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' as HE wpa - Inteligencia Creativa Una media cognitiva de la creatividad MANUAL * edicién F. Javier Corbaln Berna Fermin Martinez Zaragoza Danilo S. Donolo Carlos Alonso Monreal Maria Tejerina Arreal Rosa M- Limifiana Gras i M4 TEA Ediciones, S.A. PUBLICACIONES DE PSICOLOGIA APLICADA Serie Menor nim. 308 Madrid, 2006 CREA, Ingen Creve Una maid cgi de In cretvidad INDICE AGRADECIMIENTOS 5 |. DESCRIPCION GENERAL, _ 3 1 Fick tenia = 12 Presentacin 7 1.3 Justficacién del instrumento 8 2. LACREATIVIDAD ce 21, El concepto de ereativcad 2 22 Las aplicaciones de Ia creatividad 5 23, Teoria dela cretividad a - ” 2.4, Ser mas creatives: Podagogia de la creatividad ———— Ed 3. LA MEDIDA DE LA CREATIVIDAD. z 53.1, Los tests de creatividad 2 32 La identificacén psicométrica del individuo creative. 36 33. Reflexion sobre los tests de creatividad 38 4. LA CREATIVIDAD COMO ESTILO COGNITIVO 39 4. Interaccion dela personalidad y de la creatividad 2 42 Inteligenca ycreatividad como una realidad integrada 40 43. La creatividad como estilo cognitive " 5. LAS PREGUNTAS YLA CREATIVIDAD, 8 6. CREA, UNA MEDIDA COGNITIVA DE CREATIVIDAD 9 641. Premises ” 62 Conctusiones 2 7, NORMAS DE APLICACION Y PUNTUACION 55 7. Normas generales — 55 72 Insteuodiones de aplicacién 56 173, Normas para la correeciin y puntuacion 8 74. Normas deinterpretacién del CREA, - a 8, ESTUDIO PSICOMETRICO Y BAREMACION DEL CREA « 81. Estudio del west e 82 Fiabllidad e 83. Valier. So BA. Andlisis ctegdrico de las reaciones CREA - Inteligencis "8 85. Andis factorial de las subpruebas de creativided Guilford y del conjunta dle prucbas cle creatvidad ” ee 80 A nas aes ® 88, Nuestra normativa. Descripein y baremos resultantes os 9. BIBLIOGRAFIA . = » (CREA. nigel Catia, Uns mdi copii de are 1, DESCRIPCION GENERAL 1.1. FICHA TECNICA Nombre: CREA. Inteligencia creativa, Una medida cognitiva de la creatividad. ‘Autores: F. J. Corbalén, F. Martinez, D. Donolo. Autores del Manual: FJ. Corbalén, F, Martinez, C. Alonso, D. Donolo, 1M. Tejerina, R. M, Limifana, Procedencia: TEA Ediciones, 2003, Aplicacién: Individual y colectiva. cin: Nifios, adolescentes y adultos Duracién: Aproximadamente 10 minutos, Finalidad: Apreciacién de Ia inteligencia creativa a través de una evaluacién ‘cognitiva de la creatividad individual segtin el indicador de generacion de ‘cucstiones, en el contextotesrico de busqueda y solucién de problemas. Baremacién: Baremos en puntuaciones centiles para adultos, adolescentes y nifios ‘en poblacién espatiola y argentina I: Manual, 3 tipos de Fjemplar (A, B y C), lapiz 0 boligrao, cronémetro. Ambito de ap Mat 1.2, PRESENTACION 2Es posible una medida més objetiva de la creatividad? Evaluar la creatividad ha sido wna acti- Yy més susceptibles de diferencias indivi vvidad costosa y contestada en el Ambito de la Psicologia. Ademds de los problemas propios de cualquier medida de aptitudes, Ta capacidad creadora cuenta con, al me- ‘nos, dos factores adicionales que dificultan particularmente una evaluacién objetiva, Por una parte, el hecho de que sea una conducta enormemente participada de elementos actitudinales y motivacionales. En efecto, para el ejercicio de la ereacion las posibilidades de encubrimiento de la potencialidad basica, tanto por desenten- ‘dimiento del sujeto como por inhibicién de alguna cualidad, son bastante més acu: sadas que en otros émbitos de la conducta uales no previsibles. La posibilidad de ‘obtencidn de una medida comtaminada es ‘mucho mayor que en otras prucbas de rendimient. Por ora parte el hecho de qite no exis: ta una respuesta correcta. previamente definida en