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DINÁMICA

“DESHACIÉNDOSE DE LOS MIEDOS”

Antes de hablar en público, son los miedos y sensaciones negativas florecen en nuestro


cuerpo, y es bueno ser consciente para poder gestionarlas y ponerles solución. Durante este
ejercicio, pediremos a nuestros alumnos que se sitúen en parejas y/o tríadas, escriban en
papelitos todas las emociones desagradables que sienten cuando han de salir a hablar
frente a alguien. Una opción muy sencilla para que los estudiantes se deshagan de sus
miedos es que escriban todas las emociones, sentimientos y síntomas desagradables que
sienten cuando tienen que hacer una presentación oral o hablar en público en un papel.

Por ejemplo, pueden poner lo siguiente: “siento que mis manos arden”, “las mejillas me
queman”, “noto que me cuesta respirar”, “siento que quiero darme la vuelta”, “pienso que
me caeré delante de todos”, “me imagino que tropiezo”, etc. Pueden ser tanto expresiones
físicas como pensamientos malos.

A continuación, les diremos que rompan con toda su fuerza esos papeles, los pisen, los
arruguen, los destrocen… y los lancen a un pozo imaginario (habremos marcado en el
suelo de la clase con tiza una circunferencia) donde caen y ya no pueden salir.
Seguidamente, les diremos que cierren los ojos e imaginen que han que hacer una
exposición importante. Esta vez la harán genial, tan bien que saldrán muy contentos de
ella. Además el público les aplaudirá y sentirán cómo su pecho se llegan de orgullo. Ya
nada tiene que ver con los miedos e inseguridades de antes, son una persona nueva. Es una
manera simbólica y a la vez física de que los estudiantes se deshagan de sus inseguridades.
Una vez hecho esto se sentirán más aliviados, más seguros y confiados de cara a tener que
hablar en público.

ME GUSTA CREER QUE NO EXISTEN LOS MALOS ORADORES, SINO FALTA DE


PRÁCTICA. ASÍ QUE, HA LLEGADO EL MOMENTO DE PONER A UN LADO
NUESTRO PÁNICO ESCÉNICO Y ATREVERNOS A CONTINUAR CRECIENDO Y
APRENDIENDO, ¿NO TE PARECE?

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