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Comunicación para El Desarrollo de La Asertividad
Comunicación para El Desarrollo de La Asertividad
OBJETIVO GENERAL
Analizar las ventajas de ser asertivo, manejando adecuadamente nuestros sentimientos y
creando un equilibrio en las relaciones interpersonales.
CONTENIDO
La autoestima.
¿Qué es? La autoestima y la vida diaria.
La importancia de las creencias y el desarrollo personal.
La historia “individual”.
La asertividad.
Definición y Características de la Persona Asertiva.
Beneficios de la Conducta Asertiva.
La Comunicación Asertiva.
Relacionar la comunicación con las situaciones conflictivas
Identificar las formas de comunicación: Verbal, Visual y Vocal
Explicar la forma de Comunicación Asertiva y el Valor de Confrontar
Identificar las formas más explícitas del arte de escuchar
Aplicar principios, técnicas y herramientas fundamentales para la resolución de
conflictos a través de la comunicación
Dirigido a:
Ejecutivos, mandos medios y superiores, supervisores, coordinadores y a todo
el personal de la organización interesado en optimizar la comunicación a través
del trabajo colaborativo y creando equipos de alto desempeño laboral.
Estrategias Metodológicas:
Está basado en la metodología Teórico-Vivencial, con material audiovisual de
soporte, dinámicas de grupo, ejercicios y prácticas orientados a los resultados
esperados de aprendizaje, así como autoevaluaciones de los participantes y
demás alternativas que permitirán el logro de un aprendizaje efectivo y duradero.
Dueacion:16 horas
Facilitadora: Msc. Lic. Haydee Martínez
La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno o una tiene por sí
misma y es un aspecto muy importante en todo ser humano.
La autoestima nos marca como personas y nos ayuda a definir nuestra personalidad. La
autoestima que se tiene influirá en casi todo lo que uno hace, como por ejemplo; influirá
en la toma de decisiones, podrá modificar acciones, aspiraciones, gustos y muchas otras
cuestiones que forman el ser, la felicidad y la vida de una persona.
Es importante señalar que, aunque nosotros somos los responsables de definir nuestra
autoestima, conseguir tener una autoestima alta no es sencillo. La autoestima conlleva
diversos procesos internos a través de los cuales se debe llegar a la aceptación de todo lo
que forma parte de una persona, es decir: su imagen física, capacidades, defectos,
valorar las virtudes, etc.
Si una persona consigue quererse y ser feliz como es, con sus defectos y virtudes,
conseguirá tener una alta autoestima, un buen concepto de sí mismo y una valoración
positiva. Estos aspectos pueden tener un papel fundamental para que esa persona triunfe
en lo que se proponga y sobre todo, sea más feliz. Una autoestima alta también influirá
en el concepto que las demás personas tendrán sobre esa persona.
Por todos estos motivos, el amor y la valoración que uno tiene de sí mismo, son muy
importantes para la formación de una persona, su desarrollo y su vida en sociedad.
La autoestima está basada en una serie de pilares básicos, que dependen únicamente de
nosotros y que, además es nuestra responsabilidad cuidar día tras día, para conseguir su
mejora. Estos pilares básicos son los siguientes:
Autoconcepto: Es la opinión que una persona tiene de sí misma, lo que ella cree
acerca de sus habilidades, cualidades positivas y negativas, valores… Este pilar
está en constante cambio ya que se basa en nuestras aptitudes, las ideas que
tenemos acerca de nuestro propio cuerpo y las valoraciones de nuestra persona
que hace la gente que nos rodea.
Aceptarse a sí mismo
Como a casi todo el mundo, habrá partes de tu cuerpo o de tu rostro con las que
estarás contento mientras que habrá otras que no te gustará tanto observar o que
te causarán rechazo. Por ejemplo, es posible que pienses que tienes unos ojos muy
bonitos pero que tus caderas son muy anchas. O quizá empiecen a preocuparte los
signos de la edad: arrugas, pérdida de pelo, flacidez…
Todas las personas sienten ese tipo de complejos, así que, aunque los sentimientos que
notes al observarte te resulten desagradables, debes hacer el esfuerzo de continuar. Lo
más fácil es huir, negar lo que uno está viendo y esconderlo en lo más hondo de la
mente pero eso no nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y aceptarnos tal
y como somos. Se trata de una huida fácil, una negación de la realidad que, aunque en
un primer momento nos tranquilice, sólo conduce a una baja autoestima y a sentirnos
desgraciados.
