad ingbistica. En la interpretacin de sus resultados, hay que suponer que To que el hablante cree correctoes, 2 su vez, lo que también considera més prestigioso, aunque debe recordarse que lo que se considera como correcto no tiene por qué ceffrse a lo que, desde tun eriterio normativo, se valora como correcto."* Ahora bien, el poder de las pruebas in rectas no mitiga la utitidad de las pruebas directas, que se pueden revelar como auténtica- ‘mente decisivas para la explicacién de ciertos hechos. Ejemplo de ello es el estudio que, en tuna situacién de monolingtismo, hemos realizado en cl centro de Espafia con la idea de profundizar en el conocimiento del prestigio a partir de unos materiales conseguidos con tun método directo: el cuestionario (Moreno Fernéndez, 1990: 189 y ss). El cuestionario redactado, muy breve, inclu las siguientes preguntas: 1. Enla sociedad espafiola actual, ¢quién cree usted que se expresa mejor, es decir, qué personas o tipos de personas hablan mejor, segin su crterio? 2. En qué nota usted que habla mejor el tipo de personas que ha sefalado en la regunta anterior? 3. ¢Le gustaria hablar como ese tipo de personas? 4, 2OQué es para usted el prestigio? 5. {Qué tio de personas tiene para usted mas prestigio? 15, Bae! mundoispiico, destacan ls tabajs relizados por Manuel Alvar, Antonio Quis Hi berto Lines Morales sobres dversos temitorios ispanoheblanes, Véase mbiéa Y. Solano Rojas, J, Umaia Agni (1956). 188 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGOISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE ‘Alredactar el cuestionario partimos de la idea de que los resultados deberian propar- cionamos unas impresiones generales sobre las normas de prestigio que actan en grupos sociales diferentes y, por ello, decidimos trabajar sobre tres muestras diferentes: una rucstra de 30 personas procedentes de un grupo social muy concreto, formado por estu- diantes universitarios de Filologia, de ambos sexos y con edades comprendidas entre los 20 y los 27 afios; una muestra estratificada de 40 informantes de una comunidad rural, te- niendo en cuenta la variables «sexo» y «edad» (menores de 20 aos, de 21 235, de 36.250 xy mayores de 51 afios); finalmente, ua muesira que, dentro de una comunidad urbana, no Tepresentaba a ningén grupo en especial, para la que se utilizaron 42 informantes escogi- dos aleatoriamente en el centro de la ciudad de Madrid, teniendo en cuenta las variables «sexo» y «edad. Descritas someramente las muestras, {cuéles son ls variables que con- forman las normas de prestigio en cada uno de estos grupos? Se trata de un simple estudio exploratorio en el que se ha aplicado una minima cuantificacin, ‘Con los datos y las cuantificaciones se ha podido llegar alas siguientes conclusiones generates. En primer lugar, los j6venes universtarios, en su concepcién del prestigio, se rmuestran especialmente sensibles la variable «cultura», con todos los matices que encie~ ra; en ellos también se observa una conciencia notable de los usos lingufsticos y una espe cial preocupacién por la correccién. En segundo lugar, los informadores urbanos poseen nociones conscientes poco claras acerca del prestigio; en ellos la cultura ocupa un lugar se- ccundario y adquiere mayor importancia I categoria social el éxito profesional: el presti- so para los individuos de esta muestra depende en gran parte del teconocimiento ajeno y, para los hombres, no siempre son adecuados los usos lingisticos considerados como més prestigiosos 0 correctos. Finalmente, en Ia comunidad rural se observa un grado menor de reflexiGn sobre el concepto de prestigioy una menor conciencia de él tal ycomo se entien- de convencionalmente: entre los informantes rurales parece no tener tata importancia la calidad formal de ls usos lingsticos como la efectvidad en la comumicacin y en la. or- denacién de los contenidos; las