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Las posadas

Las pasadas son parte de la historia de México; la inventaron los misioneros,


que nos evangelizaron utilizando el teatro y lo audiovisual. La historia registra a Fr.
Pedro de Gante, franciscano, como creador y difusor de las posadas. También se
sabe que los agustinos del pueblo de Acolman realizaban este novenario, como
preparación a la fiesta de navidad. Exclusivamente religiosos, luego se introdujeron
cantos y oraciones populares y la costumbre de repartir al final frutas y dulces a los
niños. El lugar de las posadas, al principio fueron los atrios de los templos, luego en
las viviendas familiares. En las posadas actuales ha habido una enorme evolución
en modos, lugares, participantes, etc; todo esto no nos debe llevar a perder el
verdadero sentido cristiano de la navidad.
El adviento es el tiempo con el cual comenzamos nuestro año litúrgico, ya
que nosotros en la Iglesia, A diferencia del año civil llevamos nuestro propio tiempo.
El año civil inicia el 1 de enero y culmina el 31 de diciembre. El año cristiano litúrgico
comienza con el primer domingo de Adviento y culmina con la Fiesta de Cristo Rey.
Tiempos que no tienen días establecidos fijos, sino que por la organización que lleva
la Iglesia de sus celebraciones, se toma como referencia la fiesta de San Andrés (30
de noviembre), fecha que determina el comienzo del adviento, que comprende
cuatro semanas. Se llama adviento y significa: llegada, regreso. Este término era
empleado entre los griegos para prepararse ante la llegada de un personaje
importante.
Durante este tiempo nos preparamos con gozo para celebrar la fiesta de la
Navidad. No podemos olvidar que el año cristiano se estructura de acuerdo a los
acontecimientos más importantes del misterio del Hijo de Dios.
El tiempo de Adviento nos recuerda dos cosas: a) La encarnación histórica
del Hijo de Dios, y b) El regreso del Señor con gloria para juzgar a vivos y muertos.
Dos enseñanzas que se remarcaron en las celebraciones de este tiempo. La
primera parte del Adviento servirá para recordarnos que el Señor va a volver, y que
hay que vivir siempre preparados para cuando él llegue. La segunda parte que da
inicio el día 16 de Diciembre remarcó la encarnación del Hijo de Dios, que asumió
nuestra condición humana para redimirnos
Este doble aspecto de preparación se encuentra muy bien diferenciado en las
celebraciones. Si participamos diariamente en éstas nos daremos cuenta que desde
el primer día del Adviento hasta el 15 todo se centra en recordar ese acontecimiento
del final de los tiempos. Y a partir del 16 de Diciembre la Encarnación. Es por eso
que en nuestro país se inicia esta segunda parte con la celebración popular de las
posadas, que buscan recordar y vivir este misterio de la Encarnación de Jesús.
Queremos que las posadas sean llevadas por sectores para que esta
devoción nos ayude a fortalecer nuestra fe en el Misterio de la Trinidad y que no
pierdan su verdadero significado, pues hoy se utilizan para hacer fiestas, y no para
sentir la necesidad de acercarse a Dios, recordando que se hizo hombre para
darnos la vida, para salvarnos.
Que este sea nuestro apostolado como indicador de la fe y del mandato
misionero de Jesús. El verdadero apostolado es el que se realiza fuera del recinto
de nuestro templo, pues para eso somos enviados, para anunciar la Buena Nueva,
el año de gracia del Señor.
En el primer día de este novenario que antecede a la fiesta de la Natividad
del Señor es cuando también se ponen los famosos nacimientos, esta otra devoción
que surge en el año de 1223 cuando a San Francisco de Asís, se le ocurrió la
piadosa idea de recordar el nacimiento de Jesucristo nuestro Señor de esta forma
tan plástica. Ojalá también motivemos a nuestros creyentes, que no olviden este
detalle, más que el árbol de Navidad cuyo origen ni siquiera es cristiano, lo nuestro
es el nacimiento, debemos exhortar a las familias que aunque sea de forma sencilla
lo tengan en su casa.

Esquema a Seguir cada día de las Posadas.

1) Se inicia en una casa frente al nacimiento con el rezo del Santo Rosario.
(Tener preparadas además unas imágenes de José y María en alguna mesa o en
algo que pueda trasladarse de un lugar a otro, o si se quiere puede hacerse
viviente). Rezar sobre todo los misterios gozosos

2) Antes de iniciar las letanías se invita a la gente a la procesión llevando al


frente las imágenes de José y María. Se les pide mantener respeto y devoción.
Durante la procesión se entona cualquiera de los cantos que vienen en las últimas
páginas y se rezan las letanías, -si el trayecto a la otra casa es muy largo se puede
acompañar de cantos, o hacer peticiones intermedias según la costumbre.
3) Después de pedir la posada se tendrá la lectura o explicación de un breve
tema que nos ayude a vivir mejor nuestra fe. Se culmina con una oración final y un
canto.

