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La literatura infantil:

un excelente recurso
en la etapa de 0 a 6
años
ÍNDICE

0. Introducción. Pág.2
1. Definición de literatura infantil Pág.3
2. Historia de la literatura infantil Pág.5
3. Precursores de la literatura infantil Pág.11
4. Implicaciones y aportaciones de la literatura infantil Pág.14
5. Rasgos básicos de la obra literaria infantil y su clasificación Pág.16
5.1 Rasgos básicos de la obra literaria infantil Pág.16
5.2 Clasificación de la literatura infantil Pág.16
6. El cuento Pág.19
6.1 El valor educativo del cuento Pág.19
6.2 Tipos de cuentos Pág.20
6.3 Cómo seleccionar cuentos infantiles Pág.22
6.4 La narración de cuentos orales y escritos Pág.24
6.5 El cuento como base de un sin fin de actitudes Pág.26
7. ¿ Cómo abordar la literatura infantil en el aula Pág.32
8. Animación a la lectura Pág.35
9. La biblioteca de aula Pág.39
10. Bibliografía Pág.43

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0. INTRODUCCIÓN

La concepción de la literatura infantil ha evolucionado a lo largo de los últimos


años, ya que aunque en principio no se reconocía en la tradición literaria, actualmente es
considerada como una entidad propia y autónoma, con unas características propias y
definidas así como un potente recurso al servicio del desarrollo infantil es sus múltiples
aspectos.

Desde esta perspectiva se abordará el tratamiento de esta forma de expresión y


su tan enriquecedora aplicación a la etapa infantil, ya que se ha demostrado que son las
mejores edades para inculcar el gusto por la belleza de la palabra, mostrarles el maravilloso
mundo de los libros y otros géneros literarios, despertar la necesidad de leer y sobre todo que
aprendan a disfrutar de ese acto tan mágico como es la lectura.

Además, se sentarán las bases que argumentan el hecho de que la literatura


infantil debe ser considerada no solo como medio para propiciar múltiples y
significativos aprendizajes, sino también como una finalidad en sí misma basada en que
es fuente de placer, de recreación y de gusto por el arte de una cultura.

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1. DEFINICIÓN DE LITERATURA INFANTIL.

Desde el año 1970, se comienza a considerar a la literatura Infantil como un


campo literario específico, siendo muchos los autores que desde entonces han definido
este término, los cuales discrepan en lo que se refiere al concepto, la naturaleza y los
objetivos de la misma. Algunas de estas definiciones son:

- “ La literatura infantil son los libros que aparecen en las litas de edición de
libros para niños” ( Townsend, 1971)

- “ Es la obra artística destinada a un público infantil”.( Marisa Bortolussi,


1988)

- “ Aquella rama de la literatura de imaginación que mejor se adapta a la


capacidad de comprensión de la infancia y al mundo que de verdad les
interesa” ( Rubió)

- “ Un conjunto de obras de carácter artístico-literario, caracterizado por estar


conformado por un material amplio y multiforme, mediante el cual los lectores
más jóvenes entran en contacto con la cultura literaria” (Mendoza, 2001)

- “La literatura infantil no es una pastilla pedagógica envuelta en papel de letras


sino literatura, es decir, mundo transformado en lenguaje”(Luisa Mora, 1993)

De todas las definiciones dadas hasta el momento y teniendo en cuenta la actual


base normativa y las finalidades de esta etapa, la más coherente, integradora, abierta y
flexible es la propuesta por Juan Cervera, en la que se señala que:

“En la literatura infantil se integran todas las manifestaciones y actividades que


tienen como base la palabra con finalidad artística o lúdica que interesen al niño”

Desde esta perspectiva, se considerarían literatura infantil, no solo la narrativa,


la poesía y el teatro, sino además otras manifestaciones como: rimas, adivinanzas,
fórmulas de juego, cuentos breves y de nunca acabar, retahílas, poesías y trabalenguas.
También aquellas producciones en las que la palabra comparte presencia con la imagen,
como el tebeo, y aquellas otras en las que la palabra convive con la música, la imagen y
el movimiento, como el cine, la televisión y el video. Además formarían parte de este
tipo de literatura actividades pedagógicas y creativas como la dramatización y otros
juegos como la canción y juegos de corro.

A esta definición debemos añadir la aportación dada por Marisa Bortussoli, en la


que establece la diferencia entre tener al niño como destinatario y tenerlo como
receptor, siendo este último papel el que deberemos pretender. Por tanto, un requisito
imprescindible en el tratamiento de la literatura a estas edades es que el pequeño
entienda el significado de la misma en sus distintas manifestaciones.

Centrándonos en las obras literarias propiamente dichas, podemos afirmar que


constituyen los textos (orales y escritos) que mejor se adecuan al desarrollo global del
niño. Estas deben tener una serie de características para ser consideradas dentro del
campo de la Literatura Infantil, tales como:

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- Presentar un claro componente estético y artístico.

- Acercar al niño al medio, las costumbres, las tradiciones y valores de la


sociedad… es decir, estar marcada por un claro carácter socio-cultural y moral.

- Tener finalidad comunicativa.

- Generar en los pequeños esfuerzos cognitivos.

- Estar envuelta por un componente afectivo.

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2. HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL

En función de la época y el contexto, las obras literarias que eran leídas,


contadas o que se dirigían al público infantil han sido de muy distintas índoles y con
diferentes finalidades. Además, el carácter y el tipo de obra literaria estaba fuertemente
determinado por el concepto de infancia que se tenía en dichas épocas, ya que la
consideración de la misma tal y como se concibe en nuestra época no surge hasta la
llegada de la Edad Moderna y no se generaliza hasta finales del siglo XIX.

Antes de proseguir quisiera señalar que debemos considerar que la literatura de


tradición oral (rimas, trabalenguas, cuentos orales, canciones…) es anterior a la
literatura impresa en libros, y esta ha sido puesta al alcance de los niños y niñas desde
siempre, por lo que la práctica literaria infantil es un hecho con una larga historia.

Dicho esto, a continuación analizaré la literatura infantil propia de las diferentes


épocas, determinando en cada una de ellas la concepción que se tenía de los niños, el
tipo de literatura que se consideraba adecuada para los más pequeños y lo que de
pretendía con las mismas.

 Edad Media

En la Edad Media no se diferenciaba entre adulto y niño, siendo este


considerado como un hombre en miniatura, por lo que en relación a la literatura no
existían obras específicas para los mismos. Ello no significa que los pequeños no
tuviesen contacto con obras literarias, sino que estas se enmarcaban dentro de la
literatura para adultos.

Otro aspecto que debemos considerar es que en esta época solo el clero y la
nobleza (estamentos sociales de primer orden) tenían acceso a la literatura escrita ya que
la cultura era un bien al servicio de un número reducido de personas. Por su parte, la
burguesía disfrutaba con las obras de tradición oral.

En consecuencia de ello, las clases sociales más favorecidas, incluyendo a los


niños y niñas pertenecientes a ellas, leerían obras propias de la poesía épica (cantares
de gesta) como el “Poema del Mio Cid”, y propias de la poesía de clerecía como la obra
“Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo. Además, podían leer romances en
los que los pequeños podrían encontrar con historias de cierta similitud a las de hadas y
príncipes.

Otro tipo de libros, eran los que se encaminaban a la instrucción de niños, los
cuales tenían un cierto carácter moralizante y didáctico, siendo un ejemplo de ellos, “El
conde Lucamor”.

Además, su asistencia a estancias en las que se impartía la educación les


posibilitaba el contacto con cartillas o catecismos llamados Christus.

Podemos afirmar que los escasos libros para niños que existían en esta época
eran abecedarios, silabarios, bestiarios o catones que contenían normas de
comportamiento social y religioso.

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También disfrutaban, junto a los niños de las clases más desfavorecidas, de la
poesía lírica tradicional en la que se enmarcaban jarchas, villancicos, cantigas de
amigo…, así como de la transmisión oral de otras manifestaciones literarias tales como
retahílas, canciones, nanas…etc.

Con el paso del tiempo, se fueron creando y editando libros que pese a estar
dirigidos al público adulto, tuvieron una gran acogida por el público infantil, el cual fue
apropiándose de ellos. Tal es el caso de “Ysopete Ystoriado” en el que se recogían un
conjunto de fábulas de Esopo traducidas al castellano.

Otras obras que despertaron el interés de los más pequeños de esta época fueron:

- El Quijote.

- Rinconete y Cortadillo.

- Novelas de Caballerías.

- Comedias.

 Siglo XVII

Con la llegada del siglo XVII, tienen lugar una serie de acontecimientos que
originan un cierto cambio en el ámbito de la literatura, el cual se refleja en la creación y
difusión de un mayor número de obras que versan sobre fantasía así como cuentos
populares.

Las obras que comienzan a publicarse, recogían y plasmaban los mitos, leyendas
y cuentos propios de la transmisión oral, los cuales habían sido conservados gracias a su
narración a través de las distintas generaciones.

Entre los autores de estas obras o cuentos destaca la figura de Charles Perrault,
que en 1697 presenta sus “Cuentos de mi madre la Oca”, en el que se incluyen cuentos
tan conocidos como La bella Durmiente, Caperucita Rojas, El gato con botas o
Pulgarcito. Con estos cuentos maravillosos Perrault introdujo y consagró “el mundo de
las hadas” en la literatura infantil.

