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Cavtruto IX PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS HOS DERIVADAS DEL INCUMPLIMIENTO ALIMENTARIO POR PARTE DELPADRE® por MARIA FERNANDA RIVAS 1. Los 0s GRANDES PODERES La mayoria de los reclamos por alimentos luego dela separacién soy cefectuados por mujeres quc ban quedado a cargo de los hijos, Duras el caer o [a convivencia la pareja funciona en equipo y en equilbrio oat gndose constantemente inteprados dos aspectos medulares: et Ma: sel dinero y la crianza de Ios hijs. Muchas veces es un ex /bis ae elon (de lo conttario no se Hegaria mds tarde a la separacién) pero ef sistema familiar se mantiene 2 flte y ambos integran es de la pa- pay estan de acuerdo, consciente © inconscientemente, en sostener estos funcionamientos. rin paraciones controvertidas son, por excelencia,situaciones de disociaciont en ellas no sélo se dividen Tos bienes, sino también 19s sen- Gisoeipe: el que fue amado 0 ideatizado al principio luego es odiado © orien el que formé parte de la cotidianeidad se convierte, en algynos sete en extra, Stzviendo esta linea, también se dividen los “pods: seid iret, aunque consideramos que dicha divisi ya se encontraba re howada durante Ta convivencia, Sein hemos visto en el capitulo anion Te cultura asiga posiciones diferentes los hombres y a las mujeres 6” F- Wasim con el dinero. Existe también un prejuicio (el que muchas veers tacit con gs eco en el dmbito judicial que amibuye la posesion del dinero Ui padre y la custodia de los hij a la madre, Estos son los dos gr andes «Material del sominario “Perspctva picasa deta responsabilidad finest cia tf luego de Ta separacon" correspondiente 1a Camera de Espey aca os a ea died or las Ci, Vas y Rivas eno rea do Posed = Fealtad de Derecho dels UBA, en el ao 2005 Este tema ha sido desarollado en eleap. Vill 190 INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS IOS poderes, en torno a fos cuales giran los litigios contenciosas. Debemos pensar quec la posesion del hijo también representa un poder —més alla de los genuinos afectos que estén en juego— que proporciona sensacién de ganancia o de pérdida luego de la separacidn, En las situaciones més comunes el hombre posee el dinero y puede retacearlo, pero la mujer pose «al hijo y también puede retacearlo. Es por esto que a veces se ale al hijo con frases como “Me [o Hlevo...", “no te lo doy”, “me lo quiere quitar”, “tengo miedo de que no me lo devuelva’”’, y predominan los tironeos alianzas que dan cuenta de la necesidad de retenerlo para si. Se produce, en estos casos, una “regresin”, en direccién contraria a la tendencia al inter- cambio que implica la alianza matrimonial. Entonces, se ponen en juego, deseos de retener, apropiarse, robar, quitar, en relacion tanto a los hijos como al dinero. Asi como hemos comprobado que detris de las fantasias de “robo” del hijo por la contraparte existe, en realidad, una proyeccin (adjudicacién al otro de un pensamiento, deseo o intencién propios), po- driamos esbozar la hipétesis de que tras cl retaceo del dinero o la negativa a aportarlo (porque lo despilfarra”, “porque lo usa con su nueva pareja”, ‘porque es mala mujer 0 mala madre") actuaria una légica similar. TT, ALIMENTOS ¥ VISITAS: UNA PAREJA JASEPARABLE Los reclamos de alimentos, ademas de realizarse para satisfacer las necesidades basicas de los hijos. en muchos casos intentan poner en evi dencia aspectos de la parte incumplidora que denotan un déficit en la fun- jon patema, Por lo general junto a estas demrandas aparecen también las de amor, atencién, contencién y acompaftamiento hacia los hijos, que a cubren, a veces, necesidades del progenitor que las enuncia, En nuestra experiencia hemos notado que es dificil que una madre que considera que st ex esposo es un buen padre, recurra a la justicia para tratar de solucionar la falta de aporte alimentario. ‘Ante la necesidad de resolucién de estos conflictos se ponen en pric- tica, en algunas familias, respuestas contradictorias que muestran un es- tilo comunicacional particular y que afectan a los hijos. Siguiendo a Eva Giberti? podemos pensar que esta dinamica se trastada a la relacién susei- tada entre el reclamo de alimentos y el régimen de comunicacién del nifio con el progenitor no conviviente, dado que Ia orden puede ser: “No vas a ? Este tema ha sido desarollado en el exp. HL * Guseen, Eva, y otos, 7 dvorto y la familia. Las abogades, loz pads y fas hijos, ‘cap.:"Los hijos de la pareja divoreiada™, Sudamericana, Buenos Aires, 1985, p. 199, PERTURBACIONES PSICOLOGICAS BN LOS tAL0s. 191 ver a tu papd porque él no se ocupa de vos...”4, es decir: “Te prohibo. weamar—a quien no te alimenta”’, En este caso, pretendiendo defender 4a st hijo, la madre le quita algo también: el alimento que implica el con tacto con el padre’. Si la ley universal indica honrar al padre y a la ma- dre —aunque los argumentos de ésta sean valederos—, “la contradiceién txiste””. Se instala, entonces, un cireulo en el cual el padre va perdiendo paulatinamente de vista las necesidades del nifio; ademas él siente que es fprescindible”, no valorado, no necesitado por su hijo. Mas atin conside- rando que en los divorcios dattinos —en los que existen déficits previos de ‘ambos integrantes de In pareja— hallamos, por lo general, sujetos en los cuales la asuncién de la paternidad se encuentra dificultada. Ademas son situaciones en las cuales se generan importantes retracciones o repliegues de la personalidad ante el “trauma” que implica la separacion. Ta situacién de divorcio, con sus ribetes de catistrofe, de cicatriz abierta, de injuria y resentimiento, atraviesa a ambos progenitores condi- ‘cionando sus conduelas también en lo que al manejo del