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D. Antonio Montero
celebra sus bodas de oro
episcopales
2 Iglesia en camino
Celebrar la fe
Editorial
La liturgia...
Sumario
José Manuel Puente paso a paso
Liturgia de la Palabra
2 7 y ritos prebautismales
CELEBRAR LA FE JUAN CARLOS Una o varias lecturas, to- mos que este niño, lavado del
3 RODRÍGUEZ IBARRA madas del Antiguo o del pecado original, sea templo
LA PALABRA 8 Nuevo Testamento. Tienen del Señor y morada del Espí-
DEL ARZOBISPO LA MIRADA (I) mucha importancia los sal- ritu. Unción prebautismal en
4 9 mos bautismales (Sal 22: “me el pecho. El poder de Cristo
AMADEO RODRÍGUEZ MIGUEL CELDRÁN unges la cabeza con perfume”; Salvador te fortalece para la
MAGRO MATUTE Sal 33: “Contempladlo y que- lucha. Bendición o invoca-
5 10 daréis radiantes”). Homilía. ción de Dios sobre el agua
JOSÉ MARÍA GIL FELICIANO CORREA Nunca debe faltar pues es bautismal. Toda una teología
TAMAYO 11 una ocasión propicia para del Bautismo a lo largo de la
6 HITOS evangelizar a muchos aleja- historia de la salvación. Des-
CIRIACO BENAVENTE 12 dos que se acercan a la igle- de las aguas primordiales en
MATEOS LA MIRADA (y II) sia con motivo de este acon- los orígenes del mundo hasta
tecimiento familiar. Oración el agua de esta fuente, que va
de los fieles seguida de una a recibir el poder del Espíri-
breve letanía de los Santos. tu Santo. Renuncias y profe-
Dirección: Juan José Montes. Redacción-Maquetación: Delegación episcopal
para los Medios de Comunicación Social: Juan José Montes y Ana Belén Caba- Aquí se pueden incluir los sión de fe por los padres y
llero. Diseño: Eduardo Márquez. Impresión: Tecnigraf. nombres de los patronos del padrinos. El celebrante y la
iglenca@archimeridabadajoz.org Suscripciones: Casa de la Iglesia. Avda. Ma- niño, de la Iglesia o del lugar. comunidad presente confir-
nuel Saavedra Martínez, 2. 06006 Badajoz. Depósito legal: BA-2/1993. Oración de exorcismo. Pedi- man la misma fe.
Iglesia en camino 3
Análisis
Memoria y gratitud
Empecé a tener referencias dotas, la gracia de sus gracias,
de D. Antonio cuando yo era su ancha y generosa amistad?
todavía un joven estudiante Quienes hemos trabajado
de teología. Formaba parte codo acodo con usted podemos
D. Antonio de aquel grupo dar fe de su doble amor por la
de curas que “sonaban” en Iglesia que peregrina en Ex-
todos los foros culturales y tremadura, por Extremadura
pastorales de la Iglesia es- y sus gentes, sin confusión ni
pañola. Los seminaristas de separación. Ha gozado viendo
entonces, alentados por los nacer, crecer en personalidad e
aires conciliares que empe- identidad, y madurar en auto-
zaban a soplar con fuerza, nomía, a nuestra región extre-
leíamos con avidez sus es- meña. Y se empeñó de manera
critos, porque intuíamos que incansable para que la unión
traían un oxígeno nuevo a eclesial que vivíamos de hecho
una Iglesia bien necesitada lo fuera también de derecho. A
de renovación. Los primeros obispos de la Provincia Eclesiástica de usted, sobre todo, deben nues-
Luego, circunstancias pro- Mérida-Badajoz: (de izda. a dcha.) D. Ciriaco Benavente, obispo tras Iglesias su reconocimiento
videnciales me depararon de Coria-Cáceres, D. Antonio Montero y D. Carlos López, obispo y constitución como Provincia
la suerte de tener a D. Anto- de Plasencia. Eclesiástica. Y, si todavía que-
nio como colega y hermano dan metas no logradas, no ha
mayor en el episcopado en ber yo cuál de estos sentimien- co y reciente cocido en su propio sido por falta de empeño por
esta bendita tierra extreme- tos tendría prioridad. horno. su parte. Algún día los cristia-
ña. Puedo dar fe de que mi Hace veinticuatro años que Dejo para sus diocesanos ha- nos de Extremadura tendrían
admiración y estima no sólo llegó a nuestra tierra para pas- cer memoria de sus realizacio- que saber de la pasión y el te-
no menguó al acortar distan- torear la entonces diócesis de nes y de su fecundo pastoreo en són derrochados.
