i. ESTUDIOS * Z
Los Intereses Moratorios
y el Régimen de Admisién Temporal
de Mercancias
Diego Barboza Siri
SUMARIO
Introduccién
|-, El Régimen de Admisién Temporal de Mercancias, Generalidades
|, Los Intereses Moratorios Previstos en el Reglamento de la Ley Organica de
Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspensién y Otros Regimenes
Aduaneros Especiales
Il-. Las Decisiones de la Sala Politico Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia sobre los Intereses Moratorios Liquidados bajo el Régimen de Admi-
sin Temporal
Conclusiones
BibliografiaIntroduccién
Nos toca estudiar el régimen de los intereses moratorios causados con ocasién de la
admision temporal de mercancias, los cuales se encuentran regulados en los articulos
30 y 37 del Reglamento de la Ley Organica de Aduanas sobre los Regimenes de Libera-
cin, Suspension y Otros Regimenes Aduaneros Especiales,
Tales intereses, como es sabido, han sido reiteradamente anulados por la Sala Politico
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en jurisprudencia pacifica, tomando
como argumento fundamental que cuando se produce la nacionalizacién de mercancias
ingresadas temporalmente, no hay mora con dicha solicitud y por lo tanta mal podrian re-
clamarse intereses moratorios.
Sin embargo, como tendremos ocasion de exponer y cuestionar, si bien técnicamente
no podriamos hablar de mora en la actuacion del deudor, si se produce un claro perjuicio
en los derechos de la Republica con dicho proceder, ocasionandose un enriquecimiento
no justificado en el patrimonio del acreedor en perjuicio de los derechos patrimoniales de
la Hacienda Publica, lo cual, como es ldgico suponer, deberan ser de alguna forma in-
demnizados para garantizar asi no sdlo principios del Derecho comin referidos ala equi-
valencia patrimonial (art. 1184 Cod. Civil), sino incluso en resguardo del derecho a la
igualdad que celosamente consagra nuestra Carta Magna como desarrollaremos infra.
Cabe destacar el auge que Ultimamente ha tenido este régimen suspensivo, apoyado
principalmente por la ya consolidada doctrina judicial que ha servido para que un gran
numero de contribuyentes pueda utilizar este régimen como una via para disminuir su
carga tributaria, vale decir, se ha convertido este régimen suspensivo en una via legal,
mas no legitima, para aprovechar una ventaja fiscal indebida.
Sin embargo, si analizamos detenidamente el fundamento de las distintas decisiones
de nuestro Maximo Tribunal, podremos observar que todas ellas taman como punto de
partida un hecho cierto ¢ indiscutible, no existe mora en tales solicitudes, concluyendo
légicamente que tampoco deben ser exigibles los intereses moratorios. Asi, desde una
interpretaci6n estrictamente literal pero asistematica, la conclusion del Maximo Tribunal
es incuestionable, pero, tal como trataremos de probar a lo largo del presente trabajo,
con dicha interpretacion se violentan principios fundamentales del ordenamiento juridico
(1) Gacete Oficial No. 5.129 extraordinario de fecha 30-12-96.
en general®) y del Derecho Tris@ftario en particular™, lo cual resulta a todas luces inadmi-
sible en un Estado Democratico y Social de Derecho y de Justicia, tal como lo propugna
nuestra Constitucién en su articulo 2.
Alos fines de desarrollar el presente trabajo, lo hemos dividido en tres partes, a saber:
a) en la primera parte vamos a exponer brevemente en qué consiste el régimen suspensi-
vo de admisi6n temporal de mercancias, sus generalidades y su forma ordinaria de can-
celacién; b) en la segunda parte haremos ciertas consideraciones acerca de los
(2) Ciertamente, tal como lo refere la doctrina, constituye un principio general de todo el ordenamiento juri-
dico y por tanto aplicable a cualquier relacién —hien sea de Derecho Publica o de Derecho Privado~ el
hecho que nadie puede enriquecerse injustamente en perjucio de otra persona y quien lo haga, estar
obligado a indemnizarla dentro del limite de su propio enriquacimiento, de todo lo que aquella se haya
empobrecido. (Art. 1.184 del Codigo Civil). A este respecto, el profesor Ramon VALDES COSTA, en
Instituciones de Derecho Tributario (Edic, Depalma, Buenos Aires. 1892, Pp. 5-6) afirma que la autono-
mia del Derecho Tributario aloanza tnicamente al ributo en sus distintos aspectos, siendo ios principios
juridicos de otras ramas los cuales, en ausencia de regulacién expresa por esta rama del Derecho, debe-
ran aplicarse. Ast, expone el conocido tratadista: “la discriminacién entre derecho material, formal, pro-
osal, penal e internacional responde a la diferencia de los principios aplicables y de los institutos
pariiculares de cada uno de ellos. Los principios propios permiten solucionar los problemas resultantes
dde-vaclos u oscuridades de las normas; os institutos exclusivos de ellos requleren un estudio particula-
rizado con eriterios propios. Por estas razones creemos que si bien el derecho tributario in gemere cons-
tituye una rama juridica que tiene como centro el tributo en sus distintos aspectos, intimamente
relacionados entre si, es indispensable, desde el punto de vista de la ciencia juridica, discriminar los dis-
tintos vinculos juridicos. Por eso reconocemos autonomia, en el ambito tributario, solo al derecha mate-
rial, que tiene institutos propios y exclusivos, como lo sonias cstintas especies de tributos, —lo que por
si solo bastaria- y ha desarrollado con gran fecundidad los princigios juridicos fundamentales antes
mencionados.
Los demés vinculos a que da lugar el tributo estén regulados por normas que tienen el cardcter de excep-
ciones alos sistemas de las ramas respectivas. Estas excepciones, establecidas para conterplar mas
adecuadamente las caracteristicas del derecho tributario, deben estar expresamente contenidas en la
Ly, a falta de ellas rigen las normas del derecho del cual se han desprendido. En este émbito, las nor-
mas tributarias presentan lo que Gény lamé ‘partioularisino’y no autonomia’. Asimismo, més adelante
(Pp. 49-50) sostiene: “Al estudiar la distincién entre derecho privado y derecho pablico y de analizar de-
tenidamente la tesis de Gény, criticando el concepto de éste de subordinaci6n del derecho tributario al
derecho civil, concebido como ‘deracho comin’, y reconociendo la posibilidad de una exralimitacion
de la posici6n autonomista, dice: “esos peligros no pueden eliminarse negando la autonomia del dere-
cho tributario, ya que su propia especiticidad exige, como hemos visto, la aparicién de principios y nor-
mas propios, que, en su émbito de aplicacion, constiuyen un verdadero derecho comin y no
excepcional o privilegiado como en ocasiones se indica, La armonia entre los cbdigos civiles y el dere-
cho tributario s6lo puede alcanzarse trazando pacientemente, por via doctrinal y jurisprudencial, las
fronteras del que hemos denominado ‘fondo juridico comin’ que serd el que, en definitiva, permita trazar
racionalmente los limites de aplicacion de las normas que integran cada sector del ordenamiento”.
Sobre este punto, volveremias cuando intentemas justificar la plena aplicacién del principio ce equiva-
lencia patrimonial a este régimen aduanero suspensivo, pero por ahora, es suficiente con entender que
dicho princigio sf forma parte de lo que VALDES COSTA lama, en forma muy gréfica y didéctica, si-
uiendo a Gény, el “fondo juridico oman”, aplicable por tanto al Derecho Tritutario.
(3) Enefecto, coma tesis sostenida por'a Sala Politico Administrativa del Tribunal Suprema de Justicta, se
violenta claramente el principio de igualdad, concretamente la igualdad ante la Ley, que como refiere
VALDES COSTA (Instituciones, Pp.370) "Significa que la norma debe ser aplicada con criteria de estric-
ta igualdad, a todos los afectados por ella”. Sobre este punto volveremas cuando analicemos la infrac~
ién de este principio fn extenso.il
intereses moratorios previstos en los articulos 30 y 37 del Reglamento de la Ley Organi-
ca de Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspensién y Otros Regimenes
Aduaneros Especiales; y c) finalmente, analizaremos las reiteradas decisiones de nues-
tro Maximo Tribunal que han resuelto este punto y explicaremos el por qué no se ajustana
los principios generales del Derecho ni a los principios especificos que norman el Dere-
cho Tributario. Luego expondremos las respectivas conclusiones.
I-, El Régimen de Admisin Temporal de Mercancias. Generalidades
Este régimen aduanero suspensivo, tal como lo entiende nuestra legislacién aduanera,
consiste en la “admisién temporal de mercancias con fines determinados y a condicion
de que sean luego reexpedidas, dentro del término que sefiale el Reglamento". Por su
parte, el articulo 31 de! Reglamento de la Ley Organica de Aduanas sobre los Regimenes
de Liberacion, Suspensi6n y Otros Regimenes Aduaneros Especiales, dispone:
“Alos efectos del articulo 93 (vigente art. 95) de la Ley, se entenderd por ad-
mision temporal de mercancias, el régimen mediante el cual se introducen
mercancias al territorio aduanero nacional, con suspensi6n del pago de los
impuestos de importacion y otros recargos o impuestos adicionales que
fueren aplicables, con una finalidad determinada, a condicién de que sean
reexpedidas luego de su utilizacion, sin haber experimentado modificacién
alguna”,
Como se colige de los articulos supra transcritos, nuestra legislacion define el régimen
de admisi6n temporal (el cual puede ser simple o con perfeccionamiento, es decir, la
mercancia es reexpedida sin modificacion alguna o con modificacién o transformacién)
siguiendo casi a la letra lo dispuesto en el Convenio de Kyoto para la Armonizacion de los
Regimenes Aduaneros de 1973, el cual sin embargo no fue aprobado por Venezuela ni
por la inmensa mayoria de los paises latinoamericanos.
Ciertamente, el mencionado Convenio de Kyoto define este regimen aduanero como
aquel “que permite recibir en un territorio aduanero, con suspensi6n de los derechos e
impuestos de importaci6n, determinadas mercancias importadas para un fin determina-
do, sin haber experimentado modificacién alguna, con excepcidn de la depreciacién nor-
mal de las mercancias como consecuencia del uso que se haga de las mismas”.
