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Capitulo 251 «Eso es una auténtica pueblerina: jbabeando por lo que no tiene a su alcance! Por supuesto que estaria feliz de ir después de escuchar que tal vez tenga la oportunidad de conocer al multimillonario nimero uno del mundo. jQué sin vergiienza!» penso Magdalena luego de que los ojos se le llenaran de subestimacion al escuchar la respuesta de Elizabeth. —Claro, ve al banquete con Alex —solté una risita y después se fue de la casa. —Crei que no estabas interesada. ;Qué pas6? —pregunté Alexander. —Como ella lo mencion6, jmi padrino asistira al banquete también! Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que lo vi, asi que decidi que ya es hora de verlo otra vez —respondio ella, por lo que el otro recordo las palabras de su madre y un pensamiento atraveso su cabeza. «Me pregunto cémo reaccionara si se entera de que el hombre, Quintin Farrona, al que esta cazando, es el padrino de Elizabeth... Si que seria una bomba, {no?». A pesar de eso, no tenia intencion alguna de revelar la verdad a Magdalena, ya que deseaba eliminar el prejuicio que ella tenia contra Elizabeth y que la aprendiera a aceptar desde el corazon. —Entonces, hay que ir juntos. —jDe acuerdo! —asinti6 ella. El banquete de aniversario del grupo SK se llevd a cabo en una casa de campo que pertenecia a los Delgado-y. este iba a reunir al noventa por ciento de los célebres duefios de negocios en AdesayCualdqtilera qué"haya recibido la invitacion traeria a sus seres queridos y eso reflejaria que tan influyentes eran los Delgado en la industria de los negocios del pais. —Saludos’sefidraiGalicia, joven amosAlexandem—salud6 Maximiliano Delgado*tomando la*iniciativayy se“acercd a Magdalena y Alexander para darles*Una calidad biénvenida. Con'respecto al duefionde la casa)de campo, parecfa*queshabia.ignorado la presencia de Elizabeth, quien estaba justo al lado de ellos, mientras que procedia con la apasionada platica que tenia con Magdalena. Esta, a quien le gustaba ser tratada con el maximo respeto, reveld una mirada presuntuosa con una sutil sonrisa, posando como si fura parte de la nobleza. Alexander, por su parte, envolvio su brazo alrededor de la cintura de Elizabeth y la acerco mas hacia él, aparentando ser bastante intimos y no fue hasta entonces que Maximiliano por fin notd la presencia de Elizabeth. —2Y ella esa? —pregunto. —Mi prometida —respondio con rapidez Alexander, puesto que Magdalena estaba punto de hablar. Al oir eso, Maximiliano no pudo evitar sentirse desconcertado, sin embargo, gracias a su vasta experiencia ganada en lidiar con la industria por muchos afios, logré disimular su ignorancia. —Oh, si. Escuché sobre tu compromiso, pero jnunca esperé que se tratara de una belleza! Si me permite, {de qué gran familia viene? —Vengo de un pueblo. Mis padres fallecieron cuando era una nifia y todo lo que me quedo fueron mis abuelos —respondid levantando los ojos y con una sonrisa, pues no tenia nada que ocultar. —Escuché que ahora en dia los jovenes practican el afecto espiritual, mi escepticismo hubiera persistido de no haberlos visto a ustedes dos juntos —comento con una mirada de complice. —Son solo unos nifios, atin les falta mucho camino por recorrer —dijo Magdalena un tanto avergonzada después de escuchar dichas palabras. Ya sea de forma literal o implicada, todas sus palabras sugerian desacuerdo con su matrimonio; Maximiliano, por el otro lado, pretendio no entender el significado de estas. —Por favor, siéntanse como en casa, sefiora Galicia, joven amo Alexander. Me temo que el deber llama —anuncio que se iba y asi lo hizo. Cuando Maximiliano abandono la conversacion, Magdalena mird con resentimiento a Elizabeth; si Alexander no hubiera estado presenta, ya la habria regafiado al menos unas mil veces. —Alex, Mayra esta por alla. ~Deberfamos ir a saludarla? —Ve tu, Elizabeth necesita un descanso —rechazo sin siquiera pensarlo dos veces. Antes de que Magdalena pudiera decir algo mas, él escolté a su prometida a un lugar de descanso. —_Qué pasa contigo? —pregunto Elizabeth. —No debes darle importancia a lo que mi madre tenga que decir, ni a lo que los demas tengan que decir. Mientras yo siga respirando, siempre estaré a tu lado —le susurro después de mirarla a los ojos y abrazarla fuerte de manera repentina. —Ajé —murmuré Elizabeth mientras su corazon se llenaba de felicidad—. Lo sé, pero tu tampoco debes de estar tan ansioso. Las uniones por estatus social son normal para familias como la tuya y el disgusto de tu madre hacia mi viene de la idea de que tu familia esta fuera de mi alcance. A pesar de eso, mientras estemos enamorados el uno del otro, nada més importa. —Es cierto. Recuerda que mientras nosotros estamos enamorados, la gente, que desea-separarnos solo podran sofiarlo, mas no realizarlo. éSabes qué, Elizabeth? Siempre he tenido este pensamiento: Zpor qué apenas tienes dieciocho? Si ya tuvieras,veinte, ya me hubiera caSado contigo y te hubiera llevado a casa. —|BastaleXclamoy le dio un leve.golpe"en"elapecho, ya que en seguida sé@ sonrojé. =Habl6"en serio. Hay"que casarnds en cuanto Cimplas_los veinte, ,esta bien? =stigitié él” Elfajse sintid mas apenada con*aquellasiespuesta; todo este tiempo, siempre se habia visualizado como una nifia y hablar sobre matrimonio podia dejarla atonita algunas veces. —Eso dependera de tu desempefio. —No te defraudaré —asintio él con seriedad. —Aja —contesto satisfecha con esa respuesta. Un segundo después se dio cuenta de que las miradas curiosas estaban viéndolos de manera directa a ellos y rapido se alejo de Alexander—. Muy bien, ya es suficiente. Todos nos estan volteando a ver. —No es ilegal abrazar a mi prometida, {0 si? Aparte, tampoco es ilegal que nos miren, asi que no lo tenemos bajo control —comenté él sin que pareciera importarle. —jPero es vergonzoso! —Entonces, continuemos mas tarde —respondio acariciando su cabeza. Mientras ellos platicaban, Magdalena habia encontrado a Mayra. —jMayra! —jMadrina, viniste! gEsta Alexander con usted? —preguntd de manera entusiasta cuando se acercé a abrazarla. —Si, esta justo aqui —contesto y Mayra volted en la direccion donde la otra apuntd, nada mas para encontrarse con Alexander mirando fijo a Elizabeth. No pudo evitar sentir envidia de la persona a la que estaba mirando de forma tan hechizante. «Si tan solo fuera yo a la que esta mirando...» —Aqui tienes, un regalo para ti, Mayra —dijo Magdalena. Sacé una caja elegante, la cual llamo de inmediato la atencién de Mayra. —Madrina, ya me dio muchos regalos... —Ay, nifia boba, no seas tan cortés conmigo —respondi6. De modo rapido, enterr6 el regalo en la palma de su mano-. Alex es lento cuando se trata de una relacion. Si quieres impresionarlo, quizas deberias visitarme mas seguido, incluso si es solo para platicar conmigo. —Gracias, madrina. —jCierto! Mencionaste que Farrona también asistira, gverdad? ;D6nde esta? —preguntd Magdalena sin pensarlo mucho. A pesar de eso, Mayra pudo leer su mente de manera facil, después de todo, ninguna de las familias como las de ella les importaria el vinculo emocional; siempre se trataba de los beneficios. —El tio Quintin llegara un poco tarde; es probable que siga en camino ahora mismo. Al escuchar que Mayra se refirid a Quintin como «tio Quintin», Magdalena no pudo evitar pensar qué tan profunda era la conexion entre los Delgado y los Farrona. Una figura tan poderosa como Quintin nunca asistiria a un banquete ordinario, asi que para asistir al de los Delgado, significaria que compartian una relacion saludable, espléndida con ellos. —Te seré honesta, Mayra. Nosotros, los Galicia, deseamos expandir nuestro negocio a un nivel global y sabemos que el negocio de tu tio Quintin se esta desarrollando muy bien, asi que me gustaria pedirte un favor: gquizas me\puedas presentar con él? Mayra quedo sorprendida con la franqueza de Magdalena; para, ser exactos, esta no era‘tan cercana con Quintin, ni siquiera estaba segura de que si é6l,iba a_asistir al’banqueteMTodas las palabras que habia dicho fueron nomas-para"impresionar a Magdalena-usando el nombre de Quintin —No es que no quiera ayudarla, madrina, pero el tio Quintin es un hombre ocupado. Qué le parece esto? La puedo llevar con él un momento después, pero es todo lo que podria hacer por usted. Magdalena estaba mas que complacida por la respuesta de Mayra, después de todo, Quintin no era el tipico hombre con el que te podias encontrar en un dia normal. Ahora, gracias a la conexién de Mayra, las cosas se tornaron bastante convenientes para Magdalena. —jGracias, Mayra! Recordaré todo lo que hiciste por mi —exclamé, a lo que Mayra solo sonrié de manera sutil, aunque su corazon estaba disfrutando de la sensaci6n de sentirse agradecida. —El tio Quintin es un hombre amable. Una vez halag6 el arte que hice e incluso le dijo a mi papa que iba a considerar aceptarme como su ahijada. La ahijada de Quintin Farrona: una identidad que toda mujer se moriria por tener. Aunque este era un multimillonario internacional, no tenia hijos propios, asi que si una era reconocida como su ahijada, significaria mucho mas que eso: era una identidad iconica y una muy posible entrada a la fortuna ilimitada de los Farrona. Magdalena estaba atonita y con los ojos muy abiertos. —gEn verdad dijo eso, Mayra? Capitulo 252 —jPor supuesto! ¢A caso bromearia con algo asi? —persistié Mayra con su mentira, puesto que no existia forma alguna de que Magdalena se acerara a Quintin. —Sé que no lo harias, como dije, jnuestra Mayra es inteligente, amable, hermosa y una nifia preciosa! No hay