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Prehistoria II PED 1

Rubén Arrué Zapater


UNED Valencia

COMENTARIO FIGURA 1

Inhumación individual, cuerpo en posición alargada, en decúbito supino, la


colocación de los brazos sobre el cuerpo y la la aparición de la rótula de la rodilla
izquierda, nos indica su posición. Presenta un rico ajuar, compuesto por tres
brazaletes de pectúnculo (concha de grandes dimensiones de molusco marino) una
diadema de dientes o piedra, conchas perforadas, un cuchillo de sílex, microlitos de
sílex, cuentas de piedras perforadas y un ídolo de piedra o hueso representando la
figura humana. La no presencia de cerámica y cobre en el enterramiento nos indica
que pertenece a un neolítico inicial, ya que la cerámica aparece en la mayoría
enterramientos del neolítico.

Este tipo de enterramiento con las características que presenta, lo podremos


encontrar en dos regiones europeas, pertenecientes ambas a un neolítico inicial con
cronologías diferentes, estaría representado en el sudeste de Europa y en el sudeste de
la península ibérica en la Cultura de Almería.

Cronología sobre el 7.000-5.000 a.C. Neolítico Inicial del sudeste de Europa,


en estas sociedades mixtas, la caza, pesca y recolección todavía representa una parte
importante de la dieta. En la mayoría de estas regiones, los enterramientos por lo
general, se solían realizar en el interior de las estructuras de la habitación, aparecen
numerosas estatuíllas de terracota representando figuras femeninas.

Este enterramiento también lo encontramos con una cronología en torno al


5.000 a.C. en la Cultura de Almería, donde los brazaletes pectúnculo y los ídolos son
objetos típicos de estos enterramientos. Estas sepulturas están asociadas a
construcciones funerarias no megalíticas apareciendo en cuevas o abrigos donde
encontramos fosas rodeadas de piedras que a veces toman la forma de sepulcros
circulares.

COMENTARIO FIGURA 2.

Tanto el dibujo número 1 sepultura en fosa, como el número 2 sepultura en


cista, pertenecen a la cultura de las tumbas de fosa, apareciendo en el Calcolítico
antiguo sobre el 3.500 a.C. en las regiones pónticas entre el Volga y los Urales
extendiéndose hacia el oeste llegando hasta el Danubio.

Inhumaciones individuales excavadas en el suelo bajo túmulo, el dibujo


número 2 está rodeado por un túmulo de piedras donde se ha cubierto el techo y las
paredes por losas de piedra (sepultura en cista) la tumba está constituida por una
cámara rectangular, observamos la presencia de un recipiente cerámico como
elemento del ajuar mas representativo del dibujo. En el dibujo número 1 la parte
superior de la fosa está tapada con maderas, (sepultura en fosa) encontramos esta
fosa cubierta por un túmulo de tierra, también observamos aquí como elemento del
ajuar más importante un recipiente de cerámica. En los dos enterramientos aparecen
los cuerpos en posición fetal con las piernas encogidas en decúbito lateral, es común
que estas sociedades depositaran los cuerpos con la cabeza orientada hacia el este.

Los restos óseos aparecen pintados con yeso u ocre, en estos enterramientos
encontramos casi siempre restos óseos de animales, bueyes, corderos, caballos, junto
a éstos, aparecen adornos, armas, cerámicas y útiles, así como, objetos para la
realización de actividades metalúrgicas. Existen grandes diferencias en cuanto al
ajuar de unas tumbas a otras, evidenciando una clara diferenciación social, los
elementos diferenciadores mas importantes asociados a estos enterramientos son la
aparición de carros, ruedas o representaciones de éstos en arcilla, juntos con estelas
antropomorfas, objetos de cobre y armas como hachas de combate, marcando
claramente el estatus del individuo.

Dibujo 3

Enterramiento perteneciente a la Cultura de las Sepulturas de Catacumbas,


apareciendo en las estepas pónticas actual Rusia y Ucrania, cultura originaria del
Caucaso, perteneciente al Calcolítico Final de estas regiones con una cronología en
torno al 3.000-2.200 a.C. dando comienzo a la edad del bronce y ocupando el área
donde se desarrolló la Cultura de las Tumbas de Fosa.

Cavidades excavadas en el suelo donde el acceso está construido mediante un


pasadizo vertical, pudiendo llegar hasta los cinco metros de largo, donde podemos
encontrar peldaños para acceder a la cámara. Cámara oval, en algunas ocasiones
pueden aparecer nichos en la cámara, ésta la encontramos revestida de maderas o
cañas. La entrada se cierra con losas de piedra, la fosa se cubre con un túmulo de
piedra y tierras generalmente poco elevado, pudiendo tapar varias sepulturas, estos
enterramientos suelen aparecer en las terrazas altas de los ríos.

