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El territorio de la arquitectura clasica Aportaciones griegas Imhotep, el arquitecto de Sakkara, era canciller del rey, juez su- premo, superintendente de los archivos reales, jefe de los trabajos reales, supervisor de los dones del Cielo, de la Tierra y de! Nilo, protector del pais. Mil quinientos afios después, Senenmut to- davia era gran intendente de las propiedades de Am6n, intenden- te de las posesiones reales, jefe de los trabajos de la casa de la pla- ta y gobernador de los trabajos de la corte. En Egipto y en toda la Antiguedad preclasica tanto el hombre como las cosas que le rodeaban eran considerados como seres na~ turales que formaban parte del cosmos y a los cuales se aplicaban de modo genérico las concepciones césmicas, atendiendo mis a critecios y tradiciones religiosas que a estudios filos6ficos 0 cien- tificos. Pero en la Grecia elisica del siglo v a.C. la consideraci6n filo- séfica cambia de orientacion: en el paso del miythos al logos deja de lado los problemas cosmoligicos y se centra sobre el hombre y sobre lo humano. Por ello, pese ala filiacion de a culzura clési- acon la egipcia, el arquitecto griego ya no sera ninguna de aque- as cosas que era su homdlogo egipcio, sino que cencraré su aten: cidn en la arquitectura considerandola como un territorio peopio separado de los demas. ¥ desde Grecia hasta nuestros dias, la ar- duitectura ser4 un problema especifico, con un territorie y con un caricter que, entendidos como categorias permanentes, le permi- ten autolimitarse y establecer leyes propias. La aportacion inicial de la arquitectura griega es, pucs, la deli- mitacién de un territorio propio, que permite comprendet la ar- ‘quitectura como ciencia y estudiarla como campo separado de las demis artes ‘La segunda aportacién particular de la cultura griega es el he cho de considerar al hombre como medida de todas las cosas: esto «3, el antropomorfismo o, en términos arquitect6nicos, la escala humana. Antropomorfisimo y escala humana Fi antropomorfismo no ¢s sino la consideracién del hombre co- mo centro y medida del Universo. {A comienzos del siglo v a.C., Parménides dirk: ce! hombre es |i medida de todas las cosas: de las que son en tants que son y de l2s que no son en tanto que no son.» Con un elacg relativismo axiolégico, el hombre griego decide que l misme cect Punto de + el valor objetivo al que referenciar todas gta una de las cosas que le rodean, tanto en su impeoon es qible como en su valoraciGn: la verdad, la justin, bondad, la belleza juitdluciendo este concepto general al plano especiticamente a- cieccronico, obtencmos Ia escala humana como base de le on Sere 2 Beka, ¥ como una de las principales aportacionce de ésta a la arquitectura occidental, Siel hombre es la n el Para responder enseguida: «el color de ii iteta, mas 0 menos idealizada, porque es el Incluse del cog au® supone la medida de todas ls cosas, incluso del colos la altura, el tamaiio, la textura, temperatura, cteétera, Una escala es, pues, un sistema de medida apropiado ara no- bien Pata aquello que pretendemos medi. Por ell, eviento bien presente la frase de Delfos, «concects a t1 mismo», fo pri- Homan cepbtt ave hacer seré conocer las medidas propiss tal hombre. Saber qué es y cémo se determina In Pulgada, el pie, el palm, la braza, cl paso ola yarda, y entender que surgen como un méiodo adecuado para medi longitudes, en el cual cade er- Sona lleva consigo su propia unidad de medicion Fete sistema, esta escala humana, cesulta en origen bastante apropiada para la arquivect didas del hombre, sin tales pueden ser convenientemente medidos en pug pale ‘mos; los espacios interiores, en pies: los espacioe exteriores, en patos 0 yardas, Andlogamente, ligando el espacio con a tiempo, {attadicional jomnada de la que hablan los clisicosscct ta distan- GE ais im hombre recorre en un di, y el acre ingles o el popular i Ic terreno que puede ararse en un dia, spacios no s6lo han de mantener uns bre, sino que han de conservatla tar sx Esquemas ntepoctrtrices remaconista, de Leonard da Vinci ‘iagorda)y moder, ste Ess Newfert, (dove, De hecho, existe otra posibilidad antitética de referenciar y me- dir la arquitectura. Sien la anterior era el yo, el ego, la medidla de {a arquitectura, en oposicién dialéctica puede haber otra arqui. fectura que se tenga a si misma como medida. La arquitectura en. tenclida como monumento es aquella referida a si misna ea sus medidas. A esto le llamamos escala monumental, en oposicién a la es cala humana, y en relacién con ella hablamos de arquitectura mo. faumental, que no quiere decir grande ni pequetia, sino dimensio. nada con parémetros propios, derivados de si misma y ajenos a la ‘scala humana. A la relacién alternativa entre escala humana y eseala monu- mental va a referirse buena parte de la historia de la arquitectura ‘occidental Modulacién y proporcién sta escala humana (el hombre como medida) conlleva una espe- cial concepcién del mundo: un orden especial 0 ideal de relacion, con una correspondencia arquitecténica entre las partes de un edi, Ficio y sus respectivas métricas. Sila naturaleza dispone el cuerpo del hombre de tal manera que sc corresponda cada miembro con el todo, los griegos quieren que exista también esa misina corres. Pondencia de medidas entre las partes y la obra entera de arqui. tectura, Ello conduce 2 establecer los conceptos de medida y modulo, Como la medida es una magnitud abstracta y dado que medit eg comparar, necesitamos un término de comparacién o modulo, ba. sado en Ia relacién dimensional entre las partes de un todo y su reduccién a la unidad. Este médulo puede estar relacionado con 8 e Jas dimensiones humanas o no, y ast los griegos utilizan médulos basados en el hombre, mientras que los renacentistas prefieren mOdulos basados en elementos abstractos, como el didmietco de fa colunina Si modulacion es a relacin de las partes frente a una unidad, Proporcidn es la relacion de las partes entre siy con la totalidad, As{ como en el cuerpo humano hay una proporcisn entre el bea 70, 1 pie, el palimo, el dedo y las restantes partes, as{ tambien ocx, re en las construcciones clisicas, Todas ellas pucden ser proporciones estéticas entendidas en si ismas, como los érdenes clisicos, o proporciones dindmnicas, re- lacionadas no con la medida sino com las variables de cea wedi, da: Proporciones arménicas, seccién urea, etétera, lo que nos leva a hablar de los trazados reguladores, modos de rlacion peor Porcional que son la base de la belleza en el mundo clasico, Los arquirectos griegos parten de estos principios y fundamen: {an en ellos su arquitectura, Veinticinco siglos més tarde Le Con, busier plantea en su arquitectura la relacion entre las medidas he ‘manas y el sistema métrico decimal, intentando consttuir asf un antropomorfismo moderno por medio de un sistema armonieo ‘ane quiere uni la escala y el médulo: el modulor (figura s.2) 5.2. El Modula Le Corbusier, planta selacin ene medidas humus

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