En esta época se publicó un libro que resultaría revolucionario dentro de la


literatura infantuil como es “Orbis Sensualium Pictus”, del monje y pedagogo Comenio.
Fue traducido al latín, al italiano y al francés y cada palabra llevaba su correspondiente
dibujo. Se trata de un libro de concepción muy moderna que defiende la coeducación y
el jardín de infancia.

Otro escritor a destacar fue La Fontaine en Francia, que destacó por ser un gran
cuentista de fábulas, las cuales serían posteriormente publicadas. En España también se
recopilan y escriben numerosas fábulas de la mano de Sebastián Mey con su obra
“Fabulario de cuentos antiguos y nuevos”.

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No obstante, y pese al avance que todos estos autores y obras provocan en el
campo de la literatura infantil, esta sigue basándose fundamentalmente en la instrucción
y la educación moral.

 Siglo XVIII

El comienzo de este siglo supone el inicio de la consideración del niño como ser
diferenciado en la sociedad.

En esta nueva perspectiva de la infancia, debemos destacar la figura de Jacques


Rousseau, pionero en las ideas que defienden la infancia como un estado de vida
específico, con sus propias leyes, principios, características y evolución, la cual necesita
una buena formación moral y ética. Dichas ideas son reflejadas en una de sus obras más
importantes “Émile ou de l´education”.

En consecuencia, en esta época, pese a que la literatura infantil sigue


pretendiendo un fin moral, comienza a estar específicamente dirigida al niño. En este
sentido, las obras basadas en las fábulas, la fantasía y lo maravilloso comienzan a ser
cada vez más abundantes.

Se destaca en esta época la figura de Madame Leprince de Beaumont, autora de


“El almacén de los niños”, en el que se incluye uno de los cuentos más hermosos de la
literatura fantástica, La bella y la bestia.

Sin duda alguna, las narraciones que realmente triunfaron en toda Europa fueron
las de “Las mil y una noches”, aunque también tuvieron una gran trascendencia
“Robinson Crusoe” de Daniel Defoe y “Los viajes de Gulliver “de Jonathan Swift.

Esta nueva tendencia en la literatura infantil también se reflejo en nuestro país, a


través de la gran importancia que adquiere la figura del fabulis, creador de obras que se
adaptaban a la psicología infantil y cuya sencillez lingüística facilitaba su comprensión
a los pequeños.

Entre estos fabulistas se destacan a:

- Félix María de Samaniego, quien en 1781 publicó su obra más destacada y


conocida titulada “Fábulas morales”, constituida por 257 fábulas distribuidas en
9 libros. Las más conocidas son: La paloma, Congreso de ratones, La cigarra y
la hormiga y El perro y el cocodrilo.

- Tomás de Iriarte, que en 1782 publicó “Fábulas literarias”.

De este modo va surgiendo una literatura específicamente destina a los niños, así
en España se publica el primer periódico infantil llamado Gaceta de los niños, cuya
importancia radica además, en que difunde obras reconocidas de otras autores europeos,
lo que contribuye a la educación del gusto literario.

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Poco a poco y gracias a los postulados del romanticismo, la literatura dirigida a
los pequeños va dejando de ser puramente didáctica y moralizante, otorgando gran
importancia a la literatura folclórica, a la que deberán tener acceso los mismos, aunque
ello no se consolida hasta bien entrado el siglo XIX.

 Siglo XIX

En el siglo XIX, la literatura popular y folclórica es fuente de inspiración para


los escritores y se conforma como la auténtica literatura para niños y niñas. En
consecuencia, este siglo puede ser considerado como el siglo de los grandes escritores
clásicos de la Literatura Infantil, entre los que se destacan a:

- Hans Christian Andersen.

- Jacob Ludwig Karl Grimm y Wilhelm Karl Grimm ( popularmente conocidos


como los hermanos Grimm)

- Oscar Wilde en Europa.

- Lewis Carroll.

- Robert L. Stevenson.

- Rudyard Kipling.

- Carlo Collodi.

- Julio Verne

Sus tan importante y difundidas obras propiciaron un contexto novedoso para la


instauración de un nuevo género literario destinado al lector más pequeño. En este
sentido, el cuento infantil cobra en esta época su máximo esplendor.

España se incorporó algo más tarde a esta corriente de literatura popular gracias
principalmente a Cecilia Böhl de Faber y el padre Coloma que publicó la colección de
cuentos para niños entre lo que se encuentra el famoso Ratón Pérez.

A partir de este momento, el cuento popular será en nuestro país el principal


instrumento de transmisión literaria, a partir del cual se acentúa el carácter oral de los
relatos. Estas producciones literarias son reflejo de las costumbres de la época,
priorizando este aspecto sobre el componente fantástico.

Otro de los hechos más importante y que provocó el auge de la literatura infantil
española fue la creación de la editorial de Saturnino Calleja que edito casi todo lo que se
escribía para los niños en el mundo.

La gran aceptación que tuvieron los cuentos de hadas entre el público infantil
hizo que muchos autores comprendieran la gran capacidad de los niños para adentrarse
en el mundo de la fantasía, por lo que sus obras se basarían en historias y mundos

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fantásticos. Un claro ejemplo de ello es “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis
Carrol.

En la segunda mitad del siglo XIX se afianzó la novela de viajes y aventuras


gracias a autores como Robert Louis Stevenson que escribió “La isla del tesoro” o
Rudyard Kipling con “El libro de la selva”.

Al finalizar este siglo, se comienza a ofrecer a los pequeños una literatura basada
en los aspectos científicos y así Julio Verne publica novelas científicas como “Veinte
mil leguas de viaje submarino” o “Viaje al centro de la Tierra”.

En este siglo es donde mayor desarrollo experimenta la Literatura Infantil debido


principalmente a que tiene sus propios medios de difusión, pudiendo considerarse el
siglo de oro de la misma.

En los últimos años de este periodo, surgen nuevas preocupaciones a cerca del
niño y se considera que uno de los objetivos básicos de la educación debe ser la
transmisión de los valores sociales y éticos propios de la sociedad. Su influencia en la
literatura se refleja en obras en las que destaca una clara función moralizante y se recrea
el mundo infantil aunque construido por el adulto.

 Siglo XX

El niño en este siglo, es considerado como un ser con características, modos de


pensar, de sentir y habilidades propias que deberían ser desarrolladas a través de la
educación de manera activa e integral.

No obstante, en nuestro país, las obras que eran leídas en las escuelas seguían
manifestado aspectos moralizantes, siendo alguna de ellas: “La buena Juanita”,
“Educación de una niña” o “Escenas de Familia”.

Será a partir de los años veinte cuando la literatura infantil comience a


abandonar su carácter instructivo en España, a través de obras que se basan más en la
creatividad y en la imaginación. En relación a ello García Padrino concreta esta nueva
tendencia en cuatro líneas:

 Actualización y recreación de los cuentos folclóricos.

 La narrativa infantil se configura gracias a la incorporación de la realidad


cotidiana del propio niño.

 Una narrativa caracterizada por el rasgo de la fantasía.

 La aparición de lo absurdo y el disparate en la narrativa.

Entre los autores que reflejan esta nueva orientación podemos destacar a
Antonio Joaquín Robles, Manuel Abril y Mª Teresa León.

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Sin embargo, el comienzo de la guerra Civil y su finalización suponen el inicio y
la implantación de un régimen dictatorial que impidió la renovación de la literatura para
niños, ya que las obras literarias dedicadas a los mismos vuelven a reducirse a la
transmisión de valores éticos, religiosos y patrióticos.

A partir de los años cincuenta se comienza a considerar que la literatura infantil


debe tomar un nuevo camino y debe recuperar su carácter estético y literario. Una de las
medidas para ello es la creación y el impulso de numerosos galardones y premios como
el de “Hans Christian Andersen”. Por otro lado, las grandes editoriales de adultos
apuestan por colecciones para niños y comienzan a fundarse otras específicamente
infantiles.

Debemos señalar que en este periodo aparecen nuevos formatos de la Literatura


Infantil gracias a las técnicas pictóricas y la ilustración de las historias, donde las
palabras son acompañadas de imágenes que contextualizan la narración. Dichos géneros
son el libro-albúm o álbum ilustrado, en el que destacan autores como Maurice Sendak,
Quentin Blake o Leo Lionni.

Será en los años ochenta cuando estalle el verdadero boom de la Literatura


Infantil española.

 Siglo XXI

En nuestros tiempos, como ya mencioné anteriormente, la Literatura Infantil es


concebida como una manifestación con entidad propia, la cual está dirigida
específicamente al público infantil.

Su auge sigue en aumento, siendo cada vez mayor el número de producciones


dedicadas a los más pequeños y las editoriales que se encargan de su producción y
expansión.

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3. PRECURSORES DE LA LITERATURA INFANTIL

Entre los principales precursores de la Literatura Infantil (muchos de los cuales


han sido nombrados en el apartado anterior) citaremos los más importantes dada la
repercusión que sus obras han tenido en la evolución de este medio de manifestación.

 Charles Perrault.

Este autor que nació en Paris en el año 1628, ciudad en la que moriría 75 años
más tarde, es principalmente reconocido por haber sido creador de cuentos clásicos
infantiles que han llegado hasta nuestra época, tales como: .