un contextoI6gico tipo "verda- ddero-falso”, supone que no exista tampoco un techo de respuesta, y deello, que no sea posible la aplicacion de un sistema escalar de razén, no ya para el constructo, hecho compartido por cualquier medida psicolé- gica, sino tampoco para el test mismo, que se convierte en una prueba de orden para ‘evaluar una dimensisn ordinal, J. Caan F Marie, Dano, Ans, MT y Reins Por todo ello, la medicién estandari- zada de la creatividad supone uno de los retos destacados en el dmbito de la Psicometria, De esta forma, se entiende gue resulta indicado probar alternativas de medida a las ya establecidas, a fin de ccmprobar si posibilitan una aproxima- cidn més objetiva a la evaluacién de esta ddimensiGn del comportamiento human. EI CREA para la medida de la Inteligencia Creativa se sostiene en un modelo teérico que dirige su mirada a ‘operaciones cogaitivas no identificables con la produccién creativa, pero de cardcter necesario para el ejercicio de la ‘misma, Desde esta perspectiva, y con an procedimiento mas cercano a los clisicos para la evaluacién de Ia inteligencia por su justificacién, aunque muy préximo a laevaluacién de la produccién divergen- te por cuanto su contenido, introduce un sistema de medida presumiblemente susceptible de ajuste con los estindares cestadisticos de validacién y, por ello, quizés capaz de una evaluacién objetiva de la creatividad. La validacién del CREA, hecha « ‘una muestra cercana a los 2500 sujetos Espafia y América Latina, presenta da que justifican su viabilidad técnica y forma en que predice y diserimina resp to a las medidas mas clasicas de creat dad. Adicionalmente inclaye datos contraste con medidas de inteligen: {que permiten una clarficacion en el pe ‘ionamiento de la dimensién evaluiada relacién con la produccién converge: ‘as como un estudio del comportamic Conjunto de ambas variables. Desde el punto de vista teérco se f moeve, a partir de estos estudios y of antecedentes, una interpretacion de: la « ‘posieiin para la creaividad como tn es que incorpora tanto los perfiles afecti ‘motivacionales como los eogritivos propi de este comportamiento, ofrecendo una + lucin explicativa para st interaccisn. 1.3, JUSTIFICACION DEL INSTRUMENTO La aparicién de un test para la medida dle una variable vinculada al campo de la creatividad es de por s{ una novedad, por cuanto en el mercado psicol6gico en espa fol no existen pruebas que atiendan directamente a una evaluacién de la misma. Asf pues, el presente test nace en. primer lugar con et propésito de cubrir lun espacio actualmente vacfo en la pro- duccion editorial espafola de instrumen- tos de medida psicoldgica, Sf existen en cambio traducciones de algunas técnicas propuestas por diversos Autores incluidas en textos y manuales so- bre creatividad o inteligenca; tales el caso de la ampliamente difundida bateria de Guilford (1967) 0 las prucbas de Torran (1974). En general, es este tipo de instr ‘mentos el que se utiliza para tomar re rentes cuantitativos de la creatividad. § embargo, su uso est bastante resting al dmbito de la investigacién, entre ott ‘motivos, porque cuentan con una dific! tad affadida por la falta de baremos y pprocedimientos de validacién para ell Esto en general limita su valor compara vo al grupo mismo donde se aplica, p ritiendo casi exclusivamente una exp! sidn de orden para los sujetos evaluadi [pero con escasas inferencias mas, por imposibilidad comparativa con ampli muesteas de referencia, Obviamente, este hecho no es arbitra- rio, ni obedece a un desinterés de la accién editorial espafola, puesto que sucede asf en todo ef mando, sino a una dificultad intsnaeca a