cias, sino que se acrecentó. Badajoz. Aquí ha echado raíces la Archidiócesis de Mérida-Ba- A su a lado, D. Antonio, so-
D. Antonio, a pesar de su y, por eso, a esta tierra y a sus dajoz, aunque seguro que usted, bre el cañamazo del Evange-
apariencia algo patosa, y de buenas gentes las siente como dados sus proverbiales despis- lio y con el corazón puesto en
que vive ahora las limitacio- radicalmente propias. Tenga la tes, no sabría decir dónde se ha nuestras Iglesias y en nuestras
nes de una edad provecta, seguridad de que el sentir de la dejado más la piel: si recorrien- gentes, hemos sufrido y hemos
fue siempre vivo como una mayoría de los extremeños es do mil veces y sin pereza los ca- gozado. Hemos visto cómo le
llama. Se notaba que alber- recíproco, querido D. Antonio... minos, si en la solicitud por su dolía cuando la Palabra de la
gaba en sus genes la gracia Cuando yo fui enviado a la presbiterio y sus fieles, si en las Iglesia, que quería ser palabra
y la agudeza de la mejor An- Iglesia de Coria-Cáceres, hace altas tareas encomendadas por que acaricia, ilumina y libera,
dalucía. Había que ver cómo poco más de doce años, usted la Conferencia Episcopal, si en- era malinterpretada.
pasaba, sin esfuerzo, de la era ya un pastor avezado. In- hebrando a deshoras sus admi- Tenga la seguridad de que
anécdota a la categoría, del cluso, antes de ser obispo, lleva- rables artículos para “Iglesia deja su misión de metropolita-
humor chispeante a las cla- ba usted muchos años brillando en camino”. no con los deberes hechos. Han
ves más hondas del asunto con luz propia en empresas in- Enhorabuena, porque, aun- sido no pocas ni sin importan-
en cuestión. telectuales y literarias de ámbito que los trabajos y los días han cia las realizaciones logradas
Con motivo de su paso a la nacional, a las que aportó lum- ido doblegando su cuerpo, no le a este respecto. No es momen-
situación de emérito, le escri- bre y relumbre. han arrebatado ni un ápice la to de enumerarlas Nos alegra,
bía yo una carta de despedi- Desde el primer momento frescura del alma, la apertura D. Antonio, que haya encajado
da, que ahora, compartiendo acogió, a quien empezaba su del corazón, la capacidad para lo de su jubilación sin nostal-
también yo la condición de ministerio con temor y temblor, escrutar los signos de los tiem- gia y con júbilo. Sospecho que
emérito, transcribo sin quitar como a un hermano de siempre. pos, la flexibilidad para vibrar esa alegría nace de hontanares
ni una coma, sólo prescin- Permítame, por eso, que le diga, al soplo de la más tenue brisa. tan hondos como la certeza que
diendo de algún párrafo por sin que suene a cumplido, que ¿Cómo no admirar, don An- acompaña a los que creemos
razón de abreviar: me he sentido muy a gusto a su tonio, la hondura religiosa de su en el Señor Jesús: que lo mejor
lado. Con qué sencilla natura- alma, “siempre orientada hacia está todavía por venir, que cada
Querido D. Antonio: lidad ha acogido las migajas y el Misterio”, como dijo el poe- atardecer es preludio de una
Sabe que esta carta no es hasta los mendrugos de quie- ta? ¿Cómo olvidar su increíble nueva aurora.
una simple cortesía de colega a nes empezábamos a meternos en facilidad de periodista de raza Con mi afecto fraterno y mi
la hora de su despedida oficial. la harina del pastoreo episcopal. para plegar la palabra al pensa- gratitud.
Brota de la amistad, de la gra- Lo hacía con el mismo interés miento, la agudeza de sus obser- +Ciriaco Benavente Mateos
titud y de la admiración, sin sa- que si se tratara del pan blan- vaciones, la chispa de sus anéc- Obispo emérito de Albacete
Iglesia en camino 7
Especial
nes
D. Antonio en imáge
D. Antonio dirigiendo
sus primeras palabras
a los fieles de la Dióce-
sis de Badajoz que lle-
naron la Catedral en
su toma de posesión.
