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INTRODUCION

Es importante iniciar el conocimiento de esta obra denominada Fundamentos


de Derecho y Gestión Ambiental, señalando la importancia de las Conferencias
de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y su Desarrollo, conocidas
también como Cumbre de la Tierra, las cuales son reuniones internacionales
entre los jefes de Estado del mundo, políticos, diplomáticos, científicos,
periodistas y representantes de organizaciones no gubernamentales, cuyo
objetivo es llegar a importantes acuerdos sobre el medio ambiente, su
sostenibilidad, biodiversidad, cambio climático, contaminación y otros aspectos
relacionados con el tema ambiental.

El capítulo I denominado Derecho Ambiental trata los siguientes temas:


Definición de Derecho Ambiental. Naturaleza del Derecho Ambiental. Derecho
Ambiental como ciencia informativa. Derecho Ambiental como disciplina
académica. Derecho Ambiental como rama autónoma del Derecho. Derecho
Ambiental como rama del Derecho Público. Derecho Ambiental como rama del
Derecho económico. Características del Derecho Ambiental. Algunos aspectos
de la Constitucionalización del Medio Ambiente. Principios rectores del Derecho
Ambiental. De la moral a la ética. De la Ética a la ética ambiental. Las cuatro
escuelas de la ética ambiental. Responsabilidad por Daño ambiental,
problemática en su configuración. La evaluación del impacto ambiental.

El capítulo II denominado Fundamentos para el reconocimiento del Derecho


Constitucional Ambiental en el Perú, trata los siguientes temas: Breves estado
de la cuestión de los estudios en Perú en materia ambiental. La función del
Derecho constitucional ambiental. El objeto del Derecho constitucional
ambiental. La interpretación constitucional ambiental. La demarcación del
derecho constitucional ambiental con las otras disciplinas jurídicas. El rol del
tribunal Constitucional del Perú en materia ambiental.

La constitucionalización del Derecho es una realidad, tanto en la práctica diaria


de los operadores jurídicos como con el ámbito académico, que merece
especial atención no solo para dar cuenta de este fenómeno sino también para
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identificar el grado de avance de la presencia del derecho constitucional en las


diversas ramas jurídicas.

Si bien, es cierto la constitucionalización del derecho es un fenómeno europeo


que recorre con mucha fuerza en América Latina. La doctrina nacional y la
jurisprudencia constitucional peruana hace suyo este fenómeno, por su propia
naturaleza, el Derecho ambiental, al presentar principios propios, técnicas
jurídicas propias y a una determinada categoría de personas, de objetos o de
relaciones, su constitucionalización encuentra sus limites en la Constitución y
en Derecho Internacional de los Derechos Internacional de los Derechos
Humanos.

El capítulo III denominado Cambio climático en el Perú, trata de los siguientes


temas: El Acuerdo de París y el cambio climático: Un tratado con muchos
matices. Política nacional del ambiente, calentamiento global y cambio
climático a través de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional del Perú. El
rol de las municipalidades y la pretensión de disminuir índices de calentamiento
global, de acuerdo al Tribunal Constitucional. Cronología del conocimiento de
una amenaza global. El efecto invernadero. Principales gases de efecto
invernadero. El cambio climático en el Perú. Los avances del Perú en materia
de escenarios de cambio climático y evaluaciones de vulnerabilidad y
adaptación. La Ley Marco sobre Cambio Climático N° 30754. Objeto de la Ley.
Principios del cambio climático en la Ley. Enfoques para la gestión integral del
cambio climático en la Ley. Glosario de términos de cambio climático.

Así para Giddens, el mundo ha avanzado desde la época en que muchos


dirigentes y ciudadanos del Sur creían que hablar de cambio climático era una
táctica utilizada por los países para impedir el desarrollo de los demás. Esa
actitud ha sido reemplazada por una mayor conciencia de lo amenazados que
están los países menos desarrollados por los efectos del calentamiento global.
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CAPITULO I

DERECHO AMBIENTAL

I. DEFINICIÓN DE DERECHO AMBIENTAL

La definición de Derecho ambiental no ha sido pacifica, no por su polisemia,


sino porque se ha encontrado sujeto a muchas ponderaciones. Para un sector
mayoritario de la doctrina es un término adecuado llamarlo derecho ambiental,
para otro sector debería llamarse derecho ecológico y para otros debería
llamarse derecho del entorno.

Creemos que el término más adecuado es el derecho ambiental, pues nuestra


rama de estudio no es solamente la ecología sin el ambiente en general, el
campo de estudio de la ecología es más limitado. La expresión derecho del
entorno no es justificado, pues no existe ninguna razón para que una palabra
de un actual (ambiente) sea sustituida por otra en desuso (entorno).

Para nosotros, el derecho ambiental, desde una perspectiva no positivista, es el


conjunto de principios éticos y reglas jurídicas imperativas de la actuación
humana y sus relaciones con la naturaleza dentro de un marco de equilibrio,
con la finalidad de preservar y proteger el ambiente evitando su degradación.

Claro está que el equilibrio y los procesos ambientales son de naturaleza


propender a una inafectación total del mismo, ya que para satisfacción de las
múltiples necesidades humanas debemos hacer uso de los recursos naturales
y alterar los elementos naturales.

En nuestra opinión, el enfoque moderno es de biodiversidad y no solamente de


conservación, una intervención en la naturaleza debe ser con límites éticos
permisibles respetando los estándares ambientales de calidad de vida de la
ciudadanía.

En esta misma línea, el derecho ambiental para Brañes, es el conjuntos de


normas jurídicas que regulan las conductas humanas que pueden influir de una
manera relevante en los procesos de interacción que tienen lugar entre los
sistemas de los organismos vivos y sus sistemas de ambiente, mediante la
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generación de efectos de los que se espera una modificación significativa de


las condiciones de existencia de dichos organismos.

Es importante, también señalar que el derecho ambiental en América Latina y


con especial relevancia en el Perú ha venido desarrollando un sistema jurídico
enfocado en el desarrollo sostenible. En la actualidad sus avances son notorios
y significativos. El derecho ambiental ha logrado integrar de manera directa y
supletoria las reglas del derecho común, como son el derecho de propiedad de
los recursos naturales y el ejercicio de ese derecho, la responsabilidad por el
daño ambiental y el procedimiento judicial para hacer efectiva dicha
responsabilidad penal por ciertos hechos que afectan al medio ambiente y el
procedimiento judicial para hacer efectiva dicha responsabilidad, las relaciones
jurídicas de la Administración con los administrados, y otras.

II. DERECHO AMBIENTAL COMO CIENCIA INFORMATIVA

El derecho ambiental es una ciencia informativa. Entendiéndolo en este


sentido, tal disciplina se presentaría únicamente como una amalgama de
normas que inciden en un mismo tema y que con animo informativo se
reagrupan con la denominación Derecho. En este caso, el derecho ambiental
se proyectaría como una rama del derecho carente de sustantividad.

