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Concepcién, treinta de Enero de dos mil nueve. Se deja constancia que la presente sentencia se dicta con esta fecha dado el alto numero de causas que se encuentran para fallo en este tribunal. VISTO: Que a fojas 1 se presenta don RAUL PARRA MALUENDA, empresario, con domicilio para estos efectos en esta ciudad, calle Barros Arana N° 1337, actuando por si y en representacién de su hijo matrimonial RODRIGO PARRA MORALES, estudiante, de su domicilio, y expone que viene en deducir demanda en juicio ordinario de indemnizacién de perjuicios por la responsabilidad contractual en que han incurrido las personas naturales y juridicas que se indican, a objeto que se declare que estan obligadas en forma solidaria las que en definitiva resulten condenadas, u obligadas en forma individual, a indemnizar los perjuicios ocasionados a los suscritos, reservandose el derecho a discutir sobre la naturaleza y monto de los perjuicios para la etapa de cumplimiento de la sentencia; sefiala que la presente demanda se endereza en contra del Hospital del Trabajador de la ASOCIACION CHILENA DE SEGURIDAD, persona juridica de derecho privado, representada por su Gerente don Pedro Ramirez Glade, ambos con domicilio en esta ciudad, calle Cardenio Avello N° 36, en contra de don Eduardo Barra Cofré, médico y en contra de dofia Jacqueline Oliva, ignora segundo apeltido, del mismo domicitio anterior. Dice que tos hechos de los cuales se deriva la responsabilidad de los demandados y que te habititan para deducir en su contra ta presente accién, se producen cuando su hijo Rodrigo Parra Morales, ingreso al Hospital del Trabajador de Concepcién, el dia 26 de jutio de 2005, con tos sintomas indicados en su ficha médica, tales 1 som ome mareos y decaimiento. Los examenes practicados en ‘ho Hospital, revelaron la existencia de problemas renales to que se prescribié que fuera internado asumiendo su miento el nefrélogo sefior Eduardo Barra Cofré, quien ordend diversos exdmenes de controt, dados os resultados de aichos examenes pidid interconsulta a la hematdloga doctora queline Oliva, quien determiné que la enfermedad de Rodrigo se debia a la ingesta de anti-inflamatorios (RAM), y que con el tratamiento indicado, consistente en la administracin de suero y solo suero, mas algunos analgésicos, todo se mejoraria; dicha profesional visité en dos ocasiones a su hijo Rodrigo, manifestando que no habian signos para pensar en nada mas que lo indicado por el doctor Barra (RAM), que era solo cuestién de tiempo, dos a tres semanas de tratamiento, ademas de los 13 dias internado que se habian prescrito para lograr la limpieza total de sus rifiones, tratamiento que se podria continuar en el domicilio, para lo cual debieron comprar el sistema completo de administracién de suero. La conviecién demostrada por dicho profesional fue tan enérgica que ante los requerimientos de informacion que su esposa formulaba, fue catalogada de poco entendida en medicina por pedir explicaciones por el notable deterioro de «i que se observaba en su hijo a partir del segundo dia de internado, argumentando que los afios de preparacién medica recibidos por él, garantizaban el éxito de la peracién. Sin embargo, continua, a tos 7 dias, su hijo menzo a orinar sangre y le aparecié un hematoma en su ojo derecho. Al ver que cada dia su hijo se deterioraba mas y mas y ante las dificultades del doctor Barra para conseguir la someon de otro hematdlogo, el deterioro progresivo de la salud de su hijo, el cual era ostensible y visible a simple vista, 2 i y que el tratamiento de suero continuaba y no habia respuesta real y concreta del Hospital y de los profesionales pese a Sus esesperados reclamos, tomé contacto con el dactor Francisco parriga y ta doctora M. Angélica Wietstruck del Hospital Clinico de ta Universidad Catélica en Santiago, para que evaluaran al nifio, to que debia hacerse en Santiago, ante to cual debié solicitar expresamente el alta de su hijo, bajo su responsabilidad, la que fue dada a las 14.00 Hrs. del dia 8 de agosto de 2005 ‘Agrega que con ocasién de la urgente soticitud de alta y, para los efectos de ser trasiadado a Santiago, el Hospital demandado emitié un documento denominado Epicrisis, en el cual se consigna lo relatado precedentemente, pero en que se omite el deterioro general de su salud, se mite la pérdida progresiva de peso, se omite que salid del Hospital en un estado de extrema gravedad, se omite que dicha condicién impidié su trastado a Estados Unidos (Hospital Saint Jude, en Menphis, dedicados exclusivamente al tratamiento de diferentes tipos de cancer) para efectuar alld su tratamiento. Dicho documento esta suscrito por don Eduardo Barra Cofré, nefrélogo tratante, quien indicaba para su hijo hidratacion indovenosa y losec {protector gastrico). Resalta que de haber seguide dicho tratamiento, su hijo se habria muerto a los pocos dias, lo que tes fue explicado et mismo dia 8 de agosto en que llegaron al Hospital Clinico de la Universidad Catdlica, hecho que obligaba a iniciar de inmediato un tratamiento de quimioterapia de alto efecto, para atacar el origen real de la enfermedad, que por cierto era ta que provocaba la insuficiencia renal. ‘Asi continuando con su relato, indica que, de inmediato se trastadaron en un avion particular a Santiago, les esperaba 3 sas etacancia del Hospital de la U. Catdlica; dado et precario salud de Rodrigo ingresd en estado grave a cia, siendo atendido por los médicos indicados, quienes leer los exdmenes tomades en el Hospital det wader, mas el examen fisico dieron su lapidario sagnostico cancer, Al dia siguiente el diagndstico fue ado, se trataba de un Rabdomfosarcoma Alveolar Grado que con fecha 10 de agosto, es decir, a los 2 dias de ingresado en el Hospital de la Universidad Catélica, sandose constancia. de que el diagnéstico es odomiosarcoma Alveolar de la Region Perineal, tumor no, Etapa IV, con compromiso extenso de médula dsea y te huesos; iniciando la quimioterapia el dia jueves 11 de sto de 2006, es decir, a los tres dias de haber Wlegado a la a de la U. Catética; se consigna, igualmente, que el ingres6 desde Concepcién por cuadro de dos semanas je vomitos intensos, cefalea, mareos, palidez y gran secaimiento y que a su ingreso se detectd hipercalcemia severe e insuficiencia renal, anemia y trombocitopenia mportante que requirid transfusién de glébulos rojos y aquetas; que debiéd colocarse catéter venoso central vransitorio el dia 10 de agosto y debido a su cuadro clinico y nor encontrarse en riesgo vital debio comenzarse inmediatamente con quimioterapia; que a las 48 horas Rodrigo presenté graves complicaciones, hemorragias intensas y compromiso respiratorio, que requirieron su trastado a ta Unidad de Tratamientos Intensivos y conexién a ventitacion mecanica. Prosigue con que el tiempo que estuvo hospitatizado el mio en el Hospital del Trabajador, con un diagndstico errado, sin tratamiento, recibiendo solo suero, disminuyendo su peso 4 pe . _ : 5 @ sins, ¢rajo como consecuencia que no pudiera trastadarlo Unidos y que su mal evolucionara gravemente, el nga a Santiago con riesgo vital; en otras palabras, coxenor de la salud de su hijo lo padecié en el Hospital, @ nabia confiado su cuidado, en razén de no haber un diagnéstico real acerca det mal que lo aquejaba- cantrario, dice, de haber existido un diagnéstico que al se acercara a la realidad de su mal y a una atencién, ctuna, las oportunidades para su hijo habrian sido graduacién de (os estados de salud supeniores. De acuerdo a la + pacientes afectados con cancer, la falta de atencién en sacio de 13 dias, trajo como consecuencia que su hijo (legado al Hospital de la Universidad Catolica en un dad, es decir, en el tado grado IV de avance de la enferme cstado mas grave y respecto del cual bilidades de superar, con una sobrevid: pilidades de tratamiento frente a una event ademas de muchisimos efectos colaterates que insuficiencia cardiaca, nddulos existen bajisimas la infima y sin tual recaida, ya esta xperimentando, como infertilidad, -ataratas, disfuncion renal, hongos pulmonares, crotdeos, deformacién de la columna vertebral por sescalcificacién, etc. ‘A su. entender, la conducta negligente de se hace mas patente atin por el hecho de que el los cemandados, co de cancer se realizé en Santiago con la simple ciagnésti realizado en ura de los exdmenes que se habjan Concepcién, mas et examen visual de su cuerpo y la palpacion de sus genitales, donde se encontré con soto palpar (a existencia de parte det conducta diligente de los de tumor; es decir, si hubiera existido una lemandadbs, tanto de los médicos a titulo personal, como del Hospital en cuanto ofrece toda una 5 7 organizacién y estructura destinada a la recuperacién de la salud, dicho diagnéstico se habria realizado con mucha anterioridad, y, por ende, con mayores posibitidades para su hijo. Afiade que dado el deterioro de la salud de Rodrigo, que se sucedié en el Hospital det Trabajador, no tuvo las defensas suficientes para resistir el inicio del tratamiento con quimioterapia, Uegando a un estado tal de gravedad, que el equipo médico tratante cifraba muy escasas posibilidades de sacarlo con vida de la UTI. Durante esos dias ta Isapre Consatud, le notificd que debia trasladar a su hijo a la Clinica Davila para efectuar alla el tratamiento por ser el prestador que brinda las atenciones a dicha Isapre en estas enfermedades, de esa manera podria usar el Seguro Catastréfico. Dice que dado la condicién de su hijo no pudo aceptar y debio renunciar a dicho beneficio, Rodrigo estaba en la UTI, conectado a respirador mecdnico y monitoreo permanente. Luego se explaya en {o que la literatura médica refiere sobre el punto. Concluye con que no cabe dudas que, entre el compareciente y el Hospital del Trabajador ha existido una vinculacion contractual, en virtud del cual, este Ultimo se obliga a disponer de todos los medios materiales y humanos que tengan por objeto lograr ta recuperacion de la salud del paciente. En igual plano contractual, se encuentran los médicos que asumen el tratamiento, vigilancia y cuidado del paciente. Si bien, la obligacién médica, se ha entendido como una obligacién de medio, para entender que ella se ha cumplido se debe constatar que el deudor ha desplegado una actividad dirigida a proporcionar cierto objeto, interés 0 6 resultado ai acreedor. La promesa del facultativo es de resultado proximo o inmediato, pues no promete sanar, pero asegura efectuar cuanto esté de su parte y a su alcance para curar (refiere obra sobre Responsabilidad Civil Médica, Vicente Acosta, Ed. Juridica de Chile, p. 427). Continua con que en el caso especifico del médico, la primera etapa del acto medico esta dada por el diagnéstico, en cuyo caso, et incumplimiento. nuede estar dado por la ausencia de diagnéstico, 0 bien, por la existencia de un diagnéstico errado, el cual a su vez puede reconocer como causa a la ausencia o insuficiencia de conocimiento, a ta negligencia en el diagnéstico o bien, al error por complejidad del cuadro clinico o error cientifico. En a especie, entiende que si bien en el Hospital del Trabajador se reatiz6 un diagnéstico, este se encontraba tan errado que bien equivale a una ausencia total de éste, o al menos, un diagnéstico errado por negligencia, como ha quedado demostrado con el hecho de que, apenas ingresado su hijo al Hospital de la Universidad Catdlica, le fue diagnosticado et cancer, omisién negligente en la que ha incurrido el Hospital Gel Trabajador como los profesionales que asumieron la calidad de médicos tratantes, es decir, de tos demandados en esta causa. Hace presente que en lo que van corrido de estos meses, a partir del mes de agosto del afo 2005, su hijo Rodrigo recibid 8 ciclos de quimioterapia, 254 ciclos de radioterapia localizada, 1 ciclo de quimioterapia de alto grado imelfalan) y 7 ciclos de radioterapia de cuerpo completo y su estado actual es post trasplante, de cuidado extremo, a la espera de la posible enfermedad injerto contra huésped, con controls semanales y alta medicacién; por lo que no le cabe cuda alguna que de haber permanecido su hijo en el Hospital 7 piers ens oy srg demandado y a cargo de sus profesionales, finalmente habria fallecido, o al menos, no habria tenido ninguna oportunidad frente al real mal que le aquejaba. En consecuencia, habria existido un evidente incumplimiento contractual de la demandada, el cual ha ocasionado severo perjuicio moral y econdémico tanto para si como para su hijo, respecto de cuya determinacién acerca de la especie y monto, ejerce el derecho que les otorga el articulo 173 det Cédigo de Procedimiento Civil, para efectuarto en la etapa de cumplimiento de la sentencia. Por lo que en mérito de lo expuesto y disposiciones legales que cita, ruega tener por deducida la presente demanda de indemnizacién de perjuicios en contra de la Asociacién Chilena de Seguridad, representada por don Pedro Ramirez Glade, y en definitiva, hacer lugar a ella en todas sus partes declarando que los demandades incurrieron en incumplimiento de su obligacién contractual en ta atencién de su hijo Rodrigo Parra Morales; que en consecuencia, los demandados estan obligados en forma solidaria o estén obligados aquél o aquellos que el tribunal determine, en forma sotidaria, 0 en forma individual, a indemnizarle tanto a él