Está en la página 1de 209

Universidad de Buenos Aires

Facultad de Filosofía y Letras

Tesis de Licenciatura en Antropología Social

Género/s y gestión: Aproximación antropológica y feminista al


campo de las Orquestas.

El caso de la Orquesta Puerto Musical del Programa Nacional de


Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario
(2015-2016)

Tesista: Prof. María Alejandra Vázquez

DNI: 28.362.681

Directora: Dra. Liliana Silvia Raggio

Co-Directora: Dra. Marcela Alejandra País Andrade

Monte Grande, diciembre 2018


Este trabajo está dedicado a lxs que sueñan y luchan; y a la memoria de
Sandra y Rubén.

“En las orquestas todos los chicos luchan día a día por ocupar el lugar
que están ocupando. He participado de varios viajes y he vivido en carne
propia el sacrificio que cada uno de ustedes hace para estar detrás del
instrumento en el que está y darle vida a esas cuerdas…

Ahora yo me pregunto les dimos un derecho y ustedes lo están


ejerciendo, cultivándolo y alimentándolo día a día. Los profesores han
estudiado en Universidades públicas. ¿No es momento y no es propicio
que este programa, les dé la posibilidad a ustedes de seguir creciendo y
a los profesores de devolver lo que la educación del estado les brindó?
¿Cómo podemos formar a nuestros hijos en democracia y decirles que hoy
está vigente un derecho y que mañana, por obra y gracia de alguien, ya
no, que no podemos seguir usándolo, que no podemos seguir ejerciéndolo,
y que nos tenemos que conformar con las migajas que alguien nos quiera
dar.”

Sandra Calamano, vice-directora EP N° 49 Moreno.

2
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo está escrito en plural porque realmente es la suma de un

trabajo colectivo. Asumo igualmente la responsabilidad de sus errores o

malas interpretaciones.

Desde lo académico no hubiese sido posible sin la cuidadosa dirección

de Liliana Raggio. De igual forma, Marcela País Andrade co-directora

atenta y respetuosa del sinuoso proceso de investigación.

Por otro lado agradezco profundamente la generosidad de quienes

compartieron sus saberes y experiencias: participantes, colaboradoras,

docentes, funcionarixs, directivos. A Lucho, por facilitarme la “entrada

al campo”.

A la familia cósmica: Las pibas (Pau, Cin, Eva y Jime) por sostener en

las malas y disfrutar en las buenas. A Lore y a Juan, por acompañarme

en distintos momentos de elaboración de este proyecto.

A mi papá, Miguel, por transmitirme el bichito de la curiosidad y la

responsabilidad. A mis hermanxs (Lali, Diego y Martín) por enseñarme

casi todo… y por mis sobris: Camilo, Sarita, Cristian y Valen.

A mamá y a los abuelos, por sus infinitos cuidados.

Al Pela por su compañerismo y por la familia que estamos haciendo. A

Mica y Cata, mis hijas de corazón. A Lupe por tanto amor.

3
INDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 6
Construyendo un problema de investigación ........................................................................... 7
Objetivos de la investigación................................................................................................... 10
Hipótesis .................................................................................................................................. 10
Breve descripción teórico-metodológica ................................................................................ 12
Descripción de los capítulos .................................................................................................... 14

CAPÍTULO 1: Marco teórico......................................................................................................... 17


El enfoque antropológico ........................................................................................................ 17
Antropología de las políticas públicas ..................................................................................... 21
Aproximaciones al Estado y las políticas públicas. .................................................................. 25
Aportes de los estudios latinoamericanos del Estado en el período reciente........................ 33
Estado, democracia y políticas públicas en América Latina ......................................... 35
Cultura y políticas culturales ................................................................................................... 39
Breve historización de las políticas sociales y socio-educativas en Argentina. ...................... 44
Feminismos, estudios de género y antropología .................................................................... 50
Aportes de (algunas) investigaciones sobre Orquestas en Argentina .................................... 56

CAPITULO 2: El Programa de Orquesta y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario


(POyCB) ....................................................................................................................................... 60
Antecedentes .......................................................................................................................... 61
Contexto .................................................................................................................................. 63
Financiamiento ........................................................................................................................ 64
Datos cuantitativos y distribución geográfica del POyCB ....................................................... 67
Funcionamiento y gestión ....................................................................................................... 70
Objetivos ................................................................................................................................. 73
Orquestas para la “Inclusión” ................................................................................................. 75
La “inclusión educativa” como política pública................................................................................ 77
Cambio de gestión................................................................................................................... 84
El POyCB en algunos medios gráficos: Clarín y Página 12 ....................................................... 86
CAPITULO 3: Presentación y gestión de la Orquesta Puerto Musical (OPM) ............................. 90
Una Orquesta en La Quema .................................................................................................... 91

4
La mirada sobre “el barrio” desde una perspectiva de género .............................................. 96
Entre la “formulación” y la “implementación”: Particularidades de la gestión de la OPM,
como política pública socio-educativa y cultural. ................................................................. 104
La “inclusión” desde la gestión y sus diferentes actores. .................................................... 113
Elecciones, ballotage y después: La politización y el cambio de orientación de la política
pública. .................................................................................................................................. 122

Capítulo 4: Desnaturalizando estereotipos de género/s en la Orquesta Puerto Musical ........ 139


Políticas de sexualidad y géneros en contexto ..................................................................... 140
Construcciones y estereotipos de géneros presentes en lxs actores de la OPM.................. 142
La gestión de la Orquesta Puerto Musical desde una dimensión de género ........................ 148
La elección de los instrumentos ............................................................................................ 151
La participación de mujeres adultas en la Orquesta Puerto Musical: “matecocideras” y
“participantes adultas” ......................................................................................................... 160
La Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en la Escuela ¿y en la Orquesta? ......................... 172
Algunas consideraciones sobre la ESI en la Escuela Primaria N°14..................................... 176
Algunas consideraciones sobre la ESI en la Orquesta Puerto Musical .................................... 179
Apuntes sobre “El Colectivo” desde una perspectiva de género/s ....................................... 183

CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 186


Bibliografía ................................................................................................................................ 194
ANEXO ....................................................................................................................................... 203

5
INTRODUCCIÓN

Parafraseando a María Pozzio (2011) proponemos que toda política

tiene, implícita o explícitamente, una idea de género aún aquellas que

no intervienen directamente sobre el cuerpo, la sexualidad y/o

reproducción. Es el caso de las políticas socioeducativas y culturales,

representadas aquí en el análisis de una de las orquestas del Programa

Nacional de Coros y Orquestas Infantiles y Juveniles del Bicentenario

(POyCB).

A su vez nos enfocamos en los procesos de gestión, porque es allí donde

las políticas públicas encuentran su definición territorial, en

entramados de disputas y negociaciones entre destinatarixs1, agentes

institucionales y otrxs actores de la sociedad civil.

Así nos enfocamos en la gestión de las políticas públicas para precisar

las particularidades que allí adquieren identidades y estereotipos de

género/s en el contexto de una política de inclusión social. Atendiendo

especialmente a los aportes disciplinarios de la antropología,

ponderamos el análisis de la cotidianeidad social y la perspectiva de lxs

actores, como campos de conflicto.

A su vez, pusimos en diálogo estos “saberes” con otros adquiridos en la

praxis como parte del amplio movimiento de mujeres, las teorizaciones

de el/los feminismo/s y los estudios de género/s y sexualidades,

1
El uso de la “x” corresponde a visibilizar las marcas genéricas del lenguaje e intenta
trascender el binomio femenino/masculino, fundante del pensamiento heterosexual, la
hetenormatividad obligatoria y la homofobia (Wittig, 2006).

6
indagando las marcas de género en la gestión de esta política pública de

inclusión social.

Construyendo un problema de investigación

El propósito inicial de esta investigación fue explorar desde una

perspectiva de género, una política pública socio-educativa y cultural de

inclusión social. En esta primera formulación fueron claves la cursada

del Seminario Anual de Tesis a cargo de Mónica Tarducci2 y mi propia

experiencia como docente y trabajadora en diferentes programas

sociales (Programa Envión, Centro de Actividades Juveniles, Fines), así

como la participación en los Encuentros Nacionales de Mujeres, espacio

de formación, discusión y amistad.

El contexto más amplio de estas inquietudes fue entonces, el activismo

creciente de los movimientos de mujeres, feminismo/s y LGTTTIB3, así

como la incorporación en la agenda del Estado de temáticas vinculadas

a la promoción y protección de derechos de géneros/sexualidades en

Argentina, en un contexto de ampliación de derechos, definido como

Kirchnerismo (2003-2015) 4. En este sentido nos preguntamos por las

posibles articulaciones entre las políticas referidas a género/s-

sexualidad/es y aquellas centradas en el campo socioeducativo y

cultural.

2 Valga mi reconocimiento a Tarducci y a las docentes Déborah Daich y Déborah


Rifkin por esa mezcla de conocimiento/s, militancia, pasión y oficio.
3 LGTTTBI (Lesbianas, Gays, Trans, Travestis, Transgénero, Bisexuales, Intersex).
4 Seguimos en esta denominación a Marcela País Andrade (2015; 2018). Ampliaremos

este enfoque y el marco normativo en los siguientes capítulos.

7
Para esto nos propusimos analizar el Programa de Orquesta y Coros del

Bicentenario (POyCB o El Programa), en tanto política pública estatal

que tiene como objetivo la inclusión socio-educativa y cultural, para

abordar específicamente cómo se construyen y reconstruyen,

representaciones, discursos y prácticas socio-genéricas, es decir

relacionadas con las formas de ser mujeres, varones y otros diversos, en

este ámbito específico.

Algunas de las preguntas exploratorias fueron las siguientes:

¿Qué “incluye” la inclusión social? ¿Cuáles son los objetivos específicos

de esta política? ¿Qué distancias hay entre lo que se plantean los

documentos y lo que se lleva a cabo? ¿Se traduce en ampliación de

derechos? ¿Qué significados tiene para lxs niñxs y jóvenes que

participan del programa? ¿Cuáles para las familias? ¿Qué sentidos

construyen lxs docentes acerca del mismo?

¿Cómo se despliegan los roles y las identidades de género/s en un

contexto de aprendizaje artístico-musical para la inclusión social? ¿Qué

sentidos se articulan en esta política pública y cultural en cuestiones

como violencia, igualdad y/o diferencia de género/s? ¿Qué

construcciones y estereotipos de género circulan en el espacio de la

Orquesta?

Enfatizando el carácter del POyCB en tanto política pública, ¿el

Programa refuerza los estereotipos de género hegemónicos o contribuye

a generar igualdad de oportunidades a todxs sus participantes? ¿Cómo

8
se interrelacionan/interpelan la escuela y el programa, en tanto áreas

estatales comunes y a la vez con funciones específicas? ¿Qué

articulaciones requiere y posibilita un programa nacional ejecutado en

una jurisdicción municipal?

Por otra parte, a partir de la asunción del gobierno de la Alianza

Cambiemos5, observamos una transformación del POyCB, tanto en su

organigrama, autoridades, presupuesto, que nos llevaron a plantear

nuevas preguntas:

¿Qué implica un cambio de gobierno y de orientación política, para una

política pública como este Programa? ¿Qué apropiaciones, resistencias

emergen en este contexto? ¿Qué continuidades y rupturas podemos

observar en este proceso?

Así el objeto teórico de esta investigación fue construido en clave

de analizar la gestión de una política pública, socio-educativa y cultural

desde una perspectiva de género/s, en el marco de un proceso político

cuya orientación se planteó en términos de ampliación de derechos.

Mientras el objeto empírico, se conformó a partir de las prácticas, roles,

discursos y representaciones de género/s presentes en la gestión de

una de las orquestas del POyCB, la Orquesta Puerto Musical (OPM)6,

5
La asunción del gobierno de la Alianza Cambiemos en diciembre de 2015,
comprendió una transformación en la orientación política en pos de potenciar la
transferencia de ingresos hacia los sectores de la economía concentrada
(agroexportador, financiero) en detrimento de sectores populares, medios y los
relacionados a la industria local. En este escenario, el sector público en general
(políticas, programas, empleadxs) y los sectores populares en tanto destinatarixs
principales de estas políticas se encuentran entre los principales perjudicadxs.
6
Tanto el nombre de la orquesta como del barrio, la escuela y lxs entrevistadxs
fueron modificados para preservar la identidad de lxs mismos.

9
construida como “caso particular de lo posible” (Bourdieu y Wacquant,

1995, 173).

Objetivos de la investigación

Objetivos generales:
- Describir el Programa de Orquestas y Coros para el
Bicentenario (POyCB) como política pública socio-educativa y
cultural.

- Indagar su potencialidad para constituir una política pública


de inclusión de jóvenes de sectores populares.

- Analizar la presencia o no de la perspectiva de género/s tanto


en su formulación como en su implementación.

Objetivos específicos:
- Caracterizar la gestión de la Orquesta Puerto Musical (OPM) en
términos de política pública socio-educativa y cultural.

- Describir y analizar las prácticas, construcciones y


estereotipos de género/s presentes en documentos del POyCB,
así como en los discursos y prácticas de lxs jóvenes
participantes de la Orquesta Puerto Musical (OPM), sus
familias y docentes.

Hipótesis

La hipótesis que orientó está investigación supone que la gestión es un

ámbito privilegiado para analizar “al Estado “en movimiento”” (Raggio,

2013: 22), atendiendo a la multiplicidad de mediaciones y actores que

con diferentes poderes de decisión, llevan adelante políticas públicas.

10
Advertimos así mismo la centralidad que adquiere el Estado en

términos de la legitimación de un cierto régimen de dominación, en

tanto contiene (algunas) disputas, garantiza (algunos) derechos y omite

otras “cuestiones” (Oszlak y O ´Donnell, 1981).

Así entendemos a las políticas públicas a modo de un campo de disputa

y articulación entre sociedad civil y Estado o, siguiendo a Raggio (2013)

como “las necesidades de dominio del aparato burocrático y también

como consecuencia de las reivindicaciones planteadas por los distintos

sectores políticos y sociales, que devinieron en derechos y supusieron así

nuevas funciones estatales.” (2013:23).

Por otra parte subrayamos que la dimensión de género/s es constitutiva

de las relaciones sociales por tanto la gestión tiene una dimensión de

género que es necesario atender. Así la perspectiva de género/s

contribuye al análisis de los procesos de gestión, sin pretender reducir

éstos a aquella, ni tampoco circunscribir el análisis del Estado a la

gestión.

Partimos de entender al género como una categoría constitutiva y

transversal de diferentes espacios sociales, que a su vez construye

relaciones de poder específicas (Scott, 1986). Consideramos a la vez que

“Toda política, implícita o explícitamente contiene una idea de género”

(Pozzio, 2011,7). En este sentido, postulamos que la ausencia de una

problematización respecto de cuestiones vinculadas con la perspectiva

de género/s, en el marco de un Programa de ampliación de derechos

(sociales, educativos y culturales de niñxs de sectores populares) tiende

11
a reproducir las desiguales pre-existentes y los estereotipos

hegemónicos de masculinidades, femineidades y otras identidades de

género.

En esa dirección, sostenemos junto con País Andrade que,

“(…) no vincular las políticas culturales a las (re)producciones y

desigualdades de género (roles, identidades, sexualidades, etc.) es una

limitante que obstaculiza e impide la igualdad de oportunidades entre

hombres y mujeres para el desarrollo pleno de sus capacidades”. (País

Andrade, 2014: 127)

Breve descripción teórico-metodológica

Siguiendo a Achilli entendemos a la investigación social como un

proceso dialéctico, no lineal, que supone la construcción de

conocimiento científico acerca de una problemática social, mediante un

enfoque metodológico que le otorga sistematicidad al mismo (2005:31).

En este sentido seleccionamos como estrategias de construcción y

análisis, el enfoque etnográfico priorizando la perspectiva de lxs propios

actores sociales acerca de sus prácticas, representaciones y discursos.

Entendemos junto con Rockwell (1987), que el abordaje etnográfico

supone además del trabajo de campo, un trabajo conceptual de análisis,

orientado a la reformulación del objeto de estudio. Dicha tarea fue

central en el curso de esta investigación, para entramar sentidos,

disputas, saberes y “vacíos” conceptuales.

12
En cuanto a las técnicas se trabajó con entrevistas semi-estructuradas

individuales y grupales, dinámicas participativas, y observaciones con y

sin participación.7

El trabajo de campo en la Orquesta Puerto Musical (OPM), se desarrolló

principalmente entre los meses de agosto 2015 y agosto 2016. La

frecuencia de las visitas fue en promedio semanal, intercalando los días

sábados (días de ensayo general) con otras “durante la semana” (de

lunes a viernes).

Se priorizó para la construcción de los datos empíricos entrevistas al

equipo docente y directivo de la OPM, integrantes y familiares de la

Orquesta, funcionarixs municipales a cargo del POyCB, así como a

personal de la escuela donde se lleva a cabo el Programa8. Así mismo,

producto del proceso de reformulación del objeto realizamos entrevistas

a integrantes del Colectivo de Trabajadores del Programa de Orquestas

y Coros del Bicentenario.

Además analizamos fuentes secundarias como documentos oficiales

nacionales, provinciales y municipales (escritos y audiovisuales),

declaraciones de funcionarixs; notas y artículos periodísticos, videos y

fotos (particulares y publicados en internet). También consultamos

estudios socio-ambientales y sanitarios dedicados a la zona y al barrio.

7Las guías de entrevistas y observación se pueden consultar en el Anexo.


8
La Orquesta Puerto Musical, funciona en la única escuela que se encuentra en el
barrio “La Quema”, de gestión estatal. Está ubicada en el conglomerado denominado
Gran Buenos Aires, compuesto por 24 partidos, que constituye el área urbana más
densamente poblada de la Argentina, con una población total de 9. 916.715 según el
Censo 2010 (INDEC).

13
Respecto de estos últimos diferenciamos entre los que utilizan

aquellos que recurren a técnicas mixtas (EISAR/Acumar, s/f).

Descripción de los capítulos

En el capítulo 1 desarrollamos las definiciones teóricas de los

conceptos que principales con los que trabajamos: políticas públicas,

perspectiva de género/s, políticas socioeducativas y culturales. Para

esto puntualizamos en áreas como: Estado y políticas públicas;

Cultura, políticas socioeducativas y culturales; Feminismos, estudios de

género y antropología, e investigaciones sobre Orquestas en Argentina.

En el capítulo 2 describimos y analizamos el Programa Nacional de

Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles del Bicentenario, en términos

de sus antecedentes, financiamiento y objetivos, entre otras cuestiones.

Advertimos también los cambios en el mismo a partir de la asunción del

nuevo gobierno nacional y provincial, en diciembre de 2015.

El capítulo 3 presentamos el caso de la orquesta analizada: La

Orquesta Puerto Musical. Así mismo puntualizamos en las

particularidades de su gestión como política pública estatal, atendiendo

a algunas discusiones de los campos socioeducativos y culturales.

Mientras que en el capítulo 4 desplegamos los estereotipos, sentidos y

prácticas de género/s presentes en la gestión de la OPM. Identificamos

algunos “locus” donde esta variable permitió profundizar la

interpretación, como la elección de los instrumentos y la participación

de “mamás colaboradoras”.

14
Para finalizar en el capítulo 5 elaboramos algunas conclusiones sobre

la investigación realizada, consignado logros y limitaciones de la

perspectiva adoptada, así como algunas líneas de investigación futuras.

15
16
CAPÍTULO 1: Marco teórico

“(…) una investigación implica determinada intención de conocer alguna


problemática a partir de poner en juego algunas reglas que –aunque
flexibles- otorguen sistematicidad al conocimiento construido”9 (Achilli,
2005, 31)

El objetivo de este capítulo es dar cuenta de la perspectiva teórica

adoptada y a través de qué conceptos iniciamos esta investigación. Para

ello partimos de tres ejes: en primer lugar qué entendemos por enfoque

antropológico; luego indagamos el campo disciplinar “antropología de

las políticas públicas”, así como las definiciones de Estado y políticas

públicas y las particularidades de las políticas culturales y

socioeducativas; por último profundizamos en las reflexiones teóricas

sobre género y sexualidades10.

Para finalizar reunimos una serie de investigaciones dedicadas a

programas de orquestas para observar aportes y áreas de vacancia.

El enfoque antropológico

Siguiendo a Achilli (2005) identificamos la especificidad del

enfoque antropológico a partir de los siguientes núcleos problemáticos:

la cotidianeidad social; las representaciones y construcciones de sentido

9
Las itálicas pertenecen a la cita original.
10
Diferentes disciplinas (historia, lingüística, antropología, entre otras) contribuyen a
este “campo”, a su vez en estrecha articulación con las demandas políticas del
movimiento amplio de mujeres, feminismos y colectivos LGTTTIB (Lesbianas, Gais,
Travestis, Transexuales, Transgénero, Intersex, Bisexuales)

17
de los sujetos; y la dialéctica entre trabajo de campo y trabajo conceptual

(Ibíd.18).

En cuanto al primer núcleo destacamos el carácter relacional que

adquiere lo cotidiano con otras dimensiones de la vida social, ya que

“Los ámbitos cotidianos están impregnados de contenido histórico social.”

(Ibíd. 23). Siguiendo a esta autora, la importancia del análisis de las

situaciones cotidianas, sean rutinarias o singulares, es que no son

tematizadas públicamente y quedan opacadas por los temas o

concepciones hegemónicas.

En la misma línea, Rossana Reguillo (1998) da cuanta de la centralidad

del análisis de la vida cotidiana, para investigar tanto las estructuras de

reproducción como las innovaciones sociales. En su argumento, la

cotidianeidad se convierte en terreno fértil para el análisis, justamente a

partir de definirse por el contenido naturalizado y rutinario de acción

social allí realizada.

“La “naturalidad” con que ella [la vida cotidiana] se despliega la vuelve

ajena a toda sospecha y amparada en su inofensivo transcurrir

selecciona, combina, ordena el universo de sentidos posibles que le

confieren a sus procedimientos y a su lógica el estatuto de “normalidad””

(Ibíd. 98). 11

De aquí en adelante las comillas que figuren en las citas son del texto original, salvo
11

que se indique lo contrario.

18
También desde el amplio movimiento de mujeres, y las múltiples teorías

feministas y de género, han advertido sobre la interrelación entre lo

político/público y los espacios domésticos o cotidianos, sintetizada en

la consigna “lo personal es político”12.

El análisis de la vida cotidiana en nuestro caso de estudio, es una

categoría central que reconoce la historicidad y politicidad de las

interacciones que allí se despliegan. A la sazón, la determinación de lo

cotidiano en este caso, fue producto de la articulación dialéctica entre el

trabajo de campo y el trabajo de análisis, así como una clave

fundamental en el proceso de (re) construcción del objeto de estudio

(Rockwell, 1987).

Acerca de las representaciones y construcciones de sentido de los

sujetos, Rossana Guber (2013) advierte la transformación que opera en

el proceso de investigación, respecto de los marcos de referencia del

investigador y la incorporación de otros esquemas para dar cuenta de

“la perspectiva del actor” (Ibíd. 73).

Graciela Batallán y José García (1990), mencionan el consenso que

existe en la disciplina, a pesar de las discrepancias teóricas y

metodológicas, acerca de la reconstrucción de las lógicas implícitas en

la “acción de los sujetos” (Ibíd., 79). Dichos autores analizan las

implicancias a cerca de la participación, como herramienta metodológica

central en la disciplina, incorporando los aportes de Anthony Giddens

12 Ver apartado Feminismo, estudios de género y antropología.

19
(1989) respecto al doble nivel hermenéutico que caracteriza a las

ciencias sociales, por el carácter pre-construidos de sus objetos.

“Como lo ha puesto de manifiesto Giddens, en las ciencias naturales hay

implicados problemas de tipo hermenéutico pero éstos se refieren a la

relación entre comunidades científicas o entre distintos paradigmas. En

las ciencias sociales habría, además, un segundo nivel hermenéutico que

tiene que ver con la relación del científico y un objeto preestructurado

simbólicamente.” (Batallán y García, 1990: 81)

A la vez, hallamos que este enfoque coincide con la propuesta

metodológica Pierre Bourdieu y Loïc Wacquant (1995) sobre la práctica

de la “duda radical”, en tanto desnaturalización del sentido común y del

sentido común científico en la construcción de problemas. Esta

advertencia resulta doblemente precisa en el análisis sobre políticas

públicas (aquí delimitadas en políticas socio-educativas y culturales de

inclusión social), cuestiones que profundizaremos en el siguiente

apartado.

Para finalizar este apartado, nos abocamos al tercer núcleo

problemático característico de la antropología social: la vinculación

dialéctica entre trabajo de campo y trabajo conceptual. Junto con Elsie

Rockwell (1987), entendemos que el abordaje etnográfico, supone

además del trabajo de campo, un trabajo conceptual de análisis,

orientado a la reformulación del objeto de estudio.

20
De esta forma nos propusimos establecer un diálogo entre las “teorías

académicas y nativas” (Peirano, 2004) que dé cuenta del recorte

operado en esta política pública en particular.

“(…) todo buen antropólogo aprende y reconoce que es en la sensibilidad

para el enfrentamiento o el diálogo entre teorías académicas y nativas

que esta el potencial de riqueza de la antropología.” (Ibíd. 340 y 341)

Antropología de las políticas públicas

Con el objetivo de introducir las particularidades del enfoque

antropológico acerca de las políticas públicas, elegimos como punto de

partida teórico y metodológico la noción de campo trabajada por Pierre

Bourdieu. Abordaremos esta categoría a partir de problemas, recortes y

preguntas entorno a las políticas públicas socio-educativas y culturales,

que resultaron significativas en la construcción del problema de

investigación inicial de esta tesis.

Partiendo de una concepción epistemológica definida como filosofía de

la acción, con el objetivo de superar las concepciones realistas y

sustancialistas acerca de lo social, Pierre Bourdieu y Loïc Wacquant

(1995) proponen “pensar en términos relacionales” (Ibíd.167). Esta

crítica tiene un doble efecto: descartar las nociones del sentido común

de los agentes sociales, así como las reproducidas por cierto sentido

común científico. En este aspecto proponen practicar la duda radical, es

decir convertir en objeto de conocimiento sociológico al trabajo social de

construcción social de objetos preconstruidos como “los jóvenes”, “los

21
inmigrantes”, entre otras categorías. Para la presente investigación esta

duda radical, fue especialmente fructífera para problematizar nociones

como “jóvenes vulnerables”, “políticas de inclusión social” y “perspectiva

de género” por ejemplo.

Inicialmente la noción de campo nos permite un acercamiento crítico al

poder y su distribución, problemática propia de la esfera política en

general (aunque no exclusiva)13 y acorde también en el análisis de las

políticas públicas. Estableciendo una analogía con el juego, nos remite

a (re) construir relaciones sociales y principios de diferenciación que

orientan las lógicas de determinados espacios sociales.

“En términos analítico, un campo puede definirse como una red o

configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones

se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que

imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o instituciones, por su

situación (sitos) actual y potencial en la estructura de la distribución de

las diferentes especies de poder (o de capital) —cuya posesión implica el

acceso a las ganancias específicas que están en juego dentro del

campo— y, de paso, por sus relaciones objetivas con las demás

posiciones (dominación, subordinación, homología, etc.)” (Bourdieu y

Wacquant, 1995: 64)

Estas ideas nos sirvieron para construir y analizar un espacio social

particular, la Orquesta Puerto Musical (OPM) perteneciente al Programa

13 Da cuenta de esto, la perspectiva de Michel Foucault (1979) sobre el poder,


entendido no como “cosa” sino como relación, vinculada a las nociones de microfísica,
“normalización” y biopoder entre otras.

22
de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles del Bicentenario (POyCB)

atendiendo a las distribuciones desiguales de los agentes sociales, sus

diferencias de capital e intereses, y a las luchas de estos por mantener o

modificar sus posiciones; estudiarlos en relación a otras instituciones,

políticas culturales y socio-educativas, a la vez que analizarlos en tanto

“caso particular de lo posible” (Ibíd. 173).

Por otra parte, recuperamos las críticas del modelo burocrático y

estatocéntrico acerca del Estado y las políticas públicas de Adela Franzé

Mudanó (2013). La autora, caracteriza dicho modelo como un conjunto

de presupuestos sobre “lo político”, comenzando por la escisión de “lo

social”. Y advierte algunas consecuencias sobre su reproducción

acrítica en la investigación.

“Las repercusiones de este modelo típico-ideal sobre el conocimiento

socioantropológico son múltiples, en la medida en que puede orientar la

atención analítica hacia las categorías, los recortes y tópicos,

preconstruidos en y por el discurso político-tecnocrático” (Ibíd. 3).

Con esta intención nos propusimos aguzar la mirada sobre algunos

supuestos del mundo social estudiado, identificando (pre) conceptos del

mencionado modelo típico ideal y sus asociaciones como

“estado/sociedad civil; centro/periferia; hacedores/receptores de

políticas, etc.” (Ibíd.12).

Esta perspectiva coincide con lo planteado por Bourdieu y

Wacquant (1995), en cuanto a la aplicación de la “duda radical”

23
(Ibíd. 177) para analizar al Estado, así como a los problemas

sociales, que este reconoce como legítimos.

También acordamos con Cris Shore (2010), en cuanto al sentido

sociocultural de la formulación de las políticas públicas, y por ende, en la

valorización del enfoque antropológico para abordar este campo. Esto

implica asumir un recorrido no lineal, sino complejo y contextualizado,

que de cuenta de los procesos sociales cotidianos, en donde aquellas

están inmersas, siendo disputadas, significadas e interpretadas por

diversos actores sociales.

“La antropología tiende a resaltar la complejidad y lo desordenado de los

procesos de formulación de políticas, en particular las maneras ambiguas

y a menudo disputadas en que las políticas son promulgadas y recibidas

por la gente, por decirlo de alguna manera, “en el terreno”” (Ibíd. 9).

Además tal encuadre privilegia el contexto y significado de las políticas

públicas, así como sus funciones, intereses, efectos y relaciones

institucionales, sin descuidar el análisis de la dimensión propiamente

política de las mismas. En términos del autor “la naturaleza

inherentemente política de la formulación de políticas públicas” (Ibíd. 10).

Esto último fue de especial interés para abordar los cambios ocurridos

en la OPM a partir del cambio de gobierno (y de orientación política)

ocurrido durante el transcurso de esta indagación en diciembre de

2015.

24
Siguiendo esta línea, recuperamos la Tesis doctoral de Raggio (2013)

acerca de las relaciones entre el campo poder y el campo cultural, y

sus efectos en la orientación de las políticas públicas culturales. Este

trabajo tiene como objeto empírico la constitución de tales políticas en

relación a las continuidades y rupturas de las gestiones de la Ciudad de

Buenos Aires (CABA) en el período 2000-2010 (Raggio, 2013: 2).

Además, como valor agregado para la investigación presente, analiza los

primeros años de la gestión de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno

de CABA (2008-2015), e indica alguna de sus características como el rol

subsidiario del Estado con respecto del sector privado y de las

asociaciones de la sociedad civil (Ibíd.: 277).

Estas cuestiones adquieren relevancia y alcance nacional a partir de las

elecciones de 2015, donde Mauricio Macri fue electo Presidente de la

República Argentina.

Para continuar abordaremos en el siguiente acápite, qué entendemos

por Estado y políticas públicas.

Aproximaciones al Estado y las políticas públicas.

Situar nuestra perspectiva sobre el Estado, nos remite a repasar

las diferentes teorías de la sociología clásica, ya que en el división

intelectual del trabajo las llamadas “sociedades con estado” fueron

25
objeto de la sociología; mientras que la antropología se reservó el

dominio del conocimiento sobre las “sociedades sin Estado”14.

A pesar de sus diferencias, ya sea en su vertiente contractualista

(Hobbes, Rousseau); o en tanto emergente de la lucha de clases (Marx,

Engels) o como expresión de la violencia legítima (Weber), encontramos

que estos autores “clásicos” nos presentan al Estado como la

organización predominante de las relaciones de poder en las sociedades

modernas.

Para esta conceptualización nos aproximaremos a los escritos de Karl

Marx y de Antonio Gramsci, en relación al concepto de hegemonía.

En cuanto a los estudios contemporáneos, retomaremos algunas ideas

de Michel Foucault, a partir de su aproximación microfísica del poder,

y de Pierre Bourdieu en relación a la violencia simbólica.

Marx: opresión y ocultamiento

Para comenzar nos interesa retomar la centralidad del análisis

histórico-político de Karl Marx (1818-1883) en sus estudios sobre el

origen del Estado moderno y el surgimiento del capitalismo.

Para la teoría marxista, la sociedad está divida en clases con intereses

antagónicos (dada su posición respecto de las relaciones sociales de

producción), y la forma de resolver dicho antagonismo es lo que

promueve el cambio social a partir de la lucha de clases. En este

14 Para ampliar recomendamos, Schavelzon, Salvador (2010): La antropología del


estado, su lugar y algunas de sus problemáticas. En PUBLICAR - Año VIII No IX -
Junio de 2010.

26
esquema, el Estado es producto de relaciones sociales e históricas

específicas, a la vez que se señala el carácter de

ocultamiento/naturalización de las reglas jurídicas respecto de las

desigualdades sociales.

“Mi investigación desembocó en el resultado de que tanto las condiciones

jurídicas como las formas políticas no podían comprenderse por sí

mismas ni a partir de lo que ha dado en llamarse el desarrollo general

del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones

materiales de vida, cuya totalidad agrupa Hegel (…), bajo el nombre de

“sociedad civil”, pero que era menester buscar la anatomía de la sociedad

civil en la economía política.” (Marx, 1987: 66)

Así con Marx abordamos el análisis del Estado a partir de una

aproximación materialista histórica, en la cual resultan clave conceptos

como economía política, condiciones materiales de vida, lucha de clases y

sociedad civil.

Hegemonía y Microfísica en los análisis acerca del poder y su expresión en las

políticas públicas.

Siguiendo a Marx, Antonio Gramsci (1891-1937), miembro

fundador del Partido Comunista Italiano, reelabora en clave marxista la

idea de Estado. Nos interesa remarcar que gran parte de la obra de este

autor, fue elaborada durante su encarcelamiento (1926-1937) por el

régimen del nacional fascista encabezado por Benito Mussolini. En

dicha obra, publicada como “Cuadernos de la Cárcel” (1929-1937) se

encuentra desarrollado el concepto de hegemonía, con el cual Gramsci

27
analiza una de sus principales preocupaciones: cómo avanzar hacia el

socialismo en sociedades de capitalismo avanzado, contribuyendo así a

la victoria del socialismo en Italia.

A partir de las “Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno”

(Gramsci, 2017) apuntamos que si bien el Estado es para Gramsci un

ámbito privilegiado de poder, es en la sociedad civil a través del logro de

consensos que se logra la hegemonía. Así la dominación resulta de una

conjugación de factores coerción y de aprobación o consentimiento, ya

que sin devaluar los aspectos económicos, logra articular una

orientación “ético-política” (Ibíd. 48).

Profundizando el análisis, Gramsci añade que la producción de los

valores hegemónicos, es una función que está a cargo de un grupo

social específico: los intelectuales orgánicos, quienes se encargan de (re)

producir ideología, es decir las ideas de la clase dominante, con el

objetivo de lograr la dirección intelectual de la sociedad y mantener la

estructura social de cada momento histórico (Gramsci, 2006; Raggio,

2013).

Así en el proceso de construcción de hegemonía intervienen diferentes

actores (Estado, sociedad civil) y elementos o variables (económicos,

políticos, culturales) que resultaran claves en la construcción de las

políticas públicas.

Desde una perspectiva gramsciana, entendemos a las políticas públicas

como enclaves para comprender la conformación de proyectos

28
hegemónicos, los cuales también abarcan intereses y tendencias de los

grupos subalternos, a modo de concesiones de los grupos dirigentes. El

carácter disputado de la hegemonía, hace que las políticas públicas

sean resultado de un proceso de lucha y negociación, es decir que

formen parte de un “equilibrio de compromiso” entre unos y otros

(Gramsci, 2006: 48).

Partiendo de esta formulación general, incorporamos algunas

reflexiones contemporáneas al estudio del poder y la gubernamentalidad

realizadas por Michel Foucault (1978).

Para este autor la discusión acerca del Estado está planteada en los

siguientes términos: gubernamentalidad, problemas de gobierno,

población, poder-saber-verdad, tecnologías/dispositivos de poder,

biopolítica. Así el eje de la problematización, no gira en torno al

concepto de Estado: “Después de todo, el Estado sólo es quizás una

abstracción mitificada cuya importancia es mucho más reducida de lo

que se cree” (Foucault, 1978: 17).

A pesar de la ambigüedad de esta definición, recuperamos su proyecto

genealógico de estudiar al poder, a partir de sus mecanismos, a la par

que cuestionando los efectos del saber de los discursos establecidos,

por ejemplo del discurso científico (Foucault, 1979). Esta perspectiva

nos permite, extender el análisis más allá de los esquemas jurídicos y

represivos, para problematizarlo como red, como acto cotidiano, como

subjetivación.

29
“cuando pienso en la mecánica del poder, pienso en su forma capilar de

existencia, en el punto en el que el poder encuentra el núcleo mismo de

los individuos, alcanza su cuerpo, se inserta en sus gestos, sus actitudes,

sus discursos, su aprendizaje, su vida cotidiana.” (Ibíd. 89)

En lo que respecta a esta indagación, la cuestión de "cómo" se ejerce el

poder, constituye un atractivo punto de partida para analizar la/s

política/s pública/s.

“El análisis del poder "allí donde se ejerce", tiene la ventaja de dar una

perspectiva del Estado partiendo de la realidad de las prácticas

políticas.” (Abélès, 1997, s/n)

Así mismo, la genealogía foucaultiana analiza el surgimiento del

“problema del gobierno”, donde resulta clave la noción de población,

presentada como fin e instrumento del gobierno (Foucault, 1978).

“La población va a aparecer como sujeto de necesidades, de

aspiraciones, pero también como objeto entre las manos del gobierno,

consciente frente al gobierno de lo que quiere, e inconsciente también de

lo que se le hace hacer.” (Ibíd. 14)

En relación a la población, Foucault (2008) propone la emergencia de la

sexualidad y el biopoder como dispositivos y tecnologías de

control/normalización. Desde esta perspectiva las políticas públicas

pueden entenderse como tecnologías o mecanismos de poder, históricas

y factibles de analizar en tanto definen y constituyen poblaciones

30
normalizadas. Estudiar a éstas como efectos de poder, nos permite

observar cómo se gobierna y a partir de qué medios.

Así mismo nos interesa puntualizar sobre cómo se actualizan y enlazan

la acción del poder y sus resistencias, es decir analizar los márgenes de

agencia de lxs sujetos, sus estrategias y luchas por resignificar, en el

ámbito de la gestión, la direccionalidad de las políticas.

