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La atención compartida paso a paso

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Esta fotografía muestra la mirada social de Erik: acababa de lanzarse por un tobogán muy alto
él solito, nosotros estábamos sentados en un banco. Y nos buscó la mirada bien sonriente y
orgulloso para compartir lo que acababa de lograr.

LA ATENCIÓN COMPARTIDA (JOINT-ATTENTION)

Un aspecto muy importante para trabajar con un niño con autismo es la atención conjunta (o
atención compartida), es decir, la habilidad para compartir atención con otra persona mientras
ambos están prestando atención al mismo objeto o realizando una actividad.

Distinguiremos dos aspectos en la atención compartida:

- Respuesta, es decir, el niño muestra interés (verbal o no verbal) hacia las vivencias,
actividades o situaciones de juego de otras personas –por ejemplo, participa en una
conversación o en el juego de otros niños.

- Iniciativa, es decir, el niño comparte, muestra o interesa a otra persona en la actividad que
está realizando –por ejemplo, muestra el dibujo que acaba de hacer, le dice a su mamá con
quién ha jugado o se muestra orgulloso por algo que acaba de hacer, buscando la mirada.
Veamos algunos ejemplos sencillos para provocar atención compartida:

Señalar:

Señalar un objeto de interés es atención conjunta. Una forma de ayudar a desarrollar la


atención conjunta es hacer este tipo de comunicación más concreta: tocar el objeto que estés
señalando en lugar de señalarlo desde lejos. Una actividad que puede contribuir al desarrollo
de la atención conjunta es crear situaciones en las cuales sea probable que ésta ocurra. Por
ejemplo, ver libros de dibujos es una actividad que a menudo implica atención conjunta. A la
vez que veis el libro, señala la imagen y nómbrala. Esto demostrará al niño una forma de
atención conjunta que puede copiar.

La caja de las sorpresas:

Crear sorpresa también promoverá la atención conjunta. Hay diversos modos de hacer esto.
Puedes poner distintos juguetes que sean atractivos para el niño en una bolsa y por turnos ir
sacándolos de la bolsa.

Esconder juguetes:

También puedes esconder esos juguetes en distintos lugares de la casa y jugar a buscarlos.
Cuando encuentre el juguete o lo saque de la bolsa, exagera tu reacción, mira al niño, señala
el objeto y haz una declaración verbal simple como “¡Mira, un helicóptero”.

Crear situaciones en las que ocurra algo inesperado:

También puedes crear situaciones en las que suceda algo inesperado. Utiliza la imaginación
para hacerlo. Por ejemplo, si tiene un juguete a control remoto, puedes activarlo cuando el
niño no esté pendiente de él. De nuevo, creando este tipo de situaciones, ofrece
oportunidades para practicar la atención conjunta, antes que esperar que esas circunstancias
aparezcan de forma natural.
En nuestro caso, trabajamos la atención compartida también de forma estructuada y éstos son
los pasos que seguimos:

1 El niño se interesa por el objeto de otra persona:

Para ello se utilizan dos objetos (un coche y un camión, por ejemplo). Le das el coche al niño
para que empiece a jugar, en un momento tú coges el camión, y empiezas a jugar con el
camión de forma divertidísima, exagerando los gestos y las palabras: “Run-run, uau, este
camión es genial”, etc. El objetivo es que el niño deje su coche y comience a interesarse por
tu camión, te pregunte y se ponga a jugar contigo.

Sarah, una de nuestras coterapeutas, realizó el trabajo fin de carrera sobre atención
compartida. Gran parte de ese trabajo está basado en su experiencia con Erik. Su forma de
despertar el interés de Erik en este paso fue la siguiente:

Después de haber realizado un actividad en mesa con el niño, te levantas sin decir nada,
sacas un cordel de uno de tus bolsillos, lo examinas con gran interés, tomas una hoja de
papel, un lapicero, algo que te sirva de apoyo (una carpeta, por ejemplo) y te sientas en el
suelo. Durante este proceso, harás cada paso muy despacio, observando si el niño mira qué
estás haciendo. En el caso de que el niño no mire, dices verbalmente lo que estás haciendo:
“Oh, me caso un cordel del bolsillo del pantalón”, etc.

Una vez sentada en el suelo, miras el cordel, lo tocas, haces un lazo, sueltas el lazo… y otras
figuras. Al final, dibujas una de las formas del cordel en la hoja de papel.