dincro se refer. IIL. EL stGniFICADO ASIGNADO POR LA MADRE AL ADORTE ALIMENTARIO DEL PADRE ‘Una pregunta importante que debemos formularnos es cémo se entera el hijo de que este aporte existe o no y de si es 0 no suficiente. ¥ la res- pulesia es que siempre lo hace a través de los dichos de Ia madre, Za madre ‘mediatiza” la circulacién del dinero entre el padre y el hijo, no sélo en su aspecto material, sino también en su aspecio simbélico: le oforga unt significado y un valor para el hijo. Esta comunicacién puede estar tetida dde connotaciones personales, de acuerdo a como ella se encuentre posicio- nada frente al divorcio. Probablemente una mujer con una herida crénica porque su esposo dio origen a la ruptura, se vea imposibilitada de transmi- {ir este tema a los hijos con objetividad, Desde esta perspectiva, el aporte del hombre puede ser siempre insignificante a los ojos de la otra parte, debido a que esté ligado, en su psiquismo, a la falta de amor y al abandono. Esta podria ser la problematica subyacente en aquellos litigios en los que se requieren ajustes desorbitados y permanentes. A veces nos encontramos con verdaderas distorsiones de la realidad. Citaremos, por ejemplo, el caso de + Idem nota. * iden 00193 Idem no%a3. 7 Idem nota. 192. INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA.LOS HOS tuna mujer que reclamaba alimentos argumentando el incumplimiento total de la otta parte y el padre se presentaba a nuestras citaciones con las ecns- tancias de depésito hechas en el banco. Entrevistados los hijos de esta pa- reja—dos hermanitos de 4 y 7 aflos—decian: “Mi papa no nos pasa cota alimentaria’, haciendo uso de un lenguaje “Jjudicializado” —no acorée a ta edad— que nos llamé la atencién, En este caso estos dichos formazan parte de un discurso utilizado para intentar descalificar al padre a los gjos de los hijos. En otra ocasién era la misma madre, a instancias de los abue- Jos matemos, la que techazaba el dinero haciéndole saber (y decidienda en nombre de su hija): “La nena esti bien y no necesita nada”. ;Qué sueedia fen este caso? Es probable que la vision de la madre encubriera la prcpia insatisfaccién y el resentimiento por la falta de aportes de su ex pareja en ‘otros aspectos; 0 que el aporte realizado por el padre fuera considerado in- suficiente en comparacién con la provisién de su propia familia de origen, de la cual la mujer no se habia podido desligar’. Otra mujer, se negaka a recibir el dinero del padre de sus hijas, por considerarlo poco. Preferia re- ‘chazarlo ¢ inieiar juicio por el total de fo que ella tenia en mente en lugar de reclamar sélo por la diferencia y permitir que el padre depositara Ia suma con la que él podia cumplir. Decfa: “Si no me da lo que yo pido, que nome dé nada... prefiero trabajar (do el dia y ganar ese dinero yo para no tener que aceptarselo”. Aqui la madre estarfa privando a sus hijas de un derecho que se arroga como propio— de recibir algiin tipo de aporte del padre. Como en tantos otros casos similares, nos preguntamos: zqué versién reci- birian sus hijas, respecto de este tema? TV. EL PADRE ANTE LA OBLIGACION ALIMENTARIA El inconveniente que se suscita con mayor frecuencia es que el al ‘mentante “‘confunde” para quign es el dinero debido a que, tratandose de hijos menores de edad, la suma la debe recibir y administrar la macre. La falta de aporte econémico, cuando existen deudas pendientes de orden emocional entre los ex cényuges, estaria dirigida aqui a la ex esposa y nd a los hijos, porque se traslada a esta responsabilidad el conflicto conyugal. Las injurias de las que se siente haber sido objeto durante Ia convivencia y ta separacién y la visualizacién de la mujer como un oponente peligroso y ‘maligno hacen que la negativa a aportar dinero sea una de las armas a des- * La ligaz6n afectiva alos propios padres ha demostrado ser uno de los Fietores de “exelusidn” del progenitor no convivient, dela vida del hijo. A to fines de ampliar este ‘emma, remimos al lecior al cap. If de esta ob, PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS HOS. 193 plegar en la contienda —més atin, cuando al ejercer la guarda de la prole, se considera que ella se ha quedado con “todo”. Pero inevitablemente fos perjudicados son los hijos. A menudo se utiliza ta denominacién de padre “ausente” para explicar la falta de responsabilidad hacia el hijo, una de cuyas expresiones es el incumplimiento alimentario. Lo cierto es que esta explicacién no aporta una solucién al problema. Por lo tanto, es valido interrogamos acerca de estos temas: la “confusién” referida, jse ubicaria en el plano consciente, del lado de la voluntad, en un intento de desenten- derse del hijo? Se originarfa en el plano inconsciente, debido a omisiones que no pueden evitarse, al estilo de “quiero pero no puedo”? zPor qué un padre querria desentenderse de su hijo? 2Qué consecuencias acarrea a los, hijos esta “ausencia” paterna? {En qué medida incide la no resolucién de Jos prablemas conytigales en estos conflictos? ZBs, en todos los casos, sélo tun “eastigo” hacia la ex esposa o concubina lo que motiva la negativa a sostener econémicamente al hijo? ‘Aportaremos ottos elementos a este tema al referimos a cuales puc- den set los motivos que subyacen al incumplimiento de la obligacién ali- mehtaria, LV. {QUE REPRESENTA EL APORTE ALIMENTARIO PARA LOS 1108? ‘Nuestra intervenci6n en casos de esta indole nos ha permitido inferir que, mas alla de las causas motivadas por impedimentas econdmicos rea- les, el incumplimiento de la obligacién alimentaria deriva frecuentemente de In existencia de perturbaciones en el vineulo padre-hijo, que hemos ca- tegorizado segiin sus diferentes causas. Abordaremos el significado psicolégico del aporte alimentario para fos hijos —en sus distintas acepciones—, asi como las disfunciones y la probable incidencia de éstas en el desarrollo emocional del sujeto. Estas consideraciones no implican que pueda determinarse con exactitud Ia res puesta de un individuo frente a fos modelos parentales descriptos, lo cual Tepresentaria un pensamiento de tipo causa-efecto al que no adherimos, Inientaremos, por tanto, esbozar distintas posibilidades y tendencias, sin la certeza que amerita una investigacién estadfstica, pero con los contenidos derivados de la experiencia de haber trabajado durante muchos atios con nifios, adolescentes y adultos atravesados por esta problemética, Desarrollamos a continuacién qué representa para el hijo, en circuns- tancias normales, la provisidn de dinero por parte del padre. 