Foto: cedida HOY
Un hombre de fe y letras
Don Antonio Montero la Iglesia en nuestra comu-
llegó a Badajoz con poco nidad fue desde su llegada
más de cincuenta años de un referente de bondad, ca-
edad, en 1980, y al marchar- pacidad y amabilidad. La
se en 2004, después de 24 publicación Iglesia en Ca-
años entre y con nosotros, mino, que él fundó en nues-
las gentes, los creyentes de tro ámbito, tras una intensa
Badajoz, Mérida y el res- trayectoria periodística en
to de la provincia pacense, España y por todo el mun-
dejó su impronta de hom- do, es el ejemplo palpable
bre bueno y afable, humil- de que su vocación y amor
de y fiel servidor a Dios y por las comunicaciones so-
su Iglesia, incansable tra- ciales y los medios de co-
bajador y con un carácter municación no fueron más
abierto que le permitió su- que un instrumento para
mar numerosas y sinceras ayudar a las personas y
amistades por las tierras anunciarles la fe en Cristo.
de Extremadura. Algo que Durante semanas, sus tex-
agradecimos con reconoci- Tras los atentados terroristas de ETA, se producían tos periodísticos, tan pe-
mientos que él no buscó y concentraciones a las puertas del Ayuntamiento de gados a las cuestiones re-
que para nosotros nunca se- Badajoz, a las que se sumaba don Antonio. lacionadas con las almas,
rán suficientes. La gratitud llegaban a las parroquias
por su trabajo, el recuerdo de textos donde la activi- que siempre ha sido. Nos con el punto preciso de con-
de sus años con nosotros, dad evangelizadora y social encontramos, pues, ante un sejo y estímulo, de enseñan-
es, seguramente, el mejor de la Iglesia predominaban hombre de Dios, un sacer- za y experiencia, de doc-
homenaje que podemos se- pero, también, aportó una dote, un Obispo y un Ar- trina y realismo. Miles de
guir dándole aunque hayan obra intelectual rigurosa zobispo que, siendo pastor personas durante años han
pasado ya quince años des- y divulgativa, conjugando de almas, logró ser padre, asistido y celebrado su ma-
de su adiós. con destreza y sencillez la hermano y amigo y un co- gisterio, su entrega a Dios,
Sin embargo, y siendo doctrina con la comunica- municador cuyas palabras a la Iglesia y a las letras y
cierto todo lo anterior, Don ción, la fe con la difusión y de fe, compromiso y auxi- esa entrega, esa capacita-
Antonio llegó a nuestras el creerlo con el contarlo. lio alcanzaban a pequeños ción que nunca abandonó
vidas y nuestros corazo- Los que lo hemos cono- y mayores, a ricos y pobres, le ha brindado la posibili-
nes por dos cuestiones que cido y tratado supimos ad- a los más fuertes pero, con dad de ser conocido como
sobresalían a las demás: su mirar su inagotable traba- más cercanía y sobre todo, a el amigo, como un hombre
profunda fe, que le ayudó jo, primero, como Obispo los más débiles. de Iglesia y fe y como el
a entender y a trabajar por de Badajoz y, más tarde, Ha sido siempre Don An- hombre de letras que a to-
una Iglesia más cercana a como Arzobispo de Méri- tonio Montero un avanzado dos supo llegar. Desde el
las personas y, fundamen- da-Badajoz, en una enco- en la Iglesia, ocupándose conocimiento, sí, pero, más
talmente, a los más necesi- miable y fructífera labor de tareas que él las inicia- que nada, desde la manse-
tados, y su estimulante vo- evangelizadora y social ba o se incorporaba a ellas dumbre de una religiosidad
cación periodística que dio pero, igualmente, disfruta- para mejorarlas y su ejem- que pocos como él han sa-
como fruto cientos, miles mos del hombre de letras plo como persona y líder de bido interpretar y divulgar.
Sean estas palabras de ca-
riño para un siervo de Dios
que sirvió a su Iglesia sir-
viendo a su gente y dando
lo mejor de sí mismo para
que nadie se quedara sin
entender el mensaje del
Evangelio y las palabras de
esperanza y consuelo que
con su eterna sonrisa nos
regalaba.
Miguel Celdrán Matute
Alcalde de Badajoz 1995-2013
10 Iglesia en camino
Especial