El cuerpo se encuentra en posición fetal en decúbito lateral, el ajuar que


encontramos en este enterramiento está compuesto por un recipiente cerámico de
fondo plano útiles líticos, óseos y de cobre, podemos encontrar diferentes objetos en
estos enterramientos como hachas de combate de piedra pulimentada, realizados en
cobre, puñales, cuchillos, punzones, puntas de lanza y hachas. Aparecen también
adornos de hueso, cobre, oro, plata y conchas en forma de cuentas de collar y
colgantes, son frecuentes también los restos óseos de animales a modo de ofrendas
alimenticias, como bueyes, caballos, ovejas y cabras, en algunas ocasiones aparecen
restos de carros asociados a enterramientos de personas con una especial relevancia
dentro del grupo, marcando una clara diferenciación social.
Figura 3.

Tholos del poblado de los Millares (Almería) perteneciente al calcolítico


desarrollándose entre el 3.400 y 2.600 a.C. Sepultura colectiva donde se inhumaron a
unos cincuenta individuos de cámara circular con un diámetro que puede oscilar entre
los tres y seis metros, construida por mampostería de piedra caliza procedente de
canteras cercanas, la cámara está revestida de losas de piedras verticales donde
encontramos dos nichos laterales. La cubierta se realiza mediante aproximación de
hiladas de piedra progresivamente hacia el interior formando una falsa cúpula, el
cierre de ésta se realiza mediante la colocación de una madera horizontal apoyada
sobre un pilar central que observamos en el dibujo. Un corredor de tres tramos
conduce del exterior hacia el interior de la cámara, también encontramos cubriendo el
corredor una cubierta plana de madera, observamos la presencia de un nicho en el
corredor. En el acceso exterior a la entrada de la cámara y dividiendo cada uno de los
tramos de acceso, encontramos losas de piedras funcionando como puertas. La
sepultura está cubierta con un túmulo redondo de piedras y tierra que presenta
diversos anillos de piedra concéntricos para reforzar la estructura, en el exterior de la
construcción aparecen dos círculos de piedra rodeando o delimitando la periferia del
túmulo terminando en la entrada de la cámara donde forman una especie de vestíbulo
en el que debieron realizarse actividades ceremoniales.

En ajuar funerario de este tipo de sepulturas presenta objetos y materiales


reflejando claramente el estatus del individuo, útiles de cobre, cerámica, puntas de
flecha y puñales de sílex y marfil, junto con adornos de piedra, hueso y concha,
marcarán una clara diferenciación social de estos grupos.

Figura 4.

Enterramiento en una fosa ovalada o circular, la cual puede estar revestida de


madera o mampostería y cubierta de piedras formando un túmulo, aunque en las fases
iniciales de este tipo de enterramientos podemos encontrar sepulturas sin túmulo.

Encontramos el cadáver en decúbito lateral con las piernas flexionadas,


observamos la ausencia de algunos huesos como parte de la columna y el fémur, el
ajuar que encontramos está muy limitado, representado por cerámica compuesta por
vasos ovoides con fondos curvos decorados a base de incisiones y encontramos lo
que parece unas plaquitas de hueso o cobre cerca de los antebrazos. Este tipo de
ajuar junto con la posición del cadáver, la falta de huesos y forma de la sepultura nos
indicaría un enterramiento asociado al Calcolítico Antiguo sobre las estepas pónticas,
en la actual Ucrania y Kazajistán. Representado por grupos relacionados con la
Península de Anatolia y Próximo Oriente, practicada por la cultura Srednijstog de
economía mixta, donde pesca y caza tienen un papel todavía importante en la dieta
de estos grupos, con una cronología entre el 4500-3500 a. C. pueblos que destacan
por ser donde se han encontrado los restos mas antiguos de montura a caballo. Este
tipo de enterramiento y ajuar evolucionaría a uno mas complejo, sepultura en fosa.
Figura 5.

Dolmen de Menga situado en Antequera provincia de Málaga, monumento


megalítico destinado a enterramientos colectivos, tumba de corredor con un pasillo de
acceso de planta rectangular sin prácticamente diferenciación entre la cámara y el
corredor. Se han colocado pilares intermedios que sirven de sostén para el techo, la
cámara está compuesta por siete ortostatos a cada lado y uno al fondo de la cámara,
ésta la encontramos formada por cinco losas de piedra siendo la última la de mayor
dimensiones, se han colocado tres pilares cuadrados centrales para sujetar las losas.
El Dolmen de Menga está cubierto por un túmulo de tierra como los otros
enterramientos que podemos encontrar en la zona (Dolmen del Romeral y Dolmen
de Viera) en la primera losa a la izquierda de la entrada aparecen unas figuras
antropormórficas.

Esta sepultura pertenece al Calcolítico Antiguo de la Península Ibérica con una


cronología entre el 2500 y el 2000 a.C. con fines rituales o funerarios, las grandes
dimensiones de este monumento megalítico 25 metros de largo y 7 de ancho y con
piedras de hasta 18 toneladas, nos indica la existencia en la zona de una importante
población, condicionada por los abundantes recursos para el cultivo con los que
cuenta esta región. La construcción de este tipo de monumentos requiere grandes
esfuerzos de mano de obra y de organización, estas características son reflejo de una
sociedad compleja, con un grado importante de jerarquía y organización, junto con
una estrecha cooperación entre comunidades de la zona, que compartían códigos
religiosos comunes.