III. DERECHO AMBIENTAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA

El derecho ambiental es una disciplina académica, su reconocimiento se basa


en la necesidad de impartir en la enseñanza universitaria el sector ambiental
dentro del ordenamiento jurídico. Esto supone un avance respecto al nivel
ligado a las demandas de la sociedad, que en un momento orden exigir una
formación especial de sus operadores jurídicos en sectores específicos del
ordenamiento.

IV. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA AUTÓNOMA DEL


DERECHO

El derecho ambiental es una rama autónoma del derecho, debido a que cumple
con los requisitos que suelen apuntarse como necesarios para considerar que
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una disciplina es autónoma. Estos requisitos, son las siguientes presencias de


principios propios, existencia de técnicas jurídicas propias, referencia a
determinada categoría de personas, de objetos o de relaciones.

V. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO


PÚBLICO

El derecho público se compone del conjunto de normas que regulan el ejercicio


de la autoridad estatal, determinando y creando el órgano competente para
ejercitarla, el contenido posible de sus actos de autoridad estatal mediante el
cual dichos actos deberán realizarse. En este tenor, el derecho ambiental ha
sido colocado por diversos autores en el campo del derecho público, debido a
la relevancia que el Estado tiene en la regulación del comportamiento del
hombre en relación con el ambiente. En efecto, al encontrarse el Estado en una
relación de supra - subordinación con los particulares en lo que se refiere a la
materia ambiental, se ha establecido que el derecho ambiental debe situarse
dentro del derecho público.

VI. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO


ECONÓMICO

Otra tendencia en torno a la naturaleza jurídica del derecho ambiental es


situarlo como una rama del derecho económico. El derecho económico se
concibe como un derecho de síntesis o reagrupamiento que se asocia a la idea
de derecho de protección al ambiente, concebido como una rama de este
nuevo derecho a partir de las distintas lecturas que el sistema jurídico permite
en sus diferentes ramas.

VII. DERECHO AMBIENTAL COMO PARTE DEL DERECHO


PRIVADO

El derecho privado ha sido definido como el conjunto de normas que regulan


las jurídicas entre personas que se encuentran legalmente consideradas en
una situación de igualdad, en virtud de que ninguna de ellas actúa en dichas
relaciones investida de autoridad estatal. Con esta definición podríamos
deducir que el derecho ambiental siempre tiene presente los intereses
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colectivos, sucede también que aparecen Implicados en las relaciones que


regula intereses y derechos individuales para cuya defensa el derecho privado
ofrece cauces específicos.

VIII. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AMBIENTAL

Las características del derecho ambiental según Martin Mateo son los
siguientes:

VIII.1. Sustratum ecológico

Lo que caracteriza al ordenamiento ambiental frente a la normativa sectorial


previa de carácter sanitario, paisajístico, defensora de la fauna o reguladora de
las actividades industriales, es su carácter sistemático, en cuanto que la
regulación de conductas que comporta no se realiza aisladamente, lo que era
la tónica de las intervenciones administrativas que la precedieron, sino teniendo
en cuenta el comportamiento de los elementos naturales y las interacciones en
ellos determinadas como consecuencia de las actuaciones del hombre.

VIII.2. Especialidad singular

Los imperativos ecológicos hacen que el ámbito espacial de las actuaciones


administrativas venga dado en función del marco más o menos impreciso que
tienen lugar los mecanismos de emisión-transporte-inmisión. Este ámbito
puede ser mayor o menor según los subsistemas que se acoten dentro del
sistema general, delimitándose así los contornos imprescindibles para que la
acción administrativa sea eficaz. Así, por ejemplo, tratándose del sistema de
las aguas cabe aludir a un sistema global-terrestre que servirá de base al
control de la polución con contaminantes persistentes del tipo de insecticidas
compuestos mercuriales. Cabe también circunscribir una estrategia de defensa
de ciertos mares, como el Mediterráneo o de subsistemas hidrológicos
continentales, pero por debajo de los últimos niveles, es decir, del último
subsistema acatable, la acción administrativa resulta inviable, de nada vale, por
ejemplo, intervenir en la defensa de un sector de un curso de agua o de un
afluente si se tolera la contaminación en el resto de las masas de agua
directamente interrelacionadas. Sucede que este tipo de sistemas, y
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subsistemas naturales, no se solapa estrictamente con los sistemas sociales


que dan lugar a organizaciones político-administrativas dotadas de imperium,
propio o derivado. De aquí el Derecho ambiental ponga en entredicho, a
diferencia de lo que sucede con otros derechos, las dispositivas organizatorios
generales: nacionales y subnacionales, adoptados en estos momentos por la
Humanidad.

VIII.3. Énfasis preventivo

Aunque el Derecho ambiental se apoya a la postre en un dispositivo


sancionador, sin embargo, sus objetivos son fundamentalmente preventivos.
Cierto que la represión lleva implícita siempre una vocación de prevención en
cuanto que lo que pretende es precisamente por vía de amenaza y admonición
evitar el que se produzcan los supuestos que dan lugar a la sanción, pero en el
Derecho ambiental la coacción “a posteriori” resulta particularmente ineficaz,
por un lado en cuanto que de haberse producido ya las consecuencias,
biológica y tambien socialmente nocivas, la represión podrá tener una
trascendencia moral, pero difícilmente compensará graves daños, quizá
irreparables, lo que es válido también para las compensaciones impuestas
imperativamente. Los efectos psicológicos de la sanción o de la compensación
sanción se encuentran aquí muy escaso monto, siendo habitualmente
preferible para los contaminadores pagar la multa que cesar en sus conductas
ilegitimas.

VIII.4. El componente técnico-reglado

Aunque en algunos países, sobre todo en Inglaterra, la lucha contra la


contaminación se ha apoyado en algún sentido en la adopción de medidas con
cierta discrecionalidad y sin sujeción a cañones estrictamente formalizados, lo
normal es que la intervenciuon se realice sobre la base de modulos y
parámetros previamente fijados a escala nacional, bien con carácter general
para todo el pais, bien para zonas especiales o para situaciones excepcionales.
La normativa del Derecho ambiental incluye prescripciones rigurosamente
técnicas que determinan y cifran los niveles de emision o de inmision, la altura
de las chimeneas, las caracteristicas de los motores, etc. Aspectos normativos
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sustanciales se contienen en simples Anexos y en cuadros de doble entrada


que precisan las condiciones en que deben realizarse las actividades
afectadas. La discrecionaldad de la Administración y la propia labor del jurista
se encuentran rigidamente encorsetada en el marco técnicamente precisado
para la regulación de conducta. Ello no quiere decir, sin embargo, que
administradores y juristas deban limitarse al constratar los resultados obtenidos
en laboratorios y centros especializados. Las prescripciones técnicas marcan
sobre todo limites y umbrales y permiten modulaciones y apreciaciones cuando
se entrecruzan diversos que se resisten a un planteamiento puramente
cientifico y matematico. Queda además frecuentemente como veremos
suficiente margen a la Administración para convenir con los particulares las
condiciones de cumplimiento de las prescripciones técnico legales.