como a su hijo, los perjuicios patrimoniales y morales que te han sido ocasionados; que la determinacion de la especie y monto de los perjuicios, se reserva para la etapa de cumplimiento de la sentencia; que los que en definitiva resulten condenados, deberan pagar las costas de la causa. A fojas 9, la parte demandante compiementa su demanda, agregando que se dio cumplimiento a la Ley 19.966 con relacién al proceso de mediacién previo, circunstancia que ha sido certificada por la Superintendencia de Salud e indica que en ta parte petitoria de su demanda, debe decir 8 que ésta se dirige igualmente en contra de don Eduardo Barra Cofré y de dofia Jacqueline Oliva. A fojas 12, la demandante modifica su demanda en et sentido de que ella debe entenderse deducida séto por don Rail Parra Maluenda a titulo personal y a objeto se haga lugar # las peticiones formuladas por él, fundado en que el menor Rodrigo Parra Morales fallecié el 6 de octubre de 2006. A fojas 57, la parte de dofia Jacqueline Cecilia Oliva Lagos, contesta la demanda solicitando su total rechazo, con costas, fundada en que fue llamada para una interconsulta, a peticién del médico cirujano don Eduardo Barra Cofré, a la Asociacién Chilena de Seguridad, para evaluar al menor Rodrigo Parra Morales (q.e.p.d), concurriendo por primera vez el dia 30 de julio det afio 2005, en esta oportunidad et paciente presentaba un cuadro de insuficiencia renal aguda y trastorno sanguine de bicitopenia, esto es, anemia y trombocitopenia (0 sea, plaquetas bajas); la historia referida por el paciente y sus padres, indicaba que el menor presentaba un cuadro de mareos, nauseas y cefalea (dolor de cabeza) de alrededor de una semana e ingesta previa de analgésicos por tratamiento de una escoliosis; el menor habla sido evaluado por un neurélogo, un médico ucista y por un nefrélogo, profesionales todos quienes coincidieron en que la probable causa de su deterioro renal, era una reaccién adversa a medicamentos (RAM), en este caso, analgésicos antiinflamatorios. Dice que al proceder a examinar al menor encontré un paciente lcide, activo, palido, con edema palpebral, ausencia de adenopatias palpables (ganglios}, sin bazo palpable, sin petequias (manifestaciones hemorragicas) ni edema de extremidades. El hemograma evidenciaba eucocitosis de 11,000 con férmula balanceada y ausencia de 9 formas inmaduras, anemia moderada, —_normocitica, sormocrémica y trombopenia moderada de 55.000; tenia otro examen con plaquetas de menor cuantia por lo que se concluyé que el cuadro, compatible con una reaccién adversa . Se descarté una leucemia medicamentos, iba en regres aguda por cuadro clinico y caracteristicas del hemograma y se prescribié nuevos exémenes, a saber, hemograma con plaquetas en 72 horas y reticulocitos. Agrega que considerando que los examenes practicados mostraban un aumento de plaquetas, se conversé con el padre del menor y se estimé pertinente realizar un examen de médula dsea en 48 6 72 horas més tarde. En su segunda visita, del dia 3 de agosto del 2005, el paciente se encontraba estable y sin riesgo vital, presentaba persistencia de su insuficiencia renal y estabitizacin de parametros sanguineos, esto es, mantenia recuento plaquetario de 55.000; el recuento de reticutocitos era 0,8 % (bajo) lo que permitié descartar un cuadro de anemia hemolitica, pues tenia también elevada la enzima LDH que puede elevarse en procesos tumorales y hemoliticos. Estas conclusiones, dice, se obtuvieron del resultado de los exdmenes prescritos por ella. Se conversé nuevamente, ahora con ambos padres del menor, planteandoles la pertinencia de efectuar el examen de médula ésea (mielograma) 0 esperar 48 horas si es que se normatizaba la funcién renal. Los padres seftalaron que esperarian; por lo que hasta dicho momento y considerando que faltaba el examen indicado por realizar, no se pudo plantear un diagnéstico, de ahi nunca mas fue avisada para concurrir a dicho Hospital y solo tiempo después, se le avisé que el paciente habia sido trasladado a Santiago. Hace presente ademés, que el dia 7 de agosto 2005 se solicits una evaluacién por otro hematélogo, el médico 10 cirujano Guido Bancalari, la cual fue suspendida por peticion de traslado a otro Centro Asistencial por sus padres. En resumen, evalué solo en dos oportunidades a un paciente de 16 afios con deterioro de funcién renal, anemia y trombopenia, se descarté cuadro de leucemia aguda y de hemélisis aguda y se postergd toma de examen de médula sea. El proceso de diagnéstico no se completo, por las razones expuestas, y, por lo tanto, no hubo negligencia ni falta de dedicacién profesional. Prosigue con que en lo que respecta a las hipdtesis diagnésticas debe sefialar que con frecuencia las reacciones adversas de medicamentos (RAM) pueden simular una enorme cantidad de enfermedades y en lo que concierne a los antiinflamatorios, éstos presentan reacciones adversas. comunes, que indica, por ese emotivo se trabajé inicialmente con esa hipdtesis diagnéstica, ya que los principales sintomas y signos coincidian con los efectos adversos. Dice que en lo que respecta al diagnéstico definitive det paciente, un rabdomiosarcoma alveolar del periné etapa Ny, debe sefialar que los rabdomiosarcomas son tumores malignos de tejidos blandos, mas frecuentes en nifios, pero con baja jncidencia. El diagnéstico adecuado se basa en un adecuado examen fisico, estudio imagenotogico, toma de biopsias de tejidos afectados y estudio de médula ésea que debe incluir estudios moleculares y citogenéticas (bisqueda de anomalias en cromosomas, trastocacion (2,13) y (1313); ademas, la sobrevida para los pacientes en etapa IV es de un 20%. Indica que aun cuando no hubo negligencia profesional aun cuando se hubiera obtenido stablecer desde ningun punto de vista, este diagnéstico definitive, que no era posible ¢: atendida la ausencia del examen de médula sea con (as u especificaciones indicadas, no se hubiera logrado un cambio en su condicién. En efecto afiade, de haberse establecido mas prematuramente este diagnéstico, en lo que a ella respecta, sdlo una semana antes de su traslade a Santiago, ello no habria atterado en nada la condicién del paciente y el tratamiento a que fue sometido habria sido exactamente el mismo. Ademés, ni siquiera ello hubiera permitido otro tratamiento para el menor. Hace presente, también, que el diagndstico del menor Rodrigo Parra Morales, se pudo reatizar en el Hospital Clinico de la Universidad Catolica, por un estudio de médula Osea al cual se practicaron anilisis moleculares especificos no disponibles en Concepcion, y sdto secundariamente se buscé tumor en el periné, el resto de ta serie de complicaciones enumeradas en la demanda, lamentablemente son consecuencia de los tratamientos aplicados que incluyeron quimioterapia y trasplante de médula ésea incluyendo enfermedad injerto contra huésped. El hecho de haber efectuado el diagndstico 14 dias después de fa primera consulta hecha en Concepcién, no sustenta bajo ninguna consideracion ta afirmacién hecha por el padre y demandante de que posibilité que el paciente evolucionara a una etapa IV y que esto sellé su pronéstico vital, sino por el contrario, las caracteristicas bioldgicas de ese tumor lo hacen agresivo y que debute en etapas tardias como lo demuestra amptiamente la literatura. Por otro lado, estima que la demanda de autos debera ser rechazada en razon de que no existe ni ha existido relacién contractual entre las partes, ya que por una parte ella intervino en la atencién de salud del paciente a peticién del médico cirujano don Eduardo Barra Cofré, con el objeto de que en su calidad de médico cirujano con especialidad en 12 medicina interna en la U. de Concepcién y en hematologia en la Pontificia U. Catética de Chile evaluara al menor; y no altera esa conclustén la circunstancia de consulta a los padres del paciente, cuestién que se produjo por el afecto de ellos para con su hijo, asi como por la delicada situacién de salud por la que aquél atravesaba; sin embargo, indica, como se puede advertir quien contraté sus servicios fue el médico cirujano tratante del paciente, don Eduardo Barra Cofré. Hace presente que si, en definitiva, se estima que hubo relacién contractual, no to fue entre ella y el demandante, sino entre ella y el paciente, de modo tal que el demandante carece de accién su contra. No hubo incumplimiento ni negligencia, se utiliz6 todos los medios al alcance para obtener el diagnéstico preciso. En primer lugar afiade, se sirvid de la historia clinica del paciente, la que obviamente contenia la evolucién del mismo con los examenes practicados, [uego se procedié a examinar fisicamente al paciente y finalmente se prescribio los exdmenes necesarios para el diagnéstico. Hace presente que visits en dos oportunidades al paciente, en la primera visita se reatiza revision a ficha clinica, examen fisico al paciente y se prescribieron los exémenes ya indicados, se conversé con el padre y se le indicé la conveniencia de un examen que podria permitir formular un diagnéstico, a saber, el de médula ésea; se le explicaron los riesgos del examen atendida la condicién del paciente y el hecho de que las plaquetas iban en aumento y era buena sefial; considerando lo anterior, se presupuestd, de comin acuerdo con el padre, dicho examen para tas 48 6 72 horas siguientes; en [a segunda visita, se realizé la revisién de los resultados de los exdmenes prescritos que permitieron descartar las patologias ya referidas. Luego se les indicé que lo razonable 1b esa practicar un examen de médula ésea pero que iguatmente entaba riesgos por lo que habia dos alterativas, 0 practicarlo de inmediato o bien esperar 48 horas para que mejorara la funcién renal, los padres sefialaron que esperara su decisién, ta que no fue nunca comunicada. Es més, tal como lo sefiala el actor su actuacién fue descartada ya que no € fue solicitada nuevamente su intervencién y, en cambio, se it la opinién de otro médico cirujano especialista en nematologia, 0 sea, se encargé a otro profesional la gestién que le fuere inicialmente encargada. Considerando que de to expuesto, no hubo negligencia de su parte ya que buscé todos factores para determinar en la forma més acertada la enfermedad, rigiéndose por la lex artis y el pleno respeto a los derechos del paciente y de sus padres. En efecto dice, se prescribié un examen pero se consulté a quien tiene el derecho y el deber del cuidado personal del paciente, sobre si se practicaba 0 no, mas aun considerando su condicion clinica y to invasivo de tal examen. Por ello mo podré imputarse negligencia o un eventual incumplimiento de contrato en razon de que fue diligente al buscar todos los factores, con todos los medios a su alcance de la patologia del paciente. No es efectivo que haya indicado que el diagndstico era una reaccion adversa a los medicamentos, si se le indicé que era una hipétesis diagnéstica pero que se requerfa de un examen adicional. Tan efectivo es lo anterior, que para formularse por los médicos cirujanos del Hospital de la Pontificia Universidad Catélica el diagnéstico definitive del paciente, hubo de practicarsele el examen que habia prescrito y que no fue practicado por las razones ya sefialadas. De este modo, entonces, no habiéndose realizado los exdmenes sugeridos por para formular un diagnéstico certero, prescripcién que se 14 netio a consideracién de los padres por la condicién clinica paciente, no puede imputarsele falta de diligencia ya que ubo un diagnéstico definitive y errado como se tiene por el demandante, Por todo to anterior y cordando con ta demandante en que la obligacion del meédico ¢s una de medios y no de resultado, de modo alguno podra plantearse la presencia de negligencia respecto a su versona, en razén de que se prescribié debidamente los amenes necesarios para formular un diagnéstico certero. continua con que no se presenta relacién de causalidad entre os hechos imputados y el dafio, no podra hacer lugar a la semanda en razén de que, alin en el evento de que de su parte haya existido culpa, que desde ya descarta, en su actuacién profesional, ello en nada influyé en el agravamiento paciente, ya que en el momento en que concurrié a visitar paciente, la evolucién de su enfermedad ain con un ciagndstico en dicho momento, respecto del cual no habia certeza en razén de que faltaba concluir el estudio con medios Slagnésticos, no habria variado sustancialmente su condicién. + efecto resalta, la condicién de salud det paciente al momento en que fue consultada no habria variado y sélo se varia adelantado una semana et tratamiento que en definitiva el menor recibié, no significando ello ningan cambio en su condicién y ni siquiera una mayor probabilidad de mejoria. Lo anterior descarta tos perjuicios ya que no hay relacién de causalidad entre el supuesto incumplimiento 0 sligencia y el dafio, to anterior de conformidad al articulo 1556 y 2.314 del Cédigo Civil. Por lo anterior, agrega, no se configura la responsabilidad contractual que desglosa en relacién a to ya dicho, y concluye que asi las cosas, no hay gaflo ya que éste implica una pérdida o disminucién 1s definitivos, caracteristica que no reviste el agravamiento de condicién de salud que por definicién no es permanente, sino meramente transitoria; por otra parte, junto con demandar los dafios derivados de una situacién