4) Hacer énfasis en que las posadas son celebraciones que preparan la fiesta
del nacimiento del Hijo de Dios, y por sectores invitar a la gente a participar en
alguna de las misas de Navidad, ya que si no sentimos la necesidad de participar
activamente en este acontecimiento, se pierde todo su sentido. Ya cada cual
decidirá en qué celebración participará en este día.

“Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los
hombres, lo reconocerá abiertamente como hijo del hombre ante los ángeles
de Dios, pero todo aquel que me niegue ante los hombres lo negaré ante los
ángeles de Dios”(Mt 10,32).

Primer tema.
El plan de Dios para con el hombre.
Cuando Dios decidió criar al hombre, pensó en hacerlo para tener en él un
amigo, y lo hizo no por necesidad sino para manifestar su amor. De hecho esto es lo
que nos recuerda el libro del Génesis en los primeros capítulos, cuando nos habla
de la bondad de la creación que salió de las manos de Dios, pues después de ir
creando: todas las cosas nos dice el libro: “Vio Dios que todo cuanto había hecho
era muy bueno” (Gén 1,31). Expresión con la cual se busca recalcar la bondad de
todo. Pero al hombre lo creó a su imagen y semejanza (Gén 1,27) y le dio su aliento
de vida (Gén 2,7), esto hizo al hombre muy distinto a todos los seres creados, pues
él debía ser el amigo de Dios, su compañero.
Esto se confirma en las imágenes que aparecen en el libro cuando nos habla
de un Dios que invita al hombre a ponerle nombre a los animales (Gén 2,20). Así
como también la imagen que nos presenta a Dios paseándose por su creación a la
hora de la brisa de la tarde (Gén 3,8), quería al hombre como amigo, como
compañero. Pero el hombre no supo mantener esta amistad, ni ser fiel a su amigo,
pues lo primero que hizo fue quebrantar su relación con él, solo le pidió no comer
del árbol del bien y del mal (Gén 2,17), pero el hombre le falló, le desobedeció. Y lo
que era el plan de Dios con el hombre se vio trastornado, la bondad de la creación
se transformó en maldad, pues enseguida comienzan los signos de la muerte: un
hombre que da muerte a su propio hermano (Caín y Abel Gén 4,8).
Pero lo más triste de todo es que el hombre en lugar de recapacitar y de
volver a su amigo, se hizo más soberbio, orgulloso, se quiso igualar a Dios (Gén 6.1
1-12), y lo que Dios creó por amor para Él se transformó en su enemigo. Pero el
amor de Dios es más grande que el pecado del hombre. y no estuvo dispuesto a
perder la obra de sus manos, y para recuperar lo que es suyo, él mismo se formará
un pueblo que lo dé a conocer y que a través de él recurre su creación. Y es aquí
donde inicia la historia de la Salvación que se concretiza en su enviado. su Hijo y
que será el misterio que nos preparamos a celebrar en estos días.

ORACIÓN
Escucha, Señor, nuestras plegarias y con la luz de tu Hijo, que viene a
visitarnos, ilumina las tinieblas de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo...

Segundo Tema.
El pueblo de Dios.
El día de ayer escuchamos el inicio de la Historia de la Salvación, de un Dios
que quiere recuperar lo que es suyo: La creación en ira, y de manera especial al
hombre, su preferido. Lo que en un primer momento fue su plan relación de amistad
se rompió por el pecado. Y para recuperar lo que es suyo comenzó a preparar su
propio pueblo, y él mismo elige a quien daría origen a su comunidad.
El elegido para esta obra fue un hombre llamado Abraham (Gén 12, 1-3), a él
se le hace la promesa de la Salvación, sale de su casa, de su tierra, deja su
parentela para comprender esta aventura de fe. Muchos ya conocemos algo de la
vida de Abraham, su esposa era Sara, su hijo se llamaba Isaac, así también
conocemos la prueba que Dios le puso para conocer su fe: “Sacrificar a su propio
Hijo” (Gén 22, Iss). El dio muestras de una fe sincera, de una entrega total.

Su Hijo Isaac fue el continuador de la misión de su Padre, quien tuvo de su


esposa Rebeca dos Hijos: Esaú y Jacob (Gén 25,25-26). De estos Jacob sería el
elegido para continuar con la obra de Salvación. Jacob fue padre de 12 Hijos donde
propiamente nacería el pueblo de Israel (Gén 35,23). Ya que movemos la historia de
uno de los hijos de Jacub, José que va a parar a Egipto vendido por sus propios
hermanos, ahí se hace famoso como intérprete de sueños, y Al interpretar un sueño
al Faraón se gana la simpatía de éste y también el de tener un y puesto importante
dentro del reino. Al pasar necesidades sus hermanos, recurren a él sin saber que
era el hermano que habían vendido. José descubre quién es, y no toma represalias
contra ellos, por el contrario les brinda su apoyo y se los lleva a vivir con él, y ya
establecidos en Egipto empiezan a crecer como un pueblo.