IX. ALGUNOS ASPECTOS DE LA CONSTITUCIONALIZACIÓN


DEL MEDIO AMBIENTE

La relación entre la Constitución y el medio ambiente no es estática.

La Corte Constitucional de Colombia, identifica tres alcances los cuales


permiten ver el interés superior de la naturaleza en el ordenamiento jurídico y la
protección reforzada que se le otorga:

En primer lugar, se parte de una visión antropocéntrica que concibe al ser


humano presente como única razón de ser de sistema legal y los recursos
naturales como meros objetos al servicio del primero.

En segundo lugar, se parte de un punto de vista reivindica concepciones más


globales y solidarias de la responsabilidad humana, que abogan por los
deberes del hombre con la naturaleza y las generaciones venideras.

Finalmente, se han formulado posturas contra-hegemónicas que conciben a la


naturaleza como un auténtico sujeto de derecho, y que respaldan
cosmovisiones plurales y alternativas a la posición mayoritaria.
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CAPITULO II

FUNDAMENTOS PARA EL RECONOCIMIENTO DEL DERECHO


CONSTITUCIONAL AMBIENTAL EN EL PERÚ

I. BREVE ESTADO DE LA CUESTIÓN DE LOS ESTUDIOS EN


PERÚ EN MATERIA AMBIENTAL

El medio ambiente en la Constitución Política del Perú de 1993, cuenta con un


conjunto de normas de gran amplitud las cuales reconocen los principios del
Derecho ambiental. Los especialistas de derecho civil, derecho administrativo,
derecho penal y de gestión ambiental son los que más han presentado una
serie de estudios e interpretaciones de las normas ambientales. Ciertamente
los estudios desde la perspectiva del derecho administrativo son los que más
han influenciado.

Los estudios sobre la ordenación constitucional del medio ambiente por parte
de los especialistas de derecho constitucional en el Perú, sus contribuciones
han sido mínimas a la delimitación del objeto del derecho constitucional
ambiental, quedando una deuda pendiente en la doctrina nacional, pues no
existe una monografía sobre el ordenamiento constitucional ambiental en el
Peru, como si ocurre en España y en otros países iberoamericanos.

Si bien es cierto, en el Perú, el reconocimiento constitucional del derecho al


medio ambiente aparece tardíamente en el articulo 123 de la Constitución
Política de 1979, en el capitulo de los recursos naturales dentro del régimen
económico, trajo consigo una cantidad de normas constitucionales que tuvieron
fundamentos adecuados y proteccionistas. Por su parte la Constitución Política
de 1993 menos proteccionista, pero con mejor técnica reconoció el derecho al
medio ambiente, ubicándolo en el capitulo de los derechos fundamentales en el
articulo 2, inciso 22. Asimismo, dedica la Constitución el Capitulo II del
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Ambiente y los Recursos Naturales del Titulo III del Régimen económico, a
través de los artículos 66, 67, 68 y 69 de la Constitución.

Huerta Guerrero (2012), entre los nuestros es quien más ha contribuido a la


delimitación del objeto del derecho constitucional ambiental, pese a no haber
centrado su objeto de investigación en delimitar el objeto del derecho
constitucional ambiental. Pues, su investigación doctoral se centra en el
derecho procesal constitucional ambiental denominado Protección Judicial del
Derecho Fundamental al Medio Ambiente a través del proceso constitucional
de amparo, en el cual nos ilustra:

Que el reconocimiento del derecho al medio ambiente como un derecho


fundamental ha dado lugar a que se desarrollen a su favor un conjunto de
medidas orientadas a su respeto y garantía, como su reconocimiento en los
textos constitucionales, su reconocimiento en los instrumentos internacionales
de derechos humanos, el cumplimiento de determinadas obligaciones
especificas por parte del Estado, así como el establecimiento de mecanismos
su protección judicial rápida y efectiva.

II. LA FUNCIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL AMBIENTAL

De conformidad con los principios fundamentales del constitucionalismo la


Constitución Política es la norma jurídica por excelencia a la cual todas las
demás quedan subordinadas.

Ahora bien nos preguntamos ¿Cuál es la función del derecho constitucional


ambiental? Claro está, que es garantizar el medio ambiente a través de
principios juridicos y normas constitucionales.

Después de la Segunda Guerra Mundical a raiz de los desastres ocurridos, se


inciia una regulacion normativa internacional y constitucional en materia
ambiental en todos los ordenamientos juridicos. Nos ilustra Cabrera Madaglia,
que a nivel internacional aprecen las declaraciones de dos de las Cumbres
Internacionales más importantes desde el punto de vista de la biodiversidad del
ambiente las cuales han marcado hitos importantes y representan de partida
para el análisis de políticas, instituciones, leyes y el estado de los recursos
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naturales y el ambiente. Se trata de la Conferencia de Naciones Unidas sobre


medio ambiente humano celebrada en Estocolomo en 1972 y la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo, efectuada en Rio de
Janeiro en 1992. Ambas Cumbres, las cuales presentan diferencias relevantes,
reunieron un impresionante número de Jefes de Estado y Dignatarios y
concluyeron con acuerdos, declaraciones y planes de accion dirigidos a la
protección del medio y a afianzar el concepto de desarrollo sostenible.

En el Peru, la incorporación de las normas constitucionales ambuentales a nivel


constitucional se da en el año 1979 con la incorporación del artículo 123 en la
Constitución Politica el cual prescribe lo siguiente:

Todos tienen el derecho de habitar en ambiente saludable, ecológicamente


equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del
paisaje y la naturaleza. Todos tienen el deber de conservar dicho ambiente. Es
obligación del Estado prevenir y controlar la contaminación ambiental.

Así pues, la positivización constitucional del medio ambiente fruto de la


Declaración de Estocolomo, fue el inicio de la configuración del derecho
ambiental constitucional.

Ciertamente, la configuración constitucional del derecho ambiental en la


actualidad se desprende de la interpretación de las normas ambientales
reguladas en la Constitución Política de 1993.

Ahora bien, nos encontramos con un problema respecto al concepto de medio


ambiente, este es polisémico, pues puede ser interpretado con significados
amplios como restringidos. La legislación en materia ambiental no es uniforme,
ello ha generado, que el derecho ambiental peruano en la actualidad sea
difuso, por una sola razón: la existencia de una infinidad de Leyes Sectoriales,
Decretos Supremos, Resoluciones Supremas, Resoluciones Directorales,
Ordenanzas Regionales, Ordenanzas Municipales con un alto indice de
contradicción.

