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éEl desarrollo local desde y para quién? de la formulacion e implementacion de proyectos estatales en comunidades indigenas amazonicas Analysis Local development from and for whom? of the formulation and implementation of state projects in the Amazon indigenous communities Lina-Paola Garz6n-Garzon* RESUMEN ‘ABSTRACT En la regién amarénica colombiana muchos de los pro- yyectos productivos realizados en las comunidades indi- igenas tienden a ser insostenibles y fracasan porque se desconoce o no se tiene en cuenta el tipo de sociedad al que los promotores se dirigen. Lo anterior se encuentra enmarcado en una postura unificadora de los modelos de desarrollo fundamentados en la racionalidad cientificay econémica, ajenas a las légicas indigenas de bicnestar. Esto conduce al establecimiento de relaciones asimé- tticas e imposiciones de validez cientfica, dadas por un enfoque de arriba hacia abajo (top down) en politcas y ‘proyectos formulados desde las instiruciones centeales Desde una perspectiva de desartollo local, se propone la potencializaciin de los recursos naturales disponibles en el terrtorio y el fortalecimiento de La partcipacién de Jas comunidades y las instituciones locales, como condi- ciones basicas para establecer un camino que conduzca a proyectos estatales sostenibles. Tn the Colombian Amazon, many of the productive projects in indigenous communities tend to be unsus- tainable and fail because the type of society to which the promoters are directed is unknown or ignored. This is framed in a unifying position of development mo- dels based on scientific and economic rationality unse- lated to the indigenous logic of well-being. This leads to the establishment of asym impositions of scientific validity, approach in policies and projects formulated from cen- tual institutions. From a local development perspective, iis proposed to potentiate the nacural resources availa- ble in the teritory and to strengthen the participation of local communities and institutions. These are basic conditions to open the way for sustainable productive projects PALABRAS CLAVE: Amazonas; economia indigena; ex- tructivismo; desarrollo local; didlogo de saberes; proyec tos estatales. KEYWORDS: Amazon; indigenous economy; extracti~ vis; local development; dialogue of knowledges; state projects 4. Doctorade Estudios Amazénicos, Universided Nacional de 2009-0001 8035-8755;ipgarzonga@unaledu.co Recepciéns 13 de junio de 2017. Aceptacin 01 de diciembre de. Gestign y Ambiente o(a), 244-252, 2027 Colombia Leticia, Colombia, ORCID Garzsn-Garzén, LP: 2017 2 Eldesarl local desde y para quit? ‘ass ce a formoteiéneimplementacn de proyectos estaalesen comunidades indigenasamazsnicas Introduccion De acuerdo con Gasché (2004, p. 106), la princi- pal causa por la cual tienden a fracasar muchos pro- yectos formulados en la Amazonia es que “no se ha tomado en cuenta la alteridad fundamental que ¢2- racteriza el tipo de sociedad al que Tos promotores se ditigen’. En este sentido, es necesario analizar emo lh inadecuada formulaciéa e implementacién de proyectos estataes limita su apropiabilidad y soste- nibilidad en las comunidades indigenas amazénicas ‘A partir de esto, se puede entender cémo la adopcién de un modelo de desarrollo centralista haa influenciado la manera en la que se plantean los objetivos de muchos proyectos, que casi munca se ‘cumplen en su totalidad, Estos se encuentran orien tados directamente hacia la generacién de incenti- vvos monetarios para reducir la pobreza, dejando de ado su articulacién con fos modos de produccién propios de las comunidades indigenas amazénicas. Desde este punto de vista, el crecimiento econémico es visto como la tiniea medida real de desarrollo y la calidad de vida se asume como un resultado per se de este proceso. La divergeneia en las expectativas e intereses de los actores sociales ha levado a selaciones asimétri- casy aun didlogo de una sola via desde del actor do- minante, es decir, desde los gestores de los proyectos. Lo anterior ha conducido a que los pocos alcanees positivos de los trabajos no sean duraderos y a que ro hayan logrado