- Barba Azul.

- Caperucita Roja.

- El gato con botas.

- La bella durmiente del bosque.

- La Cenicienta.

- Las Hadas.

- Piel de asno.

- Pulgarcito.

- Riquete el del copete.

En todas ellas se manifiesta un claro enfoque moral que marca las hazañas de hadas,
ogros, brujos, animales humanizados, príncipes y princesas.

 Hans Christian Andersen

Este escritor danés, fue un gran precursor de la Literatura infantil con sus más de
150 cuentos inspirados en los relatos populares. Entre ellos podemos destacar:

- El patito feo.

- El traje nuevo del emperador.

- La reina de las nieves.

- Las zapatillas rojas.

- El soldadito de plomo.

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- El ruiseñor.

- El sastrecillo valiente.

- La sirenita.

 Jacob Ludwig Karl Grimm y Wilhelm Karl Grimm

Son dos hermanos alemanes fuertemente atraídos por los cuentos tradicionales, a
partir de los cuales comenzaron a recopilar los cuentos de tradición oral y elaborarlos y
adaptarlos al mundo escrito. Entre 1982 y 1985 publicaron “Cuentos para la infancia y
el hogar", en la que se incluyen cuentos como:

- Blancanieves.

- La Cenicienta.

- Hänsel y Gretel.

- Juan sin miedo.

 Jean de La Fontaine

Jean de La Fontaine es un poeta francés, nacido el 8 de julio de 1621 y fallecido


el 13 de abril de 1695 en París, cuya fama literaria reside en sus cuentos y relatos en
verso.
Fue un gran cuentista de fábulas, las cuales fueron publicadas en múltiples
ediciones ilustradas y es autor de "Cuentos Galantes". Dichas fábulas se distinguen por
su agilidad e ingenio narrativo. Le Fontaine fue inspirador e influyó en las obras de
muchos autores posteriores.

Entre sus obras podemos destacar:

- Adonis.

- Fábulas.

- Daphné.

- Cuentos y novelas.

- Nuevos cuentos.

- El lobo y el cordero.

- El gato y la zorra.

- El que no escucha

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 Oscar Wilde

Nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín y fue novelista, poeta, crítico literario y


autor teatral. Escribió novelas, cuentos y comedias. Sus obras destacan por el ingenio y
algunos de sus cuentos más populares fueron:

- El príncipe feliz (es el más popular).

- El ruiseñor y la rosa.

- El gigante egoísta.

- El amigo fiel.

- El joven rey.

- El niño estrella.

 Cecilia Böhl de Faber

Esta autora nació en 1796 en el pueblecito suizo de Morgue y murió en Sevilla


en 1877. Fue conocida a través del seudónimo de Fernán Caballero, y en relación a la
literatura infantil, fue una de las primeras personas que se preocupó por ella en nuestro
país. Recogió el folclore infantil y leyendas y cuentos populares, los cuales iría
publicando en un periódico para niños. Su obra más destacada es Cuentos, oraciones,
adivinanzas y refranes populares e infantiles.

 Saturnino Calleja

Aunque no fue un autor propiamente dicho, en 1876 fundó una editorial que
recibiría su propio nombre y que sería de enorme trascendencia para la literatura infantil
española. Ello se debe, a que Calleja editó casi todo lo que se escribía para los niños en
el mundo, son los famosos Cuentos de Calleja, en colores, con ilustraciones y a precios
muy asequibles. Así divulgó los cuentos de Las mil y una noches, Los viajes de
Gulliver, o Las aventuras de Robinson Crusoe, entre otros muchos libros famosos.

Llegados a este punto, podemos plantearnos que implicaciones y aportaciones tiene


la literatura infantil.

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4. IMPLICACIONES Y APORTACIONES DE LA LITERATURA INFANTIL.

Son muchas las razones que hacen que los docentes de educación Infantil
consideremos la literatura infantil como un recurso de inagotable valor educativo ya
que:
 Favorece la interacción con el medio de forma lúdica.

 Nutre la fantasía.

 Es un poderoso instrumento para desarrollar la creatividad.

 Desarrolla y estimula la imaginación.

 Ayuda a interpretar, ordenar y representar el mundo y la realidad.

 Contribuye a la maduración global de la personalidad.

 Responde a las necesidades, intereses y motivaciones infantiles.

 Es un medio de acceso a la cultura.

 Desarrolla el lenguaje en sus distintos aspectos.

 Transmiten valores y conductas morales que favorecen la adquisición de un


primer código moral por parte del niño.

 Favorece la comprensión y expresión de sentimientos.

 Desarrolla la memoria.

 Ayuda a superar problemas psicológicos que pueden surgir a lo largo del


desarrollo infantil (celos, conflictos con los iguales, el miedo, la separación de
los padres…)

 Desarrolla la competencia lecto-literaria.

 Favorecen la compresión de textos sencillos infantiles y la creación de textos


orales con secuencias narrativas.

 Fomenta la valoración de lo escrito como algo funcional y como medio de


comunicación y relación.

 Desarrolla hábitos lectores y la capacidad de usar de manera adecuada los libros.

 Fomenta la valoración de la lengua y su uso creativo.

 Desarrolla la capacidad de escucha.

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 Ayuda a crear criterios de preferencia para elegir producciones artístico-
literarias.

 Posibilita el aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes.

 Permite la integración de las distintas formas de expresión utilizadas por los


pequeños (musical, verbal, corporal, plástico…) desde un prima globalizador.

 Permite el aprovechamiento de elementos folklóricos y de tradición cultural.

 Educa el sentido estético.

 Desarrolla el espíritu crítico.

 Educa los sentidos y cultiva el sentimiento.

 Descubre intereses más amplios.

 Propicia la adquisición y desarrollo de habilidades y conocimientos que


favorecerán la expresión y comunicación en los diferentes contextos.

Todas estas aportaciones e implicaciones manifestadas van a proporcionarnos


los criterios de deberemos considerar a la hora de seleccionar producciones literarias
para trabajar en el aula infantil.

Además de conocer el valor educativo y psicológico de este tipo de literatura, resulta


convenirte para su adecuado tratamiento en el aula, conocer las características que debe
tener la obra infantil así como las distintas manifestaciones de la misma.

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5. RASGOS BÁSICOS DE LA OBRA LITERARIA INFANTIL Y SU
CLASIFICACIÓN.

En primer lugar me centraré en los rasgos que definen a la literatura infantil.

5.1. Rasgos básicos de la obra literaria infantil.

La literatura infantil pretende generar en el niño un disfrute artístico, creativo y


lúdico, para lo cual, y siguiendo a Myles Mcdowell, esta literatura, destacando a los
cuentos como forma literaria por excelencia, deberá poseer una serie de rasgos como
son:
 Ser textos relativamente cortos.

 Poseer pocas descripciones.

 Un lenguaje sencillo y determinado por la competencia lingüística del


niño/a.

 Una temática motivadora e interesante para los pequeños.

 Potenciar una recepción activa, mediante el diálogo y la acción.

 Utilizar un vocabulario variado, adecuado, preciso e imaginativo.

 La trama y el desenlace suele ser previsible.

 Ser reiterativos en lo que a fórmulas y estructura se refiere.

 La historia se desarrollas dentro de un esquematismo moral claro.

 Debe entrelazar realidad y fantasía.

 Tienen un final feliz, salvo escasas excepciones.

 Los personajes se caracterizan de modo que los pequeños se identifican con


ellos.

5.2 Clasificación de la literatura infantil.

Por lo que respecta a la clasificación de la literatura infantil, debemos señalar que los
distintos autores plantean diferentes géneros o tipos en función del concepto que tengan de la
misma y de la literatura en general. Los géneros sirven para establecer relaciones para
facilitar el estudio, la catalogación, la comprensión y la valoración de la s obras.

Dicho esto, siguiendo las ideas de José Manuel de Amo Sánchez-Fortún, una posible
clasificación se basaría en que la literatura infantil puede adoptar las siguientes formas ( orales
y/o escritas):

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 El cuento.

Es una narración breve de hechos imaginarios o reales, protagonizado por un


número limitado de personajes, con argumento y trama sencilla que se desarrolla en un
espacio y tiempo determinados.

 La fábula.

Son composiciones breves literarias en las que los personajes son siempre animales,
plantas u otros objetos que presentan características humanas como el habla, el
movimiento…, por ejemplo “La cigarra y la hormiga” de Samaniego. Estas historias
concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo.

 El mito.

Es un relato tradicional que refiere la actuación memorable y ejemplar de unos


personajes extraordinarios (héroes) en un tiempo prestigioso y lejano.

 La novela corta.

Es una narración en prosa de menor extensión que una novela y menor desarrollo de los
personajes y la trama, aunque sin la economía de recursos narrativos propia del cuento.

Estas formas de la literatura infantil estarían englobadas dentro del género de la


narrativa.

 Poesía.

La poesía lírica, conformada en gran parte por el folclore y por creaciones de


autores conocidos, suele ser una composición breve, frecuentemente acompañada por
movimientos y/o dramatización, en las que los elementos fónicos y rítmicos cobran una
importancia crucial. Se suele dividir en tres tipos como son: la poesía de tradición oral,
las creaciones poéticas de autores (como El gallo kiriko de Almodóvar o Recuerdo de
García Lorca) y las creaciones poéticas de los niños (Mendoza y López Valero).

