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Incontables gotas acuosas cayendo continuamente afuera...

―[Cómo sea, tengo que ir al colegio]

Estaba acostado en el sofá con el uniforme del colegio, tan solo me faltaba ponerme aquellos
zapatos tan incómodos.

―[¡Qué dolor de espalda!… Eso me pasa por escribir y dibujar tanto, pues llevaba como 3 años
haciendo esto. Bueno debería dejar de hablar solo en mi mente y ponerme los zapatos para ir al
colegio que se está haciendo tarde]

Me despido de mi padre y me voy sin muchos ánimos de salir de mi cueva.

―Hola Afton, ¿cómo has estado? ―Me dijo una de mis compañeras llamada Ahame, parece
nombre japonés, pero no es de origen japonés.

Ella no es consciente del carisma que desprende, puede manipular a cualquiera sin tanto esfuerzo,
sin mencionar su belleza, que es complementado por su cabello rubio y sus ojos verdes que la
convierte en toda una coqueta.

Aunque ya nos conocemos desde hace mucho aún me impresiona su poder de comunicación,
joder parece que tuviera una maquina en la cabeza que le ayuda en pensar en qué decir después.

Algo que me da gracia de ella es que es muy distraída, hay que tener mucho cuidado cuando ando
con ella sino se va a caer en un agujero el algún momento, y no es broma, ya me sucedió 2 veces
cuando estuve con ella.

―Bien, ¿y tú? ―[Es obvio mencionar que después de estas palabras continuamos una
conversación como siempre]

―[No hace falta mencionar que siempre que hablan conmigo sostengo una conversación muy
común, aunque…]

―¡Ey!, no te olvides del libro que tienes que devolver en la biblioteca

―Oh, es cierto gracias por recordármelo

De regreso me compro un dulce para endulzar la lengua que urgía tanto, mis oscuros ojos veían al
dulce como un suministro importante.

Dije mientras comía aquel pan dulce ―[¡WOAH! al fin, que delicioso, necesitaba esto], estas
palabras resonaban en mi mente, aunque no había paredes, solo un suelo infinito y un fondo en
negro, pero aun así no era para nada oscuro, solo no se veía más allá, sin embargo, las palabras
hacían eco.

Luego me fui a la librería para entregar el libro que había tomado prestado, no pasó nada
destacable.

―Qué rápido paso el día― dije mientras cerraba mis ojos esperando otro día a ver de qué manera
me podría sorprender.


Me intentan despertar, es mi padre que me despierta para alistarme e ir al colegio nuevamente…


Qué molestia, pensé.

Me baño, cómo, bostezo, me visto, me voy, como siempre.

Nada fuera de lo común. ―[Hmm, tengo ganas de comer un dulce, ¿será que me compro otro pan
dulce?, Nah, mejor comeré otra cosa…]

―[Qué aburrido soy, aaaaarg, buah, aheejaaaaa]

Otro día más, nada interesante pasó…

Ahame me llamó al tejado del colegio para preguntarme algo, yo acepté, me parecio algo extraño
por el hecho que he visto muchos romances como para pensar que ella se iba confesar sus
sentimientos como en las típicas películas, y en cierto modo me emocioné ya que algo
“interesante” iba a pasar.

Al abrir la puerta que lleva al tejado sentí un horrible escalofrío que destruyó de una manera
impresionante mi estado de ánimo, acelerando mi corazón como si algo fuere malo vaya a
suceder.

Pues como no, en el colegio que estudio, no se puede subir al tejado, ya que no hay manera de
subir más que unas escaleras que están cerca de la dirección, y yo subí en la escalera principal.

Temblando logré abrir la puerta y decir con una falsa confianza ―Aquí estoy. ―Me sentía muy
asfixiado, a duras penas podía mantener mi cordura, quería gritar de temor y huir, tenía un hueco
en mi estómago muy incómodo que no me permitía mantener mi confianza mucho tiempo.

―Gracias por acudir a mi invitación ―Aquellas palabras que dijo con la misma cálida sonrisa de
siempre fueron las peores que he oído en mi vida, haciendo retumbar mi poco equilibrio, me dio
dolor de cabeza de una manera muy intensa.

―N-No es na-nada ―Pude responder

―¿Qué sucede? ―Quería que se callara de una vez por todas, no podía más, mi corazón estaba
muy acelerados, como 180 latidos por minutos.