194 INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS HOS PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS 1105, F én del padre por el cuidado del hijo reagent cere een la adolescencia, es decir, cuando el psiquismo del padre no se encuentra Esta preocupacién es inherente a los dos estadios evolutivos adultos: preparado para un evento de tal magnitud, dado que éste estd ain en vias Ja juventud y la adultez, cuya virtud es el “cuidado”, segin lo plantea Erik de definir‘su propin ilentidad! Sex daria: entonecs xing pateegkieGeome Erikson’, De acuerdo con esta postura, en la etapa de fa juventud existiria no acorde a la etapa evolutiva por Ia que airaviesa el padre en el momento una necesidad psicobioligica de procreacién a la que se sumaria la capa del nacimiento del hijo. Puede producirse un rechazo (consciente o incon: cidad de comprometerse genuinamente con este objetivo y con aquetlo ciente) hacia el hijo por representar éste la obligacién de resignar situacio- que se ha creado, a través de sacrificios significativos", Seria espercble nes propias de una determinada edad (ir a bailar, divertirse, pertenecer a también una busqueda y eleccién de compafieros afines en el plano sexual un grupo de pares, completar los estudios, etc.). En los casos menos afor- y afeetivo, de los que se percibe que podrian funeionar como complemen- tunados, el desajuste generacional persiste en el futuro —aun habiendo el tarios, a los fines de compartir el proyecto de tener un hijo. En la adultez padre alcanzado la adultez— debido a gue el vinculo paterno-fltal queda existirfa “un compromiso ampliado de cuidar de las personas, los produc- Intrcato por una “Geuela”; de la qua'sl pean sianrs ater One Ee St tos y las cosas por los que uno ha aprendido a preocuparse” "Se requer- mo desfasaje puede darse también en sujetos adultos, que transitan por la ria de cierta madurez para poner en practica la capacidad de hacerse cargo ctapa evolutiva adecuada desde el punto de vista cronol6gico, pero que ca- de aquello que se ha generado, dando 1 paso més que el solo acto genital ian de Ialialane ernochara necasbita cuicia pa-ejeices la patecnaded que implica la procreacién, Son sujetos que por una predisposicién personal se han quedado “fijados” ‘Agregamos que en el individuo que ha sido padre y que se encuentra cemocionalmente a periodos de la vida asociados a la libertad, la falta de ‘ransitando este estadio hallamos: a) In presencia de un deseo de hijo, lo compromiso, la diversién, etc. Es por este motivo que a veces un mismo cual le otorga un ugar dentro del psiguismo del o los padires que impli- padre responde de manera diferente ante la obligacién alimentaria hacia ca imaginarlo, planear su llegada y esperarlo: b) una coincidencia entré bijos necides de distintos matrimonion, el deseo de trascender y la capacidad de ewidar aquello en lo cuai se El incumplimiento alimentario puede tener su causa tarbi ‘rasciende; ¢) una coincidencia entre la paternidad biolégica (el acto de cho queced hijoies ruta dexmesrelacton’casull wo aco procreat) y la paternidad psicoldgica (la voluntad de cuidar el producto necesiled de procrecr.o deseo de hijorn tie la elaccitn ds yous compazine de aquel acto, afi partecotparti Tr lana in colds ars pueda prostate ieiir empovie Erikson considera que Ia virtud cultivada en esta etapa de la vida pc de “desconocimiento” del hijo —que impide sentirlo como propio— por de orientarse también, en algunos casos, hacia cuidados més universales, sustocia de desen'y de nrrprayect én eneaiin oon ef ot peogen tot. por ejemplo, la caridad, la preocupacién por el desarrollo de todos 1os ni ‘Ocurre de esta manera, a veces, la falta de reconocimiento paterno, es fos, ec., y esto contribuiriaa la supervivencia de la especie humana decir, la ausencia de valuntad de aportar cl propio apellido al nifio, dado La imposibitidad de cuidar, mantener y proteger aquello que se ha {que éste no resulta depositario adectado de los deseos de trascendencia que creado se manifiesta en un estado de “estancamiento”, “techazo” y de caracterizan a la patemidad “normal”. “frustracién generativa” " El afecto que predomina es {a indiferencia hacia ¢! hijo, situacién que Desde esta perspectiva interpretamos que so de fos motivos subya~ se configura como una de las més dificiles en su resolucién, dado que alli centes a la falta de aporte alimentario puede originarse en la existencia sno in viseaho én dtl plea loerer ie! eoornealineen teria scarp de un desfasaje entre la paternidad bioldgica y la paternidad psicolégea. en su fancién real y simbéliea (sostenido por un compromiso emocional), Esto se observa, por ejemplo, cuando ocurren nacimientos en la etapa de See aera aac En aquellos nifos en los que la falta de aportealimentario tiene origen = : en las disfunciones precedentemente explieitadas hallamos que * nso, Bk owl completdo cap. :“Esadios ndumentales 6! esa ls ptouncal, sid,Hrceloe Bens Ale 200, 72 ne ~ Toman coneiencia precozmente de la inmadurez. de sus padres Enusan, Erik, Zeiclo vita.cil, p75. — Aprenden a cuidarse solos y a evitar depender emocionalmente de "Eragon, rik, EF ico vita. ip. 72. otras personas 0, por el contrario, permanecen en un relaci6n de extrema " Banco, Bri ET celo vita i, p. 3 dependencia emoeional. 