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Dialogo 1

DM: El agente lleva puesto una túnica gris carbón y os mira con una leve sonrisa. En sus manos
sostiene varias cartas de color marfil, las cuales las coloca dentro de un estuche plateado, que luego
guarda en el bolsillo de su túnica.
Felix: —Bienvenidos, soy el vidente Lucius Malaicaimas—. Se presenta el agente. —Confió en que
el viaje no se les haya hecho demasiado largo—. Lucius se pone de pie, rodea la mesa y saluda a
cada uno de los miembros del grupo con un apretón de manos antes de invitarlos con un gesto a que
os sentéis. Tras saludar a todos, Lucius se ajusta un morral negro que lleva colgado a un lado. Os
fijais en que el morral es de seda, un material muy caro, y que esta cerrada con varios sellos de
pureza de los que cuelgan largas cintas carmesí.

El grupo rolea (eres libre de decir lo que quieras, o puedes pasar directamente al dialogo 2)

Dialogo 2
Felix —Aunque estoy seguro de que el informe de misión que les ha entregado el honorable
inquisidor describe con detalle la naturaleza de nuestro cometido aquí, he tenido la fortuna de pasar
carias semanas en este… infausto puesto avanzado, y no he estado ocioso. Verán, aun con toda su
miseria, Locanthos tiene algo especial. El venerable San Drusus, conquisto este mundo para el
Imperio sometiendo a sus salvajes habitantes y arrojando sobre ellos la luz y la gloria del Dios
Emperador. Como ya sabrán, está previsto que la catedral de Desesperanza sea consagrada a este
insigne héroe, y no estoy dispuesto a tolerar que el recuerdo de este santo se vea empañado por la
herejía, que un propósito tan sagrado sea frustrado por un brujo endogámico ni nada que se le
parezca.
Felix —En cuanto a Desesperanza… La información que he podido averiguar parece indicar que
está teniendo lugar tipo de fenómeno psíquico en ese asentamiento. Aunque basándome en los
vagos informes que he recibido no sabría decir si se trata de la obra de algún psíquico imprudente
aun no detectado, o si por el contrario se trata de algo aun mas siniestro, las evidencias sugieren que
todos etos sucesos inexplicables ocurren en la nueva catedral o en sus alrededores. Estatuas que
sangran, manifestaciones, ruidos fantasmagóricos, arañazos al otro lado de las paredes… —La voz
del vidente se va apagando mientras cavila unos instantes con la mirada perdida; luego saca una
placa de datos de su cartera y la estudia brevemente antes de continuar—.
Felix —Ah, si. Desesperanza esta al norte, en la cumbre de las montañas que igual han visto
viniendo hacia aquí. En un mundo más civilizado habríamos viajado directamente al puesto
avanzado por el aire, pero aquí eso no es posible, por lo que tendremos que recorrer el llamado
Camino de los Peregrinos, que en realidad no es más que un sendero de tierra bastante transitado.
He conseguido un transporte, un camión todoterreno; espero que lo conduzca alguno de ustedes, a
mi nunca se me ha dado bien, por cierto, antes de que ustedes llegaran compre suministros para
todo el grupo, lo suficiente para dos semanas.

El grupo rolea (eres libre de decir lo que quieras, o puedes pasar directamente al dialogo 3)
Dialogo 3
Felix —primero tendremos que atravesar el yermo de esquisto, y no va a ser un viaje fácil. Los
lugareños afirman que estos paramos han sido testigos de las mayores batallas del largo y cruente
pasado de Locanthos, y que a día de hoy aún siguen siendo campos de contienda predilectos entre
diferentes grupos armados. Nadie lo sabe con seguridad, pero corren rumores sobre la existencia de
criaturas terribles en el yermo; aunque seguramente las únicas amenazas de las que debemos
preocuparnos serán bandidos y saqueadores. En cualquier caso, es mejor que estemos preparados
para cualquier eventualidad.

(Desde este punto, eres completamente libre de hacer y decir lo que quieras, el camión está
guardado en un garaje que se encuentra en el edificio de al lado)

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