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Este es el primer libro que muestra a los padres como reconocer las etapas clave del crecimiento emocional de su bebé, a la vez que alienta y facilita un desarrollo psicolégico precoz. De esta manera, cuando acabe de leer estas paginas, usted ya debera ser capaz tanto de comprender los cambios emocionales de su hijo como de provocar en é! nuevos sentimientos y sensaciones, a través de unas cuantas operaciones basicas La estimulacion de la curiosidad y la autonomia El control de las rabietas, la agresividad, las rivalida- des y los celos La evaluacién de sus propias respuestas emocionales. El desarrollo de un estilo parental positivo y cons- tructive. Un libro, en fin, una fuente inagotable de consejos que ayudar a los padres a solucionar el laberinto de problemas que les impide una comunicacién completa con su bebé. Stanley Greenspan es psiquiatra y director del Centro de Investigacion sobre Desarrollo Clinico Infantil de la Division de Salud Maternal e Infantil y del Instituto Nacional de la Salud Mental. Nancy Thorndike Greenspan es economista y coautora, junto con Stanley Greenspan, de The Clinical Interview with the Child y The Essential Partnership. ©} IS a on fA imeras emociones n/N. T. Greenspan Las pri a Stanley Greenspan Naney Thorndike Greenspan principales ee EEREYD Guias para padres 1,0. Hickman y V. Teurlay - 107 magnificas ideas para enivetener a ty hijo mientras haces etre cosa 2. E, Weinhaus y K Friedman - Una relacién més dulce 3.F Dolio JNiies agresivos 0 nifios agredidox? 4. Dolta- :Tiene el nino derecho a saberlo todo? 5. F Dolto- Nifo deseado, nino feliz 6.D.W. Winnicott» Conozea a su nino M. Herbert - Entre fa tolerancia y a disciplina E. De Bono - Cémo enseliar a pensar atu hijo 10. £, Glen y otros - Adoptar hoy 12... Muller- La infancia entve perros y gatos 14. L. Kumin » Cémo favorecer las habilidades comunicativas de los nios con el sindrome de Down 17, M, Viel Temperley - En el nombre del hijo 18. R.A, Devonier y A. P, Devonier- Adolescencia, Desatio para padres 19. Cunningham - EI sindrome de Down 22. B. M. Spock - Un munde mejar para nuestos bijos 23. J. Potter- La naturateza explicada a fas ninos en pocas palabras 26. P.Statman « Nios 2 salvo en un mundo inseguro 25, F, Dolto - La causa de los nifios 26. D. Fleming - Cémo dejar de pelearse con su hijo adolescente 27. F. Dolto - sCémo educar a nuestros hijos? 28, 5, Greenspan y N. Thorndike Greenspan - Las primeras emaciones 29. F, Dolto - Cuando los padres se separan 32. 7.8. Brazelton - EI saber de! bebé 33. 8. Zukunft-Huber - Ef desarrollo sane durante el primer afio de vide 35.8. Siegel - Su hijo adoptado 36. T. Grandin - Etiquetada como autista 8 SERIE Dr. John Pearce 1. Comer: manias y eaprichos 2. Ansiedades y miedos 3. Berrinches, enfados y paraletas 4. Parientes y amigos 5. Peleas y provecaciones 6, Buenos habitos y malos habits Stanley Greenspan Nancy Thorndike Greenspan Las primeras emociones Las seis etapas principales del desarrollo emocional durante los primeros afios de vida ~ PAIDOS ‘Tleulo original: First feelings. Milestones tthe emotional development ef your baby and Publicado en inglés por Penguin Group, Viking Penguin Ine, Nuews York “Traduccién de Ernesto Thielen Cubiortade Julio Vivas Fotografia de cubiesta de A. Porinoy Pedieisn, 1997 ‘Quadan ngursamnente profits sin a autrzacon east esse de Copii bao fs ‘Scions niablecias et ine eyes i vepradecin toile ponies sw por cealree medias ‘pocediaienea compendia epepratay mama inoracey acetate spss {iin medion alors prestame pabiecs Publicado mediante contrato con Lennart Sane Agency AB © 1985 by Stanley Greenspan y Thorndike Greenspan (© de 1odas las ediciones en castellano, -Baiciones Paidos Therica, S.A Mariane Cubr, 92 -08021 Barcelona {yEditorial Paidés, SAICF. Defensa, 599" Buenos Aires. ISBN: 84-493.0866.0 Deposio legal: B-25.671/1997 Impreso en A&M Grafic, 1. Cha. N-152, Kr. 14,9, Pol. ind, La Florida 08130 Santa Perpénua de Mogoda (Barcelona) Lmpreso en Espana Printed in Spain A Phil Sumario Agradecimientos .. Prélogo : Introduceién Las seis fases emocionales Las dimensiones de la emocién humana Une filosofia positiva 1, Autorregulacién ¢ interés por el mundo — del nacimiento hasta los 3 meses Observando amu bebé . Los sentidos E] bebé sobre o infraexcitado Cuidados del bebé sobre o infraexcitado: Bebés que no utilizan un determinado servicio Como crear un entorno de apoyo Revisando tu ayuda ‘Tu situacién familiar Estilos de personalidad parental ; Cémo superar los problemas de tu estilo parental Miedos parentales mas frecuentes 2. Enamorarse — de los 2 a los 7 meses Observando a tu bebé ‘Como establecer una relacién, especialmente con cuidadores primerizos Calidad de la respuesta . Estabilidad durante las fases de apego Uso de los sentidos Cémo crear un entorno de apoyo . . Revisando t ayuda 9 13 15 7 19 23 27 63 65 66 70 2 Tu situaci6n familiar Estilos de personalidad parental | ‘Cémo superar los problemas de tu estilo parental Miedos parentales mds frecuentes . . 3. Desarrollo de la comunicacién intencional — de los 3 a los 10 meses Observando a tu bebé Interaccién recfproca , Interaccidn en todas las areas emocionales y con todos los sentidos Integraci6n de las funciones Como crear un entorno de apoyo... Revisando tu ayuda Tu situacion familiar Estilos de personalidad parental Miedos parentales més frecuentes Aparici6n de un sentido organizado del «yo» — de los 9 a los 18 meses Emociones y cognicién ‘Vida emocional en comin e imitacién compleja Expresar deseos e intereses tomando la iniciativa Independencia y comunicacion a distancia Originalidad Comprensién de la funcién y el significado Relaciones entre nifios pequefios Como reconciliar las emociones extremas La capacidad de comunicarse mediante palabras Cémo acey Observando a tu bebé . ‘Organizacién de la conducta Organizacién de tas emociones Estabilidad emocional . ‘Comprensién de los significados funcionales Separacién y sentirse cerca desde la distancia Aceptaci6n de limites Desarrollo de la personalidad Como crear un entorno de apoyo 10 107 - 109 110 m1 i 12 413 13 115 nS ar limites y el empleo de las «formas distales» 116 ug 119 122 126 126 27 129 132 134 Revisando tu ayuda ‘Tu situacién personal. Estilos de personalidad parentales . Micdos parentales més frecuentes . 5. Crear ideas emocionales — de los 18 a los 36 meses Crear ideas . Como expresan los ‘hiftos sus ideas Observando a tu hijo : Elaboracién de ideas para expresar emociones Variedad de ideas emocionales Utilizar las ideas en momentos de estrés. Desarrollo de la conciencia de ser tinico Utilizar todos los sentidos para la elaboracién de ideas Desarrollo de la flexibilidad Cémo crear un entorno de apoyo Revisando tu ayuda La situacién de tu familia Estilos de personalidad parentales ....., 6. Razonamiento emocional: el origen de la imaginaci6n, sentido de realidad y autoestima — de los 30 a los 48 meses Percepcidn de cdmo funciona el mundo . Las funciones de la personalidad de tu hijo Memoria emocional y represion Observando a tu hijo « Mostrando interacciones de causa-efecto Usando ideas a Io largo del espectro emocional Comprensién de las relaciones emocionales complejas Relaciones triangulares stabilidad emocional Patrones de conducta especiales Cémo crear un entorno de apoyo Revisando tu ayuda ‘Tu situacién parental . Estilos de personalidad parentales Miedos parentales mas frecuentes 140 140 142 147 157 159 161 165 166 173 182 188, 189) 191 197 - 201 201 = 202 207 209 2 2i1 214 216 -217 221 227 231 236 241 - 246 253 253 254 261 Conclusién, Apéndice . 