Tenemos que seguir mirando nuestra imagen e intentar decirnos a nosotros mismos
“Me acepto a mí mismo por completo, sean cuales sean mis defectos”. Intenta
mantenerte relajado y respirando profundamente y repítete la frase a ti mismo una y otra
vez durante uno o dos minutos. No tengas prisa y reflexiona sobre lo que estás diciendo
y sobre los sentimientos que te provoca. Es posible que las primeras veces esa frase te
resulte vacía pero poco a poco, irás creyendo en ella.
Hay muchas situaciones sociales en las que nuestro nivel de autoestima puede influir,
como son las siguientes:
Pedir lo que se quiere: Las personas con autoestima baja no suelen ser capaces
de exigir las cosas que desean o necesitan, por lo que muchas veces sus derechos
serán ignorados. Estas personas pueden llegar incluso a decidir voluntariamente
no pedir nada para no ser rechazados o incluso no ser capaces ya de identificar
sus deseos y necesidades.
Saber decir no: Ese miedo al rechazo puede hacer que la persona no sea capaz
de negarse a cosas que están en contra de sus ideales o sentimientos, con la
considerable carga de culpa y ansiedad que sufrirán después.
Responder a las críticas: Las personas con baja autoestima pueden no ser
capaces de responder a las críticas de los demás, incluso cuando éstas están
formuladas de manera inadecuada, grosera o agresiva. Pueden llegar incluso a
creerse esas críticas sin valorarlas, consiguiendo así que su nivel de autoestima
decrezca aún más.
Para ayudar a otros a elevar su autoestima, ayúdale a que el otro vea sus logros
y virtudes. Una persona con baja autoestima probablemente pensará que todo le
sale mal y que solo tiene defectos. El hecho de que otra persona le remarque y
muestre sus logros puede ayudarle a entender que también consigue logros y
tiene virtudes, lo cual también le ayudaría a elevar su autoestima.
El desarrollo personal y las creencias son elementos que van de la mano, pero no
siempre esta combinación se da de la manera acertada, de hecho, los seres humanos han
utilizado aquellos elementos que se denominan creencias para escudar muchas veces sus
miedos, sus incertidumbres y sus culpas entre otros defectos que se niega a superar.
La superación personal y las creencias se retroalimentan entre sí, es decir, que una
persona no asuma su proceso de superación tal y como tú, lo haces, no quiere decir que
esa persona no tenga su propia manera de ver la vida y de creer como hacerla mejor.
Por lo tanto, aquellas que decimos o pensamos son nuestras creencias, no lo son, sino
que en el fondo de nuestros corazones tenemos temores y proyecciones diferentes.
Las creencias y la superación personal son procesos que se ligan al ser humano desde
lo mental y lo físico (proyección – acción) y desde lo espiritual y lo emocional (anhelo
– deseo) integrándolo en una sola unidad.
Es más, entre mejor estructures tus creencias internas, verdaderamente ligadas a lo que
tu corazón desea y tu mente sabe que es correcto, resulta más positivo para ti, que la
influencia de creencias ajenas que llegan a ti por imposición, no sólo estas son poco
sinceras, sino que en su mayoría nacen del miedo, por lo que tratan de reprimir todo
impulso que se catalogue erróneamente como negativo.
Nuestras creencias pueden hacernos ver y sentir efectos profundamente personales, por
ejemplo en el caso del efecto placebo; la fuerza de la mente supera cualquier elemento
del entorno, por esto es muy importante determinar qué es lo que verdaderamente
creemos.
Una de las cualidades que más pueden ayudarnos a desarrollar una autoestima
equilibrada es la asertividad. Consiste en saber decir sí o no en el momento adecuado,
reconocer y expresar los sentimientos, tomar decisiones, actuar sin ser agresivo con los
demás y hacerse responsable de nuestra conducta y sus consecuencias.
