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Universidad de Guadalajara

Centro universitario de Ciencias de la Salud


INTRODUCCIÓN

Este ensayo hablara acerca de la distimia que es considerada como un trastorno afectivo
crónico, sin embargo también se le ha denominado (debido al poco estudio del trastorno)
como un trastorno del humor depresivo caracterizado por un curso crónico, que tiene una
intensidad leve no obstante causa un malestar clínicamente significativo, incluso se considera
que la distimia tiene peor pronóstico que el trastorno depresivo mayor ya que puede producir
igual o mayor limitación funcional, debido a que los síntomas interfieren de manera
importante con sus actividades sociales y su funcionamiento laboral y estudiantil.

Debe tenerse en consideración que la distimia debe persistir por lo menos dos años en
adultos y un año en adolescentes y niños.

Se encuentra en un estado de ánimo depresivo durante la mayor parte del día,entre los
síntomas continuos característicos están la pérdida o aumento de apetito, insomnio o
hipersomnia, falta de energía o fatiga, baja autoestima, pobre concentración, dificultad para
concentrarse o para tomar decisiones, y sentimientos de desesperanza.

Además, la etiología es compleja y multifactorial, involucrando mecanismos biológicos,


psicológicos y sociales, destaca la hipótesis genética que incluye factores ambientales y la
hipótesis aminérgica, deficiencia de serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema
nervioso central.

Asimismo este trastorno, también la distimia puede coexistir un episodio depresivo mayor y
se le llama depresión doble.

DESARROLLO

Si nos remontamos hasta la antigua Grecia el término distimia significaba mal humor, en la
escuela hipocrática era considerada parte del concepto más amplio de la melancolía, y hasta
la Edad Media la enfermedad fue tratada por clérigos, debido a que se atribuía al pecado y a
la posesión demoníaca. Sin embargo, Robert Burton publicó “The anatomy of Melancholy”
determinando como causas de la melancolía la edad, temperamentos y factores hereditarios,

En Alemania en los inicios del siglo XIX el concepto distimia fue utilizado para describir
depresiones con un curso crónico. En 1863, Karl Ludwing usó este término para formas de
melancolía que presentaban una fase y de manera atenuada debido a ya que en esa época
todos los trastornos del humor se incluían dentro de la llamada psicosis maniaco-depresiva,
En los diccionarios en 1860 para médicos el término depresión tiene más presencia y la
melancolía era cada vez menos usada. Kurt Scheider describió en 1923 la psicopatía distimica
o depresiva en relación a factores hereditarios y neonatales, además de variaciones
ambientales tempranas. El trataba de describir una depresión de solo sufrimiento, los
individuos eran incapaces de tener diversión, melancólicos, baja autoestima, tímidos,
sensibles por lo que era considerada la psicopatía distimica o depresiva dentro de los
trastornos de la personalidad.

Sin embargo, gracias a el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales


(DSM-II) y la Clasificación Internacional de Enfermedades en su novena versión (CIE-9) se
especifica que a la depresión crónica como una equivalencia a la neurosis de carácter,
eliminandola de los trastornos afectivos y vinculándola a los trastornos de personalidad. El
DSM-II incluye el diagnóstico de depresión neurótica y CIE-9 como Neurosis depresiva, pero
no poseían propiedades fenomenológicas como para constituir una entidad nosológica
distintiva. Poco después, DSM-III cambió la referencia de depresión crónica Trastorno
Distímico y posteriormente se dio la clasificación de inicio temprano y de inicio tardío. Sin
embargo, apareció nuevamente en el DSM-IV el trastorno de personalidad depresiva.

En el CIE-10 no difiere mucho de la neurosis depresiva o depresión neurótica, pero ambos


consideran la distimia como un trastorno afectivo crónico el cual puede iniciar de manera
temprana o tardía y la sintomatología es de menor intensidad a un episodio depresivo mayor.

La distimia es un trastorno común, con una prevalencia estimada entre el 3% y el 6% a lo


largo de la vida. En 2005, en México se reportó una prevalencia de distimia de 3 a 5%, un
poco menor que la reportada para el trastorno depresivo mayor, y hasta de 6% en niños y
adolescentes para la distimia.

De acuerdo a un informe del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde de Guadalajara, de las 3
primeras causas para consulta externa de psiquiatría es debido a diversos trastornos
depresivos (35.9% del total), una décima era por depresión leve (2.7% del total) y ninguno
por distimia; se puede pensar que talvez no se hayan identificado, o sean subdiagnosticado.
Inclusive se puede pensar que consideran su estado de ánimo crónico como parte de su
personalidad y no acuden por tratamiento.