ninguna otra persona en Adesa que pudiera competir contra ti en cuanto a perfeccion y lo acabas de probar hoy. Confio en mi instinto cuando se trata de ti, no lo olvides, aun sigo esperando a que te cases con Alex, gde acuerdo? jNo puedo esperar a tenerte como nuera! —se carcajed Magdalena antes de dar su pequefio discurso. —Bueno, no me molestaria que lo hiciera... —comentd mientras volteaba a ver en la direccién de Alexander, sonrojandose un poco. Magdalena estaba demasiado impresionada con Mayra, penso que cualquiera que mereciera casarse con su hijo debia tener al menos un trasfondo familiar sdlido y la capacidad de liderar los negocios de los Galicia hacia el éxito. Con respecto a Elizabeth, la habia estado menospreciando todo este tiempo; ni siquiera se miraba aceptandola dentro de la familia. —Esta bien, sé lo que piensas. Vamos a ver a Alex —dijo Magdalena. Mientras tanto, Alex fue a buscar algunos postres exquisitos para Elizabeth, la cual se sintid aliviada después de comerlos. Justo en ese momento, la futura suegra habfa |llevado a, Mayara con ellos. —Alex, ve a bailar con Mayra cuando empiece elj banqueté: —{iTe gusta este? {Quieres mas? —pregunto Alexander poniendg toda su! atencion a Elizabeth, ignorando las.palabras que le dirigieron. —No,,gracias —fespondio Elizabetha “Lo-siénto, solo baltaréGon mi prémetida —dijo"después el hombre atrayendo su mirada ‘hacia las otras mujeres. =Elizabeth no sabrialeémo baila y nada mas hatas"eridiculossi.latievas a la pista de baile. Maya, en cambio, ha aprendido varios estilos de baile de salén y ha dominado por completo cada uno de los géneros. Seguro que impresionaras a todos —ignoré Magdalena la respuesta previa para continuar, pero nada més logr6é que su hijo se molestara ante aquellas palabras tan desdefiosas. —Ya que la sefiorita Delgado es tan excepcional para bailar, estoy seguro de que hay una larga fila de hombres que esperan para ser su pareja de baile, mientras que yo, que no tengo talento para bailar, nomas seria una carga para ella —respondio bastante ofendido y frunciendo el cefio. —No me molesta en lo absoluto, Alex... —murmuréd Mayra de forma gentil, aunque a Alexander no le importo lo que ella dijo. Asi, los cuatro estuvieron rodeados de un ambiente incdmodo; Magdalena, por su parte, volteo a ver a Elizabeth con agresividad, ya que creia que ella era la raiz de todo su descontento. —Alex, ahérrale a tu madre un poco de orgullo, :podrias? Mayra es la anfitriona el dia de hoy, no deberias tratarla como un chiste frente a todos justo el dia de hoy —suplico. —jEso qué tiene que ver conmigo? —declind de manera apatica sin intencién alguna de comprometerse. Ante la respuesta, Magdalena estaba en shock y se quedé sin palabras, mientras que la cara de Mayra se tornd de color carmesi, solto un suspiro y se fue enfadada. —jMayra! —grit6 Magdalena, aunque parecié que no quiso regresarse al irse de modo tan helado, por lo que la otra volteo a ver a su hijo para confrontarlo en una voz reprimida—. {Qué pasa contigo, Alex? ¢Estas tan enamorado de esta mujer que ya ni siquiera te importa el orgullo de tu madre? —como si tuviera el corazon roto, apunto a Elizabeth—. ,Esta mujer es tan importante que ya olvidaste a tu madre? En verdad me decepcionas, Alex. —Lo siento —pronuncié6, mientras que, por instinto, se ponia frente a Elizabeth de forma calmada para aclarar el asunto—. Elizabeth es mi prometida, pronto sera mi esposa. Es la persona con la que pasaré el resto de mis dias, el unico propdsito en mi vida. Y tu, mama, eres una de las personas que mas respeto en el mundo entero, asi que espero de verdad que puedas aceptar a la persona que amo; pero si no puedes hacerlo... Bueno, no es como que importe —expreso. Al terminar, alcanzo la mano de Elizabeth, quien, llena de alegria, puso su mano de manera lenta sobre la de él—. ;Te gustaria bailar? Elizabeth lo volteo a ver fijo, sentia algo inexplicable dentro de su corazon, a pesar de eso, tomé su mano; cuando él la escogié a ella de manera incondicional, decidiod responderle con un inquebrantable compromiso. —jClaro! A su respuesta, rapido Alexander tiré de su cuerpo entero para ponerlo entre sus brazos, asi ambos se abrazaron como la pareja perfecta, una vista que lastimé los ojos de Magdalena. En silencio, ella apretd los pufios, temblando en lo que miraba a la pareja caminar lado a lado hacia la pista de baile; al mismo tiempo, Mayra también estaba siendo guiada a esta por un hombre delgado y alto. Ella levanto la barbilla de forma arrogante y hubo-una pizca deyhostilidad cuando volted a ver a Alexander y Elizabeth; cuando la musica empezo a sonar, no hUbo nistittoquede miedo en Mayra para ser la bailarina principal de la apertura. Su elegangia oscild por toda la:pista de baile y nadie pudo resistirse a verla. —No te.pongas*nerviosa, solo sigueme"e!paso,.Fsta bien si te equivocas ole _susurré Alexander a\clizabethquien tenfataurgencia de decirle que aprendié el mismo" éstilo de bailesdé@ salon cuatide-era una hifia, asi que estaba*familiarizada*con los movimientos"de*bailer —No te preocupes, estaré bien —Entonces, vamos —contestd con una sonrisa y mirando fijo a sus ojos brillosos. De manera lenta, ambos se deslizaron a la pista de baile, Elizabeth siguiendo a paso cerca de Alexander y su habilidad para igualarlo lo dejé atdnito. —¢Te sabes este baile? —Un poco, me estoy aventurando —dijo con una sonrisa leve. —¢Un poco? jMirate, eres una profesional! Debiste haber pasado afios aprendiendo, geh? No hay manera de que una «aventura» te haya traido hasta aqui —exclamo él sin rodeos. Sin pronunciar palabra alguna, ella sonrid; sus movimientos eran agraciados y de ninguna manera inferiores a los de Mayra. Aparte, con Alexander como su compafiero, la escena era, en definitiva, un espectdculo para los ojos. —{Quién es la mujer que esta a lado del joven amo Alex? Nunca la habia visto. —Debid haberse conseguido una nueva novia después de que todos le dijeron horrenda a su prometida, aunque esta es en verdad hermosa. —Siempre se habia mirado muy profesional, como si no tuviera interés en las mujeres. Supongo que también tiene su lado romantico el joven amo Alex, eh? —jJa, ja! {Lo sé, verdad! Después de todo, es un hombre y uno que, también, no puede resistirse a las caras hermosas como esa. Siempre crej que era alguien diferente a nosotros, pero supongo que me equivoqué. De repente, se abrio un camino entre toda la multitud que habia. Se podia ver como Maximiliano guiaba a un hombre de mediana edad caminar por el lugar, cuya presencia atrajo la atencidn de muchos a su alrededor. —jEn verdad vino, senor Farrona! Es una sorpresa verlo aqui. {Que honor conocerlo! Yo soy... —dijo uno-de.los invitados. A pesar de la calida bienvenida, Quintin solo respondio de-manera bréve».con saludos educados y nada mas. El hombre quete-hablo hace unos momentos se estaba secando el sudor de la frente, propuso: —Sefor Farrona, en este momento nuestra compa/nia... —Disculpe, pero el senor Farrona no hablara de trabajo esta noche —interrumpio el asistente de Quintin antes de que el otro pudiera terminar de hablar. El hombre, rechazado, se fue de ahi con todo respeto. Capitulo 253 Después, Quintin examino el lugar de sus alrededores antes de que su mirada se posara en Elizabeth y Alexander, por lo que, de manera instantanea, su cara se llen6 de felicidad. Al ver esto, Maximiliano volted a ver en la misma direccién que el otro, pero no tenia ni la mas minima idea de lo que pensaba. —Sefior Farrona, en verdad que su llegada ha trafdo un gran deleite a las masas. {Deberiamos ir arriba a tomar un descanso, para que asi nadie lo moleste? —No hay necesidad de eso, sefior Delgado. Soy un invitado normal como cualquiera de aqui. No sea tan cortés conmigo —rechazo Quintin con franqueza. —No es cortesia, sefior Farrona. Es mi Unica obligacién como el anfitrién —contesté riendo. En ese momento, Mayra, quien estaba en la pista de baile, noto la presencia de Quintin, quien habia estado observando en direcci6n a ella. De manera veloz, puso recta su espalda y bailo de manera mas agraciada, indicandole a su pareja de baile que tomaran el control de la pista juntos. Por consecuencia, todos los demas dejaron de bailar y les dejaron ser el centro de atencién, quedando asi solo dos parejas de baile: Mayra y su compafiero y Elizabeth y Alexander. Aunque Elizabeth estaba confundida, no dejo de bailar puesto que la musica no se habia detenido, pero Alexander envolvié en’sus brazos en-su cintura y se acercé a su oido para susurrarle algo. —Hay que itnos después de esta. —Esta bien —respondio ella y siguid el.tempo de Alexander mientras seguian_ bailando, Un*segunde-después_noid la presencia-de-Quintin, quien estaba afuera de la_pistasde*baileemocionada por,sulegadae=sonrio de manera amplia, a_la.cualéiscontesto,con tina MasadisimuladaxAunque Maximiliano se dio cuenta del cambio, atin no fograba saber qué era lo que lo estaba causando, asi que siguid su mirada y llegé hasta su propia hija, quien estaba en la pista de baile, por ende, supuso que la causa del cambio repentino de Quintin era su hija, Mayra. De manera instantanea, aparecié una felicidad incontrolable en su corazon, la cual se suprimiéd cuando se calmé. —Sefior Farrona, esa es mi hija, Mayra. Le diré que camine con usted por los alrededores mas tarde. —Tu hija es una bailarina bastante buena, sefior Delgado —comento Quintin mientras lo volteaba a ver. Al escuchar eso, parecia que Maximiliano habia tenido una epifania. «{Acaso esta interesado en tener algo mas con mi hija?» penso. Aunque Quintin