Igualmente, e! Glosario de Términos del Consejo de Cooperacion Aduanera (CCA) defi-
ne el regimen de admisién temporal como “el régimen aduanero que permite recibir en el
territorio aduanero, con suspensién de los derechos e impuestos de importacion ciertas
(4) Asitextualmente lo dispone e! articulo 95 de la Ley Or ficial N°.
Aa euanne ee sone ' Organica de Aduanas. Gaceta Oficial N° 38.875 de fe-
14
mercaderias importadas con win determinado y destinadas a ser reexportadas en un
plazo determinado, sea en el mismo estado, sea después de haber sufrido una transfor-
macién, manufactura o reparacion determinada”.
En muy similares términos, la mayoria de las legislaciones de América Latina entien-
den este régimen aduanero, diferenciéndose, como tendremos ocasién de resumir pos-
teriormente, en el momento en que se produce el hecho generador de la obligacién
tributaria, toda vez que algunas legislaciones, como la nuestra, entienden que los im-
puestos estén suspendidos, otras que se encuentran exentos y otras menos comunes,
califican la operacion como no sujeta a impuestos de importaci6n, es decir, bajo este ré-
gimen aduanero no nace la obligaci6n tributaria al no producirse el hecho imponible gra-
vado por los impuestos de importacion.
Tal como explica ROHDE PONCE, “con estos regimenes se inicia el estudio de ‘aque-
llos’ que se engloban bajo las denominaciones de ‘suspensivos de derechos’, ‘de perfec-
cionamiento’, ‘de despacho condicional’ y cuya caracteristica comin es que implican
dos movimientos en sentido opuesto, cuando son a la entrada al pais requieren su salida
posterior del mismo; y en contrario, cuando se inician ala salida del territorio nacional es
obligatorio su posterior reingreso a dicho territorio"®).
Podemos observar que todas las legislaciones guardan puntos en comtn con respecto
aeste régimen, a saber:
1-. Lamercancia debe necesariamente entrar o salir del territorio aduanero, bien se tra-
te de una admisién temporal o de una exportacion temporal;
2-, Este régimen sdlo es aplicable a ciertos tipos de mercancias'®;
3-. Estas mercancias deben ser reexpedidas (admision temporal) 0 reintroducidas (ex-
portacién temporal) del territorio aduanero para cancelar el régimen;
4-. La salida o ingreso de las mercanclas se realizara con suspensi6n de los gravame-
nes aduaneros establecidos para la importacién o exportacion definitiva”),
(5) _ ROHDE PONCE, Andrés: Regimenes, Contribuciones y Procedimientos Aduaneros. México. Ediciones
Fiscales (SEF. 2000. Pp.101
(6) _Asiexpresamente lo prevé el articulo 32 del Reglamento de le Ley Organica de Aduanas sobre los Reg
‘menes de Liberacidn, Susnensidn y Otros Regimenes Aduaneros Especiales.
(7) Sinembargo, nuestra legislacién, a diferencia de otras de América Latina (Argentina, por ejemplo), al no
‘gravar la exportaci6n, considera que bajo el régimen de exportacién temporal, cuando la mercancia no
es reintroducida al territorio aduanero nacional, ha sido exportada definitivamente (Art. 40, Unico aparte
del Reglamento)5-. El ingreso o salida de la mercancia siempre se hara con un fin determinado®;
Cabe destacar que el novisimo Cddigo Aduanero de Mercosur, recientemente aprobado
bajo la presidencia Pro tempore de la RepUblica Federativa de Brasil, y el cual probable-
mente se convierta en ley nacional a raiz de nuestro ingreso definitivo a dicha zona de li-
bre comercio, regula en términos casiidénticos ala Ley Organica de Aduanas venezolana
este régimen suspensivo, consagrando que dichas mercancias deben importarse con
una finalidad determinada, por un plazo determinado, para su cancelacidn se exige la
reexportacién de la mercancfa y algo que es fundamental, los impuestos aduaneros son
causados con la manifestacién de voluntad del destino aduanero al cual se pretende in-
troducir la mercancia, vale decir, los impuestos se causan con el ingreso de la mercancia
temporalmente, sdlo que por una ficci6n legal su exigibilidad queda en suspenso, siendo
en todo caso exigibles tales impuestos en caso de cancelacion anormal del régimen, esto
es, en caso de que la mercancia se destine a consumo definitivo en el pais que fue ingre-
sada temporalmente).
Asi, vemos que la norma que regula la importacién de mercancias para toda el area que
abarca el Mercosur tiende a tratar de manera muy parecida a nuestra Ley el régimen de
admision temporal, por lo que no debe caber duda de que los principios validos para
nuestro régimen tendran muy similar aplicacion cuando entre en vigencia el Codigo
Aduanero del Mercosur,
De todas las definiciones que hemos revisado y las que hemos brevemente transcrito,
podemos observar que el medio ordinario de cancelacion del régimen consiste funda-
mentalmente en la reexpedicién (reexportacion en la terminologia no muy feliz del Codigo
Aduanero de! Mercosur) de la mercancia, bien sea sin sufrir transformacién alguna
(cuando la admisién temporal es simple) o bien después de haber sufrido transforma-
(8) Asi expresamente lo exige el articulo 31 del Reglamento de la Ley Organica de Aduanas sobre los Regi-
menes de Liberacidn, Suspensidn y Otros Regimenes Aduaneros Especiales. Igualmente, el Convenio
de Kyoto de 1973 exige que las mercancias se importen o exporien siempre con una finalidad determi-
nada. A pesar de que la mayoria de las legislaciones, siguiendo el Convenio de Kyoto de 1973, exige el
cumplimiento de una finalidad determinada en estos regimenes suspensivos, ROHDE PONCE observa
que: “En el caso de las importaciones temporales para retornar al extranjera en el mismo estado, la fina~
lidad especifica no constituye un uso legalmente determinado, sino que quiere decir que la entrada al
pa(s tiene un objetivo, tijado libremente por elimportador, que no es necesario exponer y comprobar ala
autoridad aduanera, pero que busca que la mercancia no entre ala lore circulacion de manera perma~
rnente” (0b. clt. Pp. 102).
(9) En efecto, mediante Decisién 027/2010 el Consejo del Mercado Comin aprobs el tan discutido Codigo
Aduanero del Mercosur, instrumenta importantisimo que de manera trascendental viene a uniformar
toda lalegislacion aduanera diversa de los paises miembros del Mercosur, Gabe destacar que en su ar-
ticulo §3, dicho instrumento legal dispone, en cuanto al régimen de admisidn temporaria, lo siguiente,
“La amision temporaria para reexportacion en el mismo estaco es el régimen en virtud del cual la mer-
caderia es importada con una fnalidad y con un plazo determinados, con la obligacién de serreexporta-
da en el mismo estado, salvo su depreciacién por el uso normal, sin el pago 0 con pago parcial de los
‘ributos aduaneros que gravan su importacién detinitiva, con excepcidn de las tasas’.
cion, modificacién o mejora de afin tipo (cuando la admision temporal es con perfec-
cionamiento).
Por lo tanto, la disposicién de la mercancia para un destino aduanero diferente, sin
duda que cancela el régimen, pero dicha cancelaci6n se producira por un medio anormal,
es decir, si bien nuestra legislacion y el Derecho Comparado nos muestra una gran canti-
dad de ejemplos a través de los cuales se puede cancelar el régimen, siempre estos me-
dios séran extraordinarios 0 anormales, jamas mecanismos ordinarios, toda vez que el
nico mecanismo ordinario de cancelacién debera ser la reexpedicidn de la mercancia.
La afirmacién anterior tiene su fundamento en la propia redacci6n tanto del articulo 95
de la Ley Organica de Aduanas, como del articulo 31 del Reglamento de la Ley Organica
de Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspension y Otros Regimenes Aduane-
ros Especiales, los cuales mencionan que la autorizacion para la admision temporal se
otorga a condicién de que Jas mercancias sean reexpedidas, razon por la cual la inclu-
sion en otro régimen aduanero, a pesar de ser autorizado por la Ley, no implica en modo
alguno que éste puede sustituir el medio ordinario de cancelaci6n, el cual -como quedara
dicho- sdlo puede entenderse como la reexpedicién de la mercancia.
Ahora bien, una vez expuesto brevemente en qué consiste el régimen de admision tem-
poral de mercancias, vamos a analizar la naturaleza juridica de los intereses previstos en
el articulo 30 y 37 del Reglamento de la Ley Organica de Aduanas sobre los Regimenes
de Liberacién, Suspension y Otros Regimenes Aduaneros Especiales, los cuales en for-
ma absolutamente errénea han sido calificados por el reglamentista como moratorios, y
asi ha nacido la gran confusién que reina sobre éstos que ha Ilevado a la Sala Politico
Administrativa a declarar la nulidad de su liquidacién, dando lugar ala violacién de princi-
pios fundamentales de nuestro ordenamiento juridico como més adelante trataremos de
justificar.
Il-.Los Intereses Moratorios Previstos en el Reglamento de la Ley Orga-
nica de Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspension y
Otros Regimenes Aduaneros Especiales
Como ya hemos afirmado, los intereses a que hacen referencia los articulos 30 y 37
del Reglamento de la Ley Organica de Aduanas han sido calificados por este Reglamento
como intereses moratorios, lo cual ha ocasionado que la Sala Politico Administrativa
haya declarado reiterada y pacificamente su nulidad, al entender —como en efecto asi es—
que el importador que desee nacionalizar las mercancias admitidas temporalmente no ha
incurrido en mora alguna que habilite a la Administraci6n a liquidar tales intereses.
Ciertamente, el uso del legitimo derecho que haga el usuario del servicio aduanero para
importar en forma definitiva mercancia que hubiese ingresado bajo el régimen suspensi-ses correspectivos (llamados también retributivos) no postulan culpa alguna
del deudor, ni presumen dafo alguno para el acreedor. Parten de una concep-
cién radicalmente opuesta a la ideologia religiosa que sancionaba la usura
como un pecado, esto es: parten dela idea de que en el comercio el dinero es
siempre productivo y de que, aun siel deudor retiene el pago con la tolerancia
del acreedor, la natural fecundidad del dinero para los comerciantes justifica
que toda deuda liquida y exigible se considere productiva de frutos para él
acreedor. Tales son los intereses alos que se refiere el articulo 108 del Codigo
de Comercio. Obsérvese todavia que para qué sea aplicable este articulo se
requiere que la deuda pecuniaria de que se trate sea ‘mercantil’, esto és, asu-
mida por un comerciante (art. 3 C Com.) o proveniente de un acto objetiva-
mente comercial (Art. 2 C. Com.).