esta variable. Y es {que evalua la creatividad no es una tarea féci, ni por supuesto,féciimente objet- ‘able. EI sistema tradicional de medida utiliza el procedimiento’ de prucba de producciény aunque ésta quede denglo- sada en factore, no deja de ser un pro- cedimiento de respuesta demasiado abier to como para legitimar la posbilidad de tuna validacion estadsstica. Asf pues, la segunda novedad que el presente instrumento aporta se refiere a la baisqueda de un procedimiento que per rita cumplir los requisitos téenicos de validacién para una prueba de creativi- dad. Si su uso y aplicacién confirman la viabilidad de la propuesta mas alla de las, propias evidencias que en este estudio se aportan, podfa suponer el punto de par- tida de un nuevo sistema de medida para esta muy escurridiza variable psicol6gica. El que ello sea posible se debe a una suposicién teérica, ya expuesta en algu- nas publicaciones previas, y en lo esencal confirmada por los datos, de Hogar a una evaluacién de la capacidad creativa de un sujeto a través de una medicion indirecta de la misma. Esto se consigue mediante la medida de una variable que, no siendo estrictamente de ejecucién productiva, fuerza al sistema cognitive a activar los rmecanismos que participan en una activi- dad creativa, lo que nos permite obtener una referencia indirecta de la capacidad ‘maxima del sistema en relacién con ellos. No resulta tanto una medida de eje- cucién cuanto de posibilidades, puesto que no nos informa de canto de aque- Ios mecanismos el sujeto pone en uso CREA. Intact, Una moda coi dea cretvidad hhabitualmente sino de cusnto es capaz de Iegar a poner. Aunque esta condicién no supone ningtin tipo de inconveniente, puesto que asf viene a pasar en la evalua ién de la inteligencia y en general en ‘cualquier medida anteopométrica de capa ‘idad. No obstante, paroce I6gico pensar «que la existencia de la capacidad lama al uso, y si éste no se diera, habria ahi otro dato a considerar para un diagnéstico de Ta situacin del sueto evaluado. La aitima novedad que el test aporta se refierea su propuesta de faciitar Ia idad de medida. Resulta tradicional en las prucbas de creatividad considerar dis- tintos factores de sta, Asien la Baterfa de Guilford se toman en consideracién cinco factores independientes originaidad, lui- de, flexbilidad, produccién divergente y redefinicién. Esto, aunque para la investi- sgacién facilita la identiticacién de dimen- siones partcipantes, no siempre resulta de ayuda de cara a un uso. profesional ‘Maxime, cuando a partir de cada una de estas puntuaciones no se ofrece la posibili- dad de obtener una compuesta que nos acerque a tn concepto de indice de creat vidad, o alguna nocién parecida que cexprese el nivel bésico del sujeto, El test {que aqui se presenta propone, en cambio, tuna medida tnica de Ia creatvidad. A la vista de los datos en los que se apoya, ésta parece quedar suficientemente justificada fen cuanto a su capacidad para sintetizar y cexpresar Ia posicién de un sujeto en una sinica variable que, sin embargo, resulta, excelente predictora del conjunto de las de ‘reatividad tradicionalmente tilizadas, Pero antes de adentrarnos en las entrafias pricticas y estadisticas del test, permitasenos, en las siguientes secciones, establecer un conocimiento bisico de la variable que pretende medir y del proce- dimiento que utiliza para ello (CREA, Ingen Cried cogitvn ce I cetviad 2. LA CREATIVIDAD Gusntas veces nos heros maravillado por encontrar una respuesta inesperada 9 {im problema que nos prescupabs.. Sin mediae ms que un higase, ‘su justa medida y propor, y ademas, foncionaba.. ‘Cudntas veces también nos hemos ‘maravillado ante la destreza de un nino por ‘encontrar una salida aceptable a una situa- ‘én imposible. O una verbalizacion tal que [pone en conflict las normativas mas esta- blecidas de lenguaje y de gramétia Cuintas otras veces hemos quedado admirados ante una obra de arte, ante ‘una acrobacia que desaffa las mas elemen- tales leyes de la gravedad o ante una sali- dda temperamental que con poco riesgo arregla arcades desatinos. Cusntas veces nos ha sorprendido la simplicidad de un mecanismo que ain no hhablamos logrado ni imaginar queda- ‘mos turbados ante un cuestionamiento interesante que pone en crisis sistemas nteriormente bien fundados. Y tantas otras muchas veces nos hemos contemplado perplejos de nuestra astucia, agudeza ys encontrar una salida al encontraba solo dificultades, y tantas veces también hemos sido generosos (tal vex con un algo de envidia encubierta) para reconocer a los demés ese toque de sgenlalidad oportuna. Las interjecciones jes genial! 0 jqué cre- tivo! surgen espontineas, modifican el espiritu y llenan el ambiente de una sen- sacién que Csikszentmihalyi apodarfa como fluir mental, convirtiéndonos, al ‘menos por unos instantes, en “una perso- naespecial”. Pero este dominio interior no siempre es ase los notables creativs ni los humildessabedores de ese poder pueden hacer gala de una presencia destacada en todoa Ios momentos desu vida ni en todas las reas, Tal vez es posible, y slo tal vez cuando simulténcamente se hacen presentes en un tiempd yun espacio Aeterminado las juguetonas. variables intervinients es entonces qu la Iz, mss aque ol calor, amina la escna y el genio creativo, la obra, la manifestacion, se expresan en toda su presencia y pode La pregunta: qué hace ser ast al fenimeno de creck, tan potent y atrvido? Respucstas sencillas muesttan caminos ingenuamente _magioos que dan por contestaién: un don Aono, es heredado, es genético, su padre era ast, ‘sti tocado por la varia fantistcn. St bien algunos © muchos de estos componentes pueden darse asociados, Jo que seguro no faltan son el conocimiento sobre un tema y asuntos relacionados la oportunidad con su cara més atrayente de necesidad y un reco- rocimiento inmediato 0 taco sobre la con- veniencia de comensar a transtar por un nuevo rambo, Entendida as la erecin deja de ser un Patrimonio personal tinicamente y desde su {nico tiene fertesrelaciones con el tema de ‘que se trate y con la aceptacién social de que Ja propuesta es una mejor perspectiva de satisfacer un requerimiento de superviven- dad. Las hipétesis fueron muy diversas Es posible que globalmente la postura de Cattell y Drevdahl (1958) sea la que més acertadamente ha expresado una teorta ¢ relacion de la personalidad con la creati dad, Seg ella, determinadas diferencias « personalidad entre individuos, son neces ‘as para la creatividad o de alguna mane ‘estén implicadas en ella, aunque puede s dle forma trasitoria por deberse a situaci nes ambientales que pueden cambiar La Psicologia de los rasgos tuvo gs Intentar resolver una cuestién fundame tal que, de alguna manera, se enfrentabs Ja cortiente mas vieja del pensamien mégico que estimaba que la creativi: ‘era cosa de pocos y prvilegiados. No f facil que la idea de que la creatividad tuna caracteristica universal de todos |: individuos se abriera camino, y pu dlecitse que ha sido relativamente lea Legar a una convicciGn definida sobre tema, La universalidad de la ereatvids fue tuna adquisicion ereciente. Entre | que expresamente han planteado el tem podemos recordar a Steinberg (196 quien dice que la creatividad es wna aj ‘ud con la que el individuo nace, un ras universal: pero, ala vez, esta