tenia mas de cuarenta afios, hacia un buen trabajo para mantener una apariencia de joven, uno asumia que, si acaso, estaba a inicio de sus treinta afios y Mayra tenia ya veintiuno. Aunque habia una gran diferencia de edad, el hombre en cuestion era Quintin Farrona, por lo tanto, por cortesia, esos pequefios detalles triviales podian ignorarse con facilidad. Con aquello en mente, Maximiliano batall6 para contener su emocién. —Gracias, sefior Farrona. La nifia ha ido a clases de baile desde que era nifia. jParece que su esfuerzo esta dando frutos! —Si, en efecto, es una bailarina muy talentosa —respondié con educacion sin saber las verdaderas intenciones del otro, después, se dio la vuelta. En ese momento, Magdalena camino hacia é| atravesando la multitud y lo saludo. —Gusto en conocerlo, sefior Quintin. Soy Magdalena Badillo, del Grupo Galicia —pronuncio. El estaba a punto de irse, pero detuvo sus pasos cuando escuché el nombre de aquella compafiia, fue entonces cuando volted a ver a Magdalena y descubrié de manera brusca su identidad. —Gusto en conocerla también, sefiora Galicia —contestd. Antes que esta se le acercara, se sentia algo inquieta, ya que no estaba segura de que una figura tan grande como lo era él le iba a responder; sin embargo, fue una agradable sorpresa que se preocupara por recibirla. —Sefior Farrona, escuché que esta planeando establecer subsidiarios en el pais, no estoy segura de que sea verdad o falso, pero me gustaria decirle que el Grupo Galicia tiene grandes ventajas que podria beneficiar su expansion. Si le gustaria, quizas podria considerar colaborar con nuestra compaiia —Es verdad que el Grupo Galicia destaca en esos aspectos, cada uno de los jovenes amos de los Galicia es sobresaliente, en especial Alexander. En verdad que es un joven excepcional —asintio Quintin. —iY pensar que el sefior Farrona conoce a Alex! {Qué honor! —respondid de manera rapida y llena de felicidad al escuchar los cumplidos para su hijo. —No es nada, sefiora Galicia. jEl joven amo Alex en verdad es Unico en su clase! —exclamé Quintin, quien después volted a ver a la pista de baile, mirando a Alexander y Elizabeth con sus admirables ojos—. Aparte, admiro su extraordinaria vision, Deberiamos trabajar juntos en el futuro cuando tengamos la oportunidad. —jEsas son excelentes noticias! —exclamo Magdalena, quien*nunca espefo que las cosas se dieran tan facil. Al decir eso, Volteo a yer a su hijo, pero de inmeédiato se enojo cuando miré a Elizabeth—. jOh, Alex! Es bueno para*todoayentinca dejo que nissu"padresni yo nos preocupaéramos por él..Entré todas-las_ cosas, tenia-qtie serumterco para escoger a su parejaexpreso. Afitesestas palabfas, Quintin Pereibio algo raro: jla mujer estaba insultando sindescaro alguno a SU propiachijal —Esa es una declaracion Ilena de prejuicios, {no, sefiora Galicia? Hoy en dia, los jovenes tienen libertad romantica. Ya no se usa como antes. Los matrimonios arreglados no es mas que una cosa del pasado. —Aun asi, jel estatus social todavia importa! jLos Galicia se volverian un chiste en la sociedad si esa pueblerina sin un trasfondo familiar sdlido se vuelve parte de la familia! «Ah, entonces asi son las cosas. Ella cree que Elizabeth no es merecedora de su familia» penso Quintin. —{Quizds se esté refiriendo a la prometida del joven amo Alex, sefiora Galicia? —jElla es con exactitud de la persona que hablo! Sefior Farrona, puede reirse todo lo que quiera, porque incluso yo estoy demasiado disgustada con esa mujer. De manera desafortunada, fue el viejo Galicia quien determin6 el matrimonio; ahora que fallecié, estaba analizando si podiamos revocar el matrimonio, Estaré satisfecha si Alex encuentra a alguien quien por lo menos cumpla con los estandares de nuestra familia. —Estoy por completo de acuerdo con usted, sefiora Galicia. En efecto, tiene que encontrar a alguien que cumpla con sus propios estandares; en este caso, opino que usted misma se sobrestimo —se burl6 Quintin al escuchar aquellas palabras. «gSobreestimada?» penso ella. Desconcertada, cuando estaba a punto de preguntarle, Quintin lucia bastante disgustado a comparacién de hace rato, por lo que ella se frustré sin saber qué fue lo que dijo para haberlo molestado. —Solo estoy pensando en voz alta, sehor Farrona. Sobre nuestra colaboracion... —Hablaremos de eso mas tarde, todo dependera del desempefio de Alexander. «Si Alexander le hace pasar, aunque sea un mal rato a Elizabeth, se las tendra que ver conmigo» pens6 Quintin. Mientras tanto, la cancién que estaba sonando en la pista de baile se detuvo. Elizabeth se apresurd a salir de la pista de baile, por lo que Alexander cuestioné su exaltacion. —éQué te emociona tanto? —jMi padrino esta aqui! j|Quiero verlo! —explico. —Iré contigo —le dijo él después de voltear a ver a Quintin, quien parecia que estaba a lado de su madre. Al ver esto, se sintid inquieto, ya que presentia que algo malo iba a pasar. Asi, ambos caminaron hacia Quintin, pero cuando Elizabeth noté la presencia de Magdalena, de manera instantanea se sintid nerviosa y sus pasos se volvieron titubeantes. —{ Qué pasa? —preguntd preocupado Alexanders Ella estaba punto~de contestar, pero Quintin le dijo hola con la mano. —Nada, vamos.=sonri6. Asi, se dirigieron.en-direecién a-Quintin-pero.en_esta ocasidn, en lugar de decirle «nino», Elizabeth lo llamo «tio Quintin». Al oir que lo llamo de esa manera, este fruncio el ceho con confusion, aunque si fue capaz de captar la razon de su cambio de actitud. Alguien habia estado molestando a su hija y estaba a punto de recibir su merecido, puesto que podia permitir que algo, incluso lo peor, le pasara a él mismo, pero que alguien estuviera molestando a su hija estaba prohibido de forma muy estricta. —jTambién estas aqui, Eli! |Qué coincidencia! —éSe conocen, sefior Farrona? —pregunt6 Magdalena estupefacta. —Pues, la he cuidado desde nifia, mientras ella crecia —declaro Quintin de manera franca. Con dicha revelacién, la cara de Magdalena se palidecid, dandose cuenta de que habia estado criticando sin verglienza alguna a la chica que estaba frente a él. «jDemonios! j{Se conocen?!». Capitulo 254 —Eli, escuché que obtuviste la mejor puntuacién en el examen de admision a la universidad de tu ciudad. jEs un logro asombroso! {A qué universidad aplicaste? —pregunt6 Quintin, ignorando a Magdalena, quien tuvo un cambio interesante de colores en su cara. —jUniversidad de Tisotia! Pero atin no me llega mi carta de admision, tal vez llegue en unos dias. —jLa universidad de Tisotia esta entre las mejores a nivel nacional! Lograste obtener un espacio ahi, jeso demuestra que tan inteligente eres! iEstoy muy orgulloso de ti! —exclamé Quintin con una mirada llena de orgullo en su cara. No podia esperar a anunciar las grandes noticias al mundo. —Gracias por todos sus cumplidos. Seguiré trabajando duro. —jDa lo mejor de ti! Te tengo grandes expectativas. Todos podian ver la interaccion de este par, pero Magdalena estaba por completo atonita. Nunca penso que Elizabeth y Quintin se conocieran y como lucen las cosas, también eran muy cercanos. Los testigos eran muy listos, los agarré por sorpresa cuando vieron a Elizabeth, una chica extrafia, bailando con Alexander hace rato; ahora que la vieron interactuar de manera afectiva con Quintin, supusieron que no era una chica ordinaria. Justo después, Mayra se acerco a ellos con su padre, Maximiliano, a su-ladoy —Sejfior Farrona, esta es mi hija, Mayra. —Gusto en conocerlo, tio Quintin —saludo Mayra con Una sonrisa. Este levanto un poco.ta ceja, puesto que no:podia aceptar que alguien mas lo llamara_asieporlo.que le dio una.réspuestascortante. =iNo_hay-necesidad.de tanta educacion, -sefiorita Delgado! —dijo y con esta.corta Tespuestanfue mds quessuficiente-para-que quedara clara su actitudm)Parecia*quexsu tono con,ella"yel"quesuso-con.Elizabeth vinieran de dos personas por completo diferentes! Mayra no pudo hacer mucho para ocultar su expresi6n, pero por respeto al negocio de su familia, no se atrevio a levantarle la voz a Quintin, asi que solo sonrid. —Desde hace un largo tiempo he escuchado mucho de usted, tio Quintin. Ahora que lo conozco en persona, parece que usted es diferente a como todas las leyendas lo describen. Después de todo, el Quintin Farrona, del que todos hablan, es un hombre de negocios solemne y serio; sin embargo, siento que usted es mucho mas amigable de lo que los rumores dicen —expresd. Con una eleccién impecable de palabras, ninguna persona normal hubiera podido encontrar algtin defecto en su discurso. Pero Quintin no era un hombre normal, después de mucho tiempo, ya sabia como era que las personas intentaban quedar bien ante él, asi que no sintid nada hacia las palabras de Mayra. Nada mas no le gustaba que se dirigiera a él de esa forma. —Sefiorita Delgado, no somos tan cercanos. Por favor, llameme, sefior Farrona. Mayra no fue la Unica afectada por eso, su expresi6n cambio al oir esas palabras; incluso Magdalena empezo a reflexionar en este giro de eventos. Previo a esto, Mayra estaba hablando de que tan cercana era con Quintin y que tan bien hablaba de ella, ahora que Magdalena miré lo que habia pasado, las cosas no eran como Mayra lo habia dicho. Al contrario, jElizabeth parecia ser mas cercana con Quintin de lo que era Mayra! «No obstante, Elizabeth nada mas era una pueblerina. Como es que pudo conocer a un hombre de estatus tan alto como Quintin? ¢Hay algo de lo que no estoy enterada?» pensd Magdalena. —jTiene toda la razon, sefior Farrona! Que Mayra lo llame «tio Quintin» no es muy apropiado de su parte. Después de