7 Cuestionario de Bibliografia las fases emocionales de tu bebé Agradecimientos Muchas personas han lefdo, amablemente, diversas partes de este manuserito y han realizado valiosas sugerencias. Estamos muy agradecidos por el apoyo recibido por parte de Barbara y Korbin Lui, Milton Shore, Danielle Spiegler, Meg Robinson, Margaret Millstone y Diane Feinberg. Nuestro especial agradecimiento para Bill y Chris Leahy, cuyas observaciones detalladas fueron, espe~ cialmente, de gran valor. Querfamos, a su vez, dar las gracias a Vi- vienne Sernaqué Jaffe por su apoyo editorial y a Amanda Vaill por su titil direccién en la preparacién del manuscrito final. Prélogo Este libro trata del desarrollo emocional del bebé y del nifio. No constituye un tema de nuevo cuifo, dado que hace tiempo ya que los padres se han dado cuenta de que sus hijos se desarrollan emocio- nalmente, La mayoria de padres, sin embargo, contintian sin saber, exactamente, cudndo comienza el desarrollo emocional, cémo ie” ne lugar o de qué forma pueden ayudar a sus hijos a lo largo del ca- mino hacia un crecimiento sano. Las Primeras Emociones trata de estos asuntos; describe las fases emocionales mas importantes de la infancia y ofrece directrices que pretenden ayudar a los padres a convertir sus dudas e interrogantes sobre las emociones de su hijo en una labor educativa positiva Los padres, como le ocurre a cualquiera, quedan presos de los conflictos emocionales que se dan en cada momento. Tienden a ver los arboles, no asf el bosque. A menudo los padres quieren saber, comprensiblemente, qué hacer cuando «Sally escupe a un amigo», «Johnny muerde a su hermano» o «Bobby llora y se pega, todo el rato, a mis faldas». Cualquiera que sea su preocupacion parental, afecte a la lucha por el poder, la inseguridad, curiosidad sexual 0 agresividad, esta obra le orientars hacia los problemas mas amplios gue deben ser abordados antes de encontrar una solucién al con- {licto 0 problema conereto. La ayuda a los padres a desarrollar la capacidad de ver tanto el bosque como los drboles constituye, qui 24s, el logro mas importante de este libro, Con frecuencia, los padres se preguntan dénde se encuentran, ellos y sus hijos, en las alegrias, penas y luchas emocionales de cada uno de los progresos evolutivos. Hasta ahora, la mayorfa de padres Gnicamente han dispuesto de informacién sobre el desarrollo psi- comotor intelectual de su hijo. En su afin de estimular la ca- pacidad del mismo, los padres se han dejado llevar por fa informa- cidn de la que disponian en ese momento y, a su vez, por lo que se 15 sabe, de ofdas, sobre los problemas emocionales —desde la indul- gencia extrema a una excesiva disciplina, desde ignorar los senti- mientos a mostrarse en exceso sensibles ante cualquier manifesta- cién, desde ensefiar a sus nifios, de corta edad, tareas en exceso estructuradas, tales como aprender a leer, a ignorar un desarrollo cognitivo precoz. Hemos observado, sin embargo, que los nifios progresan acti- vamente pasando por determinadas etapas emocionales e intelec- tuales y teniendo, cada una de etlas, sus propias caracteristicas y necesidades. A su vez, hemos comprobado que no se puede separar el desarro- Ho emocional del intelectual; que ambas funciones se juntan cuan- do el nifio explora, activamente, los retos emocionales, sociales y cognitivos de cada una de estas etapas. Este libro ha sido escrito para padres con la finalidad de que comprendan a sus hijos, y a sf mismos, como seres humanos en si totalidad. Como tal, es un libro que le exige mucho al lector. El re~ to de entender tas primeras sensaciones de tu hijo, y las tuyas pro- pias, de desarrollar un criterio sobre los logros mas importantes de Ja vida emocional de tu hijo, constituiré una de las vivencias més importantes que puedas llegar a tener. STANLEY I. GREENSPAN Nancy THORNDIKE GREENSPAN Bethesda, Maryland 16 Introduccién A los tres meses de edad, Josh cra un bebé encantador pero, en cierto modo, reservado, Se mostraba habitualmente tranguilo y re- lajado; disfrutaba acomodéndose al hombro de su mama. Sus pa- dres se dieron cuenta, sin embargo, de que parecfa faltarle ese brillo en sus ojos y esa sonrisa alegre que sucle caracterizar a otros bebés. En algunas ocasiones se animaba y sus padres se entusiasmaban con su. regocijo. Deseaban, realmente, tener un bebé juguet6n y animoso. Cuando sus intentos espordidicos de atraer a Josh mediante diverti- dos juegos no dieron resultado, se resignaron pensando que Josh simplemente no era un bebé risuefio, de mirada luminosa. En su lu- gar, atendieron al placer que mostraba al ser cogido en brazos y acariciado, Acostumbraban a hacer cosas para él Sonreian para él, hablaban para él, incluso le movfan sus brazos, para «hacer ver» que alcanzaba su sonajero. Josh se volvié pasivo €, incluso, un poco malhumorado. Permanecia sentado, con los bra- 20 cruzados, mirando a su alrededor de forma expectante mientras sus padres no paraban de ir de aqui para alld para hacerle feliz. Sally, una nifia de dos aftos y medio, era de naturaleza diferente, Cuando era mas pequefia, se distraia con gran facilidad: pareci reaccionar de forma exagerada en muchas circunstancias y era dificil, si no imposible, calmaria, Sus padres mostraban cierto orgullo por ello y la consideraban de «espiritu independiente». Ahora, no obs- tante, a los dos afios, se estaba volviendo mas habladora, tenia mas recursos y querfa hacer lo que le apetecia, Su cardcter exuberante y su impulsividad competian abiertamente con su inteligencia, Los in- tentos de introducir disciplina Hevaron a Sally a romper objetos, a morder, patalear y llorar. Su madre, sintiéndose culpable por haber- se incorporado al trabajo recientemente, no la queria castigar. Su padre, sometido a la presién de la oficina, no esperaba con ilusi6n Ia vuelta a casa donde se encontraria con una nifia testaruda. 7 No menos de das veres por semana, acabaria Hevanda a Sally a su habitaci6n, en plena rabieta. Tanto su madre como sv padre se sen- tfan impotentes y abrumados. Contaban los dfas que Sally tardarfa en «pasar» esta fase. Ninguna de estas descripciones es extraordinaria, ni la descrip- cién de la conducta del nifio, ni las conclusiones de los padres. Los nifios parecen tener unas caracteristicas de personalidad basicas ya desde el nacimiento, a la vez que atraviesan diferentes etapas a me- dida que van madurando. Los padres sienten, a menudo, que puc- den hacer poco acerca de la «personalidad» de su hijo. Sin embar- go, interiormente se preguntan a menudo si deberian culpabilizarse © si podrian hacer algo més por su hijo. Mas preocupante, incluso, es la sensacién inquietante de unos padres sensibles de que un nifilo parece «diferente» de sus hermanos y hermanas. En los ejemplos que acabamos de describir, a ambos padres tini- camente les cabrfa esperar el dfa en que su hijo cambiaria de algu- na manera. Los padres de Josh no se dieron cuenta de que a algunos bebés les cuesta interesarse por el mundo —que las formas tipicas Ge jugar con un pequefio no le servian a él—. Los padres de Sally no sab{an que algunos bebés podian ser sobreestimulados por su entomo y que, por lo tanto, tenfan que aprender a disfrutar de la vida sin alterarse por ello en exceso. En otro caso, el desarrollo de Jason no se parecfa en nada al com- portamiento sociable de su hermano mayor. De pequefio, parecia de- sinteresarse completamente de sus cuidadores. Le gustaba jugar con objetos, pero no con personas. No sonrefa nunca y tinicamente mi- raba, ocasionalmente, a alguien que intentaba llamarle la atenci6n, ‘A menudo, se quedaba con los ojos fijos mirando al infinito. ‘A medida que Jason fue creciendo, se quedaba sentado, solo, en una esquina, mientras los demés nifios se disponian a jugar. Tal como lo definia su padre, «marchaba al son de su propio tambor desde gue tenia pocos meses». Sus padres defendian sus sentar con escasa frecuencia, s6lo