196 _INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS HIIOS —Actitan forzadamente como nexo entre su padre y su madre, debido a la percepcién de la falta de afinidad entre ellos, haciéndose cargo de pe- dir més para aquel a quien sostienen que para simismos, Esta modalidad puede trasladarse a los vinculos extrafamiliares. — Evidencian tendencia a ocuparse de los demas a través de una des- mesurada exigenci ~ Pueden sentirse como una “carga”, por lo que predomina en sus vinculos la intencién de “no molestar”, evidenciando inhibiciones para ex- teriorizar sus necesidades tanto en el plano afectivo como material — Muestran tendencia a sentirse rechazados. — Liegan a sentirse “deudores” de sus padres, sensacién que puede trasladarse al ambito extrafamiliar, — Debido a la sensacién de tener que pagar una deuda pueden desple- gar conductas de “generosidad patolégica” (regalar lo propio hasta quedar- se sin nada). Esta modalidad puede extrapolarse, en el futuro, a la relacign con el trabajo 0 con la propia productividad, existiendo una gran despro- porcién entre el esfuerzo personal y la remuneracién o el reconocim eato obtenido. 2. La capacidad de proveer al hijo de recursos que le permitan avanzar en Ia vida Una de las funciones parentales es la “habilitacion” del hijo como su- eto auténomo y diferenciado. Este proceso requiere del padte la capacidad de ceder su lugar, de dejarse superar, de tolerar que el hijo pueda llevar a cabo sus proyectos no cumplidos y ejercer protagonismo. Se esboza asi la presencia de un permiso de crecimiento y evolucién para el hijo que se ‘manifesta a través de la provisién de recursas gue le permitan avanzer en ‘a vida. La lucha por aleanzar la pfopia identidad se manifiesta con mayor crudeza durante Ia adolescencia, a través de la rebeldia. Segtin Winnicott “crecer significa ocupar el lugar de los padres”, y esto se lograria con la implementacién (adaptativa) de la auresividad por parte del nitio 0 ado- lescente: “En la fantasia inconsciente, erecer es intrinsccamente un acto agresivo” ™. Este proceso no resultaria solo de tendencias heredadas, sino también de la interaccién con un ambiente facilitador. Es decir, la sensa- ion de “triunfo” y de “dominacién” (que los padres deben encontrarse en "= Wanucort, D, hogar: nuestro punto de paride, enzayos de un psicoanalista, parte U; “La familia", apart. 14: “Inmadurez adolescenie, Paids, Buenos Aires-Barce ona México, 1996, p. 182, " Woowcorr, Donald, ET hogar... cit, 9. 182 PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS M08, 197 condiciones de tolerar y estimular dentro de pardmetros normales) serian intrinsecas al proceso de maduracién infantil y corresponderian a ciertos elementos masculinos presentes tanto en varones como en nifias ®. Se tra- taria, entonces, de dotar al hijo de atributos que le proporcionen potencia Y vitalidad', es decir, facilitarle ef camino a través de la provisién de cle- ‘mentos que permitan desarrollar la capacidad de avanzar, la confianza en st mismo, como por ejemplo: estudiar, obtener un titulo primario, secundario, universitario, la préctica de un deporte, el acceso a la tecnologia, ete. La actitud a la que nos referimos supera el sentido de la obligacién alimen: {aria que contempla s6lo la cobertura de las necesidades basicas de! nifio para su subsistencia. En el lenguaje coloquial se expresa como “apostar © “poner fichas” al hijo, dado que el dinero es uno de los elementos que vehiculizan estas aspiraciones. Estas provisiones cumplen la funcién de estimular sanamente la competitividad y la agresividad necesarias como para establecer metas y cumplirlas. ‘A veces, el motivo del incumplimiento atimentario radica en la re- ticencia del padre para ceder su lugar dentro de la cadena generacional. En estos casos el ajuste en la cuota nunca se considera necesario. EI hijo puede ser visto inconscientemente como un rival demasiado peligroso, por lo tanto, es despojado de los atributos que lo convertirian en adult. La rivalidad es evitada, quedando el hijo en posicion de “eterno” nifo, circulando implicitamente la idea de que sélo el padre es el poseedor de atributos valiosos, entre ellos, el dinero, que retiene para si mismo, No esti contemplado, desde Ja trama familiar, el “permis” para evolucio- nar. El hijo no puede convertirse en el “rey del castillo” ®, porque el rey ‘nunca entrega sus emblemas. A veces, esta problematica encubre el temor ala competencia o la dificultad de reconocer e! crecimiento en los hijos y * Weoncors, Donal Egat, p 182 % Este emeepo remit al desl ereo de Sigmund Fread y Jaoques Laan para coomina a sigcacion snbolcandvivaly sil eee sabre! wan pei Iasculngy qu se denomina as Universiment el vale ajuicad a este sinbolo Mb po hombres camo pr jres~ se trsads aban dversos capa foncion, 2 tranern de un setuclo,estibe en mantener acvoe sco que permit planters messy Cuneta "Otros aspects de os kanes de exe permis” y ss cosecvenes sabre os ios han sido suas on leap. VI “Impodimento de conacto ene abvels nits °*Wwwcors, Donal, Aogo.. et. 183, merciona un juego de nines practcado 2 as ACs eval gu nnd hy psy calms sa postr cadre net de todos oiaes a dmiastn sore ellos El aaaue ave Se apera queda sefjado en as palabras: “Abso, sto rb Poco dsputs el bibon Serie a ey) se converte oe uo. 98 _INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS HINOS junto