todo, usted luce tan joven y no luce mas grande que ella; no se dio cuenta de eso, asi que, por favor, no se ofenda con mi hija —rescato rapido Maximiliano a su hija. Era algo simple, pero habia una capa extra en las palabras al poner a Quintin al mismo nivel que Mayra: sus objetivos eran claros como el agua. La Unica razon por la que Quintin habia asistido al evento era para ver a Elizabeth, si hubiera sabido que ella no iba a asistir, ni siquiera hubiera ido a socializar con otros. Ahora que se habia encontrado con ella, ya no queria pasar ni un minuto mas ahi. —Tengo otros asuntos que atender, sefior Delgado, asi que, jya me voy! —anuncid. —{No se quiere quedar un rato mas? Si hay algo que necesite, puedo hacer los preparativos... —Eli, mi nifia, recuerda decirme si necesitas algo, gesta bien? —le dijo a Elizabeth sin darle la oportunidad a Maximiliano de terminar su frase. —jEntiendo! —asintié, captando las intenciones que tenia. Quintin inclind la cabeza antes de darse la vuelta e irse con su séquito, ignorando por completo a todos. En el momento en el que se fue, el ambiente en la sala principal cambio de inmediato cuando todos miraron cémo Quintin trataba a Elizabeth y se acercaron a ella, suplicando por su atencion. —Hola, sefiorita Zamora. Soy, Santiago de Estudios Césmicos™Gustoren conocerla. —Sefiorita Zamora, usted es una damia‘muy hermosa. Por favor, échele un vistazo_ aenuestrascompafia si tiene tiempomEs,una compaiifa con un futtro_muy*brilante-por delante: —jAguivesta mi tarjeta.de presentaci6n, seforitaZamora! Espero que le eche-un-ojo"a nuestra compania.en'el futuro: Elizabeth se quedo sin palabras, sabia que ese giro de ciento ochenta grados era por Quintin, pero también sabia cudles eran sus verdaderas intenciones. Un momento después, Magdalena también cambio su tono y agarr6 el brazo de Elizabeth. —jFue mi culpa lo de hace rato, Elizabeth! Ya estas grande, por favor, no lo tomes contra mi —pidid Magdalena. La otra levanto una ceja y miro a Alexander, quien estaba a un lado, él contest con una sonrisa, pero no dijo palabra alguna. Ella estaba agradecida por la confianza que él le tenia, asi que miro en direccion a Magdalena. —No sea una extrafia, sefiora Galicia. Después de todo, somos una familia. No debemos ser tan severos entre nosotros. —jEres tan comprensiva, Elizabeth! Fui una ciega antes. Habiendo dicho eso, {como conociste al sefior Farrona? —pregunto después de estar tan conmovida y casi llorar. —Fue mi vecino hace muchos ajfios, nada mas —fue todo lo que respondio. Esta revelacion de inmediato derribo una barricada en los planes de Magdalena, ya que estaba pensando que, si Elizabeth y Quintin eran asi de cercanos, no seria por completo imposible para los Galicia abrir brechas con los Farrona. Pero cuando ella dijo eso, los planes que tenia ya no funcionarian. «Bueno, supongo que era de esperarse. ,Como seria posible que alguien pudiera colarse de manera tan facil en las gracias de la familia Farrona, cuando eran un gran tesoro Unico de riquezas?» pens6 Magdalena y su actitud se volvié fria de repente, pero a Elizabeth no le importo. —Ya se esta haciendo tarde, asi que me ire primero. —Voy contigo —dijo Alexander desde su lado. Su madre queria detenerlo, pero esta vez, se dio cuenta de la mirada de Elizabeth, asi que decidio no hacerlo, solo los dejé ir. Después de abandonar el banquete, los ojos de esta analizaron sus alrededores, causando que Alexander sintiera curiosidad. —{Qué buscas? —Por alla —indic6 Elizabeth cuando encontré su objetivo. El siguié la mirada de ella y miro un Rolls-Royce estacionado al lado del camino, asi que pudo adivinar de quien se-trataba. —éEs el sefor Farrona? —Mi nino me indico antes-de“que se*fuera-que saliera a buscarlo. Es por eso que tenia prisa_de-irme=—afirmo-Elizabeth_Esta camino con rapidez hacia el auto mientras le explicaba las cosas al otro, cuando se acercd mas, el conductor salio y abrio la puerta de la manera mas respetuosa. —jPor favor, tome asiento, seforita! —dijo. Ella le dio las gracias y se subidé, Alexander imit6 la accién y con la puerta cerrada, el auto empezo a avanzar con lentitud, dejando atras aquellos lugares. —jNino! —exclamé. Una sonrisa florecié en la cara de Quintin cuando Elizabeth le hablo. —Ah, Eli, no te referiste a mi como tu padrino hace rato frente a todos. ile preocupaba que te avergonzara? Capitulo 255 —Claro que no, lo malentendiste todo; esa no fue mi intencién. Solo estaba preocupada por el problema que pude haber causado —explico. Después de todo, mucha gente intentarfa adular a Quintin, considerando su identidad. Elizabeth nada mas expreso que de alguna manera estaban en términos cercanos y, de repente, habia una fila de gente intentando ir hacia ella; nadie sabia mejor de esto que Quintin. —jCada dia eres mas y mas habil, mi nifia! —exclamo su padrino, luego volteo a ver a Alexander y entrecerro los ojos un poco cuando recordo las palabras de Magdalena de hace rato—. Como te ha tratado la vida en este tiempo, Eli? Si algo te pasa, jven directo conmigo! Siempre tendras mi apoyo absoluto. —jLo sé, nino! jNo se preocupe! Me ha ido bien. —jEso es lo que necesitaba escuchar! —contestd. Después, parecid que Quintin se acordé de algo, asi que sacé un monton de Ilaves de su bolsillo y se las dio a ella—. Estoy muy orgulloso de ti al saber que entraste a la universidad de Tisotia. Estas son las llaves de una casa que compré cerca del recinto, puedes quedarte ahi, seria lo mas conveniente —le dijo. Elizabeth miré fijo a las llaves, mientras que su corazon no dejaba de latir de manera tan furiosa en su pecho; los precios de las propiedades en Tisotia estaban portos cielos. Un simple departamento tipo estudio/podia llegar a costar incluso millones. —Es un regalo muy costoso, no puedo aceptarlo =se.excliso. Pard@ su sorpresa, la felicidad desaparecio de la’ cara de Quintin’ cuando*esté escucho eso, por lo-que enterrd las.llaves en sus manos. —Esto”es para mi quétida hija,-asi®que, jno es nata.costoso para mi! Me Voy"a molestar.si.no lovaceptas, =jDe acuerdo, nino! Lo aeeptaré. —jEsa es mi nifia! jSieMdogtanseonsiderada y educada con su padrino! Entonces, ;cuando dices que te vas a Tisotia? Asi me sera mas facil ayudarte con los preparativos necesarios —dijo con los ojos iluminados después de que la otra aceptara el regalo. —jA principios de septiembre, creo! —Muyy bien, entiendo. Déjenme llevarlos a su casa, 40 ambos quieren regresar a la residencia de los Galicia? —No, ya me mudé. Me estoy quedando en un departamento que me compré en el Jardin de las Bugambilias —contesto Elizabeth de forma rapida. —Eli, paso algo reciente que te haya hecho molestar? —pregunto Quintin entrecerrando los ojos. —jEstoy bien! Es nada més que sentia que estaba abusando mucho de la hospitalidad de los Galicia, asi que mejor decidi mudarme —dijo negando con la cabeza. Su padrino no estaba muy convencido de eso, pero tampoco la desmintio. —No importa lo que pase, recuerda decirmelo a mi, ,esta bien? No te lo guardes. —No te preocupes, nino. jEstoy bien! ;De verdad! —exclamo ella. Quintin sintid que su corazon se rompia aun mas al oirla decir eso, pero no demostro ninguna sefial en su cara. Elizabeth fue la primera en salir del auto cuando los fue a llevar; sin embargo, miré como Alexander se qued6 dentro, por lo que le hablo. —Adelantate, hay algo sobre lo que quiero hablar con el sefior Farrona —contestd Alexander. —{Por qué de repente estan actuando de manera tan misteriosa, nino? ¢Puedo escuchar yo también? —pregunto ella. —yComo es que una mujer puede escuchar una conversacién entre dos hombres? jApresurate a subir! |Descansa! —contest Quintin riendo. —jDe acuerdo, nino! Ya me voy, los veo mas tarde —se despidio con una mueca triste y se fue al edificio. Cuando la puerta del auto se cerré otra vez, el ambiente entre Alexander y Quintin cambio de manera inexplicable; ninguno de ellos hablo, pero Alexander podia sentir cierta presion cayendo sobre él, de hecho, era la primera vez que alguien lo hacia sentir de esa manera. —No me andaré con rodeos, Alex, asi que deja voy directo al grano. He visto crecer a Elizabeth con mis propios ojos, por lo que conozco su personalidad y sus sentimientos mejor que nadie. Ya que la escogiste a ella, entonces te pediré que la cuides bien; nunca, jamas la hagas sufrir. Con respecto a tu madre, hay ciertas cosas que no puedo decir, aun asi, tengo que recordarte esto: no importa lo que pase, yo le cuido la espalda a Elizabeth...