Sintetizando, el recorte propuesto enfatiza, a partir de Marx y Gramsci,

los aspectos político-económicos y culturales de la formación del

Estado, en tanto relaciones de poder donde se articulan sometimientos,

obediencias, negociaciones y consensos.

A la vez, advierte junto con Foucault, la multiplicidad de formas de

poder, o micropoderes, que exceden las instituciones gubernamentales,

a la vez que destaca la emergencia histórica de una esfera

administrativo/burocrática relacionada con la gubernamentalidad. Esta

implica instituciones y saberes específicos, que transforman la acción

de gobierno en un dispositivo para la creación y el control de las

poblaciones y su normalización. Nos interesa indagar particularmente en

la conformación de estas poblaciones, así como en las contradicciones y

resistencias operadas en el proceso.

A partir de este recorrido, incorporamos también el acercamiento de

Bourdieu al análisis del Estado, a partir de las nociones campo de poder

y capital simbólico, remarcando la interacción de los aspectos políticos,

burocráticos y simbólicos respecto del Estado y las políticas públicas.

31
El campo del poder y el capital simbólico

Al igual que en Foucault, la perspectiva de Bourdieu (1997) sobre el

Estado remarca el carácter histórico de la conformación del Estado,

mientras que a diferencia de aquel autor, refuerza la encarnación

objetiva y subjetiva del Estado. Así, recuperando la idea de dominación

de Weber, Bourdieu tensa el análisis entre aspectos y mecanismos

estructurales/estructurantes, junto con estructuras y mecanismos

subjetivos (como los esquemas de percepción y pensamiento),

destacando la apariencia de naturalidad con que instituyen y se

instituyen los actos de Estado.

“el Estado es una X (por determinar) que reivindica con éxito el

monopolio del uso legítimo de la violencia física y simbólica en un

territorio determinado y sobre el conjunto de la población. Si el Estado

está en condiciones de ejercer una violencia simbólica es porque se

encarna a la vez en la objetividad bajo la forma de estructuras y

mecanismos específicos y también en la "subjetividad" (…)” (Bourdieu,

1997: 97 y 98).15

Siguiendo al autor, el Estado es producto de un proceso de

concentración de diferentes capitales (de fuerza física, económico,

cultural). No obstante, es el capital simbólico lo que da especificidad al

poder estatal, al establecer las propias categorías de percepción y (re)

conocimiento, es decir se convierte en “una especie de meta-capital,

15 El subrayado es itálica en el original.

32
otorgando poder sobre las demás clases de capital y sobre sus

poseedores”. (Ibíd. 99)

Hasta aquí apuntamos las contribuciones teóricas de pensadores

europeos respecto del Estado, pero ¿qué particularidades aportan los

estudios latinoamericanos, qué diferencias e implicancias teóricas y

metodológicas se imbrican al analizar los Estados latinoamericanos?

(O´Donnell y Oszlak, 1981).

Aportes de los estudios latinoamericanos del Estado en el período


reciente.

Sin ánimo de exhaustividad, destacamos para comenzar algunos

tópicos comunes de la bibliografía consultada sobre los Estados

latinoamericanos, tomando como referencia el período comprendido

entre los años ´70 del siglo XX y hasta la actualidad.

En primer lugar, la preocupación por articular el análisis del Estado y

la democracia (Lechner, 1996; O´Donnell, 2008; Rinesi, 2013).

Entendemos que esta característica está asociada a la historia reciente

de la región, vinculada a golpes de estado y dictaduras cívico-militares.

Otra premisa que caracteriza a este campo de estudio, es la indicación

acerca de la fragmentación social y las trayectorias de las desigualdades

sociales en nuestra región, profundizadas por los ciclos neoliberales de

finales del Siglo XX. (O´Donnell, 2008; García Linera, 2016).

En la línea de la historia reciente y particularmente referida a América

del Sur, hallamos estudios que se centran en la emergencia de

33
gobiernos, definidos alternativamente como progresistas, reformistas,

populistas o nueva izquierda (Sader 2009; Natanson 2010; García

Linera, 2016). A pesar de las diferencias entre países, destacamos como

eje común de estos gobiernos la unidad regional; a pesar de las

diferencias entre unos y otros, coincidimos en la adjetivación de pos-

neoliberal en referencia a la centralidad otorgada al estado en la

regulación de la vida social (Sader, 2009; Raggio, 2013).

Por otro lado, hallamos investigaciones que analizan las vinculación de

los Estados locales en relación al mercado trasnacional globalizado

(Vilas, 2007; Ribeiro, 2003).

Específicamente para la Argentina y en relación al tema de

investigación, ahondaremos en la revisión de los primeros puntos: la

relación Estado y democracia; el desarrollo de políticas públicas en

escenarios de profunda fragmentación y desigualdad social, las

diferencias y continuidades entre los regímenes democráticos

neoliberales de los ´90 y la emergencia de los mencionados gobiernos

pos-neoliberales16. Situamos entre estos últimos a los gobiernos de

Néstor Kirchner (2003-2007) y los mandatos de Cristina Fernández de

Kirchner (2007-2011 y 2011-2015)17.

16 Siguiendo a Emir Sader (2009) ubicamos como hitos en esta etapa: la elección
presidencial de Hugo Chávez en Venezuela (1998), así como la derrota del golpe
militar contra este en 2002; las asunciones de Ignacio Lula da Silva y Néstor Kirchner
en 2003, en Brasil y Argentina; Tabaré Vázquez en Uruguay en 2004; Evo Morales en
Bolivia en 2006; Rafael Correa de Ecuador y Daniel Ortega de Nicaragua ambos en
2007; y la de Fernando Lugo en Paraguay en 2008.
17 Caracterizamos al Kirchnerismo como un período de ampliación de derechos, a

partir de los cambios en la política de derechos humanos, la creación de la Asignación


Universal por Hijo para Protección Social (AUH) y la obligatoriedad de la escuela
secundaria, entre los aspectos que consideramos más relevantes para el caso en

34
Por otra parte el cambio de gobierno en diciembre de 2015, y la

asunción de la fórmula presidencial Mauricio Macri-Gabriela Michetti,

concertó la apertura de un nuevo ciclo neoliberal, en consonancia con

cambios políticos regionales18.

Estado, democracia y políticas públicas en América Latina

Reforzando la necesidad de un análisis integral sobre el Estado, nos

interesan las consideraciones de O´ Donnell (2008), quien da

centralidad a las diferencias entre Estado y regímenes del Estado, así

como la definición de cuatro funciones básicas del mismo. En principio

este autor define al Estado como:

“un conjunto de instituciones y de relaciones sociales (la mayor parte de

ellas sancionadas y respaldadas por el sistema legal de ese Estado) que

normalmente penetra y controla el territorio y los habitantes que ese

conjunto pretende delimitar geográficamente. Esas instituciones tienen

como último recurso para efectivizar las decisiones que toman, la

pretensión de monopolizar la autorización legítima de los medios de

coerción física, y además pretenden ejercer supremacía en el control de

estudio. De modo esquemático destacamos algunos hitos en las políticas


socioeducativas y culturales de este período: 2006: Ley de Educación Nacional N°
26.026. 2008: Creación de la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas (antes
Políticas Compensatorias) en el ministerio de Educación de la Nación. 2008:
Lanzamiento del POyCB como línea de acción de la Dirección Nacional de Políticas
Socioeducativas. 2014: Jerarquización de la Secretaría de Cultura de la Nación al nivel
de ministerio. (Decreto presidencial 641/2014).
18 Destacamos en este sentido las destituciones de Fernando Lugo en Paraguay en

2012, y Dilma Rousseff en Brasil en 2016; así como las victorias electorales de
Sebastián Piñera en Chile (2010-2014; 2017 hasta la actualidad). Para los casos de
Argentina y Brasil ver: https://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-313307-
2016-11-03.html [3/7/18]

35
dichos medios, que algunas agencias especializadas del mismo Estado

normalmente ejercen sobre aquel territorio.” (Ibíd. 8)

Siguiendo a O´ Donnell (2008) según esta definición weberiana, el

Estado tiene cuatro dimensiones básicas: un conjunto de burocracias

que marcan su eficiencia; un sistema legal que da cuenta de su

efectividad; la intención de crear un foco de identidad colectiva, donde

se expresa su credibilidad como constituyente y garante del bien

común; y por último un aspecto de filtro resultado de su anclaje

territorial que media entre mercados y poblaciones, entre otros (O´

Donnell, 2008: 8 y 9).

Por otra parte, el autor remarca la existencia de diversos regímenes de

Estado, apuntando a cómo se toman las decisiones gubernamentales

según acceso a posiciones de gobierno, actores, instituciones y medios

legitimados para tal fin, al tiempo que centra su atención en el régimen

democrático y en su relación con el Estado.

En la medida de nuestro análisis sobre el POyCB, esta perspectiva nos

interesa en tanto enfatiza que el régimen democrático es la principal

fuente de legitimación de las políticas públicas, de la credibilidad del

Estado y del gobierno (O´ Donnell, 2008).

A la vez sostiene que el aparato estatal gestiona dichas políticas a través

de diversas instituciones (en nuestro caso escuelas, universidades,

articulaciones con centros de salud locales), en sus diferentes niveles

(Nación-Municipio; Nación-Provincia-Municipio) y mediante relaciones

36
sociales sancionadas legalmente. Esto nos concierne especialmente en

términos de las prácticas y las consecuencias sobre la cotidianeidad de

lxs sujetos involucradxs: lxs destinatarios, lxs agentes institucionales,

lxs trabajadores de la cultura y la educación, entre otrxs.

Así desde una perspectiva histórica y geopolítica, entendemos a las

políticas públicas como una forma de estudiar el Estado “en acción”

(Oszlak y O´Donnell, 1981: 104) o “en movimiento” (Raggio, 2013: 22).

Es decir, entendemos que éstas son históricas, por lo tanto,

cambiantes, así como disputados los sentidos de sus categorías e

intervenciones: qué se piensa como problema y qué no, sobre qué se

interviene y sobre qué no (País Andrade et al, 2015).

Consideramos entonces que las políticas públicas, ya sean educativas

(Duschatzky y Redondo, 2000), culturales (Raggio, 2013) o sociales

(Raggio y Sabarots, 2012), no son construcciones aisladas ni estáticas,

ya que se desarrollan en contextos nacionales, regionales y geopolíticos

específicos. Además intervienen en su implementación y puesta en

práctica diversos actores, quienes aún con diferencias en cuanto a su

incidencia, moldean, ajustan y redefinen términos y prácticas de las

mismas.

Desde las ciencias políticas, Oszlak y O´ Donnell (1981) indagan la

noción de cuestiones socialmente problematizadas, para dar cuenta del

carácter de construcción social, es decir de los diversos actores que

intervienen y el sentido disputado de las mismas.

37
“Ninguna sociedad posee la capacidad ni los recursos para atender

omnímodamente la lista de necesidades y demandas de sus integrantes.

Sólo algunas son "problematizadas", en el sentido de que ciertas clases,

fracciones de clase, organizaciones, grupos o incluso individuos

estratégicamente situados creen que puede y debe hacerse "algo" a su

respecto y están en condiciones de promover su incorporación a la

agenda de problemas socialmente vigentes. Llamamos "cuestiones" a

estos asuntos (necesidades, demandas) "socialmente problematizados".

(Ibíd. 110)

Sintetizando, con el objetivo de describir y analizar al POyCB, partimos

de un acercamiento a las políticas públicas como cuestiones o

construcciones sociales (Oszlak y O´ Donnell, 1981, Grassi, 2004;

Raggio, 2013).

Así mismo destacamos una diferencia entre lo que plantean Grassi

(2004) y Raggio (2013), respecto de la autonomía de los campos cultural

y político. Mientras que la primera plantea “que no hay espacios

autónomos en la vida social cuya dinámica se rija por leyes ajenas a la

acción propiamente política”. (Grassi, 2004:7-8); Raggio (2013) matiza en

su hipótesis esta afirmación: mientras en las esferas de conducción del

aparato estatal esto parece confirmase, existe mayor independencia o

una autonomía relativa “en las prácticas de los agentes institucionales

que implementan los programas” (Raggio, 2013, 4). Dicha autonomía

expresa también una acción política, solo que en contradicción con los

niveles de conducción. Este último argumento se resume en el concepto

38
de autonomía variable (Williams, 1982), donde se diferencian los polos

de conducción y el de los técnicos y profesionales, a la vez que indica

los límites de esta: los contextos de fuerte ruptura en la dirección u

orientación política.

El escenario político trazado a partir de la asunción de Mauricio Macri,

como presidente de la Nación en diciembre de 2015, se inscribe en esta

descripción de cambio de orientación política, resultando una clave

analítica fundamental de esta investigación.

En lo que sigue, especificaremos algunos conceptos propios de las

políticas culturales y socio-educativas, que nos fueron de referencia en

la investigación.

Cultura y políticas culturales

Para analizar el POyCB en tanto política pública, socio-educativa y

cultural, comenzaremos por definir qué entendemos por cultura.

Siguiendo a Grassi (2004), abordamos la cultura como un concepto

polisémico que alude tanto a los “modos de vida” como a las

“representaciones simbólicas”. Desde su concepción antropológica, la

cultura es entendida como:

“la vida social misma, que es inaccesible sino por vía de lo que los

agentes sociales expresan (dicen, hacen, declaran, ocultan o desean)

respecto de su sociedad (de sus fines, de sus valores, de sus mitos, de

los demás miembros, de su organización, de sus instituciones” (Grassi,

2004: 15)
39
Esta autora, enfatiza la necesidad de separar analíticamente a la

cultura, a la vez que refuerza su carácter interdependiente: es decir la

no autonomía de la misma respecto de la totalidad social, aspecto

problemático según consignamos en el apartado anterior.

Por otro lado, nos interesa retomar la propuesta de “ciudadanía

cultural” de Marilena Chaui (2013) así como sus críticas a las

concepciones de cultura instrumentales, de entretenimiento y a la

división entre cultura popular - cultura de elite.

Para comprender el énfasis político y democrático de este planteo, cabe

situarlo en su contexto de elaboración: la experiencia institucional

realizada por Chaui en la Secretaría Municipal de Cultura de San Pablo

(1989-1992), donde enfatiza la necesidad de una política cultural propia

del Partido de los Trabajadores.

En este sentido, la autora denuncia la adhesión a las ideas de cultura

dominante de los dirigentes del propio Partido de los Trabajadores (PT),

en lo que define como una “interpretación equivocada de las ideas de

Gramsci” (Ibíd.: 15). Ampliando esta idea, refiere: “no se trata de

instrumentalizar la cultura para la lucha política sino de hacer de la

propia lucha por la hegemonía el proceso histórico de institución de una

cultura política”19. (Ibíd.: 14-15).

Retomando a Gramsci, Chaui (2013) vincula cultura y hegemonía:

“hegemonía es sinónimo de cultura en sentido amplio, y sobre todo, de

cultura en una sociedad de clases” (Ibíd.: 29). Siguiendo a la autora, por

19 El subrayado figura como bastardillas en el original.

40
sentido amplio, entendemos las representaciones que los sujetos

sociales hacen de sí mismos y el mundo que los rodea (resultando

similar a la definición antropológica citada en el comienzo del acápite);

pero también incluye, y de forma principal, el proceso de lucha,

resistencia, oposición y desafíos contrahegemónicos, involucrados, de

forma contradictoria, en la cultura dominante.

Así, siguiendo la línea gramsciana, y en relación al ejercicio de las

políticas culturales, nos interesa acercamos a la noción de “ciudadanía

cultural” donde la autora se refiere específicamente a “la cultura como

derecho de los ciudadanos, sin confundirlos con las figuras del

consumidor ni del contribuyente.” (Ibíd., 81).

Así avanza en la definición personificando la noción de ciudadano en los

trabajadores (históricamente excluidos del derecho a la cultura) y en los

creadores no reconocidos por los poderes dominantes (Chaui, 2013).

Completa la propuesta de ciudadanía cultural, considerando a la cultura

como trabajo, como proceso de creación determinado por las

condiciones materiales e históricas de su realización (Chaui, 2008).

Sintetizando, la noción de ciudadanía cultural, nos resulta apropiada

para trabajar el POyCB en tanto política pública cultural orientada a

jóvenes de sectores vulnerables, y vinculada la democratización de una

práctica musical históricamente elitista como la orquestal.

41
Por otra parte, problematizando el campo de las políticas culturales

desde una perspectiva latinoamericana, Néstor García Canclini (1987),

resulta un autor de referencia.

“Entenderemos por políticas culturales el conjunto de intervenciones

realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos

comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico,

satisfacer las necesidades culturales de la población, y obtener consenso

para un tipo de orden o de transformación social” (Ibíd.26).

Por un lado, destacamos de esta noción la relación entre lo simbólico y

lo material, entendiendo a las políticas culturales como un aspecto

fundamental y necesario de legitimación y/o impugnación del orden

social vigente.

Por otra parte a diferencia de García Canclini (1987) y en consonancia

con Raggio (2013) no acordamos con equiparar el rol del Estado y su

papel como garante de derechos, con las intervenciones realizadas

desde las instituciones de la sociedad civil y los grupos u organizaciones

sociales dedicadas a la cultura. Retomando la Declaración de los

Derechos Culturales (2007), elaborada por el Grupo Friburgo, la autora

subraya la supremacía del Estado sobre el resto de la sociedad civil,

aun remarcando los inconvenientes que implica este ejercicio:

“En relación con quien/quienes están obligados a satisfacer las

necesidades culturales no debería equipararse a las organizaciones de la

sociedad civil con el Estado (…), aunque subsiste la dificultad para que

42
los Estados se hagan cargo de su responsabilidad para garantizar estos

derechos” (Raggio, 2013: 78)

También Chaui (2013) coincide en la centralidad del rol Estado, en

tanto garante del derecho a la cultura más que en el rol de productor

cultural. Para esta autora, el Estado no produce cultura, sino que es

producido por ella y tiene como objetivo garantizar el derecho a la

cultura. El rol de garante hace que sea un agente central de las

políticas culturales, en tanto agente irremplazable de la

democratización cultural.

Para finalizar, entendemos que problematizar el campo cultural, implica

analizar y tensionar la (re)construcción de identidades colectivas y

subjetividades, entendiendo a estas como construcciones estratégicas,

posicionales y no esencialistas (Bourdieu, 1995; Hall, 2003 [1996]), en

las que el Estado ejerce un papel central.

Nos proponemos entonces reformular la pregunta de García Canclini

(1987) “¿Qué hace la gente con lo que las políticas hacen de ellos?” (Ibíd.:

56), para preguntarnos:

¿Cómo se legitiman e impugnan las políticas culturales?, ¿Qué idea/s de

Estado suponen?, ¿Qué sujetos y poblaciones se (re) construyen en el

ejercicio de una política cultural particular?

43
Breve historización de las políticas sociales y socio-educativas en
Argentina.

Si bien en un primer momento nos interesaba analizar el POyCB

principalmente como política cultural, nos replantemos ampliar este

marco a partir del trabajo de campo y su análisis posterior. Así fuimos

incorporando lecturas y discusiones del campo de las políticas sociales

y socio-educativas, que complementaron la mirada a cerca de la OPM y

enriquecieron su análisis.

Algunas de los interrogantes que se plantean Garay et al. (2012),

respecto de las políticas socioeducativas, nos resultaron potentes

disparadores para abordar este campo:

¿Cómo, qué es hacer políticas socioeducativas? ¿Siempre hubo políticas

socioeducativas? ¿Las políticas socioeducativas son solo para “los

sectores vulnerados”? ¿Son políticas para pobres; son parches; son by-

pass? ¿Cómo atraviesan la antinomia: universales vs. focalizadas? (Ibíd.:

10).

A la vez nos interesa retomar la historización que propone Sofía Thisted

(2012) analizando los modos en que fueron tratadas las desigualdades

sociales y las diferencias culturales, en el sistema educativo local. Si

bien plantea que las mismas fueron continuamente objeto de

intervención de la sociedad civil y del Estado, puntualiza tres períodos

específicos respecto a su tratamiento: finales del SXIX y comienzos del

siglo XX, finales del siglo XX, y comienzos del siglo XXI.

44
Siguiendo a esta autora, la educación en Argentina, fue una de las

primeras políticas públicas pensadas sistemáticamente por el Estado,

desde comienzos del siglo XX. Así, bajo un discurso homogeneizador

que apuntaba a disolver las diferencias culturales se constituyó a la vez

como vía de acceso a la ciudadanía mediante la incorporación a la

cultura letrada, “a cambio de que dejaran de lado sus propios repertorios

culturales” (Ibíd. 18).

Respecto de la desigualdad social, solo fue parcialmente reconocida

entendiendo a la pobreza como un fenómeno particular de los sujetos y

sus familias, antes que objeto de políticas educativas regladas (Ibíd. p.

22).

Así, durante el siglo XX a la par que se masifica especialmente la

escuela primaria se fragmenta el sistema escolar, generando

desigualdades entre escuelas con cooperadoras solventes

económicamente y otras que no, diferencias entre el turno mañana

(hijos de profesionales) y el turno tarde (hijos de obreros y empleados),

entre otras cuestiones. En el mismo texto Thisted advierte que estas

cuestiones son invisibilizadas en algunos análisis en pos de una idea

nostálgica de las políticas universales, a la par que se profundizaron

con las políticas económicas implementadas por el gobierno de facto

(1976-1983) y se acentuaron en la década de 1990.

El nuevo escenario, planteado por las políticas neoliberales propiciadas

por el llamado “Consenso de Washington” implicaron en líneas

generales una reforma del Estado tendiente a consolidar la primacía del

45
sector financiero de la economía sobre el industrial, un aumento de la

polarización social, así como una “profundización de la pobreza y

crecimiento del desempleo; y la disolución de los lazos de integración

ciudadana fundados en políticas de aspiración universal, entre otras”.

(Feldeber y Gluz, 2011, 340)

Este último punto es especialmente relevante para el caso de estudio ya

que retoma las discusiones acerca de la focalización y/o universalidad

de las políticas sociales y educativas.

En lo específico de las políticas educativas, definimos a estas a partir de

dos aspectos vinculados y no exentos de conflictividad: la creación de la

conciencia nacional, así como la capacitación de la mano de obra para

la incorporación a la economía local accesoria a los requerimientos del

sistema internacional (Grassi et al; 1994).

“La “educación nacional” se convirtió en un asunto de estado –el “Estado

Educador”- al mismo tiempo que una cuestión problematizada por los

distintos sectores sociales que pugnaban por su inclusión en el sistema”

(Ibíd.: 73).

En función de nuestro problema de investigación, acotamos las mismas

a la última etapa mencionada, a partir de la década de 1990,

caracterizada por la (re) organización de los bienes, servicios y

relaciones sociales, bajo la lógica del mercado; así como de la (re)

organización de las escuelas y su relación con la asistencia social.

46
En ese contexto la escuela “aparece” como un escenario posible para la

implementación de políticas socioeducativas por su extensión, personal

pago y también porque estas prácticas ya estaban presentes como parte

de su reportorio. (Thisted, Óp. Cit.).

Esta situación se agudiza con la crisis 2001, donde la pobreza irrumpe

en las escuelas, interpelando, resignificando y desbordando el para qué

de esta institución. El Colectivo Situaciones (2008), utiliza la metáfora

del “elefante en la escuela” para describir esta emergencia.

“Parece que cuando algo tan grande está tan cerca –como sucedería con

un elefante real dentro de una escuela verdadera– la relación entre

tamaño y cercanía hace que no podamos tener de inmediato un cuadro

de conjunto, sino que más bien suceda que choquemos con él una y otra

vez sin adivinar de qué se trata.” (Ibíd., 96).

Ante este escenario y recuperando distintas experiencias de

investigación-acción en instituciones educativas del Conurbano

Bonaerense, en el período 2000-2005, se preguntan:

“¿Qué puede una escuela? (…); ¿qué chicos quieren formar? (…) ¿Cómo ir

más allá de la posición en que los docentes funcionan como receptores de

demandas? (…); ¿Hay robos en la escuela. ¿Qué puede hacer la escuela

frente a esto? ¿Qué debería hacer? (…); ¿Es realmente posible concebir la

escuela como un sitio en el que ocuparse de los chicos, cuando éstos ya

47
no actúan como alumnos20, desacomodando los roles escolares?”

(Colectivo Situaciones, 2008: 103-54).

En contraste con “los 90” nos acercamos así a la tercera etapa

propuesta por Thisted, en la cual se reinstala la idea acerca de la

necesidad de políticas universales para el sector educativo. El

reemplazo del Plan Social Educativo (1993-1999), por Programa Integral

de Igualdad Educativa (PIIE) del 2004, es un ejemplo de esta situación.

Para caracterizar estas políticas educativas, mencionamos algunas de

sus diferencias.

Siguiendo a Feldfeber y Gluz (2011), caracterizamos al Plan Social

Educativo (PSE) a partir de la implementación de “políticas focalizadas

compensatorias (…) [que] Se proponen compensar las desigualdades de

origen de los estudiantes concentrando los recursos en la “población

objetivo”: los más pobres entre los pobres.” (Ibíd.: 343).

Como señalan Duschatzky y Redondo (2000) la centralización del PSE

en el Ministerio Nacional “resulta por lo menos extraña en el paisaje de

la descentralización.” Este incluyó principalmente becas, material

didáctico y mejoramiento de la infraestructura escolar, e implicó una

pérdida de autonomía de las provincias y escuelas respecto de

definiciones de política educativa y de proyectos institucionales

respectivamente (Feldfeber y Gluz, 2011).

En síntesis, la Reforma Educativa de los ´90 en general, y el PSE en

particular implicaron una transformación del sentido de la educación

20 Itálica en el original.

48
pública. Al modificar la lógica universalista característica del sistema

educativo argentino, ubicó como sujetos asistidos a los estudiantes en

situación de pobreza (Feldfeber y Gluz, Ibíd.); asimismo planteó la

intervención estatal, en términos de “ayuda” o “voluntad” más que en

términos de derechos sociales. (Duschatzky y Redondo, 2000).

En contraste, a partir de 2003, las políticas educativas asumieron un

cambio discursivo importante respecto de la relación pobreza-

educación. En este sentido la preocupación por la equidad se

transformó en inclusión, igualdad y la reinstalación de políticas de corte

universal (Feldfeber y Gluz, 2011). El mencionado PSE se reemplazó por

el Programa Integral de Igualdad Educativa (PIIE) implementado en

2004.

Siguiendo a Gluz y Chiara (2008) el PIIE señala los impactos escolares

de los acelerados procesos de empobrecimiento ocurridos a partir del

2001. Aunque conservando algunas intervenciones de corte focalizado,

por ejemplo la organización por programa (Feldfeber y Gluz, Ibíd.)

desplaza la discusión de la pobreza expresada como carencia de los

estudiantes, a mejorar las condiciones de enseñanza/aprendizaje: “El

programa construye como problema focal de la intervención las

deterioradas condiciones de enseñanza en escuelas que atienden a

sectores vulnerables” (Gluz y Chiara, Óp. Cit.: 9).

Resumiendo este apartado, destacamos la importancia de un enfoque

procesual e histórico para abordar las políticas públicas o de Estado

(Oszlak y O´Donnell, 1981). A la vez entendemos que la

49
contextualización es una operación metodológica fundamental de

nuestros propios problemas y preguntas de investigación (Rockwell,

1987). En ese sentido y en consonancia con el siguiente acápite acerca

de los estudios de género/s y sexualidad nos preguntamos:

¿Cómo se articulan las políticas públicas y la perspectiva de género/s?;

¿Qué aportes y limitaciones ofrece ésta para abordar el campo de las

políticas socio-educativas?; ¿Qué representaciones, discursos y prácticas

de género reconocen y circulan en una política pública concreta?; ¿Qué

tensiones se despliegan entre los roles tradicionales y disruptivos en

torno al género y la sexualidad?

Feminismos, estudios de género y antropología

Para abordar las preguntas precedentes comenzaremos analizando en

qué contexto y cómo se desarrollan los estudios de género y

sexualidades. En principio encontramos que estos tienen un origen

común: la teoría feminista, originada en EEUU y Gran Bretaña, en el

SXIX.

Siguiendo a Alicia Miyares (1994) el desarrollo de la teoría feminista

está ligado a dos tendencias sociales y políticas claves en el SXIX: el

liberalismo y el socialismo. La autora, enfatiza en este período la

organización en torno a garantizar para las mujeres derechos civiles

tales como: libertad, derecho a la propiedad y voto. Esta etapa es

50
conocida como feminismo de la “primera ola”21, y no estuvo exenta de

tensiones internas22.

La obtención de estos derechos y especialmente del voto femenino,

estuvo ligada entonces a los avatares de la historia política de

Occidente:

“El descalabro del orden europeo anterior a la Gran Guerra, con la

aparición de nuevas naciones producto del desmembramiento del Imperio

Austro Húngaro, la Revolución Rusa, la resaca postbélica... todo se

conjugo para que en la mayoría de los países se reconociera el derecho al

voto de la mujer: Holanda y La unión Soviética en 1917, Austria, Polonia,

Checoslovaquia y Suecia en 1918, Sudáfrica en 1930, España en 1931,

Brasil en 1934, Rumanía en 1935 o Filipinas en 1937. Tras la II Guerra

Mundial, además de Francia, sería concedido a las mujeres de la

inmensa mayoría de países del mundo, coincidiendo con las

21
Hay diferencias en la periodización de las etapas en el pensamiento feminista.
Amelia Valcárcel (2000) considera como “primera ola” el feminismo ilustrado del SXIII,
expresado por ejemplo en la obra “Vindicación” de Mary Wollstonecraft de 1792 y la
Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana (Olimpia de Gouges, 1791).
Por otra parte, Alicia Miyares (1994) reserva esta denominación para la etapa
siguiente, organizada alrededor de la obtención del sufragio, donde se crean
organizaciones de mujeres específicamente para tal fin. En este escrito seguiremos la
periodización de esta última. Por otra lado, para ampliar la relación feminismo-
socialismo ver: Miguel Álvarez, Ana de. (1994). El conflicto clase-sexo-género en la
tradición socialista. En Amorós (comp.) Historia de la Teoría Feminista. Madrid,
Dirección Gral. de Mujer/Universidad Complutense.
22 Para marcar estas diferencias y contradicciones, Miyares (1994) expone el recorrido

de las asociaciones sufragistas de EEUU Y Gran Bretaña. En EEUU se crea la


“Asociación Nacional pro sufragio de la mujer” (National Woman Suffrage Association
NWSA) en 1868 y un año después, la “Asociación Americana pro sufragio de la mujer”
(American Woman Suffrage Association AWSA) de carácter más conservador. Por otra
parte, en Gran Bretaña las reivindicaciones feministas incluían además del voto,
reformas en la legislación matrimonial y acceso a la educación. En este país, la obra
del economista utilitarista John Stuart Mill "La sujeción de la mujer" publicada en
1869 marcó el desarrollo del feminismo inglés. Harriet Taylor, segunda esposa del
escritor y activa militante, influyó de manera decisiva en el en el pensamiento
feminista de este autor.

51
independencias que se sucedieron al fin de los grandes imperios

coloniales”. (Miyares, Ibíd. s/n).

Mencionamos también que se obtuvo este derecho en EEUU (1920), en

Gran Bretaña (1928) y en Argentina (1947). A partir de su

reconocimiento el movimiento feminista entra en decadencia, acentuada

además por la “la bipolarización de la política entre conservadurismo y

socialismo” (Miyares, 1994, s/n).

Hacia la década de 1960, a la par de la efervescencia de otros

movimientos sociales y políticos, surgen nuevas demandas y

reivindicaciones centradas en el cuerpo y la sexualidad de las mujeres,

conocido como feminismo de la “segunda ola”23.

Para esta investigación fueron relevantes los planteos de la “segunda

ola”, en cuanto la centralidad analítica de la vida cotidiana, resumida

en el lema “lo personal es político”. Hallamos en esta “segunda ola” dos

ejes principales relacionados a la cotidianeidad como espacio de disputa

por la (re) producción de las relaciones entre hombres y mujeres. El

primero cuestiona la sexualidad-vida cotidiana- familia, como espacios

“privados” (Kate Miller, (1995) [1969]; Shulamith Firestone, 1976);

mientras que el segundo busca establecer la relación entre patriarcado

y capitalismo como sistemas de opresión (Hartmann, 1985; Young,

1992). En ambas líneas, además del anticapitalismo, se expresa la

importancia analítica de la cotidianeidad.

23 Recomendamos para esta etapa: Echols, Alice (1989); Puleo, Alicia (1994);
Hartmann, Heidi, 1985 [1980]; Young, Iris. 1992 [1981]. Para profundizar en las
diferencias al interior de la “segunda ola” entre “feminismo de la igualdad” y
“feminismo de la diferencia” ver: Pena, N. (2013).

52
En ese sentido concebimos las identidades y estereotipos de género

como hechos sociales que no se deprenden de la naturaleza, sino de

atribuciones culturales y simbólicas (Lamas, 1986). Así el énfasis en la

construcción cultural de género, socava las determinaciones biológicas

respecto de hombres y mujeres a la vez que se constituye como

herramienta para la lucha política.

Siguiendo a Joan Scott (1996) entendemos que género es una categoría

relacional y política, es decir una herramienta analítica fundamental

para comprender y complejizar el poder y las jerarquías sociales, dando

cuenta de una de las dimensiones más invisibilizadas de la desigualdad

social (Piscitelli, 1995; Tarducci y Daich, 2010).

Finalizando la década del ´70 y a partir de los ´80 se enriquecen las

discusiones teóricas a partir del surgimiento de múltiples “feminismos”

y los llamados enfoques de la interseccionalidad24. Estos últimos nos

interesan especialmente en cuanto a la centralidad de analítica del

género en articulación con otras categorías de

diferenciación/clasificación como clase y la pertenencia étnica.

Por otra parte iniciada la década del 1980 la misma categoría género es

desestabilizada en el marco de los estudios post estructuralistas

cuestionado el binarismo mujer(es)/varon(es)25.

24 Para ampliar: aportes del feminismo negro en bell hooks (1995) y Curiel, Ochoa
(2007); feminismo negro y lesbiano Manifiesto del Combahee (1977). Wittig, M (2006)
y Rich, A (1980) plantean la heterosexualidad obligatoria y el lesbianismo político.
Gargallo (2004; 2013) propone una recorrida por los feminismos indígenas y
latinoamericanos.

25 Para ampliar recomendamos Butler, Judith (2007) y Preciado, Beatriz (2011).

53
En nuestro país los Estudios de Género, comenzaron en el contexto de

la dictadura cívico-militar y tomaron el nombre de “Estudios de las

Mujeres”, traducción de “Women's Studies”, proveniente de Estados

Unidos y Europa, organizado hacia fines de los sesenta como "el brazo

académico del movimiento feminista” (Tarducci-Daich, 2010: 2).

Si bien se realizaban por fuera de las universidades, con la vuelta de la

democracia, se incorporaron a las mismas aunque de forma marginal.

Enfatizamos así la correlación entre “academia” y “movimiento”, o sea

entre los “Estudios de Género” y las discusiones de los múltiples

feminismos. En este sentido la antropología fue una de las disciplinas

más interpeladas para dar cuenta de los aspectos biológicos y

socioculturales de las diferencias sexuales (Lamas, 1986), así como de

las formas en que se viven identidades, roles y sexualidad según los

principios de división sexual que cada sociedad dispone26.

En cuanto a la articulación perspectiva de género y políticas públicas,

trabajos del ámbito local destacan la tardanza en incorporar dicha

perspectiva en temas centrales en la “agenda feminista”, como violencia,

educación sexual y derechos sexuales y reproductivos (del Río Fortuna

y Lavigne, 2009; Daich, 2012)27.

26 Además, en la década del ´70 se escribieron trabajos antropológicos emblemáticos


con una orientación marxista-feminista, como los de Shulamith Firestone (1970) y
Gayle Rubin (1975).
27 Mencionamos a su vez otros trabajos del ámbito local concentrados en las áreas

como: salud (Grimberg, 1999; 2001; 2002, Del Río Fortuna, 2009; Pozzio, 2011);
políticas sociales (Grassi, 2009; Del Río Fortuna et all, 2013; País Andrade y González
Martin, 2014; País Andrade et all., 2015); violencia (Otero, 2009; Daich, 2013); trabajo
(Bergesio, 2006; Goren, 2013); adopción (Tarducci, 2011); sexualidad (Del Río Fortuna

54
También destacamos los aportes de Marcela País Andrade y Miranda

González Martín (2018) al problematizar desde la perspectiva de géneros

(más allá del binarismo femenino/masculino), investigaciones e

intervenciones en y desde las políticas públicas en términos de las

múltiples articulaciones de poder(es).

“(…) forjamos una definición de géneros desde el feminismo, que intenta

dar cuenta de las relaciones de poder y de los procesos históricos que

producen desigualdades entre hombres y mujeres, llegando a una

concepción política y relacional (Scott, 1990). No postulamos al género

como algo que vamos a encontrar de forma aislada, sino como una

categoría de análisis que siempre aparece articulada con otras categorías

que observan las relaciones de poder específicas.” (País Andrade M. y

González Martín, M., 2018: 24)28

Estos trabajos nos permitieron visibilizar el entramado entre Estado-

Política/s-Cultura/s-Género/s, haciendo hincapié en el punto de vista y

de agencia de lxs sujetxs que tensionan y/o negocian dichas políticas.

También desde una perspectiva feminista crítica, Diana Maffia (2018)

advierte la necesidad de incorporar la perspectiva de género al análisis

de las políticas públicas.

y Lavigne, 2009) y educación (Lavigne, 2010; Palacios y Bilinkis, 2013). Para abordar
políticas públicas específicamente recomendamos Claudia Anzorena (2013).

28 El subrayado aparece en itálica en el original.

55
“Hacer neutrales las políticas públicas, no especificar el género de los

grupos más vulnerables y los destinatarios de las políticas, es un modo

insidioso de discriminar a las mujeres.”29 (2008: 1)

Aportes de (algunas) investigaciones sobre Orquestas en Argentina

En cuanto a los estudios anteriores sobre programas similares en

Argentina30, seleccionamos por un lado investigaciones de corte más

sociológico como las de María Villalba (2010), Gabriela Wald (2012) y

Karen Avenburg et al (2015); las producidas desde el campo de la

gestión cultural por Elsa Martínez (2016), Mercedes Ramírez (2017) y

Federico Escribal (2017), y por último los trabajos de María Laura

Fabrizio y Juliana Montero (2013, 2015) quienes abordaron el tema

desde la antropología de la educación.

Para comenzar, María Villalba (2010) plantea un estudio comparativo

entre el Programa de Orquesta Escuelas de Provincia de Buenos Aires

(POE) y el Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles de CABA

(POIJ). Retomamos de este trabajo la definición de las orquestas como

29 Maffía, Diana (2008). Contra las dicotomías. Feminismo y epistemología crítica.


Seminario de Epistemología Feminista. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de
Buenos Aires. Disponible en: http://dianamaffia.com.ar/archivos/Contra-las-
dicotom%C3%ADas.-Feminismo-y-epistemolog%C3%ADa-cr%C3%ADtica.pdf
[08/11/18]
30 Circunscribimos el recorte al ámbito local debido a la cantidad de estudios hallados.