caracterist universal de a naturaleza humana pue inhibirse por aculturacién; a Martin (19 1952) que no cree en la diferencia en creativos y no creativos: son los conflic {ntimos los que inhiben la creatividad “Maddi (1965), para quien lo que realme: hace que se produzca el acto creativo e= ‘motivacién, que como opinan Mar: (1938) y McClelland (1951) debe ser phi Iitica. Lo que nadie dice es que este ras sea del mismo nivel en todos los indi duos. Presenta formas y potencias dist tas en cada uno de los individuos, Aguf surge un nuevo interrogat para la Psicologia de los rasgos. Siadm ‘mos Ja universalidad del rasgo, part «que deberiamos rechazar que los orfget de la creatividad se deban a las diferen- cas de personalidad. Y efectivamente es as en cuanto a la existencia de la capaci dad bsica creativa. Lo que la ereatividad vva.a deber a las diferencias de personali- dad va. ser la historia personal y el perfil, conereto de creafividad de cada sujeto: el distinto nivel o forma o estilo de creativi- dad, asf como el hecho de la inhibicion de la creatividad a partie de determinados rasgos. Desde esta plataforma, la Psicologia de los rasgos se planteé una nueva cues- tin: das diferencias de personalidad son predictivas de la ereatividad? Hay mati- zaciones importantes en la manera de responder a este interrogante, Unos opi- nan, como Guilford (1967), que las cua- lidades temperamentales y de motivacion pueden ayudar a identificar a los creati- vvos, pero no son indicio independiente cada una de ellas, ni globalmente todas juntas, de la creatividad ni del proceso creative. De otra manera opina Cattell (Cattell, Eber, y Tatsuoka, 1970), hasta el punto de que creé su “ecuacién de creati- vidad” (con sizotimia, inteligencia, sur- gencia, sensibilidad y autosuficiencia co- mo caracteristicas nucleares productoras de creatividad en el 16PF). En esta linea hha habido otros intentos de desarrollar predictores similares para otros cuestio~ narios, realizados por el IPAR (Hall y ‘MeKinnon, 1968), La abundante investigacién ha en- contrado cortelaciones entre personalidad {y cweaividad. Esto parece hablar a favor de ‘una posible predictibilidad, por lo menos fen la linea de Guilford: es deci, como ayuda y como parte del complejo multidi- mensional de componentes de conducta {que producen Tos actos creativos. En defi nitiva, el sistema afectivo-motivacional CREA. ntgeca Crt as medida coe ce ceva ‘acompaia al acto creativo, pero no Io produce. Se hace, pues, necesaria una amplia investigacidn, y no sélo de la pprediccién de la capacidad basica de la ‘reatividad, sino sobre todo de la predic- ‘ign de las distintas formas y estilos (en cl sentido de Taylor) de creatividad, que es donde més oportunidad predictiva pparecen tener las caractersticas de perso- nalidad, Las investigaciones sealizadas en este ‘campo han sido ingentes y pertenecen en su gran mayorfa a la década prodigiosa Uno de los autores (Alonso. Monreal, 1983) ha hecho una sintesis, que ahora resumimos, de las caracterfsticas de per- sonalidad que han ido descubriendo las, investigaciones dentro de la Psicologia de los rasgos. Para su comprensién debe- mos advertir fundamentalmente dos ideas. Estas investigaciones han sido hechas sobre personas diferentes, a veces grupos especificos y determinados (arquitectos, escritores, pintores..., y a veces personas sin especial determina- cién (estudiantes, varones, mujeres...) Dada la enorme aportacién de investi ciones, hemos tratado de alguna manera de sistematizarlas y ordenarlas en toro a unas coincidencias de significado. Hemos procurado que no ocurra, pero es posible que al intentar esta confluencia