Por lo que respecta a la poesía folklórica, se trata de manifestaciones anónimas


procedentes del patrimonio popular y estaría formada por: nanas o canciones de cuna,
adivinanzas, juegos mímicos, canciones escenificadas, canciones de juegos (corro,
comba…), burlas, trabalenguas, retahílas, refranes, fórmulas para echar a suertes..etc.

 Teatro infantil.

Con este término englobamos la pantomima, las sombras chinescas, el teatro


convencional, los títeres, las mascaras, el juego simbólico o la transformación en
materia dramática de lago que no lo es. La consideración literaria del teatro infantil se
basa en actividades en la que se dramatizan distintos géneros literarios como cuentos u
otras formas narrativas (“La cenicienta”), canciones (“Estaba el señor Don Gato”) y
poesías en sus distintas formas ( “Deditos y Rosquillitas” de Ana María Pelegrín)

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 Libros con diferentes códigos expresivos.

Son aquellos libros en los que interactúan la palabras y diferentes lenguajes expresivos
tales como:

- Álbumes ilustrados: son libros en los que predominan la imagen y la ilustración


(sostienen casi por completo la carga narrativa de la historia) sobre el texto que
suele ser muy reducido o inexistente. Un ejemplo podría ser ¿A qué sabe la
Luna? de Michael Grejniec.

- Tebeo o cómic: es un medio narrativo de comunicación social basada en una


serie de dibujos que constituye un relato, y que presenta pequeños textos al pie
del dibujo, en bocadillos o en forma de onomatopeyas. Pueden estar
representados en papel, o estar en forma digital (e-cómic, webcomics y
similares). En esta última opción, en auge actualmente, se integran los códigos
del cómic tradicional y los recursos específicos de las nuevas tecnologías.

- Literatura multimedia: el ordenador, el dvd (películas Dysney por ejemplo), la


televisión (con series y dibujos animados infantiles), Internet y sus miles de
páginas web, han ampliado la oferta de textos literarios infantiles y en ellas
interactúan en armonía lo oral, lo escrito, lo visual…etc. Estos nuevos medios
han favorecido el desarrollo de nuevas formas literarias y funciones de la
literatura. Este tipo de literatura nos ofrece una amplia oferta: cd-roms con
historias animadas o con obras tradicionales acompañadas de actividades
didácticas, páginas de adivinanzas, de cuentos cortos, de retahílas, de relatos
apoyados en pictogramas, de fábulas, para crear obras por parte del niño…etc.

De todas estas formas literarias infantiles, sin duda, el cuento es la que más motiva y
prefieren los pequeños y es el de mayor difusión en la Literatura Infantil, por lo que lo
abordaré con mayor profundidad.

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6. EL CUENTO

La importancia del cuento y su papel como la forma literaria infantil más


deseada por los pequeños radica en que tal y como señalaron Díez y Díez-Taboada, en
ella coinciden “lo real y lo maravilloso, la enseñanza y la diversión, lo trágico y lo
cómico, el mundo cotidiano y el ensueño misterioso, el mundo infantil y el del adulto, el
amor y el odio, la crueldad y la bondad, la venganza y la generosidad”.

Son muchas las definiciones y estudios sobre los cuentos, pero todas coinciden
en que debemos considerar que la misión principal que éstos deben desempeñar es la de
“proporcionar alegría nutriendo y estimulando el espíritu de los niños, así como abrir
nuevos horizontes a su imaginación”. En consecuencia, la finalidad primera es producir
satisfacción y después formar y enseñar.

Por otro lado, tal y como señala Sara C. Briant, los cuentos poseen unas
cualidades específicas que resultan muy preciadas por los niños y niñas como son:

 La rapidez de acción: a los pequeños no les interesa tanto lo que piensan,
sienten o dicen los personajes como lo que hacen.

 La identificación: las motivaciones, acciones, metas…de los personajes son


similares a las suyas, lo que facilita el seguimiento de la secuencia del cuento.

 La sencillez teñida de misterio: describen y narran hechos y cosas que suceden


en su vida cotidiana o imagina pero con un halo de misterio.

 Los elementos reiterativos: en los cuentos aparecen repeticiones que son


paralelas a la necesidad por conocer, asegurarse y conquistar la realidad. Esta
característica también responde a la incapacidad de atención y concentración
durante un largo periodo de tiempo del niño.

Pero, ¿en qué se fundamenta el valor educativo de los cuentos?

6.1. El valor educativo del cuento.

Los cuentos son recursos de gran valor educativo ya que además de las
aportaciones e implicaciones que propician como forma literaria van a:

 Ampliar la experiencia infantil.

 Facilitar la comprensión de acontecimientos, personajes, situaciones y


sentimientos.

 Desarrollar la memoria de los niños.

 Favorecer el entretenimiento y la relajación.

19
 Contribuir al desarrollo afectivo, pues el niño/a, a través del cuento, podrá
encontrar significado a los valores humanos (honestidad, amistad, respeto,
tolerancia…) y diferenciar los conceptos de bien y mal.

 Favorecer el desarrollo social en cuanto que le permite comprender y transmitir


roles y creencias.

 Ser un vehículo de la creatividad, ya que a través de él, el niño/a podrá inventar


nuevos cuentos o imaginar y crear personajes.

 Favorecer el plano afectivo ya que su narración, suele proporcionar momentos


de diálogo, de confidencia y de encuentro con el adulto y los compañeros.

 Permitir una progresiva adquisición de estructuras internas e incrementar la


capacidad de secuenciar lógica y temporalmente los distintos hechos que
acontecen a lo largo de la historia.

 Desempeñar una función catártica, compensatoria y simbólico-cognitiva que


ayuda a los niños/as a descargar ansiedad y agresividad y eliminar tensiones.

6.2. Tipos de cuentos.

Son muchas las clasificaciones de los cuentos que podemos utilizar para una
selección adecuada de los mismos en la etapa infantil, de las cuales me centraré en la
aportada por Baquero Goyanes, dado lo interesante de sus estudios en este tipo de
cuestiones.

Este autor clasifica los cuentos a través de dos categorías:

 Cuentos populares.

Son relatos o narraciones tradicionales de transmisión oral. En este tipo de cuentos se


pueden incluir tres categorías diferentes tal y como señala A. Pelegrín:

a) Cuentos de fórmula: son relatos cortos de índole popular, desprovistos de


elementos maravillosos y fantásticos. Son cuentos en los que lo importante es
mantener la estructura al narrarlos. Esta categoría engloba:

- Los cuentos mínimos, en los que en una sola frase comienzan, nombran al
personaje, la acción y lo acaban. Por ejemplo: “Esto era una serpiente que se
cayó y se partió los dientes”.

- Los cuentos de nunca acabar, que parten de una información elemental y


concluyen con una pregunta a la que debe contestar el que escucha, después de
la cual el narrador repite idénticamente la secuencia. Un ejemplo sería:
“¿Quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelallo?”, a lo que el niño
respondería: Si o No, y el docente replicaría: “yo no digo que si o que no, solo
que si quieres que te cuente el cuento del gallo Pelallo”

20
- Los cuentos acumulativos: sirven para jugar con el lenguaje y estimular la
memoria, parten de una fórmula primera a la que se añaden otros elementos
como por ejemplo: “Don Pepito el verdulero se cayó en un sombrero, el
sombrero era de paja se cayó en una caja, la caja era de cartón y se cayó en un
cajón…”

b) Cuentos de animales: tienen como protagonistas a animales humanizados, que


tienen los mismos deseos, acciones, reacciones, y artimañas que las personas y
que con frecuencia tipifican un rasgo del carácter. Por ejemplo la maldad del
lobo en el cuento “Los tres ceditos y el lobo”. En ellos podemos distinguir dos
tipos: los de animales domésticos y de animales salvajes.

c) Cuentos maravillosos: para Almodóvar son una clase particular de los cuentos
de hadas o fantásticos. En ellos los personajes están diferenciados en función del
papel que tienen en la acción y el héroe suele encontrarse en una situación de
pérdida ante su contrincante, pero supera todos los obstáculos hasta el triunfo
final.

El esquema estructural en los dos últimos sigue la siguiente secuencia:


introducción en la que se presentan a los personajes y se plantea el problema, desarrollo
de la acción hasta llegar a una situación climática, resolución al problema que
desemboca en un final feliz.

 El cuento literario.

Es el cuento concebido y trasmitido mediante la escritura cuyo autor suele ser conocido.
El texto, fijado por escrito, se presenta generalmente en una sola versión, sin el juego de
variantes característico del cuento popular. Siguiendo a José Manuel de Amo Sánchez-
Fortún y en función de la temática podemos distinguir:

- Libros que narran procesos cotidianos.

- Libros que narran procesos insólitos, alejados de la vida cotidiana de los


pequeños.

- Libros que narran procesos extraordinarios o maravillosos.

- Libros que propician procesos lúdicos o mecánicos, es decir, que necesitan la


manipulación del lector para fascinar o sorprenderlo.