Así mismo excluimos aquellos centrados en el área de la musicología como los


pioneros de Diana Fernández Calvo (2003) y la educación musical como De Couve A.
y Dal Pino C. (2007). Siguiendo a Wald (2012) destacamos que las primeras
experiencias de orquestas de este tipo en el país comenzaron en 1998 con la Orquesta
Escuela de Chascomús y Bariloche. Fuera de Argentina recomendamos los trabajos de
Geoff Baker sobre el Sistema de Orquestas de Venezuela y experiencia de orquesta en
Colombia. Ver https://geoffbakermusic.wordpress.com/

56
una “triada de políticas” (Ibíd. 168) por su componente social, educativo

y cultural.

Por su parte, Gabriela Wald (2012; 2018) analiza en su Tesis doctoral el

caso de dos orquestas de la Ciudad de Buenos Aires. Tomando el

concepto de “cultura como recurso” planteado por George Yúdice,

problematiza la influencia de estos programas en las trayectorias

biográficas de los propios participantes. Entre los hallazgos de su

investigación indagaremos en la denominada “afinidad electiva” (Ibíd.:

5) que muestra cierta coincidencia entre la propuesta cultural del

programa, y valores y prácticas de los jóvenes.

Avenburg et al (2015) proponen un interesante trabajo de

sistematización de los Programas de Orquestas y Coros, estatales, auto-

gestionados y/o de gestión mixta en el ámbito de la Ciudad de Buenos

Aires y los veinticuatro municipios del Gran Buenos Aires. Valoramos

la originalidad de estos trabajos en cuanto proveen una base con

información cuantitativa posible de consulta y actualización que incluye

una plataforma web con acceso gratuito31.

Desde el campo de la gestión cultural, Elsa Quintana (2016) explora los

procesos de interculturalidad originados por las migraciones y su

relación con la experiencia musical a partir del trabajo de campo en una

orquesta del POyCB. También desde esta especialidad y haciendo eje en

el concepto de interculturalidad, Federico Escribal (2017) asume la

http://musicainclusion.silk.co/ [8/11/17] En la actualidad no está


31

disponible.
57
potencialidad de las Orquestas Infantiles y Juveniles en clave de

promover y garantizar Derechos Culturales. Así, valoramos la

articulación analítica de estos trabajos y su perspectiva crítica.

Por su parte Mercedes Ramírez (2017), entiende al Programa de

Orquestas y Coros del Bicentenario como un “modelo educativo de

vanguardia” en tanto política pública que garantiza la perspectiva de los

Derechos Humanos. A la vez que advierte la necesidad de construir

indicadores cuantitativos y cualitativos para evaluar esta experiencia.

Vinculado a este aspecto, nos parece importante dejar planteada la

pregunta por los indicadores para evaluar políticas públicas. En el caso

de las políticas culturales, la necesidad y complejidad para establecer

indicadores que den cuanta de los procesos implicados en este campo

es mencionada por varios autores (Domínguez, 1996; Yúdice, 2002;

Bayardo 2010).

Por su parte, el abordaje comparativo de Fabrizio y Montero (2013;

2015) nos convoca a reflexionar sobre la cotidianeidad educativa y los

usos del arte en sectores sociales divergentes: una orquesta escuela a la

que asisten jóvenes de sectores populares y un consultorio

psicopedagógico, al que asisten chicos de familias de clases medias y

altas. A la vez las autoras destacan la potencialidad del abordaje

etnográfico para reflexionar en torno de las prácticas educativas y los

procesos sociales de producción de conocimiento, atendiendo a los

contextos de desigualdad social en los que se desarrollan.

58
En el próximo capítulo nos ocupamos de abordar el contexto

institucional en el que se desarrolló nuestra investigación: El Programa

Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles del Bicentenario.

59
CAPITULO 2: El Programa de Orquesta y Coros Infantiles y
Juveniles para el Bicentenario (POyCB)

Como desarrollamos en el capítulo anterior entendemos que las

políticas públicas son construcciones sociales, históricamente situadas

que se conforman en escenarios de disputa entre actores que tienen

desiguales posiciones de poder para definir, nombrar y ejecutar las

acciones que conforman dichas políticas.

Para dar cuenta de estas posiciones de poder, proponemos un recorrido

desde lo general o macro sociológico, a lo particular o micro sociológico.

Así el primer nivel de análisis está conformado por los documentos

oficiales, discursos de lxs funcionarios sobre el Programa de Orquesta y

Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario, en adelante POyCB, y

algunas notas periodísticas sobre el mismo, teniendo en cuenta la

importancia de los medios de comunicación en la vida político-cultural

de las sociedades contemporáneas, así como en la construcción de

proyectos políticos (Grassi, 2004). Luego, en el siguiente capítulo,

abordaremos “las miradas” de los equipos técnicos, docentes,

participantes y colaboradorxs que llevan el “día a día”, la cotidianeidad

en una de las orquestas del Programa.

En este apartado entonces comenzaremos por presentar los

antecedentes del POyCB, así como una contextualización y descripción

del mismo en términos de funcionamiento, objetivos y financiamiento.

Recuperamos asimismo el análisis de notas periodísticas, documentos

60
oficiales (escritos y audiovisuales) y las voces de algunxs de sus

funcionarixs como el Director del POyCB y la Subsecretaria municipal a

cargo de su gestión en el caso analizado.

Antecedentes

Diferentes investigaciones coinciden en indicar al Sistema

Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (El Sistema),

como modelo para recrear orquestas y coros juveniles en la región

(Wald, 2009; Finnegan y Serulnikov, 2015;). Dicho proyecto, creado en

1975 por el economista y músico José Antonio Abreu, marca un hito en

las políticas sociales y culturales en Latinoamericana y también ha sido

una referencia para directores y músicos a nivel global (Burgos García,

2009; Pardo, 2016; Carabetta et al 2017).

Desde la revisión bibliográfica formalizada en esta tesis32, hallamos que

“El Sistema”, es una referencia ineludible en la investigación sobre el

tema, aún en aquellas indagaciones que revelan diferencias entre el

modelo venezolano y otras experiencias (De Couve y Dal Pino, 2007;

Avenburg et al 2015; Cupul, 2016).

Asimismo, indicamos como otro antecedente un programa de orquestas

infantiles y juveniles impulsado por Universidad de Chile en la ciudad

de La Serena, dirigido por Jorge Peña Hen, quien fuera asesinado por la

dictadura de Pinochet en el año 1973 (Arancibia, 2012; Finnegan y

Serulnikov, 2015).

32 Ver capítulo 1 Marco teórico.

61
Más allá de las particularidades, estas experiencias tienen en común

que el énfasis de su trabajo está puesto en la intersección de dos

aspectos de la realidad sociocultural, concebidos en muchos casos

como “mundos” aislados: la música culta o académica y sectores de la

población que definimos como subalternos33.

En el ámbito nacional, es a fines de la década de 1990 cuando

comienzan a desarrollarse orquestas pioneras como la Orquesta Juvenil

Cofradía de Bariloche y la Orquesta-Escuela de Chascomús. La

primera, surgió en 1995 por iniciativa de músicos independientes a

través de un sistema de becas. Por su parte, la Orquesta-Escuela de

Chascomús, se formalizó 1998 por iniciativa conjunta de la entonces

Secretaría de Cultura de la Nación en coordinación con la Secretaría de

Cultura y Educación municipal, y fue tomada como modelo pedagógico

para el actual Programa Provincial de Orquesta Escuelas de la Provincia

de Buenos Aires34.

Por último entendemos como el antecedente más inmediato del POyCB,

al Programa Zonas de Acción Prioritarias (ZAP) de la Ciudad de Buenos

33Utilizamos las expresiones de música culta o académica como una denominación


general que se refiere a la música escrita y ejecutada con instrumentos de orquesta.
Por otra parte, retomando a la obra de Antonio Gramsci, entendemos por sectores
subalternos al conjunto de clases sobre las que se establece una relación de
dominación, remarcando los aspectos subjetivos de la misma, así como la
heterogeneidad en su composición y potencial transformador (Modonesi, 2012).

34
http://servicios2.abc.gov.ar/comunidadycultura/programapcialorquesta/
[26/15/17] Para un panorama actual y sistematizado sobre los proyectos actuales de
la Provincia de Buenos Aires, recomendamos el trabajo de Avenburg et al, 2015; 2017.

62
Aires, ya que ambos programas fueron creados bajo la Dirección del

Maestro Claudio Espector35.

Contexto

En cuanto al surgimiento del POyCB como política pública, podemos

mencionar que comienza en el año 2008 bajo la acción de la Dirección

Nacional de Políticas Socio educativas del Ministerio de Educación de la

Nación (DNPSE). Estas acciones se enmarcan a su vez en las reformas

legislativas en materia de educación del período 2003-2007, que

corresponden al ciclo político-social encabezado por Néstor Kirchner

(2003-2007) y continuado por Cristina Fernández de Kirchner (2007-

2011 y 2011-2015)36.

Mencionaremos además algunos acontecimientos del año 2008 para

situarnos en aquella coyuntura político-social. Por empezar en el ámbito

nacional ese año estuvo marcado por el lock-out capitalista agrario,

prolongado conflicto de 129 días, que se desató a partir de la

modificación del régimen de retenciones a las exportaciones agrarias

(Bonnet, 2008).

4 No vamos a extendernos aquí en el análisis del Maestro Espector como actor central
de este proceso. A modo de síntesis mencionaremos que coordino el proyecto
“Orquestas Infantiles y Juveniles” del programa “Zonas de Acción Prioritaria” del
Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el
período 1998-2013, programa del que fue apartado de forma controvertida siendo
Mauricio Macri jefe de Gobierno en diciembre del año 2013. Asimismo en el año 2004
asesoró en la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación para la creación y
coordinación del Programa Social de Orquestas Infantiles y Juveniles. Fue consultor
en el Ministerio de Educación de la Nación para la realización de acciones en el campo
de la enseñanza artística y en programas de inclusión educativa, y coordinó el
Programa de Coros y Orquestas del Bicentenario desde el año 2008 hasta 2016.
36
Profundizaremos en las mencionadas reformas en el Capítulo 3.

63
Por otra parte, en la segunda parte del año, se destacan en el plano

internacional el quiebre de la banca Lehman Brothers, debido a la

insolvencia de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, y su

efecto multiplicador en la crisis financiera internacional (Zaiat, 2014).

En América Latina dicha crisis se ha manifestado principalmente en los

mercados financieros y cambiarios; aunque también en las cotizaciones

de las materias primas (commodities), que cayeron de manera

importante desde los precios máximos registrados al promediar la

primera mitad de ese año (Lucángeli, 2008).

En este complejo escenario nacional e internacional, se conformaron

como mencionamos la Dirección Nacional de Políticas Socio-educativas

(DNPSE) y el POyCB. A continuación brindaremos detalles sobre el

financiamiento de este último.

Financiamiento

Respecto del financiamiento del POyCB en Argentina, la información

oficial es contradictoria y de difícil acceso. Por un lado durante el

lanzamiento del Programa en 2008, el Ministro de Educación, Juan

Carlos Tedesco, identificaba como principales actores a la nación, las

provincias, y el Banco Nación.

“El 7 de noviembre, en un acto realizado en el Salón Blanco de la Casa

de Gobierno de Tucumán que contó con la presencia del Ministro de

Educación, Juan Carlos Tedesco, se llevó a cabo el lanzamiento del

Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario. “Es difícil no

64
emocionarse al ver realizada esta utopía del Programa de Orquestas y

Coros, que es un esfuerzo colectivo de la nación, las provincias y el Banco

Nación”, señaló el Ministro Tedesco y continuó: “seguramente de aquí

saldrán grandes músicos pero también queremos que salgan grandes

personas”. (DNPSE, Boletín N°2, 2008).

Otros documentos oficiales manifiestan que además de los ministerios

provinciales y la Fundación Banco Nación colaboraron con el

equipamiento organizaciones no gubernamentales, aunque no específica

montos ni identifica a las organizaciones.37

“Para la conformación y equipamiento de orquestas en las escuelas el

Ministerio Nacional impulsa el trabajo con junto con los ministerios

provinciales, la Fundación Banco Nación y organizaciones no

gubernamentales.” (Documento Institucional. PDF.)38

Por su parte, Finnegan y Serulnikov (2015), indican que los fondos

provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mediante el

Programa de Mejoramiento Educativo (PROMEDU).

A la vez, uno de los entrevistados aseguraba que el organismo que

costeó una parte de la puesta en práctica del Programa, en articulación

37 La mención a organizaciones no gubernamentales la hallamos en la


Fundamentación del POyCB del Ministerio de Educación y Derechos Humanos de la
Provincia de Rio Negro. Y también en:
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/organizacion-del-programa/
[11/12/16]
38
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/organizacion-del-
programa/ [11/12/16]

65
con el Ministerio de Educación de la Nación, fue la OEI (Organización de

Estados Iberoamericanos), ya que durante el primer año de trabajo las

facturas las dirigían a esa entidad (OEI).

“Cuando arrancamos [2012] nos contrataba directamente la OEI,

mediante el ministerio. Les facturábamos a la Organización de Estados

Iberoamericanos.” (Docente, julio 2016)

A partir de lo reconstruido mediante la búsqueda de documentos del

PROMEDU/BID y la OEI, hallamos que el POyCB se inscribe

efectivamente en articulación con ambos organismos internacionales.

En cuanto al PROMEDU, contiene dos líneas principales de

financiamiento: la que abarca programas educativos, articulada a través

del Ministerio de Educación de la Nación (ME), y la respectiva al

mejoramiento de la infraestructura, articuladas mediante el otrora

Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios

(MPFIPyS). A su vez, se fue ampliando en diferentes préstamos,

referidos como PROMEDU I, PROMEDU II, PROMEDU III y PROMEDU

IV39.

Por otra parte, la articulación entre la OEI y el PROMEDU, se hace

explícita en un informe de consultoría sobre la evaluación de dicho

programa40, así como en el marco del convenio entre el BID y la OEI

39
Ver ANEXO.
40Según lo expresado en dicho documento, la OEI es el organismo contrato por el ME
para realizar la evaluación del PROMEDU. Ver:
http://www.siteal.iipe.unesco.org/sites/default/files/arg-
_evaluacion_promdeu_oei_2015.pdf [31/08/18]

66
respecto de las “Metas Educativas 2021”, suscripto en diciembre

201041.

La complejidad para reconstruir la información sobre el financiamiento,

también se presenta en los datos cuantitativos oficiales del POyCB.

Datos cuantitativos y distribución geográfica del POyCB

En cuanto a la cantidad de orquesta y coros del Programa,

también observamos que la información es contradictoria. Según un

informe de la Dirección de Políticas Socio Educativas (DNPSE), se

crearon 142 orquestas y 151 coros en todo el país y participan del

Programa 10.000 niños y jóvenes aproximadamente (Finnegan y

Serulnikov, 2015: 3).

Mientras en el sitio oficial de la DNPSE, encontramos contradicciones

en cuanto al número de Orquesta, Coros y participantes. Por una parte:

“Actualmente el Programa cuenta con 139 orquestas y 159 coros en todo

el país, y reúne cerca de 20.000 niños y jóvenes" (Documento PDF.

Orquestas y Coros). Mientras, en el mismo portal: “Actualmente el

Programa cuenta con 30 orquestas y 30 coros en 17 provincias de

nuestro país y están en proceso de formación 40 orquestas y 40 coros”.42

41Clausula 2: “La OEI y el BID desarrollarán acciones coordinadas con los Ministerios
de Educación para facilitar y asegurar la contribución del BID a la puesta en marcha
de las Metas Educativas 2021 en el marco de los nuevos programas de cooperación
que se puedan firmar entre el BID y los gobiernos, procurando que las Metas
Educativas 2021 queden adecuadamente reflejadas en dichos programas de
cooperación y que sus objetivos y resultados estén sintonizados con los del proyecto
iberoamericano.” Disponible en: www.oei.es/71cd/BID.pdf [31/08/18].

42 http://portales.educacion.gov.ar/dnps/programa-nacional-de-orquestas-y-coros-
para-el-bicentenario/ [1/12/16]

67
Esto sugiere por lo menos una desactualización de datos del sitio web,

hecho que es también mencionado por otras investigaciones sobre

programas similares (Wald, 2012; Avenburg, et al, 2015).

En cuanto a la distribución geográfica, los datos oficiales recabados en

2015 desde la página web del ME, daban cuenta de la presencia del

Programa en 15 provincias43. De las 9 (nueve) jurisdicciones restantes,

nacionales, corroboramos la presencia del POyCB en 7 (siete),

exceptuando la Provincia de Misiones y la Ciudad de Buenos Aires44.

Precisamente, el énfasis en el aspecto nacional y federal, son

característicos de este Programa.

“Les quiero contar que ya hay más de 150 orquestas y más de 150 coros,

con más de 20.000 chicos en todo el país, desde Tierra del Fuego hasta

Jujuy que hacen música” (Claudio Espector, ex director nacional del

POyCB. Presentación Teatro Roma, Avellaneda. Septiembre 2015).

Estas características, también se expresaron con la creación de la

Orquesta y Coro Nacional y Juvenil del Bicentenario (2010), de

participación rotativa con integrantes de diferentes coros y orquestas

del Programa45.

Por su parte, en la película documental “Una Constelación sonora”

(2015) donde se registran capacitaciones realizadas por el Programa,

también se advierte lo federal como valor del Programa. De hecho el

43 Con el título “Nóminas de Orquestas y Coros” accedimos a esta información en Julio


2016. Luego el enlace fue depuesto.
44 Este dato fue corroborado por un ex trabajador de la coordinación nacional.
45
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/actividades/ [21/12/16]

68
documental no hace referencias a fechas, pero sí contextualiza los

lugares de procedencia de las Orquestas y Coros mediante subtítulos

(Dock Sud/Avellaneda, San Martín de los Andes, Berazategui, San José

de la Dormida/Córdoba, Partido de la Costa/Buenos Aires, General

Güemes/Salta, Santiago del Estero), destacando positivamente esta

característica.

En el mismo sentido, la realización de encuentros y capacitaciones

reforzaron la impronta nacional del POyCB. Los “viajes” donde

encontrarse con otras orquestas y coros (tanto en el ámbito provincial,

como regional), visitar y en muchos casos conocer lugares turísticos

atractivos como ciudades capitales, sierras o la playa, y realizar

conjuntamente capacitaciones orientadas al manejo/ejecución de los

instrumentos, así como a la formación docente, constituye otro aspecto

sobresaliente de la experiencia.

“La verdad es que oferta del Programa resulta muy completa y atractiva:

clases con profes de música que son concertistas, instrumentos de buena

calidad, poder tocar en teatros como el nuestro municipal, que es un lujo,

y también la posibilidad de realizar viajes y capacitaciones”

(Funcionaria Municipal a cargo del POyCB, Enero 2016).

“Para dar cumplimiento a los objetivos del Programa se promueve la

enseñanza musical de niños, niñas y jóvenes que integran orquestas y

coros; se organizan jornadas de capacitación jurisdiccional, nacional e

internacional para el personal docente; se generan espacios de

intercambio de experiencias y se transfieren recursos financieros para el

69
mantenimiento de los instrumentos musicales y la adquisición de

elementos accesorios” (Documento Institucional)46.

Por último la propia contextualización sobre el “Bicentenario”, presente

en el nombre de Programa, también apela y recrea a lo “nacional”.

Por lo dicho y más allá de las discrepancias mencionadas, entendemos

el POyCB fue muy importante por lo novedoso y la envergadura de la

propuesta, el compromiso de funcionarixs y equipos técnicos que lo

gestionaron, así como la participación de la comunidad educativa

(docentes, directivos, familias, vecinxs) y las múltiples trayectorias en

relación al ejercicio de los derechos culturales, sociales y educativos que

se desarrollaron y habilitaron a partir del mismo en todo el territorio

nacional.

Funcionamiento y gestión

“Desde lo formal, la estructura del Programa tenía, hasta diciembre 2015,

4 (cuatro) áreas: coordinación general, a cargo de Claudio Espector;

capacitaciones, encargada de la asistencia pedagógica de los docentes;

luthería, para la reparación de instrumentos; y producción, desde donde

se organizaba la logística de los viajes, encuentros y conciertos

nacionales” (L., Docente integradora e integrante equipo nacional, julio

2016).

Los espacios físicos para realizar las actividades de los coros y

orquestas, son en su mayoría, escuelas primarias y/o secundarias de

46http://portales.educacion.gov.ar/dnps/programa-nacional-de-orquestas-y-coros-
para-el-bicentenario/ [1/7/16]

70
gestión estatal, ubicadas en zonas definidas por el propio Programa

como vulnerables (Finnegan, Serulnikov, 2015). La convocatoria está

orientada principalmente a la población de jóvenes en edad escolar,

tanto de nivel primario como secundario, estudien o no en la escuela

donde funciona la orquesta y estén o no escolarizados. También

participan niñxs del barrio y/o de las localidades cercanas a la

escuela/sede donde se realicen las actividades.

La conformación del plantel docente es la siguiente: director/a de

orquesta, docente de lenguaje musical, docente integrador y docentes

de los siguientes instrumentos: percusión, cello, violín/viola,

contrabajo, flauta traversa, clarinete, oboe, trompeta, trombón.

Tanto la formación y trayectoria de lxs docentes, como la posibilidad de

lxs niñxs de llevarse los instrumentos en “comodato” para practicar en

sus casas, son aspectos que se reiteran como valores del Programa.

“Los profes nuestros no son profes, nosotros le decimos profes, pero son

concertistas... no tienen una carrera de profesorados, son profes entre

comillas digamos, son muy grosos.” (Clara, docente integradora de la

OPM. Noviembre 2015).

El comodato consiste oficialmente en el préstamo de los instrumentos

por parte del POyCB a lxs participantes, registrado mediante una nota

firmada por lxs adultxs responsables de lxs jóvenes y lxs responsables

71
de la Orquesta. Aunque formalmente es un préstamo, en la práctica los

instrumentos son de lxs jóvenes.

“El Ministerio cuando abre una orquesta, lleva una cantidad súper optima

de instrumentos, que son de altísima calidad, y cuando los jóvenes

alcanzan un nivel de sociabilidad tanto con el instrumento con el espacio,

se lo puedan llevar en comodato, se dice así, pero en realidad se le da el

instrumento.” (Mariano, docente integrador. Agosto 2015)

Por otra parte, en cuanto a las modalidades de gestión del Programa,

hubo modificaciones desde su creación en 2008. Desde esa fecha y

hasta el año 2013, el POyCB estaba centralizado en los funcionarios

nacionales de la DNPS y sus homónimos provinciales, presentando una

débil articulación con las administraciones municipales. Por ejemplo,

estos últimos no tenían participación en las decisiones sobre la

contratación del personal, aunque sí en la selección de las escuelas y

barrios donde instalar los coros y orquestas.

Esta situación se modifica a partir del año 2014, donde hubo una

derivación de recursos económicos de la Nación hacia los Municipios

para los salarios docentes, situación registrada en el área denominada

Partidos del Gran Buenos Aires. Arriesgamos que esta situación es

producto del crecimiento exponencial del Programa en esta área entre

2011 y 2013. Según lo reconstruido a partir del entrecruzamiento de

diversas fuentes (entrevistas, notas periodísticas e investigaciones sobre

la temática) el POyCB crea un total de 29 orquestas en dicho

72
conglomerado, y 21 corresponden al período 2011-2013 (Avenburg et al

2015; 2017).

Para representar las mencionadas modificaciones en la gestión del

Programa, reconstruimos los organigramas con las siguientes

referencias:

- Ministerio de Educación de la Nación (ME)


- Dirección Nacional de Política Socioeducativa (DNPS)
- Programa Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles
del Bicentenario (POyCB)
2008-2013 2014-2015

ME-DNPS ME-DNPS

Ministerios de educación provinciales

Ministerios de educación provinciales

Municipios

POyCB

POyCB

Participantes, familiares. Instituciones y Participantes, familiares, instituciones y

comunidad local comunidad local

Fuente: Elaboración propia en base a los datos extraídos de entrevistas y sitio oficial
del Ministerio de Educación de la Nación, disponible en
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/ [28/12/17]

Objetivos

Respecto de los objetivos planteados en los documentos de la DNPS,

establecen una vinculación entre política cultural, educativa y social.


73
“El Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el

Bicentenario, está dirigido a niños, niñas y jóvenes que asisten a

escuelas ubicadas en zonas de vulnerabilidad social de diversas

jurisdicciones del país. El modelo colectivo de enseñanza musical surge

como una herramienta que ofrece la posibilidad de vincular con la escuela

a los jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo. En

este sentido, su propósito es mejorar el acceso a bienes y servicios

culturales; tender puentes hacia la reinserción de los jóvenes en la

escuela; colaborar con la retención escolar; y estimular el contacto y el

disfrute de la música.” (Documento institucional)47

Así, entendemos el Programa se define por un componente socio-

educativo, mediante la reinserción y retención escolar de los jóvenes

que se encuentran fuera del sistema educativo y/o que viven en zonas

“vulnerables”, así como por un componente cultural: la música y en

especial la práctica orquestal, en tanto bienes a los que se puede

acceder (garantizando la igualdad) y también disfrutar (garantizando el

goce).

Esto es compatible con lo que analiza Villalba, en otros dos Programas

similares y de alguna manera antecesores del POyCB: el Programas de

Orquestas y Coros de la Provincia de Buenos Aires y el de Orquestas

Infanto-Juveniles de CABA. Recordemos que tanto el Programa de

Orquestas Infantiles y Juveniles CABA, como el POyCB fueron creados

bajo la Dirección del Maestro Claudio Espector.

http://portales.educacion.gov.ar/dnps/programa-nacional-de-orquestas-y-coros-
47

para-el-bicentenario/ [1/7/16]

74
La autora define esto como la “triada de políticas” en alusión a los

propósitos culturales, sociales y educativos que figuran en los

documentos de aquellos organismos (Villalba, 2010: p.138).

La vinculación entre estas políticas (sociales, educativas y culturales)

también se expresa en la conformación de los “equipos de trabajo” del

POyCB. A lxs directores de orquesta, docentes de lenguaje musical y de

instrumentos (percusión, chelo, violín/viola, contrabajo, flauta traversa,

clarinete, oboe, trompeta, trombón, en el caso de OPM), se agrega el rol

de “docente integrador” (se describen más adelante sus tareas). En los

Coros, se repite la misma estructura, pero sin docentes de instrumento.

Por otra parte el uso de los términos “niños, niñas y jóvenes” parece

responder a una terminología tipificada por la Convención de los

Derechos del Niño48, más que a una estrategia discursiva de

reivindicación de género.

Así la inclusión, objetivos del POyCB, puntualizaremos algunas

reflexiones en torno a “la inclusión”.

Orquestas para la “Inclusión”

Como en otros casos, no hay definiciones unívocas acerca del

significado y alcance del término “inclusión” (ni en las ciencias sociales

ni en los relatos de los entrevistadxs). Así, desandar los sentidos y

significados que adquiere esta categoría, para lxs diferentes actores

48
http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

75
involucrados en el caso de la Orquesta analizada, resulta también un

objetivo de esta investigación.

Retomando lo expresado por Shore (2010) acerca de la legitimidad

social en la construcción de políticas públicas, nos preguntamos:

¿Qué legitiman las políticas públicas de inclusión?; ¿qué sentidos

circulan en el espacio social estudiado en torno a este polisémico

concepto?; ¿cómo “medir” la inclusión; qué tensiones y acuerdos existen

respecto de la articulación entre “inclusión” y “políticas

socioeducativas”; cómo se expresa aquí la relación entre los términos

“inclusión” y “cultura”?

Para comenzar a precisar el significado y alcance del concepto de

“inclusión”, nos preguntamos por los sentidos de la pertenencia del

POyCB a la Dirección de Políticas Socio Educativas del Ministerio de

Educación de la Nación y sus homónimos provinciales; también,

aunque excede el trabajo aquí propuesto, dejar planteado un

interrogante: qué diferencias y similitudes tienen el POyCB con otros

Programas de Coros u Orquestas gestionados desde Ministerio de

Cultura, por ejemplo49.

En este caso, dada la pertenencia del POyCB a la Dirección de Políticas

Socio Educativas puntualizaremos en la “inclusión educativa o escolar”.

49 Bajo la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, del Ministerio de


Cultura de la Nación, existe el Área de Orquesta y Ensambles Infantiles y Juveniles
que abarca tres programas de Orquestas: Programa social de orquestas y bandas
infantiles y juveniles; Programa Social Andrés Chazarreta y Programa de Orquestas
Típicas Juveniles Aníbal Troilo.

76
La “inclusión educativa” como política pública

La inclusión educativa en el contexto analizado, se corresponde con el

conjunto de modificaciones introducidas en el proceso político

denominado Kirchnerismo50 (2003-2015), como respuesta a los

escenarios de creciente desigualdad y fragmentación económico, social y

cultural, producto de la década de los 90 y la crisis post convertibilidad.

Así, junto con Feldfeber y Gluz (2011), comenzaremos por identificar

algunos puntos de contraste y continuidades en materia educativa,

entre los ´90 y el mencionado Kirchnerismo (2003-2015), durante el

cual se creó el POyCB.

Siguiendo a estas autoras, las reformas educativas del Kirchnerismo

pueden analizarse en dos etapas: la primera durante la presidencia de

Néstor Kirchner (2003-2007), caracterizada por transformaciones

legislativas importantes; y la segunda que abarca el periodo 2007-2011,

coincide con la primera presidencia de Cristina Fernández de

Kirchner51.

En cuanto al primer periodo (2003-2007), destacamos la derogación de

la Ley Federal de Educación (LFE) y la sanción de una nueva Ley

Nacional de Educación (LNE) N°26.206/2006; así como: Ley de

Garantía del salario docente y 180 días de clase (n. 25.864/2003), Ley

del Fondo Nacional de Incentivo Docente (n. 25.919/2004), Ley de

Educación Técnico Profesional (n. 26.058/2005), Ley de Financiamiento

50
País Andradre (2015); Castellani y Puciarelli (2018).
51 Si bien el artículo referido es de 2011, y no incluye el segundo mandato de la
mencionada Cristina Fernández de Kirchner (2011-2015), entendemos que lo dicho
expresa también la tendencia en materia educativa de este último periodo.

77
Educativo (n. 26.075/2005), Ley Nacional de Educación Sexual Integral

(n. 26.150/2006)52.

Por su parte, lo más característico del lapso 2007-2011, fue la creación

de políticas concretas tendientes a garantizar la efectivización de los

derechos promovidos en la primera etapa (Ibíd., 2011).

En este sentido enmarcamos la creación de la Dirección Nacional de

Política Socio Educativas en 2008, la implementación de numerosos

programas y líneas de acción53 para garantizar la obligatoriedad de la

escuela secundaria establecida por la LEN (2006) y la creación de la

Asignación Universal por Hijo (AUH) en 2009.

En su conjunto y en contraste con la década del 90, Feldeber y Gluz

(2011) expresan la centralidad de la inclusión y la reinstalación de

políticas de corte universales, durante el mencionado Kirchnerismo.

“Las políticas hacia los sectores más vulnerables en el campo escolar

expresaron cambios fundamentalmente en los discursos acerca de la

relación entre pobreza y educación. El primero de ellos es el

52Ver Feldeber y Gluz “Las políticas educativas en Argentina: herencias de los ‘90,
contradicciones y tendencias de “nuevo signo””. En: Educ. Soc., Campinas, v. 32, n.
115, p. 339-356, abr.-jun. 2011 Disponível em <http://www.cedes.unicamp.br>
53 A saber: Centros de Actividades Infantiles (CAI); Programa Nacional de Desarrollo
Infantil; Programa Nacional de Extensión Educativa; Turismo Educativo y Recreación;
Centros de Actividades Juveniles (CAJ); Proyecto para la Prevención del Abandono
Escolar; Red Nacional de Organizaciones Sociales por el Derecho a la Educación;
Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario; Propuesta
de Apoyo a las Escuelas con Albergue Anexo; Aporte para la Movilidad; Proyectos
Escolares Socioeducativos para la Inclusión en la Educación Especial; Parlamento
Juvenil del Mercosur; Muestras Gráficas Itinerantes: De la Ley de Residencia al
Terrorismo de Estado; Eva Perón, Mujer del Bicentenario; Programa Nacional
Educación Solidaria; Tren de Desarrollo Social y Sanitario “Ramón Carrillo”;
Programa Nacional de Ajedrez Educativo; El Cervantes va a la Escuela y la Escuela va
al Cervantes; Libros; Becas de Apoyo para la Escolaridad. (Documento de la DNPS,
2015).

78
desplazamiento de la preocupación por la equidad a una mayor

preocupación por la inclusión, la “igualdad” y la necesidad de reinstalar

políticas de inspiración universal.” (Feldfeber y Gluz 2011: 349).

En contraposición a este modelo, las políticas focalizadas se

orquestaron a partir de los años ´90, en conjunto con medidas como la

descentralización y mercantilización de la educación, plasmadas en la

reforma educativa de 1993 y sancionadas en la Ley Federal de

Educación (LFE) N° 24.195/1993.

Por otra parte, la discusión acerca de la implementación de políticas de

corte universal y/o focalizado, no es nueva en el campo educativo. En el

caso de Argentina, mientras que algunxs autorxs expresan la

ambigüedad en el reemplazo del Plan Social Educativo de los´90 (PSE)

por el Programa Integral de Igualdad Educativa (PIIE) (Feldfeber y Gluz,

2011: 349), otros refuerzan el carácter complementario de ambas

modalidades de intervención (Thisted, 2012).

Expresiones del debate Focalización Universalización en los documentos y en la

gestión del POyCB

En los documentos oficiales del Programa se hace explícito por un

lado el carácter focalizado del mismo, así como los objetivos de

reinserción y retención escolar, a la vez que enfatiza el carácter nacional

del Programa, contra las tendencias descentralizadoras en el plano

educativo.

79
“El Programa Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para

el Bicentenario surge como una herramienta educativa capaz de

beneficiar a los niños, niñas y jóvenes pertenecientes a las áreas

poblacionales más castigadas, y significa una posibilidad para tender

un puente hacia su reinserción en la escuela y para el logro de una eficaz

retención cuando su permanencia se halle en situación de riesgo”. (PDF.

Fundamentación POyCB. 2012.)54

“El Ministerio de Educación de la Nación, en articulación con los

Ministerios de Educación de las provincias y la Fundación del Banco de

la Nación Argentina, entre otras organizaciones no gubernamentales, creó

70 orquestas y 60 coros infantiles y juveniles entre 2008 y 2011, en

zonas postergadas de diferentes provincias de nuestro país.” (Ibíd.)

Entendemos, junto con Álvarez Leguizamón (2013) que los usos de

terminologías como “áreas más castigadas” o “zonas postergadas”,

aluden a la llamada Nueva Economía Política de la Pobreza (NEPP),

vinculada a un nuevo saber hacer para diagnosticar y “atender” la

pobreza, sin cuestionar las causas, ni revertir los procesos que la

producen y reproducen. En la mencionada NEPP, prima la focopolítica,

es decir el diagnóstico y asistencia, que tienen como objetivo neutralizar

el conflicto social y lograr la “gobernabilidad”, mediante identificación

de poblaciones objetivo (Foucault, 1978). En esta línea además se

construye una representación individual de la pobreza, así como de sus

posibles “soluciones” (Álvarez Leguizamón, 2013; Wald, 2012)

54
En adelante el resaltado es nuestro. Se especificará en caso contrario.

80
Por otra parte, hallamos que la reconfiguración del equipo docente de

los Coros y Orquestas del Programa, especialmente en cuanto a la

tarea, rol y perfil de los “docentes integradores”, expresó también las

tensiones respecto al/los significado/s que asume el término

“inclusión”, así como a las modalidades de intervención universal y/o

focalizada de esta política.

Lo expresado en las entrevistas por lxs docentes integradores

entrevistadxs, coincide con lo hallado en documentos sobre la

contratación de perfiles de coros y orquestas juveniles: originalmente

no existía el rol de docente integrador.

“Los equipos de las orquestas y coros juveniles estarán conformados por

docentes de los instrumentos y del lenguaje musical y Directores de

Coros y Orquestas.” (Circular 2, PROMEDU, Enmienda 2010: 19)

Mientras en el Reglamento Operativo del PROMEDU 2, hallamos la

incorporación de esta figura en términos ambiguos.

“Los equipos de las orquestas y coros juveniles estarán integrados por

directores, docentes y asistentes, y la conformación es la siguiente:

ORQUESTA: Director de Orquesta; Docente de violín‐viola; Docente de

Violonchelo; Docente de Contrabajo; Docente de Flauta Traversa; Docente

de Clarinete; Docente de oboe; Docente de trompeta; Docente de trombón;

Docente de Percusión; Docente de Lenguaje Musical; Docente

Integrador/Asistente. COROS: Director de Coro; Docente de educación

81
vocal; Docente de lenguaje musical; Docente Integrador/Asistente”

(Reglamento Operativo PROMEDU 2, s/f., Anexo XV).55

Como menciona el fragmento citado y en consonancia con la amplitud

que presentan los programas de los organismos internacionales, el rol

de lxs docentes integradores en el POyCB se fue disputando y

reconfigurando en la propia práctica y gestión.

“En los espacios de capacitación también fuimos a discutir nuestro rol. Al

principio nos llamaban asistentes y no, yo no soy asistente de nadie.

Tuvimos que luchar mucho para que se nos llame docente integrador.”

(M. Docente integradora. Julio 2016)

Para describir la actividad de los docentes integradores, los términos

“nexo” y “articulador”, fueron repetidos como forma de describir su rol y

tarea.

“Tanto en las orquestas como en el coro existe un rol más que es de

docente integrador, que busca integrar diferentes aspectos sociales e

institucionales del programa. En parte realizamos tareas administrativas

y también el vínculo institucional con la escuela, la comunidad educativa,

las familias, las organizaciones barriales, es un poco el articulador de

estas cuestiones.” (L. Docente integrador. Agosto 2015)

“El rol nuestro es articular la orquesta en forma intra, eso quiere decir

trabajar con los docentes, porque los profes nuestros no son profes,

55
Disponible:
http://www.sipi.siteal.iipe.unesco.org/sites/default/files/sipi_intervencion/promedu_
ii.pdf [30/8/18]

82
nosotros le decimos profes, pero son concertistas, no tienen una carrera

de profesorados. También articulamos con las familias, somos ese nexo

entre la orquesta y la familia, el nexo entre la orquesta y el barrio, entre

la orquesta y el municipio, y entre la orquesta y nación. (C. Docente

integradora. Noviembre 2015)

La redefinición del equipo docente en clave incorporación de “docentes

integradores”, está en línea con los objetivos de “inclusión” definidos

anteriormente en el marco de la Reforma Educativa de 2006, resultando

estos una especie de garantes de la misma.