con esto, las nuevas nei camente, Nos encontramos sus hij sidades nom tonces © er” a que la juventud, Ia belleza o la vitalidad de éstos representan ue deben ser s mn padres que no dejan wmenazas a aquellos atributos propios que temen perder. Estas vicisitudes muchas veces se apoyan en caracteristicas reales i en particu lar, que provocan envidia en el adulto, Una forma de eviter asumir estos sentimientos es considerarlo como pequefio, incapaz, irresponsable, lo que impide mirarlo con orgullo En estos casos la dificultad radica en no poder aceptar el paso del jempo, que implica no poder adaptarse al proceso de crecimiento del h jo, y no asumir la propia adultez o vejez, produciéndose un con vineulo en estas etapas significativas para ambos. Las consecuencias, en los hijos, del incumplimiento alimentario basa este tipo de disfunciones, serian: ~ Déficits en la autoestima, sensacion de resentimient lamiento del do ee Sensacién de exclusién, de no ser merecedores de privilegios (en hijos que en la fratria han sido objeto de una mirada patern diferencias entre los hermanos, especialmente en hijos de diferentes ina — Dificultad Estancamiento Imposibilidad de desarrollar agresividad adaptati fe ocupar un lugar signado por el fracaso. ‘obtencion de titulos 0 fender ~ Extrema pasividad —Dificultades, en el futuro, para insertarse en el ambito lal y relacionarse con sus superiores. 3. La existencia de una diferencia generacional entre padre ¢ hijo Esta significacién del aporte alimentario —intimamente enlazada a la explicada en el pto. 1— indica que hay un adulto que se encuentra en con- diciones de cuidar a un hijo menor que necesita de cuidado y que acepta este cuidado. Esta premisa deriva de un vinculo patemo filial en el cual implic ta- mente se sabe que el padre o los padres deben funcionar como proveedores totales, hasta que el nifio adquiera la madurez necesaria como para lograr su autonomia (y no antes}, Se crea asi un clima de confianza que perrrite La incidencia de la mirada ps los hjos ha sido desarvollada en 1 o materna eargada de orgilo, en ef desarolle de cap. VIL PSICOLOGICAS EN LOS HGS 99 fio de fa instancia parental. Como consecuencia de esta interaccién son respetados los ritmos del desarrollo infantil, en ia y los avances y cual se tolera la dependen de convivencia), lo que se pone de manifesto en la provisién de tiene conciencia —no s6lo por dichos de a madre— del uso de pat de la cantidad de lec ansume, del momento en el cual comienza la ingestacde cia con que visita a agjustes econdmic ren los sucesivas cambios La capacidad de aportar dinero a estos efectos im el padre ha pod es dle su hijo en ica nsertarse en el mundo adulto, a través de un vinculo estable con el tra Cuando la diferencia generacional no esta claramente delimitada, he- amos padres inmaduros, que nan como pares del hijo e intervienen y la diversion pero edu- das al esparcimient con facilidad en tas actividades lis se desligan de cuestiones que implican mayor respou caci6n, salud, orientacidn, fijacion de limites, eteétera” ‘on frecuencia, se trata de sujetos en los que su lugar como hijo p valece sobre su lugar como padre debido a la dependencia con Ie fa de origen. La inmadurez se traslada también al émbito laboral: se regis- ttan dificultades para conseguir y mantener el trabajo, debido a la falta jencia'de que hay uno o varios nifios que dependen ico. EI dinero obtenido puede ser destinado facer “capri ides costosas que la mad aen a los que el padre otorga prioridad debida a su mn lugar de cubrir necesidades vinculadas al rol parental adulto ( por ejemplo, la cui -paga, la indumentaria, etc.), Esto produce en la madre una sensacisn de brecarga y frustracién por ser ella quien debe ocuparse de las ob nes y las responsabilidades propias de la erianza de los hijos ¥ por no poder compartir momentos ligados al placer o a la distraccién, ‘La incoherencia que supone no tener cubiertas las necesicades bésicas pero si acce “idico a juguetes o actividades costosas, asi como la division dé 1 ios padres, a la que obliga esta modalidad, crea en puede identificacién con del colegio, de ia obra soc! tenecer a dos realida En nuestro datbito de wabajo, segin consignamos on el cap. fl, hernos hallado come indieadorfrecuente que los nos inmersos en este tipo de problenikicascibyjan a tados los integrantes de (a familia del mismo tama, evidenciando la falta de difereneiseion entre adultes y ninos 200 INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS HOS experimentar como inconciliables: el equilibrio entre obligacién y placer puede encontrarse alterado, La madre puede ser vista como estricta,rigida ¥ aburrida, mientras que la diversién queda asociada a la figura del padre, To que en muchos casos es verbalizado por el hijo y esgrimido como ar- gumento, por parte del padre, para reclamar la tenencia. Estos reclamos, ‘en general, funcionan como un castigo encubierto hacia la ex esposa 0 concubina, dado que en la realidad son pocos los recursos con Ios que cuenta efectivamente el padre para sostener la tenencia. Muchas veces esto funciona como una forma de invertir los roles haciendo que la madre se convierta en “alimentante” de la dupla padre/hijo y asi perpetuar la incapa- cidad del hombre para trabajar y obtener dinero. otto tipo de litigios que suscitan estos conflictos, cuando el hijo ¢s participe activo de los reclamos y negativas de dinero entre sus padres y a temprana edad toma conciencia de las necesidades que deben ser sa- lisfechas para su subsistencia, se ve obligado a acelerar su crecimiento, en el sentido de que aparece involucrado en “cosas de grandes”, promovién- dose en él una incorporacién precoz de ciertos manejos para los que el psiquismo infantil