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Cepeda 4to Año - Secundaria 13 Aupi
Cepeda 4to Año - Secundaria 13 Aupi
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Sus dientes desmenuzaban trocitos crocantes, no aleanz6 a sentir su sabor y era sdlo la sen- sacién agradable de encontrar un apoyo entre esa pulpa dulce y esquiva Delia estaba contenta del resultado, dijo a:Mario que su descripcién del sabor.se acercaba 2 lo que habia esperado. ‘Todavia faltaban ensayos, habia cosas sutiles por equilibrar. Los Mafiara le dijeron a Mario que De- vuelto a sentarse al piano, que se pasaba las sando los licores, los bombones. No lo de- reproche, pero tampoco estaban contentos; y sustancias necesarias. Ella hizo algo que nunca antes, - Je pasd los brazos por el cuéllo y lo besé en la m sjo de los parpados. Y el beso volvié, mas du- jandose No supo si le habia devuelto el beso, tal vez se que- 6 quieto y pasivo, catador de Delia en la penumbra de la sala. Ella tocé el piano, como casi nunca ahora, y dié que volviera al otro dfa. Nunca habian hablado con sa vor, nunca se habian callado asi. Los Mafiara sospe- 2 charon algo porque vinieron agitando los periédicos y con noticias de un aviador perdido en el Atlintico, Bran dfas en que muchos aviadores se quedaban 2 mitad dei Atldntico. Alguien encendié la luz.y Delia se aparté eno- jada del piano, a Mario le parecié un instante que su ges- to ante la luz tenia algo de la fuga enceguecida del ciem- piés, una loca carrera por las paredes. Abria y cerraba las, ‘manos, en el vano de la puerta, y después volvi6 como avergonzada, mirando de reojo a los Mafiara; los miraba de reojo y se sonreia, Sin sorpresa, casi como una confirmacién, midié ‘Mario esa-noche la fragilidad de la paz de Delia, el-pe- so persistente de l2 doble muerte. Rolo, vaya y pase; Héctor era ya el desborde, el trizado que desnuda un es- pejo. De Delia quedaban las manias delicadas, la mani- (on de esencias y animales, su contacto con cosas simples y oscuras, la cercs s mariposas y los ga- tos, el aura de su respiracién a medias en la muerte, Se prometié una caridad sin limites, une cura de aiios en habitaciones claras y parques alejados del recuerdo; tal vez sin casatse con Delia, simplemente prolongando es- te amor tranquilo hasta que ella no viese més una terce- ra muerte andando a su lado, otro novio, el que sigue para morir, Creyé que los Mafiara iban a alegrarse cuando él empezara a traerle los extractos a Delia; en cambio se enfurrufiaron y se replegaron hoscos, sin comentarios, aunque terminaban transando y yéndose, sobre todo cuando venia la hora de las pruebas, siempre en la sale y 83s e] cood un eqeiquias aj ‘wsounray eqeasy “adjo8 ap 2s -opugms ‘auamoneypizg g.1us 0] spndsacy “apseasezu0 ap seque mesuod 4 assenaiqey sozonb eyoared exec ‘059 2p opeigey werqey eounyy “ees ef uo eBreLOY BUN ezeasNQ '8 oto9 ojans [2 restur e osnd as ‘epeu oltp ou ePpq “od “ono fp ta [p tos exeseo 9s anb orpid oy asxt ap samy ‘oxadoz [ap eloy, vp ae edureso eum aigos tialns —ojoy 9p O120}94 [eP— ro96 Jofj Bum X ‘owes op sendeu se] 0 seypaur ap sosed so] ante adjo3 ap opuatoorede 01095] 3p soioy woo ‘ajjonur je X ogeprad ap ‘opfanbe ap roz09 um esaepor, n sorawarid soy £ om] Jap epeiueuzore Prac eB ‘aood of # otz01a1 un OUTED OPUNUR [9 9UOS 2] 19 ¥ “nour ena as eeeueyy “ounsojuo & ofpia gise ‘yur sy— ‘osnd -oid— ene 2 opines spur areaouaz onb Aepy— ‘ojseoseur [e satterp Soy anua eizepeqsea onb eunaZy] eum owioo opepes ofo jo us gsuad orsepy “eaga vjsod eun ow109 oneyay 2 eqesmus ong ofo ng “200g 2 sp oIueTuTAOUT Op -eseduroge un woo eqeuwiop opbonistren esox ofpoaoed ug, ‘souormedoa svsqey A seuapard woo je00q > afopugn “sour eqjaq] Offp— arsen wey #380 J0{09 ep 20d [Z— -upnez ja Ua o]OY 9p aypoU ef sepIED seunaSpy sey ap ansau [a wa ‘oso we zesuod eiorpy B19 “ews tay] eun exarpuogso as casn¥ [ap [euy Te 15 owIO (zoqus Jap ouela; seu o} ua) opeyes aiuaunerer ofp un A you 2 oxsng uertoa souoguiog $0] st]20U eijanby “soye92 So] us ofpuewe onjod opueweredsop axs2j20 =upeyy ‘ese 1S ap Bu1900 ef ap opsode 9 “sesopyeq sey od eye anb sexpeseono sey A "ugouLZ ns U9 oprutop ore Jo Ota FFE FAY +8 ‘ang 9] orpuaoua opuenc) ‘soaanu souoquiog soun zeosnq aed ursoo 2] ease exeuedurooe ef anb ofop eyaq & ow [2 optresoa apzea ozry as zaa eum ‘eord|e ap oaneyd je tuo9 Bu1s09 Bj ap efuas cauauiour ouTRIN & 'sapepanou se] Jp wed eqepiens “oppensip aauourestey 2xre ns ‘ouesd Te cuun| 279g ap o1uaruoasep Optos [> eIAAIp af OTL Y uss [> seurmexa ered sauoquiog so] ueqensoo exsey A ‘segue ap se] ‘sepdums seutioy sey werooso soya ‘sojopuya att owoo ouad sopsexzaury urs ‘esau ef axqos vleo tum 2q -ofap efaq_ fs A sounuroo soyaurezeo soy weyrajaid ‘soaanur souoges reqoud opespyjas uesorqny exewepy Soy anb sauoz -e7 us eqeypodsos onmeyy ‘oune ereueyy soy y ‘soSzerpeq, ane zegord 8 eqep s9004 seoad ez0ye ‘s2z001] $0] 2efop 9p ‘oaund je werquosqe By sauoquiog sof ezoyy “sepfzetian se] 0 vaweyeg °f uoo alquutuaeruy oirormeMsTUNSHD fo ‘O10 ~eioqey fe eupsedsoa tyjana tso euunse'] “oprpioap sepue un 4 exejo spt zai eun ofA 9] OMeYY ‘uaIg esOeY aj ound az “fe 1g “as1e8uED easey sopopuyrpaIse ‘ezaly woo eqexTaN wa ona ef B anb sozonginf eqeadaoe 4 seyjnsed epronb ‘yey, uomisodrg v] uo sezoa ap epzaaip 96 soouonue ‘Spur o18 ofp 28 exeueyy so] woo woraTTes anb sav—A sev0d sey ‘our -syq 8 oranf aasin eqrase ou anbuny ‘sofsta soy weqzpanb ‘opuens ese e] ap asit¥ e7fac{ ap epueuBndas wun oused 508 upiquiea o1agseu sej e reBn{ 0 ompex so exed vse 2] uo Sojos aszepanb uasouyard 1s owiod “oSunop [ap uezew Bj 0 pre ap opeqys fo efreosnq & extraa anb 294 epeo peproyjdwoo 4 panes enzoape exewepy soy ug “our ~rojeg Jod zwased 0 au Je ovum a1 ap eseuord cum ey -9(] ap wuargo orzeyy sauorouane sese ap orquaes ¥ eoedje ap oxeyd ja ua ox8ey -1ur oyenbod ‘eaanu edind ap oxpon un ap x0qes [9 —et1boca. Hizo un gesto como pare abs el aire, un ademsn casi mégico. —Entonces sos mi novio—dijo—. Qu una puertecita en parecés, qué cambiado. Madre Celeste oyé sin hablar la noticia, puso a un lado la plancha y ex: todo el dia no se movié de su cua to, adande enttaban de a uno los hermanos para sal con caras largas y vasitos de Hlesperidina. Mario se fue a ver fitbol y por la noche llev6 rosas a Delia. Los Mafia ra lo esperaban ea la sala, lo abrazaron y le dijeron co- sas, hubo que destapar una botella de oporto y comer masas, Ahora el tratamiento era intimo y a la vez més le- jano. Perdian la simplicidad de amigos para mirarse con Jos ojos del pariente, del que lo sabe todo desde le pri- meta infancia, Mario besé a Delia, besé a mami Mafia- 1a, y al abrazar fuerte a su futuro suegro hubiera queri- do decirle que confiaran en él, nuevo soporte del hogar, pero no le venian las palabras. Se notaba que también los ‘Mafiara hubieran querido decisle algé y no se animaban. Agitando