aumentar la productividad, ni im= pulsar procesos de autogestién en las comunidades indigenas. A continuacién se desasrollan con mayor profuundidad las ideas expuestas y se busca responder al interrogante de cémo definir el camino hacia los proyectos productivos sostenibles. Desarrollo moderno y el modelo de las “carencias” El progreso nacional planteado en los aftos cua- renta en Estados Unidos buscaba implantar ideas modernizadoras en los paises menos desarrollados, desde una nocién de desarrollo anclada a inclu- sin gradual de normas y valores en las culturas no coccidentales para permitir que estos pueblos se in- tegraran a las instituciones econdmicas y politicas, formadas en las periferias del sistema internacional. Se consideraba entonces que este flujo de influen- cias culturales favoreceria los procesos de innovacién tecnolégica y cientifica, asi como la competitividad de las economias nacionales Bajo esta perspectiva, el desarrollo en los paises Jatinoamericanos se basa en un modelo centralista (Arocena, 2005), con una idea preconcebida de ta pobreza y de los mecanismos para resolver los pro- bblemas de las “carencias” de la poblacién, los cuales son determinados a través de indicadores conven- cionales enfocados principalmente a la medicién de Ja produccién e ingresos, asi como el acceso a capi- tal, tecnologga y mercados. Esta postura unificadora lleva a considerar modelos de produccién reprodu- cibles para cualquier regién que cumpla con los es~ tuindares internacionales de calidad de vida. Acorde con esta visign hegeménica de desarrollo, los proyectos estatales se fundamentan en los avan- ces de la ciencia y la teenologia como elementos que deben mejorar la produccion, y por ende, el ingreso de las familias. En este sentido, a pobreza en las co~ munidades indigenas no seria producto de la inequi- dad en los ingresos sino de su condicién de atraso por un conocimiento pre-moderno (Vieco, 2015). Lo anterior leva a que en la Amazonia las propues- tas de desarrollo se orienten hacia la reduecién de las niveles de pobreza en las poblaciones indigenas a través de Ia modernizacién teenolégica y los inge- sos generados por su integracién al mercado. Este criterio de pobreza rara vez. incluye una tra- duccién de la produccién de subsistencia a valores monetatios, pues es subestimada por no generar una renta directa para el consumo de bienes en ell mercado, Si se sumara dicha renta con los ingresos por trabajo o venta de productos, mostraria que los niveles de pobreza en estas comunidades general- ‘mente estarfan por encima de las lineas de pobreza nacionales. Por ejemplo, Trujillo (2008) hizo una ca- sacterizacién detallada de los ingresos de las fumilias indigenas y los niveles de articulacién a la economia de mercado en el sur del departamento del Amazo- nas’, con el que demostré que estas poblaciones aiin 1. En esta caracterizacién se definieron varios tipos de in (resot: laboralas (ornales), de redistribucién (intercarnbio {e productos), monetarios (ventas y trasferencias de dinero) Y ambientales (2 autocansumo y venta) Estos tItimos, que Correspondieron a 63% de los ingresos totales dels familias, 25 246 mantenian una alta dependencia a los recursos na~ turales, es decir, los sistemas tradicionales de pro duccién. De esta manera, se puede comprender que por su capacidad de auto-subsistencia, las comuni- dades no dependen de la permanencia de proyectos cstatales para cubrir sus necesidades fundamentals. Lo anterior hace evidente la falta de comprensién de las particularidades de los estindares de vida de estas comunidades, lo que lleva a una concepcisa li- mitada en la que el desarrollo local es posible solo sila intervencién estatal se enfoca en cambiar las condiciones actuales de vida de las poblaciones indi- ‘genas, que se consideran ineficientes para resolver el problema de las “carencias”. Formulacién de proyectos estatales: gasistencialismo o desarrollo local? Las politicas piblicas formuladas por el Estado parecen estar condicionadas por una légica asis- tencialista y no de desarrollo local, por lo que los programas implementados buscan resolver indiseri- minadamente los problemas sociales y