oes — al
|
DIGNIDAD DEL HOMBRE |
| EL HOMBRE
es sujeto,
causa,
fin de la
VIDA SOCIAL |
ES IMAGEN DE DIOS ES HUO DE DIOS
Cristo y elevado a la categoria de Hijo
Adoptivo de Dios. Jesiis, mediante su
Encarnaci6n, Pasién, Muerte y Resurrec-
ci6n ha unido a sf para siempre a todo
hombre. (Gaudium et Spes 22, Redemptor
Hominis 13).
De estos dos principios se desprende el
que la Iglesia coloque al hombre como cen-
tro de todas las instituciones y esfuerzos
sociales. El Estado, la familia, los sindicatos,
los partidos politicos, las universidades
estan para servir al hombre y para ayudar-
le a alcanzar la plenitud de su destino.
El Papa Juan XXII en su Enciclica Mater
et Magistra declar6:
La Iglesia Catélica proclama una doctr-
na de la sociedad y de la convivencia
humana, que posee indudablemente una
perenne eficacia.
“El principio capital afirma que el hombre es:
~ fundamento
~ causa
fi
de todas las instituciones sociales”
(mater et agra 2)
3. VISIONES REDUCCIONISTAS DEL HOMBRE
MWesta vision integral de lo que es el
Hombre se oponen las visiones reduc-
ae A
cionistas que los Obispos condenaron
Puebla (305-315). Las llamamos “re
_—VISIONES REDUCCIONISTAS DEL HOMBRE
HEDONISTA
sexo
FATALISTA
Magia
REDUCCIONISMOS
cionistas” porque, al desconocer algun
aspecto fundamental de lo que es el hom-
bre y convertir este aspecto en {dolo,
reducen la dignidad del hombre y lo empe-
quenecen. He aqui algunas de estas
visiones reduccionistas:
A. VISION FATALISTA. EI Idolo es la
magia. Lo que importa son los brujos,
las supersticiones y la hechiceria. el
hombre es aplastado por el fatalismo.
|. VISION PANSEXUALISTA. EI idolo es
el sexo. Lo que importa es gozar. Se cae
en el machismo y en el erotismo. El hom-
bre es aplastado por el placer y se con-
Vierte en juguete de sus instintos.
VISION ECONOMICISTA. El idolo es el
dinero. Lo que importa es tener muchas
cosas. El hombre es aplastado por la
propaganda, el lucro y el consumismo
inmoderado.
. VISION COLECTIVISTA-ESTATISTA.
El idolo es el Estado y el abuso de poder.
9
63
Lo que importa es que el Partido y el
Estado sean poderosos. EI hombre es
aplastado por las dictaduras totali-
tarias,
VISION CIENTIFICISTA. EI (dolo es la
ciencia y la técnica. Lo que importa es
la productividad y el progreso. €1 hom-
bre es aplastado por la maquina y los
laboratorios.
E.
En todas estas visiones “reduccionistas”
hay un elemento humano valioso pero que
ha sido amplificado desproporcionada-
mente. Si esto se da es porque el hombre,
no obstante poseer una eminente dignidad,
estd herido por el pecado y puede resbalar
y naufragar en el egoismo. En nuestro alre-
dedor, todos los dias encontramos ejemplos
de estas visiones incompletas del hombre.
Cuando en un sistema econémico 0
politico se instala una de estas visiones
aparece el fendmeno de la violaci6n de los
Derechos Humanos.Ts.
4. DIGNIDAD Y LIBERTAD HUMANAS
@ eminente dignidad del hombre va
acompanada del don y de la conquista
le Ia libertad. La libertad es don porque
fuimos llamados a la vida como humanos,
gratuitamente, sin que de nuestra parte
tuviéramos ningun merecimiento. Es con-
quista porque el proceso de superar trabas
y servidumbres es fruto del esfuerzo, y de la
constancia personal y colectiva.
La vocaci6n ultima del hombre es Ia Ii-
bertad. Por libertad podemos entender la
capacidad que tenemos para disponer de
nosotros mismos e ir construyendo una his-
toria de comunién y de participacion. Esta
historia y este mundo de comunion y de
participacion se plasma en tres planos
inseparables, que corresponden a las tres
relaciones de las que hablamos en uno de
los incisos anteriores: a la relacién del hom-
bre con el mundo, como Seftor, a la relacion
del hombre con los demas hombres, coms
Hermano, y 4 1a relacion del hombre cm
Dios como hijo.
Es asi, avanzando en estas tres rela.
ciones, que son tres caminos de libertag
como el hombre logra su dignidad,
Cuando, por el contrario, el egoismo, iq
ambici6n o Ia envidia generan situaciones
de injusticia, de exacerbacién del sexo, o de
superficialidad de relaciones, el hombre ye
menguada su calidad de Hijo de Dios, de
Hermano entre hermanos y de Sejior de|
mundo y consecuentemente ve disminuida
su dignidad.
