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CONSECUENCIAS DEL USO INCORRECTO DE LA

TECNOLOGÍA

La tecnología es la ciencia aplicada a la resolución de problemas


concretos. Constituye un conjunto de
conocimientos científicamente ordenados, que permiten diseñar y crear bienes
o servicios que facilitan la adaptación al medio ambiente, así como la
satisfacción de las necesidades individuales esenciales y las aspiraciones de
la humanidad.

La tecnología representa el conjunto de conocimientos con las que el hombre


desarrolla un mejor entorno, más saludable, agradable y sobre todo cómodo
para la optimización de la vida.

Rom. 12, 2 Es necesario discernir, es decir, pensar, elegir y actuar conforme a


la voluntad de Dios, para ello es necesario detenernos y retomar el tema de la
tecnología, para descubrir en esta época qué nos pide Dios.

Presentar algunos daños que puede ocasionar el uso inadecuado de las


nuevas tecnologías y las redes sociales.
 Ansiedad y depresión
 Dormir
 Imagen corporal
 Acoso cibernético
 Miedo a perderse alguna cosa (FOMO) que se puede traducir por
"miedo a perderse algo". La expresión describe una nueva forma de
ansiedad surgida con la popularización del móvil y las redes sociales,
una necesidad compulsiva de estar conectados.

Ideas y consejos sobre redes sociales y evangelización


Es tiempo de valientes: comunicación positiva del derecho a la vida, altavoces
del mensaje cristiano.
Por: Francisco Pérez-Latre

Mostramos la ponencia que el profesor de la Facultad de Comunicación de la


Universidad de Navarra, don Francisco Pérez-Latre impartió durante las
recientes Jornadas “La Comunicación de la Fe en la Opinión Pública”.
La comunicación es una actividad que tiene sus reglas, como la física, la
construcción y el fútbol. Vamos a ver algunas de esas reglas en las redes
sociales.

1. Las redes sociales son plazas públicas. A partir de 2003, empezaron a


tener audiencias “masivas”. En Facebook ahora mismo estamos hablando casi
de 800 millones de personas, es un fenómeno único en la historia de la
comunicación. Es evidente que en las redes sociales se dicen tonterías, e
incluso hay gente que tiene en ellas conductas peligrosas. Pero también
reflejan la sed humana de vínculos con otras personas, de amistad, de estar
cerca unos de otros. A la vez, pueden reflejar simplemente vanidad o
narcisismo. Es un mundo de paradojas, las paradojas de la comunicación
digital[ii].

2. En las redes sociales debes tener una clara identidad. No puedes tener
lo que se podría llamar el “síndrome de Jason Bourne”, que ya no sabe quién
es. Tienes que ser quién dices ser. A veces la distinción entre vida “online” y
vida “offline” confunde un poco: la identidad es la misma. Tienes que elegir tu
perfil, apostar por qué tipo de persona vas a ser. Puedes suscitar inquietudes,
compartir frases que te han hecho pensar, o hablar de Dios, de la Virgen, del
Papa o de los ángeles y los santos, nuestros grandes amigos. El cristianismo te
hace alegre, optimista, te da esperanza. No tienes más que transmitirlo.

3. Si hablas de religión tienes más audiencia: la religión fascina a las


multitudes. Estudia a Juan Pablo II o Benedicto XVI como comunicadores (lee
Luz del Mundo, por ejemplo[iii]): te dará excelentes pistas para tu perfil en las
redes sociales. También puedes aprender de la actividad en redes sociales de
grandes marcas como Coca-Cola, Starbucks, Volkswagen o Google. Y no es
verdad del todo que vayamos contracorriente, porque el mundo neopagano
carece de futuro, es una civilización que ha agotado sus soluciones y
respuestas. Además, es inferior culturalmente, porque es individualista y eso
dificulta mucho encontrar soluciones.
4. Cuenta hasta 10: hay que usar las redes sociales con medida y reflexión.
Tienes que formarte para usarlas. Hemos construido autopistas de la
información, pero nos hemos olvidado de enseñar a conducir. La adicción a la
conexión y a la “popularidad” te hace ineficaz e improductivo. Lo importante no
es cuánta gente te sigue, sino quién te sigue y a quién ayudas. La
comunicación no es cuestión de medios, es cuestión de tener cosas que decir.
Para conseguirlo, necesitas buenas fuentes de información.

5. Es importante la velocidad. Hay ciclos de noticias, hay conversaciones en


marcha…La “vida” de un post en Facebook es de 80 minutos. Las cosas tienen
su momento, tienen sus horas, como tus públicos.

6. Antes de escribir, tendrías que preguntarte: ¿aporto luz y


comprensión? ¿es una ayuda lo que digo? ¿voy a arrancar alguna
sonrisa? ¿voy a hacer pensar? Tienes que hablar con respeto, pero no
olvides que los temas son controvertidos, no te preocupes por las críticas.
Cuando hables de religión muchos te criticarán, pero también muchos te
apreciarán más y te apoyarán.

7. La revolución de la sonrisa y la amabilidad. No discutas, no te comportes


como un troll. Debes cuidar la calidad en la comunicación . Tienes que ganar
los corazones, no las discusiones[v]. No se trata de ganar a cualquier precio,
como en la política.
 Aceptamos todas las críticas negativas, vengan de donde vengan, siempre y
cuando aporten argumentos al debate que estamos generando.
 Algunas críticas son excelentes pero terminan insultando o lanzando diatribas
humillantes que no son de recibo. Al final nos vemos obligados a no publicar
esos comentarios.
 No se aceptan, por tanto, ni los insultos, ni las difamaciones, ni los apuntes
soeces.
 Creemos en el debate. Si algo hemos aprendido del beato Juan Pablo II y de
Benedicto XVI es a NO TENER MIEDO a la verdad. Y la verdad se alcanza con
estudio y diálogo, desde el respeto y la educación.
 No queremos imponer nuestras ideas, pero tampoco vamos a esconderlas. Las
mostramos y os las hacemos llegar.

8. Usa fotos y vídeos. Es una civilización donde manda lo audiovisual.


Tenemos que recuperar la palabra y el pensamiento, pero sin imágenes no se
comunica. La religión es rica en imágenes.

9. Las redes sociales tienen también efecto de “comunicación


interna”. Los que tenemos fe tenemos que apoyarnos y sostenernos
mutuamente. Somos parte de una gran tradición y de un gran equipo. Las
cosas buenas que dices animarán a los que piensan como tú y les ayudarán a
“salir del escondite”.

10. Lo importante no son las redes sociales, lo importante es comunicar


con los públicos, aportar sentido, significado y relevancia, curar
corazones rotos y mentes desorientadas. 

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