El libro del Éxodo nos dice desde el inicio que los hijos de Israel se
multiplicaron mucho (Ex 1,6-7), luego son sometidos a esclavitud (Ex 1,13-14). Y de
aquí los sacaría Dios por medio de Moisés para llevarlos a un lugar especial a la
tierra prometida, a ese lugar que sería el lugar propio de este pueblo, su pueblo. El
libro del Éxodo nos dice: “Ahora pues, si ustedes me escuchan atentamente y
respetan mi alianza, los tendré por mi pueblo entre todos los pueblos, Pues el
mundo es todo mío. Los tendré a ustedes como mi pueblo de sacerdotes, y
una nación que me es consagrada.” (Ex 19,5-6)
Después de sacarlos de Egipto, Dios pacta con Israel para tener en ellos su
pueblo, la nación santa y sacerdotal, que se encargaría de iniciar el proceso por el
cual Dios atraerá de nuevo todas las cosas hacia él, pero ya veremos cómo fue la
vida de este pueblo después de pactar con Dios.

ORACIÓN
Dios nuestro, creador y redentor de los hombres, que quisiste que un Verbo
eterno tomara carne en el seno de la siempre Virgen María, escucha nuestras
súplicas y concédenos que tu Hijo, que ha tomado nuestra naturaleza humana, nos
haga participantes de tu naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo...

Tercer tema.
Un pueblo de dura cerviz.
El pueblo que Dios preparó desde Abraham, era el pueblo que tendría como
misión manifestar la grandeza de Dios a los hombres, a través de él los hombres
debían comprometerse a aceptar la propuesta que Dios les hace. Pero ellos debían
con su vida manifestar que era el pueblo Santo, la nación Sacerdote 1. Dios mismo
les da sus leyes, sus normas, que tendrían la finalidad de ayuda a este pueblo a
vivir como lo que era. En el libro del Éxodo desde el capítulo 20,21-22 hasta el
capítulo. 23,1-19 encontramos todas las leyes y características que les de: Yahvé
para que vivan y se expresen como su pueblo.
Y para confirmar aún más esta grandeza de Israel, Dios se comprometió a
vivir en medio de ellos (Ex 25,8). El arca de la alianza sería la morada de Dios, la
casa donde Dios estaría presente en medio de ellos, para acompañarlos, cuidarlos,
y escuchar su clamor. En Ex 40, 34-38, se confirma que se hace realidad esta -
presencia de Dios dentro del pueblo.
Pero el pueblo de Israel tampoco supo ser fiel, su historia es un reflejo de la
historia de cualquiera de nosotros, un caminar de caídas en el pecado, de traicionar
a su Rey, una y otra vez cometieron idolatrías, se fueron tras de dioses hechos por
manos humanas, y dejaron al verdadero Dios, a este Dios celoso que no acepta
ningún otro Dios fuera de Él. Las infidelidades del pueblo llevaron a que Dios
permitiera que sufrieran mucho por manos de varios reinos enemigos, por los
profetas Dios les denunció su mal proceder, les invitaba a la conversión, al cambio,
pero ellos más se cerraban en su pecado y no escuchaban su voz .
Y la historia parece no cambiar, el hombre no sabe escuchar, n) sabe
mantenerse fiel, aunque se le diga en nombre de Dios que inicie otro tipo d. vida,
parece que se le invita a que viva más en el pecado, a que continúe con su vida de
maldad, pero ni esto importa a Dios, ni los rechazos, ni los olvidos, ni las ofensas,
sino el que el hombre lo ame, por eso a pesar. de esto le promete recuperarlo, y le
hace una promesa de redención. ”

ORACIÓN
Concédenos, Señor, vernos libres de la antigua esclavitud del pecado por el
renovado misterio del nacimiento de tu Hijo que vamos a celebrar. El cual vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