no se encuentra preparado. Comprender el sign fieado del dinero y el uso que se hace de él e5 un logro evolutivo que se acquiere recién cuando el aparato mental se encuentra en’ condiciones de realizar ciertas operaciones 2!. En los casos a los que nos referimos, el subsistema filial se involuera tempranamente dentro del sistema parental, por efecto de una indiseriminacién que el padre avala através de su comportamiento, Sc encuentra debilitada la capacidad del “yo” adulto para proteger al “yo” infantil. Son situaciones de cardcier traumético que ocupan espacios des mesurados dentro del pensamiento del nino, en detrimento de aquellos que deberian ser destinados a jugar, fantasear, aprender, etc. La capaciad de funcionar como “barrera de projeccidn contra Ios estimulos”, que es inhe- rente a la funcién patema/matema, en estos casos, es deficitaria. Aqui se invierten los roles, dado que es el padre quien muestra al hijo que adolece de recursos y que es él quien debe preocuparse y no a la inversa Cuando la relacién padre/hijo ha adquirido la modalidad precedente, las consecuencias en los hijos serian las siguientes: = Viswalizacién del padre como débil 0 inmaduro. » Piaget es uno de los autores que ha estudindo, desde el punto de vista genético y evolutivo, la construccién do la concepeida del tiempo, del espacio, del nimmer ee que Se va dando paulatinamente ea el nino, en forma acorde oon el desarolio de cieras reas de la mente PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS HO. 201 - Establecimiento de una alianza con el més frégil, con la abligacién de cuidarlo o sostenerlo o necesidad de permanecer con aquel en quien no encuentra tantas exigencias, — Toma de conciencia precoz del manejo del dinero y las consecuen- cias de su ausencia o mala administracién. — Despliegue del rol de “mensajero” entre la madre y el padre, ha- cigndose cargo de pedir y controlar la circulacién del dinero entre ellos, exhibiendo una seudomadurez, no acorde con su edad. ~ Dificultades de concentracién, debido a tener que pensar en “cosas de grandes” — Déficits en la capacidad de fantasear o jugar por estar demasiado pendiente de aspectos concretos y pricticos de ia realidad = Trastornos del aprendizaje. — Distorsién de la nocién del valor de las cosas por vivir dos realidades ‘opuestas: carencias cotidianas, por un lado, y adquisicién esporddica de ele- ‘mentos onerosos no acordes con la vida daria, par el otro, — Descalificacidn de tareas que impliquen responsabilidad y sobreva- loracién del ocio y la diversién, 4, La posibilidad de admirar al padre La necesidad de admirar a las figuras parentales en la infancia —tanto como la necesidad de ser admirado por éstas— contribuye a la estructu- racién de la autoestima del sujeto, La imagen que el hijo se forma de sus padres en las etapas primitivas de su desarrollo emocional ha sido deno- minada, dentro del psicoandlisis, como “imagen parental idealizada’ En este perfado toda la felicidad y todo el poder residen en el progenitor idealizado y el nifo se siente vacfo e impotente cuando se separa de él. Se crea un circulo en el cual si el nifio puede hacer objeto a su padre de sus fantasfas grandiosas, seré capaz de identificarse con éste cuando él necesite sentirse un héroe. Sentirse parte del progenitor idealizado (compartir su vitalidad y su potencia) en la nifez es el paso que permite posteriormente la puesta en marcha de la agresividad necesaria como para intentar disputar el lugar patemo (segiin hemos mencionado en el punto 2) En circunstancias normales, ala luz de la fantasia infantil, como toda- vvia no se comprende la relacién entre el trabajo y el esfuerzo y la posesién ¥ el uso del dinero, este tiltimo-forma parte det poder ilimitado de una figura a la que se imagina omnipotente, a la que se le atribuye la “magica” ® Kovur, Heinz, Andlisis.. cit, cap. 5: “Tipos de tansterencias especul Clasifeacién segin un tipo de vista evoltiva” IENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIALOS HU05 202 INCUMPL capacidad de obtener cosas del medio®. El nifio no tiene conciencia, por ejemplo (en el sentido que to tiene un adulto), de que sus padres deben tra bajar para pagar la cuota del colegio, el club, comprar la comida, comprar ropa, etc., pero fe resulta natural que esas necesidades estén cubiertas. Este significado del aporte alimentario se apoya en la copacidad del padre de transmitir seguridad y solides, “tolerando” el juego que implica la nece sidad del hijo de “glorificario”. La certeza de que, aun ante la adversidad esta figura se mantendrd en pie, crea en el nifio In sensacién de un medic ambiente confiable, en el que predominan las satisfacciones sobre las frus traciones, No se trata aqui de la riqueza, ni del mayor o menor poder ac: quisitivo que el padre pueda tener, sino de la actitud estable y optimista que permita mantener al hijo al margen de las preocupaciones y suftimientos derivados de los problemas econémicos, manteniéndose iniacta la capaci- dad de cuidado del adulto a pesar de las contrariedades, Estas sensaciones son reemplazadas, mas tarde, por autoestima real ya que, mientras se idealiza al padre, este proceso esti sujeto a la correccién y modificacién por medio del reconocimiento, por parte del nifo, de las ver- daderas céracteristicas de éste, a través de la paulatina revelacién de sus efectos. Cuando este proceso se desarrolla con normalidad, el hijo, a su debido tiempo, va sintiéndose en condiciones de conectarse con su padre real. En el caso en que el progenitor no cumple con sus deberes de asis- tencia —nos referimos a las conductas crénicas de incumplimiento, que denotan una clara perturbacién en el manejo del dinero—, haciendo par- ticipe tempranamente al hijo de