El objetivo es que el niño muestre interés por lo que estás haciendo y manifieste también sus
ganas por hacer lo mismo:
- el niño pide un cordel para él (tendrás otro preparado en el bolsillo)
- el niño te pide tu cordel
- el niño pregunta ¿qué haces?
- el niño te pide que hagas otras figuras con el cordel

Podemos controlar los progresos anotando los siguientes datos:


- el niño muestra interés preguntando
- el niño muestra interés mirando
- el niño se sienta en el suelo por iniciativa propia junto a ti
- el niño expresa su deseo de hacer lo mismo
- el niño participa en el juego, te pide que hagas nuevas figuras, él pide un cordel…

2 El niño te incluye en una actividad

El niño está jugando (o quiere jugar) y el objetivo es que te incluya en su juego de forma
activa, es decir, te pide algo o necesita tu ayuda.

Puedes provocar esta situación teniendo preparados juegos, partes de un juego o material
que le gusten mucho al niño pero que el niño no pueda alcanzarlos sin tu ayuda (por ejemplo,
colocado en una estantería alta).

O puedes provocar también cambios en un juego: el niño está jugando con los Lego, y te
sientas con él y propones una nueva construcción (faltará alguna pieza importante, que estará
a la vista del niño pero no puede alcanzarla; así te pedirá ayuda).

Veamos un ejemplo continuando con el programa que desarrolló Sarah:

Una vez que has despertado el interés del niño con el cordel y lo tienes sentado a tu lado
jugando contigo, dejas tú de jugar, de participar y de hablar durante un minuto. El niño debe
darse cuenta de tu actitud y pedirte que continúes. En el caso de que pasado un tiempo
prudencial el niño no haya reaccionado, tendrás que ingeniártelas para mostrar que no estás
participando (un estornudo, levantarte, tumbarte en el suelo, etc.).

Otra actividad que se puede realizar, es proponerle al niño que pegue sobre el papel cuatro
cordeles formando un cuadrado. El niño deberá pedirte tres cordeles más y pegamento. Una
vez pegado el cuadrado, puedes proponer seguir hasta formar una casa: “mira, podemos
hacer una casa. Qué nos falta? – el tejado – claro, falta el tejado. Y juntos continuáis con la
actividad: ventanas, puerta, etc. siempre mano a mano con el niño.
Controlaremos los progresos del niño anotando:

- el niño se da cuenta de que el adulto ha dejado de jugar


- el niño pide al adulto que siga jugando
- el niño pide ayuda para continuar con la actividad
- el niño presta atención a lo que está continuando el adulto

3 El niño se da cuenta de cambios o cosas fuera de lugar y así lo indica

El propósito es sorprender al niño con algo inesperado, que él se dé cuenta y que lo indique.
Es un juego muy divertido (en línea con las tarjetas de absurdos): ponerse las gafas al revés,
un calcetín como guante, colocar una silla encima de la mesa, tirar algo “sin querer” y decir
“oh”, colocar algo fuera de lugar (una zapatilla en un cazo), cambiar el uso de un juguete
(peinarse con una pieza de Lego), hacer algo inesperado (meterse la pelota debajo del jersey
en vez de seguir con el fútbol), etc.

Controlaremos los progresos del niño anotando:

- el niño se da cuenta de los cambios mirando


- el niño se da cuenta de los cambios señalando
- el niño se da cuenta de los cambios diciéndolos

4 El niño muestra algo que ha visto, ha pasado o ha hecho

Podemos provocar alguna situación: por ejemplo, le pedimos al niño que nos traiga algo de
una habitación, previamente en esa habitación habremos dejado algo fuera de lugar de forma
muy visible.

Por ejemplo: colgamos unos cazos de un árbol del jardín o colocamos dos sillas encima de la
cama o sentamos un peluche enorme en el inodoro o ponemos un lazo al grifo del lavabo, o
todo lo que se os ocurra y no sea peligroso.

El objetivo es que el niño venga y nos cuente: “están las sillas encima de la cama” o que nos
pida que vayamos con él para verlo.

Avanzando en este aspecto sería que el niño nos muestra los dibujos que ha hecho: tanto que
nos llame para verlos o que venga con el papel a enseñarlo, o la construcción con los lego, o
su manualidad en el cole, o lo que sea.

Para ello, tanto mi marido como yo comenzamos también a enseñarle y mostrarle cosas que
habíamos hecho: “mira, acabo de colgar el cuadro en el pasillo, ven”, o “mira, tengo el pollo en
el horno”, etc. cualquier situación es buena.