Cuarto Tema.
La promesa de la Salvación.
El tema de ayer nos recordaba que el pueblo, no supo mantener la fidelidad a
Dios, una y otra vez cometió los delitos que más aborrecía el Señor, les mandó
mensajeros como los profetas, que les anunciaban y recordaban lo que Dios quería
de ellos, pero a estos mensajeros no les hacían caso, se burlaban de ellos, y
muchos fueron apedreados por decirles el mal que hacían, algo que no es extraño
todavía, pues en nuestras vidas hemos hecho lo mismo, al que tuvo la osadía de
corregirnos, de llamarnos la atención, de aconsejarnos, a veces lo odiamos, le
respondemos de manera altanera, grosera, pedimos y deseamos su muerte.
Pero ni eso detuvo a Dios, es entonces cuando promete un salvador, alguien
que sí le fuese fiel, y quien sí lograse con su vida atraer a todos los hombres hacia
Él. El profeta Isaías nos presenta el anuncio de este Salvador: “¡Oigan los
herederos de David! ¿No les basta molestar a todos, que también quieren
cansar a mi Dios? El Señor pues, le dará esta señal: La Virgen está
embarazada y dará a luz un varón a quien le pondrán por nombre Emmanuel.”
(Is 7,13-14). La promesa de un salvador surge ante la situación del mismo hombre,
de su infidelidad, la redención entonces se lograría por otros medios pero a través
del pueblo de Israel.
Y durante mucho tiempo los profetas anunciaron al Mesías, podemos leer
todos los libros proféticos de la Biblia, y en todos encontraremos esas promesas de
Salvación, a lograrse por un enviado especial, Jeremías dice: “Vendrán días —
Palabra de Yahvé En que yo pactaré con el pueblo de Israel una nueva alianza.
No será como esa alianza que pacté con sus padres, cuando los .tomé de la
mano, sacándolos de Egipto. Ellosquebrantaron la alianza, siendo yo el Señor
de ellos. Esto declara Yahvé: cuando llegue el tiempo, yo pactaré con Israel
esta otra alianza: Pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y
yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. (Jr. 31,31-33)
Además también se daban señales para reconocerlo cuando él llegara, como
Miqueas que hablando del Mesías dice: “Pero tú, Belén de Efrata, aunque eres la
más pequeña entre todos los pueblos de Judá, tú me darás a aquel que debe
gobernar a Israel.” (Mi 5,1). Y uno de los últimos profetas confirma otros datos
sobre el Mesías, Zacarías dice en su libro: “Salta, llena de gozo, oh hija de Sión,
lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén. Pues tu rey viene hacia ti, él es santo
y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo pequeño de
una burra”. (Zac 9,9). Señales que luego los evangelios nos van diciendo se hacen
realidad en la persona de Jesús de Nazaret.

ORACIÓN
Dios nuestro, que te dignaste manifestar al mundo el esplendor de tu gloria
por medio del parto de la Santísima Virgen María, concédenos venerar con fe
íntegra y celebrar con sincera piedad el gran misterio de la encarnación de tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de
los siglos. Amén.

Quinto Tema.
El cumplimiento de las Promesas.
En el tema anterior recordamos algunas de las profecías que se dijeron sobre
el Mesías, el Salvador de Israel. Y todas esas promesas se realizaron en nuestro
Señor Jesucristo, él era el Mesías tan esperado, tan anunciado por los profetas. Los
evangelios se encargan de confirmarnos esta manifestación del amor de Dios.
El evangelio de Lucas por ejemplo nos presenta que la profecía de Isaías se
hace realidad en la concepción Virginal de Jesús, el evangelio nos dice : “En aquel
tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado
José. Y el nombre de la Virgen era María.” (Lc 1,26-27). Jesús es presentado por
estos signos como la persona en la que se hará presente todo el plan de Dios, y no
sólo el texto de san Lucas nos dice esto, habría que ver también el Evangelio de
Mateo 1,18 como para reafirmar que esa promesa se hizo realidad, y más adelante
el mismo apóstol nos dice: “Todo esto ha pasado para que se cumpliera lo que
había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: “Sepan que una Virgen
concebirá y dará a luz un hijo y los hombres lo llamarán Emmanuel, que
significa: Dios con nosotros”. (Mt 1,22-23)
Dios jamás abandona al hombre, sino que espera el momento adecuado para
empezar su obra de Salvación, como ya lo había hecho desde el momento que
eligió a Israel, ahora comenzaría concretarse su plan de recobrar todo lo que es
suyo: al hombre y la creación entera. El Hijo de esta mujer haría realidad aquel
deseo de reunir a todos los hombres para formar un solo pueblo, una nación santa,
un pueblo sacerdotal. Pero este enviado no era cualquier cosa, es la palabra de
Dios hecho carne, Dios mismo encarnado en el seno de María, por el texto de San
Lucas añade signos que permiten descubrir la dignidad de éste enviado, y el diálogo
entre el ángel y María dice: “No temas María, porque has encontrado el favor.de
Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo,al que pondrás por
nombre Jesús. Será grande, y con razón lo llamarán Hijo del Altísimo....” (Lc
1,30:32) Y más adelante, cuando le dice cómo quedará embarazada le dice: “El
Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios” (Lc
1,35).

Dios cumplió sus promesas, hoy a nosotros no nos queda más que tomar una
decisión, o lo aceptamos como el Mesías y vivimos como él nos pide, o simplemente
no digamos que creemos en él. Ante-él no se puede vivir a. medias - como muchos
de nosotros lo hacemos, pues Él no quiere migajas de nadie sino la entrega total del
hombre. Por eso el acontecimiento de la encarnación nos va a pedir decidirnos ante
Jesús.