En esta dirección, la incorporación de lxs docentes integradores, ajusta

la propuesta en términos de lo que George Yúdice (2001) denominó la

utilización de la “cultura como recurso”.

“en la actualidad es casi imposible encontrar declaraciones que no echen

mano del arte y la cultura como recurso, sea para mejorar las condiciones

sociales, (…) sea para estimular el crecimiento económico (…)” (Ibíd.: 24)

Gabriela Wald (2012; 2017) utiliza el concepto de “cultura como

recurso”, para analizar dos orquestas de un Programa de Orquestas

similar en CABA. En sus escritos refuerza el sentido crítico del mismo,

afirmando el carácter situado de las prácticas artísticas y culturales.

“La extensión de programas de enseñanza artística en barrios populares

con fines de integración social en diferentes partes del mundo debe leerse

enmarcada no sólo en la focalización de la política social sino también en

la emergencia de un nuevo modo de concebir y gestionar la cultura que

83
puede denominarse “la cultura como recurso” (Yúdice, 2002)”. (Wald,

2012: 45).

“Los trabajos existentes [sobre programas de orquestas juveniles] (…) no

suelen reflexionar sobre el hecho de que el arte es una práctica

socialmente situada que precisa ser analizada en el marco de relaciones

de poder, que los programas sociales implican intercambios desiguales

de distinto tipo entre “gestores” y “destinatarios”, y que para hablar de

arte y transformación social es preciso analizar las relaciones sociales en

las que están inmersas sus prácticas y sus actores.” (Wald, 2017: 62)

A partir del trabajo de análisis, nos proponemos aportar a la

comprensión del rol de lxs docentes integradores. Adelantamos que

según nuestros hallazgos, la mirada interdisciplinaria de estxs aportó

un posicionamiento crítico del POyCB en temas como la inclusión social

y la perspectiva de género/s.

Cambio de gestión

A partir de la asunción de la nueva gestión nacional (Alianza

Cambiemos) en diciembre 201556, el POyCB comienza a transitar una

situación de incertidumbre y alerta57, fundamentada en el cambio de

56 Recordamos que la asunción fue el 10 de Diciembre de 2015, debido al resultado


positivo para esta fuerza del ballotage del 22/11/15 donde la coalición Cambiemos
obtuvo12.988.349 votos que representan el 51,34%; imponiéndose sobre el Frente
para la Victoria que obtuvo 12.309.575, o sea el 48,66% del total de votos válidos.En:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/p_v_definitivo_x_distrito_2da_vuelta
_2015_web.pdf [03/09/18]
57 https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-38363-2016-

03-26.html

84
orientación del sentido político-cultural de las políticas (Grassi, et al.,

1995) implementadas a partir de la nueva administración.

Por caso, el primer impacto en el POyCB del cambio de gestión, fue la

efectiva discontinuidad del mismo ya que si bien los funcionarios

nacionales desmentían públicamente el cierre del programa, durante

meses no se regularizó la situación de contratación, cobros, ni se

financiaron ningún tipo materiales (instrumentos, reparaciones,

cuerdas).

"Los programas socioeducativos no solo seguirán adelante, sino que

también serán mejorados. (…) El Estado nacional se había convertido en

una agencia de empleo, eso lo hemos visto en todos los ministerios y

también en Educación. En lugar de mandar todos los fondos a las

provincias, se quedaban en salarios". (Esteban Bullrich, Ministro de

Educación, 10/04/2016) 58.

“Desde la cartera que conduce Esteban Bullrich sostienen que este

programa [POyCB] continuará y que desde la Secretaría de Gestión

Educativa “se viene trabajando con las provincias a fin de fortalecer al

programa desde el aspecto federal””. (Diario Info Baires 29/03/2016)59

58https://www.eldiario24.com/nota/argentina/373315/esteban-bullrich-garantizo-
continuidad-conectar-igualdad-orquestas-juveniles.html [03/09/2018]

59http://www.infobaires24.com.ar/denuncian-desguace-del-programa-orquestas-
coros-infantiles-juveniles/ [03/09/2018]

85
En el mes de Junio 2016, luego de siete meses de irresolución, se

anunció que los recursos de los programas socio-educativos nacionales

fueron transferidos a las provincias, siendo competencia de cada una

qué programa financiaba y cuál no. Esta provincialización de los

recursos, implicaba la eliminación de presupuestos propios para los

programas en cuestión, siendo facultad de cada provincia qué líneas o

programas priorizaría y cuáles discontinuaría.

El POyCB en algunos medios gráficos: Clarín y Página 12

Finalizando la presentación del POyCB, elaboramos una síntesis de la

revisión sobre el Programa en los portales de Clarín y Página 12.

Retomando la perspectiva metodológica de Grassi (2004), al analizar la

conformación de la sociedad neoliberal en la década del 1990 en

Argentina, entendemos que los medios de comunicación son recursos y

espacios vitales en la conformación de vida social contemporánea. En

palabras de la autora,

“los medios de prensa pueden ser constituidos en un gran cuaderno de

campo, con las notas de involuntarios etnógrafos que pueden revisitarse

con la guía de preguntas propias y objetivos específicos” (Ibíd.: 12)

Siguiendo esta línea, nos propusimos indagar en cómo dieron cuenta

del POyCB en tanto política pública, los diarios Clarín y Página 12.

Seleccionamos estos medios por ser ambos de tirada nacional y

representar diferentes contratos de lectura (Valderato, 2005). La

86
búsqueda se realizó a través de los portales web de ambos medios y se

actualizó en diciembre 2017.

A partir del buscador “programa orquestas coros bicentenario”, el portal

de Página 12 seleccionó 36 (treinta y seis) notas y subnotas. En el

período noviembre 2009 (fecha de la más antigua) hasta julio de 2015

hallamos 11 (once) artículos relacionados con presentaciones o

participaciones del Programa. Mientras que las 25 (veinticinco) notas

restantes, aglomeradas en el período febrero-octubre 2016, versan

sobre la situación de POyCB a partir del cambio de gobierno. Así mismo

este portal, a partir de las palabras de búsqueda “Claudio Espector”,

arrojó 40 (cuarenta) resultados de los cuales 36 (treinta y seis) estaban

relacionados con la actuación de Espector como Director del POyCB y

su despido60.

Por otra parte esta disparidad en cuanto a la mención temporal del

programa, expresada por ejemplo en la concentración de noticias

respecto del Programa en el intervalo febrero/octubre 2016, se reveló en

sentido inverso al indagar el sitio Clarín.com. Este portal no arrojó

resultados a partir de las palabras claves “programa orquestas coros

60Para la etapa 2009-2015 recomendamos: “ENCUENTRO EN EL MAR EN CLAVE DE


SOL” (Noviembre 2009) https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-135762-
2009-11-23.html y “TIENEN UNA MÍSTICA DEMOLEDORA” (Mayo 2011)
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-21704-2011-05-
16.html. También de “UNA INICIATIVA QUE MODIFICA VIDAS”
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-38363-2016-03-
26.html y “ESTOS PROGRAMAS SACAN A CHICOS DE LA CALLE” (Ambas de Marzo
2016) https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-38397-
2016-03-30.html.
Respecto la figura de Espector como director y su desvinculación del PoyCB ver: “EL
CAMBIO ALCANZÓ AL COORDINADOR” (Mayo 2016)
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-38707-2016-05-
02.html

87
bicentenario”; “orquestas bicentenario”; mientras que la búsqueda

sobre “Claudio Espector”, fue de 27 (veintisiete) resultados posibles. De

los cuales, 24 (veinticuatro) son noticias sobre el mencionado Programa

de orquestas y coros infantiles y juveniles de la Ciudad de Buenos

Aires, abarcando el período Julio 1999- julio 2013; 2 (dos) notas sobre

el despido como coordinador de ese programa y una que lo menciona

como director del Conservatorio Manuel de Falla61.

Excede a los objetivos de esta tesis analizar en profundidad estas

diferencias, pero entendemos que tanto las menciones así como las

omisiones del programa y de uno de sus actores centrales, resultan

oportunas y significativas para situar el POyCB, en el terreno de las

disputas por la construcción de una multifacética política pública,

social, cultural y educativa.

A modo de cierre del capítulo, consideramos que el cambio de gobierno

a partir de diciembre 2015, resultó en detrimento de los sectores

favorecidos por estas políticas (lxs niñxs y jóvenes de barrios

vulnerables), y se orienta hacia nuevo modelo de acumulación-

legitimación. Acordamos además en la caracterización de debilidad

político institucional (Brawerman, Raggio, Ruiz; 2007), para sostener

proyectos y equipos de trabajo en los programas estatales.

61 Par este sitio recomendamos: “LA EMOCIÓN DEL PRIMER CONCIERTO” (Julio
2009). En https://www.clarin.com/.../emocion-primer-concierto_0_S1njz6xAtl.html;
“PEQUEÑOS MÚSICOS LE PONEN EL ALMA A UNA ORQUESTA DE LUGANO”
(Noviembre 2000) https://www.clarin.com/sociedad/pequenos-musicos-ponen-alma-
orquesta-lugano_0_r19vFlCKx.html;
“POLÉMICA POR EL DESPIDO DEL DIRECTOR DE LAS ORQUESTAS JUVENILES
PORTEÑAS” (Diciembre 2013)
https://www.clarin.com/ciudades/polemica-director-orquestas-juveniles-
portenas_0_SyHlclZswme.html

88
“Incluso luego de más de veinte años de ejercicio democrático persiste en

todos los niveles, pero más acentuadamente en algunas jurisdicciones, la

práctica de cambiar los planteles técnicos de unidades ejecutoras y

personal contratado cuando se producen cambios ministeriales. Cada

nueva gestión comienza con un “barajar y dar de nuevo”, haciendo caso

omiso a los avances de programas y política implementadas por el

predecesor.” (Brawerman, et al., 2007, s/n)

En el siguiente apartado vamos a abordar el caso de la Orquesta Puerto

Musical a partir de nuestro trabajo de campo en el período junio 2015-

junio 2016. Presentamos su desarrollo y las múltiples tensiones

ocurridas en ese lapso desde una perspectiva analítica de la gestión y

del género de/en una política pública, recuperando principalmente las

miradas y voces de participantes, familiares y agentes estatales

involucradxs en la cotidianeidad de la Orquesta.

89
CAPITULO 3: Presentación y gestión de la Orquesta Puerto
Musical (OPM)

Foto: Ensayo de la Orquesta Puerto Musical. Fuente: Documento Municipal 2015.

En el presente capítulo caracterizamos el trabajo de campo,

presentamos el referente empírico seleccionado para el análisis y a lxs

actores sociales principales que intervinieron en este proceso.

Para ello analizamos la Orquesta Puerto Musical (OPM), como política

pública de nivel nacional, construida a la vez como “caso particular de lo

posible” (Bourdieu, 1997) y describimos el Barrio La Quema, retomando

uno de los objetivos de esta tesis: incorporar la perspectiva de género al

análisis de una política pública socio-educativa y cultural.

A diferencia del capítulo anterior, aquí la mirada subraya las prácticas,

representaciones y discursos de quienes llevan adelante el “día a día” de

esta orquesta: participantes, docentes, familiares, vecinxs,

colaboradorxs, funcionarixs municipales. La hipótesis subyacente en la

presentación de los datos, es dar cuenta de la multiplicidad de actores

90
que, con diferentes márgenes de autonomía, constituyen realizan y

desarrollan una política pública. Entendemos que la gestión cotidiana

de estos múltiples actores, es un escenario privilegiado para

comprender como el Estado se “pone en acto”, a partir de sujetos

concretos.

Una Orquesta en La Quema

La OPM está ubicada en el Barrio “La Quema”, en el Gran Buenos

Aires62. Siguiendo los datos de la Secretaría de Salud Municipal, para el

año 2010, residían en el mismo 4.587 habitantes63 . La referencia al

Polo Petroquímico es ineludible para describir este lugar.

“[El barrio] Está rodeado por el rio, el puerto de descargas de

inflamables, un canal y del otro lado, la autopista. Adentro tiene un

sector de refinerías, donde hay unas torres enormes (enfático) que deben

medir como 100 metros de alto. Esas torres tienen tubos que sacan gases

porque el combustible no se quema así nomás. Cuando es medio tarde, se

ve… es como una llamita que está siempre prendida” (Director de la

OPM. Diciembre, 2015).

62 El Gran Buenos Aires, compuesto por la Ciudad de Buenos Aires y 24 municipios


de la provincia de Buenos Aires que la rodean, es el aglomerado urbano más
densamente poblado del país, con una población total de 12.806.866. Fuente: Censo
2010. INDEC.

63 Datos tomados del Informe EISAR/2014. Evaluación Integral de Salud en Alto


Riesgo. Acumar. Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo.

91
Las primeras empresas instaladas allí datan de 1930, convirtiéndose en

la actualidad en un conglomerado industrial de 380 hectáreas que

concentra alrededor de 42 empresas, 25 de las cuales son consideradas

de alto riesgo. Según datos oficiales, el Polo genera el 5% del PBI de la

Provincia de Buenos Aires (FOCO, 2008; AISAR, 2012).

“Es un barrio emblemático, como que está todo el tiempo a punto de

prenderse fuego (risas)… No es muy grande pero desde la infraestructura

quedó en el tiempo por el tema de la contaminación. No dejan entrar

materiales para mejorar las casas porque los quieren reacomodar en otro

lugar porque aparentemente esta, bah no aparentemente, está

contaminado, hay chicos con plomo en sangre” (B. Docente integradora,

noviembre 2015)

Este presente marcado por la contaminación y el sufrimiento ambiental

(Auyero y Swistun, 2008), contrasta en los relatos de algunos vecinos

oriundos, con la caracterización del barrio antes del Polo, cuando la

principal actividad productiva del lugar eran las quintas de verduras y

la producción de vino de la costa. Todavía destacan, en ese sentido, la

presencia de muchos árboles frutales en la zona. Como consecuencia de

la instalación del polo petroquímico, el lugar se fue contaminando y

desde 2008 hay un fallo judicial de relocalización de las familias que

todavía no se implementó64.

64Para más información se recomienda el Informe de la Asociación Civil por la


Igualdad y la Justicia (ACIJ) de Octubre 2012. Disponible en: http://acij.org.ar/wp-
content/uploads/2012/11/Villa-Inflamable-Informe-Final-optimizado.pdf [10/10/17]

92
La Quema tiene a su vez cuatro barrios o sectores diferenciados. La

escuela se encuentra en uno de los dos barrios más antiguos con casas

predominantemente de materiales, aunque deterioradas. Otro barrio

más y “la villa” constituyen un espacio marcadamente diferenciado

histórica y socialmente.

“Estas divisiones no son meramente geográficas; ellas constituyen

principios organizadores de la experiencia del lugar ente loa antiguos

residentes. La mayoría cree que, con el aumento de la población en la

villa, el barrio “realmente cambió” y se hizo inseguro.” (Ibíd.: 68)

Esto se observa también replicado en las entrevistas que hacen

mención a la procedencia de lxs participantes de la orquesta “Son dos

cuadras capaz, pero los de allá no vienen para este lado.” (Docente

integradora). O a los conflictos reales o latentes, que estas rivalidades

generan.

“Es un barrio muy territorial. Conocí a un papá que llevó una vez a su

nene a la orquesta y después no se animó a llevarlo de nuevo, son muy

territoriales los pibes viste, y este nene no era de ahí.” (M., Docente de la

OPM. Diciembre 2015)

En las voces de uno de los participantes y de su mamá, quienes viven

en el barrio, estos conflictos se matizan con aspectos positivos: la

tranquilidad que da el conocimiento mutuo entre vecinos.

93
“Acá conozco a todos, tengo primos por todos lados. No me iría del

barrio.” (L., Participante de la OPM)

“Aunque tienen mala fama, es tranquilo. Los chicos pueden jugar en la

calle y no pasa nada, no hay peligro. Y si le pasas algo a algún chico

enseguida te vienen a buscar a tu casa y te avisan. Lo malo es que es

difícil salir de acá, como que hay un solo colectivo y hasta las 11

de la noche. Después no tenés otro medio de transporte para entrar o

salir.” (Vecina y colaboradora de la OPM, Noviembre 2015)

El último aspecto mencionado en el fragmento sobre la dificultad para

“entrar y salir” del barrio es un punto a resaltar, que contrasta con la

cercanía con el centro de la localidad cabecera de partido (a 3

kilómetros aproximadamente) e inclusive a la emblemática Plaza de

Mayo en la Ciudad de Buenos Aires (menos de 9 kilómetros). La

disposición del asfalto urbano en solamente una calle interna (además

de las dos calles que hacen de entrada y salida), sumado al horario

limitado y la poca frecuencia del transporte público (30 minutos), los

conflictos inter-barriales mencionados y otros casos de violencia

interpersonal como de “inseguridad”, agudizan las distancias reales y

simbólicas de acceso a ofertas y bienes educativos y culturales fuera de

La Quema.

Al indagar sobre las prácticas y ofertas culturales existen en el barrio

hallamos que la principal actividad es el fútbol y en menor medida una

94
murga. Respecto de esta última no obtuvimos presiones respecto de su

origen, solo que “se juntan a ensayan en el verano” (Vecina, agosto

2015). Por su parte el fútbol es cuasi omnipresente en La Quema. Los

partidos se juegan en las “canchitas” espacios de tierra utilizados por la

comunidad, delimitados y con arcos instalados.

No hay centros culturales ni deportivos, sí una sociedad de fomento

pero hasta lo observado no ofrecía talleres ni actividades de este tipo.

Durante el transcurso de esta indagación relevamos la intención de un

grupo de vecinos de hablar con el intendente para hacer un

polideportivo, pero el proyecto no se concretó65.

Respecto de la oferta educativa, la escuela primaria de gestión pública

donde funciona la OPM es la única escuela del Barrio. Para continuar

los estudios secundarios lxs niñxs deben “salir” del mismo. Los mayores

de 18 años, pueden anotarse en el Programa Fines 266, que tiene dos

sedes que funcionan en casas particulares.

65 Al realizar la actualización de datos para el presente capítulo desde agosto 2016


cuando finalizó el trabajo de campo hasta el presente (septiembre 2018) se conformó
una sede de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), quienes trabajan
con una junta vecinal en defensa de los derechos de poblaciones vulneradas . A la vez
el municipio realizó el mejoramiento de calles internas del barrio e instaló una plaza
con juegos en un pequeño corredor paralelo al asfalto principal. También se conformó
una Asociación vecinal de la que participan algunas de las familias de la OPM, con
apoyo municipal.
66 El Programa Fines 2 de terminalidad educativa para adultos se creó en 2008 en una

acción conjunta del de los ministerios nacionales de educación desarrollo social para
la formación de cooperativistas. Luego se extendió su cobertura a la población mayor
de 18 años en general.

95
Fotos: Entrada al Barrio La Quema y calle interna. Fuente: Autora año 2015.

La mirada sobre “el barrio” desde una perspectiva de género

A partir de las observaciones y el trabajo de análisis, elegimos

aproximarnos al campo desde su territorialidad. De ahí surge la

categoría de “barrio” y el objetivo de “mirarlo” desde sus espacios

públicos, comunes con un enfoque de género. Acceder a estos lugares

nos parece importante para contextualizar las dinámicas se practican

allí: ¿quiénes los transitan y quiénes no? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué?

¿Quiénes y cómo los “marcan”?

Identificamos como los principales lugares públicos de “La Quema”67:

las paredes (de las fábricas, depósitos y de las casas), las calles y las

“canchitas” de fútbol.

67 Recordamos que “La Quema” está formado por cuatro sectores o barrios
diferenciados social e históricamente: “Barrio Porst”, “Barrio El Danubio”, “El
triángulo”, y “la villa” (ver introducción y/o ampliar con Auyero y Swistun, 2008). Este
trabajo se focalizó principalmente en los barrios Porst y el triángulo.

96
Las paredes

Llegando al barrio, observamos algunos carteles y pintadas.

Identificamos principalmente dos tipos de carteles: uno de bienvenida al

barrio (firmado por una de las empresas más importantes del polo

petroquímico y visiblemente deteriorado), y varios que indican la

proximidad/localización de empresas, que se encuentran dentro del

polo frente a “La Quema”.

Por otra parte, las paredes de los depósitos y fábricas, son por su

extensión, lugares privilegiados para las “pintadas”. Identificamos dos

tipos: las pintadas políticas y las de diferentes equipos de fútbol (pero

sobre todo del club “Puerto Sur”68).

En las calles principales de acceso a “La Quema”, encontramos

pintadas firmadas por distintas agrupaciones políticas (Barrios de Pie,

La Cámpora, Partido Obrero), con consignas que se fueron renovando y

actualizando, durante el trabajo de campo (2015-2016).

Las pintadas que tienen como “tema” el fútbol, son más en cantidad y

diversidad, aunque menos visibles por los “lugares” donde se

encuentran: con “liquid paper” en la escuela, con aerosol en algunas

casas o prolijamente realizadas con pintura en paredones de fábricas o

depósitos. Entre éstas últimas, destacamos una: “Puerto sur: una

enfermedad sin cura”. Nos llamó particularmente la atención por su

extensión (50 metros aproximadamente), el cuidado (de la pintura y del

68 La presencia del fútbol es una característica de este espacio en su conjunto.


Además de “Puerto Sur”, hay en la localidad cuatro clubes que tienen equipos de
fútbol. Los cinco tienen estadios y tres de ellos juegan en primera división.

97
espacio que lo rodea: pasto corto con bancos y mesas) y porque este

espacio está diferencialmente apropiado por hombres. Jóvenes o

adultos, pero hombres.

Esta escena se repitió algunas veces en la esquina de la escuela,

llegando a la orquesta los sábados a la tarde. Frente al kiosko, grupos

de chicos/jóvenes, conversan sentados en la esquina. Siempre

hombres.

“Ese sábado había una convocatoria especial: una clase pública de la

orquesta en plena campaña del ballotage, claramente en apoyo a Scioli y

reivindicando el Programa de Orquestas como una política del Estado.

Llego a la cuadra de la escuela y están en la esquina un grupo de

jóvenes tomando cerveza. Están vestidos con ropa deportiva y parecían

terminar de jugar un partido recién. Por un lado pienso que bueno, va a

haber público. Por otro qué bajón, capaz me chiflan… Paso y saludo

discretamente con un gesto de la cabeza y un hola cerrado. No escucho

si hay respuesta y sigo. Entro a la escuela. A la media hora, cuando

salimos ya no estaban”. (Nota de campo, octubre 2015)

Estos sitios (algunas esquinas o ciertos lugares) se constituyen física y

simbólicamente como mojones de un tipo de identidad o masculinidad

(Connel, 1995) vinculada al fútbol como práctica cultural. Destacamos

a la vez, el carácter relacional del concepto masculinidad: “existe sólo

en contraste con la femineidad” (1995: 2), ya que forma parte de un

sistema de género mayor. A la vez, nos parece importante destacar la

98
caracterización de diferentes masculinidades que hace esta autora, en

relación a las interacciones entre género, raza, clase, etc. (1995: 10).

Las calles

En entrevista con dos mujeres vecinas que “colaboran” con la

Orquesta69, apuntamos algunas diferencias respecto de actitudes,

actividades y modos de estar de los chicos y las chicas del barrio.

Oposiciones como el jugar “adentro” y “afuera” de la casa, parecen

delimitar espacios de chicas y chicos respectivamente.

“Las nenas no se ven mucho. Están más en las casas (…) Los varones

son más organizados, y son muchos, entonces se forman un equipo en

una canchita, otro en una calle en verano, otro acá a la vuelta y otro más

para allá. Como acá no hay club, no hay nada se organizan entre ellos. A

la tarde juegan a la pelota y después andan toda la tarde en bicicleta.

Ayer toda la tarde jugaron a las carreras. Como hasta las nueve de la

noche estuvieron. Y en verano están hasta las doce por lo menos. En

cambio las nenas no. Hay algunas nenas tremendas que están con los

varones, pero son muy poquitas.” (G. Vecina y “mamá colaboradora”.

Noviembre 2015)

“Yo las saco a andar en bici y estoy ahí, paró ahí con ellas y estamos, la

vuelta a la manzana... y ¡A dentro! O ahí en el patio. (…) el varón anda

más ahí en la calle, (risas) es más indio (risas)” (L. Vecina y “mamá

colaboradora”. Noviembre 2015)

69 En el próximo capítulo analizamos el rol de estas “mujeres-madres- colaboradoras”.

99
Entendemos que estas descripciones expresan en parte, el “deber ser”,

lo considerado propio para cada género, a la vez que dan cuenta de

diferentes estrategias de cuidado que se dan estas madres para sus

hijas o hijos. Asimismo incorporan algunos matices que tensionan estos

“lugares” establecidos, aunque en forma de sanción o estado de

excepción: “algunas nenas tremendas (…) pero son poquitas”. (El

subrayado es nuestro).

Estas expresiones sintetizan la heteronormatividad que prima en el

espacio social analizado, definiendo oposicionalmente conductas

apropiadas para los niños varones (“jugar afuera”, “ser más indio”) y

para las niñas mujeres “estar en las casas”; sancionando a la vez a

aquellas que no cumplen con esa pauta. Siguiendo a Beatriz Gimeno:

“La base ideológica de la heteronormatividad es el binarismo sexual; es

decir, la reducción del ser humano a dos categorías distintas y

complementarias: hombres y mujeres. Estas dos categorías tienen

asignados papeles sociales, culturales, económicos, sexuales… diferentes

y se supone que complementarios a pesar de que, en realidad, están

profundamente jerarquizados y se les ha asignado un valor muy

desigual”70.

A partir de las observaciones y otras entrevistas, distinguimos a la vez

prácticas y discursos que impugnan dicha heteronormatividad. Por

ejemplo, la participación de chicas y mujeres en las “canchitas”.

70

http://glosario.pikaramagazine.com/glosario.php?lg=es&let=h&ter=heteronormativida
d [29/8/16]

100
Las canchitas

En el barrio donde se encuentra la escuela, hay tres “canchitas”, una

más grande de tierra y dos más pequeñas de cemento.

Durante el trabajo de campo, la única que vimos utilizar fue la de tierra,

que es la cancha más grande. Participaban del partido hombres y

mujeres jóvenes (entre 13 y 20 años aproximadamente), la mayoría con

camisetas de diferentes equipos.

A partir de las observaciones y entrevistas, entendemos que si bien “las

canchitas” son espacios identificados como masculinos, también son

utilizados por chicas y mujeres, tensionando la división espacial de

género binario. Así, el “jugar a la pelota”, es una forma de apropiación

de un espacio y de una práctica significativa para la comunidad: el

fútbol. Visible también a partir del uso de ropa deportiva, es una

vestimenta “típica” de los chicos (aunque no única ni exclusiva) y de

algunos hombres adultos: camisetas, pantalones y camperas de clubes

de fútbol.

Una de las chelistas adultas, que participa en la OPM, nos comentaba

que el “jugar a la pelota”, fue una forma de integrarse con “los chicos”

de la orquesta:

“Cuando recién comenzamos con la orquesta, salíamos de acá y nos

íbamos a jugar a la pelota con los chicos”. (A., participante adulta.

Agosto 2016).

101
Por su parte, S., otra de las integrantes adultas de la Orquesta, nacida

y criada en La Quema, señalaba diferencias en las actividades, los

gustos y las maneras de relacionarse con “chicos” y “chicas” de la

Orquesta.

“Yo crecí en un ámbito de varones, y por eso juego a la bolita, a la pelota,

juego todo, porque no tuve hermana. Es como que me siento cómoda ahí.

Juego con grandes, con chicos, con el que sea y lo disfruto un montón. Y

cuando hoy, por ejemplo, se plantea la posibilidad de justamente ayudar

a las nenas [en la orquesta con el violín], me cuesta. Porque no sé de qué

lado agarrarme, porque viste… justamente las nenas no sé cómo. En

cambio, si vos me decís vamos a enseñarle al varón, vamos a hablar con

el varón, por eso, me agarro de algo que les gusta a ellos y de ahí

arrancamos, me entendés… me resulta más fácil. O sea pienso que pasa

porque compartimos el deporte, los mismos gustos”. (S., participante

adulta, agosto 2016).

Por último mencionamos que también en entrevista con lxs jóvenes “el

jugar a la pelota” fue mencionado como una actividad en común de

chicos y chicas del barrio, así como el “tocar instrumentos” o “tocar en la

orquesta”. (Taller grupal, diciembre 2015).

102
Fotos: Calles internas del Barrio. Fuente: La izquierda Diario71 (2016) y Diario Popular 72 (2017)

A partir de este breve recorrido por La Quema, nos aproximamos a la

Orquesta Puerto Musical.

Fotos: Frente y pasillo de la escuela. Los bidones que se muestran en la segunda fotos forman
paisaje cotidiano de la institución. Son provistos por la Municipalidad ya que por los problemas
relativos a la contaminación mencionados con anterioridad, el agua del Barrio no es apta para
el consumo. Fuente: Autora 2015 y 2016.

71 http://www.laizquierdadiario.com/Villa-inflamable-somos-un-barrio-olvidado
[11/1/18]
72 https://www.diariopopular.com.ar/sureno/chicos-plomo-sangre-y-desnutricion-

villa-inflamable-n307747[11/1/18]

103
Entre la “formulación” y la “implementación”: Particularidades de la
gestión de la OPM, como política pública socio-educativa y cultural.

Foto: Día de ensayo. Fuente: Autora

La imagen precedente fue tomada en el trascurso del trabajo de campo

y la incorporamos aquí como disparador73 de las reflexiones sobre las

que nos propusimos analizar la OPM.

¿Quiénes participan de esta “clase”; en que se parece y en qué se

diferencia de una clase de lengua, matemática o de educación física; de

quién es el instrumento y cómo llegó ahí; por qué enseñar violín en la

escuela; para qué sirve leer música?

Retomando lo expresado por Shore (2010) sobre la pertinencia del

enfoque antropológico para abordar el estudio de las políticas públicas,

agregamos algunos interrogantes para el caso estudio:

73No pretendemos aquí hacer un uso exhaustivo de las imágenes y la fotografía como
herramientas teórico-metodológico en la investigación social, pero considerando que
existe una interesante reflexión sobre el tema recomendamos la lectura de Berger, J.
(1972) y Burke, P. (2001).

104
¿Cómo se lleva adelante una orquesta como la OPM; qué actores

intervienen en su implementación; qué significados le otorgan a esta

política pública; qué subjetividades y sujetos políticos (re) construye

esta política localmente?

A partir de estas inquietudes, y en pos de dar cuenta de la relación

entre formulación e implementación, incorporamos las aproximaciones

en torno al concepto de gestión, de Magdalena Chiara y Mercedes Di

Virgilio (2009).

“el concepto de gestión (…) tiene dos puntos de partida: i. No hay políticas

por encima y por fuera de las dinámicas de la sociedad; ii. No hay

políticas por fuera de las interacciones que se generan en el curso de su

diseño e implementación. (…) A los fines de aproximar una definición, se

apela aquí a la integración de dos perspectivas que en la literatura

aparecen separadas. Por una parte, aquella que pone el énfasis en los

procesos a través de los cuales se articulan recursos, y, por la otra, la

que pone el foco en la porosa frontera entre el Estado y la sociedad en el

proceso de constitución de la demanda.” (Ibíd. 59 y 60)

Valoramos particularmente de esta definición el abordaje procesual de

la gestión, así como el reconocimiento y la ponderación conceptual del

“conflicto” en diferentes niveles y etapas de la misma.

En relación a esta definición comenzaremos por analizar cómo y

quiénes gestionaron la llegada del Programa a este municipio, barrio y

escuela en particular.

105
La OPM comenzó en 2012, en la única escuela que se encuentra dentro

del barrio “La Quema”: la escuela primaria N° X de gestión estatal74.

Contradiciendo cierto sentido común según el cual “las políticas

bajan”75, y en consonancia con las críticas mencionadas por Franzé

Mudanó (2013) acerca de las visiones estado-céntricas del Estado, la

implementación del Programa fue motorizada por actores locales. La

idea original del Equipo de Coordinación Nacional del POyCB y de lxs

responsables regionales de la Dirección Provincial de Políticas

Socioeducativas, era abrir la orquesta en un barrio cercano. Pero fue A.,

Directora de la Escuela N° X de La Quema en 2012, quien según los

testimonios pulseó la suerte del proyecto. Uno de los docentes

entrevistados lo expresaba así “movió cielo y tierra, se contactó con gente

del municipio, de todos lados para que sea acá.” (Entrevista, Julio 2016).

Varixs entrevistadxs coincidieron en asignarle a la Directora A. un alto

perfil político, ya sea reforzando actitudes de “compromiso con el barrio”

(Docente, Julio 2016), o asociándola directamente con un espacio

político partidario determinado: “no sé si militaba directamente o tenía

algún contacto con “La Cámpora” (Docente, Agosto 2016)76.

74 En consonancia con la preservación del anonimato el número de la escuela también


fue modificado.
75
Esta expresión hace referencia al carácter impuesto de las políticas, es decir sin
tener en cuenta la “mirada” de lxs destinatarixs. En el transcurso del trabajo de
campo se mencionó en relación a la Ley de Educación Sexual Integral y lo
desarrollamos en el capítulo 4.
76 No pudimos entrevistarla ya que al momento de hacer el trabajo de campo (2015)

había sido reemplazada mediante el Concurso de Antecedentes (comúnmente

106
A partir de estos relatos sobre el inicio del POyCB en el territorio,

apuntamos dos cuestiones.

En primer lugar, la necesidad de entender articuladamente la gestión en

diferentes dimensiones, o sea entendida como la administración de

recursos atravesada por procesos de conflicto, lucha y negociación.

La segunda cuestión, vinculada a la anterior, presenta una arista de la

dinámica política y sus disputas, tanto al interior del aparato estatal,

así como en relación con otros actores de la sociedad civil. En el primer

caso, entendemos que se pone en juego la “directora de la escuela” en

su doble rol de “directora” (disputando desde la escuela como un lugar

estatal) y “militante” (identificada aquí por su participación social), así

como una referencia política partidaria específica: La Cámpora.

En este sentido, si bien queda fuera del recorte propuesto un análisis

detallado de esta organización, creemos propicio indicar algunas

generalidades de esta organización política.

Aunque difuso, el surgimiento de “La Cámpora” en el contexto de la

política nacional está relacionado con las figuras de Néstor Kirchner y

Cristina Fernández de Kirchner, a quienes se identifica como los

principales conductores, aunque no sean incluidos como miembros

orgánicos de la agrupación (Vázquez y Vommaro, 2012).

denominado acto público) de la Dirección General de Cultura y Educación de la


Provincia de Buenos Aires.

107
Además, como indica Dolores Rocca Rivarola (2016) destacamos su

rápido crecimiento a partir de 2010, tanto en número de militantes,

presencia territorial y presencia en el Estado.

En el trascurso del trabajo de campo (2015-agosto 2016), dimos cuenta

de la presencia territorial de esta organización en los registros de

observación y en las entrevistas.

“Los de pechera son de La Cámpora, están trabajando en el barrio,

armaron una copa de leche” (Vecina, agosto 2015).

“Hay varias organizaciones, acá está Barrios de Pie, el PO [Partido

Obrero], La Cámpora y La Eva Perón, que es la agrupación del

intendente.” (L., Docente integrador, Octubre 2015)

Así, “La Cámpora” es referida como una organización activa, con poder

de decisión y movilización de recursos humanos, políticos y económicos.

Por otra parte, da cuenta de las particularidades de la articulación e

implementación del POyCB a nivel municipal.

En ese sentido, la perspectiva de la funcionaria municipal a cargo del

POyCB, refuerza la articulación entre el plano político- partidario y la

gestión de una política pública, en cuanto a la selección de

instituciones y actores.

“El impulso local digamos del Programa, fue el área de educación

[municipal] y las directoras… Yo no estaba en ese momento pero, en

general, las directoras de las escuelas tuvieron y tienen un rol muy

importante. Cuando uno evalúa una institución para un programa de

108
alguna manera también piensa qué gente puede llevarlo adelante,

sostenerlo, acompañarlo” (M., Funcionaria, enero 2016).

Respecto de la selección del barrio, agregaba:

“Si bien el Programa está centralizado, o sea los lineamientos principales

son los de la coordinación nacional, siempre se articuló la elección de las

escuelas y barrios con las provincias y municipios” (M., Funcionaria,

enero 2016).

A partir de su testimonio agregamos las complejidades de los diferentes

niveles implementación (nacional-provincial-municipal) implicados en la

gestión de este tipo de políticas, así como la dimensión propiamente

político partidaria. Recordemos que el signo político municipal es el

Frente Para la Victoria, mientras que a nivel nación y provincia el

oficialismo es la Alianza Cambiemos.

“Hasta ahora (risa en alusión al cambio de gestión provincial y

municipal) venimos trabajando todos o muchos de los programas

de políticas socio-educativas: mesas socioeducativas, CAJ , Coros y

orquestas… Digamos que a partir del año pasado el municipio

empezó a tener otro rol. Más que nada pensando, desde la muni,

desde el territorio tener una mirada un poco más concreta y ver

cómo se pensaba la asignación de estos recursos de políticas socio-

educativas, dentro del municipio, más allá de nación y provincia.

Fue bastante interesante como propuesta, ahí quedamos… vamos a

ver cómo sigue… (M., Funcionaria, Enero 2016)

109
En un plano más cotidiano, sumamos a estas complejidades la de no

poseer como Programa un espacio propio, sino compartir el espacio

físico e institucional con la escuela.

Así partir de 2014, reconstruyendo la historicidad de la OPM, hubo un

cambio de Directora de la escuela que repercutió en el desarrollo de la

Orquesta. C., la nueva directora, toma posesión del cargo mediante un

acto administrativo legítimo y común en el campo educativo de la

jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires77. C. asume el “desafío” de

estar a cargo de una escuela donde, además de las actividades

semanales, los días sábados funciona “el CAI”78 por la mañana y la

Orquesta por la tarde. Si bien para ella “es un proyecto maravilloso”, nos

relata que al comienzo la convivencia con la OPM no fue fácil.

“Hay muy buena relación entre los profes [de la orquesta] y los

maestros [de la escuela]. A ver no es fácil hay que organizarlos. Yo

cuando llegue acá no entendía nada y como a mí no se me quería

todo el mundo dijo que yo venía a sacar la orquesta, y lo que yo

quería hacer era que nos organicemos. Yo quería era hacerle

entender al profe que esto es una escuela y los chicos estaban en

el grado. Y yo lo quería era que cuando vinieran los profes, vaya

77 Durante la entrevista C., contó con cierto detalle como accedió al cargo de Directora
a través de concursos docentes y luego cómo llega a la Escuela X a través de solicitar
“movimiento” (Movimiento Anual Docente). Esta acción es un derecho incluido en el
Estatuto Docente y una práctica corriente dentro de lo especificado en dicho
reglamento. Por otra parte también mencionó que “al principio no me querían porque
desplacé a la directora anterior… Dijeron de todo, que yo iba a cerrar la orquesta, nada
que ver. ”. Entendemos que estas menciones forman parte de una apelación a la
legitimidad de su cargo.
78 El CAI (Centro de Actividades Infantiles) es otro programa de la Dirección Nacional

de Política Socio Educativa, orientado a fortalecer las trayectorias escolares en el ciclo


primario.