transitoria, inadmisibie, el demandante desea obtener indemnizacion por una pérdida de la chance, tampoco admisible en nuestro pais, en que toda la doctrina, legistacién y jurisprudencia nacionales coinciden que lo indemnizable es el dafio. En efecto, el demandante insiste en que si se hubiere diagnosticado antes la enfermedad del paciente, sus posibilidades de sobrevivencia habrian aumentado, cuestién en todo caso, también descartada. Por lo expuesto y considerando que el supuesto dafo carece del elemento de certidumbre, no es dafio y por lo mismo dicho agravamiento no es indemnizable. En cuanto a mora del deudor, desde el momento en que hubo cumplimiento integro y oportuno de su obligacién, no puede haber mora. En consecuencia, estima que al no presentarse ninguno de los elementos necesarios para configurar la indemnizacion de perjuicios derivada de responsabilidad contractual, no podré hacerse lugar a la demanda deducida en ninguna de sus partes. Tampoco en autos, a su entender, se configura la responsabilidad extracontractual, que describe. ‘demas, entiende que no podra hacerse lugar a la demanda de indemnizacién de perjuicios por responsabilidad contractual deducida en razon de que la parte demandante no solicité ni la resolucién ni et cumplimiento del contrato; y de conformidad al articulo 1.489 del Codigo Civil, se requiere para que en los contratos bilaterales se pueda tener derecho a la indemnizacion de periuicios, solicitar el cumptimiento o la resolucién del contrato, cuestién que no ha ocurrido en la especie; ta indemnizacién de perjuicios es una peticion 16 accesoria a la resolucién o al cumplimiento del contrato y no puede plantearse independientemente de alguna de ellas. Por otra parte, aun cuando, se estimara una obligacion de hacer la base de la demanda de indemnizacién de perjuicios por responsabilidad contractual deducida, se concluyera la inaplicabilidad del articulo 1.489 y solo la procedencia del articulo 1.553 del Cédigo Civil, como parece entenderlo la demandante, tampoco podra hacerse lugar a la demanda desde el momento en que lo que se debe demandar no es la constatacion de un incumplimiento sino derechamente una indemnizacién de perjuicios, debiendo ventilarse en el juicio respectivo, en este y no en otro, la especie y el monto de tales perjuicios; no hay un juicio de indemnizacién de perjuicios sin que pueda obviarse el debate sobre especie y monto de tos perjuicios; no puede discutirse sélo sobre algunos elementos de la accién y no sobre otros. Esta conclusion, junto a los argumentos sefiatados, encuentra su fundamento procesat en el inciso 2° del articulo 173 del Codigo de Procedimiento Civil, que resulta inaplicable a un juicio de indemnizacién de perjuicios, en que precisamente se debe discutir acerca de la especie y monto de ios mismos. Por el mismo razonamiento anterior no podra hacerse lugar a la demanda el evento de estimarse que hay responsabilidad extracontractual. A fojas 130, la Asociacién Chilena de Seguridad contesta ta demanda, solicitando el mas absoluto y total rechazo, fundada en que el relato de los hechos que contiene ta demanda, sefiala hechos e imputaciones que no son acordes ‘on la realidad y, por otro lado, omite una serie de circunstancias de vital importancia en la comprensién de tos mismos, especialmente en la que dice relacién con la atencién 0 recibida por el menor Rodrigo Parra en las ependencias de la ACHS, sefialando que sin lugar a dudas, el actuar del personal médico fue del todo adecuado, oportuno y diligente, dejando en evidencia que el actor ha generado ficticiamente un conflicto, pretendiendo asi obtener un lucro indebidamente a través de una sentencia condenatoria de indemnizacion. Dice que efectivamente, con fecha 26 de julio de 2005, don Rodrigo Parra Morales concurrio junto con sus padres al Servicio de Urgencia det Hospital del Trabajador de Concepcién, consultando por presentar cuadro de cefalea hotocraneana desde hacia 4 dias, acompafado de mareos, nauseas, vomitos e inapetencia. En esa oportunidad, es recibido y atendido por el doctor Héctor Molina, quien procedié a efectuarle una completa anamnesis, constatando que se trataba de un menor de 16 afios con antecedentes de quiste aracnoidal temporal izquierdo desde la infancia y escoliosis dorsal de importancia, quien habia consumido antiinflamatorios (Fibrorelax y Profenid) en alta cantidad en los Ultimos dias, producto de su escolfosis; acto seguido, procedié a la realizacién de un exhaustivo examen fisico, evidenciando cefalea holocraneana al mover el craneo, palidez de la piel por vasoconstriccién, deshidratacion, sin déficit motor ni sensitivo, por lo que soticité un TAC que informé la existencia de quiste aracnoidal temporal izquierdo, con esos antecedentes y por la gravedad del cuadro presentado por el menor, indicé su hospitalizacion para su estudio diagnéstico y manejo, con régimen cero, suero y medicamentos de rigor, solicitando la interconsulta con neurocirujano. Prosigue con que ese mismo dia, es evaluado por neurocirujano doctor Kassen, quien informé examen 18 neurolégico normal, sin edema pupilar ni petequias, sin fiebre, con deshidrataci6n, solicitando examenes para su evaluacion, cuyos resultados arrojaron aumento de la creatinina, lo que sumado a los antecedentes sefialados por la famitia de paciente, le permitid determinar que los sintomas presentados por el menor no eran de origen neurolégico, emitiendo el diagnéstico tentativo de cuadro sistémico de probable origen renal por uso de analgésicos, indicando la evaluacién por especialista en medicina interna de UCI y por el doctor Barra, especialista en nefrologia. Acto seguido, como parte del procedimiento de estudio y diagnéstico, el paciente fue evaluado por médico residente de UCI, quien encontré al paciente consciente, bien orientado, afebril, sin edemas ni petequias, con aumento de la creatinina en la sangre, pudiendo emitir como impresién diagnéstica una insuficiencia renat aguda y trombocitopenia, sefalando como causa probable el abuso de antiinflamatorios no esteroidales {AINES), razén por la cual mantuyo el tratamiento dado al inicio. AL dia siguiente, Rodrigo es evaluado por el doctor Barra, quien, luego de tomar conocimiento del caso a través de la ficha clinica, procedié a examinar exhaustivamente al menor, encontrandolo consciente, con Glasgow 15, orientado, sin edemas, con abdomen sensible, deshidratado, con compromiso hepatico y renal, solicitando examenes de orino cultivo, antibiograma, hematocultivo y —ecotomografia abdominal con la finalidad de establecer un diagnéstico, teniendo como hipdtesis diagnéstica falla renal aguda no oligurica secundaria al uso de antiinflamatorios (AINES) y gastritis aguda medicamentosa, iniciando tratamiento con abundante hidratacién parenteral, reduciendo la administracion de medicamentos al minimo indispensable, 19 explicéndole a los padres el cuadro clinico del menor y ta necesidad de su hospitalizacién para su manejo clinico y estudio diagndstico. Ese mismo dia y a solicitud det padre det paciente, el menor fue evaluado por el doctor Jorge MMiisenmayer, quien, luego de evaluar al paciente, indicd, tal y como consta en la ficha clinica, encontrarse de acuerdo con las hipotesis diagnésticas planteadas hasta ese momento. Al dia siguiente, 28 de julio, Rodrigo es evaluado nuevamente por el doctor Barra, pudiendo constatar la persistencia de fatta renal aguda, con teve actividad _ hepatica, trombocitopenia (plaquetas bajas) y leucocitosis, sintomas compatibles con el abuso de antiinflamatorios, por lo que mantuvo las indicaciones a la espera del resultado de tos examenes solicitados. Al dia siguiente prosigue, el doctor Barra encontré al paciente més hidratado, con hemodinamia adecuada, con buena_—evaluacién_—_cardiopulmonar, conctuyendo, con el resultado de los examenes de Laboratorio solicitados, que si bien los sintomas podian ser explicados por abuso de antiinflamatorios, ta existencia de determinados sintomas como LDH elevado, obligaban a plantear un diagnéstico diferencial de leucosis (nombre genérico para tumores sanguineos), con posibilidad de existencia de leucemia linfoblastica, por lo que solicité ta interconsulta en hematologia, a fin de confirmar o descartar, et diagnéstico sefialado anteriormente. Dice que posteriormente, el dia 30 de julio, Rodrigo fue evatuado en la unidad de hematologia del Hospital por ta doctora Oliva, quien, luego de analizar la ficha clinica, examenes realizados y previo examen fisico det paciente, constaté la presencia de falta renal y trastorno sanguineo de bicitopenia (anemia y trombocitopenia), sefialando que et cuadro presentado por el menor era con 20 i abuso de antiinflamatorios, el cual, conforme a los exdamenes realizados, iba en regresin. Sin perjuicio de to anterior, cits hemograma con plaquetas en 72 horas, difiriendo la toma de mielograma, a la espera de la evolucién del paciente. Al dia siguiente, evaluado por el doctor Barra, Rodrigo se encontraba estable, con disminucién de dolor abdominal, disminucién de vomitos, con teve dolor costal, por lo que mantuvo las indicaciones medicamentosas y solicité {a realizacién de exdmenes de hemograma, VHS, PCR, creatinina, orina completa, entre otros. Los dias 1 y 2 de agosto, el paciente es evaluado nuevamente por el doctor Barra, constatando su evolucién favorable, dentro de su estado, con mejoria de sus parémetros renales, por lo que mantuvo las indicaciones a la espera del resultado de los examenes solicitados. El dia 3 de agosto es evaluado nuevamente por ta doctora Oliva, quien examiné al paciente, encontrandolo estabte y sin riesgo vital, con estabilizacion de los parémetros sanguineos pero con persistencia de insuficiencia renal, concluyendo la estabilizacién de su cuadro, sin perjuicio de lo cual indicé que si al normalizar la funcién renal persistian alteraciones_hematologicas evidenciadas en hemograma, era necesario practicar mielograma (examen de columna y médula dsea). Ese mismo dia, es evaluado por el doctor Barra quien encontré a Rodrigo en un buen estado general, pero con dolores, indicando régimen blando, suero y medicamentos, ademas de solicitar examen completo de orina, hemograma, creatinina y otros, para continuar estudio del paciente. Indica que en las evaluaciones de los dias 4 y 5 de agosto, el doctor Barra encontré al menor estable, afebril, con buena hemodinamia, por lo que mantuvo las indicaciones medicamentosas, 2 solicitando exémenes de rigor, con cuyos resultados pudo constatar que el menor se encontraba en regresidn del cuadro presentado, El dia 7 de agosto, el doctor Barra evalu, como de costumbre al menor, encontrandolo estable, afebril, oprsenearonecemeenmeommmnt: solicitando nuevamente examenes de estudio para evaluar la condicién del menor, coordinando interconsulta det hematélogo doctor G. Bancalari para el dia siguiente, por la : sospecha ante la mantencién de la creatinina y la enzima LDH elevadas. Al dia siguiente, 8 de agosto, los padres del mencr solicitan el alta médica por su decisi6n de trasladar a Rodrigo al Hospitat Clinico de la Universidad Catélica de Chile, por lo espe que el doctor Barra evalud al paciente, encontrandolo estable i y, con el resultado de los exémenes solicitados el dia anterior, pudo constatar ta mejoria de la funcién renal, otorgando el pase solicitado y suspendiendo la evaluacién por et doctor Bancalari. Referente a lo precedentemente dicho, reitera que el menor se encontraba ain con un diagnéstico en estudio, ya que, si bien sus sintomas eran compatibles con abuso de veo antiinflamatorios, situacién que era acorde con los antecedentes entregados por sus familiares, no era posible descartar la presencia de un cuadro distinto, por la existencia de determinados elementos alterados como {a creatinina y ta LDH elevadas, razén por la cual se habia solicitado la interconsulta del doctor Bancalari, la que no se concreté por la solicitud de los padres de Wevar al menor a otro centro hospitalario. Dice que a partir del pase solicitado, el Hospital pierde todo contacto con los demandantes y con tos hechos acaecidos. Asi, estima que las decisiones médicas en torno al menor se encuentran ajustadas a la lex artis de la medicina, ya que 22 se planted hipotesis diagnéstica, se otorgd tratamiento adecuado en todo momento, se realizaron constantes exdmenes para determinar el origen del cuadro presentado por el paciente y nunea hubo abandono de Rodrigo o negligencia a su respecto. En definitiva, las _hipdtesis diagnésticas planteadas, {os examenes realizados, el tratamiento entregado al paciente, fueron oportunos y coherentes con todos los medios disponibles en ese momento. La evolticién det cuadro clinico y ta apreciacién subjetiva que un paciente, o su familia, tenga acerca del resultado de la medicina y de un tratamiento en particular, no es algo que pueda ser considerade como negligencia o falta de diligencia, y, en especial, porque el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV diagnosticado al menor, que, en términos sencillos es un tumor maligno de tejido blandos, generalmente se presenta en su etapa tardia, de manera agresiva, con una sobrevida de no mas del 20 %. Por otro lado indica, la posibilidad de que el diagnéstico se haya podido pesquisar en el Hospital dela Universidad Catdlica. se debe, precisamente, a las