De manera que cuando no hay un diagnóstico, los individuos pueden caer en una depresión
doble, experimentan exacerbación de sus síntomas considerado como un episodio depresivo
mayor. Incluso se ha llegado a registrar que más del 60% de los pacientes distímicos sufrirán
un episodio depresivo mayor en algún momento de su vida, y alrededor del 50% de los
sujetos no serán diagnosticados de distimia y la mayoría presenta comorbilidades.

Por lo que la distimia puede ser confundida por otros trastornos psiquiátricos, y se puede
asociar principalmente con trastornos de depresión mayor y otros trastornos del ánimo y de
ansiedad, además debemos incluir con el abuso de sustancias, debido a que de acuerdo a un
artículo se reporta un gasto hasta 5 veces mayor en la atención de pacientes con distimia más
comorbilidad de trastornos relacionados con el abuso de sustancias, debido a la necesidad de
atención sanitaria.

Es un factor clave poder discernir la presencia de características comórbidas, para así poder
dar un diagnóstico y terapia adecuada.

Como se ha podido inferir, el trastorno depresivo mayor y la distimia pueden parecerse e


incluso tienen síntomas en común, ambos son considerados parte del espectro de los
trastornos afectivos y el síntoma principal es el ánimo deprimido; la distimia es menos grave
pero tiene un curso crónico, para el trastorno depresivo mayor debe estar acompañado de al
menos 5 síntomas según el DSM-IV-TR, mientras que la distimia requiere solo de 2 síntomas
y que el trastorno hubiera estado al menos 2 años, en lugar de 2 semanas.

Además en pacientes distímicos son más distintivos los síntomas cognitivos y emocionales
que los síntomas vegetativos y psicomotores, por lo que podemos observar baja autoestima,
anhedonia, fatiga, irritabilidad y poca concentración, y en el trastorno depresivo mayor hay
problemas de apetito, libido y agitación o retardo psicomotor.

La DSM-5 establece los diferentes criterios para la diagnosis…

A. Estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, presente más días que los que
está ausente, según se desprende de la información subjetiva o de la observación por parte de
otras personas, durante un mínimo de dos años. Nota. En niños y adolescentes, el estado de
ánimo puede ser irritable y la duración ha de ser como mínimo de un año.

B. Presencia, durante la depresión, de dos (o más) de los síntomas siguientes:

– Poco apetito o sobrealimentación.

– Insomnio o hipersomnia.
– Poca energía o fatiga.

– Baja autoestima.

– Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.

– Sentimientos de desesperanza.

Además hay otros criterios, que en síntesis, se refieren a que nunca haber pasado por un
episodio maníaco o hipomaníaco, la alteración no se explica mejor por otro trastorno
psicótico o esquizofrénico, los síntomas no se pueden atribuir por efectos de ingesta de
sustancias u otra afección, los síntomas causan deterioro en áreas importantes del individuo.

Como anteriormente se ha hablado, la distimia se distingue de dos formas…

El inicio temprano, que es antes de los 21 años de edad y en donde los síntomas se
desarrollan de forma gradual.

Y el inicio tardío, que es posterior a los 21 años, donde se postula que debuta la
disima como respuesta a un evento estresante de la vida.

Difieren una de la otra en que, los pacientes de distimia temprana tiene probabilidad de ser
solteros, del sexo femenono, reportan una mayor duracion de la enfermedad, haber pasado
por advesidades en infanci y tener antecendenetes de comorbilidad y de depresion mayor.
Mientras que los pacientes de inicio tardío son de edad avanzada y presentaban comorbilidad
con depresión mayor.

La evolución de una condición crónica tal como la distimia tiene una gran gravedad en
afectar a diversas áreas en la vida de los pacientes, estudios han encontrado deterioro de la
calidad de vida en pacientes con distimia y mal ajuste social. No obstante, la probabilidad de
recuperación de pacientes con distimia se incrementa lentamente para el 50% de ellos y
después se estabilizan, sin embargo por medio de un estudio de una muestra de pacientes no
hospitalizados se encontró que la tasa estimada de recuperación fue de 73,9%, pero la media
del tiempo de recuperación fue 52 meses y se estimó un 71,4% de recaída. Aunque los
pacientes con distimia si tienen pensamientos suicidas, se estima que tan solo una porción de
ellos han intentado suicidarse.

Existen varios factores para la evolución de la enfermedad, como edad avanzada,


comorbilidad con trastorno de ansiedad. pobre relacion materna, historial de abuso sexual,
entre otros predicen un funcionamiento mas pobre despues de 10 años de inicio del
padecimiento, sin embargo uno de los facotres que se relacionan que tienen una amyor
complejidad en la distimia es el estres cronico, que resula ser uno de los mejores predictores
de los fallos en la recuperacion de la distima.