de planeacion, ocal, dejando de lado fas cuestiones culturales y so- iveconémicas propias de cada regién (Vieco, 2015). Si bien este tipo de apoyo estatal puede favorecer a a poblacién local a corto plazo, no ofrece soluciones estructuradas que fa empoderen y le permitan conti ‘nuar con dicho proceso después de que los proyectos sean gjecutados. Amodo de ejemplo se presenta cl programa Red de Seguridad Alimentaria (RESA) cjecutado entre 2004 y 2007 en Colombia y enmarcado en el Plan ‘Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PNSAN), el cual fue propuesto para comunidades ‘campesinas ¢ indigenas en condicion de pobreza y vulnerabilidad por la violencia. Su objetivo general cera mejorar el acceso a los alimentos a través de su produccién para el autoconsumo, ademas de fo- mentar habitos alimentarios sahidables y promover el uso de productos locales (Perfetti et al., 2010). En el caso de la regién amazénica, este progra- ‘ma fue adelantado por el Instituto Amazénieo de incorporaron el valor de ls recursos naturales en lo cuantif: cacién del ingreso dal hogar por actividades coma la chagra, Ta pesca y la caceria, LP Garzén-Gorzén Investigaciones Cientificas ~ Sinchi con familias indigenas de La Chorrera, Puerto Nariio y Leti- cia ubicadas en el Trapecio Amazénico, zona en la que el Instituto Colombiano de Bienestar Fami- liar (ICBF) reports una desnutrici el 28 y 31%, asf como una desmutricién aguda de 6,6% (Vieco, 2015). Como resultado de este trabajo se recopilé formacién sobre el entorno social de los pueblos indigenas, la unidad familiar como unidad de pro duccién, hibitos de consumo, obtencién de alimen- tos y consumo de alimentos no producidos en la chagra. Igualmente, las familias participantes fueron dotadas con semillas, herramientas y participaron en talleres de capacitacién, entre otras cosas, para la ela boracién de abonos orginicos y cria de animales de consumo (Pefia-Venegas et al., 2009). Aunque el trabajo del Sinchi generé una base diagndstica detallada, existen problemas asociados a la concepeién misma del programa RESA que limita su apropiabilidad y sostenibilidad en las co- munidades indigenas amaz6nicas,lo que finalmente se traduce en estrategias asistencialistas del Estado ‘no en propuestas de desarrollo local que permitan condiciones de progreso, acordes con las particulari- dades de los estilos de vida estas poblaciones. Este programa nace en un modelo centraliza- do de desarrollo, es decir, a través del enfoque de arriba hacia abajo o top down, pues fue formulado desde las instituciones centrales y aplicado a todas las regiones tal y como fue estipulado en su diseiio (Vieco, 2015), por lo que su efectividad dependia de condiciones ambientales, socioculturales y aquellas relacionadas con el contexto politico, que estaban fuera del alcance de los ejecutores. De igual manera, se asumié que los sistemas productivos indigenas y sus patrones de alimentacién concordaban con los sistemas agrarios del resto del pats, por lo que se reconoce que en el proceso de ejecucidn en la re- gién amazénica hubo un intento muy limitado de adaptar los objetivos nacionales a las condiciones de autricién y alimentacién de estas poblaciones indi- genas (Vieco, 2015). El marco genérico dado por las directrices na~ cionales del programa RESA concibié la seguridad alimentaria solo desde el conocimiento técnico y cientifico, excluyendo al conocimiento y pricticas crdnica entre Gest. Ambient. 20(2) 2037 Eldesarl local desde y para quit? ‘ass ce a formoteiéneimplementacn de proyectos estaalesen comunidades indigenasamazsnicas tradicionales del objeto de estudio. Por consiguien- te, las técnicas de sistematizacién y anilisis de la informacion como encuestas y predicciones, si bien permitieron compilar informacién considerada im- portante para los ejecutores,a Ia hora de aplicarse en los procesos de eapacitacién no fueron claves para robustecer y viabilizar las estrategias para fomentar elautoconsumo a largo plazo. Asimismo, las medidas adoptadas por los ejecu- ‘ores buscaban racionalizar los problemas de ciencia de los sistemas productivos indigenas, desconocien- do que estos sistemas son dinmicos por la