Hoy no se ama, se acaricia o se desvaría, se busca un arrebol cualquiera unido a la sombra transparente de la noche desconocida. Pero todo es inútil. Aunque se hable en voz baja, no se desea la felicidad, ni el rival se embelesa frente a ti con el aire de antaño. Vivimos ya la primavera sin relieve, el bisel del patíbulo sostenido por una rama débil...
Lo que nos rodea,
lo que nos es lejano, lo que volverá a suceder, todo está aquí presente como frutos que se logran en un instante... El tiempo presente y el tiempo pasado Están quizá presentes los dos en el tiempo futuro Y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado. Si todo el tiempo es eternamente presente Todo tiempo es irredimible
Los tres relojes
HOY AYER SIEMPRE coinciden y no hay más hoy que ayer y que mañana Todo vive en el fue y en el será (...) La primavera que nunca es que siempre volverá que siempre era Si este vano oleaje que hoy resuena en mi mente como débil carcoma de un rumor tan próximo y apenas perceptible...
...sentimos tronar en nuestros ojos,
y oxidarse la vida, ¡la vida!, herramienta inútil, abandonada al borde del camino.
¿Dónde estás, vida viva,
frágil pureza de lo verde, playas de un amarillo vano en que el amor oscuro se difunde?