sus fracasos en lo econémico, se praduce fen éste una desilusién respecto de la figura que naturalmente deberia ser depositaria de admiracién. Puede sumarse a esto el discurso de fa madre aque a veces refuerza permanentementé esta descalificacién, Lo que quere- ‘mos recalear como nociva es Ia desilusién traumétiea, através de la cual el padre se vuelve “demasiado real”, antes de que el niflo se encueentre en condiciones de enfrentarse con los defectos paternos. Cuando esto sucede. los cambios en el nivel de vida que se producen a partir del divorcio (de bido a que la economia familiar inevitablemente se resiente), s6lo dejan huellas traumaticas cuando Jas figuras parentales acttian con pesimismo y muestran al nifio su incapacidad para recuperarse o para superar los reveses ‘econémicos, En los casos que hemos podido examinar, los recuerdos dolo- oS0s no se refieten tanto a las restricciones en I aspecto material sino al nino de 4 aflosdecia a su pare: “Papa, quiero que me construyes ima nave espacial ara ira esnecio"; su papa le respondi6: "Bueno, vamos ajueara que vamos al espacio", y él fagreg6: “No, yo quiero que me construyas una nave para al espacio de verdad?" PERTURBACIONES PSICOLOGICAS EN LOS HiJOS, 203 resquebrajamiento de una figura idealizada, que se muestra abatida y que no ha podido volver a levantarse. G Cuando el vinculo con el padre se encuentra atravesado por este tipo de probleméticas, puede observarse en el hijo — Imposibilidad de admirar al padre. — Presencia de manifestaciones de una necesidad exagerada de “idea- lizar figuras”, con tendencia a unirse o fusionarse —y a veces hasta some- terse— a personas a las que se considera poderosas. ~ Predominio de mentiras* ligadas a fantasias que otorgan triunfos importantes a quien miente o que permiten adjudicar proczas a otros para asi poder admirarlos. ~ Dificultad en aceptar logros propios, por menoscabo en la autoesti- may por earecer de un modelo indentificatorio sdlido, = Dificultad en la aceptacién de las alabanzas”® Abandono de los emprendimientos justo en el momento de obtener el triunfo (por dificultades en Ia autovaloracién), 5. El modelo de una relacién estable con el trabajo Segin hemos expresado, Ia insereién laboral de un sujeto es un indi cador que muestra su capacidad de adaptacién al mundo adulto. El grado de compromiso de una persona con su trabajo —y el placer que obtiene de 4éste—, nos habla de su madurez, capacidad de desenvolvimiento social y equilibrio mental. El trabajo ordena la vida cotidiana a través de hora- Fios, habitos, vestimenta, ete.; permite, ademds, establecer vinculos con pares y personajes de distinto nivel jerirquico con quienes muchas veces se reproducen y resuelven problemiticas originadas en el seno familiar Proporciona la’sensacién de ser ctl, la gratificacién del “deber cumpli- do”, La rutina que aporta el ejercicio de un oficio o profesién organiza la temporalidad individual: establece momentos para las obligaciones y momentos para el ocio a partir de la existencia de dias habiles, feriados, fines de semana, etc. Estimula el despliegue de una vocacién o inelinacién personal. Permite la pertenencia a un grupo dentro de una comunidad, asi ‘como a distintas categorias dentro de ese grupo: aprendiz, alumno, ayudan- te, profesional, lo cual contribuye a que se establezcan metas y se armen proyectos. Constituye, en fa juventud y en la adultez, un aspecto impor- ® Kon, Heinz, Analisis. it, ps. 108/109. ® Kost, Heinz, Andis... et, p. 109. % De aqui el valor que tienen ls terapias ocupacionales en el tratamiento de diversas alecciones psicol6gicas o psiquitricas, 204. INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA HACIA LOS HUOS tantisimo en la definicién de la propia identidad. Es por esto que a veces la jubilacién genera verdaderas crisis, ante la pérdida de este “ordenador” fundamental de la vida humana. La aptitud para el trabajo comienza a ejer- citarse a temprana edad, a través de los habitos que impone la escolaridad La vida familiar (aun después del divorcio), por tanto, también se ordena en tomo al trabajo y a la educacién de los niflos. El hecho de que los padres, salgan a trabajar —y sobre todo el hombre, en quien tradicionalmente, segiin hemos visto en el capitulo anterior, recae el sostén. econémico cel hogar— aporta a los nifios y adolesceites un modelo identificatorio que representa estabilidad, solidez e independencia, ‘Cuando Ia inestabilidad laboral en el padre tiene su origen en causas psicol6gicas (inseguridad, baja autoestima, conflictos con figuras de auto- ridad, imposibilidad de cumplir un horario, disconformided reiterada por la remuneracion obtenida), el vinculo entre éste y el hijo aparece atravesado por estas circunstancias. Si ademas predomina la hostilidad como conse ‘uencia de la separacién y no se diserimina entre el hijo y la ex pareja, la amenaza a la contraparte, ante el reclamo judicial, con frecuencia puecie ser lade “hacerse echar’ del trabajo, 0 “insolventarse”, auiodespojénco- se de uigunus de los aiributos més vatorados socialmente (el trabajo y los bienes materiales), segiin hemos mencionado en el punto 2. El padre puede ser visualizado por el nifio como una figura détil, ‘earente de consistencia y de capacidad de sostén o como una figura trans- gresora de las normas sociales. En cualquiera de los dos casos es probable que las dificultades citadas cencubran una marcada dependencia emocional y econdmica del padre Fa cia su familia de origen, por lo cual, una salida posible es que los reclamos de alimentos sean dirigidos hacia los abuelos paternos”, con los cont c~ tos que esto acarrea: los abuclos sof ubicados en el lugar de proveedores de recursos para la subsistencia del nieto, quedando