interac cin con los sistemas modernos y el mercado; y por cende, no podia considerarse esos cambios como tna pérdida de conocimiento local del uso y manejo de Tos recursos naturales, que conduefan al empobreci- miento de las chagras (Vieco, 2015). EI sistema econémico de las comunidades indi genas de la Amazonia debe considerarse como dual © hibrido, pues en la region coexiste fa economia de subsistencia tradicional (que comprende la horticul- ‘ura, la caceria, la pesca y la extraccin de recursos naturales para autoconstimo) y la economia moder- ‘na o de mercado (que contempla la produccién de cexcedentes para la generacién de ingresos). Estos tipos de economfas son antagénicos, ya que la eco noma de subsistencia no responde a las dindmicas de mercado, por lo que no responde a la prictica de acumulacién de capital para actividades de reinver~ sion (Trujillo, 2008). Este proceso de insercin al mercado ha llevado a que las comunidades adapten sus estrategias de subsistencia, permitiendo una mayor participacién de las actividades productivas que generan ingresos ‘monetarios sin perder sus formas tradicionales de produccién. Aun cuando las ventajas de esta econo- mia dual se reflejan en el incremento de su poder adquisitivo para acceder a bienes, educacién y otros modos de vida, eventualmente podrian desencade- nar problemas en la medida que se genera una ma- yor dependencia al mercado (por demanda u otras formas de produccién extractiva) y una disminucién cen el acceso a los recursos naturales, impactando la seguridad econémica y la calidad ambiental en las comunidades (Trujillo, 2008). las comunidades amazénicas hace que ese concepto de autoconsumo al que apunta el programa RESA se quede corto, pues segiin Perfetti et al. (2010) el fundamento de Ia intervencién se centra bisi- camente en la produccién de alimento en los ho- gares rurales ¢ indigenas, vistos desde la logica de unidades familiares. Es fundamental comprender que la produccién indigena no solo se basa en la uunidad familiar, sino que comprende un circulo de personas socialmente vinculadas (por parentesco, vvecindad, amistad) y unas relaciones comerciales (Gasché y Vela, 2011), que analizadas en conjunto influyen positiva o negativamente en la capacidad de autoconsumo de los hogares,y en general, en la posibilidad de garantizar la seguridad alimentaria en las comunidades. El diélogo de una sola via. Divergencia en las expectativas e intereses de los actores sociales Para el establecimiento de alianzas productivas en las comunidades amazénicas se ha planteado la necesidad de eonstruccién de un dislogo entre los diversos actores sociales, a través de la interaccién comunicativa las relaciones horizontales y el enfo~ que diferencial. Esta nocidn de dislogo de saberes, que se funda en Latinoamérica en los postulados de Ja investigacién acci6n participativa, promueve un nto construido con base en ta Tegitima- cién de los pueblos indigenas como un “otro” sujeto de derechos (Rahman y Fals B., 1989), asi como el reconocimiento de sus necesidades e intereses, para que los beneficios de dicho proceso sean evidentes desde su logiea cultural y econémiea. En muchos proyectos productivos y programas como el RESA dicho propésito no se aleanza, pues de entrada los objetivos planteados y las inter- venciones no provienen de un proceso previo de concertacién y comunicacién entre comunidades e instituciones estatales. Esto conduce a un dilogo de una sola via que va desde los actores dominantes hacia las poblaciones locales (Vieco, 2015), lo que have evidente las relaciones asimétricas entre los actores sociales y la minimizacién del conocimien- to local, sometido a una generalizacién para su aco- plamiento a los propésitos del desarrollo moderno. conocin 27 De igual manera, la puesta en prictica de este diglogo se dificulta por el contlicto entre las logicas de pensamiento ¢ intereses de quienes participan. En muchos de estos proyectos estatales concebidos desde arriba se asume que los beneficios econémi- cos aportados son evidentes y que por ende, son ficilmente adoptados por los participantes. Esto implica una disposicién de tiempo casi exclusiva para su ejecucidn, por