cualidades morales y éticas son consideradas como presti- sgiosas, especialmente por parte de las mujeres. Ala vista de los resultados de este estudio se puede afirmar que las normas de presti- gio varian de un grupo social a otro y que s6lo después de descubrir lo que caracteriza a ceada grapo se podrén buscar los intereses comunes a varios grupos, hasta llegar a una for- rmulacién general de las normas que rigen el prestigio en una comunidad determinada, ‘Desde otra perspectiva, el andlisis del prestigio conduce al establecimiento de cuatro dicotomias: prestigio del individuofprestigio de la ocupacién; prestigio como act tud/prestigio como conducta; prestigio vertical/prestiio horizontal; prestigio socioldgi- cofprestigio lingistico, Tratemos estos pares concepluales uno # uno, 1. Prestigio del individuolprestigio de la ocupacién. Existe un prestigio como atributo de la reputacién de las personas y un prestigio como atributo formal de determina- ddos puestos sociales. El primero es fruto de la interaccién social entre individuos; el se- ‘gundo es fruto de la interaccién entre grupos sociales diferentes. En nuestra opinién, am- bos tipos de prestigio pueden ser capaces de determinar la direccién de un cambio lingis- tico, por ejemplo. La psicologia social y la sociolingtistica que se esté preocupando del es- tudio de Ia conversacién en grupos reducidos tiene mucho que decir a propésito del presti- gio individual 2. Prestigio como actitud/prestigio como conducta. Son las dos caras de una mis- ‘ma moneda, pero s6lo una de ellas, lade la actitud, permite conocer nuevas formas de pres- Fic.9.4. Prestigio externa y prestigio interno. tigio; una vez descubiertas, se hace imprescindible detenerse en la otra cara. Por ahora, los ‘mejores resultados, desde un punto de vista sociolingUstico, os ha proporcionado el estu- dio de la acttud, sobre todo con técnicas indirectas, 3. Prestigio vertical/prestigio horizontal. El prestigio es un fenmeno que fun- ciona, con un grado mayor 0 menor de conciencia, entre clases Sociales diferentes, entre los individuos que tienen poder y los queno lo tienen, entre la gente que pertenece aciertos status y la que no participa de ellos; pero también funciona entre individuos que pertene- cen una misma clase, que participan del mismo grado de poder o de competencia © que Aisfratan de un mismo estatus, sea éste elevado 0 nolo sea. Por eso es necesario distinguir ‘nize un prestigio vertical o externo y un prestigio vertical o interno, representados en el [réfico de la figura 9.4 El prestigio exter funciona entre clase y clase, entre grupo social y grupo social: es lo que justitica la imitaciGn de las conductas de la clases altas por parte de las clases me~ dias y la actitud favorable hacia ellas. El prestigio interno funciona en el interior de cada clase y de cada grupo: puede decirse que, para la difusién o propagacién entre os hablan- tes de un cambio lingUistico, posee una funci6n tan importante como el prestigio externo. 4. Prestigio socioldgico/prestigio lingifstico, Las dificultades que presentan la definicidn, la interpretacién y la medicién del prestigio nacen de las interferencias que © producen entre el prestigio sociol6gico y el prestigio lingustico. Sélo aisléndolos se 190 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE llega a saber qué peso ejercen por separado y conjuntamente en los fenémenos sociolin- Bifsticos. El desarrollo de estos rudimentos relacionados con el prestigio ayudaré a profundizar en el conocimiento de numerosos aspects sociolingiiisticos, incluidos la variacién y el cambio. A ello hay que sumar la que probablemente es la distinciGn més conocida y estu- diada en relacién con el prestigio, la que opone un prestigio abierto a un prestigio encu- bierto; recordemos: el prestigio encubierto esté asociado a unos usos ling sticos alejados de lo que abiertamente se reconoce como normativoyy se opone al prestigio abierto, quees prestigio de comunidad y que se asocia a lo correcto 0 normativo (véase capftulo 2). Reflexiones y ejercicios 1, {Considera que es adecuado aplicar a las lenguas adjetivos como fea, hermosa, rica, pobre, brusca, suave? ,Qué tipo de valoraciGn se realiza mediante esos adjetivos? Pre- pare una lista de adjetivos aplicables a las lenguas y que tengan un cardcter objetivo. 