unos pocos minutos cada vez. esta capacidad de autoorganizacion y regulacion se.aptende-por | Poco a poco, los episodios aumentan, tanto en ntimero como en du- primeravez._en la mas tierna infancia, J racién a medida que tu recién Hlegado madura. Si tienes un bebé con La capacidad de experimentar el mundo de la forma més enri- los sentidos especiaimente sensibles, la primera infancia le depara- quecedora y profunda posible a través de los propios sentidos, 4 algunos momentos inolvidables. A modo de ejemplo, echemos también constituye un elemento fundamental para el desarrollo una mirada a Joanne. : emocional Joanne era un bebé vigoroso y feliz. Abrid sus ojos y miré se- i La persona que.atemprana edad, no sintoniza con muchos.de riamente a su madre a los pocos minutos de haber nacido. Sus pri- i los mensajes que percibe.a través de sus sentidos inicia.una pau 32 33 ta.gue, en caso de continuidad, le privard, posteriormente. de la ammplia gama de experigncias emocionales, Todo cl mundo tono- ce y quiere ser ese adulto que abraza la experiencia, que se invo- Jucra intimamente en relaciones afectivas, que se afirma en el trabajo y en el ocio, que disfruta de la actividad contemplativa y experimenta el amplio abanico de emociones humanas en pro- fundidad. También conocemos a ese individuo que crecid «de- masiado» répidamente y que parece vivir la vida de un modo sélo superficial. No es plenamente capaz de disfrutar o experimentar emociones basicas como son la intimidad y el amor, o la compe- titividad y la firmeza. Td descubriras en tu hijo que una orienta- cidn basica hacia las experiencias sensoriales comienza en los primeros meses de vida. Puedes, igualmente, ayudar a orientar a tu bebé hacia un mundo rico y profundo ayuddndole a regular sus. sentidos y dandole oportunidades de experimentar una amplia gama de sentimientos. ELinterés por el mundo en general sienta una base que.despie: ta.un especial interés por Jas relaciones humanas. E] inicial interés) del.bebé por su_entomo le conduciré.a interesarse por los demas y 2 { formar.esas primeras relaciones que constituiran-la-base-detode.su futuro .aprendizaje.emocional. Cada etapa es.el principio de.la si- guiente. Un dominie bueno de las primeras etapas puede influir po- derosamente en la.adguisi le Jos pasos siguientes. Pero si, por algtin motivo, ello no fuera posible de entrada, siempre habré otras oportunidades en un futuro para volver algunos pasos hacia atrés y reconstruir lo que quede pendiente. OBSERVANDO A TU BEBE {En qué medida conoces a tu bebé? Probablemente tendrds pre- sente los rasgos fisicos més evidentes: grande 0 pequeiio, un men tén como el de mamé o de papa. Quizé te hayas dado cuenta, tam- bien, de que los bebés, a la vez que tienen caracteristicas fisicas diferentes, también nacen con diferencias individuales de su perso- nalidad: retraido © excitable, por ejemplo. Pero hasta qué punto conoces realmente a tu bebé? Cul de sus sentidos estd inusual- mente bien desarrollado o, acaso,.no tanto? De sus capacidades fi sieas, {cual destaca y cual no esta tan bien deszrrollada? El recono-) 4 cimiento.de_las caracteristicas individuales del bebé constituye el primer paso.en-la-ayuda.que le podamos.prestar.a.su_desarrallo emacional. Si conoces los rasgos y las tendencias de tu bebé, po-| dras comenzar a ajustar tus cuidados a sus necesidades para ayu- darle a desarrollar sus capacidades de autorregulacién y de curios dad por el mundo. Tu puedes ayudar a tu bebé a desarrollarse de forma satisfacto-, ria gbservdndolo detenidamente, y obseryandote. después.a.ti.mis-” mo ya-wnestco.entomng, Si bien estos tres faciores son inseparables y se sobreponen, de cara a una exposicién més didéetica analizare- ‘mos, primero, cémo evaluar a tu bebé y cOmo ajustar nuestros cui dados a sus necesidades. Tu primera tarea consiste en valorar la capacidad de.tuhebé.de permanecer.(1).tranquilo y estable.e.(2) inieresado por.el mundo. Durante los primeros dos meses de vida de tu bebé, hazte ti mistho las siguientes preguntas; ;Durante.cuznto tiempo parece estar.tran- quilo? ¢Duerme pacificamente, de forma relajada, durante.unas ‘cuantas horas segnidas?;Te mira ala cara, atiende a tus palabras o se anima cuando se le habla? {Se van alargando, y aumentando en fre- cuencia, los momentos en que fija la atencién —digamos quizds, al principio, cinco minutos dos o tres veces al dfa— « medida que se acerca a los dos meses? Si tus respuestas son asi», apenas tendras que hacer nada diferente, A menudo, sin embargo, los bebés mues- tran una tendencia creciente, injustificada,.auna mayor irritabilidad, tensiGn-muscular-y-arqueo dela espalda.o-no-parecen animarse.ante Ja cara.o.voz, de su papa. . e (éicas (incluyen- do hambre o reacciones a determinados alimentos), deberfas obser- var las reacciones de.tu bebé.de.forma.més detallada. En lugar de observar las reacciones sensoriales de tu bebé indi- vidualmente, puedes realizar los juegos sencillos que proponemos a continuacién, haciendo hincapié primero en un sentido y luego en otro, Vision. Mira a wu bebé en silencio. Realiza expresiones faciales atipicas y observa su respuesta. Coge un objeto, una pelota de colo- es, por ejemplo, y sittialo frente a tu bebé. Muévelo, lentamente, 35 hacia la izquierda y, después, hacia la derecha. Observa si tu bebé lo sigue. Si tu bebé se alegra ante tu cara sonriente y sigue a la pe- lota hacia Ia izquierda y hacia la derecha, puedes estar segura de que utiliza la vision para entrar en contacto con el mundo y para mantener la tranquilidad, Practica estos ejercicios slo cuando estés segura de que tu bebé esté tranquilo y no esté hambriento, mojado ni cansado. Puedes incorporar éstas, 0 similares, priicticas al juego habitual con tu hijo, Audicidn. A continuaci6n querré incorporar sonidos. Ajusta tu vou a una tonalidad que le parezca gratificante a tu bebé. Di «goo», «de, dav 0 realiza otros patrones ritmicos con aire innovador como, por ejemplo, «jbo...bo...bo...bal». Observa si ta bebé se alegra y po- ne atencién, Cuando tu bebé esté sentado en su sillita acércate pri- mero, sigilosamente, por la izquierda y, después, por la derecha rea~ lizando sonidos interesantes. Observa si se gira un poco hacia ti. Es posible gue no responda con interés a todos los patrones vocales © a todas las tonalidades. Esto te permitiré conocer qué tonalidades y qué secuencias le permiten sintonizar contigo, cuales no le inte- resan y cudles lo sobreexcitan Tacto, El tacto es muy sencillo de explorar. Durante los mo- mentos de tranquilidad, cuando tu bebé no esté demasiado cansa- do, acaricia, suavemente, las diferentes partes de su cuerpo. Em- pieza por los talones de sus pies, asciende por las piernas, a través del abdomen hacia los hombros, nuca y cara y, a continuecién, por los brazos, abajo, hasta las manos. Si ests atenta a las expresiones de tu bebé, sabras qué zonas de su cuerpo le gustan mas que le aca~ ticies y cudles no parecen gustarle. Si Ja caricia de una zona cor- poral parece molestarle, tranguilizalo y vuelve a esa zona en bis- queda de erupciones 0 irritaciones de la piel. En ausencia de las mismas, esta zona de su cuerpo quiz sea hipersensitiva. (También podris detectar las diferentes reacciones a una caricia suave, a un masaje intenso 0 a la sujecién, Muchos bebés que se muestran sen- sibles a un contacto ligero disfrutan, en cambio, al ser estrechados firmemente entre los brazos.) Posicién. Levanta a tu bebé verticalmente, como hacen la mayoria de padres, instintivamente, cuando miran a sus bebés Si se anima, se muestra vigilante y sonrfe, sabrés que le gusta esta posicién. Haz lo mismo con un Angulo de cuarenta y cinco grados y, después, en horizontal. De este modo, podras darte 36 cuenta de si existen determinadas