— comento Quintin levantando una ceja. —jSiéntase seguro, sefior Farrona! Elizabeth es mi prometida, por ende, la protegeré de todo. jNi siquiera mi mama puede cambiar mi decisidn! Le pido que no se preocupe por eso —contesté entendiendo las intenciones de aquel hombre. —Muy bien, por ahora, confiaré en lo que dijiste —respondid, sintiéndose mas aliviado. Una vez fuera del auto, Alexander lo miréd marcharse hasta que desaparecid-en la distancia; Elizabeth aparecio de la nada y le toco el hombro con gentileza. —{.Queé te dijo mi nino? No te miras muy bien que digamds. —Tu padrino me:pidid que cuidara bién de ti —le expres6 con los tonos mas suaves"y"gentiles, después de_verl@"@4Ossojos y abrazarla. =¢Solo-es6? —Eso*n6 es todo. —eQuemas te dijo? —También me dijo que no te molestara o que me iba a arrepentir de hacerlo. —Ja, ja, ahora, ya lo sabes, no? Tengo a alguien poderoso que me cuida la espalda —se burld de él mientras una sonrisa se formaba en su cara. —Aja, lo sé, asi que ahora debo ser mejor contigo —dijo él. Elizabeth no aguanté las ganas y solt6 unas carcajadas. —{No es algo que deberias hacer en primer lugar? —jEs cierto! Las palabras del sefior Farrona nada mas reforzaron mi deber. Alexander hablaba en serio; no obstante, por dentro sabia que nada habia cambiado a pesar de que las palabras de Quintin hayan tenido un efecto en él. Sus deseos originales se alinearon a la perfecci6n, ya que se trataba de un acuerdo mutuo entre dos hombres, todo para alguien a quien ambos querian proteger. —jVamos a casa! Se esta haciendo tarde —dijo y tomd la iniciativa de llevarla para adentro. Ambos ya habian llegado a casa justo cuando Elizabeth recibié una llamada de Daniel. —Oye, jefa, ya llego tu carta de admision. ¢Cuando deberia Ilevartela? —Pues, mafiana. —jClaro que si, jefa! Una vez mas, jfelicidades! Por cierto, déjame decirte otra buena noticia: mi propia carta de admision también llegd. Cuando sea hora, podemos ir a Tisotia juntos por la universidad, incluso aunque no vayamos a la misa... —jFelicidades! jObtuviste lo que deseaste! —exclamo Elizabeth al poder escuchar la emocion en la voz del otro. —jGracias, jefa! No estaria aqui hoy de no ser por ti —dijo Daniel con mucha sinceridad. —Todo fue gracias a tu trabajo duro, yo solo te di un pequeno empujon —sonrio. Ella dijo eso, pero Daniel sabia que, de no haber sido por ella, lo mas probable es que ni siquiera hubiera entrado a la universidad. Después de colgar la llamada, puso de manera distraida el telefono sobre la mesa, luego camino hacia el ventanal frances para-apreciar la vista nocturna de la ciudad. «Es seguro que el tiempo vuela. Ya-casi se cumple un ano de haber llegado a la ciudad, han pasado muchas cosas durante este. Durante este periodo, he crecido mucho...» reflexiono para si misma. Al dia siguiente, fue al estudio; solo habia dado un paso dentro de su oficina cuando lIlego Bernardo. —jElizabeth! —exclamo. Ella levanto la cabeza para verlo. —{Qué? ;Paso algo? Capitulo 256 —No, no pasa nada. Vine a disculparme. Toda la cosa con Mariela fue mi culpa, terminé causando muchos mas problemas para ti —dijo Bernardo, sintiendo como su coraz6n ya no tenia tanto peso al ver que ella habia regresado a su estado normal —No fue la gran cosa, todo ya quedo en el pasado —comentd, su expresioOn apenas y cambio cuando mencionaron a Mariela. —Si. Por cierto, hay algo que debo decirte. Durante tu descanso, vino al atelier una empleada de la familia Aceves, de Tisotia, te estaba buscando para que disefiaras un vestido de bodas. Ya que no estabas aqui, no logramos firmar un contrato, pero ahora que regresaste, ¢tal vez te interese hablar con ese cliente? —{De Tisotia? ~Preguntando por mi? —indag6, pues todo eso la tomé por sorpresa. —Parece que tu nombre esta empezando a ser reconocido, eso es bueno —sonrié Bernardo mientras asentia. —¢Cuando vendra el cliente? —Deja les llamo primero, hablaremos del periodo de tiempo después. —Esta bien, avisame cuando tengas hecha la cita —contestd después de contemplarlo por un momento. Cuando este se.fuenél se dispuso.asilamarle al cliente, el cual parecia tener prisa, por/lo que se\hizo una cita de inmediato para reunirse con Elizabeth esa misma tarde: La persona que se presehid fle una mujer elegante que se encontraba en sus cuarenta, quien-rebozabaede clase feminidad. —Eneantada de conocerla, sefiosita Zamora —salUdé.al verla. —Encantada.de.conocerla también —respondio contestando al saludo de mano. —Yo soy Rosalba Sandovalpero me puede llamar sehora Sandoval —sonrid mientras tomaba asiento. —Sefiora Sandoval, escuché que viene de Tisotia, ¢verdad? —Es correcto, vengo de parte de mi sefiora para buscarla en especifico a usted. Mi sefiora miré sus disefios y quedo fascinada, por lo tanto, quiere que le ayude a disefiar su vestido de novia. —éY quién es su sefiora? —Ella es Frida Aceves, la sefiorita para la que trabajo —contesto mostrandole una foto de esta en la pantalla del teléfono. Al verla, Elizabeth noto que estaba a inicios de sus veintes y que sus facciones eran refinadas y delicadas; la mujer se parecia mucho a una mufieca «Barbie». —jEs muy hermosa! —jGracias! Mi sefora tendra su boda a finales de afio, asi que no me gustaria que escatimara el esfuerzo en su vestido de novia. —Puedo ver que la sefiorita Aceves es una dama muy elegante, pero me pregunto, {tiene alguna idea del tipo de vestido que quiere? Después de todo, nosotros, como disefiadores, tenemos que saber los deseos de nuestros clientes —inquirio Elizabeth de forma rdapida. —Tiene un buen punto, sefiorita Zamora. La sefiorita Aceves ya escribié sus requisitos —habldé, mientras que Rosalba saco una hoja de papel tamafio A4 de su bolsa y se la paso a Elizabeth—. Dijo que estaban escritos aqui; todo lo que necesita hacer es seguir sus ideas para el disefio. —Pero sefiora Sandoval, no hay nada escrito en el papel —comentd después de haber desdoblado la hoja y buscar por todos lados. —Tampoco estoy segura de ello, pero la sefiorita Aceves dijo que escribié sus requisitos en esta hoja de papel —sonrid, mientras que Elizabeth estaba sorprendida, asi que reviso por segunda vez, pero no volvid a encontrar nada. Estaba a punto de hacer mas preguntas cuando Rosalba hablé de nuevo: —Ella dijo que, si usted podria descifrar el misterio de este papel, entonces seria capaz de poder disefiarle su vestido de bodas sofiado. Si tiene alguna duda, puede preguntarme ahora —agrego Rosalba. Elizabeth fruncié los labios, pensé que las acciones de esa mujer eran incomprensibles. ;Qué era lo que Frida estaba tratando de expresar al darle un papel en blanco a Elizabeth? —Me gustaria preguntarle, gen verdad quiere que yo le disefe un vestido de bodas con los requisitos que hay en este papel? —Si, sefiorita Zamora. Como usted lo menciond, los rumores dicen que asistira a la universidad de Tisotia el proximo mes. ¢Por qué no le da su primer borrador a la sefiorita Aceves cuando llegue a Tisotia? ~Como suena eso para usted? —asintid Rosalba con seguridad. Disefar un vestido de bodas en un mes no era problema; sin embargo, existia uno mas grande en ese momento «{Qué clase de misterios tan profundos contiene este pedazo de papel en blanco?» se pregunto Elizabeth a si misma. —Sefiora Sandoval, todo lo que le puedo prometer es que lo intentaré. Si no estan satisfechas con el borrador, 1es puedo hacer un reembolso total —Est bien, solo le pido que haga su mejor esfuerzo #dichO éso, ROSalba procedio a buscar a Bernardo—. Sefior Galicia, aqui esta el depdsite, —dijo y le paso el cheque. —jNo_creé que s@aalgo demasiado?eEste précio.excede por mucho el de ntlestros disefios pérsonalizados.—Hablo en shock.al Ver la cantidad del cheque. =Mi*sefiora dijo que“elstrabajo della senorita Zamorationvalesy.por supuesto, esperamos que ella pueda ser capaz de darnos un disefio que valga lo de esta suma. —Elizabeth, gte sientes segura para hacer este vestido de novia? —le pidio su opinion al final, pues estaba preocupado. —jHaré mi mejor intento! —exclamé después mirar el papel en sus manos. Al escuchar eso, Bernardo se sintié aliviado y fue solo ahi cuando decidid aceptar el cheque de Rosalba; antes de que esta se fuera, volted a ver a Elizabeth. —Espero verla en Tisotia. |Esperemos que Ilegue pronto ese dia! —dijo. —jGracias! Daré lo mejor de mi para ese disefio. —Me disculpo por el problema. Aqui esta la direccidn de la hacienda Aceves, puede llamarnos a cualquier hora cuando esté en Tisotia —mencion6 mientras le pasaba una tarjeta de presentacion a Elizabeth, quien la acepto y la guardo. Una vez que Rosalba se fue, ella siguid estudiando la hoja de papel. «{Qué clase de mensaje podria estar escondiendo esta hoja de papel?» se volvio a preguntar. Lo penso por demasiado tiempo, pero no podia encontrar la solucion; ya casi era hora de cerrar cuando Bernardo tocé a su puerta. —{Sigues estudiando esa cosa? —Digo, {qué clase de misterios podria tener una hoja tamafio A4 que esta en blanco? —Ni idea. ¢Sera que en realidad no hay requisito alguno y que solo quieren que hagas el disefio basado en tus ideas? —sugirid encogiéndose de hombros. —~Sera ese el caso? —pregunto perpleja, pero tampoco se le ocurrieron mejores soluciones. —jEs un angulo posible! Pero nada mas estoy diciendo cosas que tengo en la mente, en verdad no sé si mi Sugerencia sea correcta. —Pero necesito terminar el borrador en un mes, es verdad que me esta preocupando un poco. ¢Qué tal si no tengo nada que ensefarles cuando se cumpla la fecha limite? —jEsta bien! jNo pasa nada! jPrimero ve a tomar un descanso! De todos modos, ya casi cerramos. Déjame llevarte a casa hoy —la consold Bernardo. —No tienes que hacerlo, yo me puedo ir sola. —Claro que no. El incidente.del otro.dia me dejé todo nervioso, si pasa de nuevo, Alexander me sacara por lo menos und capa de piel; si_es que no me aniquila para la siguiente semana. Ya que Elizabeth noo pudo-convenceér, ho tuve.mas opcién que empacar sus cosas y_registrar-su*hora.dé Salida™Bernardo.apenas la habia alcanzado la entrada del area residencial de Elizabeth junto con ella cuando, tal vez por casualidad, tal vez no, Alexander también aparecié en su auto, por lo que este rapido bajé la ventana del alto. —jOye! ;Vienes a ver a Elizabeth? —No, vivo aqui —contest6 Alexander alzando un poco su ceja y agitando las llaves que trafa en su mano. —; Qué? ¢Te mudaste? ¢Ahora viven juntos? —pregunté Bernardo boquiabierto. —No es asi, nada mas se mudo al departamento de al lado. Ahora es mi vecino —respondio ella, al escuchar eso, Bernardo solt6 un suspiro de alivio. —Eso es bueno. jEs genial! Capitulo 257 —{Qué con esa mirada? ;Por qué me da la sensacién de que estas