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Tarea 5 Civil 8
Tarea 5 Civil 8
El Art. 893 del Código Civil Dominicano, cita: "Ninguno podrá disponer de sus bienes a título gratuito, sino
por donación entre vivos o por testamento, en la forma que este Código expresa".
La donación es un contrato a través del cual se transfiere de manera gratuita un bien a otra persona que
acepta dicha transferencia. Las partes en este acuerdo se denominan donante y donatario, siendo el primero
el que transfiere el bien y el segundo el que lo recibe.
La donación siempre implicará que el patrimonio del donante se reduzca y, por el contrario, que el del
donatario se acreciente. Sin embargo, el donante puede reservarse el usufructo de lo donado hasta un
tiempo estipulado o bien de por vida. Entonces, solo cuando fallece, el donatario recibe la donación en
cuestión.
Para que una liberalidad se considere como válida en cuanto para que esta sea ejecutable consta de cuatro
condiciones que deben cumplirse en toda circunstancia.
Una de esas condiciones es la manifestación de la voluntad del disponente, es decir, la persona que hará la
entrega del bien debe ser una persona capaz no puede ser un interdicto por ejemplo. Este consentimiento
no debe estar viciado.
La causa constituye otra condición, y esta debe ser el hecho de entregar la cosa al beneficiario sin recibir
nada a cambio. El único fin que tiene esta acción es enriquecer el patrimonio del otro, aunque no siempre es
así. En la causa reside esta intención.
Por último debe existir la capacidad de disponer a título gratuito, en el caso del donatario, y la capacidad de
recibir a título gratuito en el caso del beneficiado.
Ahora bien una liberalidad puede ser entregada bajo una carga o una condición para que esta se pueda
ejecutar, hay que definir estos dos conceptos detalladamente para así poder aplicarla a estos casos de las
transmisiones a título gratuito.
Una carga es una obligación interpuesta por el disponente, al gratificado, con la finalidad de una obra que
debe realizar el gratificado, o una prestación que debe hacer con un tercero o el mismo disponente. La carga
puede ser una obligación de no hace o no enajenar.
Por otro lado una condición, la cual es una figura que conocemos mejor, la podemos definir como el
acontecimiento futuro o incierto del cual depende la formación o resolución de una liberalidad. La
condición es una figura en la cual se aplica las mismas formalidades de la obligación de derecho común.
El testamento es definido por el articulo 895 como: el acto por el cual dispone el testador, para el tiempo
que ya no exista, del todo o parte de sus bienes, pero que puede revocar. El testador lega para el futuro, pero
tiene que ocurrir la muerte obligatoriamente para que esta pueda ser entregada, probado por el acta de
defunción.
La reserva hereditaria constituye pues aquella parte de la sucesión de la cual el decujus no puede disponer
por medio de liberalidades (o sea donaciones, testamentos etc). La porción de los bienes que el decujus
puede ceder por donación o testamento se denomina la parte de libre disposición.
Artagnan Pérez Méndez define la reserva hereditaria como “La porción de la herencia de la cual no se puede
disponer a título gratuito en detrimento de los herederos reservatarios, Lo contrario es la cuota disponible,
es decir lo que puede disponer, a título gratuito cuando hay herederos reservatarios”.
La reserva de los ascendientes se fija en un cuarto de la sucesión, tanto para la línea paterna, como la para
materna. La cuota disponible es de la mitad o de las tres cuartas partes, según queden o no ascendientes en
ambas líneas.
7) ¿Cómo está concebida la reserva hereditaria, según lo
señalado por el artículo 913 del Código Civil?
Se trata, pues, de la porción que el de cujus podrá disponer, sin afectar la legítima hereditaria; para calcular
la parte de libre disposición, es necesario adicionar el activo neto que el de cujus ha dejado al momento de
su deceso, al valor de las donaciones que haya efectuado. Si la comparación del total, así obtenido con el
total de las donaciones y los legados, demuestra que la reserva hereditaria ha sido perjudicada, los
herederos reservatarios pueden intentar una acción en reducción.
Según los artículos 931 y siguientes del código civil, todo acto que contenga donación entre vivos se hará
ante notario, en la forma ordinaria de los contratos, protocolizándose, bajo pena de nulidad. La donación
entre vivos no obligará al donante, y no producirá efecto alguno sino desde el día en que haya sido aceptada
en términos expresos. La aceptación podrá hacerse en vida del donante por acta posterior y auténtica, que
se protocolizará; pero en este caso la donación no producirá efecto respecto del que la hizo, más que desde
el día en que se le notifique el acta de aceptación. Ningún acto de donación de efectos muebles será válido,
sino con relación a los comprendidos en un estado con su tasación, y firmado por el donante, por el
donatario o por aquellos que en su nombre acepten; el estado se unirá al protocolo de la donación.