Ast pues, la libertad y dignidad huma.
nas son realidades que se exigen reciproca-
mente; la dignidad del hombre lo pone en
camino de libertad. El crecimiento en la l-
bertad fortalece su dignidad.
5. LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL HOMBRE
e esta fuente que es la dignidad y
libertad del hombre, y de las aspira-
ciones que conlleva, surgen una serie de
derechos y deberes que constituyen la base
de un equilibrio dindmico para la conviven-
cia humana.
5.1 Derechos
En su Enciclica Pacem in Terris, Juan XXill
menciona algunos:
Derecho a Ia existencia y a un decoroso
nivel de vida (salud, etc.).
Derecho a la verdad y a la cultura,
Derecho al culto divino, privado y pablico.
Derecho @ fundar una familia. A soste
ner y educar a los hijos.
Derecho al trabajo en condiciones dignas.
Derecho de reuni6n y de asociacion.
Derecho a la Propiedad privada, que
siempre entrafia una funcién social.
Derecho de residencia y emigracion
Derecho a intervenir en la vida puiblie-
Derecho a la seguridad juridica.
1
Pacem in Terr’ gil
hecho
sa ha
into Domingo nuevamente ha ia.
Enfasis en el respeto a los Derechos
nos (Cfr. 165).
64Santo Domingo nuevamente ha hecho énfasis en el respeto a los Derechos Humanos (Cf 165)
5.2 Deberes
Naturalmente a cada derecho corresponde
un deber. Algunos de estos deberes son:
~ Deber de respetar los derechos ajenos.
Deber de colaborar con los demas hom-
bres.
Deber de actuar con sentido de respon-
sabilidad.
Para quien realmente crea en lo que
‘Mos dicho, acerca de los fundamentos de
dignidad del hombre y de los Derechos
Mmanos.no resultard extraia la siguiente
nécdota,
her
a
65
Hace algunos afios un obispo del
Nordeste de Brasil fue invitado a presidir
una “Hora Santa” para desagraviar un
sacrilegio que algunos enemigos de la
Iglesia Catélica habtan perpetrado en
la poblaci6n. Los profanadores se habian
introducido en el Templo, habian forzado el
Sagrario, tomaron el cop6n, regaron las
hostias en el suelo, danzaron sobre ellas y
las pisotearon. El acto, obviamente, habia
ofendido la sensibilidad de la gente sencilla
y habia provocado indignacion y conster-
naci6n en los alrededores. €1 Obispo par-
ticipé con devocin y compuncién en lalS
Hora santa, pero no termino allf su partici-
Pacion, al final de la misma tomé la pa-
labra e invité a la comunidad a reunirse
nuevamente la siguiente semana para cele-
brar otra Hora santa, esta vez en desagravio
Por las veces en que el Sefor era pisoteado
en la persona de los pobres, cada vee que
aplastaban sus Derechos Humanos. eo}.
po tenia raz6n, cada vez que los Derechos
Humanos de fos pobres son escarnecidos,o
Sefior, que quiso identificarse con ellos,
también ofendido. ,
6. LO QUE CUENTA ES EL HOMBRE
Jodo lo anteriormente expuesto fue
resumido brillantemente por Paulo VI
T
en su Enciclica Populorwm Progressio con lq
siguiente expresion:
“Lo que cuenta para nosotros
es el Hombre,
cada Hombre,
| cada agrupacién de Hombres
| hasta la humanidad entera’.
Y Juan Pablo 11, al inicio de su pontifica-
do, complets el pensamiento anterior con
este otro:
Populorum Progressio 14
“El primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su mision es
el Hombre. No el Hombre abstracto sino real, el Hombre concreto ¢ histérico.
Se trata de cada hombre porque con cada hombre se ha unido Cristo para
siempre por medio del misterio de la Redencién’,
i - sc aatiac
Redemptor Hominis 13, 14
7. UN RETO: DESPERTAR AL GIGANTE DORMIDO
emos hablado del hombre en abstrac-
to, digamos ahora una palabra sobre
el hombre concreto, sobre ti y sobre él, sobre
nosotros. Sobre nuestra vocacion a la vida y
a la creatividad.
Interrogado el Mahatma Gandhi sobre el
origen de la energia que le permitié movi-
lizar cientos de miles de hinddes en '@
hist6rica Marcha de la sal de 1933 repr
dié: “Es una pequena voz imerior” Yo,
mismo tiempo, con el dedo indice se to
el corazén.
est
Efectivamente, todos nosotros e” euch
“intimidad més intima” podemos
66
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