ORACIÓN
A ejemplo de la Virgen Inmaculada que, al aceptar tu voluntad, anunciada por
el ángel, recibió en su seno a tu Hijo, fue llena de gracia del Espíritu Santo y se
convirtió en templo de la divinidad, concédenos, Padre todopoderoso, la gracia de
aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo...

Sexto Tema.
Jesús, un Dios hecho hombre.
Ayer vimos que la encarnación de Jesús fue el cumplimiento de las promesas
de Dios para con nosotros, igualmente mencionamos que este enviado era alguien
muy especial pues era Dios mismo entre nosotros. Un Dios que de verdad asumió la
condición humana, se sometió a las mismas leyes que rigen la vida del hombre,
todo semejante a nosotros menos en el pecado.
Y este hecho es el que también los evangelios van a resaltar de Jesús desde
el inicio de su encarnación, por ejemplo, para que se cumplieran las escrituras sus
padres tienen que ir a empadronarse a la ciudad de Belén, y pasar una serie de
situaciones difíciles para ellos, el evangelista San Lucas nos dice: “En esos días, el
emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el imperio. Este
primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a
inscribirse a sus ciudades. También José, como era descendiente de David,
salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a Judea, a la ciudad de David,
llamada Belén” (Lc 2,1-4). Este acontecimiento busca reafirmar la realidad humana
de Jesús, hombre semejante a nosotros.
Que Jesús fue Dios y hombre es una verdad que no podemos negar. Los
discípulos posteriormente buscaron que los cristianos aceptaran este misterio de
Dios, como Pablo que en la carta a los Gálatas reafirma esto mismo con las
siguientes palabras: “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su
Hijo, Nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que
estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.” (Gál 4, 4-5).
Y esta realidad fue también la que causó mayor sorpresa a los judíos, de
hecho en algunas ocasiones buscaron por esto apedrear a Jesús, corno se nos dice
en el evangelio, que querían matarlo porque siendo hombre se hacía pasar por Hijo
de Dios, y se comparaba con su Padre Dios, como nos dice el evangelio de Juan
cuando Jesús afirmo que el Padre y Él son una misma cosa, o como también
nos .«Gíce Mateo: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre
sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27). La
encarnación de Jesús nos lleva entonces a creer en este misterio, imposible para
los hombres, pero no para Dios.

ORACIÓN
Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que se alegra por la venida de tu
Hijo en nuestra carne mortal; y concédenos que, cuando vuelva Él revestido de
gloria y majestad, nos llenemos también de alegría al recibir de sus manos la
recompensa de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

Séptimo Tema.
José y María, ejemplo de vida para Jesús.
En este día, ya tan cerca de la fiesta de la Navidad, vamos a meditar un poco
el valor que tuvieron José y María en la vida de Jesús. Y no podemos negar que su
papel fue fundamental, pues si Jesús fue hombre al igual que nosotros, su
desarrollo humano, su aprendizaje tuvo que ser semejante al nuestro, no creamos ni
pensamos que a Jesús se le iban revelando las cosas como por arte de magia. No,
tuvieron que enseñarle muchas cosas.
Los evangelios desde el inicio nos presentan a dos grandes personas
asociadas a la vida de Jesús, sus padres José y María, que desde el momento en
que iba a nacer se preocupan de tener un lugar para él. De hecho el relato nos
refiere que no alcanzaron posada, y que nació en un portal, manifiesta el interés de
un padre por su esposa e hijo, Lucas nos dice: “Cuando estaban en Belén le llegó
el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz a su primogénito, lo envolvió en
pañales y lo acostó en una pesebrera, porque no había lugar para ellos en la
sala común.” (Lc 2,6-7). Pero no sólo eso, ellos como buenos judíos piadosos
celebran con Jesús, lo que la ley les pide: lo presentan al templo a los cuarenta días
de nacido, lo llevan a la peregrinación al templo de Jerusalén como lo debía hacer
todo judío cada año, o cuando menos una vez en su vida (Le 2, 22-23; 2,41).
Estas devociones le enseñaron a asistir a la sinagoga como debía hacerlo
todo judío cada sábado, el rezar las oraciones de las bendiciones todos los días,
algo que al papá le tocaba enseñar y realizar con toda su familia desde el amanecer
y tres veces al día. Jesús practicaba esto, los evangelios nos dicen que
continuamente se retiraba a orar, asistía los sábados a la sinagoga y leía la ley y los
profetas, asistía al templo de Jerusalén, como cuando les vuelca las mesas a los
vendedores de ovejas y bueyes, celebraba la pascua judía. Esto lo aprendió de sus
padres.
En esta ocasión vale la pena pensar en este valor familiar, sobre todo porque
la Navidad es una fiesta para vivirla en familia, en la pequeña iglesia doméstica, y
en la Iglesia comunitaria. Los padres hacen escuela, forman y sirven de ejemplo
para sus hijos, necesitan de ellos para poder aprender de la vida, ojalá al igual que
José y María hubiera muchos padres y madres cristianos ejemplo de vida para sus
hijos, verdaderos guías en todos los aspectos, en lo religioso, en la humano, que en
cada hijo pudiera reconocer la grandeza de sus padres. A .Jesús Una vez le
gritaron: “Dichosos los pechos que te amamantaron” (Le 11,27). Ojalá todo los
padres escucharan también estas mismas palabras por la educación que han dado
a sus hijos

