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IES “Doña Jimena” departamento de Griego 2011-

2012

Salamina según Esquilo

El poeta trágico Esquilo (525-456 a. C) estrenó Los persas


en 472, sobre la victoria griega en Salamina (480) en la
que él participó. Podemos imaginar el ambiente el día en
que se representó durante el festival de teatro, unos
espectadores habrían participado directamente y otros
sufrido las consecuencias de aquella guerra. Esquilo
obtuvo aquel año la victoria en el concurso de tragedias.

En Los persas (472 a. C), el poeta incluye el peán que


cantaron los griegos antes de entrar en batalla. Vamos a traducirlo y luego leeremos un
fragmento de la obra.

Un mensajero llega al palacio de la ciudad de Susa, allí, la reina Atosa, viuda del rey Darío,
espera noticias de la guerra que su hijo Jerjes mantiene contra los griegos. El mensajero
anuncia la desgracia de la derrota de la flota persa en Salamina y da detalles de la batalla y
de la crueldad del combate y de los caídos.

402 καὶ παρῆν ὁμοῦ κλύειν Ὦ παῖδες Ἑλλήνων ἴτε*,

“ y al mismo tiempo se podía oír un gran clamor

ἐλευθεροῦτε* πατρίδ', ἐλευθεροῦτε* δὲ

παῖδας, γυναῖκας, θεῶν τέ πατρῴων ἕδη,

405 θήκας τε προγόνων· νῦν ὑπὲρ πάντων ἁγών.

*formas en imperativo de presente.


El imperativo de presente griego tiene las siguientes formas de segunda persona.
• 2ª singular: λῦ-ε
• 2ª plural: λύ-ε- τε

1 M. Paz Suárez Gutiérrez


IES “Doña Jimena” departamento de Griego 2011-
2012

“La noche avanzaba, pero la escuadra griega no hacía una salida furtiva por ningún sitio.
Pero después que el día radiante, con sus blancos corceles, ocupó con su luz la tierra
entera, en primer lugar, un canto, un clamor a modo de himno, procedente del lado de los
griegos, profirió expresiones de buenos augurios que devolvió el eco de la isleña roca. El
terror hizo presa en todos los bárbaros, defraudados en sus esperanzas, pues no entonaban
entonces los griegos el sacro peán como preludio para una huida, sino como quienes van al
combate con el coraje de almas valientes. La trompeta con su clangor encendió el ánimo de
todos aquellos. Inmediatamente con cadenciosas paladas del ruidoso remo golpeaban las
aguas profundas del mar, al compás del sonido de mando. Rápidamente todos estuvieron al
alcance de nuestra vista.

La primera, el ala derecha, en formación correcta, con orden, venía en cabeza. En segundo
lugar, la seguía toda la flota. Al mismo tiempo podía oírse un gran clamor: “Adelante, hijos
de los griegos, libertad a la patria. Libertad a vuestros hijos, a vuestras mujeres, los templos
de los dioses de vuestra estirpe y las tumbas de vuestros abuelos. Ahora es el combate por
todo eso”.

2 M. Paz Suárez Gutiérrez

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