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cepts generales, sino principalmente io y su significacién en la diversidad y 30 religioso no implica un minimalisma mun el mistico Buenaventura sabe que este mundo tiene su fundamento, dignidad y densidad en el Creador; y desde el Creador adquiere fa criatura toda su dlignidad, grandeza y estima. La religién es una magni alternativa a la crisis ambiental, como se vio mas ats en la propuesta de L. White. La doctrina buenaventuti es una estupenda oferta cultural para afrontat la crisis medio ambiente y poder colaborar con las ciencias, las técnicas y las politicas disponibles en la salvaguarda de lay naturaleza, de los elementos naturales y de los ecosiste= ‘mas. Acertadamente decia Bergson que sla mistica puede dar un suplemento de alma ala técnica». 2. Universo y cristocentrismo en Juan Duns Escoto Un sistema intelectual, ya sea cientifico, filos6fico 0 teolé- se hace comprensible desde un horizonte cultural en) el que el hombre se coloca y desde el que ve e interpreta la realidad de un modo determinado y hace comprensible, 1a historia del problema. Para el beato Juan Duns Escoto, (1266-1308), el horizonte mental y el paradigma especus lativo vital es el cristocentrismo, Cristo no solo como re= velacién y epifania del Dios invisible, sino también como, principio clarificador y de comprensién para la teologia, a antropologfa, la cosmologia, la moral, la cultura y lay 2 historia. EL cristocentrismo escotista se presenta en pers- pectiva de totalidad césmica. Desde él, las diversas realida- des: Dios, el hombre, el mundo y la historia, se hacen comprensibles y se encuentran interrclacionadas, ya que cl sistema escotista es concéntrico ¢ implica todas las ver- dades existentes en un proyecto cientifico integrador y ‘omnicomprensivo. Es decir, Dios, el hombre, las criacuras y la historia se vinculan en una unidad sinfénica. El Doctor Sutil acentiia abiertamente que Cristo es el centro primordial y de interés de la manifestacin de la gloria divina ad extra El cristocentrismo escotista sostiene ¥ defiende que Cristo es el arquctipo y el paradigma de la czeaci6n. El es la obra suprema de la creacién, en la que Dios puede espejarse adecuadamente y recibir de él la glo- rificacién y el honor que se merece, Partiendo del postulado de la primacia del amor, se comprende cémo tanto la predestinacién como la misma creacién son efecto y consecuencia de un acto libre de la voluntad divina; y como ambas acciones se articulan, se armonizan y se comprenden en un mismo proyecto vino, ya que la primera lo determina y la segunda lo rea- liza, Ambas acciones estan entre si subordinadas: la pre- destinacién tiene razén de causa final, y la creacién de ‘causa eficiente, pero es el mismo agente divino quien las actualiza y las hace operativas EL mundo, con todas las criaturas que hay en él, ha sido hecho y configurado con vistas a los elegidos. ‘Todos los seres creados Hevan en si un impulso de orientacién intrinseca y una intencionalidad natural hacia el ser en el {que tienen su propia consistencia, Es decir, las cosas no se 93 agotan en su contenido empirico, sino que tienden hacia el principio que les ha dado origen, significacién y es su lileima raz6n de existencia. Toda la realidad creada tiende hhacia su autor y creador. Hacia aquel por el que ha sido creado. Segiin Esebto, todo ser busca su propia perfeccién ter minal en la inmediata comunicacién y comunién con ser superior, al mismo tiempo que entabla relacién vincus ante entre todos los demas seres; y todos, conjuntamente, se ordenan al «primer principio». De tal modo que, en jerarquia de los seres, se aspira a la perfeccién mis ele: del inferior al superior, del superior al supremo, hast concluir en el hombre privilegiado, que es Cristo, hacia cual se orienta todo el universo y,a través de él, se vine a Dios. En esta dindmica ascensional, la perfeccién del uni verso concluye en el punto de unién del Verbo divin con la naturaleza humana, es decir, en Cristo, Para est visi6n cristocéntrica, el Doctor Sutil se ha inspirado en I -recapitulaciOn> y en la «instauracién» paulinas (Col 1,2 EF 1,10). Cristo es visto y considerado como sintesis punto de convergencia de todas las criaturas, y tanto el camino privilegiado y excepcional que condu al Padre. El cosmos, por consiguiente, participa de dignidad y del dinamismo de ese punto omega que Cristo. El universo no puede reducirse a pura materia, co tampoco las leyes mecanicistas 0 vital as son capaces explicar completamente el dinamismo intrinseco de materia y de la vida. Viendo ¢ interpretando el cos 4 desde Cristo se descubre y se percibe en él cierta sacrali- ddad que implica, por parte del hombre, especial considera- cidn y un trato de respeto y de cortesia, El cristocentrismo escotista ofrece una visién mistica del universo. EL mundo se presenta como difano sacra- mento de la divinidad, un gran altar donde se celebra la livurgia del Dios creador. La liturgia del universo se vincula a la liturgia de la eucaristia, porque en ambas esta la gran presencia de Cristo, Esa comunién y vinculacién centre la liturgia césmica y la eucaristica las vivi6 Fran- cisco de Asis en perfecta armonia, transformada en canto. Pero su hijo escocés logr6 transeribir ese misterio cristico cn una espléndida pagina de teologia mistica. El cosmos entero ¢s un gran espejo transparente de la divinidad, por- que todo en él es presencialidad constitutiva y lenguaje evocador. El universo glorifica a Dios, porque tiende hacia 1, causa eficiente y final ciertamente, pero, sobre todo, porque esti dotado de un impulso inerinseco que le enca- mina hacia sy meta convergente, al Cristo omega. En la concepcién escotista, todo el universo es armonia ‘metafisica, anticipando en esto la armonia fisica propuesta por Kepler tres siglos después en la introduccién de su Cosmégrafo. El universo material, en la escala gradual y perfectiva de los seres, tiene su méxima expresién en el hombre que, su vez, lleva en siel impulso de encontrarse y completarse con el hombre auténticamente perfecto, que es Cristo, sintesis de lo divino y lo humano, y puente vinculante entre el Creador y la criatura. EI universo es gran sacramento de la presencia escon. dida de Dios. ¥ el hombre tiene que dar voz y palabra ar- 95 ticulada al legos silencioso de los scres inanimados ¢ irae

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