2. Ejecución de las cargas: las cargas están impuestas a favor del propio donante o de un tercero. En
caso de incumplimiento el donante puede exigir la ejecución de las cargas o pedir en justicia la anulación de
la donación.
3. Obligación de pagar las deudas: se trata de deudas presente o de deudas futuras determinadas. Si
esta obligación no existe en la donación, el donatario no tiene que pagar ninguna deuda por el donante. Así
por ejemplo, la donación tiene por objeto un inmueble hipotecado, el donatario tiene que pagar la deuda, si
es perseguido por el acreedor hipotecario y quiere evitar la ejecución de la hipoteca, pero como el no está
obligado personalmente, salvo cláusula en contrario, tiene un recurso abierto contra el donante.
Nuestro articulo 953 expresa: “La donación entre vivos no podrá revocarse, a no ser en el caso de no
ejecutarse las condiciones en que se hizo, por motivo de ingratitud o de nueva descendencia”.
El articulo 954 expresa: “En el caso de revocación por no ejecutarse las condiciones, los bienes volverán al
poder del donante libres de toda carga e hipoteca de parte del donatario; el donante tendrá contra los
terceros detentadores de los inmuebles donados, todos los derechos que tendría contra el mismo
donatario.”[12] Como podemos ver estos dos artículos al igual que el 956 llama condiciones lo que en
realidad son las cargas que se pueden imponer al donatario, sea en provecho del donante, del donatario o
de un tercero.
Si el donatario no ejecuta la carga que ha prometido cumplir, el donante tiene una opción: perseguir
directamente la ejecución de la carga, o pedir, en justicia, la revocación de la donación. En este caso
podemos hacer mención al artículo 1184 de nuestro condigo, que expresa lo siguiente: “La condición
resolutoria se sobreentiende siempre en los contratos sinalagmáticos, para el caso en que una de las partes
no cumpla su obligación”.
Cabe mencionar que la revocación por inejecución de las cargas o de las condiciones como menciona
nuestro código, no tienen lugar nunca de pleno derecho, ya que el artículo 956 dice: “La revocación por falta
de ejecución de condiciones o por causa de ingratitud, no se verificara nunca de pleno derecho”.
La revocación será pedida por: La revocación la podrá siempre pedir el donante, es un derecho que le
pertenece a este, le pertenece incluso en el caso en que la carga se haya estipulado en provecho de un
tercero. Por supuesto lo herederos del donante tendrán derecho a pedir la revocación. La acción en
revocación pertenece al donante desde que el donatario ha dejado de cumplir la obligación.
Efectos: En caso de revocación los bienes vuelven a las manos del donante, conforme al 954, es decir, se
aniquila la donación retroactivamente. Todos los derechos contenidos por el donatario caen y los terceros
adquirientes de los bienes donados están obligados a restituirlos.
Si el donatario es ingrato frente al donante, se expone a la revocación de la donación. El artículo 955 es muy
claro explicando las causa de dicha revocación espesándonos lo siguiente: “La donación entre vivos no podrá
revocarse por causa de ingratitud, sino en los casos siguiente: 1) Si el donatario ha atentado a la vida del
donante; 2) Si se ha hecho culpable, respecto de este, de servicia o injurias graves; 3) Si le rehusase
alimentos.”
En el primer caso basta que la culpabilidad quede probada, en cuanto a la segunda cabe aclara que las
servicias son los malos tratamientos físicos que el donatario puede causarle al donante. Las injurias graves
comprenden los ultrajes y los actos que tienen un carácter ofensivo en perjuicio del donante. En cuanto a la
tercera causa, cuando el donante cae en necesidad de recibir alimentos, el tiene derecho de pedir una
pensión alimenticia y si el donatario le niega los alimentos la ley permite intentar una acción en revocación
de la donación.
La revocación podrá ser pedida por: dijimos anteriormente es el donante el que goza del derecho de la
revocación. Pero aquí en cuanto a los herederos si se prueba que el donante antes de morir había conocido
la ofensa y no obstante no pidió la revocación, la acción no pasa a los herederos, porque queda extinguida
por el perdón.
Plazos: La acción en revocación debe de ser intentada dentro del año, contando desde el día del delito
imputado por el donante al donatario, no es un plazo sujeto a prescripción. La revocación nunca podrá
hacerse por el donante contra los herederos del donatario, ni por los herederos de aquel contra el
donatario, a no ser que la acción haya sido ya intentada por el donante antes de fallecer.
Efectos: En cuanto a los terceros la revocación no debe de perjudicar a aquellos que han adquiridlos objetos,
desde las manos del donatario, con anterioridad al ejercicio de la acción. En cuanto al donatario, si ha
operado la revocación, hay que considerar como si la misma nunca se hubiese hecho, salvo lo que concierne
a los frutos. El donatario debe de restituir los bienes recibidos, deberá también indemnizar al donante de
todas las cargas que ha creado sobre los bienes.