III. EL OBJETO DEL DERECHO CONSTITUCIONAL AMBIENTAL


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El objeto del derecho ambiental está conformado por normas que regulan el
medio ambiente, es decir tiene autonomía. Su autonomía, académica se
encuentra regulada en los planes de estudios de la Facultades de Derecho del
Perú y regulada en la Constitución Política de 1993 como en otras
constituciones. El derecho ambiental debe tener necesariamente un ámbito
constitucional específico.

El derecho constitucional ambiental debe privilegiar los principios


constitucionales en función del medio ambiente; y en la dimensión subjetiva de
los intereses medio-ambientales y su protección; lo fundamental de la
organización y acción de los poderes públicos con atribuciones ambuentales; y,
la distribución de competencias entre Estado Nacional, Gobierno Regional y
Gobierno Local.

IV. LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL AMBIENTAL

Nos ensaña Díaz Revorio, que “La interpretación de la Constitución es una


tarea compleja y llena de dificultades, relativas al “como” y al “quien”. Se trata
de un proceso que comparte algunas características con la interpretación de
cualquier otra norma, pero que reviste también notorias peculiaridades. Estas
derivan, en buena medida, de las caracteristicas de la propia norma
constitucional; en especial su generalidad, ambigüedad, policiticidad y carácter
axiológico, así como de la notable presencia de principios en la norma
fundamental. Por ello, sin perjuicio de la aplicabilidad a la Constitución de los
criterios o elementos habitualmente utilizados en la interpretación jurídica, se
han propuestos diversos métodos específicos para la interpretación
constitucional, como la concretización, el método tópico, o la ponderación. Pero
todos ellos presentan alguna carencia cuando se les quiere utilizar como un
método global y universal de interpretación constitucional.”

Así el Tribunal Constitucional del Perú acogiéndose a esta importante doctrina


del Estado constitucional el cual es dominante en Europa continental, afirma
que “Reconocida la naturaleza jurídica de la Constitución del Estado, debe
reonocerse también la posibilidad de que sea objeto de interpretación. No
obstante, la particular estructura normativa de sus disposiciones que, a
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diferencia de la gran mayoría de las leyes, no responden en su aplicación a la


lógica subsuntiva (supuesto normativo – subsunción del hecho –
consecuencia), exige que los métodos de interpretación constitucional no se
agoten en aquellos criterios clásicos de interpretación normativa (literal,
teleologico, sistemático e historico), sino que abarquen, entre otros elementos,
una serie de principios que informan la labor hermenéutica del Juez
Constitucional.

V. LA DEMARCACIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL


AMBIENTAL CON LAS OTRAS DISCIPLINAS JURÍDICAS

El abondono de los constitucionalistas al estudios del medio ambiente, sumado


a ello la indeterminación y la polisemia de las normas constitucionales
ambientales fue al inicio un obstáculo para la demarcación del derecho
constitucional ambiental de las otras ramas del derecho.

En el Perú, los filósofos del derecho, los penalistas, muy en especial los
expertos en Derecho Administrativo desarrollaron el Derecho adminbistrativo
Ambiental, aprovechándose de la ausencia de una interpretación constitucional
por parte de los constitucionalistas, permitió que los profesores de Derechos
Administrativo interpreten los aspectos constitucionales ambientales desde la
óptica del Derecho Administrativo, el cual sin duda llevó a ciertas
interpretaciones erróneas.

Asimismo, su delimitación aún es una tarea que la dognática constitucional a


cabo importantes estudios y el cual se irá reflejando en próximos años. Es
decir, los que nos encontramos en el área constitucional enfrentamos una tarea
pendiente.

VI. EL ROL DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERÚ EN


MATERIA AMBIENTAL

La Constitución Política de 1993 en su articulo 2°, inciso 22 prestacribe como


fundamental el derecho de la persona a gozar de un ambiente equilibrado y
adecuado al desarrollo de su vida, se regula un derecho, que también es un
principio.
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Para el Tribunal Constitucional Perú, el constituyente, al incluir el derecho a


gozar de un ambiente equilibrado y adecuado desarrollo de su vida en el Titulo
I, Capítulo I, referido a los derechos fundamentales, prescribió el derecho de la
persona en base a los siguientes fundamentos:

El carácter de este derecho impone delimitar, principalmente, su contenido.


Ello, no obstante, exíge analizar previamente el significado de “medio
ambiente”, pues es un concepto consustancial al contenido mismo del derecho
en cuestión. Desde la perspectiva constitucional, se hace referencia, de modo
general, al medio ambiente como el lugar donde el hombre y los seres vivos se
desenvuelven. En dicha definición se incluye tanto el entorno globalmente
considerado-espacios naturales y recursos que forman parte de la naturaleza:
aire, agua, suelo, flora, fauna como el entorno urbano; además, el medio
ambiente, así entendido, implica las interrelaciones que entre ellos se
producen: clima, paisaje, ecosistema, entre otros. De otro lado, en tanto
derecho, nuestra Constitución ha elevado al nivel de fundamental dicho
derecho; siendo ello sí, el Estado tiene el deber de efectivizar su plena
vigencia, así como de prever los mecanismos de su garantía y defensa en caso
de transgresión.

VII. A MANERA DE BALANCE

Coincidimos con Sotelo Pérez, cuando afirma “que el desconocimiento del


derecho ambiental no exime de su conocimiento y, lo que es más importante,
de su cumplimiento. El medio ambiente, comprendido como bien constitucional
cuyo contenido y pretensiones ambientales, puede ir acompañado de otros
derechos mejor protegidos por el ordenamiento y en donde, con el mismo
procedimiento de yuxtaposición de pretensiones, podrían en nuestro
ordenamiento artícularse los derechos ambientales cobijados bajo invocaciones
de otros derechos constitucionales con mayor grado de protección que, junto
con las buenas disposiciones de los tribunales, harían del derecho ambiental
un derecho, ya no entendido, como algo anómalo producto de una serie de
necesidades y problemáticas excepcionales que tendrían que ser resueltas en
un futuro, para introducirlo como una materia en la que el justiciable es capaz
de dar soluciones y respuestas actuales, sencillas, eficaces y rapidas”,
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Para Figueroa Navarro, la noción de bien jurídico, no obstante la incertidumbre


semántica que plantea, es una categoría deducible de manera general de las
normas y principios constitucionales, como criterios objetivos vinculantes del
legislador. En el caso del ambiente, nos encontramos ante un bien jurídico
complejo, dinámico y colectivo cuya funcionalidad reside en que sirve para
garantizar las condiciones naturales de existencia del hombre y las especies
biológicas así como de una calidad de vida adecuada a la dignidad del ser
humano. El hecho que el ambiente sea considerado como derecho
fundamental, se complementa con la obligación positiva del Estado de
proveerle una protección efectiva, dinámica e integral, a través de la
formulación y ejecución de la política nacional del ambiente. La importancia que
merezca el ambiente no radica tanto en su reconocimiento como derecho
fundamental, sino en la voluntad política real que tenga el Estado para
defenderlo.”