posiciones que a tu bebé le exciten excesivamente o demasiado poco. La posicién ideal Je permitiré estar atento, interesado por su entorno y, a la vez, tranguilo. Movimiento. Cuando balances ligeramente a ta bebé, ffjate en cémo reacciona. Muchos bebés se acomodan, se relajan y acaban durmiéndose. Algunos, sin embargo, encuentran ¢l movimiento de~ masiado estimulante y se ponen tensos. Si tu bebé pertenece a este ‘gmupo, sabrs que los movimientos de balanceo quizé lo exciten en demasia. A la hora del juego, sujeta a tu bebé en el aire y, a conti nuacién, béjalo, lentamente, hasta la altura de los ojos. Préctica- ‘mente todos los recién nacidos se asustardn al ser movidos a dema- siada velocidad, pero, hacia los dos o tres meses, algunos bebés mostraran agrado ante los movimicntos cnérgicos, mientras que otros permanecersn, todavia, reacios. Algunos tienen preferencia por los movimientos verticales, mientras que otros prefieren unos patrones horizontales 0 circulares. Olor y sabor. Se tienen pocos conocimientos, actualmente, acerca del efecto y 1a importancia de estos sentidos sobre el desa- rrollo de la capacidad de autorregulacién del bebé y su interés por el mundo que le rodea. ;De hecho, no le haré ningtin daiio experi- ‘mentar los aromas placenteros de unos buenos guisos, aire fresco U otras fragancias agradables! Para aquellos de vosotros que prefirdis hacer las cosas de forma menos sistemética, podréis abarcarlo todo recordando cémo res- ponde vuestro bebé 2 voces, caras, objetos relucientes, al acariciarle diferentes partes del cuerpo, a las diversas formas de sujecién, al moverle los dedos de las manos y de los pics, y en qué medida pre fiere movimientos bruscos 0 patrones de movimiento més lentos y ms delicados. En otras palabras, con las experiencias normales que los padres tienen durante los primeros cinco meses de vida, la mayorfa pueden describir las interacciones mas frecuentes entre ellos y su bebé. A menudo, este enfoque es més fiable que algiin in- tento esporddico de observacién sistemética que, obviamente, de- penderé del estado de énimo del nifio ese dia en concreto. La com- binacién de ambos métodos es, probablemente, lo mejor, cuando el retrato retrospectivo e informal del bebé puede complementarse con una observacién mas sistematica de los sentidos en los que t gamos dudas, 3 El bebé sobre.o infraexcitado Los bebés que tienen dificultades en permanccer tranquilos>) atentos y/o interesados por su entorno pueden clasificarse, habi- | tualmente, en.dos categorias: aquellos que tienden a excitarse en { demasia por el mundo que les odes y-n0 pueden pecmanecerquic- / tos. y.aquellos que tienden a permanecer tranguilos pero alos que resulta dificil interesar por su entorno. Los bebés que se muestran} muy sensibles a los estimulos —-conocidos como bebés-hiperexci tables— parecen irascibles durante gran parte del tiempo. A veces \ han descrito estos bebés como «cdlicos», pero éste es un térmi- | no general que tiene multiples causas. Un ejemplo extremo de bebé Fécilmente excitable es aquel que arquea su espalda, tensa sus miiscu los, y parece querer alejarse, mas que acercarse, a su madre Horan: do, ia mayor parte del tiempo, con un chillido agudo. Los intentos de consolarle, a menudo, incrementan su angustia. .de-bebés.cs a denominada-hipoexcitable. Este bebé parece tranquila y bien equilibrado, pero cuesta que se in- \ terese porsu entomo, Este bebé, frecuentemente, iane un tonomus. | cularbajo. Cuando la madre, oe] padre, levantan su brazo, inmedia- | tamente cae hacia abajo, Cuando los padres le hablan citmicamente, | con tonos agudos, el bebé no se alegta ni les mira ala cara, Cuandod se.le acaricia 0 se le levanta no se.acomoda. Simplemente, no pare~’ ce estar interesado por muchas.cosas Se ha descubierto, recientemente, que tanto la hipo como la hi- persensibitidad a la experiencia sensorial explica muchos momentos en los que les resulta diffcil a los bebés permanecer tranquilos y atentos, Los pequefios tienden a ser muy vulnerables a las experien- cias actisticas, visuales, tactiles, de posicién, movimiento y control muscular. Para cada uno de estos sentidos, tanto el bebé hiper como el bipoexcitable pueden mostrar diferentes reacciones posibles. ‘Observando al bebé hiperexcitable Audicion, La voz normal, aguda, de la madre resulta gratifican- te para la mayoria de bebés y capta su atencién, Para el bebé hiper- sensible, en cambio, puede constituir una experiencia desagrada- ble, similar a lo que experimentamos cuando arafiamos la pizarra con una ufta. El sonido quiza le haga sentir un escalofrio a lo largo 38. de su columna vertebral. No resulta sorprendente que uu bebé hi- persensible tense su musculatura, arquee su espalda, quiera alejar- se del sonido y comience a llorar para demostrar su malestar. Visién. La iluminacién normal de una habitacién puede ser la causa de irritabilidad en un bebé hipersensible a la luz. A su vez, unas expresiones faciales divertidas pueden causar Ianto en un be- bé de estas caracterfsticas Tacto. Acariciar suavemente a un bebé alrededor de su barriga constituye una experiencia placentera para la mayoria de bebés. Otros, no obstante, experimentan estas caricias del mismo modo gue un adulto experimentarfa una contusién Movimiento. A algunos bebés les encanta ser sacudidos vigorosa- mente 0 lanzados al aire. Sin embargo, los bebés hipersensibles al mo- vimiento se angustian mucho ante este tipo de movimientos répidos. Posicionamiento. A la mayoria de bebés les gusta ser sujetados en una posicin casi vertical. Patecen alegrarse y miran a la perso- na que los coge en brazos. Otros, en cambio, encuentran esta posi- cidn demasiado estimulante y se encuentran mejor en una posicion horizontal. Cuando se les sujeta verticalmente, estos bebés se vuel- ven itritables, arquean su espalda y tensan su musculatura. Control muscular. A la mayorfa de bebés les gusta que les mue- van los dedos de las manos y de los pies, pero, para unos pocos, cluso esto resulta un estimulo excesivo, Normalmente, estas hipersensibilidades no implican a todos los sentidos, sino que quedan limitadas a uno o dos. Pero cuando un ni- fio Mora y se pone rigido cada vez que se le coge, es facilmente comprensible que sus padres den por sentado que su bebé es irrita- ble, se desesperen y confien en que pase esta etapa. Afortunada- mente, la mayoria de bebés abandonan estos esquemas. En algunos casos, sin embargo, estas sensibilidades pueden impedir que un be- bé aprenda a regularse por si mismo y a sentir curiosidad por su en- toro, dificultando el cumplimiento de la siguiente etapa, la capaci- dad de enamorarse. Més adelante, propondremos algunas medidas que sirvan de ayuda, Observando al bebé hipoexcitable_ Audicién. Un bebé con dificultades para responder a sonidos {incluso siendo su audicién normal) no mura en la direccién de don- 39 de procede el sonido, no mueven sus brazos o sus piernas en ta di- reccién de donde viene aquél ni se alegra al oitlo, Vision. Un bebé puede ignorar lo que ve, permanecer sombrfo € inexpresivo al mirar a una cara sonriente, agradable, o a un juguete interesante, o no prestar atenciGn al movimiento labial de su madre. ‘Movimiento y tacto. Un bebé hipoexcitable puede mostrar eseasa reaccién al movimiento o a las caricias. El tono muscu- lar, la expresiOn facial y su nivel de atencién pueden permane- cer inalterados. Posicidn. E! jugueteo con los dedos de manos y pies, el movi miento suave, hacia delante y hacia atrés, de brazos y piernas, tam poco tiene un efecto notorio en el bebé. Los bebés que no parecen estar demasiado interesados por su entorno, muy a menudo pueden tener afectados uno o dos sentidos, al igual que los bebés del grupo contrario. Si el sentido afectado resulta ser uno por el