110
al salón donde está el alumno que tiene que ensayar, lo saque y

después el alumno vuelva. Nada más. Era una cuestión de

organización y distribución escolar. (C., Directora de la Escuela sede de

la OPM. Octubre 2015).

Las tensiones generadas a partir de la superposición de las actividades

de la escuela (lxs maestros y directivos) y la orquesta (los profes),

develan otra arista de la complejidad de gestionar la cotidianeidad de

esta política.

Por otra parte, los recuerdos de los viajes y las actividades de

capacitación son motivo de satisfacción y emoción particular. La

Orquesta Puerto Musical, participó de dos encuentros: uno en la

localidad costera de San Clemente del Tuyú y otro en la ciudad de

Córdoba.

“Cuando viajamos estuvo re bueno. Yo aparezco dos veces en la película

que hicieron de Córdoba, ¡¿la viste?!” (B., participante OPM, julio 2016)

“A mí me marco para toda la vida porque aparte del lugar, que era

hermoso, un 70% de los chicos no conocían el mar, así que fuimos varias

veces a la playa. Tocaban así (extiende las dos manos con las palmas

hacia abajo), tocaban la espuma y sacaban la mano, la probaban.

Esas cosas ellos no se la olvidan más y yo tampoco”. (C., Directora de

la Escuela sede de la OPM. Noviembre 2015).

111
La posibilidad de realizar estos viajes y capacitaciones, así como las

participaciones en instituciones locales reconocidas como

universidades, escuelas de música o el teatro municipal, son otro de los

aspectos valorados del Programa, en consonancia con lo observado por

Finnegan y Serulnikov (2015).

“Estos viajes constituyen experiencias registradas como bisagras entre

“un antes y un después” en la vida de la mayoría de los jóvenes coreutas

y ejecutantes. Además de permitirles contactar con producciones

culturales inéditas, amplían el conocimiento de personas, geografías,

situaciones y contenidos formativos específicos desconocidos hasta el

momento y que resultarían de otro modo “inalcanzables”.” (Ibíd.: 51)

Según lo analizado, estas experiencias reforzaron los vínculos

interpersonales entre lxs miembros de la OPM (participantes, familias,

agentes escolares y docentes de la orquesta) y colaboraron en acercar

los horizontes culturales de unos y otros.

Sintetizando, mencionamos hasta aquí diferentes aspectos de la

formulación e implementación de la OPM. En adelante desarrollaremos

cómo se gestiona y qué especificidades adquiere uno de los objetivos

principales del Programa: la “inclusión social”.

112
La “inclusión” desde la gestión y sus diferentes actores.

“Entrevistadora: ¿Qué es para vos una política de inclusión?

Director: Uh… me metiste una palabra que tendría que haber nombrado

al principio, me van a sacudir acá (Risas)” (Director de la OPM,

diciembre 2015)

En el testimonio precedente, se desliza el sentido de inclusión como

objetivo y/o fundamento del mismo POyCB, a la vez que da cuenta de

apropiación diferencial del mismo por parte de los actores involucrados.

Así, a partir de la pregunta ¿Qué es para vos una política de inclusión?79,

rastreamos significados diferentes de este término, estableciendo cierta

correspondencia con las formaciones y trayectorias de los actores

involucradxs.

Mientras lxs “docentes integradores” entrevistadxs80, coincidieron en

identificar principalmente el rol del estado en esta materia, en las

entrevistas realizadas a lxs “docentes-músicos” las referencias se

volvieron más difusas.

“El programa tiene ese espíritu de hacer llegar, a sectores que

históricamente están o fueron regalados por las políticas públicas de un

estado, enseñarle este tipo de música que siempre fue asociada a la

elite.... ¿Quién se compra un contrabajo? ¿Quién se compra un

79 Ver Anexo Entrevistas.


80 Especificaremos más adelante sus tareas.

113
chelo? La gente que tiene mucha plata, entonces el espíritu me

parece es este mostrar que cualquier pibe, de cualquier barrio, de

cualquier sector vulnerable o no, puede estudiar violín o trompeta, que

no pertenece a una clase social entonces eso es la parte de incluir del

programa como objetivo principal.” (Docente integradora A. Octubre

2015)

En el mismo sentido, otro docente integrador hacía referencia a los

debates dentro del equipo de trabajo en torno a qué es “incluir”.

“Los debates se dan en el sentido de… ¿Estamos formando músicos?

¿Estamos garantizando derechos? ¿Estamos formando a los mejores?

Con muchos docentes es así… Qué queres formar al mejor músico o en

realidad el objetivo es fortalecer la autonomía de los pibes y que

conozcan que hay un montón de alternativas en la vida.” (Docente

integrador, Agosto 2015)

Entendemos que el reconocimiento de políticas que se insertan en un

contexto de desigualdades previas, donde el Estado restituye y

garantiza derechos a la cultura (a la formación y el disfrute de la música

en este caso), es la clave en los discursos de lxs docentes integradores.

En esta dirección, la noción de “inclusión” supone también la idea de

“calidad” y las tensiones que implican aunar estas variables.

“el programa además lo que tiene de interesante y es una

discusión que se daba con la gente del programa también, es que

tiene una apuesta importante, a la calidad. O sea no es solo que

114
los pibes toquen un instrumento y que haya una orquesta, sino que

tiene que ser bueno, tienen que aprender, y es duro y cuesta, pero

no es que para-que-estén-adentro-lo-hacemos-fácil. No, la idea es que

estén adentro y que haya que aprender. Y que se pueda aprender.

Entonces me parece que plantea todas estas cosas y que no son

maneras habituales de pensarse.” (Funcionaria municipal, Enero

2016)

En cuanto a los docentes-músicos, hay mayor variedad en sus

asociaciones. Uno de ellos, quien se identifica a su vez como “músico y

militante”, expresa las contradicciones entre la formación musical y el

trabajo en una orquesta de este tipo.

“Nosotros somos bichos de conservatorio, muchas veces no entendemos

algunas cuestiones que tiene que ver con las políticas sociales, la

inclusión social. Primero porque estudiamos en forma individual. Pero acá

los chicos ya se conocen, así que hay que apartar el lado musical,

académico que tenemos en la formación. (…) Sí hay que tener

preparación, muchas horas de estudio, pero la gente que ingresó

[docentes] no tenía idea de esto, ellos pensaban que venían a dar clase

de instrumento, pero no: vienen a ser partícipes de una comunidad, no a

ser el director de la sinfónica porque no sirve.” (A., docente OPM, julio

2016)

Manifestando desacuerdo e incomodidad respecto a definir qué es una

política de inclusión, una de las docentes entrevistadas comentaba:

115
“La verdad que no estoy muy de acuerdo con lo que es política… más que

nada yo estoy centrada en tratar de darles otra mirada de la vida a los

chicos, respecto de lo que es política… pero obviamente todo es política

no? Así que no sabría cómo contestar esa pregunta” (A., docente OPM,

Noviembre, 2015)

Por su parte, otrxs asociaron inclusión con oportunidades en términos

individuales, e hicieron una lectura de su propio acercamiento a la

música.

“Una política de inclusión es tener igualdad de oportunidades

fundamentalmente, yo por ejemplo soy un pibe de barrio, de clase media

baja digamos, que tuvo la oportunidad de estudiar música gracias a que

hay un lugar estatal, público, donde uno puede acceder” (M., docente

OPM, diciembre 2015).

“Para mi es que tengamos la misma oportunidad… no se… en mi casa

había una flauta, me agarró ganas, lo probé y empecé a tocar. Pero sé

que hay mucha gente que no tiene esa facilidad. Una política de inclusión

es poder darle una oportunidad a alguien que de otra manera no la

tendría. (J., docente OPM, julio 2016).

Desde otra perspectiva, el testimonio de una vecina y colaboradora de la

OPM, sintetiza otro aspecto de la inclusión en relación a la Orquesta y el

rol del Estado. A diferencia de los testimonios anteriores, la inclusión

está en la posibilidad de ser una alternativa a las drogas y/o

robo/violencia.

116
“La orquesta que les da la posibilidad de tener un instrumento en la

mano y no un porro o un fierro, es verdad, es la realidad.” (L.,

colaboradora de la OPM, noviembre, 2015.)

En este caso “la orquesta”, se construye como contrapartida una

verdad/realidad barrial caracterizada por la proximidad simbólica,

geográfica y etaria al consumo de drogas y/o la delincuencia. Estas

situaciones son percibidas como especialmente peligrosas en la

adolescencia y esto causa preocupación ya que, en su mayoría, lxs

participantes de la OPM son chicxs (menores de 13 años).

“Acá [en la orquesta] llegan a la adolescencia y se nos van. Yo le digo a

ella, también se lo planteé a L., [docente integradora] cómo podemos

hacer, para incentivarlos para que sigan, anotarlos allá en el

Universidad” (L., colaboradora de la OPM, noviembre 2015).

Surgen del proceso de análisis, algunos temas que nos parecen

importantes señalar, aunque no podamos profundizar su análisis.

En primer lugar algunas observaciones en cuanto a la formación de lxs

docentes de música. En este sentido Silvia Carabetta (2016) caracteriza

la formación de lxs educadores musicales de Conservatorios de Música

y las prácticas educativas en el contexto de la enseñanza obligatoria de

niñxs y adolescentes, como reproductora de la dicotomía y

jerarquización entre música clásica/música popular. Entendemos que

aun siendo la Orquesta un espacio de participación voluntaria, no

117
obligatoria, se replican aquí también las tensiones mencionadas por la

autora.

Por otra parte, pensar en la gestión de la orquesta como política

pública, nos llevó a indagar acerca de otro modelos de gestión, ya sean

privadas o mixtos (de participación público-privada).

Uno de los entrevistados planteaba estas diferencias de la siguiente

manera:

“También está el circuito de orquestas tipo fundación, por ejemplo el que

organiza Andrea Merenzon. Hacen encuentros todos los años en Iguazú.

Es el modelo Merenzon81, versus modelo Espector”. (Docente, julio 2016)

Según el entrevistado, el “modelo Merenzon”, privilegia la formación

musical tiende a la profesionalización. En contraposición al “modelo

Espector”, enfatiza el anclaje “comunitario” de la orquesta y el rol del

Estado, como agente de financiación y garante del “derecho a la

cultura”.

“Este es un programa [POyCB] que se desarrolla en una comunidad,

educativa y social. El principal objetivo de una orquesta sinfónica de

niños, en estos lugares, es por un lado la inclusión social, todo el mundo

tienen derecho a la cultura, y el otro es la transformación cultural que se

81 Andrea Merenzon (Buenos Aires, 1963- ), es fagotista de la Orquesta Filarmónica de


Buenos Aires y Directora Ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo, la Cultura y el
Arte (FENDECUA). A través de esta organización no gubernamental (ONG), organiza
anualmente “Iguazú en Concierto”, un festival internacional de orquestas y coros
infanto-juveniles. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9314-
2014-11-21.html; http://www.fundecua.org.ar/sobre_fundecua.php

118
sucede más allá del sujeto, en su entorno, familiar y comunitario. Mi

función acá es de un empleado comunitario que enseña contrabajo. (…)

Por la envergadura que tiene, por los costos de los instrumentos, del

plantel docente, tiene que haber un Estado presente”. (Docente, julio

2016)

Hacia el final del capítulo nos ocuparemos otro de los temas emergentes

del proceso de análisis: las contradicciones relativas a la reivindicación

del derecho a la cultura (como acceso), con la persistencia de

condiciones laborales precarizadas, entendidas como una vulneración

de los derechos de la cultura (en este caso artistas y trabajadorxs

culturales)82. Pero antes vamos profundizar una de las aristas acerca de

la “inclusión social”: los debates sobre la focalización-universalización

de las políticas públicas.

Expresiones del debate Focalización-Universalización en la gestión de la OPM

Si bien en los documentos del POyCB, la población destinataria está

identificada como de “riesgo” o en situación de “vulnerabilidad”, en la

puesta en práctica de este Programa se dieron algunos “matices” en

cuanto a focalización de esta política y la constitución de sus

poblaciones-destinatarias.

82 Ver: “Elecciones, ballotage y después: La politización y el cambio de orientación de


la política pública”.

119
“La orquesta es abierta a la comunidad, no solo vienen los chicos de la

escuela, sino que vienen los chicos del barrio. Chicos del barrio que van

de otras escuelas, inclusive a privada. (…) imagínate que de pasar de

tener una escuela donde los padres no querían mandar a los chicos (…)

de repente aparece una orquesta y fue un incentivo muy grande también,

cuando abrió acá no había en otro barrio.” (Directora B. Noviembre

2015.)

El fragmento citado refuerza la participación de sectores con diferentes

situaciones socio-económicas. En conversaciones informales con

miembros de otras Orquestas del GBA (de diferentes municipios), nos

relataron la heterogeneidad en la composición de las orquestas según la

localización de las mismas en escuelas céntricas o periféricas.

En este sentido, entendemos que si bien en los documentos el POyCB

se plantea como una política de discriminación positiva, identificando

“vulnerables” o “poblaciones-objetivo”, en la práctica posibilita formas

de interacción y el cruce de diferentes trayectorias previsibles (Dussel,

2004) al interior de la comunidad educativa.

El testimonio de G., mamá de un participante de la OPM, también nos

hizo reflexionar sobre las trayectorias previsibles más allá del espacio

educativo, señalando la Orquesta como un espacio de apertura de

horizontes de posibilidad, deseo, reconocimiento.

“Mi hijo quiere llegar a ser Director de Orquesta. Él no para hasta ser

director. Son los sueños que él tiene, porque él tiene… demasiados…

quiere llegar a no sé dónde. Y más, cuando estuvo allá [en Santa

120
Teresita] estuvo hablando con el profesor este que era gallego… el

profesor de todos los profesores… mi hijo es así de caradura (risas).

Cuando fuimos a Córdoba lo vio de vuelta y ya lo conoció. Se sacaron

fotos, todo.” (G., vecina y colaboradora, noviembre 2015).

Así “la orquesta” se configura desde el punto de vista de lxs

destinatarixs y sus familias, como un lugar de posibilidades y de

reconocimiento mediante el acceso a conocimientos e instrumentos “de

calidad”, así como a la ampliación de relaciones sociales (docentes,

funcionarixs).

Los entrecruzamientos y trayectorias posibles en y a partir de este

espacio, son facilitados por características individuales (ser “caradura”,

“tener oído”, entre otras) así como por las percepciones, conflictivas y

negociadas, entre agentes estatales y destinatarixs/familiares. Esto

último se expresa por ejemplo en la elección de quienes “se llevan” el

instrumento. Recordamos que el Programa contempla el “comodato”

como forma de proveer de instrumentos a lxs participantes.

“Cuando los jóvenes alcanzan un nivel de sociabilidad con el

instrumento y con el espacio, se pueden llevar el instrumento en

comodato. A nosotros nos gustaría que todos se lo llevaran y no queden

en la escuela, pero a veces la familia no está preparada para poder tener

ese instrumento por muchas razones: les puede molestar el ruido o es un

barrio peligroso y se lo pueden roban, o porque no lo saben cuidar”. (L.,

Docente integrador, agosto 2015)

121
En este sentido la percepción de los agentes estatales sobre “el nivel de

sociabilidad” o “la preparación de la familia para recibir el instrumento”,

el (re) conocimiento y la confianza construida entre éstos y los jóvenes y

sus familias, matizan el planteo maniqueo sobre política universal o

focalizada de la Orquesta. ¿Quiénes van efectivamente a la Orquesta?

Por otra parte, entre aquellxs que concurren, ¿a quiénes darle el

instrumento? Así ni tan universal, ni tan focalizado, proponemos que es

en la arena de la gestión donde se materializan estas tensiones.

Lo descripto hasta aquí, resalta (algunos) de los aspectos sobresalientes

de la gestión de la Orquesta Puerto Musical, en la primera etapa del

trabajo de campo (junio- diciembre 2015). Los resultados de las

elecciones de octubre y noviembre 2015, marcaron un hito en el

funcionamiento del POyCB en general, en la OPM en particular y

también en el trabajo de campo. A partir de estos acontecimientos, se

hizo necesaria una reconceptualización del objeto de estudio como

producto del trabajo de análisis etnográfico (Rockwell, 1987).

Elecciones, ballotage y después: La politización y el cambio de


orientación de la política pública.

Este eje, estructurado a partir del proceso electoral de

Octubre/Noviembre 2015, en el cual se realizaron la primera y segunda

vuelta para los comicios presidenciales, fue un emergente del trabajo de

análisis y nos permitió (re)situar a la OPM, en términos de política

pública en una nueva correlación de fuerzas. Así, retomando a Shore

122
(2010), nos proponemos dar cuenta de las particularidades que

adquirieron el régimen de poder y los códigos culturales a partir del

nuevo escenario.

“la manera en que las políticas son objetivadas y utilizadas proveen una

comprensión crítica de algunos principios organizativos más profundos (y

menos visibles) que estructuran nuestra sociedad, particularmente los

regímenes de poder y los códigos culturales que moldean la manera en

que se comportan los individuos y las organizaciones. (Shore, 2010: 6)

A continuación, desarrollamos la trama del trabajo de análisis sobre los

registros y entrevistas, que orientó la reconceptualización del objeto de

investigación.

Precarización y reflexividad: la politización del Programa

En la primera entrevista realizada, surgió como uno de los temas

centrales la “precarización” de lxs trabajadores y de la misma condición

de ser programa, es decir depender para la continuidad de decisiones

políticas al no contar con un presupuesto propio. Haciendo explícito el

uso de la reflexividad como herramienta metodológica, la incorporación

de estos temas resultaba disruptiva del recorte elegido: analizar la OPM

desde una perspectiva de género83.

83En retrospectiva y haciendo uso del cambio de registro para diferenciar el yo autoral
de la tesis, la mencionada disrupción o incomodidad, estaba relacionada a la falta de
experticia para definir el recorte y el problema de investigación. Es decir como
“antropóloga novata”, no quería irme del tema elegido. Lejos de expresar una falta de
sensibilidad o empatía, (re) conozco la problemática y me atraviesa también como

123
Si bien en las entrevistas se hacía referencia a las continuidades y

cambios en el Programa, el problema de investigación inicial, no observó

las implicancias de la coyuntura política de un año electoral. A medida

que fueron surgiendo del trabajo de análisis fueron incorporadas y

reformulado el recorte inicial.

“L.: Lo negativo principalmente, desde mi lugar, es la precarización

laboral que hace que no se puedan asegurar continuidades. El programa

funciona desde 2008 y al día de hoy, hasta fin de año no se sabe si es el

programa continúa…

Entrevistadora: ¿Desde que estas fue siempre así o es año por las

elecciones?

L.: Es este año concretamente… la gestión actual de Sileoni y antes de

Filmus garantizaron totalmente la continuidad. Ahora hay un cambio de

gobierno y como no es una política del estado, es una política pública

medio agarrada de los pelos… porque está el proyecto, esta todo, pero

depende de decisiones políticas su continuidad. No hay una ley o un

decreto que lo garantice como política de estado cultural o educativa,

como las notebooks. Por eso lo que se está haciendo es abrir, abrir,

orquestas. Creo que este año casi se van a duplicar las del año pasado,

con esta necesidad de mostrar presencia y fuerza para que no sea tan

fácil decidir cerrar o desgastar como pasa en la Ciudad de Bs As que hay

trabajadora precarizada de diferentes programas sociales desde hace diez años.


(Programa Envión, Centros de Actividades Juveniles, Programa de Mejoramiento de
Barrios)

124
una complejidad bastante grande respecto a esto” (L., docente

integrador, agosto, 2015).

En el trascurso agosto-octubre 2015, la aparición en los registros de la

“agenda política” fue creciendo: apreciaciones sobre las elecciones,

discusiones respecto de los candidatos, explicitación de

posicionamientos político y/o partidarios, conciertos en la calle para

visibilizar el programa (antes del ballotage) y luego para presionar por

su continuidad.

Esta particular politización, o en otros términos la explicitación de la

relación entre el polo de gestión y la política, se hizo explícita llegado el

ballotage. Liliana Raggio (2013) apunta que la pretendida separación

entre política y gestión, oculta el polo político.

“(…) es en el nivel político donde se toma la decisión respecto de los

asuntos de gobierno, aun cuando a través de los procesos de gestión,

ellos puedan ser modificados, reorientados, obstaculizados o aun

malogrados” (Ibíd. 95)

Desde diferentes puntos de vista, los siguientes fragmentos dan cuenta

de este proceso.

“El próximo domingo hay elecciones. Sentadxs en el patio esperando que

lleguen los demás, el profe de flauta, una de las mamás colaboradoras y

yo hablamos del tema. Se acerca Cintia, tiene 12 años y toca el clarinete

desde que empezó la OPM. Como ya hace un tiempo, se lleva el

instrumento a su casa, su instrumento. Le pregunto quién quiere que

125
gane el domingo. - “Y Scioli”, dice mientras me muestra orgullosa un pin

abrochado al estuche de su clarinete con la imagen de Néstor y Cristina

Kirchner abrazados. - “Es de mi hermana, ella milita en La Cámpora”.

(Nota de campo, noviembre 2015).

“Toda esta última parte del año habilitó discusiones con los docentes

que fueron interesantes y que no se habían dado en otro momento

del programa… de dónde viene, de porqué, de cuáles son sus

objetivos, por qué esta política pública, porqué se decide el

financiamiento acá y no acá. Cosas que tiene que ver con otra toma

de posiciones y que no había sucedido... el hecho de las elecciones

y con tantas instancias además de votación que hubo, como que

fue habilitando distintas discusiones y poner el tema en otra

dimensión, también pensarlo de otra manera, no solo somos los

profes que venimos a dar clase, y los profes copados además, sino

que atrás hay un estado que está diciendo otra cosa con todo

esto, que es una apuesta distinta. Me parece que en este sentido

más allá de los resultados, nos fortaleció también, fortaleció el

programa... (pausa) en su concepción, no sé qué va a pasar con la

ejecución del programa, pero creo que se enriqueció en la mirada

de muchos de los actores” (Funcionaria, Enero 2016).

126
Los cambios antes y después del “cambio”84

En cuanto al funcionamiento de la OPM hasta diciembre del año

2015, consistía en clases de instrumento y lenguaje musical que se

realizaban durante la semana. Ambas se repetían los días sábados por

la tarde, y se sumaba un ensayo general. La cantidad de niñxs

participantes en la OPM fue en promedio de 30 (treinta) siendo

equitativa entre chicas o jóvenes mujeres y chicos o jóvenes varones y el

rango etario de entre 6 (seis) y 15 (quince) años. Se suman a esto tres

integrantes adultas en los instrumentos de violín, cello y contrabajo. La

participación de estas mujeres adultas instrumentistas es una

característica de la OPM, ya que según lo referido en las entrevistas es

la única Orquesta del POyCB que cuenta con integrantes adultxs (A.,

docente OPM, julio 2016).

A su vez, el equipo docente y directivo estuvo formado básicamente por

11 (once) integrantes: 1 (un) director de la orquesta (varón), 1 (una)

docente integradora (mujer), 6 (seis) profesores varones (percusión,

contrabajo, trompeta, flauta traversa, oboe y lenguaje musical) y 3 (tres)

docentes mujeres (violín/viola, clarinete y cello). Aunque con algunos

reemplazos o cargos faltantes, puede decirse que la formación se

mantenía relativamente estable desde los inicios de la Orquesta, en

2012, contando con cuatro integrantes que permanecen desde aquel

84 Esta expresión tiene la intención de hacer un juego de sentidos entre las


modificaciones respecto de la forma de gestión de la OPM y el Programa a nivel
nacional por un lado, y la consigna electoralista “cambio” utilizada por la coalición
Cambiemos en las elecciones de 2015.

127
momento. A esta estructura “formal”, sumamos la participación de las

“mamas colaboradoras”, quienes asumen principalmente la tarea de

preparación de la merienda luego de las clases85.

Una de las preguntas guía de los cuestionarios apuntaba a registrar los

cambios operados en la orquesta86. Respecto de la convocatoria de los

docentes de la OPM identificamos tres etapas:

a. Desde su creación en 2012 hasta el año 2014, estuvo fuertemente

centralizada por la coordinación nacional del Programa. La

contratación era en principio con la Organización de Estados

Iberoamericanos y luego con el Ministerio de Educación de la

Nación. Como indicamos anteriormente a partir del 2012, se

abren orquestas en diferentes lugares del país y parte del equipo

de la OPM participa de las capacitaciones a los nuevos coros y

orquestas. Según lo referido en algunas entrevistas, una de las

preocupaciones de capacitadores y la coordinación nacional en

esta etapa, se refería a la formación de docentes de instrumento y

directivxs. En este sentido la calidad de los docentes es una

premisa repetida en distintos actores (funcionarixs, participantes,

docentes). Un aspecto menos conocido pero enriquecedor, es la

problematización de la procedencia de algunxs docentes/músicos

de las fuerzas de seguridad (la banda de gendarmería o la policía

85 En el capítulo siguiente analizamos la formación de este “grupo de mamás”, desde


los aportes de los estudios de género y sexualidad.
86 Ver Anexo Cuestionarios.

128
federal), así como la redefinición del rol de “asistente” en docentes

integradores87.

b. A partir del 2014, se produjo una descentralización del Programa

hacia el municipio, donde se derivaban los recursos nacionales.

Esta etapa estuvo caracterizada por una mayor articulación entre

las áreas nacionales y municipales a cargo del POyCB. En el caso

particular de la OPM, esto generó por un lado, cierta tensión con

algunxs docentes que veían esta descentralización como un

perjuicio en tanto ya no serían trabajadores del Ministerio de

Educación de la Nación, sino trabajadores municipales. Por su

parte, para la Secretaría de Educación municipal, fue una

posibilidad de incrementar su participación en el POyCB y en la

toma decisiones respecto del mismo, por ejemplo en la selección

de docentes, así como la participación en actividades

municipales.

“El principal cambio fue el de la descentralización del Programa. Ahora

las luchas gremiales son contra el municipio porque en lo administrativo

se les reclama a ellos.” (L., docente integrador, agosto 2015).

87 Por razones de espacio y recorte teórico-metodológico profundizamos en el segundo


aspecto: el desarrollo de la figura de lxs docentes integradores. Entendemos que el
análisis de políticas o programas de inclusión desde la participación de agentes
formados en las fuerzas de seguridad puede resultar una línea de investigación en sí
misma, que excede el presente trabajo.

129
“Antes [de la municipalización] era incómodo el rol del municipio respecto

del Programa. Si bien nos fuimos conociendo y construyendo una relación

de confianza, pasaba por ejemplo que convocábamos a los docentes a

participar de una actividad y no podían, pero si los convocaba el

Ministerio [ME], aunque sea de un día para el otro, se arregla todo y

estaban.” (Funcionaria municipal. Enero 2016)

c. Después de un período de omisión e indeterminación respecto del

Programa en general (enero 2016-julio 2016), la OPM empieza a

depender administrativamente de la provincia de Buenos Aires, y

realiza las convocatorias docentes desde la Dirección General de

Cultura y Educación de dicha jurisdicción.

“Nos confirmaron la semana pasada lo del traspaso a provincia. Pero

todavía no se bien cómo seguiremos, le van a tener que cambiar el

nombre porque ya no es más un programa nacional.” (F., docente OPM,

julio, 2016)

En cuanto al funcionamiento de la OPM a partir de 2016,

caracterizamos este período como de “incertidumbre”. La mayor parte de

lxs profesores, dejaron de concurrir por falta de contrato y cobro.

Respecto de esta situación una docente nos comentaba acerca de su

colega:

130
“Vino el otro día a saludar. Consiguió trabajo como camarera y como

paga alquiler no puede sostener esto. Se tuvo que ir.” (J., docente OPM,

abril, 2016)

Durante el período enero-julio 2016, fueron tres lxs profesores que (a

veces de forma intercalada otras en conjunto), continuaron yendo a la

orquesta acompañados con dos colaboradoras para “sostener la

orquesta” (A., docente OPM, marzo 2016). Las actividades de la OPM se

redujeron a los días sábados, y a los “conciertos por la continuidad”

(Facebook Colectivo de Trabajadores de Orquestas y Coros, abril 2016)

En esta división entre lxs “profes que se fueron” y quienes “se

quedaron”, observamos un sesgo etario y relacionado con la estabilidad

laboral. Más allá de las formaciones profesionales (docentes de música o

docentes integradores), las trayectorias (experiencias previas) y los

posicionamientos políticos (desde quienes se autodefinieron como

“militantes”, a aquellxs que se desvincularon totalmente de “cuestiones

políticas”), lxs docentes que “se quedaron” fueron los mayores de 40

años, quienes a su vez contaban con otro ingreso fijo como concertistas

y/o docentes, que les permitió seguir yendo a la orquesta, sin contrato

ni sueldo.

De lxs 3 (tres) integrantes de la OPM “que se quedaron”, uno participaba

de El Colectivo de Trabajadores de Orquestas y Coros para el

Bicentenario (El Colectivo). Por la trascendencia que adquirió este

espacio en la segunda etapa del trabajo campo (enero-julio 2016)

131
redefinimos el “campo” incorporando como actor central de este periodo.

Siguiendo a Rossana Guber:

“El campo no es un espacio geográfico, un recinto que se autodefine

desde sus límites naturales (mar, selva, calles, muros), sino una decisión

del investigador que abarca ámbitos y actores; es continente de la

materia prima, la investigación que el investigador transforma en

material utilizable para la investigación.” (Guber, 2013: 84)

Así, si bien El Colectivo, se había constituido en 2012, es luego de las

elecciones 2015 que adquiere visibilidad pública y se convierte en un

interlocutor ante las nuevas autoridades (provinciales y nacionales) y el

público en general, organizando actividades públicas como conciertos,

campañas y manifestaciones con la intención de ampliar los consensos

políticos y sociales, en pos de asegurar “la continuidad” del Programa88.

“El colectivo se forma cuando estaba el gobierno anterior alrededor de

2012, cuando se dispara el Programa a nivel nacional. Discutíamos por

ejemplo como se implementaba en diferentes lugares, según las

necesidades sociales de cada barrio, y también cosas que ahora son

abstractas (irónico): como que los docentes tenemos que tener recibo, y

esas cosas. Pero resulta que con el cambio de gobierno tenemos que

pelear por la continuidad. Eso es otra cosa. (…) Las reuniones de los años

88Es destacable el uso de las redes sociales como estrategia para instalar la
problemática por la que atraviesa el POyCB mediante consignas como “Sin sueldo no
hay Felices Fiestas” (Diciembre 2016) o “Por la continuidad del Programa de Orquestas
y Coros”, así como el apoyo de artistas consagrados, músicos especialmente, como
parte de la estrategia de visibilización del conflicto. Recuperado de:
https://www.facebook.com/colectivoorquestasycoros/?fref=ts [12/12/16]

132
anteriores era otra tipo de construcción, nos juntábamos con el

Coordinador general y nos peleábamos, pero siempre desde la

construcción, el tema de los contratos, de las condiciones de trabajo era

un tema fundamental. Y ahora no sabemos si sigue o no el Programa. (…)

No te quepa duda que el programa continúa hoy en día gracias al

Colectivo (Agosto 2016).

Ante el nuevo escenario, la centralidad de los reclamos se trasladó a la

continuidad del POyCB y el efectivo cumplimiento de los derechos

sociales, educativos y culturales implicados. En este marco entendemos

se reactualizan las tensiones y contradicciones entre los derechos a la

cultura (acceso) y de la cultura (de lxs docentes en tanto trabajadores

culturales). Aunque no vamos a extendernos sobre este punto, nos

parece importante dejar planteada esta tensión.

Por su parte, la OPM participó de acciones coordinadas por “el

Colectivo” para visibilizar la situación de “incertidumbre” y “vaciamiento”

del Programa, y demandar acciones concretas para asegurar la

continuidad del Programa al Ministerio de Educación de la Nación.

Lxs participantes de la OPM, expresaron su apoyo a lxs docentes así

como su descontento respecto de la situación general del Programa.

“A las movidas que pudimos fuimos. A la de capital no porque me enteré

tarde, pero en las de acá estuvimos en todas [en referencia a los

conciertos en el barrio y en ciudad cabecera del partido]” (A.,

participante OPM)

133
“Yo quiero que les paguen a los profesores por eso fui.” (R., participante

OPM)

“Este año hay un atraso total, faltan profesores, no hubo

capacitaciones ni viajes… Por eso fuimos al Palacio Pizurno.” (S.,

participante OPM, julio 2016).

En este lapso las principales acciones políticas desde la órbita nacional

respecto del Programa, fueron la omisión y provincialización.

Entendemos que ambas acciones tienden a interrumpir los procesos

socioeducativos y culturales en curso.

Para finalizar indicamos otro aspecto relevante en el proceso de gestión

de la OPM, en cuanto a los alcances y limitaciones en términos de

“saldos” organizativos y subjetividades políticas remanentes de la

experiencia de participación en la Orquesta.

Destacamos en este sentido al “Colectivo” como factor de fortalecimiento

de los docentes del Programa como sujetos políticos. Entendemos que

este fue un espacio clave en el sostenimiento del Programa, en los

momentos de mayor omisión por parte del Estado, en los cuales

programas socioeducativos similares (CAI y CAJ por ejemplo), no

lograron esa representación hacia “adentro del Estado”, ni hacia

“afuera”, es decir a la sociedad civil.

Entre las limitaciones de este nuevo actor, mencionamos que la

provincialización (junio 2016), logra fragmentar los Coros y Orquestas

134
desapareciendo el POyCB como tal89. A su vez, la desintegración es

replicada como estrategia por el Ministerio de Educación de la Provincia

de Buenos Aires, al reconocer como únicos y legítimos interlocutores a

lxs directores de las orquestas, desconociendo al “Colectivo” y su lógica

asamblearia de la elección de “voceros”. En este contexto el “Colectivo”

se desdibuja como actor político, adquiriendo visibilidad

intermitentemente a partir de publicaciones puntuales como la

desaparición de Santiago Maldonado (agosto 2017); y la muerte de

Sandra Calamano y Rubén Rodríguez de la Escuela Primaria N° 49 de

Moreno, Gran Buenos Aires, ocasionadas por la desidia y omisión del

Estado Provincial.

A modo de cierre del capítulo sintetizamos los principales aportes del

análisis de la gestión y mencionamos algunas limitaciones.

Estos ejes dan cuenta de diferentes dimensiones y planos de análisis,

imbricados en la gestión de la OPM, donde se expresan tensiones, que

son (re) actualizadas situacional y contextualmente:

Así en el periodo junio-diciembre 2015 los conflictos se concentraban

entre:

- Los docentes de la OPM, el Programa Nacional y la Municipalidad

en relación a la forma de contratación y en torno a la

89En noviembre de 2016 aparece denominado como Programa de Coros y Orquestas


Infantiles para el Fortalecimiento de los Trayectos Escolares, en el decreto a través del
cual se designada como Coordinador al Licenciado Eduardo Andrés Ihidoype. Ver
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=267135 [08/10/2018]

135
participación en eventos organizados por la Nación o por la

Municipalidad.

- La orquesta y la escuela, en relación a usos del espacio, horarios

y convocatoria de lxs chicxs.

- Los discursos y prácticas esquemáticamente presentadas como

“docentes de música” versus “docentes integradores”. Aunque

reconociendo matices en esta formulación, nos resulta

significativa plantearla en estos términos.

- La OPM en relación a la convocatoria de chicxs de los distintos

“sectores o barrios” que conforman La Quema.

Mientras que a partir de enero-junio 2016, los ejes principales fueron:

- El Colectivo de Trabajadores, el Ministerio de Educación

Nacional90 y luego la Dirección Nacional de Cultura y Educación

de la Provincia de Buenos Aires.

- “Docentes que se quedaron” y “docentes que se fueron”.

- El “aguante” de lxs docentes, lxs participantes, sus familias y las

“mamás colaboradoras”

Para finalizar, observamos que “la orquesta” como espacio social

sintetiza una multiplicidad de relaciones entre actores, atravesadas por

la clase social, el género, la edad, la formación y trayectoria

personal/familiar, son redefinidas y actualizadas “situacionalmente”:

90Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. VER:


http://mapadelestado.jefatura.gob.ar/estructura_oescalar.php?n1=015
[08/10/2018]

136
mientras que en la clase, la escuela, el teatro municipal, son los

docentes quienes “saben”; en el barrio son lxs chicxs, las “mamás

colaboradoras” y algunos docentes quienes “conocen”.

A la vez entendemos que aquí, “lo político” (en referencia a la

identificación político partidaria de lxs agentes, así como el desarrollo

del proceso eleccionario) constituye aunque no exclusivamente la

gestión de esta política pública. Tanto las prácticas políticas (ocurridas

dentro del aparato estatal, como desde la “sociedad civil”), como los

procesos de implementación y gestión, formatean escenarios con

diversos grados de institucionalidad social (Repetto, 2017). Este

concepto hace referencia a las reglas de juego, formales e informales, a

partir de las cuales se procesan, priorizan y administran los problemas

sociales, a la vez que da cuenta de la multiplicidad de actores así como

de las posibilidades de transformación de dicha institucionalidad.

“la institucionalidad social representa un entramado de incentivos que

estructura sus límites y oportunidades de negociación y acción, lo cual,

sin embargo, no clausura las posibilidades para que se avance en

transformaciones más o menos amplias de dicha institucionalidad.” (Ibíd.

2017, 153)

Hasta aquí sintetizamos los aportes de la gestión para comprender los

procesos involucrados en la “implementación” y cotidianeidad de una

política pública. Indicamos finalmente una consideración que

desarrollaremos en el capítulo siguiente: los procesos de gestión de las

políticas públicas no son genéricamente neutros. Es decir, intervienen

137
en su desarrollo aspectos que tramitan y ofician las construcciones y

estereotipos de género ya sea impugnando, resistiendo y/o

reproduciéndolas.

138
Capítulo 4: Desnaturalizando estereotipos de género/s en la
Orquesta Puerto Musical

“La objetividad feminista trata de la localización limitada y del


conocimiento situado, no de la trascendencia y el desdoblamiento del
sujeto y el objeto. Caso de lograrlo, podremos responder de lo que
aprendemos y de cómo miramos.” (Donna Haraway, 1995, 327)

Este capítulo resume la experiencia de campo/análisis, a partir de las

observaciones y entrevistas realizadas, “mirando” la orquesta desde una

perspectiva de géneros “forjada en el feminismo” (País Andrade, M. y

González Martín, M., 2018:34). Así nos propusimos dar cuenta de las

apropiaciones y experiencias que se dan en términos de identidades,

estereotipos, roles, prácticas, representaciones y discursos a cerca de

las particulares formas de ser varones/mujeres/otrxs en este campo.