Sistemaitica hayamos cafdo en el inevita- ble peligro del sesgo. Hay que tenerlo en cuenta. Indudablemente hemos tenido que prescindir de aspectos y elementos mmenores que enriquecen el conocimiento de cada caracteristica, pero harfan prolija « ininteligible la sistematizacion, Estas son las agrupaciones de resulta- dos que nos parecen posibles respecto a los rasgos de personalidad de los indivi- duos creativos: IL J. Coon, F Martine. Dano. Ans, M. Tey K Lana Complejidad, Psicodinsmicamente son ‘complejos, pero a la vez.con mayor po- tencial para una sintesis compleja del ‘yo. Sienten referencia por la complji- ‘dad y cierto grado de aparente dese- uilibrio en los fenémenos (Barron, 1968). Poseen un alto nivel de toleran- cia a a ambigQiedad, Prefieren el des- ‘orden, al menos en las formas visua- les, pero con deseo de resolver la ambigitedad y el desorden (Guilford, 1975). Inpulsvad. Son impulses, no disci- plinados (Guilford, 1975). Son menos ontolados (Rees y Goldman, 1961). Rechavan la supresin como means: mo pata el contol del implso: de aqut aque se prohiien menos pensamientos {ho aceptan los tabs) y tienen un cee- to tipo de indisciplina que correspond psicbaaltcamente al primer estadio anal (Baron, 1968). La creatividad est asociada con la falta de negatvismo y con el entusasmo peitivo mas que con actitudes etcas(Thurstone 1952). Son personas geninamente serias y_ re ponsables (McKinnon y otros, 1961), aunque Rees y Goldman (1961) los fencuentran menos graves y reflexivos. Tienen gran sentido del humor (Gui ford, 1975; Getzels y Jackson 1958). Newesdad de aventura: puede ser 1a azén de su tendencia al_ riesgo (Gailord, 1975;Brim y Hoo, 1957) Identiad sexual, Los creatives tienden a tener una puntuacién alta en MEF (emi reidad) del MMPI, Io que puede expl carse por el amplio espectro de intere- ses, muchos de los cuales son propios del sexo femenino, Biogrificamente parece haberse originado en una iden- tificacién ambigua con los padres, (McKinnon, 1962). La tendencia a ‘modelos femeninos de interés y clucta podria relacionarse con la b xualidad de los creatives de hablan los psicoanalistas (Rees Goldman, 1961). Los jévenes arti tienen intereses femeninos y las jé nes tienen intereses masculinos (C ford, 1975; Getzels y Csikszentmiha 1976). Los cientficos en general sienten gran admiracién por la mac aunque no se rebelan contra ella zmés bien distantes que rebeldes los fisicos investigadores aparece « mayor distancia entre padre-h (McClelland, 1962) El individuo or zal tiene imperfectamente internal das las reglas paternas, particularin te las acompafadas por una cl contrastante de reglas: la fuerza ssuperyo es baja (Anderson, 1966). ‘Sociailidad, Bajo nivel de socabilidax fla vez seguridad y valentia ant ‘grupo social (Gilford, 1975; Thurstc 1952; Garwood, 1968), Menos ami 05, més hosiles y_ agresivos, lo « podria interpretarse como insegur (Rees y Goldman, 1961). Son introv dos Guilford, 1975). Menos extrav dos y sodales que el promedio de personas (Thurstone, 1952). Hay fuerte relacién del psicoticismo (se Eysenck) con el pensamiento diven, te (Claridge, 1972; Woody y Clari 1977), Disposciones para el cambio. Los cx vyos tienen un alto nivel de inter (McKinnon, 1962). Son menos sum ala realidad: no aceptan las cosas son, quieren mejorarlas. Sienten necesidad de variedad (Guilford, 1° Son més flexibles y fluidos (Cru field, 1962, y Guilford, Barron, M ‘anon, Taylor, ete) 7 (CREA. nlgenei Creativ Un oil civ de a tv Autoconfanca, Su autoevaluacién y autoconfianza son altas (Guilford, 1975; Taylor y Ellison, 1964). Tienen seguridad y valentia ante el grupo social (Guilford, 1975; ‘Thurstone, 