―N-No es nada, s-solo que había corrido un poco antes de llegar aquí ―Me cuesta mentir…

―¡MENTIROSO! ―No podía soportar el dolor de cabeza, estaba tambaleando, no tenía casi
fuerzas para hacer algo, no podía estar recto ya que algo muy extraño le pasaba a mi estómago, es
como si me hubieran herido gravemente allí, que por causa del desangrado no podía estar en una
postura recta, tampoco podía separar mi mano al estómago.

―¡Por tus mentiras es el motivo por el cual estas aquí! ―Estaba arrodillado con las manos en mi
estómago.
Todo comenzó a deformarse, las rejas que había en el tejado habían desaparecido, y Ahame salta
del tejado.

Por alguna razón corrí a ver; el cuerpo de ella aún caía, iba por el cuarto piso, cosa que es extraña
ya que el colegio tiene 3 pisos, esto tan solo acelero mi corazón a tal punto que pensé que me iba
a dar un ataque cardíaco.

Cuando su cuerpo iba a impactar al suelo sus piernas se separó de su cuerpo sin razón lógica, justo
al momento de chocar contra el suelo, ese mismo momento parpadee y el escenario cambió.

Era una habitación muy pequeña blanca con negro en el techo que se iba degradando, frente de
mí había una puerta de ascensor.

No tenía palabra que expresar, estaba totalmente desconcertado, no sabía que sucedía. Aún mi
corazón estaba latiendo como loco, mi mente no podía procesar lo que sucedió, aún estaba
arrodillado con mis manos en el suelo.

¿Esto acaso es un sueño?, ¿Es una alucinación?, ―[NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ,

NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, NO SÉ, ¿¡QUÉ PASA!?] ―decía constantemente intensificando mi
dolor de cabeza, aceleraba aún más mi corazón, mis manos hacían aún más fuerza contra el suelo.

Este sufrimiento acabó cuando me desperté bruscamente.

Estaba perplejo, mi corazón estaba acelerado pero ya no tanto, parpadeaba mucho, puse mis
manos en mi cabeza y solté una pequeña carcajada pensando ―[Joder mi cerebro sí que me jugó
una muy mala broma de mal gusto] ―Comencé a respirar profundo para tranquilizarme.

Me levanté y abrí la puerta de mi cuarto para abrir la nevera comerme algo, lo que sea e irme a
casa, ya que aún era de noche.

Al abrir la puerta crujió, pero no era nada más que un sonido, dejé la puerta abierta, bajé, abrí la
nevera, agarré un trocito de queso, me lo comí, tomé un poco de agua, subí las escaleras, pongo
mi mano en el picaporte para abrir la puerta de mi habitación y…

―[¿Espera qué?] ―dije confuso, ya que no había cerrado la puerta, y no fue el viento, ya que si así
fuera la puerta no se hubiera cerrado por el seguro de la puerta, pensé que era mi hermano, o mi
papá, que lo cerraron por alguna razón, pero, todas las puertas de mi casa crujen lo
suficientemente fuerte como para que fuera posible escuchar aunque sea un poco la puerta,
además que lo que acabo de hacer fue tan solo 3 minutos, sin mencionar que desde la cocina se ve
la puerta de mi habitación.

Tantas cosas en mi cabeza que no podía estar tranquilo, pero sacudí mi cabeza ―[La pesadilla que
tuve me dejó pensando mucho, seguro, que la puerta se cerró por motivos normales]

Al abrir la puerta, veo que mi habitación se convirtió en la misma pequeña habitación que había
visto en mis sueños, estando frente de mí la puerta del ascensor.

Mi corazón comenzó nuevamente a acelerarse y vista a nublarse, al parpadear el lugar en el que


estaba se convirtió parte de la misma pequeña habitación, en mi mano estaba el manubrio de mi
habitación con la puerta y su marco, pero a su alrededor no había paredes.
Desconcertado era como estaba en ese momento…

La puerta del ascensor se abre.

―Welcome! ―dijo Ahame…

Mi piel estaba tan pálida con el de un muerto, mi corazón latía descontroladamente, mi estómago
tenía una horrible sensación; temblaba como si estuviera expuesto a las profundas aguas del
Antártida por días, mis fuerzas fueron drenadas por el terror que sentía, esta fue la peor sensación
que he sentido en mi vida.

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