Un breve estado de la cuestión de los estudios en Perú en materia ambiental y


con especial referencia al derecho ambiental, nos permite afirmar que los
principales estudios provienen del derecho administrativo, derecho civil,
Filosofía del derecho, si bien es cierto hay pocos estudios desde la perspectiva
del derecho constitucional para significativos; claro está que existen
importantes normas ambientales de rango constitucional e infraconstitucional;
la demarcación con las otras disciplinas como el Derecho Administrativo
Derecho Internacional Público, Derecho Civil, Derecho Procesal, Derecho
Penal, Filosofía Jurídica es de duma importancia el cual nos ayudó a develar
que el objeto de estudio del Derecho Constitucional Ambiental, lo componen
aquellas normas que regulan lo esencial del Derecho Ambiental, en especial,
nos compete a los constitucionalistas desentrañar el sentido normativo de las
disposiciones constitucionales relativas al medio ambiente.
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CAPÍTULO III

DERECHO CLIMÁTICO EN EL PERÚ

I. EL ACUERDO DE PARÍS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: UN


TRATADO CON MUCHOS MATICES

En diciembre de 2015, 195 Estados reunidos en París adoptaron un acuerdo


para hacer frente a los principales retos del cambio climático en las próximas
décadas. Afirma Romanin Jacú. Los pilares fundamentales del acuerdo cubren
las medidas nacionales y la cooperación internacional en la mitigación, la
adaptación y la transferencia de recursos financieros y tecnológicos. Después
de largas y engorrosas negociaciones que duraron más de dos décadas bajo
los auspicios de las Naciones Unidas, el Acuerdo de París es un delicado
equilibrio entre los intereses y prioridades de todos los países del mundo,
muchas veces contradictorios. El acuerdo establece las bases para el
fortalecimiento en el largo plazo de la cooperación internacional que combina,
por un lado, la flexibilidad necesaria para adaptarse a la gran variedad de
diferentes circunstancias nacionales y, por el otro, la necesidad de confiar en
las normas aceptadas.

Para Romanin Jacur, el Acuerdo de París es el resultado de una trayectoria


larga de negociaciones construida en los años y una síntesis de las
experiencias maduradas por la Convención de los Naciones Unidas sobre el
cambio climático, y es de esperar que será un instrumento dinámico capaz de
suministrar respuestas eficaces y globalmente compartidas por la comunidad
internacional sobre el cambio climático en una perspectiva a largo plazo. Su
adopción fue posible gracias a una hábil conducción diplomática de la
presidencia francesa de la Cooperación de las partes y de los negociadores
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que en París hicieron posible combinar la ambición de los compromisos de


mitigación, adaptación, transferencia de recursos financieros y tecnológicos,
por un lado, con la aceptación de estos compromisos por todos los países, por
el otro. Alcanzados los complejos y difíciles compromisos, el Acuerdo
consolida, refuerza y amplia la cooperación internacional.

II. POLÍTICA NACIONAL DEL AMBIENTE, CALENTAMIENTO


GLOBAL Y CAMBIO CLIMÁTICO A TRAVÉS DE LA
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL
PERÚ

El articulo 67° de la Constitución establece la obligación perentoria del Estado


de instituir la política nacional del ambiente. Ello implica un conjunto de
acciones que el Estado se compromete a desarrollar o promover, con el fin de
preservar y conservar el ambiente frente a las actividades humanas que
pudieran afectarlo.

El artículo 9° de la Ley N° 28611, General del Ambiente, establece que: “La


Política Nacional del Ambiente tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de
las personas, garantizando la existencia de ecosistemas saludables, viables y
funcionales en el plazo; y el desarrollo sostenible del país, mediante la
prevencion, proteccion y recuperación del ambiente y sus componentes, la
conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, de
una manera responsable y congruente con el respeto de los derechos
fundamentales de la persona. “En base a dicha ley se aprobó la denominada
“Política Nacional del Ambiente” mediante Decreto Supremo N° 012-2009-
MINAM, publicado el 23 de mayo de 2009.

En los últimos años se viene produciendo en el Perú un deterioro en el medio


ambiente a raíz del calentamiento global, fenómeno que se asocia al cambio
climático. Conforme lo sostiene el Decreto Supremo N° 086-2003-PCM,
publicado en el diario oficial El Peruano el 27 de octubre de 2003, mediante el
que se aprueba la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático, “La
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vulnerabilidad del Perú frente a las variaciones climáticas externas se ha


evidenciado a través de los años. Esto ha sido tema de diferentes estudios e
informes, que abarcan desde el retroceso de los glaciares, hasta los efectos del
Fenómeno El Niño en: la salud, la agricultura, el transoirte, la infraestructura,
entre otros. Estos reportes dan cuenta e inclusive entregan, una valoración
económica de los daños en el país; asimismo manifiestan la urgente necesidad
de identificar y ejecutar medidas de adaptación orientadas a reducir la
vulnerabilidad del pís.

III. EL ROL DE LAS MUNICIPALIDADES Y LA PRETENSIÓN DE


DISMINUIR ÍNDICES DE CALENTAMIENTO GLOBAL, DE
ACUERDO AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Si bien en autos no se ha acreditado que la medida municipal cuestionada sirva


para lograr la disminución de los índices de calentamiento global, es necesario
destacar la motivación de la Municipalidad Distrital de Punta Hermosa en la
búsqueda de mecanismos que puedan coadyuvar en la disminución de dichos
índices, pues dicha tarea es una que en la actualidad debe caracterizar la labor
de todos los poderes públicos, e incluso de los particulares. Más allá de la
búsqueda de los mecanismos antes mencionados, este Tribunal estima
indispensable que las municipalidades y en general las instituciones públicas y
privadas, promuevan dentro de su organización y en el respectivo ámbito
ciudadano, sistemas de comunicación sobre los efectos del cambio climático y
su importancia tanto en el Perú como en sus correspondientes
circuncripciones, así como sistemas de educación sobre la responsabilidad
socio-ambiental y las medidas de ecoeficiencia a nivel personal, familiar e
institucional, que se pudieran implementar para formentar un medio ambiente
equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida.

