Nosotros y nosotras, las firmantes de esta carta, nos oponemos al racismo en todas
sus formas y defendemos los principios de justicia y derechos humanos de una
forma integral. Nos indigna que las respuestas de los gobiernos a las graves
violaciones por parte de Israel de los derechos del pueblo palestino en virtud del
derecho internacional se limiten a vacías expresiones de "preocupación", mientras
muchos de estos gobiernos arman, financian y apoyan el sistema de injusticia de
Israel.
Agradecemos a todas y todos los que han hecho posible esta decisión y a las
defensoras de derechos humanos que han trabajado incansable y
desinteresadamente para conseguirla. Nos transmitís la esperanza de que la
justicia, la libertad, la igualdad y la dignidad para todas pueden y deben prevalecer.
Finalmente, cabe reiterar que esperamos que esta decisión inspire a instituciones de
todo el mundo a poner fin a su propia implicación en el sostenimiento de regímenes
de opresión.
Alejandro Pozo, investigador sobre conflictos armados del Centro Delàs y profesor
de Relaciones Internacionales.
Ramon Pedregal Casanova, escritor.