No se han encontrado restos óseos y de ajuar en esta tumba debido al expolio


continuo al que se ha visto sometido este enterramiento, este tipo de sepulturas
podrían contener varios individuos en un mismo lugar no significando que fueran
enterrados todos a la vez, ya que cuando el espacio disponible se agotaba los
esqueletos anteriores, se amontonaban para introducir nuevos cadáveres (reducción
de restos).

Recientes estudios han datado un inicio para esta construcción en torno al


4.000 a.C. esto nos indicaría el comienzo del monumento en el Neolítico, siendo una
de las construcciones funerarias megalíticas más antiguas de Europa.

COMENTARIO

A partir del análisis realizado de los diferentes enterramientos observamos una


clara evolución en la realización de éstos respecto a momentos anteriores, aparición
de enterramientos colectivos, diferenciación y cantidad en el tipo de ajuar, nos
muestran el cambio en el ritual funerario que está relacionado con nuevos cultos y
transformaciones en el ámbito espiritual, originado por los procesos de cambio
profundo, tanto económico como social, así como los nuevos descubrimientos de
materiales, que sufrirán estas sociedades neolíticas y calcolíticas.

Es evidente que la mayor parte de los monumentos megalíticos tienen un papel


funerario y religioso, como santuarios o lugares sagrados y centros de culto. La
transformación que se produce en enterramientos y rituales, nos revelan un cambio en
el mundo espiritual y religioso, la gran dedicación de trabajo, esfuerzo, tiempo y
organización a la construcción de estos monumentos pone de manifiesto también una
transformación de la sociedad de estos periodos.

Las imágenes comentadas corresponden a dos regiones europeas (sudeste


península ibérica y estepas pónticas) separadas por miles de kilómetros lo que nos
indica un proceso evolutivo en relación a los enterramientos de dos zonas sin
influencia entre ambas. Podemos encontrar diferencias importantes tanto en
construcciones funerarias como ajuares, mostrándonos las diferencias de estas
sociedades.

En los enterramientos realizados en la península ibérica observamos la


evolución sufrida desde el Neolítico en torno al 5.000 a.C. donde aparece el
enterramiento de la figura 1, hasta el Calcolítico Antiguo sobre el 2.600 a.C. donde
encontramos el Tholos de los Millares.

Observamos el enterramiento mas antiguo correspondiendo al Neolítico que


aparece en la figura número 1, siendo una inhumación individual realizada en cueva o
abrigo, pudiendo presentar un pequeño túmulo, a partir del 3.500 a.C. observamos la
evolución sufrida en estos enterramientos con la aparición del Dolmen de Menga,
donde encontramos enterramientos colectivos al aire libre construcciones megalíticas
y necrópolis. La aparición del Tholos de los Millares sobre el 3.000 a.C. nos indica
una clara evolución en la construcción de las sepulturas, apareciendo construcciones
mas complejas con nuevos materiales y técnicas (mampostería, revestimientos con
losas y aproximación de hiladas para formar cúpulas). El enriquecimientos de los
ajuares, con la aparición de cerámicas y metales, nos mostrarán las diferencias
sociales de una sociedad cada vez mas compleja, en las que empieza a tener una gran
importancia el papel del clan o tribu.

El resto de imágenes pertenecen a sociedades del este de Europa que se


asientan sobre las estepas pónticas, estos dibujos representan al calcolítico en sus
diferentes fases para una misma región, donde podemos observar su evolución a lo
largo de este periodo.

Como diferencias mas importantes en comparación a los enterramientos de la


Península Ibérica se observan la aparición de enterramientos individuales y la
ausencia de sepulturas megalíticas. Aparecen enterramientos en fosa bajo túmulo mas
sencillos y menos laboriosos que los de la Península Ibérica y diferentes tipos de
ajuar donde la cerámica y los metales los encontramos antes sobre el 4.000 a.C.
(figura 4) y la generalización de ofrendas animales en los enterramientos.
Una similitud importante en ambas regiones la encontramos en los diferentes
tipos de ajuar que aparecen en los enterramientos mostrándonos una clara
diferenciación social en estas sociedades.

El proceso evolutivo en los enterramientos comienza con la aparición de la


figura 4 en el Calcolítico Antiguo donde se observa un enterramiento individual en
una pequeña fosa cubierta por un pequeño túmulo, éste evolucionará a partir del
Calcolítido medio hacia sepulturas mayores en fosa o cista, donde aumenta el ajuar,
tanto en cantidad como en variedad. Por último aparece el Calcolítico final con la
sepultura en catacumba resultado de una evolución autóctona de la cultura de las
tumbas de fosa, como diferencia en el ritual funerario destacamos la aparición en
algunas tumbas de nichos laterales y de existencia de un pasadizo vertical que une el
exterior con la tumba. El ajuar continua con los mismos elementos que en la etapa
anterior, marcando una clara diferenciación social, se observa la aparición de oro y
plata en algunos enterramientos.

Estos tipos de enterramientos mas sencillos que los de la Península Ibérica


están determinados por el carácter nómada de muchos grupos de estas regiones,
condicionando el proceso de construcción de estas tumbas.

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