los periédicos volvieron a su cuarto, y Mario se quedé con Delia y el piano, con Delia y la llamada de amor indio. ‘Una o dos veces, durante esas semanas de noviazgo, estuvo a un paso de citar a pap Mafiara fuera de le casa para hablarle de Jos anénimos. Después lo crey6 imitil- mente cruel porque nada podia hacerse contra esos mi- serables que lo hostigaban. El peor vino un sibado a mediodia en un sobre azul, Mario se quedé mirando la fotografia de Héctor en Ultima Hora y los parrafos 86 of Deli inta azul. «Sélo una honda desespera cidn pudo atrastrarlo al suicidio, segdn declaraciones de res» Pensé raramente que los familiares de Héctor no habjan aparecido més por lo de Mafiara. Qui 24 fueron alguna vez en los primeros dias. Se acordaba ahora del pez de color, los Mafiara habian dicho que era regalo de la madre de Héctor. Pez de color muerto el dia anunciado por Delia. Sélo una honda desesperaci6n pu- do arrastrarlo. Quemé el sobre, el recorte, hizo un re- cuento de sospechosos y se propuso franquearse con De- lia, salvarla en si mismo de los hilos de baba, del rezumar intolerable de esos rumores. A los cinco dias (no habia hgblado con Delia ni con los Maftara) vino el segundo. En la cartulina celeste habia primero una estrellita (no se sabia por qué) y después: «Yo que usted tendria cuidado con el escalén de la cancel.» Del sobre sali6 un perfume vyago a jabén de almendra. Mario pensé si le de la casa de altos usarfa jabén de‘almendra, hasta tuvo el torpe valor de revisar le cémoda de Madre Celeste y de su hermana. También quemé este anénimo, tampoco le dijo nada a Era en-diciembee,-con el calor de.esos diciembres del veintitantos, ahora iba después de cenar a lo de De- lia y hablaban paseindose por el jardincito de atrés 0 ~~ dando vuelta a la manzana: Con el calor comfan menos bombones, no que Delia renunciara a sus ensayos pero traia pocas muestras a la sala, preferia guardarlos en cajas antiguas, protegides én’ moldecitos, con un fino césped de papel verde claro por encima. Mario la noté inguieta, como alerta. A veces miraba hacia atrés en las esquinas, y la noche que hizo un gesto de rechazo al lle- gar al buz6n de Medrano y Rivadavia, Mario compren- 878 -ad vf ue arwoumriggp equizooer 2] 2359720 edox ns ‘ono -S0 apsea s]0s [2 ua Jp ¥ OUR equrso eIfDCT “Z9A BPeD eI -aap of asieooamba & oparun 9p ower rn “ouMugue soy seuopweu exed zojea ap arueasuy un equiedsy ‘ower -2se9 [9 vied ofew anb xofour ex oziew $s ‘en{e ns Uo aqefeqes 1s ‘e1pac] ap edos e| 10d guumdaad oepy “epejaa tay eum exgey ouerd ye OWo Ug “seszmmany sopepsog 2p tiodieo ej olota ofpereure op opueyouer “99 “uz jap esour vf ue exedry] vf opang) “ees ey op sony $2] eSede e oueyy any 2x9] ap paso upnux vom Y “2uoRy Puen readaroo ¢ sonal woreti09 sregeyy soy A eurnbs= z] uo orozerp um & uoIedG “sett cood un epta e] exeUO] jo0e [9 Zaa fea ‘esrtoUr as ced ya anb olfp eNaq] oxo ‘soanemo soised soy exotBro ov:rie jp anb ‘oxrourp -r0{ fa wo of05 oprefep 20d uequidg sefeure sefoq seun ap ‘ofa o1euaiea un ap Uorepioa” 2g sopmuDsucn uvpased on osad zeuido uts ugzes ty weqep sf exeURyy so] o3svo ap aayave ap oxtiayunen un eqzode X soped 2p opeqaedua eqeiss ored ja anb yao exfaqy ‘ow fap ex -masoduoosap pf qerored asdyo [ap ‘sroquyy] we wou un ap ‘WON Bf0q ap oTgEY 9g "Seon Sef sepor WorEEpHIZD -u9 A eBeqpur & seinaqped woo woreday ezouepy suj anb v3 -seq uopenua 4 opeasoo spduroo un too oyseg