Dos días después de la oleada de misiles lanzados por Rusia el

pasado viernes, una de las peores desde que comenzó la

guerra, Kiev ha recuperado totalmente el servicio de
calefacción, según ha informado este domingo el alcalde de la
capital ucrania, Vitali Klitschko. Además, poco a poco los
hogares van recuperando la luz y el agua. En su discurso diario
a la población, el presidente del país, Volodímir Zelenski, cifró
en más de 4.000 los misiles disparados por Rusia contra su país
desde el comienzo de la guerra, que han causado enormes
daños a las redes energéticas y de agua del país, en medio de
temperaturas ya ampliamente bajo cero. Por ello, insistió a sus
aliados occidentales para que no duden en facilitar a Ucrania
sistemas antiaéreos que permitan derribar todos los misiles
rusos y proteger el cielo ucranio al 100%. Su gobierno, en todo
caso, se prepara para una nueva ofensiva rusa, quizá otro
intento de tomar Kiev. “Estamos considerando una posible
ofensiva desde Bielorrusia a finales de febrero”, afirmó en una
entrevista el comandante militar ucranio Andrii Kovalchuk. En
el frente, tres personas han muerto en Jersón en bombardeos
rusos en las últimas horas y una en la provincia rusa de
Belgorod por un ataque ucranio.