Como antes mencionado, la etiología del trastorno distímico es compleja y multifactorial la


cual involucra mecanismos biológicos, psicológicos y sociales, sin embargo no se ha llegado
a un acuerdo definitivo acerca de ello; por lo que se ha llegado a varias hipótesis de sus
posibles causas, entre ella se encuentra la trasmisión genética de la vulnerabilidad a la
depresión, un modo poligénico de herencia, involucra también factores ambientales, tal es
como la identificación de marcadores genéticos potenciales para los trastornos del ánimo en
cromosomas.

Desde la perspectiva neurobiológica, hay teorías que explican la etiología de la depresión, las
alteraciones biológicas encontradas no son específicas de un solo tipo de trastorno depresivo,
ya que se pueden encontrar en otras patologías, por lo que no hay un modelo teórico
neurobiológico de la distimia.

Existe la hipótesis aminérgica, la cual dice que los trastornos depresivos son causados por
una deficiencia en los niveles de serotonina, noradrenalina y/o dopamina en el sistema
nervioso central o en los neurotransmisores.

Incluso se señala que las experiencias estresantes inician cambios neuroquímicos que
incrementan la vulnerabilidad a la enfermedad depresiva, esto se puede observar en la
experiencia de eventos adversos en infancia puede relacionarse con el diagnóstico de
distimia; considerando 3 sistemas en el cerebro que se afectan: el eje
hipotálamo-pituitario-adrenal y sistema de liberación de corticotropina, el hipocampo y el
sistema noradrenérgico.

Estos cambios hacen sensibles los circuitos de CRF ante la presencia de estrés leve en la edad
adulta, generando respuesta exagerada al estrés, una exposición persistente al estrés las vías
del estrés se vuelven hiperactivas, lo que determina un incremento secreción de cortisol,
causa alteraciones en receptores glucocorticoideos y, en consecuencia, trastornos del estado
de ánimo.

Un tratamiento óptimo se utiliza antidepresivos y psicoterapia; si su uso es individual,la


psicoterapia resulta menos efectiva que los fármacos, pero si se combinan ambas la terapia
resulta más eficaz que cuando se administran sólo antidepresivos.
Entre los antidepresivos con mejor efectividad en pacientes distímicos son los antidepresivos
tricíclicos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los inhibidores de la
monoaminooxidasa. Los antidepresivos mejoran la distimia sólo en un 50-70% de los
pacientes, pero se ha estudiado que la distimia es resistente a antidepresivos, por lo que se ha
tenido que agregar litio o tiroxina u otros tratamientos. Incluso, de acuerdo a un estudio la
interrupción del tratamiento con antidepresivos se ha asociado con un 89% de recaídas.

Las hormonas como la dehidroepiandrosterona, que alivian síntomas como la falta de


motivación y energía, la preocupación, la incapacidad para afrontar las dificultades y el
entumecimiento emocional y la tristeza. Estos efectos se consiguen tras 3 semanas de
tratamiento. Sin embargo, esta sustitución no ha sido estudiada en gran medida, solo en
informes experimentales.

Las modalidades de psicoterapia eficaces en el manejo de la distimia, están las terapias


cognitiva, conductual, cognitivo-conductual, interpersonal, psicodinámica y de apoyo;
facilitan la mejoría de síntomas, no obstante el tiempo que se requiere para que produzca
resultados con efecto óptimo son al menos 18 sesiones. Pero algunos estudios muestran que
pacientes con historia de adversidad en la infancia responden de manera distinta al
tratamiento.

CONCLUSIÓN

Distimia es un trastorno afectivo crónico que persiste al menos 2 años en adultos y uno en
adolescentes y niños, caracterizado por la presencia de estado de ánimo depresivo a lo largo
de los días, y durante mayor parte del día están los síntomas de pérdida o aumento de apetito,
insomnio o hipersomnia, falta de energía o fatiga, baja autoestima, pobre concentración,
dificultad para concentrarse o para tomar decisiones y sentimientos de desesperanza.

Por medio del ensayo podemos discernir que se debe tomar en consideración a la hora del
diagnóstico y tratamiento las complejas relaciones entre la adversidad temprana, la
comorbilidad y el estrés crónico en relación al inicio y desarrollo del trastorno distímico.

En la distimia, la mejor estrategia terapéutica es la combinación farmacológica con la


psicoterapia, siendo la eficacia mayor que ambas estrategias por separado. La necesidad del
tratamiento farmacológico es clara, incluso hay un empeoramiento clínico si se retira la
medicación. Sin embargo, en casos de pacientes con distimia, como aquellos con
antecedentes traumáticos en la infancia, el beneficio de la psicoterapia es mayor.
BIBLIOGRAFÍAS

Jiménez-Maldonadoa,M., Gallardo-Morenob, G., Villaseñor-Cabreraa, T. y


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Psiquiatría. Elsevier.

Goena Vives, J. y Molero Santos, P. (2019). Distimia. Departamento de Psiquiatría y


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