21
6.3. Cómo seleccionar cuentos infantiles

Algunos criterios que pueden orientarnos y servirnos de base para llevar a cabo
una adecuada selección de los cuentos para los niños y niñas de Educación Infantil
pueden ser:

 Que los cuentos que trabajemos ofrezcan variedad tanto en el tipo de cuento
como en la temática de los mismos.

 Tener en cuenta la edad de los niños, ya que cada momento exige un


tratamiento, una temática y un vocabulario específicos. Así debemos considerar:

 En los primeros años de vida, los cuentos deberán:

- Ser cortos.

- Con predominio de la imagen sobre el texto (libros de imágenes).

- Presentarse en formatos resistentes y desplazables.

- Tener colores llamativos y estimuladores sensitivos.

- Presentar una sola imagen en cada página.

- No provocar miedo y terror.

 De los dos a tres años, le encanta la fabulación, la magia y la fantasía.


Así los cuentos más apropiados para estas edades se caracterizarán por:

- Tener abundantes imágenes aunque con un texto cada vez más presente.

- Ser sencillos y cortos, especialmente los de fórmula.

- Presentar ilustraciones a todo color.

- Basarse en temas cercanos a la vida cotidiana de los alumnos.

- Personajes y objetos familiares y conocidos por los pequeños.

- Ser claros en ideas y lenguaje.

- Contener onomatopeyas.

22
 A partir de tres años, les atraen cuentos que:

- Narran cosas de la vida cotidiana.

- En los que intervienen animales.

- En los que las ilustraciones dejan entrever toda la trama.

En estas edades la imagen seguirá predominando sobre el texto, el cual deberá


ser sencillo y de vocabulario conocido por los pequeños.

 De los cuatro a los cinco años:

- Les encanta la fantasía por lo que disfrutarán con cuentos de seres fantásticos
como hadas, gnomos, duendes…etc.

- Comienza a cobrar relevancia la trama y las características de los personajes.

- El texto tiene una presencia cada vez mayor.

Algunos de estos cuentos pueden ser clásicos como Pulgarcito o Peter Pan.

 De los cinco a los seis años:

- Les siguen gustando los cuentos de fantasía pero también comienzan a disfrutar
y vivenciar de forma personal los hechos que le suceden a personajes con los
que se identifican.

- Les atraen cuentos maravillosos de héroes que tras superar infinidad de


obstáculos alcanzan un final exitoso.

- El texto juega el mismo papel que la imagen en la transmisión de la historia.

 Respetar los intereses y necesidades infantiles, por lo que consideraremos:

- El entorno en el que viven.

- La época del año (estaciones, fiestas, días especiales…).

- Los acontecimientos recientes que han vivido (miedos, celos, caída de dientes,
nacimiento de un hermano…)

- Sus gustos y preferencias.

23
 Tener en cuenta los objetivos que pretendemos alcanzar con el grupo-clase, de
modo que la utilización, la narración y el trabajo de los cuentos contribuyan a la
consecución de los mismos.

6.4. La narración de cuentos orales y escritos

Un aspecto fundamental para que el cuento contribuya al desarrollo de los


pequeños y realmente obtengamos de él utilidad educativa es su adecuada narración.

En este sentido, el narrador se convertirá en el transmisor fundamental de la


historia y el modo en el que aborde esta importante tarea será fundamental a la hora de
acercar a los niños al descubrimiento y conocimiento de la lectura. Así mismo
determinará en gran medida la futura valoración y el disfrute de los pequeños con el
hecho de leer.

Para conseguir una narración que permita alcanzar las metas planteadas, el
primer aspecto que debemos considerar es que al narrador le guste y motive el ceunto
para poder implicarse emocional y estéticamente en esta tarea.

Seguidamente, el educador o narrador tendrá que leer, comprender y hacer suyo


el cuento. Para ello podrá seguir las siguientes pautas:

- Seleccionar la historia.

- Leerla comprendiendo su significado.

- Constatar el tipo de cuento ante el que se encuentra.

- Determinar los acontecimientos y hechos más significativos que se van


sucediendo.

- Analizar los distintos personajes (edad, características, papel que juega en el


cuento…)

- Identificar los aspectos donde reside el mayor interés.

- Asimilar su estructura, estilo y sonoridad.

- Memorizar palabras, frases, rimas, repeticiones, onomatopeyas o estribillos que


resulten determinantes a la hora de la narración y que favorecerán la implicación
de los oyentes.

- Trabajar y practicar la narración (siempre en voz alta) intentando equilibrar la


reproducción exacta de la obra y el toque personal propio.

- Trabajar la expresión dramática para encarnar los distintos personajes.

24
- Resolver posibles equivocaciones o dudas, ya que si estas se comenten durante
la narración romperían la magia del momento.

Además de estas pautas, el docente deberá respetar una serie de criterios a la


hora de narrar un cuento a los niños. Dichos criterios son:

- Utilizar un lenguaje claro y sencillo (explicar el significado de las palabras que


no puedan comprender los alumnos en caso necesario).

- Adaptará aquellas palabras, metáforas o párrafos que sean de especial


dificultad

- Presentará el argumento de forma lineal.

- Utilizará un estilo directo.

- Adecuará el tono de voz a las distintas situaciones y personajes ( por ejemplo,


utilizará diferentes timbres de voz para Blancanieves y su malvada madrastra)

- Introducirá modificaciones en la tonalidad, ritmo y entonación para resaltar


hechos, palabras clave…etc.

- Apoyará la narración y la voz con la expresión corporal.

- Procurará una adecuada vocalización, lo que facilitará la comprensión de las


palabras, frases y de la historia en general.

- Se dirigirá y mirará a todos los niños y niñas para que estos se sientas
implicados en la narración e historia.

- Evitará aquellos movimientos o ademanes que puedan distraer a los pequeños.

- Fomentará la participación activa de los alumnos invitándoles a intervenir en los


estribillos, onomatopeyas, aventurando hipótesis sobre lo que sucederá a
continuación…etc.

- Mostrará las ilustraciones e imágenes en el caso de los textos escritos para


apoyar la historia contada.

- Utilizar las formulas tradicionales de comenzar y finalizar el cuento tales como:


“Había una vez…”, “Colorín colorado este cuento se ha acabado”, “ En un país
muy lejano…”…etc.

Por otro lado, resulta importante que el docente considere y planifique el espacio
en el que tendrá lugar la narración así como la organización en el mismo. En relación a
ello, es recomendable que:

- Se sitúen en un espacio alejado de ruidos o distracciones.

25
- Conseguir un clima cálido alegre y relajado.

- Estén sentados en semicírculo.

- Exista cercanía física entre los pequeños.

Además deberá conseguir silencio antes de comenzar la narración y una vez


iniciada procurará evitar las interrupciones que romperían la magia del momento. En el
caso de que se produzcan las mismas podrá utilizar recursos para que el oyente
comprenda que no es el momento de plantearlas como cambiar el tono de voz,
aproximarnos o intentar transmitírselo a través de miradas. No obstante, habrá
momentos en que surjan dudas o cuestiones importantes que podrá dificultar la
comprensión de la historia, solo en este caso se procederá a su resolución con la mayor
brevedad posible. En este sentido, resulta muy beneficioso, estar atento a las
manifestaciones verbales y no verbales, pues permitirán que comprendamos los efectos
y emociones que la narración está provocando en los niños.

Una de las deducciones a las que podemos llegar si analizamos los dicho, es que
el principal instrumento que utiliza el narrador es su propia voz aunque en función de la
historia podrá apoyarse de otros medios como:

- Objetos del aula.

- Marionetas o títeres.

- Diapositivas.

- Muñecos o juguetes.

- Música.

- Disfraces.

Quisiera señalar que las narraciones de cuentos, en las que centraremos la


máxima atención en esta etapa, puede complementarse con la lectura de libros en voz
alta, ya que aunque en ellas se elimine la comunicación directa entre narrador y oyentes,
resulta una actividad importante para la animación a la lectura, ya que es de los libros de
donde salen las historias que tanto gustan a los pequeños.

6.5 El cuento como base para un sin fin de actividades

Como podemos deducir de lo manifestado hasta el momento, el cuento es un


recurso que se caracteriza por tener finalidad en sí mismo, aunque también puede ser
fuente de una gran variedad de actividades que sin duda contribuirán al desarrollo de los
niños y niñas en todos los planos de su personalidad y nos permitirán alcanzar las metas
propuestas para ello.

Así, una vez seleccionado y narrado el cuento podremos desarrollar e involucrar


a los pequeños en un sin fin de actividades en torno al mismo, las cuales deberemos

26
seleccionar y planificar. Para ello, el primer paso será determinar que es lo que
queremos conseguir de ellas. En este sentido las distintas actividades pueden ser un
medio para:

 Ayudar para que los niños comprendan mejor el texto.

 Fomentar la expresión oral y escrita.

 Estimular la creatividad y la imaginación.

 Promover aprendizajes relacionados con el medio físico, natural, social y


cultural.

 Contribuir al desarrollo cognitivo.

 Potenciar el pensamiento divergente.

 Favorecer la expresión plástica, musical, gestual y corporal.

 Facilitar la conexión entre distintos medios de expresión y comunicación.

Me centraré seguidamente en los tipos de actividades que podemos realizar en


función de las distintas áreas y contenidos que se deben tratar y trabajar en la Educación
Infantil.

a) Actividades para el desarrollo del lenguaje, tanto oral como escrito.