De estos intereses ‘correspectivos’ se suelen diferenciar todavia los lama-
dos intereses compensatorios, mas que todo en funciOn del diferente funda-
mento que se les asigna a una y otra especie de intereses. Los primeros
derivarfan, como hemos dicho, de la predicada fecundidad del dinero, de
manera que estos intereses se conciben como un accesorio que se debe al
acreedor en concepto de fruto civil de la suma de dinero liquida y exigible
adeudada (Art. 552 C.C.) mientras que los compensatorios tendrian su ra-
zon de ser en lanecesidad de indemnizar el enriquecimiento sin causa a que
habria lugar en el supuesto particular contemplado""""),
Como se puede desprender de las citas copiadas hasta ahora, la diferencia fundamen-
tal entre los intereses moratorios y los intereses compensatorios radicaria en dos puntos,
asaber:
a) Los intereses moratorios naceran siempre que exista mora de parte del deudor,
entendiéndose que el deudor esta en mora cuando la deuda sea de plazo vencido, liquida,
exigible y no esté sujeta a ningtin término o condicion. Ademas, debemos agregar, como
sefiala gran parte de la doctrina, que el retraso por parte del deudor debe necesariamente
ser culpable. Por su parte, los intereses compensatorios se deben Gnicamente como re-
sarcimiento al acreedor que ha sido privado, sin que exista retardo alguno en el cumpli-
miento de la obligacion, de una suma de dinero ala cual tendria derecho, intereses que en
(13) MELICH-ORSIN, José: Doctrina General def Contrato. Academia Venezolana de Ciencias Poltegs y $o-
ciales. Sta. Edicion, Caracas, 2009. Pp. 639-640. En especial, ver con atencidn la nota 58 en taP. 640,
donde el reconocido autor realiza un apunte muy importante sobre la dferenciacién de estos tipos de in-
tereses y la confusion todavia reinante en la docirina,
Ultima instancia se justificarian pgy el enriquecimiento sin causa que habria obtenido el
deudor a costa del empobrecimiento del acreedor.
b) Los intereses compensatorios estan alejados de toda idea de culpa del deudor,
mientras que los intereses moratorios exigen, para su procedencia, que el retraso sea
culpable. En efecto, los intereses moratorios se deberan cuando el retraso sea imputable
al deudor, mientras que los intereses compensatorios se deben teniendo como funda-
mento el enriquecimiento sin causa, es decir, el principio general de equivalencia patri-
monial, raz6n por la cual se deberdn pagar independientemente de la culpa 0 no del
deudor, surgiendo evidentemente una responsabilidad objetiva.
Ahora bien, éCémo podrian ser calificados estos intereses como compensatorios
cuando el reglamentista literalmente los menciona como intereses moratorios?
No cabe duda de que independientemente de la calificacion juridica que haga el legisla-
dor, 0 a fortiori, el reglamentista, el juez siempre podra desnudar la institiicién sujeta a
examen y otorgarle su verdadera calificacion, es decir, el nomen juris jamas sera vincu-
lante para el juez‘)
Asi, cuando una ley denomine a una figura juridica con un determinado nomen juris, tal
denominacion no podra constituir dbice alguno para que el juzgador desentrafie su verda-
dera naturaleza juridica y asi pueda determinar su verdadera significacion'"®. En nuestro
caso, consideramos que si realmente se trata de intereses compensatorios, como en
(14) Ciertamente, en sentencia 276/2000, de fecha 16 de noviembre, el Tribunal Constitusfonal Espafol de-
clar6, en cuanto al nomen ivris dada a los recargos por ingresos voluntarios fuera de plazo y su denun-
ciado cardcter sancionatorio, lo siguiente: "Asi es, ya advertiamos en el F.J. 4 de la STC 164/195, que
si‘pese al nomen iuris utilizado por ellegislador la cuantta del recargo alcanzase o se aproximase al im-
porte de ias sanciones, podria concluirse que se trataba de una sanciént’ y ‘en sentido opuesto’ que ‘ia
imposicién del pago de una suma de dinero cuya cuantla se aleja muy destacadamante y por debaio, de
las multas, no tienen finalidad represiva’ (F.J. 4) y en el mismo sentido, en el F. J. 8 de la misma Senten-
cia sefialabamos que la funcion de los recargos por ingresos extempordneos sin requerimiento previo
“no es represiva, siempre y cuando, como ya hemos advertido, cuantitativamente no alcancen el valor
de las sanciones (ni siquiera de las atenuadas)’.(...) En detinitiva, el recargo del 50 por 100 de la deuda
‘ributaria establecido en el art. 61.2 L.G.T., en su redaccién dada por a Ley 18/1991, en tanto que supo-
ne una medida resirictiva de derechos que se aplica en supuestos en los que ha existido una infraceién
de la Ley y desemperia una funcion de castigo, no puede justificarse constitucionalmente mas que como
sancién”. Cama se observa de esta impartante decisién, e! TC explicé que el nomen juris dado a una ins-
titucion es irrelevante a los fines de la calificacién juridica que pueda realizar el juzgador.
(15) Tal premisa la podemos observar, mutatis mutandi, en la teoria de la interpretacién de ios contratos,
donde una interesante doctrina ha precisado: “...'En materia de convenciones, compete a os jueces de
fondo de Ja cauisa, intergretar el verdadero sentido de las clausulas de un contrato, de tal mado que la
Violacion de él, y por este respecto, no tiene el cardcter de violacién de laley, y por consiguiente, no pue-
de invacarse como un medio de casacion...'. Desde este primer momento, la propia casacién ha remit-
do sin mayores razonamientos la interpretacién de los contratos al hervidero de los juzgados de
instancia, Este primer axioma ha originado toda una suerte de impiicaclones hermenéuticas, comenzan-
wyvo de admision temporal, no implica mora alguna, es decir, el importador no ha incumpli-
do temporaimente con el plazo dado para el pago oportuno de la obligacién tributaria, por
Io tanto, al no existir mora, tampoco serfan exigibles los intereses moratorios.
Ahora bien, estos intereses, sin duda alguna, no sé corresponden con los llamados por
la doctrina y la jurisprudencia moratorios, toda vez que son exigidos por el Reglamento
antes mencionado, cuando el deudor no ha incurrido en mora alguna, pero sin duda si
hay un perjuicio en el patrimonio del acreedor, en este caso la Republica.
En efecto, independientemente del nomen /uris utilizado por el reglamentista, la verda-
dera naturaleza juridica de tales intereses se corresponde mas bien con la de los intere-
ses compensatorios, los cuales han sido definidos por un sector de la doctrina en los
siguientes términos:
«esta tercera clase de intereses, no son correspectivos pues no suponen
la exigibilidad de la obligaci6n, y tampoco son moratorios pues no implican
un propésito indemnizatorio. En este supuesto, el interés cumple una fun-
cién de compensar al acreedor por el enriquecimiento sin causa que sé pro-
duce para el vendedor al retener una cosa fructifera sin cumplir con el
correspectivo que supone todo contrato bilateral”)
Otro sector de la doctrina ha resefiado en cuanto a estos intereses, que los mismos se
originan en el conirato de venta de una cosa que produce frutos (Art. 1529 C.C.) cuando
el precio no es pagado al tiempo de la entrega o nolo es pagado totalmente, porque tales
intereses le compensan al vendedor de la cosa por los frutos.que deja de percibir por ha-
berla entregado"”,
Por su parte, autorizados tratadistas han sostenido que estos intereses se deben tini-
camente por la disposicién del dinero que hace el deudor cuando debid, sin haber incurri-
do en mora, puesto a disposicién de su acreedor la correspondiente suma de dinero. Asi,
apesar de que estos intereses han sido llamados también intereses correspectivos —defi-
nicién que al menos consideramos no se ajusta a nuestro ordenamiento juridico-, ellos
encierran la idea central de la restitucion que de alguna forma se le debe dara quien no ha
dispuesto, en la oportunidad correspondiente, de una suma de dinero adeudada. En tal
sentido, RODRIGUEZ MARQUEZ afirma: 1
(10) ROMERO MUCI, Humberto: Lo Racianaly lo racional de les Intereses Moratoras en el Cécigo Organi
60 Tributario, AVOT. Caracas. 2004. Pp.24.
(14) _ Asi define alos intereses compensatoros Leopoldo Borjas, citado por CRUZ, Luis Humberto: Aégiinen
Legal de los Interases Monetaros, Gives y Comerciales, Ediciones Paredes. Caracas, 2004, Pp, 23
“Tal y como hemos puesto ge relieve, son intereses correspectivos aquellos
alos que tiene derecho el dereedor por el simple hecho de verse privado, du-
rante un determinado periodo de tiempo, de una suma de dinero Esta, por
su natural productividad, proporciona unos rendimientos al deudor. Por tan-
to, se exigen con independencia de toda idea de culpa. Asi como la finalidad
de los intereses moratorios consiste en resarcir el dafio derivado de la mora
culpable del deudor, los intereses correspectivos tienden a restablecer el
equilibrio roto por la disponibilidad, para el deudor, de una suma de dinero
debida al acreedor.
Esta categorfa, si bien tiene su origen en la doctrina italiana, ha sido recogi-
da por parte de la espafiola. Sin embargo, hay autores que defienden la au-
sencia de esta clase de intereses en la regulacion de nuestro C.C. En apoyo
de su existencia, suele citarse su art. 1724, que establece que ‘el mandata-
tio debe intereses de las cantidades que aplicé a usos propios desde el dia
en que lo hizo’.
Por su parte, Castin considera que el supuesto recogido en este precepto
constituye un castigo que el ordenamiento establece frente a un comporta-
miento infiel por parte del mandatario. En este sentido, se pronuncia tam-
bign la sts. de 21 de febrero de 1967. Esta resoluciOn, a pesar de distinguir
entre intereses moratorios y compensatorios, considera que estos tiltimos
se configuran como una retribucion al acreedor por los dafios derivados de
la disposicién indebida de la cosa ajena por parte del deudor. Por tanto, no
se trataria, segiin esta concepcidn, de un supuesto de exigencia de intere-
ses totalmente ajeno a un comportamiento culpable del deudor”"”)
Como se colige de la cita arriba transcrita, RODRIGUEZ MARQUEZ sostiene la idea de
que estos intereses, que él lama correspectivos, se deben al acreedor por la privacién in-
debida de una suma de dinero que debia, tiempo atras, estar liquidada en su patrimonio.