caracteristicas bioldgicas de este tumor que debuta en etapas tardias y también a los estudios anteriores realizados en la ACHS de Concepcién, que descartaron ta existencia de otras _patologias. En este sentido, no es efectivo que el menor haya salido de la Institucién en estado de suma gravedad, pues los exémenes médicos reatizados sustentan lo contrario, asi como tampoco son efectivos los supuestos reclamos efectuados por el demandante, toda vez que siempre se le mantuvo informado de las acciones y tratamiento en torno a Rodrigo; a mayor abundamiento dice, no son efectivos los comentarios respecto a que los profesionales de su institucién te habrian indicado un 23 plazo de resolucién de ta dolencia del menor y menos le habrian recomendado la compra de equipo médico para mantenerlo en su casa; ademas, rechaza las imputaciones de la contraria en torno a que el menor no pudo ser trasladado a Estados Unidos, toda vez que nunca los padres manifestaron en la Institucin las intenciones a ese respecto; por ultimo, también rechaza las imputaciones en torno a que si se hubiera diagnosticado con anterioridad el mat que afectaba a Rodrigo sus oportunidades habrian side distintas, toda vez que el. tipo de tumor de que se trata se evidencia, generalmente, en su etapa tardia, existiendo escasas posibilidades de sobrevida, aun con el tratamiento acorde a ella. Por otro lado, el tratamiento médico entregado en la ACHS, en ningin caso empeoro el estado de salud del menor, sino por el contrario, redujo a falla renal presentada, estableciendo su condicion, que de por si, erade gravedad. Resalta que de todo lo anteriormente expuesto, resulta evidente entonces, que no es posible encontrar racional y prudentemente, el motivo por el cual se haya demandado a la Asociacién, tas imputaciones efectuadas en el tibelo de demanda, en torno a cuestionar el obrar de los profesionales de la ACHS son abierta y flagrantemente faisas, toda vez que tanto los dependientes de su representada como ta Institucion propiamente tal, cumplieron a cabatidad todas y cada una de las obligaciones contraidas respecto del paciente, de to cual se colige que la demanda carece de sustento. Por Ultimo manifiesta, que no existe a su vez un dafio que sea juridicamente indemnizable, primero, porque no es posible configurar un incumplimiento en las obligaciones de su representada ni de sus dependientes en relacién al paciente; segundo, porque no existe relacién de causalidad entre el 24 Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV presentado por Rodrigo y el actuar de su representada ni sus dependientes; tercero, porque las complicaciones y secuelas alegadas por el demandante, o son consecuencia det actuar de su representada, si no que, tal y como lo reconoce ta contraria en su demanda, son consecuencia de la evolucién de la propia enfermedad, de los tratamientos apticados en el Hospital Clinico de la Universidad Catdlica de Chile, que incluyeron quimioterapia, posterior a haber hecho abandono del tratamiento en las instalaciones de su representada. En este contexto, es la contraria quien debera acreditar la efectividad del supuesto incumplimiento contractual alegado en La atencién del menor Rodrigo Parra Morales y que este incumplimiento te causd los dafios reclamados, de modo contrario cualquier pretensién indemnizatoria deberé ser completamente desestimada por carecer absolutamente de fundamento. Conctuye, entonces, con el paciente recibid en todo momento una atencién médica oportuna y diligente, que dicha atencién fue completamente ajustada a derecho y a la lex artis, toda vez que, desde un primer momento, se establecié una hipétesis diagnéstica conforme con los antecedentes que portaba el paciente, iniciandose un tratamiento minimamente invasive, realizandose un seguimiento de exdmenes con la finalidad de encontrar la causa de los sintomas presentados por Rodrigo, lo que no se pudo concretar producto de la decision de los padres de cambiar al menor de Centro Hospitalario, pudiendo afirmar que, seguramente, se habria \egado a la misma conclusin que el Hospital Clinico de ta Universidad Catética de Chile; que el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV presentade por el menor no encuentra 25 fundamento clinico en las atenciones y tratamientos brindados por parte de los profesionales de la ACHS, sino que es una enfermedad con evolucién propia y de aparecimiento repentino y tardio, con una sobrevida que no supera el 20 % de los casos; que ta ACHS cumplié con las obligaciones médicas correspondientes, prestando todas y cada una de las atenciones a las que se encontraba obligada; que en el actuar de ta ACHS no hubo ni negligencia alguna. En cuanto al derecho, manifiesta como primera cuestién, la demanda intentada ha sido interpuesta en aplicacién de las normas del régimen de responsabilidad civil contractual, lo cual es del todo improcedente, toda vez que lo que verdaderamente se le est imputando a su representada es, nada menos que, culpa por el hecho ajeno, por ta supuesta actuacion negtigente de los dependientes que participaron en la atencién de Rodrigo Parra, encuadrandose derechamente, en lo que la doctrina ha llamado responsabilidad in eligendo vel vigilando, correspondiendo ta apticacién de la normativa civil extracontractual, conforme a to dispuesto por el articulo 2320 del Cédigo Civil, esto es, que toda persona es responsable no sélo de sus propias acciones, sino del hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado, cesando ta obligacién si con la autoridad y cuidado que su respectiva catidad les confiere y prescribe, no hubieren podido impedir el echo. Lo anterior significa e implica, a su entender, que se responde en base a la culpa subjetiva y probada. Haciendo presente que rechaza absolutamente el Ambito juridico de responsabilidad en el cual se ha pretendido juzgar a su representada mediante la somera enunciacién de normas que corresponden al régimen de responsabilidad contractual, ya que no obstante se alegue y se intente acreditar ta existencia de un contrato entre los 26 demandantes y la ACHS, al demandar a su representada por la supuesta falta de cuidado de sus dependientes, es a todas luces evidente, que el demandante no ha pretendido otra cosa que eludir el régimen civil extracontractual por et cual ha debido presentar su libelo, en la cual tiene una mayor carga probatoria, cuestién trascendental para la labor que el tribunal debe desarrollar, pues siendo una base esencial del procedimiento civil el principio dispositive, esto es, que la facultad jurisdiccional queda determinada y delimitada énica y exclusivamente a todo aquello que se somete a su conocimiento y decisién, y a la aplicacién det derecho que lo regula, no cabe otra cosa que el rechazo de la demanda, pues la regulacién y principios que rigen la relacién de tas partes de este juicio es evidente e irrefutablemente extracontractuat. Luego indica que es inadmisible ta forma en que se solicita sean los codemandados condenados a indermnizar perjuicios ya quede existir responsabilidades de los demandados de indemnizar los perjuicios reclamados por el actor, bajo ninguna perspectiva juridica tal responsabilidad podria ser solidaria. En efecto, expresa, que si el demandante plantea que el vinculo que une al sefior Parra, a la ACHS y a los doctores Barra y Oliva es de tipo contractual, y no habiéndose pactado solidaridad, mal puede solicitarse que se condene sotidariamente a tos demandados, fundandose para su aseveracién en los articulos 1545 y 1511 del Cédigo Civil. En subsidio, y segun sefiata para et evento improbable que el tribunal asumiese que puede tener la facultad jurisdiccionat de entrar a conocer de los hechos de fondo de ta litis, atin cuando su sentencia sea anulable por ultra petita, deberd proceder en este capitulo igualmente al rechazo de la demanda en todas sus partes, con expresa condena en costas, ee por ser absolutamente falsas las imputaciones efectuadas respecto del actuar profesional de los dependientes de la ACHS, En este sentido dice, si se pretende la responsabilidad de su representada en sede contractual, es necesario senalar que, las obligaciones derivadas del contrato de prestacion de servicios médicos son, precisamente, obligaciones de medios y, en ese sentido, se circunscriben a poner al servicio del paciente todos los medios de que se dispone para conseguir un resultado determinade, en este caso, que el paciente mejore, pero no a que este resultado se logre, siendo por tanto carga del acreedor probar la culpa del deudor, es decir que el deudor no tomé fas precauciones ni empleo la diligencia a que el contrato lo obligaba, pues sostener lo contrario es practicamente imposible en la ciencia médica, por cuanto su representada estuvo sélo en condiciones de emplear toda la ciencia, arte, conocimiento y experiencia de sus dependientes en la atencién médica de la paciente, de acuerdo a la tex artis de la medicina, lo cual se verificd mediante el planteamiento de una hipotesis diagnéstica, la iniciacién de un tratamiento correspondiente, la realizacion de examenes y estudios para descartar u confirmar determinadas patologias; lo anterior, de acuerdo con las normas y protocolos establecidos. De esta forma, a fin de demostrar la improcedencia de la demanda intentada, sefiala que no es posible sustentar reclamacién indemnizatoria alguna en contra de la Institucién demandada, puesto que lo que se pretende imputar es el hecho de no haber diagnosticado el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV diagnosticado en el Hospital Clinico de La Universidad Catdlica de Chile con fecha 10 de agosto de 2005, y haber realizado un tratamiento médico sobre la base de un diagnéstico erréneo. Sobre el particular, reitera lo ya referido precedentemente en 28 torno a que de acuerdo a los sintomas presentados por el paciente a su ingreso en la ACHS, sus antecedentes clinicos y lo resefiado por sus familiares, la hipotesis diagndstica de RAM (reaccién adversa medicamentosa) a AINES (antiinflamatorios no esteroidales), era del todo ajustada a la condicion del paciente, sin perjuicio de lo cual, se realizaron durante todo el tiempo que el menor permanecié en la institucién, diversos exdmenes e interconsultas con especialistas de otras areas, para determinar el mal que aquejaba al menor, quien siempre estuvo en etapa de estudio, lo que no se pudo concretar por la decision de los padres. Asimismo, durante el tiempo en que el menor estuvo en la ACHS, recibid tratamiento médico adecuado, que permitié estabilizar la falla renal aguda que presentaba, como se evidencia de tos antecedentes clinicos y que en ningtin caso perjudicé su condicién de salud, ni tuvo relacién con que el Rabdomiosarcoma presentado por Rodrigo, el que se evidenciara en una etapa tardia, ni tampoco le impidié la realizacién de procedimientos posteriores en el Hospital de La Universidad Catdlica de Chile, sin perjuicio de que se siguid indagando sobre la existencia de una patotogia base, pues se sospechaba, por determinados estudios sanguineos alterados, la posibilidad de tumor, raz6n por ta cual se coordiné ta interconsulta con el doctor Bancalari, que no se concreté por la decision de los padres de cambiar al menor de Centro Hospitalario. Sobre el particular, hace hincapié en que la patologia presentada por Rodrigo representa tan sélo el 2% de las enfermedades que desarrolian los adotescentes y adultos jévenes entre 15 a 29 aflos de edad, es un tumor altamente maligno y aparece, generalmente, en forma agresiva y tardia, cuando hay metastasis al diagndstico (grado 1V), sus sintomas, se parecen 29 a los de otras enfermedades hematoldgicas, incluso a la leucemia, por to que, es evidente que para su diagnéstico debian realizarse todo tipo de estudios que descartasen otras patologias, y, en definitiva, su diagnéstico con anterioridad en dias no habria alterado ta condicién del paciente (por ta agresividad con que actiia ese tumor}, ni el tratamiento al que debi someterse con posterioridad, circunstancia que se encuentra avalada por la literatura médica especializada. Por otro lado, la doctrina y la jurisprudencia han coincidido en que la apreciacién de la falta de cuidado, importa necesariamente una comparacién entre {a conducta del supuesto autor del dafio y la que habria observado un hombre prudente en el desemperio de sus actividades, cita doctrina al efecto. En conclusién sefiala que, al no haber incumplimiento alguno en las obligaciones asumidas por la institucidn, juridicamente no hay perjuicios que puedan ser alegados a ta ACHS, por cuanto el argumento del resultado obtenido en tos tratamientos corresponde a la apreciacién subjetiva y personal que hace ta contraria, elemento al que su representada nunca pudo obligarse a satisfacer. Acto seguido analiza los requisitos de procedencia de la responsabilidad indemnizatoria perseguida a su entender, manifestando que no hay culpa, no existe dafio o lesion y no existe relacion de causatidad, estampa doctrina, volviendo a reiterar la idea que la enfermedad del menor se desencadena generalmente en etapa tardia, por to que el Hospital Clinico de la Universidad Catolica de Chile tenia, evidentemente, todas posibilidades de pesquisarlo, ya que en las dependencias de su representada se habian realizado todos los examenes que descartaban la