asustado? —pregunto Elizabeth. Bernardo estaba avergonzado; luego tosi6 un poco y respondié con honestidad: —Solo me preocupaba que ustedes... —Al hablar, su voz disminuyo en volumen y, dentro de unos segundos, se le pusieron rojas las orejas, haciéndolo parecer un nifio casto e ingenuo. —jgEn qué estabas pensando?! —Elizabeth entonces entendid a lo que se referia, por lo que lo golped—. jSomos tan puros e inocentes! —Si, si, ya entendi —repitio Bernardo, asintiendo con la cabeza—. Es mi culpa por pensar mal... —Tras decir esto, de prisa cambié de tema, afiadiendo-—: Por cierto, tu carta de admision llego a mi casa. Daniel dijo que te la traera. ¢Ya te la dio? —Atn no, tal vez venga mas tarde. —jTe fue muy bien en el examen, Elizabeth! Qué asombroso. {Cuando seria bueno hacerte una fiesta para celebrarlo? —jParece que vendria bien una celebracion! —Ante su sugerencia, Alexander hizo saber su opinion—. {Lo considerarias? —No es necesaria ninguna enorme celebracion. gPor qué no solo reunimos un dia a todos para una cena? Véanlo como mi regalo de despedida, ya que voy a mudarme a Tisotia pronto. Tal vez solo pueda venifdurante las vacaciones de invierno. —jMé parece una buena idea! |Eso también funcionaria! >réspendié’ Bernardo al instante—. Puedo organizar la cena y reunif ajtodost —Claro —dijo con un sonido afirmativo—, es solo que me preocupa distraerte® ~{Cuates el probléma? No es nada complicadosdeja-que me encargue. =Gracias por tomartéia_molestia”—le dijo Alexafider,.dandole unas palmadas en la espalda. —Somos familia, de acuerdo? —respondio Bernardo, quien estaba atonito ante esta muestra de afecto—. No hay por qué comportarnos como desconocidos. Lo hago por ti y por Elizabeth; es algo que debo hacer. Asi que, como vamos a tener esa cena, elegiré la fecha. —j(Date prisa! Estaré bien por mi cuenta. —Bernardo se despidié con un gesto de mano. —Vamos, tenemos que ir a casa —dijo Alexander al tomar la mano de Elizabeth y tras ver a Bernardo irse en coche. Elizabeth lo siguio y caminaron hacia la zona residencial al lado del otro. Al subirse al elevador, se percataron de que Daniel ya estaba en la puerta. —Por fin volviste, jefa. Te estuve esperando aqui como medio dia —dijo y luego volted a mirar a Alexander—. Oh, también estas aqui. —Esa es la carta de admision de Elizabeth? —pregunto Alexander, tras murmurar una respuesta y haber fijado la mirada en el sobre rojo que tenia Daniel en la mano. —Aqui tiene, jefa, su carta —dijo, asintiendo, y se la entrego a ella. Ella la tomo y abrio la puerta antes de romper el sobre para abrirlo; aunque ya habia firmado los formularios de inscripcion para la Universidad Tisotia, su corazén se estremecié al ver la carta, ya que era el resultado de un duro afio de trabajo en Adesa. Alexander se le acercé y le dijo de manera dulce: —Felicidades por lograr entrar a tu universidad sofiada. —jGracias! —dijo, alzando la mirada con una sonrisa serena. Alexander pudo percibir la alegria dentro de ella y no se sentia mas que contento por ella. —Ahora que te entregué la carta, los dejaré a solas. Tengo otras cosas que hacer, asi que nos vemos luego. —Daniel no se entretuvo y se fue de prisa, por lo que Elizabeth y Alexander quedaron solos en una sala enorme. Elizabeth, con seriedad, hizo a un lado la carta de admision y dijo: —En septiembre me iré a Tisotia. ~No significa eso que, para entonces, estaremos en una relacién a larga distancia? —No quiero tener una relacion a distancia contigo —respondio él con los ojos entrecerrados al sostenerla en sus brazos. Los fuertes y constantes latidos de su coraz6n sonaban en los ojdos de Elizabeth, los cuales estaban pegados a su pecho. —Yo tampoco quiero esto, pero parece que es la Unica manera de seguir adelante. Aun asi... Elizabeth alzo la cabeza para mirar a Alexander—. Podria apurar mi curso y graduarme antes; entonces, no tendriamos que salir estando separados. —El le acaricié la cabeza. —No lo pienses demasiado, jdeja que las cosas fluyan por si solas! Ademaés, incluso si no estuviéramos en una relacion a distancia, te extraflarfa mucho, muchisimo. —Yo también. —Los dos se abrazaron con fuerza, pero, luego de un tiempo, Elizabeth lo solto—. Se esta haciendo tarde. Deberias irte a descansar. —Tratas de deshacerte de mi? —Alexander entrecerré los ojos. —jVete! —lo empujo—. jNos vemos mafiana! Aungue él queria-quedarse alli todavia, también conocia ese abismo que no podia cruzar, asi que solo suspird. —Elizabeth, gcudndo podré quedarme contigo? —jSolo vete de una vez! —Ella se sontojé y afiadid—: Tengo suefio... —Esta_bienmeiré.—dijo, suspirandosde"ntevo—. Que descanses. Al’ ver-ta‘deseosa Miradaide Alexander, Elizabeth-apartd la suya y cerré la puerta; poniendo Una"barrera entre"ambo par dé jes.antes de darse la vuelta"y'recargarse contra la puerta, exhalando con"profundidad, Alexander observo la puerta cerrada y su mirada volteo a ver el bulto en sus pantalones; suspir6 con impotencia, cerré los ojos y dejo su mente en blanco, por lo que solo entonces su corazon se pudo tranquilizar. Una vez que volvid a su departamento, tomd el teléfono e hizo una llamada. —Carlos, 4no hay un puesto de gerente disponible en la sucursal de Tisotia? Haz los ajustes necesarios... Tengo la intencién de hacerme cargo de las cosas por alla el proximo mes. —Esto sorprendio a Carlos. —Presidente Galicia, je-esta... esta... bromeando? —jPara nada! La empresa tiene muchos negocios como para expandirse; si me mudo a Tisotia, sera mas facil manejar la expansion; de ahi tomé mi decision. Carlos queria decirle a Alexander que solo seria un pez enorme en un pequefio estanque si se hacia cargo en una sucursal de oficina, considerando quien era él. Al final, no se atrevio a decirselo, sino que solo pudo suponer cuales eran sus intenciones. —Entendido, presidente Galicia. Yo me encargo. Tras colgar, Alexander miro hacia arriba para apreciar la vista nocturna de la ciudad en su ventana: la luna se miraba hermosa aquella noche y el cielo estaba repleto de estrellas; la vista lo hacia sentirse, de una manera inexplicable, tranquilo. Sin embargo, toda noche tenia que dar paso al amanecer. Elizabeth se dio la vuelta en la cama y abrid los ojos, con una vista borrosa tras su suefio. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando su amplia habitacion. Se estiro y se quedo sentada por un rato antes de -_ cambiarse de ropa de prisa; luego, entro al bano, se cepillo los dientes y se aseo. Entonces, sono el timbre de fa puerta, por lo que ella fue corriendo a abrirla y lo primero que vio fue a Alexander, parado frente a ella con una bolsa de desayuno en-ta_mano. — En serio te levantaste tan temprano? Capitulo 258 —Yo te Ilevaré después de desayunar —dijo al entrar. Elizabeth respondio de manera afirmativa y se apresuro para sentarse en la mesa del comedor. Entonces, estaban los dos sentados frente a frente cuando se oy6 el sonido de una notificacion, que era un mensaje de Micaela en el que le habia enviado una foto, en la que se veia un logotipo de la Universidad Tisotia en mayUsculas. Después, Micaela le envio un mensaje de voz: «Mira, Elizabeth! jTambién entré a la Universidad Tisotia!». «jFelicidades!», respondié con una grabacién mientras sonreia. Micaela le envid al instante otro mensaje: «Decid/ intentarlo cuando hice el examen de admision. Tenia bajas expectativas, pero jluego pasé! Creia que solo podria entrar a alguna universidad regular con mi calificacién en el examen. ¢Quién diria que acabaria llevandome esta sorpresa?». «Qué maravilloso! jEstaremos en la misma universidad!». «Oye, escuché que estabas trabajando en el taller de Bernardo, ¢cierto? Mandame Ia ubicacion y pasaré por alli en un rato». Entonces, Elizabeth hizo lo que le pidid y dejd su teléfono al voltear a ver a Alexander. —Micaela también estara en la Universidad Tisotia, asi que podremos ir juntas a clases, solo que ella sera estudiante de musica, pero al menos iremos al mismo campus. —Es una gran’ noticia, asi podran cuidarse.la una de la otra. —Ante esto, Alexander pauso antes de afjadir—: ;Estas segura de\que.estaras bieren Tisotia? ~No quieres que vaya contigo? —No —ella neg6,con la cabeza—, estés'ocupado con el trabajo y todos los dias.tien@s*muchas cosas que hacer™Si*fueras conmigo, qué pasaria con la-emprésa? =jTampoco es como"que la empresa se vaya a hundir si no estoy aqui! Ademas;me preocupanque estésysola en una nuevarciudad. —jEstaré bien! Alli también estaran Daniel y Micaela, no? Asi que tranquilizate. —Cuando ella termind con su comida, dejo los cubiertos—. Tengo que irme al taller ahora. Me hicieron un nuevo pedido desde Tisotia y no sé ni por dénde empezar, asi que mas vale que le ponga cuidado. —Yo te llevaré —dijo al sacar las llaves de su coche al instante Una vez alli, Elizabeth bajo su bolso, tomo la hoja de papel en blanco y la comenzo a estudiar; incluso recurrid a Google, pero aun no se le ocurria nada. Mientras ella se deprimié ante esto, Micaela toco a la puerta. —Elizabeth, gestas alli? —jAdelante! —Micaela abrio la puerta y entro, poniendo una expresion de alegria al ver a Elizabeth. —Por otros me enteré de que han venido a pedirte que les disefies sus vestidos de novia gracias a tu reputacion. jDeberias haber elegido el disefio de moda como tu especializacién, ya que te seria de gran ayuda en el futuro cuando tengas que conseguir un trabajo en la sociedad! —EI disefio de moda es solo un pasatiempo, nunca lo vi como un trabajo formal, asi que solo lo estaba intentando —respondio Elizabeth. —Pero lo haces muy bien como para que solo lo hagas como pasatiempo. Eres