que los padres se interesan frecuentemente, el bebé puede parecer, a menudo, indi- ferente. ‘Tommy constitufa un auténtico desafio para sus padres. Pro- ducto de un embarazo y parto aparentemente normales, Tommy, ino obstante, parecfa estar cansado aunque estuviera despierto. Sus ojos parecfan mirar hacia dentro. Sus padres lo describfan como una flor que no florecerfa». La musculatura de Tommy era débil. Cuando su madre 0 su padre le levantaban un brazo y lo soltaban ‘a continuacién, el brazo cafa hacia atrés al lado de Tommy. Tanto la madre como el padre intentaron, continuamente, captar el in- terés de su hijo canténdole y hablandole, empleando voces di- vertidas y modificando el tono y el ritmo. Pero cuanto més Te hablaban, més Jénguido se volvia, La madre también noté que suecionaba el pecho con menos fuerza. A la visita de control de Ta cuarta semana, el aumento de peso no resulté ser el esperado. Los padres de Tommy, preocupados, y el pediatra observaron y exa- minaron al nifio. Se descubrié que Tommy tendia a «no sintoni- zar» los sonidos, a pesar de la normalidad de las pruebas de aud cién. El sonido, sencilamente, no era Ia forma de Negar hacia él Tras algunas pruebas, los padres de Tommy se dieron cuenta de gue respondia extraordinariamente bien al contacto fisico. Cuan- do se le hacfan cosquillas en la barriga, irrumpfa con una amplia sonrisa y su musculatura parecfa fortalecerse un poco. También Ie 40 gustaban los masajes enérgicos y, sobre todo, que le acariciaran y frotaran sus pies. Tommy también respondia a diferentes intensi- dades de luz y a las variaciones de la expresion facial. Su muestra de interés por las sombras y las diferentes expresiones de la cara, eran siempre alegres, junto con un fortalecimiento de la muscula- tura y de su tono postural. Aunque no se sabia por qué Tommy no respondia a las voces de sus padres, emplearon este conocimien- to para ayudarle a que se interesara por su mundo y a regularse por sf mismo. Sus padres hicieron un esfuerzo para hacerse mas presentes visual y tactilmente. Se decantaron por los sentidos que ‘Tommy parecia preferir. Mientras apelaron a sus sentidos favoritos, los padres de Tommy se dieron cuenta de que la percepcién sonora, incluso en forma de secuencias ritmicas, se encontraba, probablemente, menos desarrollada que la de otros nifios de su edad. Intentaron bajar el to- no de su voz y hablar mas despacio, en combinacién con abundan- te contacto fisico y gran expresividad facial. Tommy empez6 a res- ponder ante sus voces. A los tres meses de vida, era el bebé que todos los padres desearfan tener: balbuceante, alegre, con buen to- no muscular, aumentando correctamente de peso y respondiendo a través de todos sus sentidos. ‘Afortunadamente, tanto los padres como el pediatra busca~ ron, de forma activa, aquellos ingredientes que alimentarian el crécimiento del nifio. En lugar de permanecer al margen de su mundo y posteriormente, quiz, menos implicado con las perso- nas, Tommy comenzé a experimentar la alegria y el bienestar de su entorno. Desgraciadamente, no todas las situaciones se re- suelven de forma tan facil y directa, pero el ejemplo de Tommy sirve para mostrar que si un bebé no es sensible a tan siquiera un tipo de estimulacién, puede aparentar resistencia a cualquier ti- po de respuesta. Las descripciones precedentes de bebés hipo ¢ hipersensibles dan por supuesto que los bebés nacicron de esta forma, No obstan- te, algunos bebés que no han nacido con alguna forma especial de sensibilidad, también pueden desarrollar Jas mismas reacciones. Una enfermedad grave 0 unos padres o \ ids pasive que activo, simplemente observando aquello que ti | has aportado —mis o menos, como si estuvieran sentados en pri- | mera fila—. Si se diera este caso, alrededor de los cuatro o cinco | meses, cuando e] bebé ya haya desarrollado un mejor control mus- cular, puedes alentarlo a ir tomando la iniciativa. Tal como des- / cribimos en el capitulo IV, puedes alcanzar un equilibrio entre las iniciativas de tu beb¢ y las tuyas propias, planeando actividades | que requieran su participacién J Quizd te preguntes: «pero ,cudnto tiempo deberia dedicarle a ‘mi bebé, es decir, coger a mi bebé, hablar a mi bebé, entretener a mi bebé?». La respuesta es la siguiente: «todo el que haga falta para ayudarle a permanecer tranquilo y atento». En algunos casos, tu dedicacién alcanzaré proporciones heroicas: llevar a tu bebé conti go en la mochila frontal, recorrer el pasillo durante la noche, inten- tando dormir con tu bebé, relajado, encima de tu abdomen. (jNo abandones! Estos esfucrzos no serdn necesarios mas que durante dos o tres meses.) En otros casos, significa tener alguna idea de lo que podria gustarle a tu bebé y, posteriormente, estar atento a su respuesta. Esas caras tan tontas 0 esos sonidos tan ridiculos pueden ser los momentos culminantes de ese dia para tu bebé. 46 Incluso a aquellos bebés que, espontdneamente, son capaces de ‘encontrar un equilibrio entre la autorregulacién y su compromiso ‘con los demas, sus padres les deben dedicar tiempo y energia para animarles a continuar asf. Tu bebé puede ser «despierto» y haberse hecho con el mundo’ por sf mismo. Puede disfrutar con imagenes, sonidos y movi- | mientos interesantes, pero mostraré una satisfaccién incluso ma- yor si su madre o su padre forman parte de estas experiencias. ‘Aprovecha las capacidades innatas de tu bebé y apoya su desarro- Ho continuado. Ademés de investi gar a tu bebé, existe otro principio bésico pa- ra crear un clima emocional estimulante: ayuda a tu bebé a impli- carse con todos sus sentidos cuando tome contacto con el mundo. Asi, por ejemplo, cuando simulténeamente le ofrezcas imagenes, sonidos y un balanceo ritmico, tendra la oportunidad de practicar la relaci6n entre aquello que aye y ve con lo que siente, en el contex- to de una relacion significativa. En otras palabras, su mundo se or- ganiza mejor. Una imagen aqui, un sonido o una caricia alld, cons- tituye un patrén experiencial coordinado con el momento en el que todos los sentidos coinciden. Si un sentido tiende a ser hipo o hiperreactivo, la implicacién de los demas sentidos también puede ayudar a alcanzar un equilibrio. REVISANDO TU AYUDA Hasta ahora, hemos prestado atencién a las diversas caracteris- ticas de tu bebé y de su entorno. Tus propias caracteristicas, como padre, son igualmente importantes. Tu capacidad de reconocer quién es él y qué hace es extraordinariamente itil para asegurar que apoyas el desarrollo de tu bebé al maximo. Si bien la sintonizacién entre las complejidades de Ia condi: ci6n del bebé con las del entorno y las de la personalidad adulta casi parece una «filigrana», existén unos pasos sucesivos que ti puedes dar para asegurarte de que las necesidades de tu bebé es- an bien cubiertas. Estas necesidades se incluyen en tres catego- rfas generales aplicables a cada una de las etapas del desarrollo emocional de tu bebé: formacién, introspeccién y la consulta, si ¢s preciso, con un profesional. La formacién y la introspeccin 47 son parte del proceso que puedes realizar tii mismo. La consulta con un profesional puede ayudar cuando las otras dos no te pa- recen suficientes. La formacién es, de lejos, la tarea mas fécil que tienes por de- lante, Basicamente, consiste en ser cada vez més consciente de las necesidades de tu bebé. Una madre, por ejemplo, que ignora la im- portancia que tiene ayudar a un bebé a descubrir sus sentidos, qui- 24 consienta que sv hijo, tan tranquil, pase las horas de vigilia mi- rando un mévil. Si se muestra inquieto, lo alimenta o le cambia los. pafiales, Una vez que la madre aprende que es importante y nece- Sario tener una relacién més estrecha con su bebé y es capaz de re- conocer que no actiia en este