Asimismo, es importante que tanto los órganos estatales como los particulares,
puedan desarrollar progresivamente y según el respectivo grado de prioridad,
las siguientes líneas estratégicas establecidad en el citado Decreto Supremo
N° 086-2003-PCM, que aprueba la Estrategía Nacional sobre Cambio
Climático.
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1) Promover y desarrollar investigación científica, tecnológica, social y


económica sobre vulnerabilidad, adaptación y mitigación respecto al
Cambio Climático.
2) Promover políticas, medidas y proyectos para desarrollar la
capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático y reución
de la vulnerabilidad.
(…) Objetivo Estratégico 2.2: Fortalecimiento de los gobiernos e
instancias locales para mejorar su capacidad de prevención y gestión
para disminuir los efectos adversos al cambio climático
3) Activa participación del Perú en las negociaciones internacionales
climático, para defender los intereses del país y proteger la atmósfera
mundial.
4) Desarrollo de políticas y medidas orientadas al manejo racional de
las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero), otros
contaminantes del aire y la reducción del impacto del cambio
climático, considerando los mecanismos disponibles en el Protocolo
de Kyoto y otros instrumentos económicos.
5) Difusión del conocimiento y la información nacional sobre el cambio
climático en el Perú en sus aspectos de vulnerabilidad, adaptación y
mitigación.
6) Promoción de proyectos que tengan como fin el alivio a la pobreza,
reducción de la vulnerabilidad y/o mitigación de GEI.
7) Promoción del uso de tecnologías adecuadas y apropiadas para la
adaptación al cambio climático y mitigación de GEI y de la
contaminación atmosférica.
8) Lograr la participación de la sociedad para mejorar la capacidad de
adaptación a los efectos del cambio climático, reducir la
vulnerabilidad y mitigar las emisiones de GEI y contaminantes
ambientales.
9) Gestión de los ecosistemas forestales para mitigar la vulnerabilidad al
cambio climático y mejorar la capacidad de captura de carbono.
20

10) Explorar la posibilidad de lograr una compensación justa por los


efectos adversos del cambio climático generados principalmente por
los países industrializados.
11) Gestión de ecosistemas frágiles, en especial ecosistemas
montañosos por la mitigación de la vulnerabilidad al cambio climático.

De igual modo, debe precisarse que la mencionada Estrategia Nacional sobre


Cambio Climático ha sido desarrollada, entre otros, por el Ministerio del
Ambiente, que ha expedido la Resolución Ministerial N° 238-2010-MINAM,
publicada en el diario oficial El Peruano el 2 de diciembre de 2010, regulando el
Plan de acción de adaptación y mitigación frente al cambio climático, el mismo
que resulta de interés general y como se sostiene en su introducción “alcanza a
los roles de todos los actores en especial del sector público, pero abarcando el
ámbito de empresas y comunidades que realizan actividades vinculadas a la
generación de emisiones de gases de efecto invernadero, al funcionamiento de
mercados de carbono, al estudio y la investigación económica y social de los
riesgos e impactos del cambio climático, además a proyectos y acciones de
desarrollo sectorial y regional que deben prever la adaptación al cambio
climático.

IV. CRONOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO DE UNA AMENAZA


GLOBAL

Enseñan Rodríguez Becerra y Mance, que el cambio climático ha sido objeto


de un largo proceso de descubrimiento, pero sólo hasta hace dos décadas
comenzó a enfrentarse, como se muestra en la cronología. A continuación, se
señalan algunas fuentes de información relevantes para mantenerse
actualizado sobre el cambio climático, así como algunas de las utilizadas por
los autores para adelantar este ABC del cambio climático:

1827. Jean-Baptiste Fourier, francés, fue la primera persona en utilizar la


analogía de la atmósfera como un invernadero para explicar la temperatura del
planeta.
21

1863. John Tyndal, físico inglés, reconoció el poder del dióxido de carbono para
el cambio del clima en la Tierra.

1896. Scante Arrhenius, científico sueco, propuso que la quema de los


combustibles fósiles produce el calentamiento global debido al efecto
invernadero.

1961. Se probó que la concentración de CO2 en la atmósfera estaba


aumentando.

1979. Se presentó el Informe Charney sobre cambio climático al presidente


Carter (1977 – 1981) de los Estados Unidos, en el cual se diagnostican el
fenómeno y su gravedad diagnóstico muy semejante al que conocemos
actualmente, y se recomienda tomar medidas para enfrentarlo. Tras la derrota
de Carter en las elecciones de noviembre 1980, el problema no fue tomado en
cuenta durante las administraciones del presidente Ronald Reagan (1981-
1985; 1985-1989).

1985. La primera conferencia internacional sobre el efecto invernadero tuvo


lugar en Austria, después de años de aumentos significativos en la temperatura
global.

1990. Apareció el Primer Informe, que tuvo gran influencia para el


establecimiento del Comité intergubernamental para la negociación de la
convención de cambio climático por parte de la Asamblea de las Naciones
Unidas.

1992. Se firmó la Convencion Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio


Climático, en la Conferencia de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, que entro en vigor en 1994.

1997. Se firma Protocolo de Kyoto.

1998. El año más caliente en la década más caliente del siglo más caliente del
milenio.
22

2001. El presidente George W. Bush (2001-2005; 2005-2009) rehusó firmar el


Protocolo de Kyoto. No obstante, los otros países decidieron seguir adelante
con el tratado, que sólo entró en vigor en 2005. Colombia publicó su primera
Comunicación nacional sobre el cambio climático. El IPCC publicó su Tercer
Informe, respaldando el consenso científico.

2006. Al Gore presentó su película La verdad incómoda. – El Informe Stern


sobre los impactos económicos del cambio climático se publicó en el Reino
Unido.

2007. El IPCC pública su Cuarto Informe. – En diciembre, se inician en Bali


negociaciones tendientes a un nuevo acuerdo internacional.

2009. Negociaciones del nuevo acuerdo que debería entrar en vigencia a partir
de 2012 en: Bonn, 29 de marzo al 8 de abril; 1 al 12 de junio; y 10 al 14 de
agosto. Bangkok, 28 de septiembre al 9 de octubre. Barcelona, 2 al 6 de
noviembre, y, finalmente, - Copenhague, 7 al 18 diciembre.

2010. Negociaciones del nuevo acuerdo seguirían. – Diciembre: Conferencia


de la CMNUCC (COP 16) en México.

2012. El acuerdo por Kyoto entraría en vigencia.

V. EL EFECTO INVERNADERO

Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases,


que son componentes de una atmósfera planetaria, retienen parte de la energía
que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a
todos los cuerpos planetarios dorados de atmósfera. De acuerdo con el actual
consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra
por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano,
debida a la actividad económica humana.