ap soda soy fuuewangog ap ov0d un & auopy any eprayard eye zed ‘orouayis ase ap snes ¥ eprepnée exed euran ja 22902 anb oxodse onepy ‘yorum Je v9 onuanoU9 Jap opeqey Eq “ety BxBUey SO 294 Jey, “wzopeowstios A eunppuepzed 1329, ‘exunsip gigiaas oj anbiod ofje eqeqpadsos eraqy “eIeUeyy SO] SUEY “exe ey soy 4 soape ap eseo ef ap ey ‘aasafac) aspeyy e away ‘ordund je ouo ojos 22a eno equise erOITY "HO ap 88 qequoe anb of opus zesuad exombys fu ‘ojsmias © our ue 28 ou omeyyy“2qoe8 pzaqeo B] woo 20uG Jp ered any as £ eprpadsop ap o8¢s orsa8 un o2yy a] “exrand 2] zioey op ~urpur ef eqnise exeueyy pded axed rewsonoud asin) ‘ppeinde fo -s9 anb edeg “osuos “uesoumur af as aonb ap somry— ganb ap sauy?— wwaig 09 -2ouos vf of ‘fend any sanury —zoa x] exedea af anb ezed fowoa ezaaioa ns eqaq— spqes ‘osa 10d so ON— ‘OLePy OSuayapul Dap B OUNE— eeqeN Bf fj anb ‘epsyyesozqos ouroo gaso anb outur o19g— -sgsuad a3 anb of 2p eanp spt sq "w[four waoey a] ou and xTpop oxeinb “used So 38 SourTupTE sor] “B1]9C] ¥ sp0UDD BT OU SoA— opuequal wa 2s oso 4 "ee soy as 4 of omce sommugue agar 1s o1ag “089 s9 ou ‘ousng— gous 52 ou? ‘v90] x94j0a apond as anb soap spzonb so, — “a]gysues wea ‘peo <1f9p ea sq ‘ovep afza0ey apand yse esos cup, ‘uelrozd ey anb ‘wapade aur sapaisn anb oussoou oad ‘sPrungUy snise upseqese 26 sourasea sou seuade anb 9s eK — "etaepeany A ouBIpayAy 2p uoZNg |p “eSC] ap pepisovaroU a ‘SouuoUE soy ap gIgeY a] soapor us ‘exeId opupod Bag] ou anb opus olip 9] omeyy ep e 9p ezgu0D -sop [s woo “exzopow arue/iSia eun ap OpeoueLe UIs $e -1y seded & ezaaiso ap guyjoo oj ‘upparsdang 4 oypeSiueg ap yprunpy jp ua exegepy yded woo gnuosus ag cqusqureSasoy owsstur un offisep wis uepreduso> anb ‘solay apsap opuvinaroy weqease ef ef & upIquiE: onb Opnumbra. Una vez que quiso besarla, la sintié contraerse poco a poco. —Mamié va a volver a despedirse. Esper que se va- yan 2 la cama... Afuera se ofa a los Mafiara, el crujir del diario, su didlogo continuo. No tenfan suefio esa noche, las once y media y seguian charlando. Delia volvié al piano, como obstinandose tocaba largos valses criollos con da capo al fine una vez y otra, escalas y adornos un poco cursis pe- ro que a Mario le encantaban, y siguié en el piano hasta que los Mafiara vinieron a decirles buenas noches, y que no se quedaran mucho rato, ahora que él era de la fami- lia tenfa que velar més que nunca por Delia y cuidar que no trasnochara, Cuando se fueron, como a disgusto pe- ro rendidos de sueio, el calor entraba a bocanadas por la puerta del cagudn y la ventana de la sala. Mario quiso un vaso de agua fresca y fue a la cocina aunque Delia que~ ria servirselo y se molesté un poco: Cuando estuvo de vuelta vio a Delia en la ventana, mirando la calle vaci por donde antes en noches iguales se iban Rolo y Héc- tor, Algo de luna se acostabe ya en él piso cerca de De- lia, en el plato de alpaca que Delia guardaba en la mano como otra pequefia Inna, No habia querido pedirle Mario que probara delante de los Mafiara, él tenia que comprender cémo la cansaban los reproches de los Ma- fara, siempre encontraban que era abuser de la bondad de Mario pedirle que probara los nuevos bombones. Claro que si no tenfa ganas, pero nadie le merecia mas confianza, los Mafiara eran incepaces de apreciar un se- bor distinto. Le ofrecfa el bombén como suplicando, pe- 70 Mario comprendié el deseo que poblaba su voz, aho- 90 ra lo abarcaba con una