Recuperamos en principio algunos de los interrogantes que motivaron

este trabajo:

¿Cómo se despliegan los roles y las identidades de género/s en un

contexto de aprendizaje artístico-musical para la inclusión social? ¿Qué

sentidos y apropiaciones se articulan en esta política pública y cultural

en términos cuestiones como violencia, igualdad y/o diferencia de

género/s?

Para abordar los interrogantes mencionados, planteamos en principio

dos ejes-guías para realizar las observaciones y primeras entrevistas.

139
El primer eje, consistió en abordar las construcciones y estereotipos de

géneros presentes en lxs participantes de la orquesta, docentes,

directivos y colaboradorxs.

El segundo eje consistió en analizar cómo se materializaban y

operacionalizaban estas cuestiones referidas al/los género/s, en la

formulación e implementación de la “Orquesta Puerto Musical”.

Durante la estadía en el campo y el trabajo de análisis, surgieron dos

ejes más dónde se expresaron estas tensiones: la puesta en práctica de

la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) y la organización el “Colectivo

de Trabajadores de Orquestas y Coros del Bicentenario” como un actor

clave a partir del cambio en la gestión de gobierno (diciembre 2015).

Políticas de sexualidad y géneros en contexto

Partiendo de un acercamiento a las políticas sociales y públicas

como construcciones sociales, históricas y en procesos de

tensión/negociación (Grassi, 2009; Raggio, 2013), en los capítulos

anteriores, especificamos la coyuntura política denominada

Kirchnerismo en la que comienza el POyCB, caracterizada como un

periodo de ampliación de derechos en general91.

En lo específico de las políticas de sexualidad y géneros, durante el

Kirchnerismo, destacamos cronológicamente:

91 Ver Capítulo 2 y Capítulo 3.

140
- Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable

(Ley 25.673/2003)

- Programa Nacional de Educación Sexual Integral (Ley

26.150/2006)

- Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la

violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen

sus relaciones interpersonales (Ley 26.485/2009)

- Matrimonio igualitario (Ley 26.618/2010)

- Identidad de género (Ley 26.743/2012)

- Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus

víctimas (Ley 26.364/2008 y Ley 26842/2012)

- Parto Humanizado (Ley Nº 25.929/2015)

En este contexto de múltiples “disparadores”, se originaron los

interrogantes acerca de una política pública socioeducativa y cultural,

desde una perspectiva crítica de géneros, sin que esté directamente

relacionada con las agendas “urgentes” donde se analizan estas

cuestiones: violencias, salud, sexualidad, procreación, educación.

Porque entendemos que también el Programa en tanto política pública,

(cultural, socioeducativa e “inclusiva”) construye, modifica y “hace”

varones, mujeres y otrxs diversxs. Estos procesos a su vez se realizan

en “campos” (Bourdieu, 2002) o espacios de disputas y negociaciones

entre actores, instituciones, organizaciones y normativas. Son estas

tensiones las que nos proponemos analizar.

141
Construcciones y estereotipos de géneros presentes en lxs actores de la
OPM
En el capítulo anterior describimos cómo se expresan en el

“Barrio” las construcciones y estereotipos de géneros orientando pautas

de comportamiento, asignando normativamente roles y expectativas, “la

nenas en la casa” “los nenes en la calle”, siendo así reactualizadas pero

también transformadas y disputadas en el proceso de (re) producción

social. Una expresión de esto último, podía considerarse a la

participación de chicas, jóvenes y adultas mujeres en “las canchitas”,

jugando al fútbol.

Aquí nos proponemos acercar esta mirada crítica de las relaciones de

géneros al ámbito específico de la Orquesta analizada: la escuela- sede

de la Orquesta y lxs docentes de la OPM, en tanto agentes estatales, y

lxs chicxs y jóvenes y sus familias en calidad de destinatarixs.

La escuela

“Jueves a la tarde durante la merienda. C. (docente integradora) y yo

estábamos en la cocina, buscando la llave del “cuartito de los

instrumentos”. Una de las auxiliares servía la leche con chocolate,

mientras otra auxiliar, arengaba a lxs chicxs a sentarse. En ese

momento, entran al comedor dos chicos abrazados. Otro nene les dice

acusativo: - “Son novios, son novios…” Los demás se ríen y los nenes se

separan. Una de las auxiliares interviene: “Y yo sospecharía, eso no es

muy de machos que digamos”. C. y yo nos miramos cómplices. Me dice:

“Acá se escucha cada cosa…” (Nota de campo, Noviembre 2015).

142
Esta “situación de campo”, expresa con elocuencia la regla y las

sanciones de la heteronormatividad, como modelo de relaciones de

género binarias, sancionando comportamientos que considera inválidos

(que dos chicos se abracen) y admitiendo otros como la burla.

Destacamos a su vez las “voces” a través de la cual se expresa dicha

heteronormatividad: en los propios chicxs y en la intervención de la

auxiliar docente, actor institucional estratégico en la cotidianeidad de la

escuela.

Por su parte, la Directora de la escuela donde funciona la Orquesta

Puerto Musical, destacaba la cultura machista del barrio.

“Acá es un barrio de mujeres con cultura bastante machista, que se la

tienen que bancar… la mujer que está sola se vale por su cuenta, en

todos los sentidos, sale a trompear ella, así de una. Si está el hombre

sale el hombre a defender, pero si la mujer está sola, sale a patear lo que

sea. Cosa que me llamó la atención. Y se unen entre mujeres contra algo,

eso me llamo la atención… esa solidaridad… vinieron tres mujeres y le

pegaron a no sé quién. O madre, hija y hermana le pegaron a fulanito...

y a la par del hombre. ¡Pelean a la par del hombre! Y eso se ve reflejado

en los chicos. Cuando yo les digo: -¿Cómo le vas a pegar no ves que es

una señorita? (Les digo a los varones). Y ellos te miran como diciendo: -

¡Qué tiene que sea una señorita!”. (C., Directora Escuela-sede OPM,

noviembre 2015)

Entendemos que lo definido aquí como “cultura machista” (el uso de la

violencia por un lado, y que las mujeres se defiendan y organicen),

143
también repone un modelo heteronormativo acerca de lo esperable para

cada género.

Ahora bien para abordar las construcciones y estereotipos de género/s

presentes entre lxs integrantes de la orquesta, realizamos además de las

observaciones, un taller grupal92.

Lxs participantes

El armado y planificación de taller grupal fue consensuada con la

docente integradora de la OPM unas semanas antes. Se acordó que se

haría un sábado, después del ensayo general, “mientras el equipo

aprovechaba para reunirse” (C. docente integradora)

Llegado el día del taller, el total de participantes fue de 22 (veintidós)

niñxs y jóvenes de entre 6 y 15 años, y las participantes adultas de 44 y

70 años. La convocatoria fue propuesta por la docente integradora como

una actividad de la orquesta, sin hacer referencia a los temas pero sí

enfatizando que harían juegos.

La propuesta inicial fue hacer tres grupos por edades: 6 a 9 años; 10 a

13 años y más de 13 años. Sin embargo, esta consigna se cumplió de

forma parcial: mientras que el grupo de los más chicos quedo

92 La coordinación del taller estuvo a cargo de quien escribe y participó como


colaboradora otra tesista, de la UNDAV, quien también se encontraba realizando
trabajo de campo en la OPM. El total de participantes fue de 22 (veintidós) niñxs y
jóvenes. Para más detalles Ver ANEXO.

144
conformado de forma “mixta”; los dos equipos restantes se agruparon

en “varones” y “mujeres”.

Esta autoconformación de los grupos implicó un clima de rivalidad

entre varones y mujeres, y si bien fue celebrada al interior cada equipo,

no excluyó burlas al interior del grupo. Por ejemplo, una de las

“bromas”, fue pegar un cartel en la espalda del compañero con las

siguientes consigas: “Pégame que soy puto” y “Soy gay” (Taller Grupal.

Diciembre 2015).

Continuando con las actividades realizadas en dicho taller, nos resultan

significativos los “contrapuntos” entre la auto-descripción referida por

las chicas y la de los chicos. Mientras que los adjetivos más repetidos

fueron para las primeras: educadas, (re) lindas, estudiosas, inteligentes;

los segundos utilizaron términos como: fuertes, capos, más capo,

mascapito. Otros adjetivos mencionados entre los varones fueron:

Repiola, re ñieri, los chicos del barrio más loco de la Argentina, flaquitos,

blancos. (Taller Grupal. Diciembre 2015).

Vale la pena detenerse en la secuencia: “capo, más capo, mascapito”.

Capo es un halago, un sinónimo de fuerza y poder, a la vez más capo

denota un liderazgo mayor, mientras que “mascapito” es un adjetivo

calificativo que hace referencia a la homosexualidad masculina de

forma negativa, como inferioridad y sumisión. “Mascapito” es un

término callejero que se popularizó con la serie Okupas (2000). Aunque

145
no es contemporánea a estos niñxs y jóvenes, esta miniserie fue filmada

muy cerca del barrio, y es muy popular. Entendemos que dicho

adjetivo, festejado como una “broma” por el grupo muestra la sanción

de la homosexualidad entre niños varones. “Ñieri” es un modismo que

significa compañero o amigo, muy difundida en el lenguaje carcelario.

Es destacable el uso del lenguaje adulto, futbolero y carcelario sobre

todo entre los varones.

En este sentido y a partir de otra situación de campo, incorporamos

otra categoría nativa (Geertz, 1973) que refiere a la sexualidad

masculina. En este caso no es neologismo como mascapito, sino una

acepción de la palabra “violín”, que da cuenta del registro polisémico del

término en el contexto referido.

“Sábado 16:30horas. El ensayo se interrumpe para “tomar la merienda”.

En el pasillo, frente a la puerta del comedor, la escena se repite: una

mesa de la escuela con tazas plásticas de colores (hoy con jugo) y una

fuente plástica grande, hoy con galletitas. Chicos y chicas se acercan,

conversan, juegan, mientras lxs que quieren toman y/o comen. A la

escena se suma el director de la orquesta, al grito de: “¡Vengan todos los

violines para acá que les quiero decir algo!” Se escucha un murmullo de

risas. Entre las risas uno de los chicos dice socarronamente: ¡¡Eh, violines

vayan!!” (Nota de campo, Julio 2016).

146
También “violín” es un término común en el lenguaje carcelario, que

hace referencia a “los violadores”93. En varios momentos del campo,

irrumpió el desplazamiento entre este sentido y el que refiere al

instrumento.

“Chico 1: yo tocaba el oboe, después toque el violín… Chico 2: Vos sos un

violín. Chico 1: ¡Callate! (Le tira una piña al brazo)” (Registro de campo,

noviembre 2015. Subrayado énfasis del discurso)

Por su parte, el término “soplar” aparece también en un constante

desplazamiento de sentidos. Por un lado es una acción específica

referida a la ejecución de los instrumentos de viento (trompeta,

trombón, flauta traversa, clarinete) a la vez que es una alusión a la

práctica del sexo oral.

Las categorías de análisis

Si bien nos propusimos dar cuenta de las construcciones y estereotipos

de género más allá del binomio mujeres/varones, encontramos

problemático abordar la diversidad de identidades de género.

Recuperando la dimensión de la reflexividad (Guber, 2013) como parte

del trabajo etnográfico, entendemos que en parte, esto fue producto de

la propia heterormatividad que volvía incómodas preguntas acerca de

93http://blogs.20minutos.es/enguerra/2010/02/05/diccionario-autumbero-a-
argentino/ [01/10/2018]

147
identidades diversas en el contexto del barrio o de la orquesta: ¿Qué y

cómo preguntar acerca de identidades diversas en estos contextos?

¿Cómo “justificar” esas preguntas sin “importunar”? Entendemos así

que esta incomodidad o vergüenza, también es un dispositivo que

invisibiliza las identidades diversas, al obturar la posibilidad de

preguntar por ellas.

Continuando con el abordaje propuesto, analizaremos a continuación la

gestión de la OPM en clave de género.

La gestión de la Orquesta Puerto Musical desde una dimensión de


género

Como mencionamos anteriormente, la problematización sobre

cuestiones de género no es un objetivo específico del POyCB. Es decir

en el diagnóstico, planificación y estrategias de

implementación/ejecución no está contemplada esta perspectiva como

variable o indicador específico. Por ejemplo, mientras en algunos

documentos se hace referencia a “niños y niñas”94, en otros se

denomina a lxs participantes como “los estudiantes”, “niños”, “los

chicos”, “los jóvenes”95. No encontramos en ninguno de estos el uso de

la “x” o “@”, “e”.

94http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/ [31/08/16];
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/noticias/clases-didacticas-para-directores-de-
las-orquestas-infantiles-y-juveniles/[31/08/16]
95http://portales.educacion.gov.ar/dnps/orquetas-y-coros/actividades/[31/08/16];
http://portales.educacion.gov.ar/dnps/galerias-de-fotos/imagenes-3/ [31/08/16]

148
En contraste, describimos a continuación algunos “locus” que nos

resultaron significativos “mirando” la orquesta desde una perspectiva de

género: la composición de la Orquesta, la elección de los instrumentos y

la participación de mujeres adultas.

La composición de la Orquesta

El equipo docente y directivo estuvo formado por 11 (once) integrantes:

1 (un) director de la orquesta (varón), 1 (una) docente integradora

(mujer), 6 (seis) profesores varones (percusión, contrabajo, trompeta,

flauta traversa, oboe y lenguaje musical) y 3 (tres) docentes mujeres

(violín/viola, clarinete y cello). El único cargo que faltaba cubrir era el

docente de trombón, reemplazado alternativamente por el profesor de

trompeta o el director de la orquesta96.

Al momento de comenzar el trabajo de campo, en flauta traversa había

una docente mujer que trabajaba hace tres años en la orquesta. Decidió

renunciar ya que estaba embarazada de siete meses y la forma de

contratación del programa no contempla la licencia por maternidad.

“Me voy a quedar trabajando en un colegio que estoy hace muchos años,

en blanco y me pagan toda la licencia, acá no me conviene (en referencia

a la OPM). Igual hablé con el director y quedamos que capaz pueda

volver el año que viene. El programa es muy flexible, hay mucho

96 Tomamos como referencia el período analizado entre agosto y marzo del 2016. A
partir de ese mes, y debido a la falta de contratos y sueldos, la orquesta funciona con
el director, dos docentes y dos “colaboradoras”. Ver Capítulo 3.

149
recambio, hay que ver qué pasa, si se genera un lugar el año que viene

capaz vuelvo, se tiene que dejar justo un lugar, capaz que en otra

orquesta…” (J., docente OPM, agosto 2015.)

En este sentido, entendemos que, si bien la forma de contratación

precarizada de lxs trabajadorxs de la Orquesta afecta tanto a hombres y

mujeres, el hecho de que no se contemple la licencia por maternidad,

muestra un agravante en la situación de las mujeres-trabajadoras-

madres, respecto de sus colegas hombres.

Esto no es un hecho aislado de la Orquesta Puerto Musical. En

entrevista con una docente integradora de un coro del POyCB de otro

municipio, nos refería que, aunque no es una modalidad habitual,

ingresó al Programa como “suplente” de una docente embarazada.

“Una compañera que estaba embarazada en ese momento (principio de

2013) pelea porque le den la licencia por embarazo, le piden que

recomiende a alguien y me propuso. Me presenté en la entrevista y entré

como docente integradora suplente. (…) Cuando se terminó la suplencia,

volvió mi compañera, y a mí me llamaron como docente integradora para

el coro en el que estoy ahora, que justo se abría.” (L., julio 2016. El

subrayado énfasis del discurso)

Por otra parte, en cuanto a lxs participantes de la Orquesta Puerto

Musical, según los datos de la Dirección a cargo del Programa, la

150
distribución es la siguiente: 59,3% mujeres y en 40,7% varones97.

Destacamos también que “la orquesta” es percibida por lxs particpantes

como un espacio tanto para “chicos” como para “chicas” (Taller grupal,

diciembre 2015).

Si bien esto coincide con las observaciones realizadas, notamos una

distribución marcadamente desigual de participantes por instrumento.

La misma no está registrada ya que ni la Orquesta, ni la citada

Dirección tienen esa información desagregada por instrumento.

Durante la mayor parte del trabajo de campo, esto fue notable en

instrumentos tales como: violín (92% mujeres) y percusión (100%

varones)98.

La elección de los instrumentos

En los relatos de docentes, participantes y directivos respecto de

este cómo y por qué se “eligen” los instrumentos hay una gran

diversidad y ambigüedad de argumentos.

Quienes recalcan los aspectos musicales, parten de reconstruir una

situación de inicio en la orquesta donde lxs chicxs prueban, escuchan y

elijen su instrumento “por cómo suena” (A., docente OPM). Este es el

relato oficial y hegemónico del Programa, destacando la deliberación

subjetiva de lxs participantes.

97 Datos facilitados por la Dirección Municipal de Educación y Proyectos Especiales.


98 Estos datos se modificaron ligeramente en mayo 2016, con una nueva convocatoria
y la inscripción de una chica a percusión y dos chicos más a violín.

151
Por su parte, mientras algunxs participantes, recalcaban lo fortuito y

aleatorio de este proceso “Se dio así, se dio así… fue una cuestión que se

dio…” (N., violinista. Agosto 2016), para otrxs la selección de su

instrumento es “negociada” con las necesidades de la orquesta.

“Cuando me quise cambiar a percusión, me dijeron que no podía porque

ya había muchos” (Participante, julio 2016).

“Ahora estoy en violín, pero el profe me dijo que cuando aprenda todas

las canciones del violín, me dejan tocar la trompeta” (Participante,

octubre 2015).

Desde las observaciones y entrevistas realizadas, entendemos que estos

últimos relatos dan cuenta de los atravesamientos (institucionales en

ese caso), que se ponen en juego en la implementación de una política

pública, tensionando el relato de “la elección”.

Por otro lado, consideramos que los argumentos que enfatizan lo

aleatorio o lo musical, reducen aspectos como el género, la pertenencia

etnia, la clase social y los aspectos institucionales, entre otrxs. Sin

descartar totalmente aquellas explicaciones, proponemos que estas

cuestiones son variables a tener en cuenta al analizar las “elecciones”

de lxs participantes, sobretodo en el contexto de gestión de una política

pública que se propone garantizar derechos.

152
Continuando con la descripción de la OPM, en la última actividad del

taller grupal se les pidió a lxs participantes que dibujen o escriban

instrumentos que identifiquen más con las mujeres, otros con los

hombres y en una tercera columna los que consideren para ambos99. A

modo de síntesis, compartimos algunos datos.

En los instrumentos para mujeres la gran mayoría (94 ,7%) identificó el

violín, seguido de flauta traversa y viola (47% y 42% respectivamente) y

flauta dulce y cello los dos con casi el 37%. Mientras el 73,6% asemejó

la percusión como instrumento de hombres, continuando con el

trombón (68,4%), la trompeta (57,8%), contrabajo (52,6) y la guitarra y

el oboe con 21% respectivamente. Entre los instrumentos considerados

para ambos géneros, estuvieron el cello (42,1%), el contrabajo (31,5%),

la trompeta (31,5%) y la guitarra (26,3%).

En principio, notamos que esta distribución coincide con la observada

en la orquesta, sobre todo para violín (92% mujeres) y percusión (100%

varones). Por otro lado, hay una contradicción en el cello, ya que

aparece para chicas con el 37% y el 10% para varones, pero se ubica en

primer lugar, para ambos. En este caso también coincide con la

distribución observada en la orquesta (50% y 50%).

Por otra parte en entrevista grupal con un grupo de jóvenes

participantes, las opiniones estaban dividas respecto de la pregunta

99 Si bien hubo 5 (cinco) casos en los que sólo completaron la columna de


instrumentos de varones y de mujeres, dejando vacía la columna “mixta”, ninguno de
lxs participantes cuestionó el hecho de separar los instrumentos según sean para
mujeres o más para varones.

153
¿Piensan que hay instrumentos que son más para mujeres y otros más

para varones? (Entrevistadora, Julio 2016)

Para algunos “depende del gusto de cada uno, lo que le gusta tocar le

gusta y listo” (Alejo, 14 años), “No…yo vi (en uno de los

viajes/capacitaciones) que hay mujeres que tocan percusión también”.

(Darío, 15 años.). Destacamos el “también” como refuerzo contra fáctico

de la pregunta. Siguiendo con los contraejemplos, agregaban “Sí

también había un nene que tocaba la flauta y chicas que tocaban

trombón”. (Sol, 11 años)

Otra de las participantes comentaba que algunos eligen los

instrumentos para evitar “cargadas”.

“A una nena que toca trompeta otra nena la cargaba le decía: Vos sos re

marimacho tocas la trompeta. Y a un nene que toca el violín le dicen

P.U.T.O (deletrea) porque los chicos piensan que es gay”. (L. participante

10 años).

De esta forma, lo dicho respecto de la elección de los instrumentos,

coincide con los hallazgos de investigaciones del ámbito de la

musicología feminista, y los estudios de género sobre teoría y educación

musical (Green, 2001; Ramos, 2003; Loizaga Cano, 2004).

154
Lucy Green, socióloga británica, pionera en este campo, analizó el

género en relación a la producción y recepción contextualizada de la

música.

“Mi teoría propone que, en virtud de cómo es usada en la sociedad, la

música puede ‘significar’ (o como yo lo he llamado: “delinear” [delineate])

género –es decir: masculinidad, femineidad y todos sus complejos

matices– En otras palabras, sus connotaciones, asociaciones y

significados –es decir, sus delineaciones– son generizadas.” (Carabetta,

2016, Entrevista con Lucy Green, 137).

Por su parte, Alejandra Quintana, investigadora colombiana, lo expresa

de la siguiente forma:

“La música ha personificado a lo largo de la historia cambios y

permanencias en las construcciones de género; a través de ella, se han

pronunciado aquellas actitudes que han permanecido relativamente

constantes frente al ser hombre o al ser mujer; lo masculino fuerte,

objetivo y racional, frente a lo femenino débil, subjetivo y corporal,

bipolaridades supuestas que, así no sean material propio de los sexos,

son impuestas social y culturalmente y se perpetúan, también, a través

de las manifestaciones artísticas.” (Ibíd., 2006: 4).

Continuando con el análisis de nuestro caso, nos interesaba cómo son

abordadas estas cuestiones por lxs docentes de la Orquesta. Así

hallamos un “contrapunto” entre las posiciones de los docentes

155
integradores por un lado y los docentes de música para vincular

cuestiones de género en la orquesta. En líneas generales, esta

perspectiva, fue problematizada por lxs docentes integradores

entrevistadxs y más resistida por lxs docentes de “música”.

Uno de los docentes integradores entrevistado nos decía:

“En las orquestas hay algunos instrumentos que están como feminizados,

y entonces los instrumentos feminizados son asociados a lo débil, y lo

débil como lo femenino. Y ubica a las mujeres en ese lugar y los niños,

jóvenes, varones se ubican en los instrumentos que están más vinculados

a lo masculino. Claramente los roles de género, hay roles de género.

Entonces vos tenes un montón de chicas tocando violín porque suena

fino, que suena tranquilo, como una cosita que se va a romper y tenes a

los varones en las trompetas, en la percusión, en los trombones, en el

violoncello o en el contrabajo que son instrumento grandes”. (M., agosto

2015)

En sintonía con este relato, otra docente integradora aportaba desde su

formación profesional, la psicología:

“Esa diferencia me parece que es súper marcada: que todas las chicas

sean violinistas y que todos los de percusión sean varones. Pero también

en los profes que enseñan es así, se reproduce justo en los profes que

tenemos en cada espacio... hay ahí como una transferencia, más en los

156
primeros años de primaria donde uno elige modelos parentales todavía

para ocupar esos lugares” (L., docente integradora, noviembre 2015).

Por otro lado, decíamos que entre los docentes músicos, notamos cierta

resistencia a vincular el género con la elección de los instrumentos. El

docente de flauta traversa nos comentaba al respecto:

“En realidad, los chicos eligen el instrumento que eligen. Las relaciones

entre ellos... de aprendizaje son como ellos eligen digamos. No hay

ninguna traba entre eso.” (M., docente OPM, noviembre 2015)

“Para mí, son todos iguales. O sea, no importa si es una chica o un chico.

Para mí son todos iguales, o sea, mientras pueda apoyar los dedos o

pasar el arco es lo mismo, depende de lo que le ponga cada uno” (L.,

docente OPM, noviembre 2015).

Asimismo, destacamos que en algunos casos, durante el mismo

transcurso de las entrevistas sobrevinieron reflexiones vinculadas al

género/s, la orquesta y la propia formación musical.

“Sí me ha pasado en verdad… con chicos nuevos, por ejemplo… de

querer sumarlos a un instrumento, porque bueno había posibilidad de

condiciones o porque quería también que se incluyan en el grupo los

varones y veía que les gustaba el instrumento, pero no querían porque

eran todas nenas y decían estos son instrumentos de mujeres” (J.,

Director de la OPM, diciembre 2015)

157
“En realidad nunca me lo había planteado honestamente, nunca me lo

había planteado. Esa es la realidad. Inclusive en el instituto… [Se refiere

a donde él estudio] Generalmente las chicas que estudian percusión

entran por el lado de la batería pero no de la percusión. No sé si asocian

que es lo mismo, o hay como un prejuicio... eso la verdad que no lo sé...

pero entran por el lado de la batería. Totalmente. No sé porque en la

percusión no ... capaz porque da como un poco de miedo, como hay que

golpear (risa)... no se la verdad cuál será el motivo... que nunca me lo

había planteado la verdad” (M., docente OPM, diciembre 2015).

Agregamos por último una cita en que vincula la elección de los

instrumentos, con el género y las identidades barriales asociadas al

fútbol que mencionamos en el capítulo anterior.

“Es todo un proceso también para acompañar al pibe que, por

ejemplo, está hace un año tocando la trompeta, y dice: “no me

gusta, no me interesa, pero mi papá me quiere ver en la

cancha tocando la trompeta” Y capaz al pibe le gusta el violín o la

flauta traversa. Y nos ha pasado, hemos hecho ese laburo con algunas

familias de decir: Mira, nosotros acompañamos el deseo de los

jóvenes, no el deseo hereditario del padre y la imagen que

vos tenes de tu hijo macho tocando en la cancha y que sea futuro

barra, la verdad que no. Obviamente no se lo decimos de esta manera

(risas). El género está atravesado en todos los espacios de la vida, así

158
que imaginate que en la música también”. (L., Docente integrador, agosto

2015).

Nos parece importante además esta cita porque tensiona también la

elección como algo definitivo y puramente subjetivo.

Por otra parte desde el punto de vista de la funcionaria municipal, la

incorporación de la perspectiva de género se da en “inquietudes

individuales” de lxs trabajadores, aunque puede ser un “pendiente”

para la organización del Programa.

“La cuestión de género no estuvo presente específicamente en el

programa, lo que sí es verdad que algunos de los que estamos en

algunos espacios los tenemos medio incorporado pero tiene que ver

más con las inquietudes (pausa) individuales que con una línea

que se haya propuesto digamos… Aunque podemos tener también

nuestras pequeñas trampas. Lo que decíamos recién algunos de los

chicos que están trabajando en el programa lo llevan como L. o M.,

pero también a veces es necesario que sea más sistemático, es un

pendiente… ” (Funcionaria Municipal, enero 2016)

Como mencionamos anteriormente la presencia de mujeres adultas en

la gestión cotidiana de la Orquesta, fue otro de los nudos problemáticos

a analizar.

159
La participación de mujeres adultas en la Orquesta Puerto Musical:
“matecocideras” y “participantes adultas”

Este último punto hace referencia a la incorporación de mujeres

adultas en la OPM en dos modalidades, ambas valiosas para la

implementación del POyCB y el funcionamiento de la OPM.

Por un lado el “grupo de mamás colaboradoras” (L., docente integrador;

M., Funcionaria municipal), auto identificado como “matecocideras”

(Laura, noviembre 2015). Está formado por dos mujeres, quienes son la

vez vecinas y madres de participantes de la Orquesta (y conjuntamente

abuela en un caso).

Por otro lado están las “participantes adultas”, tres mujeres que

concurren a las clases de violín, chelo y contrabajo respectivamente.

Las dos primeras están desde el comienzo de la orquesta y la última se

incorporó a principios del año pasado. Por lo general “no faltan nunca”

(A. docente OPM, julio 2016) ni a las clases ni a los ensayos.

Algunas de las preguntas iniciales que nos sugirió esta doble

participación de mujeres, fueron: ¿por qué estas mujeres participan en

la OPM? ¿De qué forma son interpeladas por la OPM/POyCB? ¿Por qué

no hay padres al espacio de colaboradorxs? ¿Por qué no adultos

varones tocando instrumentos?

Las “mamás” y los “papás” de la OPM

El grupo de “mamás” se formó durante los primeros meses de ensayos.

Las tareas principales son preparar la merienda los días de ensayo,

160
acompañar la entrada y salida de lxs participantes en la escuela y en

los viajes a presentaciones y/o capacitaciones. Además ayudan con el

mantenimiento de la limpieza y el orden de los espacios utilizados

después de los ensayos, en conjunto con docentes y participantes.

Como dijimos el Programa no contempla personal de mantenimiento y

limpieza de la escuela, ni auxiliares de cocina. Estas actividades se

organizan en forma independiente en cada orquesta, según los horarios

y posibilidades de cada sede.

El docente integrador indicaba diferentes motivos por los cuales estas

“mamás” comenzaron a participar (curiosidad, cuidado, ganas de

compartir).

“Pasaba que en las tres horas que estás ahí, tenés mamás que vienen

porque los quieren ver, mamás que vienen porque no los quieren dejar

solos, y mamás que vienen porque tienen ganas de tomarse unos mates,

de compartir con alguien que no sea dentro de su casa. (L., docente

integrador, agosto 2015)

Si bien el grupo inicial fue un poco más numeroso, de “siete, ocho

mamás”, en el trascurso del trabajo de campo estaba formado por dos

integrantes: Laura y Griselda. Advertimos aquí que la incorporación de

los nombres de las entrevistadas responde a una decisión deliberada

teóricamente y consensuada con las entrevistadas en el “campo”:

“Yo no tengo problema que aparezca mi nombre en la entrevista ¡A

nosotros no nos paga nadie! (Risas)” (Laura, noviembre 2015)

161
“Mi tarea acá es de matecocidera (risas), hacemos el mate cocido, las

meriendas. Empecé tocando el chelo y después me terminé viniendo para

la cocina, faltaban mamás para la cocina y me vine para la cocina…

después empezamos a amasar a hacer tortas fritas, de todo un poco…”

(Laura, noviembre 2015).

“Veníamos todos los días a traer a los chicos y como veíamos que nadie

colabora empezamos a colaborar” (Griselda, noviembre 2015)

En algunas ocasiones (pocas según las entrevistas y las observaciones)

se suma alguna otra “mamá”, pero “son duras en colaborar” (Laura,

noviembre 2015).

Enfatizando las diferencias en la participación de “mamás” y “papás”,

uno de los docentes integradores agregaba:

“Digo grupo de mamás porque son concretamente mamás no porque son

mamás y haya papás… son mamás y están ahí y hacen la merienda y

cuando hacemos algún evento nos acompañan, llevan los instrumentos y

cuando salimos medio que toman la posta en ese lugar docente de ver

que estén todos, de ayudarnos que los pibes no se olviden nada, ese es el

espacio que se dio adentro autogestionado digamos…” (M., agosto 2015.

Subrayado énfasis del discurso).

Consultadas “las mamás” a cerca de la participación de papás en el

espacio de colaboración, descartaban esta posibilidad, indicando

desinterés. “Hay padres, lamentablemente, que ni saben que

162
instrumento tocan los pibes. Pero ya son así, que se yo.” (Laura,

noviembre 2015)

Una situación de campo, parece describir esta situación.

“Mientras C. (docente integradora) esperaba que abran la puerta, por un

garaje se asoma un hombre. Le doy un volante y le comento que al día

siguiente hay ensayo en la calle, y que están invitados a participar. Me

contesta que su hijo “va ahí, a la orquesta”. Sorprendida le pregunto qué

instrumento toca su hijo. – “eh… la trompeta creo…”, responde. Cuando

nos vamos Clara comenta: “Ahí tenés un claro ejemplo de cuestiones de

género. Mientras que la mamá es de las que más ayudan y colaboran en

la orquesta, el papa te dice “creo” que toca la trompeta…” (Nota de

campo, noviembre 2015)

Durante algunas presentaciones (en la escuela, el Teatro municipal, la

Universidad local) y los ensayos abiertos realizados en la calle, “vimos”

papás identificados como tales por lxs docentes o las mamás

colaboradoras. En la fiesta de fin de año (2015) de la escuela, por

ejemplo “miraban desde la puerta”.

“El techo del zoom es de chapa. ¡Hace mucho calor acá! En el escenario

iban pasando los distintos “salones” cantando y bailando sobre pistas de

audio y tratando de imitar las coreografías de los videos. La orquesta

hace el “cierre” del acto. Di una vuelta para observar al público. Adentro

hay muchas mujeres y niños. Afuera, en la puerta, se agrupan cinco o

seis hombres. ¿Serán papás? Les preguntaría, pero no me da para

163
ponerme a hablar… me da vergüenza… Cuando termina la jornada le

pregunto al director de la orquesta si fueron papás, además de mamás. -

Sí, estuvieron un rato. Miraban desde la puerta” (Nota de campo,

diciembre 2015)

En la única charla que tuvimos con uno de los papás, quien

puntualmente lleva y va a buscar a su hija al ensayo, nos decía que

para él es muy importante que los chicos están ahí, más en un barrio

como ese donde “nada bueno van a aprender en la esquina”. (A., papá

OPM, julio 2016)100.

A partir de las observaciones y análisis de registros, notamos una

“presencia selectiva” de los varones-padres, destacada sobre todo en los

conciertos y presentaciones públicas: en la calle, escuela y en el teatro

municipal. Inclusive entendemos que la duda manifestada en la nota de

campo, se comprende en ese contexto. Los padres están de alguna

forma en la orquesta, pero no se involucran como algunas mamás…

Para repensar la participación, convocatoria y/o interpelación que se

realiza a los papás desde los propios equipos docentes, incorporamos el

relato de una docente integradora.

“En general son casi todas mamás las que participan. Tenemos papás

que vienen a las reuniones de padres y se acercan pero como que les… el

año pasado por ejemplo, a ver que fue… la gira de la orquesta infantil a

100Si bien durante las charlas informales, se mostró dispuesto a conversar sobre la
orquesta, no pudimos coordinar finalmente una entrevista de mayor profundidad.

164
la Ballena azul101. Habían convocado a diez chicos de nuestro coro y

entre los acompañantes mandamos a un papá. Y fue algo que nos

costó, a nosotros. Fue como guau, que raro mandar a un papá.

Iban con dos mamás también y uno de nosotros. Pero en un momento,

creo que iban sólo con padres y fue como… y son todas nenas las que

van y vamos a mandar al papá… y como que te encontras vos también

en un lugar poniendo barreras quizás a veces sin querer en función del

cuidado, naturalizando situaciones que no deberían estar naturalizadas.

Pero fue un movimiento para nosotros que dijimos, está genial. Sí, que

venga. Copado, tenemos que abrir el espacio.” (M., docente integradora,

julio 2016)

Por otra parte la formación de grupos de “mamás colaboradoras” no es

única de Puerto Musical.

Por un lado hallamos que Gabriela Wald (2012) hace referencia a un

“grupo de madres”102, cuando analiza en su tesis doctoral dos orquestas

de programas similares al POyCB. Allí, el análisis gira en torno a las

tensiones generadas en la implementación de las orquestas, atendiendo

a las mediaciones de/con los actores locales. En este sentido describe

además la transformación de este grupo de “voluntarias” en

101La Ballena Azul es la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner.


102 “La situación al interior del grupo de madres y de estas con el proyecto se había
tornado compleja: dentro del grupo había algunas que realizaban tareas de mayor
jerarquía (logística, organización) y otras (la mayoría) que se encargaban del orden, la
comida y la limpieza; dentro de este último grupo la mayoría había conseguido un
empleo formal por primera vez en su vida gracias a la gestión de los directores del
proyecto y pasaban a ser empleadas del mismo; finalmente, la madre que había
conseguido un cargo en el programa del que dependía la orquesta era acusada por sus
compañeras de ponerse por sobre ellas.” (Wald, 2012, 230).

165
trabajadoras asalariadas, y problematiza las diferentes expectativas de

gestores y destinatarios.

Por otra parte, la funcionaria a cargo de la implementación municipal

de la Orquesta analizada, relataba que hay otros “grupos de madres

recontra instalados” (M., enero 2016), por ejemplo el de un coro cercano

a la OPM. Resaltamos a continuación la descripción que hace de este

grupo, así como la emergencia de la categorización de estas “mamás”

como “mujeres”

“A pesar de que el coro es más pequeño el grupo de mamás es

más nutrido y es bien grupo de mamás. Es interesante, es para

poder laburar algo más, porque están bastante [tiempo] y es

un espacio... bien de mujeres, están ahí un rato laaargo

[alarga la a] y aparecen todos los temas de los pibes, de los

hombres, de la casa, todos, absolutamente todos... De hecho

la última vez el coro ni cantó, los pibes corrían por ahí y la mesa

donde estaban ellas era convocante ya de por sí. Entonces hay que

ver esas cosas también dan pie para pensar en otras. Y esa es

una espacio bien interesante también porque ni siquiera son mamás

de compañeros de escuela, uno es la escuela, otro es de la otra,

unos van al cem103, otros no van al cem, son todos sí del barrio.

Ahí hay algo como una semilla interesante para laburar algo más

con ese grupo de mamás, bien interesante”. (Funcionaria, Enero

2016)

103 Centro Educativo Municipal.

166
Retomando los aportes del feminismo y los estudios de género

proponemos (re)pensar los “grupos de mamás” y la asociación entre

mujer y madre, a través del concepto de maternidad.

“La maternidad incluye una serie de procesos biológicos (concepción,

embarazo, parto, puerperio y, en algunos casos, lactancia) pero se

extiende mucho más allá de ellos, hacia prácticas y relaciones sociales

no vinculadas al cuerpo femenino (cuidado y socialización, atención de la

salud, alimentación, higiene, afecto y cariño). Todas estas prácticas se

encuentran entrelazadas con representaciones acerca de lo socialmente

aceptado, legitimado, “naturalizado”. Las ideas, los valores y

sentimientos emergentes de las percepciones en torno a la

reproducción biológica y de las relaciones sociales originadas

alrededor de la maternidad, operan en las prácticas que, a su vez,

encuadran el espectro simbólico posible.” (Nari, 2004: 17).