Una persona asertiva tendrá una autoestima fuerte y sabrá comportarse con los demás de
forma adecuada, defendiendo sus derechos sin pasar por encima de los de los demás
Dependiendo del grado de asertividad que poseen las personas podemos clasificarlas en
diferentes tipos de comportamiento asertivo.
Además del comportamiento asertivo, también trataremos otros conceptos que pueden
ayudarnos a desarrollar nuestra autoestima, como la capacidad de independizarse.
Las personas con baja autoestima pueden ser muy dependientes de las otras personas de
su entorno y, al estar preocupados por su incapacidad para ser autónomos y ser
responsables de resolver sus propios problemas, pueden sentir terror a la perspectiva de
tener que vivir por sí mismos.
Otro concepto importante es el aprender a estar solos, entendiendo por estar solo la
capacidad de disfrutar de estar con nosotros mismos de manera sana y agradable sin
caer en la depresión o el aislamiento.
Asertividad y autoestima
La asertividad no es sólo saber decir sí o no en el momento adecuado, aunque esto sea
una parte importante. También es reconocer y expresar los sentimientos, tomar
decisiones, actuar sin ser agresivo con los demás y hacerse responsable de nuestra
conducta y sus consecuencias.
Por el contrario, las personas asertivas tienen una alta autoestima y unas buenas
relaciones con los otros. Vamos a ver cómo se comporta una persona asertiva para
poder compararlo con nuestro comportamiento:
Define el problema, busca diversas soluciones y las valora antes de tomar una
decisión.
Defiende sus derechos, opiniones y sentimientos pero sin negar los derechos de
los
La persona asertiva es la que es capaz de defender sus ideas y derechos sin pasar por
encima de los otros, sabe expresarse y es responsable de sus acciones. Éste sería el
comportamiento ideal, que lleva a unas mejores relaciones con las otras personas y una
autoestima más alta.
Inhibido o pasivo:
1. Estas personas suelen caracterizarse por tener un tono de voz bajo e inseguro y
evitar el contacto visual con los demás.
2. Es la persona que hace todo lo que le dicen sin importarle lo que él piensa o
siente.
3. Toma sus decisiones por impulsos o por miedo a la opinión de los demás.
7. No defiende sus opiniones ni sentimientos y deja que los demás le pasen por
encima o les ignoren, por lo que se siente desgraciado.
Agresivo:
3. Siempre intenta imponer sus decisiones y derechos, sin importarle los demás.
6. Ventajas: Los demás no se meten con él y muchas veces consigue lo que quiere.
Esta es la lista oficial de los beneficios que tendrás cuando seas una persona asertiva:
12. Derecho a decidir qué hacer con mis problemas, cuerpo, tiempo, etc., mientras
no se violen los derechos de otras personas.
Como ves, los beneficios de la asertividad te llevarán a ser una persona plena,
respetuosa con sus propias necesidades y con las de los demás, evitarás frustraciones y
malos entendidos y no será por tu culpa que una comunicación no sea fluida, tú siempre
lo intentarás en las mejores condiciones.
La Comunicación Asertiva.
Algunas personas tienen problemas para hacer valer sus derechos de un modo asertivo y
tienen a reaccionar de formas poco apropiadas que les crean problemas en sus
relaciones, así como estrés y malestar. Pero la asertividad es una habilidad que puede
aprenderse.
Cuando no eres asertivo, tiendes a responder de dos maneras distintas, que a veces se
dan en la misma persona, en diferentes momentos:
1. Sumisión
.Pueden ceder, someterse y no hacer valer sus derechos. En este caso, es posible que
luego se sientan dolidas, humilladas, resentidas o débiles.
Asertividad
Ser asertivo significa que te respetas a ti mismo y que estás dispuesto a expresarte, a no
dejarte avasallar, pedir lo que te corresponde y hacer valer tus derechos. También
significa que eres consciente de los derechos de los demás y los respetas. La
comunicación asertiva no es ni demasiado agresiva ni demasiado pasiva.