2. Redacte tres textos y haga que sean lefdos por cuatro hablantes bilingiles de una comunidad determinada; grabe las lecturas de sus colaboradores y sométalas al juicio de varias personas residentes en esa misma comunidad: pregunteles sobre Ia profesi6n de las hablantes, su nivel social, su capacidad intelectual y su simpatia. Anote todas las dificulta- des técnicas que haya encontrado al preparar la prueba y proponga soluciones. Comente los resultados de la prueba. Si vive en un comunidad monolingite, procure recoger mues- tras de habla de dos dialectos de la misma lengua y realice las mismas tareas. 3, Redacte un comentario sobre la importancia que tiene el uso de la variedad mas prestigiosa de su lengua en las siguientes situaciones: en familia, en la consulta de un médi- co, en un banco, en una entrevista laboral, en el momento de hacer un negocio, enel Bjército. 4, Aplique el cuestionario sobre el prestigio que se ha presentado en este capftulo a 10 personas de su grupo social. Compare los resultados con los nuestros. Orientaciones bibliogréficas Las actitudes lingtfsticas no han sido un asunto profusamente tratado en los manua- “tes de sociolingtfstica redactados en espafiol, por ello es obligada la lectura de los capitu- 1o7y 8 del ibro de Humberto Lépez Morales (2004) y del captulo 6 del manual de Ralph Fasold, La sociolingustica de la sociedad. Introduccion a ta sociolingitistica (1996). Entre la bibliograffa en inglés y escrita desde la psicologia social, s lectura inexcusable la obra de Howard Giles y Ellen Bouchard Ryan, Arritudes towards Language Variation (1982) ‘Una muestra excelente de los estudios hispnicos dedicados a las actitudes lingist- cas puede verse en el libro de Manuel Alvar, Hombre, ena, estado. Acttudes lingitticas en Hispanoamérica (1986). CapfruLo 10 LENGUA, CULTURA Y PENSAMIENTO Las lenguas y Ia visién del mundo Parece que todos piensan que nomen viene del griego dnoma, yo creo, en cambio, que viene de nasco, nowi, notun, nowimen conocer», de la misma manera que momen «impulso, movi- tmienton de moweo, moui, mot, mouimen «mover». El nombre es cierta imagen por la que algo es conocido, dice Escalfgero. (Francisco SANCHEZ DE LAs BRozas, Minerva, 1587) Ente los intereses de la sociolingUistica,entendida de una forma ampli, figura la re lacin entre la lengua, a organizaci6n social y la visién del mundo o, dicho de otro modo, entre lengua, cultura y pensamiento (Casado, 1988), Al hablar de cultura, nos referimos, siguiendo la definicién de Goodenough (1957: 167), a todo aquello que una persona debe Saber o creer para desenvolverse de forma adecuada entre los miembros de un grupo hu- ‘mano concreto y para cumplir una funcin aceptada por todos ellos. Este conocimiento se adquiere y aprende en in proceso de socializacin. El interés por Ia relacién entre lengua, cultura y pensamiiento no es algo reciente, sino muy anterior @ la génesis de la sociolingifstica actual. Aunque ésteha sido un asun- totratado desde Ia Antigledad, lo cierto es que sus orfgenes modernos, los que siguen in- fluyendo sobre la linghfstica contemporénea, pueden llevarse al primer tercio del siglo “xn, fechas en las que Wilhelm von Humboldt formulé sus ideas sobre la forma interior del lenguaje. Para Humboldt, la lengua conforma el pensamicnto y exprese perfecta- mente el espiritu nacional de un pueblo, su ideologfa, su forma de ser y su vision del ‘mundo, Cada lengua