Por otro lado, cuando Erik estaba, por ejemplo, dibujando. Ir varias veces a verlo: “jo, qué
bonito, este dibujo lo quiero colgar. Avísame cuando termines”. Más adelante pedirle: “tráeme
el dibujo cuando termines”. En ambos casos, colgar luego el dibujo con él en un sitio visible y
exagerar: “qué bien, me lo has traído y hemos podido colgarlo”, etc. Siempre de forma muy
motivadora.

También siempre después de una de las sesiones de terapia, la terapeuta le pedía a Erik que
viniera a enseñarme xxx de lo que hubiera hecho (un dibujo, una ficha, etc.).

Un juego que también practicamos para provocar que Erik enseñara lo que acaba de hacer,
era sentarnos espalda con espalda en el suelo. Cada uno de nosotros tenía lo mismo delante:
una hoja para pintar o unas piezas de lego o plastilina, etc. Utilizábamos un despertador para
marcar el tiempo; al sonar, la idea era que cada uno mostrara –dándose la vuelta- lo que
había hecho. Poco a poco, a base de turnarnos y de tiempo, logramos que Erik mostrara
primero qué había hecho y pidiera a la otra persona que le mostrara lo que había hecho.

5 El niño muestra interés hacia las vivencias de otra persona

Durante la sesión de terapia o al recoger a Erik de la guardería, le preguntábamos siempre


cuestiones concretas: ¿qué has comido?, ¿dime dos niños con quienes hayas jugado?, ¿has
jugado con los Lego?, etc.
Después, bien en mi caso o la terapeuta, narraba algo divertido (exagerar) que hubiera hecho,
para provocar el interés de Erik y que siguiera preguntando.
Durante las cenas en común, teníamos siempre un juego: cada uno de nosotros contaba algo
que hubiera hecho durante el día, y después preguntarnos detalles unos a otros.

En el apartado Lenguaje del Blog  hay más información sobre el tema (lenguaje comunicativo
y narración de vivencias, contestar y hacer preguntas, las primeras conversaciones):

TODO

4 Trabajar escenas sociales

Bien con escenas sociales de creación propia, o con ayuda de cuentos infantiles o con
figuritas de lego o tarjetas de secuencias temporales o representando o dibujando
conjuntamente, se trabajan diferentes conceptos:

- comprensión de la historia
- ¿cómo te sientes tú?, ¿cómo me siento yo?, ¿cómo se siente xxxx?
- continuar la historia: ¿qué pasa después?
- elegir entre dos finales
- inventar conjuntamente una historia

Os podéis descargar material aquí:


MI MATERIAL
ARASAAC

Leer más: https://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2010/05/la-atencion-
compartida-paso-paso.html#ixzz7i58jT2Vd

 
ATENCIÓN CONJUNTA EN
PERSONAS CON TEA.
 

En esta entrada vamos a hablar de los primeros escalones a trabajar en el TEA, uno de los

aspectos por los que comenzamos a intervenir. Concretamente hablaremos de la ATENCIÓN

CONJUNTA.

La atención conjunta es la habilidad para compartir atención con otra persona mientras

ambos están prestando atención al mismo objeto o realizando una actividad. Es más fácil de

lo que parece, imagínate viendo un libro con un bebé, tú señalas la casita y el bebé te mira y

mira a la casita, o viceversa, el bebé señala un perrito que aparece en el libro, te mira y tú

nombras “perro” a la vez que lo miras. En todas esas situaciones se está compartiendo la

atención.De esta forma, distinguiremos entre respuesta (la persona muestra interés) e

iniciativa (la persona comparte o muestra a otro individuo).

Cabe destacar, además, que estas habilidades van más allá de compartir el foco de atención

con otra persona. También implican el desarrollo de destrezas para expresar las emociones,

sentimientos o deseos, así como la identificación de las señales que vemos en otra persona,

comprendiendo así como se siente o qué desea.

La atención compartida es uno de los precursores del lenguaje y las habilidades socio

comunicativas y comienza a desarrollarse en los primeros meses de vida.

¿Qué pasa en las personas con TEA?

Las personas con TEA manifiestan dificultades en el desarrollo de esta capacidad: dificultad

para mirar a la persona que habla, para señalar, para mostrar, para compartir disfrute, etc. Por

esto, potenciar estas habilidades es uno de los primeros objetivos de trabajo, pues supone un

hito fundamental en el desarrollo de todo aprendizaje, así como una condición necesaria para

el desarrollo de la comunicación y la interacción social.