lo que se desconocen las la- bores productivas que no son objeto del mercado Y que responden a relaciones socioculturales cons ‘truidas en su cotidianidad. Para las comunidades indigenas amazénicas, esta rigurosidad en la de- cacién de los trabajos va en contra de su légica crita en Ia pluriactividad (Echeverri y Romén 2008), por lo que terminan perdiendo el interés en estos proyectos. En la mayoria de los casos las expectativas de las poblaciones han sido altas, pero las limitaciones en ‘términos de tiempo de ejecucidn de los proyectos Y participacién activa de todos fos actores sociales dejan una imagen negativa frente a la efectividad de Jos programas estatales para la resolucién de proble- iticas y la formulacién de iniciativas de desarrollo local. Debido a lo anterios, las comunidades han desarrollado una relacién “oportunista’ con los pro- yeotos, que dura mientras éste se encuentre en ¢jecu- ‘i6n; es decir, mientras haya recursos y funcionatios cencargados de las cuestiones administrativas y ope- sativas (Vieco, 2015). Este fendmeno no solo ha estado presente en la esfera de lo estatal sino que ha permeado los pro- yectos promovidos por Organizaciones No Guber~ ‘namentales ¢ instituciones educativas, en donde ta aprobacién por parte del gobierno local como Ios Cabildos indigenas y 1a participacién de poblado- res va a depender en buena medida de los ingresos a corto plazo por pago de jornales*, asi como de la adquisicién de herramientas, insumos o infraestruc- tura Por consiguiente, los proyectos pueden llegar a ser mas valorados por su aporte eoondmico inme- diato que por las ventajas culturales y sociales que pueden aportar a su proceso de desarrollo local. Es portante resaltar que aunque los incentivos de 2. Coresponde al pago pactado generaimente por dia, por diversas actividades desarrolladas en el marco del proyecto. LP Garzén-Gorzén tipo econdmico pueden despertar el interés de los pobladores,no garantizan una motivacién intrinseca para continuar con los objetivos planteados (Perfetti etal., 2010) Ya que los ejecutores de los proyectos estatales tienen muchas limitaciones de tiempo, al responder por unas obligaciones contractuales que dan cuenta del cumplimiento de metas “en forma de productos de ciencia y tecnologia” (Echeverri y Roman 2008, p. 30), las diferencias en las légicas de los actores son més notorias por sus respectivos marcos de ac~ tividad. Lo anterior implica que las universidades € instituciones gubernamentales trabajan. con un tiempo parcelado de investigacién, mientras que los indigenas se mueven en un tiempo continuo sin ex- clusividad en actividades productivas. gCémo definir el camino hacia los proyectos estatales sostenibles? De acuerdo con Diez et al. (2013), ef modelo de desarrollo con enfoque de arriba hacia abajo en América Latina se qued6 corto con los resultados esperados frente al incremento generalizado de los ingresos y su distribucién equitativa a nivel regional. De hecho, dicha situacién lev6 a comprender en los aos setenta que las politicas de desarrollo eran més efectivas en zonas que tenian recursos econémicos, organizaciones y pricticas sociales similares. Si bien es obvio que estos elementos no se encuentran de forma uniforme en los teritorios nacionales,los for~ muladores de politieas en esa época no habian con- siderado atin dicha condicién. ‘A putt de ese momento se genera un cambio de perspectiva hacia un desarrollo con un enfoque de abajo hacia arriba o bottom up, como respuesta a la buisqueda de una mayor autonomia regional (Stohr y Todling, 1978), Esta corriente de pensamiento se fundamenta en una confianza en las propias capaci- dades de tos actores locales para llevar a cabo accio nes organizadas desde el propio territorio, a través del reconocimiento y potencializacién de los recus~ sos locales que generen excedentes econdmicos. Esta idea de desarrollo se ha formatizado a tra~ vvés de propuestas como la “Planificacién negociada” (Boisier, 1979), y més recientemente, el “Desarrollo local” (Arocena, 2005). Esta dima propuesta toma Gest. Ambient. 