posee una forma interior, previa a toda articulacién y que siempre Ja determina, de abt que se sostenga que a diferentes lenguas, distintas mentalidades, Humboldt afirma (1991: 17) Cada lengua, cualquiera que sea, lleva en su seno en cada momento de suexistencia la expeesi6n de todos los conceptos que se puedan desarrollar alguna vez en Ia naciGn. Cada ‘ona, incluso, en cada momento de su vida, equivale exactamente al alcance de pensamicn- tos de la nacidn en ese momento, Cada cual, finalmente, en cada una de sus situaciones, for- ‘ma la totalidad de una vision del mundo, al contener expresidn para todas Ins representacio res que Ta nacicn se haga del mundo, y para todos los sentimientos que produzce el mundo enella 192 PRINCIIOS DE SOCIOLINGCISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAIE En su filosoffa del lenguaje, Wilhelm von Humboldt reformuls algunas de las princi- pales ideas de Herder, Kant y Hegel; de Herder toma el principio de que cada lengua es una forma diferente del ver e] mundo, tesis netamente romantica, en el sentido peyorativo del ‘érmino} de Kant asume el apriorismo del individuo y de la lengua: el individuo es anterior al proceso cognoscitivo, del mismo modo que el lenguaje articula el conocimiento y, por To tanto, es anterior a él; el pensamiento es el lenguaje mismo y no es posible pensar sin que haya antes lenguaje; de Hegel toma la idea de que las estructuras seménticas y sintécti- cas varian y hacen posible que unas lenguas sean més aptas que otras para la transmisiGn de determinadas ciencias o conocimientos Pero mucha de la importancia de las ideas de Humboldt, durante largo tiempo ignora- {das o arrinconadas, radica en que supusieron la apertura de un camino dentro de la linguis- tica, un camino que més tarde fue continuado por pensadores tan destacados como Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf. Las teorias de Sapir y de Whorf, junto alas de otros notables investigadores como Franz Boas, constituyen el fndamento de la disciplina denominsda antropologia lingiistica (Burke, Crowley y Girvin, 2000). Elpensamiento antropolingustico de Sapir y Whorf tiene su expresién més relevante cena lamada, precisamente, hipdtesis Sapir-Whorf, cuyos principios mejor conocidos son dos: el principio del determinismo lingiiistico y el principio de la relatividad linguéstica. El principio del determinismo establece que la lengua tiene la capacidad de determinar el Pensamiento, lo que viene demostrado por la relatividad lingiistica: el mundo ofrece un ‘conjunto complicado de imagenes que las mentes de los individuos perciben y organizan a ‘través de un patrén Gtil para toda una comunidad de hablantes y que esté codificado en las estructuras de su lengua. Asf pues, la organizacién del conocimiento viene determinada directamente por la estructura lingUfstica. Las lenguas muestran entre sf diferencias es- tructurales muy Iamativas: no todas tienen unas mismas categorfas gramaticales ni las ex- ppresan formalmente de la misma manera; algunas lenguas disponen de muchos vocablos para referirse a realidades que en otras lenguas reciben un solo nombre. Todas esas dife- rencias contribuyen aque la visién del mundo y la organizacién del conocimiento sea muy diferente de una cultura a otra, aunque las disimilitudes no excluyen la posibilidad de que existan universales. El principio de 1a relatividad, tal y como se plantea desde las antropolingifstica o la ‘tnolingufstica norteamericana de la primer mitad del siglo Xx, supone que la estructura, lingtistica es una forma de experiencia por la que se conoce el mundo. La formulacién lin- glistica de los objetos es la que nos hace entender el mundo de una manera determinada. ‘qu esté el micleo de la lamada hipétesis Sapir-Whorf, segin la cual el lenguaje eres la realidad del pensamiento (Rotaetxe, 1988: 83). _Dos lenguzs nunca son