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ADMINISTREMOS CORRECTAMENTE LA PALABRA DE DIOS

Por Alberto Valdivia Cier

“Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene
de qué avergonzarse y que usa bien la palabra de verdad” (2Timoteo 2:15)

Dios ha puesto en nuestras manos sus tesoros, tanto materiales como espirituales.
Él espera que cada uno de nosotros seamos buenos administradores de esas
riquezas. La Palabra de Dios es uno de esos tesoros que se nos ha sido otorgado, la
Biblia dice que la Palabra de Dios es más deseable que el oro y la plata (Salmo
19:10), debemos pues de valorar la Palabra de Dios y administrarla correctamente
en nuestras vidas.

Veamos cómo debemos administrar adecuadamente la Palabra de Dios:

1. INTERPRETEMOS SABIAMENTE LAS ESCRITURAS.

No podemos sacar enseñanzas antojadizas o particulares, debemos siempre leer


las escrituras a la luz de lo que los cristianos siempre hemos creído como verdades
fundamentales.

Ser guiados por alguien capacitado en el estudio de las escrituras, y que evidencia
ser honesto y celoso de la verdad de Dios es siempre un buen camino, pero
sobretodo tenemos que buscar la ayuda del Espíritu Santo quien nos guiará
siempre a toda verdad.

La escritura dice: “Yo pongo la mirada en los pobres y humildes de espíritu, y en los
que tiemblan al escuchar mi palabra” (Isaías 66:2) ¿Dónde está ese temor, ese
respeto por la Palabra de Dios? Muchos lo están perdiendo, ya no tienen el
cuidado, la humildad y el celo de verificar si lo que creen o enseñan está conforme
con lo que los cristianos hemos creído por generaciones. Hoy en día existe la
tendencia en muchos hermanos nuestros, de buscar ideas novedosas, énfasis
nuevos y extravagantes, interpretaciones forzadas, con la intensión de hacer nuevo
el mensaje; pero lo único que logran al final es pervertir el evangelio. ¡CUIDADO!
¡DEBEMOS DE LEER LA PALABRA DE DIOS BAJO LA GUÍA DEL ESPÍRITU Y A LA LUZ
DE LAS VERDADES SÓLIDAS QUE EL PUEBLO DE DIOS HA CONFESADO EN ESTOS
DOS MIL AÑOS DE EXISTENCIA!

2. DEBEMOS NO SOLO CONOCER SINO PRACTICAR LAS ESCRITURAS.

La escritura no nos ha sido revelada para darnos conocimiento intelectual sino


principalmente conocimiento vivencial; es decir, sabiduría para la vida, por lo tanto
más que saber, hay que vivir la Palabra.

Los fariseos y maestros de la ley sabían la Palabra de Dios pero no la vivían. Jesús
los llamaba hipócritas, porque no practicaban lo que enseñaban. Todos podemos
caer en este mismo error; fácilmente nos podemos volver religiosos, moralistas o
biblíolatras, dejando de lado lo más importante de todo, que es practicar la Palabra
de Dios.
Tener una Biblia, leerla, enseñarla, NO ASEGURA NADA, solo viviéndola es cuando
verdaderamente nos hacemos cristianos genuinos y sinceros

3. NO USEMOS LA BIBLIA PARA PONER “CARGAS MORALES” SOBRE LOS DEMÁS,


SINO PARA AYUDARLOS A ENCONTRAR SU LIBERACIÓN.

Podemos mal utilizar la Palabra de Dios, convirtiéndola en un manual de reglas


morales solamente, sin tomar en cuenta su mensaje liberador.

Por supuesto, la escritura contiene principios morales y de conducta, pero su


mensaje no se centra en esto. La buena noticia de la Palabra de Dios, consiste en
mostrarnos como a través de Cristo podemos encontrar el poder de Dios en
nuestras vidas, para ser transformados con su presencia, y de esa manera ser
capaces de vivir conforme a la moral del evangelio. La escritura nos invita al
arrepentimiento, a la fe y a la transformación en Dios, la moral siempre será una
consecuencia de este camino de fe, nunca el elemento iniciador.

No podemos usar la escritura para someter o imponer a los demás a una forma de
conducta, como si eso fuera el evangelio. NO, tratar de vivir las normas del
evangelio sin la experiencia de la conversión no produce liberación sino solo
esclavitud, religión y legalismo. NO HAGAMOS ESO, NO IMPONGAMOS LOS
VALORES DEL REINO A AQUELLOS QUE NO SON CAPACES DE ENTENDERLO Y
VIVIRLO. DEBEMOS MÁS BIEN GUIARLOS A EXPERIMENTAR A DIOS, A RECIBIR LA
PAZ DEL PERDÓN Y LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU EN SU VIDA, LUEGO EL PROPIO
ESPÍRITU SE ENCARGARÁ, A TRAVÉS DE LA PALABRA, DE TRANSFORMAR SU
CONDUCTA CONFORME AL EVANGELIO.

4. CONOCER LA ESCRITURA NO NOS DEBE DE ENVANECER.

El conocer las escrituras debe de traerte humildad, no altivez. No te coloques como


“maestro” de los demás, tratando de ganar seguidores. Nosotros guiamos a la
gente a Jesús y no a nosotros mismos. Es triste ver como muchos usan la Biblia
para manipular la voluntad y la conciencia de la gente, y es más triste aún ver cómo
la gente sigue a estos engañadores con tanta facilidad.

La señal de alguien que en verdad vive la palabra de Dios es la humildad, y la


humildad se hace evidente desde los ademanes y gestos que usas, hasta como
expresas tus ideas y tratas a tus semejantes. No nos dejemos engañar, ni tampoco
nosotros engañemos a nadie, recuerden que hay más condenación para aquellos
que cumplen mal la tarea de enseñar la Palabra de Dios.

"Hermanos míos, no haya entre ustedes tantos maestros, pues ya saben que
quienes enseñamos seremos juzgados con más severidad" (Santiago 3:1).

BUENOS ADMINISTRADORES DE LA PALABRA DE DIOS ES LO QUE HOY SE


NECESITA…OREMOS PARA QUE DIOS LEVANTE SIERVOS QUE SEAN FIELES AL
EVANGELIO DE JESÚS, Y PARA QUE CADA CREYENTE NO SÓLO CONOZCA SINO
VIVA CONFORME A LA BENDITA PALABRA DEL SEÑOR.

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