20(2) 2037 Eldesarl local desde y para quit? ‘ass ce a formoteiéneimplementacn de proyectos estaalesen comunidades indigenasamazsnicas {a innovacién como un elemento clave para la gene zacién de tecnologia local, fruto de la conformacién de redes de investigacién entre la comunidad aca démica, instituciones piblicas 0 privadas y los po- bladores. Lo anterior se traduce en una gestién del conocimiento donde se generan innovaciones es- ‘ructurales con base en contextos sociales, culturales, productivos e institucionales, las cuales son funda- mentales para la participacién y el empoderamiento de la poblacién local, asi como para la capacidad de co-gestion de los actores sociales, posibilitando una busqueda conjunta ¢ intercultural de procesos pro ductivos de largo plazo. En este sentido, la orientacién de las propuestas de desarrollo local estén condicionadas por una es- pecificidad territorial que comprende “las formas de organizacién productivas, las estructuras fami- Tiares y las tradiciones locales, la estructura social y cultural, y los esdigos de conducta de fa poblacién” (Aghon et al.,2001, p. 22). Estos elementos abren la comprensién hacia un mundo sustentado en la di- versidad cultural y en la coevolucién de las culturas con respecto a sus territarias, lo que se constituye en cl eslabén fundamental para la legitimacién de los saberes locales fuera de la racionalidad objetiva del conocimiento (Leff, 2011), La formulacién de un proyecto estatal en las co munidades amazénicas debe partir de fa compren~ sion de esta especificidad territorial y la legitimacién de los saberes locales como parte del establecimien- to de un verdadero didlogo, ya sea entre actores so- ciales (sujetos) y entre marcos cognitivos (saberes). En los proyectos participativos e interculturales se deberia hablar de un dislogo de “sujetos", pues hay tun ditlogo intergeneracional entre jovenes y viejos, asi como un didlogo politico y social entre la pobla- n local, instituciones y autoridades (Echeverri y Romén, 2008). Es asi que en este proceso se hace evidente un manejo de relaciones intersubjetivas que conducen a encuentros y desacuerdos, satisfacciones insactificciones. ‘Asimismo, en Ia construccién de las relaciones entre los actores sociales hay una conversacién de diversos marcos cognitivos o “saberes”, es decir, for- mas de producir, trasmitir, aplicar y validar conoci- mientos, sin que uno se imponga sobre otro. Esto supone ademas una actitud de amistad y respeto para escuchar al otro desde su propia perspectiva y una construccién de relaciones més justas ¢ iguali- tarias donde se valoran los aportes de conocimiento, renunciando a la intencionalidad de monopolizar Ia acepracién de una visién del mundo. El lenguaje comiin es fundamental en todo este proceso, pues es “hablar pensando en lo mismo” a través de unos significados compartidos que faciliten el estableci- miento de acuerdos (Mahecha y Franky, 2014). El adecuado proceso de dislogo entre los ejecu- tores y las poblaciones indigenas, enfocado a rela ciones equitativas yl articulacién de conocimientos cicntificos y tradicionales, permite generar y arraigar una forma adecuada de incentivo hacia la sosteni- bilidad de los proyectos locales. De esta manera, las comunidades no solo cumplen con las motivaciones externas dadas por el dinero o relaciones oportunis- tas, sino que son capaces de interiorizar, revalorizar -y ampliar los tipos de conocimientos en sus acciones sobre ef entorno natural, a tal punto que fa forma del incentivo puede llegar a arraigarse en su cultura (Gasché y Vela, 2011). Estas condiciones mencionadas permiten cons- truir espacios de trabajo conjunto, donde los conoci- :mientos se ponen en funcién de metas comunes de acuerdo con los intereses y aleanees de cada actor, y en el que cada cual aporta y retroalimenta desde sus propias particularidades sociales y culturales. Si bien este es el ideal de un didlogo de saberes, su aplicabi lidad llega hasta cierto punto debido a que hay con- ceptos y pricticas que no son factibles de negociar, yy por ende, no es posible comprender al “otro” en su totalidad (Mahecha y Franky, 2014). ‘También es importante reconocer que muchos proyectos productivos autodenominados como par- ticipativos hacen un uso indiscriminado de este téx~ ino, pues el didlogo se enmascara en procesos de extracciGn, validacién y sistematizacion de las pre ticas y conocimientos locales para que cumplan con las caracteristicas metodologicas y epistémicas de- finidas cientificamente (Castro-Gémez, 2007). Po- dria decirse entonces que en estos proyectos la Iégica de mercado se disfraza en esfuerzos de capacitacién y teenificacin, que incluye a las comunidades como receptores temporailes de dicho conocimiento, para que se moldeen a una racionalidad cientifica y eco- némica que resuelva su problema de bienestar. 