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Presentación del libro Praxis Política y Educación Popular.

Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos


IMPA (CEIP Histórica).

Ponencia de Silvia Brusilovsky .

Creo que este libro está saliendo en un momento del país que es doloroso para todos nosotros. El
capitalismo en todo tipo de gobierno crea exclusiones sociales pero en nuestro país y en otros de
América Latina –Brasil, Paraguay- el triunfo político del conservadurismo autoritario torna más
importante esta publicación que reflexiona y presenta temas sociales de educación insertos en su
contexto social.

Tengo que hacer una aclaración sobre mi presentación porque hay acá profesores universitarios,
docentes, estudiantes y graduados de los bachilleratos de modo que ante esta heterogeneidad de la
audiencia trataré de expresarme de modo tal que todos entiendan. El libro es teóricamente muy
complejo y no sé si todos los estudiantes lo entenderán. Esto no es descalificarlos; en realidad a mí me
dio trabajo leerlo por su nivel teórico

Se trata de un libro referido a qué se hace en los bachilleratos populares y sobre cómo los docentes
enfocan su trabajo, su práctica. Se refiere, también, al contexto institucional en el que se trabaja así
como al efecto buscado en la formación de estudiantes.

Pienso que la importancia de esta experiencia es que los estudiantes que asisten al bachillerato son de
una situación escolar y de un origen social semejantes a los de los que van a otros secundarios para
adultos. En un informe de nuestra investigación sobre Bachilleratos decimos cosas que coinciden con lo
que se afirma en este libro: heterogénea en edad, si bien en algunas predominan los jóvenes entre 16 y
25 años. Las razones con las que sus estudiantes explican su propia historia de interrupción de estudios
son semejantes a las de otras escuelas de jóvenes y adultos: el trabajo –puede ser búsqueda o
sobreocupación- problemas familiares o bien desinterés por la propuesta escolar de otras instituciones a
las que asistieron, de modo que constituyen una población que, en este aspecto, repite los argumentos
que hemos encontrado en el resto de los CENS que estudiamos. Nos parece que este es un dato
interesante, porque sistematizar un trabajo que produce resultados efectivos trabajando con una
población semejante a la de las escuelas que tienen menores resultados o que suelen producir
deserción, fortalece el valor de las explicaciones sobre las prácticas y los efectos que ellas producen.

Hay en relación con el libro muchos aspectos que pueden comentarse. Entre los claramente escolares
un tema importante es cómo los docentes enfocan la enseñanza. Y acá hay varias cosas para señalar: la
importancia que asignan al conocimiento pero especialmente el reconocimiento de que la información,
el saber construido no es políticamente neutro, que la información comunicada responde a cierta
interpretación del mundo, de la realidad; que no se piensa que lo que importa es informarse sino que es
importante con qué teoría, con qué enfoque se elige enseñar, porque se reconoce que no hay
conocimiento neutro, que toda información transmite una concepción sobre la realidad. Y estos
docentes lo tienen claro y eligen un enfoque. Deciden mostrar en las asignaturas de qué modo en el
mundo capitalista hay desigualdades, grupos que tienen poder y hacen uso de ese poder para explotar
el esfuerzo de los trabajadores, sin darles posibilidad de intervención y de decisión sobre las cuestiones
que afectan su vida y que ocultan esas desigualdades.

El otro tema en que me hace pensar el libro es en la importancia de haberlo escrito, porque indica que
son docentes que reflexionan sobre su trabajo. Haberlo escrito y aquello que escribieron indica que se
ocupan y preocupan por reflexionar sobre su propio trabajo. El libro no está escrito sólo para contar la
experiencia sino que pone de manifiesto cómo los profesores reflexionan críticamente sobre su trabajo
escolar. Creo que es un esfuerzo por sistematizar la experiencia y por explicitar los fundamentos
teóricos con los que sostienen las opiniones. Parten de principios compartidos especialmente en lo
teórico. No suele ser habitual leer producciones colectivas de docentes con esta coherencia y
profundidad teórica, lo que resulta muy valioso.

Llama la atención la alta coincidencia de opiniones entre los autores de los diversos artículos que
componen el libro. Tanto los que hacen un análisis de los principios políticos que los orientan como los
que se centran más en el relato de sus experiencias docentes coinciden en señalar la importancia de la
participación, de la puesta en circulación de conocimientos con contenido social y político así como en
diferenciar conocimiento crítico de conocimiento con sentido explícitamente político y en señalar el
espacio que hay que dar a lo que piensan y saben los estudiantes. Esta consideración de lo que piensan
los estudiantes no implica basismo sino un punto de partida para la reflexión colectiva. Los saberes de
los estudiantes son punto de partida pero es necesario reconocer en ellos los vacíos, el sentido común –
entendido en sentido gramsciano- que distorsiona la lectura de la realidad y ayudarlos a avanzar en el
reconocimiento y superación de su sentido común. El docente tiene una función activa en estimular el
reconocimiento del sentido común, en proveer a los estudiantes de información y experiencia que
contribuya a que comprendan la realidad y el propio modo de pensar, a comprender los factores que
incidieron en su vida y a superar los prejuicios internalizados respecto de por qué tienen dificultades
para aprender. Esto último es importante por la auto descalificación con la que suelen llegar los
estudiantes, resultado de las expulsiones de las escuelas a las que antes asistieron, expulsiones de las
que fueron objeto por no estar preparados para responder a las demandas cognitivas y sociales de esas
instituciones. En los Bachilleratos se entiende esta situación y se crean condiciones organizativas en la
institución y en el trabajo de los profesores para que los estudiantes puedan avanzar tanto en el
aprendizaje como en la aceptación de sí mismos como sujetos con capacidad de aprender, de actuar
reflexivamente.