- Diálogos sobre el cuento.

- Manifestar las propias impresiones, opiniones y sentimientos.

- Analizar y describir los distintos personajes y hechos que suceden en el cuento.

- Establecer comparaciones entre los distintos personajes.

- Analizar el vocabulario y buscar su significado.

- Construir familias de palabras.

- Discriminar y pronunciar sonidos nuevos o que supongan cierta dificultad.

- Identificar las acciones de los distintos personajes.

- Secuenciar las acciones siguiendo un orden cronológico.

- Imitar las voces y expresiones típicas de los personajes.

- Jugar con los nombres de los personajes comparándolos con los de los
niños/as( si empiezan o acaban por la misma letra), contar cuantas palabras
tienen, determinar cuales más larga y cual es más corta…etc.

27
- Repetir estribillos, expresiones, onomatopeyas, fórmulas…etc.

- Contarle de forma equivocada algún pasaje para que los niños hagan notar la
equivocación.

- Contar el cuento al revés o cambiar el final del mismo.

- Establecer hipótesis sobre lo que sucedería si los personajes fuesen diferentes o


actuasen de manera distinta, si cambiásemos algún hecho o acontecimiento...etc.

- Inventar otro cuento con el mismo personaje

- Trabajar adivinanzas, rimas, trabalenguas… relacionados con la temática del


cuento.

- Analizar el título del libro, determinando el número de palabras y las letras que
contienen cada una de ellas.

- Escribir el nombre de los personajes a partir de las imágenes de los mismos.

- Escribir el vocabulario trabajado para ampliar nuestro libro de palabras de los


cuentos.

- Representar el cuento por escenas y escribir (siempre en función del nivel en el


que se encuentre el niño) lo que acontece en las mismas.

- Elaborar por escrito un libro de adivinanzas, poesías, trabalenguas…trabajados


en relación al cuento.

- Escribir notas informativas a los familiares sobre el cuento que estamos


trabajando.

- Crear fichas identificativas para el libro en la que se escriba el título, el nombre


del autor/a la editorial y el tipo en función de la temática.

- Reflexionar en torno a los personajes, sus acciones y el final del cuento y


expresarlo mediante el lenguaje escrito.

b) Actividades para el desarrollo lógico- matemático:

- Determinar el principio y el final del cuento.

- Organizar de manera lógica y cronológica los distintos hechos o


acontecimientos, ayudándonos de las ilustraciones.

- Secuenciar las acciones de los personajes apoyándonos de las imágenes.

28
- Reconstruir las acciones y hechos a partir de un momento dado hacia el
principio y el final.

- Contar el número de personajes que aparecen en el cuento.

- Contar las palabras del título y las letras del mismo, así como del vocabulario y
el nombre de los personajes.

- Enumerar las páginas del cuento.

- Utilizar los números cardinales para secuenciar lo que sucede.

- Establecer comparaciones entre los personajes utilizando indicadores tales


como: más que, menos qué, igual qué….en función de distintos aspectos como
el tamaño, la altura, la edad…etc.

- Contar los objetos y elementos del paisaje que aparecen en las distintas
imágenes y seriarlos.

- Realizar sencillas operaciones de sumas y restas a partir de objetos o elementos


relacionados con el cuento.

c) Actividades para el desarrollo psicomotor.

- Representar y dramatizar los distintos personajes.

- Dramatización de determinadas escenas del cuento.

- Dramatizar el cuento completo.

- Representar escenas del cuento a través de sombras chinescas.

- Realizar sesiones de psicomotricidad a partir de los hechos que suceden en el


cuento.

- Seguir órdenes espaciales según las acciones de un personaje determinado.

d) Actividades para el desarrollo de la expresión plástica:

- Dibujar los personajes del cuento.

- Representar escenas del cuento a través de distintas técnicas plásticas.

- Hacer figuras de plastilina.

- Modelar con barro o arcilla a los protagonistas de la historia.

29
- Elaborar un collage del escenario en el que se desarrolla la historia utilizando
materiales reciclados, legumbres, macarrones…etc.

- Construir marionetas o títeres de los personajes.

- Confeccionar los disfraces para la representación.

- Elaborar máscaras sobre los distintos personajes para su dramatización.


- Construir el escenario y el decorado para representar el cuento.

- Elaborar elementos u objetos que facilitan la dramatización del cuento y de los


distintos personajes como coronas, sombreros, varitas mágicas, parches, gafas…
etc.

e) Actividades para el desarrollo de la expresión musical.

- Discriminar e identificar los sonidos de animales, personas, fenómenos


naturales, objetos o personajes de la historia.

- Imitar los sonidos anteriormente identificados y discriminados.

- Acompañar de música las diferentes escenas y que los niños dancen libremente.

- Trabajar canciones relacionadas con el cuento o su temática.

- Acompañar las canciones con la percusión corporal o instrumentos.

- Inventar canciones para los personajes.

- Introducir secuencias rítmicas en las poesías, trabalenguas o expresiones


trabajadas.
Otras actividades que podremos llevar a cabo se basan en la invención y
creación de cuentos a partir del narrado.

Centrándonos en el cuento inventado, serán los propios niños y niñas los que lo
inventen. Ello permitirá:

- Que los alumnos y alumnas manifiesten sus ideas y pensamientos.

- Que los pequeños expresen sus sentimientos, experiencias, necesidades,


ilusiones o temores.

- Que el alumnado muestre su propia personalidad y su modo de actuar y ver el


mundo.

Para favorecer la invención de cuentos por parte de los niños, los docentes de
esta etapa podemos utilizar diferentes estrategias como son:

30
- Plantearles la invención de cuentos proponiéndoles títulos motivadores e
interesantes para ellos como Las semillas mágicas, El bosque encantado, Las
ardillas voladoras o Los coches fantásticos.

- Mostrarles imágenes, dibujos, ilustraciones o fotografías para que nos digan lo


que les sugiere, que está pasando, lo que pasó antes y lo que sucederá después.

- Repartir frases para que por grupos dibujen lo que sucede y al unir los dibujos
elaboremos una historia.

- Presentarles títeres o marionetas y que inventen un cuento en el que sean los


protagonistas.

- Contarles el principio del cuento y que ellos inventen su desarrollo y su final.

En relación a la actividad de cuento creado, decir que esta se basa en elegir un cuento
cualquiera y que los pequeños lo reestructuren de diversas formas como pueden ser:

- Modificando las características de los personajes, por ejemplo El patito bonito


en lugar del feo.

- Cambiando,

- añadiendo o

- eliminando los personajes de la historia.

- Desarrollar el cuento en otros espacios o contextos, por ejemplo

- Introduciendo seres u objetos fantásticos.

- Inventar nuevas acciones o sucesos.

- Cambiar el inicio, desarrollo o final del cuento.

31
7. ¿CÓMO ABORDAR LA LITERATURA INFANTIL EN EL AULA?

El nuevo enfoque de la enseñanza, basado en la corriente constructivista que


aboga por que el alumno es protagonista de su propio aprendizaje y tiene un papel
activo en la construcción de su conocimiento, hace que la enseñanza-aprendizaje de la
literatura infantil supere y deje atrás un modelo de enseñanza tradicional y formalista
que impide a los niños/as valorar, apreciar y disfrutar de la producción literaria para
estas edades.

Actualmente, la enseñanza-aprendizaje de la literatura infantil debe procurar que


los pequeños adquieran un papel receptivo en el que pongan en juego procedimientos,
experiencias, ideas y competencias comprensivas y expresivas propias para
comprender y dar significado al contenido de la literatura que se le presenta. Sólo de
este modo generaremos en los mismos aprendizajes significativos y funcionales.

En estas edades deberemos trabajar la sensibilización (0-2 años) y el aprendizaje


( 3-6 años) procurando que el pequeño perciba su encuentro con la literatura como un
juego que le va a proporcionar placer. Desde esta perspectiva, la principales intenciones
de la educación literaria es que los pequeños enriquezcan el lenguaje oral, adquieran
normas del uso de la lengua, amplíen sus posibilidades expresivas, comprensivas y
estéticas, así como aproximarlo al conocimiento del código escrito, iniciándolo en el
aprendizaje de la lectura y de la escritura.

Para ello, utilizaremos como recursos didácticos fundamentales los textos orales
y escritos, trabajando especialmente el cuento y la narración, aunque sin olvidar que el
resto de formas literarias que se consideran actualmente también posibilitan un
acercamiento enriquecedor a la literatura infantil y propician aprendizajes de la misma
índoles que dichos textos, por lo que deberemos considerarlas y trabajarlas en esta
etapa. Centrándonos en los textos, debemos elegir textos infantiles que:

- Permitan al niño seguir la lectura fácilmente.

- Se adapten a sus características y necesidades.

- Sean previsibles y muy motivadores.

- Sean de fácil comprensión.

- Presenten rasgos y recursos que propicien su implicación y estimulen su


capacidad lecto-literaria.

- Adentren al niño en el mundo de la palabra literaria

Desde el punto de vista didáctico debemos trabajar una serie de contenidos y


objetivos y siguiendo a José Manuel de Amo Sánchez-Fortún, serían todos aquellos
aspectos que:

- Fomentan la implicación cooperativa del lector con el texto.

- Potencian los valores inherentes a la lectura activa.