29 A pesar de los retos teéricos, conceptuales y me~ todologicos que implica Ta formulacién de proyec tos estatales sostenibles, existen diversos trabajos aque dejan experiencias entiquecedoras en la region amazonica, tales como: conservacién productiva en Loreto, Peri (Gaviria y Sabogal, 2013) y en el Estado Acre, Brasil (Silva et al, 2014); produccisa de aceite vegetales en el Medio Caqueti, Colombia (Echeverri y Romén, 2008); producccién de frutos del asai (Euterpe precatoria Mart.) y farina’ en el sur del departamento de Amazonas, Colombia (Acosta y Zoria, 2012). Este tiltimo trabajo es sumamente interesan- te, ya que muestra una alianza entre la Asociacién de Cabilddos del Trapecio Amazénico ~ ACITAM y el Sinchi para impulsar una propuesta donde in- digenas de la etnia ticuna pudieran participar en la ‘econémica local con productos derivados de la yuca, tuna planta cultivada comiinmente en las chageas y de importancia tanto cultural como alimentaria. En este proyecto se hizo énfisis en la propiedad intelec~ tual colectiva para proteger los conocimientos tra dicionales sobre la biodiversidad de la yuca, pues las comunidades han reconocido mis de 40 variedades que ofrecen un amplio potencial de subproductos. El proceso de conformacién de la cadena pro- ductiva de la yuea partié de la identificacién de los actores sociales, tecnologias y procesos de comer alizacién. Asimismo, se apoyé la construccién de tuna estructura organizacional productiva a través de acuerdos y medidas para el uso sostenible del recur so en el mercado local y nacional, ademés del acom- pafamiento en el diseito de marcas colectivas para los productos elaborados en las comunidades indi genas. Como resultado, en el afto 2011 Ia comuni- dad indigena de Arara planteé una marca comercial de farifia llamada Naizyi, nombre proveniente de la palabra ticuna que traduce ‘hormiga arriera’ Si bien no hay un camino definido para conso- lidar un proyecto estatal sostenible, no solo desde el punto de vista econémico sino social, cultural y ambiental, es importante reconocer las condicio- res que potencian dicho proceso. Dentro de estas 3 Corresponde a I harina dela yuce (Manihot esculenta) en rans LP Garzén-Gorzén se encuentran la comprensidn de la especificidad territorial, el reconocimiento de los derechos y deberes de los actores locales, la legitimacién de los saberes y pricticas tradicionales, los didlogos basados en el respeto y la aceptacién de otras pers- pectivas, asi como el establecimiento de relaciones jjustas y un lenguaje comin para fomentar incenti- vos y Tlegar a acuerdos colectivos. Conclusiones Las ideas modemnizadoras de progreso en los pai- ses considerados menos desarrollados han levado a constituir un modclo centralista para incrementar la competitividad en las economias nacionales, con el que se define cules son las “earencias” de las po- blaciones y las estrategias para contrarrestar dicha problemética, através del acceso a capital, tecnolo- giay mereados. Esto ha conducido al planteamiento de proyectos estatales reprodueibles en cualquier re- gi6n, que para el caso de la Amazonia se han enfo~ cado en la superacién del atraso por el eonocimiento pre-moderno de las comunidades indigenas, a tra~ vés de los avances teenolégicos y su vineulacién al mercado. Dicho proceso poco ha tenido en cuenta la produecién de subsistencia propia de las formas de vida amazénicas, por To que en estas comunidades Jos niveles de pobreza son considerados atin mis al- tos desde la ligica de mercado. De igual manera, las politieas piblicas y los pro sgramas estatales se han formado