No quiero dejar de señalar la importancia de la certificación. Sé que en algunas escuelas que se definen
como populares se considera que debe evitarse la certificación. Creo que sostener la necesidad de
certificar tiene varios sentidos: en relación con los estudiantes es proporcionarles una herramienta para
insertarse en situaciones laborales y, especialmente, para poder continuar estudios postsecundarios. En
relación con los bachilleratos porque forma parte la lucha que llevaron a cabo porque se los reconociera
como integrantes del sistema de educación pública. Que el Estado no tenga el monopolio de la
certificación y luchar para que alternativas de educación con sentido popular puedan certificar forma
parte, también de los principios que el texto marca como parte de la lucha política que se lleva a cabo en
el bachillerato.
Una cuestión importante que no puedo obviar es la de la participación de los estudiantes en la gestión
de la institución. Las asambleas en las que se toman decisiones en forma colectiva creo que tienen
importancia por varias razones: indican el reconocimiento de que los estudiantes pueden participar en
las decisiones que les atañen pero son, también, una posibilidad de aprender a tomarlas en la práctica
misma.

Estar en una empresa recuperada es, también, un factor de educación. Aunque sean organismos
independientes y la escuela es la que certifica, compartir el espacio con una unidad productiva que es
dirigida por los mismos trabajadores ya es una situación que pone de manifiesto un modelo de empresa
que tiene un carácter diferente al que domina en la empresa capitalista. Y este modelo de empresa fue
objeto de lucha cuando las empresas recuperadas por los trabajadores tuvieron que pelear ante las
decisiones del Estado para su reconocimiento. Y los bachilleratos populares también tuvieron que luchar
para que sus certificados fueran reconocidos y para que los estudiantes pudieran así continuar
estudiando.

Me llamó la atención un artículo firmado por un estudiante en el que explica y fundamenta la diferencia
entre esta escuela y las anteriores, en las que había abandonado los estudios. Sus reflexiones sobre sus
estudios en IMPA evidencian que los estudiantes reconocen lo que se hace en la institución y cuánto lo
valoran. El mismo hecho de que en el libro opine un estudiante da cuenta de cómo valoran sus
opiniones.

Quiero señalar otra cuestión importante en IMPA: conviven en el lugar organizaciones que hacen
actividades culturales diversas y los estudiantes pueden participar de ellas. Y los estudiantes cuando se
gradúan suelen quedar ligados a la organización y participan de esas actividades. La declaración que se
publica en uno de los capítulos y hecha por un entrevistado es interesante. Esta persona dice: “Eso está
demostrado porque yo lo veo: los chicos se quedan en el centro cultural y participando de una u otra
manera”. (Entrevista a Marcelo Castillo, pág. 382).

Es interesante que una de las asignaturas sea cooperativismo porque permite reflexionar sobre las
características de la empresa y de la escuela como creación y como parte de ella. La secuencia de
actividades de la asignatura muestra la preocupación por graduar el contacto, la reflexión y el
aprendizaje para la práctica. Se comienza por recorrer la empresa, conversar con sus trabajadores y se
continúa, al año siguiente, ubicando el tema de cooperativismo en la Historia Latinoamericana para
concluir en 3º enseñando a organizar alguna forma de producción. Este es un ejemplo de cómo son
coherentes con la idea de partir de la experiencia, reflexionar sobre ella y volver a actuar sobre la base
de esa experiencia.

Los autores en los que se coincide a lo largo del libro para darle fundamento son Gramsci en lo teórico y
Freire en el enfoque de educación popular. Eso también da coherencia en el hacer y base de reflexión
para la práctica.

Quiero retomar mi propósito cuando empecé a organizar esta comunicación: mostrar de qué modo el
libro tiene el objetivo de hacer público qué se hace en los bachilleratos populares, cómo los docentes
enfocan su trabajo, su práctica y sus fundamentos teóricos, el efecto buscado en la formación de
estudiantes y las características del contexto institucional y social en el que se trabaja. El libro permite
acercarnos a la concepción política, a los fundamentos teóricos y a la forma en que se trabaja. Su lectura
resulta interesante, atractiva y si realmente pueden hacer y pensar todo lo que cuentan ¡son
envidiables!

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