La revocación de la donación por el nacimiento de un hijo se funda en una presunción de la voluntad del
donante, pero especialmente por el hecho de querer proteger a los hijos.
La revocación de un testamento o de una disposición testamentaria especial, por obra de la voluntad del
testador, puede ser expresa o tácita.
En la revocación expresa los testamentos pueden revocarse total o parcialmente. En conformidad con las
disposiciones que establece el Código Civil en su artículo 1035 que expresa: “Los testamentos no se podrán
revocar en todo ni en parte, sino por un testamento posterior o por acta ante notario, en la que conste la
variación de la voluntad del testador”. Este articulo lo que nos quiere dejar dicho es que existe dos maneras
de revocar el testamento una es por medio de otro testamento y la otra por la redacción de un acto notarial.
No importa en qué forma fue redacto el testamento (ológrafa, mística o autentica) puede revocarse por
medio de otro testamento, redactado en forma auténtica u ológrafa.
El testamento revocatorio, desde el momento en que cumple las condiciones de forma que se exigen para
los testamentos, necesariamente no tiene que valer como testamento verdadero, de donde se derivan las
siguientes consecuencias:
Según lo establecido en el código civil en su artículo 1037 nos dice esta revocación tienen todo su efecto,
aun en el caso en que el nuevo acto quede sin ejecución por incapacidad del heredero instituido o del
legatario o por negarse a estos a recibir la herencia.
El testamento anterior también se puede revocar por medio de otro acto, redactado en la forma como se
redactan ordinariamente los actos notariales o auténticos. En este no hay que seguir reglas especiales que el
Código Civil traza para su redacción de los testamentos auténticos. Es prudente que en dicha acta figuren 2
testigos ya que son requisitos exigidos por el Código Civil.
Siempre que la revocación expresa resulte de un acto notarial o de otro testamento, también es revocable
porque esa es la esencia de los actos de última voluntad. En conformidad al artículo 1035 del Código Civil se
puede hacer por medio de otro testamento o de un acto notarial y puede ser tacita, como puede serlo la
revocación del testamento.
Conforme al artículo 1036 del Código Civil la primera hipótesis lo que quiere decir es que la circunstancia de
que el testador haya dictado o escrito, un posterior testamento, no quiere decir per se que el testamento
anterior quedo revocado, sino que se debe tomar en cuenta las disposiciones expresamente derogadas.
Según la segunda hipótesis esto pasa cuando no se pueden ejecutar las dos disposiciones, como ocurre
después de haber legado a una persona la plena propiedad de un inmueble, se le lega a otra, la nuda
propiedad, por medio de un segundo testamento.
Según Artagnan existe otra hipótesis que sería la contrariedad entre dos disposiciones testamentaria, y
existe todas las veces en que no pueden ejecutarse materialmente, las dos disposiciones. Hay contrariedad
cuando dos disposiciones sucesivas y distintas otorgan el mismo objeto a dos personas diferente.
Existe lo que se llama enajenación voluntaria de los objetos legados. Cualquier enajenación que hiciese el
testador, implica renovación del legado en relación a lo enajenado, aunque la enajenación posterior sea nula
y el objeto haya retornado al testador.
La ley no se refiere a la posibilidad de la destrucción del testamento pero nadie duda que un legado no se
puede ejecutar cuando el testamento ha sido materialmente destruido por el testador.
Existen diversas causas de caducidad de los legados según los artículos 1039 y 103 del Código Civil, que
disponen que: “Toda disposición testamentaria caducará, si no hubiere sobrevivido al testador, aquel en
cuyo favor fue hecha”. Según la intención del testador no debe cumplirse sino cuando suceda, según los
expresado en el artículo 1040 del Código Civil, en el sentido de que: “Toda disposición testamentaria hecha
bajo condición dependiente de un suceso incierto, y que según la intención del testador no debe cumplirse
sino en cuanto suceda o no, caducará si el heredero instituido o el legatario muere antes de su
cumplimiento”.
También puede caducar el legado si el objeto legado desaparece totalmente en vida del testador. Así lo
expresa el artículo 1042 del Código Civil, que dispone: “El legado caducará, si el objeto legado hubiese des-
aparecido totalmente, durante la vida del testador”.
También caduca cuando el heredero se repudia o es incapaz para recibir, según lo expresado en el artículo
1043 del Código Civil, cuando el heredero instituido o el legatario la repudiasen o se hallasen incapaces de
recibirla”.
La muerte del legatario implica la caducidad del legado cuando este es condicional y el legatario implica la
caducidad del legado cuando este es condicional y el legatario muere antes del cumplimiento de la
condición.
Se trata de una excepción al principio de la retroactividad de la condición, la cual, en consecuencia, no se
aplica sino a los legados y no a las donaciones propiamente entre vivos.
La revocación se puede hacer por:
1. Inejecución de las Cargas
2. Por ingratitud.