cl padre exeluido de Bl art, 367, CCiv, establece: “Los parientes por consanguinidad se deben alimestos cen el orden siguiente: 1°) Los ascendicntes y descendientes. Ente ellos estar obligados peferentemente los mis prSximos on grado y a igualdad de grados los que esgn en mejares ‘condiciones para proporcionarios" El art. 372 menciona que "La prestacin de alimentos comprende lo necesario para la subsistencia, habitacidn y vesiuario correspondiente a la condicion del que la recie, y también lo necesaro para la asistencia en Ins enfermedades”. Los abuelos, serian los parientes vinculados por infereses alimentarios reciprocos que tendrian derecho de visita fon respecto a sus nietos, en virtud de To que dispone el art. 376 bis (agregado por la ley 21.040) “Los padres, mores o curadores de menotes incapaces 0 yn ast ‘uidado personas may ores de edad enfermas o imposbilitadas deberin permit las vis tas {e los parientes que conforme a las disposiciones del presente capitulo, se deban recigto~ ‘eamente alimentos , g PERTURBACIONES PSICOLOGICAS & 18 HOS, 205 la patemnidad (por lo menos en este sentido) y descalificado para su fun- cién2*, Como consecuencia de esta actitud, la madre aparece sobrecargada por la exigencia de tener que desarrollar un vinculo con el trabajo en el que predomina la obligacién de funcionar como sostén total del hijo. La figura femenina, en el psiquismo del hijo, puede quedar excesivamente cargada de ciertos caracteres “masculinos” (ligados a la potencia, ala pro- ductividad, al empuje) situacién que tendré ineidencia en el tipo de pareja que elegira en el futuro. Conocemos casos en los cuales la madre —con la idea de estimular el contacto entre cl padre y el hijo para que este iltimo no lo perciba como “ausente”— hasta tiene que solventar econémicamente las salidas que éstos realizan. Ya sea por descalificacién explicita 0 por ‘encubrimiento de las limitaciones del padre, por parte de la madre, el hijo poser una figura desvalorizada de aquel. Esta problemética se comple}i- za mas en el caso del var6n, por la identifieacién con una figura masculina carente de potencia, Otro tipo de perturbacién del vinculo padre-hijo es el que se observa cuando el aporte alimentario se realiza a través de modos ilicitos de ob- tener dinero (estafas, robos, distribucién de droga, etc.). En este caso se cumple con el objetivo material de la provisién de recursos para la subsis~ tencia, pero no con el de organizacién cotidiana ni el de insercién social, ni tampoco con el despliegue de una vocacién, proporcionandose al hijo ‘un modelo de vinculo con el trabajo y un concepto particular de lo que significa trabajar que nada tiene que ver con el que hemos mencionado. Lo mismo sucede en aquellas situaciones en las que el padre expone al hijo a los riesgos derivados de su forma de obtener dinero (padres que los obligan a mendigar, a prostituirse, que se hacen acompaitar por éstos para dist buir droga, etc.) instaurando de esta manera una forma transgresora de “productividad” que aparece naturalizada y que no contempla la diferencia ‘generacional y la funcién que deberia derivarse de ésta: un adulto que tiene que cuidar an nifio que sabe que debe ser cuidado, ‘Cuando aparecen distorsiones de esta indole en el vinculo paterno filial, podemos observar alguna de las siguientes manifestaciones en los hijos: — Compulsién a realizar tareas que impliquen productividad y, en el futuro, al trabajo, como forma de compensar (“no parecerse”) al modelo paterno deficitario. = Disminucién de la responsabilidad (por identificacién, en algunos ‘casos, con el modelo referido), * A Jos fines de ampliar este tema, remito al lector al eap. VI JON ALIMENTARIA HACIA LOS HUGS ~ Inestabitidad en el Ambito estudiantil y, en el futuro, en el ambito laboral — Distorsién de los valores morales —Naturalizacién de formas ilfeitas de obtener dinero Parr CUARTA TECNICAS DE ABORDAJE E INTERVENCION EN LOS LITIGIOS DE FAMILIA VI. ALGUNAS REFLEXIONES RESPECTO DEL ABORDALE DE ESIOS CASOS Como hemos visto, los motivos del incumplimiento alimentario p. den ser variados y de distinta indole. El diagndstico de la problematica en juego puede ser de sumna utilidad para comprender cada caso en particular buscar la estrategia de abordaje adecuada. Para que el aporte alimentario cumpla su funcion real y es necesario conocer el grado de cam- promtiso emocional que el padre tiene con el hijo y e! tipo de relacién que existe entre ambos; por lo tanto, datos como la historia de la pareja, las crs cunstancias del nacimiento det hijo y el lugar que éste ocupé en la vida del padre nos ayudarén a configurar un panorama més claro de la situacion y a esbozar un pronéstico, La forma en que el padre se relacione con el dinero, con su propia productividad, con el trabajo, con su familia de origen y con la madre del nitio dejaré marcas perdurables en él, que formarin par su manera de afrontar la vida. a las familias que asi lo permiten, resultan necesarias y iitiles entrevistas de revinculacién entre el padre y el hijo y las entrevistas indi duales con el padre para intentar trabajar sobre los aspectos mencionacos (previa o paralelamente a la fijacién de una cuota alimentaria) con el cb- jeto de redefinir los téminos de fa re tras veces nos encontramos. on la necesidad de crear un vinculo que no existe, aunque el hijo lleve el apellido del padre. “ Ei cumplimiento de la obligacién alimentaria esta profundamente li- gado a la posibilidad de “apropiarse” del hijo —en el bu Palabra, que implica sentirlo come propio pero a la ve2 como individuo diferenciado para asi reconocer sus necesidades—, lo que a veces es el resultado de un fargo y sinuoso camino.

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