Existen tres partes para cada mensaje que nosotros intentamos comunicar. Estos son, la
intención del remitente del mensaje, el envió del mensaje a través de maneras verbales y
no-verbales, y la recepción del mensaje.
Mala comunicación puede ocurrir en cualquiera de estas tres fases. El remitente puede
estar confundido sobre su intención. El remitente puede estar seguro de su intención
pero puede estar inseguro en el envío de su mensaje verbal y no-verbal. El remitente
Mucho del trabajo del mediador es manejar el proceso de comunicación que ocurre en la
sesión de la mediación, y el mediador hace esto a través de la instrucción dada a las
Partes y a través de su propia conducta. En la mediación, el mediador presenta reglas
explícitas e implícitas para la conducta de la Resolución de Conflicto, y estas reglas
abarcan las maneras de hablar y de escuchar.
Una analogía simple para las tareas del oyente cuando necesita escuchar para entender
puede deducirse de las simples reglas al cruzar una calle:
DETENERSE
MIRAR
ESCUCHAR
CRUZAR
El oyente debe DETENER cualquier cosa que interfiera con su escucha; MIRAR el
mensaje no-verbal del portavoz; y ESCUCHAR el mensaje verbal del portavoz; luego
el oyente puede CRUZAR al demostrar que ya entiende al portavoz.
El escuchar activo es un término que describe conductas que permiten a otros el saber
que usted los ha oído y los ha entendido. Estas conductas demuestran su interés en el
portavoz, su intento por entender el mensaje del portavoz, y una orientación respetuosa
y no crítica hacia el portavoz. El escuchar activo toma energía y requiere práctica. Todo
Para poder estar totalmente presente usted debe psicológica y físicamente orientarse
hacia el portavoz.
Sólo así usted estará listo para observar y escuchar al portavoz más completamente.
ORIENTESE PSICOLÓGICAMENTE
Respete al Portavoz. Respeto significa que usted aprecia a otros simplemente por el
hecho de que ellos son seres humanos y que usted expresa esta actitud por medio de sus
palabras y acciones. Usted comunica respeto estando totalmente presente, preparado y
listo para trabajar, valorando la individualidad de cada una de las Partes, y viendo a
cada Parte como un individuo capaz y competente de resolver el problema.
Sea Genuino. El ser genuino significa el ser usted mismo cuando usted está mediando
y el permitir un contacto personal directo con las personas involucradas en el conflicto.
Usted comunica autenticidad cuando usted es abierto, no-defensivo, consistente, y
asertivo. No se esconda en el papel de mediador.
ELIER
R Relájese. Siéntase cómodo usando su cuerpo para comunicar que usted está
escuchando al portavoz.
Usted debe poder escuchar y entender las preocupaciones de cada una de las Partes.
Usted necesitará unas guías para escuchar, organizar, y entender mensajes verbales.
Efrón, Ekman y Friesen (1969, 1972) han conferido un fuerte impulso a la investigación
en el campo de la gestualidad. Estos autores establecieron cinco categorías de señales no
verbales, que aunque se refieren a los movimientos de todas las partes del cuerpo,
definen especialmente los gestos de las manos. En su tipología distinguen entre
emblemas, ilustradores, reguladores, señales de afecto y adaptadores, y señalan que
estas categorías no poseen un carácter de exclusividad, de tal manera que un gesto no
está incluido necesariamente en una sola de las categorías, pudiendo pertenecer a más
de una.
Los emblemas
Señales de afecto.
Aunque la principal vía de expresión de los estados de ánimo es la gestualidad facial (se
tratará en otra parte de esta exposición), también hay gestos corporales que realizan una
función en este sentido. (Ej.: un gesto típico que expresa rabia es agitar un puño).
Los adaptadores.
Se trata de gestos no intencionales que utilizan los sujetos con fines de autorregulación
en distintas situaciones de la vida cotidiana. (Ej.: Ajustarse el nudo de la corbata).
La expresión facial.