claridad que no venfa de la lun, ni siquiera de Delia. Puso el vaso de agua sobre el piano (no habia bebido en Ja cocina) y sostuvo con dos dedos el bombéa, con Deli a su lado esperando el veredicto, anhelose la respiracién como si todo dependiera de eso, sin hablar pero urgiéndolo con el gesto, los ojos crecidos —o era la sombra de la sala—, oscilando apenas el cner- | jadear, porque ahora era casi un: jadeo cuando Ma- jo acereé el bornbén 2 Ie boca, iba a morder, bajaba la mano y Delia gemia como si en medio de un placer in- finito se sintiere de pronto frustrada. Con la mano libre apreté apenas los flancos del bombén pero no lo miraba, tenia los ojos en Delia y la cara de yeso, un pierrot re- pugnante en la penumbra, Los dedos se separaban, divi- diendo el bombén. La luna cayé de plano en la masa blanquecina de le cucaracha, el cuerpo desnudo de su re- vestimiento coriéceo, y alrededor, mezclados con la menta y el mazapén, los trocitos de patas y alas, el polvi- llo del caparacho triturado. Cuando le tiré los pedazos a la cara, Delia se tapé -los ojos y empezé a sollozas, jadeando en un hipo.que la ahogaba, cada vez més agudo e! llanto como la noche de Rolo, entonces los dedos de Mario se cerraron en su gar~ ganta como para protegerls de ese horror que le subi del pecho, un borborigmo de loro y quejido, con risas quebradas por retorcimientos, pero él queria solamente gue se callara y apretaba para que solamente se callara, la de la casa de altos estarfa ya escuchando con miedo y delicia de modo que habia que callarla a toda costa. A su espalda, desde la cocina donde habia encontrado al gato con las astillas clavadas en los ojos, todavia arrastréndo- 96 “opigiis un aig seu ‘soa ap apadse van woo sprout ap oqroe a8 A sofo soy OFgE eTTED OpueRD #199 “as eBase] eum stqusoso v equzadure oospout yp onb s0areg sole Udo eqzise expeur ns anb & compour ye ofen omeyy onb ‘stas se[ e aafes seujmmoa e opezadure wiqoy eur] “a5 anb adns ourure> ;2 ua ‘openion A alqedyno ame un woo ugniez Ja uo eqeied os anb aa sou sousea1308 Je &4 “ese apsep soanurur zorp soumsnd 9] anb exaueur ap ‘ag rueg £ Suyuugy sod wears eurpod A osneyy “Pe “a1 un zeosng & epreyyy 9s0f WOO sTes 4 sepeatosojoa op zed tun grag “ratwoo e epseaay ejuze em e opneurord viqey aj aub op auzede ‘seaou sean seumusiea onb eyusa OK, ‘soures rola, ‘090] owioo afon of ‘jeur wea opeara vy of ore ‘ofeur “apap [e soiqe] Soy weqeyquraa 2] eEeYy 9s0f e 4 ayaOU ap 129 b4g “TMUOD eyqap ose anb Ue aawoUIOMK |p OpIpI-ap exoigny eursrur eff {s owlo9 oood un ‘esz1z0W ap opteg zoe vUt|9D) ‘980yj Bf UD squSUTEAURaUEASUT gzedox anb op -ronoe ay/f IOUT ap eqeqeoe tuyyag anb olsp aus sospor ls 1sv9 ‘IONOU BY UOD ENTE 990f OUFA OYDO Sel Y ofp pep seuzand sey | | % era @p 02 “apy [> ug sod zesao exorory ‘eqeso] anb exact v seyTeo er -srory —oungje uy 1od— jp anb opuezadsa 4 sopedezede je opease weigey sab ezeyeyy *O[ 2p emmy] eypnur on “ny, tqelap sej 28 & egt 2s ojoy A soxo9py anb jendy “eats A tax eno epasivfep 20d ‘eurstar ey] 20d ‘ses00 sees xod exunsp] worsIp af ‘eIPURYAY SOT © seapel zIC) “BALA OF ~od eafou A esnation ‘os fe taseq zepeqses ofop vf A uo -arde ja olopry “eroq] & zeIIe9 esoey |p OUND optedo ‘Op -owoo fap exquias e] ue “easend ef exmu0D ‘ye weqease A ‘pro uerqey ezeueyy soy anb ap osnfas eqease ‘sopseidsa ered sopawion je ua 2sopupipucdse ‘Sopeueas] eTELeyY so] ap woroesidsar ey zo ‘ese> ef ap oxuap stoUr eed 35