En este caso, entiende que la falta de pago cuando lacontraparte debié haberlo efectuado
crea una disminuci6n patrimonial que justifica el pago de intereses, alejado, claro esta,
de cualquier idea de retraso culpable
En muy similares términos, José MELICH-ORSINI expone:
“En clara contraposicion con dichos intereses “moratorios’, se hallan los lla-
mados intereses ‘correspectivos’, asi llamados en cuanto que cumplirian una
funcién de correspectivo por él uso del dinero hecho por el deudor. Los intere-
(12) RODRIGUEZ MARQUEZ, Jess: EF interés de Demora en fa Ley General Tributaria, Marcial Pons. Madrid,
Barcelona. 1999. Pp.27-8efecto asi lo consideramos, no existe imposibilidad alguna, ni legal ni constitucional,
para que bien los jueces contencioso tributarios 0 la propia Sala Politico Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia se pronuncien en cuanto a su verdadera naturaleza juri-
dica y los califique como intereses compensatorios, realizando una interpretacion co-
rrectiva de la norma juridica.
Este mecanismo incluso la propia Sala Politico Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia ya lo ha implementado en distintas sentencias, tal como la que copiamos parcial-
mente de seguidas:
“Asi, la simple interpretacién gramatical del texto transcrito permitiria afir-
mar, en principio, la posibilidad de que los requisitos para decretar la referi-
da medida cautelar en el contencioso tributario no sean concurrentes. Sin
embargo, considera esta Sala, que en las interpretaciones de los textos nor-
mativos, el juez no puede limitarse a sdlo apreciar el sentido literal que a pri-
mera vista el texto ofrece, sino que, ademas, en ella debe realizar una
comprensién integral del mismo, lo cual le impone tomar en consideracién
los otros elementos 0 métodos interpretativos, elaborando asi una interpre-
taci6n sistematica de la disposicion legal en relacion a todo el ordenamiento
juridico.
()
Conforme a todo lo expuesto, esta Sala debe realizar una interpretacion co-
rrectiva de la norma sobre la base de los razonamientos expresados y, en tal
sentido, entender que la referida disposicion legal que para el juez conten-
cioso tributario pueda decretar la suspension de los efectos del acto admi-
nistrativo, deben siempre satisfacerse, de forma concurrente, los dos
requisitos antes sefalados, vale decir, periculum in damni y fumus bonis iu-
ris; ello con la finalidad de llevar al convencimiento del juzgador la necesi-
dad de que la medida deba decretarse, para garantizar y prevenir el eventual
do por una exuberante pobreza heuristico-jurisprudencial de nuestra Casacién civil en materia de inter-
pretacion contractual,
‘Se comenzé a acuriar una frase infeliz a nuestro entender como es la calificacidn de 'soberanta de los
jueces de instancia’. Con ella la casacién venezolana se escudaba de-entrar a revisar procesos de inter-
pretacion contractual sin mayores razonamientos que su invocacion’. Cfr. URBINA MENDOZA, Emilio:
La Teoria ae la Interpsetacion de fos Contratos y fa Jurisprudencia Venezolana. Academia de Ciencias
Politicas y Sociales. Caracas. 2010. Pp.205-206. Como se observa, la mal llamada “soberania de los
jueces de instancia” ha permitido que estos, en su labor jurisdicente, puedan pronunciarse acerca del
verdadero sentido de un contrato. Por tal mativo, consideramios que también los jueces administrativos
‘o-constitucionales ~si fuera el caso, y éstos con mayor razén— pueden pronunciarse, en virlud de su so-
berania, acerca de la verdadera naturaleza juridica de una institucién juridica, inéependientemente del
‘nomen juris atorgado por e! egislador.
dafio grave, el cual pugjera causarse con la ejecucidn inmediata del acto ad-
ministrativo tributario.
(ey
Considerando la precedente interpretacidn correctiva de la norma contenida
en el articulo 263 del Cédigo Organico Tributario de 2001, debe por consi-
guiente la Sala declarar procedente el vicio de interpretacion denunciado por
la representacin fiscal, en cuanto a la concurrencia de los requisitos de
procedibilidad de la suspensidn de los efectos del acto administrativo, ya
que la decision dela.quo se limité a utilizar el método de interpretacién literal
de la norma en comento, alos fines de establecer su alcance, cuando nece-
sariamente debid considerar a tales efectos una interpretacién sistematica
de la citada disposicién legal en relacién a todo e! ordenamiento juridico
aplicable. Asi se declara”"*). (Subrayado nuestro).
Como se colige de la sentencia copiada, la Sala podria, en uso de su potestad correcti-
ya, la cual no es mas que una modalidad de las sentencias interpretativas que la mayoria
de los Tribunales Constitucionales europeos se han arrogado como competencias pro-
pias, interpretar y corregir los articulos 30 y 37 del Reglamento de la Ley Organica de
Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspensién y Otros Regimenes Aduaneros
Especiales y asi calificar, en los terminos hasta ahora expuestos, los intereses alli previs-
tos como intereses compensatorios.
Una vez argumentado, por una parte, el por qué los intereses previstos en los articulos
antes mencionados deben calificarse como compensatorios, y por otra parte, habiendo
de alguna manera justificado los poderes que tienen los jueces administrativos para cali-
ficar la verdadera naturaleza de las instituciones juridicas sometidas a su examen, pasa-
mos de seguidas a analizar las reiteradas decisiones de nuestro Maximo Tribunal que han
resuelto el punto en discusi6n y trataremos de explicar el por qué no se ajustan a los prin-
el generales del Derecho ni alos principios especificos que norman el Derecho Tribu-
ario.
Ill-, Las Decisiones de la Sala Politico Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia sobre los Intereses Moratorios Liquidados
bajo el Régimen de Admisién Temporal
Como se desprende claramente del articulo 95 de la Ley Organica de Aduanas, en Ve-
nezuela, al igual que en la mayoria de los paises de América Latina, se entiende que bajc
(16) Sentencia de fecha 3 de junio de 2004, No. 607, caso: Deportes El Marquez, C.A.A pesar que nuestro Codigodganico Tributario tomé como modelo este Proyecto, cu-
riosa ¢ inexplicablemente no copié en su articulado ninguna norma similar al antes trans-
crito articulo 40, raz6n por la cual pareciera que, a primera vista, se aparto de la solucion
del derecho comin para el caso de! cumplimiento de la condicién suspensiva, haciendo,
en apariencia, insostenible la tesis que aqui se defiende''®
el régimen de admisidn temporal los impuestos han sido unicamente suspendidos, pu-
diendo éstos ser exigidos en caso que se decida nacionalizar la mercancia en cuesti6n.
Es sumamente importante comprender que la suspension de impuestos si da naci-
miento a la obligacién tributaria aduanera, es decir, no estamos en presencia de una no
i sujeci6n tributaria 0 cualquier otra especie de inmunidad fiscal, en este caso |a obliga-
cidn tributaria si nace, se perfecciona, pero por una disposicion reglamentaria Gnicamen-
te se entiende que el pago ha quedado diferido, es decir, estamos ante una condicion
suspensiva para la exigencia del tributo.
Sin embargo, tal tesis sigue siendo perfectamente sostenible, en razin de que el propio
Cédigo Organico Tributario establece que todo Io no previsto en su Titulo Il, se regira por
el Derecho Comin, siendo por tanto que el Derecho Civil regula en forma absolutamente
mas completa y detallada el caso de las obligaciones condicionadas, no queda mas que
aceptar que hay que darle eficacia retroactiva al cumplimiento de la condicién suspensi-
va, tal como lo establece el articulo 1209 del Cddigo Civil.
Esta condicién suspensiva, cuando ella es cumplida, trae como consecuencia la
causacion de la obligacién desde el momento mismo en que se ha fijado la conven-
cidn (en nuestro caso, importado la mercancia), tal como Jo ha entendido pacifica-
mente la doctrina’”.
Por su parte, el Modelo de Cédigo Tributario para América Latina, elaborado por los
ilustres profesores Ruben Gomes de Sousa, Carlos Guliani Fonrouge y Ramén Valdés
Costa, en colaboracién con distintos tratadistas de América Latina, establece en su
ticulo 40 lo siguiente:
“Si el hecho generador estuviere condicionado por la ley, se considerara
perfeccionado en el momento de su acaecimiento y no en el del cumpli-
miento de la condicién"\"®).
Asimismo, consideramos que a tenor de lo previsto en el Codigo Organico Tributario, el
articulo 38 ejusdem no tiene aplicacion directa a la materia aduanera, toda vez que el he-
cho imponible condicionado no se halla contenido en ninguno de los puntos referidos en
al articulo 1 como de aplicacion directa de ese cuerpo normativol2”)
Esta primera conclusién nos lleva a cuestionar las decisiones, pacificas y reiteradas de
la Sala Politico Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, las cuales han anulado
los intereses moratorios que han sido determinados por la Administracién Aduanera
cuando los interesados solicitan la nacionalizacin de las mercancias importadas tem-
poralmente").
