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El poema describe el cielo y las estrellas vistos desde el pueblo del poeta, notando que el cielo profundo y alto es el mismo que se extiende sobre su tierra natal y las estrellas que alumbran su vida pueden verse desde su pueblo simplemente alzando la cabeza. El segundo poema expresa el amor del autor por su playa de la infancia, rodeada de estoraques donde pasó su juventud y creó tantos recuerdos, describiéndola como un pedazo de su patria y ofreciendo sus alegrías a
El poema describe el cielo y las estrellas vistos desde el pueblo del poeta, notando que el cielo profundo y alto es el mismo que se extiende sobre su tierra natal y las estrellas que alumbran su vida pueden verse desde su pueblo simplemente alzando la cabeza. El segundo poema expresa el amor del autor por su playa de la infancia, rodeada de estoraques donde pasó su juventud y creó tantos recuerdos, describiéndola como un pedazo de su patria y ofreciendo sus alegrías a
El poema describe el cielo y las estrellas vistos desde el pueblo del poeta, notando que el cielo profundo y alto es el mismo que se extiende sobre su tierra natal y las estrellas que alumbran su vida pueden verse desde su pueblo simplemente alzando la cabeza. El segundo poema expresa el amor del autor por su playa de la infancia, rodeada de estoraques donde pasó su juventud y creó tantos recuerdos, describiéndola como un pedazo de su patria y ofreciendo sus alegrías a
ese raso celeste tan profundo y tan alto es el mismo que tiende su serena armonía en los dulces diciembres, sobre la tierra mía. Y las claras estrellas, las estrellas que canto, las que alumbran mi vida como teas de encanto, son las que, por las noches, enjoyan aquel cielo, como jazmines áureos en un remoto vuelo. Ese cielo, esos astros de indecible belleza, se ven desde mi pueblo: basta alzar la cabeza.
JESÚS ALONSO VELÁSQUEZ CLARO (“nano”)
Bucaramanga, Diciembre 4 de 2019
¡Oh Playa de mis abuelos,
circundada de estoraques donde nuestras mocedades tejieron tantos recuerdos! Playa dulce de mi ensueñ o, pedazo de patria mía, hoy con todo el sentimiento, te ofrezco mis alegrías. Tierra que me dio su abrigo, suelo que bendijo Dios. Pongo al Cielo por testigo: como mi pueblo no hay dos.