Las expresiones faciales son uno de los comportamientos no verbales más investigados
y con mayor relevancia psicológica, tal y como señalan diferentes autores. Así, por
ejemplo, para Ricci y Cortesi (1980) la cara es una zona de comunicación especializada
que utilizamos para comunicar emociones y actitudes.
Las personas tenemos intereses y distintas formas de ver el mundo, por lo cual el
conflicto está a la orden del día, en tales circunstancias, la asertividad se muestra
como la habilidad clave para gestionar y prevenir conflictos.
En una situación de conflicto existen tres tipos de reacciones. Algunos optan por
una comunicación pasiva, dejándose llevar por los demás, evitando el conflicto.
Otros se tornan agresivos mostrando posturas egoístas y autoritarias ganándose
el rechazo de los demás.
Por último están las personas asertivas que están seguras de quiénes son y de su
valor, que respetan la opinión de los demás pero no se dejan arrastrar por los
demás, que expresan sus gustos e intereses de forma espontánea, que no temen
decir que no cuando es necesario, que reclaman sus derechos, entienden que
tienen derecho a cometer errores, a aceptar cumplidos, a discrepar abiertamente,
a ser diferentes y tratan a los demás con educación y respeto.
No se trata de nutrir la paciencia que hay que tener para sentarse a escuchar
vacías peroratas que poco aportan. A esa gente se le dice ¡A palabras necias,
oídos sordos! Se trata más bien de cultivar el arte de escuchar lo que tienen
que decir otras personas que esperan de nosotros una valiosa retroalimentación.
2. MANTENERNOS INVOLUCRADOS
Es cierto que a veces el diálogo se establece en lugares ocupados y llenos de
personas. De ser así, hay que tomar conciencia y enfocarnos más en la persona
con la que estamos hablando y menos en lo que acontece a nuestro alrededor. Si
nos vemos obligados a interrumpir para responder una llamada de teléfono, por
ejemplo, a pedir disculpas y a ser breves.
Además de estas técnicas básicas, es importante que no tomes por asalto a la otra
persona porque probablemente esta reaccionará de manera brusca y agresiva. Lo ideal
es que le preguntases cuándo tiene un momento para hablar sobre la situación que te
preocupa. Añade, además, que crees que un diálogo abierto no solo puede resolver el
conflicto sino que mejorará sus relaciones interpersonales.
ASERTIVIDAD
Conclusión
Hoy por hoy, contar con una comunicación asertiva puede marcar la diferencia en tu
vida. En tiempos antiguos, el hombre definía su éxito, por la cantidad de animales que
pudiera cazar para conseguir pieles, la construcción de buenos refugios para protegerse
de amenazas y de las inclemencias del clima… etc.
Sin embargo, si hoy en día quisiéramos analizar de manera analógica la situación que
estamos viviendo con respecto a la que vivieron nuestros ancestros, podemos decir que
hoy en día la habilidad más importante, es la comunicación.
Una de las mejores maneras de mejorar nuestra comunicación, es contar con una gran
asertividad, dado que siendo asertivos, podemos efectivamente conquistar nuestras
metas fácilmente, al lograr impartir nuestros puntos de vista con otras personas y
negociar de manera más eficaz.
Los procesos de negociación, incluyen torrentes comunicativos que surgen del interés
de cada parte por lograr un beneficio propio, y en el mejor de los casos, por la
convicción de impactar positivamente las vidas de los demás.
Porque finalmente, para ganar dinero y gozar de abundancia, tener una pareja y vivir el
amor, y estar saludable y activo en el día a día, necesitamos comunicarnos al menos a
niveles relativamente básicos.
La asertividad (si no estás muy relacionado con el concepto) tiene que ver con poder
comunicar fuertemente un mensaje. En un punto intermedio entre la pasividad y la
agresividad.
Es decir, que por un lado, no somos suficientemente agresivos como para pasar por
groseros al brindar nuestros puntos de vista.
Pero por el otro, tampoco somos suficientemente pasivos como para aceptar lo que otros
digan sin siquiera pensar.
Es un equilibrio entre ambas cosas y permite comprender a los demás, pero hacerles
saber que tenemos conceptos por transmitir.