suficientemente parecidas para poder consideratlas como x70: siciones de Ta misma realidad social. Los mundos en los que viven sociedad distintas son ‘mundos separados y no se trata simplemente del mismo mundo con diferentes etiquetas. Para Benjamin Lee Whort (1969: 5), por ejemplo, es inexacto considerar que un hopi, ‘conociendo solamente la lengua hopi y la cultura de su comunidad, tenga las mismas no- cciones de tiempo y de espacio que los hablantes de inglés, por mucho que se considere que estas nociones puedan tener un origen intuitivo o puedan ser universales. La hip6tesis Sapir-Whorf, planteada en sus términos extremos, no cuenta en la actua- lidad con seguidores incondicionales. Bs dificil admitir que una lengua, si no dispone de cnc sd alte sty is we # LA LENGUA BN SU USO SOCIAL 193 tuna palabra determinada, es incapaz de expresar un concepto—puede haber recursos gra- rmaticales que lo permitan—o que sus hablantes sean incapaces de adquirtlo, Por otra par- te, las diferencias entre dos lenguas como el hopi y el espafiol no imposibilitan la compre- sién de una forma absoluta, Ahora biea, siempre queda la posibilidad de admitir unos planteamientos menos radicales: la psicolingsticaesté comprobando que la lengua ejer- be alguna influencia a la hora de percibr ode recordar; siempre es més fécil distinguir dos ‘conceptos si éstos van asociados a palabras diferentes, de igual forma que amenudo se ‘cuerda algo con mayor facilidad si valigado a algin elemento lingufstico concreto. Exp! cada ast, ala hipétesis Sapir-Whorf ain se le admitiria valide. ‘Desde un punto de vista diferente del de Sapir y Whorf, pero preocupado por las mis- sas cuestiones, Adam Schaff ha expuesto su opinién acerca de las concomitancias entre Tengua, pensamiento y realidad. Para Schaff la lengua se coneibe como producto de una praxis social que determina la vision que una sociedad tiene del mundo: la lengua refleja tina realidad a la vez que crea una imagen de esa realidad. Esta propuesta se conoce como teorta del rflejo. Desde esa perspectiva, es cierto, como sefialaba Humboldt, que el hom- ‘re piensa tal como habla y habla como piensa. Segtin Schaff (1975: 209-242), el hombre piensa en algii lenguaje, por lo que su pensamiento siempre es hablado, y Ia forma.en que piensa depende de la experiencia social expresada en Ia lengua que le ha transmitido la so- ciedad mediante un proceso de educacién hablada ‘Durante Ios lkimos afos, la psicologia cognitiva ha desarrollado otra propuesta teéri- ca, preocupada también por la relaciGn entre lengua, pensamiento y realidad, que interpre- talas cosas de una forma diferente: la teorfa de los prototipos. Esta teorfa, que esti siendo aplicada en los mas diversos émbitos de la lingfstica también ha recalado en las aguas de la sociolingistica (Hudson, 1981: 88 y ss.). Frente alos que utilizan series de rasgos mi ‘mos para caracterizar determinadas unidades —la semintica estructural, por ejemplo, ha- bla de semas (rasgos seménticos pertinentes) y sememas (conjuntos de rasgos seminticos pertinentes)— la teorfa de los prototipos propone que un concepto conereto se defina ‘como un prototipa o caso tfpico de ese concepto: un prototipo seria el ejemplar idéneo, el mejor representante o el caso central de una categorfa o, al menos, el més frecuentemente considerado como tal. Este concepto supone Ia existencia de cjemplares, casos o muestras ‘deuna categorfa que se ajustan més 0 mejor al prototipo correspondiente que otros: «péja- zo» seria un prototipo, aunque probablemente un gorriGn guardaria més semejanza con el ‘prototipo que un pingtlino (Rosca y Lloyd, 1978). Los prototipos alrededor de los cuales se rganizan las palabras en las diferentes lenguas a menudo estn menos alejados que los significados de esas mismas palabras. Con esto se quiere decir que ¢s relativamentefécil {que las lenguas compartan