ORACIÓN
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el
anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo para que lleguemos, por su pasión y
cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo....
Octavo tema.
Jesús tiene que nacer en nuestro corazón.
Desde nuestro bautismo fuimos asociados a la vida de Jesús, somos al igual
que él hijos de Dios, nuestra vida tiene que reflejar los mismos sentimientos de
Cristo, ya San Pablo en una de sus cartas nos exhorta a reproducirlos en nosotros.
Pero para poder hacer esto es necesario que Jesús tenga lugar en nuestro corazón,
que nuestro corazón sea el pesebre donde desde ahora él nazca. Pues de nada
sirve una fe que no tiene los mismos sentimientos de Cristo, de nada sirve decir que
se ama a Dios sí nuestro corazón no cambia.
La vida de los cristianos debe romper ese esquema de solo fiestas. Debemos
esforzarnos a celebrar los sacramentos, de modo que no nos olvidemos de Dios y
no recurramos a Él solamente cuando tenemos problemas, enfermedades,
preocupaciones. Dios ya sabe y ha escuchado hasta el cansancio nuestras súplicas
y promesas de conversión, pero tenemos nuestro corazón de piedra, que no cambia
ni mejora, ni se acerca a Él.
La encarnación de Jesús tuvo como finalidad reconciliar todas las cosas con
Dios, reunirnos a todos como hermanos para formar una sola familia, la de los hijos
de Dios, un solo pueblo que unido por la fe se fuera esparciendo por todo el
universo, sin importar razas, ni condición social, un pueblo santo, sacerdotal, donde
cada uno de los que los forman reprodujeran la vida de Cristo, pues al fin y al cabo
para eso fuimos bautizados, para ser otros Cristo con nuestros hermanos. Todos
somos Cristos;+pero para poder actuar y vivir como él, primero tiene que renacer en
nuestro corazón. San Pablo en la carta a los Corintios suplicaba: “Ábrele el
corazón a Cristo”. Hoy a nosotros no nos queda más que decir lo mismo, no nos
cerremos a la gracia de la salvación, no sigamos siendo tan duros para la obra de
amor de este Dios, que por amor al hombre ha realizado todas estas cosas para
darnos la vida, y tenerla en abundancia.

ORACIÓN
Al acercarse las fiestas de la Navidad, te rogamos, Dios eterno y
todopoderoso, que tu Verbo, que se hizo carne en el seno de la Virgen María y
habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia..El-que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por-los siglos delos siglos. Amén.
Noveno día.
Breve historia del nacimiento
La tradición de poner el Belén en el mundo se remonta. al año 1223, en una
Navidad de la villa italiana de Greccio. En. En esta localidad, San Francisco de Asís
reunió a los vecinos de Greccio para celebrar la misa de medianoche. En derredor
de un pesebre, con la figura del Niño Jesús, moldeado por las manos de San
Francisco, se cantaron alabanzas al Misterio del Nacimiento; en el momento más
solemne de la misa, aquella figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendió sus
brazos hacia. el santo de Asís. El milagro se había hecho. producido .ante la.vista
de todos, y desde entonces la:fama de los “nacimientos” y su.costumbre se
extendió por todo el mundo,

La adoración y acostamiento del niño.


En este día 24 de Diciembre será muy difícil reunir a las personas, pero en
este día lo más importante es que se exprese que la preparación cumplió su
objetivo, ojalá no se nos haya pasado invitarlos a participar en algunas de las misas
de Navidad, y que todo buen creyente sabe que le obliga la: misa como sí fuera
domingo.
Este día se les invita a terminar como familia, cada cual en su casa, poniendo
al niño en el nacimiento. Para eso vamos a reproducir este esquema para que se
tenga en ella lo que hemos llamado la adoración al Niño.

1.-Toda la Familia reunida frente al nacimiento entona un villancico, sí no se


saben ninguno se puede poner un cassette con algún villancico, en estos días no
será raro encontrarlos de venta en muchos lados. Recordar que es un signo de fe,
para no perder la seriedad del acto.