en una légica capi- talista unificadora para solucionar os problemas de planeacién local, que relegan las cuestiones sociales, culturales y econémicas propias de cada regin, por Jo que su propésito parece ser més de asistencialismo que de desarrollo local. Programas como RESA que han sido aplicados en comunidades indigenas ama~ z6nicas muestran fallas desde su propia concepci6n, debido a su formulacién desde un enfoque de arriba hacia abajo y la necesidad de validacién universal de Jos conocimientos locales a través de instrumentos de las ciencias modernas. Esto ha limitado la puesta en prictica de proyectos que sean mas acordes con la economia hibrida, a la que estas comunidades se han ido adaptando con el paso del tiempo. Gest. Ambient. 20(2) 2037 Eldesarl local desde y para quit? ‘ass ce a formoteiéneimplementacn de proyectos estaalesen comunidades indigenasamazsnicas A pesar de que se reconoce que el didlogo es fundamental para el establecimiento de alianzas productivas con poblaciones indigenas, muchos pro- yectos reflejan una didlogo de una sola via a la hora de su puesta en préctica ya que los actores domi- nantes, es decir los ejecutores, imponen su forma de pensamiento en torno a la dedicacién de tiempo, los intereses econémicos y los beneficios aportados alas poblaciones. Esta situacién ha generado una pérdida del interés de los indigenas a estas intervenciones, pues desde su Logica los beneficios (asociados con los incentivos econémicos) se limitan al tiempo de jecucisn del proyecto. Asimismo, las diferencias en los marcos de actividad de los actores sociales han incidido en las expectativas en torno a la participa ign activa de las instituciones y a su contribucién cn los procesos de desarrollo de las comunidades. ‘Tomando en cuenta lo anterior, se propone que para superar el desconocimiento de las especificida- des de las comunidades indigenas amazénicas y la ineficiencia de diversos proyectos estatales, es priori- taria la biisqueda de propuestas alternativas basadas cn el enfoque de desarrollo local que deben centear- se en la potencializacién de los recursos naturales disponibles en el territorio y del fortalecimiento de la participacién de las comunidades y las institucio- nes locales. Para materializar dicho propésito, en Tos proyec~ tos se deben identificar unas condiciones basicas re- lacionadas con la legitimacion de los derechos de los pucblos indigenas y sus saberes, asi como el dilogo constrtido a través de relaciones mas justas donde se acepten los diversos conocimientos y se establezcan acuerdos basados en corresponsabilidades, conforme a las particularidades sociales y culturales de los ac~ tores sociales. En definitiva, las ventajas de los proyectos esta tales serdn visibles en la medida que el sentido de “bienestar"esté enmarcado en aspectos que son des ctitos por Gasché y Vela (2011) como de tipo social (gusto en el uso social del producto, practica de la solidaridad y generosidad), lingtisticos (formula cién de objetivos claramente entendibles y compa- tibles con fos modos de vida indigena) y materiales (articulacién con los conocimientos y manejos tradi cionales de los recursos naturales disponibles). Conflicto de interezes. =] manuscrito fue preparado ¥ revisndo por el autor, uien declera no tener algin Conflcto de interés que ponga en riesgo la validez de los resultados aqui presentados Bibliografia Acosta 1, Zoria, J, 2012. Conocimientos tradi “Tietna en la aggiculrura de chagea y los mec innovadores para su protecion. Bol Mus, Para, Em lio Goeldi. Ciéne. Hum. 7, 417-433. Aghéa, G., Albuquerque E, Cortés, P2001. Desarol ‘econémico local y descentralizaciéa en América Lati~ ‘a: andisis comparativo. CEPAL, Santiago. Arocena, J., 2005. EI modelo territorial centralista: su ‘modo de funcionamiento, su criss y la emergencia de alternativas. Alternativas para el Desarrollo 92, 24-31, Boisies, 8, 1979. ;Qué hacer con la planificacion regional antes de medianoche?. Rev. CEPAL 7, 135-170, Castro-Géimez, S. 2007. Decolonizar la universalidad. La hybris del punto cero y el didlogo de saberes. En: Castro-Gémer, $., Grosfoguel, R. 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