presencia de otras patologias. En consecuencia dice, la demanda debe necesariamente ser rechazada, puesto que no 30 cabe condenar a una persona por la ocurrencia de hechos que escapan a su esfera de responsabilidad. En cuanto a los daiios, rechaza absolutamente la procedencia de que se le condene a pagar indemnizacién pecuniaria alguna. No obstante, y en forma subsidiaria y para el evento improbable que el tribunal estimase dar lugar a la pretensién intentada, indica que sélo podrd acogerse el daiio que se pruebe como directo, cierto y consecuencia necesaria det supuesto obrar deficiente de la institucién, que, teniendo en consideracién ta naturaleza de la retaci6n juridica hace que los conceptos econémicos de dafio moral sean improcedentes, toda vez que en sede contractual sélo se indemnizan los perjuicios que se previeron o pudieron preverse al momento de contratar. Y en este caso, el dafio moral estaba fuera de toda perspectiva de analisis al regular la relacién existente entre las partes, ya que, su consideracién es absolutamente ajena al objeto de la obligacién pactada. Sin embargo, in improbable que estima que si el tribunal fuere de la opin este concepto debe ser indemnizado, debera ponderarse en justa y prudente medida que el sufrimiento en si mismo no tiene resarcimiento econémico real en cifra alguna, de alli la facuttad de apreciarlo prudencialmente. En ese mismo orden de ideas, reitera, que tal reparacién no puede tampoco importar el enriquecimiento injustificado del actor. En este sentido, si bien el dafio moral es de una componente subjetiva, ubicada a nivel de psiquis, los afectos y sentimientos, no por ello puede dejar de ser probado, ya que todo dao, para ser indemnizado, tiene que ser fehacientemente acreditado, tanto respecto de su existencia como respecto de su entidad. Ahora bien, continta, con que si el tribunal estima que ha existido algtin tipo de dafio moral, 3 y éste fuere consecuencia de dolo o culpa de la Institucién, lo que estima imposible, la indemnizacién tiene un fin exclusivamente resarcitorio, en cuanto busca reparar estrictamente el dario causado; indicando doctrina al efecto. A fojas 155 el demandado Eduardo Barra Cofré contesta la demanda de indemnizacién de perjuicios por supuesto incumplimiento contractual, solicitando el mas absoluto, completo y total rechazo de ta demanda, con expresa condena en costas; fundado en que vio por primera vez al paciente et dia 27 de julio de 2005, en el Hospital det Trabajador de Concepcién, producto de interconsulta solicitada por el neurocirujano doctor Klassen, por presentar una falla renal aguda por probable abuso de antiinflamatorios, conforme a ta ficha clinica y lo sefialado por los padres del menor, habia ingresado en dia anterior al Hospital por presentar cuadro de cefalea holocraneana desde hacia 4 dias, acompaiiado de mareos, nduseas, vomitos € inapetencia, habia sido evaluado por médico de urgencia, por neurocirujano y por residente de UCI, quienes encontraron aumento de {a creatinina en [a sangre, pudiendo emitir como impresion diagnéstica una insuficiencia renal aguda y trombocitopenia, seffalando como causa probable el abuso de antiinflamatorios no esferoidales (AINES). Acto seguido dice, procedié a realizar un completo examen fisico al menor, encontrandole consciente, con Glasgow 15, orientado, sin edemas ni petequias, con abdomen sensible y leve epigastria, deshidratado, refiriendo nduseas y vémitos frecuentes, por lo que solicitd examenes de orino cultivo, antibiograma, hematocultivo, hemograma ecotomografia abdominal y pelviana, con la finalidad de establecer un diagnéstico, teniendo como hipstesis falla renat aguda no otigurica (esto significa que et menor orinaba), 32 secundaria al uso de antiinflamatorios (AINES) y gastritis aguda medicamentosa, iniciando tratamiento con abundante hidratacién parenteral, reduciendo la administracién de medicamentos at minimo indispensable, explicandole a los padres la gravedad del cuadro clinico presentado por el menor y la necesidad de su hospitalizacién para su manejo clinico y estudio diagnéstico, quienes comprendieron y aceptaron. Ese mismo dia y a solicitud del padre del paciente, el menor fue evaluado por el doctor Jorge Misenmayer, amigo de su familia, quien, luego de evaluar al paciente, indicé encontrarse de acuerdo con las hipétesis diagndsticas planteadas hasta ese momento. Al dia siguiente, Rodrigo es evaluado nuevamente por el doctor Barra, quien constaté la persistencia de falla renal aguda, con leve actividad hepstica, trombocitopenia (plaquetas bajas) y leucocitosis, con hemodinamia aceptable, extremidades sin edema, sintomas compatibles con toxicidad por abuso de antiinflamatorios, por lo que mantuvo las indicaciones, a la espera del resultado de los examenes solicitados. Prosigue con que al dia siguiente, el doctor Barra encontré al paciente mas hidratado, con hemodinamia adecuada, con. buena _evaluacién cardiopulmonar, con buena diuresis (2.500 cc), sin perjuicio de lo cual, la existencia de determinados elementos como LDH elevado, le Uevaron a plantear diagnéstico diferencial de teucosis {nombre genérico para tumores sanguineos), posiblemente leucemia linfoblastica, razén por la cual y ante esta sospecha, solicité la interconsulta con hematélogo, a fin de confirmar 0 descartar, el diagnéstico _sefatado anteriormente, lo cual le fue informado a tos padres. Al dia siguiente, 30 de julio, Rodrigo fue evaluado en la Unidad de Hematologia del Hospital por la doctora Oliva, quien, 33 | constaté la presencia de falla renal y compromiso hematolgico de bicitopenia (baja de gldbulos rojos y plaquetas), indicando que el hemograma evidenciaba que la trombocitopenia se encontraba en regresién, no siendo compatible con leucosis. Sin perjuicio de to anterior, solicits hemograma con plaquetas en 72 horas, difiriendo ta toma de mielograma, a la espera de la evolucién del paciente. Evaluado ese dia por el doctor Barra y los posteriores, Rodrigo se encontraba estable, con una lenta pero favorable evolucién, dentro de su gravedad, con disminucion de dolor abdominal, disminucion de vomitos, con leve dolor costal, mejorando la funcién renal, razén por ta cual mantuvo las indicaciones medicamentosas, sin perjuicio de continuar solicitando la realizacién de examenes de hemograma, VHS, PCR, creatinina, orina completa, entre otros, para llegar al origende su estado. En este contexto indica, Rodrigo es evaluado nuevamente por la doctora Oliva, el dia 3 de agosto, encontrandolo estable y sin riesgo vital, con estabitizacion de los parametros sanguineos pero con persistencia de insuficiencia renal, concluyendo {a estabilizacion de su cuadro, sin perjuicio de lo cual indicé mantener conducta expectante frente a cambios en su evolucién y sefalando que si al normalizar la funcion renal persistian alteraciones hematologicas, era necesario practicar mietograma (examen de columna y médula ésea), por la sospecha de tumor planteada con anterioridad por el doctor Barra. Agrega que, ese mismo dia, es evaluado también por el doctor Barra quien encontré a Rodrigo en un buen estado general, pero con dotores, mejor hidratado, por lo que le indicé régimen blando, ademas de suero y medicamentos, solicitando estudio 34 completo de orina, hemograma, creatinina y otros, para continuar la evaluacién del paciente. Sefiala que a solicitud de los padres, el menor fue nuevamente evaluado por el doctor Jorge Miisenmayer, entre los dias 3 y 4 de agosto, quien constaté la buena evolucién del menor en su funcién renal, sefialandole a los padres que con los examenes posteriores seria posible saber la causa de la afeccién de Rodrigo. En lo que concierne al doctor Barra, dice que en las evaluaciones de los dias 4, 5 y 6 de agosto, encontré al menor estable, afebril, con buena hemodinamia, por lo que mantuvo las indicaciones medicamentosas, solicitando examenes de rigor para su estudio completo, entre ellos, hemograma, recuento de plaquetas, con cuyos resultados pudo constatar que los pardmetros que se encontraban alterados al inicio del estudio del menor se encontraban en regresién, salvo creatinina y LDH, por lo que era necesario continuar el estudio. En ese entendido, el dia 7 de agosto, el doctor Barra solicité nuevamente examenes de estudio para evaluar la condicién del menor y coordiné interconsulta con el destacado hematdlogo doctor G. Bancalari, para el dia siguiente, por sus sospechas ante la mantencién de la creatinina y la enzima LDH elevadas, to cual le fue informado a los padres de Rodrigo, quienes comprendieron y aceptaron lo anterior. Sin embargo, al dia siguiente, 8 de agosto, los padres del menor solicitan el alta médica por su decisién de trasladar a Rodrigo al Hospital Clinico de ta Universidad Catélica de Chile, por lo que el doctor Barra evalué al paciente, encontrandolo estable, constatando la mejoria de la funcién renal, por lo que otorgé el pase solicitado y suspendié la evaluacién con el doctor Bancalari. 35 Hace presente que Rodrigo se encontraba ain con un diagnéstico en estudio, ya que, si bien sus sintomas eran compatibles con abuso de antiinflamatorios, situacién que era acorde con los antecedentes entregados por sus familiares, y los examenes evidenciaban la mejora de su funcidn renal, no era posible descartar la presencia de un cuadro distinto, por ta petsistencia de determinados elementos alterados, razén por la cual se habia solicitado la interconsulta dei doctor Bancalari, la que no se concreté por la solicitud de los padres de llevar al menor a otro Centro Hospitalario. Resalta que las decisiones médicas en torno a Rodrigo se encuentran ajustadas a la tex artis de la medicina, pues se planted una hipétesis diagndstica, se otorgo tratamiento adecuado al cuadro presentado en todo momento, se realizaron constantes exémenes para determinar el origen del cuadro del paciente y en ningun caso es posible configurar abandono de Rodrigo ni menos negligencia a su respecto. En este sentido manifiesta que la evolucién de un cuadro clinico y la apreciacién subjetiva que un paciente, o su familia, tenga acerca del resultado de la medicina y de un tratamiento en particular, no es algo que pueda ser considerado como negligencia © falta de diligencia, en especial, porque el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV diagnosticado al menor, que, corresponde a un tumor maligno de tejido blandos, se presenta, en la mayoria de los casos, en su etapa tardia, de manera agresiva y, conforme a la literatura, en este tipo de casos, la sobrevida no supera al 20%. Por otro lado, la posibilidad de que el diagndstico se haya podido pesquisar en el Hospital de la Universidad Catélica se debe, precisamente, a los estudios anteriores realizados en la ACHS de Concepcion, que descartaron la existencia de otras patologias, que 36 permitieron la estabilizacién de la funcién renal del menor y, como ya dijimos, se debe también a tas caracteristicas biotégicas de ese tumor que debuta en etapas tardias. Recalca que en ese sentido, no es efectivo que el menor haya salido del Hospital en estado de suma gravedad, ya que no habria sido posible otorgar el pase solicitade ni tampoco hubiese podido soportar un traslado, y asi lo evidencian tos examenes médicos realizados; tampoco son efectivas las imputaciones del demandante en torno a la actitud del médico frente a sus inquietudes ni son efectivos tos supuestos reclamos efectuados por el actor en la ACHS, toda vez que siempre se le mantuvo informado de las acciones y tratamiento en torno a Rodrigo y, es mas, cada vez que el actor solicité que Rodrigo fuera visto por otros profesionales, se accedié a ello conforme to dicta la buena practica médica; no es efectivo tampoco que el menor no hubiese podido ser trasladado a Estados Unidos, toda vez que nunca los padres manifestaron en (a ACHS las intenciones a este respecto; rechazando, igualmente, las imputaciones en torno a que si se hubiera diagnosticado con anterioridad e! mal que afectaba a Rodrigo sus oportunidades habrian sido distintas, porque eso es algo que nadie puede aseverar, sobre todo tratindose de tumores como el que afecté a Rodrigo, que se evidencia, generaimente, en su etapa tardia, existiendo escasas posibilidades de sobrevida, aun con el tratamiento acorde a ella, et cual, de por si, es altamente invasivo, es mas aduce, que atin cuando existiese alguna posibilidad de recuperacién del tumor, esto no implica ni descarta las posibilidades de su reaparecimiento). Enfatiza que, el tratamiento médico entregado por el doctor Barra en ningiin caso empeord el estado de salud det 37 menor, sino por el contrario, redujo la falla renal presentada, estableciendo su condici6n, que de por si era de gravedad. De todo lo anteriormente expuesto, entiende, que resulta evidente que no es posible encontrar racional y prudentemente, el motivo por el cual se le haya demandado, las imputaciones efectuadas en el tibelo de demanda, en torno a cuestionar su obrar profesional son abierta y flagrantemente fatsas, toda vez se cumplié a cabalidad todas y cada una de Las obligaciones contraidas respecto del paciente, de lo cual se colige que la demanda carece de sustento. Sostiene que no existe a su vez un dafio que sea juridicamente indemnizable, primero, porque no es posible configurar_un incumplimiento en tas obligaciones del médico en torno