Para analizar detenidamente este punto, nos permitimos transcribir los articulos 30 y
37 del Reglamento de la Ley Organica de Aduanas sobre los Regimenes de Liberaci6n,
Suspension y Otros Regimenes Aduaneros Especiales, los cuales disponen:
“Articulo 30: Sin perjuicio de lo establecido en los articulos 115 y 118 dela
Ley, cuando en las admisiones temporales no se cumpla con las condicio-
nes establecidas en a autorizacion, ni se reexpida o exporte las correspon-
(17) E1.Cédigo Civil venezotano establece en su articulo 1.198: “Es suspensiva la condicion que have depen
dela obligacién de un acontecimiento futuro e incierto” Por su parte, el articulo 1.209 prevé: “Cumplida
Ja condicin, se retratrae a dia en que la obligacidn ha sido contraida, a menos que los efectos de la obl-
gacién o su resolucién deban ser referidos a un tiempo diferente, por la voluntad de las partes 0 por fa
haturaleza del acto”, Por su parte, la doctrina ha precisado que la condicién suspensiva os *aguella de
‘cuya realizacién depende la eficacia, existencia plana de a obligaci6n: La obligacién sometida a condl-
cidn suspensiva solo produce sus efectos cuando se verifica Ia concici6n. El ariculo 1198, primer pa-
‘rafo del Codigo Civil la define ast (...)” (MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUGRE, Emilio: Curso de
Obligaciones. Derecho Civil JH. Universidad Catdlica Andrés Bello. Caracas. 2009. Pp. 312). Asimismo, (19) Enefecto, de una lectura del articulo 38 cel Cécigo Orgénico ‘ributario, pareciera desprenderse que para
Contindan los autores citados con respecto a los efectos de la condicion suspensiva cumpliéa: “la obll- else de las obligaciones condicionadas se aparta signiticativamente de las soluciones otorgadas por
{gacidn se reputa contraida en forma pura y simple, no desde el momento en que se cumplio la condicién, el Derecho oman,
sino desde el moment en que fue contada(..e efecto retoactivo se funda en una resume Oe (20) Segin o cispone el articulo 1 del Céigo Organica Tributaro, ala materia aduanera se aplica en forma
(18)
voluntad de las partes. Se supone que las partes asi lo han querido, a menos que expresen lo contrario 0
ello se desprenda de [a naturaleza del acto". (Ob. cit. Pp 321),
En os comentarios a dicho Codigo, los proyectistas comentan este articulo atirmando: "El hecho gene-
rador en si mismo puade estar condicionado, por ejemplo, en el caso de establecimiento de exoneracio-
nes condicionadas al destino que ha de darse a determinado bien. En tal supuesto el Proyecto opta por
‘considerar que el presupuesto de hecho ocurtié al producirse efectivamente los hechos que habrian
dado lugar a la aplicacién de la ley tributaria general, prescindiando de la fecha del cumplimiento de la
Condicin”, Como se abserva, esta solucion es la misma prevista por el Derecho Comin, seguida por la
mayoria de los cédigos civiles occidentales.
directa este instrumento tinicamente a los medios de extincion de las obligaciones, alos recursos admi-
ristrativos y judiciales, ala determinaciGn de intereses y en o relativo alas normas de administracién de
los tritutos. Fuera de estos puntos, el Cédiga tendré aplicacién supletoria,
(21) Vid. Sentencias de la Sala Politico Administrativa Nos. 06160 del 09/1 1/05, caso: Fundaciones Fra
C.A.; 00922 del 06/04/06, caso: Caribbean Flight, S.A.; 01614 del 21/06/06, caso: INDELMA; totebeel
05/10/06, caso: Corporacién Veneriel, C.A.; 01080 del 20/06/07, caso: Huawei Servicios C.A.; 00114
del 24/01/08 caso: CNCP Services Venezuela LTD, S.A.; todas citadas por CARRAZANA GALLO, Julio y
TRIAS SAMBRANO, José Luis: £/ Aégimen Aduanero Especial de Admisién Temporal, en las X Jornadas
\Venezolanas de Derecho Tributario, AVDT. Maracaibo. 2009. Pp. 448,dientes mercancfas dentro del plazo otorgado, se considerard que la
exigibilidad del pago de los impuestos y otros recargos 0 impuestos adicio-
nales causados, es ala fecha de llegada de las, mercancias; en consecuen-
cia surgiré la obligacién de pagar intereses moratorios por todo el lapso
transcurrido hasta la fecha de pago o de ejecucidn de la garantia constitui-
da, calculados conforme a lo previsto en el Cédigo Organico Tributario”.
“articulo 37: En caso de que las mercancias deban ser nacionalizadas, el in-
teresado deberd solicitar la correspondiente autorizacion de la Direccion
General Sectorial de Aduanas antes del vencimiento del plazo otorgado para
la reexpedicion.
Otorgada Ja autorizacién, la Oficina Aduanera procedera a liquidar los im-
puestos de importacion, recargos @ impuestos adicionales y los intereses
moratorios correspondientes”.
Como se observa de los articulos copiados, cuando el importador decide nacionalizar
la mercancia ingresada temporalmente, se cumple la condicién suspensiva (la importa-
cidn a titulo definitivo) y por tanto el contrato deberia considerarse perfeccionado desde
el momento mismo de su celebraci6n (art. 1209 C.C.) y no desde otra fecha posterior.
Ciertamente, en nuestro criterio, debe entenderse que el cumplimiento de la condicion
trae como consecuencia la aplicacién de los efectos retroactivos desde el momento de
llegada de la mercancia hasta la aduana habilitada para la respectiva operaci6n, debiendo
ser satisfechos los intereses que se han causado desde esa fecha.
Sin embargo, la Sala Politico Administrativa ha anulado los intereses moratorios deter-
minados de conformidad con los articulos 30 y 37 del Reglamento de la Ley Organica de
Aduanas sobre los Regimenes de Liberacién, Suspension y Otros Regimenes Aduaneros
Especiales, con el argumento siguiente:
“La obligacion de pagar intereses moratorios adquiere caracter acceso-
rio con respecto a la obligacién principal, ya que nace sobre la base de
una deuda existente, y se origina en el retardo en el cumplimiento de,
ésta, siendo indispensable para su nacimiento la preexistencia de una
obligacién principal.
En efecto, el cumplimiento tardio de la obligacién tributaria mediante el pago
fuera del lapso legalmente previsto, igualmente causa la extinci6n de la obli-
gacién, sin embargo, la Hacienda Publica debe obtener una compensacion
justa representada en el pago de intereses moratorios sobre la cantidad de-
jada de ingresar, intereses los cuales tienen una funcién indemnizatoria y no
sancionadora.
Ental orden de ids, debe sefalarse que la determinacion del tributo notie-
ne naturaleza constitutiva sino declarativa y la obligacién tributaria principal
nace al producirse el hecho generador y no al liquidarse la exaccidn. Asi, si
la obligacion de pagar intereses moratorios solo tiene como presupuesto
necesario la existencia de una deuda tributaria y su nacimiento se encuentra
dominado por e! elemento mora, seria el retardo en el cumplimiento de la
obligacién tributaria ya existente, aun cuando no necesariamente esté liqui-
dada, la situacién que origina la obligacién de pagario,
En definitiva, los requisitos para la existencia de la mora en materia tributaria
serian, en primer lugar, i) la manifestacién de un retraso en el cumplimento
de una obligacién y, ii) la liquidez y exigibilidad de dicha obligacién producto
de un proceso de determinacion tributaria.
(ey
Siguiendo este orden de ideas, resulta importante resaltar que el ‘término’ al
cual se encuentra sometido el nacimiento de los intereses moratorios, tiene
una mayor relevancia si se tiene en cuenta que la exigibilidad del cumpli-
miento de la obligacién puede estar sometida a un plazo. Asi, de existir este
término establecido por la Ley, mientras el mismo no se haya vencido o
verificado, el cumplimiento de la obligacién no se podra exigir y, en con-
secuencia, tampoco podrd ocurrir el retardo o tardanza que originaria el
nacimiento de los intereses moratorios.
En otras palabras, en materia fiscal se somete el cumplimiento de la
obligacin a un término durante el cual, aun cuando la obligacion ya ha
nacido, el acreedor (Administracion Tributaria) encuentra suspendido su
derecho a cobrar el tributo causado y el deudor su obligacion de pagarlo;
pero, una vez cumplido el término, la obligacion se hace exigible por el
solo vencimiento del mismo. En estos casos, el nacimiento de la obliga~
ci6n principal y el momento en que ella se hace exigible se encuentran tem-
poralmente distanciados, y entre ambos, media un plazo determinado por la
Ley.
En efecto, se pueden plantear casos en que las normas reguladoras del tri-
buto desplazan la oportunidad de! pago de la obligacién principal a una
oportunidad posterior a la de su surgimiento y para esto sefialan un plazo
dentro del cual el deudor debe liquidar y pagar. Al vencimiento de este plazo
es necesario adjudicarle un valor y unos efectos siendo uno de ellos el de
hacer exigible la deuda.
eaePor lo tanto, el vencimiento del plazo como elemento y oportunidad dela
exigibilidad de la deuda tributaria, concreta la oportunidad de la causa-
cin de los intereses moratorios, independientemente de los recursos
administrativos o judiciales interpuestos, pues éstos inciden sobre los
efectos (ejecutividad y ejecutoriedad) del acto de determinacién de la
obligaci6n tributaria y no sobre la situacién juridica acaecida.
En efecto, una vez traspasado el lapso para el cumplimiento previsto en la
Ley para la extincion de la obligacién tributaria, surge de manera automatica
el comienzo del periodo de mora, el cual tiene como presupuesto, la tardan-
za, el retraso 0 la falta de puntualidad en el pago de la deuda tributaria.
‘Asi las cosas, se debe precisar que cuando el contribuyente es deudor fren-
te ala Administraci6n Tributaria, el cémputo de los intereses moratorios co-
mienza luego del vencimiento establecido para el pago de la deuda
tributaria, sin que se haya efectuado, es decir, las cantidades adeudadas al
Fisco generan interés de mora desde el dia siguiente al de su vencimiento
Asise declara”. (Resaltado de la propia decisi6n). (Sentencia No. 01142 de
fecha 4 de agosto de 2009, caso: Industria Nacional Fabrica de Radiadores
Infra, S.A.)
Hay varios puntos que observar sobre esta decision, la cual-como quedara dicho- no
hace mas que ratificar un criterio que ya es reiterado por nuestro Supremo Tribunal. En
primer lugar, ni el articulo 30 ni el articulo 37 del Reglamento de la Ley Organica de
Aduanas sefialan plazo alguno para el pago, y no podrian hacerlo toda vez que las
mercancias ingresadas temporalmente no deben tributar, al menos no por laimporta-
cidn (queda a salvo la depreciacion que si podria ser gravada), razon por la cual mal
puede el Reglamento fijar plazo alguno para el pago. Asi, debe entenderse que no exis-
te mora en virtud de que no hay plazo alguno que pueda constituir en retraso culpable al
deudor.
En segundo lugar, los intereses moratorios no nacen por el incumplimiento de nin-
guna condicién o autorizacién otorgada por Ja Administracién Aduanera, nacen sim:
plemente porque el interesado ingresé al territorio aduanero nacional una mercancia
que debié reexpedir y no lo hizo. Es decir, el mecanismo normal de cancelacion del régi-
men (la reexpedicion) no se produjo, por lo tanto, al haberse cumplido la condicién sus-
pensiva (importaci6n a titulo definitivo), el pago debe realizarse al momento dela llegada
de la mercancfa con eficacia retroactiva, a tenor de lo previsto en el articulo 1209 del C6-
digo Civil. La anterior afirmacion es tan cierta, que si el deudor incumple con la falta de
reexpedicién 0 nacionalizacion legal sera sancionado de conformidad con el articulo
418 de la Ley Organica de Aduanas
En tercer lugar, ni el articw® 30 ni el 37 del Reglamento supra referido, establecen
una oportunidad distinta del pago de la obligacién principal con respecto a su naci-
miento, en realidad, el pago es concomitante con la fecha de llegada de la mercancia,
a tenor de la ficcién legal que prevé el articulo 1209 del Codigo Civil, antes referido.