sentido, podra cambiar su conducta. Dicho de otra forma, los padres necesitan, a veces, darse cuenta de las cosas que pueden hacer para estimular el desarrollo emocional de su bebe. La formacién intelectual no siempre es suficiente. A lo largo del tiempo, todos evolucionamos en un sentido que puede influir en la forma en que estimulamos el desarrollo emocional de nuestro bebé. La introspeccién nos permite determinar aquello que hacemos, por qué lo hacemos y de qué manera podriamos cambiar. Para comenzar, quizd te gustaria realizar un diario, mental- mente o por escrito. En él, incluirfamos pensamientos sobre el be- bé —tus reacciones ante el bebé y las de éste respecto a ti. A medida que repases tus pensamientos y tus acciones, serds capaz de ver donde estas ayudando y en qué facetas sus emociones inter- fieren con la consecucién de ios objetivos de autorregulacion e in- terés por su entorno, Asi, por ejemplo, te dards cuenta de cuando un juego le inquie- ta en exceso 0 cuando le presta atencidn. O quiza descubras que no llevas a tu bebé mucho rato en brazos debido a un miedo terri- ble de dejarlo caer. Si nos centramos en la ensefianza de la auto- rregulacién, deberias analizar en qué medida eres capaz de tran- quilizar a tu bebé. {Intentas poner en priictica métodos diferentes Si uno no funciona; Eres capaz, de emplear medios relajados y rit- micos? {Empleas el contacto visual, voz, tacto y movimiento co- mo partes diferentes de una pauta general tranquilizadora? {Qué efecto tiene sobre ti Ja irvitabilidad del bebé? Al considerar el inte- rés de tu bebé por su entorno, piensa cudnto tiempo dedicas para que tu bebé se muestre alegre y atento. {Disfrutas «entreteniendo» 48. a tu bebé? Te muestras animado e imaginativo con tu bebé? ;Has experimentado con diferentes actividades sensoriales gratifican- tes? {Le das a tu bebé Ja oportunidad de utilizar todos sus senti- dos? ;Conoces las preferencias de tu bebé? ;Te crees capaz de in- terrumpir una actividad antes de que tu bebé esté sobrcexcitado? Con todo lo dificil que nos resulta mirarnos en el espejo, ello pue- de ser mucho més facil cuando nos damos cuenta de que el bienes- tar de nuestro bebé esta en juego. Si, en cierta medida, te sientes desconcertado o ansioso cuando tranquilizas 0 estimulas at bebé, el problema puede radicar en una de las siguientes éreas: una experiencia vital reciente de ruptura, un estilo de personalidad muy arraigado o un determinado temor deri- vado de la actual etapa evolutiva de tu bebé. Tu situaci6n familiar Las tensiones y presiones de la vida, que poco tienen que ver, directamente, con tu bebé, también te pueden dificultarhacerte car- g0 de los cuidados que necesita y, a su vez, merece. $i descubres gue tienes dificultades en comprometerte con tu bebé, quizis en- cuentres la rafz del problema en alguna situacion familiar. Piensa en posibles conflictos con un hijo mayor, con tu cényuge w otros pro- blemas relacionados con la vida familiar. Cualquiera de ellos te puede distanciar de tu bebé. Dado que todas las familias se encuen- tran en un estado de permanente evolucién, muy probablemente en- contrariis, en un momento u otto del desarrollo de tu hijo, que los origenes de los problemas que puedas tener con él se remontan a una situaci6n familiar més compleja. Si no se vislumbra dificultad alguna en la familia nuclear, repasa las demds relaciones importan- es de tu vida: relaciones significativas con amigos, relaciones la- borales —y no te olvides de tu propia etapa evolutiva (p. ej., un cumpleaiios cercano 0 una crisis de identidad). La elaboracion de un perfil sistematizado te permitiré descu- brir un rea de estrés, ansiedad o depresi6n que, normalmente, pa- saria inadvertida. Deberias, también, tomar nota de aquellas situaciones y rela- ciones que considerarfas en ultimo lugar. Habitualmente, io tlti- mo que suelen pensar las personas es aquello que mas les preocu- pa. Si algo interfiere en la relacién con tu bebé, probablemente 49 sea debido a que ignoras los motives. Por otro lado, si eres cons- ciente de un factor estresante, es bastante posible que no interfie- ra en tu relacién. Las personas estresadas a menudo centran su atencién en as- pectos en absolute cruciales para su problema, Sustituyen un asun- to por otro. Asi, por ejemplo, una mujer esté preocupada en demos- trar su capacidad en el trabajo cuando, de hecho, se esté mostrando competente. Cuando analiza su mundo relacional, descubre que no es feliz. en Ja relacién que mantiene con su marido, un hombre algo retraido que no le muestra el interés y el apoyo que necesita. En lugar de hacer frente a su insatisfaccion en esta relaci6n, persi- gue la satisfaccién en el lugar de trabajo obsesionéndose por im- presionar a su jefe, ya de por sf, suficientemente impresionado, Del mismo modo, las preocupaciones acerca de tu bebé pueden despla- zarse hacia otro dmbito de la vida: quiz te digas a ti misma: «mi marido es demasiado exigenter, cuando, en realidad, son las exi- gencias de tu bebé hacia ti las que te estén consumiendo. Una vez hayas analizado, sisteméticamente, cada una de tus relaciones, des- cubre el auténtico problema, pon manos ala obra y no mejores tni- camente la relacidn con tu bebé, esfuérzate para que toda tu vida resulte més placentera, Estilos de personalidad parental No sabiéndolo o, quizé, sin querer saberlo, testilo.de persona- lidad es posible que no esté del todo adaptado, en un momento.u otro, al desarrollo de tu bebé. $i bien no podemos aspirar a ser siempre unos padres «perfectos», podemos identificar dreas en nuestro interior que deben mejorar por el bien de nuestro bebé. Cuando ayudamos a nuestro pequeiio en su esfuerzo de permanecer tranguilo y atento, el amor y la dedicacién, por importantes que sean, 4 veces no son suficientes. Es necesario que tengamos en cuenta nuestros estilos generales de interaccién con el bebé. En las siguientes descripciones, quiz4 puedas reconocer alguna de tus propias tendencias. Todo el mundo tiene algtin elemento de cada uno de estos estilos de personalidad. Si piensas que un determinado estilo puede interferir en la rela- cién con tu bebé, intenta analizarlo objetivamente y piensa en ello (sugerencias especificas después de cada seccién). No hagas hinca~ 50 pig en lo que es la reaccién humana inmediata més frecuente: la culpa. Si puedes concienciarte de que el padre «perfecto» no existe Como tal, y que el conocimiento de determinada tendencia es mu- chisimo mejor que Ta negacién de la misma, entonces podra empe- Zar a mejorar la situacién. Recuerda: el presunto padre perfecto probablemente seria tan artificial y controlado que le fallarfan los ingredientes basicos de espontaneidad y de auténtico calor afecti- vo. Ser humano significa ser emocionai, y el hecho de ser emocio- nal comporta que algunas de las necesidades de tu hijo se cumpli- mentaran facilmente, mientras que otras seran més dificiles de alcanzar, A través de tu lucha le transmitirds su cualidad mas im- portante: st humanidad, No deberfas esperar que cada momento con tu bebé te haga sentir maravillosamente, ni deberias avergonzarse cuando eso no esasf La total desproteccién de un bebé recién nacido, que persiste durante los primeros meses de vida, puede dejar sumidos en un li- gero estado de conmocién incluso a los padres mas equilibrados, sobre todo a las madres. El bebé no s6lo depende de que demos satisfacci6n a todas sus necesidades, sino que ni siquiera es capaz de hacernos saber la naturaleza de tales necesidades. Y si resulta que tienes un bebé especialmente inquieto, que depende especial- mente de ti para tranquilizarse, ayudarle a comer, mirar o escuchar, entonces quizé tengas esa sensacién tan comtin en los padres de que no s6lo los caballitos van girando, cada vez, a