Atención conjunta:
Este primer tema plantea una serie de ejercicios para estimular una habilidad crucial para el
posterior desarrollo de la ToM: la respuesta a la atención conjunta. A través de diferentes
niveles de dificultad, pretende enseñar al niño a dirigir la atención allí donde señala el
personaje, así como al lugar donde mira. Y no solo eso, sino lo que realmente es más
importante: comprender la importancia de la mirada en la comunicación y descubrir toda la
información que se puede obtener si centramos el foco de atención en el interlocutor. Al
margen de lo adecuado que pueda ser mantener el contacto visual entre las personas, se
persigue que el niño se acostumbre a hacerlo de manera natural, al ser capaz de descifrar y
procesar más información del rostro, así como de los gestos básicos como el señalamiento.
Esta habilidad requiere que el niño entienda a nivel simbólico la existencia de una línea
imaginaria entre el dedo que señala y el objeto señalado y es la base para el desarrollo
posterior de habilidades cognitivas superiores. Además, enseña que mediante la mirada
podemos comunicar deseos o intenciones, remarcando la importancia del contacto visual, a
veces difícil para los niños con TEA.
¿Cómo trabajar la atención compartida o conjunta en
TEA?
Sois muchas familias las que estáis confiando en nosotras y nuestro servicio
de atención temprana para trabajar con vuestros peques con trastorno del
espectro del autismo. Una de las habilidades que más os preocupa y
queréis trabajar es la de la atención compartida y la mirada social, por ello,
te traemos este artículo  y un vídeo con algunas ideas para que puedas
poner en práctica en casa la atención compartida en TEA.
 
¿Qué es la atención compartida?

Pero antes de empezar a hablar de


ejercicios vamos a aclarar conceptos… ¿sabes de qué hablamos cuando
nos referimos a atención compartida? La atención compartida es esa
habilidad que nos permite compartir la atención con otra persona mientras
los dos estamos prestando atención al mismo objeto o estamos realizando
la misma actividad. Esta atención conjunta puede darse de dos maneras, a
través de:
 Respuesta: donde el niño muestra interés hacia actividades o situaciones
de juegos de otras personas
 Iniciativa: donde el niño comparte su actividad o juego con otra persona.
¿Qué pasos o procesos podemos seguir para
fomentar la atención compartida en TEA?
 
1. Interesarse por objetos de otra persona.
Esta habilidad la podemos desarrollar haciendo nosotros una actividad
DIFERENTE a la actividad que está realizando el peque. Por ejemplo, si tu
peque está jugando con unos coches, tú te pones a jugar con un muñeco o
con cualquier otra cosa de forma exagerada y haciendo ruidos. Si no te
mira, pruebas a verbalizar lo que estás haciendo. Así hasta que el niño
preste interés a tu actividad y quiera imitarla o participar.
2. Incluir a otra persona en su actividad.
Esta habilidad se puede fomentar de dos maneras, una de ellas, será
colocando en un lugar que no esté a su disposición una pieza o una parte
del juego, para que necesite tu ayuda y te lo pida. Por otro lado, también
podemos dejar de hacer la actividad que estemos haciendo con él/ella y
esperar a que se dé cuenta, si no lo hace, podemos intentar llamar su
atención hasta que se de cuenta que hemos dejado el juego.
3. Indicar que hay cambios en el entorno.
En este sentido, el objetivo es sorprender al niño con algo inesperado,
rozando lo absurdo. Por ejemplo: ponernos las gafas al revés, colocarnos
una nariz de payaso…
4. Muestra algo que ha visto o ha hecho.
En este caso, el objetivo es conseguir que nos venga a contar o a enseñar
algo que ha hecho o ha ocurrido. Por ejemplo: conseguir que tu peque te
enseñe un dibujo que ha hecho, un material que ha creado con su
terapeuta, un puzzle que ha terminado…
 