El efecto invernadero es el aumento de temperatura que experimenta la Tierra


gracias a ciertos gases de la atmósfera (vapor de agua (H2O), dióxido de
carbono (CO2), ozono (O3) y metano (CH4), por ejemplo) que atrapan la
energía solar. Radiaciones de alta energía y onda corta procedentes del sol
23

atraviesan fácilmente la atmósfera terrestre. Una vez alcanzan la superficie se


transforman en radiación de onda larga infrarroja (IR), o energía calorífica. Los
gases invernadero previenen la salida de la radiación calorífica reflejada. Sin
este efecto natural la temperatura media de la tierra seria de 18°C, en lugar de
los + 15°C que tenemos actualmente.

La Tierra, como todo cuerpo caliente, emite radiación, pero al ser su


temperatura mucho menor que la solar, emite radiación infrarroja de una
longitud de onda mucho más larga que la que recibe. Sin embargo, no toda
esta radiación vuelve al espacio, ya que los gases de efecto invernadero
absorben la mayor parte. La atmósfera transfiere la energía así recibida tanto
hacia el espacio (37,5%) como hacia la superficie de la Tierra 12 (62,5%). Ello
representa 324 W/m2, casi la misma cantidad de energía que la proveniente
del sol, aún sin el albedo.

VI. EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL PERÚ

El cambio climático no es un fenómeno climático que algún día en el futuro


llegará a nuestros territorios y nos afectará, no para Giesecke el Perú viene
sufriendo los efectos negativos del cambio climático desde hace ya varias
décadas, y solo es recientemente que empezamos a “ver” algunos de sus
efectos. Algunos de ellos, el derretimiento acelerado de los glaciares en los
andes tropicales, de los nevados de Tilico o la desaparición de algunos
nevados de la Cordillera Blanca.

Otro efecto palpable es el cambio en el patrón de las lluvias. En los años 70, en
las sierras del Perú, la temporada de lluvias se iniciaba entre finales del mes de
setiembre y principios del mes de octubre, mientras que en la actualidad la
probabilidad de que las lluvias empiecen en esas fechas es mucho menor. Al
respecto, los campesinos no pueden darse el lujo de “apostar”, por lo que en la
actualidad esperan prácticamente hasta la quincena de diciembre para dar
24

inicio a la siembra, perdiendo al menos una cosecha que debió empezar en


octubre.

VII. LOS AVANCES DEL PERÚ EN MATERIA DE ESCENARIOS


DE CAMBIO CLIMÁTICO Y EVALUACIONES DE
VULNERABILIDAFD Y ADAPTACIÓN

Según el Ministerio del Ambiente, la adaptación al cambio climático ha sido


cobrando mayor relevancia en la agenda de cambio climático del país. Con la
Primera Comunicación Nacional (2001) se realizaron evaluaciones preliminares
de los impactos del Fenómeno El Niño y el avance de la desglaciación, en base
a información histórica. Esto dio el primer indicio de la vulnerabilidad del Perú
ante el cambio climático.

En 2003 se inició, con el Programa de Fortalecimiento de Capacidades


Nacionales para Manejar el Impacto del Cambio Climático y la Contaminación
del Aire, un trabajo integrado de vulnerabilidad y adaptación, aplicando
escenarios de cambio climático y metodologías de arriba hacia abajo, que
permitió una construcción progresiva de conceptos, enfoques y relevancia que
son hoy la base para los primeros lineamientos de la adaptación en el país.

Luego del Programa de Fortalecimiento de Capacidades Nacionales para


Manejar el Impacto del Cambio Climático y la Contaminación del Aire, con el
proyecto de Segunda Comunicación Nacional, se construyó sobre las
experiencias pasadas, con el fin de reforzar capacidades nacionales para el
desarrollo de un Plan Nacional de Adaptación que incluya medidas para
incrementar la resiliencia del país y reducir su vulnerabilidad al cambio
climático. El proyecto apoyó los esfuerzos gubernamentales por integrar estos
conceptos en los procesos de desarrollo y reducción de la pobreza. Esto se
realizó con el involucramiento de un grupo amplio de actores del gobierno y la
sociedad civil, tanto a nivel nacional como a nivel a cuencas priorizadas,
siguiendo los lineamientos establecidos en el Marco de Políticas para la
Adaptación (Adaptation Policy Framework) del Programa de Naciones Unidas.
25

En el Perú se han realizado esfuerzos en la identificación de prioridades y


áreas críticas, por lo que se han desarrollado diversos trabajos e
investigaciones orientadas a identificar y caracterizar los sectores, ecosistemas
y áreas más vulnerables del territorio nacional. Las evaluaciones de
vulnerabilidad y adaptación desarrolladas han considerado dos enfoques: el
sectorial, relacionado a sectores gubernamentales y recursos naturales
específicos; y el geográfico. Estas evaluaciones han sido limitadas a ciertos
sectores y áreas geográficas priorizadas de acuerdo a los siguientes criterios
en los diferentes niveles de acción abarcados:

Nivel nacional: Los sectores socioeconómicos evaluados a la fecha


(agricultura, energía, pesca y transporte) se priorizaron en base de dos
criterios: (1) el nivel de pérdidas registradas debido al El Niño 1997/98 y (2) su
importancia para el desarrollo socioeconómico. Asimismo, el agua ha sido
evaluada y tratada como sector para fines prácticos. La vulnerabilidad del Perú
frente al cambio climático se debe en gran parte a la influencia sobre la
disponibilidad del agua para la reproducción de las dinámicas naturales y
sociales, y el desenvolvimiento de sectores económicos y de servicios
(incluyendo la generación de energía). Por su transectorialidad, el sector agua
ha sido evaluado como un recurso afectado por el cambio climático, cuya
variación tiene el potencial de afectar a todos los sectores. El impacto sobre los
glaciares como ecosistemas frágiles de alta montaña ha continuado siendo
estudiado debido a la evidencia creciente del impacto del cambio climático en
la deglaciación y en la disponibilidad de agua a futuro.

Por otro lado, si bien no se ha realizado un estudio especifico sobre la


vulnerabilidad al cambio climático de la diversidad biológica, entendida como
recurso, se ha realizado el esfuerzo identificarlos en base a dinámicas de
talleres que han dado resultados interesantes y que se presentan a este
documento en la sección de los sectores.

Nivel regional: A nivel regional se llevaron a cabo Evaluaciones Locales


Integradas, a nivel de cuatro cuencas hidrográficas priorizadas: Mantaro (en la
región Junín), Mayo (en la región San Martin), Piura (en la región Piura) y
Santa (en la región Ancash).
26

Desde el 2007 se han iniciado proyectos de este tipo en dos regiones más:
Apurímac y Cusco.

Las regiones han sido seleccionadas en base a un mapa preliminar de


vulnerabilidad de las regiones del país, utilizando tres criterios: (1) nivel de
vulnerabilidad actual, basado en un mapa que superpone tres variables:
multiamenazas (eventos climáticos y geodinámicos extremos ocurridos),
presencia de agrobiodiversidad y nivel de pobreza utilizando el IDH; (2)
disponibilidad de información y potencial de replicabilidad: (3) representatividad
de las regiones geográfica del Perú: costa, sierra y selva.