mayor velocidad, sino que toda la caballeria esta desbocada, Si comienzas a sentirte abrumado por las obligaciones parenta~ eso ala vista de tu bebé indefenso, piensa que esto mismo le ocurre a muchos otros padres. Pero, como ellos, puedes hacer algo para re- mediarlo, una vez. tomes nota de lo que est ocurriendo. Le prime To que tienes que hacer es darte cuenta de que la vida ha cambiado —al menos, temporalmente. Se te haré una montafia, todavia ma. yor, si tienes la idea de continuar con tu rutina habitual—, sea el | mantenimiento de un mismo esquema laboral, la limpieza de La casa, la preparacién de guisos especiales o la diversi6n. Deberias revisar todas tus actividades y omitir las innecesarias. Unicamente una ma- yor disponibilidad temporal y mas descanso facilitan ef cumpli- miento de Ia tarea. Posteriormente, puedes proceder a revisar tus sentimientos respecto del bebé. Si, por ejemplo, ests dando el pe- 31 cho atu bebé y estés ansiosa porque dudas si recibe suficiente leche, se lo puedes comentar a tu pediatra o a alguien de Ia Liga pro Lac- tancia Materna, Una vez hayas detectado cl motivo de especial pre~ ‘ocupacién, puedes escoger la persona mds apropiada para una con- sulta. A menudo, las madres de otros hijos pueden constituir una fuente de recursos muy valiosa, Hace poco tiempo, ellas se encon- traron en la misma situacién. $i tu marido también se encuentra agobiado, aseguirate de compartir un tiempo con él para escucharos uno al otro y para apoyaros mutuamente, Dentro de poco tiempo, tu bebé sonreird, gateard, se volver comunicativo e independiente y el problema «indefensién» ya no serd tal ES Retraimiento o depresiém La depresion es la causa més fre- cuente de abandono parental. La depresién puede evar a uno.de los padves a.no.estaraccesible emocionalmente-y-a tratar alnifio de forma mecénica. Cuando esto ocurre, el bebé esta siendo infraa- limentado.como si no recibiera suficiente alimento, ‘emocion, los bebés.no «se enamorarén primeriza, por ejemplo, quizas insista en no saber qué hacer en ca- so de urgencia. Sintiéndose angustiada y poco competente puede encontrar en la depresin una forma de retirada. La chispa de ilu- sin que sentia por su recién nacido se ha extinguido; es, para ella, motivo de ansiedad mas que de alegrfa. El parto también puede ir acompafiado de depresién y de un es- tado de semiabandono. Las madres experimentan.ireausniemente, una breve depresign. posparto, fisiolégica, pero.que se puede.agra- | var por factares psicologicos. Si este estado depresivo se alarga, di- > chos factores psicoldgicos pueden desempehar un papel muy im- portante en su estado. mental ; Los padres también pueden deprimirse despues del nacimiento”) del bebé. Al fin y al cabo, la introduccisn dena tercera persona en upazelacién y, especialmente, de un bebs. que requiere tantas aten- ciones, puede tencr-un-efecio considerablemente.desorganizador { sobre Ja. comunicacién y la intimidad dela pareja. El sentimiento } del padre de estar de mas puede incrementarse, posteriormente, si” su esposi cria al pequefio, El padre no sélo no tiene Ja experiencia placentera de nutrir al bebé, sino que también debe observar como madre y bebé disfrutan de esta experiencia afectuosa y particular mente intima. Durante este perfodo de ajuste emocional, ¢s muy 52 importante, que y.mujer compartan_sus emociones y se muestren sensibles a las necesidades de] otro, tanto por el bebé co- mo por cada uno de ellos —un padre deprimido.cs.menos.capaz.de ayudar.aJa madre a recuperarse.del_parto y.a.cnidar del niiio. ==35 Siendo en exceso pasivo;Un estilo de personalidad similar al de la persona que tiende 4 ausentarse es la tendencia a manifestar un es- tado de dnimo excesivamente pasivo. Si bien pueden no estar depri- midos ni ausentes, las personas que tienen el:énimo.muy templado no.suelen scr muy expresives ni mosiraremagiones, Cuando le ha- blan a su bebé o Je miran, sus rostros pemanecen inexpresivos y sit tonalidad vocal puede ser montana, Este tipo de conducta, logica- mente, le dard al bebé.una idea ciertament vida pero, con un esfuerzo activo, estos padres pueden, no obstante, ayudar a su bebé a considerar el mundo como un lugar interesante Afortunadamente, un entorno persistentemente «igual» es raro, Mas frecuentemente, es un estado de estrés 0 una depresién temporal lo gue causa una falta de emotividad en uno de los padres, Con un po- co de esfuerzo, unos padres excesivamente inexpresivos también pueden demostrar que son emocionalmente accesibles a su bebé 8. Sobreestimulacién, Un hebé no sélo necesita estat compromeati- do-con su-entorne,-también.nccesita estar relajada y.calmado, para que el mundo se presente como un lugar interesante, a la vez que tranquilo. Bl estilo-y.temperamento.de algunos.padres puede tener unas caracteristicas.que-les obligue.a.realizar.un esfuerzo conscien- te.de.relajaciGn. Una pareja en la que ambos trabajaban, sometidos a gran presiGn en su dmbito laboral y conscientes de ello, reserva- ron un tiempo por la tarde para su nuevo bebé, Cuando salfan del trabajo, corrian, precipitadamente, hacia su casa y comenzaban a jugar, frenéticamente, con su hijo de dos meses de edad. Lo movfan de aqui para alld y Jo lanzaban al aire, haciendo rui dos constantemente y cambiando su expresién facial. Su estilo so- breexcitado, naturalmente, dejé al bebé en un estado de irritacién y Manto. Cuando fueron capaces de comprender este hecho, pudieron encontrar una solucién: simplemente, dndose a si mismos la opor- tunidad de relajarse después del trabajo, pudieron sintonizar con las necesidades de su bebé de tranquilidad, por un lado, y de juego ac- tivo, por otro. Se tomaron su tiempo para los abrazos y las caricias de saludo; suavemente, le daban palmadas; le hacian muecas y so- nidos extrafios pero incorporaron.dulzura a sus movimientos, 33 Como superar los problemas de tu estilo parental No dudes en pedir ayuda a tu esposa, a otro miembro de la fa- milia 0 a un amigo fntimo, si tienes alguna de las caracteristicas de personalidad que acabamos de mencionar. La simple identificacién de tu estilo puede protegerte de la influencia de tu conducta sobre. el bebé, Si tu estilo de personalidad, no obstante, es més penetran- te, podras dar pasos activos para superarlo. Incluso si no comprendes por qué actilas de determinada mane- ra~y esta comprensi6n puede ser muy dificil de alcanzar—el re~ conocimiento de tu estilo te permitird practicar una nueva forma de acercamiento a tu bebé, Si te das cuenta, por ejemplo, de que tien- des a sobreestimular a tu bebé, puedes intentar tener més paciencia, aunque te pueda resultar dificil. Si estas tentada de sacudir 0 empu- jar a tu bebé para hacer que reaccione, acariciale, suavemente, y es- pera una sonrisa 0, en su defecto, un movimiento muscular. Intenta obtener, y mantener, la atencién de tu bebé hablandole tranquila- mente, Constituye un reto que vale la pena asumir, E] aprendizaje de nuevos patrones de conducta no es nada facil. A la hora de practicar un nuevo método, pueden surgir los viejos sentimientos y hacer gue te sientas preocupada, deprimida o teme- rosa. Es en este momento cuando es muy importante que controles tu malestar. No emplees tus habituales estrategias de evitacion o de sobreexcitacién para minimizar tu malestar. El malestar signifies, habitualmente, que se ha identificado el problema. Una vez encon- trado, se puede superar. Los indicios acerca de qué es lo que te ha- ce sentirte incémoda pueden encontrarse examinando los miedos parentales més frecuentes. Miedos parentales mds frecuentes. Los.miedos mas frecuentes que experimentan los padres en es ta etapa evolutiva de su bebé,-habitualmente-tienen-su origen en la sensucién de sentirse abrumados por la desproteccién total del mis: mo, Estos miedos pueden presentarse de manera consciente o in- consciente, de forma extrema o moderada. La mayoria de padres experimentardn, al menos, alguno de es- tos miedos y de estas sensaciones sin que ello, necesariamente, in- terfiera con las capacidades crecientes del bebé de autorregularse y de interesarse por el mundo. Los padres también se dan chenta de que los bebés tienen «las antenas bien puestas» y reaccionan de for- ma sensible a sus estados de nimo y a los cambios. Si te encuen- tras tensa o preocupada, tu bebé lo notaré, De esta forma y aunque te pueda resultar dificil enfrentarte a tus miedos o preocupaciones acerca de tu bebé, el resultado final de este largo camino sera un be- bé y unos padres més felices. « Miedo de dafar a tu recién nacido, Este es uno de los miedas més fnacuentes, especialmente, con el primer hijo, Ta miedo quizé no sea del todo injustificado: tu bebé es pequeno, est4 desampa- ado, y ti eres inexperta. Tus miedos, no obstante, pueden exceder del hecho de la vulnerabilidad de tu bebé y adentrarse en tu propia historia personal. Una madre puede albergar resentimiento por ha- ber tenido que hacerse cargo de sus hermanos y hermanas més pe- guefios. Posiblemente, ignore que teme descargar su resentimiento en su bebé, Sus pensamicntos fugaces o inconscientes no significan que vaya a dafiar a su bebé, De hecho, la mayoria de padres son muy duros consigo mismos por tener tales pensamientos. Ello con- duce a la exageracién del miedo del que estabamos hablando. Tal como decfamos, el hecho de tener periddicamente micdos de estas ) caracterfsticas, puede ser una cosa rutinaria y normal y, en absolu- | to, tiene por qué interferir en las labores Basicas de entrega, de aportar un entorno estable y de poder disfrutar del bebé. Siestos | micdos_sin embargo. te llevan a.cogs a é.por” ejempl és.que.t ya intensidad de las experiencias de sosiego. pueden esiarcom- prometicas. Para adquirir la confianza en ti misma en los cuidados de tu bebé, podrias echar mano de una persona experimentada (pa- riente, amigo, enfermera) para que te ayude. Tener a alguien cerca a la hora del bafio del bebé, al cortarle las ufias o cambiarle de ropa unas cuantas veces a] dia, puede calmar tus miedos. El bebé no es ‘an frdgil como para que, con un poco de/préctica, no te puedas sen- tira gusto cuidéndoto. «Miedo.de.no dar suficiente. Otro miedo frecuente cs la sensa- cidnde que ano tengo suficiente que dar». Este es un miedo comin en madres que dan el pecho y se concentra en «no tengo suficiente leche para mi bebé». En algunos casos puede ser asi, ciertamente, y tendra que tratarse. Otras veces, refleja el miedo general de «no te- ner suficienten, Las madres que experimentan este miedo también 55 Jo sentirén, seguramente, en otras dreas de su vida. Tendran la sen- sacidn de «no podré realizar este trabajo suficientemente bien, no podré cuidar de mi marido todo lo que deberfa o no me entrego se- xualmente como deberia». Es muy frecuente que un miedo de esta naturaleza, incluso sien- do, habitualmente, slo una parte circunstancial de su vida, pueda intensificarse con un recién nacido desvalido, dependiente y exi~ gente, al que cuidar, Si detectas que este miedo se va intensificando ) considerablemente, a medida que tu bebé se vuelve mas exigente y | necesitado, quizds estés negando algunos sentimientos acerca de sus propias necesidades —«estoy dando demasiado, no dispongo de ningtin tiempo para mi misma; no quiero seguir dando mas»—.) Algunas madres piensan que es erréneo tener estos «sentimientos egofstas». Si una madre, no obstante, se consiente alguna vez el lu- jo de tener tales sentimientos, su miedo quiz disminuya. Se dard cuenta, a su vez, de que, tomando conciencia de los sentimientos, podird elegir euindo, y cuando no, ceder ante los mismos. Una madre, por ejemplo, que, después de intentarlo muchos aflos, pudo finalmente traer un nifio al mundo, tuvo sensaciones in- tensas de insuficiencia. Temfa no tener suficiente leche, y que ésta no tuviera la calidad necesaria para su hija. Comenz6 a deprimirse y aalejarse de su bebé. Al cabo de un tiempo, se pudo dar cuenta de que, aunque habfa estado esperando este bebé durante largo tiempo, sentia resentimiento por verse condicionada después de tantos afios de independencia. Cuando finalmente se consintié a si misma disfrutar, de vez en cuando, de un sentimiento tan egoista, se tranquiliz6 al darse cuenta de que el hecho de tener este senti- miento no comprometia su capacidad de ser una madre amorosa y competente. Aunque, ocasionalmente, sentfa que no tenia suficien- te que dar —a su hija y a si misma—, este sentimiento ya no resul- taba dominante ni la deprim{a. Lo irénico de esta sensacién de in- suficiencia radica en el hecho de que, algunas veces, acaba siendo cierto —la preocupacién lleva, realmente, a no dar suficiente. © Miedo de ser malos padres. Otro miedo relacionado con «no tengo suficiente que dar», es «soy mal padre (mala madre)». Pue- des sentir que Jo que tienes que dar no es bueno, o no es lo adecua- do. Si tu bebé Hora, sientes que es por tu culpa. Cualquier sensacion de malestar que tu bebé pueda tener, te confirmaré tu condicién de mal padre. Si un miedo de estas caracteristicas deja de ser una sen- 56 saci6n ocasional y comienza a interferir en tu capacidad de intere- sar al bebé por sti entorno o de ayudarle a que aprenda a regularse por si mismo, tmate algun tiempo para reflexionar sobre las ¢au- sas subyacentes. Quizé te ayude el siguiente ejemplo. Una madre algo ansiosa se encontré a sf misma tan preocupada con la sensacién de ser mala madre, que no podia sentir alegria por su bebé, haciendo que éste, a su vez, le mostrara poca alegria a ella. Al reflexionar sobre ello, ad- mitié que parte de esta sensacién procedia de su miedo a que al- guien le pudiera encontrar defectos, ‘Llamandose a sf misma «mala» en primer Tugar, sentfa que podfa evitar las crfticas. Aungue también habia otros factores que entraban en juego, incluyendo sus propias experiencias de la infancia, su to- ma de conciencia inicial ie posibilits ser més flexible con su bebé. Su tendencia hacia la autoacusacién era todavia evidente en otras, reas de su vida, pero fue capaz de liberar a su bebé de sus efectos. * Miedo a perder la independencia, Un miedo frecuente, espe- cialmente en aquellas madres que han levado una trayectoria pro- fesional independiente, es el miedo de perder independencia, De forma inconsciente, una madre puede temer un exceso de depen- dencia y cercanfa hacia su bebe y perder, asf, lo que tanto le ha cos- tado alcanzar. Este es un problema légico, especialmente en muje- res independientes. Algunas madres. sin embargo, comienzan a resentirse de los estrechos lazos con su bebé. El miedo a perder su independencia interfiere con el placer que comporta la nueva rela- cidn con sn pequeio. Todos los padres tienen que tomar una decisién personal acerca del trabajo y en qué medida pueden compaginar las necesidades pa- rentales con las profesionales. Si deseas volver a tu trabajo de jor nada completa, asegurate de la presencia de una persona adecuada para cuidar del bebé en tu ausencia y que, de vuelta en casa, puedas disponer de tiempo libre para tu bebé. Si trabajas hasta tarde la ma- yorfa de dias y apenas ticnes tiempo para estar con tu bebé, enton- ‘ces deberds réevaluar tus motivos. A veces puedes volver a caer en la rutina de pautas de trabajo anteriores como una forma de negar tus sentimientos de proximidad hacia tu bebé. De esta forma, quiz te sea mas facil negarle, temporalmente, tu amor —«ojos que no ven, corazén que no siente»— que debatirte entre dos importantes necesidades personales: tu bebé o tu carrera profesional 37

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