al paciente, mas atin cuando su obrar se ajusté en todo momento a lo que dicta la buena practica médica; segundo, porque no existe relacién de causalidad entre el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV presentado por Rodrigo y el actuar del médico; tercero, porque las complicaciones y secuelas alegadas por el demandante, no son consecuencia del actuar del doctor Barra, si no que, tal y como lo reconoce la contraria en su demanda, son consecuencia de la evolucién de la propia enfermedad y de los tratamientos que ésta conileva, aplicados en et Hospital Clinico de ta Universidad Catélica de Chile, En este context, indica qué debera acreditar el demandante en torne at punto. En cuanto al derecho sostiene que su parte coincide con to expresado por el demandante, en el sentido que el Ambito de responsabilidad en et cual deben evaluarse las conductas es el de la responsabilidad contractual, entendiendo que las obligaciones nacidas para el doctor Barra son obligaciones de medios. En efecto dice, ta obligacién que tiene el médico al 38 tratar a un paciente es una obligacién de medios, lo que significa que el médico debe poner empefio, dedicacian y esmero en el tratamiento de su paciente, pero no por ello puede asegurar o garantizar un resultado determinado de sancién o diagnéstico. La medicina no es una ciencia exacta, en la medicina uno podria tedricamente tener a dos hermanos gemelos idénticos, aplicar el mismo tratamiento para una misma enfermedad y los dos necesariamente no van a reaccionar de la misma manera. Ello se basa en que en la medicina se trata con organismos vivos, en movimiento, que interacttan con otros organismos, que se alimentan, que intercambian fluidos y sustancias con el ambiente, que tienen historiales médicos distintos. Especialmente dificil es la medicina humana, puesto que en la misma participa, de modo importantisimo la razon del paciente, sus gustos, su forma de ser, su temperamento, su obediencia o desobediencia a los tratamientos, etc. Por lo mismo, y cualesquiera sea el contrato que se entienda que configure los servicios médicos que se presten, nunca podra considerarse que los mismos obliguen al médico a sanar al paciente a todo evento. Sefiala que de ser ello cierto, no existiria en medicina ta especiatidad oncolégica (cancer) ni cardiolgica (coraz6n) ni menos atin la geriatrica (ancianidad), puesto que tales médicos, al menos en la mitad de los pacientes que atienden (tasas de mortalidad del 50% en el promedio de las especialidades mencionadas) resultaria que por no lograr la supervivencia del paciente, habrian actuado negligentemente incumpliendo cualesquiera de los contratos imputados a ellos. Por ello, reitera que ta obligacién médica, segiin reiterada doctrina y jurisprudencia tanto nacional como extranjera, se concreta en proporcionar al enfermo los cuidados que requiera, segun el estado de la 39 ciencia y de la denominada “lex artis ad hoc”, es decir, tomando en consideracién el caso concreto en que se produce la actuacion médica y Las circunstancias en que tenga lugar. Continia con que la obligacién contractual (0 extracontractuat) del médico, es una obligacién de medios y no de resultados, y en la valoracién de su conducta queda descartada toda clase de responsabilidad mas o menos objetiva, estando a cargo del paciente la prueba de la culpa y la relacion 0 nexo de causalidad, ya que a la relacién causal material o fisica ha de sumarse el reproche culpabilistico, por lo que, entiende, no hay responsabilidad sanitaria cuando ‘no es posible establecer relacién de causalidad culposa, por depender la misma del resultado. En la especie, el doctor Barra ha cumplido todo cuanto le prescribia la “lex artis ad hoc” y es por ello que reafirma que no existe nexo causal alguno sobre las actuaciones del doctor y el supuesto resultado posteriormente acaecido segin la demanda. Afjade, que no es posible, dentro de la dogmatica juridica sobre responsabilidad en general, y, menos aiin, en el seno de la llamada responsabilidad médico legal, imputar negligencia alguna al doctor Barra, el cual, en todo el iter de su intervencién en los actos médicos prestados a Rodrigo Parra, actué en modo cabal acorde a los cdnones de la denominada “lex artis ad hoc”. Asi también debe considerarse que con la medicacion y tratamientos dispensados, se produce un resultado positivo al mejorar su funcién renal. En el litigio de autos, por tiltimo, no es posible ni imaginar cual hubiera sido otro grado de diligencia al expuesto en las actuaciones del doctor Barra, sobretodo porque en relacién con la obligacién de diagndstico, buscé todos los factores para determinar la patologia base del menor, solicité la participacién de 40 nei eit especialistas en otras areas, mantuvo una vigilancia constante sobre el estado y evolucién del paciente, cuyo cuadro era de por si complejo, ne pudiendo concretar el diagnéstico por la decisién del actor de llevar a su hijo a otro Centro Hospitalario, Sefiala que siguiendo la doctrina es necesario y perentorio precisar el tipo de contrato que se analiza, y al respecto el planteamiento apoyado por la doctrina nacional, que indica, la relacién del médico con sus pacientes debera regirse en primer término por las reglas del mandato, porque asi lo dispone el articulo 2118 det Cédigo Civil, y subsidiariamente, en lo que no fuere contrario a esas reglas, por las disposiciones que rigen el contrato de arrendamiento de servicios inmateriales, y por su intermedio, podrian llegar a ser aplicables también ciertas normas que rigen a los contratos para la confeccién de una obra material. En este contexto prosigue, de existir responsabitidades de (os demandados de indemnizar los perjuicios reclamados por el actor, se tiene que bajo ninguna perspectiva juridica tal responsabilidad podria ser solidaria; si el demandante plantea que el vincuto que une al sefor Parra, a la ACHS, al doctor Barra y a ta doctora Oliva es de tipo contractual, y no habiéndose pactado solidaridad, mal puede solicitarse que se condene solidariamente a los demandados. Lo anterior se colige directamente de la aplicacién det articulo 1511 det Cédigo Civil, y en este caso no habiéndose convenido la solidaridad, ésta calidad de la obligacién carece de sustento para ser declarada. En tal orden de ideas, ino siendo posible de forma alguna aceptar la solicitud de condena solidaria de los demandados, y habiéndose solicitado ello al tribunal, resulta absolutamente inadmisible ta demanda en la forma en que se ha intentado, poniendo al Tribunal en la imposibilidad de 4 emitir cualquier otro pronunciamiento que no sea el rechazo de ésta, ya que cualquier dictamen en otro sentido importaria un vicio de ultra petita, pues el contexto de la demanda ha sido restrictivo para la facultades del tribunal. En subsidio, de conformidad con los hechos establecidos y {a apreciacién juridica del escenario de responsabilidad sobre el cual se evaluard la conducta del doctor Barra, es evidente e irrefutable que a éste no le cabe responsabilidad alguna de indemnizar perjuicios al actor, toda vez que su actuar profesional respecto a su paciente, fue absolutamente ajustado a [a lex artis, y por ende, sus obligaciones fueron total y debidamente cumplidas, en un tiempo oportuno y adecuado. Siguiendo ta ldgica de lo expuesto en el libelo de demanda, se tiene que los cuestionamientos de disvalor que se formulan respecto del actuar del doctor Barra carecen de todo fundamento, puesto que lo que se pretende imputar al doctor es el hecho de no haber diagnosticado el Rabdomiosarcoma Alveolar Grado IV diagnosticado en el Hospital Clinico de ta Universidad Catélica de Chile con fecha 10 de agosto de 2005, y haber realizado un tratamiento médico sobre la base de un diagnéstico erréneo, de ahi que aclare que de acuerdo a los sintomas presentados por el paciente a su ingreso en la ACHS, sus antecedentes clinicos y to resefiade por sus famitiares, ta hipotesis diagnéstica. de RAM = (reaccién_—_adversa medicamentosa) a AINES (antiinflamatorios no esteroidales), era del todo ajustada a la condicion del paciente, quien manifesté consumo abundante de antinflamatorios durante las dos Ultimas semanas anterioress a su hospitalizacion, producto de los dolores causados por la escotiosis que te habian diagnosticado en mayo de 2005. Sin perjuicio de to cual, y conforme a lo que la buena practica médica dicta, el doctor a Barra ordend la realizacién constante de examenes, para (ograr encontrar la causa de las dolencias de Rodrigo, asi como solicité interconsultas con especialistas en hematologia para determinar o descartar la existencia de algiin tumor sanguineo, de lo que se colige que Rodrigo siempre estuvo en etapa de estudio, ef cual no fue posible completar, aun cuando existia interconsulta con hematélogo pendiente, por la decision de los padres de llevar al menor a otro Centro Asistencial. Ademas, recalca que el cuadro clinico presentado por el menor era complejo, ya que los sintomas presentados al momento de ingreso a la ACHS eran compatibles con un abuso de antiinflamatorios, otorgandose tratamiento adecuado y minimamente invasive, sin perjuicio de to cual, se siguid en la busqueda de una patologia base. indica to mismo que la Institucion demandada en cuanto a que la patotogia presentada por Rodrigo representa tan solo el 2% de las enfermedades que desarrollan los adolescentes y adultos jovenes entre 15 a 29 afios de edad; que es un tumor attamente maligno y aparece, generalmente, en forma agresiva y tardia, cuando hay metastasis al diagnéstico (GRADO IV); que sus sintomas, se parecen a los de otras enfermedades hematoldgicas, incluso a la leucemia, por lo que, es evidente que para su diagnéstico debian reatizarse todo tipo de estudios que descartasen otras patotogias; y, en definitiva, su diagnéstico con anterioridad en dias no habria alterado la condicién del paciente por ta agresividad con que actua ese tumor, ni el tratamiento al que debid someterse con posterioridad, circunstancia que se encuentra avalada por la literatura médica especializada. Por otro lado, dice que conforme se establece por el articulo 2129 del Cédigo Civil, et mandatario en el cumplimiento de su encargo responde hasta 43 de la culpa leve y sobre este punto, el articulo 44 del citado Cédigo sefala que es culpa leve la faita de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocio; y la doctrina y la jurisprudencia han coincidido en que la apreciacién de falta de cuidado, importa necesarlamente una comparacién entre ta conducta del supuesto autor del dafio y la que habria observado un hombre prudente en el desempeiio de sus actividades; cita doctrina al efecto. En conelusién reflexiona que, al_no__ haber incumplimiento alguno en tas obligaciones asumidas por el doctor Barra, juridicamente no hay perjuicios que puedan ser alegados a éste, por cuanto el argumento del resultado obtenido en tos tratamientos corresponde a la apreciacién subjetiva y personal que hace a contraria, elemento al que nunca pudo obligarse a satisfacer. Asi, la aseveracién de la falta de responsabilidad indemnizatoria que se reclama encuentra su fundamento en la ausencia de los requisites necesarios para estableceria, que analiza, Por lo que no es posible exigir responsabilidad alguna al doctor Barra en hechos y circunstancias que, en primer lugar, no estuvieron dentro de la esfera de su actuar, al tratarse de una enfermedad que aparece en su etapa tardia y, en segundo lugar, cuando un Paciente hace abandono del estudio diagnéstico en ta ACHS, siendo del todo improcedente solicitar una indemnizacién a su respecto por dafios que no tienen relacién con tas indicaciones médicas del doctor Barra y que, mas aun, se refieren a consecuencias propias de una enfermedad como lo es el Rabdomiosarcoma Alveolar grado IV, quedando en evidencia que, en autos no concurren bajo prisma alguno tos requisitos esenciales y copulativos que hacen nacer la obligacién de 4d indemnizar. En consecuencia, ta demanda debe necesariamente ser rechazada, puesto que no cabe condenar a una persona por la ocurrencia de hechos que escapan a su esfera de responsabilidad. Con relaci6n a los dafios dice que no cabe lugar a dudas que no procede pagar indemnizacién pecuniaria alguna. No obstante, y en forma subsidiaria y para el evento improbable que el tribunal estimase dar lugar a la pretension intentada, precisa que sélo podrd acogerse el dafio que se pruebe como directo, cierto y consecuencia necesaria del supuesto obrar deficiente del doctor Barra; y teniendo en consideracién la naturaleza de la relacién juridica hace que tos conceptos ‘econémicos de dafio moral sean improcedentes, toda vez que en sede contractual sdlo se indemnizan los perjuicios que se previeron © pudieron preverse al momento de contratar. Y en este caso, el dafio moral estaba fuera de toda perspectiva de analisis al regular la relacién existente entre las partes, ya que, su consideracién es absolutamente ajena al objeto de la obligacién pactada. Sin embargo continiia, si el tribunal fuese de la opinién improbable que este concepto debe ser indemnizado, deber ponderarse en justa y prudente medida que el sufrimiento en si mismo no tiene resarcimiento econdmico real en cifra alguna, de alli la facultad de apreciarlo prudencialmente. En ese mismo orden de ideas manifiesta que tal