Ciertamente, la Sala afirma que “...se pueden plantear casos en que las normas regula-
doras del tributo desplazan la oportunidad del pago de la obligacién principal a una opor-
tunidad posterior a la de su surgimiento, y para esto senalan un plazo dentro del cual el
deudor debe liquidar y pagar. La afirmacién anterior se corresponde con otro tipo de
tributos (el Impuesto sobre la Renta, a titulo de ejemplo) pero jamas puede inferirse que el
reglamentista previo tal situacién al momento de redactar los articulos mencionados.
Finalmente, la Sala Politico Administrativa en otra parte de su decisién, precisa que:
“distinta seria la situaci6n si la contribuyente no hubiera solicitado la nacionalizacion 0
Ja reexpedici6n de la mercancia importada bajo el régimen especial de admision tempo-
ral dentro del lapso previsto en su autorizacion; 0 que una vez solicitada tempestivamen-
te alguna de Jas anteriores, no cumpliera con su obligacién de pagar los derechos
arancelarios, los impuestos de importacién y al valor agregado, caso en el cual si surgi-
ria para el sujeto activo de /a obligaci6n tributaria el derecho a exigir e! pago de los inte-
reses moratorios correspondientes”, en tal caso, no se indica primero el momento de
exigibilidad de los intereses moratorios, y por otra parte, tampoco se indica/a diferencia
sustancial con la nacionalizacion tempestiva o intempestiva, es decir, cuando se nacio-
naliza fuera del plazo autorizado, la situacién de hecho es la misma, se retrotrae (0 asi
debe ser ex articulo 1209 C.C.) al momento de la llegada de la mercancfa al territorio
aduanero.
Hechas estas breves consideraciones, vamos a analizar el por qué la tesis sostenida
por la Sala Politico Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia violenta, en nuestra
opinion, principios generales del Derecho y particularmente, el principio de igualdad, el
Cual constituye uno de los principios rectores de nuestro sistema tributario, paradéjica-
mente reconocido asi por la misma Sala Politico Administrativa.
Mucho es lo que se ha discutido en cuanto al papel que los principios generales del De-
recho cumplen o deben cumplir dentro del ordenamiento juridico, llegandose a conclu-
siones dispares dependiendo del grado de desarrollo que las teorfas que los han tratado
de perfilar han cumplido historicamente. Sin embargo, para comenzar afirmando su ab-
soluta vigencia, podemos aceptar que existen principios explicitos y principios implici-
tos, los cuales vienen a dar de alguna forma coherencia a todo el ordenamiento juridico,
frente las contradictorias e inconexas normas que componen dicho ordenamiento y su
relacion entre si.En tal sentido, PRIETO SANCHIS precisa lo siguiente:
“Los principios explicitos no parecen suscitar ninguna dificultad especial,
pues se recogen precisamente en alguna disposicion legislativa, de la que
constituyen su significado. Su nimero es amplisimo, sobre todo tras la
Constitucion de 1978, que es un texto claramente ‘principial’: la libertad, la
justicia, la iqualdad, y el pluralismo politico (...) son algunos de los princi-
pios recogidos en la Constitucién, constantemente invocados por {a juris-
prudencia de su maximo intérprete y de cuya fuerza normativa, Le
derogatoria e invalidante, no cabe dudar. Sin embargo, también fuera dela
Constitucién es posible hallar esta clase de principios; asi, el de autonomla
de la voluntad (art. 1.255 del Codigo Civil). Ni que decir tiene que la identifi-
cacién de los principios explicitos no requiere que aparezcan bajo el nomen
juris de ‘principios’, sino que puede ser asi considerada cualquier disposi-
cin en atencién a su generalidad, tundamentalidad, etc.; por ejemplo, esta
universalmente aceptado que el principio de legalidad penal se halla consa-
grado enelarticulo 1.1 del Codigo Penal (...) y sin embargo, en ese precep-
to no se menciona la palabra principio.
La constitucionalizacién de un amplio catélogo de principios y, en general,
su recepcidn en normas expresas no tienen sdlo un sentido programatico 0
de manifestacion pUblica del orden de valores en que descansa el sistema,
sino que ofrece también una virtualidad practica indudable que permite dife-
-renciar los principios expresos de los tradicionales prineipios generales del
Derecho. Porque, en efecto, estos ditimos, en la medida en que, como vere-
mos, han de concebirse fuera de la ley y de la costumbre, se presentan ne-
cesariamente como principios implicitos 0 deducidos del ordenamiento, de
manera que una disposicién normativa que resulte contradictoria con el
principio general tiende a presentarse como una excepcidn al mismo, 0
como dice Jori, esa norma se configura como el principio de si misma. En
cambio, un principio expreso, singularmente un principio constitucional,
ostenta la fuerza propia del documento que lo consagra y por tanto, cual-
quier disposicién contrastante ya no sera una excepcion, sino una infrac-
cién del mismo, lo que significa que los principios expresos constituyen un
limite sustantivo a la produccién de formas inferiores"”),
Sin embargo es valido preguntarse, chasta donde llega el valor de los principios gene-
rales del Derecho, sean éstos explicitos o implicitos?
(22) PRIETO SANCHIS, Luis: Apuntes de Teorta del Derecho. Editorial Trott. Sra edieién. Madrié, 2008,
Pp. 206-7
La respuesta va de la mano @@m la nocién que se tenga del fundamento de estos princi-
pios, si éstos se consideran una fuente subsidiaria de! ordenamiento, 0 concebidos solo
para llenar lagunas 0 deficiencias de la ley, no cabe duda de que tal tesis no serviria para
validar la tesis que aqu{ tratamos de sostener, la cual consiste en que los principios cons-
tituyen el sostén de todo el ordenamiento juridico. En este mismo orden, BELADIEZ
ROJO, siguiendo al profesor DE CASTRO, afirma lo siguiente:
“Aunque se ha iniciado esta exposicién definiendo los principios juridicos
como los fundamentos mismos del Derecho, la trascendencia juridica de
esta consideracion fue ignorada hasta que DE CASTRO puso de manifiesto
el papel que en la configuracion del orden juridico desempefia esta peculiar
fuente del Derecho. Fue mérito de este autor sacar a los principios juridicos
de ese lugar secundario en el que los habia relegado el antiguo articulo 6 de!
Codigo Civil al considerarlos como mera fuente supletoria aplicable sélo en
defecto de ley y costumbre, y situarlos en un lugar esencial del ordenamien-
to. ‘Los principios juridicos —afirma DE CASTRO- son la base en la que des-
cansa la organizacidn juridica; la parte permanente del Derecho y también la
cambiante y mudable que determina la evoluci6n juridica. Los principios in-
forman a todas las normas formuladas; las convierten de flacus vocis 0 de
pintados signos en mandatos y reglas de conducta y hacen un conjunto or-
Ganico de las frases descosidas de un inconexo articulado. Determinan el
modo como lo jurfdico actda sobre la realidad social y como ésta, a su vez,
influye sobre las normas juridicas’.
Nada mejor que estas palabras del profesor DE CASTRO para explicar la
‘funcién’ fundamentadora consubstancial al propio concepto de ‘principio’
Esta concepcicn de los principios juridicos tuvo, ademas, una gran relevan-
cia practica, pues suponia romper con la tradicional consideracion de que
los principios juridicos ocupan el tercer rango en la jerarquia de las fuentes
(primero la ley, luego la costumbre, y, por tltimo, los principios generales
del Derecho). Asi, se llegé incluso a afirmarse que el antiguo articulo 6 (hoy
1) del Cédigo Civil no tenia como finalidad determinar el rango jerarquico de
las normas, sino sefialar al juez ‘el modo como ha de proceder normalmente
al juzgar’ "9,
Por tal razon es que incluso un gran jurista, positivista autodeclarado y profundamente
estudioso del ordenamiento juridico administrativo, como lo es GARCIA DE ENTERRIA,
se refiera a los principios generales del Derecho como una conjunci6n entre el Derecho
(23) BELADIEZ ROJO, Margarita: Los Principtos Juridicas. Tecnos. Madrid. 1997. Pp.99-100.
otNatural, él orden politico concreto y otros principios de caracter técnico, explicando el
nacimiento de las instituciones, a saber:
“Ese lugar medio donde se realiza el encuentro de los valores superiores
procedentes del Derecho natural o de! orden politico con los resultados del
pensamiento t6pico sobre los problemas singulares, es precisamente lo
que conocemos con el nombre de instituciones’. Ellas, yno las reglas aisla~
damente consideradas, constituyen el verdadero primer elemento del pen-
sar juridico, tanto cientifico como aplicativo, como Savigny lo intuyo por vez
primera. Son ellas los puntos de condensacidn (sedes) a la vez de la expe-
riencia topica sobre un cfrculo determinado de problemas y del orden supe-
rior de valores que en el Derecho intenta realizarse, son el recepticulo
unitario donde el saber juridico se organiza y encuentra una articulacion téc-
nica definitiva. El progreso del pensamiento juridico y del Derecho mismo
como realidad social est justamente en la perfeccion y depuracién de es-
‘tos sutiles mecanismos, en funcién de esos dos polos que los presiden, va-
lores superiores y experiencia topica, y bajo cuya tensién reciproca
viven”?*)
Como vemos, los principios generales (sean éstos explicitos o implicitos), creados por
la conjunci6n de todos los factores que influyen en la vida social, Posteriormente recogi-
dos por el ordenamiento, sirven de directriz no sdlo al legislador, sino también al juez al
momento de resolver las controversias particulares, debiendo éste orientarse por dichos
principios como fundamento de ese orden social.
En este sentido, entendemos que constituye un principio juridico que informa todo el
ordenamiento el hecho que nadie puede enriquecerse a costa de otro y, en el supuesto
que ello ocurra, debera ser la persona empobrecida suficientemente indemnizada hasta
el monto del enriquecimiento obtenido por la contraparte*)
(24) Ctr. GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo: Reflexiones sobre la Ley y los Principios Generales del Derecho.