32
- Favorezcan la adquisición de hábitos lectores.

- Favorecen la formación lecto-literaria.

- Amplíen la competencia lingüístico-comunicativa.

- Permiten la producción, comprensión, interpretación y valoración los textos


literarios.

- Desarrollan actitudes positivas hacia el texto literario.

Como docentes de esta etapa somos conscientes del papel del medio en el
desarrollo da la actividad educativa y del proceso de enseñanza-aprendixaje, lo cual no
es diferente en el tratamiento de la literatura infantil, por lo que deberemos crear un
ambiente calido, acogedor, seguro, significativo y lúdico de manera que se posibilite un
encuentro adecuado entre el niño y la literatura , que permita el disfrute con la lectura y
el descubrimiento y valoración de la tradición cultural de la que el texto es producto.

Otro aspecto importante que debemos considerar es que además de poner en


contacto al niño con textos orales y escritos, debemos favorecer la producción de los
mismos por parte de los pequeños así como propiciar aprendizajes en el resto de las
áreas curriculares (a través de actividades globalizadas), además de los propios en el
área de lenguaje.

Por lo que respecta a la competencia literaria ( capacidad para comprender y


dotar de significado al texto a través de la aplicación de las estrategias que se ponen en
juego cuando el lector aborda la lectura del mismo) y la iniciación en la lectoescritura,
podemos fomentarla :

 Ofreciendo a los niños momentos en los que manipulen los distintos soportes
de lectura.

 Estimulando sus habilidades perceptivas.

 Centrando y desarrollando su capacidad de atención y comprensión de


narraciones leídas.

 Implicándolos en tareas significativas, funcionales y contextualizadas.

 Ayudándoles a adquirir pautas y conductas para el cuidado y la conservación de


los libros.

 Fomentando el gusto por ver y oír un cuentos.

33
Además de ello el docente deberá llevar a cabo una serie de pautas en relación a
este proceso entre las que podemos citar, siguiendo las ideas del autor anteriormente
mencionado, las siguientes:

- Procurar que el pequeño vivencie el placer de leer por leer.

- Introducir la lectura como una rutina más del día a día en el aula.

- Constituir un modelo lector para sus alumnos/as, transmitiéndoles disfrute y


entusiasmo al leer.

- Ser un excelente recitador.

- Mostrar y aprovechar el carácter lúdico de las distintas obras literarias.

- Permitir que los niños lean sus libros favoritos tantas veces como quieran.

- Dar oportunidades a los pequeños para que elijan cuando quieren leer y lo que
quieren leer.

- Ofrecer diversidad de obras literarias para que en niño pueda experimentar con
los distintos géneros y de esta forma ampliar sus gustos y preferencias.

- Orientar a las familias sobre los textos y obras literarias que son adecuadas y
enriquecedoras para la formación de los pequeños.

34
8. ANIMACIÓN A LA LECTURA.

Actualmente y siendo coherentes con el modelo pedagógico y didáctico que


constituye la base de la acción educativa en esta etapa, la animación a la lectura debe
entenderse como el conjunto de recursos y estrategias que utilizamos los docentes para
que el alumno/a desarrolle actitudes, procedimientos y conocimientos y adquiera
instrumentos que le permitan disfrutar con el acto de leer, siendo este el motivo que le
empuje a seguir leyendo y a adquirir el hábito lector.

Desde esta perspectiva las pretensiones de la animación a la lectura son:

 Disfrutar con la lectura y la narración de textos literarios infantiles


( especialmente el cuento)

 Adquirir y desarrollar el hábito lector.

 Implicar a los alumnos en un proceso complejo que exige un esfuerzo


intelectual.

 Acercarles al mundo literario a través de libros de distinta índole.

 Descubrir las posibilidades lúdicas, estéticas, expresivas y creativas de los


diferentes textos.

 Desarrollar en los pequeños la necesidad de leer.

 Adquirir las pautas básicas que se ponen en juego cuando se aborda la lectura de
un libro (sentarnos de forma cómoda pero erguida, poner el libro derecho, leer
el titulo en la portada, pasar las páginas con cuidado, leer de arriba hacia abajo y
de izquierda a derecha, observar las imágenes o ilustraciones…)

 Identificar y comprender el significado de los distintos textos.

 Aprender con y a través de la lectura las distintas realidades, formas de entender


el mundo, pautas de actuación…etc.

 Contribuir al desarrollo integral, ya que a través de la lectura y las diversas


actividades que se pueden desarrollar a partir de ella se abordan los distintos
planos de la personalidad infantil(social, cognitivo, intelectual y afectivo)

 Fomentar la sensibilidad, la afectividad y el gusto estético.

 Educar el gusto literario del alumnado.

 Propiciar un encuentro divertido, activo y lúdico del niño con el libro.

 Diferenciar los distintos géneros literarios.

 Desarrollar la autonomía lectora.

35
 Identificar las distintas partes de un libro, los personajes y el tema, el autor o
autora y el ilustradora o ilustradora.

 Fomentar la adquisición de pautas y conductas para el cuidado y la conservación


de los libros.

Generar en los pequeños esta actitud ante la lectura requiere una compleja tarea
por parte del docente, el cual deberá ser consciente de que el proceso es largo y exige
una implicación personal y un constante esfuerzo, encaminado a desarrollar en los
pequeños el placer de leer.

Para alcanzar todas las metas propuestas, resulta imprescindible que el educador
programe y desarrolle técnicas y actividades marcadas por un fuerte carácter lúdico y
que estés adaptadas a las peculiaridades de cada uno de los pequeños.

La programación de técnicas y estrategias de animación lectora deberá partir de


un análisis de los distintos factores que van a participar en el desarrollo de la
competencia lecto-literaria de los pequeños como son:

- Los propios niños/as: la actitud de los alumnos/as y su implicación en las tareas


que aborden la animación a la lectura será determinante en el desarrollo de su
hábito lector y su disfrute con las mismas. Para fomentar actitudes deseadas
(predisposición, participación, expresión de emociones y sentimientos,
identificación con los personajes, vivenciación de la historia…) deberemos
motivar constantemente a los pequeños y favorecer que encuentren sentido,
significatividad y funcionalidad a la tarea.

- La familia o el ámbito familiar, el cual ejerce un papel fundamental puesto que


adoptando un modelo referente (“ si tú lees ellos leen”) y ejerciendo una
actuación adecuada puede: ser una fuente inagotable de recursos literarios
( poniendo al alcance de los niños libros o textos que se encuentran en su propia
casa), propiciar que los niños valoren los libros descubriendo su funcionalidad y
enriquecer el hábito lector del pequeño dedicando tiempos para la lectura
individual y compartida con algunos de los miembros encaminada a generar una
afición por leer. La mejor manera en que los padres pueden ayudar a sus niños a
ser buenos lectores, es que los padres les lean ya que aunque ellos sean muy
pequeños disfrutarán solamente con escucharles. Cuando los adultos leen en voz
alta y con entusiasmo y dedicación, los niños aprenden rápidamente que un libro
es una maravilla.

- Los libros, textos y cuento: actualmente la oferta literaria infantil es muy


amplia, de manera que podemos elegir entre distintas categorías, temáticas,
autores, ilustradores, formatos…en función de los objetivos que nos
propongamos y la edad de los alumnos/as.

- El centro educativo: su importancia radica en que permite socializar y compartir


las lecturas con los otros y en que ofrece instrumentos de codificación y
decodificación del lenguaje escrito así como una gran variedad de producciones
literarias al alcance de los pequeños, gracias a las cuales lograrán las

36
pretensiones anteriormente mencionadas de la animación a la lectura. Por otro
lado, a través de una actuación coordinada en equipo se establecerán los
objetivos, contenidos, metodología y actividades que desarrollen la formación
de hábitos lectores.

- El propio docente como animador deberá:

o Formarse.

o conocer y aplicar técnicas y estrategias de animación lectora que más se


adecuen a las características y capacidades de su grupo de alumnos en concreto.

o planificar la programación de la tarea en colaboración son el resto de


compañeros.

o desarrollar pautas y estrategias para fomentar el interés y la motivación de los


alumnos.

o prever y preparar los materiales y recursos necesarios.

o construir un ambiente alfabetizador y cálido.

o recrear los momentos de las lecturas y narraciones propias y de los niños en un


ambiente mágico.

o implicarse en las tareas.

o orientar a los pequeños y mediar sus aprendizaje.

o y especialmente disfrutar con ello.

Además será el encargado/a de organizar cada una de las sesiones de animación


lectora, para lo cual deberá:

- seleccionar los textos y relatos,

- determinar los objetivos que se pretenden en la sesión

- planificar el espacio y tiempo en la programación del aula.

Dicho esto, debemos considerar que existen múltiples formas de abordar las
sesiones de animación a la lectura (especialmente la narración de cuentos) que siguen
tareas e itinerarios diferentes. De todas ellas la más generalizada y adecuada a esta etapa
es en la que podemos distinguir tres fases bien diferenciadas como son:

 Fase previa a la lectura: su finalidad es crear expectación e interés, ganas de


conocer el libro y escuchar su narración e historia, disfrutar, jugar y anticiparse a
la lectura. Por tanto es una fase de motivación.