reparacién no puede tampoco importar el enriquecimiento injustificado del actor. A fojas 183 rola la réplica, en que el actor analiza las contestaciones y reafirma la responsabilidad contractual de os demandados en los hechos descritos en la demanda, consignando doctrina sobre el punto. A fojas 198 rola la diplica de ta demandada Asociacién Chilena de Seguridad, reiterando to expuesto en la contestacién y desestimando lo alegado por la demandante en torno a la responsabilidad perseguida a su respecto en la replica. A fojas 203 rota la duiplica del demandado doctor Barra, reiterando y haciendo énfasis en lo expuesto en su contestacién. A fojas 210 rola la duplica de la demandada doctora Oliva, quien igualmente reitera lo expuesto en su contestacién, y manifiesta que ha cuestionado la responsabilidad que a su respecto se persigue, que no feu su decision n o practicar el examen de mielograma, sino que su reatizacién fue diferida para un momento de mejor condicién clinica det paciente, y que no es efective que dicho examen estuviere absolutamente disponible en las instalaciones de ta demandada, ya que el diagnéstico del menor se pudo realizar en el Hospital Clinico de la Universidad Catética por un estudio de médula 6sea al cual le practicaron anélisis moleculares no disponibles en Concepcién; ademds, de sefalar que su intervencién fue descartada desde que se requirié la opinién de otro médico cirujano especialista en hematotogia, A fojas 391 se lleva a efecto audiencia de conciliacién, la que no se produce. A fojas 393 se recibié la causa a prueba, A fojas 1.651 se cité a las partes para ofr sentencia. CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO: - En cuanto a una tacha: 1*.2 Que a fojas 736 la parte demandante tacha al testigo del demandado Barra Jofré, seftor Rolando Heriberto Reinbach Hofmann, fundado en la intima amistad que to une con quien lo presenta a declarar. La demandada pidié el rechazo de la tacha por cuanto el testigo es también médico como quien lo presenta, por ende son colegas que trabajan en una misma Institucién, pero en ningiin caso tiene una amistad como la que exige la ley. 2°. Que, la regia general en materia testimonial es que toda persona sea habil para testificar en juicio, salvo aquétlos que la ley declara inhabiles, de manera que las inhabitidades son la excepcién y por ende, deben interpretarse restrictivamente como la norma to expresa. Asi el articulo 358 N° 7 del Codigo de Procedimiento Civil, establece que son inhabiles para declarar tos que tengan intima amistad con la persona que tos presenta; amistad que debe ser manifestada por hechos graves que calificaré el tribunal segiin Las circunstancias. 3°. Que, en las preguntas para las tachas el testigo cuestionado ha manifestado que trabaja hace mas de diez afos con el doctor Barra y que sin duda mas alla del vinculo profesional existe un vinculo de afecto que estima mutuo. Que a juicio de este sentenciador el vinculo de afecto que puede existir entre personas que trabajan juntas por largos afios no necesariamente se traduce en mantener una intima amistad, sino més bien un respeto mutuo, cordialidad, camaraderia y afecto, que no se contraponen a la objetividad a la hora de analizar las labores ejecutadas por cada cual dentro de sus propios ambitos profesionales. De manera que tacha asi fundada sera desestimada. - En cuanto al fondo: 4°, Que, conforme a la expositiva precedente, el actor demanda de indemnizacién de perjuicios por responsabilidad ar contractual en contra de una institucién de satud y en contra de dos de (os médicos que intervinieron en ta atencién médica de su hijo menor de edad, fundado en que aquellos efectuaron un diagnéstico errado que le produjo dafios materiales y morales, cuya determinacién en especie y monto se reserva para ta etapa de cumplimiento de la sentencia; aduciendo, en sintesis, que el menor estuyo 13 dias hospitalizado en el Hospital del Trabajador dependiente de la Asociacién Chilena de Seguridad, tratade por el nefrdtogo doctor Eduardo Barra Cofré y con ta intervencién diagnéstica de la hematdloga Jacqueline Oliva Lagos, quienes en una conducta negligente no diagnosticaron la enfermedad de origen de la insuficiencia renal que presentaba, cual era un rabdomiosarcoma alveolar, diagnosticado de inmediato al ingreso del menor a otro Centro Asistencial en la ciudad de Santiago; to que produjo un deterioro generat en la salud del menor y evitd una atencién oportuna que le permitiera enfrentar en mejores condiciones la enfermedad que le aquejaba. 5*.- Que, asi, la demandada Oliva Lagos pidiendo et rechazo de la demanda, alega, en primer lugar, no haber existido relacion contractual entre las partes, de manera que a su respecto el actor carece de legitimidad para incoar ta presente accion en su contra; alega, por otro lado, que utilizd todos tos medios a su alcance para obtener el diagnéstico preciso, el que no se concreté por el retiro del menor del Hospital que lo atendia, siendo ingresado a otro Centro Asistencial. Que evalué en dos oportunidades, a peticién del médico tratante, doctor Barra, a un paciente que presentaba un deterioro de ta funcién renal, anemia y trombopenia, y ordené la practica de otros examenes, indicando, igualmente, {a conveniencia de practicar un examen de médula dsea, lo 48 que fue diferido con acuerdo del padre del menor atendida a condicién del paciente, descarté una leucemia por et cuadro clinico que presentaba el nifio, reconociendo que los examenes practicados at menor mostraban un aumento de plaquetas y elevada ta enzima LDH; de manera que no hubo ni incumplimiento ni negligencia de su parte, y, ademas, no existe relacién de causalidad entre los hechos y el dafo, Por su parte, la demandada Asociacién Chilena de Seguridad pide también el rechazo de la demanda fundada en la inadmisibilidad de esta en razén, primero, del régimen de responsabilidad demandado, por cuanto se te demanda por culpa por el hecho ajeno; y segundo, porque se solicita una condena sotidaria ta que es improcedente en la especie; y en subsidio, por no existir responsabilidad alguna de su parte, ya que el paciente recibié en todo momento una atencién médica oportuna y diligente, ajustada completamente a la lex artis médica, se establecio una hipdtesis diagnéstica, iniciandose un seguimiento de exémenes con la finalidad de encontrar la causa de los sintomas presentados por ei menor io que no se pudo concretar por el cambio de Centro Hospitalario, de manera que no existe negligencia alguna, El demandado sefior Barra Cofré pide igualmente el rechazo de ta demanda, alegando que aquetla es inadmisible en cuanto se pide la condena solidaria de los demandados; en subsidio, por no existir responsabilidad de su parte, su conducta se ajusté a la lex artis médica, de acuerdo a los sintomas presentados por el paciente a su ingreso al Hospital, sus antecedents clinicos y lo reseriado por sus familiares, ta hipdtesis diagnéstica de reaccién adversa medicamentosa a anti inflamatorios no esteriodales era del todo ajustada a la condicién del paciente; sin perjuicio se ordené la practica de 49 una serie de examenes, se solicité interconsulta en hematologia, estando siempre en estudio'la busqueda de ta patologia base de las dolencias det nifio dada sus sospechas ante la mantencién elevada de la creatinina y de la enzima LDH, lo que se vio interrumpido al ser trastadado el menor a otro Hospital. Por lo que a su entender, no ha habido de su parte, culpa alguna, ademas de no existir dato o lesion de ningin tipo, ya que la enfermedad del menor, rabdomiosarcoma alveolar grado IV, sus complicaciones y desencadenamiento no pueden serle atribuidas, la falta de diagnéstico certero no causé la evolucién posterior del paciente de manera que no existe relacién de causalidad; en subsidio, pide que se considere que séio puede acogerse el dafio que se pruebe come directo, cierto y consecuencia necesaria de su supuesto obrar deficiente. 6°.~ Que, entonces, las partes se encuentra contestes en que el menor Rodrigo Parra Morales de 16 aftos de edad, con fecha 26 de julio de 2005, junto a sus padres, concurrié al Servicio de Urgencia del Hospital del Trabajador de Concepcién, por presentar un cuadro de cefalea de varios dias, acompafiada de mareos, nausea, vomitos e inapetencia; que atendido en la Urgencia fue evaluado y hospitalizado, asumiendo su tratamiento el doctor Barra Cofré, nefrologo, en razén de la hipétesis diagnéstica efectuada de falia renal por abuso de anti inflamatorios, cuadro clinico que fue tratado por el referido doctor, quien ante la persistencia elevada en tos examenes practicados de creatinina y enzima LDH, requirié interconsulta con hematdloga del Hospital, doctora Oliva Lagos, quien constaté falla renal y trastorno sanguineo, solicit6é nuevos exdmenes y difirié toma de mielograma a ta espera de la evolucién det paciente, quien presenté mejoria 50 writs del cuadro renal, persistiendo en sus alteraciones sanguineas; circunstancias éstas que se desarrollaron dentro de un lapso de 13 dias, luego de to cual los padres del menor, atendido el estado de salud de éste, que se mantenia deficiente, to trasladaron a un Centro Hospitalario de ta ciudad de Santiago, lugar en que se le diagnosticé con fecha 8 de agosto de 2005, un cancer denominado rabdomiosarcoma alveolar grado IV, falleciendo el menor en octubre de 2006. De manera que éstos son hechos establecidos del pleito. Discrepan en cambio las partes, respecto a la lex artis médica en el diagnéstico y tratamiento del menor mientras permanecid en el Hospital del Trabajador, puesto que mientras el actor estima que al menor se te diagnosticd en forma errada, los demandados estiman que ta hipdtesis diagnéstica fue adecuada, encontrandose en estudio el diagnéstico de las alteraciones que presentaban los exdmenes de taboratorio del menor; si el errado diagnéstico o la tardanza en el diagnéstico, produjo una condicién desfavorable en el paciente a la hora de enfrentar el cancer que se le detecté en otro Centro Hospitalario; y respecto de los perjuicios que, en definitiva, tales circunstancias produjeron al actor, padre del paciente. 7*.- Que, previo a entrar al fondo de la discusién conviene el andlisis de la naturateza de ta responsabilidad que se persigue, entendiendo que esta materia ha sido arduamente debatida y que tradicionalmente se la vinculaba a la responsabilidad extracontractual, hoy en dia tanto la doctrina come la jurisprudencia, se ha ido encaminando hacia la tesis que entre médico y paciente existe una relacién contractual con caracteristicas especiales dada la naturaleza st de las obligaciones que emanan de dicha relacién, particularmente para el profesional médico. Asi las cosas, siguiendo a don Vicente Acosta Ramirez en su obra “De la responsabilidad civil médica”, diremos que comlnmente el médico presta sus servicios en virtud de un contrato que se genera, en la mayoria de los casos, tacitamente, pues desde el momento que el facultativo accede al \lamado de una persona es porque tiene la intencién de prestarle sus servicios profesionales a cambio de ta correspondiente remuneracién por ellos; surge entonces, para el médico una obligacién de hacer, frente a una obligacién de dar del paciente, to que evidencia un contrato bilateral. No debemos olvidar aqui que en apoyo de esta tesis tenemos los articulos 2.118 y 2.012 del Cédigo Civil, en cuanto el primero dispone que tos servicios de los profesionales y carreras que suponen largos estudios, 0 a que esté unida ta facultad de representar y obligar a otra persona respecto de terceros, se sujetan a las reglas del mandato; y el segundo, en cuanto refiriéndose al arrendamiente de servicios inmateriates dispone que tales normas se aplican también a los servicios de que trata el articulo precedentemente referido, en lo que no tuvieren de contrario a ellas; por lo demas, sabido es que el derecho comun en Chile en materia de responsabilidad es ta contractual. A igual conclusién llegamos si tomamos de base los articulos 1.546 y 1.556 del Cédigo Civil, en cuanto el primero dispone que los contratos deben celebrarse de buena fe y que, por consiguiente, obligan no sdto a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligacién o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella; y parece evidente que prestar los cuidados en forma debida de acuerdo a las reglas del arte médico, debe 32 considerarse una obligacion emanada de un acuerdo de votuntades; tuego et segundo articulo mencionado, establece que la indemnizacién de perjuicios comprende tanto el dafio emergente y el lucro cesante, ya provengan de no haberse cumplido la obligacién, o de haberse cumplido imperfectamente, o de haberse retardado el cumplimiento, y si el médico atiende en forma descuidada a su paciente claramente cumpie imperfectamente la obligacién. En la materia en analisis debe resaltarse que la responsabilidad médica en razon de su caracter profesional, difiere de la responsabilidad de derecho comin, y, por ende, sin lugar a dudas la obligacién del médico es de aquéllas que la doctrina llama “de medios”, entendidas éstas como aquellas en que el deudor sélo se compromete a emplear la prudencia y diligencia necesarias para llegar al fin perseguido por el acreedor; entonces, el facultative, en virtud del contrato médico, se obliga a prestar sus servicios médicos en forma diligente. 