5. Muestra interés por lo que ha hecho otra persona.
Fomentar y motivar a que el peque pregunte sobre cosas que hemos hecho.
¿Cómo podemos hacerlo? Contaremos nuestro día al peque de forma muy
exagerada y muy divertida, de manera que incentivemos que nos pregunte
cosas de nuestro día, por ejemplo: ¡más!, ¿qué comiste?
¿Qué actividades me ayudan a mejorar la atención
compartida?
Ahora que ya tenemos claro qué significa esta habilidad, os vamos a
proponer algunas actividades o juegos que podéis hacer en casa para
fomentar que aparezca:
 ¡Sorpréndete con cada pequeña cosa!
La sorpresa creará curiosidad en tu peque y promoverá la atención
conjunta. Por ejemplo, puedes guardar algunos de sus juguetes favoritos en
tu bolso e ir sacándolos uno a uno. Mientras los sacamos, los nombramos
con tono de sorpresa y los colocamos a la altura de sus ojos.
 Encontrar juguetes
Puedes esconder sus juguetes preferidos por la casa, de tal manera que
podáis jugar a buscarlos. Cuando encontréis uno, diréis con sorpresa y de
forma exagerada: “¡Oh, mira “nombre de tu hijo/a” hemos encontrado un
coche”.
 Crear situaciones donde ocurra algo inesperado.
Estas situaciones promoverán la atención conjunta porque es algo que les
produce sorpresa y curiosidad. Debemos aprovecharnos de sus juguetes y
situaciones preferidas. Por ejemplo: apagar la luz, encender luces, producir
sonidos en juguetes…
 Fomentar que aparezca la conducta de señalar

Cuando leamos un cuento, o nos refiramos


a un objeto o persona, podemos acompañar siempre nuestras palabras del
gesto de señalar, para ofrecer el modelo al peque. Por ejemplo: ¡Oh mira
“nombre del niño” un perrito!”.
Si quieres saber más sobre el trastorno del espectro del autismo (TEA)
también te recomendamos el siguiente artículo Juegos para niños con
TEA o Las 3 C del autismo durante el aislamiento o Cuento para concienciar
sobre el autismo
¿Qué te han parecido estas propuestas sobre la atención compartida en
TEA? Si tienes alguna duda sobre el desarrollo de tu peque o sobre la
atención compartida en TEA, no dudes en ponerte en contacto con
nosotras.
Algunos de los objetivos de intervención al trabajar atención conjunta en TEA podrían ser:
 Aceptar la compañía del adulto. Debemos tener en cuenta que tenemos que partir de los
intereses del niño y después ir haciendo pequeños cambios, de esta forma podremos
transformar juegos repetitivos en actividades compartidas. Es muy importante, también, crear
rutinas de juego.

 
 Aumentar el interés y la motivación por el entorno social. Para conseguir esa motivación y
mayor interés debemos ser muy divertidos a través de juegos interactivos (cosquillas,
caballito, cucú-tras, perseguir, balanceos…). De esta forma, el niño aprenderá a compartir
miradas, prestar atención, compartir disfrute, seguir turnos, etc. Estos momentos son, además,
muy buenos para reforzar la comunicación, por lo que tenemos que cuidar el lenguaje que
usamos y no sobrecargar de información.
 Fomentar la capacidad de acción y atención conjunta. Para este objetivo lo ideal es usar
objetos y juguetes atrayentes para el niño como pueden ser instrumentos musicales, globos,
pompas de jabón, marionetas, puzles encajables, cuentos… Así, se puede trabajar la
respuesta al nombre, el seguimiento con la mirada, el señalado, la respuesta a ¡mira!, etc.
 Fomentar la imitación. Para trabajar la imitación podemos: imitar los movimientos del niño;
imitar, introducir algún cambio y esperar a ver qué ocurre; imitar con objetos…
 Interpretar miradas y claves no verbales, así como identificar expresiones emocionales
sencillas.Para que el niño aprenda esta habilidad, es importante, como se comentó
anteriormente, ser muy divertidos y a la vez muy exagerados en cuanto a expresión. Asimismo
debemos comentar la expresión del niño.
 Fomentar la iniciativa en la interacción. Una forma de fomentar la iniciativa es interrumpir
juegos que ya conoce, por ejemplo, inflar un globo y contar 1, 2 y 3 y de repente soltar el
globo para que se desinfle. Podemos interrumpir en el 2 a ver cómo reacciona el niño. Otra
estrategia es asociar un juguete a un juego o un lugar a un juego. En el ejemplo anterior, el
niño podría asociar el juego del globo con el globo, por tanto, podemos dejar el globo a la vista
y esperar a que el niño inicie esa interacción.

Finalizo este post, haciendo mención a la importancia del juego en la intervención en atención

conjunta, ya que estamos interviniendo con niños muy pequeños y, como cualquier niño, el

aprendizaje a través del juego será mucho más eficaz.De nada servirá tener a nuestro

pequeño sentado y/o enfadado por no querer estar en esa posición. Por el contrario, será

mucho más útil, atraer al niño con motivación, juego y obteniendo una buena interacción que

genere…¡emociones positivas y placenteras!

Este programa está subvencionado por Consejería de Igualdad  y políticas sociales y

conciliación.

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