2.-El papá o la mamá con la imagen del niño Jesús en las manos inician con
el saludo litúrgico: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todos
responden: Amén.

3.-Para prepararnos a recibir a Dios que se hizo hombre para salvarnos,


reconozcamos que somos pecadores y que necesitamos su salvación.
Todos: Yo confieso ante Dios Todopoderoso.........
4.-Se lee enseguida el siguiente texto del Evangelio de Lucas 2,1-14:
En aquel tiempo, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un
censo en todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era
gobernador de Siria. Todos iban a inscribirse a sus respectivas ciudades.
También José, como era descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret
de Galilea y subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, para
inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Cuando estaban en Belén le llegó el día en que debía tener su hijo Y dio
a luz a su primogénito, lo envolvió. en pañales y lo.acostó, en una pesebrera,
porque no había lugar para ellos en la sala común.
En La región: había pastores que vivían en el campo y que por la noche
se turnaban para cuidar sus rebaños. El ángel del Señor” se les apareció -y los
rodeó de claridad la gloria del Señor:
Como estaban muy asustados el ángel les dijo: No se asusten tanto,
pues yo vengo a comunicarles una: buena nueva que será motivo de gran
alegría. para todo el pueblo: “Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de
David un salvador, que es Cristo el Señor”, En esto lo reconocerán: “Hallarán
a un niño recién nacido, envuelto en pañales y «acostado en un pesebre” De
pronto una multitud de seres celestiales aparecieron en torno al ángel y
cantaban a Dios: “Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra, gracia y
paz a los hombres de Buena voluntad”. Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti,
señor Jesús.

5.-Al terminar la lectura del Evangelio, el más pequeño de la familia da a


besar al Niño Dios y luego todos dicen la siguiente oración, mientras se coloca al
Niño en el pesebre:
Te bendecimos Padre, porque enviaste al mundo a tu hijo, para que
encarnándose en la Virgen Purísima, fuera nuestro salvador y nuestro
hermano.
Te pedimos que, con tu bendición, está imagen de Jesús, sea en
nuestra casa señal de tu presencia y de tu amor, Padre Bueno, danos también
a nosotros tu bendición, a nuestros padres, a nuestras familias y a nuestros
amigos.
Abre nuestro corazón a fin de que sepamos recibir a Jesús con alegría,
hacer siempre lo que él nos pide y verlo en todos aquellos que tienen
necesidad de nuestro amor,
Que nuestra familia reunida ante este signo, sea ejemplo de concordia,
de paz, de respeto, de perdón, que nos sintamos hermanos en ti, para que
tengamos más unidad y ambiente de familia. Te lo pedimos en nombre de
Jesús tu amado, que vino al mundo para dar paz a los hombres. El que vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.

6.Se entona también un villancico. (Se puede hacer de la misma manera que
al principio, si no se saben ninguno poner un cassette). Sugerimos el siguiente:

Les anunciamos un gozo inmenso; hoy ha nacido el Salvador, En un


pesebre, sobre las pajas y entre pañales lo encontrarás.

/Duerme y no llores, Jesús del alma,


Duerme y no llores, mi dulce amor.
Duerme y no llores, que esas tus lágrimas
Parten el alma de compasión/.

Tus lagrimitas perlas del cielo, son mi tesoro, prendas de amor,


Más calma el llanto Jesús del alma, de lo contrario me harás llorar,
Duerme y no llores, Jesús del alma......
Sí, por mi lloras, Jesús amado, por mis pecados e ingratitud,
Más calma el llanto que en adelante ya. nunca ingrato te haré llorar.
Duerme y no llores, Jesús del alma......

7.El papá o mamá concluye con la siguiente oración:


“Oh buen Jesús, tú que has permitido que los nacimientos de los niños
produzcan alegría en las familias, concédenos revivir ese gozo, que sintió
José y María juntamente con los pastores esa noche Santa, y perdure en
nuestra familia para siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
8.Enseguida se dice la siguiente Bendición: “El Señor nos bendiga, nos
guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna”. Todos responden: Amén.

Cánticos para pedir posada

Afuera Adentro
1. En el nombre del cielo os 1. Aquí no es mesón sigan
pido posada pues no puede adelante que no puede abrir
andar mi amada esposa no sea algún tunante
2. No seas inhumano tennos 2. Ya se puede ir y no molestar,
caridad que el Dios de los porque si me enfado los voy
cielos te lo premiará a apalear
3. Venimos rendidos desde 3. No me importa el nombre
Nazaret yo soy carpintero de déjenme dormir, pues ya que
nombre Jose les digo que no vamos a
4. Posada te pido amado abrir.
casero, por solo una noche la 4. Pues si es una Reina quien lo
Reina del cielo. solicita ¿Cómo es que de la
5. Mi esposa es Maria, es Reina noche anda tan solita?
del cielo y madre va a ser del 5. ¿Eres tú Jose?¿Tu esposa es
divino Verbo María? Entren peregrinos no
6. Dios pague señores vuestra los conocía
caridad y os colme el cielo de 6. ¡Dichosa la casa que alberga
felicidad este día a la Virgen pura, la
hermosa María!