asombrosa, Elizabeth —le dijo Micaela, aun impresionada, con estrellas en los ojos—. Oye, ya que eres una profesional para esto, vas a disefiar mi vestido de novia cuando se mese en el futuro, cierto? —jClaro! —le sonrid y asintid con la cabeza. —{En serio? jEntonces no puedo esperar por mi boda! —iYa quieres casarte? —le pregunto, sin poder evitar una tos—. ¢Al menos tienes un novio? —No tengo uno por el momento, pero llegara tarde o temprano. Es solo que... Es probable que tu te cases antes que yo, ya que tienes una relacion tan solida con Alexander. {Planeas casarte después de graduarte? —Si nos parece que si para entonces, jentonces lo mas probable sea que si! —Esto era algo que Elizabeth misma ya se habia planteado. —jVaya! gHablas en serio? jApenas tendras veintidds afios para cuando termines la universidad! —Esa ya no es una edad tan joven, al menos si nos atenemos a las leyes de matrimonio. —Pero yo quiero tener unos treinta afios cuando me case —dijo Micaela, apretando los labios. —gY qué? Yo creo que no hay una edad definida para casarte, sino que sea cuando tu y tu pareja quieran hacerlo. Si tienes treinta para cuando conozcas al indicado, jentonces ahi seria cuando deberias casarte! El amor puede esperar; vale la pena cuando hallas el verdadero amor. —jTienes razon! —Micaela asintid de manera afirmativa—. Siempre y cuando encuentres la felicidad, no importa cuando te cases. Luego, continuaron conversando por un rato. Elizabeth tomo el papel que tenia en las manos y dijo: —No puedo seguir platicando contigo porque tengo trabajo que hacer. éQué te parece si mas tarde vamos a comer? —Esta bien, jhaz-lo tuyo,entonces! Con eso, Micaela tomo una revista y se sento en) Un sofa para,hojearla Elizabeth hizo a un lado el papel en blanco y comenzo a'dibujar'unos borradores, pero.un poco después, artugo el papel de dibujo y lo tiré al cesto desbastifadejandolo repleto .desb6las"despapel de borradores désechadds en una-horaEn ese momento, UNa-de_eStas cayo en los pies de-Micdela, quien Ceffo.la revista"¥"se agacho para-recoger del suelo la bola*de"papel con curiosidad; entonces, lo alis6"y viosquestenia.un boceto que no estaba completo. Micaela alz6 la cabeza para mirar a Elizabeth, quien tenia el cefio fruncido y se veia cansada. —¢Que pasa, Elizabeth? —No es nada —respondio, respirando con profundidad-, jes solo este acertijo dificil que me dio un cliente! Esto hizo que la curiosidad de Micaela aumentara; por lo que sabia de ella, Elizabeth era alguien invencible y mas grande que la vida, pero ahora ella estaba confundida. —¢De qué es el acertijo? Quieres hablar sobre eso? —pregunto Micaela. —{Qué clase de misterios puede tener un papel en blanco? —pregunté Elizabeth tras apretar los labios en una linea delgada. —Un papel en blanco? —Micaela pensé con detenimiento—. ;Qué no solo es papel comun y corriente? ¢Qué podria estar escondiendo? —Ese era el mismo pensamiento de Elizabeth, pero el cliente dijo que su peticion estaba escrita en el papel, asi que {qué podria tener escrito? Micaela lo tomé antes de afiadir—: Quiz no esté escondiendo nada, pero hay un sinfin de posibilidades con las que se puede usar un papel en blanco. Podemos garabatear lo que sea en él o doblarlo en un monton de origami. —Espera un momento... ;Qué acabas de decir? —A Elizabeth le brillaron los ojos y luego se golped en la cabeza con la mano-. jLo tengo! Lo tengo... —Te diste cuenta de algo, Elizabeth? —Micaela no comprendia. Elizabeth no se podia molestar en responderle en este punto. De prisa, tomo una pluma de su escritorio y comenzo a dibujar con un gesto muy serio. Micaela no se atrevio a interrumpirla, ya que no tenia opcion mas que guardarse los pensamientos y esperar en el sofa en silencio. Cuando a Elizabeth le llegaba la inspiracion, le brotaba como un géiser, asi que termino su primer borrador del vestido de novia en un abrir y cerrar de ojos, después de por fin haber entendido la intencidn de Frida. En la hoja en blanco no habia nada, pero también lo decia todo. Elizabeth se estiro y dijo: —jVamos a comer ya! —Acababa.de decir esto cuando volted a ver a Micaela, quien se habia quedado dormida én él sofa’.Fue entonces cuando se dio cuenta de la-hora: jas-dos-de la tarde. De prisa, se le acerco a Micaela y le dio golpecitos para despertarla—. Micaela, despiértate, es hora de comer. Entonces, por fin, se desperto. —Hasta que te acordaste de comer, casi me muero de hambre —dijo con un tono miserable. —Perdon, es que perdi la nocion del tiempo, pero alcanzamos a comer. Vamos. Micaela se levanto y salio con Elizabeth. Capitulo 259 Después tener listo el primer borrador, Elizabeth pasé unos dias termindndolo; cuando lo complet, ya era el final del mes. Como se acercaba el tiempo de iniciar su nuevo semestre, ella terminé con su trabajo en el estudio. Alexander estaciono su coche en la entrada y, en cuanto vio la vio salir, se bajd, abrid la puerta y tomo la caja que estaba cargando Elizabeth. — Es todo? —Si, no hay mucho —le respondié—. Solo tomé unos cuantos borradores que suelo disefiar. —Stibete —le dijo al instante y puso la caja en el maletero. Elizabeth abrid la puerta, se subid al coche y, en poco tiempo, se fueron a paso lento. —Le pedi a Carlos que reservara los boletos del vuelo, para que Daniel y tu se vayan juntos. —Ajé —murmuro de manera afirmativa. —El vuelo sale mafiana. —De acuerdo. Alexander volteo a ver a Elizabeth y queria decirle algo, pero no le salieron las palabras. Al dia siguiente, Daniel estaba en la terminal de salida esperando"@"que Ilegara Elizabeth.cuando, entonces, esta llego, por lo que él le hizo un gesto\con la mano. —jPor aqui, jefa! Elizabeth se lé acercé a Daniel, mientras que Carlos, quien @Staba déttas de ella, le dijoi —Sefiorita-Zamora,-permitame FeVisar-su-equipaje por usted. —Graciase —Es_misplacers Con eso, Carlos tomo el pasaporte y su equipaje de Elizabeth para registrar su bolso. Luego, volvid con las tarjetas de embarque en la mano. —Joven amo Alexander, esta es de la sefiorita Zamora. —Después de que Alexander la tomara, Carlos de prisa le paso otra, bajo la voz y afiadio—: Y esta es suya, joven amo. Esta en el mismo vuelo que la sefiorita Zamora, pero por el momento no sabe que usted también se dirige a Tisotia. —Puedes darmela primero —le dijo Alexander—. Recuerda mantenerlo un secreto. —Si, sefior. —Esta es tu tarjeta de embarque —le dijo a Elizabeth, dandosela—. Puedes subirte en media hora. Elizabeth observo la tarjeta y no pudo evitar sentirse emocional; alzo los ojos para mirar a Alexander y le dijo: —Por favor, cuidate. Volveré cuando inicien las vacaciones escolares. Con los ojos entrecerrados, Alexander muy apenas murmur6é una respuesta afirmativa y no dijo nada mas. Por alguna razon, Elizabeth sentia que él se estaba comportando muy extrafio, pero no podia averiguar en qué sentido. Justo entonces, se entrometio Daniel: —No te preocupes, Alex. La jefa y yo estaremos en la misma escuela, asi que yo me haré cargo de ella. —Esta bien, gracias. —No hay problema. Pronto, llego la hora de subirse al avidn. Alexander se quedo de pie en la garita de seguridad y miré como Elizabeth y Alexander se dirigian hacia el avion. En cuanto se fueron, él y Carlos se subieron al avidn a través de otra ruta. El avion entonces despego y, al estar a casi mil metros en el aire, Elizabeth no podia evitar sentirse deprimida porque no podrian verse por varios meses tras su despedida. —Disculpe, seforita, gesté ocupado este asiento? Al reconocer una voz tan familiar, Elizabeth se quedo atonita, asi que volted la cabeza y se sorprendio al ver una cara conocida. —{Q-qué estas haciendo aqui? —Estoy aqui para ver a mi novia —le dijo Alexander con una sonrisa genuina y se sento—. Como ella ira a la escuela sola y yo me preocupaba por ella, decidi acompafiarla. —¢Sabe ella lo empalagoso que es usted? —pregunto ella, sonriente. —Quizé no lo supiera antes, pero ahora lo sabe. —¢Por qué no me contaste que vendrias también a Tisotia? —le preguntd al tomarlo del brazo con naturalidad—. Justo ahora estaba pensando en como iba a lidiar con una relacion a distancia por varios meses. Alexander se le acerco y le dio un beso en la mejilla cuando no estaba prestando atencion. —Bueno, espero que no sea tan tarde como para contértelo Al mirarse a los ojos del otro, ambos sonrieron. Con la compaiiia de Alexander, el vuelo de dos horas no fue tan aburrido. Mientras tanto, Daniel no se percato de Alexander hasta que el avion toco el suelo. Al ver la interaccion acaramelada de estos, él también sintid que de pronto estaba en una felacion. Como Carlos ya habia organizado como se transportariantfasisalindet aeropuerto, el grupo se subid a un coche y se dirigid a Ja Universidad Tisotia, en donde el animado evento:de orientacién anual se llevé a cabo en la entrada@"devesia..Todos los estudiantesde.uiltimo afio se reunieron en la.puerta para fécibir’a los nuevos estudiantes.de todas partes del pais-Ur sentimiento"de.respeto,sutgio en Elizabeth-cuando vio el titulo de Jasuniversidad’en 1@°enirada. —Iremos a inscribirnos en la escuela primero y volveremos una vez que haya terminado el proceso de inscripcion. En cuanto Elizabeth dijo esto, Alexander le dio una mascarilla. —Péntela. Mientras Elizabeth estaba confundida, Daniel le explico a su lado: —A Alex le preocupa que te molesten los de ultimo grado, asi que seria mas conveniente que te pongas la mascarilla; ademas, Han y tu tienen la misma cara, asi que seria facil que te reconocieran los seguidores. Para evitarse estos problemas innecesarios, sera mejor que lo soportes y