37
 Fase de lectura: en ella se suele presentar el libro a los pequeños, se observa por
fuera, se habla del título, de la imagen de la portada, su autor, su ilustrador,
cuantas paginas tiene…etc. Posteriormente se procederá a la lectura o narración
del libro aplicando estrategias que permitan mantener la motivación de los
niños/as (utilizando frases mágicas como “Érase una vez, Había una vez,
Colorín, colorado”…, el tono de voz, la utilización de onomatopeyas, marcando
de expresividad los gestos…).

 Fase posterior a la lectura: en primer lugar plantearemos a los alumnos/as una


serie de cuestiones para determinar si han comprendido el texto, identifican a los
personajes y las acciones de los mismos, reconocen los distintos acontecimientos
del relato…etc. Seguidamente llevaremos a cabo una serie de actividades y
tareas que permitirá abordar las distintas áreas y lenguajes expresivos utilizados
por los niños de estas edades.

Resulta muy enriquecedor y positivo que antes, durante o después de la


narración/lectura compartida introduzcamos juegos anticipatorios, fórmulas de
participación en la narración/lectura, y actividades de recreación ya que de esta forma
podremos vincular la lectura a experiencias placenteras, atractivas y significativas que
hagan desear el libro y la literatura oral.

Por último quisiera señalar en torno a este aspecto que son muchas las
estrategias y técnicas que pueden propiciar una adecuada animación a la lectura, ya que
estas van a depender de cada libro en concreto y de cada grupo de niños y niñas.

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9. LA BIBLIOTECA DE AULA.

Entre los recursos que podemos emplear para animar a la lectura en el propio
aula destacamos el rincón o área de la Biblioteca. Esta, será el espacio organizado donde
los pequeños tendrán acceso a los libros y disfrutarán de la lectura de los mismos,
podrán compartir con los otros esta tarea y desarrollarán su autonomía en lo que
respecta a las pautas e instrumentos necesarios para abordar la lectura de textos, a su
papel de usuarios de la biblioteca de aula así como para aplicar y respetar las normas
establecidas para su uso.

Quisiera señalar que la biblioteca de aula tiene unas características definidas y


especificas que la diferencian de la biblioteca de centro, siendo una de ellas que la
oferta de libros es más limitada y especifica puesto que estará determinada en función
de la edad y las características evolutivas de los niños de infantil. Por otro lado, también
existen diferencias en lo referente a la organización puesto que en el aula el espacio del
que se dispone es menor y dado que lo que se pretende es que los niños y niñas de estas
edades comiencen a desarrollar su placer por la lectura, es importante que los libros
estén colocados de manera que se observen a simple vista sus portadas, ilustraciones y
colorido para llamar la atención de los mismos.

De forma general, la biblioteca de aula debe cumplir las siguientes funciones:

- Fomentar el hábito lector en los niño/as.

- Procurar que el niño pueda experimentar libre y activamente el proceso lector.

- Permitirles el acceso a la cultura a través de los libros que haya en ella.

- Desarrollar actitudes y pautas de comportamiento adecuadas en la biblioteca.

- Favorecer el juego, la diversión y el entretenimiento.

- Promover actitudes reflexivas y críticas ante los distintos medios de información


y cultura.

- Fomentar el respeto y el cuidado de un bien tan preciado como son los libros.

- Adquirir pautas adecuadas para la utilización y conservación de los materiales.

- Compensar desigualdades sociales ( en el caso de aquellos niños que por


diversas circunstancias no puedan acceder a textos en el ámbito familiar)

- Favorecer la comunicación y el trabajo cooperativo.

- Propiciar el encuentro con la literatura de manera lúdica y autónoma.

La biblioteca de aula debe estar situada preferentemente en un lugar espacioso,


con buena iluminación, accesible en todo momento y relativamente alejado de otras
zonas de juego que provoquen ruidos en exceso como consecuencia de las actividades
que se desarrollen.

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Es aconsejable que su decoración sea armoniosa e invite a la recreación ya que
tanto dicha decoración como la ubicación van a ser aspectos a considerar y abordar
puesto que en este espacio deberemos crear un ambiente agradable, acogedor,
motivador y de confianza.

Por lo que respecta a los libros, deberán ser adecuados a los niños y niñas del
propio aula, ofrecer variedad en las temáticas y en los géneros y estar al alcance de los
pequeños para que puedan acceder a ellos cuando lo deseen. La ordenación de los
mismos podrá basarse en una clasificación por géneros (cuentos, álbumes, poesías…), por
temas (oficios, vida cotidiana, miedos, lugares…), por colecciones o por personajes (animales,
seres fantásticos), lo que permitirá una rápida localización a la hora de la utilización didáctica.
Con independencia al criterio elegido, es importante que la organización propuesta esté
debidamente señalada con símbolos reconocibles por los niños/as.

Además de estos libros deberemos dotar la biblioteca de aula con otros


materiales y formas literarias como por ejemplo:

- Revistas, álbumes de fotos, publicidad.

- Cintas de cassette y CDs con música o cuentos infantiles.

- Videos, películas, cds.

- Libros hechos por lo propios niños.

- Folios, lápices, material de imprenta.

- Sillas y mesas.

- Cojines.

En relación a las actividades que se pueden realizar en este espacio, podrían ser:

 Lectura de libros en grupo o de forma individual.

 Consulta de libros: para por ejemplo buscar información para la realización de


un proyecto de trabajo.

 Ejercicios variados del lenguaje oral.

 Observar, analizar y comentar imágenes e ilustraciones.

 Producciones personales de cuentos.

 Actividades de aproximación al lenguaje escrito de manera funcional y


significativa, por ejemplo observar las diferencias entre dibujo y escritura

En cuanto a las normas y pautas de comportamientos adecuadas en la biblioteca


de aula, serán establecidas, asumidas y respetadas por todos, ya que así se garantizará
un adecuado uso de los recursos y el compromiso de ayudar a gestionar y cuidar low

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libros, materiales y el espacio de la biblioteca. Para garantizar dicho respeto, resulta
aconsejable establecer semanalmente unos encargados que se ocuparan de:

- Que los libros estén siempre en su sitio.

- Proporcionar la ficha de préstamo.

- Recoger los libros prestados y los colocarán donde corresponda.

- Revisarlos materiales y su estado de conservación

- …etc.

Por otro lado, un sistema muy utilizado y generalizado en las aulas de infantil y
a través del cual favorecemos la iniciativa del niño ante la lectura y con tribuimos a su
autonomía es el sistema de préstamos. Este consiste en que cada alumno rellene una
ficha de préstamos cuando decida leer un libro en el aula o llevárselo a casa para leerlo
con sus familiares (o que estos se lo lean). En el caso de los más pequeños pegarán una
foto y posteriormente escribirán su propio nombre. A medida que vayan adquiriendo
posibilidades grafomotoras y avancen en las distintas etapas de la escritura
cumplimentarán la ficha con mas datos como el titulo del libro y la fecha.

Otro aspecto a considerar es el papel que las familias van a tener en la creación y
el funcionamiento de la biblioteca de aula, a las cuales deberemos ofrecerles
inicialmente información de nuestras pretensiones con la creación de este espacio y
brindarles la oportunidad de involucrarse en el mismo. Las familias podrán colaborar a
través de distintas funciones:

- Aportando materiales.

- Aportando o comprando libros.

- Colaborando en el sistema de préstamos.

- Participando en determinadas actividades que se desarrollen.

- Viniendo al aula para narrarnos y leernos cuentos y libros.

A modo de conclusión, me gustaría señalar que con este trabajo he pretendido


dar una nueva visión de la Literatura Infantil y de la necesidad de su tratamiento en el
aula de los más pequeños ya que como he argumentando en base a las múltiples
aportaciones de los distintos autores e investigaciones es un medio para el desarrollo
integral del niño pero además, su importancia y consideración radica en que tiene
finalidad en si misma, es decir, cuando el niño disfruta con ella no necesita otros
estímulos porque el placer es la propia finalidad.

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Quisiera finalizar con una frase de Dámaso Alonso en la que dice: “No hay
hombre que no reciba el hábito mágico de la literatura, verso y prosa: toca al niño ya en
rimas y juegos; hasta el adulto analfabeto llega en canciones y coplas (maravilloso
homenaje del ritmo literario y musical), y en refranes y cuentos."

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11. Bibliografía.

- CERVERA, J. (1991): “Teoría de la literatura infantil. Mensajero. Bilbao.


- DE AMO SÁNCHEZ-FORTÚN J, M. (2003): “Literatura Infantil: claves para la
formación de la competencia literaria”. Aljibe. Málaga.
- DECRETO 428/2008, de 29 de julio, por el que se desarrolla la ordenación y las
enseñanzas correspondientes a la Educación Infantil en Andalucía.
- LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo de EDUCACIÓN.
- MORENO VERDULLA, A. (1998): “Literatura Infantil. Introducción en su
problemática, su historia y su didáctica.” Universidad de Cádiz. Cádiz.
- PELEGRÍN, A.(2004): “La aventura de oír cuentos tradicionales y Literatura
Infantil” Anaya. Madrid.
- RUÍZ CAMPOS, A. M. (2000): “Literatura Infantil. Introducción a su teoría y
práctica”. Guadalema. Sevilla.
- Sarto, M. (1998): “La animación a la lectura”. S.M. Madrid.

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