8°.- Que, por otro lado, siguiendo un estudio elaborado por dofa Patricia Canales al alero de la Seccion de Estudios de la Biblioteca del Congreso Nacional (aio 2003), esta responsabilidad médica de la que hablamos, recientemente se la ha conceptualizado en un ambito atin mas extenso y se la ha dado en \lamar también, responsabilidad sanitaria, en que et paciente llega al médico de una manera directa o indirecta, inmediata 0 mediata, como consecuencia de una situacion nueva, originada en un acuerdo personal 0 como consecuencia de un acuerdo preexistente, que crea en el médico el deber de atender a determinados pacientes, unido a otro convenio por el cual el eventual paciente adquiere el derecho de reclamar la atencién médica de determinados profesionales. 3 Es en este dmbito en que se circunscribe la responsabilidad civil de la clinica u hospital dentro del cual se caus el dafio (llamada también responsabilidad institucional, empresarial o corporativa), que igualmente se basa en el incumplimiento de las obligaciones que emanarian ahora del llamado contrato de hospitalizacién o de asistencia sanitaria; en general en Chile, ello se desenvuelve a través del llamado contrato de salud, en este caso el paciente contrata con la Institucién, la cual designa al médico. Pues bien, dentro de la varias teorias que explican ésta Ultima situacién y siguiendo nuevamente a Vicente Acosta Ramirez en la obra citada, tenemos la que sostiene que en este caso estamos en presencia simplemente del cumplimiento de la obligacién asistencial por parte de ta Institucién, que se reatiza por intermedio del personal médico contratado al efecto; estimandose que en el articulo 1.679 det Cédigo Civil, a propésito de la pérdida de la cosa que se debe, dispondria un principio de caracter amplio, aplicable también a las obligaciones de hacer, dado lo cual el deudor, como regla general, es responsable por la inejecucién proveniente del hecho de aquellos a quienes encomienda el cumptimiento de sus obligaciones. Sobre este punto el profesor Pedro Zelaya Etchegaray en un articulo denominado Responsabilidad Civil de Hospitales y = Clinicas = (modernas —_tendencias jurisprudenciales) aparecido en la Revista de Derecho de la Universidad de Concepcién, aio 1997, sefiala que en la actualidad se ha producido una verdadera despersonalizacién de la atencién médico sanitaria, ya que cada dia es mas frecuente que los médicos y los demas profesionales de la salud presten sus servicios al interior de un hospital que no solo les facilita el inmueble y el instrumental adecuado, la llamada infraestructura hospitalaria, sino también la 54 permanente colaboracién de otros profesionales y el Permanente apoyo del personal auxiliar © paramédico; hoy en dia los modernos hospitales se han transformado en grandes empresas prestadoras de servicios médicos cada vez mas amplios y sofisticados, ta llamada cobertura médica integral, a través de un personal altamente calificado y de equipos técnicamente cada vez més avanzados; aumentando no sdto su tamafio sino el volumen de las prestactones ofrecidas y realizadas a favor del usuario. Asi, cuando el médico tratante o su equipo, no es dependiente o subordinado del hospital demandade sino un profesional independiente que fue contratado directa y personalmente por la victima, timitandose el hospital a facilitar sus instalaciones y personal auxiliar, éste no es civilmente responsable de los dafios culpablemente causados Por éstos Ultimos, ya que en estos casos, el contrato de simple hospitatizacion no contempla la atencién médico-quirtirgica sino sdlo los servicios de atencién basica sanitaria, La responsabilidad civil del centro hospitalario no sélo, entonces, se basa en la culpa como tradicionalmente se ha entendido, sino también en el riesgo de la empresa, no se responde solo por la culpa propia (eleccién del personal y su vigilancia) sino también por el riesgo que significa ofrecer al publico y desarrollar una actividad médica en el mediano y largo plazo, ya que éste es garante de todos los riesgos inherentes de la actividad médica empresarialmente organizada y desarrollada; ya que en este sentido la moderna institucién hospitalaria tiende a crear y a promover la idea de que constituye una organizacién de servicio integral, con un sistema de prestaciones médico-sanitarias unitario y seguro. Circunstancia ésta Ultima que sin duda esta en la base de la 55 responsabilidad por falta de servicio de los hospitales piblicos y en los antecedentes de la Ley 19.966 que establece un régimen de garantias en salud y regula la responsabilidad en materia sanitaria, 9°.- Que, por consiguiente, conforme a lo razonado en los motivos que anteceden, es dable concluir que tanto la Institucion médica cuanto los _facultativos _médicos demandados pueden responder dentro del ambito de la responsabilidad contractual demandada y desde ese punto de vista formal, la demanda se encuentra bien enderezada dentro del Ambito perseguido, debiendo desestimarse aqui ta alegacién que sobre el punto produjo ta Asociacién demandada. 10°.- Que, ahora bien, segiin manifiesta la demandada Asociacién Chilena de Seguridad en la contestacién de ta demanda (fojas 130), el menor Rodrigo Parra recibié atencién médica en sus dependencias y por sus facultativos, ingresando el menor al Servicio de Urgencia del Hospital det Trabajador, en donde se le examiné y se le tomaron exémenes, decidiendo su hospitatizacién, y dado el diagnéstico probable se derivé al nifio al especialista en nefrologia, doctor Barra, quien posteriormente pidié evaluacién a la doctora Oliva en la Unidad de Hematologia del Hospital; por lo que “a confesién de parte, relevo de prueba”, reza el famoso adagio juridico, de manera que no puede dejar de concluirse que en el caso subjtidice nos encontramos ante un contrato de servicios hospitalarios integrales con la Institucién de Salud demandada, quien puso a disposicién del usuario sus facultativos para la atencién integral de la salud del paciente. En tales condiciones, no puede entenderse que un paciente o sus familiares, deban estar contratando con cada 56 mcoivaiioasas ca médico que se presente para la atencién del paciente, ya que efectué una contratacién unica con el Centro Sanitario a quien se confié la salud del paciente y éste deberd poner a su disposicién todos os medios necesarios para la recuperacién de dicha salud quebrantada, atin debiendo lamar a médicos ‘externos 0 recurriendo a otros centros hospitalarios si fuere det caso. 11°. Que, asi las cosas, la demanda por responsabilidad contractual intentada en estos autos en contra de los doctores senor Barra Cofré y sefiora Oliva Lagos, no puede prosperar, ya que el actor no ha contratado directamente con ellos la atencién de salud de su hijo; siendo entonces innecesario referirse a las alegaciones de éstos en torno a la presente demanda en la forma que se ha entablado. Ello y no otra cosa es la legitimidad activa y pasiva que debe existir al incoar una demanda ya que no debe olvidarse que para que el actor triunfe en su demanda, se requiere: a) derecho, 0 sea, una norma de la ley que garantice al actor el bien que pretende; b) calidad, o sea, la identidad de ta persona del actor con la persona favorecida por {a ley y de la persona del obligade con ta del demandado; y c) interés, de conseguir el bien mediante la intervencion del érgano ptiblico. De manera que si en el caso de marras, no se encuentra discutido que el actor era el padre del paciente menor de edad, quien lo llevo de urgencia a la Institucion demandada, quien fue la que lo hospitalizé y ésta ostenta dentro de sus facultativos a uno de los médicos demandados, quien a su turno requirié intervencién de un tercer profesional, no cabe dudas que existe en la especie, tanto legitimidad activa cuanto pasiva con relacién al actor y la Instituci demandada, pero no asi entre el actor y tos facultativos 37 sefialados, no obstante que éstos le hayan prestado sus servicios; ya que ahi claramente no puede existir responsabitidad contractual en tos términos a que nos hemos referido en los motivos séptimo y octavo de esta sentencia. 12°. Que, aclarado lo anterior, debemos entrar at fondo de la discusién, y habiéndose dado por acreditado que entre el actor y la demandada Asociacién Chilena de Seguridad existié un contrato de prestacién de servicios hospitalarios, no puede sino determinarse que para que prospere la responsabilidad perseguida se requiere, ademas, la existencia del incumplimiento obligacional por parte de la demandada, y que el dafo sufride por la victima provenga del incumptimiento del contrato médico. Asi, siguiendo al profesor Jorge Barahona Gonzalez, en sus apuntes sobre Responsabilidad Civil Contractual, Cursos de Perfeccionamiento Academia Judicial, aio 2008, debemos decir que el articulo 1.556 det Codigo Civil ya sefialado, prescribe como uno de los efectos que derivan de las obligaciones de fuente contractual, el derecho del acreedor a ser indemnizado de tos dafos y perjuicios que el incumplimiento pueda originar; perjuicios que no constituyen necesariamente la via del cumplimiento por equivalencia de la obligacién, sino un derecho complementario del acreedor a ser resarcido cada vez que (a infraccién de la obligacion suponga un dafo; se trata de dafios complementarios a la prestacién misma, ya sea que provengan det incumplimiento definitivo de ta obligacin, de una mala ejecucién, 0 sélo del hecho de haberse retardado, y por ello susceptibles de ser agregados a la pretensién de cumplimiento. Por consiguiente, en el caso sublite la responsabilidad contractual hospitalaria corresponde a la diligencia y cuidado 38 que debe emplearse en el cumplimiento de las obligaciones que el contrato establece; que con evidencia se trata, como se dijo, en el caso de la obligacién sanitaria de una obligacién de medios, 0 sea, aquella en que el deudor asume el deber de observa una conducta diligente para alcanzar el resultado deseado por las partes, que cede en beneficio det acreedor, esto es, el deuder cumple su obligacién sea que se cumpia o no la prestacién convenida, a condicién de que su comportamiento haya sido prudente y diligente. En el caso subjiidice, el Centro Hospitalario no puede obligarse a sanar al paciente, pero si se obliga a poner sus conocimientos y medios al servicio del objetivo buscado por el acreedor, independiente de si ello se logre o no. Segiin el profesor Daniel Pefiailitlo en su Tratado de las Obligaciones, examinando las obligaciones de medios a la luz de la prueba de la culpa en la responsabilidad contractual y con relacién al articulo 1.547 det Cédigo Civil, que presume la culpa del deudor desde el momento que impone a este Ultimo probar que ha empleado la diligencia y cuidado debidos en el cumplimiento de la obligacién contraida, estima que traténdose de éstas obligaciones el deudor probando su diligencia queda definitivamente liberado de la obligacién. 13°.- Que, en tales condiciones, es a la Institucién de Salud demandada en quien recae el onus probandi de justificar que empleo la diligencia debida en la atencién del paciente Rodrigo Parra Morales de conformidad a la lex artis médica conforme a ta expectativa que llevd al padre del menor, actor en estos autos, a entregar a dicho Centro Médico el cuidado de aquél. Al efecto la demandada acompafio en fotocopia simple tos documentos que rolan de fojas 643 a 683, dentro de los 59 cuales se encuentra la historia clinica del menor Parra Morales. La historia clinica, confirma que el menor Parra Morales de 16 afos ingres6 al Hospital del Trabajador el 26 de julio de 2005 a las 13,47 horas, presenta convenio Isapre Consalud, con antecedentes de quiste aracnoidal temporal izquierdo y escoliosis dorsal; ingresa con sintomas de cefalea asociada a mareos y nduseas; se le examina, se solicita TAC, se indica hospitalizacién; es examinado en neurotogia; se ordenan examenes de laboratorio sangre, orina, completos, radiografia, ecotomografia, se determina cuadro sistematico de origen renal. El 27 de julio de 2005, toma conocimiento det caso el nefrélogo, doctor Barra, diagnostica falla renal, abuso de anti inflamatorios, gastritis aguda, ordena exdmenes. Al 28 de julio persiste falla renal. El 29 de julio el paciente se encuentra més hidratado, refiere dolor costal derecho, se mantienen alteraciones de laboratorio. El 30 de julio se consigna que enterada del caso la doctora Oliva Lagos, examina al paciente, determina que el hemograma no es compatible con leucosis, trombopenia en regresin y difiere toma de mielograma; mismo dia se consigna por el doctor Barra, mejoria con menos dolor. Al 31 de julio paciente refiere dolor costal, pero menos dolor abdominal, doctor Barra reitera examenes. El 1 y 2 de agosto se estampa por dicho médico, que el paciente presente buena evolucién y se encuentra estable. Al 3 de agosto el paciente es exarninado nuevamente por la doctora Oliva, quien consigna que presenta estabilizacion de su cuadro, pero se debe mantener una conducta expectante, ya que si al normalizar falla renal persisten alteraciones hematoldgicas, se evaluard mielograma; mismo dia, doctor Barra consigna que et estado general del menor es mejor, persisten alteraciones y orina esta coloreada, oo

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