te la pongas, jefa. —{Qué tal si me maquillo para lucir menos agradable, como lo hacia antes? —le pregunté Elizabeth a Alexander. —No sera necesario, basta con que uses la mascarilla. —Tras decir esto, la ayud6 a ponérsela, la cual le cubria mas de la mitad de la cara. —jSe te ve bien! Elizabeth no dio una opinion porque, después de todo, ella tampoco queria buscarse problemas. Al bajarse del coche, Alexander la ayud6 a cargar su equipaje a la entrada de la Universidad Tisotia. —Hola, zustedes son los alumnos de la vigésima primera generacion? {De qué facultad son? Por favor, registrense aqui —Soy una estudiante de la Facultad de Matematicas —respondié Elizabeth al instante—. ~Puedo saber con quién debo presentarme? Al estudiante de ultimo grado le sorprendié que Elizabeth fuera de la Facultad de Matematicas; al fin y al cabo, la mayoria de los estudiantes en esa facultad eran varones, pero hoy habia Ilegado una adorable chica a formar parte de esta. Aunque no se le podia ver toda la cara con la mascarilla, no era dificil deducir que se trataba de una bella chica al oir su dulce voz. —Ve hacia la derecha y te puedes inscribir a la Facultad de Matematicas en el Bloque B. Si no conoces el camino, yo puedo mostrartelo. —Claro, jgracias! —jNo es nada, sigueme! Con eso, Elizabeth y los otros siguieron al estudiante al Bloque B. Tras pagar la matricula, Elizabeth se inscribid y recibid su llave de alojamiento. Fue entonces cuando Alexander la Ilevd a su dormitorio, que se encontraba en un espacio compartido, por lo que era mas ruidoso y estaba repleto de gente. A Alexander no le complacia la situacion, asi que dijo: —éPor qué no te quedas fuera del recinto? Seria mas conveniente. —No es necesario —respondio Elizabeth—. Puedo quedarme fuera los fines de semana o durante las vacaciones escolares y me quedaré en el recinto entre semana. {Te olvidas de que mi padrino me preparo una casa? —Pero la condicién de este dormitorio es horrible. —jNo te preocupes! Si'otros pueden vivir aqui, entonces yo también. Tras decir estorElizabéth.empezo. ashacer la*eama ella misma. De hecho, la Universidad Tisotia.era Una, delas mejores del-pais y sus dormitorios eran mejores.queslosede.otras-universidades.ordinarias; aun asi, Alexander pensaba que el ambiente era menos deseable. El dormitorio en que se quedaria Elizabeth era de dos personas y atin no llegaba su compajfiera de cuarto; entonces, Alexander se acerco y le ayudd a desempacar. Al terminar, Elizabeth tomd su bolso y dijo: —jSalgamos y vayamos a comer juntos! Cuando los dos salieron del dormitorio de mujeres, se dieron cuenta de que habia personas, que los rodeaban, posando sus miradas en Alexander. Hubo incluso dos chicas que se le acercaron y le preguntaron: —Oye, gtambién eres estudiante de la vigésima primera generacion? {Me das tu numero de teléfono? —Lo siento —respondié Alexander con un rostro seria—, mi novia es algo estricta, asi que no tengo mi teléfono conmigo cuando salgo. Las estudiantes pusieron una cara triste al enterarse de que Alexander estaba tomado; después de eso, se marcharon deprimidas. Elizabeth entonces le dio un golpe a Alexander y le dijo: —Dijiste que las personas reconocerian mi cara con facilidad, pero jresulta que tu cara llama mas la atencién! ;Por qué no te pones una mascarilla tu también a la proxima? Capitulo 260 —Claro —respondié Alexander con una mirada seria al oir esta sugerencia. Elizabeth no se contuvo y sonrio al verlo tan cooperante y, luego, sacd su teléfono. —Llamaré a Daniel para preguntarle si quiere comer con nosotros. —No tienes por qué Ilamarlo —dijo Alexander al sujetarle la mano al instante; al fin y al cabo, es mejor que no haya un mal tercio entre nosotros. —jJa, ja! Esta bien —se rio sin querer—. Entonces vayamos juntos a echarle un vistazo a la casa que me preparé mi padrino. —Me parece bien. Cuando los dos salieron de la universidad por la acera, Carlos ya los estaba esperando en la entrada de la escuela. Al verlos llegar, de prisa se bajo del coche y le dio las llaves a Alexander. —Aqui tiene la Ilave, presidente Galicia. —Gracias —dijo al tomarlas—, puedes venir a las sucursales de la empresa luego y ver si hay algo que se pueda arreglar primero; si no hay nada por hacer, entonces déjalo asi por el momento. —Si, sefior. Con esto, Alexander y Elizabeth se subieron al coche; después, cuando se encendio el motor, se fueron. Mientras que él conducia por el camino, Elizabeth miré por la ventana por instinto)La ciudad le parecia familiar pero extrafia y, por alguna razon, estaba deseosa porjempeZarsusadfas univetsitarios aqui. La casa que Quintin le dio a Elizabeth»Se encontraba en un vecindario frente _asla*Universidad. Tisotia; era_un®depattamento amueblado con rehoyvaci6h modernaqueise ajdstaba a las préferencias. de Elizabeth. Después de explorar lugar, Elizabeth se encontraba-satisfecha. =Es*und buena opcidtiwenir y quedarme aquf"él"préximonfinede.semana. —Me alegra que te guste. —Alexdnder estird la mano para acariciarle la cabeza. En ese momento, sono el teléfono de Elizabeth en su bolsillo y ella reconocio el codigo de area, que era de Tisotia, asi que contesto la llamada. —Hola, sefiorita Zamora, soy Rosalba Sandoval. Hace poco nos conocimos. Me enteré de que se quedaria aqui en Tisotia, cierto? —Si, ya llegué aqui —respondio Elizabeth. —Grandioso. gCuando podria traerle el disefio a la sefiorita Frida para que lo mire? —{ Qué tal mafiana? Estaré libre. —De acuerdo, le enviaré la direccion y puede venir mafiana. —Tras colgar la llamada, Rosalba se la envid, mientras que Elizabeth hizo su teléfono a un lado. —Maifiana es el dia de inscripcién para los nuevos estudiantes, asi que no hay mucho por hacer, asi que iré a darle el disefio para ver si quiere hacerle algunos ajustes. —Esté bien, ten cuidado y no olvides llamarme de inmediato si algo pasa. —Tras decir esto, Alexander tom6 con el brazo a Elizabeth de la cadera—. {Qué deberia hacer? Aun antes de separarnos ya te echo de menos. —Tranquilo —sonrié ella—. Ambos estamos en Tisotia, asi que siempre podremos vernos. Por ahora, vayamos a comer. Esa noche, Elizabeth se comenz6 a quedar en su dormitorio, pero su compafiera de cuarto alin no llegaba, asi que tuvo que dormir sola. A la mafiana siguiente, Elizabeth se desperto en cuanto amanecid, ya que tenia que adaptarse a este nuevo lugar. Una vez que se ased, se cambio y salid a desayunar en el restaurante del recinto. A las nueve de la mafiana, tomo un taxi con la direccién que le dio Rosalba. El area de la mansion era tan enorme que le tomo cinco minutos atravesar el jardin. A partir de esta grande mansion que era de la familia Aceves en Tisotia, donde las propiedades eran escasas, Elizabeth podia percatarse de que la familia debia tener un estatus extraordinario. —Ya llegamos —dijo el conductor al estacionarse en la entrada. Tras desabrocharse el cinturon de seguridad y bajarse del coche, Elizabeth estaba por llamar a Rosalba cuando sono su teléfono en la mano. —Sefiorita Zamora, {ya se encuentra aqui? Le pedi a una sirvienta que la trajera a la entrada, asi que sigala. Al siguiente segundo, Elizabeth vio a una sirvienta uniformada acercandose. —Por aqui, sefiorita Zamora. —Elizabeth la siguié de prisa y entré en un bungalo extravagante, el cual estaba amueblado al estilo europeo; el mismo techo media unos ocho metros de altura—. —La sefiorita Frida esta en el salon del segundo piso, sefiorita Zamora; permitame mostrarle el camino —dijo Rosalba con seriedad al ver a Elizabeth. Como tal, ella la siguid hacia alla y vio una figura delgada de pie frente a la ventana—. Seforita Frida, aqui esta la sefiorita Zamora. Al oir esto, la mujer se dio la vuelta y le sonrio a Elizabeth —jEncantada de conocerla, sefiorita Elizabeth Zamora! —Con un aspecto de unos veinte afios, Frida era mucho mas joven de+o, que,esperaba Elizabeth. —Es un gusto conocerla, sefiorita Aceves —Puede setirarse.—le.ordend Frida’a_lassitvienta mientras le sonrefa a Elizabeth—=Traenos.algo, de café. —Si, sehorita; PoMfavor, tome asiento/sefioritazZamora. Elizabeth=sessentoren,cl sofa y fuevalgranomtomd.su.disefo y dijo: —Este es el vestido de novia que disefié para usted, sefiorita Aceves. Por favor, véalo y digame si hay algo con lo que no esté satisfecha —Estoy impresionada, sefiorita Zamora —dijo Frida al tomar el disefio—. Apenas y le habia dado un papel en blanco, pero jsi tuvo la inspiracion de disefiar un bello vestido de novia! ~Como logrd adivinar el secreto? —En realidad, al principio no estaba inspirada —respondid Elizabeth—, pero me lleg6 la inspiracion con el consejo de mi mejor amiga, asi que hice el disefio al instante. —Vaya, jqué asombroso! Estoy muy contenta con el disefio, sefiorita Zamora, asi que, por favor, continue con este. Asi, Frida cerré el borrador de papel y se lo paso de nuevo a Elizabeth, quien no esperaba que el proceso saliera tan bien. Sorprendida, le pregunto: —¢Hay algo mas que le gustaria arreglar, sefiorita Aceves? —Solo soy una persona comtn, asi que deberia refrenarme en darle tantos comentarios, ya que usted es la profesional. El disefio ya es bastante bueno y cumple del todo mis expectativas a la perfeccion. Ya puedo imaginarme como me veré con el vestido puesto, asi que estoy satisfecha. —jMe agrada que le gustara! —dijo Elizabeth aliviada. En ese momento, la sirvienta les sirvid café. —Por favor, beba café, sefiorita Zamora. Estos granos de café estan recién comprados y su sabor no es malo. Elizabeth le acepto el café y le agradecio a la sirvienta.

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