Cuadernos Civitas. Madrid. 1996. Pp. 64-5. i
misma razén Oscar PALACIOS HERRERA afirmaba: "... el anriquecimiento sin causa, al igual
sa) ae ae derecho, constituye una idea general que domina todo el ordenamiento juridico. Ya des
de el Deracho Romano se afirmata que nadie puede enriquecerse injustamente a exnensas de otro. El
principio, pues, es tan antiguo como el Derecho". Ctr. Apuntes de Obligaciones. Caracas. 1956. Pp.235.
Por su parte, MADURO LUYANDO, Eloy y Emilio Pittier Sucre (Curso de Obligacfones. Derecho Civil i
‘Tomo lll. Pp.1.383-4) sostienen: La nocién de enriquecimiento sin causa se basa fundamentalmente en
la idea generalmente aceptada de que nadie puede aumentar su patrimonio a costa de otra persona, a
‘menos que el enriquecimiento tenga alguna causa contemplada por el Derecho, que justifique la transfe-
rencia de un valor de un patrimonio a otro. Supone este principio que la situacidn juridica del patrimonio
ddalos diversos sujetos de derecho esta en una situacion de equilibrio, en una situaci6n estatica, cuando
‘ese equilbrio patrimonial se rompe pueden pasar bienes de una persona a otra, siempre que ese trasla-
do de bienes se efectide por una causa, motivo o razin juridica valida, contemplada y autorizada por el
Este principio es conocido céfnola equivalencia de patrimonios, el cual es descrito por
la doctrina de la siguiente manera:
“Se parte de la idea de que los patrimonios de los diversos sujetos de dere-
cho estén en una situacién de equilibrio, o en una situacién estatica, por la
cual ningtin bien del patrimonio de una persona puede pasar a integrar el pa-
trimonio de otra sino mediante un acto juridico valido, o sea, un acto tolera-
do, consentido, amparado y autorizado por el ordenamiento juridico
positivo; por ejemplo, mediante un contrato, una donacién, etc. Cuando el
equilibrio patrimonial se altera porque un bien de un patrimonio ha pasado a
otro patrimonio sin mediar un acto consentido por el derecho, quien se be-
neficia de aquel traslado y ve aumentado su patrimonio, queda obligado a
reintegrar dicho bien en el estado en que se encuentre al patrimonio de don-
de salié originalmente. Asi se conserva el equilibrio y la equivalencia de los
Tespectivos patrimonios".
En efecto, el principio de equivalencia de patrimonios funciona en el caso bajo estudio
para justificar el cobro de intereses compensatorios en aquellos casos en que, transcu-
rrido todo el tiempo autorizado por la Ley y el Reglamento para disfrutar del régimen sus-
pensivo de admisién temporal de mercancias, el importador decida ingresar a titulo
definitivo la mercancfa pagando con una moneda de un valor real netamente inferior a
aquel que existia cuando dicha mercancia !lego por primera vez al territorio nacional y, a
tenor de lo previsto en el articulo 86 de la Ley Organica de Aduanas, debieron haberse
Causado los tributos y el régimen legal que gravan la importaci6n.
2Y por qué ha habido enriquecimiento por parte del importador y empobrecimiento por
parte de la Republica? En primer lugar, porque la depreciaci6n del valor de la moneda, lo
‘ordenamiento juridico positivo. Si ese traslado de bienes ocurre sin que exista un motivo jurdico ~causa
‘contemplada nor e! Derecho estamos en presencia de un enriquecimiento sin causa y la persona que se
beneficié de esa transferencia de bienes, que se enriquecié injustamente o sin causa, queda obligada a
indemnizat al empobrecido (a la persona de cuyos bienes se beneficid) dentro de ls limites de su enri-
uecimiento, de todo lo que aqueila se haya empobrecido”. Asimismo, sostiene que si bien la sistemati-
Zacion de dicho principio es un mérito de la doctrina moderna, se pueden encontrar importantes
antecedentes en el Derecho Romano. Asi, sefalan (Pp.1.385-6): "Los origenes del principio del enrique
cimiento sin causa los pademos encontrar en el Derecho Romano. Si bien los romanos no estructuraron
una teoria general del enriquecimiento sin causa, silagaron a establecer aplicaciones practicas y muy
limitadas al principio, creando acciones particulares tipicas en diversos casos, a saber: la condicto in-
debit! (que permitia rectamar lo pagado sin deberse) ia condictio causa data causa non secuta (que au-
torizaba a reclamar una prestacion que se habia realizado en atencidn de una causa fulura que no se
‘ealizaba), Ja condictio ob turpen vel infustam causa (que permitia reclamar e| enriquecimiento proce-
dente de un acto inmoral o de un delto), fa condita sine causa (que se data para reclamnar el enriqueci-
mmiento que no era la consecuencia de un acto juridico} y la actio de peculio et de in rem verso (accién
del acreedor contra el pater familie para reclamarle el provecho que hubiese obtenido por el contrato
celebrado con un alien! juris sometido a su potestad)”.
(26) MADURO LUYANDO, Eloy y Emilio Pittier Sucre: Ob. cit. Tomo |, Pp. 56.
y)cual es por todos conocido, ha sido catalogado por nuestro maximo Tribunal como un he-
cho notorio, una vez que ha sido reconocido por los organismos oficiales competentes,
lo cual escapa, por lo tanto, a toda necesidad de su prueba en juicio. Ciertamente, nues-
tro maximo Tribunal precisé:
“A juicio de esta Sala, la inflacién per se como fenémeno econdémico, no es
un hecho notorio, ni una maxima de experiencia, ella a su vez difiere de los
estados especulativos, 0 de los vaivenes transitorios de los precios, y, repi-
te la Sala, su existencia debe ser reconocida por los organismos economi-
cos oficiales competentes para ello, y cuando ello sucede es que la inflacion
se considera un hecho notorio.
Una vez determinada la existencia del estado inflacionario, conocer su indi-
ce es también un problema técnico que debe ser sefialado por los organis-
mos que manejan las variables econémicas y que por tanto puedan
precisarlo. No se trata de un problema empirico que puede ser reconocido
aduciendo que se trata de un hecho notorio, lo que no es cierto, ya que
atiende a un concepto econdmico, ni que se conoce como maxima de expe-
riencia comin, ya que su reconocimiento y alcance es una cuestion técnica.
()
Reconocido oficialmente por los Organos competentes y auténomos del
Estado (Banco Central de Venezuela), la situacién inflacionaria, aunado a
que el fenémeno lo sufre toda la poblacién, éste se convierte en un hecho
notorio, mas no la extension y caracteristica del proceso inflacionario. Por
ello, los indices inflacionarios variables deben ser determinados””),
Como se colige de la sentencia supra copiada, una vez que el Banco Central de Vene-
zuela, en ejercicio de las potestades otorgadas por la Constitucién y por su Ley, determi-
na los indices de inflacin y éstos son puestos al alcance de la generalidad de la
poblacién, la inflacion pasa a ser un hecho notorio y exento de cualquier actividad proba-
toria adicional, evidencidndose de esta forma el enriquecimiento que obtiene el importa-
dor por el diferimiento del pago de los tributos causados al momento de la llegada de la
mercancia. En la misma proporcion, la Repdblica sufre un empobrecimiento por la obten-
cion de una moneda depreciada, lo cual da derecho a una indemnizaci6n en los términos
previstos por el articulo 1.184 del Codigo Civil
(27) Sentencia de la Sala Constitucional de fecta 20 de marzo de 2006, No. 306-06, transcrita parcialmente
en MELICH-ORSINI, José: E/ Pago. 2da. Edicion. Academia de Giencias Juridicas y Politicas. Caracas.
2010. Pp. 275-6
En segundo lugar, tal como lo f@tonoce la doctrina, sobre el dinero existe la conviccién
de que es productivo, es decir, que al igual que la tierra produce frutos (naturales), éste ge-
nera también frutos (civiles); asi, los intereses constituyen un accesorio de la disponibili-
dad de un bien productivo de frutos civiles, como lo es el dinero de curso legal y por lo
tanto, cumplen la funcién de facilitar la determinaci6n cuantitativa de esos frutos civiles?,
Una vez justificado el porqué se incurre ena violacién del principio de equivalencia pa-
trimonial al anular el cobro de los intereses moratorios liquidados en el caso de nacionali-
zaciones de mercancias importadas bajo régimen suspensivo, pasamos de seguidas a
explicar la infraccion del principio de igualdad, el cual constituye una de las directrices
fundamentales de todo el sistema tributario.
La Sala Politico Administrativa ha conceptualizado este principio en los términos si-
guientes:
“En el Ambito impositivo, la igualdad ante la ley constituye a su vez no solo
un derecho constitucional sino uno de los principios fundamentales sobre
~- los cuales descansan la mayoria de los sistemas tributarios modernos, asi,
comporta un criterio material de distribuci6n de las cargas tributarias con-
forme al cual todos los habitantes del Estado son iguales ante la ley y deben,
en consecuencia, soportar por igual el peso de las cargas publicas.
Este derecho-principio postula, como se indicé supra, tanto la igualdad de
trato en la ley, que en el campo tributario se traduce en el deber de todos los
ciuidadanos de soportar por igual los gastos piiblicos, como la igualdad en
el tratamiento dado por la ley, es decir, jas relaciones igualitarias de los habi-
tantes en paridad de condiciones, en donde tales ciudadanos deben, en pro-
porcién a sus capacidades, atender a dichas cargas en forma progresiva,
exigiéndose mas a quien mayor riqueza tiene en relacion con el de menor
poder adquisitivo.
Debe destacarse que esta igualdad no es simplemente respecto del quan-
tum del tributo para cada uno de los habitantes del Estado, sino que supone
un tratamiento idéntico para los que se encuentran en supuestos de hecho
iguales y un trato desigual para quienes son desiguales. Tal derecho consti-
tucional se presenta en el campo de la tributaci6n, indisolublemente asocia-
do a los principios materiales de la justicia tributaria, como 10 son la
generalidad, capacidad contributiva, progresividad, proporcionalidad, no
confiscatoriedad, entre otros. En tal sentido, observa este Alto Tribunal que
existira discriminacién que lesione dicho derecho cuando en situaciones
(28) MELICH ORSINI, citado por ROMERO MUCI: Lo Racional... Pp. 21-2.andlogas 0 semejantes se dispense, sin aparente justificaci6n, un trato dis-
tinto. (Vid. sentencia No. 00944 del 25 de junio de 2009, caso: Ceramica
Piemme, C.A.)"**).