La subsunción de estas “mujeres” en “madres” así como la adjetivación

de “colaboradoras”, encajan en las mencionadas ideas y valores

relacionados a la maternidad como práctica cuidado y socialización.

Así observamos cómo en la gestión de este programa también se

disputan y (re)construyen los sentidos que agentes estatales y

destinatarixs/familiares tienen acerca de la maternidad y los roles de

las mujeres y varones respecto al acompañamiento y cuidado.

167
Queda pendiente realizar un análisis de mayor profundidad sobre la

decisión de estas mujeres de trabajar voluntariamente en el Proyecto,

comprender sus expectativas, explorar ventajas y posibilidades de

autonomía. Sí podemos afirmar que su participación en la OPM es de

vital importancia, acompañando a participantes y docentes,

estableciendo vínculos con las familias y las instituciones locales

(escuela, jardín), agenciando meriendas y salidas.

Por otra parte están presentes en la OPM otras mujeres: las

participantes adultas.

Las participantes adultas

“Sábado. Ensayo general en el patio de la escuela. Las sillas están

acomodadas en semi-círculo (con sus respetivos atriles enfrente) y el

director parado en el medio. Hay unos 30 chicxs aproximadamente. Me

llamaron la atención dos mujeres adultas tocando. Una chelista y otra

violinista pero no eran las profes… (¿Son mamás que van a aprender con

sus hijxs? ¿Son vecinas?)” (Nota de campo, Junio 2015)

Antonia y Nora son madre e hija. Tienen 67 y 44 años respectivamente.

Viven en la esquina de la escuela desde hace 50 años y tienen un

almacén, también desde “hace mucho”. Enfrente vive Romina (49 años),

“desde que vino de Corrientes”. Las tres forman parte de la Orquesta.

168
Durante una entrevista, nos contaban cómo llegaron a participar de la

OPM104.

“Mi nombre es Nora, soy adulta, y bueno cuando recibí la invitación

pensé que era abierto a toda la comunidad. Una vez adentro nos dimos

cuenta que era para chicos, pero fuimos bien recibidas así que

continuamos, porque la verdad es que nos gusta.” (Participante adulta,

agosto 2016.)

Por su parte Antonia nos decía:

“Nos invitó la señorita, la maestra, vinimos acá, nos aceptaron y

quedamos. A mí me gustó el violonchelo. Y bueno estoy con el violonchelo

desde ese tiempo, de cuando ni bien comenzamos (…) el primer año casi

no toqué. Porque no había instrumento y como era especialmente para los

chicos, cuando los chicos se cansaban me daban a mí y yo ahí,

practicaba. Y dije, si no compro el instrumento, no voy a aprender… y

bueno, lo compré, el 4 de Septiembre de 2013, compré mi chelo.” (Agosto

2016)

Romina empezó con el contrabajo a comienzos de 2015. A., su profesor,

relataba:

“Romina, vive en la esquina de la escuela. Y un día le preguntó a Antonia

por la orquesta, que es la almacenera del barrio [y chelista], le dijo – Qué

lindo, a mí me gusta el contrabajo… -Pero andá, si está A. – No, pero me

104 Aunque los nombres de las participantes adultas fueron modificados para
preservar su identidad, optamos por ficcionalizar sus identidades con el fin de agilizar
el relato.

169
da vergüenza… -¡Está A., andá! (…) Por ahí suena un poco demagogo

pero bueno, para mi es así, si queres tocar, vení a tocar.” (A., docente

OPM, agosto 2016)

Recordando cómo ingresaron a la orquesta, este docente nos decía que

la de Puerto Musical, es la única orquesta en la que hay “gente adulta

también”. Agregaba que en el momento de incorporarlas, se dieron

algunas discusiones dentro del plantel docente.

Nos parece importante destacar cómo en el proceso de gestión, estas

mujeres y lxs agentes estatales, interpelaron la “población-objetivo”

(Foucault, 1978) predefinido en el diseño de las políticas públicas. De

esta forma a la vez que redefinen “las cuestiones socialmente

problematizadas” (Oszlak y O’ Donnell, 1981) sobre las cuales es

legítimo “intervenir”, expresan la singularidad de la implementación del

Programa a nivel local. Este aspecto da cuenta cómo las políticas son

reinventadas, ajustadas y/o moldeadas por lxs agentes, dándoles

especificidades, matices y particularidades. Destacamos junto con otrxs

autorxs, la posibilidad que brinda el enfoque etnográfico sobre las

políticas y el Estado, para visibilizar estas cuestiones (Das y Poole,

2008; Abéles, 1997; Oszlak y O’ Donnell, 1981).

Decíamos al comienzo de este apartado, que el grupo de “adultas

instrumentistas” es muy importante en el funcionamiento de la OPM.

La constancia y el compromiso con que estas mujeres asumieron su

participación en la orquesta, son altamente valorados por los docentes y

grupo de colaboradoras: “no faltan nunca” (Laura, Agosto 2016),

170
“Antonia tiene su chelo y Nora tiene su violín” (A., docentes OPM

Subrayado énfasis del discurso). Entendemos que el valor otorgado al

compromiso en la participación de estas mujeres, es destacado en parte

por el gran dinamismo que tiene la orquesta y el alto recambio de chicxs

que hay en la orquesta.

Para finalizar nos interesa destacar algunas coincidencias entre el

“grupo de mamás colaboradoras” y las “adultas instrumentistas”: son

mujeres y del sector más antiguo de La Quema. Tres de ellas son

nacidas y criadas ahí (Laura, Griselda y Nora), mientras que las otras

dos (Romina y Antonia) viven en él hace “muchos años”. Mientras que

las primeras acompañan a sus hijxs y nieto que participan en la

orquesta, Antonia y Romina invitaron a su nieto y sobrino

respectivamente a participar de la misma.

Retomando a Auyero y Swistun, “El Barrio Porst (también conocido por

sus habitantes como “la burbuja” o “esas cuatro manzanas”) está

habitado por antiguos residentes de clase media baja que viven justo

enfrente del polo.” (2008, 67). Esta caracterización, coindice con la

descripción socioeconómica de estas mujeres (comerciantes barriales,

empleada, ama de casa).

En este sentido entendemos que, en la Orquesta Puerto Musical, ocurre

algo similar a lo que expresa Wald en las orquestas analizadas donde

“(…) convergen cierto tipo de familias de clases populares y medio-bajas

y no otras. Se trata de aquellas familias que conservan casi intacto el

171
ideal meritocrático que orientó las estrategias de reproducción de las

clases medias de la Argentina del siglo XX y, a partir del peronismo,

también de las clases trabajadoras integradas –meritocracia que según

los estudios sociológicos recientes habría desaparecido.” (Wald; 2012:4)

Entendemos que dicho “ideal meritocrático”, se expresa así mismo en la

elección de estas mujeres por participar en la orquesta, y/o apoyando a

sus hijxs, nietxs, sobrinxs a participar del programa.

Por otra parte para aguzar la mirada respecto de las construcciones y

estereotipos de género en este espacio social, analizamos la

implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en la escuela y

en la orquesta.

La Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en la Escuela ¿y en la


Orquesta?

“Y digo, si justamente la ESI que está regulada desde 2008, nos propone que

todos los entes educativos laburen esta perspectiva, nosotros somos un ente

educativo porque pertenecemos al Ministerio de Educación de Nación. En esa

clave deberíamos trabajar también la perspectiva de la ESI dentro de la

orquesta” (Clara, Noviembre 2015.)

Relatamos al comienzo de este capítulo, una “situación” de campo

protagonizada por chicxs que estaban en el comedor y una auxiliar

docente. Referimos a su vez el principio de heteronormatividad implícito

en la misma, en tanto organizador de las relaciones de género. Esta

escena, así como la buena predisposición de la directora de la escuela-

172
sede de la OPM, para desarrollar las observaciones y entrevistas, nos

llevó a indagar acerca de la aplicación Ley de Educación Sexual Integral

(Ley Nacional 26.150/06) y su implementación a través de los

Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral (Res.

45/08)105.

A modo de poner en contexto dicha ley, mencionaremos algunas

características de la formulación e implementación de normativa. En

principio destacamos que dicha ley se promulga a nivel nacional en el

año 2006. En 2008 y mediante los citados Lineamientos, se avanza

sobre los contenidos mínimos de la misma.

“Es presente documento acuerda un piso común obligatorio para el

abordaje de la educación sexual integral en todas las escuelas del país.

Tomando como base estas pautas comunes y obligatorias, cada

jurisdicción podrá realizar ajustes y/o adecuaciones de acuerdo a sus

realidades y necesidades.” (Lineamientos Curriculares ESI, PP. 14).”

Así, en consonancia con lo establecido en la Ley de Educación Nacional

N° 26.206/2006, cada provincia debe promover la adhesión a dicha ley,

ya que legisla en forma independiente en materia de educación.

Además, la misma Ley de Educación Sexual Integral (ESI) pauta:

“Cada comunidad educativa debe incluir en el proceso de elaboración de

su proyecto institucional, la adaptación de estos lineamientos a su

105Aprobados por el Consejo Federal de Educación en mayo de 2008. Disponible en:


http://www.me.gov.ar/me_prog/esi/doc/lineamientos.pdf

173
realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y

a las convicciones de sus miembros”. (Artículo 5. Ley 26.150)

Distintas investigaciones sobre el tema, dan cuenta de los procesos

locales de implementación de la ley e indican la complejidad en la cual

la ESI se lleva adelante (o no), como producto de dichas

particularidades. Entre los temas abordados por las mismas

destacamos: los debates previos a la sanción de la ley en CABA en torno

a los contenidos y sus responsables, la edad de lxs destinatarixs y la

incorporación de la perspectiva de género (del Río Fortuna y Lavigne,

2009); los discursos presentes en la prensa por la incorporación esta

última (Boccardi, 2008), así como las tensiones, negociaciones y

mediaciones respecto de la implementación de la ley por parte de lxs

docentes (Lavigne 2010b, Lavigne y González, 2010; Gerolimetti, 2014).

Por otra parte, teniendo en cuenta que programas como el POyCB, se

ejecutan a través de la Dirección Nacional de Políticas Socio Educativas,

del Ministerio de Educación de la Nación, nos preguntamos: ¿Se

incorpora la ESI a las políticas socio-educativas? ¿Se interrelacionan

estas políticas? ¿Cómo?

Nos proponemos así explorar el POyCB en tanto política pública

socioeducativa y cultural, desarrollada en un contexto de educación

formal, que está atravesado (entre otras cosas), por la incorporación de

contenidos específicos relacionados a la educación sexual. Aunque no

174
es del todo nuevo este desafío para la escuela106, nos interesa abordar

las particularidades de la ESI en este contexto específico.

Para comenzar y retomando los ejes de análisis anteriores, remarcamos

a partir del registro etnográfico realizado, que la sexualidad como tema

está presente en el discurso de chicxs y jóvenes, en la charla cotidiana,

a través de chistes, insultos, halagos, etc. Y también, como vimos,

“presente en el curriculum oculto” (Morgade, 2006: 2) mediante

intervenciones (y/u omisiones) de lxs adultos que participan del espacio

escolar y orquestal.

Junto con Grimberg “Consideramos la sexualidad desde tres

dimensiones de análisis (…) a) la consideración del complejo deseo-placer

y la movilidad del deseo sexual; b) las modalidades de intercambio

sexual en relación con los modelos de familia/unidad doméstica y sus

cambios, la estructuración de roles en la vida cotidiana (incluida las

modalidades de inserción laboral), los procesos de control y

subordinación en las relaciones de género, etc.; c) los significados

sociales asignados a la sexualidad en cada contexto histórico, en relación

con los modelos de género, las modalidades culturales de expresión

sexual, etc. (Standing, 1992)” (Grimberg, 2002: s/n).

106Para ampliar, traemos aquí una cita de Luciana Lavigne “Diversas investigaciones
han puesto de manifiesto que en el país se desarrollaron diversas experiencias en
educación sexual (Felitti, 2009; Morgade y Alonso, 2008; Wainerman, Di Virgilio,
Chami, 2008; Elizalde, Felitti y Queirolo, 2009) e incluso de Ordenanzas de la década
del `80 y `90 que estipulaban la incorporación de la educación sexual en el sistema
educativo no desarrolladas sistemáticamente y revelaron que la educación de la
sexualidad constituye un objetivo central desde la creación misma del sistema
educativo (Morgade y Alonso, 2008)” (Lavigne, 2010: 2).

175
A su vez, entendemos que toda sociedad está atravesada por y

constituida mediante ideas, representaciones discursos y prácticas

respecto de la sexualidad y el género. En otras palabras, la sexualidad

es constitutiva de todo espacio social y “el género es el elemento básico

de la construcción de cultura.” (Lamas, 2000: 3)

Sin embargo, resulta “asombroso” o “inesperado”, que “lxs chicos”

hablen de sexualidad, “sepan”… Aun poniendo en tensión ese supuesto

saber, la idea de asombro del mundo adulto respecto a los discursos de

lxs jóvenes, se plasmó en diversas ocasiones.

“La sexualidad como tema está súper presente en las charlas de lxs

chicxs, en los insultos y halagos, en los chistes…”. (Nota de campo,

diciembre 2015).

“Los chicos saben más de los que nosotros nos imaginamos. El otro día

en un taller de ESI en segundo grado una nena les explicaba a un grupito

de varones dónde se ponía la toallita.” (Directora de la Escuela-Sede

OPM, noviembre 2015).

Algunas consideraciones sobre la ESI en la Escuela Primaria N°14

En cuanto al trabajo con ESI, la Directora de la Escuela-sede de a OPM

nos contaba que recién en 2015 se empezó a trabajar.

“Lamentablemente hace casi 9 años que estamos con eso y recién ahora

empezaron las capacitaciones para nosotros. El material que bajó o

parece que bajo, hace muchos años y nadie supo qué hacer con eso,

porque acá en la escuela no está. Este año tuvimos reuniones casi todos

176
los meses con las mesas socio-educativas, y ahí se trabajó con ESI

también. Estuvo muy bueno, hubo videos, estuvo muy bueno” (Directora

Escuela-sede de la OPM, noviembre 2015)

Entendemos que esta cita condensa varias cuestiones. En principio nos

parece importante destacar la percepción de la ESI como algo externo:

“eso” que viene de afuera y de arriba, “el material bajó”. También da

cuenta de la necesidad de docentes y directivos de capacitarse antes de

abordar el tema. También discursos y prácticas institucionales

particulares como incertidumbre respecto de los materiales y su

destino. Por último emerge en el relato un espacio “articulador” entre la

ESI y la/s escuela/s: las “mesas socio-educativas”.

Las “Mesas socio-educativas”, es otro programa o “línea de acción” de la

Dirección Nacional de Políticas Socio-Educativa, del Ministerio de

Educación de la Nación107. Estas tienen a su vez su homónimo en la

Provincia de Buenos Aires, así como referentes locales en la esfera

municipal. El objetivo de estas “mesas” es lograr una articulación entre:

“escuelas, municipios y organizaciones sociales donde la comunidad

asume conjuntamente la responsabilidad de diseñar e implementar una

propuesta que contribuya a garantizar las trayectorias escolares y

educativas de los de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y adultos”108.

107 Para ampliar las actividades y programas de la Dirección Nacional de Políticas


SocioEducativas ver Anexo 2 “Organigramas”.
108 http://portales.educacion.gov.ar/dnps/mesas-socioeducativas-para-la-inclusion-y-

la-igualdad/ [9/9/16]

177
En el municipio donde funciona la OPM, es la Dirección de Proyectos

Especiales, que depende a su vez de la Secretaría de Educación

Municipal, la que lleva adelante las principales propuestas Socio

Educativas en el “territorio” (POyCB, CAI, CAJ109, y Mesas Socio

Educativas).

La Subdirectora de dicha área, comparte el análisis a cerca de la

importancia y demora en la implementación de la ESI en las escuelas

del municipio.

“Cuando había que pensar un tema para las mesas era ESI, eso lo

dijimos nosotros desde acá [la dirección municipal]… La ESI no se

trabaja, no se aborda… pasaron años desde la sanción de la ley, hay

una cantidad de material que todos tienen guardado secretamente en

algún lado, y que todos coinciden en que está buenísimo, pero que nadie

hace nada, bah, cuesta muchísimo...” (Funcionaria municipal, enero

2016)

Nos interesa remarcar aquí cómo adquiere relevancia “el municipio”

como actor central, en la coordinación de estas políticas. Es desde allí

que se propone la articulación entre la ESI y algunos programas, en

este caso el de Mesas Socio Educativas.

109 A diferencia del mencionado CAI, los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) están
orientados a las escuelas secundarias, por lo tanto a adolescentes y jóvenes. Aunque
con algunas diferencias en su implementación, son programas similares en cuanto a
los objetivos planteados.

178
Algunas consideraciones sobre la ESI en la Orquesta Puerto Musical

“Entrevistadora: ¿Conocen alguna otra identidad de género que no sean

hombres y mujeres?

A. (varón, 14 años): Travestis, Gays, lesbiana…

D. (varón, 13 años): Bisexual

Entrevistadora: ¿Y hablan de estas cosas en la escuela?

L. (mujer, 10 años): A mí me hicieron una banda de preguntas, de cómo

se contienen [sic] los bebes, no se algo así… Y me mostraron unos

folletos que yo no lo podía creer, me tapaba los ojos (se lleva las manos a

la cara y se tapa los ojos)

D.: A mí no me hicieron nada de eso.

A.: Nosotros vimos una película

L.: En la escuela hacemos talleres. Nos mezclan a los de cuarto, quinto y

sexto [grado] y nos hicieron hacer grupos. Algunos va a hacer folletos tipo

abanicos y algunos se van a bailar, o a hacer gimnasia. Y así vamos

cambiando el equipo.

Entrevistadora: ¿Y vos Alejo que decías?

A: La profesora de lengua da educación sexual integral. Pero ninguno le

da bola. Están todos con el celular y el Facebook. Me incluyo (risas)

Vimos una película y tenemos que filmar nosotros algo también. Pero no

sé qué. Nadie lo copio, así que nos llevamos toda lengua.” (Entrevista

grupal, junio 2016)

Para contextualizar la cita destacamos que lxs tres entrevistadxs,

participan de la orquesta hace dos años aproximadamente, aunque

179
ninguno de ellxs, concurre o concurrió a la EP 14, sede de la OPM. Los

dos varones están cursando el secundario (uno en un instituto privado

y el otro en una escuela pública técnica) y la entrevistada concurre a

una escuela primaria privada. L. y D., son hermanos y del barrio La

quema; mientras que A. vive en un barrio tipo monoblock, en las

afueras de La Quema.

Sin pretender profundizar en las diferencias conceptuales entre

identidades de género y orientación sexual110, retomamos la citada

categoría de asombro ante la respuesta rápida y concreta a cerca de

otras identidades de género y destacamos inclusive que esta pregunta

no había sido formulada a adultxs por “incomodidad” (Registro de

campo, noviembre 2015).

Por otra parte, respecto del trabajo con la ESI dentro de la Orquesta

Puerto Musical, observamos diferencias significativas entre en lo

conversado con lxs dos docentes integradores y con la Funcionaria

municipal por un lado y con el director de la orquesta por otro.

Mientras que los primeros identifican, aún con diferencias, como

positivo el trabajo con ESI dentro de la orquesta, el último manifiesta

ciertas resistencias expresadas como y/o por desconocimiento, temor,

falta de preparación “no me animaría abordar sin preparación previa un

tema de educación sexual integral” (Director de la OPM. Diciembre

2015).

110 Para una ampliación del tema ver Fundación Huésped (2011).

180
En consonancia, otras investigaciones sobre la articulación entre lxs

docentes y la ESI, registran formulaciones como “falta de herramientas”

y/o “falta de información” (Guglielmi, 2011:10). Por último, nuestro

entrevistado esgrime un argumento que nos parece central: “me parece

que en este caso excede el marco de orquestas y coros…” (Director de la

OPM, diciembre 2015).

Entendemos que la ausencia de la problematización de las cuestiones

de género en el POyCB, queda explícita, a nuestro entender en la

formulación “excede el marco” remarcando el aspecto inapropiado o

inadecuado para abordar cuestiones de género en este espacio.

En contraposición, la Funcionaria municipal a cargo del programa y lxs

docentes integradores entrevistados, comparten otra mirada respecto a

trabajar la ESI en el marco del POyCB. Aunque encontramos entre

estos últimos matices en cuanto a su implementación y/o apropiación.

“Sería cuestión de proponérselo a la gente que está a cargo del programa

sería una propuesta muy enriquecedora.” (C., docente integradora,

noviembre 2015).

“A cada uno de los docentes les he dado para que lean la ley de

educación sexual integral. Y me han preguntado: - Si yo no tengo que

enseñarle eh... sobre qué es una mujer. -No digo, pero tenes que entender

que el reproducir roles de género, el replicar algunas actitudes, realmente

no, no, no posibilita a los pibes crecer, sino que les obstruye un montón

181
de caminos... (…) Esto lo hacía yo. Sí a ver, fue una decisión del equipo

nacional, pero motorizado por los que estamos abajo... Fue una propuesta

que vino de abajo llevar la ESI a la orquesta” (M., docente integrador,

agosto 2015.)

El testimonio precedente da cuenta de la predisposición a trabajar con

la ESI. Esta actitud es mencionada como una característica

fundamental para la conformación de grupos de docentes capacitados

en el abordaje de dicha ley (Lavigne, 2010b).

Hasta aquí pudimos pensar y problematizar desde una perspectiva de

género la gestión de la OPM, durante el período julio-diciembre 2015.

Entendemos que este dispositivo de análisis fue sumamente

enriquecedor de los procesos y dinámicas que allí se desplegaban. La

elección de los instrumentos, la composición de la orquesta, la

participación de las mujeres “colaboradoras” y “participantes adultas”,

son características propias de la OPM que sin las preguntas que

habilita el cuestionamiento de las categorías de género habrían quedado

obturadas en el análisis.

Ahora bien, el cambio de orientación política y la incertidumbre

generada a partir del mismo, obligó a reformular también el esquema de

investigación. Así durante la segunda etapa de trabajo de campo, enero-

junio 2016, la atención y el eje del trabajo se concentraron en las

estrategias y disputas que destinatarixs y trabajadores tejieron en

relación al desfinanciamiento del Programa. Sobretodo destacamos el

182
protagonismo que adquirió “El colectivo de trabajadores d Orquesta y

Coros del Bicentenario”, como lo relatamos en el capítulo 3.

Así para cerrar este capítulo, nos propusimos aproximarnos desde una

“mirada de género” a este “nuevo” actor.

Apuntes sobre “El Colectivo” desde una perspectiva de género/s111

Ya describimos anteriormente el surgimiento del Colectivo de

Trabajadores de Orquestas y Coros del Bicentenario (El Colectivo), así

en este apartado intentamos indagar cómo se desarrollan en dicho

espacio las relaciones de y entre mujeres, varones y otrxs trabajadorxs

organizadxs del Programa.

Para ello realizamos cuatro entrevistas a participantes de dicho espacio,

(dos varones y dos mujeres, una de las ellas además “vocera” del

espacio), así como el seguimiento de las publicaciones de la página de

Facebook del Colectivo. Sin pretender realizar un análisis exhaustivo,

indicamos algunos aspectos que nos resultaron relevantes y factibles de

una indagación más minuciosa. Agrupamos estas inquietudes en dos

aspectos vinculados: las demandas y lxs sujetxs de las

transformaciones.

Respecto de las “demandas” del Colectivo, notamos que si bien se

incorpora un “lenguaje inclusivo” no se desagregan cuestiones

111Este apartado fue reelaborado a partir de una ponencia presentada en las III
Jornadas nacionales de Historia de las Mujeres y VIII Congreso Iberoamericano de
Estudios de género, en julio de 2017, junto con Guadalupe Goncalves y Guido
Carlana. A ellxs también les agradezco profundamente su colaboración en esta tesis.

183
específicas respecto de los derechos vulnerados de las mujeres

trabajadoras en caso de embarazo, por ejemplo, ni tampoco en la

reivindicación del trabajo no remunerado de las “colaboradoras”. Esta

situación de invisibilización podríamos decir que indica una

continuidad: ni antes del cambio de gobierno, ni ahora es “agenda”.

“A partir del cambio de gobierno, demandas como la mejora de contratos

y cobro de aguinaldos han pasado a un segundo plano ya que la

organización requiere la solución de ciertos puntos tan básicos como

sustanciales como los cobros de salarios adeudados de decenas de

trabajadores/as, la regularización de los mismos, la realización de

concursos para cubrir cargos, por ahora principalmente buscamos

sostener la continuidad del Programa” (G., docente y participante del

Colectivo, abril 2016).

En este contexto la pregunta por la “pertinencia” de un enfoque de

género, resonaba nuevamente: qué aportar desde una perspectiva de

género al análisis de la gestión de una política socio-educativa y

cultural en este contexto.

Por otra parte, nos resonaron algunas ironías o ingenuidades

remarcando la existencia de mujeres “voceras” como garantía de

participación de género igualitaria o la autoexclusión a problematizar

cuestiones de género por ser varón “yo de género no sé qué decirte, eso

háblalo con ella que es mujer” (Integrante del Colectivo, agosto 2016).

184
También nos inquietaron discursos con ecos en las discusiones del

socialismo del siglo XIX donde se argumentaba que los reclamos de

género dividen a la clase obrera (Miguel Álvarez, 1994).

En esta línea, una de las entrevistadas nos comentaba con fastidio la

“no participación” del Colectivo en la Marcha del 8 de marzo.

“En las marchas de marzo [2017] por ejemplo, que hubo varias,

coincidieron la de la CGT, el paro nacional de mujeres del 8 de marzo y la

marcha del 24 por el Día de la Memoria. Bueno fuimos a todas. Menos a

la del 8” (G., integrante del Colectivo, junio 2017)

Para cerrar la invisibilización de los problemas específicos que

atraviesan a las mujeres de este espacio sindical (como trabajadoras

precarizadas y no reconocidas), nos lleva a reflexionar acerca de lxs

sujetxs que definen y encarnan las demandas. En este sentido la sola

participación mujeres no alcanza para transformar estas vulneraciones

en “cuestiones” es decir en demandas legitimadas, aunque sea

posiblemente un requisito para lograrlo.

185
CONCLUSIONES

Partiendo de los objetivos propuestos y retomando los conceptos

presentados en el marco teórico referidos a las políticas públicas en

general, así como las definiciones y problemas específicos relevados de

las políticas socio-educativas y culturales en particular, sintetizaremos

aquí las conclusiones sobre el caso analizado.

Destacando que el objetivo específico del trabajo de investigación fue

indagar la gestión de la Orquesta Puerto Musical en tanto política

pública social, educativa y cultural, desde una perspectiva de género/s,

organizamos estas reflexiones en tres partes:

- La gestión de la OPM en sus propios términos y objetivos: la

inclusión educativa, social y cultural.

- La gestión de la OPM desde una perspectiva de género/s.

- La gestión de la OPM en el marco del cambio en la orientación

político-ideológica de las políticas públicas.

Respecto del objetivo de inclusión que plantea el Programa, enfatizamos

los aspectos sociales y culturales en términos de acceso a la formación

musical, así como el acompañamiento/seguimiento de problemáticas

particulares de lxs participantes, sobre el componente educativo

expresado por ejemplo en indicadores de retención y reinserción

escolar.

186
Vinculado a este aspecto, nos parece importante dejar planteada la

pregunta por los indicadores para evaluar políticas públicas como el

POyCB, en la cual se observan múltiples y diversas trayectorias de lxs

participantes. Para varios el primer contacto visual, sonoro y tangible

con instrumentos de orquesta. En relación a esto, en términos de

fronteras simbólicas (y materiales), la apertura del horizonte de

posibilidad en cuanto al acceso también a la enseñanza este “bien

cultural”. A partir de allí, podemos identificar aquellxs participantes que

priorizan el entretenimiento y/o quienes quieren profesionalizarse, entre

otras posibilidades.

A la vez si bien la propuesta de la Orquesta y convocatoria es abierta a

toda la comunidad, acceden efectivamente y sobre todo permanecen

chicxs, jóvenes (y adultas) de los sectores del barrio más antiguos y

mejor posicionados económicamente. Se replica en la OPM lo que

Gabriela Wald (2012) denomina “afinidad electiva entre los valores y

prácticas promovidas por los proyectos, y los repertorios culturales y

morales en los que han sido socializados los jóvenes.” (Wald, 2012, 5), al

participar en el mismo familias de clases populares y medio-bajas, que

conservan cierto “ideal meritocrático”.

Por otra parte hallamos acotados los debates sobre la clasificación de

las Orquestas en términos de políticas universales o focalizadas.

Entendemos que es en los procesos de gestión donde se efectivizan

estas cuestiones. Sobre todo en cuanto a la implementación de un

187
Programa de reciente creación (2008) donde se están demarcando las

condiciones de institucionalidad social (Repetto, 2017: 153).

Esto implica analizar los márgenes de autonomía (Raggio y Sabarots,

2012) que técnicxs y funcionarixs tienen en la “implementación” de los

programas, como por caso en la incorporación de la Ley de Educación

sexual integral (ESI). También respecto de la conformación de la

“población destinataria”: chicxs y jóvenes de sectores vulnerables.

Expresamos entonces la heterogeneidad de este grupo, conformado por

estudiantes de escuela pública y privada, así como de distintos sectores

del Barrio La Quema e inclusive en la incorporación de instrumentistas

de un grupo etario no contemplado (mujeres adultas).

Por otra parte dicha autonomía, no está exenta de la dinámica

propiamente política. En este caso el cambio de orientación político-

cultural del nuevo gobierno (Alianza Cambiemos) marcó un punto de

inflexión en la gestión de la OPM y por consiguiente una redefinición de

su análisis en términos del objeto de estudio.

Respecto del segundo ítem, advertimos que la gestión es un espacio

privilegiado para analizar al Estado y también la dimensión de género/s

que implícita o explícitamente conllevan de las políticas públicas.

De esta forma entendemos que no problematizar la dimensión de

género/s, obtura la comprensión de desigualdades, tensiones y

negociaciones que se (re) actualizan en la gestión e implementación de

las políticas públicas. En este sentido nos acercamos a los enfoques de

la interseccionalidad, que incluyen el género/s como variable en

188
relación con otras categorías de identificación social como la clase social

y la pertenencia étnica.

En nuestro caso hallamos que la edad, trayectoria y formación de los

agentes estatales (docentes de música- docentes integradores por

ejemplo), así como la clase y pertenencia barrial de agentes

comunitarios como las “mamás colaboradoras” y las “adultas

instrumentistas” constituyeron, junto con la dimensión de género/s,

claves de análisis relevantes para comprender acciones, omisiones y

derroteros de lxs agentes en la gestión de esta política pública.

Respecto de la elección de los instrumentos identificamos otro “locus”

donde se expresa la potencia analítica de la variable de género/s. En

base a las observaciones realizadas hallamos una distribución genérica

por instrumento marcadamente desigual, concentradas en violín (92%

mujeres) y percusión (100% varones). Señalamos en primer lugar que

no es un indicador desagregado en las estadísticas del Programa, ni de

la Orquesta analizada. A partir del análisis etnográfico, sostenemos que

esta distribución no corresponde a un evento azaroso o fortuito, sino a

la feminización y masculinización de los instrumentos mencionados.

Asimismo destacamos que el espacio de la orquesta es percibido por lxs

participantes como un espacio tanto para “chicos” como para “chicas”

(Taller grupal, diciembre 2015).

Además indicamos como una posible línea de investigación emergente,

que la composición etaria de la Orquesta analizada (menores de 13 años

189
en su mayoría), podría estar vinculada con el mencionado patrón de

distribución genérico de los instrumentos.

También nos planteamos como interrogantes la conformación y

asociaciones de género/s e instrumentos en otros tipos de orquestas

(por ejemplo las del Programa Social Andrés Chazarreta112 que utiliza

repertorios e instrumentos latinoamericanos o aquellas de gestión

privada, realizadas también con población juvenil pero en otros

contextos socio-económicos). Así mismo consideramos productiva la

exploración de estas variables en programas similares del ámbito local

(como el de Orquestas-Escuelas), y/o de otras regiones113.

Retomando el análisis en clave de micropoderes a partir de los cuales se

ejerce la heterormatividad, identificamos como dispositivos (Foucault,

1979) las sanciones, burlas e insultos presentes entre lxs participantes,

así como la incomodidad/invisibilización en las propias categorías de

análisis. A su vez, entendemos que estos poderes comprenden también

resistencias, expresadas en prácticas como “jugar a la pelota” y “tocar

la trompeta” para las mujeres, o “tocar el violín” para los varones.

Así, a pesar de que el Programa no tenga como objetivo “cuestiones de

género/s”, las construcciones y estereotipos prexistentes permean y

modelan la gestión de la Orquesta. Arriesgamos que esta ausencia o

112El Programa Social Andrés Chazarreta comienza en 2006 bajo la dependencia de la


Secretaría de Cultura de la Nación, promovida en 2014 al rango de Ministerio de
Cultura de la Nación (2014-2018). En coincidencia con el desfinanciamiento y
desarticulación del POyCB, en diciembre de 2017 despiden a su Director, Eduardo
Tacconi. Además en septiembre de 2018, el Ministerio de Cultura vuelve a ser
Secretaría.
113 Como mencionamos en el Capítulo 1 circunscribimos el estado del arte a

investigaciones locales.

190
invisibilización, se relaciona en parte con virtudes que a priori se

adjudican a las prácticas artísticas, música en este caso, que parecen

por sí solas borrar violencias, desigualdades, diferencias114.

En cuanto al cambio de orientación político-ideológico producto de las

elecciones de 2015, alertamos sobre la estrategia comunicacional

misógina del nuevo gobierno nacional y la extirpación del género en el

discurso presidencial (Cremona, 2015). Asimismo el desfinanciamiento

y la reestructuración de diferentes programas (Salud sexual y

procreación responsable, Educación sexual integral, Plan Nacional de

Salud integral Adolescente, Plan Nacional contra la Violencia115 por

ejemplo) en un contexto de legitimación del discurso sobre el recorte del

Estado116, que encaja perfectamente con la nueva política de

endeudamiento y el retorno del control del Fondo Monetario

Internacional, (Gutiérrez, 2016).

A la vez, esta fue una nueva coyuntura para problematizar la gestión

del POyCB. En ese aspecto destacamos que a partir de 2016, se puso en

114 Para una lúcida reflexión sobre una experiencia de política cultural en el contexto
de conflicto armado, recomendamos Ochoa, Ana María. s/f. Disponible en:
https://www.google.com.ar/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-
8#q=artes%20cultura%20violencia [9/9/16]
115 Es destacable como a partir de la reacción de organizaciones y del propio Consejo

de la Mujer, fue reconocido como “error” el recorte en dicho programa.


https://www.clarin.com/sociedad/admiten-error-recortaron-fondos-luchar-
femicidios_0_rkEwMUMtx.html [14/08/17]
116 Mientras el discurso del nuevo oficialismo es denigratorio acerca del estado y sus

trabajadores p.ej. "No vamos a dejar la grasa militante, vamos a contratar gente idónea
y eliminar ñoquis" (Prat Gay, Ministro de Hacienda. Enero 2016) hay estudios que
indican un crecimiento del 25% en la estructura del estado.
http://www.lanacion.com.ar/2011790-segun-un-relevamiento-desde-que-asumio-
macri-aumento-en-un-25-la-estructura-del-estado [18/08/17]. En línea con el control
del FMI sobre las cuentas públicas, se vuelven a reducir los ministerios en septiembre
2018 https://www.pagina12.com.ar/139734-gabinete-ajustado [10/12/18]

191
juego la continuidad del Programa cercenando las posibilidades del

efectivo desarrollo de la Orquesta.

Como mencionamos la construcción (compleja) de indicadores, así como

el monitoreo, seguimiento y evaluación pública de esta política, podría

contribuir a su legitimación, sobre todo teniendo en cuenta el escenario

de “hegemonía escindida” (Castellani y Pucciarelli, 2018) que presenta

la trama política local actual.

““el proyecto hegemónico conservador-liberal” que expresa el nuevo gobierno

[alianza Cambiemos] es todavía eso: un proyecto que debe recorrer un largo

camino y librar arduas batallas con sus adversarios para obtener consenso

mayoritario permanente y convertirse en la dirección política, moral e intelectual

del conjunto de la sociedad. Es por lo tanto, un “proyecto prehegemónico”, en la

obligación de dirimir primacías actuales y futuras con otros proyectos

equivalentes. El ámbito en que estos se insertan es, por defecto, fragmentario e

incompleto, en constante cambio y, y escapa a una definición que se lo fije; se

trata de un “régimen de hegemonía escindida” en el que al menos dos proyectos

prehegemónicos luchan por obtener una supremacía” (Ibíd. 16)

Este nuevo escenario, lamentablemente restrictivo respecto de la

ampliación y garantía de derechos nos obliga a potenciar las

posibilidades de resistencia, negociación y re significación de

experiencias como el Programa de orquestas.

Así consideramos que la política de omisión, provincialización y

vaciamiento sobre el POyCB, a partir de diciembre 2015, establece una

192
diferencia radical respecto de las indicaciones acerca de la “ceguera de

género” de los proyectos de inclusión social.

Para finalizar sostenemos que la perspectiva antropológica y feminista

de género/s sobre la gestión de las políticas públicas, contribuyó a

distinguir y recomponer analíticamente las aristas de la compleja y

cambiante totalidad social.

A modo de cierre esperamos estas páginas contribuyan a la ampliación

de los derechos culturales, sociales y educativos, y su democratización

en clave de género/s.

193
BIBLIOGRAFÍA
Abéles, Marc (1997) La antropología política: nuevos objetivos, nuevos objetos.
Revista Internacional de Ciencias Sociales, N° 53 (s/n). Antropología -
Temas y Perspectivas: I. más allá de las lindes tradicionales. Disponible
en: http://www.unesco.org/issj/ [10/10/18]

Achilli, E. (2005). Investigar en Antropología Social. Los desafíos de transmitir


un oficio. Rosario: Laborde.

Álvarez Leguizamón, S. (2013, marzo). La nueva economía política de la


pobreza: diagnóstico y asistencia. Voces en el Fénix (En línea) No 22.
Disponible:
http://www.vocesenelfenix.com/category/ediciones/n%C2%BA-22
[7/12/18]

Avenburg, K., Tatellis, V., Barro Gil, G., Giliberti, G., Martínez, E., Cibea, A.
(2015). Música e inclusión social: los proyectos de orquestas infantiles y
juveniles en el Gran Buenos Aires. Pensar la Cultura Pública. Apuntes
para una cartografía nacional. (pp. 104-120). CABA, Ministerio de Cultura
de la Nación.