Nivel local: Diversos actores a nivel nacional han ido desarrollando proyectos
piloto con el fin de conocer las vulnerabilidades e identificar buenas prácticas
para la adaptación, a nivel de microcuencas y/o comunidades; dentro de las
Evaluaciones Locales Integradas, los análisis de las cuencas han priorizado
además algunas microcuencas. Esta selección respondió a la iniciativa de
diversos actores que trabajan en las zonas.

Es importante recalcar que las acciones en materia de adaptación han ido


creciendo a lo largo de los años y que se han desarrollado iniciativas con un
enfoque integral, que han contribuido al entendimiento del tema. Se estima que
a la fecha se han invertido cerca de 34 millones de dólares americanos en
proyectos de vulnerabilidad y adaptación (MINAM, 2009(o), lo que resulta
insuficiente ante las insuficiente ante las cifras estimadas (cientos de millones
anuales) necesarias para la adaptación, los niveles de vulnerabilidad
registrados e impactos esperados, y la potencialidad de experimentar impactos
estructurales en ecosistemas frágiles como la Amazonía.

VIII. LA LEY MARCO SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO 30754

El Perú es primer país de Latinoamerica en tener una Ley Marco de Cambio


Climático. Esta Ley Marco de Cambio Climático esta fue aprobada el 16 de
marzo de 2018 por el pleno del se Congreso por 97 votos a favor, sin
abstenciones ni votos en contra. El Perú se encuentra considerado, como el
27

tercer país más vulnerable del mundo al cambio climático. Esta Ley fue
promulgada el 02 de abril de 2018.

IX. OBJETO DE LA LEY

La Ley arco sobre Cambio Climático tiene por objeto establecer los principios,
enfoques y disposiciones generales para coordinar, articular, diseñar, ejecutar
reportar, monitorear, evaluar y difundir las políticas públicas para la gestión
integral, participativa y transparente de las medidas de adaptación y mitigación
al cambio climático, a fin de reducir la vulnerabilidad del país al cambio
climático, aprovechar las oportunidades del crecimiento bajo en carbono y
cumplir con los compromisos internacionales asumidos por el Estado ante la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con
enfoque intergeneracional

CONCLUSIÓN

No es propósito del presente trabajo determinar cuál de todas las acciones


analizadas resulta más conveniente para la defensa del medio, ambiente. De
hecho, un pronunciamiento de tal naturaleza estaría condenado al fracaso,
fundamentalmente porque implicaría desconocer la complejidad del problema
ambiental y la existencia de variables que influyen en su tratamiento, como con
la situación social del país o la opción, ideológica imperante. Por ello, una
simple constatación de los supuestos teóricos en la realidad demostraría que
los distintos tipos de acciones finalmente se mezclan y coexisten en un mismo
sistema.
28

Sin embargo, lo cierto es que resulta necesaria la definición de una política de


protección al medio ambiente y que ella exige tener cuando menos una “Cartilla
de instrucciones”, que si bien no nos diga categóricamente que hacer, si nos
indique las ventajas y desventajas de una u otra opción en materia de defensa
de los ambientales.

Es consecuencia, este trabajo pretende ser esa carilla tanto para quien diseña
la política legal de protección al medio ambiente (el legislador), para el
funcionario), como para el particular que desea defender sus intereses (el
funcionario), como para el particular que desea defender sus intereses (tratese
del abogado de la victima o del abogado del causante); una carrilla que busca
destacar la relación que debe establecerse entre las acciones a tomarse y el
objetivo de desarrollo sustentable, aún cuando quede a la evaluación del caso
concreto el diseño de la acción.

Como vimos en la última parte del punto anterior, por las características del
daño ambiental, todo parecería inclinarse por un sistema basado en acciones
ex – ante a iniciativa estatal. No obstante creemos que ésta es una impresión
equivocada. Los grandes problemas de información que enfrentan las acciones
ex – ante y las deficiencias de la burocracia estatal para diseñar políticas
coherentes y tomar medidas eficaces, nos hacen dudar seriamente, y aún
cuando en muchas ocasiones no pueden negarse como únicas acciones
posibles, ciada la naturaleza de determinados daños, debemos tener muy en
cuenta los costos implicados.

Una política de desarrollo sustentable se basa en coordenadas. La primera es


la conservación del medio ambiente. La segunda es el desarrollo económico.
No estamos dispuestos a proteger el medio ambiente a cualquier costo, como
tampoco estamos dispuestos a promover el desarrollo económico de semejante
forma. El desarrollo sustentable persigue conseguir un equilibrio entre los
costos de conservar el planeta Tierra y los costos de satisfacer mejor las
necesidades humanas. Las políticas ambientales que no sean efectivas en
proteger los recursos naturales están equivocadas. Pero también lo están las
políticas ambientales que pierden totalmente la perspectiva respeto a la
satisfacción por el ser humano de todas sus necesidades materiales. Ambas
29

posiciones son hipócritas. El proteger el medio ambiente a cualquier costo pone


en riesgo el propio bienestar y existencia del ser humano, que también
conforma el medio ambiente. El promover el desarrollo económico a cualquier
costo no considera que la mejora en el bienestar del ser humano será
imposible sin un medio ambiente adecuadamente conservado.

A partir de lo expuesto, no podemos dejar de manifestar nuestras dudas sobre


la capacidad de la intervención estatal en lograr y aplicar mecanismos
efectivos. La mayor capacidad de la Administración Pública suele ser su
capacidad de error. Los errores en este campo pueden conducirnos a la vez a
dos desgracias: deterioro ambiental y subdesarrollo económico.

Desde esta perspectiva, la utilización de mecanismos privados como la


asignación de derechos de propiedad y los sistemas de responsabilidad civil,
deben ser explotados al máximo, dándole a la intervención administrativa un
carácter residual, es decir, limitándose a problema que la iniciativa privada no
pueda resolver eficazmente.

Seamos conscientes de que el sistema perfecto no existe y que, cualquiera que


sea nuestra opción, ésta siempre generará costos. El desarrollo sustentable
debe asumir un compromiso para que dichos costos no superen a los
beneficios, manera que el bienestar humano no se vea opacado ni por la
destrucción del medio ambiente ni por frustración en cubrir sus necesidades
materiales.
30

BIBLIOGRAFIA

Andaluz, Antonio y Walter VALDEZ

1987. Derecho ecológico Peruana Inventario normativo 1990-1997, Lima


GREDES.

ANDALUZ, Antonio

1990. Derecho ambiental. Propuestas

PROTERRA.

BOULDING, Kenneth y otros


31

1997. Desarrollo, economía y contaminación ambiental. Buenos Aires, El Cid


Ensayos, 1a. ed. Lima

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