Tanto filología (más antigua) como lingüística (más moderna) son hijas de la
antigua gramática, cultivada por las culturas clásicas, como la grecorromana.
Sin embargo, la lingüística nació a comienzos del siglo XIX, cuando el cambio
lingüístico y la posibilidad de estudiarlo de manera científica se hizo evidente.
3.3. Lexicografía:
Estudia los principios teóricos que deben aplicarse en la confección de
diccionarios.
3.4. Terminología:
Identifica y analiza los términos que se utilizan en las diversas áreas del
saber, con el fin de hacer propuestas de estandarización.