Bayardo, R. (2010) “Aportes al debate sobre los indicadores culturales” En


Gestión y políticas culturales. (pp. 201-209). UNTREF.
http://www.untref.edu.ar/documentos/indicadores2010/Aportes%20al
%20debate%20sobre%20los%20indicadores%20culturales%20Rubens%2
0Bayardo.pdf [21/07/18]

Bourdieu, P. (1990). Algunas propiedades de los campos (pp. 135-141).


Sociología y cultura. México, D.F. Grijalbo.

------------------ (1997) [1994]. Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción.


Barcelona, Ed. Anagrama.

------------------ (2002) [1978]. La distinción. Criterio y bases sociales del gusto.


México, Taurus.

Bourdieu P. y Wacquant P. (1995). Respuestas por una antropología reflexiva.


Ed. Grijalbo, México.

Batallán, G. y García J. (1990). Antropología y participación. Contribución al


debate metodológico. Publicar en Antropología y Ciencias Sociales. N°1.
(pp. 79-93). Colegio de Graduados de Antropología de la República
Argentina. Buenos Aires.

Brawerman, Josette; Raggio, Liliana; Ruiz, Violeta (2007). Abordajes Cuanti-


Cualitativos en la Evaluación de Programas desde la Gestión Estatal.
Ponencia presentada al IV Congreso Argentino de Administración
Pública. Secretaría de Gestión Pública. Asociación de Administradores
Gubernamentales. AAEAP. [En línea]. Buenos Aires, 22-24 de agosto de
2007. CABA, Editorial Fundación CRISOL. Disponible en
http://ceadel.org.ar/centrodoc/?p=229 [7/12/18]

Calvo Salazar, Cindy (2009, sin mes). La "nueva" izquierda latinoamericana:

194
características y retos futuros. Reflexiones (En línea) vol. 88. ISSN 1021-
1209. Universidad de Costa Rica San José, Costa Rica. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72912559004 [7/12/18]

Carabetta, S., Rincón, C, y Serrati, P. (2017). Entrevista con J. Abreu y E.


Méndez, de ‘El Sistema’ de Orquestas (Venezuela). Foro de educación
musical, artes y pedagogía, (En línea) vol. 2. Año 2, 131-146. Disponible
en: http://www.revistaforo.com.ar/ojs/index.php/rf/article/view/36
[7/12/18]

Castel, R. (1997). Las Metamorfosis de la Cuestión Social. Una Crónica del


Salariado. Buenos Aires: Paidós.

Chaui, M. (2008). Cultura y Democracia. En Cuadernos de Pensamiento Crítico


Latinoamericano. Número 8. CLACSO. Argentina.

------------- (2013) Ciudadanía cultural. El derecho a la cultura. RGC. Argentina.

Cremona, Florencia (julio-diciembre, 2015) No cambiamos. Oficios Terrestres


(En línea). Nuevos Desafíos locales a la región II, N.° 33 (pp.1-4).
ISSN1853-3248. Facultad de Periodismo y Comunicación Social.
Universidad Nacional de La Plata
http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/oficiosterrestres [29/09/17]

Daich, D. (2012) ¿Abolicionismo o reglamentarismo? Aportes de la


antropología feminista para el debate local sobre la prostitución. Runa
[online]. vol.33, n.1 (pp.71-84). Disponible en:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-
96282012000100004&lng=es&nrm=iso ISSN 1851-9628. [29/09/17]

Del Río Fortuna, C; Lavigne, L. (2009) Una mirada antropológica de dos


políticas públicas en sexualidad en la Ciudad de Buenos Aires. Propuesta
educativa 33. (pp. 95-104).

Del Río Fortuna, C; González Martín, M, y País Andrade, M (2013, febrero)


Políticas y género en Argentina. Aportes desde la antropología y el
feminismo. Revista Encrucijadas. (En línea) nº5, 54-65. ISSN 2174-6753,
Disponible en www.encrucijadas.org. [7/12/18]

Domínguez, I. (1996) La participación ciudadana en el espacio urbano. En


Lobeto y Wecasuer (comp) Ciudades. Estudios socioculturales sobre el
espacio urbano. (pp. 63-84). Nuevos Tiempos. Madrid.

Duschatzky, S. y Redondo, P. (2000). El plan social educativo y la crisis de la


educación pública. Reflexiones sobre los sentidos de las políticas
compensatorias en los tiempos de la Reforma Educativa. FLACSO.
Programa Argentina.

Escribal, F. L. (2017). Orquestas Infanto-Juveniles suramericanas en


perspectiva de Derechos Culturales. Foro de educación musical, artes y
pedagogía, 2 (2), 107-127.

Fabrizio, M.L. y Montero, J. (2013). Usos de contenidos artísticos en


experiencias formativas de sectores sociales divergentes: producción

195
social del conocimiento y procesos de apropiación que protagonizan niñ.
VII Jornadas Santiago Wallace de Investigación en Antropología Social.
Sección de Antropología Social. Instituto de Ciencias Antropológicas.
Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires.

--------------------------------------- (2015). No es solo una cuestión de espacios:


sinuosos recorridos por la cotidianeidad escolar y educativa. Boletín de
Antropología y Educación. Año 6, Nro. 9. (pp. 41-43). ISSN 1853-6549.

Falquet (2003, primavera). “Mujeres, feminismo y desarrollo. Mujeres


feminismo: un análisis crítico de la políticas de las instituciones
internacionales”. Desacatos N°11 (pp. 35-35). Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social. Distrito Federal, México.

Feldfeber M. y Gluz N. (2011, abril-junio). Las políticas educativas en


Argentina: herencias de los ‘90, contradicciones y tendencias de “nuevo
signo”. Educação & Sociedade. Campinas v.32, n.115. (pp. 339-356).
Disponible en: http://www.scielo.br/pdf/es/v32n115/v32n115a06.pdf
[18/12/17]

Finnegan, F. y Serulnikov A. (2015). La enseñanza y el aprendizaje como ejes


de la propuesta socioeducativa. El Programa Nacional de Orquestas y
Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario. Versión. Dirección
Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa. Serie La
Educación en Debate / N° 20 /ISSN: 1850-5945. CABA, Argentina.

Firestone, S. (1976) La dialéctica del sexo. En defensa de la Revolución


feminista. Ed.Kairós. Barcelona.

Franzé Mudanó, A. (2013). Perspectivas antropológicas y etnográficas de las


políticas públicas”. Revista de Antropología social. N°22. (pp. 9-23).
Departamento de Antropología Social. Universidad Complutense de
Madrid.

Foucault, M. (1978, septiembre-diciembre). La «governamentalitá»" ("La


«gouvemementalité»"; curso del College de France, año 1977-1978.
«Seguridad, territorio y población», 4° lección, 1 de febrero de 1978) Aut-
Aut, n° 167-168. (pp. 12-29).

------------------ (1979) Microfísica del poder. Madrid, Ed. La Piqueta.

------------------- (2008) [1976] Derecho de muerte y poder sobre la vida.


Historia de la sexualidad. Tomo I: La voluntad de saber) (pp. 127- 152).
Ed. Siglo XXI Buenos Aires.

Garay, A.,Cincotta, C., Fontana, A. (2012) Introducción. Problemas, estrategias


y discursos sobre las Políticas Socio Educativas. Seminario Interno DNPS.
(pp. 9-11). DNPS. Ministerio de Educación de la Nación.

García Canclini, N. (1987). Políticas culturales y crisis de desarrollo: un


balance latinoamericano. Políticas culturales en América Latina. (pp. 13-
61). Grijalbo. México, DF.

García Linera, A. (2016, enero). Siete lecciones para la izquierda. El Dipló.

196
Cono Sur. (En línea) Edición Nro. 199. Disponible en:
https://www.eldiplo.org/199-america-latina-gira-a-la-derecha/siete-
lecciones-para-la-izquierda/ [10/10/17]

Giddens, A. (1989). Hermenéutica, etnometodología y problemas del análisis


interpretativo. En Cuadernos de Antropología Social.N°1. Vol. II. (pp. 71-
77). Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.
Instituto de Ciencias Antropológicas, Buenos Aires.

Gramsci, A. (2006) Los intelectuales y la organización de la cultura.


Recopilación Iván Valdez Jiménez. Disponible en: www.gramsci.org.ar

.--------------- (2017). Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno.


EDICOL, Buenos Aires.

Grassi, E. (2004). Política y Cultura en la sociedad neoliberal. La otra década


infame. Tomo II. Ed. Espacio. Buenos Aires.

------------ (2009) Políticas Sociales y Género: una problematización del


concepto de exclusión y la participación de Social de las mujeres. En
Tornquist, Carmen; Claier Castilhos, C.; Coelho De Souza L.M. Y Kleba
L.T. (Orgs.), Leituras de Resistência. Corpo, violência e poder. Vol II. (pp.
241- 267). Editora Mulheres, Florianópolis.

Grassi, E; Hintze, S; Neufeld, M. (1994). Políticas sociales. Crisis y ajuste


estructural. Ed. Espacio, Buenos Aires.

---------------------------------------- (1996). Crisis del estado de bienestar y


construcción del sentido de las políticas sociales. Cuadernos de
Antropología Social. N° 9 (pp. 15-38). Universidad de Buenos Aires.
Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Ciencias Antropológicas,
Buenos Aires.

Gluz, N. y Chiara, M. (2008). Los desafíos de evaluar el PIIE. Evaluación del


Programa Integral de Igualdad Educativa (PIIE). (pp. 7-9). DINIECE.
Ministerio de educación de la Nación. Argentina.

Guber, Rossana (2013). El salvaje metropolitano. Reconstrucción del


conocimiento social en el trabajo de campo. Paidós. Buenos Aires.

Gutiérrez, María A. (2016, octubre) “La revolución de la alegría”: rupturas y


continuidades en las políticas sobre género y sexualidades. Revista
Ciencias Sociales N° 92. (pp. 95-99). Disponible en:
http://www.sociales.uba.ar/wp-
content/blogs.dir/219/files/2016/11/17.-dossier-GUTIERREZ.pdf
[29/09/17]

Hartmann, H. 1985 [1980].El infeliz matrimonio entre marxismo y feminismo:


hacia una unión más progresista. En Teoría y Política 12-13.

Jueguen, F. (2016) “El Gobierno informó que los despidos en la administración


pública llegaron a los 10.921 trabajadores”. La Nación. Disponible en
http://www.lanacion.com.ar/1886458-el-gobierno-informo-que-los-
despidos-en-la-administracion-publica-llegaron-a-los-10921-trabajadores
(Consulta: 02-06-2017)

197
Lamas, Marta (1986, noviembre). La antropología feminista y la categoría de
género. En: Revista Nueva Antropología, vol. VIII nº30. (pp. 173-198).
Asociación Nueva Antropología. Distrito Federal, México.

Lechner, N. (1996). Estado y sociedad en una perspectiva democrática.


Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral. Año 6, núm. 11. (pp.
9-21). Santa Fe.

Maffía, Diana (2008). Contra las dicotomías. Feminismo y epistemología


crítica. Seminario de Epistemología feminista. Instituto Interdisciplinario
de Estudios de Género. FFyL. Universidad de Buenos Aires. Disponible
en: http://dianamaffia.com.ar/archivos/Contra-las-dicotom%C3%ADas.-
Feminismo-yepistemolog%C3%ADa-cr%C3%ADtica.pdf [08/08/17]

Martínez, Elsa (2016) La música como forma de establecer vínculos


interculturales. El caso de la Orquesta Infantil y Juvenil de Villa
Inflamable (Avellaneda). Ponencia presentada en el Primer Congreso
Internacional de Arte. Resistencia, Chaco. Julio 2016. Inédita.

Marx, K. (1987). Prólogo a la contribución a la crítica de la economía política.


Introducción general a la crítica de la economía política/1857. (pp. 65-
69). Ed. Pasado y presente, México DF.

Miguel Álvarez, Ana de. (1994). El conflicto clase-sexo-género en la tradición


socialista. En Amorós (Comp.) Historia de la Teoría Feminista.
(s/n). Dirección Gral. de Mujer/Universidad Complutense. Madrid.

Millett, K. (1995) [1969]. Política sexual. Ed. Cátedra. Madrid.

Miyares, A. (1994). Sufragismo. En Amorós (Comp.) Historia de la Teoría


Feminista. (s/n). Dirección Gral. de Mujer/Universidad Complutense.
Madrid.

Natanson, J. (2010, octubre). La nueva izquierda latinoamericana frente a los


medios de comunicación: una relación compleja. Revista Temas y
Debates N°20. (pp. 61-67) Año 14, número 20. ISSN 1666-0714.

Ochoa Gautier, A. (s/f) Artes, cultura, violencia: las políticas de supervivencia.


http://lanic.utexas.edu/project/etext/llilas/cpa/spring03/culturaypaz/
ochoa.pdf [29/09/17]

O’Donnell, Guillermo (2008, octubre). Algunas reflexiones acerca de la


democracia, el Estado y sus múltiples caras. Revista del CLAD Reforma y
Democracia, núm. 42. (pp. 5-30) Centro Latinoamericano de
Administración para el Desarrollo Caracas, Venezuela.

Oszlak, O; O´Donnell, G. (1981). Estado y políticas estatales en América


Latina: hacia una estrategia de investigación. Redes. Revista de estudios
sociales de la ciencia. Vol.2 Número 4. (pp. 98-128). Centro de estudios e
investigaciones Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires.

País Andrade, M. (2014, julio-diciembre). “Lo cultural” desde una perspectiva


de género. Políticas, Desarrollo y Diversidad. Horizontes Sociológicos.
Revista de la Asociación Argentina de Sociología. (pp. 125-137). Año 4.
Núm. 4. ISSN: 2346-8645. Buenos Aires.

198
-------------------- (2015). “Avances y limitaciones en la política cultural
argentina y su gestión desde una perspectiva de género”. Pensar la
Cultura Pública. Apuntes para una cartografía nacional (pp. 18-35). 1ª ed.
CABA. Ministerio de Cultura de la Nación.

País Andrade, Marcela A.; González Martin, Miranda; Nebra, M. Julieta; Del
Valle, Carolina; Vicente, Elizabeth; Álvarez, Rocío; Pereira, Mariana; y
Platero, María Luján (2015): Políticas Sociales y Trabajo Social. Un aporte
socioantropológico y de género para (re)construir la investigación en y
desde la Intervención social. En Nemesio Castillo Viveros y Leonel Del
Prado (Comp.) Políticas Sociales y Trabajo Social: reflexiones desde México
y Argentina. Instituto de Ciencias Sociales y Administración (UACJ) y
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (UADER).

País Andrade, M. y González Martín, M. (2018). Intervención/investigación


desde una perspectiva de géneros. En Gutiérrez A. [et al] País Andrade,
M. (Comp.). Perspectiva de géneros. Experiencias interdisciplinarias de
intervención/investigación. CABA, Ciccus.

Pardo, Maxwell (2016) “Influencia del Sistema de Orquesta y Coros Infantiles y


Juveniles de Venezuela “El Sistema” en Ecuador y Japón” en Occidente
en Japón y Japón en Occidente. Claves científicas, educativas y culturales
para el intercambio entre Japón y Occidente. Emilio José Delgado Algarra
(Ed). Huelva, Universidad de Huelva.

Peirano, Maritza (2004). A favor de la etnografía. En Grimson, A; Ribeiro, G. y


Semán P. (Comp.) La antropología brasileña contemporánea. (pp. 323-
356).Prometeo, Buenos Aires.

Pena, N. (2013): “El impacto del feminismo en discursos y prácticas de


derechos humanos y desarrollo”. En: Pena, Pereyra y Soria (Comp.)
Desarrollo y Derechos de las mujeres: su participación y liderazgo en
organizaciones comunitarias (pp. 17-31). Ed. Ciccus.

Piscitelli, Adriana. (1995). “Ambigüedades y desacuerdos: los conceptos de


sexo y género en la antropología feminista”. En Cuadernos del Instituto
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, N° 16. (pp. 153-
169). Núcleo de Estudos de Género-PAGU. UNICAMP, Brasil.

Pozzio, María (2011). Madres, mujeres y amantes. Usos y sentidos del género
en la gestión cotidiana de las políticas de salud. Ed. Antropofagia,
Buenos Aires.

Ramírez, Mercedes (2017) Los Derechos Culturales: el Programa Nacional de


Orquesta y Coros para el Bicentenario. Tesis de Maestría en Derechos
Humanos, Estado y Sociedad. Universidad Nacional De Tres de Febrero.
Inédita.

Raggio, Liliana (2013). “Las relaciones entre el campo cultural y el campo del
poder. Las políticas culturales en la Ciudad de Buenos Aires 2000-2010”.
Tesis de Doctorado en Antropología social, Universidad de Buenos Aires,
Facultad de Filosofía y Letras. Argentina.

Raggio, Liliana y Sabarots, Horacio. (2012). Políticas Públicas en la Ciudad de

199
Buenos Aires dirigidas a juventudes vulnerables. Continuidades y
transformaciones en la década. En RUNA XXXIII (pp. 9-31) FFyL - UBA -
ISSN 0325-1217.Buenos Aires.

Reguillo, Rossana (1998). La clandestina centralidad de la vida cotidiana.


Causas y Azares. Vol. 5 Núm. 7 (pp. 98-110). Buenos Aires.

Ribeiro, G.L., (1989). “Descotidianizar. Extrañamiento y conciencia práctica.


Un ensayo sobre la perspectiva antropológica” en Cuadernos de
Antropología Social Vol 2 N°1 (pp.65-69) Facultad de Filosofía y Letras,
UBA. Buenos Aires.

--------------- (2003) Postimperialismo. Cultura y política en el mundo


globalizado. Gedisa. Barcelona.

Rinesi, E. (2013, julio-agosto) “De la democracia a la democratización: notas


para una agenda de discusión filosófico-política sobre los cambios de la
Argentina actual. A tres décadas de 1983”. En Debates y Combates, Nª, Año 3.
(pp.19-42). Fundación Casa del Pueblo-Fondo de Cultura Económica.
Argentina.

Rockwell, E. (1987). Reflexiones sobre el proceso etnográfico (1982-1985). La


práctica docente y sus contextos institucional y social. Rockwell, E y
Ezpeleta, J (coord.). México, DIE.

Sader, E. (2009). El nuevo topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana.


Editores Siglo XXI. CLACSO. Argentina

Scott, Joan. 1996 [1986]. “El género: una categoría útil para el análisis
histórico”. En Lamas, Marta (Comp.) El género. La construcción cultural
de la diferencia sexual. UNAM. México.

Sinisi, Liliana. (2010). Integración o Inclusión escolar: ¿un cambio de


paradigma? Boletín de Antropología y Educación, Nº 01. Diciembre,
2010. ISSN 1853-6549.

Shore, Cris (2010, enero-junio). La antropología y el estudio de la política


pública: reflexiones sobre la "formulación" de las políticas Antípoda.
Revista de Antropología y Arqueología, núm. 10. (pp. 21-49). Universidad
de Los Andes Bogotá, Colombia.

Tarducci, M. y Daich, D. (2010). La pasión no se enseña: transmitiendo el


oficio de investigar con perspectiva de género. VI Jornadas de Sociología
de la UNLP. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Sociología,
La Plata.

Thisted, S. (2012). Pasado y presente de las Políticas Socio-educativas.


Problemas, estrategias y discursos sobre las Políticas socioeducativas.
Seminario interno Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas. (pp. 17-
46). Ministerio de Educación de la Nación. Buenos Aires.

Trebisacce, C.; Tabbush, C.; Keller, V.; M.C. (2016). “Matrimonio igualitario,
identidad de género y disputas por el derecho al aborto en Argentina. La
política sexual durante el Kirchnerismo (2003-2015)”. En Sexualidad,

200
Salud y Sociedad - Revista Latinoamericana: Disponible en
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293345349002 [02-06-2017]

Valle, J. (2015, agosto). Asignación Universal por Hijo (AUH): Principales


impactos en Maipú, Mendoza. Plataforma de información para políticas
públicas. Universidad Nacional de Cuyo.
http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/asignacion-
universal-por-hijo-auh-principales-impactos-en-maipu-mendoza
[15/12/16]

Vázquez, A. (2016). “Políticas públicas y perspectiva de género, análisis de un


caso: El programa nacional de orquestas y coros para el bicentenario”.
Jornadas de Investigación Antropología Social Santiago Wallace, FFyL,
UBA. Julio, 2016.

Vázquez, Melina y Vommaro, Pablo. “La fuerza de los jóvenes:


aproximaciones a la militancia kirchnerista desde La Cámpora”. En:
Pérez, G. y Natalucci, Ana (Eds.). Vamos las bandas. Organizaciones y
militancia kirchnerista. Buenos Aires: Nueva Trilce, 2012. Pp. 149-174

Vilas, C. (2007) Pensar el Estado. Conferencia Universidad Nacional de Lanús.


Disponible:
http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/uploads/docs/pensar_el_estado_c
arlos_m__vilas_2017.%20Carlos%20Vilas.pdf [21/10/18]

Villalba, María. (2010, enero-junio). La política pública de las Orquestas


infanto-juveniles. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales. Centro
de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud, Colombia. Vol. 8, núm. 1,
pp. 131-149. http://www.umanizales.edu.co/revistacinde/index.html
[29/09/17]

Wald, Gabriela (2012). La cultura como recurso. Sentidos y apropiaciones de


dos programas de orquestas juveniles de la Ciudad de Buenos Aires.
Tesis de doctorado no publicada, Universidad de Buenos Aires, Facultas
de Ciencias Sociales, Argentina.

Williams, R. (1982). Cultura. Sociología de la comunicación y el arte. Ed.


Paidós. Buenos Aires.

Yaccar, M (2016). "El cambio alcanzó al coordinador". Clarín. Disponible en


https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-
38707-2016-05-02.html [02-06-2017]

Yúdice, George (2002). El recurso de la cultura. Usos de la cultura en la era


global. Barcelona: Gedisa.

Young, I. 1992 [1981] Marxismo y Feminismo: más allá del “matrimonio


infeliz” (una crítica al sistema dual). En El Cielo por asalto. Año II, Nº4.

Documentos oficiales

Ministerio de Educación, Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas


(ME- DNPS) (2012). Fundamentación Programa de Orquestas y Coros

201
Bicentenario.http://portales.educacion.gov.ar/dnps/programa-nacional-de-
orquestas-ycoros-para-el-bicentenario/ [29/09/17]

------------------------- (2014). Metas, principios y programas Ed. Mimeo


http://portales.educacion.gov.ar/dnps/[18/09/17]

Informe de Datos Alumnos 2015. Subsecretaría de Educación y Proyectos


Especiales. Municipalidad de Avellaneda.

Otras fuentes

Declaración de los Derechos Culturales. Grupo Friburgo (2007).


http://www.culturalrights.net/descargas/drets_culturals239.pdf [29/09/18]

http://www.acumar.gov.ar/content/documents/Salud/Informes_ENUDPAT-
EISAR/EISAR-V.Inflamable.pdf [29/09/17]

INDEC: http://www.indec.gob.ar/

https://www.facebook.com/colectivoorquestasycoros/ [9/9/18]

“Una Constelación sonora” (2015). Video documental. Realización colectiva del


Laboratorio Audiovisual Comunitario (LAC). Dirección Nacional de
Políticas Socioeducativas - Ministerio de Educación de la Nación
https://www.youtube.com/results?search_query=una+constelaci%C3%B
3n+sonora [29/09/17]

202
ANEXO

A. Guías de Entrevistas.
B. Guías de Observación.
C. Guía taller y entrevista grupal.
D. Cuadros Entrevistas.
E. Cuadro financiamiento.

A. Guías de Entrevistas

Docentes y Directivos de la Orquesta

a- ¿En qué consiste el Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario?


b- ¿Cuáles son sus objetivos?
c- ¿Cómo conociste el Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario y
cómo llegaste a trabajar ahí? ¿Cuánto tiempo trabajaste ahí? ¿Cuál es/era tu
tarea dentro del Programa?
d- ¿Tenías experiencias de trabajos similares?
e- ¿Qué es para vos una política de inclusión?
f- ¿Es para vos el POyCB una política de inclusión? ¿En qué aspectos? ¿Hubo
debates entre el equipo de trabajo de la Orquesta respecto de qué es una
política de inclusión?
g- ¿Cuáles te parecen los aspectos más positivos y cuáles los más negativos del
Programa? // ¿Hubo cambios? ¿Por qué motivo se produjeron?
h- ¿Cuáles fueron los principales cambios a partir de la implementación del
programa? Y ¿Cuáles los principales obstáculos?
i- ¿El programa articula con organizaciones barriales y/u otros programas,
instituciones, etc.? ¿Cuáles?
j- ¿Cómo se realizó la primera la convocatoria de jóvenes? ¿Se sigue convocando
actualmente? ¿Cómo?
k- ¿Qué es para vos la “igualdad de género”?
l- ¿Pensás que el Programa promueve la igualdad de género? ¿Por qué?
¿Recordás alguna/s situación que te haya hecho reflexionar al respecto de las
cuestiones de género en la orquesta? ¿Cuál/es?
m- ¿Te parece que las políticas socioeducativas de inclusión social debieran
realizar acciones específicas para promover la igualdad de género? ¿Cómo
cuáles?
n- ¿Qué fue lo más inesperado que te pasó trabajando en la Orquesta?
o- Sugerencias de otrxs posibles entrevistadxs.

Funcionarixs
a- ¿Cuál es su tarea y desde cuándo trabaja él/ella ahí? ¿Qué iniciativas y
programas se llevan a cabo desde el área?
b- ¿Cómo llegas al Programa de Orquestas y Coros al Municipio de Avellaneda?
¿Quiénes fueron lxs principales impulsorxs? ¿Cuál fue el primer equipo
docente y directivo?
c- ¿Cómo fueron tomadas las decisiones respecto de las acciones a implementar
en la Orquesta (barrios elegidos, lugares de ensayo, convocatoria, selección de
equipos de trabajo? ¿Quiénes las tomaron en cada caso?
d- ¿Cómo define este Programa (educativo, social, cultural)?
e- ¿Hay/Hubo debates con los profesionales y técnicos del área respecto de estas
definiciones? ¿Hubo debates con funcionarios, profesionales de otras áreas?
f- ¿Cuáles te parecen los principales aportes del programa y cuáles sus
dificultades?

203
g- ¿Hubo modificaciones en la implementación del programa en diferentes
barrios? ¿cuáles?
h- ¿Estuvo en la agenda la cuestión de la perspectiva de género? ¿Hubo acciones
dirigidas específicamente a promover la participación de alguna minoría de
género en la Orquesta (mujeres, gays, trans)? ¿Cuáles?
i- ¿Qué es para vos la igualdad de género?
j- ¿Te parece que este tipo de políticas debería realizar acciones específicas para
promover la igualdad de géneros? ¿Cómo cuáles?

Colaboradorxs
a- ¿Nombre, edad y cómo se compone tu familia? / ¿Con quién vivis?
b- ¿Cómo conociste la OPM y cuál es tu tarea? ¿Cómo llegaste a colaborar con la
OPM?
c- ¿Participaste o participas de algún otro espacio social en el barrio?
d- ¿Qué cambia en la vida de los jóvenes que participan de la Orquesta? ¿Qué no?
e- ¿En qué te cambia a vos colaborar con la Orquesta?
f- ¿Cómo es el barrio? ¿Qué hacen lxs jóvenes del barrio? ¿Los chicos y las
chicas hacen las mismas cosas? ¿Qué cosas hacen diferente? ¿Por qué?
g- ¿Qué es para vos la igualdad de género?
h- ¿Qué le cambiarías a la OPM?

Participantes
a- ¿Cómo empezaste a participar en la OPM? ¿Desde cuando estás? ¿Cómo
elegiste el instrumento?
b- ¿Qué es lo que más te gusta de la OPM?
c- ¿Vas a la escuela?
d- ¿Cómo es un día de tu vida cotidiana?
e- ¿Hacés alguna otra actividad artística? ¿Cuál? ¿Y tu familia?
f- ¿Cómo es tu barrio? ¿Qué hacen lxs jóvenes de tu barrio? ¿Los chicos y las
chicas hacen las mismas cosas? ¿Qué cosas hacen diferente? ¿Por qué?
g- ¿Conocés otras identidades de género? ¿Gays, lesbianas, trans? ¿En el barrio?,
¿en la escuela? ¿tenés amigas/os? Indagar en prácticas diferenciadas y
también en la orquesta
h- ¿Qué es para vos la igualdad de género?
i- ¿Te parece que la Orquesta es igualitaria respecto de las cuestiones de género,
(por ejemplo qué hacen los hombres, qué las mujeres, etc.)? ¿Por qué?
j- ¿Qué le cambiarías a la OPM?
k- ¿Cómo te gustaría que sea tu vida cuando seas adultx?
l- Algo para agregar que no haya sido preguntado.

Integrantes del Colectivo de Trabajadores de Orquestas y Coros Bicentenario


a- Presentación y tarea en orquesta.
b- En qué consiste el Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario?
¿Cuáles son sus objetivos?
c- Cómo conociste el Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario y
cómo llegaste a trabajar ahí? ¿Cuánto tiempo trabajaste ahí? ¿Cuál es/era
tu tarea dentro del Programa?
d- ¿Tenías experiencias de trabajos similares?
e- ¿Cuándo, cómo y por qué se forma el CTOyCB?
f- ¿Desde cuándo empezaste a formar parte del CTOyCB?

204
g- ¿Cuáles son los principales reclamos del CTOyCB?
h- ¿Cuáles fueron/son las principales acciones de reclamo?
i- ¿Qué es para vos una política de inclusión?
j- ¿Es para vos el POyCB una política de inclusión? ¿En qué aspectos? ¿Hubo
debates entre el equipo de trabajo de la Orquesta respecto de qué es una
política de inclusión?
k- ¿Cuáles te parecen los aspectos más positivos y cuáles los más negativos del
Programa?
l- ¿Cuáles fueron los principales cambios a partir de la implementación del
programa? Y ¿Cuáles los principales obstáculos?
m- ¿Qué es para vos la “igualdad de género”?
n- ¿Pensás que el Programa promueve la igualdad de género? ¿Por qué?
¿Recordás alguna/s situación que te haya hecho reflexionar al respecto de
las cuestiones de género en la orquesta? ¿Cuál/es?
o- ¿Te parece que las políticas socioeducativas de inclusión social debieran
realizar acciones específicas para promover la igualdad de género? ¿Cómo
cuáles?
p- ¿Qué fue lo más inesperado que te pasó trabajando en la Orquesta?
q- Sugerencias de otrxs posibles entrevistadxs/algo para agregar que no haya
sido preguntado.

B. Guía de Observación

1. EL BARRIO: Recopilar información básica del lugar dónde está la OPM:


ubicación, medios de transporte, calles, mapa del lugar (perspectiva histórica y
actual). Infraestructura (escuelas, hospitales, salas, servicios locales,
comisarías, iglesias, etc.) y servicios (luz, agua, gas, cloacas). Identificar áreas
de influencia y reconocer la ubicación de la OPM en ese territorio (marginal,
central, accesible, etc.). Establecer un primer análisis del lugar. Describir y
caracterizar el paisaje que alberga a la orquesta, escenario posible para su
difusión/apropiación.
Identificar si funcionan otros Programas para jóvenes en el barrio (Envión,
CAJ, Patios Abiertos, etc.)
Identificar otras ofertas culturales no estatales (centros culturales,
organizaciones, etc.)
Identificar organismos estatales y organizaciones más cercanas que aborden
específicamente temáticas de género.
2. LA OPM
Describir ensayos de la OPM así como jornadas de presentación de la misma
(preparativos, inicio, momento central y cierre).
Describir lugar físico dónde ensayan, qué escuela, desde cuándo está, cómo es
la relación entre la escuela y la OPM. Qué relación tiene la escuela con la
comunidad. Leer carteles, paredes, cuadros, etc. Observar prácticas y
discursos de participantes, docentes, colaboradores de la OPM. Observar otros
espacios de participación de la OPM (teatros, escuelas, centros culturales, etc.).
¿Hay otras orquestas en la zona? ¿Cuál es la relación con ellas? Rastrear la
historia de la OPM. Cuándo y cómo llego la Orquesta. Quienes fueron lxs
principales impulsorxs. Cuándo y dónde sus primeros ensayos y
presentaciones. Cómo se realizó la primera convocatoria. Cuál fue el primer
equipo docente y directivo. Buscar distintos relatos y elaborar una
periodización.

205
3. FUNCIONARIXS Y GESTORXS
Caracterización y procedencia socio-política. Definiciones de políticas de
inclusión social, políticas culturales y perspectiva de género/s. Rastrear
discurso diferenciado por género/s.
4. PARTICIPANTES, DOCENTES Y COLABORADORxS
Caracterización y procedencia. Dinámicas individuales y colectivas de los
mismos. Cómo llegan a la OPM, qué hacen allí, qué otras actividades culturales
realizan, cuánto tiempo hace que participan allí. Definiciones de políticas de
inclusión social, políticas culturales y perspectiva de género. Rastrear
prácticas y discursos diferenciados por género.
5. PREGUNTAS-HIPÓTESIS QUE GUIAN LA OBSERVACIÓN
¿Qué puede aportar la perspectiva de género al análisis de una política pública
de “inclusión” de jóvenes de sectores populares como las orquestas? ¿Cómo
problematizar cuestiones de género (roles, identidades, sexualidad) en un
contexto de aprendizaje artístico-musical para la inclusión social? ¿Acceden
igualitariamente y de la misma forma a la orquesta las y los jóvenes? ¿Cómo se
relaciona participación de lxs jóvenes y construcciones de género, (estereotipos
de masculinidades/femineidades, etc?

C. TALLER GRUPAL: “PENSANDO JUNTOS Y JUNTAS LA ORQUESTA”

OBJETIVOS:
- Indagar en las concepciones de masculinidad/femineidad/otras identidades
están presentes en lxs participantes de la orquesta.
- Analizar de que formas dichas concepciones se (re) actualizan o no en la
práctica de la orquesta

PREGUNTAS CENTRALES
a- ¿Cómo son y qué hacen los chicos y las chicas en el barrio?
b- ¿Cómo son y que hacen los chicos y las chicas en la orquesta?

DESARROLLO: Presentación, propuesta de actividad. Dividir a lxs participantes en


grupos y por segmentos de edad:
- Grupo A: de 6 a 8 años
- Grupo B: de 9 a 11
- Grupo C: 12 o más

PRIMER JUEGO: ¿CÓMO SON LOS CHICOS Y CÓMO SON LAS CHICAS EN LA
ESCUELA Y EN EL BARRIO?

LOS CHICOS SON… LAS CHICAS SON… CHICOS Y CHICAS


(Según los chicos) (Según las chicas SON…

LOS CHICOS SON… LAS CHICAS SON…


(Según las chicas) (Según los chicos)

206
AFICHE 2: ¿QUÉ HACEN LOS CHICOS, QUÉ HACEN LAS CHICAS, QUE HACEN LOS
DOS? (ENTRE TODXS PONERSE DE ACUREDO)

ES DE CHICOS ES DE CHICAS ES DE CHICOS Y


CHICAS

ALGUNAS SUGERENCIAS O DISPARADORES:


¿Los chicos hacen las compras o las hacen las chicas?; ¿Los chicos juegan en la calle?
¿Las chicas juegan en la calle?; ¿Los chicos ayudan a limpiar la casa? ¿Las chicas
ayudan a limpiar la casa? ¿Los chicos son muy estudiosos? ¿Las chicas son muy
estudiosas?, etc.

SEGUNDO JUEGO: “DIBUJANDO LA ORQUESTA”


CONSIGNAS:
1. Dibuja los instrumentos de la orquesta que te parezcan de nenas (y
porqué)
2. Dibuja los instrumentos de la orquesta que te parezcan de varones (y
porque)
3. Dibuja los instrumentos de la orquesta que te parezcan nenas y de
varones (y porqué)

CIERRE: Analizar entre todxs si estereotipos se (re)producen en la orquesta. Merienda


compartida.

Entrevista Grupal:
Presentación, edad e instrumento; ¿Cómo elegiste el instrumento?; ¿Lo conocías de
antes?; ¿Creen que ser mujeres o varones influye en el instrumento que tocan?
¿Conocen otras identidades de género que no sean varones o mujeres?

D. Cuadros Entrevistas
Cuadro: Función/Rol de lxs entrevistadxs

Función/Rol de lxs Entrevistadxs


entrevistadxs
Participantes 8
Docentes integradorxs 4
Docentes de instrumento 4
Directivxs 2
Funcionarixs 1
Colaboradorxs 2
TOTAL 21

207
Cuadro: Edad, sexo/género y nivel de escolarización de lxs
PARTICIPANTES DE LA ORQUESTA ENTREVISTADXS.

Edad Entervistadxs
10 años o menos 1
11 a 15 años inclusive 5
16 a 18 años inclusive -
19 años en adelante 2
TOTAL 8
Nivel de Escolarización Entrevistadxs
Sin escolarización -
Primaria en curso 2
Primaria incompleta 1
Secundaria en curso 4
Secundaria completa 1
TOTAL 8
Sexo/Género Entrevistadxs
Mujeres 6
Varones 2
Otrxs -
TOTAL 8
Cuadro: Edad, sexo/género y nivel de escolarización de lxs
DOCENTES, DIRECTIVXS, COLABORADORAS Y FUNCIONARIXS
ENTREVISTADXS

Edad Entervistadxs
21 a 25 años inclusive 2
26 a 30 años inclusive 4
31 a 35 años inclusive -
36 a 40 años inclusive 4
41 a 45 años inclusive 2
46 años o más 1
TOTAL 13
Nivel de Escolarización Entrevistadxs
Sin escolarización -
Primaria completa 1
Secundaria en curso 1
Terciario completo 3
Universitario en curso 1
Universitario completo 4
Sin datos 3
TOTAL 13
Sexo/Género Entrevistadxs
Mujeres 7
Varones 6
Otrxs -
TOTAL 13

208
E. Cuadro financiamiento.
Detalle del Financiamiento Programa de Mejoramiento Educativo
(PROMEDU), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

N° de Fecha MONTO Recursos del Aporte


CONTRATO Firma TOTAL Subprograma específico
PRESTAMO APORTE LOCAL 1 para el
POyCB

PROMEDU Préstamo N° Abril 2008 US$700 US$630 US$70 millones US$ 398.52 Sin
I 1966/ OC-AR. millones millones millones especificar

PROMEDU Préstamo Marzo US$ US$ 492.5 US$ 55 millones US$ 222.2 US$ 3.5
II Nº 2424/OC- 2011 240.200 millones millones millones
AR millones

PROMEDU Préstamo N° Mayo 2016 US$ 250 US$ 200 US$ 50 millones US$ 150 Sin
IV 3455/OC-AR millones millones millones especificar

Fuente: Elaboración Propia.

Observaciones: El PROMEDU III, Préstamo BID AR-L1152, firmado en Octubre 2013,


se orientó exclusivamente al mejoramiento de la Infraestructura escolar. Ver:
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/220000-
224999/220896/norma.htm [05/10/2018]

209

También podría gustarte