La decision antes transcrita, en similitud con lo que ha referido en forma mas 0 menos
concordante la doctrina, afirma que él principio de la igualdad est referido al supuesto
en donde idénticas situaciones deben tener tratamiento similar, y, al contrario, aquellas
que sean desiguales deben tener tratamiento disimil®. Hasta ahora el razonamiento y
las premisas sostenidas por la Sala son perfectamente validas y ajustadas a lo sostenido
por la doctrina dominante en cuanto a este punto.
A pesar que tales premisas como quedara dicho— son validas para la generalidad de
los casos, consideramos que éstas solucionan el problema en forma insuficiente™, al
no partir de la completa clasificacién que sobre el principio de igualdad expone el Profe-
sor Ramon VALDES COSTA, a saber:
“Hay una cuestién previa de cardcter conceptual y terminolégico. Desde
este punto de vista, utilizando una terminologia convencional, se puede ha-
blar de:
1-. Igualdad en la Ley, en el sentido de que la ley no debe establecer desigualda-
des, que en el D.T. se concreta en la igualdad ante las cargas pblicas;
2-. Igualdad por Ja ley, en el sentido de que esta seria utilizada como instru-
mento para lograr una igualdad de los individuos, corrigiendo las desigual-
dades econdmicas imperantes;
(29) Sentencia No. 00170, de fecha 24 febrero de 2010, caso: Makro Gomercializadora, C.A.
(30) Afirmacién que comparte VALDES COSTA (Instituciones... Pp. 373) cuando sefiala: “Existe acuerdo en
que este postulado se lo debe entender en el sentido de que la ley debe dar igual tratamiento a todas las
persomas que estén en las mismas o andlogas circunstancias, concepto que generalmente se expresa
con el lugar comin de que se debe tratar igual a los iguales y desigualmente a los desiguales”.
(31) Precisamente, la Sala, si bien realza postulados tedrcos valdos, no va mds alé de un andlisis ponderado
de la controversia y su relacién con el principio de igualdad. Consideramos que la Sala Politico Administra
tiva perdié una gran oportunidad para ahondar mucho més acerca de este Importante principio. A manera
die llstracién, la Sala podifa haber afirmado, con mucha més contundencia lo siguiente: "Consecuente-
mente, la igualdad no es una declaracién meramente programatica, sino que, en tanto principio, vincula a
los poderes péblicos, tanto al Legislativo como ala Administracion y al Poder Judicial. Asi quedan vedados
los tratamientos dispares injustificados y, en el caso particular de las leyes, cuando éstas los consagren, el
principio de igualdad entrard en juego exigiendo una fundamentacién suficiente para cada cistincién, mien-
tras gue los jueces estaran habilitados para investigar a que fin atiende la disparidad, la conexion de ésta
‘con un interés jurdico constitucional relevante y si hay proporcionalidad entre el medio empleado y el ob-
jetiva perseguido”. CASAS, José Osvaldo: Principios Juridicos de la Tnbutacin, en a obra colectiva Trata-
‘do de Tributacién, Tomo |. Volumen |, Astrea. Buenos Aires. Pp. 292
8-, Igualdad ante /a ley, que significa que la norma debe ser aplicada con cri-
terio de estricta Haulalict todos los afectados por ella;
4-. Igualdad de las partes, insito en la concepcién de la obligaci6n tributaria
como una relacién juridica de crédito y débito, y no como una relacion de
poder.
Las dos primeras y la cuarta se refieren al contenido de la ley. La tercera a la
forma de interpretarla y aplicarla"®2), (Subrayado nuestro).
Desarrollando atin mas este principio, y concretamente el relacionado con la igualdad
anie /a ley, el Profesor VALDES COSTA hace esta importantisima precision:
“Fuera de las limitaciones constitucionales al legislador, el principio tiene
importantes proyecciones juridicas en la aplicacion de la norma general a
los casos concretos, sea en via administrativa 0 jurisdiccional. En primer
término para solucionar las insuficiencias y oscuridades de la ley, en cuyo
caso es licito al intérprete presumir que la norma se ajusta al principio cons-
~~ titucional y, en segundo término, para valorar los actos juridicos administra-
tivos y jurisdiccionales, incluso la legalidad de las reglamentaciones de la
ley tributaria, posicién, ésta, sostenida, sin vacilaciones, aun por las co-
rrientes europeas restrictivas, como la francesa. (...) En el caso de la igual-
dad en la ley, el principio debe ser cumplido por el legislador, si {0 viola se
abre la via de la accién o excepcidn de inconstitucionalidad, en el caso dela
igualdad ante la ley el obligado es el érgano que ejecuta la ley mediante su
Teglamentacién o su aplicacion al caso concreto, y su violacion da lugar ala
accion o excepcién de ilegalidad”.
La afirmacién anterior es tan cierta, que la doctrina moderna le asigna al principio de
igualdad el papel rector en la distribucién de las cargas piiblicas, mientras que el presu-
puesto legitimador del tributo lo configura la capacidad contributiva®),
Ahora bien, aplicando las consideraciones expuestas con respecto al principio de
igualdad y los intereses compensatorios causados en aduanas, podemos observar
que la jurisprudencia de la Sala Politico Administrativa vulnera, sin lugar a dudas, di-
cho principio rector del sistema tributario, al otorgar a ciertos contribuyentes que se
(32) Cir. Insttuciones de Derecho Tributario. Ob. ct. Pp. 70.
(83) Tal como afirma Emesto LEJEUNE VALCARCEL: “Resulta, pues, que la capacidad contributiva tiene un
papel ineludible, cual es el de servir de prasupuesto legtimador del tributo, mientras que como eriterio.
de distribucién de las cargas tributarias, solo es ttl para cumplir con una de las funciones del principio
‘de igualdad (mantener la iqualdad de hecho), y como especificacién de dicho principio". Ct. Principio
de Igualdad, en la obra colectiva Tratado de Derecho Tributario, dirigida por Andrea Amatucci. Temis
Bogotd. 2001. Pp. 230.
a7encuentran en la misma situacién de hecho, soluciones disimiles que resultan mas
onerosas para aquel que decidié pagar los tributos al momento de la llegada de la
mercancia, cumpliendo cabalmente con el régimen legal y tarifario causado de con-
formidad con lo previsto en el articulo 86 de la Ley Organica de Aduanas.
Por otra parte, tenemos el importador que valiéndose del criterio jurisprudencial dela
Sala Politico Administrativa, decide importar bajo régimen suspensivo la misma mer-
cancia, luego solicita tempestivamente una nueva prérroga del lapso originalmente
otorgado y, yaa punto de culminar el plazo, decide importar definitivamente la mercan-
cla, pagando los impuestos que se causaron pero se suspendieron ala fecha de su lle-
gada, sin recargo adicional alguno y con una moneda depreciada producto de la
inflacién acaecida durante ese espacio de tiempo.
Este tratamiento es tan injusto, que debe necesariamente llevar a la Sala Politico Admi-
nistrativa del Tribunal Supremo de Justicia a realizar un andlisis mas profundo de este
punto, para poder de alguna forma mitigar la lesion al principio de igualdad que se produ-
ce cada vez que se permite la importacién de mercancias importadas temporalmente sin
que dicho usuario pague recargo de ningin tipo por la falta de reexpedicion y por lo tanto
se haya cancelado el régimen por el mecanismo ordinario previsto por el ordenamiento
juridico
Conclusiones
1-. El régimen de admision temporal de mercancias, segin el ordenamiento juridico
venezolano, constituye un mecanismo para el ingreso de mercancias al pais con suspen-
sién de los impuestos causados, es decir, bajo este régimen aduanero los tributos nacen,
sdlo que por una ficcidn legal se entiende que su exigibilidad ha sido diferida unicamente
para el caso que la mercancia sea Importada para consumo definitivo en el pais.
2-, Segiin se desprende de la regulacién legal y reglamentaria de dicho régimen, po-
demos observar que el medio ordinario para su cancelaci6n, consiste fundamentalmente
en la reexpedicion (reexportacién en la terminologia no muy feliz del Codigo Aduanero del
Mercosur) de la mercancia, bien sea sin sufrir transformacién alguna (cuando la admi-
sidn temporal es simple) 0 bien después de haber sufrido transformacién, modificacién o
mejora de algtin tipo (cuando la admision temporal es con perfeccionamiento).
3-. Silamercancia es dispuesta para un destino aduanero diferente, sin duda se can-
cela el régimen, pero dicha cancelacién se producira por un medio anormal, es decir, no
se habra cumplido plenamente la condicién exigida para el otorgamiento de la autoriza-
ion, a pesar de que la ley permite, sin gravamen o sancién alguna, la nacionalizacién de
dicha mercancia.
4-, Apesar de que los artic 30 y 37 del Reglamento de la Ley Organica de Adua-
nas califican a los intereses ali previstos como moratorios, su verdadera naturaleza juri-
dica se corresponde con los intereses compensatorios, toda vez que para su exigibilidad
no se precisa de la mora del deudor ni de ningtin incumplimiento culpable de éste.
5-. Con las decisiones de la Sala Politico Administrativa que anulan tales intereses,
para los casos previstos en los dispositivos antes mencionados, se violenta el principio
general de equivalencia de patrimonios, el cual constituye un principio explicito informa-
dor de todo el ordenamiento y que debe ser cumplido por nuestro Maximo Tribunal.
6-. Conla calificacién de intereses compensatorios que podria efectuar la Sala Politi-
co Administrativa, a través de una sentencia correctiva, se corregiria la violacion del prin-
cipio antes mencionado y se evitaria que se produzca un enriquecimiento-sin causa del
importador en perjuicio de la Republica.
7-. Finalmente, él criterio jurisprudencial de la Sala Politico Administrativa también
violenta el principio rector de igualdad tributaria, concretamente el principio de igualdad
ante la ley, al establecer soluciones disimiles para casos similares y haciendo mas gravo-
sa la situacién para el importador que decide pagar los impuestos aduaneros desde el
momento en que éstos son causados, a tenor de lo previsto en el articulo 86 de la Ley
Organica de Aduanas.
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