AL ABRIR LAS PUERTAS


Entren, Santos pre regirnos reciben esta mansión, que aunque es pobre la
morada, os la doy de corazón. Cantemos con alegría, todos al considerar, que
Jesus, Jose y Maria nos vienen hoy a honrar

CANTOS DE NAVIDAD Y POSADAS


EL CAMINO QUE LLEVA A BELÉN
El camino que lleva a Belén
Baja hasta el valle que la nieve cubrió
Los pastorcillos quieren ver a su rey
Le traen regalos en su humilde zurrón
Ropoponpon, ropoponpon
Ha nacido en un portal de Belén
El niño Dios

Yo quisiera poner a tus pies


Algún presente que te agrade, Señor
Mas tú ya sabes que soy pobre también
Y no poseo más que un viejo tambor
Ropoponpon, ropoponponpon
En tu honor frente al portal tocaré
Con mi tambor

El camino que lleva a Belén


Yo voy marcando con mi viejo tambor
Nada mejor hay que te pueda ofrecer
Su ronco acento es canto de amor
Ropoponpon, ropoponpon
Cuando Dios me vio tocando ante él
Me sonrió

VAMOS PASTORES VAMOS


VAMOS PASTORES, VAMOS,
VAMOS A BELÉN,
A VER EN AQUEL NIÑO
LA GLORIA DEL EDÉN.

ESE PRECIOSO NIÑO


YO ME MUERO POR EL
SUS OJITOS ME ENCANTAN ,
SU BOQUITA TAMBIÉN.
EL PADRE LO ACARICIA
LA MADRE MIRA EN EL,
Y LOS DOS EXTASIADOS
CONTEMPLAN AQUEL SER

YO POBRE PASTORCILLO,
AL NIÑO LE DIRÉ,
NO LA BUENAVENTURA:
ESO NO PUEDE SER;

LE DIRÉ ME PERDONE
LO MUCHO QUE PEQUÉ
Y EN LA MANSIÓN ETERNA
UN LADITO ME DÉ

ZAGALILLOS DEL VALLE


Zagalillos del valle, venid
Pastorcitos del monte, llegad
Esperando el Mesías prometido
Ya vendrá, ya vendrá, ya vendrá

La esperanza, la gloria y la dicha


La tendremos en Él, ¿quién lo duda?
Desdichado de aquel que no acuda
Con la fe que le debe animar

Nacerá en un establo zagala


Pastorcitos, venid, adoremos
Hoy venimos y luego volvemos
Y mañana nos puede salvar

LOS ZAGALES Y ZAGALAS


Los zagales y zagalas al niño vamos a ver
con pitos y tambores mostrándole gran placer

¿Por qué tan doliente lloras?


¿Por qué, mi niño, por qué?
Si quieres venir a mi alma,
ven que yo te arrullaré,

Al niño recién nacido traen un don


Yo soy pobre y nada tengo
Le traigo mi corazón

CANTAD QUE LA NOCHE BUENA


Cantad. (3) que la Nochebuena ya se llegó(3). Que linda, linda noche tan serena,
jamás se vio(3) jamás.
¿Quién nacerá esta noche, noche de amor?, Jesús.
¿Quién llena cielo y tierra de resplandor?, Jesús.
Jesús(2) encanto de mi vida que nacen hoy en un pesebre por mi amor, tus ojos son
luceros que me hechizan y roban ay. con su mirar mi corazón, Jesús.
¿Qué pides Niño amado con tu reír?, amor.
¿Qué pides Niño amado con tu llorar?, amor. Amor,(3) mira Niño amado, todo mi
amor, todo mi amor es para Ti, amarte quiero siempre sin medida, ir al Edén(2) y
amarte allí sin fin.

CAMPANAS NAVIDEÑAS
En la capilla hay repiques de campanas navideñas, y en el pesebre una Virgen
desvelada sufre y sueña.
Contempla al Niño dormido, mira su frente serena, y una sonrisa ilumina su carita de
azucena.
/Dan, din, dan, las campanitas sonando estan/
Cada mañana en la torre de la Iglesia campesina, las campanas se despiertan a
pesar de la neblina.
Llegando la noche buena lanzan alegres al viento, una plegaria amorosa, adorando
al Rey del cielo. /Dan, din, dan....
La Navidad nos ofrece paz a todos los humanos, más esta paz no se obtiene sin
amor a los hermanos, por eso el mundo repite, queremos buenos cristianos, que
hagan a Cristo presente, generosos y. entregados,

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