La programación es una habilidad que se ha convertido en una herramienta esencial para el desarrollo

de software [1]. Esta habilidad se puede describir como el proceso de escribir, probar y depurar código
para crear programas informáticos. A través de la programación, los programadores pueden crear
aplicaciones informáticas para satisfacer los requisitos de un usuario o necesidad, y pueden mejorar y
añadir nuevas funcionalidades a estas aplicaciones. La programación también se utiliza para crear
protocolos informáticos, sistemas de base de datos y sistemas web. La programación permite a los
programadores crear aplicaciones y sistemas de una manera eficiente y rentable. Los programadores
tienen que entender los principios básicos de la programación, como la lógica, la sintaxis, el
almacenamiento y la manipulación de datos. Estos conocimientos son necesarios para crear programas
informáticos efectivos. La programación también implica la creación de una interfaz de usuario, lo que
significa que los programadores tienen que entender cómo los usuarios interactuarán con la aplicación
y cómo los usuarios podrán acceder a la información. Los programadores también tienen que ser
capaces de diseñar y desarrollar algoritmos que permitan que el software se ejecute de forma eficiente.
Esto significa que tienen que comprender cómo se realizan las operaciones matemáticas, cómo se
almacena y recupera la información y cómo se puede controlar el flujo de información desde y hacia el
usuario.