prototipos y no tanto que compartan significados lingisticos: Tas lenguas y las culturas pueden ser menos diferentes de lo que parecen, asf consideradas (Palmer, 2000). ‘Partiendo de estas ideas, Hudson ha descubierto que la teoréa de los prototipos oftece al sociolinglista al antropélogo varios atractivos. Uno de ellos ¢s que permite compren- der mis féciImente cémo la gente aprende unos conceptos a partir de otros en relacién con ‘unos prototipos determinados: un concepto basado en un prototipo se puede aprender a partir del conocimiento de un nimero de casos muy teducido y sin ningtin tipo de defini- Cidn mental previa del concept, Oro aractivo de los prototipos es que dejan un lugar para las interpretaciones particulares de la realidad, dado que los limites entre unos conceptos bjetos de la vida realy otros son difusos: los individuos olos gropos sociales disfrutan de cierta libertad para aplicar c interpretar los conceptos de una forma particular. Ademés, el 194 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGDISTICA ¥ SOCIOLOGIA DEL LENGUATE modelo del prototipo ofrece & los sociolingtlstas la posibilidad de explicar cémo la gente ccategoriza de modo distinto los factores sociales con los que se relaciona la lengua, facto- res come el tigo de interlocutor ola situacién en que se desarrolla una interaccién comuni- Diversidad lingiiistica y diversidad cultural 7 | vocablos y maneras de hablar que ay en otra. a (ALBI0 VENEGAS DeL.Busto, Agonta del transito de la muerte, 1553) La forma interior de una lengua, para Wilhelm von Humboldt, supone una ordena- ci6n dei mundo mental y fisieo por parte de sus hablantes, que se diferenciarén de los ha- blantes de otras lenguas por proceder a esa ordenaciGn de una manera particular y suficien- temente diferenciada. Este concepto se ha puesto en relacin con el de «forma del conteni- do» de la gramética estructural, que se define como la estructuraci6n que cada lengua da a larealidad fisica 0 mental, esto es, 2 los conceptos infinitos de la mente humana. A su vez, elconcepto de «forma del contenido» supone una interpretaci6n del léxico que lo presenta, como um conjunto de unidades susceptibles, en gran parte, de ser estructuras dentro de uni- dades més amplias denominadas campos léxicos. ! Los estudios de los campos léxicos realizados hasta el momento revelan cémo cada lengua organiza el contenido de una forma distinta y demuestran el alcance de la relativi- dad lingUistica. Uno de los ejemplos contrastivos mas conocidos y epresentativos es el de i ls términos de parentesco: en hiingaro se distinguen, mediante unidades léxicas diferen- ciadas, las figuras del hermano mayor (bétya), el hermano pequefo (dcs), Ia hermana ma- i yor (néne) y labermana pequefia (hug); frente a esta organizaci6n, el inglés «S6lo> dispone de dos unidades léxicas —una para hermano (brother) y otra para hermana (sister)— y el ‘malayo, de una (saudara). En este caso, el espafiol dispone también de dos unidades, como el inglés, pero diferenciadas con procedimientos gramaticales (morfema de género) y no léxicos. 7 ‘Otros ejemplos de c6mo la lengua y la vision del mundo se interrelacionan serfan los correspondientes los nombres del arroz, de la nieve 0 del color verde: en los dialectos de ‘Vietnam no existe una palabra para designar el arroz de forma genérica, sino que se cuenta, con formas léxicas diferentes para cada clase de arroz; os esquimales, por su parte, dispo- 7 nen de palabras diferentes para llamar a la nieve en sus diferentes estados (en polvo, hela- da, que cae, etc.), mientras algunos pueblos del Amazonas usan formas léxicas distintas para los més variados tipos de verde (Foley, 1997). Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que no es necesario comparar dos o més len i ‘zuas para encontrar modos diferentes de organizar un campo léxico; dentro de una misma Tengua también se pueden hallar, y el campo de los vegetales es un ejemplo interesante. Ramén Tryjillo (1980: 180-188) ha demostrado que en Masca (Tenerife) funcionan los si- } Buientes términos generales: dréot “vegetal, frutal 0 no frutal,resistente’, ramo ‘no frutal, resistente’, mata ‘vegetal no resistente’,hierba y pasto ‘vegetal no resistente, pequefio y no comestible (personas), verdura ‘vegetal no resistente, pequefio y comestible (perso- song aPevin « LA LENGUA EN SU USO SOCIAL 195 as)’, Bsto quiere decir que en Masea son lamados ramos el laure) arta el brezo, seeygnacign que no recibenen el cenzo de la peninsula Tria, por eleote Fran el ex posible encontrar diferencias estracturales del léxico en la diaron: ts distinciones que el espaol expresa por medio dels formas viejo, joven y nuove, 7 acon latin con seneraplicado a personas), vruls aplicado a animale) y fos (apli- saa nas, pra vigj.y con avers (aplicadoa personas) y novell (apicads onto {co para oven, mientras que Ia forma latina novus equivalia auestro nieve (aplicadoalo gue no son personas ni animales) (Coser, 1977: 28). Como se ha ‘comentado, entre esta aoe assay amoeba organizaci6n del éxico(rasgos y campos semantics) y aque Peo” pone a coca dels prtotipos exsten diferencias importantes ari oe siones, lg diferencia entre dos lenguas o se aprecian slo ene! mode de organiza los campos Ixicos. David Crystal (1994: 15) ha reeogice me BS oE de orgenfas designaciones correspondiente a agijero en pintup, un lengua 290% on de Australia. Esta lengua usa hasta diez formas léxicas diferentes Pct “agujero’ aera agajeto en un objeto prt ‘aguero eel selo;hoyo! ar‘alpg “agujero pequeiio rare adie pienk:‘agujero formado porn saliente en una roca’. yulpilpa 'aBWer™ oT ancho en el que viven hormigas; hormiguero’, mutara ‘agujero en una anza’, nyarrkal- pra "madriguera de un animal pequefo', puipa‘madtiguera de co#slo ‘makarnpa ‘ma- Urignera de iguana’ katarta ‘el agujero que deja una iguana cuando Fone lasuperficie después de la hibernaciGn'. En espafol, para expresares08 mismmos contenidos, se puc- ‘eer NScesitar, como se ve en las Gefiniciones, desde una sola hasta una avieet pala- eer Io importante es que, sea de [a forma que sea, también es posible exes! rere aoos concepios en esta lengua; no resulta apropiado, por tanto, inlerbrete He ale fgunos concepts son totalmente inexpresables en ola lenguss. cspatiol puede echar aa ois ramatica (sntaxis, morfologia) para expresar unos matices de los 94) da ra de Neve: para designar clases distintas de verde se usa as formas verde otella, cata in vend claro. Estamos simplemente snte formas diferentes de iar las a+ cciones entre la lengua y la realidad. Soa do ia complejidad y a multiplicidad de as lenguas y las cultaras de an. dose aflejanno solo enel uso yla ordenacion de las unidadeslinguisticas sino también en Maa pegmnizas los proesos comunicatves, desde los mas simples aos Os OT lejos Ete hecho se ba puesto de manifiesto en los estudios de carécet ‘tnogréficoreali- Dlsfos. Ese ety iferents y aljadas comunidades (Gumperz y Hymes, 1972; Sav za av982), Baste un ejemplo para demostrar el interés de este tipo de deseripvionos: aero ee ao realizado por Charles Frake (1972) enel que intenta descubrit 9s fo erten que los miembros de una comunidad categorizan su conduct, Con 60 objetivo, mas 62 de lisis de situaciones de litgi al y como se presenta yresuelven ene 8 Foblacién yakin, Los yakéin constitayen un grupo musuimén dl sur de 18 peninsula de ‘Zamboanga, en la isla de Mindanao, en Filipinas. boa oer ans itigios, antes de que intervenga Ia justicia ordnara del pats, Jos akin constrayen una stuaeign comunictivaespecfica ea ls que apareccy 0: aaa ane aieativas que forman pare de [a terminologia legal desu variedad ing sh aa cisogafico de Frake se relizaapatc de unas unidades que se ideniican

También podría gustarte