1952; Carwood, 1964), aunque Rees y Goldman (1961) los perciben inset ros y por eso agresivos. Son més Iide- res que seguidores. Sienten fuerte necesidacl de ser eeonocides por los ‘otros (Guilford, 1975). Tienen un alto nivel de aspiracién para sf mismos (McKinnon, 1962) Autosufciencia. Guilford, (1975) los ve con un alto nivel de autosuficiencia, pero con fuerte necesidad de auto: nomfay autodireccién, McKinnon (1962) por el contrario los ve preocu- ppados con la propia suficiencia como personas. Independencia de juicio. Valoran su propia independencia © autonomia (McKinnon, 1962). Son inconformis- tas (Anderson, 1966). Es. condicién indispensable para que exista la crea- tividad (Maslow, Rogers, May). Barron (1968, 1969) es quien més ha estudiado este aspecto y sus conclu siones son generalmente aceptadas. Piensa _que las personas originales son mas Independientes en sts jul ios, lo que parece contener estos factores: a) una cierta evaluacién positiva del entendimiento y Ia originalidad cognitiva, ast como del espicita de libertad de prejuicios; b) um alto grado de implicacion per sonal y eaccidn emocional; ©) falta de facilidad social o ausencia de las virtuces sociales comti mente evaluadas. ~ Salut mental. Aunque parezca tun poco sorprendente, el tema de la relacién, de Ia creatividad con la salud mental ha sido un tema muy estudiado y sobre el que sigue siendo frecuente encontrar estudios sobre todo en revistas de Psiquiatria. Puede decirse {que hay dos lineas bisicas de opinién: Jos que creen que Ia creatividad esté relacionada con el conflicto mental y Jos que opinan que esta relacionada con la salud. Entre los que relacionan, la creatividad con el conflict fa figura paradigmatica es Lombroso (1891), ‘quien del estudio de los genios hists- Fleas deduce que la genialidad es una “psicosis degenerativa del grupo epi- leptoite”. Nadie acepta hoy ni sigue este original diagnéstico, pero ac tualmente resucita por otros caminos: Hasenfus y Magaro (1976) han hecho ‘estudios sobre creatividad y esquizo- frenia en Ios que encuentran una igualdad de constructos empiricos (fluencia ideacional, superinclusign y complejidad de la percepcidn), que no hhacen esquizofrénico al creativo ni siquiera esquizotimico, pero que abren interrogantes para las conexio- res entre salud y enfermedad. La protongacién real de la tradicién de Lombroso ha consistido en situar el origen de la creatividad en relacion con el contflicto psicol6gico. Entre las teorias que subrayan la importancia del conficto psicolégico en el origen de la creatividad, ‘ocupa el primer lugar el. psicoandlisis, Freud (1910) establece que la obra artisti- ‘2 equivale ala sublimacin de la neuro- sis del artista originada en los confictos edipicos que estan asi presentes en todas, las obras del artista. Lleg6 a afirmar que un artista psicoanalizado dejaria de ser artista. [ene eee 5) Co Martine, D:Dal Als, M. Tiny Raina Hay otras teorias que, aun situando el corigen de la creatividad en relacisn con el conflicto, lo que subrayan es el esfuerzo por alejase de . Dela linea psicoanalitica deberiamos situar aqui a Jung: en reali dad sigue pensando que la obra de arte rwaliza una funcién estructurante (quizd terapeutica) de la personalidad del artista, pero la obra de arte no es s6lo funcién de |a psicologia del artista, sino expresién de ‘su época, obra coletiva, Aqutsituariamos también a Kris (1952) con toda st impor tancia en el psicoandlisis del arte: afirma ‘exprosamente que la potencialidad creativa ‘surge en conexin con los conflictes primi tivos de la persona, pero el éxito depende

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