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TEMA : LA SALVACION

TITULO : LE FALTABA ALGO


TEXTO : HEHOS 10 -1-2
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,

2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a
Dios siempre
INTRODUCION
La biblia nos muestra en este relato la historia de un hombre con unas cualidades muy buenas
en cuanto ala búsqueda de Dios pero que todavía no le alcanzaba para alcanzar la salvación
entonces porezo quiero invitarlos a q analicemos este texto bíblico puede ser que usted en esta
noche este pensando que como usted esta ya esta bien pero quiero decirte que aun te falta
algo
Las Buenas obras no salvan: En el mundo encontramos a muchas personas que creen que por sus
buenas obras serán salvos del castigo eterno y procuran ser amables, dar limosnas, otros diezman,
oran mucho a Dios, y hacen muchos ayunos. Y quizás usted dirá que BUEN TESTIMONIO el de estos
creyentes, aunque lo hacen a su manera.

Pero las escrituras que son nuestra guía nos dicen que la salvación no se consigue por obras,
veamos: “no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:9).

Y esto es lo que está pasando hoy en día muchos glorían a otros por sus buenas obras.

Pero Dios nos muestra que la salvación se obtiene de esta forma: “ÉL NOS SALVÓ, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, (Tito 3:5). POR MEDIO
DEL LAVAMIENTO DE LA REGENERACIÓN Y LA RENOVACIÓN POR EL ESPÍRITU SANTO,” (Tito 3:5).

Para corroborar esta palabra Dios nos habla de un hombre llamado Cornelio, un gentil que habitó
en Cesárea, Cornelio, era un oficial al mando de cien soldados romanos, conocido como el
Regimiento Italiano.

Era un hombre justo y devoto; temía a Dios y ayudaba con frecuencia a las personas necesitadas.
Era un hombre de oración y gozaba de una excelente reputación entre los judíos.

Cornelio era un hombre que hacia buenas obras, él quería ser salvo y hallar la gracia delante de
Dios, pero Dios le mostraría lo que era necesario que hiciera, para que pudiera de verdad obtener
esa entrada al reino de los cielos.

Un dia cualquiera como acostumbraba , mientras que Cornelio estaba en ayuno y oración, un
ángel de Dios se le apareció llamándolo por su nombre. El ángel lo dirigió para que enviara por
Pedro, quien posaba en casa de Simón, un curtidor de Jope.

Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este
posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; ÉL TE DIRÁ LO QUE ES
NECESARIO QUE HAGAS." (Hechos 10:1-6).

Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio,
les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? Ellos dijeron:
Cornelio el centurión, VARÓN JUSTO Y TEMEROSO DE DIOS, Y QUE TIENE BUEN TESTIMONIO en
toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa
para oír tus palabras. Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose,
se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope." (Hechos 10:17-23).

Cornelio esperaba su llegada, y había convocado a sus familiares y amigos cercanos. Cuando Pedro
entró en la casa, Cornelio intentó adorarlo. Pedro se negó a recibir esa pleitesía, mientras ordenó
a aquel oficial Romano a ponerse de pie.

Pedro declaró al grupo congregado que Dios le había ordenado venir a ellos.

Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha
mandado." (Hechos 10:24-33) dijo Cornelio.

Pedro confesó que ahora se daba cuenta que Dios no hace acepción de personas y que Él acepta a
cualquiera que se acerque reverentemente a Él en fe y obediencia.

Seguidamente proclamó que Jesucristo es el Señor de todos, les habló del bautismo de Juan y del
poderoso ministerio de Jesús, y les explicó la crucifixión y la resurrección de Jesús. Pedro les habló
de la comisión que les dio el Señor y declaró que el perdón de los pecados es posible en el nombre
de JESÚS y no por las obras.

De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre." (Hechos 10:34-43).

Mientras que Pedro predicaba, el Espíritu Santo cayó sobre aquellos gentiles, los cuales hablaron
en otras lenguas y alabaron a Dios.

Al escuchar a los gentiles hablar en lenguas, los judíos que habían llegado con Pedro se
sorprendieron de que Dios los hubiera bendecido con el bautismo del Espíritu Santo.

Entonces Pedro mandó bautizarles en el nombre del Señor JESÚS. Después del servicio bautismal,
Pedro permaneció en la casa de Cornelio por un tiempo.

Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados
estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el
nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días." (Hechos 10:44-
48).

Una de las primeras características que se hace mención de este llamado a Cornelio es que era:

1. Era piadoso ,2. Temeroso de Dios ,3. Hacia muchas limosnas,4. Oraba siempre a Dios

Hay muchas personas entre nosotros con estas características, sin embargo, NO SON SALVAS ¿por
qué?

Porque la salvación no es por obras sino por la fe y la obediencia en Jesucristo: “"Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que
nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9).

Cornelio no solo tuvo fe, sino que también obedeció lo que el ángel le había dicho: “ÉL TE DIRÁ LO
QUE ES NECESARIO QUE HAGAS.” (HECHOS 10:6).
Hoy en día cuando uno le dice estas mismas palabras a una persona para que sea salva y pueda
entrar al reino de Dios, ellas se justifican en sus creencias equivocadas y siguen las tradiciones de
los hombres y no la recomendación de Dios:

(1 Juan 2:4-6). “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se
ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe
andar como él anduvo.” (1 Juan 2:4-6).

Cuando recibimos su palabra, nos hacemos obedientes.

Los que reciben su palabra deben ser bautizados; en el nombre de JESÚS, él había dicho estas
palabras: "El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que
me envió" (Juan 13:20; Lucas 10:16).

Oír a los apóstoles es oír a Cristo; recibir la palabra de los apóstoles es recibir la palabra de Cristo.

CORNELIO, tenía un gran problema y era que NO TENÍA la SALVACION, por eso el ángel le dijo que
tenía que escuchar a PEDRO, ÉL LE IBA A DECIR LO QUE ERA NECESARIO QUE HICIERA: "Este posa
en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; ÉL TE DIRÁ LO QUE ES NECESARIO
QUE HAGAS." (HECHOS 10:6).

Por eso cuando llego PEDRO, le mando que se bautizara en el nombre de JESUCRISTO. Esto era lo
que le hacía falta a CORNELIO.

Y esto es lo que te hace falta a muchas personas que dia tras dia nos acompañan en el sitio de
reunió y aun en las redes sociales y atravez de la emisora …… PIENSA……. PIENSA……. Tus obras no
te van a salvar, tus oraciones no te van a salvar, tus limosnas no te van a salvar, tus diezmos y
ofrendas no te van a salvar, tu bautismo en los títulos, padre, hijo y espíritu santo, no te van a
salvar.

Pero todos los que reciben el evangelio de Jesucristo mediante la fe, lo obedecen cuando son
bautizados en su nombre. Los que no son bautizados en su nombre no han recibido el verdadero
evangelio.

Esta fue la comisión de Jesús, esta fue su orden para el perdón de los pecados:

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las


naciones, comenzando desde Jerusalén. 24:48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.” (Lucas
24:47-48).

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Es necesario obedecer a nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, el dio el mandamiento y Pedro se
limitó a enseñarlo, a nosotros nos toca creerlo y obedecerlo:

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38)

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